lunes, 21 de mayo de 2012

Maestros del Horror 3: Dance of the Dead (Conocida en Latinoamérica como Danza Macabra) de Tobe Hooper.



3.1 El Director.

    El responsable de la tercera entrega de Maestros del Horror es otro director famoso por poseer a su haber algunos de los filmes del género más memorables, si bien su filmografía resulta bastante irregular, poseyendo verdaderos clásicos que luego fueron repetidos una y otra vez (con secuelas y remakes incluso); de este modo es artífice de verdaderos fiascos que en todo caso pese a su factoría de clase B (películas de género de bajo presupuesto) igual logran entretener; a su vez se podría decir que entre todos sus colegas que participaron en este proyecto televisivo, es el único con experticia dentro del mundo de la pantalla chica, habiendo filmado obras para este formato que hasta hoy en día son apreciadas por su calidad y cuidada dirección (razón por la cual, fue uno de los pocos directores que hizo un filme para cada una de las temporadas de este show).  No obstante la mejor etapa de este director, Tobe Hooper por supuesto, corresponde a las décadas de los setenta y los ochenta. 
    Hooper es un director que tanto puede llegar a ser salvaje en la bizarría de sus trabajos, como ser sutil a la hora de entregarnos una atmósfera donde la presencia del mal no ceja en manifestarse.  Dentro del primer grupo de películas destaca el filme que lo hizo famoso, me estoy refiriendo a su filme de juventud La Gran Masacre de Texas de 1974, película que en muchos países estuvo censurada al adelantarse a su tiempo con su violencia explícita de tortura y canibalismo; en este grupo también se puede considerar su segunda adaptación de la labor literaria de Stephen King, de su cuento La Trituradora (1995) y que si bien para muchos es considerado uno de los peores filmes basados en el trabajo de King (quizás por lo aparentemente ridículo de su guión), no deja de hacer pasar un buen rato y de apreciarse en dicha cinta la labor de un artesano experto.  En el segundo grupo no podemos olvidar su versión para la televisión de Salem´s Lot (La Hora- o La Noche- del Vampiro por estos lares), su primera colaboración con la literatura kingniana y que pese a su factoría que data de 1979, sigue manteniéndose vigente en cuanto a cómo llevar de la mejor forma a la imagen una historia de terror que resulte verosímil pese a su naturaleza sobrenatural; por otro lado, en este segundo apartado se encuentra su verdadera obra maestra que resulta ser Poltergeist (1982) otra película de culto y donde por primera vez el director pudo acceder a un presupuesto millonario y a los mejores efectos especiales de su momento.
    Los hitos en el desempeño artístico de Tobe Hooper son de antología, si bien en los últimos años su trabajo ha caído en calidad o frecuencia.  Dentro de sus obras podemos destacar:
Tobe Hooper, con cierto parecido a Steven Spielberg.
  • La Gran Masacre de Texas la hizo inspirado en los asesinatos de Ed Gein, un popular psicópata que acostumbraba a guardar los restos de sus víctimas, como también confeccionar muebles y otros artefactos con sus pieles y huesos.  Para este filme (de la cual haría en 1986 una secuela que dividió la opinión entre la crítica y los fanáticos) creó a Cara de Cuero (Leatherface), otro de los malos más queridos del cine de terror contemporáneo.  El filme tuvo unas olvidables segunda y tercera secuelas y luego en el 2003 se hizo un remacke que en realidad logró gran impacto, teniendo su propia continuación en el 2006 (también recomendable).
  • Salem´s Lot: Quizás fue el primer producto para la televisión del género de terror con calidad cinematográfico.  Contó con la actuación de un gran actor  como James Mason y un popular en aquel entonces David Soul en los protagónicos.  Posee imágenes de fuerte carga dramática y aterradora, las que si bien se atenían a los censores televisivos de la época, no dejan de causar admiración.   Esta miniserie de dos capítulos, como la novela en que está inspirada (de la que en todo caso Tobe Hooper hizo una adaptación libre, aún cuando siempre fiel a sus ideas principales), lograr crear la idea de un mal ominoso y que se manifiesta cual plaga espiritual entre sus víctimas.
  • Poltergeist: Originó una trilogía (de la cual la tercera parte es completamente olvidable) y junto con La Gran Masacre de Texas le otorgó a su director tener una película por cada década (setentas y ochentas) entre los mejores filmes de terror de estos respectivos años según la revista especializada Fangoria.  Es la historia de la típica familia norteamericana de clase media…pero que se ve acosada por un grupo de espíritus al cambiarse a una nueva casa.  La música de Jerry Goldsmith, los efectos especiales avanzados para la época y las convincentes actuaciones en especial de la niña protagonista, conjuntamente con muchas de sus escenas, la hacen una obra obligatoria no sólo a la hora de hablar del cine fantástico de calidad, si no en general.  Esta película fue producida por Steven Spielberg, quien se hizo amigo de Hooper al admirar su trabajo anterior, llamándolo décadas después para dirigir el piloto de su miniserie de ciencia ficción Taken.  Este filme y los que le siguieron, poseen una leyenda negra al comenzar a morir varios de sus actores en circunstancias poco felices, incluyendo a  Heather O'Rourke, la niña protagonista de los tres filmes, poco después de terminar el tercero de estos.
  • Lifeforce (1985):  Aprovechando el interés que provocaba en la gente la nueva visita del cometa Halley al planeta, Hooper hizo otra de sus películas emblemáticas, si bien basada “ligeramente” en una novela del escritor, filósofo y ocultista inglés Colin Wilson (el cual no quedó muy contento con los resultados finales de esta adaptación en todo caso).   El filme trata sobre un grupo de astronautas que en la cola del mencionado cometa, encuentran una nave alienígena y en ella en lo que parece animación suspendida, a un pequeño grupo de supuestos humanos completamente desnudos.  Al traerlos a la Tierra, no tienen idea de que estos son nada menos que vampiros que se alimentan de la fuerza vital.  El largometraje posee una gran carga erótica y la actriz Mathilda May, quien personifica al vampiro femenino, se pasea durante gran parte de la película desnuda sin tapujos y convirtiéndose en la fantasía erótica de más de algún onanista espectador.  Esta película fue filmada en Inglaterra y se estrenó en Estados Unidos en una versión mucho más corta que la de su metraje original; sólo después gracias a la “magia” del DVD se pudo ver en USA y el resto del mundo su verdadera versión.
  • Invasores de Marte (1986): Remacke de uno de los filmes de ciencia ficción de clase B de los cincuenta más populares en la historia del cine y que aparte de ser ya de culto, ha sido constantemente homenajeado (entre ellas en la bellísima novela de Robert McCammon Boys´s Life, ya abordada con anterioridad en este blog).   Aquí el trabajo de Hooper fue más que efectivo, aprovechando la tecnología de la época que le permitió crear monstruos alienígenas memorables, así como muchas de las secuencias más aterradoras.  Es interesante tener en cuenta que ambas versiones abordan el tema de la invasión extraterrestre desde el punto de vista de un niño, quien es el único que se da cuenta de lo que en realidad está ocurriendo a su alrededor (y he aquí la segunda lectura de estos filmes en plena Guerra Fría, ante el temor gringo por la “amenaza comunista”).
  • Combustión Espontánea (1990): Filme que aborda el tema de uno de los fenómenos “sobrenaturales” más interesantes y desconocidos entre el público en general, que versa sobre que las personas desde su interior provocan un calor tal que los llega a consumir.  En esta historia Hooper se permite darle ciertos elementos de ciencia ficción a la historia, como también aparte de trabajar con el actor de culto Brad Dourif (con múltiples apariciones en películas y seriales del género) e invitar a varios de sus amigos a hacer cameos, como lo son el director John Landis (quien ya será reseñado en este blog por sus dos contribuciones para Maestros del Horror) y otros.
  • La Trituradora (1995): Su segunda adaptación de una obra de Stephen King, esta vez de su clásico cuento de terror sobre una muy particular posesión demoníaca.   Si bien la idea original puede resultar muy descabellada (no quiero contar más para quien vea/lea esta obra se lleve la sorpresa por sí mismo), Tobe Hooper hace aquí uno de sus filmes más sangrientos y pese a ser un filme menor, resulta ser muy entretenido en su bizarría.  En la película actúa Robert Englud, quien se hizo famoso por interpretar a Freddy Krueguer en la saga de las películas de Pesadilla en Elm Street; considerando la fraternidad entre los artistas dedicados al género del terror, Englund ya había laburado junto al director durante la juventud de ambos en Eaten Alive en 1975, luego lo volvió a dirigir en el piloto de la serie de televisión de Las Pesadillas de Freddy en 1988, convocándolo de nuevo para su primer aporte en Maestros del Horror que hoy nos convoca.

3.2 El Escritor.

Richard Matheson el maestro.
     Como a muchos de sus colegas involucrados en Maestros del Horror, a Tobe Hooper se le dio la posibilidad de realizar la historia que quisiese, ya sea entre un montón de relatos escritos con anterioridad, como en trabajar con un guión completamente original.   No obstante el director optó por trabajar bajo la base de un relato del afamado escritor y guionista Richard Matheson, quien considerando su gran labor literaria, verdaderos aportes que también extendió al formato del cine y la televisión, se merece un apartado en este escrito.
    Richard Matheson es de esos autores que han creado escuela y que se han convertido para los artistas que le siguieron en fuente de inspiración, como de devoción; de este modo en numerosas obras, ya sean literarias, como cinematográficas, televisivas, cómics y hasta videojuegos, se le ha rendido tributo por sus numerosos aportes a la narrativa de terror, fantasía y de ciencia ficción; es así como autores tales como Stephen King y Robert McCammon y Chris Carter, el guionista creador de series emblemáticas como X-Files y Millenium no han vacilado a la hora de testimoniar sus deudas artísticas con este maestro.
    La obra de Matheson se caracteriza porque sus personajes son seres normales enfrentados a situaciones extraordinarias y que en medio de sus aventuras/desventuras descubren al héroe oculto que hay dentro de ellos.  A su vez a través de sus historias, tanto las más pavorosas, como las de ciencia ficción, gusta de abordar las grandes problemáticas de la humanidad, con un lirismo que lo asemeja mucho al de otros expertos del género como lo son Ray Bradbury y Theodore Sturgeon.  Este escritor demuestra así una gran sensibilidad, creando personajes y ficciones verosímiles, pese a la naturaleza increíble de sus historias; puesto que además posee la característica de ir más allá de contar una narración entretenida: se preocupa de tratar en sus escritos los dilemas como la intolerancia, la naturaleza del miedo, la fragilidad humana, la soledad, el destino y otras temáticas en profundidad.
    Pese a sus largos años de trayectoria, desde comienzos de la década del cincuenta, sus obras no son tantas como se esperaría de un talento como el suyo, si bien ha escrito novelas y cuentos que hoy en día son considerados verdaderos clásicos.  Sus tres novelas más importantes son Soy Leyenda y de la cual ya se han hecho tres adaptaciones cinematográficas, siendo que ninguna de ellas fue capaz de hacerle un favor al texto original, considerando que además ha sido descaradamente copiada y fue el libro que inspiró a George Romero para su también clásica película La Noche de los Muertos Vivientes (1968).  Sus otras obras más memorables, son El Hombre Menguante  (publicada en 1956 y llevada al cine al año siguiente) y En Algún Lugar del Tiempo (libro de 1975 y filme de 1980), libros de los cuales él mismo se encargó de hacer el guión para sus correspondientes adaptaciones cinematográficas y las cuales tuvieron por ello mejor resultado que las versiones de su novela sobre el vampirismo.  Igual se puede mencionar como otro de sus libros más destacados su novela de terror La Casa Infernal y que fue para el ya mencionado Stephen King la fuente para escribir su guión original para la miniserie Rose Red (2002).  Existen otras dos adaptaciones para el cine de su obra que tuvieron excelente crítica y realmente le hicieron honor a su pluma: la aterradora obra sobre fantasmas Stir of Echoes, que data de 1958 y cuya excelente versión cinematográfica se hizo en 1999, conociéndose por acá como Ecos Mortales; la otra cinta es Más Allá de los Sueños (novela de 1978 y adaptación de 1998).  Existe otro filme basado en su obra, que si bien a mi humilde parecer es bastante efectivo y recomendable, para muchos no fue de su agrado y hasta resultó un fracaso: La Caja (2009), basado en uno de sus tantos cuentos y que ya había sido adaptado para la versión ochentera del clásico programa  La Dimensión Desconocida
    Mención aparte merece su libro Soy Leyenda (1954), donde por primera vez se aborda el tema del vampirismo desde el punto de vista de la ciencia ficción.  En la novela, su protagonista es supuestamente el único ser humano en un mundo poblado por estas criaturas de la noche/mutantes, de modo que el tema de la supervivencia se suma a la idea de que la normalidad es algo relativo y que todo depende del punto de vista desde donde se miren las cosas; a su vez esta obra posee uno de los finales más memorables en la historia de la literatura, el cual le da el verdadero sentido a su sugerente título.  La relevancia e interés que despertó este libro entre sus lectores, permitió que aparte de las desastrosas versiones cinematográficas, existiese una versión en cómic y hace unos pocos años atrás numerosos escritores del género le hiciesen su mayor homenaje al autor con la antología Él es Leyenda, donde escritores tales como Stephen King y su hijo Joe Hill, Whitley Strieber, William F. Nolan, John Shirley, F. Paul Wilson y otros (además de ser prologados por un autor tan importante como Rampsey Campbell) escribieron numerosos cuentos ambientados y/o relacionados con varias de las ficciones de su autoría.
     Aparte de su labor en guionizar él mismo para el cine sus obras ya mencionadas, destaca su trabajo en la mítica serie de televisión La Dimensión Desconocida y donde muchos de los capítulos más memorables se le deben a su haber (luego uno de estos episodios volvería a adaptarse esta vez para la pantalla grande en la película que revisitó algunos de estos capítulos, siendo el de Matheson Pesadilla a 20.000 pies).  A su vez el primer largometraje hecho por Steven Spielberg, si bien para la televisión, Duelo (1971), también contó con su colaboración como guionista, igualmente basado en un cuento suyo (como dato extra, este cuento original inspiró uno de los relatos de la antología Él es Leyenda ya mencionado y que fue escrito por Stephen King y su hijo también autor, Joe Hill, historia que recientemente tuvo su adaptación al cómic por el chileno Nelson Dániel).



3.3 La Película.

    La historia está ambientada en un futuro cercano postapocalíptico, donde debido a un ataque terrorista, el ecosistema ha sufrido un gran deterioro y Estados Unidos vive en un estado de sitio.  Producto de las nuevas armas químicas, es posible reanimar cadáveres para usarlos en la guerra, no obstante debido a la decadencia moral que ha traído la devastación, existe la práctica de usar cadáveres femeninos para usarlos de entretención en bares de mala muerte.  Es así como una adolescente a quien su madre protege ante la perversidad que los rodea, por los vaivenes de la vida llega hasta uno de estos lugares y allí descubre más de un horrendo secreto. 
    La figura maternal y (sobre) protectora de la madre se muestra como una mujer que por un lado se resiste al cambio de los tiempos que se vienen, como también como un personaje cuyo pasado oculta más de una culpa y cuya revelación se transformará no sólo en el motivo de la fragmentación de la relación entre ella y su hija, si no que en una manifestación más de la podredumbre moral de las que las bailarinas zombies son sólo una ínfima parte.
    El director comienza su filme con una imagen idílica, de ensueño, la cual luego se repite más de una vez transformándose en una escena dantesca.  Esta escena es particularmente simbólica, puesto que  el hecho de mostrar un cumpleaños infantil, muy propio de la concepción de la ingenuidad, para luego mostrar el fin de la infancia que significa el atentado terrorista que provoca el nuevo estado de las cosas, muestra cómo todo está intrínsecamente relacionado en la historia; es así como la entonces ingenua y virginal hija al final del filme, se convierte (para bien o para mal) en mujer y su vida cambia para siempre.
    Uno de los mayores logros de esta adaptación, radica en el histrionismo de Robert Englund, quien acá personifica al sórdido dueño del bar donde transcurre gran parte de esta cinta.  De este modo muchos de los mejores diálogos corren por él, incluyendo unos cuantos monólogos de oscura poesía depositarias de la sordidez en la que viven los protagonistas.
    Esta obra es un trabajo menos grafico, donde Tobe Hooper en vez de llenar la pantalla con sangre, tripas y un montón de efectos especiales, se inclina por contarnos una historia atmosférica y con soberbias actuaciones.  Su uso de la cámara acá varía según el estado emocional de los personajes, en especial cuando la adrenalina sube su intensidad; lo mismo resulta con el uso de la fotografía, pasando de tonos pasteles y cálidos a fríos y oscuros según sea el caso.
    El guión estuvo a cargo de nada menos que del hijo del propio Matheson, Richard Cristhian Matheson, quien contó con la venia de su padre para ello y que también es un eficiente escritor, como también talentoso guionista  (tiene algunas obras por ahí escritas a cuatro manos con su progenitor).


domingo, 13 de mayo de 2012

Sólo Marvel se moja el potito



Nota: Para los lectores hispanoparlantes extranjeros y/o que no conozcan la expresión chilena “potito”, ésta se refiere al trasero, o sea, lo que en español se llama vulgarmente “culo”; en cuanto al significado mismo de del chilenismo “Mojarse el potito”, corresponde  a la idea de arriesgarse y asumir una responsabilidad.


    En los albores del siglo XX, es decir en el año 2000, se estrenó la primera de una seguidilla de filmes de superhéroes, basados en los personajes de la editorial de cómics Marvel.  Por primera vez en muchos años, quizás desde la ya clásica Superman II (1980) que no se hacía una verdadera película de este tipo, que no sólo tuviese la intención de entretener, ni de aprovecharse del éxito de una caricatura como ésta, si no que además considerase a su potencial público como alguien inteligente y capaz de pedir una historia aceptable y con un contenido más sofisticado.  Entre la segunda película de la saga de Superman para el cine y la que a continuación se mencionará, apenas hubo intento adulto por llevar a la pantalla grande a estos populares personajes y lo poco que hubo, dejó mucho que desear (si bien Superman III aún logra entretener, pese a no tener mayores pretensiones artísticas).  Para 1989, DC tuvo un resurgir en los cines de su franquicia, esta vez con Batman gracias al primero de los dos filmes dirigidos por Tim Burton, con Michael Keaton en el papel de Bruce Wayne/Batman y un gran estelar haciendo de los archienemigos y otros personajes, lo que en 1992 se superaría gracias a Batman Return: sin embargo, cuando en 1995 le entregaron el personaje a Joel Schumacher, con Batman Forever y Batman & Robin en 1997, el personaje se infantilizó, y con ello durante un buen tiempo la seriedad que habían vuelto a recuperar los superhéroes en el cine, se volvió  a perder.  Para remediar lo anterior, tendría que llegar 1998 cuando apareció el primer filme basado en los cómics de Blade, otro carácter de Marvel, quien fue tratado con más que justicia en sus tres películas, si bien se orientó estas cintas más al terror, que al subgénero del superhéroe (puesto que el propio Blade es un mestizo de vampiro con humano, quien se dedica a cazar a las criaturas de la noche, temática más de corte fantástico, que superheroica). 
    Volviendo al año 2000, fue entonces que se estrenó la primera película basada en el supergrupo por excelencia de Marvel, los X-Men, filme que logró gran éxito de crítica y público; todo esto no sólo gracias a la fama de sus variopintos protagonistas, si no que además a un cuidado trabajo que significó una gran dirección, excelentes interpretaciones y verosímiles adaptaciones de estos mismos desde el papel al celuloide; como también un sólido guión que demostró nuevamente que el concepto de superhéroe no es sinónimo de puerilidad.  Es así como este éxito logró crear una verdadera fiebre por filmes de superhéroes, de modo que los propios X-Men tuvieron dos secuelas (X-2 en 2003 y X-Men: The Last Stand del 2006), incluyendo un spin-off dedicado a su personaje más popular, Wolverine (X-Men Origins: Wolverine en 2009) y una precuela del año pasado a la que en este blog ya se le dedicó su propio espacio (X-Men: First Class).  Sin embargo Marvel no sólo explotó a su más querido equipo de mutantes, si no que también aprovechó de hacer las adaptaciones para el séptimo arte de varios de sus personajes como el propio Spiderman en tres grandes filmes (ícono por antonomasia de “la Casa de las Ideas” y del que dentro de poco llega un filme más, que esta vez le da otro origen), Hulk (con dos muy buena pelis, aunque la segunda fue nuevamente un recontar el personaje); además el Castigador tuvo otra oportunidad para las salas (el mismo caso de Hulk con dos largometrajes para nada relacionados entre sí, considerándose que además en 1989 tuvo una primera versión para este formato, más que libre del cómic), Iron Man (dos filmes y esta vez sí la segunda parte fue la continuación de la otra), Ghost Ryder (dos cintas por igual), Daredevil y un desastroso spin-off de éste con Elektra. También deben sumarse Thor, el Capitán América y las dos pésimas películas de Los 4 Fantásticos ¿Se me queda alguna más en el tintero?
     En cuanto a DC…al parecer el último bodrio de Batman producido por Schumacher le hizo ser más reticente a la hora de estrenar para el cine versiones de su gran panteón de personajes.   Salvo películas basadas en su línea Vértigo, correspondiente a sus títulos “adultos” como Desde el Infierno (2001), La Liga de los Hombres Extraordinarios (2003), V de Venganza (2006) y Watchmen (2009), todas ellas basadas en historietas escritas por el mismo guionista Allan Moore (las que tuvieron un resultado más que aceptable de crítica y público, si bien el filme sobre los “superhéroes literarios del siglo XIX” posee unas cuantas falencias), sólo a dos de sus personajes superheroicos les han hecho nuevas cintas desde que Schumacher terminó por “destruir” al Caballero de Ciudad Gótica.  Es así como tuvo que llegar Cristopher Nolan con sus filmes psicologistas y revisionistas de Batman en su pronta trilogía por terminar, de modo de que los superhéroes DC volvieran a la pantalla grande (puesto que en un par de meses más se estrena su última película  The Dark Knight Rises); no obstante la compañía por años no se arriesgó y produjo sólo películas de sus dos personajes más populares, los mismo de quienes ya había hecho películas: Superman y Batman.  En 2005 y 2008 respectivamente, Nolan estrenó Batman Inicia y Batman The Dark Knight; en todo caso, estas consiguieron gran éxito entre los fanáticos y los especialistas, siendo los primeros filmes de Batman hechos para un público en absoluto adulto y respetando las bases de los cómics más elogiados del personaje, si bien como ya ha sucedido antes, estas versiones se tomaron sus cuantas atribuciones a la hora de mostrar a varios de los personajes más emblemáticos (en especial a los enemigos del superhéroe).  En el año 2006 le tocó a Superman estrenar nuevo filme, con Superman Returns, del mismo director de las dos primeras películas de X-Men, Bryan Singer y a quien le debemos agradecer toda la fiebre actual por las películas de superhéroes, gracias al gran trabajo en su díptico original de los mutantes, pero en especial con la primera que se convirtió en el punto de partida de todo esto.  Esta película pretendía iniciar una nueva seguidilla sobre “el azuloso”, pero no fue del gusto de todos (pese a su excelente factura y a la inteligente idea de hacerla una continuación directa de las dos primeras cintas con Cristopher Reeve de protagonista, obviando las dos siguientes) y por ello recién el año que viene se estrena un nuevo filme que además relanza al personaje a la pantalla grande.  Tan sólo el año pasado DC fue algo más osado y puso en las pantallas una adaptación de su personaje Linterna Verde, Hal Jordan para ser precisos de entre todo el resto de los humanos que han usado el anillo de los Guardianes en el cómic; no obstante no le fue tan bien como se quisiera y está en duda una continuación.
   …Y todo lo anterior para llegar por fin al verdadero tema de este texto: el reciente estreno de la película de Los Vengadores, por años esperada y más encima debido a que estuvieron preparando este filme en otros dedicados al resto de los personajes de Marvel, desde el año 2008 con la primera entrega de Iron Man. Es así como luego de los créditos al finalizar este primer filme sobre el superhéroe de la armadura ultratecnologizada, se ve que hasta la morada de Tony Stark llega un misterioso individuo, quien resulta ser Nick Fury; éste es un agente de SHIELD, una organización secreta gubernamental que desea crear la iniciativa Vengadores, juntando a un grupo de individuos extraordinarios para proteger al mundo de cualquier amenaza que las fuerzas convencionales no puedan.  Con esta sorpresa que muchos que no se quedaron en la sala de cine no vieron y sólo se enteraron después de tal agregado, varias de las siguientes películas Marvel fueron preparando el camino para el filme al que hoy dedico mi escrito.  Los filmes en cuestión son El Increíble Hulk, Iron Man 2, Thor y Capitán América.  Al final de la segunda cinta de Hulk sale el propio Stark invitando a Bruce Banner a unirse al grupo; la segunda película de Iron Man es la que más dedica su argumento y presupuesto al megaevento que resulta ser la preparación de Los Vengadores: en ella toma un papel mucho más activo Nick Fury y además se suma Nastasha Romanoff, la Viuda Negra, otra futura integrante del grupo superheroico de Los Vengadores; en Thor sale Clint Barton, Ojo de Halcón para los nerds y en todas estás y además en Capitán América, el carismático personaje del agente  Phil Coulson también participa, siendo que Nick Fury tampoco deja de verse.
La exitosa serie animada.
     Por otro lado, desde el 2010 en televisión, se estrenó un show animado dedicado a Los Vengadores y el que ya va en su segunda temporada.  Con dicho aporte, la fiebre y el interés por estos personajes, ha ido en alto, en especial a la hora de sumar nuevos interesados, ya sean niños y adolescentes, como adultos no conocedores hasta ese momento de este grupo.
     Tal como ya sucedió con los cinco filmes dedicados a los X-Men, (sin olvidar los dos bodrios de los 4 Fantásticos) Marvel nos entregó un filme lleno de algunas de sus figuras más destacadas, permitiendo que “el sueño del pibe” se hiciera realidad para muchos.  Esto en cada uno de los casos mencionados, implicó un gran trabajo para darle su propio protagonismo uno a uno a sus personajes en los filmes (después de todo, todos estos poseen sus propios seguidores en particular y correspondía darles en el gusto, así como no faltarle el respeto a personajes que ya por décadas forman parte de la cultura popular).  Es cierto que en las películas de los X-Men se desperfilaron algunos de ellos y siempre se preponderó la figura de Wolverine, Tormenta, Rouge, Jane Gray, el Profesor X…y Magneto, entre otros en mayor o menor medida, pero si no fuera por estos productos Marvel, nunca hubiésemos tenido a tanto personaje querido junto “luchando contra los malos” en pantalla grande.  No obstante cuando se habla sobre esto en Los Vengadores, ya estamos refiriéndonos a algo mayor, puesto que como muchos de sus personajes venían de sus propias películas, nos encontramos con caracteres ya perfectamente delineados, conocidos por el público que no es adicto a los cómics y más encima con un equipo de grandes estrellas hollywoodenses que  realza aún más la obra misma.  Tenemos actores de la talla de Robert Downey Jr. (Tony Stark/Iron Man), Samuel L. Jackson (Nick Fury), Scarlett Johansson (Natasha Romanoff/Viuda Negra), Chris Evans (Steve Rogers/Capitán América), Mark Ruffalo (Bruce Banner/Hulk) y los ascendentes Chris Hemsworth (Thor) y Jeremy Renner (Clint Barton/Ojo de Halcón), acompañados de los siempre solventes actores Stellan Skarsgård, Gwyneth Paltrow y Natalie Portman en papeles secundarios o simples cameos.  Este desfile de grandes actores en un filme de superhéroes, en DC sólo se había visto en los filmes de Batman (en los tres directores que hasta la fecha han tomado al personaje).  Sin embargo lo mejor al respecto en Los Vengadores, es que cada uno de sus personajes cobra su propio protagonismo, no se diluye y tiene más de un momento donde logra destacar, incluso los secundarios como Peper Potts (Gwyneth Paltrow), el Dr. Erik Selvig (Stellan Skarsgård) y en especial el agente  Phil Coulson (Clark Gregg).  Todos estos brillan y se nota que hubo preocupación por parte del guionista/director Joss Whedon para que el filme efectivamente fuese sobre un grupo de superhéroes y que no destacaran unos pocos, mientras que el resto hiciese sólo de comparsa.
El director de la película: Joss Whedon.
     Arriba se menciona al gran responsable de este ya éxito de taquilla y crítica, Joss Whedon, quien para los entendidos, ya había trabajado para Marvel escribiendo guiones en cómics de nada menos que los X-Men.  No obstante antes de esta colaboración con “La Casa de las Ideas”, Whedon ya había cobrado notoriedad demostrando su talento a la hora de contar historias increíbles, desarrollando personajes que pese a su carácter maravilloso nunca perdían su sensibilidad que los hiciese fiel reflejo de nosotros mismos, como abordar temáticas profundas en medio de gran espectacularidad: me estoy refiriendo a su labor como el creador de seriales de televisión hoy ya de culto, como lo son Buffy, Angel, Firefly y Dollhouse; de hecho su película para el cine con la que le dio un más que digno final a su serie injustamente cancelada de Firefly, es considerada en muchas listas como no sólo una de los mejores filmes de ciencia ficción, si no que también del séptimo arte en general.  Por todo esto, al saberse que Whedon había sido confirmado para dirigir la película, muchos fanáticos quedaron (quedamos) más que expectantes y contentos ¿Cómo sería entonces el resultado de su trabajo? Sabido es por quienes han visto y disfrutado de sus seriales, que Joss gusta de crear personajes femeninos de gran carácter y a los que les otorga el mayor protagonismo, aunque no exentos de una ternura que bien compatibiliza con su lado más activo (de hecho en uno de los tantos proyectos cancelados para el cine de DC, se barajó la posibilidad de que ante una película de Wonder Woman, fuese Whedon el encargado de llevarla a cabo).  En todo caso, como ya se afirmó en las líneas anteriores, cada personaje está lo suficientemente trabajado en el filme como para no perder su importancia (no obstante, Iron Man y Hulk se “roban la película” en más de una ocasión, pues recae en ellos muchos de los momentos más graciosos y recordados de ella).
     ¿Y de qué trata esta obra? (pues ya se extiende suficiente mi crítica y aún no se habla del argumento).  Pero eso es lo de menos, ya que como acostumbro, no es de mi gusto contar mucho del guión, ni de los detalles como para no quitarle emoción a quien aún está por ver/leer lo que comento.  Sólo diré al respecto unas cuantas cosas:

  • El filme trata sobre la génesis de este supergrupo, la verdadera razón que lleva a este conjunto de individuos con personalidades y poderes tan diferentes a unirse y combatir contra un mal que puede arrasar la Tierra.
  • El “malo de la historia” es Loki, el mismísimo hermano adoptado y malvado de Thor, quien ya había salido como antagónico en la cinta dedicada al dios asgardiano.  No obstante Loki tiene de aliados a otro poderoso ejército extraterrenal, pero esta vez su origen es un misterio hasta gran parte de avanzada la película.  Quizás aquí radica el punto más débil del filme, puesto que habría sido mejor que de entre todos los grandes villanos de Marvel, hubiesen escogido a otro, uno nunca antes visto, para deleitar más aún al fiel espectador y seguidor de los cómics.
  • Siguiendo con la idea anterior, se sabe desde el principio que Loki tiene un pacto secreto con quien le proporciona sus fuerzas… ¿Pero quién es su socio? Hay que quedarse en las butacas después de la primera parte de los créditos, para saber quién realmente está manipulando los hilos; esta revelación para quien sabe del universo Marvel es toda una promesa para el fanático de que la secuela tendrá mucha más emoción y pirotecnia que esta inicial entrega.
  • A diferencia de otros filmes de superhéroes, se trata de una historia donde prima la acción y la aventura puras, por sobre los grandes dilemas existenciales, la crítica social y el desarrollo más psicológico de los personajes.  En todo caso, esto no es malo, puesto que no hay cómo pasar un buen rato (casi dos horas y media de metraje) con un filme muy bien armado que aparte de ganar mucha plata, desea entregar entretención de la mejor.
  • Pese a su naturaleza más simplista que productos más “profundos” en cuanto a adaptaciones de cómics para la pantalla grande, Los Vengadores cuenta con verdaderos momentos emotivos, que a más de uno le pueden sacar una que otra lágrima… ¡Y muere heroicamente un queridísimo personaje! (lo dije, lo dije, sorry, pero encuentro que el hecho de que hayan hecho esto, le da un carácter más adulto a la historia y eso lo aplaudo).
  • El 3D está desperdiciado y como ya ha sucedido con muchos otros casos actuales con esta moda de sacar películas en este formato, fue sólo para sacar dinero y bien no se pierde nada con verla en su versión tradicional de 2D.  Ojalá que con futuros filmes que vengan en este tipo, no vuelvan a embaucar a quienes se gastan un dinero extra para un espectáculo que se supone está hecho para resaltar estos avances tecnológicos.
  • Hace rato que los efectos especiales se superaron a sí mismos, incluso en televisión; no obstante en este caso, el trabajo está tan bien hecho, y más aún si se considera la dirección de arte como los diseños del “nuevo” ejército de Loki,  que uno no deja de asombrarse en más de una ocasión.
  • La música de nuevo estuvo a cargo de Allan Silvestri, veterano compositor, quien ya había hecho la banda sonora de Capitán América (aunque en este caso, no se esmeró en hacer algo destacable como otros de sus trabajos).  Para este largometraje sí fue capaz de hacer una labor memorable, haciendo uso de una partitura sinfónica y llena de momentos heroicos tal y como se espera para un filme de este estilo.
  • Dos “pequeños malestares” sobre el filme…Si Loki vuelve aquí a usar su casco de guerra con esos cuernos tan grandes que acostumbra llevar… ¿Entonces por qué no permiten que Thor lleve el suyo tan característico, al igual que Ojo de Halcón no usa acá su máscara? Tener en consideración esto, habría sido un excelente guiño para el cómic en que esta basada la obra, dejando más contento aún al “nerd” típico.

    En suma, Los Vengadores es una película para disfrutar y ver, que no defraudará a nadie; a su vez de seguro se convertirá en todo un clásico debido a los excelentes elementos que logra conjugar para contar tan bien una historia que prácticamente no da respiro al espectador y sin bajar la tensión en ningún momento.
    Sólo una pregunta antes de cerrar este capítulo ¿Será capaz DC de hacer un filme de equipo de superhéroes como éste? ¿Tendremos alguna vez una película para el cine, de imagen real, de la Liga de la Justicia? (o como mínimo de la dupla Superman/Batman). Veamos qué pasa ahora que el reto está hecho.   



domingo, 6 de mayo de 2012

Encuentro con un Hombre Notable



     En el año 2007, el escritor estadounidense Patrick Rothfuss, vio recompensados sus esfuerzos, tras varios rechazos por parte de las editoriales, al ver por fin publicada su primera novela.  Lo que en un principio correspondía a un más que extenso libro titulado The Song of Flame and Thunder, fue dividido en tres tomos (como también sucedió con el más que clásico El Señor de los Anillos), recibiendo el nombre genérico de Crónica del Asesino de Reyes, siendo su primer número El Nombre del Viento.  Una vez en el mercado esta ópera prima, su autor logró de forma rápida fama y fortuna, consiguiendo el elogio tanto de la crítica, como de los lectores, llegando incluso a comparársele con verdaderos “pesos pesados” de la literatura fantástica, tales como George R. R. Martin, Ursula K. LeGuin y el mismísimo Tolkien.  A esto, se le sumaron unos cuantos premios y a su vez el mundo se quedó esperando la ansiada continuación, la que recién dio a la luz el año pasado con El Temor de un Hombre Sabio.  El tercer tomo de la “supuesta” trilogía, posee el título provisorio de Las Puertas de Piedra.
     Antes de publicar la primera parte de su saga, Rothfuss ganó un premio por un extracto de la versión original de su libro antes de dividirlo, en el año 2002 y luego en el 2005 editó Your Annotated, Illustrated College Survival Guide, correspondiente a una recopilación de sus textos de no ficción para una revista universitaria.  Sería en el año 2010 cuando recién publica un nuevo texto, si bien correspondiente a un breve relato y para nada relacionado con su Crónica del Asesino de Reyes, aunque sí siguiendo su interés hacia la literatura fantástica: Las aventuras de la princesa y el Sr. Whiffle, una revisión suya en tono adulto y paródico de los cuentos infantiles de hadas.  En la actualidad está por cumplir los 39 años y dedica gran parte de su tiempo a numerosas actividades de beneficencia.
    Cuando se trata de abordar el contenido y el sentido de la novela que comienza la trilogía de Crónica del Asesino de Reyes, hay que tener en cuenta varios aspectos:

·         En primer lugar que se trata de una obra de fantasía ubicada dentro de un mundo arquetípico, con connotaciones medievales como la mayoría de las obras que hoy en día son tan populares.  Se trata de una tierra sin nombre hasta este primer tomo, pero que en el mapa de las tierras y reinos que lo componen adjuntado al libro, reciben el título de Los Cuatro Rincones de la Civilización.  La magia (llamada en el libro simpatía) y lo sobrenatural son aceptados con normalidad por la gente, pese a que muy pocos la hayan presenciado en realidad.  En cuanto a quienes la utilizan, los magos (acá conocidos como arcanistas) estudian durante años en la universidad y sus conocimientos de estas artes tienen un carácter cuasi científico, por cuanto en la novela el autor se permite crear todo un sistema teórico y de causalidad que en ocasiones recuerda a la magia tal y como es abordada en el ciclo de Terramar de la mismísima Ursula K. Le Guin.   A su vez hay conocimiento que raya en la leyenda, de antiguas culturas y razas ligadas de forma más directa al uso de la magia, tales como criaturas de carácter demoniaco, pero que supuestamente corresponden a otras razas a diferencia de la humana y cuya ignorancia de estas les da su carácter esotérico y teológico.  Existen también criaturas de carácter monstruoso, tales como dragones y otros, no obstante su verdadera naturaleza extraña es explicada por el propio protagonista de un modo racional.   La sociedad aquí descrita posee mucho de la atmósfera medieval característica de estas obras: un ambiente rural, descripción de pueblos con sus costumbres tales como carnavales y otras fiestas, muchas tabernas, señoríos propios de los nobles, artesanos, herreros, caravanas, vendedores trashumantes, artistas itinerantes  y un fuerte clero, donde todos ayudan a conformar este particular mundo en el que se desenvuelve nuestro protagonista.
·         Profundizando la presencia de la magia tan relevante dentro de tal tipo de obras, y en especial dentro de esta misma novela, acá la magia corresponde a un conocimiento de elite, por cuanto quienes la conocen y usan son personajes cultos y de respeto.  Alquimia, lingüística, matemáticas y otras disciplinas se suman en el libro a la simpatía.  Entonces se podría decir que en el mundo de En el Nombre del Viento, la magia cumple la misma labor de la ciencia y la tecnología (por cuanto dentro de su trama, se habla de verdaderos artilugios mecánicos que funcionan en base a estos principios).
·         La religión cumple un papel fundamental dentro de esta obra, unas veces para mostrar la grandeza del espíritu humano y otras para identificar sus más oscuras bajezas.  De este modo el libro puede que tenga de adrede un discurso anticlerical, por cuanto gran parte de los “hombres de fe” acá, se muestran arrogantes y corruptos, no así la misma fe que acá se revela como un sistema de creencias teológicas cuya principal figura es el dios Tehlu (que aquí posee tanto su parte divina, como humana, tal cual la figura de Cristo mismo) y que en su origen posee la nobleza que se espera de toda religión fundada en el amor y el servicio a los hombres.  Hay una rica mitología en la novela ligada a la figura religiosa de Tehlu y su contrapartida, el líder de los demonios Encanis (a su vez la historia de estos dos tendrá gran repercusión para los eventos desarrollados en el libro, por cuanto muestran que detrás de cada gran relato, existe una verdad oculta que hay que aprender a dilucidar para comprender mejor el mundo que nos rodea).
·         La novela en sí misma es un homenaje al simple y sano gusto de contar una buena historia; abordándose constantemente en sus páginas la importancia, primero del relato oral para cualquier sociedad que se precia de poseer una tradición y un legado cultural gracias a sus propias narraciones; como en segundo lugar dándole su justa relevancia a la letra escrita de modo de mantener un registro de las historias comunitarias, como las personales.  De este modo, este libro privilegia aparte de la aventura misma y de los actos heroicos de un personaje tan ejemplar como su protagonista, el papel fundamental que cumplen en nuestras vidas el fino arte de la narración: por un lado la conexión con nuestras propias raíces, y por otro, una de las maneras más valiosas de entretener por medio de una historia que bien puede dejar más de una moraleja y llevar a la reflexión, permitiendo convertirnos gracias a ella en mejores personas.  
·         Siguiendo la idea de la relevancia que le da el libro al oficio de la narración, el libro está configurado como un relato enmarcado, o sea, una historia (o varias de ellas) dentro de otra historia a la manera de una caja china o una muñeca rusa; todo esto sigue la costumbre medieval de los clásicos como Las Mil y Una Noches, el Decamerón, Los Cuentos de Canturbery y El Conde Lucanor.  De este modo, el libro se conforma por una narración central con narrador omnisciente, para luego dar paso al testimonio del protagonista en primera persona, segundo nivel de la narración que abarcará gran parte del libro, si bien de vez en cuando se volverá por cortos periodos a la narración original, siendo la verdadera historia central y/o columna vertebral de la trama el testimonio en primera persona; a su vez, dentro de este segundo argumento, se contarán dos historias más profundamente ligadas a los eventos del libro, anticipándose que una de ellas será fundamental para los dos siguientes tomos.
·         En cuanto a la narración misma en primera persona, esta sigue los fundamentos propios del clásico tópico retórico de lo visto y lo vivido.  En éste, el narrador pretende otorgarle autenticidad a su propio relato, por cuanto ello corresponde a su propio testimonio, puesto que en la medida que el narrador lo vivió y lo protagonizó, es verdad (lo que valida la narración misma con el grado de verosimilitud que le otorga y que a su vez permite que el lector se identifique con sus palabras).
·         Otro detalle interesante de la novela y que sigue con su carácter de mantener la tradición literaria clásica, es que en él se incorporan numerosas canciones de carácter popular (muy en la onda de El Señor de los Anillos).  Son textos poéticos y siempre relacionados con las circunstancias que se desarrollan en sus páginas; los hay de carácter satírico, folclórico, religioso, erótico e infantil, cada uno de ellos poseyendo dentro de sus letras un mensaje oculto y desentrañando la sabiduría popular y el lirismo de las expresiones artísticas orales y arcaicas.

       ¿Pero y de qué trata realmente esta novela de título tan poético? Pues es la historia de Kvothe (se pronuncia “Cuoz”) un hombre que se ha hecho a sí mismo y cuyas múltiples aventuras y hazañas ya son legendarias.  No obstante este personaje tan carismático se ha alejado de la vida pública y en la actualidad se desconoce su paradero. A los más, está en la treintena de su vida, pero ya ha vivido más aventuras que muchos que le doblan o triplican la edad, y su sabiduría va a la par con su experiencia.
     El libro comienza con un grupo de hombres que charlan animadamente en una cómoda posada, para variar disfrutando de contarse y oír una buena historia, cuando entonces interviene el taciturno posadero.   Es cuando las circunstancias que poco a poco se van desarrollando, como también los destinos de los personajes llegan a ligarse entre sí, y nos enteramos de que existe un fuerte lazo entre el héroe que es Kvothe y el hombre que administra la posada de Roca de Guía.  Otros personajes irán apareciendo a lo largo del libro, unos más importantes que otros, siendo testigos y protagonistas de la saga de Kvothe, a quien tanto se le respeta, como se le teme…Será un posterior relato en primera persona el que se encargará de disipar las brumas de la leyenda, para revelar la verdad que se esconde detrás de la ficción que el propio Kvothe se ha encargado de alimentar.
    En esta obra, estamos frente a un libro de iniciación y como muchos relatos ancestrales clásicos, se nos contará la génesis del héroe con cada una de las pruebas que tendrá que pasar para llegar a convertirse en el hombre admirable que llega a ser.   Tal y como le gusta a un verdadero maestro de la narrativa fantástica y de ciencia ficción, como lo es Orson Scott Card, Rothfuss escoge mostrarnos a su protagonista desde la más tierna infancia, dando paso en su trabajo al devenir de su crecimiento como individuo, desde el paso de la inocencia al (muchas veces tortuoso) camino a la adultez, sin dejar de lado entre medio el interludio que significa la adolescencia con todos sus puntos de aprendizaje y donde la educación sentimental no faltará. Considerando que estamos frente a una novela extensa (más de 800 páginas en la edición en castellano) y más encima al primer tomo de una trilogía (a menos que el autor considere luego sumar más libros a su saga, lo que es muy probable si se considera el éxito de su obra), el texto nos muestra las diferentes etapas de su vida, desde una hermosa e idílica infancia junto a unos adorados padres y a un grupo de artistas itinerantes, para dar paso a la tragedia que se transformará en el punto que definirá para siempre la vida del protagonista, mostrándonos sus años de orfandad en las calles y por último su primera época en la universidad.
    Kvothe es un personaje tan bien construido, tan “perfecto” dentro de su propia humanidad, que su destino siempre ha sido ser alguien destacado entre los suyos.  Su notabilidad llega a tal punto, que de adrede o no por parte del escritor, su presencia llega a opacar a los otros personajes, puesto que es en todo caso a través de sus ojos, que los lectores conocemos mayormente el mundo descrito y los grandes eventos que se desarrollan en él (siendo siempre el único punto de referencia para ubicarse dentro de esta ficción).   Por lo tanto, pocos personajes tienen la fuerza como para lucirse en su presencia, destacando la misma Denna, su gran amor, la prestamista Devi y el maestro Elodin (y también quizás la misteriosa Auri).   Increíblemente todos estos personajes que logran sobresalir por sí mismos en el libro, a su manera son parias y tal como el protagonista, son unos solitarios, puesto que viven dentro de una clandestinidad u optan por poseer una existencia que los aleja de gran parte de la sociedad; ocultan grandes secretos y a su modo son admirables y entrañables (bueno, Denna quizás no, pero más adelante explicaré por qué).
    Si bien a Kvothe lo conocemos desde sus primeros años, ya a tan temprana edad es un niño prodigio y pareciera que el destino lo llama a ser alguien que brille con su propia luz, de modo que en su figura se encuentra la imagen del héroe mítico personificado.  Sin embargo pese a su carácter virtuoso, el protagonista con el pasar de los años, va creciendo no sólo físicamente, si no que luego de la tragedia que le toca vivir, pasa por su propio “descenso a los infiernos” para por fin tener su “encuentro con la diosa” y por último aceptar el “llamado a la aventura”; por otro lado, recordemos que en El Nombre del Viento, recién estamos en los albores de una verdadera saga, así que aún queda mucha historia por contar ( todos los conceptos anteriormente entre comillas, para referirse a algunas de las etapas arquetípicas que Joseph Campbell en su famoso libro El Héroe de las Mil Caras, identifica en un montón de textos clásicos sobre heroísmo, entre mitos, leyendas y otras epopeyas de antaño).  Como éste es el primer libro de una trilogía de gruesos volúmenes, dentro de lo que hasta el momento se ha contado, todavía no se justifica el nombre genérico de la saga (aún no sale ningún rey, y todavía Kvothe no ha matado a ser humano alguno).
     Es de vital importancia, tener en cuenta que este libro parte hablando de unos misteriosos seres llamados Chandrian, de los que bien poco se sabe, pero sí se tiene certeza de su naturaleza maligna.  Estos siniestros personajes forman parte de numerosas historias, incluyendo la misma teología ligada a Tehlu. Kvothe está profundamente interesado en saber de estos, puesto que los conoce y tiene asuntos pendientes con ellos.  A lo largo de este libro y de seguro más en los siguientes tomos, los Chandrian cumplen un papel destacado dentro de la trama de esta obra.
    ¿Y a qué se debe el nombre de este libro? Pues el viento como fuerza de la naturaleza posee gran poder, es capaz de dar vida (el soplo/aliento vital), lleva consigo el polen y las semillas que da origen a nuevas plantas, las que a su vez alimentarán a un montón de animales y seres humanos, por lo que es una fuente de energía en sí mismo; por otro lado, también tiene una gran capacidad destructora, cuando corre descontrolado…y Kvothe, tal como el viento, es hermoso, poderoso y libre, no obstante  también puede provocar terror.  Pero además dentro del mundo de este libro y entre las habilidades de los arcanistas, se encuentra la de conocer el verdadero nombre de todas las cosas (otra idea que al parecer el escritor recoge de la ya nombrada saga de Terramar de la Le Guin, si bien este concepto del poder de la palabra nominadora es mucho más antiguo, teniendo sus antecedentes en textos sagrados y antiguos como la Biblia, tal como en el Libro de Génesis cuando Dios dice las cosas para que estas sean y luego después a Adán y Eva en el Paraíso les da la misión de ponerles nombres a las bestias); por ende, quien conozca el verdadero nombre del viento y de todo lo existente, será realmente infalible y es así como desde su infancia que Kvothe busca poseer dicho conocimiento.
    Y ahora, antes de terminar este texto que ya se ha extendido suficiente como para, quizás, motivar la lectura de la novela en cuestión, como además tal vez apreciarla de otra forma, una lista de los personajes más importantes del libro:

  • Abenthy: Viejo arcanista itinerante que se cruza en la vida de Kvothe, cuando éste aún es un niño y vive junto a sus padres dentro del grupo de artistas que estos lideran.  Es quien descubre en el virtuoso niño sus inmensas capacidades, convirtiéndose en su primer maestro y enseñándole las bases de la magia que luego le permitirán desarrollarse por sí sólo y así luego, al pasar los años, entrar a muy temprana edad a la universidad. 
  • Bast: Discípulo de Kvothe.  Es un hombre joven, muy atractivo, de apariencia seductora y frívola, sin embargo bajo su aspecto de muchacho hedonista, se esconde más de un secreto que puede llegar a dar una que otra sorpresa entre quienes lo rodean y el propio lector,
  • Cronista: Su verdadero nombre es Devan Lochees y trabaja de historiador.  Es un noble dedicado completamente a su labor, a tal punto que ha renunciado a los privilegios de su herencia.  Llega, supuestamente, a cruzarse de forma fortuita con Kvothe, a quien reconoce pese a los intentos de éste de esconderse del conocimiento público.  Consigue que el legendario personaje le cuente su verdadera historia, lo que le da origen a la narración central de esta obra.
  • Ambrose: El gran antagonista de Kvothe, si bien en ningún momento llega a ser una verdadera Némesis para éste.  Ambos se conocen en la universidad, donde Ambrose también es estudiante y como lleva mucho más tiempo que él, posee un cargo mucho mayor.  Ambrose es hijo de un noble y debido a su poder económico, cree que todo lo puede comprar con su dinero e influencias familiares.  Siente gran envidia hacia su contrincante, por lo que nunca deja oportunidad de humillarlo; sin embargo la mayoría de las veces sus planes se van contra él y esto lo mortifica más todavía.
  • Denna: El amor imposible de Kvothe.  Aún cuando esta joven, hermosa, inteligente y talentosa muchacha le corresponde en el amor (hasta cierto punto), no obstante su naturaleza algo errática (siempre está buscando una estabilidad económica que el adolescente estudiante del arcano no le puede dar) le impide tener una verdadera relación con él.  Para ser sincero, Denna me parece un personaje odioso, aunque notablemente caracterizado, puesto que alguien como Kvothe se merece bien una mujer mucho más estable y segura de sí misma, sin dejar de lado que se sabe que a futuro será Denna quien determine gran parte de su devenir para bien o para mal.
  • Devi: Su pasado es tan sospechoso, como muchos de los personajes que rodean a Kvothe, en especial entre sus cercanos.  Supuestamente estudiaba en la universidad, pero por algún hecho vergonzoso dejó sus estudios.  Luego se fue a vivir lejos, donde ganaba dinero haciendo préstamos y de esta forma, en busca de ayuda monetaria, Kvothe llegó hasta su puerta.  Siente atracción hacia él, así que la relación entre ambos escapa a la mera transacción comercial.  Es de naturaleza amable y alegre, incluso ella tanto como la estudiante Fela, es más el tipo de mujer que uno quisiera para Kvothe (pero el amor es ciego y parece que la gente se enamora sólo de quienes lo hacen sufrir, no de quienes lo tratan bien a uno).
  • Auri: Muchacha, que al igual que Devi, fue estudiante del arcano, pero que también por motivos desconocidos dejó la universidad.  En el presente vive en la indigencia en una red de túneles.  Hasta que Kvothe consigue su confianza, no tenía amigos.  Habla a través de hermosas metáforas.
  • Maestro Elodin: El más joven de todos los profesores de la universidad, quien como Kvothe entró apenas salido de la infancia.  Posee una inteligencia sobresaliente, así como lo mismo son sus habilidades, siendo su especialidad la de conocer el verdadero nombre de las cosas.  Es irónico, despistado y de difícil acceso.  Kvothe lo que más desea es ser su discípulo, pese a lo difícil de conseguirlo, no obstante a su manera Elodin siempre lo ha aprobado.




martes, 1 de mayo de 2012

Maestros del Terror 2: Dreams in the Witch-House (conocida en español como Tras las Paredes) de Stuart Gordon.



2.1. El Director.

     A diferencia de su colega Don Coscarelli, Stuart Gordon es un director mucho más popular  y con una filmografía de mayor envergadura, si bien sus seguidores quisiéramos como mínimo una película suya por año, en vez de una cada dos o tres como por lo general acostumbra (o puede, considerando sus posibilidades económicas).   Gordon comenzó su carrera artística en el teatro, liderando su propia compañía y con la cual realizó obras de carácter rupturista y siempre cercanas a su género favorito: el terror, donde la truculencia y el gore siempre estuvieron presentes; fue dentro de esta misma compañía donde conoció a su gran amigo, colaborador y actor fetiche Jeffrey Combs, hoy actor de culto, con quien filmaría ya cintas clásicas y alabados por la crítica y los fanáticos como Reanimator, From Beyond y Castle Freak.
   En casi veinte filmes a lo largo de poco más de tres décadas de producción, Stuart Gordon se ha transformado en el director que mejor ha logrado plasmar la “complicada” pluma de H. P. Lovecraft, a la hora de llevar al séptimo arte sus historias sobrenaturales y de Horror Cósmico, consiguiendo ser el favorito de muchos para ver una adaptación audiovisual del creador de Cthulhu y compañía.  No obstante, Stuart Gordon, quien también oficia de guionista, en sus trabajos llevando al celuloide a Lovecraft no es 100% fiel a sus trabajos al material original, puesto que además se permite plasmar en tal labor sus propias obsesiones, tales como el sexo y una violencia mucho más que implícita (lo que en Lovecraft apenas se aborda, en especial lo referente al erotismo y la figura de la mujer como uno de los pilares de la historia, puesto que sus propias taras lo llevaron a obviar en su arte tales temáticas).  En todo caso se agradece a este director que le haya otorgado su propio cariz a cada una de sus adaptaciones del "Soñador de Providence", haciéndolo así mucho más digerible y actualizado para un público masivo, como por igual dado más a lo efectista que a la sugerencia.
     La colaboración Lovecraft-Gordon partió en un ya lejano 1985, cuando se estrenó en los cines Reanimator, basada en uno de los tantos relatos cortos del escritor, Herbert West: Reanimador; con este filme el director alcanzó la fama, si bien la mayoría de sus filmes siempre han sido de bajo presupuesto, salvo el filme de ciencia ficción La Fortaleza de 1992 y teniendo a Christopher Lambert como a protagonista, en plena cima de su carrera hoy en decadencia.  Otras de sus particulares versiones de la obra lovecrafniana son From Beyond (1986), Castle Freak (1995) y Dagon (2001 y la que filmó en España, otorgándole un curioso aire folclórico y étnico; hasta que en 2005 realizó el filme que ahora se aborda, siendo hasta la fecha su última revisión de los trabajos de su autor favorito.  Cada uno de estos filmes, se caracteriza por el gusto a la hora de hacer lo más gráfico posible el horror muchas veces sugerido por Lovecraft, llenando la pantalla con criaturas en verdad pavorosas, grotescas y de carácter embrionario, supurando fluidos de dudoso origen. 
    En general el cine de Gordon es para espíritus firmes, dados a los excesos y que les permita aceptar escenas que caen en el sadomasoquismo y un humor muy, muy negro, sin olvidar su afán por las imágenes cargadas de plasma y vísceras dispersadas casi con lujuria.  Por otro lado, este director puede llegar a crear fantasías oscuras originales e incluso cargadas de su propio lirismo, como sucede con su visita a los clásicos cuentos infantiles en Dolls (1987), filme de terror ochentero con más de una moraleja.  Esta firma bizarra suya, muy dada a los excesos, ha hecho que muchos de sus filmes sufrieran varios cortes de la censura en su metraje, por lo que sólo años después se han podido ver las versiones íntegras de sus trabajos.
    Dentro de su veta literaria, Stuart Gordon también tiene entre sus maestros al mismísimo Edgar Allan Poe, para quien en dos ocasiones ha hecho sus propios homenajes, filmes que sólo se pueden comparar a los hechos en su momento por Roger Corman y Vincent Price hace ya décadas.  En 1991 fue capaz de hacer una versión del cuento clásico El Pozo y el Péndulo, con gran verosimilitud a la hora de “alargar” un cuento tan corto, contándonos una historia ambientada en plena Inquisición Española, con Torquemada incluido (además el filme se vio realzado por el trabajo actoral de otro artista de culto en el género, como lo es Lance Henricksen, el recordado androide Bishop de las películas de Alien, siendo apoyado también por una banda sonora bellísima compuesta por Richard Band, con quien ya había trabajado anteriormente).  Su segundo trabajo, quizás el mejor de toda su filmografía, fue su segundo aporte a Maestros del Horror, película a la que en su momento se le dedicará su propio apartado y que demuestra en su confección una profunda admiración y amor por un escritor a quien el mismo Lovecraft no cejó en elogiar (me estoy refiriendo a su particular visión de El Gato Negro, la que fue incluso capaz de superar al trabajo ya valioso de un colega suyo y también participante de Maestros del Horror, Dario Argento, quien en el díptico Los Ojos del Diablo (1990), junto a su amigo George Romero homenajeó a Poe, adaptando este mismo cuento, mientras que Romero lo hizo con El Extraño Caso del Señor Valdemar).
   Otros de sus trabajos a destacar, son su incursión dentro de la ciencia ficción, como lo son Robot Jox (1989), una película donde con unos efectos más que convincentes para la época y el presupuesto, muestra algunas de las mejores batallas de mechas (robots gigantes) al más puro estilo animé (o sea animación japonesa) que se puedan recordar.  Luego en 1992 está su reinterpretación de los filmes de fuga de cárceles, con La Fortaleza ya mencionado arriba, quizás su única película hecha por encargo y donde se dio el gusto de mostrar su lealtad entre sus compañeros habituales de trabajo, llamando a su actor habitual Jeffrey Combs entre los protagonistas (este filme fue lo suficientemente exitoso como para tener su propia secuela, aunque para nada estuvo involucrada en ella Stuart Gordon).
   Su obra Hija de las Tinieblas (1990) fue al parecer la última contribución al cine del recordado Antony Perkins, el Norman Bates de Psicosis, una de las obras más recordadas de Alfred Hitchcock y que tuvo su seguidilla de secuelas para nada decepcionantes (aunque su director original ya había fallecido hace rato, cuando se hizo la segunda de la saga).
   Regresando a su labor más famosa, Reanimator, su condición de obra maestra llegó a tal punto, que tal como sucedió con Phantasma de Don Coscarelli (ya nombrada en el post anterior), la revista especializada Fangoria la tiene considerada como a una de las mejores películas de terror de los 80, además de citarla en cuanto a se refiere  a los filmes que mejor hayan reflejado el espíritu lovecrafniano (honor compartido en aquel entonces con The Thing, la de Carpenter por supuesto, y no la de la zanahoria gigante, y la primera entrega de Alien, si bien hoy en día se deben sumar muchas películas más como En las fauces de la Locura del propio Carpenter y la ominosa Event Horizon).  Por otra parte, de este clásico ochentero se han hecho dos secuelas más, siempre teniendo a Combs como a su protagonista y a Brian Yuzna, amigo de Gordon y productor del filme original, como director de la segunda parte y productor de la tercera.  A su vez se hicieron unos cuantos cómics basados en estos personajes.
   Una faceta más familiar de Stuart Gordon es su guión original para la película de Disney Querida Encogí a los Niños (1989), la que debido a su gran éxito e interesantes premisas, originó sus propias secuelas.

2.2. La Película.

   

     Fue estrenada el 4 de noviembre de 2005.  Es de seguro unos de los mejores filmes de la serie Maestros del Horror, considerándose que un autor tan popular como Lovecraft pocas veces ha sido llevado soberbiamente a la pantalla y más aún que el encargado de este trabajo fue Stuart Gordon, del que ya se ha dicho es el mejor a la hora de adaptarlo para dicha expresión artística.  Esta cinta está basada en el cuento homónimo (en español, Los Sueños en la Casa de la Bruja) y aborda uno de los temas recurrentes en la literatura de Lovecraft: los sueños.  No obstante en esta historia, como en la película misma, el autor se escapa de las historias más bien poéticas pertenecientes a su ciclo onírico de Randolph Carter, para narrar una trama donde son más bien espantosas pesadillas las que les toca tener al protagonista, en una trama que en realidad corresponde a su ciclo de Cthulhu, es decir, estamos hablando de un relato puro de Horror Cósmico[1].
    En la película vemos como un joven, inteligente y guapo estudiante universitario de física, proveniente de la ficticia universidad de Miskatonic (y aquí una alusión-homenaje al mismísimo Lovecraft, pues este lugar forma parte de la propia mitología de su autor, si bien en el cuento original no se menciona este sitio) llega a arrendar una habitación en un deplorable y antiguo edificio.  El lugar está lleno de patéticos personajes, salvo una sexy madre soltera, con la que el muchacho establece una amistad que raya en la atracción erótica (otro aporte del propio Gordon y su guionista habitual Dennis Paoli, a la labor lovecrafniana casi carente del elemento femenino y totalmente ausente de la carga sexual).   El protagonista llega al lugar con la intención de realizar sus experimentos para encontrar una especie de puertas interdimensionales; para su suerte, o más bien para su infortunio, el lugar donde ha llegado a parar posee las características que busca y es entonces que su vida llegará a un punto sin retorno y en el que cualquier persona cuerda no quisiese estar.  Fuerzas malignas que están mucho más de sus posibilidades, lo tienen considerado entre sus planes.
    Respecto al cuento original que motivó a esta película, esta vez el director como contaba con un cuento mucho más largo que los otros que adaptó del autor, fue lo suficientemente fiel al relato literario, con los agregados correspondientes aparte de la arista sexual ya mencionada.   En su texto, Lovecraft se permite darle cierta credibilidad científica a las teorías cuánticas que presenta al mencionar uno que otro científico y referirse a ciertas ecuaciones, lo que en el caso del filme aquí abordado no deja de tenerse en cuenta.  Esta idea de portales entre mundos ya había sido abordado en este tipo de literatura, siendo uno de sus mejores exponentes otro clásico del horror cósmico como Los Perros de Tíndalos de Frank Bellnap Long.
    Stuart Gordon al filmar este trabajo, llamó a Ezra Godden, quien fue el protagonista de su película Dagon.  El filme a su vez es lo suficientemente cruel como para poseer algunos de los momentos más adrenalínicos del terror televisivo, incluyendo sexo con una monstruosa bruja y al hermoso bebé ya mencionado, sometido a las salvajadas tan del gusto de su director.
    En cuanto al desenlace de esta producción, como la mayoría de las obras del artista que la inspiró, es pesimista al mostrar cómo el ser humano es incapaz de doblegar un destino inexorable, en medio de un universo donde existen poderes que escapan a su control y conocimiento.
   A diferencia del filme anterior hecho por Coscarelli, Incident On and Off a Mountain Road que no ceja en poseer un fuerte cariz político, Dreams in the Witch-House es un ejercicio que aparte de rendir tributo a Lovecraft, sólo desea entretener y se puede afirmar que lo logra con creces.



[1] Para los no iniciados en este subgénero de la literatura de terror, el Horror Cósmico corresponde a un tipo de obras creado por el propio Lovecraft y apoyado por el trabajo de sus amigos y colaboradores literarios entre los que se encuentran autores de la talla de Frank Bellnap Long, Clark Ashton Smith, Robert Howard, Robert Bloch y muchos más.  Todos ellos ayudaron a crear una nueva mitología que hoy en día está considerada entre las más influyentes en los medios populares y la cual está llena de monstruosas criaturas, siendo Cthulhu el más siniestro de todos ellos, quiénes tras haber perdido una guerra en plena Noche de los Tiempos, tratan hoy en día de regresar a nuestra realidad; a su vez para lograr su cometido, oscuros y malignos textos de magia negra se usan, de los cuales el infame Necronomicón es el más conocido.
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