Tan
solo tenía 19 años de edad Stephen King, cuando escribió al principio de la que
sería luego considerada como su obra (épica) más importante, con las siguientes
hoy famosas palabras de
“El
Hombre de Negro huía a través del desierto y el Pistolero iba detrás de él”.
Con este primer breve, pero potente
párrafo dio inicio a su saga titulada como La Torre Oscura, compuesta por 8
novelas principales, más textos anexos que abarcan una historia compleja que
abarca directa e indirectamente gran parte de la narrativa del propio autor.
Inspirado en el poema Childe
Roland to the Dark Tower Came (Childe
Roland a la Torres Oscura llegó) de Robert Browning, corresponde tal
como se cuenta en las primeras líneas de este texto, de una obra nacida en
plena juventud de su autor y que en la medida que este fue madurando como
artista (y como hombre), fue cobrando mayor complejidad y calidad literaria con
cada nueva entrega.
A la hora de sintetizar el argumento
central de estos libros, se puede decir que trata sobre el pistolero Rolando Deschain
de Gilead, el último de su clase y de rancia alcurnia (una especie de caballero
medieval, que en vez de espadas usa pistolas), quien debe llegar a toda costa a
la llamada Torre Oscura y que es el centro de su mundo y de otras tierras
paralelas. En este lugar se halla
prisionero el Rey Carmesí, su enemigo jurado a quien no conoce, pero sí a
muchos de sus secuaces con los que se ha enfrentado desde que era adolescente,
lo mismo que los suyos, así como otros que irán apareciendo durante su periplo
a este lugar. El gran villano tiene el
poder y el deseo de desestabilizar toda la creación, lo que se puede observar
en el hecho de que el Mundo Medio del que proviene el héroe se “ha movido”, lo
que significa que la civilización ha caído y en la actualidad la gente vive en
una especie de sociedad postapocalíptica, con proliferación de todo tipo de
monstruos y aberraciones, así como del mismo mal en todas sus formas. Por lo tanto es necesario que llegue Rolando
a esta edificación para derrotar al Rey Carmesí y que todo vuelva a la
normalidad.
Como en los grandes títulos de ciencia
ficción y fantasía, el novelista creó todo un universo de ficción con sus
propias reglas y sello propios, de modo que acá nos encontramos tanto con una
cronología, como con un lenguaje, vestuario, sociedad, costumbres y creencias
bastantes delineados. Para ello se sirve
de varios elementos que enriquecen la ficción a través de la intertextualidad,
el homenaje y la cultura popular, que al lector “culto” con mayor razón hacen
atractivas estas narraciones. Es así
que a la hora de caracterizar al pistolero y a su gente, King realiza su propia
reinterpretación de la leyenda artúrica, de modo que Rolando y su ascendencia
provienen de Artur Eld, mientras que Gilead, su patria, viene a ser un símil de
nada menos que Camelot.
El escritor desde pequeño ha sido un
admirador del género conocido como western, de vaqueros en el Lejano Oeste
Americano (como bien les gusta llamarle a los gringos) y que luego originó una
variante de origen europeo llamado spaghuetti
western, por ser producciones italianas que simulaban estar ambientas en
USA (si bien muchas de ellas filmadas nada menos que en España y en Marruecos). Es así que otra clásica historia que
inspiró al novelista fue la llamada Trilogía del Hombre sin Nombre de Sergio Leone, con Clint Eastwood de
protagonista. Cabe mencionarse que King
ha reconocido este hecho en muchas ocasiones; de igual modo en los mismos
libros se ha hecho referencia al parecido del protagonista con el actor.
Comenzando por el detalle de que estos
libros transcurren mayormente en un lugar llamado el Mundo Medio, queda claro
que su creador quiso también tributar a la obra maestra de Tolkien de El
Señor de los Anillos, que transcurre
en la Tierra Media (algo parecidos los nombres ¿No?). Por supuesto que la misma Torre Oscura guarda
varias relaciones con las torres que aparecen en la trilogía tolkiana (la de
Saruman y la de Sauron, los dos grandes villanos de esta saga, si bien aparecen
otras de vital importancia en dicha serie).
De igual manera el tópico del viaje del héroe tan relevante en estas
novelas, resulta otro nexo entre un ciclo literario y otro. Asimismo en el quinto libro, la bruja Rhea de
Cos mantiene una relación con una bola de cristal mágica, igual que la de
Gollum con el Anillo, tal como sucede en los textos de Tolkien.
Volviendo al argumento de La Torre Oscura (abreviada en español como LTO),
Rolando en su juventud tuvo un grupo de amigos de su misma edad, pistoleros
como él, con quienes compartía una especie de hermandad que en el mundo de esta
obras es sagrada y posee ciertos rasgos místicos: el ka-tet. Poco antes de que el
pistolero comenzara el largo viaje hacia su destino, sus compañeros fallecieron
heroicamente y este se quedó solo. Pues
para lograr su propósito, era necesario que tuviera alrededor suyo a un nuevo
equipo de formidables aliados. Como su
orden y/o clase ya se había extinguido, el personaje principal tuvo que
invocarlos desde otro lugar, en este caso desde nuestra propia realidad. Por lo tanto trajo a tres de ellos, otro
mucho más tarde de haber comenzado la odisea se les unió (también llegado desde
esta parte del multiverso) y un inesperado (y de igual manera valioso) amigo de
su propio mundo vino a integrárseles; en el caso de los cuatro primero
mencionados, cada uno de ellos de distintos periodos del siglo XX, todos
estadounidenses (quizás algo que debiera mejorar King en su narrativa, sería la
falta de personajes multiculturales, si bien al menos abundan en su obra
personajes afroamericanos de gran relevancia para sus historias). Los participantes del grupo protagonista de
estas novelas son:
Jake
Chambers: El primer viajero y pistolero llegado desde este mundo y al que
conocimos ya en la primera entrega de la saga.
Es un chico que está en los primeros años de su adolescencia. En el primer libro Jake y Rolando se despiden
en muy tristes circunstancias y luego en el tercero el muchacho regresa al
Mundo Medio de forma increíble y para siempre.
Eddie
Dean: Más o menos un veinteañero, fue contactado por Rolando cuando era un
adicto a la heroína y junto a su único hermano estaba en problemas con un
mafioso que los proveía de ella. Una vez
en el Mundo Medio, consigue combatir su dependencia y como los otros del nuevo ka-tet
se vuelve un formidable pistolero y alguien sobresaliente.
Susannah
Dean: Luego del mismo Rolando, quizás el mejor personaje de toda la saga
(sin desmedro de muchos otros, que “El Rey del Terror” dio vida a personajes en
verdad memorables en esta saga, aparte de los principales). Llega hasta el
Mundo Medio bajo el nombre de Odetta Susannah Holmes, una joven mujer guapa de
raza negra y que debido a un infortunado accidente no tiene piernas, razón por
la cual usa una silla de ruedas. No
obstante este último hecho no es impedimento para que sea alguien muy capaz e
independiente. El problema es que cuando es invocada, venía con un trastorno de
doble personalidad, siendo su yo oculto una violenta y grosera “hija de perra”
de nombre Detta, quien les trae un montón de problemas hasta que Eddie y
Rolando logran dominarla. Debido al romance
nacido entre la “Dama de las Sombras” y el ex drogadicto, esta se cambia el
apellido en honor al hombre que ama.
Acho:
Perteneciente a la raza animal de los bilibrambos que tienen aspecto entre
perro y mapache, en realidad como sucede con su especie es una criatura
inteligente, capaz de emitir ciertas palabras y mantener contacto con los
humanos. Es recogido por Jake tras ser
exiliado por su manada en el transcurso del tercer volumen, razón por lo cual
está muy ligado a este, quien lo adora.
Sus actos de lealtad son tan considerados, que se le conceda el honor de
ser otro miembro importante en la familia de estos pistoleros.
Padre
Callahan: Sacerdote católico que se une al grupo durante el transcurso de
la quinta entrega. Stephen King rescató
a este personaje de una de sus novelas más emblemáticas, Salem`s Lot. En el libro recién mencionado este hombre
mucho mayor que el resto del ka-tet,
fue maldecido por un vampiro y estuvo vagando por años pasando de un mundo a
otro, hasta que llegó a Mundo Medio y allí se encuentra con el resto de los
personajes, convirtiéndose en un valioso amigo que los acompaña hasta el final
de su viaje juntos.
La novela inicial del ciclo recibe el
nombre de El Pistolero y fue
publicada por vez primera en 1982. En
ella Rolando anda detrás del sujeto que llevó a la perdición a su madre, a su
pueblo y a buena parte de la civilización, Marten Broadcloak, el Hombre de
Negro y cuyo verdadero nombre viene a ser Randal Flagg (quien aparece bajo este
nombre en otras obras de King ambientadas en “otros mundos” como Apocalipsis y Los Ojos del Dragón). Pues antes de lograr pillarlo, debe pasar por
varias penurias, entre ellas su encuentro original con Jake. En consideración con el resto de los títulos
de la saga, su lectura no es muy amena, de seguro porque cuando su autor
concibió buena parte de ella, aún no era un escritor profesional; además antes
de aparecer en formato de libro, fue editado primero en la revista
especializada The Magazine of Fantasy and
Science Fiction, entre 1978 y
1981 en cinco partes, las que comprenden los mismos capítulos del libro. De seguro teniendo en cuenta este hecho y ya
cuando estaba terminando la saga central, sacó en 2003 una versión revisada con
la que mejoró bastante.
De 1987 data la segunda parte titulada
como La
Llegada de los Tres, pues es cuando Rolando trae a su tierra a Eddie,
Susannah y a un tercero, Jack Mort, un psicópata que fue el responsable del
incidente que le costó las piernas a la mujer.
Superior que su predecesora, se trata de una obra llena de acción,
momentos inolvidables y que puede ser considerada como el verdadero punto de
partida para una saga, que en general da a sus lectores algunos de los mejores
episodios en la narrativa de Stephen King.
Las Tierras Baldías de 1991, viene a ser sin dudas aún
mucho más gratificante como obra literaria que el libro anterior. En ella sus protagonistas pasan por una serie
de paisajes arrasados por la guerra nuclear y llena de mutantes, vestigios del
llamado Pueblo Antiguo, que hace largo tiempo ya se extinguió; hasta llegar a
la decrépita ciudad de Lud, antes toda una metrópolis de tecnología avanzada. Aquí se les unen Jake y Acho y entre todos
los peligros que deben sortear, el peor de ellos viene a ser Blaine, una
inteligencia artificial con forma de un sofisticado monorriel. El texto termina tal cual el final de
temporada de una serie, en suspenso, o sea, en continuará.
Con Mago y Cristal que data de 1997, Stephen King
prosiguió escribiendo cada vez un libro más extenso que el anterior (llegando
casi a las mil páginas en este caso).
Pues como era de esperarse, el comienzo de la novela parte justo donde
quedó el anterior y su autor lo hace de maravillas (imposible olvidar cómo
logran derrotar a su, en la práctica, superior nuevo rival). No obstante lo que ocupa gran parte de su
extensión, viene a ser el relato que hace el propio Rolando a sus compañeros,
acerca de un importante episodio de su juventud, cuando aún era un adolescente
y conoció a la única mujer a la que ha amado. La narración enmarcada dentro de
un mundo distinto al que ahora habitan, está llena de esos episodios magníficos
que solo un autor ya consagrado hace rato, como ya lo era King cuando escribió
esta obra, puede regalar a sus lectores.
En 1999 Stephen King fue atropellado por
un camionero imprudente, algo digno de cualquiera de sus mejores historias, lo
que casi lo llevó a la muerte. Durante
el largo proceso de su recuperación, el escritor se dio cuenta más que nunca de
su propia mortalidad y como había prometido a sus lectores que LTO estaría compuesta por siete libros como
mínimo, pues a Rolando y a su ka-tet
les quedaba aún mucho por llegar a su destino, decidió terminar de una vez por
todas su trabajo pendiente (tal como luego lo expresó en más de una entrevista). Por lo tanto escribió casi de un tirón los
tres últimos tomos de la serie (ojalá cierto caballero gordo y barbón,
aprendiera de alguien más humilde y dado a su legión de fanáticos, je).
Y entonces llegó la que para un
servidor sería si quizás no la mejor entrega de la serie, de seguro la más entretenida
y mejor realizada: Lobos del Calla. En esta
obra King se da un gusto mucho mayor que en el libro anterior, de hacerle
tributo a los filmes y narraciones de western que tanto le gustan y en especial
al famoso filme titulado Los 7 Magníficos. Tal como en esta cinta, Rolando y los demás
llegan hasta el pueblo de Calla Bryn Sturgis, un hermoso sitio lleno de gente
honorable, pero que es asolado por las monstruosidades que le dan nombre a la
novela; los habitantes que los acogen les solicitan su ayuda, en lo que también
se encuentra el juramento que como pistoleros, han hecho con respecto a
defender el bien y proteger a los inocentes de todo mal. Acá es donde se les une el padre Callahan y
les cuenta con gran deleite para uno, su historia sobre cómo llegó hasta el
Mundo Medio. Aparte de la referencia a
la película de John Sturges (de ahí el nombre del pueblo), su creador hace
tributo a los largometrajes de Star Wars, los cómics Marvel (en
especial al villano Doctor Doom) y a los libros de Harry Potter de J.K. Rowling.
En 2004 aparece Canción de Susannah,
novela que tal como la segunda de la saga, transcurre mayormente en nuestro
mundo, pues los miembros del ka-tet deben
separarse y llegar a varios lugares y tiempos de este lado del multiverso, en
pos de Susannah que ha sido poseída por un espíritu maligno, que arrancó con su
cuerpo hasta nuestro hogar; de igual manera, otros deben seguir una serie de
pistas que les permitirán poder llegar de una vez por todas a la Torre
Oscura. Luego de los fabulosos hechos
del libro que le precedió, este al menos a quien aquí escribe no llega a tales
niveles de genialidad, ya que es mucho más lento y en realidad viene a ser la
antesala al último tomo de la saga (tan lleno de emociones para el lector que la
ha seguido con fidelidad, muchos a lo largo de varios años). Uno de los puntos más destacables de este
capítulo, viene a ser cuando los protagonistas se encuentran con nada menos que
Stephen King, en un interesante ejercicio metaliterario y que sirve al autor para
reflexionar acerca del valor de la producción artística, el poder de las
historias y lo que significó para él mismo su propio descenso a los infiernos,
cuando fue un drogadicto declarado.
En un mismo año King publicó las dos
últimas novelas (hasta esa fecha) de LTO,
si bien la conclusión apareció en septiembre de 2004, mientras que la otra en
junio de ese mismo año (George R. R. Martin… ¡Aprende!). Titulada simplemente como La
Torre Oscura, viene a ser el libro más extenso del ciclo, está mucho
más cerca de las mil páginas de extensión que Mago y Cristal. Mucho sucede en este tomo, siendo de seguro
lo más impactante cada una de las despedidas a las que nos somete el autor con
respecto a sus heroicos protagonistas y que al menos en mi caso, produjeron mis
primeras lágrimas producidas por una lectura.
En general se trata de una obra preciosa, realizada con mucha dedicación
y que demuestra sin dudas el amor del escritor por sus personajes y sus mismos lectores constantes como bien le gusta
llamarnos. Sin embargo cuando todo iba
tan bien y las expectativas cada vez eran más grandes, tras tantos momentos
memorables, Stephen King pareciera haber sido incapaz de dar término como
corresponde a su magna obra; pues justo cuando Rolando por fin llega hasta la
Torre Oscura y se enfrenta al Rey Carmesí, la narración pierde su fuerza y sin
dudas que decepciona. Sin querer caer en
el spoiler, lejos la batalla entre
Ralph Roberts, el protagonista de Insomnia (una de las novelas anexas de la serie) y el mismo enemigo, está mejor armada que lo que aquí se
cuenta. Luego tras el desastroso final,
como es costumbre del novelista, se agrega un epílogo y que aún es mucho peor,
quitándole la dignidad al sacrificio de buena parte de sus protagonistas. Ojalá en un futuro cercano King admita su
error y arregle este entuerto con una versión revisada del clímax.
Como te dije, pensé que estas novelas se ambientaban en nuestro mundo y no en un mundo creado por el autor. Leyendo este post ahora se un poco más. Me uno al llamado que haces al barbudo de G.R.R. Martin para que aprenda de King y deje de estar dando largas a la conclusión de las novelas. Quizás necesite un infarto o un ACV para darse cuenta que necesita terminar esos libros de una vez.
ResponderEliminarQue mal leer lo del final tan insatisfactorio. Pero no creo que eso sea cambiado o corregido, pues los escritores rara vez hacen ese tipo de cambios.
El ingenio, el cariño por sus lectores y la humildad que forman parte de King, hace que uno le perdone (grandes) caídas como ese final (o esas fomedades que fueron sus series "The Golden Years" y "Kingdom Hospital", merecidamente canceladas). En todo caso LTO tiene mucho más que darnos, como te darás cuenta cuando escriba los otros dos post respectivos.
EliminarComo siempre, tu entusiasmo al reseñar las obras que son de tu agrado es contagioso, yo en lo particular no seria mucho del agrado del cambio del final, que por mal que sea, es parte de la identidad de la obra, pero eso no quita las ganas de aventarle jitomates podridos a King en su casa.
ResponderEliminarJe, je, je, me hiciste reír mucho con eso de los "jiromates", palabra tan mexicana (acá les llamamos simplemente "tomates").
EliminarTe cuento que antes decía que hasta la lista del supermercado de King me leería, pero luego tuve una decepciones con él. En fin, nadie (n) es perfecto.
Si, es el riesog que corren algunas historias cuando se van volviendo más y más épicas, dejan el listón tan alto, que finalizarlas a ese nivel se vuelve complicado, algo similar le paso al videojuego Mass Effect, amado por su historia y odiado por su final.
EliminarPor cierto, acá acostumbramos nombrar jitomate a todas las variantes del tomate rojo (el jitomate es una de ella), y le decimos tomate a una variante de color verde muy pequeño, que se usa mucho en las salsas.
Lo que dices tú en el primer párrafo es cierto y conozco varios casos con algunas series de TV (como pasó con "Fringe" y muchos sostienen con "Lost") y uno que otro animé (ejemplo: "Evangelion").
EliminarExcelente comentario Elwin, como siempre.
ResponderEliminarYo considero a La Torre Oscura como una gran saga, un mundo literario que no dudo en recomendar, porque si bien es cierto que hay muchos que no disfrutaron tanto del final... creo que el viaje es increíble. Y en las sagas fantásticas siempre lo que importa es el viaje. Algunas veces parece que un productor con un final que no es el esperado (Lost, Twin Peaks, la propia Torre) hace disminuir la calidad de toda la saga. Y no estoy de acuerdo. El viaje junto a Roland es increíble, como momentos de muy alta literatura.
El problema, a mi criterio, estuvo en que King, luego del accidente fatal de 1999, decidió "apurar" la saga con los tres volúmenes finales editados en menos de dos años.
Es asi que quedaron muchas historias son contar, tal como lo demuestran los cómics y la octava novela de la saga, que apareció luego.
Ese es un problema que generó no un mal final, sino un final apurado.
De todos modos, una gran saga que demuestra una vez más el talento narrativo de este escritor al que tanto queremos.
Saludos
RICARDO
www.stephenking.com.ar
Amigo Ricardo, es cierto lo que tú dices acerca del valor del viaje hecho por Rolando y los suyos por sobre su desastroso final; a ello hay que agregar, claro, los personajes (entre principales y secundarios que están entre los mejores de King).
Eliminar¿Te gustó a ti el final? ¿Hay alguna posibilidad de que su autor lo cambie?
Me alegra mucho tener la opinión de un experto mayor que yo en el tema, así que gracias por pasarte por acá.
Me ha gustado la entrada, Elwin, tanto recordar la saga como sus interrelaciones con el resto de la obra de King.
ResponderEliminarPor mi parte, "Lobos del Calla" es el volumen que más me ha gustado, por su adaptación de "Los siete magníficos", y con ello de "Los siete samurais".
Siempre me ha parecido que la figura de Roland entronca con la del ronin japonés, y que esa relación se da a través del spaghetti-western de Sergio Leone, que hacía adaptaciones más o menos solapadas de los chambara de Akira Kurosawa.
En cuanto al final de la saga, fuera de la falta de tensión dramática del enfrentamiento entre Roland y el Rey Carmesí, tampoco me parece tan malo. Creo que va en línea con la idea central de la serie: que la vida y el mundo son una rueda que giran una y otra vez.
Además Roland está cada vez más cerca de su destino, como si cada giro de la rueda del ka lo perfeccionara un poco.
Pienso así por un detalle: la profecía dice que Roland volverá a Gilead y a la vista de sus murallas se anunciará tocando su olifante. El olifante se perdió en la batalla de la colina de Jericó, cuando muere su portador, Cuthbert Allgood (que es uno de mis personajes preferidos). Sin embargo, en el epílogo, Roland tiene el olifante con él, lo que significa que la profecía puede cumplirse.
Lo que no me gustó demasiado fue el destino de Flagg, porque para mí es un gran villano, con mucha entidad, tanto en "Los ojos del dragón" como en "Apocalipsis", y en todos los libros y relatos en los que se sugiere su posible influencia, como en "Los chicos del maíz".
Y bueno, lo dejo aquí, que podría pasarme horas hablando de esta saga. Un abrazo, Elwin.
Recuerdo que en el primer año de tu propio blog estuviste escribiendo sobre LTO y en esa ocasión fuiste tú quien me hizo recordarla con tanto cariño, luego de tiempo de haberla disfrutado. Algún día me daré el gusto de releérmela, que como mi memoria es frágil, será igual o más gratificante volver a hacerlo.
EliminarEn cuanto a su final, aún no me sigue convenciendo y me decepciona mucho, pues eso de la "repetición" para Rolando no es algo que uno quisiera para un personaje que ama. Por otro lado...¿El Rey Carmesí casi un viejo chocho en su enfrentamiento final? ¿Y qué me dices de esa especie facilona de "happy end" para el resto? ¡Nooooooo! King definitivamente debe corregir sus errores.
Y a ver cómo quedan las películas.