7. La Invasión Zygon: Los Zygon son una raza clásica de alienígenas malignos
de Doctor Who y que solo volvieron a aparecer en el espectáculo moderno en el
especial El Día del Doctor, el cual conmemoró los cincuenta años de la serie; o
sea, por años no supimos de ellos (de hecho, muchos ni siquiera sabíamos que
existían, porque nunca antes vimos los capítulos originales) y recién los
conocimos, ya al final de la etapa del Onceavo, es decir, luego de la séptima
temporada.
En esta ocasión vuelven a
complicarles la vida a los seres humanos, tras unos cuantos años de paz,
viviendo en la Tierra haciéndose pasar como ellos; casi nadie tiene idea de la
verdad, ni los impostores que en realidad son otra cosa, ni los terrestres que
conviven con monstruos cambiaformas (en verdad los Zygon son espantosos en su
aspecto original).
Obviamente que Doctor sabe lo que sucedió y es él quién debe evitar que el conflicto, que se está iniciando, vaya a más; porque ahora los Zygon están despertando de su letargo y se viene algo como una guerra civil entre ellos, en la cual sus anfitriones están entre medio.
8. La Inversión Zygon: El conflicto con los cambiaformas alienígenas, quienes
viven entre nosotros encubiertos, está a pasos de explotar. El Doctor sigue junto a la organización
internacional, que lo apoya por completo; mientras que la buena de Clara está
separada de él, pero ella igual se las ingenia para enfrentar su propio dilema.
Muy divertido todo, tenemos a
nuestro héroe con una capacidad oratoria y un poder de convencimiento
magníficos (y pensar que muchos dudamos de él, tras su última regeneración);
siendo capaz de promover la solución a los conflictos, con la menor cantidad de
daños y promoviendo no solo la tolerancia, sino que la valoración de la
otredad. Verdaderos mensajes de paz y
armonía, que no pierden vigencia y más hoy en día con tanto conflicto bélico
fronterizo.
9. No dormirás más: Volvemos a los episodios autoconclusivos, tras más de
media temporada de historias dobles; así como se retoma la idea de historias
con elementos de terror.
Clara y el Doctor llegan por
despiste a una especie de laboratorio científico, en el futuro, en el cual un
grupo de militares tiene como misión rescatar a un importante especialista. La
labor de los anteriores no resulta fácil, si se considera que unos espantosos
monstruos los acosan ¿Y quiénes pueden evitar que todo se estropee más allá de
la cuenta? ¡Pues ya sabemos la respuesta!
Un capítulo de corte moral, además, que nos invita a reflexionar acerca de los límites de la ciencia y los efectos de la soberbia humana, deseando conocer y manejar todo.
Genial el detalle de filmar/editar esta entrega bajo el formato de metraje encontrado, estilo muy popular en el género actual "de miedo"; atmósfera que se quiso acrecentar, al hacer que por primera vez en más de medio siglo del show, este episodio no contara con créditos de apertura.
Obviamente que Doctor sabe lo que sucedió y es él quién debe evitar que el conflicto, que se está iniciando, vaya a más; porque ahora los Zygon están despertando de su letargo y se viene algo como una guerra civil entre ellos, en la cual sus anfitriones están entre medio.
Un capítulo de corte moral, además, que nos invita a reflexionar acerca de los límites de la ciencia y los efectos de la soberbia humana, deseando conocer y manejar todo.
Genial el detalle de filmar/editar esta entrega bajo el formato de metraje encontrado, estilo muy popular en el género actual "de miedo"; atmósfera que se quiso acrecentar, al hacer que por primera vez en más de medio siglo del show, este episodio no contara con créditos de apertura.
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Para mí los Zygons son las criaturas más espantosas de Doctor Who. |
El clímax no puede llegar a ser más emotivo y dramático.
El capítulo termina en suspenso respecto al destino del Señor del Tiempo.
Unido a un sólido guión concedido otra vez por el gran Stephen Moffat, nos encontramos con, tal vez, la mejor actuación que nos haya dado el veterano Peter Capaldi en su interpretación del Duodécimo Doctor (el más complejo de todos de esta etapa Moderna y que más desarrollo ha tenido). Y repito, si no lo he afirmado aquí antes, que, desde mi primer encuentro con él, ille tempore, se ganó mi corazoncito.
En cuanto a esta ocasión, casi todo se centra en los monólogos del protagonista (algo muy shakesperiano) y en la naturaleza extraordinaria del Señor del Tiempo; asimismo, su heroísmo acá llega a niveles insospechados.
¡Hermosísima presentación que merece más premios de los que obtuvo y aún más elogios por recibir! (no en vano, está considerada como la mejor presentación de Doctor Who moderna en su momento)
Grandes momentos encontramos acá, incluyendo mucha emotividad, que nos hace ver en un desarrollo muy efectivo, a un ser tan poderoso, como lo es el Doctor, no como a un Dios, sino que como a un ser trágico digno de nuestra compasión.
Y en cuanto a Clara, creo que por ahora es mi companion favorita, con esa enorme dulzura suya, que tanto echaré de menos y que ayudó a este Doctor roto a volver a ser él mismo.
Muchos momentos de comedia, con un final precioso, que nos hacen recordar a River como, tal vez, el mejor personaje femenino creado por Moffat. Por cierto, me habría gustado que la coprotagonista de esta aventura se hubiese conocido con Clara, otra fémina del show muy querida por mí.
Por último ¿Volveremos a saber de River? La verdad es que lo ignoro y vaya que me duele la idea de que esta sea su despedida (aunque la conocimos, hace años ya, en circunstancias muy especiales y que eran, supuestamente, su verdadero último destino).
¡No tengo idea de qué nos depara la siguiente temporada! (salvo una imagen muy impactante que vi, en la que aparecería un cibermen, con un diseño antiguo, llevando en sus brazos a un desmayado Doctor).
Además, debemos recordar el carácter doble de casi todos sus capítulos, algo que no se había abordado antes en esta etapa moderna y otro detalle muy importante: Por primera vez, desde que volvió el Doctor a la televisión, no tenemos una trama central que se vaya desarrollando poco a poco y que tenga relación con la gran amenaza anual a la que se enfrentará el Señor del Tiempo; en cambio, solo en los tres últimos episodios, tendremos a nuestro héroe luchando contra un sino que lo remecerá por completo. Por otro lado, no olvidemos la aparición de un nuevo gran personaje femenino, la inmortal Ashildr y quien saldrá en cuatro magníficos capítulos.
Por último, nunca mencioné los lentes sónicos del Duodécimo Doctor (a falta de su famoso destornillador ídem) y su gusto por la guitarra eléctrica, algo que lo hace verse tan genial cuando la toca.
Peter Capaldi como el Duodécimo Doctor para mí supera incluso a David Tenant.
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