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lunes, 17 de marzo de 2025

Dedicado a David Lynch


    En enero de este año que "casi" recién comienza, dentro de las desgracias materiales y personales que marcaron sus primeros días, a nivel internacional, se encuentran los incendios que asolaron a Los Ángeles.  Fue algo digno de una película de Hollywood, justamente la ciudad donde está la capital del cine gringo y lugar en el que vivía desde su juventud David Lynch.  El año pasado, no más, le habían diagnosticado enfisema pulmonar, lo que le dificultaba la respiración, así que por eso ahora estaba recluido en su casa.  El humo de la quema, que dañó tanto a gente "común y corriente", como a muchos famosos que perdieron sus hogares, afectó más de la cuenta su débil organismo y lo tuvieron que trasladar en helicóptero para ser atendido; creo que falleció en el camino.  Lynch contaba con 78 años cuando dejó este mundo, el 15 de enero y solo a 5 días de estar de cumpleaños, en un final digno de una de sus películas.
    Algunas de estas memorias anecdóticas las he contado en antiguos post, aunque ahora las vuelvo a mencionar, pues tienen que ver con mi vida junto al artista al cual hoy quiero homenajear.
    Por mi parte, debo comenzar diciendo que este cineasta, al que adoraba, marcó mi amor por el séptimo arte y en especial mi adolescencia.  Mis primeros años como cinéfilo tienen su huella (junto a John Carpenter y Steven Spielberg).  Sin saberlo, mi primer recuerdo suyo fue con El Hombre Elefante (1980), filme que me aterraba de cuando vi una escena suya, en la que le quitan su capucha a dicho personaje y que vi en un capítulo de Ripley, aunque usted no lo crea.  Eran los ochenta y yo era un niño, mi hermana mayor Mabel (la compinche de mi infancia) quería verla en la pequeña tele que teníamos en el cuarto, que compartíamos junto a nuestra hermana menor Jenny; así que estuvo convenciéndome para que superara mi miedo al personaje e incluso en la víspera de su emisión fuimos a Fantasilandia (un famoso parque de diversiones de Chile), de modo de "ganarse" mi apoyo para la noche.  Ambos estábamos entusiasmados, hasta que ya tarde comenzó la función y entonces salió la susodicha escena.  Me puse a gritar y a llorar como loco y nuestros papás preocupados nos fueron a ver a la pieza; retaron a la pobre "Negra", apagaron la tele y nos vimos obligados a dormir tempranito.  Vez que nos acordamos con Mabel de esa ocasión nos reímos mucho.
   Ya era un adulto, bien entrado en años, y llevaba un tiempo considerable haciendo clases, cuando me atreví a ver El Hombre Elefante.  Me la prestó un colega de arte en DVD y la copié.  Era un valioso paso para mí, enfrentarme a este miedo de mi infancia, ahora que ya estaba en condiciones para ello y sabiendo que se trataba de un tremendo filme, el segundo de David Lynch tras su debut en la película de culto (que aún no veo) Eraserhead (1977) y que consiguió dirigir gracias a que Mel Brooks (famoso comediante), lo contrató al ser este el productor de dicha obra.  Debo contarles que ahora ya mayorcito, disfruté mucho al ver a dos de mis actores favoritos, juntos en la misma cinta: uno, Sir Anthony Hopkins, como el piadoso doctor que acoge a John Merryck (el Hombre Elefante), bien joven y muy guapo; y el otro, John Hurt, como el sensible y atormentado ser humano que sufría ese atroz mal genético.  Debo confesarles que por mucho que me habían recomendado dicha cinta y todo lo que adoraba a su realizador, no me esperaba impactarme tanto con su belleza y en especial ante una de las mejores actuaciones de Hurt.


                                                  Tráiler de El Hombre Elefante

    Creo que mi siguiente encuentro con David Lynch, fue con la serie de televisión que lo hizo famoso, incluso entre quienes nunca habían visto sus películas.  Les estoy hablando de Twin Peaks, programa al que adoro con todo mi corazón y que vi con mucha felicidad en mi juventud (cuando estaba en el colegio) y luego me repetí ya maduro en 2021, en plena pandemia (o sea, décadas después de esa primera revisión suya).  Acá a Chilito llegó con atraso y fue muy publicitada, pero acabaron por reprogramarla del horario estelar de los lunes, en 1992, al de medianoche, porque la gente no logró entenderla, ni apreciarla; no obstante, yo le fui fiel y me la vi completita, que trasnochaba para hacerlo (en esa época me acostaba temprano en medio de la semana).  Aluciné tanto con Twin Peaks (1990-1991), que hasta me leí una de sus novelas, años después eso sí, y no dejé de comprarme el casete con su preciosa banda sonora hecha por Angelo Badalamenti y con la angelical voz de Julie Cruise (ahora mismo la escucho mientras escribo estas palabras).  Solo tenía a mis profesores para hablar de Twin Peaks, que mis amigos coetáneos de ese entonces no llegaban a mi grado de frikismo.
   Cerca de un año después se estrenó en los cines Twin Peaks: Fire walk with me (1992), la precuela del mentado programa.  No me quedó otra que ir solito a verla el día de su estreno, lo que realicé muy entusiasmado y cuando terminó salí caminando sobre nubes de la sala.  Por ese tiempo escuchaba la radio Futuro, que los domingos emitía una sección llamada Música en 35 milímetros, sobre bandas sonoras y emitieron el soundtrack de la mentada obra; en una cinta que tenía un radioteatro, que hice para una tarea, grabé encima del audio original sus temas y lo gracioso es que antes de comenzar su primer tema se escuchaba la voz de una compañera y la mía.  Cuando el 2021 me repetí Twin Peaks, también lo hice con esta precuela, a lo que le agregué Twin Peaks: Missing Pieces (2014), una maravilla que el propio Lynch, editó con todas las escenas que no habían entrado en el corte final del largometraje.
   En cambio, cuando muy interesado me puse a ver la tercera temporada (2017), que de forma inesperada hizo su creador luego de tanto tiempo, me llevé una tremenda decepción; pues era demasiado loca para mí y solo aguanté unos cinco episodios.  Menos mal que no me la compré en Blu-ray, como bien estuve tentado de hacerlo. No tiene por qué gustarte todo lo de tus artistas favoritos, que ni con Stephen King me pasa eso.
    Y es cuando me toca llegar a Dune (1984), quizás mi título predilecto, luego de Twin Peaks, de Lynch. La primera vez que la aprecié, fue un viernes en la noche por esos años del liceo. Aluciné como pocas veces en tan cortos años de vida y luego de verla solo quise conseguirme el libro.  Muchas veces me he repetido esta pieza, que tanto amo; primero la arrendé más de una vez en VHS, luego me la copió un profe de la universidad (Juan Espinoza, el mismo del cual fui ayudante en su curso de Ciencia Ficción, el primero de este tipo que se ha implementado en una universidad chilena); con posterioridad la tuve en DVD clonado y por último me la compré original en Blu-ray.  Y les estoy hablando de la obra menos querida del cineasta, por él mismo, para la cual filmó un montón de material y del cual se vio obligado a prescindir en el montaje para el cine.  Unos años después de su estreno, se presentó para la televisión una versión más larga, pero esta no contó con su bendición y por eso sale dirigida con el nombre de Alan Smithe (el pseudónimo que usan los directores en Hollywood, que reniegan de sus filmaciones); sin embargo, existe una edición hecha por un verdadero amante de la peli, quien tomó material de las otras dos versiones y agregó otro no visto anteriormente de forma comercial, creando una joyita que le hace bastante honor al libro de Frank Herbert y a lo realizado por Lynch (se puede ver gratis en Youtube).  Se llama Dune: The Alternative Edition Redux (2012) y el final mejora bastante la versión cinematográfica, que peca de deux ex machina.   Se me estaba olvidando: Adoro su música compuesta por el grupo de rock Toto y con un precioso tema de Bryan Eno.
    Durante mi adolescencia y los primeros años de mi adultez, compraba mensualmente dos revistas de cine: Cinegrama y Video para Usted.  Por una de ellas, me enteré de que, en un listado de las mejores cintas de los ochenta, supuestamente hecho por especialistas, su obra Terciopelo Azul (1986) la encabezaba.  Creo que supe de lo anterior, justo cuando salió esta cinta en VHS por estos lares y como mi experiencia con Lynch hasta el momento era muy buena, no dudé en arrendarla. Ahora sí que quedé impactado y como la vi en vacaciones de verano, tuve que esperar un tiempo para comentarla con mis profes.  Un día conversaba con una de ella, a la que adoraba (la verdad es que tenía varios ídolos entre mis maestros), y le hablé de cierta escena que sobresalía más que otras para mí:
 
    - ¡Qué raro fue cuando la cantante viola al jovencito! No pensé que una mujer fuera capaz de hacer eso- Mi inocencia era más que evidente.
   - Eso se llama SEDUCCIÓN- me contestó Vilma- Fue consensuado.
 
     Aprendí harto de mis adultos y no solo materia del colegio. Hago lo posible por seguir su ejemplo entre mis estudiantes y, en especial, con mi sobrinito regalón Amilcar.
    Gracias a Terciopelo Azul conocí a Isabella Rosellini y luego de Enya se convirtió para mí en la mujer más bella del mundo.  Por lo anterior, y por mi gran aprecio a David Lynch, me fue un grato descubrimiento pillar en la tele, una noche, el emotivo drama Zelly y yo (1988).  La historia de una dulce pequeña, que, al perder a sus padres, queda al cuidado de su acaudalada y sobreprotectora abuela.  En dicho filme, mi nueva musa hace de la niñera de la muchachita, quien la llega a ver como a una figura materna y es que esta le da las atenciones, que carecía de su única parienta; debido a esto, la anciana, que no era malvada, en todo caso, comienza a recelar de su buena empleada y les pone obstáculos a las dos para ser felices.  Y hay un detalle importante que aún no les cuento: Un joven David Lynch, hace de otro empleado de la señora, creo que del chófer, quien inicia un romance con el personaje de la Rosellini.  Cabe mencionar que, en la vida real, ambos eran pareja desde hace años, me parece que desde los tiempos de Terciopelo Azul.  Por cierto, en dicho filme, en determinado momento, Lynch sale a torso desnudo y nada mal se veía; no dejé de encontrarlo bellísimo.
    No estoy seguro de si disfruté del anterior largometraje una o dos veces, aunque si tengo claro de que dejó una huella especial en mi memoria; solo ayer, no más, me la pude conseguir en 1080p (antes tenía una versión digital del VHS, me parece, y no le había conseguido los subtítulos). Pero ahora que regresó RARBG (gran página pars descargar archivos por Torrent) a pude descargar en mejor calidad y, más encima, venía con subtítulos en varios idiomas.  Cuando la bajé y revisé sus archivos, justo estaba con Amilcar y mi "guagua" me contó que ahora habían páginas y programas, que traducen los subtítulos a otros idiomas; así fue que probamos uno de estos sitios y fue perfecto.  A ver si el próximo finde la veo con mi niño.


                                                   Tráiler de Terciopelo Azul.

    Seguía en el colegio, cuando salió recién en VHS Corazón Salvaje (1990), que me parece se demoró en estar en formato casero por acá.  El filme me prometía mucho, debido a los artistas que trabajaban en ella y a los que ya conocía de muy buenas películas: La incomparable Isabella Rosellini, Willian Defoe (¿O se cruzaron nuestros destinos solo recién aquella vez?) y Nicolas Cage.  Un día, en mitad de la semana, se pasaron varios compañeros y compañeras de curso a mi casa; veníamos del videoclub y con nosotros llegó a mi hogar la peli mencionada.  La vimos juntos en una celebración de la amistad.  Recuerdo que el papel de la Rosellini otra vez me conmovió y la escena en la que aparece como bruja, me pareció muy cómica.  A mis amigas les gustó Nicolas Cage (en esos años era hermosísimo) y a mí también me pareció estupendo; no obstante, en tales años callaba, por razones obvias, mis apreciaciones estéticas hacia otros hombres.  No tengo memoria sobre si volví a ver esta peli, que tengo desde la pandemia en digital.  Por cierto, en la época de la universidad me compré original el casete de su banda sonora, la cual estaba muy barata; no saben lo feliz que me puse, pues traía composiciones de Angelo Badalamenti, muy bellas, el mismo de Twin Peaks (también compré otro ejemplar, para el hombre al que amaba en ese entonces, regalito que apreció mucho).
   Ya estaba en la universidad cuando fui con dos queridas amigas, la Niña Mary y Jime, al Normandie a ver Carretera Perdida (1997).  Los tres le teníamos muchas ganas y salimos por completo defraudados; pues nos pareció muy rara, que apenas la entendimos.  A la salida de la función nos encontramos con otro amigo, Jorge Lorca, quien la había contemplado al mismo tiempo que nosotros y no teníamos idea de que estábamos en el mismo lugar y momento hasta nuestra reunión.  El Master había quedado loco con esta pieza y estuvo todo el rato alabándola, dándonos sus impresiones al respecto; el resto nos mirábamos curiosos.
    De algún modo Carretera Perdida me quitó las ganas de ver otros filmes de Lynch; por lo mismo no dediqué mi tiempo a nada más de lo que filmó con posterioridad (ni siquiera a sus cortometrajes); igual no es mucho, en todo caso y es que no fue muy prolífico.  Claro que estas últimas producciones suyas, han ganado muchos premios.  Creo que ya es hora de no solo repetirme otros filmes suyos, como El Hombre Elefante y Corazón Salvaje, sino que verme de una vez lo que tengo pendiente con él.
    Siempre te llevaré en mi corazón, David.

Copiado del muro de Feis de mi amigazo Miguel Acevedo, quien también adora a Lynch.

 

domingo, 31 de julio de 2022

Despedidas varias (I)


 
   Estamos ya en el segundo semestre del presente año y hemos tenido que despedir a más de un artista que destacó durante las últimas décadas del siglo pasado y en las primeras de este.  Por mi parte, ya le he dedicado unas cuantas palabras a aquellos que han sido significativos para mí, puesto que su trabajo ha tenido que ver con obras de mi gusto, por lo general cómics en los últimos casos (John Hurt, Neal AdamsGeorge Pérez y Vangelis).
     Como dice la canción el tiempo pasa, nos vamos haciendo viejos y de ese modo la gente que ha sido valiosa para nosotros abandona este plano de existencia, dejándonos sus recuerdos y su legado; a veces ni los conocimos en persona, pero bien habríamos querido que fuese así, porque les debemos algunos de los mejores momentos de nuestro ocio y los llegamos a admirar... Como quienes ahora deseo honrar con estas palabras, que hace rato ya los tenía pendientes y solo ahora me dispongo a escribir sobre ellos, que el tiempo se devora hasta las ganas para hacer las cosas con celeridad:
 
1. Julee Cruise
 
    Era un adolescente que estaba descubriendo el mundo del buen cine, con sus actores y directores destacados, cuando supe de la existencia del filme Terciopelo Azul de David Lynch, considerado según algunas listas como la mejor película de los ochenta.  Era principios de los noventa y yo me encontraba cursando la Enseñanza Media, que por esa época coleccionaba no solo la revista Fangoria, sino que mucho antes comencé a comprar Cinegrama, una publicación nacional dedicada al Séptimo Arte y que esperaba ansioso todos los meses (la que a diferencia de la citada otra marca, compraba en el kiosco que estaba a media cuadra de mi casa, caseta que recuerdo con cariño y que hace años ya dejó de existir lamentablemente, donde allí también adquirí mis primeros cómics).  Ya me había visto Dune en la tele, supongo bastante cortada, aunque eso no impidió que quedara prendado de su historia y del genio de su cineasta detrás de tan potentes imágenes; por lo tanto, cuando supe que Terciopelo Azul era de Lynch, de inmediato quise verla.
     Eran vacaciones de verano y con un par de hermanos con los que me juntaba en aquel entonces (una chica y un muchacho), arrendamos en VHS el dichoso filme.  Fascinado quedé con la historia y toda su producción, entre ellos un par de canciones suyas; destacaba una interpretada por una mujer, con una voz como nunca antes había escuchado y que luego supe era Julee Cruise... En ese entonces la única manera de volver a oírla, que me quedó rondando su melodioso timbre, era volviendo a ver el largometraje que tanto me había gustado.
    Meses después o al año siguiente, llegó a la televisión chilena Twin Peaks, el mítico programa de televisión creado por el mismo David Lynch y ello significó que igualmente me reencontrara con la cantante.  Su canción principal se ganó más que nunca mi corazón, que vez que la tocaban en la radio me sobrecogía.  Creo que fue cuando terminaron de dar el show en la tele, que pude comprarme el cassette y de ese modo ya no era un solo tema interpretado por la Cruise el que disfrutaba, sino que ahora eran 3 en total las que podía disfrutar de la artista (como mi memoria siempre ha sido frágil, no recordaba que salía más de una canción suya en el programa).
    Y entonces estrenaron la película precuela para el cine de Twin Peaks, que sin falta me la fuí a ver.  Así que volví a oír la angelical voz de Julee, quien esta vez terminó por conquistarme, ya que gracias a los subtítulos sabía de que iba lo que cantaba.  Cuando salió al video, escribí en un cuaderno la letra, que por entonces tenía un enamoramiento platónico con mi profesor de Filosofía; nunca me sentí incómodo al respecto, si bien solo ahora, y luego de buena parte de mi vida transcurrida, pude comprender en su plenitud dicho sentimiento.  Por lo tanto, el nostálgico contenido de dicha canción me era muy significativo, por no dejar de mencionar cuánto me emocionaba oír y ver a la intérprete en dicha cinta.
     No sé si fue antes o después de verme TwinPeaks: Fire walk with me, que grabé de Música en 35 Milímetros, en la radio Futuro, la banda sonora. La escuchaba a cada rato y la mentada canción la retrocedía sin parar, para deleitarme con ella.
    Como un año después, en la misma Futuro emitieron el disco The Voice of Love, con solo canciones de la Cruise y entonando nuevas composiciones de Angelo Badalamenti, el músico fetiche de David Lynch.  Fue un verdadero regalo para mis sentidos.  Por años quise comprar el CD y luego lo busqué en la Red en MP3 u otro archivo de audio, porque nunca llegó a mis manos en físico; hasta que no hace mucho conseguí los 3 primeros discos de la artista, por quien ahora dedico estas líneas.  Solo el tercero de ellos no fue de mi agrado, pero los otros dos... ¡Me encantan!
    Sé que hizo un cuarto disco, así que lo buscaré.
    El año pasado me volví a ver Twin Peaks, que desde mi adolescencia que no lo hacía y fue maravilloso.  Traté de ver la tercera temporada, que encontré infumable, así que me quedo solo con la serie clásica y la película, que las amo y ello en parte a Julee Cruise, otra persona que forma parte de mi vida sin haberla conocido.
    Era 9 de junio de 2022 cuando, con 65 años, se unió a los ángeles.

                                                               
Escena subtitulada de Twin Peaks: Fire walk wih me donde canta su precioso tema Julee Cruise.
 
2. Tim Sale.
 


    Un dibujante de cómics, del que no he tenido el gusto de disfrutar mucho de su trabajo, pero de quien atesoro cada una de las joyitas que poseo.
    Con un estilo algo caricaturesco y pese a ello sumamente expresivo, para representar las emociones de los personajes, como sus personalidades; debido a lo anterior, cada una de sus viñetas es una verdadera obra de arte, a través de las que se aprecia la preocupación por hacer algo bello, que sin problemas consigue retener nuestra mirada en sus detalles.
    Su retrato de los personajes no pretende ser fiel a la realidad, a diferencia de artistas como Alex Ross; no obstante, sí consiguió plasmar con la hipérbole algunos de sus rasgos más destacados, como cuando ilustró al Guasón con dentadura parecida a la de los peces abisales, para demostrar su monstruosidad.
   Por mi parte, lo conocí cuando en oferta me compré, hace años ya, la preciosa novela gráfica Superman para todas las Estaciones y donde junto a su mejor colaborador, Jeph Loeb (este en el guión), apreciamos al Hombre de Acero desde el punto de vista de cuatro personas "comunes y corrientes".  Con una presentación como esa, de inmediato quedé prendido de él.
    Luego, gracias a la llorada editorial chilena Unlimited (que nos llevó a nuestros kioscos chilenos, una gran selección de historietas a buen precio, permitiendo que mucha gente se interesara en ellas y tuviera acceso a un arte que no tenía a mano), llegó hasta mí El Largo Halloween.  Les estoy hablando en esta ocasión, de una de las mejores historias del Murciélago, que abarca un año de su vida, durante su primera época como vigilante (mucho antes de la llegada de Robin a su vida).  Compleja y maravillosa, también en asociación con Loeb, esta joyita posee dos secuelas gracias a la misma dupla y Unlimited también sacó de esta trilogía Victoria Oscura, que por igual vale más que la pena leer.
   Tiempo después, en las postrimerías del cierre de la mentada editorial, salió a la venta la colección de Sale/Loeb sobre algunos de los íconos marvelitas... Daredevil: Amarillo, Spider-Man: Azul, Hulk: Gris y Capitán América: Blanco.  Aún tengo estas piezas selladitas, que en tributo a Sale debería gozarlas de una vez.
    Cabe mencionar que se adaptó El Largo Halloween a una estupenda animación, por medio de dos películas, que consiguen plasmar de la mejor manera tan inolvidable saga.  Ahora bien, cambiaron el trazo de Sale para hacer de la producción algo más del gusto de la mayoría; no obstante, aun así, reprodujeron la mayoría de sus ilustraciones más potentes.
    Tim Sale abandonó esta esfera el 16 de junio del presente año y solo tenía 66, que podríamos haber tenido para rato de su talento.


miércoles, 15 de septiembre de 2021

Lo que pasó antes.


     La bizarra, rupturista y popular serie de televisión de Twin Peaks, había sido cancelada antes de cerrar el resto de los arcos argumentales, que desarrolló tras resolverse el misterio de la muerte de Laura Palmer; fue entonces que su co-creador, David Lynch, nos sorprendió al año después de su término con una maravillosa película y a manera de precuela de los eventos de su programa.  Es así que Twin Peaks: Fire walk with me (1992, Picos Gemelos: El Fuego camina conmigo), nos cuenta los eventos previos a la muerte de la malograda muchachita, de modo que vamos siendo testigos de cómo esta va cayendo en el vórtice que la lleva a ser víctima de una fuerza maligna superior y cómo se van disponiendo las fichas para ello; por lo mismo, el buen cineasta comienza incluso con el caso previo al de Laura, el de Teresa Banks, de quien oímos hablar los que disfrutamos del show y que ahora nos enteramos que está mucho más ligado a la posterior mártir.
    El ingenio de Lynch se volvió a adelantar bastante una vez más a su época, puesto que cuando realizó esta producción aún faltaba un resto de años, para que nos acostumbráramos al concepto de precuela, el que todavía no se introducía de en ideario popular y en el lenguaje cinematográfico (en todo caso este ya tenía unos cuantos antecedentes fílmicos aislados y bien provenía más del campo de la literatura ñoña, pues el término se acuñó a raíz de una novela de ciencia ficción de James Blish) y ya luego con el estreno del Episodio I de Star Wars, La Amenaza Fantasma (1992), vendrían a aparecer otras historias de este tipo… Aunque antes de todas ellas (unas muy buenas y otras decepcionantes), estuvo esta película que hoy nos reúne y que es todo un placer, no solo para los huérfanos de la citada serie, sino que para los seguidores de su realizador y los amantes del buen cine en general (y más si gustan de mezclas tan extravagantes donde el terror, el policial, la comedia absurda y el surrealismo se unen, para entregarnos a personajes de lo más curioso, algo que a Lynch le resulta tan bien).
    Uno de los puntos destacados de este título, viene a ser que nos encontramos con la mayoría de los personajes que se robaron nuestro corazón, comenzando por el buen agente Cooper (un tipo noble como los que nos gustaría encontrar en la vida real) y a ellos se suman la de talentos que se unen al equipo de actores que ya conocemos.  Aquí hayamos a estrellas de la talla de Kiefer Sutherland (¡Guapisimo!), David Bowie (¡Ídolo!), acompañados de Chris Isaak y de veteranos ya con renombre como Harry Dean Stanton y Jürgen Prochnow; cabe mencionar que los dos últimos en pequeños papeles y más como favor/amistad a Lynch, puesto que habían tenido incursiones para su cine en piezas anteriores.
    Todos los otros actores que aparecen aquí repiten sus papeles, si bien una de ellas y que tiene un rol bastante relevante, Lara Flynn Boyle, quien hacía de la mejor amiga de Laura Palmer, no quiso participar ¿La razón de ello? Las atrevidas escenas de sexo que aquí vemos, que más encima son realizadas por sujetos que se suponen son menores de edad y que sirven para mostrarnos en toda su crudeza la doble vida de la protagonista.  Y en cuanto a esta última, la preciosa Shery Lee, logra darle unos matices increíbles a su conflictuado personaje, acompañada por un guión solvente y que la convierte en toda una víctima propia de tragedia griega.
     Hay muchos momentos inolvidables en este filme que, sin dudas, se encuentra entre lo más granado de la década. Cabe mencionar que la música, una vez más, estuvo realizada con mucha emotividad por Angelo Badalamenti, quien recreó su hermoso tema principal y volvió a trabajar con Julie Cruise, quienes nos vuelven a dar una nueva canción hermosa y que disfrutamos durante uno de los momentos más visualmente mágicos de esta obra.  La verdad es que tal como se dijo, tenemos mucho para deleitar nuestros sentidos con la presente producción, considerada como uno de los aportes más significativos de su responsable al séptimo arte. No es un largometraje para el público masivo, pero su calidad es innegable y por ello tanto los amantes de Twin Peaks como los espectadores más exigentes y sensibles la adoran.
    Para terminar, por motivos ajenos a David Lynch, este tuvo que cortar más de una hora de metraje a su cinta; varias de estas escenas bastante significativas, divertidas y que contaban con la labor de muchos de los actores que salieron en la tele, aunque en la versión para el cine nunca pudimos ver.  Fue así que, respondiendo a la solicitud de sus seguidores, el director las “rescató” e hizo un cuidado trabajo de montaje y remasterización, lo que luego fue lanzado bajo el nombre de Twin Peaks: Fire walk with me, the missing pieces (2014).  Se trata de una hora y media que nos devuelve una vez más a todos esos personajes que tanto queremos, dándonos datos de relevancia para comprender mejor el drama de Laura Palmer y los suyos, así como para hacernos sonreír en más de una ocasión.

                                 
                                                                           Tráiler.

domingo, 15 de agosto de 2021

Personajes de Twin Peaks.


     Ver el célebre show televisivo cocreado por David Lynch y Mark Frost no es solo encontrarse con una de las historias más raras y divertidas de la televisión (un verdadero ejemplo de lo mejorcito de la década de los noventa), sino que con un grupo de personajes de lo más variopinto, muchos de ellos interpretados por grandes actores de la talla de Píper Laurie, Don S. Davis, Miguel Ferrer, Kyle MacLachlan, David Duchovni, algunos de ellos ya consagrados como la primera, el resto ya haciéndose un espacio entre los grandes como el desaparecido Ferrer y MacLachan y gente comenzando con el pie derecho su carrera tal cual Dochovni (a años no más de conseguir su consagración en The X-Files).   Cabe mencionar, que si bien el show contó con guiones sólidos que nos dieron una trama atrapante desde el principio, quizás su mayor fuerza radique en la caracterización de sus protagonistas, entre principales y secundarios; puesto que sus raras personalidades y el talento de sus actores, nos hicieron aceptar sin mayores problemas una trama que partió como una tragedia terrible y que luego fue desenvolviéndose por terrenos insospechados y esotéricos, que en otros casos menos afortunados no habrían tenido el impacto que consiguieron… Así que a presentarlos de una vez a quienes no los conocen y tal vez al leer estas palabras se sientan motivados a adentrarse en los misterios de Twin Peaks y si es que ya se han encontrado con ellos, puedan recordar con nostalgia este curioso abanico de héroes, antihéroes, villanos y seres comunes y corrientes de una de las mejores ficciones en la historia de la televisión.
 
1. Laura Palmer: La chica más popular de la ciudad que muere en trágicas y misteriosas circunstancias, cuyo cuerpo es hallado por uno de sus vecinos y comienza la investigación que revelará tantos secretos del lugar y su gente, así como de la misma asesinada, que era mucho más compleja de lo que mostraba a la mayoría de la gente.  Hermosa como ella sola y encantadora, nos muestra que todos tenemos un lado oscuro (bueno, unos más que otros).
 
2. Agente especial Dale Cooper: El famoso personaje interpretado por Kyle MacLaclan, es un sujeto que escapa al común de la gente y en especial en el FBI para el que trabaja, debido a los métodos poco ortodoxos con los que realiza su labor, los que pese a lo ridículo que pueden parecer, le resultan.  Amable y optimista, cree firmemente en la verdad detrás de los sueños, siendo una persona muy ligada al mundo paranormal; además es alguien alegre, muy optimista y amistoso, quien disfruta bastante del trabajo en equipo.  Es difícil no encariñarse con este sujeto, que incluso tiene cierta parte de niño que lo hace tan simpático a nuestros ojos… Por cierto, una curiosidad suya es que graba buena parte de lo que le pasa y parte de sus pensamientos, en un pequeño equipo de mano, hablándole a una tal Diane.
 
3. Sheriff Harry S. Truman: El guapo y varonil sheriff de Twin Peaks, hace muy buenas migas con el delegado del FBI que llega a trabajar en el caso de Laura.  Un poco más introvertido que Cooper, es un buen hombre que tiene una relación amorosa secreta con una de las mujeres poderosas de la ciudad y lo que complicará en buena parte su labor, cuando se vaya desmadejando la maraña de secretos de Twin Peaks.
 
4. Leland Palmer: El atribulado padre de Laura, es uno de los 3 hombres más poderosos de la zona y quien tras la muerte de su único retoño, comienza a comportarse de manera muy extravagante, que pese a lo cómico de varias de sus reacciones, lo convierten en uno de los personajes más trágicos de la serie.

5. Bobby Briggs: El novio “oficial” de Laura es un chico rebelde, pese a que viene de unos padres cariñosos.  Metido en varios líos, cae bastante mal en un principio, pero luego, pese a que nunca deja de estar en malos pasos, resulta al menos algo más pasable.
 
6. James Hurley: Todo lo contrario al anterior, es la pareja secreta de Laura, un muchacho noble que vive con sus tíos debido a problemas familiares.  Atractivo, viril y aun así bien sensible, tiene una interesante apariencia “retro” con su chaqueta de cuero y motocicleta. 
 
7. Donna Hayward: La mejor amiga de Laura, es una buena chica hija del médico que conoce a todo el resto de los personajes de la serie, que viven en Twin Peaks; como a muchos de los protagonistas, la veremos cambiar bastante a lo largo del programa, puesto que tanta oscuridad de por medio imposible que no toque incluso a los más puros.
 
8. Audrey Horne: La preciosa y sexy hija de uno de los magnates del lugar, socio de Leland Palmer, es una muchacha rebelde y muy voluntariosa, que no está a gusto con su padre.  Se encapricha/enamora del agente Cooper, si bien luego veremos cómo encuentra alguien que sí le corresponda.  Pese a sus travesuras, es una buena muchacha.
 
9. Josie Packard: A mi humilde parecer se trata de la fémina más hermosa de Twin Peaks, pues desde niño siempre me ha gustado mucho la actriz que la personifica, Joan Chen.  De origen oriental y con un pasado muy turbio, es la viuda del dueño del aserradero de la ciudad y, por ende, una de las más ricas de la zona.  De apariencia frágil, nos depara muchas sorpresas, como su relación privada con uno de los hombres destacados de la ciudad.
 
10. Catherine Packard Martell: Cuñada de la anterior es encarnada por nada menos que Piper Laurie (la recordada madre inestable de la Carrie de la película de Brian de Palma, sobre el libro homónimo de Stephen King), quien ganó un premio Emmy por su desenvolvimiento para esta obra.  Odia a Josie, puesto que la encuentra una oportunista, si bien la misma Josie no es muy de los trigos limpios que digamos.
 
11. Leo Johnson: Recio camionero dedicado al tráfico de drogas y metido en varios asuntos ilegales, es un hombre violento muy desagradable, a quien sus pecados terminan por saldarle la cuenta y de manera increíble, tal como veremos a lo largo de la segunda temporada.  Es uno de los primeros sospechosos en el caso de Laura Palmer.
 
12. Margaret Lanterman (La mujer del tronco): Uno de los personajes más llamativos de la serie, viene a ser esta mujer madura viuda que vive sola junto a su trozo de madera y al que carga como si fuera su hijo bebé, el cual supuestamente le habla; esta, tal como Cooper, está profundamente ligada al mundo de lo oculto y lo sobrenatural, sirviendo de guía con sus revelaciones.  Es ella quien hace muy divertidas introducciones a los capítulos, a través de los cuales habla de manera enigmática, refiriéndose a los hechos que se desarrollarán en estos.
 
13. Dr. Lawrence Jacoby: El ex psiquiatra de Laura Palmer es un sujeto excéntrico que usa en todo momento lentes oscuros bicolor (uno rojo y otro azul), vistiendo ropa polinésica.  Es uno de los principales sospechosos, en especial por su apariencia libidinosa.
 
14. Agente Andy Brennan: Un agente de la policía de Twin Peaks muy dulce y que da la impresión de ser algo limítrofe, aunque es un hombre muy ducho en lo que hace, si bien es incapaz de no ponerse a llorar cuando encuentra un cadáver (y no por miedo).
 
15. Lucy Moran: La adorable secretaria de la única oficina de policía de Twin Peaks (¿Cómo es posible que para una ciudad con más de 20 mil habitantes, no hayan más estaciones y agentes?), es una amable dama que atiende de manera muy familiar a su jefe y a los policías (solo dos), con deliciosas donas que dispone a lo largo de una gran mesa todas las mañanas.  Enamorada de Andy, quien le corresponde, en la segunda temporada se ve involucrada en un gracioso triángulo amoroso con este y otro tipo, mucho menos noble que el anterior.



16. Agente "Hawk", Tommy Hill: De origen indígena norteamericano, es un masculino hombre, que en primera instancia se ve como alguien mucho más serio que sus compañeros, si bien es una buena persona por igual.  Como muchos de su estirpe, se trata de un gran rastreador, siendo el mayor agente de confianza del sheriff.
 
17. Agente Albert Rosenfield: Encarnado por el llorado Miguel Ferrer (el mismo de esa joyita que es El Aviador Nocturno), su especialización es el área forense.  Llega a Twin Peaks como un sujeto despreciativo, llegando a ganarse el repudio del mismo sheriff, por culpa de su carácter; sin embargo, con el tiempo queda conquistado por la cordialidad de la misma gente que antes ninguneaba.
 
18. Agente Denise/Denis Bryson: Antiguo compañero de Cooper, no se ven hace tiempo y es requerido por este debido a su experticia; el reencuentro resulta ser muy cómico, debido a las nuevas costumbres del guapo hombre interpretado por un joven David Duchovni.
 
19. Benjamin Horne: El padre de Audrey no solo es el dueño del mejor (¿O único?) hotel de la ciudad (¿O pueblo?), sino que también tiene intereses económicos con cierto lugar que limita con Canadá, ya que Twin Peaks está casi en la frontera, además de querer conseguir adueñarse de los bosques.  Con muchos esqueletos en el armario, más adelante le toca pasar uno de esos giros muy cómicos típicos del show a este individuo bastante calenturiento.
 
20. Pete Martell: Esposo de Catherine, quien lo desprecia por considerarlo un pusilánime, quizás por ser un buen tipo y no alguien turbio como ella y la gente con la que mantiene tratos.  Es un “hombrecito” de aspecto cándido y fácil trato.  Se lleva muy bien con su cuñada, compañía que ayuda a la solitaria Josie a sobrepasar los malos tratos de Catherine.
 
21. Major Garland Briggs: El buen padre de Bobby, es un militar que forma parte de un grupo ultrasecreto militar del gobierno gringo, relacionado con conocimientos de tipo ultraterreno.  Resulta ser una persona valiosa, para desentrañar los secretos más esotéricos de Twin Peaks.
 
22. Big Ed Hurley: Propietario de una gasolinera, es un varonil sujeto algo tosco, pero de buen corazón, que protege a su sobrino al que quiere como al hijo que nunca tuvo y quien, además, tiene un amorío casi imposible con la dulce dueña del café Double R Diner (donde hacen los mejores pasteles de todo Twin Peaks), pese a que está casado.  Es otro hombre de confianza del sheriff, socorriendo bastante a este y a sus compañeros, en los dilemas que se van sucediendo a lo largo del programa.
 
23. Nadine Hurley: La irascible esposa de Ed, es una mujer con la que se casó este en complicadas circunstancias, puesto que en realidad no la ama y la misma Nadine no es alguien fácil de tratar.  Tuerta, posee una fuerza impresionante.  Una de las tramas secundarias más entretenidas de la serie, tiene que ver con ella, donde una vez más vemos que uno de los personajes cambia bastante a lo largo de esta.
 
24. Norma Jennings: La amante de Ed es una gran persona, como este y también mantiene un matrimonio infeliz, por su esposo que está preso y que se supone se encuentra rehabilitado, según él mismo afirma; empero, por mucho que sea cierto, ya no está interesada en él.  Buena patrona, más adelante le toca acoger a su atribulada hermana, quirn viene escapando de una triste vida.
 
25. Shelly Johnson: La joven esposa del odioso Leo, sufre maltratos de este y por eso tiene de amante a Bobby Briggs.  Trabaja para Norma, con quien se lleva muy bien.  Con posterioridad ella, Audrey y Donna se convierten en el blanco de un psicópata que llega a la zona. 
 
26. Maddy Ferguson: Prima de Laura, es idéntica a esta, con la salvedad de que la Ferguson es morena y no rubia como la malograda muchacha.  Llega a quedarse una temporada a Twin Peaks, tras la muerte de su pariente, para hacerle compañía a sus tíos; allí se hace muy buena amiga de James y de Donna, con quienes comienza a investigar por su cuenta para resolver el asesinato de Laura.  Es interpretada por Sheryl Lee, la misma bella actriz que hace de Laura.
 
27. Harold Smith: Un guapo especialista en flores que está entre la veintena y los primeros treinta, quien sufre de Agarofobia (miedo a salir de casa).  Se hace amigo de Laura Palmer, debido al trabajo de esta, a través del cual le llevaba comida a su hogar.  Harold guarda un bien muy preciado de la difunta, fundamental para resolver el misterio detrás de su muerte. 
 
28. Windom Earle: El psicópata que llega a Twin Peaks, bien avanzada la segunda temporada, es como muchos de su condición un hombre de gran inteligencia.  Tiene un pasado con Cooper y además gusta de disfrazarse para hacerse pasar por otras personas.  Conoce los secretos sobrenaturales que penden sobre la ciudad y busca apoderarse de ellos.
 
29.  Agente Gordon Cole: Jefe de Cooper, es otro estrafalario sujeto que lleva puesto siempre unos audífonos que lo hacen gritar, puesto que supuestamente tiene problemas de sordera.  Es interpretado por nada menos que David Lynch.
 
30. Phillip Michael Gerard: Un vendedor de zapatos viajero, que se vuelve uno de los principales sospechosos y que tiene dentro de sí una especie de entidad sobrenatural que podría dar claves sobre la muerte de Laura.
 
31. Bob: Un siniestro hombre del que muy poco se sabe, salvo que no ha envejecido, puesto que Leland Palmer lo conoció de niño.  Sus intervenciones presagian desgracias.
 
    Me he saltado unos cuantos personajes; no obstante, creo que con esos basta, como para hacerse una idea de lo maravilloso que es Twin Peaks y de lo que le espera a quien no la haya visto aún.


     Falling la hermosa canción principal de la serie e interpretada con la angelical voz de Julie Cruise.

viernes, 16 de julio de 2021

Mi corazón también habita en Twin Peaks.

                             


      Una de las series que me marcó durante mis primeros años, específicamente en lo que respecta a mi adolescencia, fue Twin Peaks (Picos Gemelos), emitida originalmente entre 1990 y 1991 en dos temporadas (la primera de 8 episodios y la segunda de 22).  Creada por el afamado director David Lynch, un cineasta de renombre que se había hecho ya un lugar en Hollywood con “solo” 5 películas (bien raras en general, pero muy aprecias por millones de seguidores y de la crítica especializada), junto a Mark Frost, se convirtió rápidamente en todo un referente dentro de la pantalla chica, al presentarnos una historia como nunca antes se había visto en ese medio.  Sin dudas, que muchas de las piezas más sofisticadas, artísticas y/o extravagantes de los programas televisivos que vinieron que después (y que hoy abundan en la parilla programática), se las debemos a este título que, como ya les indicaré, se atrevió a hacer algo distinto y de calidad artística innegable. 
     Por mi parte, era bien “cabro” cuando se estrenó por acá en Chilito, muy inocente hasta cierto punto; no obstante, conocía a su director de tan solo poco antes de saber de esta obra, tras haber alucinado con su versión del clásico de la ciencia ficción Duna y luego enloquecido con su otra cinta Terciopelo Azul (considerada por algunos como el mejor filme de la década de los ochenta… de Hollywood, supongo).  
     Bastante publicidad se hizo cuando nos trajeron este título, algo inusitado dentro de los medios criollos para cubrir el estreno de un show gringo (por lo general dedicado a los programas de variedades, espectáculos en vivo y culebrones nacionales).  Recuerdo que incluso guardé un reportaje a todo color, que salió en un periódico nacional, además de atesorar los artículos de la revista Cinegrama que compraba en aquel entonces.  Me encontraba cursando el Tercero Medio y era 1992, que acá llegó con atraso cuando ya estaba “terminada” (o sea, cancelada antes de tiempo) y lo dio Canal 13 de la Universidad Católica, anunciada con bombos y platillos.  Fue programado para los días lunes a horario estelar de las 10 de la noche.  Creo que era uno de los pocos de mi edad que lo veía, esperando con ansias cada capítulo y llenándome de alegría cada vez que en la radio tocaban su tema principal, Falling de Angelo Badalamenti e interpretado por la angelical voz de Julie Cruise (¡Incluso llegué a grabarlo en un cassette junto a otras canciones de la época que me gustaban!). Luego cuando la “gran masa” del público chileno, se dio cuenta de que no se trataba de un programa convencional al que estaban acostumbrados, perdió sintonía mayoritariamente y decidieron trasladarlo para cerca de la medianoche.  Durante esa época tenía entre 16 y 17 años y aún me dormía temprano de lunes a viernes, que al otro día debía ir al colegio; pero hacía el esfuerzo de mantenerme despierto, durmiendo siesta en la tarde para tener energía en la noche y mientras “hacía hora” me leía un libro a gusto.  
     Esa fue la única vez en la que vi Twin Peaks hasta ahora, que hace rato me la conseguí en digital completa y solo durante estos últimos meses me reencontré con ella y, en especial, con sus queribles personajes.  Por cuanto el resto de estas palabras, tratarán acerca de mis impresiones, ya adulto, sobre este título tan valioso para mí; que ha sido muy emotiva esta segunda mirada, la cual solo ha estado llena de gratas sorpresas y de ninguna decepción.



    ¿Quién mató a Laura Palmer? Era la interrogante que nos dejó metida en el cuerpo la serie en el primer episodio, cuando tras el hallazgo del cuerpo de la chica más popular y querida de la ciudad (el cadáver más hermoso visto quizás a la fecha, que cómo no los muestran es realmente una obra de arte); de modo que a raíz de ello, no solo comienza a desplegarse la investigación policial de rigor para hallar al culpable, sino que se empieza a desmadejar toda una maraña de secretos y mentiras, que nos demostrarán que nada, ni nadie es lo que parece.
     Laura es la única hija de un matrimonio maduro, el cual corresponde a una de las 3 familias pudientes de Twin Peaks que son el supuesto pilar socioeconómico de esta comunidad llena de sujetos extravagantes y donde todos se conocen, pese a que se supone tiene 51.201 habitantes.  Es así que damos por supuesto que solo hay una oficina de policía, un colegio, un hotel y un restaurante, mientras que buena parte de los acontecimientos  transcurren únicamente en una ínfima parte de su territorio (el único detalle que, más que ruido, me provocó gracia, por cuanto ayuda a aumentar la atmósfera surrealista y enrarecida del programa).  
     Ubicada en una zona montañosa y rodeada de bosques misteriosos, el crimen cometido nos lleva a encontrarnos con una variante del tema de “pueblo chico, infierno grande” y es que Twin Peaks es una comunidad cerrada, donde las cosas funcionan distinto al resto del mundo, no porque en ella también hay numerosos “pecados” que ocultar (que eso pasa aquí y en la quebrada del ají, como decimos en mi país); sino porque en sus tierras, existen nada menos que oscuras fuerzas sobrenaturales y que junto a los protagonistas iremos descubriendo poco a poco (y de la manera más extraña).
     Hay drama evidente en esta producción, no obstante, los elementos cómicos y místicos de la serie crean una mezcla tan sui generis, que era evidente el hecho de que en su momento muchos espectadores “se bajaran” del público leal… Y es que si optamos por ver esta producción, debemos aceptar la idea de que lo que entendemos por normal no funciona para sus personajes, incluso para los más “serios”, quienes de un momento a otro harán algún comentario fuera de lugar o actuarán del modo más inaudito (como ponerse a bailar, por ejemplo).   Por supuesto que es en lo anterior que radica el encanto de Twin Peaks, puesto que nadie sabe para dónde nos llevarán sus acontecimientos y eso lo hace tan entretenido a quienes la pasamos bien con esto.
    El propio David Lynch dirigió 6 de sus episodios, realizando también varios de los guiones; suyos fueron el potente guión (en la práctica una verdadera película), el comienzo de la segunda temporada (también de larga duración) y el último capítulo (que nos dejó en suspenso, porque sus eventos no quedaron resueltos y no tuvo tercera temporada para cerrar todo hasta… ¡2017!); con lo cual quedó de manifiesto su impronta para este espectáculo, que se volvió parte de las mejores serie live action gringas.  No obstante, para gusto de los incondicionales del show, en 1992 el propio realizador regresó a su obra más célebre con la película Twin Peaks: Fire walk with me (o Picos Gemelos: El fuego camina conmigo), una precuela que cuenta los eventos previos a la serie y que nos muestran con lujo y detalles la vida, pasión y muerte (pero no resurrección) de la malograda Laura Palmer.   Cabe mencionar que este filme está entre lo mejor de su autor, que dejó contentos a todo el mundo, incluso a quienes nunca vieron el título que lo inspiró.  Recuerdo que fui solito al cine a verla, en una época cuando los estrenos llegaban a la cartelera los días viernes y solo la puede comentar con mis profes, tal como me pasaba con la serie, pues no tenía nadie de mi edad con quien compartir mi pasión por Twin Peaks (solo cuando entré a la universidad me encontré con verdaderas almas gemelas contemporáneas con las que ñoñear a gusto).
    Cabe destacar los créditos de apertura, que aunque no son una maravilla, sí eran muy característicos debido a propia singularidad tan propia del show: un contraste entre la belleza del mundo natural que rodeaba a la ciudad y el mundo artificial creado por los hombres… Y, por cierto, otra cosa que me llamó la atención al reencontrarme con el programa, fue que teniendo varios personajes adolescentes, estos se veían bastante “formaditos” pese a su edad; supongo algo propio de los gringos “bien alimentados”, aunque ello bien respondía a la convención de que para hacer más atractivos a sus personajes (y tal vez por un tema moral hasta cierto punto), se viesen más atractivos para el público adulto, muchas veces metidos en asuntos “escabrosos”, tal y como podemos ver sucede con Twin Peaks.
    De Twin Peaks fue todo un éxito la banda sonora que se vendía como pan caliente (que este mismo servidor, con sus ahorros juntando peso a peso, se la pudo comprar ille tempore y con mucho placer en el antiguo formato de las cintas magnetofónicas).  Por otro lado, se editaron unos cuantos libros anexos a la serie, 4 en total, siendo que el último apareció el mismo año de su regreso, con la inesperada tercera temporada y escrito por el propio Mark Frost, su co-creador.  Cada novela redondea aspectos de la historia y, por mi parte, solo pude leer y disfrutar El Diario Secreto de Laura Palmer, ello gracias a una querida amiga que me lo prestó (y a quien a su vez también se lo prestaron, je).  Me encantaría tenerlos todos.


                                                                      Créditos de apertura
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