martes, 27 de febrero de 2018

Robert Howard es mucho más que Conan (primera parte)



     Cuando comenzamos a indagar en el enorme legado literario de Robert Howard, no solo nos enfrentamos a la oportunidad de leer una inmensa cantidad de obras llenas de emoción y a horas de entretención, sino que además nos damos cuenta de que en sus solo 30 años de existencia, creó a un montón de personajes que hoy en día están entre lo mejorcito de la fantasía; de entre ellos no solo se encuentra Conan, sino que también el antepasado de este, el rey Kull y de igual manera, bastante conocido entre sus seguidores, está Solomon Kane (entre otros).  
     Solomon Kane en nuestra lengua  ha sido traducido en su totalidad por la editorial especializada Valdemar, en dos ediciones, una en tapa blanda y bolsillo, en su colección El Club Diógenes y otra en tapa dura, de bellísima presentación, en su colección Gótica.  Ambas versiones poseen los 8 cuentos publicados en vida por el texano, incluyendo además, como gran regalo, el único relato que llegó a realizar de Sonya la Roja, conocida en general por su versión en los cómics bastante alejada del original literario (y por la película ochentera que la tenía de protagonista).
     Aparecido por primera vez en las páginas de la mítica revista Weird Tales en 1928 (la misma en la que escribía gente como Howard Phillip Lovecraft y Robert Bloch, este último en su juventud), gracias a la popularidad de las historietas de fantasía épica publicadas por Marvel, a partir de las adaptaciones de Roy Thomas y compañía, tuvo sus primeras versiones para las viñetas, hasta que posteriormente en la década pasada Dark Horse se encargó de llevarlo a este medio.  En 2009 se estrenó una cinta sobre este, a la cual me referiré en un próximo post.
    Las aventuras del personaje transcurren en pleno siglo XVII, entre Europa y África, en cuyos países anda el errante Solomon Kane, un inglés vestido de negro a la usanza de los puritanos, defendiendo (y vengando) a los inocentes del mal en sus manifestaciones mortales y sobrenaturales.  Kane resulta en muchos aspectos diferente al más célebre Conan, ya que no se trata de un mercenario como este y tampoco lo mueve el deseo de conseguir poder y beneficios económicos, sino que su mayor objetivo es hacer justicia al servicio de su Dios y de los oprimidos.  De personalidad retraída, además es célibe y no dado a los placeres carnales a diferencia del cimerio (bebida, comilonas...y mujeres); tampoco es que disfrute con la batalla y las peleas sangrientas, aunque no vacila en ir a la pelea si se trata de combatir a los malvados.  Por otro lado, pese a su personalidad agreste, es capaz de dar muestras de ternura y compasión; de igual manera viene a ser mucho más humanizado que el guerrero, pues en más de una ocasión demuestra tener miedo frente a los horrores a los que se enfrenta y, sin embargo, es capaz de superarlo para cumplir con su deber. Asimismo es un espíritu inquieto, que no se queda en un solo lugar durante mucho tiempo, ya que tal como queda demostrado en los relatos de Howard, anda en busca de su destino (que aún no tiene muy claro).
     Como armas usa dos de filo, una pequeña (daga) y otra más grande (un estoque); de igual manera se vale de dos artefactos más “modernos”, un par de mosquetes, tan propios de la época en la que vive.  Más adelante recibe de regalo un valioso talismán/báculo, que le servirá para enfrentarse a las fuerzas del  mal sobrenaturales.  Su apariencia imponente y oscura, con su sombrero, su largo rostro y equipo, lo hace tan distinguible como el mencionado bárbaro.
     La siguiente descripción que hace de su héroe el propio Robert Howard, en el relato titulado como Luna de Calaveras, viene a ser la mejor síntesis sobre qué tipo de hombre es este justiciero:

Algunas portadas de la revista que le dio su primera oportunidad a Howard, las dos primeras
dedicadas a cuentos de la colección aquí mencionada.

     “El propio Kane creía esta explicación. Nunca trató de analizar sus motivos y nunca titubeaba cuando su mente se decidía. Aunque siempre actuaba por impulsos, creía firmemente que todas sus acciones estaban gobernadas por razonamientos fríos y lógicos. Era un hombre nacido fuera de tiempo... una extraña mezcla entre puritano y caballero con un toque de antiguo filósofo, y más de un rasgo de pagano, aunque la ultima afirmación le hubiera dejado mudo. Un atavismo de los días de audaz caballería, un caballero errante en las sombrías ropas de un fanático. Un hambre en su alma le conducía adelante y adelante, una urgencia de enderezar todos los entuertos, proteger a todos los seres desvalidos, vengar todos los crímenes contra la rectitud y la justicia. Voluntarioso y desaforado como el viento, era constante en un sólo asunto... estaba seguro de sus ideales de justicia y rectitud. Así era Solomon Kane.”

     Los textos que escribió el escritor comenzaron con escritos cortos (algunos al principio de la saga y otro entre medio) y, por último, le siguieron dos más extensos y en la práctica dos novelas cortas.  Las historias siguen una importante progresión dramática en la cronología del protagonista, donde la acción, la intriga, los elementos terroríficos (todo tipo de monstruos y demonios) se mezclan a verdaderos momentos de intensa emoción, que hacen de su lectura algo muy atractivo para los incondicionales de Howard y aquellos que gustan de la mejor fantasía.  Los malhechores a los que se enfrenta el justiciero, siempre son sujetos de corazón negro, capaces de los peores atentados sin culpa alguna, de modo que está justificado (según el razonamiento del propio Kane) su castigo; poseen, además, el aspecto repulsivo de otras encarnaciones maniqueas de Howard, para quien el mal encarnado en los hombres se percibe en el aspecto físico y, muchas veces, es propio de cualquiera que no es blanco y caucásico.
     Por cierto, tal como en su novela Rostro de Calavera, Robert Howard volvió a usar fragmentos de textos de Chesterton para encabezar varios de sus relatos.  No deja de llamar la atención que siendo un autor supuestamente ateo, haya citado a un autor tan religioso y claramente católico; no obstante a través de estos agregados y otros datos que se pueden apreciar en el libro (en especial en el cuento La Sombra del Buitre, donde aparece Sonya la Roja), esto deja consignado la enorme cultura general del artista, quien siendo un autodidacta manejaba con soltura un montón de datos históricos, geográficos y culturales, concernientes al llamado Continente Negro y la vieja Europa.
     Como ya se dijo, pese al enorme atractivo de Solomon Kane y sus aventuras, no resulta tan del dominio del público masivo, pese a su paso por los cómics.  Es así que a diferencia de Conan el Bárbaro, no ha continuado con sus aventuras en las letras literarias, tras la última incursión de su creador con el personaje.  Ojalá en algún momento otros escritores de renombre, lo rescaten al formato narrativo, ya que aún queda mucho que saber de este, como su misterioso pasado que en ningún momento fue revelado por Howard, así como qué pasó con él tras lo eventos de su última historia (así como también, lo que hay entre medio de cada texto original de su misma cronología).
     En Las Extrañas Aventuras de Solomon Kane (tal como se titula el compilatorio de Valdemar) nos encontramos con las siguientes obras, siempre con títulos ominosos y sugerentes:

1- Cráneos en las estrellas.

    Nuestro paladín es testigo de cómo un hombre es atacado por una espantosa criatura. Es así que tras intervenir sin vacilaciones en este hecho, se entera de la verdad acerca del origen de dicho engendro y sin vacilaciones llega hasta el hombre culpable de ello.  Lleva al sujeto, uno de los tantos brujos con los que llega a cruzarse a lo largo de su camino, a que se enfrente al monstruo.
    Independientemente del clima que llega a crear en unas pocas páginas, lúgubre, de una manera que resulta imposible que el lector no se transporte a sus parajes y en cómo ya nos entrega a su protagonista como a alguien muy bien caracterizado, este cuento posee un aspecto moral muy interesante: La idea de que hay consecuencias para nuestros actos y que en especial si estos se encuentran motivados por un egoísmo exacerbado y la maldad como catalizador de nuestra conducta, el castigo en algún momento llegará.  No hay perdón, ni mano blanda contra los villanos, quienes tal como sucede en este relato y los que le siguen, no solo se enfrentan a la ira de un hombre que considera que le corresponde hacer de juez, jurado y verdugo, sin tener que rendir cuentas a nadie (solo a Dios), sino que además el mismo mundo sobrenatural entra a castigar a aquellos que se han pasado de la raya.
    El verdadero villano al que aquí se enfrenta Solomon Kane, se llama Ezra, nombre judío, al que el narrador describe como un sujeto repugnante físicamente, detalle que no solo hace referencia a la propia oscuridad de su alma; sino que es un ejemplo más del racismo que tanto se ha querido obviar en este maestro hoy en día y quien, pese a ello, nos da unas cuantas gratas sorpresas al respecto, en  sus últimos cuentos del ciclo, transcurridos en África.

    “¡Las sombras se esfumaron y Kane vio! Al principio supuso que era tan solo una sombra de bruma, un retazo de neblina que remoloneaba sobre la hierba ante él. Observó con mayor atención. Más espejismos, creyó. Entonces, la cosa comenzó a perfilarse, vaga e indistinta. Dos espantosos ojos llameaban ante él -ojos que reflejaban la esencia de ese horror que ha sido heredad del hombre desde las temibles eras del amanecer-, ojos terribles e insanos, con una locura que transcendía la demencia humana. La forma del ente era vaga y brumosa, una parodia enloquecedora de la forma humana, similar pero horriblemente distinta. La hierba y los matorrales se distinguían claramente a su través.”

Preciosa ilustración basada en el cuento Las colinas de los muertos.
2- La mano derecha de la maldición.

     El cuento más corto del libro, viene a ser aún mucho más macabro que el anterior, abordando un tema tan viejo y popular en las historias desde los relatos orales, como lo es la venganza.  De igual manera se trata de un relato que aborda otro tema muy interesante: el del mal como algo que tiene distintas gradaciones, de modo que la venganza acá se da entre personas malvadas, unas peores que otras.  
     Interesante resulta ser, además, que esta vez el puritano no interviene mucho en la acción y no es quien lleva a cabo la solución final contra el ruin mayor de los dos que aquí aparecen.  De este modo, se podría decir que el héroe es testigo de las atrocidades que aquí se mencionan, con lo que queda claro que por mucha voluntad que llega a tener uno, hay cosas que escapan al control de los simples mortales.
    La llamada magia negra vuelve a hacer de las suyas en esta pieza, que demuestra la genialidad de su autor, tanto para desarrollar una tremenda narración corta como esta (menos de 10 páginas), como otras más largas, tal cual las que más adelante se abordarán.

    “Kane se inclinó sobre el espantoso espectáculo, sin poder dar crédito a sus ojos. La cosa que había abierto los postigos, se había deslizado por el suelo y habla dado muerte a John Redly en esa cama era ¡una mano humana!
     Ahora yacía flácida y sin vida. Kane la atravesó cautelosamente con la punta de su estoque y la levantó a la altura de los ojos. La mano pertenecía a un hombre grande, aparentemente, puesto que era ancha y gruesa, tan cubierta de vello como la zarpa de un mono. Había sido seccionada a la altura de la muñeca y estaba cubierta de sangre. El segundo dedo ostentaba un delgado anillo de plata, un curioso ornamento forjado como una serpiente enrollada.”

3- Sombras rojas.

     En lo que va del tomo, sin dudas que el mejor relato, ello debido tanto a su mayor extensión y que permite desarrollar mejor los elementos que lo conforman, como por los personajes que aquí aparecen y en especial el inesperado cambio de ambiente al que se traslada la acción.  De igual manera es a partir de este título, que Robert Howard comienza a dividir la trama en capítulos, cada uno con su propio nombre y sella el destino de su personaje (al menos tal como él mismo llegó a escribir), convirtiéndolo en un peregrino más de las “salvajes” tierras africanas.
     Esta obra además resulta significativa, por el hecho de que introduce a un personaje secundario recurrente en el resto de la saga de Salomon Kane: el poderoso brujo N´Longa, con quien los fortuitos eventos llevan al inglés a convertirlo no solo en su principal aliado, sino que en su “hermano de sangre”, un estrecho lazo que queda entre estos dos hombres de mundos tan diferentes, aparentemente tan distintos y aun así con tanto en común (ambos llevan una vida en la cual se enfrentan a graves peligros, son sujetos mortales para sus enemigos y tienen en muy alta estima el honor, poseyendo más encima una idea muy clara de lo que es la justicia, aun cuando sus métodos sean brutales).  La relación entre estos dos (N´Longa es sin dudas un negro), la que se estrecha más en los siguientes relatos, viene a ser uno de los detalles que nos muestran a un Robert Howard más amable con otras razas, pues no deja de mostrarnos que el africano, pese a sus recursos macabros, es alguien noble, sabio y de confianza.
    Luego está el particular villano de esta narración, Le Loup (¿un francés), sin dudas un delincuente culpable de un atroz crimen al principio del cuento, que debido a ello y a lo realizado en conjunto a sus secuaces, lleva a Kane a someterlos a su dura justicia.  Es así que Le Loup es el único en escapar del paladín, quien lo sigue sin parar hasta llegar al mencionado continente africano.  Sin embargo, pese a sus atroces actos de sangre y violencia, el pillo da señales de poseer cierto código de honor que sorprende en más de una ocasión a su perseguidor.  También nace el respeto entre estos dos, pero Solomon Kane hizo un juramento y él es hombre de palabra.
    La siguiente cita, permite reconocer al Solomon Kane al que me referí en la introducción de este post, como un hombre vengador de los oprimidos, con una idea preconcebida de la justicia y que pese a su dureza, es alguien capaz de tener gestos de dulzura:

     “-¡Por los fuegos de Hades! -musitó-. ¡Una chica! ¿Qué te ha dañado, niña? No tengas miedo de mí.
      La muchacha alzó la vista hacia él, con un rostro como una frágil rosa en la oscuridad.
      -Tú... ¿quién eres... tú? -sus palabras llegaban entrecortadas.
      -Tan sólo un vagabundo, un hombre sin tierra, pero un amigo de cualquier necesitado de alguna manera, la voz amable sonaba incongruente en aquel hombre.
      La joven intentó alzarse sobre sus codos e inmediatamente él se arrodilló y la colocó en una posición sentada; la cabeza de ella se apoyó contra su hombro. La mano del hombre tocó su pecho y se retiró húmeda y enrojecida.
      -Cuéntame -su voz era suave, tranquilizadora, como si hablara con un niño.
      -Le Loup -musitó con voz que se debilitaba rápidamente- él y sus hombres... cayeron sobre nuestra aldea... a una milla valle arriba. Robaron... mataron... incendiaron...
      -Entonces, ese era el humo que olfateé -murmuró el hombre- continua, niña.
      -Corrí. Él, el Lobo, me persiguió... y... me atrapó... -las palabras se desvanecieron en un súbito silencio.
      -Entiendo, niña. ¿Entonces...?
      -Entonces... él... él... me apuñaló con su daga... ¡oh, santos benditos!... compasión...
       Bruscamente, la frágil figura quedó inerte. El hombre la depositó sobre la tierra, y frunció ligeramente el ceño.
      -¡Muerta! -murmuró.
      Se alzó lentamente, limpiando maquinalmente sus manos en la capa. Un mal gesto torcía su ceño sombrío. Con todo, no hizo una promesa salvaje y temeraria, ni juró por santos o diablos.
      -Morirán hombres por esto -dijo fríamente.”

Un valioso recopilatorio gringo, ilustrado y, más encima, con las elogiosas palabras de Stephen King.

4- Resonar de huesos.

    Volvemos a  Europa por un momento, para encontrarnos con otra historia de venganza, aunque esta vez se trata de una que proviene nada menos que del Más Allá.  También trata acerca de los distintos niveles (o círculos) del infierno en la tierra, en cuanto al tipo de malvados que podemos encontrar y sobre la condenación que cae tarde o temprano para quien ha abrazado la infamia.
    Esta vez a Solomon Kane sus pasos lo llevan hasta la Selva Negra, en Alemania, donde termina alojándose en una desolada posada.  Al lugar también llega otro viajero, un hombre en apariencia tan endurecido por la vida como él.  En el lugar encuentran un esqueleto íntegro encadenado al suelo…En general el lugar al que llegaron no parece muy grato de visitar, pero es el único edificio en las cercanía donde pueden pasan la noche; el mismo sujeto que atiende, su dueño y la única persona que trabaja allí no parece muy amistoso.  Pronto descubren el origen de los huesos que han encontrado y que no les queda otra que defenderse de los peligros que acechan en el recinto, pues mejor hubiese sido pasar la noche a campo descubierto.
    Un detalle que puede llamar la atención en esta historia, es que en ella se mencionan de manera breve, aunque significativa, hechos del pasado de nuestro héroe; bien podría haber sido aprovechado todo esto, para contar más relatos de este otro gran personaje, salido de la pluma de Robert Howard.

    “Exploraron las habitaciones contiguas, pero ninguna tranca recompensó su búsqueda. Finalmente llegaron en la última alcoba, al final del corredor. Penetraron. Estaba amueblada como las demás, salvo que la puerta estaba provista de una pequeña tranca sujeta al exterior con un pesado cerrojo asegurado a una jamba.
     Corrieron el cerrojo y pasaron.
     -Debiera haber una ventana exterior, pero no la hay -murmuro Kane-. ¡Mirad!
     El suelo estaba manchado de oscuro. Los muros y el único camastro estaban astillados, y grandes tiras habían sido desgajadas.
     -Aquí ha muerto gente -dijo sombríamente  Kane-. ¿No hay allí una barra, unida al muro?
    -Sí, pero está fija -dijo el francés dando un  tirón-El...
     Una sección del muro giró y Gastón soltó una exclamación. Una pequeña habitación secreta quedó a la vista, y los dos hombres pudieron ver la horrible cosa que yacía en el suelo.
     -¡El esqueleto de un hombre! -exclamó Gastón-. ¡Y mirad como su pierna descarnada está encadenada al suelo! Fue aprisionado aquí y murió.
     -No -dijo Kane- el cráneo está partido... a fe mía que nuestro anfitrión tuvo una siniestra razón para bautizar a esta posada infernal. Este hombre era sin duda un vagabundo, como nosotros, que cayó en manos de este malvado.”

Distintas encarnaciones del puritano "cazador de demonios", incluyendo la del filme dedicado a este.

viernes, 23 de febrero de 2018

No tenemos a Batman… ¡Pero sí al joven Bruce Wayne! (y a unos cuantos más).



1. Palabras iniciales.

     La tercera temporada de Gotham, una especie de precuela de los cómics del llamado Caballero de la Noche, que transcurre en su ciudad y se centra en un montón de personajes emblemáticos de sus historietas, no puede estar mejor.  Y es que en su transcurso suceden tantas cosas, sus protagonistas pasan por tantas tribulaciones y, de paso, nos encontramos con tantos habituales a las viñetas del Cruzado Enmascarado, algunos por primera vez y otros de regreso, que el seguidor de la serie (y en especial de las viñetas), llega a aplaudir de gozo.
    Vamos por parte mejor (dijo Jack el Destripador).
    Para apoyar lo dicho recién, es importante tener en cuenta la interesante manera en la cual el protagonismo no solo se ha centrado en el joven James Gordon (como se suponía en un principio iba a pasar con sus guiones), si no que al ir ganando popularidad el resto de los personajes, la trama fue dividiéndose en 3 grupos claramente diferenciados y ahora todos ellos con el mismo valor y la presencia del resto.  Es así que tal detalle permite, sin dudas, hacer de este título una propuesta única, dentro de la oferta actual de series basadas en superhéroes comiqueros.  Ahora bien, no salen justicieros en trajes ajustados en Gotham, pero, vaya que está llena de algunos de los mejores personajes (entre héroes y villanos) de los mejor de DC.


2. Los dos jóvenes y el caballero maduro.

    Si recordamos bien, este programa partió nada menos que con una escena incónica para la cronología del Murciélago: la muerte a manos de un ladrón en el Callejón del Crimen, de los padres de Bruce, quien vio a muy tierna edad como estos dos murieron frente a él y nada pudo hacer.  No está demás decir que la dramatización de este episodio decisivo en la vida del futuro vigilante, estuvo hecho de manera plausible y además tal como ha sido desarrollado a lo largo del programa, ello definió la relación entre el pequeño Bruce y Selina Kyle (quien luego sería Gatúbela), tras haber sido la chica testigo de tal suceso en esta versión televisiva.  En todo caso, no debemos olvidar que este mismo hecho también fue importante para empezar la misma amistad con Gordon, pero por ahora me dedicaré a repasar qué pasa con el trío mencionado.
Por fin el Acertijo se gana su nombre en esta
temporada.
     En esta temporada somos testigos con respecto a los mencionados de: Cómo se intensifica el interés amoroso entre la pequeña ladronzuela y el heredero de la fortuna de los Wayne; no obstante el contraste entre las personalidades de ambos y los mundos que los separan, desde entonces los condena a ambos a nunca poder estar en plenitud juntos.   Sin embargo, sí nace entre estos dos una relevante atracción y afecto, que da interesantes frutos en el programa, a partir de lo establecido en los cómics.  Mucho tiene que aprender Bruce de la pequeña sobreviviente, quien dura, hábil e inteligente, tiene bastante en común con este y también tiene harto que enseñarle.
     Luego tenemos el férreo lazo entre Bruce y Alfred, quien más activo que cualquiera de las otras adaptaciones que se han hecho del inglés (bueno, salvo en el caso del cartoon de Cuidado con Batman), además de ser su mayor figura paterna, luego de la muerte de su padre, sigue siendo su primer maestro en lo que concierne a técnicas para defenderse y otros conocimientos relacionados con su preparación para quien se convertirá más adelante.  El tremendo amor y la incondicionalidad de Alfred, son puestos a pruebas una y otra vez, saliendo airoso el hombre mayor, dándole los primeros mejores ejemplos de amor a su protegido.
     En cuanto al mismo Bruce, ahora ya comienza a verse, más que nunca, al gran hombre que llegará a ser; pues cada vez se le ponen las cosas más difíciles e incluso en un momento, llega a vérselas por su propia cuenta, sin tener a Alfred, Selina o a James para protegerlo o darle sus consejos.

3. Los agentes de la ley.

     Al trío ya abordado, le sigue el grupo de los miembros del cuerpo de policía de Gotham, en el que se encuentran el mismo James Gordon (todavía no es comisionado) y su mejor y fiel amigo, Harvey Bullock (teniendo en cuenta la tremenda lealtad que hay entre estos dos, da gusto cómo los guionistas fueron cimentando su fraternidad desde el principio y a través de un difícil camino, en el cual Gordon tuvo que ganarse el respeto de su compañero, quien hasta antes de su llegada era un hombre vendido a los mafiosos del lugar).  Por otro lado, James pasa una y otra penuria, algunas relacionadas con sus tensos amoríos y otras ligadas a su labor como representante de la ley y el orden, en un sitio tan complicado como su ciudad. A estos dos se debe sumar  la presencia de Leslie Thompkins, en el que quizás sea su peor año, tras haberse acabado su romance con Gordon y haber optado por irse a los brazos de otro hombre…Lo que trae un montón de devastadoras consecuencias, tanto para ella, como para varias personas más.  Impactante viene a ser cuando las facetas más oscuras de Jim y Lee aparecen y ello arrastra a varios consigo; de este modo, se nos presenta en ambos, que por mucho que mantengamos una férrea idea de defender todo lo bueno que indican nuestros principios, siempre hay algo turbio en nuestra personalidad, que ocultamos y que en momentos de crisis puede salir a flote…Y lo heroico está en lo que estamos dispuestos a sacrificar para que lo mejor de uno gane (algo que, sin dudas, queda muy bien demostrado en esta temporada y en la serie en general).
      A los anteriores, se podría agregar el mayor protagonismo que toma Lucius Fox, quien introducido la temporada anterior, ahora se va a trabajar junto a Gordon y los suyos.  Su inteligencia y actitud más seria y flemática, contrasta con la de sus compañeros, siendo un genial aporte cada una de sus intervenciones.
      Por cierto, pese al enorme recinto que viene a ser el cuartel de la policía gothamita y a los duros que son sus miembros, uno pierde la cuenta de las veces en las que este lugar ha sido asediada por todo tipo de villanos, quienes en más de una ocasión han superado a sus rudos agentes.  Este hecho bien puede parecer hasta cómico, que en cada temporada el lugar más de una vez queda hecho polvo…La verdad es que no recuerdo cómic alguno de Batman o de otro personaje que patrulle en Gotham, donde sucedan este tipo de atropellos, pero de que me gustan estas situaciones “patas arriba” y me causan algo de gracia, eso no lo puedo evitar.  La verdad es que no sé si ello está hecho a propósito para exagerar lo duro que es vivir en esta metrópolis o cumple la labor de ser una hipérbole, con el objetivo de llevar la fantasía hasta el último extremo.

4. Los villanos.

    Por último, nos encontramos con el tercer núcleo de personajes que forman parte de esta obra, referido nada menos que a los villanos.  Desde principios de Gotham fuimos testigos de los “orígenes secretos” y el ascenso de dos de los grandes enemigos de Batman: el Pingüino, Oswald Cobblepot y el Acertijo, Edward Nigma.  Sin embargo, nunca se nos llegó a mostrarlos como sujetos desalmados, sino que tal como en la vida real y en muchos cómics donde aparecen, se nos presentó como sujetos complejos, capaces de amar pese a las atrocidades que su naturaleza errática los lleva a cometer seguido.  Es así que ya en esta tercera temporada, la dupla de estos dos patanes cobra una relevancia mayor, centrándose unas de las líneas argumentales del programa en la complicada sociedad de estos dos (y dándonos algunos de los mejores momentos de la temporada).  La manera en cómo se desarrolla a cada uno de ellos, con grandes sorpresas para los más fanáticos (y en especial a los conocedores de las historietas), los deja consignados entre los mejores personajes del programa y a sus actores entre aquellos con mayor talento en todo el show.
     Pero no solo los dos arribas mencionados forman parte de este grupo protagónico, que también se encuentran entre estos el trío formado por las hermosas y peligrosas Barbara Keen y Tabitha Galavan, acompañadas por ex empleado de Fish Mooney y luego de Oswald, Butch Gilzean.  La reinterpretación de quien debería ser a futuro la madre de Batichica (o su tía, según la continuidad de DC que se tome en cuenta), no deja de ser impactante, pues esta otra Barbara (antigua prometida de James Gordon) no puede estar más loca.  Asimismo, este trío viene a ser otro de los focos de villanos que buscan el control del mundo criminal en la polis, de modo que sus intentos por conseguirlo, también incluye (quiérase o no) al resto de los personajes de la serie; los conflictos entre estos tres y con los otros protagonistas y secundarios, llena de interesantes subargumentos a los episodios en los que salen.
      Teniendo en cuenta la personalidad de Selina Kyle y los lugares y personas que acostumbra frecuentar, también toma parte en buena medida de este último círculo; claro que debido a que aún le queda mucho por vivir y a su nexo con Bruce Wayne, se mueve entre un mundo y otro con una soltura, que ni el más astuto de los adultos podría conseguir.  
     Pese a que Ivy Pepper, la futura poderosa Hiedra Venenosa, aún no es la criminal que más adelante llegará a ser (loca y asesina más encima), en esta ocasión llega a tener más importancia.  Ello es gracias a un hecho bastante especial: ya no es la tímida niña que llegamos a conocer, sino que debido a la intervención de uno de los mutantes creados por  Hugo Strange, al principio de la temporada pasa a ser una hermosa joven adulta de más o menos unos veinte años.  Debido a esto y a otras razones, la muchacha empieza a tener mayor protagonismo, si bien en su mente aún sigue siendo (hasta cierto punto) una niña; no obstante, ahora comienza su camino para volverse la peligrosa femme fatale, que tantos quebraderos de cabeza le dará a Batman y compañía a futuro.

¿A qué famosa saga de Batman les recuerda esta imagen?

5.  Los peligros a los que se enfrentan.

     Varias son las amenazas que en este año penden sobre las cabezas de Gordon y el resto, al punto que al comparársele con otras series basadas en cómics, da la impresión de que más que ningún otro personaje de las viñetas, estos otros deben vérselas con algunos de los mayores villanos a lo largo de sus 21 episodios.  Es así que al es el regreso de una vengativa Fish Money, acompañada de una serie de metahumanos (¿o mutantes?), la que les da sus primeros dolores de cabeza a los héroes del show.  No obstante, la ex líder del hampa de Gotham no puede dejar de caer simpática, debido a su enorme carisma y sus maldades tampoco llegan al nivel de los que más adelante harán de las suyas.
     La segunda gran pesadilla, tiene que ver con el debut de uno de los villanos más famosos de las historietas del Señor de la Noche: Jervis Tech, a quien más adelante conoceremos como el Sombrerero Loco.  Pues hasta el momento aún no recibe este nombre, pero es sin dudas se trata de él, que acá posee un extraño para controlar a la gente y ya acostumbra a usar sus sombreros de copa, además de mantener ciertos gustos estéticos que recuerdan al personaje de Alicia en el País de las Maravillas.  Cabe mencionar que desde un principio, cada aparición de este desequilibrado sujeto “se roba la pantalla”, que los atropellos que comete son tan cual los que podemos ver en las viñetas; por otro lado, a este hombre se le agrega una interesante historia familiar, que incluye incesto y varios giros argumentales muy atractivos (y morbosos).
     Luego se encuentra nada menos que el regreso del “antepasado” del Guasón, Jerome, quien, en contra de los que esperábamos, vuelve a asolar más que nunca a las calles de la ciudad y esta vez acompañado por un enorme grupo de seguidores suyos, que pretenden sumir en el caos y la locura total a Gotham.  Los episodios dedicados a este excelente personaje, que se inventaron para el programa, aún más que en el caso de Tech, nos recuerdan las actos desenfrenados cometidos por los más insanos villanos del Murciélago (en suma, una verdadera delicia ver estos capítulos).  Los guiños al Príncipe Payaso del Crimen y en especial a uno que otro cómic en el que aparece, están hechos para que los incondicionales de las viñetas encuentros los paralelismos respectivos entre viñetas y la adaptación televisiva.
     Con posterioridad, aunque su oscura presencia estuvo presente desde el principio (y ya fue adelantada al final de la segunda temporada), se encuentra nada menos que la Corte de los Búhos, otro tipo de villanos que están igualmente muy bien trabajados (aristocráticos y que más encima suponen hacer lo mejor para la polis) y que en la última parte de la temporada, explota para dejarnos claro de que los gothamitas, son los más jodidos dentro de todos los otros shows televisivos comiqueros.
     De igual manera pasan en esta temporada, nos reencontramos con gente como el mencionado Hugo Strange, Carmine Falcone, Luciérnaga, el Señor Frío y Zsasz, cada uno de ellos otorgándole nuevos momentos de gloria.   En su mayoría son sujetos que hasta nos pueden parecer simpáticos, tan distintos en sus métodos y sus propias historias personales; algunos desagraciados como Luciérnaga y el Señor Frío, otros elegantes y cobardes como el psiquiatra, mientras que de Falcone se destaca su recio código de honor y de Zsasz su gusto por la violencia e ironía. De igual manera aparece un nuevo villano, que al parecer crearon en exclusiva para Gotham: el Verdugo, quien está ligado de una manera muy estrecha a Gordon, Bullock y compañía.

El Sombrerero Loco en carne y hueso v/s tinta y papel.
6. Algunas sorpresas.

     Y, por último, en materia de introducir nuevos villanos para la serie, no se puede olvidar la aparición de nada menos que de Ras´al Ghul, como la mano detrás de varios de los eventos siniestros de la temporada.  Ahora bien, no es el mismo que vimos en Arrow, que ambos programas tienen su propia continuidad, no obstante este detalle de seguro augura mayores emociones para lo que está por venir.  Eso sí, llama la atención la imagen más escuálida de este Ras, acá interpretado por Alexander Siddig, a diferencia del más recio y varonil visto en el título sobre el Arquero Esmeralda (bueno, habrá que darle su oportunidad a Siddig, por igual excelente actor con varios éxitos a cuestas en distintos papeles en televisión y cine, entre ellos los recordados doctor Bashir de Viaje a las Estrellas: Abismo Espacial 9 y Doran Martell en Juego de Tronos).
     Teniendo en cuenta todo lo que se ha dicho hasta el momento, cabe señalar que el grado de violencia, sangre y trucos macabros ha aumentado esta vez, que uno no deja de sorprenderse.  Por lo tanto, se trata de un show para gente con criterio formado (y sin dudas hecho pensando en los fanáticos de Batman), que la acción y el suspenso, sumado a todos los otros elementos que lo conforman, mantienen el interés del público en todo momento.
     No se puede dejar olvidar los dos homenajes y/o guiños a Batman Vuelve de Tim Burton, uno relacionado con el Pingüino y otro con Selina Kyle.  No obstante no diré más al respecto, para no quitarle a otros fanáticos de Gotham (y cinéfilos más encima) el gusto de descubrirlos por su cuenta.

 
Escoge tu "Cabeza del Demonio" favorito.

domingo, 18 de febrero de 2018

Otros terrores marinos (y uno que otro terrestre) breves de Hodgson. SEGUNDA PARTE

Este libro fue el ideal para leer en mi viaje a la playa en enero de este año.

      He aquí por fin la parte que me faltaba comentar sobre otro recomendable colección  de cuentos de William Hope Hodgson, Un horror tropical y otros relatos, de la editorial Valdemar.  A ver lo que les parece del resto de esta selección.

5- El misterio del buque abandonado.

    Otro cuento que se encuentra dentro de la fórmula ya conocida y reutilizada por su autor:

Narrador en primera persona + Este mismo es un sujeto que vive/trabaja de marinero + Descubrimiento de un barco abandonado + En su interior se encuentra algún tipo de horror marino + Uso constante de terminología relativa a la vida en el mar

     Pero como ya se dijo antes en la primera parte de este post, la magia está en cómo Hodgson nos cuenta en más de una ocasión casi la misma historia, pero cambiando uno que otro detalle que nos hace perdonarle a sus seguidores estos autoplagios…
     No obstante hay dos detalles que hacen de este cuento en concreto algo muy especial: el primero, correspondiente a la manera de cómo varía esta vez el espanto que se esconde bajo los restos de la embarcación y que responde a algo muy verosímil dentro de lo que podríamos encontrar en una circunstancia como esta (me guardaré la identidad de los monstruitos, para que no me acusen de caer en el maldito spoiler).  Y luego, tenemos que para rematar todo, el narrador/protagonista hace una muy interesante reflexión acerca de cómo fue posible que llegase a aparecer un horror como el que le tocó a él y a los suyos a pasar un tan mal rato; pues en sus palabras encontramos otro acercamiento (si bien ligero), al terreno de la ciencia ficción, que puede ser muy del gusto de varios lectores y que nos recuerda este tipo de recursos estilísticos tan populares en los años en que escribió su cuento.
     Pero hay otro aspecto valioso que hace de este título algo excepcional y que tiene que ver con la misma descripción que se hace del barco mismo, incluso antes de que se descubra la vida mortal que se esconde dentro de él.  Pues todo esto nos lleva a darnos cuenta de algo, que muchas veces o bien ignoramos o bien damos por hecho, sin darle su verdadera importancia: que el mar en toda su vastedad alberga secretos que a los ojos de la mayoría están velados y que justamente ello tiene que ver con el paso de las eras, que de seguro en sus aguas mucho ha pasado y llegado hasta ellas.  Por esta misma razón, los cuentos de miedo en el mar siempre tendrán un atractivo especial, que al menos en tierra es más fácil escapar ante cualquier peligro (¿O no?) y en cambio en medio del océano todo se complica.
     “Fue su posición, dentro de los límites de los hierbajos fungosos, lo que hizo pensar al asombrado primer oficial cuán extraña y poco marinera parecía aquella embarcación, y lo lejos que había llegado, sin embargo, atravesando la inmensidad del océano. De pronto llegó a la conclusión de que aquel navío no era más que otro derelicto abandonado en el vasto Mar de los Sargazos, un buque perdido para el mundo desde tiempos inmemoriales, posiblemente desde hacía cientos de años.”

6- El terror del tanque de agua.

     Corresponde al segundo cuento de la colección que transcurre en territorio seco y más encima en un área urbana, si bien en una parte de su desarrollo se traslada la narración a un ambiente más de tipo rural (a menos que me equivoque, je).  Su trama gira en torno a unas muertes que ocurren en raras circunstancias, justamente en los alrededores de un tanque de agua, lo que merece una investigación.  De este modo, el relato toma un inesperado aspecto propio de la literatura policial, algo que no nos esperábamos en su autor, si bien cabe recordar que sus famosos textos dedicados a Carnacki, de algún modo son una variante mestiza de todo esto y que sin dudas son los antecedentes de series tan populares como lo son Los Expedientes-X, Millenium y Fringe.
     Sabiendo la procedencia de donde viene esta obra, cuesta creer que las muertes tengan que ver con la mano humana y es así que una vez más Hodgson nos sorprende, pese a lo evidente de todo, cuando el inteligente hombre que nada detrás de la verdad descubre al “culpable”.  Destaca dentro de todo esto la misma astucia del protagonista, un sujeto voluntarioso, quien sin ser un profesional de la “ley y la justicia” resuelve el misterio.  De igual manera, aparece otro interesante personaje, un médico, tan caro a este tipo de relatos y que ayuda a descubrir la verdad dentro de todo esto. 

     “Entonces, bruscamente, desde algún lugar impreciso del tanque, nos llegó una especie de sonido indistinto, reptante y escurridizo.  Un escalofrío helado me recorrió el cuerpo mientras forzaba los ojos hasta dolerme, intentando distinguir algo en la oscuridad.  Podía entrever vagamente la silueta del policía.  Parecía no haber cambiado de postura”.

Precioso grabado antiguo que muestra cómo los antiguos representaban su temor a los peligros del mar.
que tan bien William Hope Hodgson logró retratar con su pluma.

7- El encantamiento del Lady Shannon.

     A mi humilde parecer uno de los mejores cuentos del libro.  Lo afirmado recién se debe a que si bien sus acontecimientos transcurren en el mar y, como era de suponer, sus personajes son gente experimentada en esos asuntos, la historia resulta novedosa entre el resto del volumen y a ello se agrega la genial manera en la que el escritor remata todo, con una sorpresa tremenda cuando se revela el misterio que había alrededor.
    La trama es la siguiente: El Lady Shannon es un barco que ha cobrado mala fama, debido al tratamiento inhumano que tiene el capitán y sus subalternos más cercanos, hacia el resto de la tripulación.  No obstante, al parecer el terror provocado por la maldad humana de quienes mandan en la embarcación, se ve ensombrecida por unas horribles muertes que ocurren dentro del vehículo, en plena mar, lo que a muchos les parece ser debido a la intervención de una fuerza sobrenatural.  Queda saber qué está pasando en realidad.
    Independientemente del origen de los sucesos siniestros que están ocurriendo, este es el único relato del tomo que aborda el tema de la maldad humana.  Puesto que por tanto monstruo marino que sea habitual en la narrativa de Hodgson, al final estos son movidos por el hambre o se comportan como cualquier criatura salvaje, ya que atacan por la anterior razón u otra; en cambio acá vemos al hombre sometido por sus propios congéneres, por simple placer y/o incapacidad para ver en el otro a un semejante.  Las descripciones que hace el autor acerca del choque de voluntades son vívidas, poniendo lo mejor de sí, tal como cuando se ejercita en los elementos terroríficos. 

    “Pero el duodécimo día de su partida, sin embargo, tuvo lugar un violento encontronazo entre ambos.  Los hombres estaban lijando las cubiertas y el segundo se paseaba de un lugar a otro vigilando a los ociosos y manteniéndolos ocupados.  De repente vio que Jones estaba masticando algo.
     - ¡Maldito seas tú, puerco mascatabaco!- rugió-¡Escupe ese pedazo y pon tu sucia carne sobre la piedra de lijar!
     Pero Jones no hizo nada de eso.  Tan solo cogió el rollo de tabaco y lo guardó en el bolsillo.  Al instante tenía al segundo al lado.
    - ¡Te voy a enseñar a no obedecer lo que se te ordena!-gruñó, y dio una brutal patada con la bota al hombre arrodillado, haciéndole caer sobre la cubierta enfangada.”

     Como habrá quedado claro en este pequeño fragmento, que más adelante la violencia se encrudece, al final los verdaderos monstruos son los seres humanos.

8- El albatros.

     Un aspecto que puede llamar la atención a un lector chileno (como este servidor), es que la acción transcurre nada menos que en Cabo de Hornos, sitio ubicado en la zona del mar austral del país, que al menos hasta principios del siglo pasado fue importante para las rutas marineras internacionales.  Luego nos encontramos con otro detalle, correspondiente a la personalidad de uno de sus dos protagonistas, justamente una mujer y la única de su género en todo el volumen en poseer notoriedad por sí misma, debido a su espíritu lleno de coraje;  sin embargo, esta no deja de responder a los parámetros propios de la época en la que fue escrito, donde a las féminas se las convierte en la damas en apuro a las que hay que salvar y más encima luego, una vez cumplido el papel de héroe de parte del macho protector, todo termina muy idílicamente.
     La historia gira en torno a un marinero (más), que estando en cubierta se encuentra con un ejemplar del ave que le da su nombre al cuento y en una de sus patas descubre un manuscrito realizado por la única sobreviviente a un naufragio, relativamente cerca de donde este se encuentran él y su embarcación.  Cuando llega al lugar del siniestro, solo es gracias a su enorme fuerza de voluntad y a grandes muestras de valentía, que consigue el triunfo ante la adversidad.  Teniendo en cuenta lo que ya se sobre la sobreviviente, esta sin dudas corresponde a su par por el corazón de león que comparten.
      Por último, como estamos hablando de un ejemplo más de la literatura de William Hope Hogsdon, no podemos olvidar de que se trata de una obra con elementos terroríficos y aquí ello no deja de estar presente en esta última pieza del volumen.

    “En esos precisos momentos se produjo una especie de pequeña agitación por todo alrededor de las cubiertas, y entonces, bruscamente, el aire se llenó de un sonido estridente y quejumbroso, que fue subiendo de tono hasta convertirse en un terrible, agudo e inquieto chillido.  Pude escuchar aquel sonido multidinario, como si lo provocasen miles de cuerpecillos escurridizos corriendo hacia mí a través de la oscuridad.  Al mismo tiempo volví a escuchar la voz de la joven, gritando algo que no entendía con un tono de absoluto terror (…)”.
Palabras finales.

      Por medio de este libro nos hemos encontrado no solo con el William Hope que ya conocíamos, a través de sus relatos típicos ambientados en el mar e incluso de su, tal vez, novela más famosa, La Casa en el Límite, si no que nos ha sido posible conocer otras facetas suyas: la de alguien capaz de acercarse (a propósito o no) en los terrenos de otros géneros como la ciencia ficción (Eloi, Eloi, Lama Sabachthani), el policial (El terror del tanque de agua) y el cuento tan solo reseñado más arriba (El albatros), que lo acerca a la literatura rosa o al menos lo lleva a usar uno que otro elemento romántico. 
     Nunca es despreciable visitar a los clásicos, más cuando se trata de reconocer el aporte de aquellos autores que son la base de los artistas actuales, que ahora se encargan de asustarnos y provocar asco también.  Además queda claro que a través de la lectura de sus obras, también nos encontramos con otras realidades, que aunque distintas a la nuestra, no dejan de darnos su mensaje y más encima, de los que no dejamos de mantener muchos puntos en común…Como la idea de que el océano es fuente de tremendas aventuras y peligros, razón por la cual no debemos olvidar que se le debe respetar, aunque no seamos “gente de mar”.  

jueves, 15 de febrero de 2018

Todos somos Lovecraft.


No miren en menos mi "carreteado" ejemplar,
que ello bien significa que le dediqué con gusto su tiempo.

      En el transcurso del mes de enero (o sea, justo a principios de este 2018 y que de seguro nos depara muchas sorpresas a los ñoños) por fin salió el tercer libro de Miguel Acevedo, que quienes ya hemos disfrutado de su prosa esperábamos con ansias.  Es así que por tercera vez, luego de Cartelera de Cine y de Espejos (en coautoría con Paz Correa) volvió a colaborar con la editorial independiente Gato Jurel, tratándose en esta ocasión de un volumen dedicado a la figura de uno de sus autores favoritos: Howard Phillips Lovecraft.
      Titulado bajo el sugerente nombre de Los Altares de la Locura, como una referencia al famoso cuento o más bien novela corta de En las Montañas de la Locura, del mismo escritor al que aquí homenajea, se trata de una serie de ensayos en torno al aporte literario del llamado Soñador de Providence. Igual se podría decir que el nombre seleccionado del tomo, también puede ser una alusión a la película Al Borde de la Locura, cuya traducción literal del inglés al español sería En las Fauces de la Locura, del director John Carpenter y que bien está entre los cineastas predilectos de Miguel, además de tener entre su preferencia tal cinta.  Habrá que preguntarle para salir de la duda ¿No?
      El tomo se compone de varios ensayos, cuya intención es la de difundir la figura de Lovecraft como narrador esencial en la literatura de terror, haciendo hincapié en la poderosa mitología que creó y que hasta nuestros días ha tenido gran impacto en la cultura popular, pasando más allá de los límites habituales del gueto literario.  Es así que Miguel se embandera iluminado por los grandes estudiosos y defensores de su “maestro”, dejando claro que por sobre las lecturas facilistas y prejuiciosas de su racismo y xenofobia, hay sin dudas un hombre complejo al que cabe apreciar por otros aspectos de su vida y obra, como su enorme creatividad e influencia en el grupo de amigos que llegó a hacer; pues con todos estos compartió sus criaturas ficticias, para dar pie a toda una escuela en la manera de contar “historias extrañas”.
      Interesantes datos biográficos nos entrega esta obra, algunos muy curiosos por cierto, que ayudan a entender mejor a ese misterioso hombre y que en menos de cincuenta años de edad en la Tierra, tanto nos dio.  Asimismo, en sus páginas se detallen varios pormenores respecto a cómo fue posible que un autor que en vida nunca publicó libro alguno (sus textos solo aparecieron en revistas en su tiempo), pudiese ser reconocido para la posteridad; ello debido a que gracias al trabajo conjunto de sus amigos August Derleth y Donald Wandrei, quienes al fundar la editorial especializada de Arkham House, comenzaron a editarse de forma paulatina sus narraciones (como también poemas y hasta cartas, que de estas escribió más de cien mil y de gran valor histórico y literario), incluyendo algunas inéditas y completándose algunas inacabadas hasta entonces.
Una valiosa dedicatoria y/o autógrafo.
     Miguel también nos lleva por los caminos del recuerdo, relacionados con su propia historia personal con Lovecraft, que muchos de seguro se sentirán identificados con sus memorias, sobre cómo lo llegó a conocer y de qué manera fue adentrándose en su prosa.  De igual manera, muy atractivos vienen a ser sus apartados sobre la historia de las ediciones en español de Lovecraft (que solo gracias a mi amigo, puede saber que un amante de la literatura fantástica como Borges, lo encontraba una mala copia de Poe), dándonos las claves acerca de las mejores versiones a nuestra lengua de su homenajeado.
     No es poca cosa toda la información que nos da sobre el llamado Círculo de Cthulhu, referido a todos los autores que ayudaron a darle forma a los también llamados Mitos de Cthulhu y que siguen dando nuevas obras al respecto.  Escritores contemporáneos a Lovecraft y sus sucesores desfilan en este libro.  Pero no todo es dichas y fanfarrias, que así como nos cuenta Miguel, en más de una ocasión Lovecraft ha despertado resquemores entre la gente que no ve más allá de sus ideas, que a muchos ojos actuales son políticamente incorrectas, sin preocuparse de tener en cuenta el contexto de tantas taras suyas, ni de otras virtudes más humanas de su parte.  Al respecto, la polémica relacionada con el Premio Mundial de Fantasía, que nos cuenta sobre toda un boicot en contra de H.P.L. y su legado, más la fervorosa defensa hacia el mancillado, de parte de escritores que bien podrían sentirse “ofendidos” por su racismo (S. T. Joshi, un indio y Jason V. Brock, un nativo americano), completan muy bien el cuadro sobre el tema.
      Algunos de los textos escritos por Miguel aparecieron por primera vez en su blog Le Dicen Poesía y otros eran inéditos hasta hace poco.  No obstante siempre es un placer leer en papel y más cuando se trata de algo que está bien escrito, como lo que aquí hayamos.  Por otro lado, se agregan unas cuantas traducciones rescatadas de la red, entre las que hay curiosidades como nada menos que el obituario que se le hizo en un importante periódico gringo, que dice unas cuantas cosas suyas que nos parecen poco verídicas y la supuesta carta de una niña a nada menos que a Cthulhu.
      Y ya que tanto se ha hablado de Lovecraft, se nos regala uno de sus cuentos breves más valiosos, que sin dudas demuestra lo fabuloso de su pluma: El Sabueso.  No me referiré mayormente a su argumento, ni haré un análisis al respecto, que por mucho aprecio que tenga hacia el Soñador de Providence, dejaré mis opiniones mayores sobre sus ficciones para otra ocasión…Pues recordemos que hoy nos toca revisar y comentar lo hecho por Miguel Acevedo, que bien ha dejado claro su amor hacia el testamento literario de Lovecraft, a través de un volumen que en poco más de 100 páginas nos atrapa.
       Que no se me olvide, el veterano caricaturista e ilustrador Christiano embellece esta edición, con un grabado original suyo, inspirado justamente en el cuento El Sabueso,  Se trata de la tercera vez en que ambos artistas, Miguel y el dibujante, trabajan juntos, luego de las estupendas versiones que hizo Christiano al cómic de dos de sus crónicas de Cartelera de Cine para el fanzine Chuflai (y que las recomiendo mucho, mucho).

NOTA: A quienes les interese conseguir los libros de Miguel (a un módico precio), pueden contactarse con él a su propio blog: Le Dicen Poesía.

Feliz con mi ejemplar junto a su autor.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...