viernes, 30 de enero de 2015

El Legado Literario (y más allá) Zombie. SEGUNDA PARTE.


Nota: Este texto continúa inmediatamente donde corté su versión original debido a razones de extensión.  De este modo para comprenderlo a cabalidad, es recomendable leer antes su primera parte.

     Como ya antes se mencionaron trastornos en el ecosistema a raíz de la Guerra Mundial Z, cabe nombrarlos para comprender la magnitud con la que Brooks aborda su obra, dejando claro que ante un hecho como este, sin duda no solo la humanidad podría quedar en peligro…Pues por supuesto que los animales también sufrirían ante la presencia invasiva de los zombies.  En primer lugar estas criaturas a la luz de la narrativa del escritor, no solo se alimentan de seres humanos, si no que de cualquier tipo de carne; de este modo llegan a comerse gran cantidad de fauna y ante este hecho, es que las tortugas debido a su lentitud quedan casi extintas.   Como un gran número de personas escapó hacia la supuesta seguridad de las aguas oceánicas, se vieron obligados a alimentarse de las ballenas y otros cetáceos, entre peces y mariscos, de modo que muchas especies desaparecieron.  Asimismo debido a la violencia del medio, algunas criaturas como los perros y las ratas, cambiaron su conducta y se volvieron salvajes, incluso sufrieron algún tipo de mutación que les hizo desarrollar colmillos y garras al punto de convertirse en otro riesgo para los humanos (en todo caso, esto último en tan poco tiempo, menos de una década, resulta imposible que suceda, de modo que tal error ficcional le quita credibilidad a la historia).  Dentro del mismo plano, una oscuridad tomó dominio de los cielos, cuyo origen apenas logra explicarse en el libro, elemento que claramente usa el artista para otorgarle un tono mucho más ominoso a la narración.
     Formalmente el libro se encuentra dividido en 9 capítulos, los que corresponden a una introducción y a un último apartado a manera de epílogo, llamado muy convenientemente Despedidas.  Los capítulos entre medio abarcan el periodo de los primeros avistamientos de zombies, contando incluso lo concerniente al “paciente cero”, o sea, el primer humano en contagiarse y tras fallecer, reanimarse convertido en zombie.  Luego el libro abarca las reacciones iniciales internacionales ante la noticia y que demuestran lo poco que estaban preparados los gobiernos en el mundo para enfrentar solventemente la amenaza.  Tras la aclaración ante la ineptitud de los países más poderosos en tomar medidas, los episodios acerca de la guerra total, en especial durante sus primeros años, muestran un paisaje digno de Dante, en la medida que los monstruos van ganando terreno.

    “Land Warrior, el avanzado, costoso, hipermejorado y netroputocéntrico Land Warrior. La cosa ya estaba muy mal con sólo ver lo que teníamos al frente, pero las imágenes de satélite nos estaban mostrando al mismo tiempo lo enorme que era aquella horda. Estábamos frente a miles de ellos, ¡pero detrás venían millones! ¡Recuerde que pretendíamos limpiar la mayor parte de la infestación de Nueva York! ¡Aquella era sólo la cabeza de una larguísima serpiente que se extendía hasta la maldita Times Square! No necesitábamos ver eso. ¡Yo no tenía por qué enterarme de eso! La vocecita asustada ya no era tan pequeña. “¡Oh mierda, OH MIERDA!” Y de pronto ya no estaba sólo en mi cabeza. También la escuchaba en mis audífonos. Cada vez que a algún idiota se le olvidaba controlar su boca, Land Warrior se aseguraba de que todos los demás lo escucháramos. “¡Son demasiados!” “¡Tenemos que salir de aquí!” Alguien de algún otro pelotón, no recuerdo su nombre, comenzó a gritar “¡Le dí en la cabeza y no se murió! ¡No se mueren ni cuando les dan en la cabeza!” Seguramente el tiro no le pegó al cerebro, puede pasar, la bala se tuerce raspando el interior del cráneo… quizá si hubiese mantenido la calma y usado su propio cerebro, se habría dado cuenta de eso. El pánico es un germen más contagioso que el virus Z, y las maravillas del Land Warrior permitieron que ese germen se propagara por el aire. “¿Qué?” “¿No se mueren?” “¿Quién dijo eso?” “¿Le diste en la cabeza?” “¡Hijos de puta! ¡Son invencibles!” Eso era lo que se escuchaba por toda la red, mojando pantalones a través de la superautopista de la información.
    “¡Todos mantengan la calma!” gritó alguien. “¡Conserven las filas! ¡Desconéctense de la red!” la voz de un viejo, era obvio, pero de pronto fue ahogada por un grito, y mi en visor, y  seguramente en el de todos los demás, apareció la imagen de un montón de sangre saliendo de una boca con los dientes podridos. La señal provenía de un tipo en el jardín de una casa detrás de nosotros. Los dueños seguramente dejaron algunos familiares reanimados allí encerrados cuando evacuaron el lugar. Quizá la onda de las explosiones debilitó la puerta o algo así, porque salieron en manada justo sobre aquel pobre infeliz. La cámara de su arma grabó todo el asunto, y cayó al suelo enfocando justo en el ángulo perfecto. Eran cinco, un hombre, una mujer, tres niños. Lo tenían en el suelo de espaldas, el hombre apoyado sobre su pecho, los niños agarrándolo de los brazos y tratando de morderlo a través del chaleco. La mujer le arrancó el casco, uno podía ver el terror en su cara. Nunca voy a olvidar el grito que pegó cuando le arrancó el labio inferior de un mordisco. “¡Están detrás!” gritó alguien más. “¡Están saliendo de las casas! ¡Las líneas no funcionan! ¡Están en todas partes!” De pronto la imagen se apagó, alguien arriba la interrumpió, y la voz, la voz del viejo, regresó… “¡Desconéctense de la red!” nos ordenó, haciendo un gran esfuerzo por sonar tranquilo, y luego la señal desapareció.
    Estoy seguro de que debió tomarles más de unos segundos, tenía que ser así, incluso si estaban justo sobre nuestras cabezas, pero pareció que justo al mismo tiempo que nos cortaron la comunicación, el cielo se llenó con el rugido de los JSFs.  No alcancé a ver cuando liberaron su carga. Yo estaba en el fondo de mi trinchera maldiciendo al ejército y a Dios, y a mis propias manos por no haberla cavado más profunda. La tierra tembló y el cielo se oscureció. Había escombros por todos lados, tierra y cenizas, y mierda en llamas volando sobre mi cabeza. Sentí algo que chocó contra mi espalda, algo blando y pesado. Me di la vuelta. Era una cabeza y un torso, achicharrado y echando humo, ¡y todavía tratando de morderme! Lo alejé de una patada y salí corriendo de mi agujero apenas unos segundos después de la última JSOW.
     Me encontré con una nube de humo negro en el lugar donde había estado la horda. La autopista, las casas, todo estaba cubierto por esta nube de oscuridad. Recuerdo que ví a otros tipos saliendo de sus trincheras, asomándose por las trampillas de los tanques y los Bradleys, todos mirando hacia esa oscuridad. Hubo un silencio, una calma que, al menos en mi mente, duró por horas.
     Pero entonces salieron, ¡de entre el humo, como la maldita pesadilla de algún niño!
Algunos humeaban, otros todavía estaban ardiendo… algunos de ellos caminaban, otros se arrastraban, algunos sólo se retorcían sobre sus panzas abiertas sin piernas… quizá uno de cada veinte seguía moviéndose, lo que dejaba… mierda… ¿unos dos mil? Y detrás de ellos, mezclándose entre sus filas y avanzando constantemente hacia nosotros, ¡los millones que el ataque aéreo ni siquiera había tocado!”.

     Increíblemente, dos casos entre las distintas comunidades de las que se habla en estas páginas, destacan a la hora de demostrar mayor sabiduría para enfrentar la crisis: por un lado Israel, el cual invita incluso a los palestinos a cobijarse tras los inmensos muros que crea alrededor para aislarse y protegerse del enemigo.  Esta solución tan drástica viniendo de la mente de un escritor judío como Brooks, demuestra conciencia crítica ante las acciones de su herencia cultural, poseedora de una historia milenaria de hostigamientos y que por ello haría que fuese su gente algunas de las mejores preparadas para enfrentar amenazas como esta.  No obstante el escritor en ningún momento llega a hacer proselitismo, pues trata con la misma dignidad a árabes, católicos, ateos y otros.  El ejemplo de Israel solo es comparable por su efectividad con el de la “primitiva” tribu de los yanomani en Brasil, quienes optan por trasladar sus chozas entre las copas de los árboles en su hogar en pleno Amazonas (ambos casos tan particulares, llegan a decir bastante acerca de la capacidad para enfrentarse a la adversidad y que nada tiene que ver con la sofisticación de la vida moderna, pues el mismo muro que rodeaba a Israel no era nada moderno, si no que siguía patrones como las bíblicas murallas de Jericó y las de los castillos medievales).

    Siguiendo con los capítulos del libro, el llamado El Gran Pánico, no puede ser más apocalíptico (nombre que en esta ficción se refiere a cuando la sociedad a lo largo de todo el mundo, se haya en pleno caos tras el desarrollo de la infección y los zombies pululan entre las calles, mientras la gente como puede trata de sobrevivir, siendo que además los gobiernos y fuerzas de seguridad carecen de todo control).  Si bien varias de las entrevistas contenidas aquí resultan ser memorables y emotivas, se pueden mencionar dos: el testimonio de una mujer con retardo mental que era una niña durante estos años y quien a su manera recuerda su pasado con gran dramatismo en Estados Unidos y el de un ex adicto a la Internet en Japón, cuya experiencia durante el Gran Pánico lo cambió por completo.  A todo esto, le siguen los episodios dedicados a las ofensivas militares y civiles en todo el mundo (incluso uno de los entrevistados llega a ser un chileno, quien para cuando es abordado por el desconocido periodista, se haya nada menos que en la isla de Chiloé dentro de este mismo país, al confin del mundo); aquí es cuando el texto cobra un mayor carácter de obra de ciencia ficción, al mencionarse y describirse las distintas armas desarrolladas para la ofensiva final contra los zombies. 
    Luego de que por fin la humanidad en cada uno de los distintos frentes logra deshacerse de sus acosadores, igual quedan unos cuantos millones dispersos por ahí, en especial en las aguas dulces y saladas; de este modo los zombies acuáticos toman en el libro un destacado rol y más todavía por su cuota siniestra, que cambia en gran medida las costumbres vacacionales de la gente:

[Me sorprende lo rápido que llegamos al fondo. Parece una llanura desértica, con un leve brillo blanco entre la permanente oscuridad. Veo fragmentos de corales tubulares por todas partes, rotos y pisoteados por los muertos vivientes.]

    Ahí están.

[Volteo para ver el enjambre, más o menos unos sesenta de ellos, caminando entre la eterna noche de aquel desierto.]

    Y aquí vamos nosotros.

[Choi maniobra hasta ponernos sobre ellos. Ellos tratan de alcanzar nuestras luces, con los ojos abiertos y las mandíbulas frenéticas. Puedo ver el suave resplandor del rayo láser, mientras se enfoca sobre nuestro primer objetivo. Un segundo después, un pequeño dardo sale disparado hacia su pecho.]

    Uno…

[Luego enfoca el rayo en un segundo espécimen.]

    Dos…

[Sigue recorriendo el enjambre, disparándole a cada uno con un tiro que no es letal.]

     Me muero de las ganas de matarlos. Es decir, ya sé que la idea es estudiar sus movimientos, y así poder organizar un buen sistema de alarmas. Ya sé que si tuviéramos los recursos para acabar con todos ellos lo haríamos. Pero…

[Dispara el sexto dardo. Al igual que los demás, su objetivo ignora por completo el pequeño agujero que éste abre en su esternón.]

    ¿Cómo lo hacen? ¿Cómo es que siguen por aquí? Nada en este mundo corroe tanto como el agua de mar. Estos Gs deberían haberse podrido antes que los de tierra firme. Sus ropas sí desaparecieron, cualquier cosa orgánica, como tela o cuero.

[Las figuras de abajo están completamente desnudas.]

     ¿Entonces por qué no se pudren ellos? ¿Es la temperatura de las profundidades, o la presión? ¿Y cómo es que tienen tanta resistencia a la presión? A esta profundidad, el sistema nervioso de un humano se convertiría en gelatina. Ni siquiera deberían estar de pié, mucho menos caminar y “pensar” o lo que sea que ellos hacen en vez de pensar. ¿Cómo lo logran? Estoy seguro de que alguien por allá arriba tiene las respuestas, y que la única razón por la que no me lo dicen es…”

    Despedidas con el cual termina este fascinante libro, no deja de impresionar y en general deja un sabor dulce tras tanta miseria y horror en sus cientos de páginas.  En parte todo esto, correspondiente a las últimas palabras de varios de los entrevistados de los capítulos anteriores, invita al lector a reflexionar varias cosas: a valorar la vida que tenemos, a nuestros seres queridos, a los lujos que muchas veces los damos por dados…Pero sin embargo la mayor moraleja que nos deja este título, es que gran parte de lo que nos hace humanos es nuestra habilidad para compartir con otros, incluso en los momentos más difíciles, pues de la única manera en que la gente logró superar la Guerra Mundial Z, fue trabajando codo a codo con su prójimo (sin importar las diferencias entre sí, pues a la larga todos luchaban por un mismo fin: su derecho a vivir plenos).  Por ende la novela termina con su propia cuota de esperanzas.

3- La película.

     Ante el éxito de la novela, hubo una verdadera contienda para dar con los derechos de su versión cinematográfica, ya que prácticamente se hizo una subasta para conseguirlos.  Una vez ganados los derechos, se contrató a un escritor y guionista consagrado como J. Michael Straczynski (creador de la serie televisiva de culto de ciencia ficción Babilonia 5  y además responsable de algunas de las mejores etapas de los cómics de Superman, Wonder Woman, Spiderman y Thor) para que realizara la adaptación correspondiente, sin embargo su trabajo no fue aceptado y tuvo que ser revisado por otros profesionales hasta que se le dio el visto bueno.
    Debido a las características de la novela, con tantos protagonistas y locaciones, en la práctica resultaba imposible ser demasiado fiel a la obra original, a menos que se filmara una serie o miniserie (lo que para nada estaba en los planes de los productores).  De este modo se optó por crear un nuevo personaje, sobre cuyos hombros cayera el peso del drama y que permitiera con ello cubrir una ínfima parte de las historias del libro; a su vez gracias a su introducción sería posible visitar algunos de los lugares invadidos por los zombies, de los que se mencionan en el texto.  Por otro lado, para potenciar la caracterización del protagonista y otorgarle una mayor razón de ser, se le otorgó una familia con esposa e hijos, tema tan del gusto de los gringos (la familia nuclear usaca).
    El filme en cuestión fue dirigido por Marc Forster, un cineasta de origen alemán que se fogueó haciendo cine arte e independiente y que luego dio el salto a las superproducciones hollywoodenses con una de las últimas cintas de James Bond (Quantum of Solace en 2008).  El director hizo una labor bastante digna, pero lamentablemente su película tuvo varios detractores, entre ellos los mismos seguidores de la novela, que no le perdonaron sintetizara tanto un libro de tales dimensiones (como si fuese su culpa, siendo que quedaba más que claro que todo fue un trabajo por encargo y no un proyecto personal suyo); además se le criticó con insistencia que para ser un largometraje sobre muertos vivientes, apenas tenía sangre y gore en general (no obstante para un espectador con algo de conocimiento sobre el cine comercial estadounidense, bien quedaba claro que esto era una artimaña para conseguir mayor cantidad de público, al cortar las escenas más sangrientas y dejar la versión integral para la edición sin censura en DVD y blu-ray, que en realidad vale la pena ver).
    Estrenada durante el 2013, con una solvente actuación principal de Brad Pitt, quien además ofició de productor, esta adaptación tuvo pese a sus opositores verdaderos logros: Aparte de sus escenas de caos total que le hicieron honor a muchos de los mejores momentos del libro, con muchedumbres escapando de las hordas de zombies en medio de accidentes y explosiones, el filme contó con múltiples escenarios a lo largo de unos cuantos países.  Cuando se llega a contar la historia del paciente cero, queda claro la seriedad con la que se quiso respetar el texto original (si bien difiere ello bastante de cómo sucede en el escrito), no obstante es todo lo concerniente a Israel y su ya comentado muro, que la película merece una mejor consideración.  Además la manera en cómo presentan a los zombies, ya resulta de por sí sorprendente, ya que los muestran como colonias de hormigas devoradoras, más salvajes que nunca y agrupándose en cientos y miles en su apetito canibalesco (en todo caso esto concepto lo sacaron en parte de una de las entrevistas de la novela, ya que en uno de los países les daban a los zombies el mismo nombre de las hormigas africanas); en realidad ver cómo estas criaturas se lanzaban sobre su objetivo sin conciencia y con todo su frenesí, corresponde a uno de los mayores logros de esta película tan vilipendiada por muchos.
     Por último, su desenlace también merece mayor consideración, puesto que acá logran acabar de una forma bastante original con el peligro zombie, descubriendo una manera de evitar que los monstruos ataquen a los sanos y que le otorga a su protagonista la cuota de heroísmo que le correspondía.    

miércoles, 28 de enero de 2015

Todo un clásico noventero gringo televisivo y animado para tener en cuenta.


    Una de las primeras ocasiones en que la televisión gringa se tomó con seriedad el formato de los dibujos animados, creando una serie capaz de contar una historia compleja y llena de múltiples aristas que lograran cautivar a los espectadores más inteligentes, fue con la producción de Disney llamada Gargoyles.  Conocida en España como Gárgolas, Héroes Mitológicos y en Latinoamérica con el nombre de Gárgolas, Héroes Góticos, fue toda una sorpresa para el espectador medio y el culto, más todavía teniendo en cuenta su procedencia, propia de una compañía que en sus productos televisivos hasta el momento tenía de preferencia un público por completo infantil.  Para ser sinceros, ya por aquellos años existían programas tipo cartoon elaborados de una forma mucho más sofisticada, en cuanto a argumentos se refiere; es así como las caracterizaciones de sus personajes atendían a la identificación de un público juvenil y adulto (como también propio del fandom).  De este modo se podían encontrar en la propuesta programática de esos mismos años en que se emitía Gargoyles, propuestas como Batman:La Serie Animada y varias correspondientes al universo Marvel, entre las que se pueden mencionar Spiderman: La Serie Animada, X-Men y Hulk (la verdad es que siendo sinceros, ya en la década de los ochenta la serie de Los Thundercats, había sentado precedentes para las series animadas yanquis, que hasta antes de ella solo pretendían moralizar con historias acartonadas y cuya única pretensión eran entretener con la risa fácil y personajes maniqueos; bueno, pudo haber otros casos por ahí que o bien se me escapan de la memoria o bien no llegué a conocerlos)[1].
    Emitida entre los años 1994 a 1997 en 3 temporadas, llegó a poseer la respetable suma de 78 episodios.  En su tercer año de vida el programa pasó a llamarse The Chronicles of Goliath (Las Crónicas de Goliath), en parte porque al comienzo de sus capítulos su personaje principal, Goliath, daba un monólogo en off reflexionando acerca del tema sobre el que trataba la trama de ese día.
    Creada por Greg Weisman, tan solo en sus primeros capítulos incluía el nombre de los guionistas.  Este detalle de la poca preocupación de los productores, para resaltar la labor de los responsables de crear tan magníficos argumentos, con tantos personajes de peso y además llenos de referencias directas a la mitología y leyendas comparadas, bien llama la atención si se considera que entre su gente se encontraban verdaderos pesos pesados como Len Wein (el mismo cocreador de Wolverine para Marvel y la Cosa del Pantano para DC) y Diane Duane (autora ligada al mundo de Star Trek, en especial en lo que respecta a sus novelas).
    Tal como versaba la serie en sus créditos iniciales, gracias a la introducción de su protagonista Goliath, las gárgolas provenían de mil años en el pasado desde las tierras de Escocia y que tras dormir un milenio debido a un hechizo, despertaron en New York para encontrarse con un mundo por completo nuevo; ello fue abordado con gran dramatismo a través de sus 5 primeros episodios y los que recibieron muy bien el título genérico de The Awakening (El Despertar).  Todo esto lleva al clan de Goliath (estas criaturas viven muy aferradas a sus familias) a tener que adaptarse a los tiempos actuales, cumpliendo con su antigua labor de proteger a los humanos durante la noche (ya que de día se convierten en piedra).  Es así como dentro de esto cumple un papel fundamental la joven agente de policía Elisa Maza, la cual tras hacerse una entrañable amiga del clan, llega a entablar una relación amorosa platónica con el líder de las criaturas.  Las gárgolas habían sido traicionadas por las mismas personas a las que auxiliaban constantemente y ahora en el mundo actual se encuentran una vez más con el temor de la mayoría de ellas, razón por la cual se ven obligadas a luchar para encontrar una vez más su lugar en el planeta.   Entre medio logran hacer una serie de amigos y aliados, como asimismo un buen grupo de enemigos de temer y todos ellos, entre héroes y villanos, caracterizados de una forma bastante compleja como para otorgarles un carisma que bien los hace atractivos por sí mismos.
   Respecto a los adversarios con los que se enfrentan los protagonistas, estos son recurrentes en los argumentos y en su mayoría al final la influencia de las mismas gárgolas termina por llevarlos a la redención.  Se puede destacar en ellos además que cada uno posee sus propios motivos que los llevan a oponerse a los héroes; a su vez sus propios orígenes resultan ser de diversa índole, encontrándose seres mágicos, personajes del pasado de las mismas gárgolas, simples ladrones, individuos atormentados, obsesos con el poder, científicos “locos”, mutantes y muchos más, todos atendiendo a varios estereotipos del género, aunque nunca cayendo en modelos simplistas (de este modo por lo general se les muestra humanizados y por ello es que la mayoría logra evolucionar como sujetos).


El clan de Goliath,  De derecha a izquierda: Broadway, Ángela, Brooklyn,
Goliath, Lexington, Elisa, Hudson y Bronx.

     
     Siendo que esta obra no es tan lejana con respecto a nuestros tiempos, en su momento innovó en varios aspectos: El primero que se puede nombrar es el grado de violencia que poseía y el cual era bastante realista, si bien no exagerado, considerando que buena parte de su público aún seguía siendo “infantil”; no obstante sus personajes sangraban e incluso morían a raíz de sus distintos enfrentamientos entre sí (en un capítulo de una brillante saga de la primera temporada, cayó un hechizo sobre los humanos, quienes se convirtieron en piedra y ello fue aprovechada por la gran “mala” de la serie para destruir a pedazos las estatuas, lo que se mostró de forma bastante gráfica en el show).  De hecho en muchos de los diálogos se hablar de “matar”. Además estaba el hecho de que teniendo en cuenta la tonta ley gringa que no permitía en los dibujos animados infantiles el uso de armas de fuego (razón por la cual era tan normal ver armas laser en este tipo de programas, como bien era explotado en G. I. Joe), al principio de Gargoyles sí se vieron “balas de verdad” y se mostró sin lugar a dudas su consecuencia.  Por otro lado, una de las gárgolas protagonistas usaba un gran cuchillo que buena parte del tiempo lo llevaba empuñado; de este modo (y más aun considerando su carácter épico y medieval) en el programa las espadas y otras armas filosas se mostraron bastante.
    Siguiendo la misma línea de los elementos novedosos de este título, cabe destacar su dimensión multicultural.  Teniendo en cuenta que hoy en día estamos acostumbrados a ver en las series a gente de todo el mundo entre sus protagonistas, lo que muestra un claro avance hacia la valorización del “otro” y sus tradiciones, Héroes Góticos sentó precedentes en un país marcado por su historial de racismo.  Lo anterior debido a que la coprotagonista Elisa Maza, aun siendo ciudadana estadounidense, era mestiza sin ápice de sangre anglosajona, ya que era hija de madre nativa de África y padre indígena norteamericano.  Además siendo esta agente de policía, su jefa directa era nada menos que hispana.  Por otro lado en una muy entretenida saga de la segunda temporada, cuando algunos de los personajes deben hacer un largo viaje de regreso a casa, visitan una serie de lugares de todo el mundo y donde en cada episodio se destacan sus peculiaridades etnográficas como bien sucede con África misma, Canadá, Guatemala, Irlanda, Japón, Inglaterra, Francia, Checoslovaquia, los países nórdicos y nada menos que nuestra Isla de Pascua en Chile, entre otros sitios; a su vez en un emotivo episodio de la tercera temporada, un niño amish se convierte en el inesperado coprotagonista de su trama.
    También se puede afirmar sin tapujos que Gargoyles era un programa culto, puesto que se encontraba lleno de referencias directas a la literatura y mitología comparadas.  En primer lugar memorable era su uso de los clásicos de Shakespeare Macbeth y Sueño de una Noche de Verano, ya que varios de sus protagonistas cobraban vital importancia en sus guiones.  Además incorporó a personajes tan caros al género maravilloso y fantástico, de rancias raíces literarias orales y escritas, como el Golem, el dios araña Ananzi africano, la banshee celta y el héroe de esta cultura Cu Chulainn, los dioses olímpicos, la deidad vikinga Odín, el guardián de la puerta de los muertos Anubis de Egipto, las leyendas artúricas y muchos más.
     A la hora de evaluar el último capítulo del programa, que mayoritariamente poseía capítulos unitarios, si bien también tuvo bastantes sagas entre ellos y que abarcaban varios capítulos entre sí, se le puede considerar demasiado apresurado en su elaboración.  Esta afirmación bien puede explicarse ante la idea de que conociendo el combativo campo de batalla, que es el mercado televisivo gringo y que lleva a cancelar de forma imprevista hasta las mejores series (si no cabe recordar en la misma área de los dibujos animados Batman the Brave and the Bold y Beware the Batman), de seguro sus productores debieron verse obligados a cerrar en un solo episodio una cuantas líneas argumentales de la serie.  Tal hecho dejó varios arcos narrativos inconclusos (en especial en lo que se refiere al destino final de unos cuantos personajes importantes) y si este desenlace hubiese cubierto al menos 2 capítulos, habría sido posible desarrollar mejor su historia final.  No obstante pese a todo Gargoyles tuvo un cierre digno y que además significó una nueva y mejor etapa para sus heroicos protagonistas.
    Un punto que la hizo “adulta” a la hora de estar armada, fue que apenas tenía humor y cuando se daba una situación medianamente jocosa, ello era trabajado con ingenio y sin caer en estupideces.  Además carecía de personajes infantiles recurrentes (más bien apenas salían niños), lo mismo que adolescentes y para nada presentaba los típicos personajes payasescos, tan en boga en los cartoons gringos de aquel entonces.
    Por cierto, las gárgolas de esta serie son todas diferentes y se reproducen por huevos.  Hay machos y hembras, pero cuando nacen sus crías acostumbran educarlos como “hijos del clan”, de modo que los pequeños son hijos de todos los adultos y nunca saben quiénes son sus verdaderos padres biológicos (salvo un caso excepcional que en la segunda temporada se llega a conocer).  Si bien poseen alas, no vuelan, aunque sí pueden planear.  Cuando durante el día se convierten en piedra y duermen, regeneran sus heridas, de modo que al despertar ya están por completo sanas.  Cuando se enfurecen sus ojos se iluminan blancos o rojos, lo que les da un aspecto tenebroso.

De derecha a izquierda: Elisa, Goliath, Démona, Xánatos y Owen.

    Solo un error se le podría criticar a esta recomendable serie y tiene que ver con el para nada insignificante tema del idioma… ¿Cómo es posible que las gárgolas puedan entenderse sin problemas con Elisa y los demás humanos del siglo XX, en especial con los de habla inglesa, siendo que ellos provenían de mil años en el pasado y de otra cultura con una distinta lengua? ¿Y acaso Goliath, Elisa y compañía eran versados en un montón de lenguas, que cuando realizan su viaje tras su salida de la mágica isla de Avalon, logran comunicarse sin problemas con hablantes de idiomas diversos? Este es el único detalle que para un servidor (harto friki o ñoño, por cierto) le quita verosimilitud dentro de su mundo ficticio a un programa tan respetado como lo es Héroes Góticos; no obstante como decimos acá en mi país, esto “es un pelo de la cola”, así que no vale la pena abordarlo en profundidad.
    Y ahora antes de terminar este texto, conozcamos a sus personajes principales:

  • Goliath: El personaje más importante y hasta cierto punto carismático del show.  Es el líder del clan protagonista (luego a medida que va avanzando la serie, sale a la luz el conocimiento de que hay otros clanes de gárgolas a lo largo del mundo).  Fue el primero de su especie o de su clan en recibir un nombre, ya que los suyos no tenían la costumbre de usarlos.  Posee todas las dotes de un héroe, puesto que es valiente, compasivo, elocuente como también reflexivo (entre muchas otras virtudes), y a diferencia del grupo de gárgolas su figura más que monstruosa es varonil y hasta cierto punto es atractivo; además es el más grande y poderoso de entre las 5 gárgolas machos principales de la serie. 
  • Elisa Masa: Viene a ser la contrapartida femenina y humana de Goliath, debido a que reúne en ella el mismo tipo de personalidad que la hace ser un personaje tan positivo.  Su amistad con el líder de las gárgolas a medida que el programa evoluciona, se transforma en un romance atípico dentro de este tipo de seriales.
  • Hudson: La gárgola más antigua del clan de Goliath, viene a ser algo así como la figura paterna de este.  Es muy orgulloso y sabio, siendo que además fue el anterior cabecilla del clan cuando vivían en Escocia, mas le cedió el puesto a su protegido cuando consideró que ya estaba muy viejo.   En una de sus tantas batallas perdió la vista de un ojo, aunque ello para nada fue en desmedro de sus increíbles habilidades guerreras (de hecho es luego del propio Goliath, el mejor luchador de su grupo).  Su mayor pasión heredada del siglo XX es… ¡Ver televisión!
  • Broadway: Gárgola obesa debido a su afición a la comida, es pese a ello poseedora de gran fuerza y hábil en la lucha cuerpo a cuerpo. Si bien pareciera que es el más tonto de su grupo, es un gran amante de los libros y además cuando se enfurece contra sus enemigos, provoca real terror.  De corazón dulce, luego de Goliath es la gárgola más cercana a Elisa, razón por la cual la visita seguido en su casa.  En contra de los pronósticos, de los 3 machos de su clan es quien logra ganarse el corazón del nuevo miembro hembra, que se les une hacia finales de la segunda temporada.
  • Brooklyn: Designado como segundo al mando de su clan por Goliath, odia sobremanera a la mayor enemiga de los suyos, quien lo engañó para hechizar a Goliath y lo que casi le costó la vida a su líder y amigo. 
  • Lexington: La más pequeña y joven gárgola del clan, cuyo aspecto recuerda en cierto punto a un murciélago, es una apasionada por la tecnología; de este modo al encontrarse en pleno siglo XX, de inmediato aprendió a usar sus aparatos, lo que ha sido provechoso en más de una ocasión para los suyos.  Por lo tanto posee una gran inteligencia.
  • Bronx: Es algo así como la mascota del clan, ya que tiene parecido a un gran perro, aunque queda más que claro en la serie que no es un animal, sino que un ser pensante (además está el detalle de que no habla, si no que emite un tipo de ladrido).  De aspecto siniestro, en realidad es muy dulce, no obstante cuando se trata de defender a los inocentes saca a la luz su lado más monstruoso.
  • Démona: El gran amor durante largo tiempo de Goliath, corresponde a una gárgola hembra muy hermosa y hasta sexy; gran guerrera, posee una inteligencia prodigiosa, la que ha usado para mezclar magia con ciencia y teniendo resultados extraordinarios.  Siente un gran odio hacia los seres humanos, pues los considera unos traidores de la peor clase y luego por Goliath, de quien se encuentra despechada ante el aprecio de este por ellos.  Es inmortal debido a un hechizo que la tiene ligada a otro importante personaje, que en un principio fue su gran aliado y luego uno de sus peores enemigos; luego fue encantada en pleno siglo XX de tal manera, que se vio obligada a tener una personalidad secreta.  A lo largo de la serie ha estado involucrado en varios de los males a los que se enfrentaron los héroes.
  • Ángela: La preciosa hija de Goliath y Démona, fue introducida en el programa cuando los protagonistas llegaron a Avalon; luego decide irse con su padre para regresar con él a Nueva York.
  • David Xánatos: Este hombre apuesto y seductor, es el responsable de que las gárgolas llegaran desde su hogar natal a Nueva York y despertaran de su hechizo.  Durante un buen tiempo fue el mayor enemigo (luego de Démona) del clan de Goliath, no obstante nunca ha sido realmente malvado.  Es un hombre muy inteligente, un gran científico, poseedor de una fortuna multimillonaria y de mucho poder y fama en la sociedad.  El inicio de su disputa con la gárgolas, fue que en un principio lo que más deseaba era tener su control para que le sirvieran y a lo que por supuesto se negaron las criaturas; no obstante en un determinado momento durante la segunda temporada, se dio cuenta de su error y se convirtió en un importante compañero de las gárgolas.
  • Owen Burnett: El empleado de mayor confianza de Xánatos, aparenta ser un hombre algo afeminado y de pocas pasiones, salvo servir con muchos celos a los intereses de su señor…No obstante el rubio y estilizado mayordomo esconde un gran secreto, ligado a uno de los giros argumentales más impresionantes de toda la serie.
  • Zorra: Con aspecto de femme fatale, es una antigua miembro de la banda criminal creada por el propio Xánatos para enfrentarse a las gárgolas; luego llega a entablar una férrea relación romántica con el millonario, con quien se casa y concibe un hijo.  Fue una recia contrincante de Goliath y los suyos, hasta que también logra desarrollar una verdadera amistad con ellos.  Ignora su verdadero origen y el cual luego le trae unas cuantas preocupaciones y por último nuevas satisfacciones.


[1] Un caso particular dentro de esta misma década es Robotech, la cual hizo verdadera historia en las franjas infantiles de su tiempo y que hasta hoy en día sigue siendo considerada como uno de los títulos que marcaron a los televidentes infantiles y juveniles de aquellos años.   Pero ella era en realidad la mezcla de 3 series japonesas, que nada tenían que ver entre sí y a las que el productor y guionista Carl Macek les dio un argumento unificador, modificándolas gracias a un inteligente montaje y trabajo de doblaje, para convertirlas en una sola trama que abarcara 3 generaciones y 3 guerras contra 3 diferentes razas extraterrestres.

Figuritas de colección que hoy en día deben costar una buena fortuna.

jueves, 22 de enero de 2015

El sentido de la existencia y la idea de Dios en “Silver Surfer: Parábola” de Stan Lee y Moebius.


     Tener a dos grandes  artistas de la historieta en una sola obra, siendo más encima estos autores destacados en cómics de tan diferente calibre, como lo son el famoso guionista estadounidense Stan Lee (el “papá” de buena parte del universo Marvel) y el dibujante francés tanto o más consagrado que el anterior, Moebius, bien parecía salido de la fantasía más imposible de un entusiasta del noveno arte.  No obstante esto fue posible, gracias a una muy significativa charla que tuvieron ambos maestros al conocerse, en una feria del libro allá por el año 88 en USA; de este modo al simpatizar de inmediato los autores, decidieron trabajar juntos en una muy especial novela gráfica…
Moebius.
    Todo ñoño de las historietas de superhéroes conoce bien quién es Stan “El Hombre” Lee e incluso quienes ni siquiera han leído algo de sus trabajos, claramente lo identifican como el creador de personajes tan emblemáticos de la talla de Spiderman, Hulk y Daredevil (entre muchos otros más).  No obstante cuando se trata de hablar de Jean Giraud, nombre real de Moebius, solo los más entendidos en el sofisticado mundo de la novela gráfica europea (y en especial la francesa), han tenido la suerte de disfrutar sus numerosos aportes para esta disciplina artística.  Desde la década de los sesenta con un western que le dio prestigio a muy temprana edad (aunque usando el pseudónimo en aquel entonces de Gir) llamado Teniente Blueberry cobró fama, mas a partir de la siguiente década recién incursionó en el género que le otorgó sus mayores logros: la ciencia ficción. De este modo trabajos suyos como El Garaje Hermético, Arzach y El Incal, realizados junto a diferentes guionistas, son considerados hoy en día entre lo mejor en su campo.  Asimismo importantes son sus aportes como diseñador para cintas clásicas tales como Alien, Tron, Willow, The Abyss (El Secreto del Abismo) y The Fith Element (El Quinto Elemento); también incursionó en los diseños para videojuegos.  Su especial estética tan estilizada, llena de líneas y con algo de fijación fálica, hacen reconocibles sus dibujos entre los iniciados.  No hace mucho nos dejó Moebius (en el transcurso de 2012), pero dejó huella en su paso por el mundo y por todo esto, como también conocer y apreciar su única colaboración junto a Stan Lee, es algo que bien merece tenerse en cuenta.
    Cuando ya estaba claro que estos dos titanes de la novela gráfica trabajarían juntos, había que escoger con cuidado un personaje y un tema que lograra unirlos sin problemas; ya que ante una empresa de este tipo, era necesario que la primera incursión en el mundo de los superhéroes gringos por parte del francés, fuese acorde a sus intereses artísticos.  Como muchas de los títulos firmados por Moebius poseían un tono místico y hasta cierto punto un carácter cósmico, el protagonista del título firmado por ambos debía cumplir con el estilo habitual de Moebius… ¡Y qué mejor personaje que Silver Surfer! 
    Creado por la dupla mágica de Stan Lee y Jack Kirby, apareció por primera vez en el número 48 de la primera colección de Los 4 Fantásticos, que en aquellos tiempos se encontraba al alero de estos dos talentos.  Conocido en español como Deslizador de Plata, Surfista Plateado y Estela Plateada, corresponde a un alienígena cuyo nombre original era Norrin Radd, quien para salvar a su planeta de ser “devorado” por una fuerza colosal llamada Galactus, se ofreció a este ser divino para hacer de heraldo suyo y una vez transformado por los poderes de la criatura celestial, cursar el universo en busca de otros planetas para que les sirvieran de alimento a su amo.  Teniendo en cuenta estos antecedentes, Silver Surfer llegó hasta nuestro planeta y si no fuese por la intervención de la “primera familia Marvel”, otra sería la historia.  Los 4 Fantásticos lograron convencer al heraldo de Galactus para que perdonara su mundo hogar y ello llevó como consecuencia que tras una pelea con el mismo Galactus, en la que su antiguo heraldo apoyó a Los 4 Fantásticos, el gigantesco ser prometió no atacar  más al planeta, aunque “condenó” a su excompañero a vivir relegado a la que sería su nueva patria.  No obstante pese al shock inicial, el alienígena se adaptó a las circunstancias y se convirtió en un importante defensor de las fuerzas del bien de este mundo.  Tiempo después el castigo que le dio Galactus fue levantado y Silver Surfer pudo nuevamente viajar a su antojo por el universo, aunque siempre ligado a la Tierra.  Pues bien, este personaje se hizo tan famoso que al poco tiempo después tuvo su primera colección a solas, siempre con guión de Stan Lee, pero esta vez con las ilustraciones de John Buscema (otro gran artista del dibujo); no obstante el último número de esta saga, contó con el trazo del propio Kirby.  En el terreno audiovisual el viejo emisario de Galactus tuvo su propia serie de animación en el año de 1999 y la que tal vez por ser demasiado sofisticada estética y argumentativamente, solo contó con una temporada de 13 episodios.  En todo caso, se le ha visto aparecer en otros programas de la pantalla chica, como en las distintas series de Los 4 Fantásticos y donde en al menos dos ocasiones distintas, han adaptado la saga donde este y su señor irrumpen por primera vez en el universo Marvel.  Además fue el coprotagonista en la segunda cinta para el cine de Los 4 Fantásticos, de 2007, que justamente se llamó Famtastic Four: Rise of Silver Surfer (la que en todo caso fue un fiasco como su predecesora, donde más encima convirtieron al gran Galactus en una informe masa de energía).
    
Stan Lee.
El argumento de esta obra no corresponde a la continuidad Marvel, de modo que transcurre en otra realidad, si bien este es un detalle de poca importancia a la hora de apreciarla.  Galactus regresa al planeta Tierra con su inconmensurable apetito insatisfecho, sin embargo como ha dado su palabra a Silver Surfer (quien en este mundo alternativo es el único superhéroe que existe), no puede alimentarse del planeta o al menos dañarlo directamente.  Es entonces que decide engañar a los débiles humanos y tras hacer su impresionante entrada al planeta, ofrece a la gente concederles sus más íntimos deseos.  Como la criatura está consciente de los defectos de la especie, solo le cabe esperar para que los seres humanos se destruyan y así luego él pueda alimentarse de los despojos.  No obstante sus planes se ven frenados por su ex heraldo, quien sale de su retiro público para oponérsele, aunque tenga que luchar contra él.  Ante esta situación un inescrupuloso predicador televisivo decide aprovecharse de las circunstancias y se declara ser el único en la Tierra en poseer contacto directo con Galactus, lo que le otorga un nuevo cariz al conflicto que se está desarrollando.
     Una trama de este calibre permite abordar varios temas, entre ellos el papel que cumple la fe en cada uno de nosotros y qué hacemos a la hora de darle un sentido real ¿Estamos dispuestos a creer en el primero que nos ofrece lo más fácil y lo más bonito? ¿Somos capaces de confiar en los demás? ¿Es posible depositar nuestras esperanzas en un extraño, sin caer en la credulidad fácil y/o ingenuidad o pecar de desconfiados? De este modo la novela gráfica en cuestión trata también sobre el abuso en la confianza de la gente, desarrollado esto aquí en las figuras del mismo Galactus y de quien dice ser su voz en la Tierra. Ya es la segunda ocasión en la que Galactus irrumpe en el hogar de quien fuera Norrin Radd, siempre trayendo la destrucción; por otro lado, el personaje del predicador televisivo ofrece una religión que está basada en la mentira y que solo desea sacar beneficios personales…De este modo ambos ofrecen una luz de esperanza a los hombres, empero como fe no se encuentra construida en el amor, si no que en todo lo negativo que una religión no debería tener como fundamentos.  El mensaje crítico que deja esta joyita es que lo valioso de cada uno es luchar por lo que amamos, aunque no pasando llevar a los demás, si no que de tal manera que podamos crecer espiritualmente con lo que hacemos para conseguir nuestros sueños; es por esta razón que la cruzada de Silver Surfer (quien con todo su poder había optado por vivir en el anonimato y luego renuncia incluso a nuevos privilegios) y también el propio sacrificio desinteresado que en el cómic realiza otro personaje, son un ejemplo del verdadero sentido para encontrar la felicidad.
    Siguiendo con el tema medianamente teológico de este título tan recomendable, se puede apreciar que Galactus llega por segunda vez a la Tierra como el gran tentador, o sea, es el demonio que trae la condenación a la humanidad.  Asimismo el predicador es uno de los tantos fariseos que lucran con la fe de los simples, mientras que Silver Surfer viene a cumplir su propio papel divino al traer la verdad a la gente siendo el “hijo” de un “dios”, protegiéndola del mal disfrazado que es Galactus (los propios sacrificios que ha hecho desde que renunció a su anterior vida para servir a un ser superior, le otorgan una aura si es que no mesiánica, de santidad, y que queda mucho más clara cuando al final de la obra elige de nuevo irse con humildad, incluso convirtiéndose a propósito en el nuevo centro del odio de quienes lo rodean).  Teniendo en cuenta todo esto, el mensaje final que nos deja la historieta, es que es nuestro libre albedrío lo que nos permite o bien convertirnos en mejores personas o bien en ser los artífices de nuestra propia condenación.
   Aparte de las preciosistas ilustraciones de Moebius para este cómic que hizo historia y que todo fanático de la historieta y que además se precie de “marvelita” debería leer, Stan Lee nos regala verdadera prosa poética en sus diálogos y monólogos (algo habitual en muchos de sus mejores trabajos) y que en algunos momentos emula el estilo clásico teatral como el de Shakespeare.  Es así que se pueden rescatar algunos como los siguientes:

     Del pensamiento y boca del protagonista al despertar y ver el paisaje a su alrededor antes de que la crisis se desate:

     “El ruido de disturbios y caos me despierta lentamente.  Miro a mi alrededor.  La ciudad está destrozada.
      - Poca compasión siento por ellos. Todas sus heridas se las infligen ellos mismos”.

     El mismo Silver Surfer le habla a otro personaje:

     “La fe sin sentido solo degrada el espíritu divino.  Quise abandonar a la raza humana, dejar que el lastimero mundo se las arreglara solo.  Pero quizás yo sea el más loco de todos, pues no puedo”.

     Galactus le replica a Silver Surfer en plena batalla entre los dos:

     “¿Acaso no han existido depredadores desde el alba de los tiempos? ¿Acaso no fue la misma mano la que creó tanto al halcón como a la paloma? Pero acabemos de una vez.  Tanto discurso me hastía.  Las palabras están vacías ¡La acción lo es todo!”

    La edición de Panini a nuestra lengua de esta obra, resulta ser todo un tesoro para quien desea tenerla en su colección.  En tapa dura y en tamaño mucho más grande que el tradicional de los cómics, en la tapa reproduce la portada del número uno de los dos tomos en los que se publicó originalmente este cómic y en su reverso corresponde a la portada de una edición especial posterior a su lanzamiento.  Dentro no solo incluye esta historia, sino que como regalo valioso y adicional se le agregan un prólogo del mismo Stan Lee, luego una presentación sobre quién es Silver Surfer por el estudioso Raimón Fonseca (especial para quienes apenas lo ubican), un extenso y meticuloso texto del propio Moebius donde detalla paso a paso su labor en esta novela gráfica y por último una serie de ilustraciones exclusivas para Marvel que el dibujante hizo de otros de sus personajes.
     Cabe recordar que la PARÁBOLA es un relato simbólico que desea dejar una enseñanza, motivo por el cual esta particular aventura de Silver, como se espera ha quedado demostrado, cumple con su función de invitarnos a la reflexión.

Fíjense en cómo el talento de Moebius logra otorgar a Galactus su condición de ser superior,
cuando este hace su entrada a la Tierra.

lunes, 19 de enero de 2015

El Legado Literario (y más allá) Zombie. PRIMERA PARTE.


1- Primeras palabras:

     Dentro de los monstruos clásicos y criaturas de la noche, el zombie (también conocido como “muerto viviente”) por años ha estado en desventaja con sus parientes lejanos y cercanos como los vampiros, hombres lobo, demonios y fantasmas.  Esta ausencia por años en el fino arte de contar historias a través de la palabra escrita, bien resulta raro, si se toma en consideración la alta popularidad de estos seres caníbales en las producciones de carácter audiovisual.  Tan solo en los últimos años, es decir, desde la década pasada, han ido apareciendo en las estanterías bastante obras dedicadas a ellos; era de suponer que ante dicho fenómeno, la calidad de estos textos fuese variable, así como las propuestas de sus autores atendieran a los acercamientos más inesperados sobre el tema, de modo revitalizar el género y no contar siempre lo mismo, tal como bien ha sucedido con los más literarios vampiros, que una y otra vez son revisitados por los escritores (muchas veces creando verdaderas obras de arte).
    Los antecedentes y características del zombie tal y como lo conocemos en nuestra cultura, provienen de las prácticas de la magia negra conocida como vudú.  Esta es una hechicería perteneciente a las comunidades negras, esclavos, de la isla de Haití y que a su vez deriva de sus creencias africanas.  El muerto viviente original es un cadáver reanimado con el propósito de servir a su amo, muchas veces dañando a los demás.  De este modo la criatura irracional que es el zombie, es una entidad de naturaleza sobrenatural, por el simple hecho de que debe su “existencia” a las manipulaciones mágicas de los brujos.
    Si bien llevaba sus buenos años apareciendo de vez en cuando en los filmes en blanco y negro de bajo presupuesto de los primeros años del séptimo arte, como Zombie Blanco (1932) y Yo Caminé con un Zombie (1943), hoy en  día verdaderos clásicos de la cinematografía del género, no fue hasta el estreno de la cinta de culto La Noche de los Muertos Vivientes (1968), la ópera prima del maestro George Romero, que su figura quedó en la retina y la memoria de las masas.  Hasta antes de Romero, los muertos vivientes eran monstruos de bajo nivel para los amantes de las historias de terror, por lo que tuvo que llegar este artista, como para que les otorgara un sitial predilecto dentro de los horrores modernos.  Romero les quitó su origen fantástico y les concedió una génesis relacionada con la ciencia ficción, como productos de una especie de infección desconocida, capaz de levantar a los muertos de sus tumbas y de propagarse entre los vivos al ser mordidos o entrar en contacto con sus fluidos.  Varios son los demás aportes que les entregó el director y guionista a estos personajes: como por ejemplo los convirtió en seres decrépitos, muchas veces en estado de descomposición tal, que su presencia ya no solo era aterradora, sino que también desagradable a los sentidos (para ser sinceros, en parte se basó en los recordados cómics de EC, famosos por sus geniales guiones y detalladas ilustraciones macabras).  A su vez como artista de izquierda, les otorgó un cariz de crítica social al convertirlos en una proyección de las masas descerebradas, demostrando a través de su planteamiento la inclinación natural del ser humano hacia la violencia y la estupidez.  No se puede olvidar un detalle importante: a partir de las cintas de George Romero, los zombies comen carne humana a mordidas y en especial resultan tener predilección por los cerebros; asimismo la única manera de deshacerse de ellos es destruyendo su propia masa encefálica.  
    Si bien las películas de zombies de George Romero y de su “imitador” italiano Lucio Fulci tenían hace rato sus seguidores, entre el resto del público no eran las preferidas a la hora de ver un filme de terror.  Tuvo que lanzarse en las salas del mundo el remake de la segunda parte de la saga del propio Romero, El Amanecer de los Muertos (2004), el cual a su vez lanzó al estrellato a su director Zach Snyder, para que por fin el tema cobrara verdadero realce (esto en cine, pues en el mercado de los videojuegos desde hace rato las series de Resident Evil y de House of the Dead estaban haciendo furor entre los gamers); además Snyder introdujo un nuevo concepto que hizo aún mucho más aterradores a los monstruos: estos ya no caminaban con paso lento, sino que corrían cual bestias salvajes por su presa.  Tan solo un año atrás había salido en los cómics la hoy famosa serie The Walking Dead de Robert Kirkman, Tony Moore y Charlie Adlard , la cual luego con  su versión televisiva, ayudó como nunca a meter dentro del inconsciente colectivo a estos cadáveres reanimados (en especial en lo que se refiere al público “no lector”).  En la literatura recién en la misma década, el zombie logró un verdadero sitial como “monstruo culto”, si bien tuvo sus cuantas apariciones, incluyendo unas cuantas antologías en los años noventa.  Dentro de sus apariciones anteriores al boom zombie, cabe destacar una novela de juventud de Robert McCammon llamada El Buque de la Noche, bastante recomendable como todo lo de su autor; también se puede mencionar la que es considerada una de las novelas más duras de Stephen King, Cementerio de Animales (este mismo escritor luego volvió a incursionar en el subgénero, si bien dejando claro esta vez su admiración por el trabajo de Romero, así como agregando sus propios aportes originales al tópico con Cell).  Cabe mencionar que las dos obras aquí mencionadas y anteriores a la euforia literaria zombie, tratan de sus “parientes” más clásicos, o sea, de los del tipo sobrenatural.

2- “La Madre” (o la más popular) de todas las novelas de zombies (de los “científicos”, claro).

2.1- ¿Quién es Max Brooks?

     Hijo de nada menos que del connotado actor, director y guionista de memorables comedias Mel Brooks y de la actriz Anne Bancroft, ha seguido los pasos en el arte de sus progenitores, demostrando además el mismo gusto y talento de su padre por la sátira social de crítica ácida, así como su ingenio a la hora de contar historias de peso (y siempre entreteniendo). 
   Su carrera comenzó como guionista del premiado programa televisivo Saturday Night Live (del cual en sus décadas de existencia han salido un sinnúmero de famosos comediantes), si bien su labor también lo ha hecho incursionar como actor en una que otra serie de TV y hasta poniendo su voz en series animadas ligadas al mundo del cómic como Batman del Futuro y Liga de la Justicia.
Max Brooks.
   En el año 2003 tuvo su primera incursión en el mundo de la literatura (y más encima en lo concerniente a la temática que le ha otorgado fama) con Zombie- Guía de Supervivencia, un libro de ficción en plan manual para que el lector supiera cómo enfrentarse por sí mismo a estos seres en un eventual apocalipsis zombie.  Ante este debut literario que pretendía ser un documento “serio”, si bien dejaba clara su humor negro al jugar con la verosimilitud de un texto de este tipo, no vaciló en aprovechar lo afortunado de su debut, escribiendo un nuevo libro al respecto; este apareció en las estanterías al siguiente año, algo más extenso y hasta cierto punto mucho más creativo y superior literariamente hablando: Guerra Mundial Z.

2.2- Cubriendo la Guerra Mundial Z (o demostrando que el planeta es mucho más que solo USA).

     Hasta cierto punto se podría afirmar sin tapujos que este libro más bien corresponde a una colección de relatos, unidos por una trama general: las experiencias de la gente a lo largo de todo el mundo, durante los distintos momentos de la llamada Guerra Mundial Z.  De este modo el texto corresponde a una serie de entrevistas hechas por una sola persona, alrededor de 10 años después de que la humanidad logró recuperar terreno, tras la propagación de la plaga zombie.  De este modo la obra cubre el protagonismo de un montón de personas a través del orbe, en los 5 continentes y llegando a la suma de 45 testimonios.  Las entrevistas a su vez cubren a  hombres y mujeres de distintas edades, lenguas, actividades, grupos sociales, credos y otras características de interés.   Cada uno de los protagonistas desnuda desde su punto de vista y experiencia lo que significó para la humanidad, y en especial para ellos, enfrentarse a la guerra que casi causó la devastación total de la especie; luego, tal como queda de manifiesto ordenando las distintas entrevistas, es posible reconocer las consecuencias del conflicto y que llegó a modificar para siempre la sociedad, la geografía política de los países, sus costumbres, ideologías y la ecología misma. Todo esto justifica el subtítulo Una Historia Oral de la Guerra Zombie, ya que tanto el entrevistador, como el lector, entran en conocimiento de todo gracias a estas confesiones hechas con espontaneidad y en los lugares más recónditos del planeta ( apenas se sabe de la vida privada de quien elabora estas entrevistas, menos su nombre, ni siquiera de si es hombre o mujer).   Todo se elabora a través de preguntas donde el autor apenas habla, mientras que el abordado se explaya con libertad; a su vez el encargado de hacer las preguntas se limita a llevar a su entrevistado por los temas que desea develar, sin emitir juicios de valor y con ello logra una posición objetiva, frente a los hechos que luego permitirán hacerse una idea lo más completa posible acerca de la Guerra Mundial Z.  A medida que los personajes van compartiendo sus recuerdos, en más de un momento es posible encontrar alusiones a la cultura popular, nombrando películas, personajes públicos, canciones y otros, de modo que el libro no deja de hacerse cercano a uno (y creíble).  En ocasiones la narración incorpora notas al pie de la página, para explicar algunos conceptos propios de las acciones militares y la terminología propia de este suceso límite.
     En la novela desfilan médicos, amas de casa, militares, políticos, líderes religiosos, hombres y mujeres comunes que se enfrentaron a la adversidad y lograron salir de ella…cambiados.  Casi la totalidad de los personajes a los que están dedicadas las páginas del libro, una vez que se produce la hecatombe eran de cierta forma  y luego ya eran otra persona; la mayoría demuestra una verdadera transformación espiritual que le otorga a la narración una emotividad inesperada, lo mismo en determinados momentos de su discurso.  Es en este último aspecto que tras las palabras de los entrevistados, se evidencia la capacidad humana de sobrevivencia, el apego a la vida y el virtuosismo humano para crecer gracias al reconocimiento de nuestra propia mortalidad (tan solo uno o dos personajes en todo el libro “brillan” por su falta de escrúpulos y personalidad detestable, la que a propósito contrasta con la de los demás).
      Pero el sentido que cobran las entrevistas es ir mucho más allá de la anécdota morbosa, sobre el enfrentamiento físico con los zombies y la descripción gore de sus horrores, si no que más bien corresponde a un mapa detallado sobre el comportamiento humano ante una guerra de estas proporciones.   Los protagonistas hacen hincapié en más de una ocasión en el hecho relevante de que ante un enemigo como ese, la humanidad tenía todas las de perder, pues a diferencia de otros conflictos bélicos, el adversario carecía de las debilidades humanas como para sentir cansancio, desesperación, miedo y cualquier otra cosa que pudiese ser explotada por los defensores…De este modo era necesario cambiar por completo, adaptarse como individuo y comunidad, para asegurar la sobrevivencia.  Es al respecto que esta novela resulta ser un análisis meticuloso del comportamiento social de cada país y tipo de comunidad, ante la amenaza que se alza sobre ellos; por lo tanto lo importante de las entrevistas no es dejar registro de las múltiples historias individuales de la Guerra Zombie, sino que detallar cómo cada pueblo y nación reaccionó frente a este flagelo, lo que hizo al respecto y qué sucedió luego tras conseguir la amarga victoria.   Los “campos de batalla” de lugares tan dispares como Cuba, Israel, China, Tibet, Sudáfrica, Rusia, Brasil, Japón y, por supuesto, Estados Unidos (entre otros territorios) al estar además representados por gente tan diversa, ejemplifican con lujo de detalles las transformaciones sociales entre una nación y otra.   Pese a las diferencias culturales entre los países, es posible identificar en todos estos sitios reacciones similares frente al enemigo y entre ello medidas parecidas para asegurar la supremacía sobre la Tierra.  Es respecto a esto último, que la narración muestra verdaderos actos de coraje, de autosuperación y de heroísmo que le otorgan al libro pasajes inolvidables:

    ¿Quiénes son los Kami?

     Qué son los Kami. Los Kami son los espíritus que habitan cada faceta de nuestra existencia. Les rezamos, los honramos, y esperamos complacerlos y ganarnos su favor. Son los mismos espíritus que hacen que las corporaciones japonesas bendigan el terreno en el que construirán una fábrica, y la razón por la que los japoneses de mi generación respetábamos al Emperador como a un Dios. Los Kami son la base del Shinto, que literalmente significa “El Camino de los Dioses,” y el respeto por la naturaleza es uno de sus principios más antiguos y sagrados.
     Por eso estaba seguro de que se trataba de su voluntad. Al irme a vivir en el bosque, había contaminado de alguna manera la naturaleza. Después de deshonrarme a mí mismo, a mi familia, y a mi país, había dado el último paso y había deshonrado a los Dioses. Ellos habían enviado a un asesino para hacer lo que yo no había sido capaz, para borrar la mancha que yo había dejado. Agradecí a los Dioses por su misericordia. Lloré un poco mientras me preparaba para recibir el golpe final.
     Pero no llegó. El oso se quedó allí, resoplando, y luego emitió un suspiro agudo, casi como el de un niño. “¿Qué pasa contigo?” le grité a aquel carnívoro de trescientos kilos. “¡Ven y acaba conmigo!” El oso siguió quejándose como un perro asustado y luego se alejó corriendo, como una presa que huye aterrorizada. En ese momento escuché el gemido. Giré, y traté de concentrarme en mis oídos. Por la posición de la boca, supe que era más alto que yo. Escuché un pié arrastrándose por la tierra suave y húmeda, y el aire que burbujeaba a través de una herida abierta en su pecho.
    Lo escuchaba acercándose, gimiendo y manoteando. Logré esquivar su torpe intento de agarrarme y tomé mi ikupasuy. Concentré mi ataque en el origen de los gemidos. Fue un golpe rápido, y el crujido resonó a lo largo de mis brazos. La criatura cayó sobre la tierra mientras yo daba un triunfante grito de “¡Diez Mil Años!”
     Resulta difícil describir lo que sentí en ese momento. La furia había estallado en mi corazón, una fuerza y un valor que habían expulsado mi vergüenza como el sol expulsa a la noche de los cielos. De inmediato supe que los Dioses me habían favorecido. El oso no había sido enviado para matarme, había sido enviado como advertencia. No entendí la razón en ese momento, pero sabía que tendría que sobrevivir hasta el día en que esa razón me fuese revelada.
     Y eso fue lo que hice durante los meses siguientes: sobreviví. Dividí mentalmente la reserva de Hiddaka en una serie de varios cientos de chi-tai.51 Cada chi-tai contenía algún objeto que representaba una protección física —un árbol, o una roca alta y plana— lugares en los que podía dormir sin estar expuesto al peligro de un ataque repentino. Siempre dormía durante el día, y sólo viajaba, buscaba comida, y cazaba de noche. No sabía si las bestias dependían de la visión tanto como los humanos, y no quería darles ni la más mínima ventaja.
    La pérdida de mi visión me había preparado para estar siempre alerta mientras caminaba. Las personas que pueden ver tienden a ser descuidadas, y a dar por sentada su seguridad al moverse; ¿Si no es así, entonces cómo pueden tropezarse con algo que está a plena vista? El problema no está en los ojos sino en la mente, en un proceso de pensamiento perezoso, alimentado por toda una vida de dependencia de los ojos. Pero eso no pasa con la gente como yo. Yo tenía que estar en guardia todo el tiempo, cuidándome de cualquier peligro potencial, concentrado, alerta, y “midiendo cada uno de mis pasos,” por así decirlo. Añadir un peligro más a todo eso no era ningún problema. Cada vez que caminaba, lo hacía sólo por unos cuantos cientos de pasos a la vez. Luego me detenía, escuchaba, olía el aire, y a veces hasta presionaba mi oreja contra el suelo. Ese método nunca me falló. Nunca me sorprendieron, nunca me encontraron con la guardia baja”.

     Dentro de los efectos sociales que provoca la Guerra Mundial Zombie, destaca la aparición de los quislings, personas que al volverse locas tras la catástrofe, se creen zombies y actúan como tal, siendo su capacidad de pestañar la única forma para diferenciarlos de los muertos vivientes; asimismo estos enfermos mentales se transforman en un nuevo peligro para quienes desean sobrevivir entre la devastación.  Resulta interesante cómo esta incorporación que realiza el autor al mito, bien logra relacionarse con trastornos reales, entre quienes se ven sometidos a la subyugación de una fuerza invasora (siendo que en estos casos documentados,  tal como en la novela, llegan a “simpatizar” con el enemigo y a tal punto de perder su propia identidad).  A su vez menciona a grupos de niños salvajes, quienes al sobrevivir desde muy pequeños a sus adultos durante la Guerra, quedan en tal estado de bestialidad, que se vuelven en otra amenaza para sus congéneres.  Por otro lado, hace referencia a un nuevo trastorno psiquiátrico entre la gente que se enfrenta a los muertos vivientes y que consiste en la pérdida de todas las ganas de vivir, para ir a acostarse y no despertar más en un cese total de sus constantes vitales.   Y un último fenómeno social y psiquiátrico que se menciona en la novela, digno de destacar, es el de los sujetos aislados que se arman hasta los dientes y se dedican a matar a los demás.

miércoles, 14 de enero de 2015

La trama se acompleja y optimiza: segunda temporada de “Person of Interest”.


     Tras una muy exitosa temporada inicial con la crítica y el público, esta serie mezcla de acción, aventuras e intriga con ciertos matices de ciencia ficción, tuvo su segunda temporada entre el 27 de septiembre de 2012 y el 9 de mayo de 2013 (la que a su vez constó de 22 capítulos, tal cual su predecesora).   Gracias a los guiones de su primer año, con historias sólidas y cautivantes (apoyadas en la caracterización de sus personajes principales y secundarios, que de inmediato les otorgó gran carisma), sus responsables se encontraron con la posibilidad de continuar el programa, llevándolo a nivel mucho más alto como sofisticado drama televisivo.
    Luego de un final de temporada, en el que uno de sus protagonistas se encontraba en las garras de uno de sus nuevos enemigos, mientras sus compañeros hacían lo posible por encontrarlo y así salvar su vida, era de esperarse que esta trama tuviese su espectacular desenlace; pues bien, ello se resolvió con fortuna para  estos héroes, aunque con varias vueltas de tuerca, las que permitirían que dicha situación se ramificase hasta desarrollar sus efectos por el resto del año.   De este modo se puede afirmar sin tapujos, que la segunda temporada de Person of Interest tuvo una premiere que le hizo honor a los méritos que había ganado y que en general fue superior a su año de estreno.
    Dentro de los aportes argumentales que se dieron a lo largo de esta sesión, se pueden mencionar varios la verdad: en primer lugar que el mismo personaje de Harold Finch, el creador de La Máquina (la IA que permite identificar casos violentos antes de que sean efectuados, de modo que estos puedan ser evitados por quienes entran en conocimiento de ello) se involucra más físicamente en los “trabajos” que le encomienda a su gente; esto quiere decir que de ahora en adelante, su participación se hace mucho más activa y a tal punto de demostrar sus dotes histriónicas para trabajar de encubierto.  Todo esto lo potencia a tal punto, que le otorga una mayor dignificación y lo ensalza sobre sus propias debilidades y más todavía si se considera las traumáticas experiencias que le tocó pasar antes de darse el coraje de superar dichas taras.
    Otro aspecto a valorar, viene a ser el hecho de que a lo largo de la temporada, sus cuatro personajes principales se encuentran en tal peligro, que bien se convierten en “personas de interés” (esto es en los individuos a los que la Máquina detecta, como seguros protagonistas de eventos mortales, ya sea como víctimas o perpetuadores), por lo que sus amigos deben intervenir como nunca para evitar que todo termine con el peor de los destinos.  Por lo general estas situaciones se desarrollan en capítulos seguidos y sus soluciones no pueden dejar más impresionados a los espectadores (no obstante sus tramas corresponden a episodios unitarios, aunque con un argumento central que se va desarrollando de manera paulatina).  No obstante la muerte ronda entre ellos como una oscura promesa…hasta que la verdadera tragedia se hace presente y a partir de aquel momento ya nada será igual (teniendo su punto de máximo dramatismo en la tercera temporada).   No está demás decir que la pérdida humana por la que pasa en especial uno de nuestros héroes, determina por completo sus futuras acciones.

Car Elias, uno de los mejores personajes recurrentes de la serie.

      El carácter de pseudo historia de superhéroes (o más bien de “homenaje” a este género) en Person of Interest se evidencia como nunca ahora, ya que el tono de la serie y la evolución de sus personajes han cobrado madurez.  Es así que queda clara la calidad de “supergrupo” de los protagonistas, puesto que las distintas misiones en las que se inmiscuyen, demuestran su condición de sujetos extraordinarios y con sus propias habilidades, que los hacen complementarse entre sí (X-Men, Liga de la Justicia, Los Vengadores).  De este modo, nuestros paladines de la justicia corresponden a hombres y mujeres valientes, muy inteligentes y que además destacan entre sus pares por el nivel del profesionalismo en sus especialidades (lo que en cierta medida los pone por sobre la media de otros en sus mismos campos). Además todos ellos trabajan “en secreto”, esto es encubiertos, incluso entre aquellos a quienes deben salvar y/o intervenir; a su vez son perseguidos por las mismas autoridades, ya que lo que hacen muchas veces implica cometer actos considerados como ilegales (como bien sucede con Spiderman).  Asimismo el jefe del equipo, Harold Finch, resulta ser un multimillonario con “doble vida”, quien en realidad es mucho más de lo que aparenta, incluso entre su círculo más cercano (el mismísimo Batman con su alter ego público de Bruce Waynne).  Por supuesto que todos estos temas y elementos son propios de las historietas de superhéroes.
     Un punto destacable en lo que se refiere al elemento superheroico del programa, es el papel que cumplen los villanos de estos agentes del bien y del orden.  Todos ellos se convierten en enemigos recurrentes en sus aventuras, siendo verdaderos contrincantes, debido a sus propias capacidades sobresalientes y personalidades bien definidas. Es así que entre estos especiales malhechores, se encuentran individuos que responden a características bien definidas, muchas veces ligadas con el tema de la corrupción.   Cuando se trata de caracterizar y/o diferenciar a estos “genios del mal” (todos ellos maquiavélicos, desalmados, inescrupulosos y bastante violentos) se pueden encontrar entre ellos a distintos estereotipos comiqueros.  No obstante pese a sus cualidades nefastas, no son meras caricaturas, puesto que cada uno de ellos posee sus propios propósitos que los han llevado a abrazar el mal. Considerando todo lo anterior, al más puro estilo de las historietas, los villanos de este título son tanto hombres como mujeres, algunos de ellos viejos aliados con deseos de venganza, otros políticos e integrantes de las fuerzas del orden y que han perdido su horizonte en pro de su beneficio personal; de este modo el equipo de Finch se enfrenta a la mafia (a más de un tipo), a capitalistas monstruosos, mercenarios y máquinas de matar humanas (tal cual Deadshot, Bane y la KGBestia), megalomaniacos (como el Doctor Doom y Lex Luthor) y todo tipo de maleantes brillantes.
   
La sexy, intrigante y efectiva Zoe Morgan.
En la primera temporada se introdujo el personaje de Zoe Morgan, una sexy y experta mujer dedicada a trabajos tan complicados como los de los protagonistas; su primera aparición fue como “persona de interés” y ya luego cuando quedó en evidencia su lealtad, volvió a aparecer en la serie como importante aliada.  A su vez Zoe llega a entablar cierto tipo de relación íntima con John, si bien más de tipo sexual, que romántica.  Pues en esta segunda temporada se introdujeron tres nuevos personajes, siendo el segundo de ellos luego convertido en principal y otro en uno de aparición habitual muy especial.  El primero corresponde a Leon Tao (interpretado de forma muy simpática por Ken Leung, quien ya había trabajado junto a Michael Emerson, Harold Finch acá, en nada menos que la primera cinta de la franquicia cinematográfica de Saw y en la misma serie de Lost), un criminal financiero que en realidad para nada resulta ser alguien malvado, si no que más bien responde al estereotipo del ladrón picaresco, algo cobarde y mujeriego; tal como pasó en su momento con Zoe, este primero fue ayudado por nuestros héroes (aunque en más de una ocasión) y luego se convirtió en un compañero más en otras misiones.  Bono (a veces llamado Bear) resulta ser un perro guardián, al que John quitó a uno de los malhechores con los que se enfrentó; si bien es un animal feroz, rápidamente se encariñó con el ex funcionario de la CIA y con los demás (incluso con Leon).  Por último, se encuentra la experta Sameen Shaw, una agente que trabajaba para el gobierno en los casos “relevantes” de los que la Máquina informaba (esto es, en la prevención de actos terroristas) y que luego tuvo que ser auxiliada al entrar en la categoría de “persona de interés”; de personalidad osca y siendo en parte la versión femenina de John gracias a sus dotes como profesionales, en la tercera temporada se potencia de tal modo, que se hace entrañable y ello gracias a su incorporación como protagonista.
    A la hora de referirse al potenciamiento dentro de los guiones de personajes “viejos”, caben destacar dos villanos a los que se enfrentaron los protagonistas durante la primera temporada.  Por un lado se puede mencionar a la “desequilibrada” Root, quien aparece en varias ocasiones durante esta temporada, convirtiéndose luego en una inesperada aliada y en un miembro más del casting de la siguiente temporada.  Por otro, se encuentra Car Elias, el carismático jefe de la mafia italiana de New York, quien primero fue “persona de interés”, luego un formidable adversario y después terminó desarrollando una relación casi fraterna con más de uno de los protagonistas (puesto que de manera inesperada, el “capo” llega a tomarles aprecio a quienes lo llevan tras las rejas).
     Un detalle destacable en la primera temporada, era que los dos agentes de la policía protagonistas, Carter y Fusco (la primera mujer de raza negra y por completo honrada, mientras que el segundo hombre caucásico y corrupto, hasta que poco a poco llegó a redimirse) eran padres, si bien cumplían con su labor de forma solitaria, ya que por una u otra razón no vivían con sus parejas.  Este detalle resulta relevante a la hora de compararlos con Harold y John, dos solteros de vida retraída, puesto que tras unirse los destinos de todos ellos, por fin logran encontrar a sus pares, si bien no en el plano amoroso, si en tal medida que sus vidas cambian para siempre (compartiendo así sus ideales y logrando un sentido de pertenencia como nunca antes).  No obstante en esta segunda temporada no aparecen los hijos de Carter y Fusco…hasta que sí vuelven a salir en episodios decisivos de la siguiente, si bien esa es otra historia.

Uno llega a encariñarse tanto con sus admirables protagonistas,
 que siempre quisiera verlos sonrientes.
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