No solo de kaijus viven los japoneses.

     El tercer show de Marvel Anime se centra en los bien llamados Hijos del Átomo, más conocidos como X-Men.  La historia se centra en buena parte del grupo original, liderados por el buen profesor Charles Xavier, junto un par de miembros de su grupo original (Bestia y Cïclope), dos unidos al grupo de su periodo más famoso y con integrantes internacionales (Wolverine y Tormenta), más un par de la época de Grant Morrison (Emma Frost y Armadura).
     Como bien sucede con estas coproducciones gringas-niponas, buena parte de la historia transcurre en el País del Sol Naciente y es que el grupo se ve obligado a viajar a dicha nación, debido a una amenaza que implica la presencia de varios mutantes malignos.  Es así que un grupo de "Homo Superior" maligno, viejos enemigos del equipo protagonista, se encuentra haciendo unos experimentos con otros mutantes, los que- como no- se convierten en una amenaza para todo el planeta y a la que solo ellos pueden neutralizar.  La misión implica, entre otras cosas, una gran revelación sobre el pasado del mentor del grupo y el encuentro con una rival de antaño, ahora vuelta hacia el lado del bien.
    De los 3 animes marvelitas revisados hasta el momento, este es el mejor a los ojos de su servidor y el que más me ha gustado; que la historia comienza con una potente escena sacada de uno de los momentos claves de estos cómics (dramatizado con gran belleza); asimismo, la escena final implica la promesa de una segunda temporada, que lamentablemente no se ha llevado a cabo (habría sido genial ver a ese otro enemigo acérrimo de los X-Men en acción, dentro de una producción animada tan sofisticada como esta). Razones, como la anterior, hay de sobra para amar a esos X-Men y entre otros detalles al respecto puedo nombrar:
 
1. Posee la mejor banda sonora de los 3 shows revisados hasta ahora (épico, como se espera de un título de este tipo y no "rockero" como ei de cierto canadiense peludo).
2. Los créditos de apertura son magníficos, muy atractivos y nos presentan uno a uno a los personajes principales con sus nombres y poderes más encima; una clara atención al recordado cartoon noventero gringo sobre estos superhéroes.
3. A lo anterior, debemos sumar unos créditos finales apoteósicos, centrados en varios grandes villanos característicos de los X-Men (que, en todo caso, no salen en este anime) y que nos muestra a los justicieros en poses muy heroicas.
4. La recreación "libre" de la historia de un personaje muy singular de estas historietas, ligado a Charles Xavier y llevado al contexto japonés, es uno de los grandes aciertos del título.
5. El cameo de varios mutantes en determinadas escenas, resulta ser toda una atención al marvelita leal y en especial de los Hijos del Átomo.
6. Por último, los diseños de los personajes están geniales, llamando mucho la atención el de los villanos monstruosos, la exagerada voluptuosidad de las mujeres y el cambio de imagen de Wolverine (más musculoso, ahora usando su traje de batalla y hasta de rostro tosco, con una personalidad más irascible en esta ocasión).

 

                                                                   Créditos de apertura

                                                                       Créditos de cierre

¡Qué buena es la retrocontinuidad!

1. Las bases.
 
    Uno de los grandes aportes de Star Trek: Discovery fue rescatar "viejos", conocidos y queridos personajes de la saga como Sarek, su mismísimo hijo Spock y al primer capitán de la Enterprise, Cristopher Pike.  Cada uno de ellos tuvo sus momentos gloriosos en el show, la que nos devolvió a la franquicia para la televisión, luego de más de una década de ausencia de nuevas historias; gracias a su éxito, nos demostró una vez más el potencial de estas ficciones y de sus mismos íconos.  Lo anterior no habría sido posible, sin una caracterización modernizada de dichos personajes, como también debido a la calidad de la interpretación de los actores, que los encarnaron con tanta solvencia.
    Por lo mismo recién mencionado, es que los responsables de mantener en la retina (y también en la mente y el corazón) de los espectadores la impronta de Star Trek, aprovecharon el éxito de estos renovados Spock y Pike, para darles su propio espectáculo; ello por medio de un título, que nos contara  qué fue de la famosa nave cuando era capitaneada por su susodicho primero al mando (cabe mencionar que este personaje, solo se había hecho conocer al público en la única historia "doble", de dos capítulos, de la Serie Original de los sesenta; la premiada The Menagerie, una preciosidad que a los trekker nos hizo encariñarnos con facilidad del personaje y por eso cuando regresó en el reboot cinematográfico de Abrams y más todavía en Discovery, se trataba de hitos para celebrar).  No podemos olvidar la solvencia de Anson Mount, el muy guapo actor que llevó sobre sus hombros a tan heroico oficial de la Flota Estelar y cuya química con el Spock joven de la misma nueva serie, era evidente; de modo que la mesa estaba servida para entregarnos un título más acerca del pasado de Star Trek (recordemos que el primer intento de precuela para esta franquicia fue Enterprise, espectáculo que recuerdo con mucho cariño y que data de la primera década del presente siglo).
 
2. La historia.
 
    Ciertos eventos de la segunda temporada de Discovery, llevaron al capitán Cristopher Pike a conocer su doloroso futuro (del cual sabemos desde los tiempos del mentado episodio en dos partes), lo que le provocó una especie de depresión y lo predispusieron a querer dejar de lado su vida activa como militar.  Sin embargo, se ve obligado a dejar su retiro, cuando le piden cumplir con un importante rescate.  A partir de entonces, ya recuperado su viejo espíritu de la aventura, decide quedarse a cargo de la nave insignia de la Federación, la mismísima Enterprise.  Es así que a partir de ahora, junto a quienes tendrá al mando, cumplirá orgullosamente con el famoso propósito que se menciona desde los créditos de la serie clásica:
 
    "(...) Una misión de 5 años. Explorar extraños nuevos mundos. Descubrir nuevas formas de vida y civilizaciones. Ir donde el hombre no ha ido jamás".
 
   Así que la serie tratará acerca de este periodo, inmediatamente anterior a lo que vimos en la Serie Original.  Una época llena de exploración, cuando la Federación todavía es joven, así que todavía se está construyendo su reputación.  Por lo tanto, tal como dicen las famosas palabras del lema de Star Trek y que rescata como premisa el show, del cual también saca parte de su nombre, acá seremos testigos de un inteligente aprovechamiento de varios conceptos caros a la época clásica de la franquicia, en especial en lo que concierne a villanos, razas "antiguas" varias y a la mismísima cultura vulcana.

 
3. Opinión.
 
    La serie posee algo que echábamos de menos en Star Trek, detalle no apreciado desde los tiempos de Enterprise y que corresponde a los episodios de carácter autoconclusivo; algo que solo lo tuvimos en un par de capítulos de Discovery, en sus principios, y es que después la franquicia siguió con la tendencia actual de una gran historia para cada año.  Así que bien podemos apreciar varias historias, las que no requieren mayormente haber visto el espectáculo la semana anterior, si bien permiten abordar el desarrollo de los personajes en las que se centran, así como el de las relaciones interpersonales con sus compañeros y/o amigos.  Por otro lado, estos argumentos permiten contarnos al menos dos aventuras y que ocurren al mismo tiempo, a veces en distintos escenarios, algunas veces relacionadas entre sí y en otras ocasiones no...Todo muy bien armado para el gozo del trekker fiel y de los nuevos adeptos que se van "asimilando".
   Cada capítulo es una fiesta, que no hay ninguno débil, si bien hay muchos que sobresalen por sobre otros.  Por lo mismo, las dosis de intriga, aventuras, acción, humor, emociones varias y hasta romance dan para todos los gustos; además de que vuelven la crítica social y la extrapolación, elementos caros a la ciencia ficción y que Star Trek desde sus orígenes supo muy bien aprovechar, algo que lamentablemente se había perdido con Discovery y Picard (por mucho que me gusten esos títulos, hay que decir las cosas como son ¿No?).
    Cabe mencionar que a mi parecer, una de las mejores virtudes de este programa, viene a ser cómo aprovecharon nombres e ideas sacadas de la Serie Original e incluso de la película más repudiada de la saga, dándole un cariz adulto y muy interesante.  Lo anterior, partiendo por el parentesco familiar de una de las protagonistas, así como con la actualización de los personajes clásicos (aunque no me gustó el actor, que escogieron nada menos que para XXX, pues se ve demasiado mayor y le falta la belleza física que se supone debiera tener); por otro lado, en el mismo tema, gracias al aprovechamiento que hicieron con un personaje femenino, que en la Serie Original solo apareció una sola vez, la convirtieron en uno de los mejores recurrentes de este título.  No puedo dejar de lado, la utilización de una raza que solo vimos en una ocasión en Star Trek, convirtiéndola ahora en el mayor enemigo (o más temible) de la serie; a esto, se suman un inolvidable homenaje a Alien y, quizás, el momento más desgarrador de la temporada.
    Y en cuanto a la misma nave, tan querida entre los más ñoños de la casa, mantuvieron por fuera gran parte de su precioso diseño original.  Empero, como era de suponer en una actualización como esta, para sus interiores modernizaron su tecnología.  De este modo, lograron hacerla más convincente a los ojos del público actual.  Al respecto, destaca la impresionante sala de máquinas, con su enorme núcleo warp y la sala de mandos, bastante diferente a la conocida en la versión original.  En todo caso, el Enterprise, ultratecnificado o no, sigue siendo tan hermoso como siempre.
    Solo una cosa no me gusta de Strange New Worlds (en español Extraños Nuevos Mundos... ¡Y me acabo de dar cuenta de que solo recién mencioné su nombre!) y corresponde a su desabrido tema musical de los créditos de apertura, un sucedáneo de la composición de Alexander Courage; pues esta vez le quitaron todo el elemento épico a los acordes.  En cambio, para el resto de la banda sonora, la música de los capítulos no está mal.

Adivinen quién es quién en este precioso afiche.

4. Los personajes.
 
  Cabe mencionar que la mayoría de los coprotagonistas, son conocidos desde los viejos tiempos de la Serie Original, los que han sido modernizados y trabajados con un mayor desarrollo psicológico, para otorgarles la complejidad que les faltaba y hacerlos más atractivos a la audiencia de hoy en día (así como también a los ñoños con décadas de frikismo a nuestras espaldas, puesto que hemos madurado más en nuestros gustos, esperando tener héroes, antihéroes y villanos más realistas y humanizados que los ya planos estereotipos de nuestra infancia y juventud).
 
* Capitán Christopher Pike:  El primer capitán del Enterprise (ojo: esta es la segunda nave de la Flota en llamarse así), es un capitán que destaca por un liderazgo mucho más informal que el de sus pares en otras series de Star Trek (como ejemplo, acostumbra a cocinar para sus subalternos e invitarlos a amistosas comidas a sus cuarteles).  Además de manejarse en las artes diplomáticas, es todo un hombre de acción, participando sin dudar en las misiones que implican gran despliegue físico. Cabe mencionar que posee un carisma bastante alto, debido a su trato amistoso, lealtad y gallardía, que de inmediato nos lo hace muy simpático.
 
* Una Chin-Riley/Número Uno: Como el anterior, en la Serie Original solo apareció en The Menagerie (refrito del primer piloto de Star Trek, el que fue rechazado en su momento por considerarse muy cerebral).  Tal como dice su título, es la segunda al mando del Enterprise, lo que en los sesenta fue todo un avance, al hacer que fuese una mujer quien tuviera este cargo dentro de una ficción televisiva.  Respecto a este personaje, que me gusta bastante (si bien debo decir que nadie se desperdicia acá), debo decir dos cosas más (sin caer en el spoiler), una de ellas que tiene una relación previa bastante estrecha con el buen capitán y la otra, que guarda un gran secreto (esto último, un aspecto que comparte con nada menos que otros dos personajes).  En la vida real es interpretada por la bellísima Rebecca Romjin, a quien recordamos de su participación en la trilogía cinematográfica original de X-Men y en la cual hacía de Mística; cabe mencionar que con los años está más hermosa que nunca.
 
* Spock:  El icónico personaje de Star Trek, posee en esta serie un rasgo más humano que el visto antes en su inolvidable interpretación por Leonard Nimoy y posteriormente en el reboot de J. J. Abrams; y es que al menos durante este primer año en el Enterprise, no niega su faceta humana y de ese modo se le ve más feliz.  Por lo tanto, el mestizo vulcano-humano se aprecia, incluso, más amistoso y accesible con el resto de la tripulación. Claramente, nuestro querido oficial científico ha evolucionado bastante, respecto a su debut bajo esta actual encarnación, desde que salió en Discovery hace años ya.
 
* Doctor M' Benga: El masculino médico jefe de la nave, de origen africano, es una noble persona marcada por un drama familiar y aun así lo vemos acá& como a alguien cuerdo y en el cual podemos confiar sin dudarlo.
 
* Jefa de Seguridad La' An Noonien-Sing: Una mujer joven, que en primera instancia se aprecia como alguien muy dura, pero que en realidad posee un lado accesible, en especial considerando su valentía y nobleza.  De niña se enfrentó al horror más grande conocido por la Federación hasta ahora, al cual sobrevivió, si bien este la marcó bastante.  Por otro lado, es descendiente de uno de los mayores criminales de su gente, detalle que trata de cubrir con sus acciones heroicas.
 
* Cadete Nyota Uhura:  Desde niño (incluso en mis primeros recuerdos como ñoño) que adoro a esta morena mujer, un personaje que si bien estuvo desaprovechado en la Serie Original, en cuanto al potencial que siempre tuvo, nunca ha perdido su impronta a lo largo de generaciones.  Amo lo que hizo de ella la llorada Nichelle Nichols, así como su interpretación para el cine de la talentosa y bella Zoe Saldaña; sin embargo, esta versión me gustó por sobre las otras, al darle una sensibilidad tal y una simpatía muy grande, mostrándola como una talentosa muchacha, pero insegura, que tendrá un gran camino que recorrer para volverse la tremenda heroína que sabemos será.  Por otro lado, a diferencia de sus predecesoras, no encuentro hermosa a esta joven Uhura, aunque sí me enternece su fragilidad y admiro su resiliencia.
 
* Enfermera Christine Chapel: Los personajes femeninos de Extraños Nuevos Mundos son magníficos y en ese sentido me atrevo a decir que este es el show de Star Trek con las mejores féminas entre sus estrellas.  Afirmo lo anterior, pese a lo breve de la primera temporada, lo único que he visto hasta el momento (actualmente se está emitiendo la segunda temporada, que también poseerá 10 episodios); sin embargo, los guiones del programa están tan bien hechos y que tod@s l@s coprotagonistas mencionadas hasta ahora, consiguen brillar en tan escaso tiempo.  Chapel no es la excepción y por lo mismo esta alegre y voluntariosa mujer rápidamente nos conquista.  Presten especial anterior al tratamiento de su relación con Spock, detalle sacado de la Serie Clásica, bastante enriquecido en esta precuela.
 
* Piloto Erica Ortegas: No sabemos mucho de esta amistosa mujer, salvo que me alegra tener a una latina en la tripulación, algo que no se veía en la franquicia desde los tiempos de Voyager (¿O me equivoco?).  Por su forma de ser y estética, creo es lesbiana, si bien es un poquito más femenina que la ácida y también simpática ingeniera de Discovery.
 
* Jefe de ingeniería Hemmer:  Luego de Spock, el otro tripulante no humano de relevancia dentro de los altos mandos de la tripulación.  Perteneciente a la subespecie de los Aenar, una rama albina de los recordados Andorianos (una interesante raza de la Serie Clásica, muy inteligentemente revisitada en Enterprise), como bien pasa con el resto de su gente, es casi ciego; no obstante, compensa su falta de vista a un control maravilloso del sentido del tacto y además posee ciertas capacidades extrasensoriales como la telepatía.  En primera instancia, pareciera que fuese alguien amargado, no obstante, hay dulzura en él y ello lo deja claro gracias a su amistad con la inexperta Uhura.

                                                              Créditos de apertura.

¡Admitan la verdad!

     Teniendo en cuenta todos los problemas durante su producción- debido a los escándalos de su actor principal- el filme del DCU dedicado a The Flash por fin se estrenó durante el mes de junio.  Las expectativas eran altas, considerando la información que se manejaba de esta cinta, la historia de la que se nutre (la miniserie Flashpoint de 2011 y que dio inicio a un nuevo Universo DC, tal como en los ochenta lo hizo Crisis en las Tierras Infinitas) y los fichajes de actores y/o personajes que se fueron agregando e informando.  Más encima, a todo se le debía agregar la dirección del argentino Andrés Muschietti, quien con los dos filmes sobre It (sobre la famosa novela de Stephen King) prometía un trabajo de más que soberbio.  Cabe mencionar que entre tanto barullo y notas de la prensa, por no mencionar a las malas lenguas de siempre del pseudoperiodismo y a los ociosos de las redes sociales, la noticia de que tal vez la película fuese abortada (tal como ya pasó tristemente con Batgirl), fue tendencia durante los meses previos a su premiere.
     Una vez vista la cinta, el deceísta de corazón, como el conocedor en general de todos estos personajes, sin dejar de lado a todos los que llevamos viendo estas adaptaciones desde hace décadas (siglo pasado), se encuentra con una historia que, si bien adapta libremente la citada novela gráfica, es una declaración de amor a estos personajes); todo sin dejar de lado un montón de referencias directas e indirectas, a mucho de lo que DC ha llevado a la pantalla grande (y chica) por años, nada menos que un gesto de agradecimiento a sus seguidores incondicionales.
     La historia nos muestra a un todavía joven, aunque más maduro, Barry Allen asumido en su papel de Flash, parte fundamental de la Liga de la Justicia.  Sumado a sus preocupaciones como superhéroe, se encuentra su faceta más humana y que implica un "evento canon" (término que no sé si lo inventaron para la última peli animada de Spider-Man, pero que calza con cualquiera de estos amados justicieros, no importa si es de Marvel, DC o la empresa que sea) y el cual decide corregirlo; como consecuencia de ello, el Velocista Escarlata se encuentra atrapado en una realidad alternativa y la única manera de que logre volver a la suya, es recurriendo a unos cuantos aliados (entre viejos conocidos y otros nuevos).  Sin embargo, todo se complica cuando una espantosa amenaza, de la cual él ya sabe acerca de su origen, se suma a la ecuación, así que una vez más le toca salvar el mundo.
    Muchas sorpresas y emociones nos deparan este largometraje, que se disfruta desde principio a fin, en el cual las risas y las lágrimas no faltarán.  Entre los muchos agregados, cabe mencionar las apariciones de al menos tres personajes ya queridos del llamado Snyderverse (incluyendo la ingeniosa reutilización de un gracioso chiste, de la versión fallida de la Liga de la Justicia de Josh Whedon).
     No obstante, es el regreso de una muy querida variante de estos íconos deceístas, uno de los mayores logros de este recomendable filme (a estas alturas, ya deberían saber de a quién me refiero) y que resulta, además, una verdadera caricia a la nostalgia ñoña.  No olvidemos que los mismos de DC/Warner, el año pasado nos quitaron la dicha de reencontrarnos con este mismo ícono, en la malograda peli sobre Batgirl, por lo que en The Flash ello sea posible, es como para aplaudir de pura alegría.
     Asimismo, no se puede dejar de lado la inclusión de otra destacada figura de dichas historietas, esta vez femenina, y aprovechando para ella, una de las mejores ideas de la historia de la que se nutre la cinta; por otro lado, que acá no sea rubia es lo de menos y ello debido a la gran caracterización que le otorgan, que ya hay un antecedente de su personaje en los cómics con pelo negro y corto.
    Las actuaciones son de primera y logran conmovernos, que no tenemos personajes planos, de modo que logramos reencontrarnos felices con los que ya conocemos (mi primera impresión del Velocista Escarlata de Ezra Miller no fue muy buena y en especial, porque como muchos, yo quería ver el salto del de la tele a la pantalla grande) y los nuevos, como un viejo conocido, dan lo mejor de sí.
     Lamentablemente, hay toda una campaña de desprestigio en contra de las últimas producciones de DC para el séptimo arte, que comenzó (creo) con Wonder Woman 84 (para muchos una mugre, noción que no comparto) y que luego siguió con Black Adam (que tiene lo suyo, aunque por mi parte la encuentro una obra muy menor), siendo el más triste ejemplo el ataque y/o indiferencia en contra de ¡Shazam!: La Furia de los Dioses (una maravillosa obra acerca de la madurez, llena del mejor espíritu aventurero de los cómics de la Edad de Plata).  De ese modo, comenzaron hablando peste de los efectos especiales de Flash, llegando a decir que eran horrendos y se notaban, cosa que no es cierto; luego (y lo peor), insisten en decir que ha sido el peor fracaso de taquilla del llamado DCU, lo que aparece en al menos un montón de sitios Web (no leo prensa escrita, ni veo televisión); lo triste y que me molesta, es que dejan de lado todas las virtudes detrás de esta producción, boicoteando a propósito o no una de las mejores entregas de la saga deceísta.  Por mi parte, creo que pretenden solo valorar películas de tono oscuro para DC, que sean "artísticas" y oscuras como Guasón y la que no puedo dejar de despreciar: The Batman; de lo anterior solo se ha salvado El Escuadrón Suicida y ello porque James Gunn, con su talento, ha logrado engañar a los "enemigos" del DCU, haciéndoles creer que su filme era un producto marvelita.
    Terminaré pidiéndoles que, si no han visto todavía The Flash, le den su oportunidad y me gustaría saber qué les pareció la broma, de cuando Barry regresa a su hogar y se reencuentra con su antiguo compañero.
 

                                                                             Tráiler.

Alan y yo.

 

     El presente texto originalmente lo escribí para complementar mi lectura de Alan Moore, Retrato de un Caballero Extraordinario, pero como me quedó mucho más extenso de la revisión misma del libro, decidí publicarlo por separado.  Es así que ahora se los comparto.

    Eran mediados de los noventa, cuando mi amigo Mauricio Tapia (¿O fue Marlo?), me comenzó a prestar ejemplares de su extensa colección de cómics.  En aquel entonces, tener mi propia comiteca, como la que ahora poseo con orgullo, era apenas un bosquejo entre mis deseos y me sobraban dedos de las manos de los pocos títulos que poseía (al final de mi etapa escolar, por pura ignorancia, le regalé a mi profesor de Artes Visuales una gran colección de La Espada Salvaje de Conan, que llevaba completando al menos un año; eran unas revistas casi pulps, en grapa, blanco y negro de una editorial colombiana... ¡Más encima del tándem Roy Thomas/John Buscema!).  Así fue cómo llegaron a mis manos, unos cuantos agregados de Cuentos de los Linterna Verde y entre ellos se encontraba uno sobre un planeta sintiente, que pertenecía a esta famosa patrulla galáctica.  El texto era Mogo no tiene vida social, muy divertido e ingenioso, que más encima luego fue adaptado como uno de los segmentos de la segunda película animada de Linterna Verde. Solo años después, al leerme mi tomo de lujo de El Universo DC de Alan Moore, me enteré de que esa joyita la había escrito este mismo.
     En la Librería Antiyal, donde compré muchos de mis primeros fascículos comiqueros a excelente precio (antes que se pusiera carita), encontré varios números seguidos e incluso un taco de la colección regular de La Cosa del Pantano; era justamente la serie que hizo famoso a Moore en USA y el resto del mundo, la misma que convirtió al bondadoso elemental monstruoso del Mundo Vegetal, en una estrella... Pero mucho antes de esto, en mi etapa de universitario del siglo pasado, pude comprar una revista de terror llamada Dossier Negro, que traía material de DC del género, y entre ellas venia una del mismísimo Shampy, enfrentándose a la locura genocida del Hombre Florónico; en mi plena juventud quedé fascinado con esa obra y tuvo que pasar un buen tiempo para que supiera la conexión entre ese episodio y mi lectura más ordenada de esa gloriosa etapa del personaje.  No recuerdo mucho (típico de mí) de esas viñetas, tan solo que me conseguí lo que venía inmediatamente después de la famosa saga American Gothic (en la que aparece Chilito, con nuestra Isla de Chiloé, sus brujos y el monstruoso Invunche), cuando el personaje es transportado al espacio, debe regresar a la Tierra y no sé si antes o después viene la famosa Lección de Anatomía, todo el tema con el traicionero Arcanne, Ritos de Primavera y esa aterradora trama dedicada al Rey Mono (y entre medio, viene una historia más larga, tipo one-shot o anual de Batsi y Shampy juntitos... Con una portada bellísima del Murciélago subido y de pie, sobre unas largas ramas que creo salen de La Cosa del Pantano.... Pero recién he buscado la imagen en Google y ahora sé que en el dibujo el Señor Oscuro está sobre una especie de bloque de cemento o de piedra).

 

    Y siguiendo con Shampy y Alan Moore, no sé en qué momento y circunstancias precisas me leí En la Selva (Dentro de la Jungla o un título así) por primera vez, una preciosa narración del elemental ayudando a un infectado Hombre de Acero.  No recuerdo si poseo solo dos o tres ediciones diferentes de esta genial pieza y dos de ellas en tapa dura: una de Los Mejores team-ups, de la llorada editorial española Ediciones Zinco (¡Qué cariño le tengo!) y otra con colores remasterizados, en la mentada antología de historias cortas del inglés para DC y su continuidad oficial.
    Leyendo revistas especializadas y por las recomendaciones de mi gente, me enteré de la existencia de Watchmen y V de Vendetta.  Solo conocí de qué trataban ambas novelas gráficas, cuando fui al cine a ver las películas, que me dejaron loco; con cariño recuerdo haber ido al cine, junto a mi compadre Miguel Acevedo, un domingo para disfrutar de la segunda y allí encontrarnos de sorpresa con otro amigo y su por entonces eterna novia (ya no están juntos).  Aquella vez pasamos a tomar una rica once al Bravíssimo, que estaba al lado del cine Gran Palace (ambos lugares, tan queridos en mi memoria, ya no existen lamentablemente).
   V de Vendetta me la vine a comprar años después, gracias a la edición chilena que salió en los kioscos de la desaparecida editorial nacional Unlimited (¡Que buenos títulos sacaron y baratos!).  Me impresionaron las diferencias entre la cinta y el material original, en especial en lo que concierne a la caracterización de la coprotagonista femenina.
    Watchmen es, por increíble que parezca, mi historia favorita de Alan Moore (y eso que tiene varias que me sobrecogen) y pongo esa palabra de "increíble", porque nunca he leído la historieta en sí misma; no obstante, para cuando salió la cinta, que adapta con mucho amor al texto del que se nutre, apareció el mismísimo comic animado completo viñeta por viñeta.  Apenas me compré el DVD original, en la también extinta Feria del Disco (otro lugar valioso de mi pasado al que extraño), me devoré las 6 horas que duraba todo y quedé muy contento, de comprobar cuán maravilloso era ese cómic tan importante.  Con posterioridad, me compré muy barato una edición de lujo gringa de la Versión Extendida o Corte del Director de Watchmen en DVD, que me fascinó; lamentablemente el material adicional no viene en español, así que no lo pude disfrutar.
    A principios de este siglo, hace casi dos décadas, el diario La Tercera sacó a precio económico, una serie de antologías en formato de bolsillo de varios personajes famosos del cómic, gringos y nacionales; entre ellos, venían sendos tomos dedicados a Batman y Superman, los que no dudé en adquirir.  Entre lo genial de estas antologías "a precio de huevo" (el papel no era muy bueno y, por ende, los colores no eran los mejores para apreciar la belleza de sus dibujos... Aunque eso poco me importaba en aquel entonces, cuando comenzaba recién a hacerme mi propia colección y no sabía mucho de todo), estaban las introducciones que ayudaban a conocer a los autores escogidos y a tomar conciencia de la importancia de las obras que recogían dichos volúmenes.  Mi memoria es frágil, tal como ya lo he dicho, y tiende a dejar de lado los detalles, aunque siempre se me queda dentro la sensación de satisfacción o decepción, que me puede provocar un título determinado.  Teniendo en cuenta lo recién afirmado, es que no olvido los elogios para La Broma Asesina (de Batsi), Para el hombre que lo tenía todo y para ¿Qué le sucedió al Hombre del Mañana? (ambas de Supes).  El antologista, se refirió al talento del escritor de dichos textos, el mismísimo Alan Moore, a quien ya conocía desde hace años. Fue la primera vez que me leí tales piezas y las de Superman en verdad me parecieron preciosas, llenas de un sentido de maravilla, que sacaba lo mejor de los tropos de la Edad de Plata, si bien eran historias maduras, propias de su época y de su autor.  En cuanto a la famosa novela gráfica, que tenía de protagonistas a Batman, Guasón, Batichica y al comisionado Gordon, su oscuridad me impactó de sobremanera.  Tiempo después, el anual del kryptoniano fue bellamente adaptado para Liga de la Justicia Ilimitada y la historia del Cruzado Enmascarado, tuvo una gran peli animada... Luego conseguí todas esas historietas en versiones de lujo como parte de El Universo DC de Alan Moore.

    Volviendo atrás en mi vida, en los noventa y cuando estaba en la universidad, formaba parte de un fanclub de Star Trek; uno de mis compañeros, aún un escolar, andaba con unos cómics en grapa de Spawn y como me llamaron la atención, se los pedí prestado apenas los tuviera libres; con posterioridad, me vi esa misma década la serie animada, junto a mis amigos Iván Piñeyro y César Sáez, en una junta de machos ñoños y quedé fascinado.  Mucho tiempo después, cerca de 2009, una colega me contó que su marido quería deshacerse de una caja llena de cómics y entre ellos venían más de 100 números de Spawn en grapa, incluyendo unas 3 ó 4 miniseries; ni tonto, ni perezoso, le ofrecí comprárselos a un muy buen precio y de ese modo los fuí a buscar a su casa, llegando más feliz que perro con un hueso a la mía.  Entre los primeros números del engendro demoniaco con corazoncito, había un autoconclusivo escrito por nada menos que Alan Moore y Blood Feund, una novela gráfica de la autoría del mismo escritor.  De la primera, solo retengo en la memoria que hace su debut un vagabundo asesino llamado The Freak y en la segunda aparece un vampiro monstruoso.  Ambas obras son consideradas "trabajos menores" de Moore, pero no por ello las desprecié, sino que, al contrario, me gustaron mucho y no me importa lo que digan los críticos.
    Cerca del milenio, un amigo del fan club de Star Trek (José Varas) me prestó el primer integral de La Liga de los Hombres Extraordinarios. Considerada entre otra de las perlas dignas de elogio de su creador, me volvió loco de gozo su utilización de personajes de la literatura victoriana y del siglo XIX.  Llena de referencias y juegos metaliterarios, se trata de un hito del cómic solo para lectores sofisticados, adultos y cultos; por lo mismo, no supe apreciarlo lo suficiente en aquel primer encuentro.  Tempus fugit y llegó 2020, con este la pandemia del Covid-19, que nos recluyó nuestras casas hasta el año siguiente y puso en tela de juicio nuestra capacidad para mantener la cordura; fue así que entre otras cosas, leí más que nunca (o al menos a un nivel parecido al de mis últimos años de adolescencia y los primeros de mis veintitantos).  Todos los meses gastaba una suma "interesante" en comprar libros y cómics por internet, de los cuales he leído una ínfima parte; fue así que aproveché un ofertazo y pedí juntitos los 4 primeros integrales de La Liga de los Hombres Extraordinarios, todos en formato de tapa dura.  Me los devoré, por fin, el año pasado y esta vez gocé demasiado sus lisérgicas aventuras.  Cabe mencionar que sus agregados, salvo el cuento sobre Alan Quatermain, que también fue incapaz de leer en los noventa, los disfruté con mucho placer (el mapa/atlas de los lugares mágicos y secretos del mundo, es de una genialidad multireferencial e intertextual de tal envergadura, que me hizo reverenciar más que nunca a su autor)
    En los noventa, antes de entrar al fan club de Star Trek (se llamaba Zona Neutral), estuve en un taller de literatura de ciencia ficción.  Llevado a cabo por puro amor a la divulgación y al género por el bondadoso Tío Lucho (Luís Saavedra para el resto de los mortales), creo que fue él quien me habló por primera vez de Desde el Infierno.  Como yo, además, desde niño he sentido una fascinación morbosa por la figura de Jack el Destripador, de inmediato me interesé en ese cómic, considerado entre lo más sobresaliente de ya saben quién.  Luego, en 2001, me vi en el cine la peli junto a mi comadrita Ledda y ambos quedamos extasiados; sin embargo, cuando por fin me compré el cómic en tapa dura y en oferta gracias a Buscalibre, comprobé que la adaptación había hecho más accesible su agreste material, el que me aburrió como ostra e incluso fuí incapaz de terminarme la historieta de complemento; asimismo, no vacilo en afirmar que encuentro FRANCAMENTE HORRIBLE y SIMPLÓN el dibujo de esa novela gráfica.
    Lo último que me compré de Moore, es el primer tomo de Providence, una obra suya en la que le hace un homenaje a Lovecraft, quien creo es protagonista de esa historia.  Lo adquirí en 2019 y aún lo tengo sellado, pues debo conseguirme los números siguientes.
     Tengo unos cuantos "pecados de omisión", con la bibliografía del artista que hoy nos reúne.  En primer lugar, se encuentra no haberme comprado nunca Watchmen.  En los noventa pude adquirirlo a buen precio en tapa dura, en unos cuantos volúmenes, que en la Antiyal lo tenían baratísimo; pero en ese tiempo era mucho más ignorante y desconocía la oportunidad que me estaba perdiendo.  Por otro lado, lo que más me duele fue no haberme llevado conmigo el integral de los W.I.L.D.C.A.T.S., escritos por Alan Moore y eso, porque me salía el doble de lo que me atrevía a pagar, en aquel entonces, por una edición en tapa dura (hoy está mucho más cara que nunca tan dichosa etapa).  El año pasado no más, creo, salió a la venta el compilatorio de La Tempestad, la última aventura de La Liga de los Hombres Extraordinarios, hasta donde yo sepa y que transcurre en el futuro; costaba barata y nunca me la he comprado todavía, así que también pesa sobre mi conciencia.
    Alan Moore de igual manera es un novelista con varias obras aplaudidas, pero por lo que he leído acerca de su literatura, en ella expone su faceta más densa, justo la que no me atrae.  Cuando salió en español Jerusalén, en plena pandemia, una novela de más de 1000 páginas, casi me la compré; no obstante, al final imperó en mi el deseo de esperar, a que uno de mis amigos la leyera antes, a ver si me la recomendaba ¿Alguien por ahí tiene experiencia en su narrativa? (aún tengo el mal sabor de boca, de su cuento agregado al omnibus N° 1 de La Liga de los Hombres Extraordinarios).