NOTA: Como he
perdido la costumbre de hacer un resumen del año recién pasado, pues me parecía
que me daba “mala suerte” (¿Yo supersticioso?), opto por comenzar este nuevo
año de 2017 con la segunda y última parte de un post que como siempre he
escrito con todas mis ganas. Aprovecho
de desearles lo mejor en este 1º de enero que ya está por terminar y en el
resto de esta más reciente etapa en nuestras vidas.
II- La “sucesora”.
Pues teniendo en cuenta los filmes
mencionados y analizados en el post anterior, la importante cadena de TV cable
HBO, nos dio en el transcurso del 2016 (¡recién acabado!) la increíble sorpresa
de una nueva serie “adulta” de su factoría: Wesrworld. Tal como dice su nombre, está basada en el
filme escrito y dirigido por Michael Crichton, llevada al formato de la
pantalla chica y tal como hoy en día se nos tiene acostumbrados con este tipo
de producciones: con un alto nivel artístico y técnico, que no tiene que
envidiar a los títulos cinematográficos, tal como es habitual en los productos
audiovisuales de esta misma empresa (y por supuesto de Netflix y Showtime).
La propuesta de convertir a un programa
televisivo actual el clásico de Crichton, se encuentra firmado por la misma
dupla que nos regaló esa otra gran serie de ciencia ficción que hace poco
tuvimos que despedir, Person of Interest; me estoy
refiriendo a Jonathan Nolan y J. J. Abrams.
Ahora bien, en esta ocasión Nolan se unió a la guionista Lisa Joy para crear
la trama central del show, escribiendo juntos, por separado o al lado de otros
autores los diez episodios de la exitosa primera temporada (de hecho, muchos
dicen que las series debut que compiten por lo mejor de su formato en el 2016
son esta y Stranger Things). En
cuanto a Abrams, esta vez solo se ha encargado de oficiar de productor
ejecutivo. Asimismo dentro de los productores
y como coguionista de uno de sus episodios, se encuentra un destacado escritor
de cómics, Ed Brubacker (a quien le debemos, por ejemplo, la novela gráfica en
la que se basó la genial película Capitán América y el Soldado de Invierno),
algo que potencia aún más esta serie.
Como el destacado compositor Ramin Djawadi
ya había cosechado éxitos y premios con HBO gracias a su acompañamiento musical
para Juego de Tronos y junto a Nolan y Abrams en la recién mencionada POI,
fue llamado para encargarse del apartado respectivo. Pues lo ha hecho de maravilla una vez más,
empezando por un precioso tema de los créditos iniciales, ya que como menos mal
no ha dejado de hacerlo HBO, volvemos en esta ocasión a contar con una muy artística
secuencia respectiva; en ella suena una muy nostálgica melodía en violín y piano,
a la par de que las imágenes resumen de manera bastante simbólica el argumento
de esta obra.
Un elemento que sin dudas viene a ser
uno de los mayores atractivos de esta adaptación de Westworld, vienen a ser
sus actores. Desde hace años ya que
artistas consagrados del séptimo arte han incursionado en la televisión,
dejando claro con ello que esta más “humilde” manera de hacer historias
audiovisuales, es tanto o más digna de respeto que su “hermana mayor”. Pues ante un proyecto de la magnitud de Westworld
sus responsables contrataron a dos actores de inmensa trayectoria y
renombre: Ed Harris y Anthony Hopkins, verdaderos camaleones que una vez más se
lucen frente a las cámaras y hacen cada una de sus intervenciones una verdadera
delicia. Para quienes conocemos sus carreras
y hemos disfrutado cada uno de sus papeles y cintas a lo largo de los años,
tenerlos en este programa es una promesa más de que lo que se contará en sus
episodios es magnífico (y así ha sido).
Junto
a los dos grandes de la actuación ya nombrados, aparecen otros histriones de
mucho talento, varios de ellos con muchos años de interesantes títulos a
cuestas, incluso galardones recibidos por su labor. En el apartado dedicado a los personajes, me
referiré en concreto a ellos y quienes son el elemento esencial para que esta
serie, sea sin dudas uno de los grandes eventos televisivos del recién pasado
2016.
Era de suponer que la trama de esta
adaptación tomara muchos elementos del filme de 1973, si bien al tratarse de
una serie actual, no se desaprovechó la oportunidad de desarrollar mejor sus ideas y, de paso,
incorporar varias subtramas con lo cual acomplejar y enriquecer el argumento
general. Es así que acá nos volvemos a
encontrar con la poderosa empresa de DELOS, la que tal como en las viejas películas, posee
un parque temático llamado Westworld, donde sus visitantes pueden tener la
experiencia de verse insertos en la recreación del Lejano Oeste gringo y en el
cual pueden interactuar con los sofisticados androides que pululan en su
inmensa extensión. En la serie las
creaciones cibernéticas reciben el nombre de Anfitriones y resultan mucho más sofisticadas que las aparecidas en
las dos películas setenteras, pues ahora no se distinguen de los seres humanos
y tal como irá quedando demostrado a lo largo de la temporada (en realidad
desde el primer capítulo), en realidad se tratan de verdaderas inteligencias
artificiales. Por lo tanto uno de los
conflictos presentes en el programa y que nos depara un montón de increíbles
sorpresas y momentos, viene a ser el concerniente al despertar de la conciencia
de estas criaturas, que poseen sus propios recuerdos y personalidades, no
teniendo idea de que en realidad han sido hechas por la tecnología humana
(hasta que algunas de ellas sí llegan a saber dicha verdad).
Entre los guiños que encontramos a la
cinta original, se encuentran los trajes de los técnicos que trabajan con los anfitriones, así como el hecho de que los
visitantes a este lugar llegan a sus dependencias en lujosos y modernos trenes
eléctricos, tal como en los mismos filmes.
De igual manera que en las obras que inspiraron al programa, los robots
de la primera generación poseen rostros desmontables (si bien en esta versión
más actual, ello resulta mucho más espectacular que lo aparecido en ambos
largometrajes). No obstante el mayor
homenaje a las películas, resulta
bastante grato para los pocos espectadores que logran reconocerlo, al
ver en el fondo de una escena y escondido, a nada menos que al vaquero robótico
interpretado por el fallecido Yul Brynner (quien aparece en la misma postura masculina
y amenazante, de llevarse los dedos a los bolsillos del jeans y con su sombrero
puesto, si bien no se le ve el rostro).
Supuestamente DELOS no posee otros
ambientes especiales aparte de Westworld, a diferencia de lo visto en los filmes;
no obstante en el último capítulo, nos dan una sorpresa al respecto, dejándonos
claro que solo hemos conocido parte de su proyecto y tal vez a futuro podremos
adentrarnos en esos otros parques temáticos.
Por tratarse de un programa dirigido a
adultos “con criterio formado”, el sexo y la violencia siguen siendo factores
importantes en los guiones, si bien acá hubo un intento por dosificarlo en
contraposición a otras series actuales.
Es así que los desnudos abundan, incluyendo varios frontales masculinos
y femeninos; incluso una de las actrices principales sale en varias escenas
mostrando gran parte de su preciosa anatomía.
Por esta misma razón, el carácter de juguetes sexuales de los anfitriones, queda más que claro a lo largo de esta primera temporada. No obstante la naturaleza propia de un show
que para nada es del tipo familiar, queda más bien declarado en sus guiones,
que lo convierten en algo que hasta se puede afirmar que no es para cualquier
espectador mayor de edad; pues no solo está hecho para los fanáticos de la
ciencia ficción y/o incluso del western, si no que se trata de una obra armada
con tal complejidad, que a más de uno lo puede enredad y al final terminar por
aburrir. Dentro de esto se encuentran
las distintas temáticas abordadas en ella (bastante profundas por cierto) y en
especial su montaje, que trata de dos líneas temporales distintas y que solo en
el último episodio quedan mejor explicadas (aunque tampoco se la entregan fácil
al espectador).
Dentro de los temas presentes en Westworld, se
hayan algunos de los más caros a la mejor fantasía científica, aquella que no
solo busca entretener, sino que llevar a sus receptores a descubrir facetas de
su propia humanidad y de la cual antes no habían tomado conciencia, promoviendo
con ello la reflexión y permitiéndonos incluso mejorar como individuos. Es así que nos encontramos con el papel de
la intervención del ser humano, en el devenir de las cosas. Su inteligencia y capacidad para crear de la
nada, producir belleza y mejorar su propia existencia, ideando medios para
hacerla más fácil (y divertida), es algo que queda bien demostrado con todo lo
hecho por DELOS; no obstante esto es un sin dudas un arma de doble filo, ya que
puede tanto darnos la plenitud que todos buscamos, como llevarnos a la
condenación. Es así que buena parte de
los protagonistas humanos, se muestran acá como individuos con más de un
esqueleto en el armario; por lo tanto no importa todo el poder que tengan estos
“dioses”, que controlan los hilos de las vidas de los huéspedes, estos otros resultan ser mucho más felices, auténticos y
admirables que las personas de carne y hueso.
Relacionado con lo expuesto en el párrafo
de arriba, nos encontramos con la idea acerca del valor de la vida misma y lo
que nos define como personas con derechos y deberes. ¿Qué nos hace ser lo que somos? ¿Nuestra
inteligencia? ¿Los recuerdos que tenemos y atesoramos? ¿O es tal vez nuestra
capacidad de libre albedrío? ¿Es en realidad el dolor aquello que sacar lo
mejor y lo peor de cada uno? Con todas estas interrogantes presentes en la
serie, nos encontramos también con el misterio acerca de la posibilidad de que
exista vida más allá de la que conocemos, en este caso una creada por el hombre
mismo.
De igual manera resulta relevante en el
programa, el tema de la búsqueda de la felicidad, algo que se observa indistintamente
entre humanos y huéspedes. La realización personal, que según queda
demostrado en el caso de aquellos personajes que están más cerca de
conseguirlo, no es algo que se consiga a solas, sino que necesitamos a otros
para, en el proceso de compartir nuestras vidas, acercarnos a esa idea que
tenemos de una dicha lo más completa posible.
A continuación la lista de rigor de los
personajes más importantes, señalando uno que otro detalle de interés y demás
datos sobre sus roles en la trama, con lo que es posible conocer mejor de qué
trata Westworld (sin caer en el despreciable spoiler dentro de lo posible).
La mayoría de sus actores antes de esta serie, ya habían actuado en
otros títulos del género, de modo que bien se podría decir que les interesa
bastante la ciencia ficción o que son verdaderos veterano y/o expertos al
respecto.
Robert Ford: El personaje
encarnado por sir Anthony Hopkins, es uno de los dos creadores del parque de
entretenciones de Westworld, siendo que su compañero murió hace ya bastantes
años. Es un hombre con una mente
privilegiada y lleno de misterios.
Mantiene intereses personales con los anfitriones, lo que tiene que ver con su pasado. No todos los directivos de DELOS están de
acuerdo con sus decisiones, lo que provoca más de un roce; no obstante su poder
en la empresa es demasiado grande, como para meterse a la ligera con él. Su apellido, Ford, bien puede ser un guiño a
la igualmente famosa novela de ciencia ficción antiutópica Un Mundo Feliz, de
Aldous Huxley; pues en esta obra se habla de la relevancia de las invenciones
de Henry Ford, quien en dicha ficción se
convirtió en un personaje histórico sagrado; de este modo el personaje a cargo
de Hopkins, compartiría con él esta dimensión de un sujeto, que marca la sociedad
por completo gracias a sus creaciones.
El
Hombre de Negro: Corresponde al rol de Ed Harris, de quien solo hacia el
final de la temporada viene a revelarse su verdadera identidad y que más encima
tiene una inesperada familiaridad con otro de los personajes principales. Es un sujeto violento, el cual comparte con
muchos de los otros protagonistas un hondo sentimiento de soledad, pese a que
no lo verbaliza. Es un humano y lleva treinta
años dentro del juego de Westworld, detrás de varias cosas que
poco a poco irán aclarándose. Nunca
sonríe y utiliza a todos sin vacilaciones para conseguir sus propósitos. Su apodo, aspecto y supuesta personalidad
nociva, podría tal vez ser un homenaje a la saga de La Torre Oscura de
Stephen King, ambientada en un mundo tipo Lejano Oeste, con elementos de
ciencia ficción y donde aparece un Hombre de Negro malvado.
Dolores:
Una de los dos personajes femeninos centrales por parte de los anfitriones, es una hermosa mujer de aspecto angelical, quien lleva bastante
bien el nombre que le han dado, ya que le toca sufrir como a pocos dentro de
esta historia. Femenina, dulce e
indefensa en una primera instancia, en realidad alberga dentro de sí a alguien
de una enorme fuerza interior y que además tiene relación con varios de los
hechos más decisivos acerca del pasado, del presente y del futuro de
Westworld. Evan Rachel Wood, quien
realiza este papel, sin dudas realiza una de las mejores actuaciones de esta
serie y promete bastante en su promisoria carrera.
Maeve:
La otra fémina anfitriona de
relevancia en el argumento de este programa, hace de dueña de un prostíbulo
dentro de Westworld; no obstante alberga dentro de ella una personalidad mucho
más compleja, de lo que se esperaría en una meretriz, ya que su inteligencia es
sobresaliente y eso hace que poco a poco vaya alejándose del papel que se le ha
dado, hasta tener conciencia de lo que es en realidad y lo que hacen con los
suyos los humanos; por lo tanto, se convierte en la principal gestora de los
vientos de cambios para el resto de los personajes. Si Dolores es rubia y tierna, esta otra
morena y más salvaje viene a ser la otra cara de la misma moneda, en lo que al
avance de estas inteligencias artificiales se refiere.
Bernard:
Un importante científico y ejecutivo de DELOS de edad mediana y de raza
negra, quien llega a involucrarse personalmente con uno de los androides. Es una persona mucho más empática, que su
contrapartida femenina en otra área de la empresa y con quien pese a todo
mantiene una historia más allá de lo profesional. Como otros entre quienes lo rodean, humanos y
anfitriones, guarda un gran secreto y
del que él mismo apenas tiene idea de ello.
William: Un visitante de Westworld,
quien llega junto a su cuñado a este lugar para pasar unas relajadas
vacaciones, pero que luego en contra de lo presupuesto, se va adentrando en los
recovecos de este sitio. Mientras su
compañero va sacando fuera de sí su lado más detestable y hedonista, este otro
encuentra al héroe que hay dentro de él.
No obstante llega a enamorarse de una de las anfitrionas, pese a que estaba comprometido y antes se negaba
bastante a dejarse llevar por lo que le ofrecía el parque. La aventura en la que se ve envuelto, una
verdadera vorágine de emociones de carácter mortal, lo transforma para siempre
en otra persona.
Teddy:
Guapo anfitrión que comienza como
uno de los personajes más trágicos de toda la serie y que también a medida que
va transcurriendo el tiempo, se vuelve alguien mucho más complejo de lo
esperado.
Aparecen muchos otros personajes en la
serie, ninguno de ellos carente de su propio encanto o atractivo, no obstante
los recién mencionados son los que al menos a mí más me atraen.
La segunda temporada está anunciada
recién para el 2018 (¡Mucho tiempo para esperar!) y ante esta fecha casi
incierta, uno se pregunta por qué razón, si Westworld ha sido un
verdadero boom. Pues sus creadores
afirman que desean hacer lo mejor posible para lo que está por venir, ya que no
quieren apurarse a la hora de escribir los capítulos y no decaer en la calidad
de lo que hasta el momento nos han dado.
Yo creo humildemente que son puras tonteras tales justificaciones, pero
qué se le va a hacer con las ocurrencias de los artistas (¡Es lo que hay!).
Los preciosos créditos de apertura de esta genial serie.
Saludos, Elwin. Westworld, como nos cuentas, presenta la búsqueda de la felicidad, tanto por parte de los anfitriones como de los visitantes. Además, en muchos casos la trama también plantea una búsqueda de identidad o autodescubrimiento como lo mencionan varios personajes, incluyendo el Dr. Ford. "Ellos no buscan una historia que les diga quienes son. Ellos ya saben quienes son. Están aquí porque quieren vislumbrar lo que pueden ser." Esto hace referencia a los visitantes del parque, pero también engloba a los anfitriones, como se puede ver a medida que avanza la trama.
ResponderEliminarPor supuesto la parte psicológica y moral tiene mucha influencia en esta serie, así como las implicaciones de la creación de inteligencia y consciencia, dos aspectos bastante diferentes de la mente humana y que se trató de desarrollar en los anfitriones y que se asume que muchos humanos tienen. En resumen una gran serie, que en mi opinión, está empatada con Stranger Things en el puesto número 1 de este año.
Menos mal que seguí tus recomendaciones y dividí este post en dos, que en realidad esta segunda parte me salió extensa.
EliminarEn realidad esta serie da para mucho, para disfrutar, comentar y analizar. Ojalá puedas ver las pelis para que las comentemos.