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martes, 21 de diciembre de 2021

Para mí lejos la mejor temporada hasta el momento.


 
     El cuarto año de Supergirl en televisión se emitió originalmente entre el 14 de octubre de 2018 y el 19 de mayo de 2019, llegando a los 22 episodios y siendo, de este modo, la última temporada del show en conseguir sobre la veintena de episodios hasta antes de su finalización este año (ya que la actual pandemia, como no, bajó la cantidad de estos en varios títulos).  Pese a todo, el nivel artístico no decayó y, al contrario, subió bastante su calidad y de ese modo se podría decir sin tapujos que las sorpresas y emociones estuvieron presentes más que nunca.
    Lo que parece una trama tipo “políticamente correcta”, debido a una trama central que gira en torno a una especie de guerra civil entre pro alienígenas y xenófobos, como una clara alusión a la defensa de la diversidad y la tolerancia ya no por la minoría afroamericana, sino por las disidencias sexuales y los inmigrantes en Estados Unidos, se va volviendo muchos más complejo en la medida que van agregándose nuevos villanos y los viejos personajes evolucionan de manera insospechada. Respecto a lo anterior, muy significativo viene a ser el detalle de que se incorpora un nuevo co-protagonista, una adorable mujer transgénero que marca el precedente de ser quizás el primero de su tipo en un programa family friend; más encima, a esta la relacionan con una clásica superheroína deceísta, en una inteligente modificación para su caracterización (en la vida real, Nicole Maines, quien interpreta a Nia Nal/Dreamer, es una actriz de esta condición e importante activista en pro del respeto a sus pares).
      Lo anterior nos lleva a la introducción de un villano como el Agente de la Libertad, quien en las historietas es un paladín, pero el cual acá es reinterpretado como un sujeto que de una manera muy realista va cruzando los límites tras ser alguien idealista, a liderar un grupo extremista violento; cabe mencionar que como ya es costumbre en esta serie (algo tomado de la recordada Smalville), el guapo histrión que hace de villano (Sam Witwer), tuvo el rol de nada menos que de un humanizado Doomsday en el mencionado show sobre la juventud de Superman.   Sumado a lo anterior, nos encontramos con un nuevo presidente gringo, el cual sucede a la otrora benévola mandataria encarnada por la querida Lynda Carter (la Wonder Woman de su serie de televisión setentera) y que esta vez está bajo la actuación de Bruce Boxleitner (quizás otro guiño para los más ñoños de la casa, ya que este fue nada menos que James Sheridan en la serie de culto Babylon 5, donde justamente era una importante autoridad como humano y a quien le tocaba trabajar codo a codo con extraterrestres).
    Luego de lo anterior, tenemos a otro “malo” importante para el programa: nada menos que un marciano verde, Malefic, quien tiene una rencilla muy personal con J'onn J'onzz, nuestro amado Detective Marciano.  El personaje le otorga una valiosa arista a la gran historia que marca la cuarta temporada, que se enrique mucho más cuando lo vemos interactuando con otros personajes y tener un desarrollo dramático inusitado.



    A los villanos recurrentes mencionados ya, debemos agregar a dos con una muy interesante trayectoria dentro de las historias del Azuloso, rescatados como otros personajes de sus cómics, que han sabido utilizar con ingenio para el show de su prima: Primero, no podía falar una mujer en este programa que resalta la independencia femenina y es así que nos encontramos con Mercy Graves.  Cabe mencionar que esta tuvo su debut nada menos que en Superman: La Serie Animada y luego como muchos otros personajes surgidos de la dupla de Paul Dini y Bruce Tim para dicho show, al igual que lo sucedido con Batman: La Serie Animada y sus creaciones originales como la mismísima Harley Queen, se la incorporó a la continuidad de las historietas.  Esta es la segunda vez que en Supergirl ocupan a una villana de dicho cartoon, luego de la añorada Livewire que salió en la dos primeras temporadas.  Ahora bien, fue muy inteligente que la hermanaran con un ridículo personaje de las películas de Superman, de las del llorado Christopher Reeve, el torpe Otis; cabe mencionar que este era un tipo gordo rayano en la subnormalidad, poco atractivo y de tipo caricaturesco, secuaz de Lex Luthor; en cambio, si bien este otro no es un genio, acá es un sujeto muy varonil, guapo y musculoso, que nos da varios momentos muy divertidos como asesino profesional, aunque algo torpe.
    Y es luego de lo revisado más arriba, es que debemos llegar por fin al mejor antagonista de esta ocasión: Manchester Black.  Corresponde este a un muy atractivo vigilante, antihéroe y posteriormente criminal de DC, quien lidera en un momento un grupo llamado la Elite y el cual ya había salido en una genial película animada sobre los cómics de Superman.  Es así que otra vez introducen a un gran personaje con sus propias variantes, esta vez haciéndolo afrodescendiente (¡Muy guapo él!) y dándole una interesante razón de ser; más encima, lo unen a dos de sus viejos compañeros de las viñetas.  No está de más decir que en cada una de sus intervenciones, el “buen” Manchester Black “se roba por completo la película”. Nota: Inolvidable las últimas palabras que le dedica este a uno de sus rivales: “Eres hermoso”.
     Sin embargo, cuando todo parece que no puede mejorar más, nos encontramos con la reinterpretación de uno de los mejores elseworlds del kryptoniano (o sea, de las novelas gráficas alternativas de DC en las que se contaban las andanzas de sus personajes en otras realidades).  Les estoy hablando de Hijo Rojo, una de las más sobresalientes obras de este estilo y que también tuvo su versión animada.  Es así que la narración sobre el Superman soviético, se lleva a la existencia de su prima, contándonos primero su vida en paralelo a la de Kara, para luego hacer que ambas se reúnan en lo que- como no- será todo un choque titánico.
     ¿Y creen que eso es todo? Pues no.  El verdadero momento de mayor esplendor de esta serie, que bien podría decirse ha conseguido su cenit, viene a ser cuando por fin surge nada menos que… ¡Lex Luthor! Debe saberse que la versión de este personaje, tan significativo dentro de los cómics DC, aparece bajo el excelente desempeño actoral de John Cryer, un comediante que muy joven hizo del sobrino estúpido de Lex Luthor en Superman IV (¡Pésima cinta ochentera y aún así querida por muchos!) y que acá le otorga tanto gracias a sus dotes histriónicas, como a los geniales guiones, una destacada caracterización sobresaliente.  Por otro lado, la relación con su hermana adoptiva Lena, enriquece todavía más la serie, algo verdaderamente de ribetes shakespereanos.
    Por otro lado, dos nuevos personajes se incorporan al programa.  Uno de ellos una dura y aún así noble militar de alto rango, que nos deja un buen saber de boca respecto a los representantes de las fuerzas armadas (si bien nos recuerda, en muchos aspectos, a la hermana de la Louise Lane y a quien no vemos desde la primera temporada).  Luego tenemos a la propia hermana de Jimmy Olsen, Kelly, quien será relevante no solo para abordar de otra manera la figura del mejor amigo del Hombre de Acero, si no que para rescatar un aspecto latente de Alex Danvers (ustedes me entienden ¿No?)
     No podemos olvidar que este cuarto año ya no tenemos al adorable Winn Shot y que en su reemplazo tenemos al igualmente maravilloso Brianiac 5 (¡Me encanta cómo lo adaptaron!); por lo tanto, era menester darle realce a este y vaya que lo consiguen.  De igual manera, potenciaron a alguien como Eve Teschmacher, otro personaje salido de los viejos filmes de Superman y que fue introducido en la segunda temporada, en una muy plausible variación; es así que para sorpresa nuestra (y gran placer), en esta temporada, tiene un giro inesperado, que la relaciona directamente con su versión original.
    Como habrá quedado claro ya, mucho nos espera en esta magnífica cuarta temporada, época en la que Supergirl participó del evento llamado Elseworlds y el que si bien a mi humilde parecer es el menos bueno de todos hasta la fecha, si la hace obtener una muy singular amistad con Batwoman, justiciera que tuvo su debut durante este crossover.

domingo, 8 de septiembre de 2019

Jugando con los grandes tópicos de los cómics.


     Hoy en día nadie puede negar que los cómics de superhéroes de DC y Marvel, se han transformado en toda una mitología moderna, por completo absorbida dentro de la cultura popular.  Es así que personajes como Superman, Batman, Wonder Woman, el Hombre-Araña, Hulk y el Capitán América, entre muchos otros de ambas compañías, resultan ser tan conocidos que hasta los que no leen historietas o apenas han visto sus adaptaciones audiovisuales, manejan algo de sus propias cronologías y datos de importancia.  Siendo el primero de estos el kriptoniano, su historia y características resultan ser algunas de las más manejadas por la comunidad en general: tomando como fuente la narración bíblica de Moisés, sus autores Jerry Siegel y Joe Shuster, nos contaron la historia de un salvador llegado desde otro mundo y que adquirió poderes increíbles con los cuales defendería a la gente común de toda amenaza, incluso de las extraordinarias, brillando además por la nobleza de su corazón.  Teniendo en cuenta lo anterior y ya más de 70 años realizándose nuevos relatos sobre este, actualizándolos y jugando con las numerosas posibilidades de reinterpretar al superhéroe, en más de una ocasión en las mismas viñetas aparecieron versiones malignas suyas y entre las que podemos encontrar a Ultraman, como el líder del Sindicato del Crimen, viejo enemigo de la Liga de la Justicia, dentro de las mismas colecciones de DC e Hyperion, al mando del Escuadrón Supremo en Marvel…Con antecedentes como estos, era hora de que tan buena idea, la de retorcer los temas relacionados al justiciero, fuese de una vez llevada a otros medios y más encima de una forma inteligente y adulta.
    Bajo el nombre de Brightburn y conocida en Latinoamérica como Hijo de la Oscuridad, se estrenó este año un filme a medias entre los géneros de ciencia ficción y el terror, que con solo una hora y media de metraje, nos muestra una impactante historia que juega con todo lo mencionado más arriba, de forma efectiva y muy, muy cruel.  Una cinta altamente recomendable y en especial para los amantes de este tipo de historietas y, por qué no, del “Azuloso”.
    Si estamos hablando de una versión distorsionada del tópico del también llamado Hombre de Acero, valioso resulta ser apreciar las alusiones directas a sus cómics y que hace tan ingeniosamente esta producción:

1- La película nos muestra a un matrimonio que por mucho que desee, no puede concebir un hijo y es cuando casi de forma milagrosa se cumple su deseo de ser padres, tras encontrar a un bebé en el bosque cercano a su casa, el cual llegó en una nave espacial y al que adoptan sin contarle a nadie de su verdadera identidad.  Obviamente, todo esto es similar, hasta el momento, a la historia de Superman y al matrimonio de los Kent, que lo acogió como suyo en circunstancias más que parecidas...Y es que en ambos casos, hablamos de una pareja de buenas personas, que procurará por darle la mejor vida posible, llena de amor y de principios, quienes más encima viven en una granja, en medio de una comunidad pequeña y rural.
    Ahora bien, estos padres no son los ancianos de varias de las versiones del superhéroe, sino que cuando comienza todo, se podría decir que ni siquiera han llegado a la treintena.  Solo con el paso del tiempo, son personas ya maduras de unos cuarenta años, algo más cercano a otras variantes de sus cómics…Quizás por esta razón, al verlos tan vitales y con toda una vida por delante, como una familia que se ama y un matrimonio que solo quiere lo mejor para su heredero, resulta tan duro ver cómo todo se va al Infierno.

2- La ambientación bucólica de la trama, no puede ser más parecida a la de Smalville, el idílico pueblito campestre en el que fue criado Clark Kent; de hecho, la casa en la que viven los protagonistas, recuerda mucho a aquella que sale en los filmes clásicos de Superman con Cristopher Reeve como protagonista y al de la también ya clásica serie sobre la juventud del justiciero.  Más encima, todo ocurre en Kansas, estado de USA donde se supone se encuentra Smalville.  En este lugar todos son conocen y se tratan por lo general con amabilidad, razón por la cual es un sitio ideal y de ese modo cuando comienza la tragedia, tenemos una razón de más para sufrir ante el desarrollo del argumento.


3- Tal como en la continuidad de Superman Post-Crisis y, creo, en la actual dentro del universo DC (así como en otras versiones de algunas miniseries e historias alternativas, tales como Orígenes Secretos), el personaje solo adquiere sus poderes con la llegada de la adolescencia, más o menos de una forma gradual.  Que esto sea así, bien corresponde a un simbolismo respecto a los cambios físicos y psicológicos, por lo que pasan los muchachos a esta edad, los cuales muchas veces los hacen entrar en crisis y significan verdaderos malestares para sus padres y quienes los rodean: puesto que quienes otrora fueron dulces e inocentes niños, ahora se vuelven chicos rebeldes, muchas veces violentos.

4- Tal como Kal-El, este, más bien Superboy, posee las habilidades superiores de volar, fuerza superior y ojos con rayos calóricos o láser.  Asimismo, tiene una debilidad mortal relacionada con su planeta de origen.

5- La nave en la que cae, de aspecto “retro”, es muy similar a la que podemos ver en muchas viñetas antiguas del superhéroe.

6- Una vez que el muchacho asume su destino, por decirlo de una forma, ocupa una capa roja…Como bien ya todos sabemos quién.

7- Igual que el famoso superhéroe, posee un símbolo que recuerda a la S, luego símbolo kriptoniano propio de la Casa de El, tal cual fue introducido en la miniserie Derecho de Nacimiento en los cómics y que luego retomó el show televisivo de Smalville.

8- El protagonista se llama Brandon Breyer, siguiendo la tradición de las historietas de que los nombres de los personajes centrales, secundarios y antagonistas, lleven la misma letra al principio de este y de su apellido (tal cual Peter Parker, Bruce Wayne, Bruce Banner, Billy Batson y muchos más).

    El jovencito de esta obra se nos hace odioso…y aterrador, de hecho, posee una personalidad propia de un psicópata y cada acto que comete lo hace con un desprecio tan grande hacia los demás, que horroriza.  Más encima el gore es abundante, que sorprende.  En los cómics habituales de DC o Marvel las atrocidades cometidas por los villanos no son tan gráficas, a menos que se trate de historias para adultos; por lo tanto, es fácil estremecerse ante la idea de tener la mala suerte, de que aparezca alguien así en la vida real.
    En todo caso, si quisiéramos profundizar con esta idea de sujetos superpoderosos en plan villanos, en vez de superhéroes, en literatura un autor de la talla de Brandon Sanderson lo ha trabajado con muy buenos resultados, según tengo entendido, por medio de su trilogía de los Reckoners (que aún no tengo, ni he leído…pero que le tengo muchas ganas).  Así que como se pueden dar cuenta, estas vueltas de tuerca de los hitos del género, dan para mucho y descúbranlo ustedes por sí mismo con esta cinta que les recomiendo de corazón.


                                                                           Tráiler. 

viernes, 16 de septiembre de 2016

Mucho cómic, mucha ciencia ficción.


       La segunda serie dedicada al “Hombre vivo más veloz del mundo”, The Flash, fue sin dudas uno de los grandes estrenos de octubre de 2014 en la televisión.  Ello gracias a potentes guiones, personajes carismáticos, efectos especiales que para nada le deben envidiar a las grandes producciones hollywoodenses y en general una primera temporada solvente de principio a fin (algo que bien le faltó en su momento al programa que le dio la oportunidad de crecer: Arrow).
       Pues tras el emotivo desenlace que abrió la puerta al llamado Multiverso, con la posibilidad de (52) tierras distintas, la introducción del también importante concepto de la Fuerza de la Velocidad y más encima la heroica muerte de uno de sus queridos protagonistas, la vara estaba bastante alta para sus creadores… ¡Y bien que lograron superarse a sí mismos en este segundo año de vida.
       Si el gran villano fue toda una sorpresa, en  la medida que se fue descubriendo capítulo a capítulo su verdadera naturaleza, el de esta ocasión no podía quedarse atrás.  Teniendo en cuenta que tanto el Flash Reverso (el “malo” de la primera temporada) y Zoom en el cómic en la práctica usan el mismo traje, con los colores invertidos del Velocista Escarlata, los responsables tuvieron la genial idea de diferenciar a uno del otro por medio de su aspecto; de este modo Zoom parece utilizando una prenda negra, casi orgánica y una máscara aterradora que le otorga un semblante o bien fantasmal o bien demoniaco.  Por otro lado, tal como queda consignado en los episodios, Zoom es mil veces mucho más peligroso y poderoso que el anterior rival.
Zoom.
        En las historietas fue a través de la famosa (y preciosa) novela gráfica El Flash de dos Mundos de los sesenta, que se usó por primera vez en DC la idea de que existen alternadamente a nuestro mundo otras Tierras, con sus propios habitantes y en muchas ocasiones reflejos más o menos parecidos o distorsionados de sus superhéroes (lo que dio paso en los ochenta a los recordados elseworlds, sobre versiones alternativas de estos mismos: un Superman y un Batman medievales, una Liga de la Justicia compuesta por los animales evolucionados de la famosa novela La Isla del Doctor Moreau, etcétera).   En esta antológica narración Barry Allen conoce al Flash de la Edad Dorada, Jay Garrick, a quien consideraba ser solo un personaje de ficción de los cómics que adoraba de niño y debido a quien se puso tal nombre de batalla.  Pues a partir de dicha aventura, fue posible saltar de un mundo a otro, habilidad que por mucho tiempo solo poseían ambos Flash, debido a su capacidad para vibrar de tal manera que pudiesen abrir portales entre un lugar y otro.
        De este modo a través de la segunda temporada, los viajes a Tierra-2 se hacen parte importante del argumento central.  De este sitio llega nada menos que el propio Jay Garrick, uno de sus grandes agregados.  Asimismo aparecen un montón de villanos, entre los que destacan Killer Frost, la asesina metahumana con poderes sobre el hielo y quien  resulta ser nada menos que el doble negativo de la adorable Catlin Snow, importante amiga y aliada de Barry (espero que no se les ocurra hacer que la de Tierra-1 se vuelva malvada… ¡Que no se los perdono!).  De igual modo aparecen versiones malignas de nada menos que de Cisco y de su hermano, también venidos desde el otro lado, aunque la verdad es que me parece que son personajes inventados para esta serie, así como muchos otros que aquí se presentan.
       Quien también resulta ser bastante conocido, como villano clásico y su contrapartida femenina de superheroína, viene a ser el Doctor Luz.  No obstante los guionistas optaron porque el género de este personaje fuese femenino.  Su traje resulta ser muy similar al de los cómics y eso resulta ser un gran contento, porque en algunas ocasiones los villanos apenas usan un atuendo parecido al de sus símiles comiqueros, tal como sucede con el Mago de Tiempo, la Tortuga y el Flautista, quienes les quitan con su apariencia “normal” toda imagen propia del género  (bien podríamos decir que este es el único aspecto que mejoraría de la serie: más villanos con indumentaria propia de las historietas).
      Un villano clásico de Flash que vuelve a aparecer y que esta vez incluso llega a poseer un mejor episodio que en su debut, viene a ser nada menos que Gorila Grodd.  Es así que usando sofisticados efectos especiales, que hoy en día la pantalla chica se puede dar tal gusto, la manera de cómo lo llegan a recrear resulta más que convincente, si bien siguen haciendo que se comunique vía telepática y no hablando, algo que ojalá en su próxima participación corrijan.   No obstante lo más genial de este episodio, es que hacia su final llegamos a vislumbrar… ¡Ciudad Gorila! Con ello se abre la posibilidad de un montón  de historias, con las que podamos llegar a conocer esta avanzadísima sociedad primate.
      Gorila Grodd no es el único monstruo que aparece en esta genial segunda temporada, pues también podemos ver (y con bastante detalle) a Rey Tiburón, una criatura híbrida humanoide de entre tres y cuatro metros, que se ve increíble en pantalla.
       Otra grata sorpresa en calidad de monstruos (algo que difícilmente veríamos en Arrow), viene a ser Tar Pit, un metahumano con la apariencia de una mole de brea viviente.  En su introducción conocemos su desgraciado origen y luego su “resurrección” motivada por el clásico tema de la venganza.   Pues en las revistas este ser resulta ser muy propio de las viejas revistas pulps, bastante atractivo en su monstruosidad, y embargo  el espectador sabedor de cómics cuando lo ve por primera vez, bien puede llevarse una decepción (pues lo muestran como otro sujeto con superpoderes más)…Hasta que en su confrontación final nos regalan con su otra apariencia, calcada a la de los cómics.

Tar Pit.
         Presentado como todo un psicópata, Trickster, interpretado por el actor de culto Mark Hamill ya en la serie antigua, una vez más volvió a deslumbrar gracias al talento de Hamill (cabe recordarse que su reintroducción en la primera temporada, fue uno de los grandes hitos de ese año en la historia de la televisión).  Ante su segundo regreso, ojalá podamos tenerlo pronto de vuelta y con muchos más.  Por otro lado, este segundo capítulo suyo dio paso a que apareciera una formación de los llamados rouges, los villanos clásicos de Flash, siendo todo ello otra satisfacción para el fanático deceísta (pues esta vez tuvimos junto a Trickster, al Brujo del Tiempo y, en cierta medida, a Capitán Frío).
       Tal como se dijo más arriba, en las viñetas Flash conoció a su símil de Tierra 2 y se hicieron muy buenos amigos (con posterioridad en el universo postcrisis Jay Garrick, ya mayor, aunque completamente activo, convivía con Barry y los suyos, al igual que otros superhéroes de la Edad de Oro y quienes como él, debido a un evento místico envejecían lentamente).  Por lo tanto en el programa Jay Garrick no podía faltar y acá se transforma en uno de los secundarios más llamativos.  Su traje (menos mal) resulta ser bastante acorde al de las historietas, con un aspecto vintage propio de la década de los cuarenta (años de sus cómics originales), que además muy inteligentemente decidieron darle en su diseño a toda Tierra 2 (ya que en más de una ocasión, se puede apreciar bastante este lugar).
     La temporada anterior, uno de los personajes más sobresalientes fue Harrison Wells, el genio científico que se convirtió en el primer maestro del novicio Barry Allen.  No obstante luego de que se reveló la identidad real de este hombre y sus verdaderas intenciones, el mayor conflicto del programa por aquel entonces comenzó a avanzar, hasta otorgarle algunos de sus mejores momentos. Cabe mencionarse que el trabajo del actor a cargo de Wells, fue quizás el mejor desempeño actoral de su casting (sin menospreciar a los demás).  Por ende, tras dejarnos con la idea de que no volveríamos a ver ni a Wells, ni a Tom Cavanagh (su intérprete), esta segunda temporada nos dio la grata sorpresa de presentar al Harrison Wells de Tierra 2 y quien se conviertió en uno de los personajes principales.  Es aquí que una vez más el talento de Cavanagh se hace ver, al hacer que este otro Wells sea alguien bastante diferente del anterior (y como siempre, sus intervenciones sean un verdadero placer).
El dichoso teléfono.
      Un guiño bastante interesante a las historietas de DC, viene a ser que el Barry Allen de Tierra 2, quien para nada es un velocista, ni posee alguna otra superhabilidad, tiene un teléfono en su casa con botones para llamar específicamente a ciertas personas: Bruce (por Bruce Wayne, Batman), Hal (en relación a Hal Jordan, el más famoso Linterna Verde y uno de los mejores amigos de Barry en los cómics) y Diana (nada menos que la princesa amazona Diana de Themyscira, la Mujer Maravilla).  Ahora bien, también hay un botón para un tal Eddie, pero no lo reconozco.  De igual manera en más de una ocasión se habla de que en Tierra 2 se puede viajar a Atlantis y a su vez Jay Garrick dice que uno de sus  mejores amigos es de allá (en atención a Acuaman).
      Entre los grandes hechos extraordinarios que aquí aparecen, se encuentran los llamados Espectros del Tiempo, que la verdad ignoro si son de las historietas o una idea original del programa.  Pues estos seres de apariencia bastante fantasmal y aterradora, vienen a ser una inclusión “distinta” dentro de los guiones del programa, ya que ni buenos, ni malos en el sentido convencional de la palabra, sí resultan de temer como fuerzas vengadoras de quienes intervienen en el flujo normal del tiempo (y bien sabemos que Flash de vez en cuando hace esto).  
      Siendo que por lo general la muy famosa y extensa galería de villanos de Flash, no corresponden a sujetos con poderes sobrenaturales (ya que los místico no es el tema de sus aventuras, si bien tiene una que otra genial historia al respecto), el primero de los dos crossover con la serie sobre el Arquero Esmeralda, tiene como villano a nada menos que  Vándalo Salvaje, un inmortal.  Ahora bien, en realidad sus poderes en el cómic no son de este tipo, pero acá hicieron una interesante variación y ello fue para reforzar las primeras apariciones de Mujer Halcón y Hombre Halcón, por quienes optaron usar sus variantes mágicas (los trágicos amantes egipcios que se reencarnan una y otra vez).  El episodio concluye en Arrow y ello permite ir formando el escenario para el nuevo spin-off titulado Legends of Tomorrow, al cual se van unos cuantos personajes de The Flash y Arrow.
      En el transcurso de la primera temporada llegamos a conocer a otro superhéroe clásico, Firestorm, pues en esta ocasión sale Firestorm II, el cual también se va al elenco de la serie recién mencionada.  Lo interesante de este otro justiciero nuclear, es que uno de los dos humanos que lo componen (ya que Firestorm es la suma de la fusión de dos personas) es de raza negra y es el que en la actualidad podemos encontrar en las revistas de DC.  Pues de todos los personajes afroamericanos de esta serie, Jefferson “Jax” Jackson es el único cuya raza no fue cambiada de adrede, para ser más “políticamente correctos”.  Ahora bien, al final les salen tan bien estas modificaciones, que todo eso viene a ser un detalle sin importancia, aunque no voy a negar que encontré tirado de las mechas hacer que Irist West fuese morena (así que imagínense, cuando en esta temporada llegamos a conocer a Wally West, quien luego tendría que ser Kid Flash o Flash II, por supuesto que resulta ser de la misma raza y ya no es el sobrino de Iris… ¡Si no que su hermano menor!).  Como siempre mi “malestar” al respecto, es porque muchas veces estos cambios me parecen forzados (y solo los hace DC en sus producciones audiovisuales, ojo, que no Marvel) y para qué hacerlo si tienen sus propios personajes de valor afroamericanos y que lamentablemente apenas han sabido sacarles provecho.
       Una futura superheroína que se supone llegará a aparecer en próximas temporadas del programa, viene a ser la velocista Jessie Quick.  Pues como en The Flash acostumbran a cambiar los “orígenes secretos” de los personajes, acá le dan una génesis e identidad bastante interesante.  De este modo, cabe esperar (con ansias) saber más de esta atractiva superheroína.
      Otro personaje femenino de gran peso, que en esta ocasión hace su debut, viene a ser la preciosa y encantadora Patty Spivot, una agente de policía que se convierte durante un tiempo en la dueña del corazón de Barry. 
      Conocido por los fanáticos de los cómics y en especial de Flash, es que el actor que hace del padre de Barry, encarnó al Velocista Escarlata en el show televisivo de los noventa.  El personaje interpretado por John Wesley Shipp, la verdad es que fue desaprovechado en esta segunda temporada, lo que se evidencia cuando se esperaba que ahora por fin en libertad (tras comprobarse que no había sido el asesino de su esposa y la madre de Barry), apenas apareció en pantalla.  No obstante en el último y formidable episodio, lo vemos de una manera muy significativa, usando un traje que recuerda muy bien al que llevaba en su época de justiciero televisivo.
     Como era de esperarse, hay muchos momentos de gran emotividad en esta segunda temporada, así que el futuro espectador debe estar atento a este bombardeo de emociones que trae consigo.  Sin querer caer en el spoiler, mencionaré brevemente dos: primero la breve, aunque maravillosa, reaparición del personaje que murió al final de la temporada anterior.  Su monólogo resulta memorable y hace extrañarlo más que nunca dentro de los protagonistas.  Luego, aún con mayor carga emocional, viene a ser cuando Flash queda atrapado en la Fuerza de la Velocidad y allí debe pasar por una verdadera prueba espiritual para seguir siendo “El hombre vivo más veloz del planeta”.  En este bellísimo capítulo, llegamos a conocer más de este sitio y en él Barry se encuentra con sus “habitantes”, quienes toman la forma de sus seres más queridos para hablar con él (un recurso habitual en las historias de ciencia ficción y fantasía, como también lo podemos hallar en Contacto de Carl Sagan y con los llamados Profetas de Viaje a las Estrellas: Abismo Espacial 9). Es así que el último de estos seres que entabla conversación con nuestro superhéroe, toma la forma de su madre y resulta difícil no lagrimear un poquito durante tal escena.
     El sentido de la familia, la amistad y la lealtad, la culpa, el perdón y la redención continúan siendo temas caros a los guiones, lo que se refuerza gracias a la importancia que se le da en ellos a las relaciones interpersonales.  Queda de manifiesto que la idea de familia va mucho más allá que la consanguineidad, sino que ella está formada por todos aquellos que hemos escogido como parte relevante de nuestras vidas.  De igual manera, queda de manifiesto en esta serie, que la única manera de llegar a la plenitud es asumiendo nuestro papel en el mundo.  Por esto y más, The Flash es un programa lleno de valores y que invita a la reflexión, independientemente de toda la entretención que nos puede dar.
      La escena final del último episodio, nos deja como promesa que la tercera temporada estará inspirada en los acontecimientos de la miniserie Flashpoint.  Pues tal como en esta novela gráfica, acá Barry Allen vuelve al pasado para cambiar un importante hecho de su vida y con ello, sin proponérselo, causa una línea alterna de tiempo devastadora.  Veamos cómo retratan todo esto a partir de octubre de este año, cuando comiencen los nuevos capítulos.

El abominable...¡Rey Tiburón!

domingo, 3 de enero de 2016

El cómic de superhéroes llevado a su máxima expresión.

Ilustración completa para la portada del volumen 1 de Kingdom Come
     Durante el transcurso de 1996 se publicó primero en cuatro partes y posteriormente en un solo tomo, la novela gráfica Kingdom Come (en español La Llegada del Reino), obra perteneciente a DC Comics, escrita por Mark Waid y dibujada por Alex Ross.  Apenas salió a la venta su primer número, causó sensación, tanto entre la inmensa legión de seguidores deceistas, como de la crítica, quiénes no tardaron en darle la categoría de (si no la mejor) una de las más bellas y perfectas historias del género superheroico; ello gracias tanto a la calidad de su argumento, como a la de su dibujo. 
     Como de Alex Ross ya me referí en este anterior texto, ahora le dedicaré unas cuantas líneas a Mark Waid, el otro artífice de esta joyita que no deja de emocionarme tras haberla releído recientemente, luego de mi primera lectura de este título, allá por los primeros años de mi época universitaria (ahora más viejo y, por ello, menos ignorante, como también más sensible que antes):
     Waid (Estados Unidos, 1962) está considerado hoy en día como uno de los grandes escritores del cómic.  Es así como una característica de las historias de su invención, resulta ser el interés que posee hacia la ciencia, usando todo tipo de referencias a ella, ya sea reales, como ficticias; es así como que desde niño es un ferviente lector de ciencia ficción, teniendo nada menos que a Harlan Ellison como a uno de sus autores preferidos.  Por esta misma razón, por lo general los personajes que ha tomado en sus manos tanto en DC como en Marvel, han estado fuertemente ligados a lo científico y la fantasía científica, ya que como él mismo ha declarado no se siente a gusto con la fantasía pura.  En DC su etapa a cargo de Flash es considerada como una de las mejores del personaje, siendo el artífice del apogeo del tercer Velocista Escarlata, Wally West; asimismo en su revista creó el concepto hoy tan importante de la Speed Force, una especie de energía extradimensional, responsable de los poderes de todos los velocistas de DC.  Por otro lado, en Flash introdujo al popular personaje de Impulso, el nieto del futuro de Barry Allen, el segundo Flash y del cual luego se encargó de guionizar su propia revista.  A su vez estuvo detrás del argumento de Superman: Legado, una de las mejores historias del Azuloso y en especial de las que han revisitado sus orígenes y primeros años, tomando además como novedad elementos de la serie de televisión Smalville, tan exitosa por aquellos años y todo con el objetivo de actualizar al superhéroe.  Por parte de Marvel, célebre es su periodo a cargo de nada menos que de los 4 Fantásticos y en el presente destaca lo que ha hecho con Daredevil, lo cual le ha otorgado nuevos premios a la compañía y a él mismo; es así como gracias a su labor, el llamado Hombre sin Miedo, continúa siendo uno de los personajes más rentables y alabados en el medio.   En DC también son recordados con aprecio sus trabajos para la Legión de Superhéroes, mientras que en Marvel  bien considerada es su contribución a las andanzas del Capitán América.

Ilustración completa de Alex Ross para la portada del volumen 2.
     ¿Y de qué trata Kingdom Come precisamente? Pues este título de claras reminiscencias religiosas y en especial bíblicas (además de apocalípticas, en el sentido más estricto de la palabra) trata acerca del fin del ficticio mundo DC.  No obstante ello no significa necesariamente  la destrucción del planeta Tierra y del universo, sino que más bien se refiere al paso de un mundo nuevo, tras la crisis correspondiente y que da origen a este nuevo periodo de esplendor.  Entremedio, como bien corresponde a toda historia que se prime de apocalíptica, encontramos el agregado épico que implica un gran despliegue de personajes, entre representantes del bien y del mal, donde además no puede faltar la presencia de una fuerza superior (divina), digamos, incluso por sobre los mayores superhéroes y villanos del orbe.  Por lo tanto el “reino” esperado según el título de esta obra y su argumento, se refiere a la idea de un mundo mejor y en clara alusión al concepto cristiano del término, al regreso de Jesús a la Tierra (el Salvador, que en este caso se encuentra representado por lo antiguos miembros de la Liga de la Justicia). 
     Es en este aspecto religioso de una obra tan “gringa” como esta, siendo que los superhéroes nacieron en Usaca misma, que llama la atención esta preciosa novela gráfica de redención, llena de citas textuales provenientes de la Biblia y donde uno de sus mayores protagonista viene a ser un hombre común y corriente, en concreto, un pastor de iglesia (temática que por lo general es poco abordada en este tipo de obras, quizás debido a su carácter masivo, que las hace descomprometerse de cualquier ideología teológica).  Pues es bajo la figura de un sujeto como este, alguien que además a su manera también ha servido a la luz como los justicieros de trajes y nombres rimbombantes, que radica el juicio “universal” al que se enfrenta en sus páginas la humanidad.  En otras palabras, lo que nos lleva a reflexionar sus viñetas es a preguntarnos qué tiene de valioso y trascendente nuestra especie, qué merece o no permanecer en el tiempo; una pregunta que tantos hombres de fe (incluso alguno no tanto) se han hecho a lo largo de las eras.
      La trama comienza con un anciano nostálgico acerca de lo que ya fue, cuando todo era más sencillo y todavía abundaba la creencia en Dios, mientras tanto que la línea divisoria entre héroes y villanos estaba clara…Pues ahora una nueva generación de supuestos justicieros se ha propagado por todos lados y hacen tanto de juez como de ejecutor, provocando más violencia y muerte que los criminales que persiguen; de hecho, los hombres y mujeres sin ápice de habilidades extraordinarias, son meros peones en las constantes batallas entre los poderosos, mientras el resto libra sus batallas ignorando qué les sucede a los demás y que tienen la mala suerte de cruzarse en su camino.  En cuanto a los viejos superhéroes y que alguna vez fueron el ápice del valor de la raza humana, se han retirado cada uno a sus cuarteles, tras desencantarse  del pueblo, cuando este recibió con aplausos a héroes menos virtuosos. 

Ilustración completa de Alex Ross para la portada del volumen 3.

     Es entonces que hasta la presencia de este pastor llega nada menos que el Espectro, personaje tradicional de DC y que desde su creación en plena Edad Dorada de los cómics, representa nada menos que la ira de Dios, enjuiciando a los malvados y castigándolos con atroces tormentos.  Pues este ser de connotaciones divinas (o más bien angelicales), le pide al pastor que lo ayude en su labor de saber si la humanidad merece o no una nueva oportunidad.  De este modo ambos comienzan un viaje por el plano espiritual, a través del cual son testigos de lo que está sucediendo con este actual orden.  Mientras ello sucede, aprovechan de dar su punto de vista acerca de lo que está pasando y el actuar de quiénes vigilan. Así es como los lectores nos enteramos en qué va el acontecer del universo DC, en esta realidad perteneciente a los llamados elseworlds y donde se nos muestra a sus personajes viviendo en un escenario distinto al de la continuidad tradicional.
     El periplo de este hombre junto al Espectro, revisando escenas claves en la conformación del actual mundo, recuerda a todo un clásico de la literatura como resulta ser Un Cuento de Navidad de Charles Dickens. Ello justamente al tipo de viaje que hacen ambos, un ser humano normal y un espíritu superior que lleva al primero a revisar la historia para identificar las causas del presente, sin intervenir supuestamente en el curso de las cosas, mientras ambos analizan lo que ha pasado.  No está demás decir que para el pastor de este cómic, un anciano como Ebenezer Scrooge, todo esto se transforma en una verdadera revelación y/o epifanía.
     Al poseer una magnitud operística el argumento, con todo un desfile de los personajes deceistas más emblemáticos (si bien la mayoría de ellos algo diferentes, tras tratarse de sus versiones ya “mayores,” respecto a cómo los conocemos normalmente), buena parte de la acción se centra en la llamada Trinidad: Superman, Batman y Wonder Woman.  Cada uno de estos ha seguido su existencia por separado tras el actual orden, tal cual los otros paladines de antaño; no obstante cuando los eventos los llevan a unirse de nuevo, una vez más se transforman en los cabecillas de la paz y la justicia.  Un cuarto superhéroe del pasado toma un rol preponderante en todo esto, el Capitán Marvel, si bien su destino en apariencia se distancia de quienes fueron antiguamente sus aliados.
      Como bien se decía en el párrafo de arriba, cada miembro de la Trinidad tuvo sus motivos para abandonar la vida pública, siendo Superman lejos el más afectado con su pasado.  Pues en esta historieta, dicho episodio apenas fue esbozado (si bien quedó más que claro su sentido dramático), lo que muchos años después de aparecida la obra original, en 2009,  fue por fin retratado en el one shot (tomo único) JSA Kingdom Come Special “Superman”, hecho por completo por Alex Ross (ya que hace rato que se había enemistado con Mark Weid).  
     Asimismo tras el agridulce final de Kingdom Come, se quiso cerrar la historia con un Epílogo que fuese más esperanzador y ello se logró con creces al incorporarlo en la edición compilatoria, que sus mismos autores hicieron para esta nueva edición.  Cabe mencionar (sin querer hacer spoilers al respecto, para que la gente disfrute por su cuenta este emotivo agregado) que en el lugar que aquí aparece, se hace un sinnúmero de homenajes a los cómics antiguos de DC, mostrando de manera muy inteligente algunas de las portadas más recordadas de esta editorial (¡A ver cuántas llegan a reconocer!).
     Volviendo al año 2009, se incluyó en Justice Society of America - Vol.2 - No.22 un segundo epílogo, transcurrido tiempo después del anterior, esta vez coescrito por Geoff Jhons y Alex Ross.  Todo esto, puesto que al final se incorporó la realidad de esta novela gráfica al llamado Multiverso DC, correspondiendo este a la Tierra 22 y fue así como el Superman de dicha obra llegó a cruzarse con los personajes de la Sociedad de la Justicia.
     Retrocediendo en el tiempo, en 1999 Mark Waid trató de hacer una secuela directa de Kingdom Come, no obstante se encontró con la negación de Ross para participar en el proyecto, por lo que se avocó a terminarlo junto a otros dibujantes en una miniserie de 8 números.  Dentro de los artistas que dieron su aporte a esta miniserie, lejos los que más destacaron son Frank Quitely (habitual colaborador de Grant Morrison) y Ariel Olivetti.  Sin embargo la técnica preciosista de Alex Roos se echó de menos, al comparar su estética de con la de sus colegas, que quedaron opacados por lo hecho con anterioridad. La recepción de dicho trabajo no fue demasiado buena y al final se decidió considerarla como una obra aparte (si bien relacionada) con aquella que la inspiró.  Esta novela gráfica recibió el nombre de The Kingdom.
     Como dato curioso, hay una segunda lectura detrás de la obra maestra de Waid y Ross, pues en aquella época el mundo del cómic superheroico estaba siendo remecido por una seguidilla de historietas más violentas, en las que primaba el dibujo por sobre los argumentos sólidos (según la opinión de muchos expertos en el tema).  Todo ello fue causado por la creación del sello Image de Todd McFarlane y compañía, del cual su personaje más popular lejos ha sido el atormentado Spawn; pues de esta editorial y de su sello Wildstorm, salieron varios títulos subidos de tono y ante su fenómeno DC y Marvel respondieron creando sus propios personajes de ese estilo u otorgándole a otros más antiguos y en esa variante, mayor protagonismo.  Es así como en DC apareció Hitman, mientras que durante un tiempo tomó el manto del Murciélago (es decir, hizo de Batman) otro justiciero de personalidad desquiciada (hasta que luego en su propia revista logró el equilibrio y la redención) Azrael; a su vez se potenció a Deathstroke y a quien se le dio también propia colección.  En tanto en Marvel fue la oportunidad del clásico Castigador de estrenar serie, lo mismo que del mutante Cable, por no mencionar el surgimiento del popular Deadpool, entre otros.  Eran años de superhéroes y antihéroes de rictus duro, músculos hipertrofiados y dispuestos a todo con tal de hacer su justicia, una especie de Far West postmoderno.  Por lo tanto, Kingdom Come fue la respuesta de los superhéroes clásicos a toda esa generación ultraviolenta y cínica, ya que al final de sus páginas quedó sin dudas clara la supremacía de los viejos ideales comiqueros.

Ilustración completa para la portada del volumen 4. 

martes, 4 de agosto de 2015

Los “Elseworlds” están de vuelta o al menos en el formato animado.


      Entre 1989 y 2011 aproximadamente, DC cómics tuvo un sello editorial bastante especial llamado en español Otros Mundos (Elseworlds en inglés) y el cual tal como decía en su lema:

      En Elseworlds se saca a los héroes de sus localizaciones habituales y se colocan en épocas y lugares extraños - algunos que han existido, y otros que no pueden, podrían o deberían existir. El resultado son historias que hacen que personajes tan familiares como ayer parezcan tan frescos como mañana"


     De este modo esta línea fuera de la continuidad oficial de la compañía, regaló a los lectores un gran número de obras no solo originales, sino que muchas de ellas hoy consideradas entre lo mejor del cómic superheroico y llegando a estar incluso algunos de sus títulos entre los mejores cómics de dichos personajes.  Cabe destacar que estos argumentos en muchas ocasiones se inspiraron en reputadas obras de la literatura tradicional (el Ciclo Artúrico, Julio Verne, H. G. Wells, Lovecraft, Frankenstein, Drácula, entre otros), como del cine (el impresionismo alemán de Metrópolis y Nosferatu) y en periodos históricos concretos (el Antiguo Egipto, la Edad Media, la época de los piratas y corsarios, la Guerra Civil Norteamericana, la Segunda Guerra Mundial, el Salvaje Oeste estadounidense, etc.), así como usaron a personajes claves de la historia misma (Houdini, Stalin y muchos más).  En cuanto a los equipos creativos a cargo de estas versiones alternativas, siendo la mayoría dedicadas a Batman, Superman y luego a Wonder Woman y la Liga de la Justicia, fueron en muchos casos de primer nivel, teniendo a guionistas y dibujantes de renombre, quienes ya hace rato conocían a estos íconos del noveno arte. Tras los eventos de la macrosaga Crisis Infinita (2005-2006) y antes de la llamada Crisis Final (2008), se recuperó el viejo concepto de Multiverso en DC, que se había desechado tras el clásico ochentero Crisis en las Tierras Infinitas (1985-1986) y que por más de dos décadas mantuvo solo una versión de la Tierra, dejando de lado todas las otras Tierras paralelas; de este modo se llegó a la idea de 52, es decir, a la coexistencia dentro del Multiverso de 52 universos diferentes, con 52 Tierras distintas.  Fue así como los Elseworlds más populares fueron rescatados y mantuvieron continuidad, volviendo a aparecer sus personajes en otras historias y hasta codeándose con los de la continuidad oficial.  Lamentablemente cuando llegó el Nuevo Universo DC en el segundo semestre del 2011, se eliminó este sello (lo que bien fue para muchos una pésima decisión, entre los que me encuentro) y a la fecha nada nuevo ha aparecido al respecto, sobre estas interesantes extrapolaciones de la vida de algunos de nuestros justicieros favoritos…Hasta ahora. 
   
No volveré a referirme a aquellos trabajos pertenecientes a Otros Mundos que ya mencioné el año pasado, en los textos que escribí sobre el Caballero de la Noche y el Hombre de Acero, así que en esta ocasión les contaré de otros casos que tuve el gusto de leer y me maravillaron.  Primero conozcamos algunos sobre El Murciélago: Batman/Joker Oscuro/La Selva es un relato de terror sobrenatural bastante gore y que proviene de la dupla de lujo Doung Moench en el guión y Kelley Jones, los mismos responsables de la afamada trilogía de este sello sobre el Batman vampiro; en esta obra Batman es un ser mágico creado por un alquimista dedicado al bien, quien por años luchó contra una versión del Joker brujo y nigromante (mantiene todo un ejército de zombies), de modo que ante los terribles sucesos que están pasando a su alrededor, la criatura-monstruo debe hallar al verdadero héroe que hay en él, pese al miedo que provoca entre las personas.  Batman: En La Noche más Oscura toma en su título parte del famoso lema del Cuerpo de Linternas Verde, ya que en esta ocasión no es Hal Jordan quien hereda el anillo esmeralda del moribundo veterano Abin Sur…sino que este artefacto alienígena llega hasta Bruce Waynne, quien de ahora en adelante será un un paladín con la inmensa gama de poderes que le otorga dicho objeto; su guión tuvo a otro guionista de prestigio bastante conocedor del personaje, Mike W. Barr (debo ser sincero…¡No he tenido la oportunidad de adquirir esta novela gráfica! ¡Pero lo deseo tanto!).  De la mano de nada menos que de la leyenda viviente John Byrne, se encuentra el que también resulta ser un cross-over entre DC y Marvel, llamado Batman & Capitán América, ambientado en plena década de los cuarenta (durante la Edad de Oro de los cómics) y donde ambos deben enfrentarse a la alianza entre sus némesis Joker y Cráneo Rojo.  A su vez el Hombre del Mañana también ha contado con muchas otras historias alternativas de gran valor y entre ellas se pueden nombrar Hijos de la Selva, con guión de todo un conocedor de Superman, Chuck Dixon, quien nos cuenta qué hubiese pasado si Kal-El hubiese caído en medio de la selva africana durante el siglo XIX, criado por monos y ello lo llevara a ser un singular Tarzán. En tanto  Superman: Fuegos Distantes apareció gracias a la inspiración de Howard Chaykin y trata de un futuro postapocalíptico, donde supuestamente Superman es el único sobreviviente, hasta que se lleva una gran sorpresa.  Siguiendo la tradición que une a los dos “mejores del mundo”, una vez más un artista del calibre del ya citado John Byrne  (uno de los pocos en tener el gusto de haber dibujado y escrito para la llamada “Trinidad” de DC en cada una de sus revistas: Batman, Superman y Wonder Woman) concibió las miniseries Generaciones, que abarcan varios años de sucesores en la lucha por el bien del Señor Oscuro y el Azuloso.  Mientras tanto Robin no podía dejar de tener al menos su propio Otros Mundos y esto se puede ver en Robin 3000, donde en un futuro distópico el muchacho sobrevive a su mentor y gracias a su ingenio logra mejorar el destino de su gente; en el dibujo contó con el arte estilizado de P. Craig Russel, otro caricaturista de primer nivel.  Dos de mis superheroínas favoritas, Supergirl y Batgirl, poseen una muy recomendable vuelta de tuerca a sus vidas en Elseworld's Finest: Supergil & Batgirl y en el cual la kryptoniana sobrevive a su primo, quien no logra mantenerse vivo tras a su llegada a la Tierra; mientras por otro lado, Bárbara Gordon es la única vigilante de Ciudad Gótica, de modo que los caminos de ambas damas se crucen como era de suponer; el guión fue hecho por una de las mejores mujeres dedicadas a este campo, Barbara Kesel.  La Liga de la Justicia ha tenido algunos de sus momentos más memorables gracias a esta desaparecida colección y ello se puede ver en novelas gráficas como Kingdom Come, de la dupla Mark Waid en el dibujo y el extraordinario Alex Ross con verdaderas obras maestras de la pintura para esta joyita de ambos; en ella en un futuro cercano los viejos superhéroes se han retirado y han dejado a sus sucesores tomar su lugar, en contra de sus propios principios, pues los más jóvenes controlan el mundo con puño de hierro para con los pocos criminales que se atreven a hacer de las suyas; es cuando un ser místico tan poderoso en el UDC como lo es El Espectro, decide enjuiciar a la Humanidad y toma de testigo a un anciano pastor religioso y es cuando los veteranos recién despiertan de su letargo (esta obra ganó un montón de premios y hoy en día es un referente obligado a la hora de saber del cómic en general, entre los títulos que han llegado a otorgarle su lugar entre las bellas artes).  Y no podía faltar otra obra maestra dedicada a la JLA: El Clavo.  Su nombre y trama tienen relación con parte de un clásico poema del siglo XVI, del galés George Herbert, y que reza lo siguiente:

"Por la falta de un clavo fue que la herradura se perdió.
Por la falta de una herradura fue que el caballo se perdió.
Por la falta de un caballo fue que el caballero se perdió.
Por la falta de un caballero fue que la batalla se perdió.
Y así como la batalla, fue que un(a) reino se perdió.
Y todo porque fue un clavo el que faltó".

     De este modo el clavo “culpable” fue el que se soltó del auto de los Kent justo cuando iban en su camino, que debía llevarlos a su legendario encuentro con la nave que traía a Kal-El bebé y de ese modo al no cruzarse sus vidas no hubo Superman.  Décadas después la Liga de la Justicia debe vérselas sin quien debió ser su miembro más importante y apenas logra controlar a Lex Luthor y a sus secuaces, quienes además han puesto a la gente corriente en contra de los metahumanos.   Esta miniserie, que ante su éxito tuvo su secuela, fue escrita y dibujada por otro autor consagrado como lo es Alan Davis.

Preciosa ilustración de Alex Ross para una de las portadas de la minsierie Kingdom Come.

    Larga ha salido la lista de Otros Mundos recomendables y bien pudo ser mucho más extensa, no obstante ya es hora de hablar del filme hecho para la venta en DVD y blu-ray, como para descarga directa, que en realidad inspiró este escrito: Estrenada tan solo este mes de julio recién pasado, viene de la mano de nada menos que de Bruce Timm (cocreador junto a Paul Dini de las mejores series animadas dedicadas a Batman, Superman y la Liga de la Justicia), quien junto a su colega de antaño, Alan Burnett, concibió este regreso a los recordados Elseworlds.  El filme a su vez fue dirigido por uno de los maestros en este tipo de animaciones y con varios títulos a su cargo de la factoría de DC y también de Marvel, Sam Liu.  La banda sonora estuvo a cargo otra vez de Frederick Wiedmann, solvente compositor que ha brillado en varios de las últimas animaciones de DC, como en Linterna Verde: La Serie Animada, Cuidado con Batman y varios de sus filmes (destaca sus bellas melodías para Liga de la Justicia: Trono de Atlantis).  A su vez como Bruce Timm estuvo tan involucrado en este proyecto, los diseños de los personajes responden al sello característico de este, de modo que quien haya visto sus producciones para la TV de DC, logra reencontrarse con sus bellas versiones de los Nuevos Dioses, Amanda Waller, John Irons y otros más.  No obstante otros debido a las alteraciones del guión, como el propio Luthor, Luisa Lane y los tres protagonistas principales, se ven por completo diferentes.
    Su trama cambia radicalmente lo que conocemos sobre buena parte del panteón de DC, partiendo primero por el origen de la mencionada “Trinidad”.  De este modo Superman acá no tiene como padre biológico a Jor-El, sino nada menos que a uno de sus mayores enemigos, pareciéndose bastante a él; a su vez sus padres adoptivos son una pareja de extracción mucho más humilde que los Kent.  La Wonder Woman de esta realidad proviene de nada menos que el Cuarto Mundo, siendo lo más sorprendente que en esta ocasión Batman no resulta ser Bruce Waynne, en cambio sí lo es Kirk Langstrom, quien en la continuidad de DC corresponde a Man-Bat…De modo que este Caballero de la Noche en efecto es un vampiro (a su vez su traje recuerda en algo al de Batman del Futuro).   Un papel fundamental dentro de la trama lo tiene, era de suponer, Lex Luthor, quien al principio pareciera ser el verdadero villano, no obstante en la medida que todo va desarrollándose, uno se encuentra con que este genio del mal posee su propia personalidad que lo hace diferir de su prototipo habitual (incluso hacia el final de todo es posible identificarlo con otro personaje, con el cual comparte acá parte de sus características).  Y siguiendo con la transformación de la continuidad habitual de DC en este Otros Mundos, puede causar verdadero asombro cómo se invierten los papeles entre los habitantes de Nueva Génesis (el bien) y los de Apokolips (el mal), de modo que ver los semblantes dulces de quienes siempre fueron aterradores como Darksaid, Abuelita Buena y Kalibak, entre otros, se transforma en otro elemento para degustar este título.
     Teniendo en cuenta la naturaleza de esta JLA, la cual no posee más miembros, al comienzo del metraje pareciera que sus integrantes son malvados y solo ostentan el poder absoluto, en especial por sus métodos violentos a la hora de aprehender a los criminales; no obstante los tres guardan verdaderos héroes dentro de ellos y es solo gracias a los eventos que se desarrollan aquí y tras implicarlos en una serie de asesinatos que no han cometido, que por fin la Trinidad descubre su verdadera razón de ser.  Teniendo en cuenta todo esto, se trata de un filme animado violento, donde la sangre corre a raudales, hay una que otra escena macabra y asimismo unas cuantas alusiones sexuales por ahí.  De este modo DC sigue la tendencia en sus últimas animaciones para el video casero, de acercarse a un público más bien adulto.
       Para terminar, el nombre de la película, Dioses y Monstruos, se justifica bastante bien si se toma en cuenta la constante dicotomía y juego del engaño que se da entre sus protagonistas: Pues estamos refiriéndonos a metahumanos de poderes increíbles, quienes si quisieran podrían tomar para sí el planeta, ya que sin duda se encuentran por sobre las capacidades del hombre normal.  Por lo tanto son dioses, empero también son monstruos, puesto que la mayoría de los seres humanos los ve con ojos poco halagüeños, debido a la violencia que usan para mantener la paz y que en muchas ocasiones ha causado la muerte de gente inocente; además se mantienen herméticos frente al resto del mundo, con quienes apenas llegan a entablar algún tipo de relación cordial, lo que aumenta las sospechas sobre sus verdaderas intenciones.  A su vez cobran un papel importante en el guión un montón de científicos, que en las historietas de DC son personajes destacados, ya sea como villanos, superhéroes o aliados de estos últimos; por ende su gran inteligencia los convierte según el prisma que se mire, en amigos o enemigos y cuando llega el clímax de todo, por fin se descubre quién es quién es este caleidoscopio de ilusiones.

Batman: La Maldición que cayó sobre Gotham. De la mano del maestro Mike Mignola tenemos a Lovecraft revisitado
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