lunes, 3 de octubre de 2016

Hayao Miyasaki y el Estudio Ghibli. Parte 8: El Castillo Ambulante.


      Corresponde a la única cinta de Hayao Miyasaki, cuyo guión no es completamente sacado de una idea original suya, si bien como siempre el libreto lo escribió él mismo.  Pues para esta preciosa cinta, sin duda una de sus mejores obras, compró los derechos de la novela de fantasía del mismo nombre de la autora británica Diana Wynne Jones.  Al respecto no hay que admirarse que Miyasaki haya optado por una obra extranjera, occidental más encima, para hacer un nuevo filme, puesto que basta con recordar otros trabajos suyos de clara ambientación europea (y fíjense en el detalle, nunca gringos).
     El filme que data del año 2004 y que ha ganado un montón de premios, así como el favor de la crítica y el público en todo el mundo, vuelve a abordar temas caros a la filmografía del director.  En primer lugar nos encontramos con una historia donde la magia resulta ser algo primordial, un elemento que para los personajes resulta ser “normal”, incluso para los humanos comunes y corrientes, quienes en el argumento tienen conciencia de la existencia de sujetos de grandes poderes y a los que respetan como también temen según sea el caso.  Por otro lado, una vez más hayamos a una protagonista femenina de gran peso, una mujer que no solo nos resulta entrañable, sino que debido a sus propias virtudes (valentía, modestia, dulzura y gran capacidad de amar, para perdonar y de resiliencia) sin vacilaciones puede considerarse entre las mejores heroínas de Miyasaki.
     No obstante esta vez podemos detenernos en el hecho de que Sophie, quien en realidad es la coprotagonista de la trama, a diferencia de sus predecesoras no es una niña, ni una adolescente.  Pues en esta ocasión estamos hablando de un adulto, alguien bastante joven eso sí, quien tan solo tiene dieciocho años.  Ello resulta ser una marca importante para el resto de la historia, ya que sin dudas se puede afirmar que uno de los temas de la cinta viene a ser el de la responsabilidad, con la cual los mayores llevamos nuestras decisiones y vidas; por lo tanto que tan temprano haya tomado las riendas de su existencia, la contrasta con otros personajes de este filme, que con más años a cuestas viven una ilusión que se convierte en su propio karma.  Lo anterior, debido a que las acciones tanto de Sophie como de otros dos personajes destacados (uno de ellos su coprotagonista), se presentan como las fuerzas que desencadenan consecuencias positivas o negativas, según la seriedad con la que toman sus propias decisiones.
     El otro personaje principal viene a ser el mago Howl, un apuesto y agradable (aunque solitario y con unos cuantos esqueletos en el armario) sujeto, cuyo destino se cruza con el de Sophie y entre quienes nace un inolvidable romance.  Desde Porco Rosso que no teníamos un amorío adulto entre los títulos de Miyasaki, no obstante en este caso el peso argumental se sostiene tanto en la dama como en el varón, puesto que los dos tienen la misma relevancia dentro de la trama.  Por otro lado, a diferencia de la historia del aviador, en esta ocasión nos encontramos con una historia de amor que logra conseguir la plenitud.  Todo esto es posible, solo gracias a la lucha que tiene uno de sus protagonistas, para que el otro pueda amar en realidad, dejando de lado las miserias que no le permiten ser feliz en realidad.  De este modo el romance se presenta como una manifestación del heroísmo, pues solo gracias a un amor de este calibre es posible salvar un alma condenada (he aquí el viejo tema de la “amante ángel” del romanticismo, donde solo un corazón puro puede redimir a quien no se encuentra en armonía consigo mismo y con los demás).
     Por otro lado, nos encontramos con la antagonista de todo esto, al menos durante la primera mitad del metraje y quien viene a ser la responsable de que la muchacha y el mago tengan un segundo encuentro que será decisivo para ambos, para quienes los rodean y para el mismo mundo en el que ellos viven.  La Bruja Calamidad (llamada así al menos en la versión para Latinoamérica), quien solo desea satisfacer sus propios apetitos y celosa por no poder tener el corazón de quien ama egoístamente, Howl, maldice a Sophie, porque esta sin proponérselo logró acaparar la atención del hechicero. Es así que la condena a convertirse en una anciana de más de ochenta años, razón por la cual la víctima decide abandonar secretamente su hogar para buscar un remedio para su mal.  Lo que ignora la Bruja, es que su gran acto de maldad al final provoca consecuencias que a ella misma terminan por alcanzarla, aunque de una forma inesperada, tanto para ella como para los demás personajes.
      En su viaje Sophie se encuentra con un extraño ser, un espantapájaros con vida e inteligencia propia, al cual le pone el nombre de Cabeza de Nabo y quien en agradecimiento porque ella lo rescató de una trampa en la que estaba, se convierte en un valioso amigo para ella.  De este modo la lleva hasta el castillo que le da el nombre a la cinta, una increíble construcción mágica ambulante y con aspecto entre mecánico y orgánico, que es el hogar de Howl y de otros dos llamativos personajes.  En ese sitio encuentra asilo y allí llega a conocer en profundidad a quien de luego llega a enamorarse, cambiando además la propia vida del hechicero para siempre.
      Los otros dos habitantes originales del castillo que acogen a la heroína, si bien a principios a regañadientes y luego terminan por adorarla en un muy emotivo desarrollo de las relaciones interpersonales, vienen a ser el demonio Calcifer y el niño aprendiz de mago Marco.  Calcifer tiene sus propios secretos (algunos que él mismo ignora) y se encuentra profundamente ligado a Howl; todo esto se revela de la manera más maravillosa hacia el intenso clímax, que sin dudas viene a ser uno de los dramatizados con mayor delicadeza y belleza, en todo lo que hemos visto de Hayao Miyasaki.  En cuanto a Marco, gracias a su figura queda en evidencia el aspecto más maternal de Sophie (preciosa viene a ser la escena en la que el pequeño, llorando, abraza a su amiga pidiéndole que no los deje).  El chico pese a sus talentos mágicos, no deja de ser un ejemplo realista de personaje infantil, tal cual otros retratados por Miyasaki con esta edad y que se alejan de los estereotipos o las caricaturas que los tratan con simpleza o como meros recursos humorísticos.
     Otros dos personajes entrañables aparecen en esta obra.  Por un lado tenemos a Madame Sulimann, una preciosa anciana que fue la maestra de Howl y a quien le recrimina que este haya seguido sus propios pasos, que ella considera lo han pervertido.  Esta mujer tiene un papel muy destacado en la guerra, que se está dando entre el país en el que vive los personajes y una nación vecina, así como también viene a ser esencial para el destino de su antiguo discípulo, el de Sophie y el de la propia Bruja Calamidad.  Luego de que esta última “desaparece” como la gran mala de la historia, Madame Sulimann se convierte en la supuesta otra antagonista, no obstante mucho más poderosa que la otra (aunque como mucho de lo que sucede con los personajes de este filme, su papel viene a romper con todo lo esperado en un argumento del género).   Luego tenemos al perro de Sulimann, Heen, otro ser mágico, mudo e inteligente (recordemos a Cabeza de Nabo), quien llega hasta Sophie como su espía y que al final decide quedarse con esta y con los demás.  La actitud del animal deja de manifiesto, que Sophie ha llegado a construir en el Castillo Ambulante una verdadera familia y donde se puede vivir de manera sencilla aunque feliz (todos son aceptados en este lugar, sin importar viejas rencillas, ni otras diferencias).
     
     Como ya se ha hablado acerca de la presencia del amor en el argumento, en especial en lo que se refiere al tema romántico, debe aclararse que en realidad este sentimiento impregna toda la cinta.  Pues el amor es el verdadero elemento “mágico” que puede subsanar todo mal.  Es así que Sophie no solo logra ganarse el corazón de Howl, salvándolo del hoyo en el que había caído, debido a su propio pecado de soberbia, sino que además consigue el aprecio de Cabeza de Nabo, Heen y Marco, además de ayudar a que la Bruja Calamidad consiga su propia redención.  De igual manera la grandeza de su corazón conmueve a Madame Sullimann, inspirándola para que acaba de una vez con los conflictos bélicos que asolan la zona.   Por otro lado, viene a ser el mismo amor que siente Sophie por Howl, el que la salva del hechizo perpetrado por su antigua enemiga (“El que ama tiene paciencia en todo, y siempre es amable. El que ama no es envidioso, ni se cree más que nadie. No es orgulloso. No es grosero ni egoísta. No se enoja por cualquier cosa. No se pasa la vida recordando lo malo que otros le han hecho. No aplaude a los malvados, sino a los que hablan con la verdad. El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo.” Primera Carta a los Corintios, capítulo 13, versículos 4 al 7).  
       Tal cual podemos encontrarnos en otros ejemplos de la filmografía de Hayao Miyasaki, El Castillo Ambulante se encuentra llena de momentos hermosos, filmados con un lirismo que bien dejan claro la calidad de su cine y que enaltecen el anime como una expresión artística de respeto.  Entre estas escenas claves (aparte de la ya mencionada, que incluye al niño Marco) podemos nombrar la subida por las escaleras entre Sophie y la Bruja Calamidad, para concertar una cita con Madame Sullimann, con el posterior castigo a la malvada hechicera (bastante gracioso todo ello, como dramático en su conclusión).  De igual manera tan solo el descanso que se dan Sophie, Marco y Cabeza de Nabo a las orillas de un bello lago, es una pieza de tal poesía visual, que sin dudas a más de uno debe sobrecogerlo; a su vez las palabras de agradecimiento de Sophie, por estar en dicho lugar, nos dan un ejemplo de cómo debemos apreciar lo que tenemos a nuestro alrededor.  El lamento de Howl por el cambio del color de su cabello, cuando Sophie por primera vez descubre las mañas de este y el sueño que tiene con posterioridad la protagonista, son otros ejemplos de la delicadeza del sensei para representar los trasfondos del corazón humano.  No obstante es el viaje al pasado que hace Sophie, que le permite conocer el secreto de Howl, quizás una de las escenas más sublimes de todo lo hecho por este artista japonés.
      Como en otras ocasiones la música de Jao Hisaishi, no puede ignorarse a la hora de apreciar esta película.  En esta ocasión compuso melodías que remiten a la época en la que transcurre esta historia y que nos rememoran un pasado hipotético, de un mundo pasado europeo del siglo XIX, en el que la magia sin dudas que existe. 

12 comentarios:

  1. ELWIN mi nuevo blog es

    http://disputasquodlibetales.blogspot.cl/

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    1. Muy bien, caballero, lo leeré con gusto y pondré dentro de mis enlaces recomendados. Eso sí, me esperaba sus palabras por acá respecto a esta película ;-(

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  2. Excelente entrada para una excelente película, no por nada tomo por asalto los festivales de cine donde participó.
    Saludos.

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    1. Sí, en realidad este filme viene a ser de lo mejor de Miyasaki.

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  3. Debo reconocer que esta es mi película favorita del Estudio Ghibli. Y aunque tiene algunos fallos de guión, tan propio de las adaptaciones, uno no puede dejar de percibir que se está frente a una obra maestra del cine animado. La música es sencillamente preciosa y junto a la de Porco Rosso y Nausica está entre mis favoritas, sin despreciar a las demás. Hermosísima película.

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    1. Originalmente esta peli no me gustaba mucho y cuando la volví a ver por segunda vez me encantó tanto, que hoy en día también está entre mis favoritas de estos títulos.

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  4. Mágica película, fue la primera de este género que ví.
    Besos
    Vale

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    1. Pues te animo a ver otras de este director y estilo, amiga. Besos.

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  5. de todas las películas de este gran cineasta esta es la que mas me a emocionado...Su historia y música son simplemente magníficos...Este toque de steampunk que tiene le da un toque, howl y su amistad h posterior romance con sophie es espléndido..
    gran texto profe.
    pd:perdón por no escribir me asaltaron y robaron el celu.
    saludos

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    1. Es un gusto volver a tenerte por estos lares, Joker y como has estado desaparecido tanto tiempo de esta página encontrarás un montón de "nuevos" textos de tu interés. Espero con ansias saber más de ti en el Cubil.

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  6. Considero a esta película como un poco subvalorada porque se perjudica, en cierta medida, al ser una continuación de los temas y algunos motivos narrativos que ya habían sido mejor tratados en El viaje de Chihiro. Pero la película en general es una joya, partiendo por la protagonista, siguiendo por el castillo, y rematando en un final que consigue reunir todos los elementos dispersos de la película de manera soberbia.

    Por cierto, corren rumores de que Miyazaki quiere salir de su retiro y regresar a la animación para una última ronda... Hay que estar atentos a eso.

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    1. Gracias a mi sobrinito Amilcar he visto una y otra vez este filme y cada vez lo encuentro más precioso; de hecho, creo que es de las más sensibles cintas que ha realizado Miyasaki). Respecto al supuesto retiro de este director, pues luego de "Ponyo" hizo otro filme, que para nada llegó acá y que ya me compré ("Puedes oír el Viento" se llama en algunas traducciones"). A ver si me la veo este finde para que sea mi primer post de diciembre.

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