jueves, 31 de julio de 2025

Dolorosos Adioses (II)

 


     Y aquí termino mi revisión de la décima temporada de Doctor Who moderno:

7. La Pirámide del Fin del Mundo: Los nuevos villanos que han llegado para engrosar la enorme y variopinta lista de enemigos del Doctor, han instalado una tremenda edificación en una zona estratégica militar y en la que chinos, rusos y gringos tienen puesto su interés.  Contactan al Doctor para que intervenga, quien debe lidiar tanto con los alienígenas, como con los representantes de los tres gobiernos imperialistas mencionados ¿Y quiénes serán los más difíciles de controlar? Un más que interesante episodio con una pizca de política, lo que no estamos acostumbrados a ver en este show y un desarrollo de los Monjes que los hace muy aterradores.  El final de este capítulo resulta ser impactante, con Bill en uno de sus mejores momentos como personaje (y una actuación memorable de la actriz a cargo suyo), lo que nos la hace más simpática todavía.  Mientras tanto, tendremos al Doctor metido en una nueva encrucijada, bastante dramática, lo que se resolverá solo en el siguiente episodio.
    Atentos a un personaje inclusivo que está vez no resulta forzado y que bien debiera ser considerado como ejemplo a seguir por este mismo programa y otros (verosímil y sin revisionismo histórico).
 
8. La mentira del terreno: Los Monjes han hecho algo atroz y que consiste en modificar la realidad (o los recuerdos de los seres humanos, para hacerles creer que siempre han estado entre nosotros como benefactores.  Solo un pequeño grupo se les resiste y entre ellos están los "actuales" companions del Doctor, el ciborg Nardole y la universitaria Bill; estos dos últimos buscan a su amigo para desarmar los planes de los invasores, pero se encuentran con una pésima noticia... Pese a todo, nuestro Señor del Tiempo siempre tiene un plan y lo interesante y divertido está en cómo lo lleva a cabo.  Por último, el apoyo de una vieja conocida llega en el mejor momento, dándonos grandes sorpresas.
 
9. Emperatriz de Marte: Nuestros héroes llegan al Planeta Rojo (primera vez para Bill y para Nardole, que el Doctor ya ha ido varias veces y en distintas épocas), donde se encuentran con un grupo de soldados victorianos apoyados por nada menos que un nativo del lugar (en la Serie Moderna conocimos a uno de ellos en la séptima temporada).   El marciano (de verdadero aspecto aterrador e imponente) tiene una razón oculta para servir a los "débiles humanos" y he ahí el nombre del episodio, que nos otorga a un nuevo y gran personaje femenino. 
    A mi humilde parecer, entre lo mejor de la temporada, con varios puntos a favor, entre ellos un cuarteto de personajes que se complementan entre sí: El mentado marciano que demuestra una lealtad y nobleza admirables, un sujeto engañoso que revela la podredumbre de su corazón y como el típico hombre que se deja gobernar por la avaricia, en contrapartida a este último, otro que descubre su heroísmo perdido e inicia el camino a la redención... ¡Y finalmente la mismísima Emperatriz de Marte, una potente fémina cuya personalidad se roba la pantalla!
    A todo esto, la serie no fue tan woke, ni tan revisionista hasta ahora y es que en este episodio entre los soldados victorianos (fines del siglo XIX, cuando Gran Bretaña era muy rígida en sus preceptos morales y costumbres) uno de sus soldados es negro y lo tratan sus compañeros como a un igual sin reservas... ¡Ojalá hubiese sido así en la vida real!


 
10. Los Devoradores de Luz:  El Doctor y su equipo llegan al lejano pasado de Escocia durante los avances del Imperio Romano.  Un destacamento de soldados se ha enfrentado a unos espantosos monstruos, aunque ellos no son los únicos, puesto que grupo de autóctonos también están en la misma; en ambos casos, los sobrevivientes son jóvenes, unos adolescentes para nuestros estándares, quienes actúan como verdaderos adultos, tomando enormes responsabilidades y se ven enfrentados a un horror casi lovecrafniano.
   Mucho heroísmo en esta historia, también con excelentes personajes y otros geniales momentos para Bill; en cuanto a Nardole, en verdad me cae mucho más que la chica, si bien es lejos el personaje más desaprovechado de todos los companions (a veces pienso que es hasta de relleno).
    Por último, esta vez el wokismo de la serie superó sus límites, al mostrarnos a soldados romanos... ¡Negros!
 
11. Mundo suficiente y tiempo: Primera parte de la duología que cierra esta temporada.  El Doctor y los suyos reciben una llamada de un auxilio que proviene de una nave gigantesca, a la que acuden y donde se encontrarán con una tecnología de maravilla y horrores inolvidables.  Los acompaña Missy, decidida a reparar su enorme lista de "pecados".
    En determinado momento Bill se separa de ellos y esto marcará para siempre su destino; puesto que la nave es tan gigantesca, prácticamente un mundo con sus propias reglas, que entre sus distintos niveles, que posee cada uno su respectivo ambiente.  Asimismo, el tiempo corre diferente entre un lugar y otro, de modo que la muchacha llega a vivir, al menos, una década separada de sus amigos.  Para su mala suerte, recibe una herida mortal, de la cual es salvada, lo que traerá inesperadas consecuencias.
    Para rematar, un viejo enemigo reaparece, en uno de los giros argumentales más impactantes de Doctor Who.
 
12. El Doctor cae: Las cosas están muy difíciles en la nave-Mundo y donde Bill está sufriendo más de la cuenta (su destino parece ser el más duro, entre todos los companions que hemos conocido en esta Etapa Moderna).  Se viene más de una traición y despedida, alguna de estas muy emotivas (que hace rato que el Doctor no me hacía llorar tanto).
    Dentro de lo destacable de este final de temporada, se encuentra el detalle de reencontrarnos con Cibermens clásicos (con su vintage y tosca apariencia, que resulta ser muy de mi gusto), los constantes giros argumentales y una escena final más que prometedora.
   Por último, lo declaró nuevamente, me emocioné mucho con este final de temporada y al mismo nivel del hecho para la anterior.  Además, acá también cierran las historias de los companions "actuales" del Doctor, que cada uno de ellos deberá tomar un rumbo distinto y separado, con nuevas vidas para cada uno de ellos; despedidas que, como en casos anteriores, es difícil no nos dejen sobrecogidos.   Y al respecto, por sobremanera me llegó al corazón cito el final para Bill, tan ligado a su propio debut en el show, muy hermoso todo.
 
13.Había una vez dos veces (especial de Navidad 2017): El Doctor se niega a regenerarse, pese a que su cuerpo se lo exige, pese a que su cuerpo se lo exige.  Se encuentra en un lugar muy significativo para él (y también para quienes conocemos la cronología del personaje), pero no está solo... Pues alguien de enorme importancia se ha cruzado con él y juntos tendrán una aventura inolvidable.
    Una inteligencia superior y extraña entra a la historia, cuyas intenciones verdaderas sólo estarán claras al final de este potente especial.  Por igual, un soldado de la Primera Guerra Mundial se une al equipo y para conmovernos más un trío de queridos rostros, que no pensábamos volveríamos a ver, se integran al reparto para hacernos explotar de emoción... Los reencuentros por igual pueden ser tristes.
     Más encima un personaje de principios del Duodécimo Doctor aporta con su presencia, otra grata sorpresa.
   Dentro de lo mejor, que hay mucho para disfrutar de esta despedida (por mucho que nos haga llorar), la intervención del actor invitado que hace de coprotagonista: Un tremendo artista a cargo de uno de los mayores autohomenajes de la serie y que nos concede no sólo una caracterización de lujo, sino que momentos inolvidables para el seguidor de la serie (y si no cuento detalles, es para no quitarles la sorpresa de su aporte a este especial navideño, algo que casi puedo comparar con la aparición de John Hurt al final de la séptima temporada y para la celebración de los 50 años del programa.
    Algo que si encontré ridículo de esta hermosa producción, trata sobre el wokismo que otra vez llega a niveles absurdos: Pues está vez vemos a soldados de la Primera Guerra Mundial... ¡Negros!
 
    Terminando ya, que me demoré bastante en revisar y terminar esta décima temporada, puedo afirmar que, pese a que la disfruté mucho, lejos me parece superior la que le antecede (¿Será, acaso, la novena temporada la mejor de todo Doctor Who Moderno?). Mis razones pensar así son sencillas, pero lógicas: Las historias de la novena son más potentes, en especial por su formato de trilogías, a lo que se le suma la creación de un personaje tan especial como y, para mí, lo más valioso de todo, Clara Oswald viene a ser una compasión de mayor peso dramático y ángel que Bill y Nardole; es cierto que me gustaron estos dos últimos, no obstante con ellos cometieron un gran error, cada uno por separado, y ello me sorprende se le escape a un maestro como Moffat... ¡Nunca nos explicaron la relación entre el Doctor y la madre de Bill, lo que llevó al Señor del Tiempo a acercarse a la chica! Y... ¡Tampoco supimos del pasado de Nardole para entender su extraordinaria naturaleza! (que nunca tuvo un capítulo dedicado a él, quedando en desmedro respecto a otros companions, pues siempre fue un misterio y apenas se le aprovechó, siendo casi una mera comparsa).
    En todo caso, fue una gran despedida para Peter Capaldi como el Duodécimo Doctor y, mayormente, para Steven Moffat como showrunner del programa y quien volvería como guionista de la serie con la llegada del Décimo Quinto Doctor.


martes, 22 de julio de 2025

Precuela, continuación y cierre de lujo

    Tras una primera temporada que nos dejó con el aliento en la boca, Andor, la serie de live action "adulta" de Star Wars, por fin se estrenó este año.  Doce episodios igual que su predecesora, puro filete como diríamos, si bien la historia partió algo lenta en un principio; sin embargo, el producto final fue más que satisfactorio y ahora para completar esta tremenda historia, no nos queda otra cosa que volver a ver esa joyita de Rogue One, la película gracias a la cual conocimos al mismísimo Cassian Andor y a sus compañeros (y de esa manera completar esta epopeya acerca de la defensa de la libertad).
    Varios nombres se repiten para nuestro gusto en este programa, que gira en torno a un grupo de rebeldes libertarios en contra del Imperio Galáctico de Palpatine y sobre unos cuantos de los servidores de este último, todos encabezados por Tony Gilroy, creador de la serie, director y guionista.  Asimismo, la mayoría de los nombres de sus actores y personajes se repiten, lo que es algo para agradecer y es que todos estos nos entregan un show de lujo, con interpretaciones memorables.
   Se mantiene la calidad artística y técnica de su predecesora; de hecho, debido a lo caro que resultó ser este programa, que cada capítulo costó millones y millones (mucho más que grandes películas del género) el proyecto original de hacer 5 temporadas, una por cada año antes de los eventos de Rogue One, se tuvo que modificar; por lo tanto, optaron por aplicar saltos en el tiempo, con períodos elididos entre episodios, para abarcar todo... ¡Y vaya que lo consiguieron con éxito, dramatismo y talento!
    La evolución por la que pasan nuestros héroes, antihéroes y villanos no, deja de sobrecogernos.  Al respecto, nos reencontramos con dos secundarios que ahora tendrán mucha más relevancia en la trama, en especial la fémina del dúo y quien nos dará momentos muy emotivos con su humanización.  Por otro lado, otros dos de la primera temporada, a quienes me habría encantado volver a ver, ni se nombran (¿Les digo de quiénes se trata?).  Y atentos con el destino final de, nada menos, cinco personajes y quienes acaban sus vidas mortales en circunstancias muy impactantes (cada uno en distintos momentos de la trama, muy separados entre sí). En cuanto a los villanos, me ha gustado cómo los abordan, convirtiéndolos en seres complejos, cada uno con su razón de ser e incluso llegando a no ser sujetos malvados sin aristas de humanidad (atentos al desarrollo argumental de cierta pareja, dentro de lo mejor del
    Bastante ocurre en esta segunda temporada, que para muchos es superior a la primera (yo me quedo con su debut, aunque eso no significa que no deje de recomendar este final, en verdad emocionante).
     Y como se habrán dado cuenta con creces, no es necesario tener caballeros Jedi, Siths, monstruos y los típicos elementos "exóticos" y/o más maravillosos del Star Wars al que estar más acostumbrados, para contarnos un argumento poderoso y serle fiel a los principios de esta ficción: Puesto que la propia franquicia partió como un relato acerca de una revolución política en contra de un sistema autoritario y eso son, sin dudas, Andor y Rogue One.
     ¡Se me estaba olvidando! Un error le encontré y que tiene que ver con lo que se apresuraron para darle final al programa: Al final nunca resolvieron lo que pasó con la hermana de Cassian (¿Lo explicarán en alguna novela o cómic?).
     Por último, y para cerrar esta revisión (en la que no he querido caer en muchos detalles) dos personajes del filme que inspiró esta serie se incorporan a su temporada final, uno por cada bando, quienes llegan a la historia de manera muy atractiva e interpretados por los mismos artistas de la mentada película.


sábado, 19 de julio de 2025

.. Y así fue como una idea llevó a las otras...


1.Mi principio
 
    En los últimos años de mi infancia, o en los principios de mi adolescencia, allá por los años ochenta, durante unas vacaciones de verano en la tarde, o sea entre enero o febrero, (en Cine en su Casa, como se llamaba la franja dedicada al séptimo arte, que emitía el "poderoso" canal 13 de la Universidad Católica) dieron una película de animación japonesa: Lensman.  Por aquellos años en Chilito, era muy raro que le dieran espacio a este formato en largometraje en la tele, más tratándose de un anime; pero se trataba de una obra “producida” por Harmony Gold, la empresa gringa que nos había obsequiado a Occidente esa joyita que era Robotech y que el mismo 13 había estrenado no hace muchos años atrás con gran éxito.  Ahora bien, cabe mencionar que se trataba de un producto nipón intervenido por los gringos de Harmony Gold y si no fuera por ellos, en esos años, difícilmente habríamos sabido de su existencia ¿Y de qué va esta historia? En pocas palabras, que casi nada recuerdo de su trama, trata de una especie de cuerpo policial interplanetario, o sea, compuesto por miembros de distintas especies ¿Les recuerda a algo? (ya les hablaré algo al respecto).  Solo les puedo decir que disfruté mucho de esta producción y que me gustó harto uno de sus personajes, un extraterrestre volador, muy exótico y al que encontré precioso.
   Años después, cuando ya estaba en la universidad, estaba en el Taller Literario de Ciencia Ficción de Luis Saavedra (Tío Lucho) cuando leímos en una sesión un cuento sobre un tipo (un militar creo que era) que en ciertas circunstancias se reduce a nivel microscópico y tiene una aventura en una especie de mundo cuántico, con romance incluido.  El autor era un tal E. E. "Doc" Smith, escritor al que no conocía hasta el momento y que nuestro maestro nos dijo que era la persona detrás de Lensman, una saga literaria de space opera y de la cual la cinta de la que les hablé era una adaptación.
    Eso por ahora.

 
2.El libro
 
     Ya les he hablado de mi actual autoreto literario, consistente en leer los volúmenes que poseo de la extinta Editorial Novaro y ahora le tocaba su momento a Triplanetario.  Pues me estoy refiriendo a la primera novela de Lensman.  Ahora bien, para cuando salió el libro, no se usaba todavía el nombre genérico de la saga; por lo tanto, así un lector menos informado, bien puede llegar a ignorar de que se trata de la antesala a toda una serie (y no solo  de los textos escritos por el mismo E. E. "Doc" Smith, sino que otros hechos por autores diversos, tal como sucede con estos títulos que se convierten en franquicias); sin embargo, los acontecimientos narrados en el libro que ahora nos reúne, no llegan a describir aún esa patrulla galáctica que tanta celebridad le dará a la saga, puesto que transcurre mucho, mucho tiempo, antes de la formación de esta corporación.  Por lo tanto, la novela en cuestión abarca siglos, eras en la historia de la Tierra para que luego (tal como sabremos solo en los siguientes libros) ocurra lo ya mencionado.
    Lo anterior comienza mostrándonos la presencia de dos antiquísimas y poderosísimas razas alienígenas, las cuales ya no necesitan de carne (ni otro material) para subsistir y, sin embargo, pueden crear cuerpos para sí mismos a su antojo.  Viven períodos inconmensurables y se comunican entre sí por telepatía.  Una es benigna y la otra no, siendo que en determinado momento de la existencia de ambos pueblos, el primero de ellos se da cuenta de su contrapartida y decide "investigarlos" desde el anonimato, más sabiendo de sus intenciones malignas; por supuesto que esto tendrá sus repercusiones, en las cuales los simples mortales se ven involucrados.
   Las primeras partes del libro son, en verdad, atrapantes.  Es así que tendremos un capítulo que transcurre nada menos que en... ¡La Atlántida! Y nos lleva con fuerza al escenario de la lucha del bien contra el mal, puesto que no sólo se trata del escenario de la mítica civilización, sino que de una cruenta guerra entre naciones avanzadas.  Con posterioridad, el argumento nos lleva al Imperio Romano, justo en la época de Nerón, centrándose en un par de gladiadores rebeldes (este es para mí el capítulo que más disfruté). Luego vienen dos narraciones más que transcurren en Estados Unidos, a mediados del siglo XX, y que tienen de protagonista a una especie de ingeniero; este trabaja dentro de un proyecto armamentístico (para mi gusto y pesar, lo más aburrido de todo el libro).
    Hasta el momento, todo el libro está conformado por narraciones con distintos protagonistas, que se pueden leer de forma independiente y todo con saltos importantes en el tiempo; pero luego de ello vendrá una historia llena de matices, que bien podría haberse publicado como novela independiente y que supongo será fundamental para lo que se vendrá en títulos posteriores...
    Es cuando nos encontramos con una nave espacial perteneciente al gobierno de Telus, conformado por tres planetas del sistema solar y sus habitantes los triplanetarios (de ahí el nombre de este tomo), quienes son abordados violentamente por piratas y llevados en presencia de su cruel jefe.  Desde aquí comienza la parte principal del relato, que no sólo abarca más de la mitad de la extensión de este volumen, sino que tendrá un montón de giros inesperados y de mucha, mucha acción (además de tantos elementos de ciencia ficción, que consiguen complacer por completo al lector más ñoño y amante del género, en especial si le gusta la space opera).  Aquí tendremos no sólo al típico héroe aguerrido, y muy masculino, de estas historias, sino que nos encontraremos con un villano bastante maloso (al cual ya conocíamos de antes, pero que solo ahora vendrá a desarrollarse más como para ganarse nuestro desprecio); asimismo, la trama tomará un aspecto más dramático, cuando entre en escena una civilización alienigena muy avanzada, además de muy diferente a la raza humana.  Así que ahora el libro no nos dará respiro (aún recuerdo lo fome que me parecieron los capítulos dedicados al ingeniero), puesto que se suma una tercera fuerza en pugna, lo que la enriquece mucho más y nos dará un panorama sobre un universo vasto y prometedor (en especial en futuras entregas de la saga).

 
3.Mi revisión personal
 
    Empecé el libro con muchas expectativas, más considerando las recomendaciones de mi amigo el escritor Miguel Acevedo, quien hace poco se lo había leído y lo disfrutó mucho.  En efecto el comienzo me satisfizo demasiado, que esos dos primeros capítulos de tono "histórico" me sorprendieron gratamente (pues desde niño la Atlántida y el Imperio Romano me han provocado mucho interés, así como la idea de la intervención de inteligencias extraterrestres en la historia humana; por no dejar de mencionar cierto elemento erótico en el apartado romano, algo que no me esperaba, y me gustó, en un texto de ciencia ficción tan "antiguo"). Pero luego vino el apartado ambientado más o menos en el presente, cambiando mucho el tono de la narración, ya sin acción y hasta realista, el cual si hubiese sido todavía más extenso o bien me habría llevado a "botar" la lectura o a saltarme páginas.  Con posterioridad, y siéndoles sincero, todo lo que vino después a veces se me hizo tedioso (incluso he pensado en dejar para más adelante esta saga, que el libro me ocupó más de un mes- pese a su brevedad comparativa-aunque le daré una oportunidad al menos al siguiente volumen).
    Pero hay factores de la última parte que debo destacar: En primer lugar, la presencia de una segunda fémina autosuficiente e inteligente, lo que le celebro al autor y tratándose de un texto tan antiguo, de cuando la space opera y la literatura de evasión en general eran muy marcadas en los roles de género.  Todavía recuerdo que el Tío Lucho, en esa clase en la que analizamos su cuento, del que ya les conté, se refiere a los patrones de género presentes en esa historia: Hombre protector de la mujer en apuros; algo que no es tan así en Triplanetario, como ya les mencioné más arriba.
   Asimismo, me satisfizo bastante el tratamiento de las civilizaciones extraterrestres, todas ellas verdaderos antecedentes de la exobiología que ya damos por sentada en la ciencia ficción posterior; es así que sus características tan llamativas, diferentes a nuestra propia humanidad y a la vez cercanos a los que somos (que más allá de su apariencia y/o extraña fisiología, pueden escoger como nosotros entre el bien y el mal, pues tienen libre albedrío y sienten clara inclinación hacia uno de estos lados).  Justamente entre estos destaca el gran villano de toda la novela, amoral y manipulador; como contrapartida suya, cabe mencionar a un eficaz científico extraterrestre, un sujeto que pese a ser un enemigo de los protagonistas, el narrador nos los muestra como alguien noble y digno hasta de nuestro aprecio.
    Muy ligado a lo recién dicho, debo contarles cuánto me impactó el final de este libro: Bastante duro por un detalle, que, si lo menciono, será un gran spoiler, así que trataré de jugar con el lenguaje, de la manera más general ... Y es que uno de los dos conflictos de peso, en los que se hayan involucrados nuestros héroes, resulta ser solucionado de una manera bastante alejada de algo que veríamos, por ejemplo, en Star Trek.  Y es que acá vemos usar recursos draconianos, incluso maquiavélicos, para lograr la victoria; sin embargo, pese a la crudeza que contemplamos en estas páginas, no llegamos apreciar maldad, ni siquiera revancha de parte de los rivales, lo que hace más llamativo el desenlace.  Luego, la novela termina con una promesa de una nueva era de gloria, para dos de los bandos en disputa, en algo que nos recordará justamente a la Federación Unida de Planetas, como también en la declaración de que los villanos volverán peores que nunca.
   En suma, me gustó este libro, aunque no se volvió uno de mis favoritos y esto debido a que en más de una ocasión la narración se me hizo tediosa y, en parte, por eso mismo me demoré tanto en leerlo. No obstante, lo recomiendo con creces, debido a sus múltiples virtudes que superan su tono soporífero de ciertos momentos y espero con ansias cuando por fin aparezcan los Lensman.
   Ya terminando, quienes nada saben de esta saga y que han tenido su primer acercamiento por medio de este texto, se habrán dado cuenta del nexo de Lensman con Linterna Verde, tanto el famoso personaje de los cómics DC, como del grupo de policías/justicieros intergalácticos al que pertenece (los Green Lantern Corps).  Es obvia la "influencia" de estos libros en las historietas mencionadas, declarada de forma pública o no, puesto que los elementos en común son evidentes: Pues, por un lado, tenemos a una antigua raza benevolente (en estas novelas los Arisianos y en los cómics los Guardianes de Oa) y, por otro, aparecen los justicieros que, más encima, ocupan en su mano un poderoso aparato de tipo tecnológico y pequeño (en un caso las lentes y en el otro los anillos de poder); y tampoco podemos olvidar que los miembros de esta agrupación, son de distintas razas en ambos caos.  Por último, como homenaje a esta serie, una de las Green Lantern Corps se llama Arisia, en honor a los arisianos; asimismo, hay entre sus personajes otro que se llama Eddore, claramente debido a la otra raza anciana de los libros de E. E. "Doc" Smith, aunque este no es malvado como los de Lensman.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...