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domingo, 4 de septiembre de 2022

Una más que digna sucesora.



 1. Antecedentes.
 
    En 1998 apareció un nuevo equipo de superhéroes adolescentes deceístas, que haría de relevo de los recordados Jóvenes Titanes.  Les estoy hablando de Justicia Joven (Young Justice en su lengua original), liderado por las actuales versiones juveniles de un trío de justicieros ligados a tres de los más destacados de DC: Superboy, el adorable clon de Kal- El, Superman, que conocimos gracias a El Reino de los Superamanes, Robin, Tim Drake (el tercer compañero del Murciélago en usar tan famoso nombre) y el entonces actual Kid Flash, anteriormente Impulso, el nieto venido del futuro de Barry Allen (el más famoso de todos los Flash).  Estos tres ya hace rato que tenían sus propias revistas y se habían ganado el corazón de lectores de todas las edades, pero antes de eso no habían trabajo con sus pares coetáneos en un grupo como el que ahora formaban.  A los anteriores se les unió la Wonder Girl de entonces, Cassandra Sansdmark y la nueva compañera juvenil de Flecha Verde, Arrowette, Cissie King-Jones.  Asimismo, un nuevo personaje se les unió, Secreto, quien fue creado en exclusiva para las páginas de la colección.  La serie fue un éxito total y su “primer volumen” duró hasta 2003, cobrando ahora sus miembros el viejo nombre de Jóvenes Titanes, luego de los trágicos eventos de Día de Graduación.  Como era de esperar, antes de este hecho, varios otros nombres destacados se les unieron, pero esa ya es otra historia y que su humilde servidor no conoce muy bien.
 
2. La serie.
 
    En 2010, cuando ya hace rato que se había cerrado la colección del cómic homónimo, se estrenó casi a fines de año el muy divertido piloto de Justicia Joven, que más que una adaptación de las aventuras del mentado equipo, tomó de base a sus personajes centrales y modificó varias de sus personalidades para hacer su propia interpretación, a veces cambiando por completo la identidad de estos y agregando nuevos miembros a sus filas.  Realizado para Cartoon Network, el show fue un éxito, porque además les dio relevancia a varios de los mentores adultos de los muchachos, permitiendo que a la par de estos chiquillos, la mismísima Liga de la Justicia tuviera coprotagonismo.
    Cabe mencionar que mucho antes de esta producción, los títulos creados por Paul Dini y Bruce Tim, Liga de la Justicia y Liga de la Justicia Ilimitada, habían dejado la vara muy alta en materia de cartoons inspirados en sus historietas y por lo mismo la nueva propuesta animada no podía ser menos.  Si bien los realizadores (y en especial los guionistas) no eran lo mismos de sus predecesores, esta propuesta más actual consiguió con facilidad su lugar entre las preferidas de los ñoños, centrándose más en la acción y la aventura, dejando de lado el aspecto más poético y humano de los otros programas.  Eso sí, se puede decir, sin lugar a dudas que, aunque un poco más liviana en el terreno argumental (aunque nunca infantil), esta versión más moderna se volvió todo un despliegue del vasto panteón deceísta.  De igual manera, abarcó para cada una de sus dos primera temporadas, muy interesantes arcos centrales y que pese a que se iban desarrollando progresivamente a lo largo de sus episodios, permitieron darnos varias atractivas historias autoconclusivas.  Por otro lado, el carácter juvenil de sus protagonistas conseguía que la audiencia de esa edad se sintiera reflejada en estos, como también el hecho de tener varios invitados y que antes no habían sido considerados, logró que el público más veterano y conocedor de las viñetas quedara contento.  Cabe mencionar, en todo caso, que esta serie no es una secuela de Liga de la Justicia Ilimitada, de modo que transcurre en otra versión del planeta Tierra, dentro del Multiverso deceísta.
    Hay que agregar, también, que en las dos primeras temporadas gente de la talla de Peter David (guionista de las historietas originales de Justicia Joven) y Andrew R. Robinson, contribuyeron con unos cuantos capítulos.
 
3. Sus dos primeras temporadas. 
 
    Con 26 episodios la primera temporada partió muy potente: los protegidos juveniles de los superhéroes más maduros se sienten decepcionados del liderazgo de estos y por lo mismo deciden crear su propio equipo.  Pese al malestar de los chicos, sus mayores les prestan apoyo y aparte de cederles un lugar donde reunirse, los dejan al cuidado de un trío de “viejos” vigilantes muy especiales.  Luego, solo gracias a la intervención de los más jóvenes, será posible derrotar a una especie de sociedad secreta llamada La Luz, cuyos integrantes con el tiempo descubriremos quiénes son en verdad.
    Quienes aparecen de manera regular, entre principales y secundarios de esta primera temporada son:
 
* Robin: En esta “adaptación” le corresponde aparecer al primer Chico Maravilla, o sea, a Dick Grayson (el Ricardo Tapia de las antiguas traducciones al español) y quien posee la faceta alegre de sus viejos tiempos.  En el programa es el más joven del equipo, aunque su edad no le impide tener mayor experiencia que la mayoría de sus compañeros.
 
* Kid Flash: Wally West (mi Flash favorito), es el velocista adolescente de la temporada.  Extrovertido y juguetón.
 
* Superboy: Connor Kent es un clon de Superman, quien luego se entera de manera muy dramática del resto de su origen, ya que a diferencia de los cómics donde debutó, su relación con el kryptoniano no es la mejor.  Respecto a esto último, esta versión más irascible del muchacho se parece lejos (supongo) al Superboy de los llamados Nuevos 52, el reinicio de DC que en 2011 comenzó.
 
* Miss Marciana: Sobrina de nada menos que del Detective Marciano, es una adorable chica que esconde más de un secreto.  Inicia un enternecedor romance con un compañero, que será relevante para los eventos que veremos en la siguiente temporada.
 
* Aqualad: Este es el personaje “inclusivo” del programa, ya que no se trata de Garth, el “blanco” sidekick de Aquaman, sino que para este show crearon una versión morena del joven atlante y al que pusieron por nombre Kaldur´ahm.  Es lejos el más sabio del grupo, el más maduro y resultó ser un personaje muy bien caracterizado, aunque no existe como tal en las historietas y con posterioridad a su debut en la serie, Aqualad solo posee uno que otro elemento suyo.
 
* Flecha Roja: Roy Harper, Speedy, el pequeño compañero de Flecha Verde, es el humano mayor del equipo y quien está más indignado con sus adultos, al nivel de que decide independizarse y solo trabajar de vez en cuando con sus viejos amigos y camaradas.
 
* Artemisa: Quien también llega al grupo como pariente de Oliver Queen, tiene sus propios esqueletos en el armario, los que poseen gran relevancia con el conflicto relacionado con La Luz.  Esta joven arquera, tal como Kaldur¨ahm, fue diseñada en exclusiva para la tele; estupenda les quedó a los guionistas, ya que resultó ser uno de sus personajes más complejos y que mayores gratificaciones nos dará como espectadores.
 
* Zatanna: La poderosa hija del mago Zatara, es una de las últimas en unirse al grupo durante su primer año.  Interesante resulta verla en su versión adolescente, ya que en los cómics siempre ha sido una mujer hecha y derecha (y muy sexy).
 
* Rocket: La última en llegar a Justicia Joven, hizo su debut en la pantalla gracias al presente show, agradeciéndose su participación por ser uno de los geniales personajes salidos del universo Milestone (llamado Dakotaverse y del cual viene mi querido Static Shock), que bien merecen ser rescatados del olvido.  Corresponde a una preciosa afroamericana con poder para manipular campos de energía, protegida de nada menos que de Icon, una versión negra de Superman, que particularmente me gusta mucho (¡Y que aquí también sale!)
 
    Gran participación en la serie durante su primera temporada poseen Batman, Canario Negro y en especial Tornado Rojo (con un excelente desarrollo dramático, que, a menos que me equivoque, nunca antes había salido en dibujo animado alguno) y Shazam!.
 
4. Segunda temporada.
 
    Más breve que la anterior, con solo 20 episodios, transcurre 5 años después de los eventos que ya vimos.  Tras finalizar la primera temporada, un misterio queda pendiente respecto a varios integrantes de la Liga de la Justicia y solo ahora este es revelado con mucha sorpresa de por medio.  Es así que, con el subtítulo de Invasión, se recrea una saga clásica ochentera deceísta y que abarcó casi todas las colecciones de ese tiempo, poseyendo su propia miniserie central, como es habitual con los eventos anuales de DC y Marvel.  La trama principal implica la llegada de una avanzada raza extraterrestre, la que dice venir como aliada y protectora, pero que bien sabemos que no es así; por lo tanto, le toca a nuestros héroes desenmascararlos públicamente.  Por otro lado, un par de miembros de Justicia Joven deben oficiar de agentes encubiertas entre los integrantes de La Luz, por razones muy especiales, dándole un nivel de complejidad mayor a la trama que se bifurca entre varias ramas de interés.
     En cuanto a los personajes nuevos, tenemos a:
 
* Tim Drake: En los cómics es el tercer Robin, aunque en la televisión es el segundo (lo mismo sucedió en la recordada Batman: La Serie Animada) y quien reemplaza a Dick, quien ahora es Nightwing. 
 
* Batichica: La amistosa Barbara Gordon, pese a no ser tan relevante para la trama, sin dudas que se “roba la cámara” con cada una de sus intervenciones.
 
* Chico Bestia: Increíblemente lo conocimos en la primera temporada y a varios se nos fue el detalle de su identidad.  Su origen difiere radicalmente en esta serie y resulta ser el más joven del equipo.
 
* Lag´aan: Un simpático atlante con aspecto de pez, quien es ahora el interés amoroso de Miss Marciana.
 
* Bumblebee: Con el poder de hacerse pequeña, volar y lanzar picaduras de energía, es la copia de DC de la Avispa marvelita. 
 
* Wonder Girl: Por fin hizo su aparición en el show la protegida de Wonder Woman, Cassandra Sandsmark, quien formara el equipo en su versión original comiquera.
 
* Impulso: El inquieto nieto del primer Flash, viene del futuro para revertir la desgracia que se le vendrá al planeta y al final se ve obligado a unirse al grupo, ganándose lejos su lugar.
 
* Blue Beetle: Este resulta ser Jaime Reyes, el superhéroe latino más interesante de DC y quien es el tercer Bicho Azul.  De todos los personajes de la temporada que no están involucrados con la misión de espionaje, es lejos el más profundizado en los guiones, ya que cumple un papel fundamental en todo lo que concierne a la invasión extraterrestre y a la derrota de esta.
 
* Arsenal: Muy interesante personaje, que corresponde a una ingeniosa interpretación del mismo justiciero, quien es mejor conocerlo por cuenta de uno y sin saber su verdadera identidad hasta haber visto el show.
 
* Static: El célebre superhéroe juvenil de Milestone, tiene acá su propia versión y que es un ejemplo más de lo inteligente que fueron los guionistas para usar lo mejor de DC (Milestone terminó siendo “absorbida” por esta otra empresa, como muchas otras que le antecedieron) y realizar sus propias interpretaciones bastante válidas.
 
* Mal Duncan: Un guapo morenazo encargado, en primera instancia, de manejar las redes computacionales y otras máquinas del cuartel del equipo.  Es el novio de Bublebee.  En determinado momento comienza a usar el equipo de Guardián, quien ha dejado la vida de justiciero y es de acá de donde sacaron la idea de que este superhéroe fuese negro, tal como luego veríamos en Supergirl.  Es otro personaje creado para la serie, si bien no es tan desarrollado como otros en las mismas condiciones.



Créditos

viernes, 13 de mayo de 2022

El mundo del cómic ya no será el mismo (II)


     Todavía no nos hacíamos la idea de haber perdido a Neal Adams, cuando este recién pasado sábado 7 de mayo nos dejó George Pérez (solo tenía 67 años cuando ocurrió su deceso).  La verdad es que quienes lo "conocíamos", seguíamos sus trabajos y lo adorábamos por todas esas maravillosas historias y personajes que nos legó, desde el año pasado que nos habíamos hecho la idea de asumir su partida, puesto que el año pasado había declarado públicamente que tenía cáncer terminal y nos dejó dicho que se retiraba del mundo editorial, para pasar sus últimos días junto a sus seres queridos (cuando me enteré de esto, gran pesar tuve, pues se trataba de uno de mis artistas favoritos; incluso pensé en comenzar desde ya estas palabras de despedida y agradecimiento a su persona, para darme el tiempo suficiente en ordenar mis ideas, pero no me pareció lo correcto tener guardado su obituario o mi elegía con anticipación).
    Mucho he leído de este maestro del noveno arte y en ese sentido hoy les contaré de todas las lecturas que he gozado de Pérez, otro artista del que me enorgullezco poseer muchos títulos en mi comiteca (o de al menos aquellas que puedo recordar por ahora).
     La primera vez que me encontré con su labor, yo era estudiante universitario y eran los noventa.  Tengo la duda de si fue gracias a un amigo, Mauricio Tapia o al Tío Lucho del Taller de Literatura de Ciencia Ficción (en el que estuve como alumno un par de años), gracias a quién llegó por primera vez a mis manos la famosa saga Crisis en las Tierras Infinitas (1985-1986), para la cual realizó el dibujo.  Fue entonces, cuando descubrí su capacidad única para agregar en una sola viñeta, grande o pequeña, a un tremendo número de personajes famosos con todos sus detalles... ¡Y el efecto, siempre que uno lo puede apreciar, es una verdadera bomba visual de belleza pura!  La célebre historia épica y de connotaciones cósmicas, que reordenó por casi 25 años el Universo DC, escrita por Marv Wolfman , pero embellecida por Pérez, fue una verdadera revolución para mi imaginación. Sin dudas, que fue una de las primeras obras de este género de tal complejidad, que devoré con avidez, aunque solo conocía a sus personajes más famosos.  Muchos años después, ya en este siglo y en su primera década, poco a poco fui completando los doce números que la componían, comprados todos en distintas circunstancias y de manera desordenada; era una reedición de la extinta Editorial Vid, de México.  Entonces poco después de haber obtenido la mentada miniserie, mi caserito favorito del Persa Bío-Bío (mercado "informal" donde venden de todo, que está entre mis lugares favoritos y del cual ya he hablado harto en este blog), me hizo una oferta irresistible: Venderme a un muy buen precio una edición de lujo y en tapa dura Crisis en las Tierras Infinitas, la que además traía de portada unas recreaciones de sus viñetas por parte de Alex Ross (que por mucho que adore a George Pérez, este otro es lejos mi caricaturista favorito).  Le vendí, por el mismo precio que me salió mi otra edición, a mi cumpa Miguel Acevedo y me quedé con esta otra, la que casi altiro me leí feliz como una lombriz.   Ya llevaba un par de décadas comprando y leyendo historietas y me había visto un montón de pelis y series deceístas, así que ahora no era tan ignorante en el tema como en mi juventud; por lo tanto, en esta ocasión el goce estético fue mayor y me emocioné con el destino final de un trío de sus personajes, pese a que tras haberme dedicado antes a la Crisis Infinita (2005-2006, que contó con portadas del propio Pérez en algunos números y/o ediciones alternativas), sabía que dos de tal triunvirato se habían unido al "Lado Oscuro".  Cabe mencionar que algunas de las viñetas y/o portadas que realizó para esta obra, tales como Superman llorando con el cadáver de Supergirl en sus brazos y la muerte de Flash, hace rato que forman parte de la cultura popular.



    La siguiente obra que puedo recordar, en la que dio su aporte George Pérez, que también pude comprar en edición de lujo y a un precio como para llorar de alegría, fue la novela gráfica Futuro Imperfecto (1992).  Perteneciente a la gloriosa etapa del guionista Peter David, para la revista de Hulk, en ella nos muestra un futuro apocalíptico del Multiverso marvelita, donde el Gigante Esmeralda es transportado para enfrentarse a su doble maligno anciano, y aún así supuestamente más poderoso que la versión de menor edad, conocido como El Maestro.  Cabe mencionar que la dupla David-Pérez me gustó demasiado y cómo nos mostró en dicha variante a nuestro monstruo favorito (bueno, al menos el mío y de muchos), es de antología.
     La Mujer Maravilla desde niño me ha fascinado, algo así como un enamoramiento infantil y que luego se transformó en admiración hacia el ejemplo de mujer empoderada que es.  Por lo tanto, apenas me fue posible comencé a comprarme cómics suyos, de sus distintas etapas post Crisis... Y entonces tuve la oportunidad de adquirir, poco a poco, toda la etapa que sacó la llorada Ediciones Zinco de esta, correspondiente a su relanzamiento realizado por Pérez a partir de los ochenta y que abarcó 67 números más Anuales, entre 1987 y 1991. Tiempo, paciencia y dedicación necesité para conseguir todos los números (salvo unos dos que fueron inencontrables), que comenzaron teniendo a George Pérez solo como dibujante, aunque luego de la primera saga se encargó también del guión; sin embargo, su trabajo paralelo en Los Nuevos Titanes, le impidió hacer ambas cosas a la vez, de modo que le pasó a otros dibujantes esa labor (discípulos suyos como Romeo Thangal, no muy virtuoso que digamos). 
    Los españoles llegaron hasta el número de la edición original gringa, dejando la serie al comienzo de un arco argumental que estaba prometiendo muchas emociones; no obstante, sí sacaron la miniserie La Guerra de los Dioses (1991), escrita por el propio Pérez y que fue el evento DC que englobó a varias otras colecciones de la editorial aquel año.  Aunque Pérez, saturado de trabajo, solo llevó a cabo la historia y realizó las portadas de la miniserie, que nuevamente sus alumnos se dedicaron a los interiores.  Solo pude adquirir una reedición de esta saga, que tenía a Wondy como personaje principal, gracias a la colección Sagas de Planeta de Agostini; lo lamentable, es que los españoles tuvieron el mal gusto de escanear las viñetas, pues no consiguieron una mejor copia del cómic y de ese modo el resultado se ve espantoso.
     De la misma Ediciones Zinco, logré obtener casi todos los números de los Nuevos Titanes, la segunda colección que hizo Pérez junto a su colega Marv Wolfman, sobre los justicieros juveniles liderados por el Robin original.  No pude completar la primera saga y me faltaron más números que los de la Mujer Maravilla; no obstante, disfruté mucho de este clásico tan querido por ñoños de todo el mundo.  Cuando no hacía el dibujo por completo, al menos hizo los bocetos y el susodicho de Thangal realizó el acabado.  Cabe mencionar que fue para este grupo de superhéroes, que ambos crearon a ese gran personaje (villano, héroe y antihéroe, según qué momento de su vida esté pasando) Deadstroke, así como al singular Ciborg (unos de los mejores personajes inclusivos de DC).  Respecto a El Contrato de Judas, la más famosa novela gráfica hecha por Wolfman y Pérez para el equipo, aún no la leo y eso que la tengo en edición de lujo, (en una colección de 60 números deceistas, que al poner todos estos alineados con sus lomos de frente y en orden numérico, hacen una preciosa ilustración de Alex Ross) pero al menos he disfrutado mucho la película animada y en especial su adaptación para la primera temporada de Los Jóvenes Titanes.
     También disfruté de George Pérez, varias historias sobre los Vengadores, que hizo a finales de los noventa.  Como mi memoria es frágil, por mucho que me hayan gustado, apenas las recuerdo, salvo la primera de ellas y que corresponde a una impactante batalla contra Ultrón.  Los guiones eran de , otro peso pesado del medio, quien pudo ser apoyado por Pérez y por lo mismo una vez más me explotó la cabeza, con la belleza detallada de sus viñetas.
    Cuando en 2011 DC reinició otra vez su universo, disculpen, multiverso, llamaron a Pérez para que se encargara de una de las dos colecciones protagonizadas por Superman y en este caso sobre su juventud.  Poco o nada puedo decir sobre de qué iban esos números, que no eran muchos (solo 6, que nuevamente mi memoria me falla respecto a su contenido), aunque sí muy interesantes.
     Una vez, hace más de 10 años atrás, casi me regalaron el tomo integral de la Liga de la Justicia hecha por Pérez, un grueso volumen de sus aventuras de principios de los ochenta, pre Crisis.  Vez que iba a la comiquería Antiyal y lo veía en su vitrina, el deseo me embargaba.  Era una edición de Planeta ya descatalogada y me la iban a dar como obsequio atrasado de Navidad; lamentablemente no insistí, debido a su precio y al final me llevé dos novelas gráficas también de la Liga, más cortitas, modernas y económicas (aunque igual muy buenas). Igual me pena no tener conmigo ese tomo.
    Termino este texto, a casi una semana desde que partió George Pérez, así de rápido corre el tiempo (ocupé como 3 días en escribir todo).  Por lo mismo, no dejo de pensar que solo nos queda agradecer nuestro incierto periodo en el mundo; así es que hay que disfrutarlo y aprender de los grandes, como de nuestro más reciente perdido maestro del cómic.

 

jueves, 25 de febrero de 2021

¿Es o no es?


     Durante el transcurso del último trimestre de 2018, se estrenó con muchas expectativas para los deceístas acérrimos la serie live-action sobre uno de los equipos de superhéroes más queridos: Los Jóvenes Titanes.  Detrás de todo esto, habían décadas de grandes historias dedicadas a tales personajes y en especial los jóvenes adultos que disfrutaron durante su infancia y/o adolescencia con el show animado de estos justicieros, Teen Titans, tenían razones de sobra para ver este nuevo programa.  Pues, bien, mucho hay de lo que ya conocíamos de estos superhéroes, en una producción que (casi) no ha escatimado en recursos para llevar a la pantalla chica a estos personajes, en una propuesta claramente para adultos, aprovechando dentro de lo posible el rico material comiquero de este universo.  La verdad, es que mucho de lo previsto se cumple en esta serie, no obstante, para un incondicional de DC y en especial de los mismos Jóvenes Titanes, hay hartos “sentimientos encontrados”, puesto que en varios detalles el resultado final se aleja de lo establecido y por ello nos encontramos con altibajos constantes, en algo donde la única manera de apreciarlo (y disfrutarlo), sin complicarse la vida como ñoño, es olvidándose de las historietas.
     Teniendo en cuenta lo afirmado más arriba, quien “sabe del tema” no puede de dejar de extrañarse por el hecho relevante, de que quienes están detrás de este título corresponda a gente como Geoff Jones y Akiva Goldsman ¿Y quiénes son estos dos? Pues el primero es nada menos que uno de los actuales pesos pesados de DC, quien ha tenido a su haber un montón de colecciones de la editorial y que ha logrado convertir en lo mejor de su tiempo, aparte de unas cuantas miniseries y eventos de la empresa: Como The Flash, Sociedad de la Justicia, Linterna Verde y el evento Flashpoint, siendo que este último reorganizó el universo DC, para luego crear la siguiente continuidad que fueron Los Nuevos 52 y encargándose con ello de actualizar a la Liga de la Justicia y a Aquaman, además de la mismas aventuras del Linterna Verde Hal Jordan.  Pues este ha incursionado, asimismo, con diversos resultados en las adaptaciones audiovisuales de las viñetas, como bien ha sucedido con la vapuleada versión cinematográfica del “Guerrero Esmeralda” y con mejores resultados en la recordada serie de Smalville y la actual serie live action del Velocista Escarlata.  Por su parte, el segundo también es un destacado guionista y productor, quien a su vez ha incursionado en la dirección, teniendo sus propios aciertos y fracasos; en la primera lista le debemos agradecer que haya sido el cocreador de esa maravilla que es Fringe y nos haya devuelto a la televisión el universo de Star Trek con Discovery; en cuanto a sus fracasos (y mugres), tenemos la olvidable película de La Torre Oscura y, peor aún, sus libretos para Batman Forever y Batman & Robin. Así que teniendo en cuenta esta dupla de "especialistas", pero que no siempre ha estado a la altura de las circunstancias (hoy en día se ha destapado que Jhons, es uno de los culpables del fracaso de la versión cinematográfica de la Liga de la Justicia), se puede entender que el resultado no haya sido tan parejo que digamos.
     Cabe mencionar que dentro de este "universo", los Titanes se han disuelto hace unos cuantos años ya y cada uno de sus ex miembros ha seguido su curso.  La primera temporada trata sobre el encuentro del ya adulto Dick Grayson, el primer Robin, ahora convertido en policía (tal como en un momento sucede con los cómics, alternando sus identidades según sea requerido), quien pese que ha querido olvidar su pasado en Gotham no puede evitar que este vuelva a él.  Es así que se cruzan en su camino dos adolescentes con poderes, Raven y Chico Bestia, para quienes se convertirá en su maestro.  A ellos se suma una desmemoriada Starfire, también adulta, para que luego todos juntos se enfrenten nada menos que a la amenaza de Trigon, el padre demoníaco de la muchacha con habilidades místicas.  Entre medio contarán con el apoyo de los antiguos Titanes Halcón y Paloma, así como de Donna Troy, la discípula de Wonder Woman, y de Jason Todd, el actual Robin que trabaja junto a Batman.
      En el mencionado cartoon de principios de siglo, sobre estos mismos paladines, durante la cuarta temporada se adaptó con gran éxito la llamada Saga de Trigon… Pues en este caso se alejaron bastante del cómic en sí, aun cuando hubo unos cuantos aspectos interesantes a la hora adaptar esta historia; no obstante, solo al final sale el demonio interdimensional como corresponde y el efecto digital para ello deja harto que desear, la verdad.  Bastantes cosas pasan entre medio, unas para aplaudir y otras para fruncir el ceño (yo mismo estuve a punto de abandonar la serie en más de una ocasión, aunque tras los impactantes finales de los episodios, al rato me enganchaba otra vez), como los estupendos trajes de los dos Robin y los de Halcón y Paloma, aunque molesta el hecho de que solo Jason lleve con orgullo su atuendo y los otros ahora renieguen de sus viejas glorias (así que mayormente los vemos de "civiles", salvo en los varios flashbacks que hay).  Frente a este detalle, me resulta difícil no pensar si acaso hay una especie de “vergüenza”, por asumir por completo los tópicos del género en live-action, entre ellos el uso de los mismos atuendos y, en cambio, considerar que para “tapar” todo y atraer al público, que incluso en su puta vida ha leído viñetas, opten por sobrepasarse con las escenas de violencia explícita e incluso incorporar elementos eróticos donde abundan los traseros masculinos (otra pregunta: ¿Por qué todos los apuestos hombres que aquí salen son tan lampiños?) y, en cambio, ninguna mujer sale siquiera haciendo un toples a medias.
     Dentro de lo mejor de la primera temporada a mi humilde parecer, se encuentra la agradable personalidad que le dan a Paloma, una mujer bella y encantadora desde el principio; de igual manera el reencuentro con el guapo y ahora más maduro Alan Ritchson, a quien vimos como Aquaman en la mentada serie de Smalville, del cual se puede decir que los años le han venido en gracia.  También aplaudo lo que al parecer muchos consideran su mejor episodio, donde tienen coprotagonismo nada menos que la Patrulla Condenada, la cual luego tuvo su propia serie gracias a esta intervención suya; asimismio, la aparición nada menos que de Batman y hasta del Guasón resultan ser gratificantes.  Por otro lado, puedo aceptar que, siendo alienígena, Starfire sea “negra”, sin embargo los atuendos que esta usa más parecen de cabaretera que de alguien de otro mundo y tal como dijo un amigo hace años “se ve vieja” en comparación al resto.  Chico Bestia (que, ojo, ninguno acá usa su nombre de guerra…Salvo Jason Todd y este con orgullo) no lleva a piel verde y queda claro que se tiñe la cabellera, más encima solo se convierte en tigre y es de rasgos orientales… ¡Luego en la segunda temporada la idea de cambiar la raza de los personajes, para dárselas de inclusivos, será aún más recargada! Respecto a esto último, a veces les sale bien tal cambio (como el Kingpin negro de la película de Daredevil o la Ancient One “celta” de Doctor Strange y hasta su moreno Baron Mordo); no obstante, no soy partidario de esto y creo que en ese caso mejor usar otros personajes que de antemano son de diversas etnias o, por último, inventarse nuevos personajes, a menos que tengan un guión muy bueno y las actuaciones sean sobresalientes (no que no es el caso de este programa).  Se me estaba olvidando, me gustó la relación entre los principiantes Rachel y Gardfiel, por completo distinta a la de la serie animada, esta vez bastante estrecha y, por igual, me agrada todo el elemento terrorífico que al menos en un par de ocasiones me hizo saltar de mi puesto.
     Volviendo a Halcón y Paloma, quienes resultan ser tan buenos personajes, que de recurrentes pasaron a ser estables al siguiente año, nos presentan a un primer Paloma... ¡Negro! Y, pese a todo lo geniales que son, no poseen superpoderes y es que acá no son los avatares del Caos y el Orden; así que todo ese elemento que podría haber hecho aún más maravilloso el show, lamentablemente no está aquí.
     La segunda temporada, mucho mejor que la anterior, soluciona el problema con Trigon y adapta a su modo la famosa novela gráfica de El Contrato de Judas (que, en todo caso, fue versionado con mayor éxito en el citado show animado y lo mismo durante su propia segunda temporada).  En esta ocasión el equipo, que se ha mudado a una versión “realista” de la Torre de los Titanes (¡¿Tanto les costaba darnos en el gusto con que tuviera la forma de una T gigante?!), debe lidiar con el regreso de Deathstroke, en lo que sería su tercera versión en live action y tras el estupendo trabajo realizado en Arrow y la escena postcréditos del filme de la Liga de la Justicia.  Es así que el mercenario mejorado genéticamente, desea vengarse del grupo, tras acusarlos de la muerte de su hijo Jericho (quien acá es…afroamericano, si bien mestizo).  De igual manera aparece otro villano, que al menos fue recurrente en la serie de dibujos animados, el Doctor Luz, que por muy guapo y musculoso que salga acá, nunca fue un “metahumano” y en esta versión utiliza un horrible traje, que imita en su casco al Magneto de las historias de los X-Men. También salen Rose Wilson, esta acá mestiza oriental (¡Por Dios!), quien solo al final sale usando su estupendo traje y Blackfire, con una apariencia étnica africana que me desagradó por completo (¿Una burda copia de Wakanda en versión cósmica y DC serie B?).  Pese a todo, la temporada entretiene mucho más, que está llena de emociones y si bien posee bastante relevancia nada menos que Bruce Wayne (aunque este a mi parecer se demasiado “mayor” para mi gusto), dentro de lo mejorcito suyo está la incorporación de un muy guapo Superboy (a quien nunca llaman así, en todo caso), todo el lío con Lexcorp y el final, cuando por fin Dick Grayson se pone el traje de Nightwind (que estuvieron TODA la temporada jugando con esta idea) y, para terminar, los viejos Titanes por fin se reúnen con orgullo llevando sus trajes (Dona Troy se ve estupenda, por cierto y me encanta cuando usa su lazo mágico).  En todo caso, otra tontera: ¿Amazonas vestidas de civil y más encima viejas? ¡Qué estupidez!
     Puede ser que la tercera temporada sea mejor, siendo que hace rato está confirmada la aparición de nada menos que Batichica… Bueno, a ver qué tanto “compromiso” con los cómics y sus seguidores tiene esta vez, que hasta el momento el programa ha ido lentamente de menos a más (bueno, con una que otra recaída).
     Por cierto, otra vez nos encontramos con una serie que carece de créditos de apertura, si bien posee una especie de simulacro de algo de este estilo y que dura unos cuantos segundos, correspondiente a unos bellos titulares con música trepidante, aunque se queda en ello no más, como otra manifestación suya de un show de superhéroes que ya no quieren serlo, sienten vergüenza de ello y han pasado casi todo el tiempo escondiendo su pasado.  Cabe al menos destacar la música compuesta por un artista de la talla de Clint Mansell, quien nos ha dado bandas sonoras maravillosas de filmes tales como Réquiem por un Sueño y Noé, entre muchos otros.


lunes, 11 de enero de 2021

¡Yo quiero ser un Titán!

 
1. Antecedentes.
 
     Los Jóvenes Titanes (Teen Titans en inglés) vienen a ser uno de los grupos de justicieros de DC más populares y queridos, desde su primera formación en plena Edad de Plata de los cómics, 1964, cuando apareció formada por un trío de chiquillos ya conocidos por ser los compañeros juveniles de superhéroes ya adultos: Robin (el primero en llevar ese nombre y el más famosos de todos, Dick Grayson, el protegido de Batman), Kid Flash (Wally West, quien luego sería el tercer Flash ya adulto… y lejos mi velocista favorito) y Aqualad (Garth, el ayudante de Aquaman).  Al poco tiempo otras versiones infantiles de paladines famosos se les integrarían como la mismísima Wonder Girl (Donna Troy y quien en la continuidad antigua era la hermana menor de Wonder Woman) y Speedy (Roy Harper, el pelirrojo compañero de Green Arrow).  Varios otros personajes luego se les unirían, destacando la pareja de hermanos Halcón y Paloma, dos interesantes superhéroes creados nada menos que por Steve Ditko, cuando este se fue molesto de Marvel a DC y allí hizo aportes muy interesantes.
     El equipo tuvo muchas aventuras de todo calibre, empezando, como no, con historias bastante sosas en su primera década como era habitual en los productos deceistas durante los sesenta. Solo cuando tomaron el título Marv Wolfman y George Pérez en 1980 (década primordial para el desarrollo más adulto del noveno arte en Gringolandia), este equipo cobró la relevancia y calidad a la cual hoy en día estamos acostumbrados.  Fue así que manteniendo a Robin como líder del grupo y a Wonder Girl y Kid Flash como miembros permanentes, tomaron al integrante juvenil de la Doom Patrol (Patrulla Condenada), Changelling (Garfield Logan) y lo juntaron a estos, ahora bajo el nombre clave de Beast Boy. 
     Y más encima crearon un trío de nuevos personajes, adultos jóvenes como la encarnación de esta nueva etapa del grupo, ahora llamados Nuevos Jóvenes Titanes, que diferencia de los integrantes originales no tienen una historia como sidekick de un superhéroe mayor.  Cyborg (Victor Stone), Starfire (Koriand'r) y Raven (Rachel Roth), quienes rápidamente se volverían muy populares. Otros enmascarados se les unirían con posterioridad de manera temporal e incluso el grupo, luego en una alienación casi completamente renovada, se llamaría durante un buen tiempo Justica Joven.
 

Los Jóvenes Titanes en varias de sus épocas.
 
2. La serie.
 
    El 19 de julio de 2003 se estrenaría el programa animado de culto  Jóvenes Titanes (Teen Titans), de la mano de Glen Murakami y Sam Register, dupla que había participado en varios de los cartoons DC de Paul Dini y Bruce Tim.  Cabe mencionar que el show partió como una propuesta infantil, claramente para acercar al mundo de estas historietas, a un público objetivo de menor edad que el de los exitosos y aplaudidos títulos que les antecedieron.  Aunque suene increíble, esta decisión molestó a los más puristas que esperaban algo más serio, más bien por prejuicio ante la estética de los protagonistas y a su recurrente humor; no obstante, al poco tiempo de avanzar los episodios de la primera temporada tuvieron que morderse la lengua, puesto que la serie con facilidad cobró interés al ir acomplejándose sus guiones, gracias a una trama que se desarrollaba de forma gradual en capítulos claves, centrándose en un Titán especial y agregando elementos más oscuros y dramáticos.
     Con 5 temporadas de 13 episodios cada una y un filme estrenado poco después de su finalización, la producción fue de menos a mal de forma plausible, apareciendo como invitados varios personajes destacados de las distintas formaciones del equipo en las viñetas e incluso adaptando de manera muy inteligente (con su buena dosis de dramatismo, algo poco habitual en los dibujos animados gringos para niños), al menos dos grandes historias de los Jóvenes Titanes: El Contrato de Judas y La Saga de Trigon.
    Dentro de las virtudes de este programa, se encuentra la caracterización de sus personajes, tanto en sus protagonistas que se hacen adorables con rapidez, gracias a su talante tan distinto entre sí y a la armonía que hay en el grupo pese a sus mismas diferencias; de igual manera por su atractiva galería de villanos, rescatando varios rivales de las historietas, entre algunos de sus más importantes como Deathstroke, Hermano Sangre y Trigon (este trío de desarrollado con mucha seriedad) y otros enfocados más en la comedia y aun así otorgándonos mucho placer con sus intervenciones, tales como el Doctor Luz, Polilla Asesina, Blackfire, Gizmo, Mamuth y muchos más; mención aparte la villana creada en exclusiva para la serie, Mamá Puedo, quien solo tuvo un episodio como antagonista, aunque destacó bastante y Demente Mod, con una interpretación de un olvidado villano de segunda tan maravillosa, que le dio grandes momentos al título y algo parecido podríamos decir de la más afable Jinx; no se puede olvidar la incorporación del antihéroe Red X y de villano ñoño Control Fenómeno, lejos uno de los más interesantes personajes inventados para la serie.
     Entre los superhéroes invitados, encontramos nada menos que a Aqualad, Veloz y Kid Flash, 3 de los miembros originales de la serie, incluyendo a Bumblebee, Jericho y Kole, verdaderos clásicos dentro de las colecciones del grupo y Pantha (la única adulta en esta versión animada); por otro lado, los simpáticos gemelos Más y Menos fueron creados en exclusiva para el show.
     Cabe mencionar que Jóvenes Titanes es recordada también por poseer una de las mejores intros de este tipo de animaciones, algo que se extraña tanto hoy en día cuando muchos productos actuales prescinden de ellas.  En este caso, no se trata de un tema orquestado o sintetizado, sino que de una muy pegajosa canción que aparece a lo largo del show, tanto en inglés como en japonés y que es interpretada por el dúo Puffy AmiYumi, de origen nipón y con muchos seguidores tanto en su país como en el extranjero (Oriente y Occidente).


                                  Control Fenómeno                                          Demente Mod


Mamá Puedo



Red X

3. Las temporadas.
 
     Cada una de ellas se encuentra centrada en un Titán tal como se dijo más arriba y ello hace que estas poseen su propia identidad en cuanto a la trama central que desarrollan, sin dejar de lado los capítulos de carácter autoconclusivo; asimismo, para cada una de ellas, salvo las dos primeras, el antagonismo gira en torno a un villano en especial y en el caso de la última, más bien teniendo a todo un equipo de siniestros criminales.
     La primera de las temporadas se centra nada menos que en Robin, quien es el objeto del interés de Deathstroke, el cual desea tenerlo como a su aprendiz y/o sucesor (algo que nos recuerda la relación entre Batman y Ra´s al Ghul).
     La segunda, se supone que está abordada en torno a Terra, una nueva integrante y que, salvo en el último episodio del programa, no saldrá más adelante; no obstante, bien se podría decir que considerando su relación con Chico Bestia, este es o bien el segundo Titán más importante de la temporada o es su verdadero protagonista.  Además, Deathstroke vuelve más memorable que nunca. Cabe mencionar que en al menos 3 capítulos, luego del clímax y el desenlace, a manera de epílogo sucede un nuevo hecho extraordinario, si bien relacionado con el caso que les ha tocado resolver a los superhéroes y el cual pese a hacernos creer que quedará en “continuará”, al siguiente episodio ni se menciona….Habría sido genial que esta nueva aventura hubiese sido desarrollada a manera de flashback o racconto en otro momento o al menos se mencionara; lo mismo, podrían haber continuado en las siguientes temporadas esta modalidad.
     La tercera temporada destaca la figura de Ciborg, quien tras una misión muy especial se encuentra con un dilema con el Hermano Sangre y el que recuerda al de la primera temporada entre Robin y Deathstroke (si bien no se trata de un autoplagio, que como es propio del programa sus guiones están muy buenos y nunca, NUNCA, hay alguno que podamos decir sea de baja calidad, entre los más humorísticos y los más serios y/u oscuros).
     La cuarta temporada es considerada como la mejor de todas y claramente viene a ser la más adulta de todas (bueno, considerando que ya ha pasado tiempo desde el estreno de Jóvenes Titanes, era obvio que como su público original ya ha crecido algo, subiera la intensidad dramática).  En esta ocasión la trama estuvo dedicada a Raven, cuyo original destino tenebroso algo había sido esbozado en temporadas anteriores, pero que ahora se revela de manera impactante.  Como debe ser claro entre los conocedores de los cómics el gran villano de esta vez es el demonio interdimensional Trigon. 
      En cuanto a la quinta temporada, fue Chico Bestia el más importante, al menos en sus 3 primeros episodios y en el último, puesto que se desarrolló una historia acerca de su antiguo equipo, la Patrulla Condenada y la que acá aparece de forma bastante destacada.  Por otro lado, dos episodios tuvieron de protagonistas a otros superhéroes, uno a los llamados Titanes del Este y otro con Kid Flash en exclusiva.  El crimen ahora estuvo representado por la Hermandad del Mal, formada por un cuarteto de villanos igualmente muy bien representados (y para nada con elementos de comedia, tal como sucede con los antagonistas principales de cada temporada): Cerebro, Monsieur Mallah, Madame Rouge (la única villana “seria” del programa) y el General Inmortus.


4. El inesperado final y los constantes regresos del equipo a la animación.         
 
    La serie iba en lo mejor y nos dio un inesperado final en la quinta temporada, que por primera vez y única en su historia tenía lo que los gringos llaman un cliffhanger, al no resolverse el conflicto presentado y dejar supuestamente su solución para la siguiente entrega; más encima, sus acontecimientos nada tenían que ver con el conflicto principal de la temporada, el que ya había sido resuelto en el capítulo anterior.  Teniendo en cuenta todo esto, los espectadores se quedaron con las ganas de ver qué pasaba en la esperada sexta temporada, que nunca llegó y es que más encima un relevante personaje había regresado en misteriosas circunstancias. Varias razones se elucubran tras el cierre repentino del show, unas en la práctica más probables que otras, las que en todo caso no dejan de poner en claro la arbitrariedad de la industria y de los productores, siendo que razones de baja sintonía sobre este título no podían argumentar.
    A mediados de 2006, el mismo año en el que se emitió el capítulo arriba mencionado, se estrenó directo al video la película Jóvenes Titanes: Problema en Tokio. La noticia de esta nueva aventura del querido equipo, hizo creer al público que por fin se sabría qué pasó tras el último episodio; no obstante, ni se mencionó el más mínimo detalle, si bien dejaron claro que los sucesos de la cinta son canónicos y posteriores al programa.   Cabe mencionar que el show siempre tuvo una estética cercana al animé, detalle hecho a propósito, de modo que no resulta algo gratuito el hecho de que el filme transcurra en el País del Sol Naciente; es así que la trama (bastante bien armada, por cierto y con una buena cuota de dramatismo pese a su abundante humor) tomó bastantes elementos de la cultura japonesa, entre aquellos relacionados con sus tradiciones e historia y los propios del Japón actual (como el mismo tema del manga).  Por un lado, acá conocemos a un nuevo villano (que la verdad no lo identifico de los cómics, si bien resulta sin dudas uno de los puntos más altos de esta entretenidísima cinta) y, por otro, por fin se concreta el esperado romance entre dos de sus protagonistas, algo archiconocido por los lectores de los cómics.
     Pasaron sus buenos años para que volviéramos a saber en alguna animación de estos personajes, hasta que se vieron en una versión chibi (pequeños y cabezones) gracias a unos cortometrajes de DC Nation y debido al éxito de tal experimento,  para el año 2013 se estrenó una serie con este formato y de corte más infantil (aún) y ligero: Teen Titans Go! Conocida en español como ¡Jóvenes Titanes en Acción! en la actualidad se sigue emitiendo y sus propios cómics hoy son todo un éxito, habiendo ganado varios premios.  El éxito de esta producción, hizo que incluso en 2018 estrenara una película para el cine, Titans Go! to the Movies y en verdad muy divertida (de hecho, la vi con mucho placer y eso que no he contemplado su cartoon). Debe saberse que en sus créditos finales, los Titanes de la producción anterior aparecen y que esto emocionó a muchos de quienes los recordaban con añoranza, al punto de que apareció la esperanza de una sexta temporada por fin; a la fecha esto no se ha concretado, sin embargo, al año siguiente salió directo al video un muy aconsejable filme que unía  a los dos equipos, supuestamente de universos diferentes: Teen Titans Go! contra Los Teen Titans.
    Por último, debe saberse que versiones animadas más serias y adultas de los personajes encontramos en dos grandes películas de venta casera: Liga de la Justicia y Jóvenes Titanes: Unidos en Acción (2016), cuya agrupación más bien mezcla el grupo clásico de los Titanes y el de Justicia Joven. Y Jóvenes Titanes: El Contrato de Judas (2017), formidable segunda versión de la famosa saga de los cómics y que ya había sido revisitada de manera bien ingeniosa en la serie que hoy nos reúne.  Por otro lado, en 2010 se estrenó Justicia Joven, programa animado de corte más adulto y que tras dos temporadas y ser cancelado, obtuvo una tercera temporada en 2019.


                             Un aperitivo en HD de "Jóvenes Titanes: Problema en Tokio".

5. Personajes.
 
    Antes de dar paso a los protagonistas, es importante tener en cuenta de que salvo uno de ellos y eso solo en la última temporada, en ningún momento es llamado por su nombre civil.  Por otro lado, recién en la quinta temporada nos enteramos cómo se conocieron y decidieron trabajar juntos (aunque en ningún momento se sabe cómo se financian y tienen su tremendo edificio, bastante famoso desde la era de los cómics).  De igual manera, su pasado solo es revelado hasta cierto punto en el caso de las féminas del grupo, mientras que algo mínimo llegamos a saber de Chico Bestia y de Ciborg y de Robin nada… Aunque… ¿Quién no conoce su historia? Asimismo, tampoco nos presentan a sus familias y/o amistades civiles, bueno, aparte de lo que llegamos a saber de las chicas.
 
Robin: El líder, siendo que todos confían en él por ser ecuánime y aquel del grupo con la personalidad menos "complicada"; más encima, se trata nada menos que del más célebre de todos los enmascarados que han tomado su manto, Dick Grayson.  Serio y con grandes dotes detectivescas como su maestro (Batman, obvio, el cual nunca se menciona), igual tiene su lado juguetón que expresa con sus compañeros varones y con los cuales gusta competir en videojuegos.  También es un experto en artes marciales.
     Considerando que cada Titán principal posee un tipo de poder de naturaleza diferente, este es el único del equipo cuyas habilidades extraordinarias se basan solo en su disciplina e inteligencia, ya que no se trata de un llamado metahumano. Por cierto, nunca se quita la máscara. 
    Sabido es que el joven Dick en el futuro, ya adulto, pasará a llamarse Nightwing (Ala Nocturna), llegando a usar tres trajes diferentes; pues en un notable episodio de la primera temporada, logramos verlo como tal.
 
Starfire: Venida del espacio y perteneciente a la realeza de una raza extraterrestre, es una adorable chica muy amistosa, quien no deja de maravillarse de lo que encuentra de nuevo en la Tierra.  Con poderes de naturaleza solar que le permiten volar, lanzar rayos de energía con las manos y los ojos, así como tener una gran fuerza e invulnerabilidad, es junto a Chico Bestia la más alegre del grupo.
 
Chico Bestia: El origen de sus poderes no está explicado en la serie, si bien estos se deben a una mutación que pasó tras infectarse de una rara enfermedad africana; a raíz de esto, aparte del color verde que tomó su piel y cabello, puede transformarse en cualquier animal (incluso alienígenas), logrando con ello las habilidades correspondientes de la especie que imita.
    Bromista e inmaduro, este chico pequeño y flaquito es un vegetariano supuestamente debido a su condición que lo acerca tanto al reino animal.  En la segunda o tercera temporada adopta una simpática larva de polilla mutante, a la que llama Sedita.
 
Raven: Quizás mucho más popular que el propio Robin, gracias a esta misma serie (la cantidad de Ravens que he visto en la Comic Con es increíble), es una muchacha algo hosca y retraída que pese a su malhumor ama a sus amigos y no duda en sacrificarse por sus ideales.
    Su personalidad más retraída la hace molestarse seguido con el extrovertido Chico Bestia, quien hace lo posible por sacarle una sonrisa.
     De aspecto gótico, sus poderes pueden llegar a ser aterradores y es que tienen una naturaleza supuestamente sobrenatural o, mejor dicho, demoniaca.
 
Ciborg: En los cómics este resiliente justiciero es un ex deportista destacado y quien tras sufrir un espantoso accidente, logró sobrevivir gracias a que buena parte de su cuerpo deteriorado fue reemplazado por tecnología cibernética de punta.
     Con grandes conocimientos en ciencia y tecnología, es un chico afroamericano enorme, el cual  puede crear los artefactos más increíbles.  Los injertos de su cuerpo que cubren buena parte de su organismo, son capaces de modificarse de manera instantánea y entre ellos su misma cabeza puede separarse del cuerpo sin que este pierda la conciencia.
      Por cierto, es un gran comilón y ama los automóviles (en especial el suyo, que creó con partes de su mismo cuerpo cibernético).
 


Opening en inglés.
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