domingo, 31 de octubre de 2021

Pecados de Omisión XIV: EDICIÓN HALLOWEEN


 1. El Sirviente de los Huesos.
 
   Cuando era estudiante, escolar y luego universitario, en Alameda a la altura de la estación del metro  República (quizás la más grande en aquella época pretérita, que solo después este siglo y con la aparición de las otras líneas de dicho servicio de tren subterráneo, aparecieron otras, incluso mucho más gigantescas) se ponía sobre el pavimento un "caserito" de esos que encima de una lona o mantel, distribuyen su mercancía para ser exhibida ante los curiosos y voraces ojos de los potenciales clientes.  Este señor (o señora, que mucho tiempo ha pasado y ya no recuerdo su identidad) se dedicaba al fino comercio de libros, entre textos originales nuevos, usados y piratas.  Siempre que pasaba por ahí, en especial cuando iba en dirección al preuniversitario donde me preparaba para dar la extinta P.A.A. (Prueba de Aptitud Académica), para postular luego a una carrera universitaria (Año del Señor de 1993 y entonces no eran tan fácil cursar estudios superiores), me encontraba con las maravillas que vendía esta persona, lamentando no contar con el dinero suficiente para adquirir algo; solo una vez desembolsé plata de mis escuetos ahorros y me di un gusto gracias a dicho puesto: Los Cuentos de Eva Luna de Isabel Allende, que luego supe era una copia pirata, la única que he comprado en mi vida (pues no me gustan esas feas versiones) y que años después perdí (mucho tiempo después, gracias a una económica colección que salió en los kioscos, pude comprar ese valioso libro en tapa dura y con sobrecubierta).
    Disculpen, que harto me he extendido y todavía no llego al punto que nos reúne primero... Resulta que entre esos libros que se exponían en plena Alameda y a la intemperie (aunque muchos de ellos forrados), el único título que recuerdo con detalle viene a ser El Sirviente de los Huesos de Anne Rice.  Una de las pocas novelas de la autora independientes, que no pertenece a sus sagas de las Crónicas Vampíricas, ni a la de Las Brujas de Mayfair o a cualquier otro de sus ciclos que luego creó; solo sé que trata sobre un espíritu vengador, creo que de las antiguas Babilonia o Mesopotamia, que presencia un asesinato en la actualidad y decide ajusticiar al homicida a su manera.  Les hablo de la era antes de Internet y, por extensión, de Wikipedia, así que solo gracias a este "puestecito" supe de la existencia de tal obra.  Me gustó de inmediato su título y su portada, pero vez que tenía efectivo conmigo lo gastaba en otro texto.  Ignoro en qué momento desapareció este vendedor de tal lugar, ojalá se haya ido a otro para deleitar con sus joyitas.
   Cabe mencionar que esta novela hoy en día está discontinuada en español o al menos no la pillo desde hace años.  A ver si algún día la incorporo a mi biblioteca (y me la leo, claro).


2. Caricias de Horror.
 
    Los ochenta y los noventa son décadas prodigiosas en lo que se refiere a la aparición de antologías de terror; tengo el gusto de poseer varias de ellas y me las devoré hace rato (pregúntenme si me acuerdo de más de 5 relatos contenidos en sus páginas); algunas de ellas son verdaderas perlas que están entre lo más valioso del formato y se consideran títulos relevantes a la hora de estudiar/leer con seriedad narrativa corta del género.
    De entre los susodichos libros, se encuentra Caricias de Horror 1 y 2, dos selecciones que tuve en mis manos cuando cursaba en la universidad, puesto que llegaron muy baratos de la mano de la extinta editorial argentina Emecé, que trajo la Librería Chilena, la empresa con dos locales en Santiago de la que ya les he contado bastante.
     Creo que es el primer tomo el que trae un famoso cuento de Ray Bradbury, otro muy destacado de Clive Barker (Jacqueline Ess: Su voluntad y su testamento) y uno de Stephen King, del cual solo he leído su versión incorporada a la novela Los Tommykcnockers (La Pasión de Becka Paulson).  El tema es que nunca me compré ninguno de los dos, aunque sí adquirí un ejemplar del primer volumen, para regalárselos en Navidad a un par de hermanos que tenía de amigos en aquel tiempo.  Recuerdo que se los dediqué (era mi costumbre escribir un mensaje, a quien le obsequiaba un libro en aquellos años) y en algún momento, estando en su casa, me leí la introducción que era bien buena.
    De puro tonto no me agencié estos tomos.


 
3.  Lori.
 
    Un autor al que reverencio desde antes de leerlo, o sea, desde que era un adolescente y ya conocía algo de escritores de terror, viene a ser el maestro Robert Bloch.  Supe de su existencia cuando vi por esa época por primera vez Psicosis, basada en su novela Psycho, que claramente me gustó mucho.  Luego me leí el maravilloso ensayo de Rafael Llopis sobre Los Mitos de Cthulhu, que durante mi primer año en la universidad disfruté ahora completo, en la magnífica antología sobre estos relatos que sacó Alianza Editorial, puesto que se trataba de nada menos que su Introducción; de esta manera supe más del escritor y tuve el placer de gozar un par de cuentos suyos.
   Una vez llegó a la mentada Librería Chilena su novela Lori, con una muy fea portada de Plaza y Janés.  Cabe mencionar que difícilmente llegan acá títulos de este narrador, de quien es más fácil pillar cuentos suyos en antologías varias.  Varias veces estuve tentado de comprar esta obra, que solo puedo traer a la memoria sobre su argumento de que es de terror sobrenatural; sin embargo, nunca lo hice y solo ahora sé que perdí una oportunidad de oro, porque tal como dije antes, con suerte es traducido en la actualidad al español y eso que su bibliografía es extensa.
    Yo no era socio de ninguna biblioteca, salvo del Instituto Chileno-Alemán y si bien en la universidad tenía acceso a una inmensa biblioteca, nunca indagué para ver si tenía algo de mis temas de interés; así que todo lo que me leía o era bien lo que lograba conseguir para mi naciente colección o se trataba de lo que me prestaban los amigos, que comencé a hacer a partir de entonces.  Fue cuando una profesora del colegio donde estudié y con la que comencé a hablar recién ya salido yo de enseñanza media (pues era profe de Básica y nunca me hizo clases), ya que de pura nostalgia visitaba este centro educacional, que comencé a prestarme libros con su hijo; de edad similar a mí y alguien que tenía los mismos intereses literarios que su servidor, no contaba con alguien para compartir sus gustos.  Internet era algo de ciencia ficción, así que nos escribimos unas cuantas cartitas cortas, que intercambiábamos gracias a su madre y luego comenzamos a hablar por teléfono.  Fue así que uno de los libros que me mandó con la "Tía Yanira", fue Lori, el que leí feliz, aunque como ya dije, no tengo memoria de qué va. Por otro lado, solo una vez me junté con Manuel, pues fui invitado a su casa y harto bien que la pasé (llevé en VHS Army of Darkness de Sam Raimi, para que la viéramos juntos); tristemente esa protoamistad no fructiferó, porque el mismo Manuel no demostró mayor interés y yo me quedé con las ganas de compartir más juntos.
 
4. La Serpiente y el Arcoiris.
 
    De los ochenta data una de las mejores cintas de Wes Craven (o al menos una de mis más queridas de este realizador): The Serpent and the Rainbow.  Llegada a estos lares con el comercial nombre de La Maldición de los Muertos Vivientes, es la única peli de zombies "mágicos" moderna y seria de la que tengo conocimiento.  Cuando se estrenó en nuestras salas, correspondió a una de las tantas pelis que deseé ver en pantalla grande y que solo en VHS pude hacerlo, ya en los noventa; antes de eso, fue uno de los tantos filmes que me contó mi hermana Mabel cuando éramos chicos y que ella vio en el colegio, en esas sesiones de cuando se daban "funciones de video" para juntar fondos (otro título de estos que me relató fue Poltergeist).  Así fue que habiéndome visto por fin esta obra de adolescente, me llamó la atención el detalle de que estaba basada en un libro; luego supe de que no era una novela, sino que una especie de ensayo, del mismo tipo que aparece como protagonista en dicha obra (creo que era un antropólogo, al menos el de la vida real).
   Nunca pensé en encontrar un texto como ese por acá, no obstante gracias a la gente de la Librería Chilena ello fue posible.  La verdad es que solo supe de que estaba a la venta, porque un amigo me había pasado el dato, que no había reconocido esta obra con su nombre en español: La Serpiente y el Arcoíris.   En ese tiempo era joven y mucho más ignorante que ahora, así que dejé pasar una oportunidad de oro para poseer y leer un documento como ese.  Supongo también está descatalogado ¿Se lo habrá comprado Guillermo?

sábado, 30 de octubre de 2021

¿La obra cumbre de la ciencia ficción? (I)

 
1. Un título al cual no puedes ignorar.
 
    Dune de Frank Herbert, publicada en 1965, posee su propio lugar en más una lista especializada de literatura de anticipación científica y si no es en todas en el número uno, al menos se encuentra entre los primeros (¿10?) puestos... La verdad es que este humilde servidor solo ha leído de esos textos de recomendación y análisis, el tomo de David Pringle sobre Las 100 Mejores Novelas de Ciencia Ficción, un volumen considerado como un trabajo serio y de gran respeto entre frikis de todo calibre.  Sin embargo, sí puedo afirmar con conocimiento de causa que entre todos mis amigos ñoños, que son lectores ávidos de este tipo de literatura, que la mentada novela está entre sus favoritas y/o que reconocen su alta calidad literaria. Por mi parte, ya me he devorado con mucho placer sus páginas (que no son pocas) y en cada momento de los distintos estadios de mi vida fue todo un gozo estético (primero a los 18, luego cerca de los 30 y ahora de nuevo a los 46).
     Cabe mencionar, que el texto es el primero de 6 entregas de una saga que a su vez está entre lo más graneado de ello, a la altura de obras de culto como lo son Fundación de Isaac Asimov, Los Cantos de Hyperion de Dan Simmons y La Saga de Ender de Orson Scott Card.  Dividida en un par de trilogías, ha originado una serie de precuelas orquestadas por el hijo de Herbert (Brian) y el escritor "mercenario" Kevin J. Anderson (que dicen no escribe mal), comenzando por unos manuscritos del verdadero artífice de todo y que sirvieron como base al primer libro de su propia saga (al menos eso es lo que ellos dicen).
 
2. La historia.
 
    Arrakis, más conocido como Dune es un inmenso planeta desértico que pese a sus agrestes condiciones, que incluyen una supuesta pequeña e insignificante población autóctona (los Fremen), es de vital relevancia para el status quo del Imperio Galáctico; y es que solo en su territorio se encuentra la Melange, una rara sustancia que usan los herméticos hombres de la Cofradía, quienes tienen el monopolio de los viajes espaciales y la que usan para conseguir los poderes extrasensoriales a través de los cuales pueden realizar los viajes.  Así que muchos intereses económicos hay respecto a este lugar, aunque consideran insignificantes a sus gentes y dominan con mano de hierro su único recurso natural (algo que nos recuerda cómo en el mundo real, se han saqueado las riquezas de los pueblos conquistados por parte de gobiernos extranjeros y empresas oportunistas multinacionales).
    El Duque Leto Atreides recibe la orden de abandonar su paradisiaco mundo de Calladan junto a su familia, para tomar a nombre del Emperador el control de Dune; este en contra de sus deseos va, aunque sabe que todo se trata de un engaño y que en ello está involucrada la Casa Harkonnen, sus enemigos acérrimos.  Lo acompañan junto a varios hombres valerosos su primogénito Paul y la madre de este, Jessica, la concubina del Duque y a la que ama con todo su corazón (sentimiento que es correspondido).  Tal como se espera desde el principio, la traición se lleva a cabo y el chico con su madre se quedan solos en las inmediaciones de su nuevo hogar, perseguidos por el enemigo y expuestos a las imprevistas acciones de los Fremen, que bien saben son mucho más de lo que a simple vista parecen.  El destino de Paul y de su madre definirá para siempre el orden de las cosas.


 
3. Temas
 
A. Religión.
 
   Los Fremen poseen una fe inquebrantable y admirable, la que claramente está inspirada en los árabes y en el Islam (incluyendo sus costumbres como habitantes del desierto).  Es así que la figura de un mesías en el libro toma un rol destacado, dándole un montón misticismo que se fusiona de manera realista con la ambientación futurista.  Por otro lado, no faltan ligados al tema de lafe los juegos de poder e intriga, así como otros que convierten a Dune en una obra compleja y llena de varias aristas a través de las cuales abordarla.
   Pero la religión bien se observa de dos formas en esta obra, una positiva y otra negativa.  En el primer lugar, esta se presenta como el cemento por medio del cual una sociedad consigue volverse sólida, desarrollando tradiciones e historias relacionadas que le otorgan verdadera riqueza cultural y patrimonio; de este modo, queda claro que una fe no solo se trata de un sistema de dogmas, que regula el comportamiento de sus miembros, sino que la define y le otorga sentido.  Luego tenemos el lado negativo de todo, donde las instituciones religiosas y sus paradigmas son un medio para que la gente inescrupulosa controle a otras, por medio de su fe ciega e ignorancia; asimismo, aparece el tema de la "guerra santa", la jihad, que aunque en esta novela no se concreta, sí queda estipulada como una aberración que debe ser evitada a toda costa.
    Un punto aparte dentro de todo esto, viene a ser el Mesianismo, ya que acá encontramos la presencia de un líder carismático, un salvador para su gente y un hombre notable; alguien lejos superior a quienes lo rodean, debido a sus habilidades extraordinarias y quien toma un lugar preponderante en la historia.  Todo esto, ya que en pocas palabras el libro es la crónica de este sujeto, a quienes conocemos primero siendo poco más que un niño y del cual, luego, somos testigos de su evolución y ascenso.
 
B. Política.
 
    Las numerosas intrigas en las que están involucradas la aristocracia del imperio, donde todo el mundo solo desea el poder o está ligado de alguna manera a este juego de voluntades, nos hace recordar lo peor del Renacimiento con la figura de los Médicis, Borgia y Maquiavelo.  Pero a la nobleza, que en algunos casos se trata solo de títulos comprados por el dinero, se suma el monopolio comercial y quienes dependen de ello, usando a los demás como peones en esta disputa por el dominio de la sociedad.  Es así que el planeta mismo de Dune se transforma en el centro de estas disputas, de modo que encontramos variaciones del Colonialismo también, a través del cual los poderosos explotan los recursos naturales de los territorios que anexan de manera indiscriminada; debido a lo anterior, se introduce la lucha de quienes no desean la presencia de los dominadores, con resistencia, batallas y un conflicto armado que toma ribetes de "guerra santa".
 
C. Ecología.
 
    El planeta de Dune es magnífico en su configuración, estando entre las mayores creaciones de la "literatura de género" y a la par de mundos de fantasía como La Tierra Media de Tolkien y Narnia de Lewis.  Su geografía, particularidades y, en especial, flora y fauna con un ciclo de vida tan particular, son caracterizados con credibilidad, al punto que las imágenes que crea Herbert encuentran tierra fértil en la imaginación del público lector.
    Quizás antes de esta obra, nunca un mundo propio de la ciencia ficción había sido descrito con una impronta como esta, algo que luego títulos como La Mano Izquierda de la Oscuridad de Ursula K Le Guin, con el entrañable planeta de Invierno y su sociedad hermafrodita, consideraría para darle realce a este aspecto.  Cabe mencionar que uno de los personajes más destacados del libro, es justamente un ecólogo o planetólogo, alguien dedicado a estudiar los ecosistemas y mejorarlos.  Tras lo anterior, a través de la presencia de los Fremen, la gente del desierto, claramente inspirada en los árabes, todo respecto a lo sagrado que es el agua y la preeminencia del medio, sobre los seres humanos que dependen de este (quienes deben adaptarse a sus particularidades o morir en caso de resistirse al cambio).  Por lo tanto, Dune no es lo mismo sin el papel de los ciclos de vida y el manejo responsable de ello, volviéndose elementos primordiales del libro y que le otorgan otras valiosas aristas, para disfrutar y analizar esta novela.
 
D. Empoderamiento femenino.
 
    Junto a los villanos de la novela, los mencionados Fremen y la hermética Cofradía, la institución de las Bene Gesserit, manejada solo por mujeres, viene a ser uno de los puntos más altos de esta ficción.  Llamadas "Brujas" por muchos hombres, estas científicas que manejan conocimientos de genética avanzadísima y otras artes como el control corporal, la psicología y sociología en una amalgama increíble, nos muestran lo mejor y lo peor a lo que pueden llegar las féminas si se lo proponen.
   Una verdadera fuerza de la naturaleza, las mujeres detrás de los grandes hombres a los que manejan y, en el más positivo de los casos, de los que se vuelven sus principales aliadas, tienen en estas páginas tremendos exponentes entre villanas, heroínas y antiheroínas; todas ellas hembras de carácter fuerte, inteligentes e independientes.



viernes, 15 de octubre de 2021

Mejorando con todo

    Venom (2018) fue una película esperada por muchos a lo largo del mundo, entre fanáticos de los cómics y otros que solo ubicaban al personaje de oídas (más bien lo vieron por ahí en una que otra animación, videojuego o recuerdan su paso en Spider-Man 3 de Sam Raimi); a las altas espectativas que produjo- y no cumplió- se le suma la presencia de un actor de la talla de Tom Hardy, haciendo del ambivalente co-protagonista humano.  Sin embargo, la cinta resultó un verdadero bodrio, en parte por su deplorable guión y personajes poco carismáticos, entre ellos el simbionte alienígena que le da el nombre a este filme.  Pese a todo, en especial a la mala crítica, la producción fue un éxito entre el público masivo menos exigente y eso permitió que se asegurara una secuela, la que tras los atrasos respectivos producto de la pandemia (¿Que ya está controlada?) se estrenó hace poco.
    Tal vez lo mejor de la primera entrega de esto, que promete ser una saga cinematográfica, viene a ser la escena de postcréditos: El periodista Eddie Brock se entrevista con el desquiciado Cletus Kasidy, un asesino serial que con posterioridad tendría gran relevancia en la saga de Venom.
    Interpretado por Woody Harrelson, a quien siempre da gusto ver actuar, es el antagonista de esta secuela que supera con creces a su predecesora; y es que tal como dice su subtítulo, Carnage Liberado, el guión gira en torno a la "conocida" rivalidad entre el nuevo simbionte (en la práctica un psicópata, puesto que se ha unido al mentado energúmeno) y su involuntario progenitor.  Es así que Venom junto a su compañero se va en plan de antihéroes, a enfrentarse al verdadero villano de la historia, lo que significará un esperado encuentro entre monstruos para disfrute de los espectadores (y en especial para los más ñoños de la casa, seguidores de estos populares personajes..., que en mi caso no están entre mis predilectos).
     Sin embargo, lejos del espectáculo de acción y, en especial, de las salvajadas de Carnage (aquí suavizadas, al no mostrar sangre para conseguir una mayor cantidad de público), viene a ser el tratamiento de la singular relación entre el humano y su huésped.  Es así, que por un lado tenemos el propio proceso de redención de Eddie, que no es fácil considerando la complicada creatura que tiene en su interior; de este modo, una parte importante de la trama procura profundizar en el proceso de aceptación mutua, que hay entre estos dos individuos aparentemente tan diferentes, demostrándonos con ello cómo es posible que nazca una verdadera amistad cuando en efecto se acepta al otro tal y cómo es y se le valora por lo mejor de sí mismo, en vez de molestarse porque los demás no son como uno.  En otras palabras, todo esto tiene que ver más que con la tolerancia, en aprender a ver en los otros y sus diferencias lo que hay de común con uno, lo que nos une y de qué manera ello nos permite disfrutar de la compañía de alguien diferente.
    Hay harto humor y puede ser que a veces este sea demasiado forzado, para querer hacernos que nos caiga bien el raro huésped del atractivo Eddie (suspiros y suspiros por Tom Hardy, quien esta vez se muestra mucho más sexy que en la primera entrega); pero en verdad consiguen sacarnos varias sonrisas y carcajadas, en especial gracias a su sarcasmo, así como puede llegar a terminar ganándose la simpatía de más de un espectador.
    Un plus la villana enamorada de Cletus, el papel de la antigua novia de Brock y el futuro esposo de esta, quienes le agregan interesantes aristas al guión y con muy buenas actuaciones.
    Cabe mencionar que si  esta segunda parte logra remediar la baja calidad de su predecesora, es tanto por el control de su actor principal, quien ha ejercido de productor y de co-guionista (¿Qué tanto sabrá, en verdad, de los cómics de donde ha sacado el material?), como por la dirección de Andy Serkis, tremendo actor que nos ha sorprendido gratamente con su labor detrás de las cámaras para esta obra.
    Atentos a la genial escena de postcréditos, algo inesperado, aunque deseado y que a más de un marvelita acérrimo lo pondrá desenfrenado.

 


                                                                             Tráiler.

lunes, 11 de octubre de 2021

Películas olvidadas sobre obras de Stephen King y que merecen ser redescubiertas (V): Hearts in Atlantis.


 I. El texto original.
 
     De 1999 data la que sería lejos una de las mejores colecciones de relatos de Stephen King, Corazones en la Atlántida, una ingeniosa colección que reúne 5 relatos que abarcan desde 1960 a 1999, retratando la vida de una serie de personajes cuyas vidas se entrelazan en la primera historia del tomo y que luego se separan para tener sus propias aventuras, que conoceremos en diferentes épocas de la segunda mitad del siglo XX.  Cabe mencionar que cada uno de estos textos sirve para ilustrar, además, la historia de los Estados Unidos; debido a lo anterior sus protagonistas aparecen marcados por los grandes eventos, de modo de que se constituyen en representantes de tales periodos y, por lo mismo, podemos llegar a decir que los seres humanos nos convertimos en “hijos de nuestro tiempo”.
    Hampones con Chaquetas Amarillas es, quizás, la más inolvidable de las narraciones que conforman esta obra, la más extensa de todas y que en la práctica es una novela corta de esas que tanto le gusta escribir al Tío Steve y regalarnos junto a otras de sus ficciones, por lo general de dimensiones similares.  Emotiva y llena de nostalgia, se trata nada menos que de una pieza perteneciente al ciclo de La Torre Oscura, aunque se lee como pieza independiente y que solo los seguidores de tal saga podemos llegar a tener conciencia de su relación con dicha serie; sin embargo, es una novelette valiosa para la mentada obra, puesto que en ella hacen su debut las criaturas que le dan el nombre a la pieza y, por otro lado, con posterioridad uno de sus protagonistas aparecerá en el último tomo original de la saga.
 
2. La trama.
 
    Bobby Garfield está en los últimos años de su infancia, justo en la antesala de lo que será la década más revolucionaria para su país y el resto del mundo.  Su circunstancia comenzará a cambiar en la medida que va acercándose a la adolescencia, cuando la inocencia poco a poco se va acabando, tras descubrir que detrás del mundo maravilloso que lo rodea, existen la oscuridad y la maldad; que esta última no solo se encuentra entre sus semejantes, sino que hay una aún mucho más aterradora.   Bobby conoce el amor por primera vez y también la amistad con alguien mayor que él, relación que lo hace recordar lo que significa tener a un hombre con el cual pueda sentirse protegido y admirar.  Pero no todo se puede tener con uno y es así cómo la fraternidad con su nuevo amigo, Ted Brautigan, tiene los días contados, puesto que a este lo vienen persiguiendo unos sujetos implacables y por ello ambos deben separarse.   Esta emotiva narración, por otro lado, no deja de honrar el valor de la literatura y de las historias más grandes que la vida, algo que su autor no deja de hacernos ver cada vez que puede (algo que la adaptación de la que les hablaré consigue con creces reflejarlo).


 
3. La película.
 
    En 2001 se estrenó la versión cinematográfica dirigida por Scott Hicks, un realizador australiano que había acaparado la atención hace unos años atrás, con el drama biográfico Shine (1996 y gracias al cual pudimos conocer al genial Geoffrey Rush), la cual toma como punto de partida la historia arriba mencionada y la última que conforma Corazones en la Atlántida; de hecho, el filme recibe el nombre del libro y no de la narración que mayormente adapta, siendo que es el segundo relato del volumen el que se llama así (de modo que en el estupendo guión para esta versión, le dieron un nuevo sentido a por qué la obra se llama así).   Todo lo concerniente a La Torre Oscura se obvió y el elemento sobrenatural se relacionó con la paranoia de la Guerra Fría y la lucha en contra del Comunismo, de manera muy inteligente.
      Dentro de los tremendos artistas que participan de esta producción, que lamentablemente también pasó sin pena ni gloria y que, sin dudas, merece ser redescubierta, se encuentra nada menos que alguien de la talla de Anthony Hopkins.  Su Ted Brautigan nos conmueve como muchos de sus personajes, alguien con una sensibilidad increíble, pese a esos aspectos suyos que lo convierten en un individuo extraño para muchos.  La química que consigue con los niños actores y en especial con sus dos co-protagonistas, quienes están en condiciones de iguales gracias a este  guión, no puede dejar de sacarnos una que otra lágrima.
    Luego tenemos al tristemente desaparecido tan joven Anton Yelchin en su debut cinematográfico, como el enternecedor Bobby Gardfiel, un chico fantástico como solo el maestro sabe crear con tanta verosimilitud.  Cabe mencionar que las habilidades histriónicas de Yelchin, ya eran sobresalientes cuando consiguió estar a la par del veterano Hopkins.
   Mika Boorem es la chica que se gana el corazón del buen Bobby, el respeto de Ted y quien consigue quedarse en los recuerdos del espectador, como uno de los niños más encantadores a los que podemos llegar a apreciar en película alguna.  La sensibilidad que aporta es innegable y junto al rol de su compañero infantil, encarna lo más bello que puede haber en los más pequeños, algo que celebra esta cinta acerca de la inocencia y la madurez.
    Luego tenemos a la antagonista, nada menos que la madre de Bobby Garffield, una mujer que no es malvada, sino que se trata de alguien con su rumbo equivocado por las duras circunstancias de la vida y que recela del hombre mayor que ha llegado a la órbita de su unigénito.  Interpretada por la hermosa Hope Davis, es uno de los personajes más humanizados de este filme, que merece la pena revalorar, quien nos recuerda a tantas mujeres como ellas que hay a nuestro alrededor.
      Como Bobby Gardfiel adulto, tenemos a David Morse, siendo esta su tercera participación en una adaptación sobre la narrativa de King, tras su rol en la miniserie Los Langolieros y su paso por la lejos sobresaliente La Milla Verde.
    Un plus viene a ser encontrarse con el guapo y también extremadamente talentoso Alan Tudyk (estrellas de esas series de culto que son Firefly y Dollhouse), en un pequeño papel, donde nos demuestra su capacidad para gesticular a niveles asombrosos.
    Todo es sobresaliente en esta joyita desconocida por muchos, que más allá de sus personajes tan entrañables y las actuaciones de primera, encontramos acá una cuidada fotografía y una preciosa ambientación que nos transporta a ese mundo de antaño, cuando todo parecía pequeño y confortable pese a todo (propio de nuestra infancia).  Por igual, los numerosos flashbacks que forman parte del metraje, están muy bien realizados, todo acompañado por una magnífica banda sonora a cargo de Michael Danna, junto a preciosos temas populares de la época (de esos que tanto ama Stephen King).
     Por cierto, este filme llegó con el nombre de Nostalgia del Pasado a Latinoamérica, sugerente título, aunque redundante (la nostalgia no puede ser sobre el futuro, ya que se remite a nuestros tiempos pretéritos). Y, por cierto, especial atención a los diálogos, que la presente película está llena de algunos de los más significativos que podemos encontrar (a estas alturas ignoro si son todos del buen King o se los debemos al guionista, William Goldman, el mismo detrás del libreto para Misery y quien luego haría la adaptación para la pantalla grande de Dreamcatcher, también de una novela del llamado Maestro del Terror).


Tráiler.

domingo, 3 de octubre de 2021

Más aventuras, más humor, más emociones.


      La cuarta temporada de The Flash comenzó como esperaríamos de un show basado en cómics de superhéoes: ¡Con fantasía y ciencia ficción pura! Barry lleva tiempo atrapado en la Fuerza de la Velocidad, así que sus compañeros Vibe y Kid Flash han tomado el relevo como protectores de Central City, estos junto al resto de los amigos y familiares que conforman el “Equipo Flash” que tanto hemos llegado a querer (y que parece se ha ganado nuestros corazoncitos, incluso mucho más que el de otras series del Arrowverse).  Era obvio que el más importante de todos los velocistas de DC, que, más encima, estamos hablando de quien le da el nombre al show, iba a regresar y con ello una serie de nuevos eventos de impacto se iban a suceder; como no, la aparición de un nuevo villano principal para la temporada: el Pensador.   Pero en esta ocasión dejaron de lado al resto de los malvados con poderes similares al del protagonista, para traernos otra interesante versión de un super criminal de la Edad Dorada de las historietas y quien luego tuvo varias encarnaciones (muy ingenioso cómo aquí no los presentan y en especial sus motivaciones, tan alejado de lo esperado e incluso hasta para el público adicto a estas historias).
    El resto de los protagonistas se siguen consolidando, donde como siempre brillarán personajes tan adorables como Cisco Ramón/Vibe y Caitlin Snow (de esta última, inesperado como su antigua alter ego, Killer Frost, termina por convertirse en otro sujeto a quien llegamos a querer).  En cuanto al detective Joe West, el padre adoptivo de Barry, continúa siendo la figura paterna que todos quisiéramos tener, quien, además, ahora nos dará una tremenda sorpresa.  Vuelven también como principales Harrison Wells, el de Tierra 2, el cual evoluciona bastante en esta ocasión y, como no, la adorable Iris West, la que también ha pasado varios estadios singulares dentro de su circunstancia.
     Volviendo al rival que tantos problemas de cabeza le da a nuestros justicieros, cabe mencionar que en El Escuadrón Suicida, vimos una muy singular versión suya, la cual bien contrasta con la de esta otra variante más seria y que solo puede opacarse por el recordado Flash Reverso (en cuanto a genialidad de su caracterización).  Muy relacionado con este, se encuentra del detalle de que por fin se cumple uno de los breves adelantos que pudimos ver al final de la primera temporada: Barry tras las rejas.
      Aparte del gran villano de la temporada, el mayor añadido de este cuarto año corresponde al debut en las pantallas de un muy amado superhéroe clásico: Hombre Elástico.  En verdad magnífico cómo lo incorporaron y abordaron su génesis, así como camino por el lado heroico, siendo que en verdad el actor que lo interpreta se parece mucho al original de los cómics (aunque no me simpatiza mucho el traje que le pusieron).  No solo humor nos otorga este gracioso paladín, sino que en más de una ocasión, podremos llegar a derramar una que otra lagrimita respecto a su persona.
     Por otro lado, nos volvemos a encontrar con Gypsy, de quien más encima llegamos a conocer a su padre (interpretado por un siempre simpatiquísimo Danny Trejo… ¡Quien nos deleita con su presencia dos veces!) y con Leonard Snart, ahora mucho más encantador que su versión de Tierra 1, al aparecer como el justiciero Citizen Cold de Tierra X (uno de los mejores personajes gay de la televisión, sin dudas).  Por otro lado, Cecile Horton, la nueva pareja del buen Joe, se vuelve más recurrente que nunca y se convierte en un nuevo personaje entrañable.
     También cabe destacar el debut de una interesante villana, Amunet, con quien nos reencontramos varias veces y ya en su última participación, nos la humanizan, al punto de desear reencontrarnos con ella en futuras temporadas.
     Por cierto, este es el año de la esperada boda de Flash y su amada, tremendo evento que abre el muy divertido crossover del Arrowverse llamado Crisis en Tierra X.
     Nos reímos más que nunca, aunque tampoco se deja de lado el drama y respecto a esto último, es plausible cómo el propio Flash se ha convertido, en esta segunda encarnación televisiva y que lejos supera al show de los noventa, en un personaje inspirador y no solo para sus compañeros (alguien luminoso, como bien lo son algunos de los mejores superhéroes, en especial aquellos que representan a la perfección la calidad humana, como lo son Superman, Supergirl y Shazam), lo que podemos comprobar en la especial relación que se da entre Barry y Raph Dibny/Hombre Elástico.
     Mención aparte, los episodios con fuerte carga humorística, que toman su nombre de recordadas películas como Cuando Harry conoció a Sally, El Caballero de la Noche Asciende (de DC más encima), Querida encogí a los Niños, Corre, Lola, Corre y Harry y los Henderson.
      Lo único que no me gustó de esta gran temporada, fue tanto abuso de los trajes negros, como si ocupar todo este colorido propio de los cómics fuese vergonzoso; lo mismo, que todavía no muestren al guapo y varonil capitán Singh, junto a su pareja besándose o, mejor aún, abordando con credibilidad su relación gay.



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