miércoles, 27 de agosto de 2014

Drama y Violencia en una Novela Gráfica de Superhéroes Actual.


       Los cómics de superhéroes en su Edad Dorada comenzaron con un dejo mucho más oscuro y crítico, que el que luego tomaron cuando se infantilizaron a partir de la década de los cincuenta.  De este modo un personaje como Superman (el primero dentro de este tipo de historias) comenzó sus aventuras siendo un guardián de los oprimidos y ajusticiador de los corruptos, en medio de una sociedad amargada por los problemas económicos y la guerra; asimismo este personaje logró convertirse desde sus inicios en una figura mesiánica gracias a sus atributos sobrehumanos, llegando a ser sin dudas el mayor defensor del llamado Sueño Americano.  Por otro lado, se encontraba Batman, justiciero nocturno de connotaciones detectivescas y cruzada personal contra el crimen, en venganza por haber perdido a temprana edad a manos de un delincuente a sus padres; de este modo Batman se enfrentaba sin vacilaciones a la escoria usando métodos hasta cierto punto violentos para la época (y que sin embargo eran glorificados por personajes reales como Elliot Ness, el famoso enemigo de los mafiosos, y otros entes de ficción tan populares entre la masa como La Sombra y Doc Savage por aquellos años).  No obstante pese al periodo menos serio del género, en los setenta las historietas de superhéroes remontaron y ya para mediados de los ochenta se terminó por devolver a sus personajes por completo su lado más adulto y claramente literario, otorgándole por fin al noveno arte el grado de respetabilidad que en Occidente sólo los fanáticos más acérrimos le tenían (puesto que en Japón y Occidente hace rato ya que se le habían adjudicado tales honores).  A partir de entonces, es que se escribieron verdaderas obras maestras que recalaron hondo no sólo en el lector, si no entre la crítica especializada.  Para ser sinceros, este problema y su posterior solución eran propios de DC, ya que Marvel desde sus inicios a principio de los sesenta, se convirtió en la gran competidora de la casa de Superman: puesto que sus argumentos ya eran muchos más elaborados, que las habituales fantasías y guiones de ciencia ficción estereotipados de DC.
     Por otro lado, hace rato que Batman de entre los miembros del Universo DC, poseía una de las galerías de villanos más atractivas e inolvidables de entre sus pares (sólo equiparables a las de Superman y Flash dentro de su ficticio universo).  Uno de sus enemigos más antiguos e importantes llegó a ser nada menos que el Pingüino, un sujeto pequeñito que acostumbra usar frac (de color blanco y negro), que lleva paraguas y cuya imagen apoyada además en su nariz ganchuda, recuerda al ave que le ha dado su apodo.  El Pingüino, cuyo nombre real es Oswald Cobleppot, ha sido retratado como un genio criminal, ya que super poderes no posee, si bien también en muchas de las historias que lo tienen de protagonista, se acostumbra darle un aire cómico; también llegó a ser bastante exitoso entre los seguidores del Murciélago, lo que ha hecho que fuese rival recurrente en sus aventuras en papel, varias series y filmes animados, además de ser elegido por nada menos que Tim Burton, para tenerlo como a uno de los enemigos del Señor Oscuro en su cinta Batman Vuelve.  Considerando lo antigüedad del Pingüino dentro de las páginas de Detective Comics y otras revistas, ya que su primera aparición data del N°  58 de esta colección en 1941, estaba claro que con el paso del tiempo este “respetable” señor del crimen organizado, pasaría por una series de reformulaciones, hasta otorgarle su sitial actual dentro de los grandes íconos de la historieta. 

El debut en los cómics del Pingüino.
      En el agosto de 2011 el Universo DC se reinició casi por completo (pues no fue total, ya que se respetaron unos cuantos eventos “biográficos”, relacionados con dos de sus representantes más exitosos en términos comerciales: el mismísimo Batman y Linterna Verde, bueno, contando en este último caso a todo el Cuerpo de Linternas Verdes, la verdad); era la segunda vez desde la famosa Crisis en las Tierras Infinitas, entre 1985 y 1986, en que la compañía insufló por completo de aires nuevos y actualizaciones para los tiempos venideros a su inmenso panteón (o tercera si se cuentan las pequeñas modificaciones hechas durante los sucesos de Hora Cero en 1994) …Era de suponer que alguien como Oswald tendría su propio versión para los llamados Nuevos 52, nombre dado al más reciente reseteo DC.   Pues bien, en el año 2012 el Pingüino tuvo su esperado reajuste y todo gracias a una miniserie de 5 números de nombre bastante literario: Pingüino: Dolor y Prejuicio (título que remite a obras narrativas del calibre de Crimen y Castigo de Fedor Dostoievsky y Orgullo y Prejuicio de Jane Austin, entre otras).  La historia corrió a cargo de Gregg Hurwitz en el guión y Szymon Kudranski en el dibujo; esta dupla logró ser lo suficientemente armoniosa como para elaborar toda una obra de arte, donde una sólida historia y una parte gráfica soberbia, hacen de la lectura de este tomo (si se tiene el gusto de poseer el volumen compilatorio) una experiencia que no deja lugar a dudas acerca de su calidad estética.
      Hablar de Hurwitz es referirse a un miembro de esa nueva camada de guionistas que trabajan en el mundo del cómic, provenientes del mundo de la literatura policial.  Entre estos podemos encontrar a ya destacados autores como Brad Meltzer, creador de una historia tan potente como lo es Liga de la Justicia: Crisis de Identidad y a uno de los favoritos para muchos, Greg Rucka, entre cuyos grandes éxitos se encuentran la novela gráfica Wonder Woman: Hiketeia y su paso por las revistas capitulares de Batman, Superman, Wolverine y muchos más destacados superhéroes.  Gregg Hurwitz también se ha fogueado en el mundo de la televisión, trabajando en numerosas series como el remake de V (la recordada serie ochentera sobre una invasión extraterrestre global) y el cine.   La incorporación de talentos como estos en las actuales historietas, les ha otorgado a este tipo de obras una dimensión mucho más estilizada; de este modo la creación de historias más sólidas y acentuadas en un suspenso mucho más fino que el típico caso delictual de antaño,  permite además la caracterización psicologista de sus protagonistas; por otro lado, es habitual en las producciones de estos autores el alejamiento de las tramas más fantásticas, en beneficio de un crudo realismo o sentido más adulto (de este modo más que primar la aventura, se centran en el drama mismo de sus personajes, o sea, en sus vicisitudes más íntimas).  En cuanto a Szymon Kudranski, este artista proveniente de Polonia, se ha destacado por su pincel donde unos trazos cuidados y preciosistas, logran un particular realismo apoyado por la utilización de tonos oscuros, en la paleta de colores con que se apoya; tampoco se puede dejar de lado la gran expresividad que es capaz de darle a los personajes, siendo capaz de ilustrar toda una gama emocional por parte de estos (y rehuyendo además la caricatura en beneficio de la verdadera expresividad).  Dentro de su labor profesional Kudranski ha obtenido gran notoriedad por sus trabajos para Spawn, ya que con ello cambió por completo su anterior estilo más recargado y efectista, por uno de tipo más sobrio. Cabe recalcar que en sus dibujos destacan las sombras y los matices oscuros, por sobre el color fuerte, tonos pasteles y otros más alegres.
     Pingüino: Dolor y Prejuicio no es una historia sobre Batman, si no que más bien se encuentra dedicada en exclusiva a su famoso rival; en ella sin dudas que aparece el mayor justiciero de Ciudad Gótica, pero lo hace como “invitado” y para luego potenciar su impactante desenlace, que deja claro el carácter retorcido de su protagonista (y que además refuerza la idea de que el crimen SIEMPRE paga).  A lo largo de sus más de 100 páginas, el lector asiste a dos historias entrelazadas, por un lado la de la carrera criminal del Pingüino (aquí un verdadero sujeto de temer), quien realiza su labor con meticulosidad y usando tales métodos de extorsión, que el más vil mafioso quisiera conocer para conseguir sus nefastos planes; a su vez se da un vistazo al pasado de este sujeto, desde su nacimiento marcado por un padre desnaturalizado, una madre sobreprotectora, la intolerancia y en especial un sentimiento tan grande de soledad, que le darán al entonces infantil Oswald la excusa ideal para irse al lado oscuro.   A su vez en las viñetas dedicadas al “presente”, se introduce la presencia de una sensible y bella mujer no vidente, con quien el Pingüino llega a entablar una relación amorosa platónica y que marcará buena parte del tono de esta historia; la enamorada ignora la verdadera naturaleza de quien cree es todo un príncipe azul, mientras que éste en realidad llega a sentir por ella, algo que demuestra que todavía conserva un ápice de humanidad.  Mientras tanto Batman investiga los actos delictuales del Pingüino…
     Un personaje tan retorcido como el Pingüino versión Los Nuevos 52 posee, pese a su propia malevolencia, un claro paralelismo con Batman.  En primer lugar ambos provienen de una familia bastante acomodada y luego tanto al uno como el otro se le niega la posibilidad de tener una infancia feliz, todo debido al propio mal que anida en los corazones de los demás; por otro lado los dos son sujetos de extremada inteligencia y de una enorme fuerza de voluntad que una vez que ambos crecen, los llevan a su modo a encumbrarse por sobre sus miserias del pasado…Hasta ahí la semejanza entre ambos, puesto que luego las mismas decisiones de cada uno, los hará ser tan distintos que sin vacilaciones se convertirán en el opuesto del otro: mientras Bruce Wayne ha procurado por mantenerse atlético y ágil, Oswald Cobleppot se ha ido marchitando así mismo al descuidar su figura, hasta convertirse en el monstruo que desea ser para los demás.; el desprecio de Batman hacia quienes gozan inflingiendo dolor lo ha llevado a su cruzada por la justicia, en cambio el desprecio del Pingüino hacia el resto de sus congéneres lo ha hecho cometer otro tipo de venganza, a diferencia de la que ha llevado al Murciélago a convertirse en lo que es (justamente el castigo favorito que comete Oswald contra sus contrincantes, es quitarles todo lo que ellos aman, denigrándolos hasta reducirlos a meros guiñapos carentes de esperanza, porque se supone que a él mismo se le privó de ello cuando aún le quedaba inocencia).
    Dentro de la psiquis enfermiza de Oswald (quien se supone no está loco, a diferencia de otros personajes de la galería de villanos de Batman como Dos Caras, el Espantapájaros, Killer Croc y Mr. Frío, entre otros) tal y como la podemos conocer a través de esta memorable novela gráfica, se encuentra la relación con su madre.  Esta mujer, de quien nunca se llega a mostrar su rostro, si bien siempre se le otorga una sugerente sensualidad y belleza gracias a las viñetas que la retratan siempre ocultándolo, queda consignada como la única persona que le ha dado amor al desgraciado Oswald; es así que luego éste llega a desarrollar un amor de tipo edipiano, por quien a su vez llega a adorar de forma enfermiza.  Es al respecto que luego su extraño amorío con una mujer ciega, se transforma en este cómic en un intento del mismo Pingüino para superar sus taras emocionales y sexuales; de este modo hacia el final de la novela gráfica, se dejará claro en qué estado se encuentra en realidad su corazón.
    Por último, en más de una ocasión mientras se retrata el hogar y cubil del Pingüino, se muestra breve, pero con aires pesadillescos, a otro personaje importante dentro de las historias de Batman; su sola presencia revela al lector que el lugar donde habita Oswald es un sitio maligno…¡Adivinen de quién se trata!


sábado, 23 de agosto de 2014

El (primer) Milenio y el Fin del Mundo según Santa Laura Gallego.


I- Conozcamos algo sobre la escritora.

     Con casi 30 novelas a su haber en menos de 40 años de vida, la española Laura Gallego García es considerada la J. K. Rowling (nombre de la autora de la famosa saga de Harry Potter) de la lengua hispana, por sus obras que en su mayoría giran en torno a la fantasía.  Con textos de corte infantil y juvenil, ha recibido varios premios especializados, siendo además todo un éxito de ventas y de crítica.
    Como muchas de las mujeres dedicadas a la literatura, su obra desarrolla bastante el tema del romance, si bien en sus historias la aventura, los personajes carismáticos y lo sobrenatural no dejan de estar presentes.  Toda esta mezcla ha hecho sin duda que cada título que salga de su pluma, sea lo suficientemente atractivo a sus lectores, en especial para aquellos a quienes dirige originalmente sus escritos y a los que sin duda logra entusiasmar en la fina costumbre de la lectura personal y creativa.
    Dentro de la producción de Laura Gallego destacan sus sagas de fantasía y su colección de novelas “realistas” y seriadas de corte infantil, dedicadas estas últimas a sus personajes Sara y las Goleadoras.  En el primer apartado se encuentra la tetralogía de Crónicas de la Torre (publicadas entre los años 2000 y 2004) y su trilogía de Memorias de Idún (años 2004 a 2006) y la cual es quizás su producción más popular.  En el caso de sus obras sobre Sara y sus particulares amigas, a la fecha estas corresponden a 6 libros, publicándose entre el 2009 y el 2010, de modo que en un mismo año fueron editados más de un título de esta colección. 
     Asimismo su novela llamada El Libro de los Portales fue editada en su lengua original por nada menos que la prestigiosa editorial Minotauro, dedicada en exclusiva a la fantasía y a la ciencia ficción.  Este sello sólo edita a autores de calidad indiscutida y consagrados, siendo que son muy pocos los de habla hispana en ser considerados en su extenso y sobresaliente catálogo; de este modo tal hecho ha venido a ser nada menos que un respaldo de primera, a la hora de reconocer la calidad literaria de la autora.

Laura Gallego.

II- Sobre la novela.

    A finales del primer milenio de la Era Cristiana, en plena Edad Media, el temor ante un supuesto fin del mundo eminente se convirtió en una de las mayores preocupaciones de la población europea.  Mil años después de todo esto, la civilización occidental contemporánea volvió a manifestar este miedo primigenio sobre un Apocalipsis en ciernes.  De este modo en ambos momentos de la historia se desarrollaron una serie de eventos infortunados de histeria masiva y proclamación de varias profecías milenaristas al respecto. 
    Respecto a este singular fenómeno histórico, es que aprovechando la versión del siglo XX de esta crisis, que la autora Laura Gallego escribió su primera novela profesional (ya que tan sólo a los 11 años había escrito la primera) y la cual le otorgó el Premio Barco de Papel 1998 de la editorial SM, orientada a la literatura infantil y juvenil; no obstante esta obra fue recién publicada al año siguiente.  Dicho debut, teniendo la joven artista en aquel tiempo apenas 21 años de edad, se convirtió en el inicio de una exitosa colaboración profesional con SM, ya que en el año 2001 consiguió nuevamente el primer lugar en el mismo certamen que le dio celebridad; por otro lado, numerosos títulos suyos han sido impresos por esta empresa.  
     Tal como se puede desprender de su título en latín, los acontecimientos del libro transcurren en pleno medievo europeo  (puesto que para los que no sepan, en dicha época esta lengua era fundamental en la mayoría de las zonas “civilizadas” y más por ser la lengua oficial de la Iglesia Católica, que en aquellos años poseía gran poder entre la gente), siendo que además estos transcurren en varios países del continente y haciendo referencia directa a muchos de los eventos de la época (como invasiones, guerras, reinados, personajes reales, etc.).  De este modo Finis Mundi resulta ser sin duda una obra enmarcada dentro del género de la narrativa histórica, tanto sea por el tiempo en el que transcurre su argumento, como en su carácter de ilustrar a través de una historia ficticia un mundo que ya fue; todo de forma bastante documentada (y muy entretenida) al incorporar a su trama la descripción de las costumbres, personajes típicos y en especial dedicarle bastante líneas a la caracterización de su sociedad en sus distintos estamentos, clases y comunidades.  Al respecto es que la autora procura representar de forma fidedigna cada una de las culturas que dejaron su impronta en la sociedad donde se enmarca su obra; por ende en varios pasajes de la narración judíos, árabes, campesinos, caballeros, clérigos, nobles, místicos y en especial juglares toman un protagonismo especial en sus páginas.  Es así que considerando que el libro originalmente se encuentra dirigido a un público menor de edad, se constituye en una instancia ideal para que éste pueda conocer el mundo de la Edad Media, interesarse en él y descubrir su encanto y trascendencia hasta nuestros días. 
    La siguiente cita textual es representativa de lo anterior:

    “ Dos días más tarde llegaron a Caudry, a tiempo para la Fiesta de la Primavera.
     La aldea se había engalanado para la ocasión. Las muchachas vestían sus mejores trajes y en la plaza principal se había formado un pequeño mercado; la  noticia de que Caudry celebraba su mayada con garantías había atraído a los pequeños comerciantes y vendedores de la zona, y tampoco los granjeros y agricultores habían dejado pasar la ocasión. Un grupo de saltimbanquis actuaba en una esquina, pero Mattius comprobó, satisfecho, que no había ningún otro juglar.
     Se presentó pues ante el hombre principal de Caudry, habló con él y pronto se corrió la voz de que un juglar muy famoso iba a realizar una actuación especial en honor de los habitantes de la aldea.
    La noticia fue acogida con alegría. La actuación de Mattius completaría los bailes y la música, los concursos, las canciones y las risas.
    Michel lo observaba todo algo apartado. Nunca había asistido a una fiesta campesina. Su vida antes del monasterio se difuminaba en la bruma de borrosos recuerdos de infancia. Y, desde luego, en Saint Paul nunca había visto nada semejante.
    Había estado conversando con el párroco del lugar, el padre Pierre, pero éste pronto tuvo que marcharse a atender otros asuntos. Michel se quedó solo en un rincón, consciente de que estaba algo fuera de lugar, mirando con interés las carreras, los juegos y las distintas competiciones entre muchachos.
    Pronto empezó el baile, y el joven monje pretendió seguir al margen. Pero en las fiestas de Caudry, o bailaban todos o no bailaba ninguno, así que no pudo pasar inadvertido más tiempo. Un grupo de maliciosas muchachas lo sacó a rastras a bailar. Los demás lo recibieron a carcajadas, con una estruendosa alegría.
   Michel se puso colorado, pero una de las jóvenes le enseñó a bailar al ritmo de la música.
    —Es sencillo —le dijo—. Déjate llevar.
   Bailaban en círculos, cambiando de lugar constantemente. Al principio Michel se equivocaba con los turnos y se sintió un poco torpe, pero sus nuevos amigos le animaban y pronto estuvo bailando como el que más, riendo y saltando, y disfrutando de la fiesta.
    — ¡No pareces un monje de Cluny, amigo! —exclamó Mattius una vez que pasó cerca de él.
    Michel volvió a enrojecer, pero no dejó de bailar.
    La fiesta se prolongó hasta caída la tarde. Entonces todos se reunieron en torno a Mattius”.

    También cabe destacar este fragmento:

    “—Nuestro gremio no se reduce a una ciudad, sino que se extiende por casi toda Europa. La mayoría de los auténticos juglares narradores de historias pertenecen a él; así nos aseguramos ayuda, protección y amigos en la mayor parte de las ciudades importantes. Contamos nuestras noticias y las historias que hayamos podido aprender, y así todos nos beneficiamos de la información. Obtenemos también techo y comida.
     —Ya entiendo. Como las posadas para peregrinos a lo largo del Camino.
     —Algo así. Las sedes del gremio nos permiten descansar de nuestra peregrinación por el mundo.
     — ¿Y este Martín fue...?
     —Un juglar. Endiabladamente bueno, además. Amasó una fortuna con lo que nobles y príncipes le daban por relatar sus hazañas, y tuvo la prudencia de retirarse a tiempo, antes de que la memoria comenzara a fallarle. Fue uno de los mejores y recorrió casi todo el mundo. Por eso es ahora uno de los maestros del gremio, aunque haya abandonado la vida errante.
      Michel sacudió la cabeza.
      —Una organización extraña, la vuestra. Nunca había oído nombrarla.
      —Eso es porque la gente suele menospreciar a los juglares. Pero nuestro oficio tiene sus riesgos, y debemos hermanarnos para recorrer los caminos de una forma un poco más segura.
      Martín entró de nuevo en la habitación, seguido de su mujer, que traía dos cuencos de sopa. Mattius y Michel los aceptaron, agradecidos. Su anfitrión los observó con gesto grave mientras ellos daban buena cuenta de la cena.
     —Compostela ha cambiado mucho últimamente —comentó Mattius entre cucharada y cucharada—. ¿Qué ha pasado?
     El rostro de Martín se ensombreció.
     —Los moros vinieron y nos cogieron por sorpresa. No eran muchos, pero los guiaba Al-Mansur; no los vimos hasta que los tuvimos encima. Arrasaron la ciudad. Todo. La basílica también. Murió mucha gente.
     Michel dejó la cuchara. De pronto, ya no tenía ganas de comer.
     —Pero la gente sigue peregrinando hasta aquí —observó Mattius—. Y el anuncio de que Santiago ha sido saqueada ya corre por todo el Camino.
    —Entonces es que no has escuchado las noticias con atención, amigo. Los moros lo destruyeron todo excepto el sepulcro del Apóstol. Santiago sigue intacto.
    Michel dejó caer la cuchara, estupefacto.
    — ¿Quieres decir... que Al-Mansur respetó sus restos? ¿Que no profanó el sepulcro?
   Mattius le dirigió una sonrisa cansada.
   —Quizá sí haya esperanza, al fin y al cabo. Ha sido un acto muy noble por su parte.
   — ¿Nobleza... un infiel? No, ha de haber una explicación.
   —No la hay —dijo Martín—. Estamos en guerra y es lógico que se ataquen ciudades. Pero nadie elige nacer en un bando o en otro, y hay gente noble también entre los que sirven a la media luna. Al-Mansur es un gran general. Más de un rey cristiano habría querido tenerlo a sus órdenes.
    Michel sacudió la cabeza. Era un planteamiento demasiado novedoso para él. No sabía que Martín había viajado por la España musulmana cuando aún era un juglar activo.
    —Fue duro, pero tenemos que seguir adelante —prosiguió el maestro de los juglares—. Los trabajos de reconstrucción han ido lentos por culpa de las lluvias; ésa es la razón por la cual la ciudad aún presenta un aspecto tan desolador. Pero ahora que llega el verano, esperamos poder levantar muchas más casas”.

    Pero no se puede olvidar que la novela en sí también corresponde a un ejemplo del popular género de la fantasía, de modo que a la par de su ambientación medievalista, la presencia de la magia, lo sobrenatural y lo claramente místico y/o esotérico toman un rol preponderante; todo esto permite el desarrollo de una historia inolvidable, donde sus protagonistas realizan un peligroso viaje, con el objetivo de evitar la destrucción del mundo a mano de fuerzas por completo superiores a la de los mortales.  Si bien Laura Gallego en esta temprana obra suya demuestra su interés por la narrativa fantástica, los elementos que utiliza para otorgarle este aspecto a su libro, no dejan de ser verosímiles y conllevarse con la ambientación que escogió para su primera novela en publicarse.  Todo ello porque bien cualquier conocedor de la idiosincrasia medieval, sabe que para sus hombres y mujeres lo sobrenatural formaba parte del diario vivir, gracias a las fuertes creencias de tipo religioso y folclórico; por lo tanto era normal creer en la intervención directa de las fuerzas divinas en la vida de los seres humanos (lo que recibe el nombre de Providencialismo), de entidades demoníacas, brujas, hechiceros y todo tipo de seres y manifestaciones por sobre las leyes de la física.  Es entonces que Finis Mundi no deja de ser un interesante muestrario de lo que significaba vivir en este periodo.

     El texto comienza con uno de sus tres personajes principales, un niño a las puertas de la adolescencia que ha pasado gran parte de su corta existencia como monje en una de las tantas órdenes monásticas católicas y que a duras penas ha salido con vida de un atentado al convento donde vivía; éste logró sobrevivir a la quema de su hogar y matanza de sus hermanos religiosos, llevando consigo un tesoro inigualable: un antiguo y casi desconocido códice en el cual se encuentra consignado que el fin del mundo sería para la llegada del milenio.  Al momento de esto, sólo faltan tres años para dicha fecha, así que al pequeño héroe le queda poco tiempo de modo de encontrar los tres objetos místicos, que al ser reunidos pueden ayudarlo a evitar que la catástrofe se cierna de una vez por todas.  En su camino se encuentra con un joven juglar, quien tras unas pocas desavenencias entre sí, decide acompañarlo en su odisea; poco a poco comienza a darse cuenta de que la misión de quien considerará sin dudas como a su amigo, es de suma importancia y por lo cual debe poner de su parte con el objetivo conseguir la victoria.   Luego aparece una muchacha quien se les une y cuya ayuda les resulta imprescindible.  Entre medio surge varios personajes más, gente noble que les otorga su apoyo y unos cuantos villanos, siendo que además un oscuro grupo que desea para sí el conocimiento acerca de lo que se avecina, anda detrás de sus pasos y les da varios problemas a estos tres y a sus aliados. 
     Teniendo en cuenta, quizás, de que esta novela fue escrita cuando su autora aún no adquiría la experiencia y el dominio que luego obtendría en el arte de la fabulación, se puede entender que hasta cierto punto esta obra podría adolecer de falta de profundidad.   Si bien sus personajes se encuentran bastante desarrollados aún en sus escasas páginas (253) y que tal como se mencionó más arriba el libro no deja de representar de forma plausible el mundo medieval, a ratos un lector más exigente (digamos alguien mayor y acostumbrado a trabajos más complejos) puede echar de menos  la presencia de análisis y crítica abundante en otros ejemplos del género (más todavía al comparársele con otra novela española de fantasía medieval, Historia del Rey Transparente de Rosa Montero y quien si bien escribe por lo general literatura realista, en su primera novela medieval de fantasía fue capaz de crear una obra de singular belleza y sin dudas recomendable tanto por su magnifico argumento, como por las ideas expuestas en ella).  No obstante hacia el en realidad emotivo clímax de esta ópera prima, el tono del narrador se vuelve algo más elaborado y se permite introducir una directa reflexión sobre nuestra naturaleza humana y la dicotomía del bien y del mal, al que somos propensos como especie. 
   A continuación un extracto de todo esto:

    “« ¿Y esto?», preguntó al Espíritu del Tiempo al cabo de un rato. «La risa de los niños, el amor entre jóvenes, la amistad sincera, el cariño, la confianza, la fidelidad. He visto a gente arriesgar su vida por ayudar a los necesitados en una zona de guerra; trabajar codo con codo para salvar vidas, casas, cultivos, después de una inundación o un temblor de tierra. Viajar a regiones pobres para socorrer a los que pasan hambre. Unirse como una pina para pedir el fin de la violencia. Sentarse a hablar pacíficamente de sus diferencias. Hay personas que luchan por salvar el planeta, el aire, el suelo, el mar y las plantas. Gente que trabaja por un mundo mejor. Por el fin de la guerra, la miseria y la esclavitud. ¿No merecen una oportunidad?».
    «Son pocos», respondió el Espíritu del Tiempo.
    «Pero cada vez más».
    «Cuando termine el próximo milenio, el mundo habrá cambiado, pero el alma humana seguirá igual. Los hombres son destructivos. No pueden aprender».
    «¡Pero lo están haciendo! Es un proceso lento, quizá se necesiten más de mil años o más de dos mil».
    Hubo un breve silencio. Entonces el Espíritu dijo:
    «Has visto el futuro. Sabes de lo que es capaz el hombre. ¿Sigues confiando en la humanidad?».
    «Sí, confío en la humanidad», dijo Michel firmemente. «He visto cosas hermosas y cosas horribles. Tengo la esperanza de que, con el tiempo, milenio tras milenio, el hombre será capaz de crear un mundo donde sólo haya belleza».
     «Eso no es posible. El alma humana no puede producir solamente cosas bellas».
     Michel calló un momento y meditó. Luego simplemente dijo:
     «Yo tengo fe».
     « ¿Tienes fe en el hombre?».
    «Así es»”.

    Hay que ser justos con este libro: su autora pretendía entretener sin mayores pretensiones, creando a personajes atractivos y todo en medio de un escenario caro a la tradición literaria de la que como escritora española es heredera; a su vez logró recrear de forma clara la sociedad medieval, de modo de hacer que muchos de sus originales destinatarios luego pasaran a títulos más sofisticados y clásicos.  Todo esto lo logró, siendo que a su vez consiguió dar el primer paso de modo de iniciar una carrera literaria, a la que todo fanático de este tipo de obras debe tener en cuenta y conocer (más por el hecho de ser una de las pocas plumas actuales en nuestra gloriosa lengua española, reconocidas mundialmente por escribir fantasía y que además publica de forma regular).
    Un verdadero caso de curiosidad editorial viene a ser el hecho de que existen algunas versiones de este libro cuyo final se modificó, como en Alemania, donde se le consideró “demasiado influenciado por el Cristianismo” (¡Como si fuese algo terrible, por Dios!), mientras que para una colección infantil se eliminaron los pasajes más “violentos”, de modo de hacerlo mucho más amenos a los niños e incorporarle varias ilustraciones.  Humildemente encuentro aceptable lo último, pero en cuanto a lo primero, me decepciona que Laura Gallego haya aceptado tamaña afrenta con algo salido de su propia persona y que bien respondía al tono espiritual de su obra (el que en todo caso resultaba bastante ecuménico, por tratar con justicia tanto a cristianos, judíos, musulmanes y otros pueblos representados en su libro).

domingo, 17 de agosto de 2014

El Pecado y la Decadencia en “Seven” de David Fincher.


     Tras un exitoso y alabado debut cinematográfico con Alien 3 (1992), el público y la crítica esperaban bastante más de su entonces joven director, David Fincher; éste antes de dar el salto a las salas de cine, se había fogueado detrás de las cámaras filmando celebrados videoclips para artistas de primera fila como Paula Abdul, Madonna, Billy Idol y George Michael.  Fue así como en el año de 1995 llegó la nueva película, de quien con el tiempo haría una importante carrera en el séptimo arte, con títulos que en la actualidad están considerados entre lo mejor del cine hollywoodense.  La segunda cinta de Fincher corresponde al filme de suspenso Seven, conocido en español bajo el nombre de Los Siete Pecados Capitales.  Dicha obra con rapidez acaparó la atención de la gente, gracias a un inteligente guión original y a una atmósfera opresiva que marcó escuela a tal punto que como otras cintas esenciales, originó una serie de copias (unas buenas y otras malas como era de suponer) e inspiró a otros artistas a crear nuevas historias siguiendo su particular estilo (siendo el mejor ejemplo de ello la serie de televisión Millenium de Chris Carter).  Ahora bien para ser sinceros, una obra cómo está también contó con otros aspectos artísticos y técnicos, que le ayudaron a obtener su destacado sitio entre las numerosas producciones que se hacen año a año en Gringolandia;  por lo tanto para ser justos, se referirá más adelante a dichos aspectos para tenerlos en cuenta a la hora de apreciar en mayor medida esta película.  No está más decir que el filme en cuestión está considerado entre lo mejor de la década de los noventa y que asimismo se encuentra en muchas listas entre los grandes largometrajes de la historia del cine.
     Seven es un drama de suspenso que se nutre del llamado cine negro (policial con personajes retorcidos y ambientes lúgubres, cargado de bastante violencia y un discurso político de denuncia social) y las también populares historias de psicópatas (psicothrillers en inglés, siendo uno de sus mejores ejemplos la clásica Psicosis de Alfred Hitchcock).  Su trama versa sobre un detective de homicidios que se encuentra a días de jubilar por anticipado, ya cansado de las miserias que le ha tocado vivir personalmente y las que ha visto e investigado como agente de la ley y el orden.  Es entonces que llega a su oficina un joven detective para ocupar el cargo que el hombre mayor se encuentra por dejar y cuando todo parece que va a tener su desarrollo normal, se presenta un extraño caso de asesinato que les hace darse cuenta a ambos investigadores, que se encuentran en la antesala de una serie de crímenes realizados por una mente enferma (y no obstante de un sujeto de extrema inteligencia).  En un principio ambos sujetos, un hombre ya maduro, taciturno, solitario y casi misántropo, y un sujeto casado, lleno de esperanzas y sueños, apenas consiguen soportarse; no obstante gracias a la casi angelical intervención de la bella esposa de éste último, ambos logran dejar sus rencillas y aprenden a trabajar juntos llegando a simpatizar entre sí.  En cuanto a los horrendos homicidios que comenzaron a hacerse públicos el mismo lunes de esa semana, estos tienen relación con la fijación erótica-religiosa de su perpetrador y que consisten en castigar a 7 sujetos diferentes y a quienes considera culpables por vivir en relación a cada uno de los 7 pecados capitales (todo ocurre en una intensa semana completa, siendo el número de días significativo con respecto al mismo leiv motiv que lleva al asesino a realizar sus acciones); de este modo los cuerpos irán apareciendo sometidos a diversos e “ingeniosos” vejámenes, considerando el siguiente orden: gula, avaricia, pereza, lujuria, soberbia, envidia e ira.  Si bien ambos protagonistas son individuos de gran talento en su oficio, el asesino en todo momento se encuentra por sobre sus capacidades, de modo que al final es sólo debido al propio plan de éste, que los detectives logran ajusticiarlo.  El inesperado desenlace, casi una tragedia griega por corresponder a la idea de la inexorabilidad del destino y a la existencia de poderes superiores a los mortales (en este caso representados por el patético psicópata), resulta ser uno de los más comentados, duros e inesperados de la cinematografía.

Una de las escenas más chocantes de este filme.

     Cada vez que los protagonistas se adentran en las escenas del crimen, el dramatismo de la puesta en escena toma un cariz aterrador, a lo que se suma la música a cargo del veterano compositor Howard Shore, quien en sus acordes para este filme rememoraba a algunos de sus trabajos más clásicos para las películas de horror del “primer” David Cronenberg (como Scanners y su soberbio remake de La Mosca); es así que la banda sonora de Shore logra ser el acompañamiento perfecto para crear tal tensión, que, por ejemplo, cuando ambos detectives entran en la casa de la primera víctima, quien por primera vez ve la cinta llega a sentirse agobiado ante la eminencia de un horror oculto y prometido.   A todo esto se suma una fotografía que acentúa las sombras y los tonos oscuros, acompañada de una dirección de arte donde se destaca la suciedad y lo viejo de la ciudad en la que se desarrolla la historia (supuestamente transcurrida en Nueva York).  Tampoco se puede olvidar el uso de la iconografía religiosa cristiana y especialmente católica, relacionada con las obsesiones del desquiciado que motiva los acontecimientos de la película; de esto modo abundan las imágenes propias de la simbología y la estética de dicha teología, aunque por lo general ligadas a los tormentos del Infierno y la punición de las debilidades humanas.  También apoyando este uso siniestro de dicha imaginería, el elemento gore de las muertes sufridas por las inmolados para la época en la que fue hecha, resulta ser bastante realista y cruda (como también pavoroso); a ello se agregan todo tipo de imágenes macabras una vez que los personajes principales entran al cubil del psicópata y que se muestran de forma fugaz, aunque impactante (hay fotos de cadáveres, extremidades deformes, etc.).  A todo esto se suma la intertextualidad que en varias ocasiones hace referencia directa a la literatura clásica ligada a los temas respectivos, como La Divina Comedia de Dante, Los Cuentos de Canturbery de Chaucer y el Mercader de Venecia de Shakespeare (por tanto el espectador se encuentra frente a un largometraje que reboza de intelectualidad).
    Otro punto a destacar dentro de los detalles que le otorgan a Seven su carácter de obra maestra, viene a ser la elección de sus actores y que en especial en los cuatro roles principales que permitieron que la película llegara a ser lo que es.  En primer lugar se encuentra la figura de alguien como Morgan Freeman, quien como siempre en sus intervenciones para el cine, logra crear un personaje entrañable y verosímil; el filme comienza y termina con él (en este último caso, con un breve y emotivo monólogo en off citando a Hemingway), siendo su personaje el guía para que el espectador a través de su protagonismo, pueda testimoniar lo más oscuro de la condición humana.  Su postura frente a la vida, casi pesimista, se constituye en un punto de inflexión para meditar gracias a sus diálogos sobre el supuesto sinsentido de la existencia y la pérdida de los valores para una humanidad sumida en la apatía.  No obstante pese a su falta de “felicidad” el hombre no pierde su noción de justicia y bondad, lo que lo hace tener más templanza que su propio compañero.  Este hombre culto y experimentado contrasta en todo caso con el antagonista de la cinta, de quien nunca se llega a saber su verdadero nombre (pues se hace llamar John Doe, apodo dado en USA para la gente sin identificar), quien si bien comparte con él la sapiencia y la misma posición respecto a lo mal que anda el mundo, se encuentra cegado ante su propia falta de empatía y bajezas morales (porque además, sin duda está LOCO); de este modo John Doe en vez de luchar por el mundo tal cual el viejo detective (parafraseando la cita de Hemingway usada en Seven), se dedica cual figura del Antiguo Testamento a castigar con crueldad y a sembrar el temor en vez del perdón.  Y es justamente gracias a las dotes histriónicas de un por entonces casi desconocido Kevin Spacey (quien luego de este rol logró gran notoriedad internacional), que el trastornado de turno se convierte en un hombre del saco moderno; además Spacey lo interpreta con una soltura tal, afeminado, delgadísimo, elocuente y sin dudas enfermo mental, que cuesta sacarse de la cabeza su amenaza.  Otra contrapartida al papel de Morgan Freeman, si bien de una forma mucho más positiva, viene a ser la de la esposa del otro detective y que aquí se encuentra interpretada por Gwyneth Paltrow en sus inicios (pero aún así ya soberbia); es así como dicha fémina se constituye en el personaje que a lo largo del guión, viene a encarnar cierto tipo de inocencia y delicadeza que en el resto de los personajes falta.  Por último se encuentra el otro miembro que forma parte del dúo protagónico y que corre a cargo de nada menos que Brad Pitt en uno de sus primeros papeles estelares.  Pitt toma su rol con dignidad, si bien para este trabajo le tocó codearse con un gigante de la actuación como el ya mencionado Freeman; no obstante teniendo en sus manos a un personaje complejo como el suyo, quien a lo largo del guión pasa por varios cambios de ánimo, resulta convincente y más todavía cuando logra provocar lástima hacia su triste final.  El joven detective en muchos aspectos viene a ser lo contrario de su pareja profesional, siendo lo más significativo de sus diferencias la falta de equilibrio emocional que luego se transforma en su propia perdición (de este modo en la cinta queda claro la ineptitud de la juventud, que queda desfavorecida al ponerla frente a la cordura de la madurez).
    En pocas palabras, quien a la fecha no haya visto esta obra, debe procurar a la brevedad hacerlo, pues se está perdiendo una de las películas más sublimes de su género; mientras que quien no la haya vuelto a ver desde hace rato, bien debería darle otro oportunidad, de modo de encontrar en ella nuevos focos en los que detenerse para disfrutarla con plenitud.

David Fincher: un director para tener en cuenta.

sábado, 16 de agosto de 2014

Un Grupo de Superhéroes Diferente.


    Luego del éxito cinematográfico de Los Vengadores en el 2012 y tras haber reconocidos algunos fanáticos a la “verdadera mano” detrás de la invasión mostrada en esa película (todo esto apreciado en su primer epílogo de los créditos finales), el fanático de Marvel tenía mayores razones para esperar con ansias su secuela; no obstante los productores en vez de anunciar a la brevedad la concretización de dicho filme, afirmaron que lo que sí se venía era una película de otro grupo de superhéroes marvelitas: los Guardianes de la Galaxia.  A su vez dejaron bien claro que el dichoso epílogo o “escena bonus” iba a tener clara relación con lo que se desarrollaría en esta cinta confirmada.   De este modo, había que esperar no más a que el largometraje se hiciera y estrenara…
     Y el tiempo pasó tan rápido, con un montón de otros títulos salidos de la iconografía de la Casa de las Ideas entre medio, que apenas nos dimos cuenta de que estaban exhibiendo en nuestros cines la prometida Guardianes de la Galaxia.  No obstante cuando el más reciente Blockbuster ñoño comiquero era todavía un proyecto, muchos que gustan de este tipo de historias (entre los que me cuento) se preguntaban quiénes eran estos Guardianes de la Galaxia.  Esta pregunta queda explicada por el simple hecho de que en países como Chilito, terra incognita, tan sólo los más acérrimos entre los lectores de cómics Marvel los reconocían en aquella época; de este modo era evidente cierto pesar y molestia por atrasar la exigida secuela de “los superhéroes más poderosos del planeta”, para en cambio darle espacio en la pantalla grande a un grupo de prácticamente desconocidos.   No obstante estaba claro que en su país de origen y en muchos otros lugares, los Guardianes de la Galaxia hace buen rato que ya tenían su lugar entre los estantes de las tiendas especializadas y las colecciones de los fanáticos.   Y por cierto, también se podía leer entre líneas que una decisión de este tipo, la de gastar millones en la adaptación de una historieta que en todo caso no estaba entre los grandes pilares de las ganancias Marvel, era sin dudas una estratagema para potenciar sus revistas y a sus personajes, de modo de internacionalizarlos más todavía y conseguir la atención de público consumidor ¡Y vaya que lo lograron!
     ¿Pero quienes son estos hoy populares Guardianes de la Galaxia?  Pues bien, los primeros en recibir este pomposo nombre datan de 1969 (plena Edad de Plata de las historietas), teniendo a su vez apariciones como invitados en varios títulos de la empresa, destacando entre ellos su participación en Thor, Capitán América y Los Vengadores.  En 1990 consiguieron por fin su primera revista regular, la que duró hasta el número 62, en el año de 1995.  En 2008 comenzaron a editarse las aventuras de una nueva formación usando este nombre, la cual es la que hoy en día ha conseguida la máxima consagración gracias a su versión fílmica y las cuales continúan editándose con grandes logros.  Desde sus inicios los Guardianes de la Galaxia han correspondido a un grupo de sujetos de distintas razas alienígenas, liderados (como era de suponer) por un humano; estos sujetos bastante variopintos realizan viajes interestelares hacia diversos planetas del universo Marvel, codeándose además con otros superhéroes y villanos de dicha compañía. De este modo la orientación de sus historias ha sido de tipo cósmico y por ello su guiones están centrados en la ciencia ficción de aventuras y space opera; a su vez cabe mencionar que cada uno de sus personajes al ser miembros de distintas especies, no dejan de ser llamativos en su estética e historia personal, teniendo además la impronta de un pasado trágico que en sí mismo los hace mucho más atractivos que a muchos de sus pares.   Es así que los actuales Guardianes de la Galaxia, el titulado “equipo moderno”, conservan estos rasgos, si bien sus integrantes son otros en vez de los primeros en ostentar tal papel.

Portadas clásicas de los Guardianes de la Galaxia.
     
     Como Marvel lejos ha sido mucho más inteligente (en algunos puntos) que DC a la hora de promover sus ficciones e íconos, unos años antes de lanzar la película a la que está dedicada este artículo, y cuando ya estaba claro que se había confirmado el proyecto de hacer esta obra, les realizó capítulos dedicados en sus series animadas de éxito; fue así como estos personajes hicieron team-ups juntos a los protagonistas de dichos programas.  Primero en la segunda temporada de la animación sobre Los Vengadores y luego en la también segunda temporada de Ultimate Spiderman (habiéndose estrenado por estos días un nuevo episodio al respecto en el actual show sobre el Arácnido).  Obviamente estas apariciones estelares en los cartoons, eran lo suficientemente divertidas como para enganchar al público, ávido de personajes carismáticos y guiones electrizantes (consiguiendo así el apresto y la expectación ante lo que se venía).
    La película Guardianes de la Galaxia cuenta con la dirección de James Gunn, quien como en ocasiones anteriores en otros largometrajes del género, antes de realizar esta cinta ya había incursionado en obras de este tipo.  El director, también guionista, productor y actor con antelación había realizado Super, cinta superheroica sobre personajes por completo de su autoría y en la cual desfiló un reparto de primera, entre cuyos actores destacaban Kevin Bacon, Ellen Page y Liv Talor.  Para su mayor éxito volvió a encargarse del guión y se dejó también un pequeño papel a su cargo, demostrando sin dudas su versatilidad y capacidad para trabajar tanto en filmes independientes, como en superproducciones (tal cual la ya citada última novedad Marvel cinematográfica).
     El filme en cuestión utiliza a la gran mayoría de los integrantes de la actual formación, liderados en este caso por el también humano (hasta cierto punto) Peter Quill, quien se hace llamar Star Lord.  Durante gran parte de su vida este hombre se ha dedicado a la poca honorable tarea de saquear tesoros arqueológicos, actividad que termina por llevarlo a prisión.  No obstante antes de ser apresado, se encuentra con una exótica y peligrosa mujer de piel verde, llamada Gamora, quien desea recuperar el preciado objeto que éste robó, debido a sus facultades extraordinarias.  Justo cuando Peter es interceptado por Gamora, se encuentra con la sorpresa de que otros dos sujetos también andan en su búsqueda: Rocket Racoon, un mapache antropomorfizado y todo un experto en diseño y manejo de armas, y Groot, su compañero inseparable que viene a ser nada menos que un árbol viviente.   Tras un muy gracioso enfrentamiento entre estos cuatro disparejos individuos, se los llevan a todos a una cárcel de extrema seguridad y donde entran en contacto con otro reo, Drax el Destructor, de apariencia fiera y que posteriormente demuestra ser en realidad una persona mucho más noble de lo que parece (lo mismo que sucede con el resto del grupo).  Es entonces que tras la serie de eventos que los llevan a conocerse y a necesitarse pese a la inicial antipatía entre todos ellos, los prisioneros deben escapar y luego sortear juntos una serie de peligros tras encontrar más de un punto en común entre sí.  Los ex bandidos (tópico recurrente en las historias de aventuras y épicas: el bandido de buen corazón) llegan a olvidarse de sus propios intereses egoístas, cuando descubren que sólo ellos pueden salvar a millones de vidas inocentes.  Entre medio más de un verdadero villano se cruza en su camino, destacando entre estos a dos grandes del universo Marvel: el titán Thanos y el alienígena kree Ronan el Acusador.  Es así que la interpretación de ambos personajes emblemáticos resalta a la vista: en primer lugar gracias a su estética tan llamativa y que obedece a la de sus orígenes comiqueros; y en segundo lugar debido a la interpretación de los actores a cargo de estos mismos y que llega a ser soberbia.   La unión entre estos personajes tan heterogéneos demuestra que no importan los errores pasados de uno, si no que son las decisiones que se toman en el presente, las que pueden otorgar a las personas un mejor sentido para su vida (consiguiendo de este modo la plenitud y por consiguiente acercarse lo mejor posible a la idea de felicidad que cada uno llega a tener).   De este modo en este filme resaltan los temas del compañerismo, la solidaridad y la posibilidad de redención.
      Cada uno de los integrantes de este singular equipo de superhéroes cósmicos posee su propio encanto, el cual se sostiene tanto en el punto de vista visual, como en la personalidad de cada uno de ellos; se agrega a todo ello el drama que encierran en sí mismos, todo respecto a sus propios pasados tormentosos.  Al respecto es que cada uno ha perdido a un ser querido en algún momento de sus vidas y/o sufrido algún otro tipo de tragedia (bueno, salvo el vegetal Groot, quien resulta ser lejos el más hermético, pero aún así más maravilloso de entre todos sus aliados); de este modo dicho elemento argumental los humaniza, al punto de ayudarlos a potenciar los rasgos más heroicos de todos ellos.  Si se tuviera que individualizar los atractivos de cada uno de estos personajes, podría ser de este modo:

  • Star Lord: Protagonista poseedor de una personalidad extrovertida y chispeante, por la cual en su actuar no deja de ser llamativo para una buena parte del público, en especial gracias a su buen humor y dotes varias (algo así como un Spiderman espacial o alguien al más puro estilo de la Antorcha Humana de los 4 Fantásticos o el mismísimo Iron Man).  De este modo, habituales en él son sus diálogos ocurrentes y sus acciones inesperadas.  A ello se le suma el carácter de galán del actor que lo interpreta, Chris Pratt, quien se preparó con un rígido entrenamiento físico a la hora de encarnar a su personaje (pues antes de esta cinta estaba algo gordo); dicha “metamorfosis” y su propio carisma lo han llevado a convertirse hoy en día todo un símbolo sexual del cine de nuestros tiempos, siendo que la película misma explota bastante la sensualidad del actor y/o personaje (fenómeno apenas visto en filmes Marvel de estudios Disney, a diferencia de los de Fox sobre los X-Men y donde aprovechan cualquier excusa para mostrar ligero de ropas a Hugh Jackman como Wolverine).  Considerando que éste es el personaje principal de la cinta, la historia comienza con él y lo hace de una forma bastante especial: con una escena ambientada en plenos años ochenta en la Tierra, bastante emotiva por cierto, la cual pone el punto de partida para la psicología del mismo, línea argumental que luego se cierra de forma sublime hacia el final del largometraje (asimismo este hecho logra ponerle el tono más serio a una obra donde la aventura, el humor y la acción trepidantes son continuas).
  • Gamora: Interpretada por una bella actriz de color en ascenso, Zoe Saldana (la misma Uhura de las precuelas cinematográficas de Star Trek), tal como su contrapartida masculina, en esta cinta presenta toda una transformación física; no obstante en su caso más que a un cambio casi radical en su anatomía, se debe al formidable trabajo de maquillaje que si bien le da todo un aspecto alienígena, no deja de otorgarle erotismo y verdadera belleza femenina.  Uno de los puntos más interesantes de su personaje, es que en primera instancia parece toda una villana, hasta que muestra sus verdaderas intenciones; a su vez si bien se muestra algo grave durante gran parte del filme, poco a poco revela la simpatía que en un principio le faltaba.  Sus dotes atléticas como asesina mortal, la hacen tener algunas de las mejores coreografías de acción de todo el metraje.
  • Drax el Destructor: Encarnado por el experto de la lucha libre Dave Bautista, es otro personaje de aspecto duro, quien es introducido en la historia como el típico prisionero violento y peligroso, durante los momentos del largometraje dedicados a la cárcel ya mencionada.  Lleno de llamativos tatuajes, demuestra una honorabilidad y lealtad férreas para con los demás personajes principales, una vez que estos consiguen toda su atención.   Uno de los motivos que lo mueve resulta ser nada menos que la venganza, tema recurrente en los justicieros.  Por otro lado desde su aparición en la película, se le ve siempre a torso desnudo (una verdadera masa de músculos), no obstante ello no posee la sensualidad que en el caso del mismo Star Lord y quien tan sólo con un par de minutos semidesnudo, logra robarse la atención de la mitad de la audiencia; de este modo el atractivo del otro miembro humanoide masculino, radica más bien en otros aspectos como los ya mencionados, entre ellos el hecho de que un popular luchador como Bautista se atreva en un papel como éste (gracias a sus numerosos diálogos Bautista logra demostrar su talento histriónico, ya que su papel va más allá de la típica imagen de macho recio).
La sorprendente transformación por la que pasó Chris Pratt.

  • Rocket Raccoon: Sin duda luego del propio Star Lord, es el más popular de entre los Guardianes de la Galaxia cinematográficos.  Su propio aspecto y personalidad ambivalentes, las que alternan entre lo tierno (por la imagen del mapache como mascota y tan “de peluche”) y lo claramente irónico gracias a sus comentarios ácidos e inteligentes, logran convertirlo en un ser entrañable.   Raccoon posee un coeficiente intelectual sobresaliente, lo que demuestra en más de una ocasión en la película.  En un principio se muestra como alguien interesado sólo en conseguir bienes materiales, no obstante tal como el resto del grupo, luego resalta en él una gran dulzura, en especial en lo relativo a su estrecha amistad con Groot.   En la versión original en inglés la voz de esta particular criatura la pone Bradley Cooper, actor versátil quien en su labor para esta obra consiguió mostrar una vez más su facilidad para la comedia y los papeles entrañables; a su vez corrió por su cuenta agregar los gestos físicos y faciales del personaje animado, a través de la sofisticada técnica de captura de movimiento.
  • Groot: El otro personaje digital de esta entretenidísima película, resulta estar a cargo del famoso actor de filmes de acción Vin Diesel; éste como su colega Bradley Cooper, interactúa en la cinta a través de su alter ego computacional.   De todos los Guardianes de la Galaxia de esta formación, Groot es el más “extraterrestre” de todos, pues viene a ser una forma de vida inteligente de origen vegetal, con aspecto de árbol y con una inmensa gama de atributos que le otorgan una naturaleza que supera al resto de lo visto entre los demás personajes.  A su vez lo único que dice es yo soy Groot, en distintos tonos en todo caso y en diferentes momentos del guión (salvo en una significativa escena en la cual cambia algo su oración típica).  Es el mejor amigo de Raccoon y luego demuestra su talante más fraternal con sus demás compañeros y a quienes acepta sin mayores problemas, pese a la falta de comunicación verbal con el resto.  Groot de todo su grupo resulta ser el más dulce y hasta al parecer más inocente (incluso pese a sus acciones de corte más “mortal”).
  • Ronan el Acusador: Malvado recurrente en las historietas Marvel de tipo cósmico (entre ellas las de los 4 Fantásticos) y que corresponde a un tipo de apariencia imponente, el cual en la cinta se observa como el típico fanático religioso y/o xenófobo; al respecto es que sobresale su singular indumentaria, con capucha incluida y la que bien recuerda la de un monje medieval (he ahí la conexión con la Inquisición Católica y la de todo defensor de su fe, capaz de matar para defender la supuesta exclusividad de su verdad).   Lleva en todo momento un inmenso martillo, el cual obviamente descarga contra sus víctimas.   Lee Pace toma su rol y se ve por completo irreconocible haciendo su labor.
  • Thanos: Es un villano Marvel que está a la altura del archiconocido Darkseid de DC, siendo ambos seres de un poder casi inmensurable, inmortales y con un cuerpo poderoso que los hace verse como los dioses malignos que sin duda son.  El debut de este siniestro personaje en el universo cinematográfico Marvel, fue luego del final de la película sobre Los Vengadores, si bien brevemente.  No obstante en esta nueva cinta aparece en más de una ocasión, demostrando nuevamente ser quien gatilla varios de sus eventos más siniestros.  Con seguridad su papel será lejos mucho más relevante en la secuela de Los Guardianes de la Galaxia, puesto que al menos en esta cinta es en Ronan que recae el protagónico como “malo” principal.   Un actor de gran trayectoria como lo es Josh Brolin realizó la captura de movimiento y puso su voz para darle vida a este gran señor del mal.
  • Nébula: La villana femenina de esta obra, tal como se suponía era la mismísima Gamora, oficia en esta historia como “hija” de nada menos que de Thanos.  Esta extraterrestre de piel azulada también es un arma viviente y ha sido sometida a varias intervenciones quirúrgicas para hacerla en la práctica indestructible,  Es una mujer fría que se regocija en la destrucción.   Su aspecto en cierta medida rememora la estética punk.

     Como es habitual en este tipo de producciones millonarias basadas en populares cómics, su casting tiene entre sus filas a actores de primer orden; no obstante en el caso concreto de Guardianes de la Galaxia, el desfile de talentos ya consagrados supera a cualquiera de sus predecesoras.  Es así como aparte de los ya mencionados artistas, destaca gente como nada menos que Glenn Close (basta con sólo nombrar uno de sus papeles más famosos: la de la psicópata de Atracción Fatal), haciendo de la autoridad máxima de uno de los planetas donde se desarrolla la trama.  Asimismo con un rol mucho más relevante y con mayor cantidad de escenas, resalta la figura de Michael Rooker (quien a lo largo de su formidable carrera, puede contar entre sus últimos éxitos su contribución para la serie de televisión The Walking Dead y en uno de sus mejores papeles como el complejo Merle Dixon); aquí le toca interpretar al líder de la banda de ladrones a la que pertenecía Star Lord y quien se constituye en una extraña figura paternal para éste (destacando además la ambigua moralidad de dicho personaje, que en todo caso para nada resulta desagradable).  También casi irreconocible gracias al maquillaje que lo recubre, se puede disfrutar una vez más de la labor actoral de afroamericano Djimon Hounsou (quien en otro título del género, Constantine, ha logrado brillar, sin olvidar sus numerosos trabajos), haciendo de uno de los tantos pillos de esta historia.  Tampoco se puede dejar de lado a John C. Reilly, acá como un muy simpático oficial de la ley de los Nova Corps; por último no se puede dejar de lado la contribución del latino Benicio del Toro (siendo su actuación más destacada la de Traffic), quien acá repite su inolvidable papel, aunque corto, de los créditos finales de Thor: Un Mundo Oscuro y que ahora puede verse con más diálogos y escenas, momentos en los cuales el espectador sin vacilaciones goza sus intervenciones…¡Y por cierto, no podía faltar el esperado cameo del gran Stan Lee, quien no deja de sorprender con su simpatía!
     Considerando que ésta resulta ser la primera cinta Marvel de connotaciones cósmicas (bueno, salvo las de Thor, que en todo caso durante buena parte de su metraje transcurren en la Tierra), el trabajo a la hora de crear escenarios alienígenas diversos fue impresionante: desde mundos deshabitados y hostiles, hasta grandes orbes pobladas por numerosas y vistosas razas y todo con tanta belleza, que la dirección de arte logra regocijar la vista; en este sentido es que sobresale el planeta de Xandar (que en cierta medida simboliza la cultura multiétnica que hoy en día se supone quiere destacar USA y que tanto se ha visto últimamente en sus series y películas más recientes).
    Para terminar esta crítica que ya ha sobrepasado lo que pretendía escribir, una vez más la labor musical del compositor Tyler Bates, nos obsequia con una excelente banda sonora orquestal para una película ligada al mundo de la historieta (cabe recordar lo que hizo para 300, Watchmen y la última cinta sobre Conan el Bárbaro, entre otros títulos).
    …¡Y no se me podía olvidar!... ¿Quién es lo suficientemente friki como para reconocer al clásico personaje Marvel, que aparece en la escena de los créditos de Guardianes de la Galaxia? (pues yo sí, je, je,je).

Preciosa ilustración de los Guardianes de la Galaxia modernos.

viernes, 8 de agosto de 2014

Maestros del Horror 24: “The Black Cat” de Stuart Gordon.


     El famoso cuento de terror del gran Edgar Allan Poe fue adaptado de forma magistral en Maestros del Horror.  El director a cargo de esta versión fílmica fue nada menos que Stuart Gordon, director de culto que ya en la primera temporada de la serie, había homenajeado la obra literaria de otro genio del género en su vertiente literaria, por medio de su obra Los Sueños en la Casa de la Bruja
    No fue la primera vez  que este relato tuvo una versión audiovisual, ya que en los comienzos del cine fue llevado a la pantalla grande con nada menos que Bela Lugosi y Boris Karloff de protagonistas en 1934 (siendo estos los clásicos Drácula y criatura de Frankenstein de las cintas en blanco y negro de la Universal).  Luego en 1962 Roger Corman, quien sería considerado el mejor director a la hora de adaptar audiovisualmente la obra de Poe, gracias a sus numerosas cintas dedicadas al artista, realizó Historias de Terror y en la cual a manera de la tradicional antología cinematográfica, dedicó un segmento de su cinta a este título; éste compartió metraje junto a otras 3 dramatizaciones de la obra del maestro romántico del terror.    A su vez Lucio Fulci, recordado cineasta italiano de cintas de zombies bastante gores, hizo su propia adaptación de este relato en 1981.  Y no podía faltar alguien como Dario Argento, otro artesano latino del terror y del suspenso, también colaborador de Maestros del Horror, quien realizó una igualmente recomendable adaptación en su cinta filmada a cuatro manos con George Romero, Los Ojos del Diablo de 1990.  Por supuesto que una obra clásica como El Gato Negro posee otras adaptaciones al celuloide, no obstante su calidad es dispar y no es la intención de este texto dedicarle espacio a todas ellas.
    ¿Y de qué trata una historia tan famosa como ésta? Pues bien, en ella se abordan algunos de los temas predilectos de su autor: la locura y la culpa.  Su protagonista es un hombre sensible (fiel ejemplo de los rasgos caracterizadores del Romanticismo, periodo al que pertenecía Poe), un sujeto con gran talento para la pintura y la labia de un poeta.  Desde pequeño una de sus mayores pasiones han sido los animales, a los que ama y cuida con devoción.  Ya mayor, una de sus mascotas resulta ser un gato negro bastante avispado, no obstante en un arrebato de ira se ensaña con él y lo deja horriblemente mutilado; es entonces que este acto se convierte en uno de los momentos álgidos de su propia degradación espiritual, hasta que tiempo después termina matando a la criatura.  La muerte del felino trae serias repercusiones para el protagonista y entre éstas la manifestación de un nuevo horror, aunque esta vez de carácter sobrenatural.  Ante la eminencia de la catástrofe, el hombre decide cambiar su actitud autodestructiva y cuando todo comienza a ir bien de nuevo, aparece en su vida un nuevo felino, el cual le recuerda demasiado a su anterior mascota.  Un día el patético hombre entra en seria discusión con su señora, lo que lo lleva a otro arranque de bestialidad y  lo sume más en la desgracia.  Es entonces que decide encubrir sus nuevas acciones, pero cuando ya se encuentra lo suficientemente tranquilo como para creer que saldrá indemne de todo ello, su propia mente enferma lo traiciona.  Sin dudas el desenlace de este cuento es lejos uno de los más sorpresivos y espantosos de la literatura del género; ello ha hecho que aún cuando han pasado casi dos siglos desde su escritura, El Gato Negro siga manteniéndose como uno de los mejores cuentos de terror y aún siga impactando a las generaciones de lectores de toda época.
    Esta narración en primera persona, corresponde a la habitual confesión del sujeto desquiciado, recurrente personaje del autor, quien resulta ser además la proyección literaria del mismo Poe; éste como sus entes ficcionales sufría de alucinaciones, debido a la vida disipada que llevaba (puesto que era alcohólico).   Por otro lado, tal como gustaban crear a sus hijos literarios a los románticos, el protagonista no deja de ser un individuo  sentimental, claro prisionero de sus pasiones y emociones a flor de piel; es así que en obras fatalistas como ésta, el personaje principal llega a ser incapaz de controlarse y termina perdiéndose en sus propias miserias.   Al respecto y para hacerle justicia al atormentado narrador de este cuento, no puede olvidarse que pese a sus flaquezas dicho hombre no es un ser malvado, ni alguien masoquista que se regocije en el dolor que acaba por provocar, si no que su infortunio es el propio de alguien que en sí mismo simboliza la fragilidad del corazón y la mente humana (expuestos a los vaivenes del devenir).

    “Desde la infancia me destaqué por la docilidad y bondad de mi carácter. La ternura que abrigaba mi corazón era tan grande que llegaba a convertirme en objeto de burla para mis compañeros. Me gustaban especialmente los animales, y mis padres me permitían tener una gran variedad. Pasaba a su lado la mayor parte del tiempo, y jamás me sentía más feliz que cuando les daba de comer y los acariciaba. Este rasgo de mi carácter creció conmigo y, cuando llegué a la virilidad, se convirtió en una de mis principales fuentes de placer. Aquellos que alguna vez han experimentado cariño hacia un perro fiel y sagaz no necesitan que me moleste en explicarles la naturaleza o la intensidad de la retribución que recibía. Hay algo en el generoso y abnegado amor de un animal que llega directamente al corazón de aquel que con frecuencia ha probado la falsa amistad y la frágil fidelidad del hombre.

     Yendo de lleno al mediometraje que titula esta entrada, tal fue estrenado el 19 de enero de 2007 en su país de origen.  El comienzo de la obra ya está marcado de forma sublime, a manera de todo un homenaje a Edgar Allan Poe, ya que luego de la característica presentación del programa, se da inicio a los propios créditos de este capítulo; es así que en ellos sobresalen nada menos que hermosas y macabras ilustraciones de antaño, basadas en la obra de Poe y de seguro propias de su época. 
    El mayor aporte que realiza la adaptación de Stuart Gordon para su segundo autor favorito (luego del mismísimo Lovecraft), radica en el hecho de que cuenta este clásico relato de tal manera, que hace que sea el propio Poe quien viva los acontecimientos de su cuento.  Es así como en esta versión televisiva (de una calidad cinematográfica tal como el resto de los capítulos del show) se respeta bastante la biografía del escritor, de modo que gran parte de su metraje logra ilustrar su particular circunstancia vital (entre ello sus desdichas como escritor mal pagado, dependencia en el alcohol y su vida matrimonial).   Por supuesto que paralelo a esto, se presentan al espectador los eventos propios del cuento, logrando compatibilizar de la mejor manera ambas líneas argumentales.  El aprecio hacia la figura de Poe y su trabajo, no dejan de hacerse ver al otorgarle una humanidad tal a Poe y al personaje de su joven y bella esposa, que especialmente el conocedor de su literatura (por lo general admirador de ésta) llega a ser incapaz de estremecerse ante este sentido tributo al maestro de Baltimore.   A su vez el guión se encuentra lleno de referencias al resto de la prosa y lírica del artista, de modo que un ojo atento y culto logra regodearse aún más con el aprecio de esta perla televisiva (entre ellas, inolvidable resulta la escena que muestra cómo el escritor llegó a inspirarse para su célebre relato  El Corazón Delator).
     Otro punto destacado en esta adaptación viene a ser la labor histriónica del actor encargado de interpretar a Edgar Allan Poe, siendo éste nada menos que el actor fetiche del director: Jeffrey Combs, con quien ha llegado a realizar Stuart Gordon al menos 5 cintas diferentes, todas ellas formidables.  Combs es un actor de carácter con una filmografía envidiable, habiendo participado innumerables veces tanto en la pantalla grande como en la pantalla chica y realizando un sinnúmero de papeles diferentes gracias a su enorme capacidad camaleónica.  En el caso de El Gato Negro, llegó a tener tal transformación gracias al maquillaje de primera y a su talento, puesto que además su fisonomía cambió por completo como para parecer un verdadero símil del escritor. 
     Como gusta al director, en las escenas que exhibe en este caso no vacila en impactar a la audiencia con sus imágenes truculentas y sangrientas (las que para nada llegan a ser tan explícitas en la pluma del cuentista), así como en hacer uso del sofisticado erotismo de sus títulos anteriores; de este modo no sólo el horror visual destaca en el capítulo, gracias a los aportes originales de la trama y al uso de la materia prima original que lo inspira (llevado todo ello a su máxima expresión, en especial hacia su impactante clímax), si no que resaltando también  la belleza del cuerpo femenino, algo tan honrado en la filmografía de Gordon.
    Por último, teniendo en cuenta que esta “nueva” versión de la obra viene a ser sin dudas un sentido homenaje a Edgar Allan Poe, luego del ya mencionado desenlace memorable de esta historia, el guión regala al admirador de su persona un bello epílogo: éste viene a representar el deseo de muchos de nosotros de que alguien como Poe, pudiese en realidad haber conocido la dicha plena en vida y todo ello antes de morir de forma tan triste, tal como bien le sucedió (tirado en la calle y solo).

La  increíble caracterización de Jeffrey Combs como el gran Edgar Allan Poe.
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