martes, 15 de abril de 2025

Una sorpresita del pasado

1. Para comenzar
 
    Hace muchos años ya, casi tres décadas de mi vida, cuando estaba estudiando en la universidad Pedagogía en Castellano y Licenciatura en Educación (con mención en Castellano), me compré con mi mesada la antología Los Mitos de Cthulhu.  El responsable de este volumen era Rafael Llopis, un estudioso del tema que realizó, quizás, la primera selección cuidada en español de la narrativa de Lovecraft, en torno a su hoy en día famosa mitología ficticia homónima.  Editado por la seria y prestigiosa Alianza Editorial, el volumen incluía un maravilloso estudio al respecto de Llopis; el cual leí en mi adolescencia, alucinándome, aunque estaba algo resumido (todo gracias a una selección de textos misceláneos, que la incluía y que cuyo contenido integré en un trabajo de mi último año escolar, transcribiéndolo todo en mi máquina de escribir electrónica de entonces).  El volumen divide los textos en tres tipos: Los precursores y/o inspiradores de Lovecraft, los ya propiamente relatos de los Mitos, que incluían a Lovecraft (por supuesto) y a sus pares coetáneos y, por último, narraciones de autores posteriores al llamado Círculo Lovecrafniano y/o que fueron escritos con posterioridad al fallecimiento del llamado Profeta de Providence...
    ¿Y por qué les cuento todo eso? Bueno, porque entonces tenía solo 18 años, cuando disfruté ese libro como pocos en mi juventud (bueno, aparte de Las Crónicas de Narnia y los libros de Stephen King).  Y entre sus cuentos, justamente uno de los pocos que recuerdo de sus páginas, se encuentra el célebre relato Los Perros de Tíndalos de Frank Belnap Long.  En pocas palabras; es la historia de un hombre que osa traspasar los límites del conocimiento, rompiendo las barreras entre nuestro mundo y un universo de maldad; lo que provoca que las criaturas que le dan el nombre al texto lleguen a este plano de existencia y lo acosen.  Quedé tan sorprendido con esta joyita, que poco tiempo después, solo un par de meses, junto a mi amigo Jorge Lorca hicimos un trabajo para Teoría de la Filosofía y tomando de base dicha obra; nos sacamos una excelente nota, pero ninguno de los dos conservamos nuestro escrito. Unos años después, otro amigo, Marcelo Muñoz y al cual lamentablemente le perdí el rastro, me regaló un librito mexicano de historias de espanto para niños y en él venía una versión suavizada de dicha pieza (incluso estaba ilustrada).  Nunca más volví a leer ese cuento, no obstante, siempre lo recordé con cariño (a grandes rasgos, claro, que mi memoria es pésima para los detalles).
    En cuanto a Frank Belknap Long, solo me lo habré encontrado en un par de antologías, que en español no ha sido muy considerado, menos en lo que se refiere a sus novelas.  Solo una vez he tenido en mis manos un libro por completo suyo: El Día del Robot.  Fue allá por el tercer año en la universidad, cuando ya me había cambiado de carrera, de Filosofía a Castellano; aquella vez mi amigo Miguel Acevedo, se había instalado con un puestito al lado de la biblioteca de la UMCE (donde ambos nos conocimos y estudiábamos) a vender algunas cosillas y entre ellas se encontraba dicho tomo.  No dudé en adquirirlo, a un muy buen precio, y lo guardé en mi biblioteca (cambiándolo de lugar varias veces a lo largo de los años, entre distintos arreglos de mi colección), diciéndome en más de una ocasión "ya lo leeré".  Solo ahora, a pocos meses de cumplir el medio siglo de vida, me dispuse a hacerlo por fin... ¡Y vaya que lo disfruté!
    Más o menos desde 2019, que me he impuesto autoretos de lectura (aunque, mucho antes, lo hago con mis cómics) y esta vez para el primer semestre del año en curso me propuse dedicarme a todas mis novelitas de la Editorial Novaro ¿Por qué se me ocurrió esto? Pues resulta que por décadas, durante el siglo XX (en el que viví mi infancia y primeros años de juventud) la Editorial Novaro fue un verdadero gigante de la industria, dedicada a la edición de revistas, cómics, libros y otros relacionados.  Su "imperio" se extendió por casi toda Latinoamérica hispanoparlante y a Chilito llegaban sus diversas historietas, que no eran en muy buen papel en todo caso, tanto de Marvel como DC y, a menos que me equivoque, muchas mexicanísimas (con personajes suyos famosos como El Santo).  Yo veía de pequeño sus portadas y alucinaba, creo solo tuve de chico sus revistas para público infantil como Walt Disney.
    Ille tempore estaba la costumbre de ir a ciertos locales para, pagando una pequeña diferencia en dinero, intercambiar números de publicaciones varias (creo que solo de títulos ya usados); en una casa contigua a la mía, había un billar y allí mismo se realizaba la práctica recién mencionada.  Muchos años después, yo ya adulto en el presente siglo, un amigo me contó que de chico iba al lado de mi casa a realizar tales trueques.
    ¿Y por qué les cuento todo esto? Pues resulta que entre todo lo que sacó en su momento Novaro; en sus décadas de existencia, se encontraba una serie de librito en formato de bolsillo y vaya que eran de este formato, pues se trataba de novelas más o menos breves, incluso novellettes, que bien podían llevarse cargadas en el pantalón, chaqueta o similar; además, de ser de poco peso, así como con hojas y tapas delgadas.  Más encima, el listado, que al menos yo manejo y/o me interesa, corresponde a obras de ciencia ficción.  Les estoy hablando de varios títulos de autores destacados, de la primera mitad del siglo XX, muchos de la llamada Edad de Oro de la Ciencia Ficción y de la época pulp del género (cuando aparecían sus textos en revistas sobre estos temas, de forma serializada, en papel de baja calidad y portadas de colores chillones), entre los que se encuentran gente de la talla de Edgar Rice Burroughs (el mismo creador de Tarzán), Jack Williamson, E.E. "Doc" Smith y Frederick Phol.  Justamente pude comprar libros de todos ellos, muy baratos y la mayoría cuando se suponía no quedaban ya a mano dichos trabajos.
    La novelita que hoy nos reúne, cuya autoría corresponde a Frank Belknap Long, corresponde a una de esas publicaciones, que tengo el gusto de poseer y haber leído recientemente.  El Dia del Robot (1963) se lee rápido y te engancha desde el principio; más encima, valió la pena tan larga espera, que ahora tengo más datos interesantes en los que fijarme y de los cuales disfrutar (quizás de joven no me habría fijado en todo ello).  Pero mejor, vayamos de lleno a meternos dentro de este título y dejemos por ahora los viejos recuerdos...


2. De qué trata
 
    En un futuro postapocalíptico, en lo que otrora fue territorio de Estados Unidos (las zonas y centros urbanos han cambiado sus nombres, por vocablos parecidos a los de reales o de antes, por ejemplo Nueva York ahora se llama Nuork) la sociedad está controlada por una gigantesca computadora (una Inteligencia Artificial al parecer, llamada el Gran Cerebro) que supuestamente protege a los ciudadanos sobrevivientes, manteniendo la separación entre la civilización (aquellos que prefieren vivir bajo su yugo y el de los hombres y mujeres que le sirven) y barbarie (la gente libre que habita en las ruinas, en verdaderos ghettos, donde impera la ley del más fuerte).  Dentro de lo que regula esta entidad, se encuentran los matrimonios y la posibilidad de tener descendencia, privilegio que pueden llegar a tener solo unos pocos.  Es referido a todo esto, que nos encontramos con el protagonista, un hombre en la plenitud de la vida, quien viene llegando de una temporada trabajando en otro planeta.  A su regreso, se ve sometido al poder de la máquina de la cual ya les hablé y, además, conoce a una singular mujer que lo marcará de aquí al impactante final de esta obra.  Todo se complica, cuando intenta transar un negocio ilícito, que implica comprar un realista androide femenino; todo para que le haga compañía, lo que lo llevará a un viaje de escape junto a este "robot", permitiéndonos conocer así lo atroz que llega a ser el mundo en el que vive.
    Cabe mencionar que nunca llegamos a saber cómo fue el proceso, de que el mundo haya llegado a convertirse en una sociedad antiutópica.  En cambio, solo unos pocos datos se nos dan, casi verdaderas pistas, de modo que como lectores vamos descubriendo este mundo con sorpresa y a medida que va avanzando la trama; pero pareciera que no ha pasado mucho tiempo, como para que se llegase a tal desastre.
 
3. Lo que aquí encontramos
 
    Estamos frente a una antiutopía (de hecho, la publicidad de la tapa del libro, "osa" comparar esta pieza con clásicos de la talla de Un Mundo Feliz y 1984), la cual nos es presentada a través de los ojos de su protagonista (un héroe que más bien parece antihéroe, por cierta acción que comete, a los ojos de muchos lectores actuales aberrante), el cual se permite reflexionar acerca de la época que le ha tocado vivir y llegando a muy interesantes ideas al respecto (hay excepcionales diálogos y pensamientos suyos en estas páginas).
    La historia se sucede muy rápida, de tan entretenida que es; llegando a poseer momentos memorables, como cuando el protagonista está en el estadio y comienza a "oír" a varios de quienes están a su alrededor.  Y es que el protagonista posee una habilidad extraordinaria, que fue muy popular en la ciencia ficción del siglo XX: La telepatía (les suena, por ejemplo, unos tal X-Men).  De hecho, todo lo relacionado con esta parte del libro, que nos muestra una versión moderna del circo romano y/o los torneos medievales, viene a ser el punto más álgido de la trama.
   Asimismo, la narración hace su propia interpretación de otros tópicos, caros al género de su época, como la exploración de otros planetas del sistema solar (en este caso Venus, que luego de aparecer en obras como esta, hace rato que quedó demostrado que en la práctica resulta imposible colonizarlo) y la existencia de androides.
    Respecto a lo último, resulta muy interesante el elemento erótico "suavizado"; puesto que el uso de mujeres mecánicas bien tiene en gran parte motivos sexuales.  Claro que, en esta ocasión, la fémina artificial que se consigue el protagonista, pese a su gran belleza, posee rasgos de la "mujer ángel" del Romanticismo; pues es pura e inocente, a la que hay que proteger; una niña despampanante que contrasta con la "mujer demonio", de talante más salvaje e impredecible (también salida de los estereotipos románticos), que aparece como su contrapartida en este libro.
    En torno a la presencia de las dos mujeres ya mencionadas, quienes serán relevantes para la trama, nos encontraremos con un aspecto muy interesante del libro: La sociedad heteronormada y los roles de género.  Es así que el narrador llega a ser hasta majadero, al referirse en repetidas ocasiones a la necesidad de un hombre por una mujer para sentirse completo; por lo mismo, lamenta la condición de a quienes se les niega la posibilidad de tener pareja y concebir hijos (las relaciones de pareja, solo tendrían esa razón en este futuro distópico, así que imposible pensar en otras opciones, algo que también forma parte del pensamiento del protagonista heteroformado); por lo mismo, no puede haber-supuestamente- vida más solitaria que la de aquellos hombres que se encuentran en Venus y sobreviven allá sin una compañera.  Asimismo, nos muestra a los varones que deciden vivir en las "ruinas", lejos del control gubernamental, como verdaderos energúmenos que tratan a las mujeres como posesión y pelean a muerte por ellas entre sus congéneres; a su vez, allá las mujeres buscan la protección de los machos alfas, su única manera de sobrevivir en medio de ese desastre  A los ojos actuales y de una mente sin prejuicios, resulta inaudito que considerando el vanguardismo de la ciencia ficción y la ambientación de este texto, no se considere la homosexualidad y el lesbianismo, también la bisexualidad, como alternativas para conseguir compañía, placer y felicidad (más considerando las duras condiciones de la gente en esta ficción); respecto a esto último,  tenemos el discurso prejuicioso de considerar a una lesbiana como poco femenina y en contraste con la idea acerca de la sensualidad de los hombres, que viven en comunidad en Venus (¿Un mensaje velado al homoerotismo o simple malinterpretación de la traducción al español?).  Sin embargo, hacia el impactante final de esta obra, el autor nos sorprende mostrándonos a un grupo de revolucionarios, luchando por un mundo mejor, con igualdad de condiciones entre hombres y mujeres y entre los que destacan féminas empoderadas (no obstante, seguimos con la idea de que la única opción es la heteronormalización).
    El nombre del libro, que en inglés es It was the day of the robot (Era el Día del Robot, bien parecido al de la versión mexicana) se justifica solo en las últimas páginas.  Por último, respecto a la portada pulp del volumen, resulta ser un bello engaño para enganchar con los eventuales lectores.

domingo, 6 de abril de 2025

Adentrándose en el Duodécimo Doctor (1)

 

    En se exhibió originalmente la octava temporada de Doctor Who (versión moderna), siendo esta la segunda del Duodécimo Doctor (a cargo de un veterano y soberbio Peter Capaldi) y la tercera (o segunda y media, según se le mire) de Clara Oswald como companion (que, no olvidemos, antes estuvo con el Undécimo Doctor... ¡Y en tremendas aventuras!).  Así mismo, corresponde a la cuarta temporada de Steven Mofatt como showrunner, o sea, guionista principal de la serie y encargado de los lineamientos generales del programa.
    Bien se podría decir que este segundo año del Duodécimo Doctor, supera con creces al anterior; partiendo por el hecho de que lo vemos evolucionar bastante, al volverse un sujeto mucho más centrado y menos idiota, más alegre y juguetón; y es que los hechos pasados lo logran humanizar, tras su crisis de identidad y ello queda consignado muy bien hacia mediados de la temporada.  Asimismo, se observa la influencia benigna de Clara, con su tolerancia, paciencia y compasión, así como dulzura, rasgos que todo profesor (como ella) debiera tener.  También destaca el hecho de que, al menos, los episodios revisados hasta ahora son historias dobles (de dos capítulos seguidos) y bien sé que el par siguiente corresponde a esta misma modalidad.
    Igualmente regresa la villana Missy, otra de las grandes creaciones de Moffat y, desde el otro espectro dramático, la muy querida River Song, a quien no veíamos desde hace rato.
   En verdad ha sido un placer reencontrarme con esta octava temporada, que yo estaba confundido y fue esta la última que vi hace muchos años atrás (y no la séptima); justo antes de dejar de ver al Doctor, por largo tiempo, hasta que lo retomé el año pasado.
 
0- La Última Navidad: Luego de la amarga victoria del Doctor, tras la última invasión de los Cibermen, ahora controlados por su "renovado" antiguo enemigo (no diré de quién se trata), Clara pensaba que nunca más volvería a ver a su mañoso amigo... ¡Hasta que este se le aparece justo en Navidad! Algo raro está pasando, algo muy malo y hasta aterrador...
   En una estación polar, un grupo de investigadores está acechado por unas horribles criaturas llamadas "Cangrejos del Sueño"; más encima, nada menos que Santa Claus, acompañado por dos de sus elfos y todos sus renos, se les aparecen a ellos y a la gente del centro científico.  El Doctor duda de la buena voluntad de San Nicolás, más teniendo en cuenta el efecto que producen las criaturas en sus víctimas.
   Un muy divertido especial con homenaje incluido a Alien, así como a The Thing y que juega muy bien con la idea de cuestionar la realidad.  Muchos grandes momentos para esta historia que disfruté bastante.
 
1. El Aprendiz de Mago: Un comienzo como el que aquí veremos, justo empezando una nueva temporada, es toda una promesa de que se nos vienen potentes historias.  Más encima, estamos hablando de otro libreto firmado por Moffat, el showrunner de la serie desde que la dejó Russel T. Davies, al finalizar la cuarta temporada; y quien (a mi humilde parecer) lejos es mucho mejor como como escritor, que su antecesor, así como para abrir y cerrar las temporadas con sus arcos argumentales (y, también, para crear grandes personajes recurrentes).
    La historia parte con el Doctor encontrándose con un niñito, quien vive en un mundo asolado por la guerra y el cual le pide su ayuda; no obstante, cuando se entera de la identidad del pequeño, este toma una decisión que parece provocará espantosas consecuencias para millones de personas.  Por otro lado, tendremos a la buena de Clara, quien tendrá que reunirse, para su pesar, con Missy para salvarle otra vez la vida a su amigo... ¡El trio llegará a uno de los planetas más nefastos del universo, justo donde los peores enemigos de los Señores del Tiempo!
 

El malvado Davros y sus hijos.

2. El Familiar de la Bruja: Desde la época del ya añorado Undécimo Doctor, que no teníamos un comienzo de temporada dividido en dos partes y he aquí la espectacular conclusión.
   Davros, el odioso y muy, muy anciano creador de los Daleks, está nuevamente frente al Doctor.  Los días están contados para el villano y hasta da lástima verlo en tal estado (la actuación de quién lo interpreta es magnífica, por lo creíble y expresivo que es con todo ese maquillaje, además de siempre estar en esa especie de silla de ruedas, la que bien nos puede recordar a la del Capitán Pike de Star Trek), que hasta el Doctor siente compasión (una de sus grandes virtudes, en cualquiera de sus encarnaciones).
     Por otro lado, Clara se ve obligada a trabajar junto la Missy, intentando rescatar al Doctor; no obstante, con todas las locuras de quien antes fue llamada El Maestro, resulta difícil saber si está actuando verdaderamente (ahora) por razones benignas o tiene propósitos más egoístas.  Y es que en cualquier momento podría llegar una traición suya.
   Atentos al sacrificio que debe hacer Clara, lo que nos recuerda muy bien a cómo la conocimos.
    También estén pendientes de Missy, uno de los mejores secundarios y/o antagonistas del show, que cada aparición suya es un enorme placer.
 
3. Bajo el Lago: Clara y el Doctor llegan a una estación de extracción petrolífera en un futuro cercano, la cual se encuentra bajo el agua en nuestro planeta.  La gente a cargo del lugar ha encontrado una nave alienígena en excelente estado, la cual lleva largo tiempo enterrada.  Junto al objeto hallado, comienza a aparecerse un fantasma aterrador, el cual amenaza a los tripulantes y, por lo mismo, hay que hacer lo posible por deshacerse de él o anular su influjo.
   Dentro de los personajes que se agregan a esta historia, destaca una sordomuda, líder de su grupo y excelente ejemplo de inclusión sin ser forzada.  También es destacable que al parecer esta nueva versión del Doctor, ya está más a gusto consigo mismo, centrado y dispuesto a la sociabilización.
    Cabe mencionar que esta es la primera parte de otra aventura de dos capítulos seguidos.
 
4. Antes de la Inundación: Culminación de la historia anterior, primera vez en que el show moderno del personaje comienza una temporada con dos historias seguidas dobles.
   Para nuestra sorpresa, vemos al Doctor en plenos años ochenta, en medio de una ciudad rusa abandonada y usada como simulacro para una guerra nuclear o algo así (con maniquíes, al más puro estilo de esas mismas urbes en el desierto gringo, para ver el efecto de una bomba atómica en una población) y con una pareja de companions que no le conocíamos hasta ahora.  Es así que nuestro Señor del Tiempo, se comunica al futuro con Clara, quien sigue atrapada en la estación submarina, amenazada por fantasmas; por lo tanto, le toca salvarla, al igual que al resto de los sobrevivientes, si bien hay un elemento que enreda y complica todo: El Doctor morirá, volviéndose otro aterrador espectro (que, en el futuro, en el que se encuentra Clara, ya está su espectro junto a los otros).
    Acá conoceremos la identidad del primer fantasma, así como al culpable de toda la catástrofe que ha sucedido, uno de los villanos más aterradores que hayamos conocido hasta el momento en este espectáculo.
   Por mi parte, celebro que este Duodécimo Doctor cada vez se muestre más positivo y amigable, tal y como siempre lo quisimos.

El Doctor frente al espantoso Rey Pescador
 
5. La Chica que murió:  Clara y el Doctor llegan en circunstancias muy casuales a las cercanías de una aldea vikinga, convirtiéndose en prisioneros de estos guerreros. Justo cuando el Doctor está usando de manera muy graciosa su labia, un supuesto dios se aparece en el cielo y engaña a los bárbaros; algo que disgusta a nuestro héroe, interviniendo entre medio de todo esto, aunque ello complique las cosas para los vikingos.  En este sitio encontraremos a una chiquilla extraordinaria, quien sobresale entre los suyos y será relevante para enfrentarse a los malos de turno.
   Un muy entretenido capítulo acerca de la fe, las mentiras y la confianza; con mucho humor y además emotivo (me sacó unas lagrimitas, justo cuando el Doctor se acuerda de quién sacó su nuevo rostro y por fin recupera por completo su razón de ser).
    Como actriz invitada tendremos a Maisie Williams, a quien conocimos como Aria Stark en Juego de Tronos, haciendo de un personaje que nos dará muchas gratas sorpresas.
    Por último, definitivamente este es el Doctor al que todos queremos (aunque igual me produce gracia su faceta mañosa).
 
6. La Chica que vivió:   Una aventura muy emotiva del Doctor con Ashildr, la muchacha a quien conocimos en el episodio anterior.   En esta ocasión, nuestro héroe anda en busca de algo muy concreto (que no les diré de qué se trata, para no caer en spoilers), cuando se vuelven a unir sus destinos; han pasado siglos para la coprotagonista de esta historia (que Clara solo aparecerá en el epilogo) y su vida ha estado llena de emociones, muchas de ella muy dolorosas y por lo mismo han calado hondo en su corazón.  Así es que el Doctor se entera de cómo su buena acción tuvo efectos no tan alegres, razón por la cual tendrá a lo largo de esta aventura, tener que lidiar con alguien que no se sabe si seguirá siendo su amiga o se volverá una nueva rival.
    Otro hermoso capítulo, que trata acerca de cómo el paso del tiempo, con las vivencias que vamos teniendo a medida que avanzamos, nos marcan para bien o para mal; las soledad y el dolor, así como sobre el poder de nuestra decisiones.
   Y respecto al epílogo del que les hablé: Recalco lo emotivo que es contemplar la amistad entre Clara y el Doctor, tras las dudas que pudo darle/darnos en la temporada anterior.

Encuentro con vikingos
 

lunes, 31 de marzo de 2025

Para ver, rever, disfrutar y comentar (1)

 


Para mi amado sobrinito Amilcar,
 con quien disfruté mucho esta revisión de tan maravilloso anime.
 
1. En el principio
 
     Monster es un anime basado en el manga homónimo de Naoki Urusawa, un destacado autor de cómics japoneses seinen (o sea, historietas dramáticas para adultos) y quien ya tiene a su haber todo un listado de grandes obras (incluyendo Pluto, una especie de spin-off de Astroboy, la famosa obra del "Dios del Manga" Osamu Tesuka).  Producida por el importante estudio nipón Mad House (el mismo de varios títulos populares de este siglo, como lo son Death Note y las adaptaciones de Marvel como Wolverine, X-Men y Iron Man), se emitió entre 2004 y 2005, con 74 episodios en total.
    Hasta donde yo sé, todo lo que vemos en esta historia está sacado completamente del material original, sin haber historias de relleno para "extender más el chicle" y así sacar mejor provecho de su producción; por lo tanto, lo que apreciamos en esta serie aparece está sacado completamente de la historieta; por lo mismo, no tendremos ni OVAS (sigla de Original Video Animated, o sea, animaciones hechas para la venta directa al público en algún formato casero), ni películas, por lo general escritas por otros autores y de más baja calidad argumental que el material original.  Así que la historia termina justamente en su último capítulo.  Ahora bien, considerando cómo termina todo (un final muy "japonés", poco dado al formato occidental) muchos quisiéramos que su autor hiciera la continuación.
   ¿Y de qué va este anime/manga más grande que la vida? En los ochenta, cuando aún Alemania estaba dividida en dos (la capitalista y la comunista, esta última un verdadero régimen dictatorial) vive un destacado médico japonés y gran cirujano; él es la persona más destacada del centro médico en el que trabaja, una verdadera estrella que posee una existencia de ensueño, además de novio con la hermosa hija del director del lugar.  Todo cambia el día en que decide salvarle la vida a un chico, en vez de al alcalde, desobedeciendo las palabras de su jefe y futuro suegro; a partir de entonces su vida comienza a desmoronarse, puesto que el niño resulta ser un psicópata y mata a unas cuantas personas, echándole la justicia la culpa de ello.  Es así que nuestro héroe, que sin duda lo es, debe escapar para evitar que lo atrapen por crímenes que no ha cometido, pero en especial realiza un viaje, que durará años, para atrapar y nada menos que matar al responsable de su culpa y la seguidilla de atrocidades que les seguirán a ambos.


2. Virtudes y características
 
    Cuando nos ponemos a reflexionar sobre esta obra, tan alejada del habitual anime que podemos llegar a ver, bien podemos encontrarnos con varios aspectos a considerar.
    En primer lugar, nos llamará la atención la sólida ambientación de esta producción, comenzando en un periodo histórico que quizás no sea tan lejano, pero que nos muestra a una nación separada entre dos mundos, la libertad y la opresión, lo que en parte desencadena el drama del protagonista (quien a sí mismo pertenece a otro pueblo y cultura, inmerso entre medio de esto).  La trama y, en especial, el resto de los personajes nos muestran con credibilidad lo que era Alemania en esos años, cambiando de la era del llamado Muro de Berlín a los comienzos de la reunificación; la verdad es que estos germanos se parecen mucho a nosotros los latinos (y chilenos) de este siglo XXI; no obstante, radica en la mirada de un artista japonés, como lo es el gran Urusawa, el detalle significativo a la hora de representar esta época y cultura occidental.  Más encima, el mangaka lleva buena parte de la trama a la República Checa, representando también las huellas de otro pueblo marcado por el totalitarismo marxista.
    La serie está marcada por un hondo dramatismo, el cual se hace notar desde el principio y es que tenemos el tema del escape, de una persona inocente, culpable de varios crímenes que no cometió; todo un periplo que lo hará encontrarse con un montón de gente muy interesante.  Así que el dramatis personae de este título, entre gente extraordinaria, villanos y personas comunes y corrientes, viene a ser uno de los más maravillosos que puedo recordar; justamente la verosimilitud de todo ello, la cual nos muestra un mundo realista con sus sueños y pesadillas, corresponde a una de sus mayores virtudes.  A los anteriores, debemos agregar varios personajes provenientes de las distintas etnias que han llegado como inmigrantes a Alemania, en especial turcos, quienes no solo tienen una especial relevancia para la trama, sino que nos muestran a Europa tal y como es: Cosmopolita y llena de matices y colores.
    Si bien se trata de una pieza dramática, algo encontramos acá de humor (muy poco eso sí), que sirve para humanizar a los personajes y lograr que nos caigan mejor todavía mucho más.  A lo anterior, debemos sumar varias tramas secundarias de interés, relacionadas con las circunstancias vitales de sus personajes y su desarrollo como sujetos.    Por todo esto y más, tendremos mucha aventura, intriga e incluso acción, a lo que se suman actos de heroísmo, de parte de sujetos que sin ser las típicas personas de habilidades superiores y que abundan en el medio, logran demostramos lo mejor de sí mismos (por lo general al aferrarse a sus ideales y valores).  
    Teniendo en cuenta todo lo dicho hasta ahora, estamos frente a una obra que, además, aborda serios temas como lo son la culpa (lo que no solo sucede con el protagonista), la responsabilidad de nuestros actos y, por ende, la posibilidad de redención.  Llega a ser muy emotivo ver a todos estos sujetos, haciendo ese recorrido, el cual implica tanto un viaje interno (muchas veces escabroso), como uno físico y que implica un periplo de muchos años y diversos lugares. Asimismo, Monster incursiona en la naturaleza del mal, mostrándonos distintas de sus manifestaciones reales, las que incluyen al psicópata que le da nombre al show, mafias, neonazis y a otros seres realistas de la peor calaña; sin embargo, a todo ello se le agregan individuos que otrora anduvieron en sendas turbias y que luego conocemos en el proceso ya mencionado antes (atentos a la principal antagonista, con toda su odisea personal, lejos mi personaje femenino favorito).
     Apenas vemos los primeros segundos del anime, nos llama la atención su singular opening, el cual es solo instrumental, pues carece de canción; sus imágenes nos presentan al protagonista acosado y escapando, asi como a varios de los coprotagonistas y secundarios de manera rápida.  La música y el ambiente que poseen estos títulos son inquietantes.   En cuanto al ending, también es llamativo y es que a medida que va avanzando la serie, muestra de manera progresiva las ilustraciones de un libro infantil, este muy significativo para la trama.  Como tema musical de fondo, a veces escuchamos una preciosa canción en inglés interpretada por David Sylvian, otras su versión karaoke y, por último, una rara canción de tipo folclórico.  Y como avance del siguiente episodio, solo vemos escenas de este, editadas de tal manera que enganchamos de inmediato, aunque sin audio, pero sí con una nostálgica melodía acompañándolas y luego el título de esta próxima entrega; tal como sucede con el opening y el ending, estos tres recursos resultan de lo más original, si se les compara con otros animes.
     Cabe mencionar la belleza detrás de esta joyita, capaz de conmover a los corazones más duros; en verdad resulta fácil emocionarse hasta las lágrimas con muchos de sus episodios y escenas, que a veces basta solo con contemplar tanto lirismo detrás de esta obra, que difícilmente podrán olvidarla.

                                                                      
                                                                Opening

martes, 25 de marzo de 2025

Se cierra una gran historia (II)


2. Personajes
 
    Cuando miramos hacia atrás dentro de nuestra lectura (o re-re-lectura como es en mi caso) de El Retorno del Rey, entre sus personajes nuevos encontramos a varios atractivos, como a unos cuántos líderes que ayudan a nuestros héroes en contra del mal de Sauron (un príncipe por ahí, un montaraz por allá- que Aragorn no es el único sobreviviente de la gente de Numernor-, el sabio jefe de una comunidad salvaje de las montañas, un padre y un hijo de Gondor que se hacen amigos de Pippin, unos cuantos hobbits...).  No obstante, tal como lo hizo tan bien Peter Jackson en sus películas, a la hora de evaluar el todo de esta gran obra, bien podemos prescindir de ellos, cuando se trata de detenerse en el impacto que pueden poseer para la historia.
    Sin embargo, pese a esta falta de personajes potentes que se hayan incorporado en el cierre de la trilogía, hay uno que sí merece ser nombrado y comentado por todo el peso dramático que posee: Denethor, el Senescal de Gondor.
    Les estoy hablando del padre de los muy queridos Boromir (nuestro primer caído de La Comunidad del Anillo) y del sabio Faramir y quien, tal como dice su cargo, cuida y regula el gran reino de Gondor, como descendiente de una tremenda estirpe de nobles, hasta que llegue el rey prometido a tomar su lugar.
   Denethor es un anciano que perdió hace años a su amada esposa, justo después del nacimiento de segundo hijo.  De algún modo, lo recién mencionado ha llevado a sentir desprecio hacia este, en beneficio del amor enfermizo por el mayor; ambos son sujetos admirables, pero de los dos el más sabio es Faramir y, por lo mismo, el rechazo de su padre no ha impedido en que se empecine en ganarse su corazón
    Otrora Denethor fue un hombre de mejor carácter, aunque poco a poco se fue volviendo alguien amargado y se fue aislando de casi todo el mundo; solo Boromir, su primogénito, era la luz de sus días.  De gran inteligencia y un verdadero erudito, todos estos aspectos reunidos en él lo volvieron receloso y orgulloso, haciendo que dentro de la novela fuese uno de los grandes antagonistas de toda la trilogía, sin ser alguien malvado.  Su rechazo a Gandalf y sus numerosas intervenciones, nos otorgan algunos de los mejores diálogos y momentos de la saga.
    Denethor bien representa, debido a los males que lo afligen, lo que sucede cuando un hombre admirable se deja llevar por sus pasiones y al punto de perder el horizonte.
    Por increíble que parezca, la alegría y nobleza del buen Merry, logra tocarle algo el corazón, ganándose su confianza.
   Y es cuando me toca hablarles de otro de mis personajes favoritos de El Señor de los Anillos: Eowyn.  Hermana del héroe Eomer y sobrina-hija queridísima del buen rey Theoden de Rohan, tuvo su debut en Las Dos Torres; no obstante, apenas la pudimos "conocer", puesto que en dicho libro casi no tiene diálogos y aparece un par de veces, de manera fugaz... Pues esta vez se desarrolla de forma maravillosa, volviéndose el mejor personaje femenino de toda la trilogía (hasta el momento, las escasas mujeres que pudimos apreciar en sus páginas eran meras comparsas y tenían un carácter unidimensional, salvo, claro, Galadriel).
    Tolkien, un hombre no dado a trabajar personajes femeninos complejos (y casi ignorarlos en su narrativa), nos otorga una fémina con una férrea postura feminista y empoderada.  Y es que la "princesa" se resiste a su papel como alguien dependiente de los hombres, a quedarse en "casa", dedicada a labores relegadas por la tradición heteropatriarcal a su género; puesto que ella desea ir a la guerra, defender a los suyos como un soldado y ser un espíritu libre.  Su autonomía la lleva a tomar la fuerte decisión de travestirse, haciéndose pasar por un varón, siguiendo la senda de un montón de otras mujeres que la tradición oral y escrita (anterior y posterior a esta obra) podemos encontrar (como la historia china de Mulan o el manga La Princesa Caballero de Osamu Tesuka).
    Su mayor hazaña, la convertirá en una de las figuras más heroicas de estos libros, al ser la única persona capaz de derrotar a uno de los grandes villanos de El Señor de los Anillos.
    Por último, nos encontramos con Cebadilla Mantecona. Aparecido por primera vez en La Comunidad del Anillo, es un humano que vive en Bree, el acogedor pueblo que sirve de punto de reunión para varios viajeros de distintas razas; allí tiene una posada, lugar al que llegan Frodo y sus amigos en dos ocasiones.  Su desempeño en la historia se completa con la segunda vez que lo vemos aparecer y es que este buen hombre, sencillo y amistoso, bien representa al hombre común que poco aparece en la trilogía.  No es un héroe, ni un villano, no posee poderes, ni una gran inteligencia; no obstante, tiene la suerte de conocer gente extraordinaria y compartir con ellos, algo que muchos quisiéramos.  Es fácil que nos caiga bien alguien como él, con quien nos podemos sentir identificados, pese a su condición común y corriente; y es que Mantecona es feliz en su mundo "normal" y sin mayores contratiempos ¿Y quién puede decir, con seguridad, que cuenta con tales bendiciones en su existencia?


2. La edición que poseo
 
   La versión que me leí en esta ocasión la recibí de regalo en febrero de 2023, un obsequio hecho con mucho cariño por mis amigos María Elena e Iván.  Me tardé su tiempo en repasar dicho volumen, el cual pesa unos cuantos kilos y es que no solo es un libraco en tapa dura, sino que reúne en su conjunto las tres partes de El Señor de los Anillos.  A lo anterior, se le debe sumar una sobrecubierta y la acostumbrada cintita de género para marcar la lectura (propia de ediciones cuidadas y de lujo como esta).
   Este lujoso volumen, que conmemora el centenario de Tolkien (fecha correspondiente a 1992), posee, además, un prefacio del autor que, al menos yo, no había tenido el gusto de tener y leer en las versiones más humildes que poseo desde mi juventud en los noventa.  Pero, quizás, su gran plus en primera instancia sean sus 50 ilustraciones a todo color, por completo originales para este volumen y que son hechas por Alan Lee (el artista "oficial" de los libros del escritor).  El problema es que teniendo en cuenta este último antecedente, y considerando la maestría de Lee, uno esperaría puras imágenes maravillosas de batallas y monstruos, apreciar cómo se "ven" los personajes según el dibujante; sin embargo, muchas de estas imágenes son solo paisajes minimalistas, lo que al menos a mí me parece poco interesante y un desperdicio como oportunidad para darle rostro a tanto personaje interesante (¡Nada de Tom Bombadil, los Tumularios o de Denethor, ni siquiera de Lengua de Serpiente y de Saruman).  Por cierto, en el ensayo El Anillo de Tolkien, también ilustrado por este maestro, de igual manera me decepcionaron varios de sus dibujos bastante pocos heroicos. Pese a mi crítica anterior, queda claro que muchas de las mejores ilustraciones de Alan Lee, para esta edición, sirvieron como base para la dirección artística y/o ambientación de las películas de El Señor de los Anillos (y por algo se le contrató para hacer diseños exclusivos para dichas cintas).
    A todo lo anterior y como todo un gran agregado, que por mi parte me tenía muy entusiasmado, se encuentran los Apéndices que también se incluyen al volumen.  Cuando me refiero a estos textos, estoy contándoles de escritos del propio Tolkien, que completan con múltiples datos la historia del Señor de los Anillos; prácticamente información de antes (mucho antes) y después de los eventos de la trilogía.  La verdad es que en general me aburrí harto con estos documentos, muchos de ellos largas genealogías de familias y reyes; pero sí disfruté lo concerniente a la historia de la isla de Númenor y sus descendientes (dentro de los que se encuentra el sabio rey Aragorn y a quien conocimos primero como al humilde montaraz Trancos), todo lo concerniente a los Rohirrin (los guerreros de Rohan, el heroico reino de los Señores de los Caballos) y las historias de los Enanos.  No obstante, mucho más de mi interés fue saber de la historia de amor de Aragorn y Arwen, que sin leerla no se entiende mucho tanta pasión del guerrero por una Elfa, que bien poco hizo en la Guerra del Anillo (y que, menos mal, se potenció harto en las adaptaciones de Peter Jackson).  Muy emotiva, fue la cronología dedicada a saber qué fue de los queridos héroes de la saga, en especial humanos y hobbits; en cambio, una verdadera lata me fueron los Apéndices dedicados a las lenguas de la Tierra Media (mi ñoñería no llega a tales grados, aunque si disfruto mucho oír la fonética en los diálogos autóctonos en los largometrajes, El Señor de los Anillos y El Hobbit, así como en la más reciente serie de Anillos de Poder).

 

lunes, 17 de marzo de 2025

Dedicado a David Lynch


    En enero de este año que "casi" recién comienza, dentro de las desgracias materiales y personales que marcaron sus primeros días, a nivel internacional, se encuentran los incendios que asolaron a Los Ángeles.  Fue algo digno de una película de Hollywood, justamente la ciudad donde está la capital del cine gringo y lugar en el que vivía desde su juventud David Lynch.  El año pasado, no más, le habían diagnosticado enfisema pulmonar, lo que le dificultaba la respiración, así que por eso ahora estaba recluido en su casa.  El humo de la quema, que dañó tanto a gente "común y corriente", como a muchos famosos que perdieron sus hogares, afectó más de la cuenta su débil organismo y lo tuvieron que trasladar en helicóptero para ser atendido; creo que falleció en el camino.  Lynch contaba con 78 años cuando dejó este mundo, el 15 de enero y solo a 5 días de estar de cumpleaños, en un final digno de una de sus películas.
    Algunas de estas memorias anecdóticas las he contado en antiguos post, aunque ahora las vuelvo a mencionar, pues tienen que ver con mi vida junto al artista al cual hoy quiero homenajear.
    Por mi parte, debo comenzar diciendo que este cineasta, al que adoraba, marcó mi amor por el séptimo arte y en especial mi adolescencia.  Mis primeros años como cinéfilo tienen su huella (junto a John Carpenter y Steven Spielberg).  Sin saberlo, mi primer recuerdo suyo fue con El Hombre Elefante (1980), filme que me aterraba de cuando vi una escena suya, en la que le quitan su capucha a dicho personaje y que vi en un capítulo de Ripley, aunque usted no lo crea.  Eran los ochenta y yo era un niño, mi hermana mayor Mabel (la compinche de mi infancia) quería verla en la pequeña tele que teníamos en el cuarto, que compartíamos junto a nuestra hermana menor Jenny; así que estuvo convenciéndome para que superara mi miedo al personaje e incluso en la víspera de su emisión fuimos a Fantasilandia (un famoso parque de diversiones de Chile), de modo de "ganarse" mi apoyo para la noche.  Ambos estábamos entusiasmados, hasta que ya tarde comenzó la función y entonces salió la susodicha escena.  Me puse a gritar y a llorar como loco y nuestros papás preocupados nos fueron a ver a la pieza; retaron a la pobre "Negra", apagaron la tele y nos vimos obligados a dormir tempranito.  Vez que nos acordamos con Mabel de esa ocasión nos reímos mucho.
   Ya era un adulto, bien entrado en años, y llevaba un tiempo considerable haciendo clases, cuando me atreví a ver El Hombre Elefante.  Me la prestó un colega de arte en DVD y la copié.  Era un valioso paso para mí, enfrentarme a este miedo de mi infancia, ahora que ya estaba en condiciones para ello y sabiendo que se trataba de un tremendo filme, el segundo de David Lynch tras su debut en la película de culto (que aún no veo) Eraserhead (1977) y que consiguió dirigir gracias a que Mel Brooks (famoso comediante), lo contrató al ser este el productor de dicha obra.  Debo contarles que ahora ya mayorcito, disfruté mucho al ver a dos de mis actores favoritos, juntos en la misma cinta: uno, Sir Anthony Hopkins, como el piadoso doctor que acoge a John Merryck (el Hombre Elefante), bien joven y muy guapo; y el otro, John Hurt, como el sensible y atormentado ser humano que sufría ese atroz mal genético.  Debo confesarles que por mucho que me habían recomendado dicha cinta y todo lo que adoraba a su realizador, no me esperaba impactarme tanto con su belleza y en especial ante una de las mejores actuaciones de Hurt.


                                                  Tráiler de El Hombre Elefante

    Creo que mi siguiente encuentro con David Lynch, fue con la serie de televisión que lo hizo famoso, incluso entre quienes nunca habían visto sus películas.  Les estoy hablando de Twin Peaks, programa al que adoro con todo mi corazón y que vi con mucha felicidad en mi juventud (cuando estaba en el colegio) y luego me repetí ya maduro en 2021, en plena pandemia (o sea, décadas después de esa primera revisión suya).  Acá a Chilito llegó con atraso y fue muy publicitada, pero acabaron por reprogramarla del horario estelar de los lunes, en 1992, al de medianoche, porque la gente no logró entenderla, ni apreciarla; no obstante, yo le fui fiel y me la vi completita, que trasnochaba para hacerlo (en esa época me acostaba temprano en medio de la semana).  Aluciné tanto con Twin Peaks (1990-1991), que hasta me leí una de sus novelas, años después eso sí, y no dejé de comprarme el casete con su preciosa banda sonora hecha por Angelo Badalamenti y con la angelical voz de Julie Cruise (ahora mismo la escucho mientras escribo estas palabras).  Solo tenía a mis profesores para hablar de Twin Peaks, que mis amigos coetáneos de ese entonces no llegaban a mi grado de frikismo.
   Cerca de un año después se estrenó en los cines Twin Peaks: Fire walk with me (1992), la precuela del mentado programa.  No me quedó otra que ir solito a verla el día de su estreno, lo que realicé muy entusiasmado y cuando terminó salí caminando sobre nubes de la sala.  Por ese tiempo escuchaba la radio Futuro, que los domingos emitía una sección llamada Música en 35 milímetros, sobre bandas sonoras y emitieron el soundtrack de la mentada obra; en una cinta que tenía un radioteatro, que hice para una tarea, grabé encima del audio original sus temas y lo gracioso es que antes de comenzar su primer tema se escuchaba la voz de una compañera y la mía.  Cuando el 2021 me repetí Twin Peaks, también lo hice con esta precuela, a lo que le agregué Twin Peaks: Missing Pieces (2014), una maravilla que el propio Lynch, editó con todas las escenas que no habían entrado en el corte final del largometraje.
   En cambio, cuando muy interesado me puse a ver la tercera temporada (2017), que de forma inesperada hizo su creador luego de tanto tiempo, me llevé una tremenda decepción; pues era demasiado loca para mí y solo aguanté unos cinco episodios.  Menos mal que no me la compré en Blu-ray, como bien estuve tentado de hacerlo. No tiene por qué gustarte todo lo de tus artistas favoritos, que ni con Stephen King me pasa eso.
    Y es cuando me toca llegar a Dune (1984), quizás mi título predilecto, luego de Twin Peaks, de Lynch. La primera vez que la aprecié, fue un viernes en la noche por esos años del liceo. Aluciné como pocas veces en tan cortos años de vida y luego de verla solo quise conseguirme el libro.  Muchas veces me he repetido esta pieza, que tanto amo; primero la arrendé más de una vez en VHS, luego me la copió un profe de la universidad (Juan Espinoza, el mismo del cual fui ayudante en su curso de Ciencia Ficción, el primero de este tipo que se ha implementado en una universidad chilena); con posterioridad la tuve en DVD clonado y por último me la compré original en Blu-ray.  Y les estoy hablando de la obra menos querida del cineasta, por él mismo, para la cual filmó un montón de material y del cual se vio obligado a prescindir en el montaje para el cine.  Unos años después de su estreno, se presentó para la televisión una versión más larga, pero esta no contó con su bendición y por eso sale dirigida con el nombre de Alan Smithe (el pseudónimo que usan los directores en Hollywood, que reniegan de sus filmaciones); sin embargo, existe una edición hecha por un verdadero amante de la peli, quien tomó material de las otras dos versiones y agregó otro no visto anteriormente de forma comercial, creando una joyita que le hace bastante honor al libro de Frank Herbert y a lo realizado por Lynch (se puede ver gratis en Youtube).  Se llama Dune: The Alternative Edition Redux (2012) y el final mejora bastante la versión cinematográfica, que peca de deux ex machina.   Se me estaba olvidando: Adoro su música compuesta por el grupo de rock Toto y con un precioso tema de Bryan Eno.
    Durante mi adolescencia y los primeros años de mi adultez, compraba mensualmente dos revistas de cine: Cinegrama y Video para Usted.  Por una de ellas, me enteré de que, en un listado de las mejores cintas de los ochenta, supuestamente hecho por especialistas, su obra Terciopelo Azul (1986) la encabezaba.  Creo que supe de lo anterior, justo cuando salió esta cinta en VHS por estos lares y como mi experiencia con Lynch hasta el momento era muy buena, no dudé en arrendarla. Ahora sí que quedé impactado y como la vi en vacaciones de verano, tuve que esperar un tiempo para comentarla con mis profes.  Un día conversaba con una de ella, a la que adoraba (la verdad es que tenía varios ídolos entre mis maestros), y le hablé de cierta escena que sobresalía más que otras para mí:
 
    - ¡Qué raro fue cuando la cantante viola al jovencito! No pensé que una mujer fuera capaz de hacer eso- Mi inocencia era más que evidente.
   - Eso se llama SEDUCCIÓN- me contestó Vilma- Fue consensuado.
 
     Aprendí harto de mis adultos y no solo materia del colegio. Hago lo posible por seguir su ejemplo entre mis estudiantes y, en especial, con mi sobrinito regalón Amilcar.
    Gracias a Terciopelo Azul conocí a Isabella Rosellini y luego de Enya se convirtió para mí en la mujer más bella del mundo.  Por lo anterior, y por mi gran aprecio a David Lynch, me fue un grato descubrimiento pillar en la tele, una noche, el emotivo drama Zelly y yo (1988).  La historia de una dulce pequeña, que, al perder a sus padres, queda al cuidado de su acaudalada y sobreprotectora abuela.  En dicho filme, mi nueva musa hace de la niñera de la muchachita, quien la llega a ver como a una figura materna y es que esta le da las atenciones, que carecía de su única parienta; debido a esto, la anciana, que no era malvada, en todo caso, comienza a recelar de su buena empleada y les pone obstáculos a las dos para ser felices.  Y hay un detalle importante que aún no les cuento: Un joven David Lynch, hace de otro empleado de la señora, creo que del chófer, quien inicia un romance con el personaje de la Rosellini.  Cabe mencionar que, en la vida real, ambos eran pareja desde hace años, me parece que desde los tiempos de Terciopelo Azul.  Por cierto, en dicho filme, en determinado momento, Lynch sale a torso desnudo y nada mal se veía; no dejé de encontrarlo bellísimo.
    No estoy seguro de si disfruté del anterior largometraje una o dos veces, aunque si tengo claro de que dejó una huella especial en mi memoria; solo ayer, no más, me la pude conseguir en 1080p (antes tenía una versión digital del VHS, me parece, y no le había conseguido los subtítulos). Pero ahora que regresó RARBG (gran página pars descargar archivos por Torrent) a pude descargar en mejor calidad y, más encima, venía con subtítulos en varios idiomas.  Cuando la bajé y revisé sus archivos, justo estaba con Amilcar y mi "guagua" me contó que ahora habían páginas y programas, que traducen los subtítulos a otros idiomas; así fue que probamos uno de estos sitios y fue perfecto.  A ver si el próximo finde la veo con mi niño.


                                                   Tráiler de Terciopelo Azul.

    Seguía en el colegio, cuando salió recién en VHS Corazón Salvaje (1990), que me parece se demoró en estar en formato casero por acá.  El filme me prometía mucho, debido a los artistas que trabajaban en ella y a los que ya conocía de muy buenas películas: La incomparable Isabella Rosellini, Willian Defoe (¿O se cruzaron nuestros destinos solo recién aquella vez?) y Nicolas Cage.  Un día, en mitad de la semana, se pasaron varios compañeros y compañeras de curso a mi casa; veníamos del videoclub y con nosotros llegó a mi hogar la peli mencionada.  La vimos juntos en una celebración de la amistad.  Recuerdo que el papel de la Rosellini otra vez me conmovió y la escena en la que aparece como bruja, me pareció muy cómica.  A mis amigas les gustó Nicolas Cage (en esos años era hermosísimo) y a mí también me pareció estupendo; no obstante, en tales años callaba, por razones obvias, mis apreciaciones estéticas hacia otros hombres.  No tengo memoria sobre si volví a ver esta peli, que tengo desde la pandemia en digital.  Por cierto, en la época de la universidad me compré original el casete de su banda sonora, la cual estaba muy barata; no saben lo feliz que me puse, pues traía composiciones de Angelo Badalamenti, muy bellas, el mismo de Twin Peaks (también compré otro ejemplar, para el hombre al que amaba en ese entonces, regalito que apreció mucho).
   Ya estaba en la universidad cuando fui con dos queridas amigas, la Niña Mary y Jime, al Normandie a ver Carretera Perdida (1997).  Los tres le teníamos muchas ganas y salimos por completo defraudados; pues nos pareció muy rara, que apenas la entendimos.  A la salida de la función nos encontramos con otro amigo, Jorge Lorca, quien la había contemplado al mismo tiempo que nosotros y no teníamos idea de que estábamos en el mismo lugar y momento hasta nuestra reunión.  El Master había quedado loco con esta pieza y estuvo todo el rato alabándola, dándonos sus impresiones al respecto; el resto nos mirábamos curiosos.
    De algún modo Carretera Perdida me quitó las ganas de ver otros filmes de Lynch; por lo mismo no dediqué mi tiempo a nada más de lo que filmó con posterioridad (ni siquiera a sus cortometrajes); igual no es mucho, en todo caso y es que no fue muy prolífico.  Claro que estas últimas producciones suyas, han ganado muchos premios.  Creo que ya es hora de no solo repetirme otros filmes suyos, como El Hombre Elefante y Corazón Salvaje, sino que verme de una vez lo que tengo pendiente con él.
    Siempre te llevaré en mi corazón, David.

Copiado del muro de Feis de mi amigazo Miguel Acevedo, quien también adora a Lynch.

 

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