martes, 27 de diciembre de 2022

Reinventando con inteligencia.


 1. El material primigenio.
 
     Dentro de los shows televisivos “ñoños” más queridos y recordados de los sesenta (Star Trek, La Dimensión Desconocida, Los Visitantes, Hechizada, Perdidos en el Espacio, etc.), que más encina consiguió cierta influencia dentro de la cultura popular y posteriormente tuvo varias nuevas versiones, se encuentra una comedia familiar muy especial: Los Locos Addams (The Addams Family).  Basada en una serie de cómics homónima, que aparecía en una popular revista gringa (The New Yorker), de Charles Addams, nos muestra a la singular familia que le da su nombre y que resulta estar compuesta por individuos bastante cercanos a los monstruos clásicos del terror hollywoodense; comenzando por el padre de familia, Homero (Gomez en inglés), un sujeto de apariencia muy bizarra (en la historieta su fisonomía es mucho más esperpéntica, que la del guapo hombre latino del show y de posteriores películas para el cine), la vampiresca esposa y madre de dos hijos Morticia, el desquiciado y calvo Tío Lucas, el mayordomo con apariencia de zombie Largo y los niños Pericles y Merlina (Wednesday), que gustan de juegos masoquistas; a los anteriores, se les suma una mano “viva” llamada Dedos y el Tío Cosa con su cabellera abundante y lisa, que no deja ver su rostro, ni cuerpo, entre otros personajes recurrentes.  Todos estos se muestran como una familia “distinta”, con sus raras costumbres ligadas al mundo de lo siniestro y aun así muy unidos; por lo mismo, son un ejemplo de Sueño Americano concretado en un Estados Unidos cosmopolita, formado por inmigrantes de todos lados.  Cabe mencionar que pese a sus gustos y apariencias, son ciudadanos modelos, ya que no gustan de molestar a otros con sus preferencias, ni a cometer atrocidades que puedan dañar al resto de las personas (al menos eso en las versiones más clásicas, partiendo de este espectáculo televisivo hasta hace poco).
    Luego de dos exitosos filmes hollywoodenses noventeros, con estrellas del calibre de Raúl Julia, Angelica Houston y Christopher Lloyd, más una segunda secuela hecha directamente para arriendo y/o venta directa (en VHS), nada habíamos sabido de esta recordada familia, hasta que este año se apareció en Netflix Merlina.


 
2. Una actualización inmejorable.
 
     Estrenada el 23 de noviembre este año dentro de la programación original de Netflix, consta de 8 episodios y fue dirigida mayormente por Tim Burton (quien logró darle su característica atmósfera gótica y estilizada).  Tal como dice su nombre, este título se encuentra centrado en Merlina, la protagonista y antiheroína, quien ha sido obligada por su familia (y la ley) a internarse en muy particular instituto; allí, pese a sus intenciones de no sintonizar con el medio, comienza a establecer lazos afectivos con unos cuantos del lugar y se ve involucrada en misteriosos crímenes, que tienen estrecha relación con ella y su ascendencia.
    Al contrario la primera idea, que nos podemos hacer de este COMPLETAMENTE recomendable espectáculo, de que se trata de una producción juvenil y “livianita”, Merlina está llena de virtudes y aspectos en los cuales vale la pena detenerse para apreciar:
 
·       En primer lugar, tenemos a una protagonista potente, excelentemente caracterizada por Jenna Ortega, quien al concederle a su rol una personalidad más que excéntrica (entre psicopática y con espectro autista, no dada a expresar sus emociones, quien siempre habla con un tono sepulcral), va evolucionando para convertirse en alguien que, pese a su frikismo, nos agrada sin mayores problemas.  Uno de los tantos personajes femeninos fuertes de esta propuesta y la cual se convierte en una representante de la autenticidad, dentro de un mundo donde hasta los “raritos”, actúan sometidos a los convencionalismos de su sociedad.
·       Luego tenemos a una serie de coprotagonistas y/o secundarios más que llamativos, lo que implican a una inesperada mejor amiga y licántropa, un chico nerd obsesionado con las abejas (ya al final de la temporada, nos enteramos recién de qué tiene que ver en realidad con estos insectos), un pintor “maldito”, una directora de lo más misteriosa y un objeto romántico “normal”, entre otros.  Cada uno ayudando a completar un caleidoscopio de sujetos interesantes, que nos revelan cuán diverso puede ser nuestro alrededor.
·       Que Merlina tienda a autoexcluirse del medio y termine por encontrar pares como los ya mencionados adolescentes, permite abordar valores como el compañerismo y la idea de que por mucho que nos sintamos extraños, si miramos bien a quiénes están a nuestro alrededor, terminaremos dándonos cuenta de que no estamos solos.  Tenemos cosas en común con otras personas, es solo cosa de descubrirlo y, por último, las circunstancias nos llevan a encontrar a nuestros pares.  Por lo mismo, estos compañeros y compañeros nos ayudan a crecer y a acercarnos a la idea de felicidad que poseemos.
·       Los problemas de Merlina con sus padres, así como los que tiene su amiga y otra de las chicas de la Academia (cada una con su propio grado de complicación), no solo son representativos de los conflictos generacionales de los adolescentes, sino que nos entregan particulares dramas humanos y que permiten que estas chicas exhiban su capacidad de resiliencia (y algo, que también, vemos en los dos compañeros varones mencionados más arriba).
·       La dosis de humor negro y de violencia gráfica, no solo resulta atractiva al supuesto público original del show (adolescentes), sino que alienta a los amantes mayores del terror (y, más encima, a quienes disfrutamos en nuestra juventud con la serie clásica, o bien solo con las películas) a gozar de esta mezcla detrás de su sólido argumento.
·       La ambientación “burtiana” del programa es un plus que no podemos ignorarlo.  Es así como, el mismo nombre del centro de estudios en el que están los personajes, Academia Nevermore y en honor a Edgar Allan Poe, acentúa esta atmósfera gótica (la estatua del escritor en este edificio es, sin dudas, preciosa).  Todo acompañado por personajes estrafalarios, propios de la filmografía del realizador, haciendo que sus rarezas los hagan tan entrañables y podamos identificarnos con ellos mismos (¿Quién es realmente normal?) … ¡Y no olvidemos la banda sonora de Danny Elfman! (compositor que ha trabajado en casi todas las obras de Burton, logrando representar musicalmente y con fidelidad, la carga emocional de sus creaciones).
·       Contar con tres queridas actrices en el reparto, verdaderas divas, realza mejor el compromiso de los realizadores de entregarnos algo atractivo.  En primer lugar, tenemos el regreso inesperado de alguien como Catherine Zeta-Jones, a quien no la hemos visto en muchos títulos últimamente y quien hace acá de una siempre imponente Morticia (aunque mi favorita es la interpretada por Angelica Houston).  Luego, tenemos a una actriz que no hace mucho fue consiguiéndose el aprecio de los espectadores, Gwendoline Christie, quien nos hizo llorar como la mujer-caballero Brienne de Tarth en Juego de Tronos (papel que la hizo famosa) y que este mismo año hizo de un genial Lucifer en The Sandman; no está de más decir que, reencontrarse con ella, siempre en papeles “ñoños” como los mencionados, es todo un agrado.  Y, por último, Christina Ricci, nada menos que la Morticia de las cintas para el cine, ahora en un papel por completo distinto (un precioso guiño a una, por igual, icónica versión del personaje principal).
·       El misterio perpetuo en esta producción, que cada vez que Merlina indaga en los secretos de Nevermore, más intrigados quedamos como espectadores, está trabajado de la manera más plausible.  Sospechamos de casi todos y solo al final se sabe la verdad con gran sorpresa para uno.  El corte policial de la serie, hace que este menjunje dramático sea todavía más adictivo y, por lo mismo, hay que ser muy disciplinado para no devorarse todo altiro.
·       No podemos olvidar al personaje de Dedos, quien sin tener diálogos orales (pero sí usando lenguaje de señas), consigue “robarse la película”, al darle una verdadera personalidad, entregándole varias escenas importantes y, más encima, rediseñándolo para hacerlo más actual y atractivo hoy en día.

¿¡Con esos deditos comes no sé qué cosa1?


·       La manera de cómo se aborda el tema de la maldad, al hacer que esta sea lo suficiente complejo, como para demostrarnos que las cosas no son blanco y negro, sino que hay matices y no todo es lo que parece, nos lleva a reflexionar que no podemos dejarnos llevar por las apariencias.  Por lo mismo, que la historia transcurra en un internado para “monstruos”, los que son debidamente humanizados, es que esta serie nos enseña que el mal se encuentra de las maneras más insospechadas y entre quienes menos lo esperamos.
 
      Queda claro que me ha gustado bastante esta producción, pero… ¿Le encuentro algo que mojar o no haya sido de mi agrado? Solo dos detalles, que uno es mínimo y tiene relación con mis obsesiones: Primero, que teniendo tan bella presentación de créditos de apertura, esta solo pueda apreciarse en el capítulo 1 y en el último (al menos esto en su emisión dentro de Netflix, que quizás cuándo salga a otros medios o para la venta lo incluyan en todos sus episodios); y, segundo, otra vez cayeron en el facilismo de mostrar minorías sexuales representadas por personajes femeninos (por medio de un matrimonio homoparental compuesto por dos mujeres), recurso facilista y hasta sexista; ojalá que a futuro podamos ver parejas de hombres u otro representante LGTB.
     A ver cómo se va dando todo en futuras temporadas y ojalá sigan con la misma calidad de su primer año en pantalla.


                                                                              Créditos.

sábado, 24 de diciembre de 2022

Demasiados adioses (I).


 
 
      Este año ya está por acabar y el siglo XXI ya está bastante avanzado, incluyendo en su desarrollo una pandemia y una guerra atroces (y esto tan solo comenzando su tercera década).  De igual manera, quienes hicieron historia el siglo pasado, marcando positivamente con su paso y obras varias generaciones (entre ellas la mía y, en especial, mi infancia y juventud), nos han ido dejando paulatinamente.  Debemos agradecer el legado que nos dejaron, que muy bien podemos no solo gozar de su arte, sino que también inspirarnos para hacer como ellos de este mundo algo más hermoso.  Por mi parte, cuando se ha tratado de una de esas personas que llegaron a hacerse valiosas para mí- pese a que no tuve la oportunidad de conocerlos en persona- hago lo posible por recordarlos con agradecimiento y de compartir con otr@s mi conocimiento de lo que fueron y serán para millones.  Debido a lo anterior, me pongo al día con al menos unas 4 personas de estas personas, que se han ido estos pasados meses, pues  deudas tengo con ellos y es el momento de pagarlas.
 
1. Alant Grant.
 
    Nacido el 9 de febrero de 1949 y fallecido el 20 de julio de este año (¡Cuando estaba disfrutando de unas merecidas vacaciones de invierno!), fue un guionista muy destacado y al que conocí por su labor para DC, si bien antes comenzó trabajando para las historietas de su país (Inglaterra) en la mítica revista 2000 AD; es así que hizo varios libretos para su personaje icónico, el Juez Dredd y si no me equivoco, se encargó años después de realizar al menos un crossover de este postapocalíptico agente de la ley, con nada menos que Batman. 
     Justamente lo conocí gracias a su labor en la Distinguida Competencia, ya que tuvo a su haber una labor bastante memorable en las colecciones del Murciélago; fue así que en sus páginas creó a dos de sus mejores villanos: al asesino serial Victor Zsasz y al Ventrílocuo (junto a su alter ego Caracortada), siendo este último un personaje bastante complejo, que está entre mis favoritos de la galería de criminales del Señor de la Noche.  Por otro lado, junto al también llorado dibujante Norm Brayfogle, con quien compartió la paternidad de los recién mencionados desquiciados, nos regaló nada menos que a Anarquía, otro tremendo personaje que comenzó como villano y que luego pasó a ser antihéroe y hasta héroe en ocasiones y quien tiene un desarrollo argumental digno de ser seguido (amo su imagen aterradora e inteligencia). 
     Asimismo, leí con mucho placer varias de sus historias para Lobo, que poseo hartas, en las que saca a relucir su faceta humorística (que le salía maravillosa a Grant).  Por otro lado, recuerdo que gocé bastante una novela gráfica suya de un team-up de Batman con Demon, en la que el Cruzado Enmascarado debe viajar nada menos que al Infierno.
     Por último, hace años en una vieja FILSA (Feria Internacional del Libro de Santiago), encontré baratísimas varias novelas, en edición de bolsillo, ambientadas en el universo de Smalville (querida serie de imagen real sobre la juventud de Superman, que tiene un lugar especial en mi corazoncito), una de ellas escrita por Grant (Dragón), que en todo caso escribió varias.… ¡Sin embargo, aún no la leo!


2. Kevin O´Neill.
 
    También inglés, fue un dibujante de cómics caracterizado por sus ilustraciones cuidadas y al que solo pude disfrutar en pocas obras, pero con ello bastó para ganarse mis respetos.  Nacido el 22 de agosto de 1953, falleció el 3 de noviembre del presente año a los 69.  Como el anterior, también colaboró para 2000 AD.  Era bastante joven, comenzando la veintena de mi vida, cuando gracias a mi amigo Mauricio Tapia o quizás de qué otra forma (¿Tal vez por la intervención de Marlo?), que me leí una de sus dos primera colaboraciones con Alan Moore, historias breves de complemento, aunque potentes y muy sofisticadas: La primera de ellas fue para The Omega Men, un grupo de superhéroes cósmicos al que apenas conozco y la segunda ocasión sucedió con Cuentos de los Linterna Verde Anual 2, ambos de 1986; en ambos casos, el arte de O´Neill acompañado por la pluma de un maestro de la talla de Moore, concedió a los lectores obras sobresalientes y que merecen hacerse conocidas, como apreciadas al demostrar en pocas páginas lo magnífico que puede ser un cómic, que supuestamente solo pretende entretener (para mi suerte, ambas joyitas están contenidas en el compilatorio de lujo, y que poseo, de El Universo DC de Alan Moore).
    Era principios de siglo, creo, cuando mi amigo José Varas me prestó el integral y/o vol. 1 de La Liga de los Hombres Extraordinarios.  Se trata una historia ambientada a finales del siglo XIX, sobre un grupo secreto de individuos admirables y con capacidades por sobre la normalidad, quienes trabajan para el gobierno británico.  Sus protagonistas son personajes sacados de la literatura clásica victoriana y del periodo histórico en que se desarrollan sus aventuras, de ese modo tenemos entre sus integrantes a Mina Murray (de Drácula), al doctor Jeckyll y a Mr. Hyde de la novela homónima de Robert Louise Stevenson, al Hombre Invisible de la famosa novela de H.G. Wells y varios más salidos de narraciones de Edgar Allan Poe, Arthur Conan Doyle y Julio Verne, entre otros.  Era un tomo precioso el que tenía en mis manos, pero no supe apreciarlo en aquel entonces (la ineptitud de la juventud, supongo) y eso que ya sabía entonces quién era Alan Moore, su guionista y bien supe apreciar el arte del dibujo que era el mismísimo O´Neill.  Creo que a duras penas me acabé dicha novela gráfica.  Por esa época, se estrenó la versión cinematográfica, la última peli que hizo Sean Connery como actor y que fue un fracaso (recuerdo que no me gustó y la vi en medio de una cita, je, que luego me pasó lo mismo en circunstancias parecidas con los bodrios de Liga de la Justicia y Aves de Presa, todos presagios de ningún futuro amoroso con mis acompañantes en tales ocasiones).



     Pasó el tiempo, avanzó el siglo y me hice más “viejo”.  Llegó la pandemia del Covid que durante dos años consecutivos nos tuvo recluidos en nuestras casas y de ese modo entre 2020 y buena parte de 2021, me gasté harta plata en comprar libros y cómics por Internet; así que esperaba ansioso llegaran a mi hogar, si bien sigo acumulando títulos y títulos sin leer.  En una de esas ofertas “de pandemia”, vendían muy baratos los 4 primeros integrales de estos especiales (super) héroes o antihéroes, así que me decidí a darles una nueva oportunidad.  Los adquirí en 2020 y solo este año, poco antes de fallecer su dibujante, me dediqué a ellos; esta vez disfruté mucho la primera entrega y los siguientes me fascinaron.  Les confieso que su copia del estilo de las viejas ilustraciones y de la publicidad de los siglos pasados, la encuentro maravillosa, con un humor exquisito que acompaña la genialidad de su colega Moore. Aún estaba leyéndome los integrales, cuando supe que había un quinto tomo, ambientado en el futuro, de la mano de sus mismos autores; en oferta estaba y la tentación de adquirirlo para seguir de inmediato el orden de lectura fue grande, no obstante, a la fecha no lo he hecho.
      Unas semanas después de terminar con estas lecturas, conversando por Whatsapp con mi amigo Miguel Acevedo, me enteré de su muerte; así fue como consideré algo sincrónico que previo a su deceso, le haya dedicado mi tiempo a una de sus obras más emblemáticas (y algo parecido me sucedió este año con Vangelis). 
    Para terminar, una anécdota debo contarles sobre los cómics de La Liga de los Hombres Extraordinarios.  Era 2020, que me encontraba trabajando por vía remota y haciéndoles clases a mis alumnos ocupando videoconferencia, una de mis jefas me encargó seleccionara varios títulos de cómics, para la biblioteca del colegio, y de ese modo feliz me dispuse a escogerlos.  Le di los nombres para comprarlos por Buscalibre, el mismo servicio que uso para adquirir a distancia literatura e historietas… ¡Y como seguían con gran descuento los susodichos tomos, no vacilé en agregarlos a mi lista! Mi mayor motivo para tenerlos en consideración, era la íntima relación de esos textos con la literatura de más rancia alcurnia, tal y como ya lo demostré más arriba; por lo tanto, bien podían dichos fascículos motivar a sus jóvenes lectores,  para seguir luego con las obras que inspiraron a Moore y O´Neill.  Era finales de septiembre del año pasado, cuando volvimos al colegio de forma presencial, aunque con horario reducido; un día me llama/escribe a mi celular la bibliotecaria, mi amiga, quien estaba haciendo inventario de las últimas adquisiciones y se encontraba leyendo los cómics por encargo de la misma jefa, para ver a qué tipo de público correspondían:
 
    - ¡Estas obras no las pueden leer en el colegio nuestros estudiantes! - Me dijo cuando llegué a su lugar de trabajo.
    - ¿Por qué? – Ya estaba dispuesto a defender con uñas y dientes el valor artístico de tales títulos.
    - Por esto… y esto…- Y entonces me mostró viñetas seleccionadas, a tal punto que, si hubiese sido un mojigato, habría quedado horrorizado.  Y es que con la mala memoria que poseo y al no haberle echado un vistazo antes a los otros tomos de la saga, no recordaba e ignoraba que se trataba de historias para adultos, con sexo explícito y mucha violencia gráfica.
 
    Como decimos en Chile, “agaché el moño” y tuve que asumir mi error.  En todo caso, Maritza se tomó con humor el impase y es así como hoy en día, dichos cómics, están solo para la consulta y el placer del público adulto del colegio (o sea, funcionarios).
 

           Esta historia sobre los Linterna Verde fue muy "subida de tono" en su momento,
de modo que se publicó sin el sello de la aprobación del Comic Code, toda una proeza en 1986.

jueves, 22 de diciembre de 2022

Conociendo, por fin, viejas pesadillas.


   El segundo tomo de Visiones Peligrosas, al menos en la edición que poseo, incluye una nueva introducción de Harlan Ellison.  Escrita pocos años después de la publicación original de la antología, nos revela datos interesantes sobre el impacto que han provocado sus cuentos entre los lectores; es así que nos comparte dos cartas, de las tantas que le han llegado al respecto, una de ellas alabando/agradeciendo esta colección y su osadía, la otra (y más interesante) acusando de falta a la moral al compilador y a su libro... ¡Obviamente esta colección hizo historia y no dejó indiferente a su público!
    Cabe mencionar que buscando información e Internet, en especial viendo imágenes de distintas ediciones extranjeras, he podido comprobar que en efecto esta obra se publicó originalmente en un solo tomo, pero luego fue dividido en 3 libros, de modo que lo que yo poseo no es simple capricho de los españoles.
 
1. El Hombre que fue a la Luna...dos veces (Howard Rodman).
 
    De la mano de un autor que en realidad no era un especialista en ciencia ficción, sino que un connotado guionista de televisión y dramaturgo de historias "realistas" (del que nada sabía hasta ahora y por el cual se nota el aprecio que le tenía Ellison, que parece era un hombre que amaba a sus amigos), llega esta emotiva narración que por su intimismo tono nos recuerda a Ray Bradbury.
    Un chico a los 9 años de edad es transportado al satélite natural de nuestro planeta, aunque no por vías tecnológicas, sino por medios maravillosos.  No mucho llegamos a saber de su periplo, salvo que fue hermoso y a su llegada se vuelve el centro de atención de mucha gente.  Pasan los años y ya anciano, vuelve a viajar al mismo lugar, si bien a su vuelta los efectos entre los demás no son lo mismo.
    Un nostálgico texto, que más bien pertenece al reino de la fantasía y que tal como dice el propio compilador, no tiene tanto de "visión peligrosa".  No obstante, es una bella advertencia para que no perdamos el sentido de asombro, en especial ante los avances científicos, algo que gente como yo- que ha visto con el paso del tiempo, cómo el mundo de la ciencia ficción se ha ido cumpliendo- sí mantiene; no obstante, en el caso de las nuevas generaciones, ya no está presente y ello por haber nacidos dentro de un mundo, para el cual todo ya está dado.
 
2. La fe de nuestros padres (Phillip K. Dick).
 
    Dentro de los cuentos más extensos y potentes en lo que va de la antología.  De la mano de uno de los autores más destacados, de la nueva camada de escritores a los que ha querido presentar desde un principio Ellison, con su proyecto literario, nos encontramos con un cuento que desarrolla un mundo por completo configurado- y bastante aterrador, por cierto- respondiendo muy bien a las obsesiones de su creador y las que definen buena parte de su obra: No estamos seguros y nuestro libre albedrío no nos sirve, para ganarle a las fuerzas superiores que controlan nuestras vidas.
    Como parte de la mejor ciencia ficción de crítica social, que proyecta en sus ficciones las preocupaciones de su tiempo y va más allá del sentido de la aventura, este relato nos habla directa e indirectamente de la Guerra de Vietnam (el mayor fracaso del orgulloso imperio gringo) y de la Guerra Fría, con su confrontación ideológica.
   Los comunistas chinos han ganado la confrontación y occidente se ha sometido finalmente, en especial la caucásica.  Un funcionario oriental del gobierno de poca monta, se ve involucrado en una serie de eventos y que al parecer implican un complot para descubrir la verdad, sobre la verdadera identidad del líder de este mundo.  El protagonista apenas está seguro de qué es la cierto y nosotros como lectores también, nos mantenemos en la incertidumbre de lo que pasará.
    Los sentidos naturales no bastan para abarcar la realidad y es acá cuando este relato se vuelve aún más escabroso y osado, al referirse de forma explícita al uso de drogas para poseer un conocimiento cabal de las cosas.
    Lleno de momentos magníficos, este texto nos mantiene expectantes y se lee con gran satisfacción.
 
3. El Rompecabezas Humano (Larry Niven).
 
     Un hombre- relativamente joven- está prisionero y condenado a muerte, cuyo crimen solo al final del cuento llegamos a saber cuál fue.  Cabe mencionar que, en su mundo, usan los órganos de los sentenciados para trasplantes.
    La sociedad ha adaptado sus leyes, para darle una supuesta verdadera utilidad a los condenados; por medio de lo anterior, se nos muestra otro escenario del horror, al representar cómo los valores morales pueden ser trastocados y vueltos otra cosa.
    Acción e intriga en este relato que retoma (tal vez fue uno de los primeros en su tipo), el divertido tema de los intentos de fuga de cárceles del futuro.
 
4. Voy a probar suerte (Fritz Leiber).
 
     Un hombre que vive con su esposa, madre y perro en condiciones poco felices (el escenario incluye violencia intrafamiliar), decide abandonar en plena noche su hogar para irse a jugar; de ese modo llega a una especie de centro de recreo.  Allí se envalentona y se pone disposición de un grupo de sujetos peores que él, especie de mafiosos adinerados, a los que va venciendo gracias a ciertas habilidades suyas o a la suerte, hasta que se encuentra con un adversario de verdadero cuidado.
    El protagonista es un verdadero patán, un machista avaricioso y troglodita, de modo que el antro al que llega parece ser el sitio ideal para él (el narrador de forma irónica, en más de una ocasión, lo llama héroe).  El cuento mismo describe a las mujeres que trabajan en el sitio, de manera tal que a una feminista o a alguien grave le provocaría mínimo malestares, lo mismo sucede cuando se refieren a la gente negra; pero tales atrocidades, sirven solo para crear el ambiente adecuado que apoya las miserias del personaje central.
     Solo la mención a los viajes espaciales y a la existencia de vida extraterrestre (y de manera bastante somera) nos dan la idea de que este es un cuento de ciencia ficción, si bien su desenlace no me parece propio de lo que sería una verdadera Visión Peligrosa (bueno, el primer cuento de este tomo tampoco, aunque me gustó lejos mucho más que este otro); por lo mismo, parece más un relato de horror, que algo de carácter "anticipativo".
      El autor me es muy apreciado desde que lo conocí en mi adolescencia y es uno entre los grandes, no obstante, este texto suyo se me hizo enredoso y me decepcionó (siendo que por décadas le tenía ganas a este cuento).


 
5. El Señor Randy, mi hijo (Joe L. Hensley).
 
    En una antología el lector puede encontrarse con una variada gama de autores y lo mismo con la calidad de sus textos, que siempre habrán unos mejores que otros y lo mismo sucede con el placer que pueda tenerse al leerlos, que no todos serán del gusto de uno y podrá haber al menos alguno que encontremos fome y/o inentendible (como me pasó con el de Phillip José Farmer y el que, en todo caso, no me atrevo a decir que es "malo", solo que me superó su lenguaje tan visceral), por no olvidar los que francamente encontremos de escaso valor literario.
    Al autor de este texto para nada lo ubico, aunque me he enterado tuvo una carrera prolífica.  Teniendo en cuenta las alabanzas de Ellison, que le hace en su presentación, me pareciera que la elección de agregarlo a la colección estuvo más motivada por la fraternidad, que por el nivel artístico de este relato y que no está a la altura de la mayoría de las joyitas que aquí encontramos.
    ¿De qué se trata? Solo puedo decir que cuenta de un hombre adulto con cáncer y también de un chico que creo posee ciertos problemas neurológicos (¿Tal vez tenga Espectro Autista?) y de un perro.
   ¡Feliz si alguien me explica esta historia!
 
6. Eutopia (Poul Anderson).
 
    Un hombre es enviado como espía o investigador, a un reino bastante menos civilizado que el suyo y allí se encuentra con varias costumbres a las que desprecia, pues se supone superior; sin embargo, la nobleza también existe entre quienes bien lo han acogido.
    La historia partió muy bien para mi gusto, luego debido a su lenguaje barroco se me hizo confusa, como otras de esta colección (¿Estaré perdiendo mi nivel de concentración o, tal vez, mis preferencias han ido cambiando con el tiempo?).
    El cuento, por otro lado, aborda un concepto caro al de su autor (un escritor que en general me agrada bastante): el de una organización avanzada con tecnología superior y que supervisa y\o investiga otras realidades, épocas o dimensiones (como bien sucede con su célebre saga de Guardianes del tiempo).
    La mayor genialidad de este relato, me parece que estriba en cómo jueja con varios elementos étnicos, al describir posibles evoluciones de diversas culturas reales preexistentes de origen europeo, americano, etc.
    La verdad es que el tono de este relato para nada es pesimista y no me parece propio de una Visión Peligrosa.
 
7. Incidente en Moderan (David R. Bunch).
 
    Primero de dos cuentos en total de este autor, por completo desconocido para mí, el único de la antología en repetirse el plato y al que como al resto de sus colegas Ellison no deja de elogiar... ¡Por lo que me gustó el texto, tan sugerente, creo hasta el momento que se merece esta única atención!
    Moderan es una nación- o algo así- gobernada por ciborgs que viven solo para hacer la guerra.  Uno de los señores de las fortalezas, usadas para competir bélicamente contra el enemigo, durante un obligado cese al fuego se encuentra con una "persona normal" y tiene con esta un muy interesante diálogo.
    Muy entretenido y triste a la vez, este cuento nos lleva a meditar hacia el sinsentido de la violencia que nos consume, por medio del cual el odio y la guerra terminan por devastar todo lo hermoso que podría haber.  Por otro lado, la humanidad del hombre que llega hasta el ciborg y la casi absoluta falta de valores de este último, son sobrecogedoras.
 
8. La Torre (David R. Bunch).
 
    Mejor se hubiesen quedado solo con el cuento anterior no más, que este otro me parece no tiene pies, ni cabeza.
   Un tipo se encuentra recluido en un sitio por razones desconocidas y dentro de sus inmediaciones comienza a divagar... ¡Más no les puedo decir de este texto tan breve, que a mi parecer apenas tiene historia!
 

9. La Casa de Muñecas (James Cross).
 
    Un hombre trata de llevar una vida de apariencias, junto a su esposa que solo le pide lujos, mientras él lleva la pantalla de esposo ideal y hombre de negocios triunfador que provee a una mujer que no le trabaja un peso a nadie.  Habitan una casa en un barrio que apenas pueden costear y se dan privilegios junto a sus hijos que lo tienen al borde de la bancarrota.  Un día le ofrecen de regalo un objeto mágico, que podría aliviar sus preocupaciones, si bien el remedio puede ser peor que la enfermedad.
    Acá nos encontramos frente a toda una reflexión acerca del materialismo y la avaricia, apetitos que si no los controlamos nos pueden destruir.
    Una de las historias que más me han gustado de esta antología, más considerando que este segundo tomo lo he encontrado muy irregular; sin embargo, no es una obra de ciencia ficción, sino de fantasía y hasta se podría decir que de horror sobrenatural.  No obstante, cuando esperaba un final a la altura del resto del cuento, este me ha parecido decepcionante y/o ambiguo.
 
10. El sexo y/o el Señor Morrison (Carol Emshwiller).
 
    Avanzo en esta antología y a punto de acabar el segundo tomo (lejos más flojo que el primero) y me voy convenciendo más y más que Ellison escogió a la mayoría de estos autores por "amiguismo"; algunos de ellos- la mayoría menos mal- talentosos escritores de ciencia ficción ya consagrados y otros como esta señora, de la que nada sabía antes de leerla aquí- y no me interesa volver a encontrármela en parte alguna- que generalmente escribían mainstream y por alguna oscura razón pretendieron- alentados por ya saben quién- participar de este proyecto; al final a estos les salió algo "raro", en el mejor de los casos un texto bello - como el que encabeza este volumen- y en el peor de los casos- como sucede con este que ahora comento- algo producto de no sé qué drogas y/o mente febril.
    La historia- si es que hay algo que se puede llamar así en este texto, que definitivamente me desagradó- trata de un ser femenino- a veces pensaba que era una rata- obsesionado con un hombre grande y/o gordo, en especial con su cuerpo.  La criatura lo observa y se hace todo un "caldo mental" con el objeto de su deseo.
    ¡Ah, por cierto! Si esta es una visión peligrosa, lo será, tal vez, por lo polémica que pudo ser en su tiempo y hoy para nada censurable.
 
11. ¿Cantará el polvo tus alabanzas? (Damon Knight).
 
    Casi un microcuento (3 páginas), este breve texto logra conmoverme mucho, más que varias de las rarezas que aquí encontramos.
    En un futuro indeterminado, se declara el Apocalipsis bíblico. Dios desciende a la Tierra, junto a sus ángeles para emitir el Juicio Final; empero, todos estos se encuentran con un lamentable escenario, que hasta el mismo Creador queda perplejo.
    Un sentido llamado de atención, acerca del curso que lleva la política internacional y los conflictos bélicos (cuando se escribió este relato, la Guerra Fría estaba en su apogeo y, creo, se encontraba en desarrollo la Guerra de Vietnam; mientras que ahora sigue la disputa de Rusia-Ucrania) y el papel que cumple Dios en nuestras vidas.

martes, 20 de diciembre de 2022

El lado más luminoso del UCM.


     Dentro de las propuestas de la llamada Fase 4 del Universo Cinemático Marvel, en materia de televisión, este año tuvimos la presentación de “nuevos” personajes, o sea, de superhéroes no vistos hasta entonces en sus películas y quienes, se supone, tuvieron sus respectivos shows para luego ser introducidos a futuras cintas para el cine.  El primero de estos fue Caballero Luna y luego le siguió la actual Miss Marvel, siendo la tercera otra justiciera: She- Hulk (también conocida en nuestra lengua como Hulka).  La verdad es que, de este trío de producciones, solo la última fue completamente de mi agrado ¿Razones? Más de una y que ahora se las presentaré.
    Pero antes de ir de lleno a mis opiniones sobre el título que ahora nos reúne, una pequeña semblanza sobre quién es esta verde “mujer forzuda”.  Como una de las tantas versiones femeninas de varios personajes ya clásicos marvelitas (Spider-Woman, la Ms. Marvel original, Namorita y otras que de seguro se me escapan), viene a ser nada menos que prima de Bruce Banner y a quien este salva su vida, haciéndole una transfusión de sangre debido a un accidente.  De nombre Jennifer Walters, es abogada de profesión y desde un principio, a diferencia de su más famoso pariente, nunca perdió el uso de su raciocinio tras pasar por su transformación, manteniéndose luego siempre en su apariencia mutada.  Con varias colecciones y especiales a su haber, ha tenido gran participación dentro de publicaciones tales como Los 4 Fantásticos, grupo del cual fue miembro reemplazando a La Cosa y en una de sus etapas más famosas (la escrita y dibujada por John Byrne), en Los Vengadores y hasta con Los Defensores, entre otros.  Fue creada por la dupla de lujo de Stan Lee y John Buscema, para su propia serie Savage She-Hulk y que salió en febrero de 1980.
    Cabe mencionar que el show de imagen real de Disney+, del que estamos hablando, no es la primera versión audiovisual que hemos disfrutado de este simpático personaje, puesto que en los noventa tuvo un destacado papel en la serie animada de Hulk, primero como recurrente y luego en su segunda temporada compartiendo coprotagonismo con el Gigante Esmeralda. Posteriormente, en tiempos más actuales, la hemos podido apreciar como parte de Hulk y los Agentes de S.M.A.S.H., cartoon lejos mejor que el primero (aunque sin desmedro del anterior).
     Estrenado el 18 de agosto de este 2022, con un episodio por semana y llegando a 9 en total (el último capítulo tuvo su premiere el 13 de octubre), el programa comienza mostrándonos a su personaje principal, asumiendo el cambio que ha significado volverse una persona superpoderosa.  A raíz de ello, luego de perder su trabajo como abogada (en circunstancias muy graciosas), consigue una propuesta laboral superior.  De este modo, la serie expone los enredos por lo que pasa Jennifer, haciendo todo lo posible por equilibrar su vida como mujer, profesional y obligada superheroína, con situaciones en general más que dramáticas, muy divertidas.  No obstante, detrás de todas las risas, la acción y la aventura, la producción nos muestra a una mujer empoderada, quien debe asumir sus responsabilidades, sin dejar de lado sus pretensiones personales en los planos sentimental, profesional y como hija, a lo que se le debe sumar el giro que ha significado convertirse en una “potenciada”.
     Por varios motivos este espectáculo, ha conseguido mi completa atención y aprecio, los que a continuación se los compartiré:
 
1. Desde WandaVision, que no teníamos una propuesta televisiva centrada en una fémina adulta.  No obstante, esta otra posee una personalidad por completo distinta a la de la Bruja Escarlata y sus guiones mantienen un tono mucho más liviano.  Claro que en ambos casos encontramos a una mujer empoderada, quien se ve enfrentada a circunstancias extraordinarias.  Queda aclarado que la vida de una y otra son por completo distintas, aunque igual podemos llegar a sentir admiración y respeto, por esta nueva heroína que nunca pierde su autenticidad y que, siendo una inexperta en su actual posición, mantiene claros sus valores morales.  Lo mismo sucede con la actriz escogida para hacer de la Walters, Tatiana Maslany, bajita y para nada “despampanante”; de modo que su imagen de mujer “normal”, contrasta bastante con el de la amazona gamma (por lo tanto, queda resaltado que el valor del personaje no radica en sus poderes, sino que en su personalidad).
 
2.  El humor de esta propuesta televisiva llega a ser refrescante, más al dirigirse a un público adulto, puesto que la manera de cómo se aborda este elemento- de las maneras más ingeniosas posibles, entremedio de los hechos de tipo “comiquero”- hace que uno se sienta más identificado y por tratarse de acontecimientos que bien se acercan a la realidad: cómo comportarnos con nuestra familia y amigos, la búsqueda de un romance que ojalá pueda acabar con nuestra soltería, los conflictos ligados a nuestro empleo con jefes y colegas… Y a lo anterior, se le suman sus primeras incursiones en el mundo de los superpoderes, mostrándonos detalles nunca vistos en estas producciones (cine y televisión), aunque sí apreciados en los cómics.  Por lo mismo, que toda esta mezcla sea trabajada en She-Hulk, viene a ser uno de sus tantos puntos altos.  Y esto no es todo, puesto que se suma el uso del ”rompimiento de la cuarta pared”, haciendo que la protagonista le hable directamente a la cámara y al público.  Apenas sucede esto por primera vez, en un principio de la manera más inesperada y breve, al público puede llamarle la atención; sin embargo, es en su potente y último capítulo, que el recurso en cuestión llega a niveles surrealistas e irrisorios, al más puro estilo de Deadpool 2.
 
3. Nunca antes se había utilizado tanto el rico universo marvelita y el UCM, en una de estas producciones para el streaming de Mickey Mouse, hasta el presente programa.  Es así, que primero tenemos como importante secundario nada menos que a Bruce Banner/Hulk, interpretado por un siempre encantador Mark Ruffalo, incorporándoseles luego Wong y nada menos que Emil Blonsky/Abominación (este interpretado por Tim Roth, quien hizo del personaje en El Increíble Hulk y posteriormente tuvo un gracioso cameo en Shang-Chi); pero eso no es todo, puesto que en los dos últimos capítulos tenemos el regreso más formidable de todos y mejor no les cuento más, para que descubran por sí mismos quienes aún no han visto este show.  Por último, muy divertida resulta ser la versión de una villana a la altura de She-Hulk, quien tiene su debut acá: Titania.  A la anterior, se le deben sumar cómicas interpretaciones de la Brigada de Demolición, Puercoespín y otros.
  

                                                            Créditos del primer episodio

jueves, 15 de diciembre de 2022

Un sueño concretado.


     Neil Gaiman logró fama, fortuna y gloria por siempre gracias al cómic que lo posesionó como uno de los narradores más talentosos de la actualidad, The Sandman.  La serie regular de su particular visión de un personaje, ligeramente inspirado en otro del mismo nombre de la Edad de Oro de las historietas, perteneciente a DC, no solo ganó millones de admiradores y premios, sino que se volvió un referente que sobrepasó el medio de las historietas, al crear historias tan impactantes, sofisticadas y hermosas.  Es así como, a lo largo de sus 75 números regulares y especiales, nos entregó a un montón de personajes entrañables.  Asimismo, el fuerte contenido literario, mítico, histórico y multireferencial de esta obra, que se conectaba de manera muy inteligente a buena parte del resto del universo DC, pese a tener un tono más adulto (ya que originalmente pertenecía al sello Vertigo, fuera de las colecciones más “accesibles” al público general de la empresa), hace rato que exigía una versión audiovisual de tan magna obra.  Pero no era cosa de destruir la magia de esta joyita del noveno arte, entregándosela a cualquier cineasta o producto mercenario, para no caer en el error de muchos títulos que intentaron hacer justicia a algún cómic popular y al final solo lograron bodrios; por lo tanto, pasaron décadas para que alguien se atreviera a hacer una versión a las alturas de The Sandman, que lograra contentar tanto a sus seguidores (y conocedores de las viñetas), como enganchar al público que apenas sabía de estas historietas… ¡Y entonces Netflix se la jugó para darle rostros “reales” a Morfeo y a buena parte de su compañía! Hasta que agosto de este año se estrenó la primera temporada, de solo 11 episodios, todos basados en los guiones originales hechos por Gaiman.
    Antes de ir de lleno a analizar y/o comentar lo visto hasta el momento, sobre el show que hoy nos reúne, corresponde contar de qué va su argumento, que tal como ya dije adapta una parte significativa de los cómics.
    Morfeo es The Sandman (el Hombre de Arena o el Arenero, si lo traducimos literalmente a nuestra lengua), una entidad antropomorfa inmortal poderosísima, que forma parte de los Eternos (no confundir con los semidioses de Marvel, que son otra cosa), todos hermanos y que representan distintas fuerzas de la naturaleza.  Su reino es el mundo de los sueños y las pesadillas.  Sus poderes también tienen relación con la realidad, de modo que puede intervenir en la vida de los seres humanos, incluso durante la vigilia; de igual manera mantiene sus habilidades en otras esferas y con todo tipo de criaturas inteligentes.   También puede crear vida consciente e inconsciente, a la que les da un papel dentro de su reino y por lo mismo para que se aparezcan durante el sueño de la gente.


    En los cómics, como en la serie misma, Morfeo interviene directamente en la vida de los seres humanos, ya sea debido a su propio rol, como obligado por las acciones de estos mismos.  Pese a tratarse de un ser de un poder tan inmenso, a quien a veces le cuesta comprender por completo a los mortales, actúa siempre con gran sabiduría y su especial trato hacia hombres y mujeres, como su compasión, no dejan de conmovernos.   Por igual, en muchas ocasiones lo vemos interactuando con sus pares u otras entidades sobrenaturales.  En un caso u otro le toca resolver entuertos, algunos mundanos y otros de carácter cósmico.
    El programa, tal como las historietas que lo inspiran, comienza con Sandman atrapado por un hombre “normal”, quien como muchos de su calaña solo desea poder; es así que en el primer episodio, asistimos a su retención que dura más de un siglo, lo que provoca devastadoras consecuencias en nuestro mundo.  Una vez que consigue escapar Morfeo, le toca recuperar 3 objetos mágicos que le pertenecen, pues a manos de gente inescrupulosa provocan gran daño; entre medio le toca viajar nada menos que al Infierno, donde se lleva a cabo un inolvidable enfrentamiento con Lucifer, bellamente adaptado del material original.  Asimismo, la última de estas herramientas suyas, nos da otro de los mejores episodios cuando por fin logra quitárselo a su ladrón.  Entre medio, conocemos a Muerte, su hermana mayor, quizás el mejor personaje (incluso más que el propio protagonista) y quien responde a una de las concepciones más positivas de la Parca.  Cabe mencionar que en el capítulo que nos presenta a la dulce Muerte, también se nos cuenta de una singular amistad entre Morfeo y un ser humano.  La segunda mitad de la temporada, abarca la preocupación por evitar un nuevo desastre relacionado con los sueños, centrado en una mujer que es una anomalía y quien podría desajustar la realidad por completo.  Los 10 episodios que muestran todo esto (y más) fueron estrenados el 5 de agosto, mientras que uno nuevo (a manera de regalo) se exhibió por primera vez el 19 del mismo mes, con dos historias autoconclusivas, siendo la primera de ellas una preciosa animación acerca de los gatos y la otra, aún más emotiva, centrada en un personaje de la mitología ligado al propio Sandman.  Queda claro que aquí tenemos nada de relleno y puro filete desde principio a fin.
     Para quien haya leído y gozado de las historietas escritas por Neil Gaiman, las que contaron con numerosos dibujantes de distinto talante (personalmente, algunas novelas gráficas me parecen que pudieron tener mejores ilustraciones), ver al actor que escogieron para hacer de Morfeo, en una primera instancia parece ser poco acertado ¿Por qué digo esto? Pues resulta que el Sandman comiquero tiene una apariencia desgarbada y no es alguien que, sin ser feo, podamos llamarlo hermoso; en cambio, para esta versión televisiva escogieron a un actor joven muy del tipo CrepusCULO y, por lo mismo, resulta fácil prejuiciarse de que harán un producto poco fiel a las historietas; no obstante, todo empieza tan bien y se va poniendo cada vez mejor, al punto de que nos convence rápido su intérprete Tom Sturridge y logra nuestro reconocimiento como la encarnación del Eterno del Sueño.  Buenos guiones y una preocupación por una dirección de arte y de más complementos artísticos y técnicos de calidad cinematográfica, consiguen lo anterior y más todavía, haciendo que podamos presenciar un espectáculo de lujo.  Cabe mencionar que algunos de los momentos más escabrosos del cómic, los que incluyen su violencia bastante gráfica en varios momentos, no fueron obviados y, por lo mismo, esta propuesta de Netflix se merece los respetos de quienes amamos sus novelas gráficas.
     Solo dos “peros” me atrevo a tener con la producción.  Primero: Puedo aceptar, sin problemas, que acá Muerte esté bajo los hombros de una actriz afrodescendiente (en las viñetas es bastante pálida), ya que lo hizo estupendamente y creo que un ser sobrenatural como ella puede poseer la apariencia que desee; de igual manera, la elección por darle una apariencia femenina y/o andrógina a Lucifer, bajo el trabajo de una actriz a la que adoro (Gwendoline Christie), resultó todo un acierto; incluso hacer que Lucien fuera por igual de sexo femenino (¿O, tal vez, no binaria?) y morena, se ve como algo verosímil… Sin embargo, una vez más cayeron en la INCLUSIÓN FORZADA, al hacer que muchos otros personajes fuesen negros, ya resultó demasiado y el extremo fue mostrarnos a una familia inglesa adinerada, de principios de siglo pasado, de origen afrodescendiente ¿Acaso no les bastaba con los otros ejemplos mencionados? Lo último no tiene lógica y se ve ridículo, empañando una joya como esta.  De igual manera, imperdonable que un programa tan bello como este no posea créditos de apertura (claro, los créditos finales son distintos para cada episodio y se inspiran en la inconfundible estética de David McKean, quien hizo la mayoría de las portadas de la serie regular de los cómics), algo que habría sido maravilloso apreciar en pantalla.
   Ya está confirmada la segunda temporada y tal vez nos regalen uno o un par de capítulos del último coletazo de este primer año… ¡Solo pido que adapten la historia dedicada a William Shakespeare y que fue el primer cómic en ganar el prestigioso Premio Mundial de Fantasía!

    


viernes, 9 de diciembre de 2022

Saboreando de nuevo viejas pesadillas (I)

Presentación.
 
     En plena década de los sesenta, época tumultuosa llena de revoluciones y que hasta hoy en día vemos sus repercusiones, incluso la ciencia ficción tuvo su propio remezón e invitación al cambio para adaptarse a nuevas ideas, que rompieron con viejos paradigmas. Esto es lo que se llamó New Wave (Nueva Ola en nuestra lengua), en la que tuvo un papel predominante un viejo conocido de este blog, Michael Moorcock, quien por medio de una revista especializada en el tema impulsó otro tipo de historias, ahora más centradas en el llamado "espacio interior", promoviendo las ciencias sociales como la psicología y la sociología, en vez de las narraciones más positivistas ambientadas en el llamado "espacio exterior".  Todo esto empezó en Inglaterra y a ello se agregaron, cómo no, los escritores gringos.
     El interés por este tipo de ciencia ficción, cobró fuerza en Estados Unidos y fue así que un "joven" autor norteamericano llamado Harlan Ellison (comenzando para entonces la treintena de su vida), ideó algo que hasta entonces no se había hecho: crear una antología de cuentos originales, hechos en exclusiva para dicha colección, de parte de lo más graneado del género.  El libro en cuestión se llamó Visiones Peligrosas, siendo publicado por primera vez en 1967 y teniendo a más de 40 autores y cuentos a su haber.  El nombre de la colección se debe a que nos muestra distintos tipos de futuros catastróficos, unos más que otros, muchos de ellos bastante polémicos para su época, en especial al abordar de forma explícita los temas del sexo y la drogadicción.
    La mayoría de los escritores que hicieron su aporte para este volumen, pertenecían a la nueva camada de la ciencia ficción, de modo que por lo mismo Visiones Peligrosas se volvió uno de los mayores referentes de la mentada New Wave.  También encontramos en sus páginas a artistas más veteranos, quienes bien se adaptaron al más actual estilo y lo sugerido por Ellison; entre estos últimos cabe destacar nada menos que el "Buen Doctor", Isaac Asimov, quien prefirió contribuir con una introducción (tan divertida como el resto de sus trabajos del mismo estilo).
     Harlan Ellison presenta a cada colega, dando algunos sabrosos datos sobre sus biografías y bibliografías, sin limitarse en elogiarlos.  Por otro lado, le pidió a estos que al final de cada cuento, agregaran algunas palabras a manera de comentario/explicación de su propia obra.
     El libro incluye unas ilustraciones para cada relato, que imitan en algo la estética de los murales latinoamericanos, pero que en estos casos encuentro bastante horribles.
    Para la versión en español, la antología se editó en 3 tomos y de ese modo iré compartiéndoles mis impresiones a medida que vaya acabando cada uno de ellos.
    Esta famosa colección me la leí en mi juventud, en los años noventa, aunque solo los tomos I y III, pues el del medio solo tiempo después conseguí.  Bien poco recordaba de tales lecturas, aunque me había quedado con una gran idea al respecto.  Ahora, ya menos ignorante, me he hecho nuevas impresiones, que feliz las expongo a ver si alguien se entusiasma en leerlas por su cuenta.  Ojalá se me retribuya con algún comentario al menos, que bien fome es sentir que uno escribe para nadie.
 
1. El Canto del Crepúsculo (Lester del Rey)
 
    Una poderosa entidad cósmica escapa de sus captores, que por largo tiempo le han hecho la vida imposible.  Cuando cree llegar a un planeta donde supuestamente podría estar a salvo, se da cuenta de su error demasiado tarde.
    El trasfondo moral de esta breve historia (unas 5 páginas), nos invita a reflexionar acerca del valor que le damos a nuestra tradición y todo lo que fue sagrado alguna vez ¿Avance es sinónimo de la pérdida de toda inocencia?
 
2. Moscas (Robert Silvenberg).
 
   Un astronauta se convierte en el único sobreviviente de un accidente en el espacio y por lo mismo es rescatado por unos alienígenas avanzadísimos, los cuales lo intervienen quirúrgicamente para salvarlo, haciendo ciertas intervenciones en su cuerpo con un propósito bastante siniestro; es así que el hombre, ahora "mejorado", regresa a la Tierra para cumplir su nueva misión.
   Una historia que comienza engañosa, como si se tratara de una visión positiva de las inteligencias extraterrestres, que luego se vuelve un relato despiadado (aunque no de manera explícita), para indagar en la moralidad acerca de la empatía, la falta de esta y la curiosidad como una faceta de la monstruosidad, que puede habitar en quien tiene hambre de conocimientos y nuevas experiencias, careciendo por completo de límites morales para conseguir sus propósitos.


 
3. El Día siguiente a la llegada de los Marcianos (Frederick Pohl).
 
    Los marcianos han arribado a la Tierra (y supuestamente solo a Gringolandia), lo que provoca la expectación de todo el mundo.  Son extraños y eso provoca hasta chistes de muy mal gusto.
    Lo que comienza de forma interesante, termina decepcionando (al menos en mi caso), puesto que cuando se espera suceda algo impactante (como una gran revelación sobre esta especial visita a nuestro planeta), todo termina de forma abrupta.
    Detrás de esta narración aparentemente anodina, encontramos una crítica a la intolerancia y en especial a la de los yanquis, con su racismo explícito o escondido según sea el caso.  La idea de la otredad, donde los emigrantes acomplejan a muchos "autóctonos", se proyecta en este relato de humor negro.
 
4. Jinetes del Salario Púrpura (Phillip José Farmer).
 
    ¡Tantas flores que le tira Harlan Ellison al autor y su cuento en la introducción y yo tan entusiasmado de releerme esta historia! No recuerdo qué impresiones me provocó este texto en mi juventud y el cual es, más encima, el de mayor extensión de la antología (¡Cerca de 80 páginas!); no obstante, esta vez con suerte llegué a pasar las primeras 10 páginas.  Con un lenguaje bastante "osado" para la época, nos cuenta algo que, al menos para mí, no tiene pies, ni cabeza.  Así que nunca supe para dónde iba la supuesta historia de este no-cuento.
 
5. El Sistema Malley (Miriam Allen deFord).
 
    Primero partimos con varios relatos pequeños, que supuestamente nada tienen que ver entre sí, salvo el hecho de que sus protagonistas son criminales violentos de todo tipo y bastantes deplorables tales como pedofilia, xenofobia con asesinato por odio, rapto y canibalismo.  Luego nos enteramos de que todas estas personas, son procesadas por un sistema judicial que implica hacerlos recordar una y otra vez sus pecados.
     Una intensa reflexión acerca de la propensión humana a la oscuridad y la naturaleza de la justicia, en cuanto a cuán correcta es esta y si su ejecución se equipara o no a lo correcto como castigo y posibilidad de rehabilitación
 
6. Un Juguete para Juliette (Robert Bloch).
 
     A petición del propio Harlan Ellison, el autor de Psicosis (Psycho en inglés) retomó al famoso asesino serial victoriano Jack el Destripador, para transportarlo al futuro.  Cabe mencionar que años antes de escribir esta historia, para Visiones Peligrosas, Bloch había realizado un famoso relato de horror y en el que convertía al asesino de prostitutas, en un sujeto de carácter sobrenatural, el cual seguía joven y vivo en el presente de cuando realizó tal obra (de 1988 y los años cincuenta del siglo pasado).  Sin embargo, en esta ocasión prescinde del elemento fantástico, para crear una obra de ciencia ficción.
    Jack el Destripador es abducido y transportado a una ciudad terrestre del futuro lejano.  Allí es llevado con la intención de convertirlo en un juguete sexual y luego deshacerse de él.
     Una historia bastante osada para la época, violenta y muy erótica, en la cual incluso se sugiere la bisexualidad de uno de los personajes.
    De gran intensidad, pese a no ser un texto muy extenso, nos presenta distintos niveles de maldad y deshumanización, demostrándonos la podredumbre que puede llegar a habitar dentro de nosotros y que se hace inaceptable.



7. El Merodeador en la Ciudad al borde del Mundo (Harlan Ellison).
 
     El compilador y artífice de la importante antología, que hoy nos ha comenzado a reunir, le pidió permiso a su amigo Robert Bloch para continuar el cuento anterior.  Es así que este relato, mucho más extenso e incluso superior al que le precedió, sigue las andanzas del psicópata victoriano por una urbe futurística y en medio de una comunidad tanto o más desquiciada que él.
    Ellison se da el tiempo de ahondar en el pasado del personaje, revelándonos las motivaciones de sus actos y de ese modo entregándonos a un sujeto complejo, con un código ético inesperado que le otorga cierta humanidad, pues sus asesinatos al menos en esta versión no son impulsados por la crueldad.
    Las descripciones y técnicas literarias de esta pieza, hacen que leerla sea un placer, si bien hay que advertir que el texto no da concesiones a sus destinatarios y es bastante gráfico.  Por otro lado, el loco mundo en el que se mueve el protagonista, pese a su rareza, se siente tan real e impactante, que la capacidad del autor para darle verosimilitud es increíble.
     Muchos años después, en plena década de los noventa, J. Michael Stracinsky le haría un precioso homenaje a su maestro Harlan Ellison- consultor especializado de la serie de televisión Babylon 5, creada por Stracinsky- en el episodio El Regreso del Inquisidor, de la segunda temporada, al darnos una versión aún mucho más humanizada de Jack el Destripador, claramente inspirada en el citado cuento.
 
8. La noche en que todo el tiempo escapó (Brian Aldiss)
 
    La humanidad ha conseguido controlar el tiempo (ojo, no me refiero al clima), aunque no lo hace con propósitos investigativos y/o para mejorar su calidad de vida, sino como un medio para satisfacer su hedonismo.
    El cuento no solo nos muestra el egoísmo y la ceguera, por el uso descarado de los recursos naturales; sino que, por igual, es una reflexión sobre los desastres provocados, por la manipulación incorrecta del medio ambiente.
    Con algo de humor y un lenguaje a medias entre el técnico y la prosa poética, su final sugerente, aunque claro, nos invita a disfrutar del presente y que muchas veces no sabemos apreciar, pegados con la idea de que "todo tiempo pasado fue mejor".

Esta es la humilde edición que poseo yo, aunque en peor estado.


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