martes, 30 de mayo de 2017

Entrevista a Nicholas Avedon


     Tras haber leído y disfrutado enormemente la novela 11,4 Sueños Luz del escritor español Nicholas Avedon, obra sobre la cual escribí recientemente un post refiriéndome a ella, tuve el gusto de que su autor me concediera el honor de entrevistarlo.  Bien me habría gustado haber tenido la oportunidad de que esto hubiese sido hecho en persona, para de seguro haber compartido juntos una buena charla y algo rico para servirnos, pero la distancia no lo ha permitido.  Sin embargo gracias a la "magia tecnológica" de Internet pude realizarlo de manera no presencial, aunque no por ello se ha perdido la oportunidad de establecer una especie de diálogo con el artista y quien ha sido de lo más amistoso con un servidor, al responder estas preguntas.  Antes de dar paso al texto mismo, a las palabras de Nicholas, solo quiero agregar que me ha fascinado el hecho de que por medio de ellas he podido encontrarme ya no con el escritor, sino que con una persona sencilla y sensible, que deja en evidencia que un creador no tiene por qué ser necesariamente alguien "raro" y/o con aires de divo.

1- Comparte con nosotros una pequeña autobiografía tuya, que nos permita conocerte de una manera más o menos integral (dentro de lo posible, claro).

Empecé a leer Asimov a los 14 años y ya en aquella época estaba necesitado de una literatura que me atrajera. Han pasado más de veinticinco años y sigo buscándola. Antes de escritor soy un lector de prácticamente todo tipo de géneros y estilos. Aunque todo lo que escribo tiene casi siempre ciencia ficción no me considero un escritor de género. Mi carrera profesional siempre ha estado ligado a la tecnología y desde niño, siempre estaba pegado a un ordenador, es imposible para mi separar el mundo literario y la tecnología. Más que vivir en el presente, vivo en el futuro presente. Eso condiciona todo lo que hago, tanto fuera como dentro de la literatura.

¡Ah bueno!, además tengo familia y dos niños que me roban el sueño, aficiones como la fotografía y también practico deportes bastante atípicos como el kickboxing y la esgrima olímpica. Estudié informática, pero también lo intenté con filosofía y psicología. Solo pude con la primera, supongo que me llevo mejor con las máquinas que con las personas.

2- ¿Cuál es la génesis de tu novela 11,4 Sueños Luz?

“11,4 sueños luz” empieza con “el viaje de Joel” una novela escrita hace casi diez años. Quería hablar de cómo utopía puede degenerar en una disto pía, la misma humanidad capaz de crear es capaz de corromper y destruir. Mi primera intención era narrar una historia que transcurriera dentro de una nave generacional, y más que un thriller era una clásica distopía política. Pero… empecé a escribir y terminé “El viaje de Joel” que es una space opera. Luego quise reescribirla y empezar por el principio y es donde aparece “11,4 sueños luz” que es una distopía ciberpunk con tintes thriller.

Ahora por fin, con “Lágrimas negras en Brin” escribiré esta historia que llevo más de diez años esquivando.

3- ¿Qué hay de ti mismo en el protagonista de tu obra?

Casi todos los personajes tienen un trocito de mí, unos más y otros menos, pero todos tienen algo. Suelo utilizar recuerdos o experiencias propias para recrear emociones en mis personajes. Además también tienen comportamientos que he observado en terceras personas. Ya sabes, los escritores somos grandes voyeurs del alma humana (y de lo que nos dejan). No obstante, ninguno de mis personajes es un alter ego ni tampoco hay autobiografía detrás de ninguna historia. Las historias reales a menudo son demasiado inverosímiles o aburridas para un libro de ficción. No obstante algún día quiero intentar algo en el género autobiográfico, al estilo de Charles Bukowski o Roberto Bolaño, dos de mis autores favoritos.

4- ¿Escribiste a propósito una obra ciberpunk? ¿Cuál es tu relación con este tipo de historias?

No soy el primero que lo dice, pero es cierto: ya vivimos una realidad ciberpunk. Yo clasificaría mi ciencia ficción como “suave y cercana”, huyo del hard y también de la especulación de gran calado. Me gustan las historias humanas, más basadas en personajes que en grandes acontecimientos o épicas narrativas. Eso es lo que comparto con el ciberpunk clásico. Gibson en eso es un maestro, y quizás uno de los mejores escritores líricos de la ciencia ficción, algo que también me atrae muchísimo.

5- ¿Qué autores te han influencia a la hora de escribir tu novela?

Yo diría que Gibson en la ambientación, en la recreación de la atmósfera y el tipo de historia, más intima que externa. Silverberg por la forma de narrar (en primer persona, como “Muero por dentro”) y John Irving por la trama de personajes retorcidos llenos de heridas psicológicas. Debo decir que estoy enamorado de Umbral, quizás por eso a veces me pongo un poco espeso, pero no lo puedo evitar, sigo intentando llegarle a la suela del zapato en su forma de escribir tan poética.

6- ¿Qué imagen tienes de la posición de la ciencia ficción española en la actualidad?

Cuando leo un libro no miro la nacionalidad sino el sabor de su lenguaje, a pesar de la traducción uno puede intuir el autor, pero he de confesar que no sigo nada el panorama nacional actual. Leo más autores no hispanoparlantes que de habla hispana, suelo leer clásicos de los 80 y 90 y 2000, y desgraciadamente los clásicos de la C/F española de esa época reo que los he leído a todos, de los que siguen escribiendo, me gusta especialmente Elia Barceló.

7- ¿Qué ha sido lo más gratificante a la hora de realizar tu obra?

Además de la satisfacción de terminar la historia, lo mejor es sin duda los comentarios de los lectores. Me encanta conversar con ellos e intercambiar puntos de vista sobre lo que han percibido de la historia y de los personajes. Me muero de ganas de terminar “Lágrimas negras” e imaginarme su sorpresa al empezar… y al terminar.

8- Hay una colección de cuentos de tu autoría, cuéntanos acerca de ella.

Se llama “Histerias ficticias” y aunque no tenía mucha fe en ella –al fin y al cabo yo no suelo leer o escribir cuentos o relatos breves– me estoy encontrando reacciones sorprendentes de mis lectores. Lo cierto es que no tiene nada que ver con “11,4 sueños luz”, los relatos más largos son oscuros, y no tienen nada de ciencia ficción, si no más bien del género fantástico al estilo Poe. Es complicado clasificarlos. Tengo un lector que dijo: Sucio. Infecto. Pútrido. Pervertido. Original. Hediondo. Malvado”. Puede sonar extraño, pero es una de las cosas más bonitas que me han dicho como escritor.
Sólo puedo puedo decir que hay variedad, también hay relatos de ciencia ficción más clásicos, pero no es una compilación tradicional de relatos de ciencia ficción, no. Es algo más inclasificable.

9- ¿Qué nos depara a futuro tu labor como escritor?

Cuando termine la saga de Veluss que hará un total de tres libros, tengo pensada una historia de ciencia ficción cercana, un thriller político, ambientado sobre el año 2030. El reto es que la historia sería protagonizada por una mujer y no habrá demasiada ciencia ficción. Mi referente aquí es una historia del tipo de “Sumisión” de Houllebeqc, con mucha política-ficción y personajes atormentados que se buscan a si mismos.

10- Unas palabras finales para quienes leen esta entrevista y pueden ser los más nuevos lectores de tu obra.

Si llegas hasta esta entrevista como lector empedernido de ciencia ficción, puedo aportar una forma diferente de narrarla, más cerca de los personajes y sus emociones y el mundo que los rodea. En mi universo la tecnología no es la dueña de la historia, lo son los personajes, sus virtudes y sus defectos. Si nunca has leído ciencia ficción y menos aún ciberpunk, con “11,4 sueños luz” te sumergirás en un mundo nuevo, pero casi sin darte cuenta, ya que es muy progresivo. Además, no todo es lo que parece, tampoco en la ciencia ficción. A veces la ficción y la realidad pueden parecer muy similares.


Muchísimas gracias Elwin por la oportunidad de darme a conocer a tus lectores con esta entrevista. ¡Un abrazo desde España!
El autor...sorprendido por la buena recepción en general de su libro.

sábado, 27 de mayo de 2017

La mejor serie animada Marvel del momento.

      
       Cuando todavía es reciente el nuevo éxito cinematográfico de los llamados Guardianes de la Galaxia y aquellos que nos hemos encantado con ellos, pedimos a gritos una nueva secuela más (o nos quedamos con las ganas de verla de nuevo, como también tenerla pronto en nuestra colección), nos queda al menos la dicha de que el ahora famoso grupo marvelita, ya posee desde hace rato su propia serie animada.  Pues teniendo en cuenta la fama que han cobrado, así como sus afortunadas intervenciones como invitados en los shows de Ultimate Spider-Man, Hulk y los Agentes de S.M.A.S.H. y Vengadores Unidos, no podía faltar que estrenaran cartoon propio.  Lo último se concretó durante el mes de agosto de 2015, de una manera muy original: a través de una serie de 10 cortos con duración de 2 minutos cada uno, a manera de precuela de la primera temporada que al mes siguiente fue lanzada a la parrilla programática.  En la actualidad va en su segundo año de emisión, siendo sin dudas lo mejor que se ha hecho por parte de los cómics de la Casa de las Ideas, adaptados para la pantalla chica.
       Los cortometrajes ya en su impecable factura dan noción de la calidad de este programa, que desde el primero de ellos, deja claro que sus productores han querido hacer algo distinto (y superior) a lo visto en este tipo de eventos marvelitas.  Son 5 historias dedicadas cada una a los miembros ya conocidos de los Guardianes de la Galaxia, comenzando por supuesto por Star-Lord y pasando luego por Groot, Rocket Rackoon, Drax y Gamora.  Estas pequeñas, aunque potentes piezas dramáticas, se centran en el pasado de los personajes antes de que se cruzaran sus vidas entre sí, permitiendo conocerlos en un nivel más íntimo y que permite sin dudas caracterizarlos mejor en su conducta, ya establecida durante la citada cinta y el mismo programa animado.   Lo expuesto a través de tales cortos, con posterioridad es abordado de manera muy inteligente en los capítulos de su potente primera temporada, en especial en lo que se refiere al pasado de Groot y la propia especie (tan maravillosa) a la que pertenece, como también todo lo concerniente a los experimentos que convirtieron a Rocket en otra criatura singular.
       
     Una vez comenzada la primera temporada, de 26 capítulos, el espectador se encuentra con argumentos realizados de manera autoconclusiva, si bien a lo largo de estos se va desarrollando la búsqueda de Star Lord de sus raíces, hasta que luego llega a encontrarse con su padre y descubre la verdad acerca de su legado.  No obstante esta trama es por completo distinta a la vista en la cinta Guardianes de la Galaxia Volumen 2, que también aborda la complicada relación entre el carismático Peter Quill y su progenitor.  Paralelo a esto, se encuentra la presencia de nada menos que de Thanos, quien es una amenaza constante en la vida de nuestros héroes, así como otro gran villano ligado los mismos Guardianes de la Galaxia, que de manera sorpresiva hace su (re) aparición en la serie a mediados de la temporada.  De igual manera debe destacarse todo lo relativo a Gamora y sus “pecados” de juventud, de modo que a través de ella es posible destacar, más que en el caso de sus compañeros, el tema de la redención; en este sentido, la complicada relación con su hermana Nebula (también desarrollada muy bien en la secuela de la cinta original), toma gran relevancia en esta serie.
        Si bien esta versión de Guardianes de la Galaxia puede ser disfrutada sin problemas por grandes y chicos, un espectador más maduro y con mayor conocimiento del universo marvelita, puede darse cuenta de que en realidad está hecha pensada en los más grandes de la casa.   Lo anterior debido a varias razones, siendo la principal el hecho de que pese a sus buenas dosis de humor, escapa de las típicas situaciones caricaturescas (supuestamente tan del gusto de los más pequeños), que se pueden encontrar en los citados shows en el primer párrafo; es así que aquí no hallaremos a los protagonistas haciendo morisquetas y en cambio cuando se comporten de manera cómica, será porque lo hacen como toda persona adulta puede llegar a hacerlo, ya sea debido a sus propias manías (como con Star-Lord o Rocket) o por lo malos entendidos ( la incapacidad de Drax para entender el lenguaje figurado).  De igual manera, hay por ahí incluso algunos cuantos chistes sexuales (por lo general relacionados con la lívido de Quill).  No obstante son los mismos guiones del programa, los que le otorgan este carácter más adulto a la serie, con tramas muy elaboradas y que se permiten ser mucho más serias de lo visto en esta seguidilla de títulos animados marvelitas.  Por supuesto que hay mucha acción y aventuras, que incluyen toda la pirotecnia a la que nos tienen acostumbrados estas producciones actuales (al nivel de las hechas para el cine).  Otro elemento que cabe destacar con todo esto, corresponde a que tal como en los filmes de esta franquicia, en la banda sonora se incluyen canciones populares setenteras y ochenteras, algo que para aquellos capaces de reconocerlas, sin dudas que se convierte en un gozo más (como no soy muy de esta onda, solo pude reconocer la clásica I Will Survive de Gloria Gaynor).
       Tras haber visto las dos primeras entregas de la saga cinematográfica de este equipo sideral, uno se da cuenta que alguien como Star-Lord no podía complementarse sin Yondu, el mercenario espacial que quiérase o no se convirtió en la figura paterna del primero.  Numerosas son las ocasiones en las que participa de los acontecimientos, desde el primer corto dedicado a Peter Quill y considerando su ambigüedad moral, la que implica su mismo afecto errático por su antiguo discípulo, siendo todo un filón de interesantes (y graciosas) historias los varios reencuentros entre los justicieros y el equipo de patanes liderados por el azul extraterrestre.  No se puede dejar de lado, la llamativa tropa comandado por Yondu, cada uno perteneciente a una distinta especia de lo más variopinta y que acá son abordados como tipos que aún en su “maldad” son torpes e ineficaces, al ir en contra de nuestros Guardianes de la Galaxia (otorgando un montón de risas a los telespectadores con sus meteduras de pata).
¡Yo quiero estas figuritas de sus villanos!
(un lindo regalo para mi cumpleaños que se avecina).
       Entre los que han formado parte de este grupo de defensores del bien, se encuentra otro personaje muy llamativo, Cosmo el perro espacial y quien hizo un cameo en ambas entregas cinematográficas. Se trata de un can terrícola, enviado al espacio por los rusos durante la Guerra Fría y que tal como Rocket fue modificado genéticamente por inteligencias extrañas, otorgándole sapiencia, telepatía y larga vida.  Tal como en las historietas, el animal es el jefe de seguridad del exótico Knowhere, un inmenso mundo artificial flotante que también apareció en la primera cinta de los Guardianes de la Galaxia (creado a partir de la cabeza de un gigantesco Celestial).  Pues en este programa sale bastante e incluso se convierte en el coprotagonista junto a Star-Lord, de un muy emotivo episodio que transcurre en la Tierra.  
       Siendo que los cómics de los Guardianes de la Galaxia transcurren en el espacio y por ello sus historias poseen un carácter cósmico, que hace visitar a sus protagonistas a otros planetas, poco aparece todo lo relacionado con la Tierra y sus famosos superhéroes.  Es así que esta serie sigue dichos parámetros, de modo que nos muestra un sinnúmero de razas y culturas alienígenas, lo que no deja de ser atractivo, si bien ello significa que salvo contadas excepciones (a futuro, claro), los “héroes más poderosos de la Tierra” no tienen cabida aquí.  Ahora bien, de manera muy lógica considerando su propia naturaleza, sí tienen acá un rol muy destacado personajes tales como Thor y otros de su mundo como Asgard, al igual que los Inhumanos, quienes para explicar el encuentro con estos, han abandonado su planeta madre (el mismo que el nuestro, por si no lo sabían).  Todos estos aparecen más de una vez en la serie y sin duda que sus intervenciones están entre los momentos más memorables de la temporada.
         Volviendo al personaje de Thor y todo lo que le concierne a este, cabe destacar el surgimiento de alguien para muchos desconocido y que desde su primera participación es mencionada como la hermana del Dios del Rayo: su hermana Ángela…¿Desde cuándo este tiene una hermana? La verdad es que hace poco, de modo que su origen e introducción en el universo mavelita resulta ser por completo únicos.  En mi propio caso, su nombre y apariencia apenas la vi me llamaron la atención, encontrándola “conocida”. Es así que tras investigar (googlear en Wikipedia), me encontré con la sorpresa de que era la misma pareja romántica de Spawn (superhéroe místico de Image, la más famosa creación de Todd  McFarlane) y que décadas atrás había sido presentada como un ángel femenino cazador de demonios.  Pues debe saberse que esta fémina nació de la imaginación de nada menos que Neil Gaiman, quien la diseñó para su entonces amigo McFarlane, en uno de los primeros números de la serie regular de Spawn y luego le escribió una miniserie. Años después hubo una disputa legal entre ambos artistas, en las que ganó Gaiman y a la que luego vendió a la Casa de las Ideas.  Su papel en la serie animada de los Guardianes de la Galaxia, es su primera vez en un cartoon de su actual hogar comiquero, pero no la primera vez en una versión animada, ya que en los noventa había salido en el excelente show animado de HBO de Spawn.
       Alejándose de lo visto en la primera película, acá no hay romance entre Peter y Gamora.  Asimismo el villano conocido como el Coleccionista participa en calidad de alguien con estas características, muy parecido al cómicamente interpretado por Benicio del Toro en la pantalla grande; sus intervenciones, así como lo que pasa con Thor y los Inhumanos, nos deja claro de que no hay continuidad entre un programa y otros (pues los personajes no se conocían hasta antes de estos capítulos y el mismo Coleccionista no es el tipo redimido del final de la tercera temporada de Ultimate Spider-Man, anterior a este otro show).   El resto de los personajes ya conocidos, empezando por Star-Lord, también se parecen mucho más al de sus contrapartidas en carne y hueso, siendo que además este mismo antes había aparecido demasiado serio y no como el adorable, juguetón y sexy aventurero que hemos llegado a amar, gracias a la labor histriónica de Chris Pratt.
         Y por último, para los espectadores latinos, el doblaje hecho para este lado del continente usa varias de las mismas voces oídas en las películas, lo que queda en evidencia especialmente con Rocket.


Un pequeño aperitivo.

martes, 23 de mayo de 2017

Mis películas favoritas sobre fantasmas (quinta parte): El Ojo.


5.1- Sus directores.

      Los Hermanos Pang, Oxide y Dany Pang, son dos gemelos hongkoneses con larga trayectoria cinematográfica en su país, multipremiados y con varias cintas a cuestas que comprenden los géneros del terror, la acción y el suspenso.  Su carrera en Asia antes de conseguir la atención de Occidente (especialmente Hollywood), ha ido más allá de su patria, filmando incluso para intereses tailandeses.
      En sus filmes ofician no solo tras las cámaras, sino que de igual modo como guionistas, además de productores.  Ambos poseen varios trabajos hechos entre los dos, si bien sus carreras también la han continuado en solitario.
      Para los Estados Unidos han filmado juntos dos cintas, siendo la primera de ellas el filme de horror sobrenatural The Messengers (2007), como representantes de la oleada de directores orientales, que durante esa década fueron tentados por los gringos, gracias a sus talentos para asustar a las audiencias.  Posteriormente realizaron Bankok Dangerous (2008), nada menos que un remake para Hollywood de uno de sus viejos éxitos, de 1999 y con el mismo nombre y que esta vez tuvo nada menos que a Nicolas Cage en el protagónico.
Los Hermanos Pang.
       De estos hermanos solo he tenido el gusto de ver su debut en USA y su trilogía conocida como Ging Gwai en su lengua materna (la que ahora mismo inspira este post), de modo que no es mucho lo que puedo decir sobre estos dos, si bien poseen todo mi respeto hacia su trabajo.  Pues nadie puede negar lo estilizado de su cine, que en el caso de sus trabajos independientes no acusan pobreza, sino que mucho ingenio para aprovechar al máximo todos los medios disponibles, con excelentes actuaciones y, más encima, con sólidos argumentos que mantienen atentos a su público.

5.2- La Película.

     Estrenada en 2002 y conocida por acá como El Ojo (The Eye para los de habla inglesa), se trata de una intensa historia de fantasmas bastante original, aterradora y también muy emotiva, tal como algunos de los otros títulos que se han presentado a lo largo de esta serie de posts. Su argumento gira en torno a una joven ciega, quien de niña perdió la vista y ahora se le presenta la oportunidad de recuperarla, debido a una compleja operación que consiste en el trasplante de córneas.  Luego de esto, la chica debe requerir la ayuda de un especialista, para enfrentarse al proceso de aprender a moverse nuevamente en un mundo de imágenes; sin embargo ni ella, ni su doctor, están preparados para la habilidad (¿bendición o maldición?) que ha conseguido tras su tratamiento: es capaz de ver a los espíritus de los muertos, quienes en ocasiones hasta le conversan y con ellos, más encima, a unas siniestras imágenes a las que nunca les ve la cara, que se encargan de llevarse a las nuevas almas al Más Allá. 
      Hay varios puntos de interés en esta obra, que la hacen destacar por sobre otras películas de esta temática y entre ellas cierta naturaleza ligada al tema de un gran misterio que se debe resolver: quién fue la persona donante de sus nuevos órganos y de la cual de seguro recibió esta capacidad.  Es así que la protagonista, de nacionalidad hongkonesa,  viaja junto a su también joven doctor (no queda bien si la relación entre ambos se basa en la amistad o hay entre los dos un naciente romance) al vecino país de Tailandia, rastreando las raíces de todo lo que le está pasando.  Una vez en este sitio, en una cultura que parece tan cercana y a la vez lejana a la suya (pues además en dicha nación hablan otro idioma, además de poseer otra escritura), se encuentra con el dolor de ser diferente y enfrentarse al miedo de los demás hacia esta cualidad.
        Los flashbacks acerca del pasado de la difunta que heredó sus córneas, se encuentran filmados en un bellísimo blanco y negro, siendo realizados de tal manera que le otorgan un cariz de documental a estas escenas y que pese a la atmósfera sobrenatural, se presentan como un testimonio de la verdadera miseria humana que habita en nuestros corazones.  En este sentido nos encontramos con el tema de la soledad de los condenados a ser parias, los incomprendidos y la de aquellos  que han perdido a un ser querido.
       
      La religiosidad propia de estos pueblos y que corresponde al budismo, tiene un rol bastante destacado en el guión, en cuanto a la manera de cómo son abordados los mismos fantasmas y sus comportamientos (en especial en lo que concierne al deseo que tienen de seguir alimentándose).  Asimismo el concepto del karma (que al menos en esta primera entrega de la trilogía no se menciona directamente y que sin embargo está bastante presente), resulta primordial para llegar a creer en la existencia de estas entidades, ya que corresponden a aquellos que han quedado encadenados a este plano por algo pendiente (lo que incluso tampoco se aleja de la perspectiva occidental y/o cristiana).  La única manera de romper con el mal karma, que al menos acá se aprecia como la misma conocida noción de la repetición, es a través de la aceptación de la fragilidad humana que poseemos; de ese modo solamente las dos videntes que participan de esta historia, pueden conseguir según su propio caso la paz necesaria.

       El potente clímax en el que se resuelve el drama de la protagonista, bastante inesperado, luego de la nueva oportunidad que se le dio a su contraparte, es inolvidable y se encuentra filmado con gran efectividad.  Pues independientemente de la expectación que crea en los receptores, nos deja claro de que en el mundo las maravillas nunca se acaban.  Por esto mismo, tal como llega a darse cuenta nuestra heroína, la belleza de la vida es algo que nunca debemos dejar de tener presente; el amor y en especial así mismo, resulta fundamental para ser felices.
       Ante un concepto tan atractivo como el propuesto por esta cinta, Hollywood no pudo aguantarse las ganas y apenas pudo compró los derechos para realizar su propia adaptación.  Es así que en 2008 se estrenó la versión gringa con Jessica Alba como su principal estrella, quien por aquella época estaba en lo mejor de su carrera.  Filmada de igual manera por dos realizadores, David Moreau y Xavier Palud, es un filme casi calcado al original, bien hecho y efectivo.  Quizás lo más interesante de esta producción, es la manera de cómo abordaron el tema cultural y religioso, haciendo que en esta ocasión el viaje realizado por paciente y doctor, fuese a México (lo que sin dudas sirve para contrastar estos dos pueblos vecinos).


Trailer (no pude encontrarlo en su idioma original, sorry).

domingo, 21 de mayo de 2017

Regreso al Mundo de Watchmen. Quinta parte: Ozymandias.


5.1- El Guionista.

       Len Wein (Estados Unidos, 1948) es hoy en día toda una leyenda viviente en el mundo de los cómics, pues a lo largo de su carrera ha marcado tanto este mundo con sus personajes e historias, que sin dudas se encuentra en el reducido grupo de los artistas de este rubro que bien pueden ser considerados como los grandes constructores de mitos del noveno arte (codeándose con gente como Stan Lee, Jack Kirby, Bob Kane, Joe Shuster, Jerry Siegel, Steve Ditko, Chris Claremont, Alan Moore, Neil Gaiman, Frank Miller, Grant Morrison, George Pérez…).  Pues si bien sus colegas que también intervinieron en este proyecto de Antes de Watchmen poseen un currículo impresionante, solo Wein ha  conseguido crear personajes para las historietas que hoy en día están entre los mayores íconos del noveno arte (y que más encima son reconocidos por la gente que no lee este tipo de historias): la Cosa del Pantano (para DC) y Wolverine (para Marvel); por solo mencionar los más famosos.
       Por otro lado, no se puede dejar de lado el importante detalle de que de todos los que estuvieron en la génesis de esa gran novela gráfica que es Watchmen, solo este y otro más volvieron a encontrarse con sus personajes en estas nuevas aventuras.  Debe saberse que en aquellos años ochenta, el guionista hizo de editor, de modo que volver a contar con él y más encima para tres de los títulos de esta empresa, era sin dudas el guiño perfecto a la obra original que se respetaría en su esperada precuela.
       A la hora de detenerse en la inmensa cantidad de títulos en los que ha trabajado, cabe mencionarse su experiencia en colecciones antológicas de terror, la que lo llevó a la feliz oportunidad de diseñar junto al también consagrado dibujante Berni Wrightson, al avatar del Verde (reino vegetal) conocido como la Cosa del Pantano.  A mediados de 1971 ocurrió este hecho y desde entonces esta criatura de apariencia monstruosa, pero de gran corazón se ha convertido en uno de los estandartes de DC (con dos películas a cuestas, una serie de televisión de imagen real que sobrepasó los 70 episodios, su intervención en el más reciente filme animado de DC- Liga de la Justicia Oscura y hasta un cartoon para la pantalla chica, que lamentablemente solo tuvo 4 capítulos).

      Posteriormente en 1974, ahora para Marvel, junto al dibujante Dave Cockrum diseñó a nada menos que Wolverine, quien apareció primero como uno de los tantos contrincantes de Hulk en la propia revista del monstruo.  Al año siguiente, Logan, quien hasta hace poco había sido un agente del gobierno de Canadá (su patria), se unió a los X-Men en el también clásico Giant Sise Xen, también escrito por Wein. Pues debe saberse que la tendencia actual de poseer un reparto multinacional y/o multicultural, en las series sobre equipos, bien puede haber partido de esta idea del guionista, quien a través de este título tuvo la ocurrencia de integrar a nuevos mutantes a la academia del Profesor X.  Es así que para dicha aventura tuvieron su debut los hoy en día famosos Coloso (de Rusia), Tormenta (de África) y Rondador Nocturno (de Alemania).
      En cuanto a su trabajo relacionado con Hulk, para cuya colección estuvo escribiendo durante un tiempo, no se puede olvidar que realizó el argumento para uno de los episodios de la aclamada serie animada sobre el Gigante Esmeralda de los noventa y apareciendo en este justamente la criatura Wendigo (que recreó el artista sacada de la mitología aborigen norteamericana, para adaptarla a las historietas y siendo su estreno en las viñetas, justo cuando hizo también su aparición Wolverine).
      De entre sus numerosas contribuciones para el mundo comiquero, tampoco se puede olvidar que gracias a él su colega George Pérez comenzó su etapa como guionista (que ya hace rato era un dibujante consagrado), cuando escribió los diálogos de la primera etapa de la Mujer Maravilla actualizada por Pérez en los ochenta, hasta que este último por fin agarró vuelo por sí mismo para encargarse de ello también.

5.2- El Cómic.

     Debo comenzar afirmando que de todo Antes de Watchmen, esta novela gráfica es mi favorita de entre toda la colección, tanto por su guión como por (especialmente) su bellísimo dibujo hecho por Jay Lee y quien una vez más subió a los más altos estándares este tipo de expresión artística.  Por otro lado, otro detalle que me hace sentir mayor predilección por tal obra, viene a ser la manera en la que está caracterizado su protagonista, de una manera que lo humaniza a tal punto (pese a sus nefastas acciones en el cómic original), que resulta hasta comprensible (que no justificable) su supuesto rol del “verdadero villano” de la historia; además, este vigilante no deja de hacerse atractivo a los ojos del lector, porque en toda su parafernalia  (y al menos por la forma de cómo es presentado por Wein y Lee), no deja de ser una interesante representación de los más clásicos superhéroes que podemos recordar.
       
     El argumento está contado siguiendo los mismos parámetros armados por el maestro Alan Moore para Ozymandias en Watchmen, pues conocemos su punto de vista y hasta sus orígenes a través de sus propias memorias, por medio de su propio diario de vida y que un hombre de inteligencia superior como él registra con meticulosidad.  Es así que debido a estos atributos suyos intelectuales, acompañados por las mismas habilidades físicas humanas suyas llevadas al límite, debido a un riguroso entrenamiento (mezcla ideal que bien hace recordarnos a Batman),  el mismo lenguaje que emplea resulta ser si no empalagoso, algo propio de un hombre que se siente superior al resto y que por ello mismo no puede rebajarse a usar coloquialismos:

      “He logrado hitos científicos que pocos han sido capaces de imitar y nadie de reproducir.  Aun así pese a todos mis esfuerzos, la humanidad continúa precipitándose hacia su propia destrucción…Y al parecer he pasado una vida entera aprendiendo, sin pretenderlo, todo lo que me haría falta saber para quizá imponernos nuestra propia salvación”.

      La cita textual anterior demuestra además el autoconvencimiento de Ozymandias de que le corresponde una misión mesiánica, que solo él puede llevar (sin ayuda de sus ex compañeros de grupo).  En este sentido dichas palabras demuestran su particular manera de ver el mundo, que lo lleva a abrazar sin vacilaciones en el llamado maquiavelismo, puesto que tal como propuso el intelectual renacentista: el fin justifica los medios.  De este modo en la obra, el personaje principal no vacila en usar todo lo que esté a su disposición para llevar a cabo su empresa, de la que no duda que está en lo correcto y sin sentimientos de culpas, ni vacilaciones.
       En sus recuerdos, el hombre conocido también como Adrian Alexander Veid, trae a colación su infancia privilegiada como hijo de unos padres de gran cultura y riqueza, que lo amaron y le otorgaron la herencia genética, educativa y monetaria que lo convertiría con el paso de los años en uno de individuos más poderosos del planeta.  Es así que vamos descubriendo a este sujeto extraordinario (pese a su lado más oscuro), quien tal como queda de manifiesto en las viñetas, en verdad abraza la carrera de superhéroe por motivos que necesariamente no son egoístas, si bien no se acerca a la personalidad más heroica de alguien como Búho Nocturno.  Además, tal como vemos al paladín en la versión de esta historieta, pese a lo que ya se sabe de él por parte de quienes leímos la novela gráfica que inspiró todo esto, no es alguien que ame la violencia y  ello mismo queda demostrado en más de una ocasión, que tampoco mata a los criminales a los que se enfrenta (y oportunidades para hacer lo contrario no le faltan).
       De igual manera, destacable en su biografía es el tema de la soledad de los poderosos, ya que salvo su mascota y su primer mano derecha (una bella mujer, por cierto), Ozymandias debido a sus propios rasgos egocéntricos queda representado como alguien que en realidad, salvo en una ocasión, nunca llega a tener un par.
      En la novela gráfica ochentera queda de manifiesto la homosexualidad encubierta de Adrian, algo que salvo en una sola imagen de esta obra más reciente, es obviado.  Incluso queda expuesto un romance fracasado con una fémina, acontecimiento en la vida del protagonista que le otorga mayor sensibilidad, pese a su personalidad racionalista. 
      También destacable es su obsesión con el Doctor Manhattan, la que en el cómic original desencadenó los hechos que luego dieron por concluidos en su formidable clímax.  Es así que el guión de Len Wein nos deja más claro que nunca, al contraponer al uno con el otro, la razón de todo lo que sucederá más adelante (y que ya se contó por parte de Alan Moore), entre estos dos y el resto del dramatis personae. La relación que existe entre Ozymandias y el superhombre con poderes divinos, se completa luego con las propias miniseries dedicadas al Doctor Manhattan y a nada menos que Moloch (el único villano que aparece una y otra vez a lo largo de estas historietas).
      Un detalle que se puede agradecer en medio de la sublimidad que destilan las páginas de esta obra, presentada en 6 números (una de las tres más extensas de todo el proyecto), viene a ser la pequeña, pero graciosa cuota de humor que le otorga el escritor.  Es así que este elemento de carácter reiterativo en la trama, puesto que tiene que ver con la idea irónica de un hombre tan perfecto como Ozymandias, se vea tan “ridículo” con su traje, que por ello más de alguien se burle de este tratándolo de “niño bonito”.
       Volviendo a la preciosa labor de Jae Lee para acompañar los textos del veterano Wein, la manera de cómo este refleja a los personajes, sus emociones, las acciones y los paisajes, hacen de la experiencia de leer este cómic una verdadera delicia para los sentidos.  Debe saberse además, que Jay Lee no acostumbra a enfocar las imágenes de la manera más tradicional, buscando ángulos que le otorgan a las viñetas un aspecto surrealista.  A su vez, en el caso concreto de esta novela gráfica, puede llamar la atención la manera de cómo el dibujante elige representar al Comediante, exagerando sus masculinidad que la pone al mismo nivel de sus aspectos más toscos, de modo que aquí aparece como un hombre poco agraciado (el monstruo que en cierta medida es) y no el hombre de belleza masculina y sexy de otras encarnaciones suyas, lo que contrasta con la belleza casi andrógina de Ozymandias.   

martes, 16 de mayo de 2017

El viaje interior previo al viaje exterior.


      11,4 Sueños Luz es el nombre de la primera novela publicada del escritor español Nicholas Avedon, una obra de ciencia ficción que se nutre de algunos de los grandes temas del género: como las antiutopías, el ciberpunk (en realidad un subgénero dentro de este tipo de historias), la realidad virtual y las llamadas “naves generacionales”, entre otros.  Esta mezcla de tópicos permite el desarrollo de una obra interesante, bien escrita y que por supuesto también revela las mismas dotes creativas de su autor, por sobre los textos que muy bien lo pudieron inspirar a la hora de ensamblar su historia.
      Narrada en primera persona, de modo que no llegamos a saber nada más que lo que se revela al conocimiento de su mismo protagonista, está ambientada en un futuro más o menos cercano (o lejano según se le mire): El siglo XXIV.  La mayor parte del argumento transcurre en la Tierra, nada menos que en la populosa ciudad de París (de ahí, tal vez, el juego de palabras por parte de Avedon, con el nombre dado a esta urbe, Ciudad Luz, y la idea de los sueños de una vida mejor para sus personajes, como con respecto a la posibilidad de los viajes espaciales a años luz de distancia).  Su narrador y protagonista es Ariel, un hombre de unos cuarenta años, que trabaja como artista en lo que se llama “sueños vividos”, de los cuales es un afamado director.  Este a lo largo de sus poco más de 300 páginas, inicia un periplo en el que el encuentro de lo fortuito, lo lleva a ver la vida con otros ojos; asimismo su pasado lleno de recovecos, le trae uno que otros problemas, pero que además le permite proyectarse a optar por una mejor vida, de la que en algún momento tuvo.
      Ariel a través de sus propias palabras y acciones se presenta como un sujeto sensible, para nada un santo, que como todo reflejo de nuestra propia humanidad posee tanto virtudes como defectos (con respecto a esto último, tiene unos cuantos “pecados” que pesan sobre él); no obstante son sus propias flaquezas las que como a la gente “real”,  lo dignifican, por cuanto lo llevan a querer ser mejor persona de lo que es.  Es así que el conocimiento del amor, tal vez por primera vez en su agitada vida, le da la posibilidad de la redención que necesitaba para ser en verdad feliz y no quedarse con las migajas de dicha a la que estaba acostumbrado.  Justamente la naturaleza de visionario de Ariel como artista, permite una vez más en una obra literaria, al mostrarnos a un personaje que al poseer estas características, exponer la idea de que solo si llegamos a apreciar la belleza de lo que nos rodea (de la vida cotidiana misma), podemos trascender nuestras propias miserias.
       La llegada de alguien casi angelical como lo es Joanne a la circunstancia de Ariel, introduce en la trama el llamado proyecto Veluss, que ya va como en su cuarta misión y consistente en llevar cientos o miles de individuos cuidadosamente seleccionados a las estrellas, para terraformar un planeta distante.  Todo esto les permite a los elegidos y afortunados buscar nuevos horizontes, como también dejar detrás un mundo que ya parece acabado con las injusticias sociales y el estancamiento cultural.  Es así que la pareja participa en las complicadas pruebas individuales y grupales, para decidir quiénes son más aptos para emprender la odisea, exámenes que pueden durar horas y días.  Los momentos en los que se describen estas cesiones, corresponden en  ocasiones a algunos de los mejores pasajes de la novela:

      “Durante muchos minutos mareé mis pensamientos cocinando una tortilla de posibilidades, hasta que un chorro de voz, desde algún sitio, nos ordenó que entráramos en la habitación. Fuimos obedientes y entramos a una sala aséptica, dominada por una mesa ovalada, muy grande, de madera. Había cuatro sitios vacíos a cada lado y nos sentamos en la silla que nos habían asignado, marcada con un papel y nuestro nombre. Esos minutos no sirvieron para  que nos presentáramos. Se respiraba un aire competitivo. Al principio intenté ser simpático y sonreí cuando sorprendía a alguien mirándome, pero dejé de hacerlo cuando los demás no devolvían mi sonrisa. En varias ocasiones pensé en salir de allí. ¿Qué pintaba yo ahí, si sabía que no tenía intención de embarcar en la nave? ¿Me estaba retando a mí mismo, para ver cuán lejos podía llegar?, ¿lo hacía para ayudar a Joanne? Yo no era uno de ellos, no me parecía en nada. El tipo de mi izquierda se llamaba Prico, era el superhombre perfecto: frío, guapo, fuerte, inteligente. Justo a mi derecha estaba Sörgen, un nórdico enorme y rubio, con un rostro pétreo y tallado. Tener que competir con ellos me daba pereza, ¿para qué?”

       En el intertanto a la concretación de sus anhelos, aparecen, por supuesto, otros personajes y entre los que destacan sus amigos Carlos y la misteriosa Andelain.  El primero de ellos pese a lo maravilloso que parecer ser como persona (en especial hacia el final de esta obra, cuando se revela su verdadera identidad), no está tan delineado como la mujer a la que ama, pese a que en persona no la conoce (pues sus encuentros solo suceden en el mundo virtual conocido como Brin, propio de la fantasía épica más rancia al estilo de El Señor de los Anillos).  En cambio la mujer resulta ser en muchos aspectos un verdadero cofre de sorpresas.  Por otro lado, los momentos transcurridos en Brin, de igual manera están contados con amor hacia esta otra variante de la narrativa, de modo que la belleza de sus paisajes bien contrasta con frialdad del mundo real en el que viven los protagonistas. 
      A la lucha por lograr quedar entre los afortunados, que podrán partir en la inmensa nave hacia un nuevo mañana, se agrega una sublínea argumental de carácter policial, que le agrega intriga al libro, dejando claro además la atmósfera malsana en la que se mueven los personajes (y donde claramente se ha perdido el aprecio por la dignidad humana, en el mayor de los casos). 
      Tal como se afirma en el primer párrafo, este título se nutre del popular subgénero conocido como ciberpunk.  Por lo tanto estamos frente a un escenario en el cual las tecnologías computacionales se han desarrollado a tal nivel, que máquinas y hombres conviven a tal nivel, que los usuarios llevan en sus cuerpos aparatos para acceder mejor al uso de estos aparatos y todo tipo de programas computacionales, que les permiten además acceder a Internet desde sus conexiones híbridas (incluyendo a la realidad virtual).  De igual manera como en muchas de estas ficciones, nos encontramos con una sociedad en la cual la división entre ricos y pobres, está llevada a los mayores extremos; de tal modo que aquellos que pueden gozar de las comodidades de un pasar liviano, cuentan con todo tipo de lujos (la minoría), mientras que los demás o bien poseen uno que otro beneficio, en medio de un ambiente insano (claro) o en el peor de los casos apenas sobreviven en la más absoluta miseria.

    “Nos estrechamos las manos y salí de la comisaría. Fuera lo que fuera que estuviera ocurriendo no debía ser nada bueno. Era la primera vez que un alfa y dos oficiales de policía me interrogaban desde que estaba en París. Salí pensativo, sin darme cuenta de lo que estaba haciendo. La comisaría no estaba muy lejos del centro, apenas a una docena de kilómetros, pero el barrio no era bueno, ni siquiera para mí. A pesar de que había dejado el coche aparcado en un parking vigilado, un guardia armado con un rifle de asalto, me indicó que no me saliera del camino protegido por la alambrada electrificada y el muro de vitroacero. Era un túnel transparente, lleno de arañazos y manchas amarillentas que atravesaba una zona deshabitada hasta el depósito de coches. Debajo, protegido por el muro, podía observar a los cientos de pobres desgraciados que se arrastraban entre cartones, basura y cuerpos semidesnudos en trance. La luz artificial de las autopistas que tenían encima, solo servían para ver como la ceniza, el polvo y la suciedad caía casi de forma imperceptible, pero imparable.  Solo la lluvia artificial impedía que aquellos miserables se ahogaran enterrados con ella. Uno de ellos saltó hacia mí, y rebotó contra la gruesa pared. Su mirada animal no me asustó. Ya la había visto antes. Daba igual el lugar, la locura siempre se parece. Golpeó la pared con las manos desnudas, hasta dejar rastros de sangre roja en la pared. Aulló, rio y lloró. Lo dejé atrás evitando pensar en lo que significaba que la policía me interrogara. Los centímetros de vitroacero que me separaban de aquel desgraciado eran mucho más seguros que mi posición en aquel país. De la noche a la mañana podía ser yo el que golpeara el vitroacero, rabioso por haberlo perdido todo.”

     En la novela abundan los encuentros sexuales, siempre heterosexuales o más bien respondiendo a las fantasías masculinas con el tema del lesbianismo, de modo que este erotismo softporno puede llegar a cansar al lector y que le parecería que hay un abuso de tantos pasajes de este estilo (como sucede con quien escribe).  Quizás una mayor dosificación de esto o que al menos esté mejor justificada para la historia, sea correcto tener en cuenta, en caso de futuras entregas de las aventuras de Ariel y compañía.
      Por cierto, en determinado momento el curso normal de la narración en primera persona, por parte de Ariel se detiene, para dar paso a la vieja tradición del relato enmarcado, de la cual Nicholas como español nos recuerda la rica herencia literaria de la cual obras como El Libro del Buen Amor, Los Milagros de Nuestra Señora, El Conde Lucanor y el Quijote de la Mancha (entre otras) al parecer también se nutre este artista.  Pues la pequeña historia que aquí se inserta y contada por otro personaje, en realidad resulta ser uno de los puntos más brillantes de todo esto (tal vez por el cambio del punto de vista y en cual el hecho de que sea una mujer quien ahora nos relata todo, denote la versatilidad del autor para pasar de una modalidad a otra).
      En suma, 11, 4 Sueños Luz es una opera prima que se lee con rapidez, que consigue el interés de su público y que evidencia el manejo de su creador en el género literario que tanto amamos los que leemos estas líneas.  Por otro lado, es una obra acerca de la búsqueda de la felicidad, lo difícil que resulta concretar todo esto, pero que a la larga en el proceso nos lleva a la realización personal y a la comunión con los espíritus afines que se cruzan en nuestro camino.

Nicholas Avedon.

sábado, 13 de mayo de 2017

Ultimate Spider-Man en la pantalla chica.



     El superhéroe más popular del universo marvelita no puede faltar en la TV, con nuevos shows animados cada cierto tiempo, a través de los cuales sus productores actualizan sus aventuras y de paso consiguen motivar a las nuevas generaciones con tan singular paladín. Es así que sin dudas de todos los personajes marvelitas, es lejos el que posee a la fecha más cartoons, carrera que comenzó con el ya mítico programa del 67 y que duró hasta el año 70 (con su famoso tema cantado en los créditos de apertura, hoy conocido por todo el mundo).  A este mismo le siguieron nada menos que 6 otras series, antes de estrenar la última realizada hasta la fecha, Ultimate Spider-Man y que con sus 4 temporadas superó en cantidad de episodios a la que más duración había tenido hasta antes de ella: Spider-Man, la Serie Animada (con 65 episodios a su haber).
       Sin llegar a los niveles de calidad dramática de la que es considerada por muchos fanáticos y la crítica como la mejor adaptación para la televisión del personaje, correspondiente al recién mencionado título de los noventa, esta versión más reciente posee sus buenas virtudes y un montón de seguidores.  Es así que debido a su éxito, muchos lamentamos que la hayan cancelado para dar paso a un nuevo programa de este estilo y que se supone vaya más acorde con el próximo filme de imagen real a estrenar en los próximos meses: Spider-Man: Regreso a Casa.   Debe saberse que el impacto mediático de este hace poco finalizado show, ha sido tal, que originó otras series dentro del mismo universo ficcional y en las que se incluyen Vengadores Unidos y Hulk y los Agentes de S.M.A.S.H. Por otro lado, la creación de merchandasing relacionado, en especial ropa para niños con el logotipo del programa, ha sido lejos el mayor conseguido por alguno de los diferentes títulos del Arácnido.
        Debe saberse que se encuentra basada ligeramente en los cómics que iniciaron el llamado Universo Ultimate de Marvel, en el año 2000, creado por el guionista top de la editorial Brian Michael Bendis (el mismo de Alias e Invasión Secreta).  Esta iniciativa tuvo como intención renovar para las nuevas generaciones a los personajes más emblemáticos de la Casa de las Ideas, lo que por supuesto consiguió con creces.  El “experimento” partió con el Cabeza de Red y debido a su afortunado destino se extendió a buena parte de sus colecciones más clásicas, desarrollándose sus argumentos en un universo paralelo, que permitiera dejar de lado la continuidad de años de sus historias y que a los potenciales lectores más jóvenes podía alejar de comprarlas.
        Para hacer más atractiva esta otra incursión de nuestro Amistoso Vecino y asegurarse de cierto nivel artístico por sobre la espectacularidad técnica, se trajo por primera vez a Marvel a un artista consagrado en los cartoons de superhéroes: Paul Dini (imposible olvidar lo que hizo para DC con Batman: La Serie Animada en los noventa del siglo pasado y el resto de los programas que le siguieron con posterioridad).  El escritor se encargó de escribir el episodio piloto emitido en dos partes, con el cual sentó las bases de esta reinterpretación del adolescente justiciero; de igual manera hizo el guión de varios episodios más, al menos en las dos primeras temporadas, por lo general en los de carácter más cómico.

        Estrenada en abril de 2012 y finalizada en enero de este año, Ultimate Spider-Man se diferencia inmediatamente de sus predecesoras porque, primero, no se detuvo en volver a mostrar el archiconocido origen de los poderes de Peter Parker y de cómo fue que decidió dedicarse a su carrera defendiendo el bien; segundo, todos sus capítulos están hechos en base a team-ups, o sea, tratan acerca de misiones de su protagonista junto a otros superhéroes y nunca en solitario, de modo que a lo largo de su permanencia en pantalla aparecieron un montón de estos, entre ellos algunos que nunca antes habían salido en una serie animada marvelita hasta entonces (como Zumbador o el Caballero Luna).  Esta última tendencia en los guiones, tal como sucedió en su momento con la también recordada  Batman el Valiente, sin dudas que permitió dejar más claro que nunca en la retina de grandes y chicos la preeminencia del mismo Spider-Man, dentro de su respectivo panteón (ya sea al codearse con superhéroes más maduros y experimentados que él mismo, demostrando lo valioso de su persona pese a su misma inmadurez, como al convertirse en la fuente de inspiración de otros justicieros jóvenes y más novatos que él mismo).
       La premisa en general del programa es la siguiente: debido a su enorme potencial, pero también falta de disciplina para enfrentar a los villanos (lo que causa en ocasiones más destrozos públicos, de lo que se espera durante sus enfrentamientos), nada menos que Nick Fury lo recluta para trabajar con él en la agencia internacional de seguridad conocida como S.H.I.E.L.D.  La idea es la de educarlo en el uso de sus habilidades y qué otra cosa mejor para sacar lo mejor de su persona, que darle mayores responsabilidades.  Es así que el superespía (en su versión Ultimate, o sea calvo y afroamericano, tal cual el interpretado por ese maestro de la actuación que es Samuel L. Jackson, en los filmes del Universo Cinemático Marvel), le da la tarea de liderar a un pequeño grupo de superhéroes juveniles como él: Luke Cage, también conocido como Power Man, un muchacho con fuerza incrementada y cuerpo invulnerable producto de un experimento; Puño de Hierro, artista de las artes marciales místicas; Nova, quien posee poderes cósmicos; y White Tiger, la única mujer del grupo, con poderes animales concedidos por su tótem mágico.  Cada uno de estos nuevos compañeros, con los cuales llega a entablar una entrañable amistad, como es de suponer en este tipo de equipos, posee su propia personalidad que más que roce entre ellos, crea varias situaciones muy hilarantes y divertidas a lo largo de su desarrollo.

Spider-Man y su equipo original de S.H.I.E.L.D.: Luke Cage, White Tiger, Puño de Hierro y Nova.
        
      Para ayudar más a estos chicos a desarrollar sus capacidades (como también para vigilarlos), se les destina nada menos que al agente Coulson (el mismo popular personaje creado para las primeras cintas de imagen real del citado UCM y que luego se convirtió en el protagonista de la serie Agentes de S.H.I.E.L.D.) para apoyarlos en el papel de director del colegio donde todos estos estudian.   Coulson le otorga a los capítulos algunos de sus momentos más graciosos. Lamentablemente este fue discontinuado a partir de la tercera temporada.
         Tampoco se puede olvidar la presencia de nada menos que Stan Lee dentro de los personajes de apoyo, quien aquí hace del conserje del colegio de Midtown.  Pues su papel es lejos mucho mayor, que los esperados cameos que realiza en los filmes para el cine, ya que tiene mayores diálogos y participación.  Con posterioridad al final de la segunda temporada, es revelada la verdadera razón de por qué está en el mismo colegio donde van nuestros superhéroes.  Luego, en la cuarta temporada es “ascendido” en su cargo.  En el audio original la voz de este la pone el mismo Stan Lee, todo un lujo para el programa. 
        En la segunda temporada el grupo liderado por Spider-Man, se va nada menos que a vivir junto a este a su casa con tía May, lo que da para nuevas instancias de mucha comedia.  Por cierto, esta May no es para nada la viejita demasiado mayor a la que nos tienen acostumbrados, si no que es representada como una hermosa mujer (incluso sexy), de unos cuarenta años y muy activa.  Al ser un importante personaje de apoyo dentro de la mitología del Trepamuros, participa bastante dentro de los eventos de esta serie (quizás más que en cualquier otra dedicada al superhéroe).
         Otro personaje clásico de los cómics de nuestro justiciero, que posee bastante relevancia dentro de los guiones, viene a ser el bravucón, deportista, guapo y de pocas luces Flash Thompson, quien sin duda debe ser uno de los compañeros de aventuras del protagonista, que más han evolucionado a lo largo de este más de medio siglo de existencia (pues Thompson debutó en la misma primera historia que dio a conocer a Spider-Man).  Es así que a lo largo de estas cuatro temporadas, pasa por varias etapas, llegando incluso a convertirse en nada menos que el Agente Venom (otro que tiene su debut en la pantalla chica gracias a esta versión Ultimate).  Además termina convirtiéndose en uno de los mejores amigos de Peter Parker.  Respecto a la relación entre ambos, en un principio se ve cómo Flash hace bullying a su compañero de colegio y sin embargo admira al Trepamuros, a quien considera su ídolo, sin saber la verdadera identidad del enmascarado  (tal como ocurría en las historietas, en todo caso).
         Este Spider-Man no trabaja de fotógrafo para el Daily Buggle, sin embargo sí aparece de una manera muy especial su irascible dueño y editor J. J. Jameson: a través de inmensos paneles electrónicos dispuestos en los edificios de  Nueva York, desde los que este hombre cada cierto tiempo habla mal contra Spidey.  La voz en su versión en inglés original corre por parte de J. K. Simmons, quien hiciera tan bien de este mismo personaje en la recordada trilogía de Sam Raimi, con Tobey Maguire como Peter Parker/Spider-Man.
         Tampoco podía faltar el mayor amigo del protagonista: Harry Osborn.  Si aparece este mismo, no podía faltar su padre, Norman Osborn, el primer y más mortal Duende Verde.  El programa aborda la conflictiva amistad entre los dos jóvenes, pero en especial detalla muy bien el forzado parentesco entre padre e hijo.  Llama la atención, además, la manera de que a diferencia del cómic clásico, este Ultimate Harry Osborn no toma la identidad del Duende Verde II, sino que su faceta de criminal lo hace a través de otro icónico villano de las historietas; es así que a través de ello, Harry devenido en malhechor, las implicancias de su padre en su afán de destruir a su mayor rival, tampoco son obviadas en este título más ligero.  Si bien el patriarca  continua influenciando negativamente a su vástago, luego una trama mucho menos melodramática que la de las revistas, permite que ambos Osborn consigan su propia redención y puedan vivir en paz como familia.  
         La tercera temporada se constituye en un punto culminante dentro de esta serie, pues se dejan de lado las historias que tienen relación con el colegio.  Es así que a partir de este momento, se crea una especie de academia para superhéroes adolescentes en el Tricarrier de S.H.I.E.L.D. (la inmensa fortaleza o nave flotante de esta agencia) y que tiene como líder a ya saben quién.  Gracias a este arco argumental, llegamos a tener el gusto de ver por primera vez a otros personajes destacados del universo Marvel, como nada menos que a la singular Chica Ardilla (inverosímil superheroína, de una de las colecciones cómicas más hilarantes de los últimos años de Marvel y con su propia revista) y, más encima, a varias variantes del mismísimo Spider-Man, como Iron Spider (acá manejado por Amadeus Cho, si bien en un principio esta armadura hecha por Tony Stark fue regalada a Parker, tal como se vio en la primera temporada), Araña Escarlata y varios otros Spider-Man de universos alternativos: Medieval Spider-Man, Spider-Man 2099, Spider Pig (sí, la versión tierna y cómica en forma de cerdito), Miles Morales (el segundo Spider-Man Ultimate de los cómics, afroamericano y que sucedió a Peter Parker cuando este fue asesinado por los 6 Siniestros de ese universo) y Spider-Man Noir.   Debido a todo esto, la tercera temporada recibe el nombre genérico de Webs Warriors (traducido en castellano como Red de Guerreros).
      La cuarta temporada recibe el subtítulo de Versus Los 6 Siniestros, en atención al clásico equipo conformado por 6 de los más antiguos villanos de Spider-Man.   Pues el gran enemigo de Spidey, que aquí no es el Duende Verde, sino que nada menos que el igualmente archiconocido Doctor Octopus, decide buscar a los secuaces ideales que le ayuden a derrotar de una vez por todas  su némesis.  Si la apariencia de Doc Ock en la serie resulta acá por completo distinta y novedosa a la que nos tienen acostumbrados, siendo además lejos uno de los personajes mejor desarrollados en ella, al principio de esta temporada su imagen de freak total cambia por completo, hasta transformarse en un sujeto aún más repulsivo; por último, vuelve a transformarse para volverse un sujeto más parecido al de su estereotipo de las revistas (aunque en una versión “mejorada”) y luego durante un breve tiempo, muta a una especie de Cthulhu de los mitos lovecrafnianos.   Pese al aire ligero del programa que se decanta bastante por la comedia de enredos, si bien aprovechando al máximo la vastedad de la galería de personajes de Marvel, hacia el final de la serie que se da en esta misma temporada, sucede un impactante hecho entre Doc Ock y Spider-Man, que sube los niveles de dramatismo a un punto impactante; a partir de este acontecimiento, el emotivo final va en progreso, hasta el memorable cierre de esta etapa del superhéroe en la televisión.
      Varios otros villanos tienen en la serie apariencias muy llamativas, tales como Mesmero, Rhino, el Buitre, por supuesto el Duende Verde (en dos versiones, una de ellas de otro universo), el Supervisor, Armin Zola y muchos más.  En este sentido, los diseños realizados para los personajes en general, entre malvados y buenos resultan ser muy esmerados. 
       Quizás la marca más propia de Ultimate Spider-Man, sean los monólogos de su protagonista con el público, en lo que se llama “romper la cuarta pared”.  De tal modo, desde el primer episodio, Spidey se detiene para explicarnos varias cosas y todo de una manera tanto caricaturesca, como ingeniosa.  A este carácter que bien podría hasta llamarse surrealista, se agregan dos versiones SD (super deformed en inglés) de Spidey, que hacen de su conciencia a manera del angelito y diablito de los cartoons de antaño y que dialogan con él para convencerlo según sus propias naturalezas “buena” y “mala”; lo más cómico respecto a estos dos, viene a ser cuando ambas personalidades suyas pelean entre sí.
        Lo único que no les perdono a los productores de este show, del cual con tristeza vi su último episodio, es que debido a su “influencia” los demás títulos que comprenden este universo compartido (ya mencionados en el segundo párrafo), no posean créditos de apertura.  Pues si hacemos memoria, los anteriores programas sobre Spider-Man, en su mayoría tenían temas musicales bastante destacables.


Un genial video a manera de aperitivo de esta recomendable serie.
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