![]() |
Bill Paxton en 2014, un hombre ya maduro sin perder su glamour. |
El 27 de febrero del presente año me
encontraba a un día de terminar mis vacaciones de verano (de dos meses
completos de duración), cuando murió otro de esos artistas con los que uno se
ha criado a lo largo de su vida como cinéfilo: Bill Paxton. Como no veo televisión (menos noticias que son
para puro llenarse de malas vibras), ni escucho radio y menos leo el diario, me
vine a enterar de su deceso gracias a los “guasaps” que me mandaron dos amigos,
Cecilia Navia y Miguel Acevedo (el mismo que siempre me avisa de este tipo de
acontecimientos, el muy Cuervo de la Tormenta)…¡Y pensar que tan solo a
principios de enero, durante mi estadía en la playa, me había vuelto a ver de
nuevo por fin, ahora como adulto, Near Dark (1987) donde Paxton
aparece! Solo tenía 61 años cuando le llegó la muerte, y bastante bien que se
veía cuando intervino hace pocos años atrás haciendo de villano en la primera
temporada de Agentes de S.H.I.E.L.D. en el 2014; todavía bastante regio a esa
edad, parecía imposible que nos dejara tan pronto.
El comienzo del nuevo año escolar y
otros compromisos, me mantuvieron alejado de este homenaje mío a quien tantas
satisfacciones nos dio y tan solo ahora puedo permitirme escribirle unas
líneas.
No me voy a referir a su filmografía
completa, que es bastante extensa y que por supuesto no la conozco al revés y
al derecho; pues hizo bastantes filmes para la pantalla grande, como con su
incursión en la televisión, que conozco aún menos. En todo caso alguien como él era obvio que
iba a acaparar mi atención a tan temprana edad, ya que bien se podría decir que
tuvo preferencia por los filmes de género (ciencia ficción, terror y fantasía),
participando en varios títulos de renombre, como también en otros que si bien
eran de temática más “realista”, no dejaban de ser de mi gusto (como Titanic
por ejemplo).
De presencia masculina y un cuerpo de
1.80 metros que lo hacía verse imponente, además de un rostro agraciado (aunque
no en el sentido de “carilindo” como un Tom Cruise o un Brad Pitt), Bill Paxton
poseía una presencia que sin dudas la habría querido para mí. Pero mucho más allá de su varonil presencia,
estaba su talento histriónico que le permitió realizar distintos papeles,
sorteando con soltura las varias temáticas que abordó entre los papeles más
dramáticos y los que le requirieron que sacara a flote su lado más cómico; como
héroe, galán, villano y héroe de acción, siempre se desempeñó con soltura. Ante su facilidad para realizar todo tipo de
roles con verosimilitud, fue nominado a varios premios, algunos de los que
ganó.
La verdad es que me es imposible traer
a la memoria tantos títulos suyos, que muy bien sé que estuvo en filmes famosos
y que en su momento vi con muchas ganas, pero que luego nunca me los repetí o
si lo hice fue hace demasiado tiempo atrás, como para que me haya quedado fija
en la mente su participación: Comando (1985), Depredador 2 (1990), Boxing
Helena (1993), Tombstone (1993), Mentiras
Verdaderas (1994), Apollo 13 (1995), Tornado
(1996) y Al Filo del Mañana (2014).
Como ya dije, su carrera fue bastante prodigiosa y no sé tanto de ella
como quisiera, no obstante hay unos cuantos de sus trabajos que para mí son muy
queridos y a los que me referiré a continuación.
No tenía ni siquiera mi primera década
de vida, cuando supe de Alien (1979), el seminal filme de
Ridley Scott que ha dado para una soberbia saga cinematográfica, la cual está
pronto a estrenar una nueva entrega (¡Por fin!) de la mano de su mismo director
original. Cuando por fin pude ver esta
cinta en la tele, un domingo en la noche como se acostumbraba a hacer en los
ochenta, con estos estrenos bastante atrasados y además cortados un montón, quedé eufórico. Tiempo después (ignoro cuánto
habrá pasado), le tocó a Aliens (1986) ser exhibida en la
pantalla chica chilena…Y uno de sus llamativos personajes fue justamente encarnado
por Paxton, quien acá hizo de un militar y/o mercenario de pocas luces aunque
valiente y simpático, que se enfrentaba a estos monstruos espaciales. Como fanático de esta serie de cintas, me la
he repetido un montón de veces, más todavía cuando su realizador James Carmeron
lanzó su “Corte del Director”, que incluye media hora de metraje no visto hasta
entonces. Convertido ya en un “veterano
en este mundo”, reconocer al Bill Paxton como ese guerrero musculoso y lleno de
adrenalina (quien incluso resulta ser alguien heroico), siempre me fue
satisfactorio una vez que me encariñé con el actor.
A veces uno, en especial de niño, de
adolescente o en su juventud, hace amigos que cree que estarán contigo por el
resto de tus días; no obstante esto no es así y solo se trata de compañeros de
viaje con los cuales por solo un tiempo, recorrimos parte de este camino que es
la vida misma. Entre estos en mi
existencia se encuentran los hermanos Jonathan y Cristofer Torres (ignoro si
con esa misma grafía se escriben en realidad sus nombres), con quienes por años
compartí mis gustos más ñoños y fueron los único amigos de este tipo que tuve. Pues con ellos me vi en VHS en su casa Near
Dark (conocida por estos lares como Los Viajeros de la Noche),
que era todo un rito entre nosotros, vernos todas las joyitas del género que
llegaban a nuestras manos. El filme
dirigido por Kathryn Bigelow, quien por entonces era esposa del mismísimo James
Cameron, es nada menos que una historia de vampiros que solo ahora en que me la
volví a ver ya como adulto, pude apreciar a cabalidad su genialidad; en ella
Paxton hizo del miembro de una pandilla de no muertos que andan deambulando por
las carreteras, transportándose en automóviles con lo que viene a ser una road movie sobrenatural y de culto. Severen, el chupasangre a cargo de este
artista, viene a ser quizás el que más actúa como una criatura instintiva y por
ende salvaje, de toda su comunidad… ¡Y sinceramente Bill estuvo magnífico en su
confrontación final con el protagonista de esta obra!
Otro rol suyo del que sí me acuerdo, fue
el que desempeñó en la taquillera Titanic (1997), una vez más
trabajando a las órdenes de su amigo James Cameron, quien cuando podía lo
llamaba para actuar en sus cintas. En
esta ocasión lo vimos rubio y más atractivo que nunca, haciendo del capitán del
barco que se topa con las ruinas del famoso siniestrado y a quien le toca abrir
y cerrar este filme durante sus escenas ambientadas en el presente. Es así que a lo largo de su carrera, tuvo
varios papeles como secundario, tal como aquí sucede; no obstante ello no
impidió que demostrara su capacidad para convertirse entre un título y otro, en
alguien por completo diferente.
Volviendo atrás en el tiempo, una vez que
ya lo identifiqué entre tanto colega suyo y me prendí de su imagen, pude apreciarlo
en el breve papel suyo como punk callejero en la igualmente célebre The
Terminator (1984), en su primera colaboración junto al ya mencionado
Cameron. Al ser entonces este
largometraje uno de mis predilectos y por ello repetido hasta la saciedad desde
que era un muchacho, contemplarlo bajo esa imagen rebelde y juvenil, me parece
cómica y curiosa a la vez.
No obstante la caracterización suya que
más notable encuentro y donde sin dudas se ganó mis respetos y corazón, resulta
ser en un Plan Simple (1998) del realizador Sam Raimi, en una de las
pocas películas de este último, en las que se alejó de su sello relacionado con
la fantasía y el terror. En esta
maravillosa cinta dramática, en la cual una familia se encuentra millones de
dólares en una avioneta caída, se convierte en todo un prisionero de sus bajas
pasiones, al ser controlado por su inescrupulosa mujer, quien lo convence para
quedarse con la fortuna; la tragedia en la que desemboca todo esto, recuerda en
parte la historia clásica de Shakespeare Macbeth, debido a cómo la ambición
de un hombre al ser controlado por su aún más avarienta y manipuladora señora,
lo lleva a perder la dignidad que antes poseía.
Verlo tan grandote y viril con este protagónico, aunque convertido en un
monigote por su preciosa, bajita y
supuestamente delicada mujer (nada menos que Bridget Fonda), no deja de
impresionar.
Hace casi un par de años atrás me lo
reencontré por sorpresa en la decepcionante serie Agentes de S.H.I.E.L.D,
hacia el final de su primera temporada y lo que bien ayudó a levantar en los
capítulos que duró su aparición, el alicaído desarrollo de este show. El engaño al que nos sometió como el supuesto
honorable mentor de uno de los protagonistas, viene a ser toda una confirmación
de su talento dramático. No obstante en
lo que se refiere a su paso por la televisión, toda una deuda viene a ser para
mí disfrutar de uno de sus mejores intervenciones, como el patriarca de un
matrimonio mormón polígamo, en Big Love, donde Paxton tiene nada
menos que tres esposas; su desempeño en esta producción de HBO que duró nada
menos que cinco años, le valió más que un elogio.
Por ahora solo nos queda esperar al
estreno de la versión en imagen real de La Bella y la Bestia, en lo que
viene a ser su legado póstumo al prestar su voz como narrador, aunque ello bien
solo podrá ser apreciado al verla en su audio original en inglés.
Bill Paxton en tres de sus papeles al alero de la ciencia ficción.