Creo que solo ahora me doy cuenta de que comencé este proyecto de mi blog, un día después de la fecha oficial del Día del Libro. Pues el domingo recién pasado, no más, se celebró en buena parte del mundo este acontecimiento, tan relevante para quienes amamos los actos de escribir y leer, así como "almacenar" en formato escrito nuevas palabras, ideas y conocimientos. Asimismo, la gente que conoce esta página y lo que hago -entre los pocos que me siguen hoy en día- , saben que tanto en mi calidad de profesor, como de divulgador, y consumado lector/coleccionista de literatura y cómics, adoro el "papel", ya sea en viejas ediciones o nuevas, en bolsillo o tapa dura, especialmente si traen al menos una bella ilustración, incluso desde antes de que comenzara a leer (desde que tengo uso de razón, que me siento ligado a ellos, cuando descubrí que las series animadas- japonesas precisamente-, así como las pelis que me gustaban, estaban basadas en libros; de modo que quise aprender a leer, para poder disfrutar las historias originales, pues estaba seguro que eran mucho mejores que sus adaptaciones).
El Cubil del Cíclope trata sobre todo lo que me apasiona, en especial ligado a los libros. Acá hay abundantes entradas acerca de numerosos títulos, entre cuentos, novelas, obras de teatro, sagas y autores. Pero también le he dedicado harto tiempo a otras expresiones artísticas que me fascinan, bastante ligadas a la narrativa y la dramaturgia (la poesía no es lo mío y solo le dedico tiempo cuando la enseño), de modo que mucho sobre cine, series de TV, historietas y algo de música encontrarán acá de igual manera. También he escrito sobre mis recuerdos y las personas que me son valiosas, entre las que están o han estado físicamente a mi lado o que son significativas para mí sin haberlas conocido en vida (todo gracias a sus obras).
Estuve tentado de dejar/abandonar este blog ¿La razón o razones? El blog es un formato hace rato moribundo, reemplazado por youtubers, Tik-Tok y podcasts, puesto que la gente ha optado por lo audiovisual y lo que menos quiere hacer es leer (una triste realidad); ya sea por lo anterior, como por motivos personales, muchas páginas como esta han desaparecido y con el paso de los años sus autores no solo las han abandonado, sino que las eliminaron y ni siquiera podemos acceder al tesoro que había en ellas (como ejemplo más reciente, por segunda vez consecutiva, Tomás Rivera "desapareció" su estupenda Kindlegarten). Algunos se aburren, porque apenas los comentan (por no decir "nada"), o sea, no "existen" para los demás que entran a la Red y en mi caso, recibo uno que otro comentarlo por ahí, por lo general de amigos de buena voluntad. Los debates de antaño, con laaaaargos textos y argumentados, que daban gusto responderlos, ya son cosa de los últimos coleteos de la Edad de Oro de los blogs y a la que llegué cuando esta acababa (con una que otra excepción).
Recuerdo con nostalgia las nominaciones de los colegas blogueros y de las cuales todavía mantengo con orgullo, sus reconocimientos de lo que hago; hoy en día la mayoría o todas esas páginas ya no existen. De igual manera es algo del pasado, cuando los escritores en ciernes me ofrecían sus libros para que los comentara, haciéndome llegar unos dos desde España; hace rato ya que escribí al respecto y fue un honor tener tales consideraciones de parte suyas.
A fines de 2021, mi blog comenzó a ser leído por más gente que nunca. Recibía muchas visitas, cientos de ellas en cada nueva entrada, aunque eso no significaba que aumentaran los comentarios o al menos los seguidores. Pero yo me sentía extasiado con lo primero, si bien nunca supe por magia de quién o qué portal compartían un enlace a este dominio. No obstante, en algún momento los chequeos al Cubil volvieron a su cauce anterior y eso afectó en parte mi ánimo (quizás que pasó con mi ex desconocido patrocinador).
A lo anterior, se le suma una desagradable broma de un querido "amigo histórico" (con los cuales me conozco desde el siglo pasado), de esos mismos que ni siquiera se toman la molestia, de dedicarle unos minutos a mis escritos: a fines de año se murió Pelé y a quien le tenía respeto, si bien no era de mi interés mayormente, porque el fútbol no es de mi gusto. El tema es que X, en un grupo de WhatsApp que tenemos con dos personas más (una de ellas su esposa) me hizo una sugerencia maliciosa, de que le hiciera un homenaje en el Cubil a Pelé; X bien sabe mi opinión sobre ese deporte y no es la primera vez que se burlaba de mi trabajo, a raíz de la muerte de alguien famoso y de mis "elegías" a quienes SÍ sus muertes he lamentado. No le contesté, pero me enojé mucho con él y también con su esposa, que también es mi amiga, porque en ningún momento intervino para "pararle el carro". No es llegar y escribir sobre cualquier cosa, que eso me ocupa tiempo y ello implica- más cuando se trata de alguien cuya muerte me ha afectado- una carga emocional valiosa. Siempre le celebrado a mi gente sus triunfos y pasiones y en el caso de X y Z, su mujer, he participado contento de todos sus proyectos, por lo mismo NUNCA me burlaría de algo así. Espero reciprocidad de la gente, NO LO SIENTO, no soy incondicional, aunque sí leal (quizás cuánta gente lea estas palabras y me entienda, entre ellos quienes me conocen). No les hablo desde entonces, esperando una disculpa o la oportunidad de expresarles mi malestar. En suma, lo que les cuento me afectó lo suficiente como para desmotivarme.
Llegó 2023, en enero- ya en vacaciones- escribí 6 posts, aunque al mes siguiente, pese a estar libre, solo realicé uno. Desde que comencé esta labor, nunca había sido tan poco dedicado al blog y durante ese periodo, la falta de interés de otros en la página me desmoralizó. Ya en marzo, justo entrando al nuevo año escolar, me autoestimulé, porque aprovecho los largos viajes entre el trabajo y de vuelta al gym, para escribir (en casa poco hago). Mi proyecto de comentar todas las temporadas de Babilonia 5, ha quedado inconcluso, si bien no me faltan otras inspiraciones para escribir.
El post número 1000 debería haber salido el año pasado y supongo en algún momento de este 2023 sí será posible. Todo depende de cuánto suba acá por mes (de hecho esta es la entrada número 978, así que calculen). Espero con ansias esa celebración, un sueño desde que inicié el Cubil del Cíclope. Igual este post de los 12 años, llega con un día de atraso, que me he demorado un resto en su redacción.
Soy un ave raris, una reliquia en la Red y, pese a todo, sigo dedicándole valioso tiempo a esto ¿Por qué sigo acá? Porque me gusta compartir con las demás personas, lo que me hace feliz: las historias, los personajes y los autores que me inspiran. Por lo mismo, soy profesor, ya que si al menos logro que algunos cuantos de mis alumnos, vibren con aquello que le da sentido a mi vida, la literatura, los cómics, el cine y ñoñerías varias, me siento dichoso.
Termino agradeciendo a tres amigos, que este último tiempo se han pasado seguido por acá: Cristian Rivadeneira, "amigo histórico" que de antes ya había demostrado interés por el blog y siempre sus visitas son bien acogidas. A Eduardo Gacitúa, al cual tuve el gusto de conocer el año pasado y un excelente par ñoño, que me alegra mucho se pase por acá. Y acabo estas palabras mencionando a Jorge Lorca, compadre de la época de la universidad, cuya amistad retomé en febrero de la manera más inesperada, todo un regalo de la vida en esta época. Gracias por todo, cabros.