Jack Kirby (1917- 1994) fue uno de los grandes
creadores que tuvo el cómic de superhéroes, dejando a su muerte un legado
invaluable que en el presente ha sido el semillero de un montón de historias,
gracias a tantos personajes salidos de su fértil imaginación. En su juventud este guionista y dibujante
intervino en las primeras historias del Capitán América, mucho antes de su
“resurrección” en Marvel. Luego junto al
mismísimo Stan Lee estuvo involucrado en el origen de nada menos que de los
primeros personajes 100% originales de la compañía, los 4 Fantásticos, luego de
Hulk y Thor, todos ellos verdaderos emblemas de la llamada Casa de las Ideas. Tras una serie de desavenencias con la empresa
que ayudó a dar vida, se fue a su mayor competidora en el mundo de las
historietas, DC, y allí se convirtió en el primer artista del área en lograr la
distinción de su nombre en las portadas de los cómics que realizó. Fue así que para DC no solo fue el
responsable del origen de clásicos como Kamandi (el último niño humano en un
mundo futuro y apocalíptico lleno de animales evolucionados e inteligentes) y
Demon (la historia del brujo medieval Jason Blood, quien fue hechizado por nada menos que la bruja Morgana de la leyenda artúrica, para albergar dentro de su
cuerpo al poderoso demonio Etrigan y que pese a ello se convirtió en un
importante superhéroe mágico), entre otros, si no que incorporó un concepto
nunca antes visto en la historia de los cómics de superhéroes: el Cuarto Mundo.
Esta idea correspondía a un complejo argumento que se desarrollaba a
través del lanzamiento de varias series en torno a distintos personajes (la
gran mayoría de su autoría) y que se interconectaban para contar una trama
mayor acerca de una antiquísimo conflicto bélico y cósmico entre las fuerzas de
la luz y la oscuridad; sus protagonistas correspondían a verdadera divinidades,
los llamados Nuevos Dioses. En el lado
del bien se encontraba el paradisiaco planeta de Nueva Génesis, liderado por
High Father, el cual con su aspecto de patriarca del Antiguo Testamento era
acompañado por un montón de atractivos personajes y donde sin dudas destacaba
el varonil y belicoso Orión, hijo de nada menos que del gobernante de Apokolips,
planeta enemigo de todos estos, Darkseid.
En cambio en Apokolips se encontraban las encarnaciones “divinas” de los
mayores defectos del ser humano, en seres inmortales gobernados por el dictador
absoluto Darkseid (una imponente criatura que parece hecha de piedra y asemeja
un ídolo pagano), entre los cuales se pueden nombrar a los malignos Abuelita
Buena, Kalibak, Desaad y las Furias (bellas mujeres asesinas psicópatas). La creación de toda esta mitología causó tan
gran impacto, que en la actualidad todos estos personajes siguen apareciendo y
protagonizando un montón de colecciones y series en DC, amén de que además todo
lo concerniente al Cuarto Mundo se encuentra bastante relacionado con las
aventuras de Superman, ya que fue justamente en la revista dedicada a Jummy
Olsen, el gran amigo fotógrafo del Hombre de Acero, que apareció por primera
vez Darkseid. Es así como la novela
gráfica que inspira hoy estas líneas gira en torno al Azuloso y a sus
personajes de apoyo, entre los que sobresalen el ya mencionado colorín y varios
de los caracteres creados por el Rey, ligados al Cuarto Mundo durante su etapa
gloriosa en DC.
De
1999 data la novela gráfica Superman: La Evolución Americana, la
cual tiene como fuente de inspiración un guión del propio Kirby y que tenía
planificado para usar en la revista Superman´s Pals Jimmy Olsen, la cual
como bien decía su nombre, giraba en torno a su compañero del Daily
Planet. Pues bien, considerando la fecha
de la aparición de este cómic, queda más o menos claro que en su momento el
artista no llegó a concretar la publicación de su argumento, por lo que pasaron
décadas hasta que lo desempolvaron de las oficinas de la compañía y tras darle
una remozada de modo de “actualizarlo” a los tiempos de aquel entonces,
publicarlo en una edición “Prestige” con la ayuda de Mark Evanier en el guión y
de Steve Rude en el dibujo.
La mítica portada que introdujo a los Nuevos Dioses, a Orion y que dejó en claro el estatus de estrella de Jack Kirby. |
Respecto a Mark Evanier se puede
decir que no fue elegido por razones arbitrarias a la hora de firmar el guión
final, puesto que siendo un autor ya veterano cuando realizó este trabajo, en
su juventud había conocido a Kirby, trabajando como su ayudante e incluso años después
escribió una biografía/ensayo sobre el Rey, la cual es considerada una obra
capital a la hora de analizar la obra de este.
Evanier además ha trabajado con otros personajes clásicos de DC como
Blackhawk, Jóvenes Titanes y Mister Milagro (otra creación del Rey
perteneciente al Cuarto Mundo). No
obstante si se tuviera que hablar de lo mejor de su producción en el arte de la
historieta, lejos se encuentra su trabajo junto a Sergio Aragonés en la serie
paródica y de homenaje Fanboy, llena de referencias
bastante graciosas al Universo DC (impagable el número de esta colección
dedicado a Batman y donde es posible ver a su protagonista, Fanboy,
encontrándose con distintas versiones del Murciélago, desde el de Frank Miller
para el
Regreso del Caballero de la Noche al de Bruce Timm de Batman: La Serie Animada, entre otras); también dentro de la misma línea se
encuentran Sergio Aragonés Destruye DC y su “contrapartida” Sergio
Aragonés Masacra Marvel. En
cuanto a Steve Rude uno de sus mayores logros es la creación junto al guionista
Mike Baron del cómic de ciencia ficción independiente Nexus y que luego fue
comprado por la prestigiosa editorial Dark Horse, para luego sacar nuevas
historias suyas bajo los pinceles de su cocreador. Sobre su labor para Superman: La Evolución Americana,
se puede decir que usó una estética preciosista y clásica, que emula a los
mejores diseños del maestro Jack Kirby, con trazos muy bien delineados y algo
caricaturescos. Los bellos diseños del
dibujante se potenciaron gracias a los tonos pasteles y cálidos de la paleta de
colores, que los acompañan gracias al talento de Bill Reinhold.
La
verdad es que hablar de esta novela gráfica es referirse a una trama que lo
único que pretende es aventura, intriga y acción de principio a fin. De este modo su argumento responde a las
tramas clásicas del Superman de la época de Kirby, en plena Edad de Plata,
donde la ciencia ficción “blanda” imperaba y por lo general los argumentos de
tipo sesudo, con crítica social entre medio, no eran lo primero a tener en
cuenta por parte de sus autores; no obstante gracias a esta obra estamos frente
a un título muy entretenido y el cual logra con creces su objetivo: entretener
sanamente a sus lectores, usando no solo a Superman para regocijo suyos, sino
que también a varios de los habituales en los títulos correspondientes al
Cuarto Mundo desde los tiempos de su génesis.
Es así que por sus páginas desfilan los ya mencionados Azuloso, Jimmy
Olsen, Darkseid, el Guardián (otros superhéroe de Metropolis, que en este caso
corresponde al clon del original que cubrió sus calles durante la Edad Dorada)
y Dubbilex (un ser con aspecto demoniaco y telépata, pero heroico y quien
trabaja junto al Guardián para los laboratorios del Proyecto Cadmus) y los
monstruosos Symian y Mokkari (ciudadanos de Apokolips dedicados a la creación
de criaturas sintéticas, gracias a la manipulación genética y que, por
supuesto, trabajan para Darkseid), entre otros.
También es posible encontrarse entre sus poco más de 50 páginas, con la
criminal organización de Intergang, mafia que se nutre de los avanzados
artilugios provenientes de Apokolips y ello debido a las triquiñuelas de su
gobernante. Su trama es sencilla, aunque
muy divertida: Una inmensa bestia de aspecto aterrador se encuentra asolando
para variar la vía pública de Metrópolis, siendo su aparición no un hecho
aislado, sino que otra aparición de una serie de monstruos que al parecer se
encuentran ligados entre sí. Sin lugar a
dudas este resulta ser un nuevo trabajo para Superman, quien junto a sus
aliados logra resolver el caso que involucra todo un complot para devastar la
ciudad y usando a estas espantosas criaturas.
Entre medio se haya el magnate de las telecomunicaciones Morgan Edge,
otro “villano” recurrente en las historietas del kryptoniano.
En el
desarrollo se nos regala con un flashback del pasado y los “orígenes
secretos” de uno de los protagonistas de esta historia; asimismo el guión se encuentra
lleno de guiños a todo lo concerniente a la etapa de Kirby, en las colecciones
de Superman.
Si
bien como ya se afirmó más arriba, este cómic no es para nada una obra sesuda,
ni mucho menos cargada en un claro desarrollo psicologista de sus personajes…No
obstante en ella aparece un personaje especial, quien resulta ser un joven “normal”
como el propio Jimmy Olsen, quien trabaja como botones en el mismo edificio del
Daily Planet y a través del cual es posible hacer una comparación con el ya
citado amigo del superhéroe. Pues bien,
el muchacho que en un principio se muestra como un sujeto amable y simpático,
resulta ser un pusilánime que ante cualquier peligro que pueda comprometerlo,
hace caso omiso a sus responsabilidades morales; ello provoca la crítica de su
contrapartida, siendo que Olsen tal como bien sucede desde su aparición en las
viñetas de Superman, no vacila en embarcarse en la empresa que viene a ser todo
esto. Al final el muchacho de corazón cobarde tiene su propia epifanía y así
una vez más nos encontramos con una moraleja, tal como es posible encontrar en
los cómics del género.
¿Y a
qué se debe el título de este tomo? Pues bien, cabe recordar que Symian y
Mokkari son connotados genetistas (“científicos locos”), así como el Guardián y
Dubbilex son fruto de esta disciplina, por otro lado los mismos monstruos que
aquí aparecen provienen de estos experimentos…Y es así que considerando que una
vez más las mentes criminales de Apokolips pretenden salirse con las suyas, la
idea es darle una variación al concepto de la evolución (o involución) humana,
así como a la del pueblo estadounidense, representado por supuesto por nada
menos que la ciudad de Metrópolis. Nada
más se dirá al respecto, para no caer en los odiosos spoilers.
Una viñeta de este cómic de aires nostálgicos. |
Muy buena entrada Elwin, gran trabajo :)
ResponderEliminarMuchas gracias, Cidroq por pasarte por acá, que siempre es un agrado que entre "colegas" se aprecie lo que hace uno y más si ese otro ama también lo que a uno lo hace feliz (en este caso, los cómics).
EliminarEl cómic en cuestión, no sabía de su existencia. El Cuarto Mundo mismo de Kirby es inmenso, y en mi opinión, lo mejor hubiera sido dejarlo como un imaginario autocontenido, en vez de traer sus personajes al Universo DC. Claro que la editorial dispuso otra cosa. Pobre Kirby, en ninguna parte lo dejaban trabajar a gusto; a saber hasta dónde hubiera podido llegar si le hubieran dejado las manos libres.
ResponderEliminarMe alegra mucho pillarte de nuevo por acá, Guillermo, que como uno también amas bastante el cómic y entiendes por qué tanto dedicarle tiempo (y plata). La verdad es que por mi parte me alegra que en DC hayan usado harto estos personajes, pues de lo contrarios las nuevas generaciones nunca hubiésemos conocido el Cuarto Mundo y a su vez muchos de los mejores cómics que he leído han sido en base a sus personajes (si bien admito que tengo la deuda de leer los textos originales de Kirby para DC) como "Odisea Cósmica" y "Galactus versus Darkseid".
ResponderEliminarHola estimado amigo, muy interesante tu reseña sobre este cómic (que no he leído) basado en el universo creado por el legendario Jack Kirby (quien combatió en la Segunda Guerra mundial), sólo quería aportar diciendo que Kirby ya fue importante en los 40 y 50 para DC comics, creando personaje memorables junto al guionista Joe Simon como "Investigadores de lo desconocido", o en los lejanos 40 la "Legión de repartidores", tan odiada por mi querido amigo Mauricio... je je je. Pero es en los 70 como muy bien señalas la explosión de creatividad de Kirby en DC, con sus Nuevos Dioses, Forever People, Mr. Miracle y un largo etcétera, incluyendo sus incomprendidas revistas "de expresión" Spirit World o In the days of the Mob, que desgraciadamente conozco sólo de referencias... Grande Kirby, no? Y para finalizar, una curiosidad: qué entiendes por ciencia ficción blanda, estimado amigo?
ResponderEliminarCorrección: hasta donde se, "Challengers of the Unknown" (Investigadores de lo desconocido), es efectivamente obra de Kirby, pero ya no de la dupla Kirby/Simon...
ResponderEliminar¡Qué sorpresa de encontrarme con estos agradables e instructivos comentarios tuyos, amigo mío, recién despertando de mi siesta dominguera! En realidad Kirby es un grande entre los grandes y los personajes que creó no pueden ser más magníficos (como el mismo) ¿Sabías que Darkseid es mi villano favorito de todo DC? A todo esto, antiguamente también me caían mal la Legión de Voceadores, pero una vez que el año pasado me leí toda mi colección de la llorada editorial VID (fiel sucesora de tu querida Novaro) los pude conocer mejor y terminaron por conquistarme (dentro de ello tengo una miniserie dedicada en exclusiva a estos mismos y a otros personajes del Cuarto Mundo); no obstante a los que yo he leído ha sido a los clones de los originales, ya que estos primeros luego crecieron y se convirtieron en científicos del Proyecto Cadmus, salvo el gran Dan Turpin, quien se hizo policía. Sobre los Investigadores de los Desconocido y nuestros amados 4 Fantásticos (a los que bien sabes "El Rey" ayudó a crear) en el llamado Universo Amalgam hay una genial novelita gráfica que fusiona a ambos equipoa (Challengers of the Fantastic", Por último, la ciencia ficción blanda es aquella de corte menos científica que la conocida "ciencia ficción dura" y donde sus autores no son hombres de ciencia, si no que humanistas. por lo que se centran más en el desarrollo emocional de sus personajes y la crítica social o también en las historias tipo "space opera"; dentro de este grupo de autores destacan Ray Bradbury, Theodore Sturgeon y Orson Scoot Card ¿Me captas?
EliminarEstimado: suena muy interesante ese cómic amalgam que mencionaste, Challengers of the Fantastic... Hablando de la entrañable editorial mexicana Vid (grande Capulina, ja ja ja!) te cuento que en las revistas recopilatorias Superman en los 70, viene algo de los aportes de Kirby para DC en esa década, pero no te podría señalar cuales exactamente, porque no las tengo a mano, para otra vez será! Ah, y entendemos lo mismo por ciencia ficción blanda, y sólo agregar que algunos por ahí señalan que Bradbury ni siquiera sería CF blanda, sino fantasía, lo que para mí por lo menos no es un argumento para atacar o no apreciar a este importante autor...
EliminarSaludos!
Un pecado de omisión mío...¡Fue no comprarme este año otro recopilatorio de Superman de los 70! (y que no estaba caro). Que menosprecien la obra de Bradbury es típico de intelectualoides. Gracias una vez más por pasarte por acá.
ResponderEliminarEstimado amigo: dos cosas puntuales, primero una pregunta: ¿hay otro recopilatorio de Superman en los 70??... y en segundo lugar, tú sabes que a mí me gusta mucho Bradbury a quién leí sobre todo en mi adolescencia y juventud, pero debes confesar que un autor tan prolífico y casi del mainstream como Bradbury, ofrece muchos flancos para criticarlo, y no creo que eso en sí sea "típico de intelectualoides". Además, un escritor venerado por intelectuales (e intelectualoides) como alguien de la talla de Borges, apreciaba mucho la obra del autor de Crónicas Marcianas... Pero eso ya es otro tema, no? un abrazo!
EliminarAmigo Miguel, en primer lugar hasta donde yo sé, Vid sacó 3 tomos dedicados al Superman setentero (o sea con "patas de elefante"); de esos yo tengo el volumen donde sale esa impactante historia de crítica social donde Luisa Lane se hace pasar por una mujer de color y por supuesto era otro tomo el que tontamente no compré a bajo precio ¡Mea culpa!. En cuanto a los detractores de Bradbury(quien también marcó mi infancia y adolescencia, especialmente con sus adaptaciones de "Las Crónicas Marcianas" y "El Teatro de Ray Bradbury", además de varios de sus cuentos y hasta novelas), cuando los tildé de "intelectualoides" en realidad fue para usar el primer término ofensivo que se me ocurrió, sin caer en el vulgar CTM, nada más; o sea, fue motivado por mi "apasionamiento ñoño" y no atendió a nada más elaborado de mi parte.
EliminarSobre Superman en los 70, ¿y no tienes el tomo en que sale tirándose un paso en la disco con John Travolta?? ja, ja, ja! Gracias por tu dedicación, estimado amigo.
EliminarSobre el Superman de Kirby, y su Cuarto Mundo en particular, os recomiendo un reciente ensayo publicado por José Manuel Uría en Sportula y titulado "Jack Kirby: el Cuarto Demiurgo", un trabajo breve pero muy completo y documentado sobre Kirby, su obra y sus influencias. ¡Saludos!
ResponderEliminarPues justamente fue tu texto sobre el libro que comentas, el que me llevó a querer leer más sobre Kirby y en realidad me fascinaría tener y disfrutar ese ensayo. Te cuento que acabo de recibir de regalo de Navidad un ensayo editado por MR de otro compatriota tuyo y que se llama "Superman la creación de un Superhéroe" de David Hernando ¿Lo ubicas?
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