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domingo, 12 de marzo de 2017

Mi pésame por Bill Paxton.

Bill Paxton en 2014, un hombre ya maduro sin perder su glamour.
      El 27 de febrero del presente año me encontraba a un día de terminar mis vacaciones de verano (de dos meses completos de duración), cuando murió otro de esos artistas con los que uno se ha criado a lo largo de su vida como cinéfilo: Bill Paxton.  Como no veo televisión (menos noticias que son para puro llenarse de malas vibras), ni escucho radio y menos leo el diario, me vine a enterar de su deceso gracias a los “guasaps” que me mandaron dos amigos, Cecilia Navia y Miguel Acevedo (el mismo que siempre me avisa de este tipo de acontecimientos, el muy Cuervo de la Tormenta)…¡Y pensar que tan solo a principios de enero, durante mi estadía en la playa, me había vuelto a ver de nuevo por fin, ahora como adulto, Near Dark (1987) donde Paxton aparece! Solo tenía 61 años cuando le llegó la muerte, y bastante bien que se veía cuando intervino hace pocos años atrás haciendo de villano en la primera temporada de Agentes de S.H.I.E.L.D. en el 2014; todavía bastante regio a esa edad, parecía imposible que nos dejara tan pronto.
       El comienzo del nuevo año escolar y otros compromisos, me mantuvieron alejado de este homenaje mío a quien tantas satisfacciones nos dio y tan solo ahora puedo permitirme escribirle unas líneas.
       No me voy a referir a su filmografía completa, que es bastante extensa y que por supuesto no la conozco al revés y al derecho; pues hizo bastantes filmes para la pantalla grande, como con su incursión en la televisión, que conozco aún menos.  En todo caso alguien como él era obvio que iba a acaparar mi atención a tan temprana edad, ya que bien se podría decir que tuvo preferencia por los filmes de género (ciencia ficción, terror y fantasía), participando en varios títulos de renombre, como también en otros que si bien eran de temática más “realista”, no dejaban de ser de mi gusto (como Titanic por ejemplo).
       De presencia masculina y un cuerpo de 1.80 metros que lo hacía verse imponente, además de un rostro agraciado (aunque no en el sentido de “carilindo” como un Tom Cruise o un Brad Pitt), Bill Paxton poseía una presencia que sin dudas la habría querido para mí.  Pero mucho más allá de su varonil presencia, estaba su talento histriónico que le permitió realizar distintos papeles, sorteando con soltura las varias temáticas que abordó entre los papeles más dramáticos y los que le requirieron que sacara a flote su lado más cómico; como héroe, galán, villano y héroe de acción, siempre se desempeñó con soltura.  Ante su facilidad para realizar todo tipo de roles con verosimilitud, fue nominado a varios premios, algunos de los que ganó.
        La verdad es que me es imposible traer a la memoria tantos títulos suyos, que muy bien sé que estuvo en filmes famosos y que en su momento vi con muchas ganas, pero que luego nunca me los repetí o si lo hice fue hace demasiado tiempo atrás, como para que me haya quedado fija en la mente su participación: Comando (1985), Depredador 2 (1990), Boxing Helena (1993), Tombstone (1993), Mentiras Verdaderas (1994), Apollo 13 (1995), Tornado (1996) y Al Filo del Mañana (2014).  Como ya dije, su carrera fue bastante prodigiosa y no sé tanto de ella como quisiera, no obstante hay unos cuantos de sus trabajos que para mí son muy queridos y a los que me referiré a continuación.
        No tenía ni siquiera mi primera década de vida, cuando supe de Alien (1979), el seminal filme de Ridley Scott que ha dado para una soberbia saga cinematográfica, la cual está pronto a estrenar una nueva entrega (¡Por fin!) de la mano de su mismo director original.  Cuando por fin pude ver esta cinta en la tele, un domingo en la noche como se acostumbraba a hacer en los ochenta, con estos estrenos bastante atrasados y además cortados un montón,  quedé eufórico. Tiempo después (ignoro cuánto habrá pasado), le tocó a Aliens (1986) ser exhibida en la pantalla chica chilena…Y uno de sus llamativos personajes fue justamente encarnado por Paxton, quien acá hizo de un militar y/o mercenario de pocas luces aunque valiente y simpático, que se enfrentaba a estos monstruos espaciales.  Como fanático de esta serie de cintas, me la he repetido un montón de veces, más todavía cuando su realizador James Carmeron lanzó su “Corte del Director”, que incluye media hora de metraje no visto hasta entonces.  Convertido ya en un “veterano en este mundo”, reconocer al Bill Paxton como ese guerrero musculoso y lleno de adrenalina (quien incluso resulta ser alguien heroico), siempre me fue satisfactorio una vez que me encariñé con el actor.
      A veces uno, en especial de niño, de adolescente o en su juventud, hace amigos que cree que estarán contigo por el resto de tus días; no obstante esto no es así y solo se trata de compañeros de viaje con los cuales por solo un tiempo, recorrimos parte de este camino que es la vida misma.   Entre estos en mi existencia se encuentran los hermanos Jonathan y Cristofer Torres (ignoro si con esa misma grafía se escriben en realidad sus nombres), con quienes por años compartí mis gustos más ñoños y fueron los único amigos de este tipo que tuve.  Pues con ellos me vi en VHS en su casa Near Dark (conocida por estos lares como Los Viajeros de la Noche), que era todo un rito entre nosotros, vernos todas las joyitas del género que llegaban a nuestras manos.  El filme dirigido por Kathryn Bigelow, quien por entonces era esposa del mismísimo James Cameron, es nada menos que una historia de vampiros que solo ahora en que me la volví a ver ya como adulto, pude apreciar a cabalidad su genialidad; en ella Paxton hizo del miembro de una pandilla de no muertos que andan deambulando por las carreteras, transportándose en automóviles con lo que viene a ser una road movie sobrenatural y de culto.  Severen, el chupasangre a cargo de este artista, viene a ser quizás el que más actúa como una criatura instintiva y por ende salvaje, de toda su comunidad… ¡Y sinceramente Bill estuvo magnífico en su confrontación final con el protagonista de esta obra!
       Otro rol suyo del que sí me acuerdo, fue el que desempeñó en la taquillera Titanic (1997), una vez más trabajando a las órdenes de su amigo James Cameron, quien cuando podía lo llamaba para actuar en sus cintas.  En esta ocasión lo vimos rubio y más atractivo que nunca, haciendo del capitán del barco que se topa con las ruinas del famoso siniestrado y a quien le toca abrir y cerrar este filme durante sus escenas ambientadas en el presente.  Es así que a lo largo de su carrera, tuvo varios papeles como secundario, tal como aquí sucede; no obstante ello no impidió que demostrara su capacidad para convertirse entre un título y otro, en alguien por completo diferente.
      Volviendo atrás en el tiempo, una vez que ya lo identifiqué entre tanto colega suyo y me prendí de su imagen, pude apreciarlo en el breve papel suyo como punk callejero en la igualmente célebre The Terminator (1984), en su primera colaboración junto al ya mencionado Cameron.  Al ser entonces este largometraje uno de mis predilectos y por ello repetido hasta la saciedad desde que era un muchacho, contemplarlo bajo esa imagen rebelde y juvenil, me parece cómica y curiosa a la vez.
       No obstante la caracterización suya que más notable encuentro y donde sin dudas se ganó mis respetos y corazón, resulta ser en un Plan Simple (1998) del realizador Sam Raimi, en una de las pocas películas de este último, en las que se alejó de su sello relacionado con la fantasía y el terror.  En esta maravillosa cinta dramática, en la cual una familia se encuentra millones de dólares en una avioneta caída, se convierte en todo un prisionero de sus bajas pasiones, al ser controlado por su inescrupulosa mujer, quien lo convence para quedarse con la fortuna; la tragedia en la que desemboca todo esto, recuerda en parte la historia clásica de Shakespeare Macbeth, debido a cómo la ambición de un hombre al ser controlado por su aún más avarienta y manipuladora señora, lo lleva a perder la dignidad que antes poseía.  Verlo tan grandote y viril con este protagónico, aunque convertido en un monigote por su preciosa, bajita  y supuestamente delicada mujer (nada menos que Bridget Fonda), no deja de impresionar.
         Hace casi un par de años atrás me lo reencontré por sorpresa en la decepcionante serie Agentes de S.H.I.E.L.D, hacia el final de su primera temporada y lo que bien ayudó a levantar en los capítulos que duró su aparición, el alicaído desarrollo de este show.  El engaño al que nos sometió como el supuesto honorable mentor de uno de los protagonistas, viene a ser toda una confirmación de su talento dramático.   No obstante en lo que se refiere a su paso por la televisión, toda una deuda viene a ser para mí disfrutar de uno de sus mejores intervenciones, como el patriarca de un matrimonio mormón polígamo, en Big Love, donde Paxton tiene nada menos que tres esposas; su desempeño en esta producción de HBO que duró nada menos que cinco años, le valió más que un elogio.
         Por ahora solo nos queda esperar al estreno de la versión en imagen real de La Bella y la Bestia, en lo que viene a ser su legado póstumo al prestar su voz como narrador, aunque ello bien solo podrá ser apreciado al verla en su audio original en inglés.  


Bill Paxton en tres de sus papeles al alero de la ciencia ficción.

martes, 1 de marzo de 2016

El esperado regreso de Ash y Evil Dead.


     En 1981 el hoy famoso director de cine estadounidense Sam Raimi, era un completo desconocido cuando estrenó su primer largometraje.  Tras hacer unos cuantos cortos junto a un grupo de amigos, logró reunir algo de dinero y con mucho ingenio y ganas realizó uno de los filmes más importantes del género de terror de la década: Evil Dead.  La cinta demostró que no era necesario un presupuesto millonario, para contar una historia con estupendos efectos especiales, utilizando además una trama atractiva (si bien homenajeando varios temas antiguos como la brujería y los mitos de Cthulhu de Lovecraft) y por último innovando con nuevas técnicas en el uso de la cámara (de creación propia).  En la película trabajó el mismo equipo con el cual comenzó su carrera, muchos de ellos compañeros de universidad, entre los que se encontraba Bruce Campebll el protagonista absoluto de la que con los años sería una trilogía de culto.  La obra ganó rápidamente popularidad, consiguiendo varios premios especializados de su país e internacionales, si bien en muchas partes del mundo los censores se escandalizaron por la excesiva violencia y truculencia, que por aquellos años no era habitual como hoy en día; razón por la cual fue prohibida o exhibida con metraje cortado en algunos de esos lugares.  Mientras tanto el famoso novelista Stephen King la alabó públicamente, al igual que muchos críticos que no dejaron de aplaudir sus varias virtudes. 
     Para ser sinceros, la trama de esta película es bastante sencilla y/o convencional, no obstante su mayor atractivo radica en la manera de cómo Raimi quiso contarla: mezclando el horror sobrenatural de magia negra, demonios y zombies con un gore como poco antes se había visto en el cine (quizás incluso superando lo hecho hasta el momento por George Romero y sus dos primeras películas sobre muertos vivientes, Tobe Hooper con La Gran Masacre de Texas, los primeros trabajos de Wes Craven y tal vez otras cineastas que se me escapan del listado).  En otras palabras se podría decir que la innovación de Raimi, consistió en realizar un trabajo donde lo grotesco cargado de los más asquerosos fluidos y criaturas, se sumaban a un humor muy negro, rayano en lo propio de las caricaturas.

      El argumento de Evil Dead se puede resumir de la siguiente manera: Un pequeño grupo de universitarios llega hasta una cabaña en un desolado bosque y allí se encuentran con un libro encuadernado aparentemente en piel humana, lleno de oscuros sortilegios, pues se trata nada menos que del infame Libro de los Muertos. Además hayan en la construcción una grabación de audio, que como bien sucede en este tipo de historias, los curiosos muchachos escuchan, sin saber que con ello dan pie a que fuerzas siniestras vengan desde el Inframundo para convertir sus vacaciones en toda una pesadilla.  Uno a uno los personajes mueren de formas bastante macabra, incluyéndose a su tormento la posesión infernal (nombre dado en España a esta obra).  Solo uno de ellos queda vivo, quien demuestra su enorme capacidad para enfrentar los peligros y una resistencia a prueba de fuego, pese a que le toca pasarla bastante mal; este corresponde a Ash, el hoy célebre protagonista de la trilogía original en que se  transformó la franquicia, más la serie de televisión estrenada el año pasado y que corresponde a una secuela directa a esta primera película.
     En 1987 gracias al significativo hecho de poder contar con más presupuesto, debido a la atención que recibió de la crítica y el público, Sam Raimi se dispuso a realizar un remake de la obra que tantas divisas le otorgó; no obstante por esas decisiones de los artistas inexplicables para uno, la tituló como Evil Dead II, tal cual si se tratara de una continuación directa de la cinta original.  En el nuevo filme se cambiaron unos cuantos aspectos de su predecesora, además de procurar un aspecto técnico y artístico más refinado, aunque no por ello renunciado a los elementos bizarros de la primera cinta, sino que incluso superándolos.  Fue con esta segunda entrega, que el Libro de los Muertos pasó a ser nada menos que el mismo Necronomicon de  los textos lovecrafnianos, como también apareció la genial idea de que Ash tras perder su mano, tuviera la ocurrencia de usar una motosierra en el muñón, gracias a la cual se podría defender mejor de sus enemigos; por último, como se repitieron varios de los actores de Evil Dead I, Bruce Campbell volvió a interpretar al héroe (o antihéroe) que le dio la consagración, demostrando además su habilidad para las morisquetas y todo tipo de proezas físicas dignas de algunos de los mejores comediantes.
     Como la segunda cinta de la saga terminó con un final abierto, en el cual Ash quedó atrapado en plena Edad Media, en 1991 de nuevo Raimi pudo darse el gusto de regresar a su obra más querida, contándonos qué pasó con Ash tras su forzado viaje al pasado.  Una vez más con Bruce Campbell como la estrella de su cinta, esta no recibió el nombre de Evil Dead III, si no que especialmente considerando los acontecimientos mostrados en su nuevo trabajo, recibió el aún más sugerente título de Army of Darkness (o Ejército de las Tinieblas en la lengua de Cervantes).  Mucho más entretenida que las anteriores, con bastante acción, aventuras, romance, humor y muchos, muchos monstruos (que implican un muy inolvidable doppelganger, también conocido como gemelo maligno, del mismo Ash), esta película consiguió aún muchos más galardones que Evil Dead y un mayor número de seguidores.  Cabe mencionar además que la cinta cuenta con un especial carácter épico, no antes visto en el cine de Raimi.


      Tras el éxito de Evil Dead en sus tres incursiones cinematográficas hasta el momento, se realizaron las habituales adaptaciones al cómic, que incluyeron unas cuantas miniseries e incluso un crossover con nada menos que los Marvel Zombies.  También se realizaron unos cuantos videojuegos para varias consolas.
      Muchos años pasaron, incluyendo la llegada del nuevo siglo, cuando en el transcurso del 2013 llegó a las salas de los cines el esperado remake “moderno” de Evil Dead, tras haberle tocado a varias otras cintas del género de antaño ser revisitadas por Hollywood (unas con más suerte que otras).  La película fue dirigida por el uruguayo Federico Álvarez, quien fue seleccionado por el propio Raimi para tal proeza, luego de ver su efectivo cortometraje ¡Ataque de Pánico!, una obra de ciencia ficción que el mismo Raimi se propuso a financiarlo para que lo rehiciera como largometraje.  Pues lo más interesante de esta efectiva y aterradora nueva versión del clásico ochentero, es que prescindieron de los elementos cómicos de la trilogía original, para representar su trama actualizada, pero en un tono muy adulto y dramático; asimismo la sangre y todo lo correspondiente al universo de Evil Dead. fueron llevados a su máxima expresión con esta más reciente producción.  Por supuesto que hubo otros más cambios, algunos bastante inesperados en la trama, aunque sin dejar las constantes referencias y homenajes al material que inspiró todo.  Seguramente hoy en día las viejas películas de la saga no asustan, si bien entretienen mucho, no obstante este remake sí que puede provocar pavor en su público: gracias a un ambiente de lo más tétrico, que implica la cabaña misma donde transcurre buena parte de la historia y sus alrededores (un bosque bastante ominoso), además de un sentimiento de angustia pesimista que se hace notar bastante.
     Tras probar suerte dando a conocer a las nuevas generaciones el concepto de Evil Dead, gracias al remake del 2013 y a las ediciones en blu-ray de los filmes antiguos, Raimi llevó a nuevas sendas su obra maestra creando una serie de televisión basada en esta.  El programa recibió el nombre de Ash vs Evil Dead y tuvo su debut tan solo el año pasado, contando con diez episodios; mientras tanto, se espera para este año una segunda temporada.  Producida por su creador, quien oficia además de guionista y se encargó de dirigir el primer capítulo, cuenta además con el protagonismo del ya mencionado Bruce Campbell, quien retoma acá su papel más recordado, puesto que se trata de una secuela directa de Evil Dead II, ya que lamentablemente tomaron la (pésima y triste) decisión de obviar Army of Darkness  (si no hubiese sido así, habrían podido aprovechar todo el rico material conseguido con esta tercera parte del ciclo).  Pues la serie parte con un Ash cincuentón que tras su experiencia de juventud, vive una existencia monótona como vendedor, alejado de las grandes responsabilidades y entre ellas de sociabilizar de manera más adulta junto al resto de la gente.  Se trata de un hombre que en apariencia lo único que lo motiva es seducir jovencitas, quien en una de sus aventuras de faldas, por dárselas de interesante con su última conquista, tiene la tonta ocurrencia de leer en voz alta unos pocos párrafos del Necronomicon que guarda consigo desde hace años (pues se suponía había optado por proteger al mundo de los males ocultos en sus páginas).  No obstante,  su irresponsable acto lo hace desatar los poderes detrás de tal volumen, razón por la cual Ash debe volver a enfrentarse a lo que tanto tiempo quiso olvidar, puesto que además bien sabe que la culpa de lo que está pasando es por completo suya.  Sin embargo como se trata de alguien algo “extrovertido”, digamos, tampoco se pone grave a la hora de enfrentar las consecuencias de sus actos.  En el transcurso de su viaje para derrotar al mal, se le unen tres nuevos personajes: dos jóvenes compañeros de trabajo y una agente de policía que anda detrás de él, pues cree que Ash es malvado y controla a las criaturas con las que se ha encontrado.  Por otro lado, aparece una misteriosa mujer relacionada con su pasado, cuyas verdaderas intenciones solo quedan claras hacia el final de la temporada.
      En el programa de vez en cuando, a manera de muy breves flashbacks, es posible ver imágenes de Evil Dead II,  para explicar con ello las circunstancias en las que se haya su protagonista.  No obstante la serie está articulada de tal manera, que un espectador que nunca haya contemplado dicho filme, la puede seguir sin mayores complicaciones.
      A cargo de quien anda detrás de Ash y desde el principio se sabe que bien conoce cómo lidiar con los espíritus malignos, está nada menos que la preciosa Lucy Lowless, quien cobrara fama como la heroína de connotaciones mitológica Xena, en Xena la princesa guerrera.  Pues esta talentosa actriz ha conseguido una genial carrera en la televisión (de hecho, aun siendo más joven que el propio Campbell, su carrera ha sido mucho más regular y exitosa que la de este) y en esta serie su participación promete bastante; no obstante si bien su nombre aparece en los créditos al final de los episodios, solo se le pudo apreciar recién en el tercero de ellos y luego su intervención dejó con gusto a poco, ya que su rol solo se vino a desarrollar más hacia el término de la temporada (haciendo grandes revelaciones acerca de ella, en todo caso).
      Ash vs Evil Dead es sin dudas una serie para un público adulto, pues en ella el grado de violencia, el uso de lenguaje grosero y las alusiones sexuales es bastante alto; de hecho las horribles muertes que se escenifican, incluyen a un menor de edad, quien se transforma en una víctima más y de una manera bastante gráfica.  Por otro lado, los monstruos que aparecen gracias a las actuales efectos de maquillaje, son más aterradores que sus parientes fílmicos (imposible no recordar un particular demonio invocado por Ash y compañía, que hace de las suyas en más de un capítulo).   Sin embargo todo este despliegue usado en el programa, se desperdicia con una trama pobre, ya que a la larga lo único hacen Ash y su equipo es destruir zombies y/o poseídos (que aquí les llaman deadites), salvo uno que otro acontecimiento especial (no obstante de igual modo estos no van más allá de lo anecdótico).  Asimismo de todos los personajes nuevos aparecidos en la historia, Pablo, el latino que se hace amigo del protagonista, viene a ser el más trabajado desde un punto de vista dramático; pues con el resto, tal como se dijo con el rol hecho por la Lowless, no llegan a sacar partido.  Por lo tanto, es de esperar que para la siguiente temporada, el programa se vea beneficiado con un mejor trabajo en sus guiones, pues recursos no le faltan.

Afiche del  remake de 2013 claramente homenajeando al de la cinta original.
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