lunes, 31 de agosto de 2020

Una serie y un autor que sin dudas deben tener en consideración.


1. Dan Simmons.

    Hace años, prácticamente hace casi un década desde que poseo mi propio blog, que estaba con la idea de escribir sobre Dan Simmons, un tremendo escritor del cual he leído y disfrutado unas cuantas historias que considero entre lo mejorcito del terror y la ciencia ficción contemporáneos; solo ahora me dispongo a llevar a cabo esta tarea, luego de que por fin me vi la adaptación televisiva de su novela El Terror, que me impactó demasiado e incluso más que el libro y que leí hace ya tanto tiempo, que no recuerdo si ese fue mi último libro de Simmons, o lo fue su novela El Hombre Vacío.  Lo bueno de todo esto, es que me he animado a retomarlo, por fin, y ayer no más comencé de una vez a adentrarme dentro de las páginas de su libro Un Verano Tenebroso, considerada entre sus mejores obras largas de “miedo”…Así que pronto volverán a encontrarse con otro post mío dedicado a este artista, al que bien le debía una presentación para esta página que revisan ahora mismo.
    Solo unas palabras más mencionaré respecto a mi experiencia como lector de Dan Simmons: Lo conocí gracias a la edición española noventera de la revista Fangoria, de la llorada Ediciones Zinco y que comencé a comprar cuando era un adolescente y estaba cursando el tercero medio, allá por 1992 (¡Qué nostalgia!).  Recuerdo haber leído la entrevista que se le hizo, cuánto me llamó la atención lo que se decía y dicho texto…¡Que más encima mencionaba a Stephen King! y en especial las preciosas y llamativas portadas de libros, que los gringos sí que conocen del arte de embellecer con ilustraciones inmejorables sus tapas. Después de tanto tiempo he vuelto a leer la entrevista, correspondiente al N° 5 de esta colección, que aún guardo completa como uno de mis mayores tesoros… ¡Gracias, Fangoria y en especial a su equipo hispano detrás de la colección que duró 35 números entre junio de 1991 y diciembre de 1994! (en especial mis más sinceros reconocimientos a los desaparecidos Luis Vigil y Domingo Santos).

Dan Simmons.
    Y ahora sí, adentrándonos en la narrativa de Dan Simmons (Estados Unidos, 1948) propiamente tal, nos encontramos con un afamado autor de novelas y cuentos, por medio de las cuales ha incursionado con bastante éxito de crítica y público lector, en los géneros de la ciencia ficción y el terror; luego, bien avanzada su carrera, abarcando nada menos que el policial a través de una trilogía de novelas.  Fruto de la fama que cobró se ha convertido en un nombre habitual en numerosas antologías y entre ellas varias destacadas (y eso que estuvo a punto de abandonar su sueño de convertirse en escritor, tras recibir numerosos rechazos de los editores, hasta que el veterano Harlan Ellison lo leyó y alentó a no perder la fe en su talento).
   Cabe mencionar, además, que al leerlo nos encontramos con un autor bastante culto, puesto que en sus textos se puede evidenciar un gran conocimiento de los temas que aborda, especialmente en lo que concierne a la ambientación histórica o los datos que maneja para desarrollar sus trabajos con gran credibilidad y transportándonos a escenarios pasados o exóticos sin problemas; lo anterior bien lo podemos reconocer en ejemplos tales como su cuento Todos los Hijos de Drácula y donde se refiere a la dictadura comunista de Nicolai  Ceaușescu en Rumania, cuando utiliza la mitología hawaiana en Los Fuegos del Edén o en su novela revisionista del vampirismo Los Vampiros de la Mente, con varios pasajes relacionados a los campos de concentración nazi; y me estaba olvidando de lo concerniente a La Canción de Kali, donde utiliza tanto las creencias religiosas del hinduismo, como la verdadera situación de la pobreza de la India, para aterrorizarnos con gran efecto.
     Por otro lado, también es destacable su claro amor hacia los clásicos de la literatura, tanto en lo que concierne a autores, como a obras.  Es así que en su saga más famosa, la que corresponde a la tetralogía de novelas de ciencia ficción llamada Los Cantos de Hyperion, los poetas románticos Percival Shelley y John Keats hasta se transforman en personajes, además de encontrar claros homenajes a su obra; más encima, el primer libro del ciclo, claramente está inspirado en el texto medieval Los Cuentos de Canturbery de Geoffrey Chaucer, tanto en el tema del viaje y en el importante detalle de los compañeros de camino, que se cuentan historias para entretenerse (todo esto en el formato antiguo llamado “relato enmarcado” y donde dentro de una historia central, hay varias más dentro como si se tratara de una muñeca rusa); de igual manera realiza un bello homenaje a la novela de fantasía infantil El Mago de Oz de Frank L. Baum, al hacer que sus protagonistas realicen su periplo para que se les conceda un deseo muy especial.  Por otro lado, tampoco podemos dejar de lado su díptico Illion y Olympo, que reinterpreta la Guerra de Troya, incluyendo a las deidades griegas y hasta rescatando al demoniaco Calibán de la obra de Shakespeare La Tempestad.
    Dentro de la producción literaria de Dan Simmons, cabe destacar su colección de cuentos y novelas cortas Prayers to the Broken Stone (1990), que contiene tanto nuevas historias independientes, como otras que forman parte de su saga de Los Cantos de Hyperion; asimismo,  en sus páginas se hayan los textos originales que luego convirtió a libros de mayor volumen, tal como su primera versión de Los Vampiros de la Mente; lamentablemente este valioso tomo suyo, el primero de otros donde ha reunido su narrativa más breve, se encuentra inédito en español y es algo bastante lamentable, considerando que no muchos autores actuales siguen cultivando este formato de manera habitual.
    En español de su producción, al menos podemos encontrar sus 4 libros que comprenden los mencionados Cantos de Hyperion: Hyperion (1989), La Caída de Hyperion (1990), Endymion (1996) y Ascenso de Endymion (1997), que primero salieron en humildes versiones de bolsillo y luego en otras con solapa, hasta que la Colección Nova de Ediciones B las reeditó también en unos preciosos tomos en tapa dura con sobrecubierta y la tradicional telita roja para marcar la lectura.
    También es posible conseguir en la lengua de Cervantes su primera novela, La Canción de Kali (Song of Kali, 1985), sobre un culto milenario a la diosa hindú de la muerte de la destrucción y que para su mala suerte descubre un gringo cuando visita el antiguo país de la India, libro por el que ganó nada menos que el Premio Mundial de Fantasía; por igual tradujeron Los Vampiros de la Mente (Carriom Confort, 1989), voluminosa obra que obtuvo tanto el Locus, como el Bram Stoker, dos igualmente cotizados trofeos especializados; también salió para el público hispanoparlante su novela “realista” Fases de Gravedad (Phases of Gravity, 1989), una a mi parecer muy decepcionante y aburrida obra, acerca de las vicisitudes existenciales de un astronauta que visitó la Luna y que los pillos de Ediciones B “vendieron” como un texto de terror en su engañosa sinopsis; para sacar el mal sabor de boca de los lectores, tras el repaso de la reciente novela mencionada, están sus libros Un Verano Tenebroso (Summer of Night, 1992), premio Locus y de la que hablaré en profundidad apenas me lo termine, como Los Fuegos del Edén (Fires of Eden, 1994, que retoma a uno de los personajes de Un Verano Tenebroso…¡Y es divertidísima!).  La mayoría de estos textos, ignoro si han tenido nuevas impresiones o se encuentran por completo descatalogados; pero sí puedo afirmar que su novela a medias entre el terror y la ciencia ficción. El Hombre Vacío (The Hollow Man, 1992), sobre un telépata, sigue reeditándose con éxito en la Madre Patria y sus novelas de miedo con elementos históricos y personajes reales El Terror (The Terror, 2007) y La Soledad de Charles Dickens (Drood, 2009) ya han tenido numerosas reediciones.   Cabe mencionar que su thriller El Bisturí de Darwin por igual salió en castellano.
     Ilion (Ilium, 2003), que le concedió otra vez el Premio Locus y su secuela Olimpo (Olimpos, 2005) poseen numerosas ediciones para los hispanoparlantes, así que no hay problema; si bien en un principio los capitalistas españoles dividieron cada libro en dos tomos y solo después cuando los sacaron en ediciones de lujo, fue posible tener cada novela en su formato original.
      En cuanto a su trilogía policial de Joe Kurtz, compuesta por Hardcase (2001),  Hard Freeze (2002) y Hard as Nails (2003), sus dos primeras entregas fueron traducidas bajo los nombres de Frío como el Acero y Fría Revancha, por La factoría de Ideas; pero como tristemente se fue a la quiebra esta editorial, que tantas maravillas sacó en español, quedó pendiente el último volumen y quizás qué otra empresa se interese por conseguir los derechos de tales títulos (por no mencionar los textos más interesantes del autor, que no han salido por estos lares para gozo de sus seguidores).



2. “El Terror”, la novela y la serie.

    La novela corresponde en parte al género de la narrativa histórica, al estar ambientada en un periodo específico del pasado, describir con lujos de detalles dicho periodo, a mediados del siglo XIX e incluyendo a personajes reales y detallándonos un interesante hecho de la época, que se ha transformado en uno de los mayores misterios de las últimas centurias: la inexplicable desaparición de la expedición de dos barcos ingleses al Polo Norte,  con el objetivo de encontrar un paso más rápido hacia las Indias y para orgullo del entonces poderoso Imperio Británico.  Los viajeros saben que la tienen difícil, pero son hombres valientes, patriotas y están seguros que conseguirán su objetivo… Sin embargo una cosa es lo que el hombre propone y otra lo que Dios (o los dioses) dispone (n).  Bien podemos decir que las cosas se van de control y todo se vuelve un verdadero desastre.
     No solo la región es inhóspita debido al frío, al hielo y a la soledad, sino que algo se esconde en medio de todo ello: un depredador del que lo único que llegan a saber, es por medio del conocimiento de una muchacha esquimal, aunque no les sirve de mucho y ello debido a la ineptitud de los hombres civilizados, que creen lo saben y pueden todo.  Por lo tanto, estamos frente a una obra que trata acerca de la soberbia humana, si bien sumado a ello se encuentran el miedo y la discordia, otros aspectos propios de nuestra naturaleza, que dejarán claro que el peor enemigo somos nosotros mismos.
    Lo mejor es no saber mucho de qué va esta historia, llevada tan magistralmente a la pantalla chica en 10 potentes episodios que no dan respiro al espectador y cada uno resulta ser un verdadero espectáculo, que nos hace desear verlo todo de una vez, para saber qué pasará con sus desafortunados protagonistas. 
     No encontramos sujetos perfectos e idealizados en esta historia, sin embargo muchos de ellos se comportan como verdaderos héroes dentro de sus posibilidades; por lo tanto, el ímpetu con el que luchan en contra de la adversidad, nos entrega varias las escenas que no dejan de sorprendernos.  Respecto a lo anterior, es fácil empatizar con estos hombres que luchan no solo se empecinan en sobrevivir, sino que dan todo lo que pueden por mantenerse firme en sus ideales y seguir siendo dignos pese a las circunstancias.  Por lo mismo, aún cuando hay mucho de cobardía en algunos, en general brillan los valores del compañerismo, la lealtad y el honor.  Hasta quien luego podría considerarse como el villano, detrás del giro argumental más impactante de la obra, resulta ser un hombre que por el cual podemos llegar a “entender” sus acciones.
    La recreación del mundo polar es impresionante, que en verdad llegamos a sentir frío cuando vemos los exteriores, que si bien sabemos que existen en esta tierra, parecen alienígenas; asimismo, el interior de los barcos y todo lo relacionado con las actividades de los marinos, está representado con cuidado y belleza.  En todo caso, hay unos cuantos flashbacks que nos muestran la vida en Inglaterra, tan distinta a la zona donde transcurre en su mayoría esta obra; dichos saltos al pasado ayudan a definir en parte a los personajes, en especial a dos de aquellos más significativos para la trama.  De igual manera, hay espacio para el pueblo de los ya mencionados esquimales, quienes cumplen un papel relevante dentro de este drama sobre la miseria humana y la vastedad del mundo que creemos conocer.
     Las actuaciones son de primera y en general cuesta decidirse por quién trabaja mejor, que más encima en uno de los protagónicos se encuentra el veterano Ciarán Hinds (la imagen suya con el rostro compungido por el mismo terror, es una de las imágenes icónicas de este programa).  Y a esto se le suma un trabajo técnico y artístico de primera, con momentos muy gores, estupendos efectos especiales y una banda sonora que ayuda bastante a crear la atmósfera que nos atrapa de principio a fin.
     En cuanto al final y lo que podríamos llamar el epílogo, les prometo que los impactará, que escapa de todo convencionalismo y eso es para aplaudir en verdad.
     Por último, el propio Dan Simmons ejerció de productor de esta serie (al menos en su primera temporada, que la segunda cuenta una historia por completo diferente, en una época y lugar distintos).  Ya era hora que los productores hayan puesto su atención en la bibliografía de este autor, largamente ignorado en lo que a adaptaciones audiovisuales se refiere y es que salvo un episodio de la serie antológica Monsters (de principios de los noventa y que el mismo escribió sobre su cuento Metástasis), antes no habíamos podido ver nada más al respecto; es de esperar que pronto podamos disfrutar de otro trabajo suyo llevado a la pantalla chica o grande.



                                          Cortitos, pero preciosos créditos de apertura. 

sábado, 29 de agosto de 2020

¡Wakanda por siempre!


    Este lunes no más mi sobrinito Amilcar, quien ya tiene 10 años, me pidió ver de nuevo Pantera Negra; mientras lo hacía, le hablaba sobre lo genial del personaje, para seguir concientizándolo en el aprecio a la diversidad y más ahora en que a nuestro país han llegado tantos inmigrantes haitianos.  Como ya era tarde, mi regalón se quedó dormido con la peli a medias y quedó pendiente terminarla para dentro de estos días.
     Anoche, justo al término de la semana laboral, estaba en la videoconferencia de los viernes y por medio de la cual me "junto" con un grupo de amigos para hablar de cine;  fue entonces que por WhatsApp, desde otro grupo de amistades (justamente "Los Fundadores", mis viejos colegas del fan club de Star Trek, de mis años de universidad), mandaron la noticia de que el actor que personificaba al rey T'Challa, más conocido como Pantera Negra, en el UCM (las pelis relacionadas entre sí, basadas en personajes de Marvel Comics) había fallecido recién a causa del cáncer al colón...Solo tenía 43 años de edad, cuando nos dejó tan pronto, a una edad a la que no esperamos morir y menos cuando se trata de alguien al que vimos en toda su plenitud, como un aguerrido y sabio guerrero lleno de vitalidad (al menos en las ficciones que le dieron fama).
     Al reflexionar cómo comenzó y terminó esta semana, no puedo dejar de pensar en cierta sincronicidad entre un hecho y otro, que no creo en las coincidencias ("Fue como una premonición tuya" le dije esta mañana a Amilcar tras contarle lo sucedido).
     Cuando uno se entera de hechos como estos y más en medios de una crisis sanitaria mundial, que nos tiene por completo preocupados, imposible no cuestionarse nuestra propia mortalidad; cualquiera de nosotros puede fallecer a raíz de esta pandemia, sino uno mismo, algún ser querido o conocido que ha formado parte de nuestra existencia (un tío murió a raíz de esto, si bien no era cercano mío y también pasó lo mismo con un vecino, ambos ancianos; siendo este último caso el que más lamenté, porque desde niño le compraba en su local de alimentos).  Pero la muerte puede llegar desde cualquier lado y no solo de Covid-19, que este año maldito me ha tocado más que nunca pasar pena por la despedida, tanto de otros artistas a los que adoro, como de gente de la "vida real", por una u otra razón.
    Pensé que no había visto más de Chadwick Boseman, sin embargo revisando su filmografía me di cuenta que hace años ya, lo vi haciendo de la deidad Toth en Dioses de Egipto, que prometo repetírmela para detenerme en su papel.  Más encima, hizo otras cintas muy interesantes como protagonista en "Bio-epics" de queridos personajes de la comunidad afro, como el primer juez de la corte suprema, Thurgood Marshall, y James Brown, que sin dudas voy a revisarlas. Hoy, sí o sí, le daré su oportunidad al largometraje de acción que se estrenó este año, con él como artista principal y que en Chile se estrenó sin pena, ni gloria, aunque me "tinca" bastante: Nueva York sin Salida (21 Bridges).
     En 2016 le diagnosticaron su mal que ya estaba en Fase III y aún así luchó con todas sus fuerzas, que pese a todo filmó varias cintas entre medio de operaciones y quimioterapia...Era valiente y bondadoso, se puede apreciar debido a todo esto y a las pruebas de sus acciones desde antes de hacerse famoso y una vez que consiguió la consagración; era un "negro hermoso" que teniendo muy de cerca el dolor del flagelo del cáncer, visitó a niños acongojados por este mal y les dio la alegría de ser visitados por su héroe, tanto el de los cómics y las películas, como el de la vida real. Era un hombre de fe religiosa que no abandonó su legado, pese al mundo moderno y de opulencia en el que se vio inmerso; alguien que rezó para que le dieran el papel del soberano de Wakanda y cuando fue así se lo agradeció a Dios, porque tal como dijo era un honor poder representarlo, por ser todo un ícono para su gente y un personaje que representa la idea de que no son nuestros colores los que nos definen, sino que nuestras decisiones (que gente "blanca" dichosa sigue sus aventuras y hasta se disfraza de él, entre niños y adultos y hasta yo mismo pensé el año pasado hacer cosplay de este).

De seguro nuestro artista recibió esa bella sonrisa como uno de sus trofeos más preciados.

    Triste he estado, pese a las risas y bromas posteriores a cuando me enteré de esto.  En un rápido vistazo a las redes sociales, me he encontrado con un montón de noticias y homenajes en su honor y me bastó con ver una foto suya junto a un pequeño con cáncer, para derramar mi primera lágrima por él; luego en el proceso de escribir estas palabras, he llorado más, que me duele en verdad despedirme así de alguien a quien estaba aprendiendo a querer.  Como dato anecdótico y para la risa, mi amigo Luciano Ortega me escribió en el pequeño homenaje que le hice en Facebook, que “se murió el Chadwick equivocado” en atención al ex Ministro del Interior de “Piraña” tan despreciado por tanta gente.
     Quizás cómo se viene el UCM y quién lo reemplazará; nos quedan al menos de un par de películas suyas aún sin exhibir, incluyendo una realizada junto al maestro afroamericano Spike Lee tras las cámaras. Cabe mencionar que sus compañeros de filmación, de los títulos deceístas, ya han hecho declaraciones sobre todo esto y alabado su humanidad.
      Solo me queda terminar este tributo mío a Chadwick, diciendo no "¡Wakanda por siempre!" (el grito patriótico que se hizo famoso, en la obra dedicada en exclusiva al justiciero africano), sino que: ¡Chadwick Boseman por siempre!

Chadwick, ve en paz a la tierra de tus ancestros.

martes, 25 de agosto de 2020

Stephen King en HBO.



1.Otra más del Rey del Terror.

    Tras darse cuenta las grandes compañías de televisión abierta, de cable y de streaming de la mina de oro que es el Tío Steve, a la hora de producir alguna peli, miniserie o serie basada en alguna de sus obras, faltaba HBO que se "subiera al carro" de esta exitosa tendencia...Es así que el año pasado, nos sorprendió gratamente con su adaptación de la novela policial y con elementos sobrenaturales The Outsider.  Cabe mencionar que, tal y como nos tiene acostumbrados la empresa con sus títulos, realizó no solo un "producto" entretenido y de alta calidad artística, sino que una obra que le hizo honor al material original y ello pese a los grandes cambios que se hicieron respecto al libro en el que está basada.
    10 capítulos comprende esta adaptación, la que en un principio iba a ser solo una miniserie; no obstante, tras el éxito cosechado se decidió convertirla en serie y pese a que aún es incierto si la segunda temporada será  una historia por completo original o tomará como base la más reciente aventura de su protagonista más popular.
    Recordemos la trama, por parte de quienes tuvimos el gusto de leer la novela de la que salió este título o comencemos por presentarla a quienes no lo han hecho, puesto que bien pueden interesarse en ver el show que hoy nos reúne:
      Un supuesto buen hombre, casado y con dos hijas, es considerado culpable de un crimen atroz que implica a un menor de edad; es así que los sabuesos de la ley no dudan en procesarlo, puesto que las pruebas en su contra en una primera instancia son irrefutables, sin embargo luego comienzan a dudar  sobre su responsabilidad y ellos tras aparecer información adicional, que refuta casi por completo la acusación que se le ha hecho.  La verdad de todo, revela algo que muy pocos están dispuestos a asumir como tal y la única manera de entrar en conocimiento de ello y hacer justicia como corresponde, es investigar asumiendo el hecho de que puede ser que la realidad, sea mucho más de lo que damos por sentado.

2.Lo que hizo HBO.

    En primer lugar desde la escena con la que comienza The Outsider, nos podemos hacer la idea de que se tratará de un programa intenso...y oscuro; no hay consenso para el espectador y se da el gusto a quienes esperamos algo gore y en el tono de nuestro escritor favorito.  Ahora bien, una serie como esta no está hecha solo pensada para el fanático incondicional de Stephen King, sino para llegar a una gran cantidad de público y esa porción mucho más grande de la audiencia, son personas que en su puta vida van a tomar siquiera al menos uno de sus cuentos a mano; así que hay que conseguir cierto equilibrio y aunque que quede claro, que comenzar todo con el cadáver horriblemente mutilado de un pequeño, es algo para conseguir la absoluta atención de todo el mundo.
    Se puede decir que al comparar texto literario y serie, llama la atención por parte de un espectador que antes leyó el libro (como bien es mi caso), lo rápido que va todo desde que acusan al "pobre" Terry Maitland de la muerte del chico; el mundo se le viene abajo a él y a su familia en un dos por tres, debido a una tragedia como esta y, de paso, quienes están involucrados en su caso también se ven afectados.  Es cuando la adaptación toma su propio rumbo, al agregar sus propios elementos en el argumento, tras hacer que la existencia del llamado "Extraño" (que en el programa, sí se justifica con palabras el ominoso título, a diferencia de la novela) se haga más palpable con nuevas víctimas de su maldad y ello lo consigan aún haciéndolo el quite a buena parte de los elementos más sobrenaturales de la novela (lo que en parte me dejó "con ganas", aunque se los perdono, tras evaluar los muchos aciertos de esta adaptación).

¡Parece que se te ha pasado la mano con el ketchup, Terry!

    Por otro lado, se crearon al menos dos personajes nuevos, se obviaron otros y se modificaron a otros para darles más dramatismo.  Respecto a todo esto, eliminaron a uno de los secundarios más entrañables del argumento (cierta madre de la que me permito no hablar más al respecto) y en cambio fue reemplazado por otro relacionado, aunque con una personalidad por completo diferente y aún así profundamente ligado a un personaje de mayor relevancia para la historia.  Asimismo, cambiar por completo la circunstancia vital del matrimonio de los Anderson, ayudó a otorgarle dramatismo al agente, que acá aparece más patético que nunca y aún así, no deja de ser todo un complemento para la gran heroína de esta obra.
    Y es cuando llegamos a la estrella de The Outsider: Holly Gibney.  En un principio tan distinta a la "mujercita", que nos robó el corazón desde su debut en Mr. Mercedes y más todavía a la de su primera versión televisiva, que acá es afroamericana; más encima, en un principio no nos llega a caer bien, que se ve como una persona tosca e intriga que además le hayan dado ciertos toques sobrenaturales.  Pese a la primera impresión que nos provoca, luego nos queda claro que lejos sigue siendo el mejor personaje de la trama y es solo verla cómo se va desenvolviendo con naturalidad, en medio de un caso extraordinario como este e inspirando a un montón de gente a ver con otros ojos el mundo y a actuar según la situación lo amerita, que encontramos un motivo más para adorarla.  Los amantes de Holly como quien aquí escribe, podemos decir que aunque está algo cambiada en esta versión, si la comparamos con la de la novela mantiene su esencia y tal vez la personificación de la premiada Cynthia Erivo, sea lejos mejor que la realizada por la "blanca" Justine Lupe en la adaptación de Mr. Mercedes.
    Mención aparte merece el cómplice del verdadero villano del argumento, el agente Jack Hoskins y que acá no es el tipo detestable de la novela; sino que se trata de una víctima más y por quien podemos sentir misericordia, debido a la desdichada vida que le ha tocado tener.
     Quizás con un claro motivo, a los personajes de este título los exhibieron sino más "viejos" que los de la novela, al menos alejados de todo glamour alejado de lo habitual en un show televisivo gringo, tal como lo que nos tienen acostumbrados: pues se ven demacrados, no son atléticos, ni "atractivos" y/o se visten mal...Todo ello para representar un mundo más parecido al que nos rodea y al cual entra, colándose por una grieta, lo extraordinario para remecerlo por completo. Respecto a todo esto, llama la atención la apariencia con la cual aparece en el programa al guapo Jason Bateman, quien sale casi irreconocible como un hombre muy alejado de la imagen vital a la que nos tiene acostumbrados y eso que en el filme Noche de Juegos (2018), de un año antes de este programa, se seguía viendo tan atractivo como siempre.
     Por último, queda claro que les recomiendo de corazón esta serie, llena de grandes momentos y entre ellos algunos que adaptan con genialidad pasajes memorables del libro y otros verdaderos aportes de peso a una gran historia como esta.

Los dos protagonistas principales de esta genial historia: la sin par Holly y el demasiado seriote (en su versión televisiva) Ralph.


sábado, 15 de agosto de 2020

Parece que a Stephen King le quedó gustando el policial ¿No? (II)


5. El retorno de Holly.

    Al principio de este texto hice mención al regreso de Holly Gibney, un ya “viejo” personaje de King y a estas alturas bastante popular.  Pues por parte de quienes hemos tenido el gusto de conocerla, gracias a la citada Trilogía de Bill Hodges, ver cómo esta ha ido evolucionando y reencontrarnos con ella, considerando la importancia que tiene para esta otra novela, es todo un placer; más encima, tan singular mujer ha cambiado tanto desde la primera vez en que la “vimos”, como alguien llena de complejos, que comprobar su propio camino hacia la independencia, saliendo adelante detrás de tantas taras personales, viene a ser un aliciente para que uno mismo se haga un autoanálisis y se inspire a mejorar tanto como lo ha hecho la propia Holly.  Sin dudas que la Gibney es una heroína particular, pero una realista y no alguien con superpoderes, sino que un personaje con quien nos podemos identificar e inspirar al tomarlo como modelo y ejemplo de aquello a lo que podemos aspirar sin ser perfectos, pero sí perfectibles.
    Muchas peripecias pasa la cada vez más emancipada Holly a lo largo de este libro, siendo que solo ingresa a “escena” en la página 302 de las 586 que posee la edición de bolsillo que yo tengo; sin embargo, pese a que pasa bastante antes de su aparición, de inmediato se “roba la película” y no solo se convierte en el mejor personaje femenino del texto, sino que bien viene a convertirse en la verdadera coprotagonista de esta obra.   Lo que dice, cómo piensa y las acciones que realiza hacen imposible que uno no se encariñe con ella, dándonos algunos de los diálogos y momentos más sublimes de The Outsider.
    Por otro lado, Holly se convierte en el pilar de lo que concierne a tener una mente abierta, con respecto a la existencia de fuerzas sobrenaturales, ya que es ella quién se da cuenta de que los crímenes tienen un cariz distinto a lo asumido en una primera instancia y luego usando toda su inteligencia, es quien consigue que un grupo de hombres racionales reconozca la existencia de ese mundo invisible detrás de lo que llamamos realidad (por su puesto que la actitud más inteligente de esta, se debe a sus experiencias ya contadas en Fin de Guardia, el excelente final de la trilogía policial de King y que se las recomiendo con creces).

6. El resto de los personajes.

Terry Maitland: El hombre del que casi todo el mundo sospecha y cuya vida de ensueño se desmorona cuando es arrestado de una forma impresionante (nosotros mismos sospechamos de él hasta que…).  En un principio lo conocemos gracias al punto de vista de los demás personajes, comenzando por los numerosos testigos que lo vieron antes y después de cometer el atroz crimen que le imputan y luego gracias al contacto que tienen con él los policías; solo mucho después, llegamos al único pasaje del libro que cubre sus propios pensamientos, páginas reveladoras y que aún así, no dejan de darnos más interrogantes sobre su papel respecto a todo esto.

Detective Ralph Anderson: Bien se podría decir que junto a Holly toma el rol de coprotagonista.  Casado y con un hijo preadolescente, el cual también fue entrenado por Terry, conoce a este último desde hace años, puesto que son amigos y vecinos; por esto, cuando es hallado el cuerpo del niño y Terry se convierte en más que un mero sospechoso, se toma a pecho la labor de atraparlo y condenarlo.  Como ya está dicho más arriba, una vez que comienzan a salir datos que demuestran que el caso no es tan sencillo como parece, se siente obligado a resarcirse de sus acciones cometidas tan ligeramente.

Howie Gold: Uno de los mejores amigos de Terry y también viejo compañero de Ralph, es un destacado abogado defensor que toma el caso; con posterioridad su rol será no solo el de abogar por la libertad de Terry, llegando a formar parte del grupo que parte a buscar al verdadero culpable.

Alec Pelley: Ex policía que trabaja para Howie ayudándolo a reunir pruebas.  Es un tipo agradable como los anteriores y también se involucra bastante en todo esto; más encima, conocía desde hace años al difunto Bill Hodgess y por eso al tratar de contactarlo para solicitarle sus servicios, termina por contratar a la buena Holly, cuando se entera de que este ha muerto y que la Gibney investiga por su cuenta como antigua socia del difunto.

William Samuels: Abogado que trabaja para la ciudad de Flint, el lugar ficticio donde transcurre esta novela (es lo que le llaman los gringos “Fiscal”, un cargo de corte político y muy importante, tal como lo he podido aprender gracias a los cómics de Batman, je).  Es quien toma el caso de Maitland representando a la comunidad y está dispuesto contra todo a que le den pena máxima de muerte.  De personalidad irascible y no muy agradable, es el más estrecho de mente de quienes deben asumir que las contradicciones entre las pistas  del caso, atienden a algo que no es “normal”.

Yune Sablo: Amistoso agente de origen mexicano y de presencia impresionante gracias a su musculatura, que debido a sus raíces más cercanas al mundo sobrenatural, es el único de todo el grupo en aceptar sin mayores opciones menos convencionales. También resulta ser un personaje por el cual con facilidad sentimos aprecio.

Marcy Maitland: La esposa de Terry es una mujer cuya idílica vida se viene abajo, cuando su marido es culpado por el crimen del pequeño Frank Petersen.  Pese a las evidencias, no duda de la inocencia del padre de sus hijas, siendo una de las dos esposas de la novela en aparecer como féminas de gran carácter y como las parejas que cualquier buen hombre quisiera tener.

Jack Hoskins: Policía alcohólico y drogadicto que no le tiene mucha simpatía a Anderson.  Es un tipo desgraciado y débil, que sin ser malvado tiene la mala suerte de convertirse en otro tipo de víctima de la monstruosidad, que se está aprovechando de la ocasión. El personaje es otra de las referencias de King a ese gran clásico de la literatura del género, que es Drácula de Bram Stoker y que en numerosas ocasiones no ha dejado de honrar con sus propias narraciones.

Claude Bolton: Ex presidiario y drogadicto que trabaja de guardia en un bar toples.  En un principio aparece como un personaje casi incidental, uno de los tantos testigos que estaban seguros de la culpabilidad de Terry; sin embargo, luego se transforma en un muy entrañable secundario, cuando los otros personajes se dan cuenta de que también podría ser inculpado de crímenes que no ha cometido.  Pese a su pasado algo descarriado, es un buen hombre que adora a su madre anciana y es de trato fácil, poniendo su grano de arena para resolver el misterio de todo.


Seale Bolton: La madre de Claude, es una independiente mujer que anda en una silla de ruedas con una botella de oxígeno, debido a sus problemas de salud y aun así fumadora empedernida y muy activa.  Amistosa y locuaz, junto a su único retoño logra simpatizar a todo el mundo entre quienes llegan a conocerla (en especial Holly) y nosotros mismos que solo deseamos que nada malo le pase.



7. Impresiones finales.           

    No está de más decir de que se trata de otro libro de King que atrapa desde el principio, más encima su autor lo comienza por medio de informes policiales, textos que nos ayudan a crear el ambiente adecuado para entrar de lleno en esta historia, que comienza como una investigación policial y que poco a poco va tiñéndose con los elementos sobrenaturales que nos recuerdan algunas de nuestras peores pesadillas infantiles.  Cabe mencionar que desde su primera novela publicada, Carrie, el “Tío Steve” usó este formato de simular documentos oficiales y no literarios como noticias del diario, de modo que sus llamados “Lectores Constantes” encontraremos en muchas de sus obras este tipo de recursos.
     Tal como  lo mencionado más arriba, buena parte del libro transcurre en la ciudad ficticia de Flint, ubicada en el estado de Oklahoma, por lo general urbes pequeñas donde (casi) todos se conocen o al menos los sucesos transcurren en uno de sus barrios con una comunidad muy estrecha.  Estos sitios y sus habitantes son claras ilustraciones de cómo funciona Estados Unidos, con sus costumbres y personajes típicos, pero no por ello dejan de ser representativos del funcionamiento de cualquier emplazamiento del mundo moderno, donde hayamos todo lo bueno y en especial lo malo que habita en nuestros corazones ¿Y qué pasa cuando juntamos un montón de gente que convive entre sí día a día? Pues sucede que nos encontramos frente a dramas como el que nos cuenta The Outsider, que si bien lo fantástico hay que obviarlo, a la larga los sueños y las pesadillas de nuestra sociedad cohabitan entre nosotros.  Quizás volvamos a saber de Flint City a futuro, que bien sabemos al Rey del Terror le gusta volver a visitar esos lugares imaginarios, que crea con tanta verosimilitud y que con tanta nostalgia recordamos, incluso sitios que se han vuelto parte de la cultura popular como Gilead, Derry, Castle Rock, Haven y la isla de Litle Tall.
    Cabe mencionar que muchas de las obras de Stephen King, transcurren si no en la misma versión de nuestro mundo, al menos si en el mismo Multiverso.  Al respecto cuando llegamos al impresionante clímax de la novela (otra razón de más para amar a Holly), el verdadero villano le pregunta a la detective:

“¿Has visto a otros como yo en algún sitio?”

     Y para redondear todo lo anterior, en determinado momento se menciona el Ka, la idea de destino cara a las entregas de La Torre Oscura y las historias anexas a esta saga.
     Por supuesto, cuando conocemos mejor la naturaleza “antinatural” de la criatura, que está detrás de todas las desgracias que han ocurrido a lo largo del libro, quienes hemos pasado años de nuestra vida leyendo a King, podemos darnos cuenta de su semejanza con otras aberraciones de su ficción, tales como el muy famosos Pennywise de It, Ardelia de El Policía de la Biblioteca y Tak de Desesperación (de seguro hay otros como para incluir a esta lista, no obstante por ahora no los recuerdo).
     Por otro lado, no podemos olvidar el detalle de que otro de los temas que aborda este título, tiene que ver con uno de los tópicos caros a la literatura fantástica: la existencia del doble, el también llamado doppelgänger de la tradición folclórica alemana, que corresponde a una entidad maligna igual a uno mismo.  Pues King ya había trabajado al respecto, en esa aún más violenta novela suya llamada La Mitad Siniestra y ahora retomó el concepto aunque llevándolo a otros linderos.  Cabe mencionar que al respecto, el escritor nunca ha dejado de homenajear a los artistas que desde pequeño ha admirado, entre ellos a Edgar Allan Poe, haciendo referencia a su cuento William Wilson, que fue una de las primeras manifestaciones literarias escritas en abordar este tema.
     Otro detalle interesante, corresponde al compromiso político de izquierda de King y que si bien no es tan directo en sus obras, lo podemos encontrar en unos cuantos detalles velados en muchos de sus trabajos.  Es así que en los tiempos actuales, conocido es su malestar hacia la figura de Donald Trump, siendo una de las figuras públicas gringas que más lo ha desaprobado en los medios, desde que este comenzó su mandato. Luego, en al menos dos partes del libro que hoy nos reúne, aprovecha de expresar su desprecio por el polémico mandatario.  De igual manera, nos encontramos con un diálogo que nos recuerda su malestar con Stanley Kubrick y su adaptación de El Resplandor, estupendo filme que pese a ello no fue del agrado del Tío Steve.






     Y no olvidemos otra característica de la pluma del escritor, quien entre medio de sus textos e incluso en los más macabros, no deja de agregar uno que otro momento de alegre compañerismo y en el que los protagonistas gozan de una reunión para disfrutar de una rica comida, una buena charla y la tranquilidad suficiente para recobrar las fuerzas antes de su enfrentamiento final contra el mal que los acecha. En este caso, lo podemos apreciar cuando Andersor, Holly y compañía hacen su visita a Texas para ir a charlar con Claude y su simpática madre, dejándonos claro de que pese a la maldad que hay en el mundo, la bondad en el corazón humano abunda mucho más y que la unión efectivamente hace la fuerza (si quieren más ejemplos de esto, recuerden las reuniones del “Club de los Perdedores” en It, la bienvenida de la Madre Abigail a los sobrevivientes en Apocalipsis y la fiesta campestre a la que asisten Rolando y su Ka-Tet en Calla Bryn Sturgis durante los eventos de La Torre Oscura V, por solo mencionar unos pocos casos).
     También se puede destacar la autoreferencia del autor a sus mismas obras y a veces a él mismo, algo que encontramos desde su novela La Zona Muerta y cuando unos personajes mencionan la película de Carrie…Pues en esta ocasión, unos tipos están viendo el popular concurso televisivo gringo de Jeopardy y cuando toca preguntar por villanos literarios el conductor dice:

“Esta enfermera es malvada”

     Un verdadero seguidor incondicional de S.K. sabe la respuesta sin dudarlo.

8. La miniserie que se volvió serie.

    El año pasado la importante cadena de televisión por cable HBO, estrenó su adaptación de The Outsider.  En 10 episodios llevó a la pantalla chica con excelente crítica el libro, al punto que gracias al éxito suyo decidieron convertirla en serie y a ver cómo se las ingenian para contar nuevas historias de sus personajes, sin dejar de hacerle mérito al libro de donde provienen y a la narrativa de Stephen King.  Uno de sus actores es el guapo y talentoso Jason Bateman, quien también trabajó en la serie Ozark…Lo gracioso es que en la novela se cuenta que el malogrado Terry Maitland, a quien personificó Bateman en la versión televisiva, veía este mismo show.



martes, 11 de agosto de 2020

Nuevas oportunidades para todos (II).


Nota: Segunda parte y final de mi revisión personal de la primera temporada de Star Trek: Picard.

4. Valores.

    Importante resulta ser que es la primera vez en toda la historia de las series trekkers, en la cual un programa gira en torno a civiles, si bien cabe mencionar que muchos de sus protagonistas antes fueron miembros de la Flota Estelar (partiendo por el propio Picard) y tras desafortunados incidentes ya no forman parte de ella…Así que se han unido trabajando al alero de dicha institución y de la misma Federación, quienes les han dado la espalda y en determinado momento hasta los consideran fugitivos por ir en contra de sus designios.  Por lo tanto la visión que tenemos de este futuro, donde siempre esta especie de Naciones Unidas interplanetarias fue mostrada como algo ideal para sus conciudadanos, ya no es lo que era antes y solo a unas décadas después de la película Star Trek: Némesis, la última producción ambientada en el siglo XXIV; solo bien avanzada la primera y breve temporada, nos enteramos por qué razón han llegado la intolerancia y el miedo a una sociedad antes tan “perfecta”. 
     Teniendo en cuenta lo anterior, es importante detenerse  a observar a la mayoría de los tripulantes de La Sirena, cada uno de ellos incompleto y con culpas que cargar y en ese sentido solo el romulano Elnor se aprecia como alguien por completo centrado y si bien la preciosa Siete de Nueve no vacila en su camino, su vendetta personal es un importante detalle que antes no habríamos apreciado en algún héroe de la franquicia (incluyendo algunas de sus acciones más “emocionales”.
     En todo caso, el compañerismo, la confianza y la lealtad siguen siendo baluartes dentro de este show, puesto que si bien son circunstancias muy especiales las que unen a los personajes, al final las peripecias juntos los integrarán mejor entre sí y hasta que en el emotivo capítulo final no nos quede duda de que ahora ya son una familia  (algo antes solo visto, en parte, con la tripulación del Voyager cuando se tuvieron que unir Federacionistas y Maquis, debido a su salto accidental al desconocido Cuadrante Delta); por otro lado, también es posible darse cuenta con el tiempo, de que cada uno estos viajeros por fin han conseguido recuperar el centro que habían perdido.
     Cabe mencionar que en esta temporada debut. el viaje a lo desconocido y el contacto con nuevas civilizaciones no es un tema primordial; en cambio, ahora, tenemos una gran trama que abarca todos los capítulos y como ya es habitual en la mayoría de las series (¡Pucha que echo de menos el antiguo formato y donde los mismos shows de Star Trek brillaban!), que en esta ocasión por mucho que los protagonistas vayan de un lado para otro a escenarios increíbles, lo más importante resulta ser el viaje interior que les permitirá madurar. Ahora bien, hay gran espectacularidad en lo que encontramos en medio de esto, gracias al presupuesto, los guiones y los avances de hoy en día, pero esta vez el propósito en completamente distinto: desentrañar el misterio detrás de la prohibición de los “sintéticos” y todo lo que concierne a ello, que poco a poco se nos van rebelando inquietantes detalles al respecto.


5. Regalos para los trekkers de corazón.

     Tener de regreso al buen y amado Jean-Luc, más encima interpretado por Patrick Stewart, por supuesto que es una manera de enganchar al trekker de años ya, de modo que la nostalgia viene a ser uno de los principales plus a la hora de ver este título (si bien igual lo pueden apreciar los televidentes que nunca se vieron TNG y/o Voyager).  Es así que a lo largo de toda la temporada y es de esperar en aquellas que le sigan, podemos encontrar numerosas referencias directas e indirectas a estas series.  A ver, vamos por parte dentro de lo que puedo recordar y pude identificar durante mi (re) encuentro con Picard.
     En primer lugar ver a uno de nuestros héroes favoritos, el almirante y ya anciano Picard, resulta impactante para uno.  Su vida no es lo que habríamos querido para él, aunque he ahí parte de las sorpresas que contiene esta propuesta para los seguidores de toda la vida de Star Trek; es cierto que el antiguo capitán del Enterprise no se haya en su mejor momento, pero poco a poco nos demostrará que siempre hay razones para querer estar vivos y volver a la acción (ahora bien, ojalá pudiésemos envejecer como él, que conozco otros  cuarentones  cuyo mayor ejercicio es solo usar el control remoto, je).
     Sabemos ya que el otro gran personaje conocido, que tendrá una vital importancia dentro de la trama, corresponde a la “Borg” Siete de Nueve.  Su vida durante los últimos años no ha estado exenta de emociones y de peligro, que ahora madura (¡Y vaya que se ve estupenda la actriz, a sus más de 50 años de edad!) y si bien no sabemos qué pasó con su relación amorosa con Chakotay, la última vez que la vimos tras el final de Voyager, nos enteramos de que en un momento del pasado su camino se cruzó con el de Jean-Luc y por eso mismo no duda en unírsele. 
     Si la fémina de armas de tomar, es uno de los principales motivos para ver la serie que estamos revisando hoy, es claro que los Borg (una de las razas enemigas más atractivas de Star Trek) van a tener un papel bastante especial dentro de al menos esta primera temporada.  En todo caso Siete no es la primera de su gente o de los “recuperados” humanoides, anteriormente asimilados por los Borg, en salir en pantalla.  Y es que un rol destacado en el argumento posee nada menos que un Cubo Borg, es decir, una de esas gigantescas naves con forma de cubo que ya antes habíamos visto varias veces, el cual se convierte en el escenario de varios momentos de la temporada; allí vemos a un montón de anteriores víctimas de estos seres, en proceso de encontrar su humanidad y es en ese lugar donde nos reencontramos con otro querido personaje relacionado con esta raza: Hugh, el primer borg en ser recuperado y que apareció por primera vez en uno de los episodios más hermosos de TNG.  Nuevamente interpretado por Jonathan del Arco, es ahora un hombre maduro al que le han sacado casi todos los implantes cibernéticos externos y en este cubo cumple con un cargo destacado como representante de la Federación, que por supuesto él sabe mejor que nadie (aparte de la mencionada Siete de Nueve) cómo conseguir la humanidad perdida.   Volver a tener a este igualmente entrañable personaje, al que solo vimos en 3 viejos capítulos, resulta ser otra caricia para uno, quien esta vez participa bastante y entre todo lo que vemos de él, placentero nos resulta su reunión con Picard.
     De la preciosa nave Voyager también aparece, aunque por un par de minutos, otro ex Borg: Icheb. Querido por Siete como si este fuese su hijo, tuvo bastante participación en la serie donde los introdujeron a ambos y si bien su desempeño en Picard fue bastante breve, sin dudas que volver a verlo fue para muchos trekkers un regalo más (por mi parte, no me acordaba del personaje, je).
     En el primer episodio del show, salió Data, claramente uno de los roles más populares de Star Trek; como no, volvió a ser caracterizado por Brent Spinner, un actor tan fantástico que uno se pregunta por qué no hemos vuelto a verlo en otros papeles.  Ahora bien, el actor en TNG y en Némesis hizo más de un rol, dándonos clases de versatilidad en su arte y por eso mismo durante la primera temporada de Picard también hace de otro personaje, cuya identidad es mejor que los trekkers que aún no la han visto, descubran por su cuenta…Y en cuanto a Data, un personaje como él por supuesto que sería revisitado lo más posible; que solo diré al respecto, para quienes han aprendido a amarlo, que tendrán que hacerse la idea de derramar nuevas lágrimas por él.
     También del pasado, vuelve Bruce Madoxx, un experto en inteligencia artificial que fue introducido en uno de los mejores capítulos de no solo TNG, sino que de toda la franquicia: The Measure of a Man (La Medida de un Hombre) de la segunda temporada.  Este solo fue mencionado en Data´s Day (El Día de Data) de la cuarta temporada y para regocijo nuestro fue rescatado del olvido, teniendo en esta ocasión una tremenda importancia dentro de los sucesos que podemos apreciar en la temporada inicial.
      Tanto o más emotivo como otros reencuentros de los que seremos testigos, corresponde la reunión con otros dos ex miembros del Enterprise: el matrimonio conformado por Deanna Troi y William Riker.  Confesaré sin tapujos, que mis lágrimas me salieron cuando volvió a salir la bella Marina Sirtis, como la dulce fémina que le otorgó la fama (la que obviamente ella ayudó a caracterizar tan bien) y el capítulo en sí donde Picard vuelve a estar junto a sus viejos amigos, me gustó bastante (en contra de las opiniones de amigos míos trekkers, que difieren bastante de mí en sus apreciaciones de estas nuevas producciones).  Más encima, acá llegamos a conocer a la adorable hija adolescente de ambos y nos enteramos acerca de la triste historia de su primer hijo.  En cuanto a Riker mismo, vuelve a salir en un momento que dan puras ganas de aplaudirlo y donde nos enseña que la lealtad es algo que nunca debemos dejar de lado.
     Por cierto, en un diálogo se menciona nada menos que al Señor…Quark ¡Ojalá salga más adelante y lo mismo que otros extrañados personajes de las series que antecedieron a Picard!


6. Otras apreciaciones personales.

    Hay varios detalles que cabe destacar en la primera temporada de Picard, por lo general ñoñerías en los que un trekker como uno se fijaría. En primer lugar, nos encontramos con la avanzadísima tecnología que usa la Federación, que solo se vio en Discovery y que corresponde al uso de hologramas en las consolas, videoconferencias y todo eso; pues ello nunca apareció en las otras series ambientadas en el siglo XXIV y que era obvio, porque no existían en aquellos tiempos los medios y el presupuesto para llevarlo a cabo en un programa para la televisión.  Mucha gente alegó, los fanáticos más “dogmáticos, que cómo era posible solo en el siglo XXIII la usaran, tal como era visto en la mencionada Discovery y luego ya no; pues a menos que me equivoque, al final de la segunda temporada de dicho programa, dan una explicación sobre por qué nunca más se volvió a usar dicha tecnología.  Motivo de discusión entre frikis tales discrepancias en la continuidad, empero queda claro que el aspecto visual del programa es increíble, rivalizando con cualquier superproducción para el cine hollywoodense del género.
     Por otro lado, los klingons desde la incorporación del igualmente adorable Worf a TNG, se han convertido en una raza tanto o más popular que la de los vulcanos y cuando cambiaron su fisonomía en Discovery, haciéndolos más alienígenas que nunca, al punto de modificar también buena parte de su cultura, los viejos trekkers nos encontramos con todo un dilema y un nuevo punto de discusión acerca de la fidelidad de esta precuela al resto de la cronología de la franquicia…Pues teniendo en cuenta que el recién mencionado show, transcurre en el siglo XXIII y TNG, como Deep Space Nine y Voyager transcurren en el XIX, uno se pregunta cómo saldrían los Klingon en Picard; sin embargo, nos dejaron con la duda, que en ningún momento los pudimos ver, ni siquiera de pasada.
    Y si de viejas razas vamos a hablar, pero que sí aparecen en la serie que ahora acapara nuestra atención, aparte de los ya nombrados Borg, encontramos a los Romulanos, quienes están a la par de los ex enemigos de la Federación, los Klingon y siempre han sido unos rivales artificiosos y elegantes.  Pues acá tienen gran relevancia, apareciendo al menos tres de ellos como personajes principales y otros dos más, en al menos los dos primeros episodios (a menos que se consideren a sus dos villanos principales solo “recurrentes”).  Interesante respecto a esta cultura, tal como sale en Picard, es que por primera vez en todo Star Trek se profundiza en el punto de vista de los civiles y no de los militares y políticos; asimismo, llegamos a conocer bastante sobre su religión y mitología.  Cabe mencionar que, además, explicaron por qué razón los Romulanos de la primera película, del reinicio para el cine de la saga, se ven algo distinto, (sin dudas, una ingeniosa referencia a esa película tan divertida y que supo rendir honores a la gran creación de Gene Rodenberry).
     Por cierto, llama la atención los tan distintos créditos de apertura del show, bastante artísticos, si bien muy alejados del carácter épico de lo que vimos en otras entregas de la franquicia.  Y no hay que olvidar que la música está compuesta por Jeff Russo, el mismo artista detrás de la banda sonora de Discovery y quien creó como tema principal, algo aún más diferente a lo que habríamos esperado para un título como este y que para nada usaríamos de rington en nuestro celular, debido a su poco wagnerianos acordes (que no es horrible, aunque no es lo que me gusta para una historia de estas características).
   
7. Palabras finales.

    La primera temporada de Picard no contentó a todos los trekkers, quienes la encuentran llena de imperfecciones en tales casos, puesto que entre otras cosas la consideran demasiado condescendiente, muy fan service y por lo mismo con abuso de escenas y diálogos hechos a propósito para apelar a la nostalgia.  De igual manera, hay gente que considera que perdió la llamada “tecnojerga”, al poner demasiada tecnología extraordinaria sin explicarla, muchas veces cumpliendo un rol de deus ex machina.  Puede que tengan razón, pero en mi caso no me molesta (me gusta la “cebollita picada” y no necesito que me expliquen todo, que la llamada ciencia ficción dura tiende a aburrirme). Y otra cosa, un detalle que de seguro a muchos televidentes se les escapó, en la última escena de la temporada, les pareció a algunos demasiado forzado, sin trabajo dramático y/o argumental previo, respecto a la relación entre dos de los protagonistas; no entraré en mayores detalles al respecto, que es mejor quien no ha visto aún la serie se lleve la sorpresa por su cuenta y haga sus impresiones sin contaminación alguna; por mi parte a mí me gustó y ansío ver cómo se desarrolla el tema más adelante.
    Cuando escribo estas líneas, a casi una semana de que me terminé de ver estos episodios y a razón de uno por día durante las vacaciones de invierno, es noticia que tal vez Patrick Stewart no vuelva en la segunda temporada…¿Y si es así, de qué sirve continuar la serie si no se encuentra en ella su actor y personaje principal, quien más encima le da su nombre? Pues considero que hay una manera de continuar el programa, una que igual ya se había esbozado en el último episodio, con su propia lógica y sin perder al personaje, aunque sí a la estrella que por tantos años lo interpretó.  Y es que esta posibilidad de que no regrese Stewart, no se debe a problemas de salud del histrión, sino que según especulan por ahí, este no quedó a gusto con los resultados.  Habrá que esperar no más, respecto a qué nos depara el futuro y ojalá cercano, que con esto de la pandemia el tema también se complica.  


                                                                     Créditos de apertura.
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