domingo, 26 de agosto de 2018

Encuentros y desencuentros con Roberto Bolaño (primera parte).


I- Una historia personal con el artista.

     Mi compatriota el escritor Roberto Bolaño (1953- 2003) me provoca sentimientos encontrados, ahora más que nunca luego de que estuve casi un mes entero (las 4 primeras semanas tras mi regreso a la pega, luego de las vacas de invierno) dedicado a una de sus dos novelas más emblemáticas: Los Detectives Salvajes.  La verdad es que este señor que en la práctica vivió casi toda su vida en el extranjero, tras irse al exilio con su familia a los 15 años de edad a México, para escapar de las atrocidades de la dictadura de Pinochet, no tuvo mucho contacto con su madre patria y que yo sepa tampoco se sentía muy a gusto en estas tierras (tengo entendido que se llevaba mal con la mayoría de los escritores de acá, a los que despreciaba por una u otra razón). Luego se fue a España, donde pasó el resto de su vida hasta que un cáncer hepático se lo llevó con solo 50 años de edad, como a muchos otros de los grandes creadores, demasiado pronto y en plena cúspide de su carrera… Y sin embargo en su paso por el mundo nos dejó un tremendo legado de novelas, cuentos, poemas y ensayos.  
      La verdad es que no voy a ahondar en su vida, ni en el resto de su obra, pues salvo mis impresiones con Bolaño y el libro que hace poco acabé, me sería algo engorroso hablar de textos que no me he leído y lo más probable que tampoco vaya a visitar en un futuro cercano.  Con el Bolaño que ya conocí me basta por el momento y aún tengo pendiente uno de sus libros póstumos, El Espíritu de la Ciencia Ficción, que me regaló mi querido amigo Miguel Acevedo para mi último cumpleaños y al que espero “hincarle el diente” en algún momento del año que viene (que además me lo recomendó mucho otro de mis mejores amigos, Marcelo López).
     La primera vez en que supe de este señor de inmediato me prejuició contra él, pues fue cuando este públicamente habló pésimo de una de mis autoras favoritas, Isabel Allende, al decir que esta era (y cito textualmente) “una escribidora y no una escritora”. ¿Y quién es este tipo? Me pregunté, ya que nunca antes había escuchado o leído algo sobre él, que no podía dejar de llamarme la atención se llamara casi igual que el creador del Chavo del 8, el Chapulín Colorado y tanto querido personaje en Latinoamérica.  De inmediato me supuse que se trataba de uno de esos intelectuales que creían que la literatura debía ser algo para la elite, que no podía ser “entretenida”, así que de seguro por esa razón tanta mala leche con su colega y el éxito de su carrera…No estaba equivocado, que ahora tras haberme leído su dichosa novela, me queda claro que Bolaño (o “Bolaños” como le llama un intelectualoide amigo que tuve, como una de esas tantas personas que se llena la boca por SOLO LEER A AUTORES SERIOS) en efecto no escribía para las masas y bien por él, que cada loco con su tema.  
     Un día, hace no sé cuánto tiempo ya, buscando en Internet un ejemplo para realizar una guía de estudios para mis alumnos, me encontré con un fragmento de una de sus narraciones y la verdad es que me gustó.  No recuerdo su nombre, como tampoco puedo acordarme de los 3 cuentos suyos que me leí cuando participaba de una tertulia literaria y este fue el escritor elegido de ese mes; no obstante esas pequeñas piezas suyas las disfruté mucho y ello me predispuso a querer ahondar en su trabajo, que nadie es perfecto y ahora podía perdonarle su intolerancia contra la Allende.
     Hoy en día Roberto Bolaño está considerado entre los narradores más destacados e influyentes de las letras hispanoamericanas, por no mencionar que algunas de sus novelas se están entre las más valoradas por la crítica especializada y, como no, por quienes adoran este tipo de literatura “sesuda”.  La verdad es que no sé si todo esto venía desde antes de su fallecimiento o es fruto del redescubrimiento de su genialidad (que no se la voy a negar), que por algo han editado varios de sus títulos que nunca publicó en vida; o se trata de simple postura intelectual la de poner por sobre otros autores y sus obras, la supuesta superioridad literaria de gente como Bolaño, que no se “ensuciaba las manos” escribiendo best Sellers.
     …Se me estaba olvidando, le agradezco de corazón a Roberto Bolaño que su amistad por Pedro Lemebel (al que sí le tengo tremendo aprecio, pese a mis diferencias con su persona y algunas características de su bibliografía), lo haya llevado a apoyarlo para que fuese conocido en el extranjero y Alfaguara misma lo publicara más allá de nuestras fronteras; que la calidad y trascendencia de su prosa sobrepasa el afecto que había entre ambos literatos y así lo supo muy bien el igualmente fenecido Bolaño.
       Tampoco puedo dejar de contarles a quienes lean estas palabras desde el extranjero, la famosa anécdota por estos lares ocurrida a poco rato de su muerte, en un noticiero de la televisión abierta chilena.  Resulta que una de sus “supuestas” periodistas no era alguien que digamos muy instruida, por no decir poco inteligente y en ese momento interrumpió su lectura habitual para decir: “Acabo de enterarme de que murió un comediante muy querido: ROBERTO BOLAÑOS”.  La mujer fue objeto de burla durante mucho tiempo.
     Varias veces estuve a punto de comprarme alguno de sus textos, que en especial me atraía Nocturno de Chile, que aborda el tema de una de esas casas que se usó durante el gobierno de Pinochet para la tortura de los presos políticos, un vergonzoso episodio de la historia de mi país que siempre me ha impactado y causado curiosidad (con todo mi respeto por aquellos que sufrieron de estas vejaciones) y sin embargo nunca llegué a hacerlo.  Fue entonces que el año pasado, justo para la Comic-Con otro amigo, Luciano Ortega, me obsequió Los Detectives Salvajes y que él ya había leído, para que así ambos la comentáramos.  Fue toda una grata sorpresa y le di mi palabra de que no pasaría mucho en que me dispusiera a ello…Bueno, no cumplí por completo mi juramento, que tan solo a finales de julio pasado me puse a la tarea aplazada.  Comencé mi lectura el lunes 30 de julio y la acabé este viernes 24 recién pasado.  

II- La versión que tuve en mis manos y la que acabó en ellas.


     Fíjense que el texto me atrapó desde el principio, en especial gracias al tono más acelerado de su primera parte y que recibe el nombre de Mexicanos perdidos en México.  La edición que me regaló Luciano es un tomo grandote de Alfaguara, de esos que tienen solapas (que así creo se le llaman a esos dobleces que lleva la tapa y sobre los que las editoriales acostumbran a poner una que otra información, como citas a críticas de la obra en cuestión y la biografía de su autor) y de casi 800 páginas.  Se trata de un tomo voluminoso que pesaba harto y lo pongo en pretérito, pues para malestar y disgusto mío lo perdí el miércoles 15 de este mes, feriado, en la tarde mientras andaba de paseo con Amilcar (fuimos al teatro a ver una adaptación de Sueño de una noche de verano de Shakespeare).  Ya iba sobre las página 500 y si bien en ese momento de la lectura estaba algo lateado con ella, me negaba a dejarla inconclusa; que harto tenía (y tengo) que decir al respecto.  
      Pensé en leer online lo que me quedaba, pero cuando le conté a Luciano, este se ofreció a prestarme su ejemplar; luego recordé que en mi trabajo tenían uno también, puesto que una colega lo pidió allá el año pasado para leerlo, así que al día siguiente a primera hora se lo solicité a la bibliotecaria.  Era eso sí de otra editorial, Anagrama, de letra más pequeña y por ello más compacto.  Grande fue mi sorpresa al encontrar en su interior, uno de los marcapáginas que realizaron los chicos de mi antigua jefatura el año pasado en diciembre, que de seguro dejó ahí mi compañera y que más encima me dio la impresión de que me mintió cuando me dijo que lo había leído entero, pues estaba como en la página 150 (en Chile, en contra de lo esperado, la mayoría de los profesores a lo más lee el diario, con la excusa de que no tienen tiempo o les aburre dicha actividad…Lo que encuentro toda una aberración, entre quienes se supone se dedican a estimular a las mentes jóvenes a practicar esta costumbre); en todo caso consideré como un buen augurio pillar dicho marcapáginas allí.
     Fue durante esos primeros minutos de continuar mi aventura personal con Los Detectives Salvajes, cuando tuve mi última charla, vía chat de Gmail, con mi desaparecido amigo Eduardo Romero, Cidroq en la blogósfera, mientras iba en un bus junto a varios alumnos míos para visitar una exposición de arte chino contemporáneo. Tenía pretendido contarle que estaba leyendo una novela ambientada en su país, México y que una de sus protagonistas se llamaba igual que su hija, Xóchitl, pero no llegué a hacerlo.  Creo que siempre relacionaré esta obra con mi desaparecido “cuate”.
     La verdad es que harta feo encuentro la portada de la edición de Alfaguara de la novela, con esas letras que simulan un título de la película de misterio, como si una linda ilustración en cambio le quitara seriedad a una narración tan compleja como esa; de hecho, he visto otros títulos suyos editados por esta empresa y todos ellos poseen el mismo tipo de “arte”, con letras variadas que ostentan algún grado de sofisticación que tanto desprecio en algunas ediciones en habla hispana.  Lo mejor, eso sí, de esta versión es que trae reproducida parte de los manuscritos originales de Bolaño para esta “obra maestra” suya y que se agradece por ser en la práctica un regalo a los lectores, como en especial a los incondicionales del escritor.  En cuanto a la edición de Anagrama, al menos posee una foto o reproducción de un cuadro, más o menos representativo del argumento de la obra, que igual pareciera estar sacado de la imagen de una peli, pero no cuenta con el agregado del volumen que se me extravió.


sábado, 25 de agosto de 2018

¡Así da gusto ver a los Vengadores!


     La cuarta temporada de Vengadores Unidos comenzó de manera memorable: Con nuestros superhéroes enfrentándose a una nueva formación de la Camarilla (recordemos que fue un grupo de villanos bajo este nombre, el que obligó a los justicieros a unirse de nuevo en la primera temporada).  Es así que tras una lucha sin cuartel, por increíble que parezca, los paladines fueron derrotados y fallecieron.
     Tras este hecho que puede a los más pequeños les haya resultado traumático, se gestiona una inteligente idea por parte de los guionistas: Crear otra agrupación de los mismos Vengadores, algo que nunca antes se había hecho en este tipo de cartoons, que acostumbran mantener siempre a los mismos personajes, en vez de rotar a sus miembros como se lleva a cabo desde hace rato en los cómics.
     Por esta razón otro equipo de Los Vengadores se forma con personajes ya conocidos por los televidentes (por no mencionar a los marvelitas de corazón) y que aparecieron antes en el show. Entre estos nos encontramos con el siempre simpático Hombre-Hormiga 2, Scott Lang, el cual acompañó en varias aventuras a los Vengadores originales en el pasado.  A este se le une la segunda Avispa, aprovechando el inminente estreno del filme que tiene de protagonista a ambos (sin dudas, otra genial decisión para potenciar esta dupla y preparar su paso a la pantalla grande). Y luego vienen otros nombres emblemáticos de estas historias, todos ellos introducidos durante la temporada anterior: Pantera Negra, Visión, Capitana Marvel y Miss Marvel.  
     El soberano de Wakanda gracias a su primera cinta resulta mucho más impactante, pese a que ya lleva décadas como personaje importante dentro de las publicaciones de Marvel.  Luego tenemos a la Capitana Marvel, Carol Danvers, la original Miss Marvel y que ahora como la persona que ostenta el nombre del superhéroe que ya ha tenido hartas encarnaciones, hoy en día es centro de atención porque además se avecina su propio largometraje (he aquí otra incorporación a la serie, para popularizar más un nombre en atención a las películas).  Ya conocido por la audiencia, Visión no podía faltar, un verdadero clásico dentro de las colecciones sobre los Vengadores.  Por último, plausible resulta ser el agregado de la adolescente Miss Marvel, heredera del manto dejado por Carol y quien, además árabe y musulmana, completa esta variopinto colectivo; por no olvidar su personalidad carismática y que le otorga un aire fresco al programa.
     Por lo tanto, de ahora en adelante los episodios giran en torno a dicha conformación, que por un lado debe demostrarle a la gente que merecen ser llamados Vengadores por su propio talento, como además lidiar entre sí para arreglar las normales desavenencias que podría haber entre gente tan distinta.  Si los primeros Vengadores ya poseían sus respectivas formas de ser, estos otros no dejan de llamar la atención por ser tan heterogéneos.  Un rey como T´Challa, un hombre joven sabio como pocos, está llamado a ser el líder entre sus compañeros también; no obstante la presencia de una mujer tan voluntariosa como la Capitana Marvel, hace que el  tema del liderazgo se complique hasta cierto punto.  Por otro lado, el antiguo pasado de Scott Lang como ladrón, le pesa en al menos una ocasión, mientras que su pareja, Hope Pym, recién está comenzando en esto de la carrera superheroica (y, sin embargo, es una justiciera nata).  Visión es una entidad inteligente y sensible que está descubriendo el mundo, aprendiendo a convivir con seres humanos y en cuanto a Miss Marvel, su inseguridad acompaña a su alegría que la hace tan querible.  A mi parecer la Capitana Marvel es el personaje menos agradable de todo este conjunto, quizás porque la encuentro “demasiado masculina para mi gusto” (aunque viéndolo ahora con otros ojos, tal vez dicha personalidad suya también es interesante, como un guiño a la comunidad LGTB), no obstante esta nueva formación me encantó en su totalidad.
     Como era de suponer, los siguientes capítulos giraron en torno a estos otros Vengadores, que la verdad por mucho que me gusten Hulk y el Capitán América, no los eché de menos, ya que supieron potenciar bastante a sus “reemplazos”, que más encima no estamos hablando de secundarios en el mayor de los casos (Solo Pantera Negra ya es tremendo ícono marvelita).  Muy satisfactorio resulta el episodio en el que sale Hércules, otro buen tipo con una personalidad muy particular y se juega con la idea de que este se les una (que alguien me refresque, por favor, la memoria de si ya había salido antes en este cartoon).  
      Más encima nos encontramos con 2 historias ambientadas en el pasado de los Vengadores, específicamente sobre sus fundadores. Uno de ellos gira en torno a Ojo de Halcón, que bien podría ser considerado como el Vengador más débil, por no tener superpoderes.  No obstante, tal como nos muestra dicho episodio, al justiciero no lo hacen sus habilidades extraordinarias, sino que su espíritu; más encima, este debe vérselas con un ser mágico e inmortal como lo es Drácula, villano de temer, lo que hace del episodio algo muy divertido (recordemos que el chupasangre fue un personaje recurrente durante la primera temporada, al formar parte junto a otros archicriminales la versión original de la Camarilla).  Luego tenemos otro, centrado en el Capi y en Iron Man, específicamente relacionado con la identidad civil de este último, Tony Stark; pues con un carácter intimista y emotivo, pocas veces visto en este show más dedicado a la acción y a la aventura, que a la sublimidad (algo que lamentablemente le falta en general y que sí lo tenía con creces Los Vengadores: Los héroes más poderosos de la Tierra) trae de regreso a personajes emblemáticos como Howard Stark (el padre de Tony) y la agente Carter, todo de una manera muy especial.  Debe saberse más encima, que este último capítulo contó con las voces de los actores que originalmente los interpretaron en sus versiones en carne y hueso.  Cabe mencionarse, además, que en el capítulo sale por primera vez un villano muy especial, el Doctor Fausto, un genio criminal de las aventuras del Capi y que hace rato merecía ser llevado a los cartoons.
     No se puede dejar de lado el regreso triunfante del Doctor Strange, tal y como sale en las actuales pelis de UCM.  Antes ya lo habíamos visto en otras series marvelitas de Disney, pero siempre con otro aspecto (de hecho, en Ultimate Spider-Man los vemos mucho más joven y con el cabello largo).  Reintroducido en un capítulo doble llamado El Ojo de Agamotto, aquí no solo nos enteramos con gran sorpresa sobre el origen del poderoso talismán que usa el Hechicero Supremo, sino que sale como villano el Barón Mordo (ahora de raza negra, tal como en la cinta para el cine) y además sale la agradable Shuri, la hermana menor, genio de la ciencia y tecnología, de Pantera Negra.

Reunión de doctores (¿Quién acompaña a Strange?).

     Otro importante personaje que tiene su debut en esta temporada, tomando como modelo su caracterización hollywoodense, viene a ser Jane Foster, fémina clásica de las aventuras primigenias de Thor y que originalmente era una enfermera, pero que en los filmes se le caracteriza como física, siendo esta última la versión que es abordada en el programa.  Gran importancia tiene acá y más aún cuando le conceden la oportunidad de empuñar el Mjolnir, el martillo del Dios del Trueno, convirtiéndose en una versión femenina de Thor, tal como fue durante un tiempo en los cómics.
     No podemos olvidar que al principio de esta temporada, los Vengadores originales si es que no han pasado a mejor vida, sí están perdidos; por esta razón, sus reemplazantes cuando se les da la oportunidad de rescatarlos, no dudan en hacerlo…Comienza así una serie de episodios, 4 en total, en la que el segundo grupo de Vengadores debe separarse para ir en busca de antecesores, yendo a distintos mundos y/o realidades para conseguir su objetivo. Resulta que esto de centrarse cada capítulo en un lugar diferente, con personajes diversos además, es hoy en día todo un tópico o tradición en las series animadas Marvel de los últimos tiempos; es así que se pueden recordar los viajes hechos por los protagonistas del Escuadrón de Superhéroes (¡Gran programa!), cuando Dark Surfer los exilió a universos alternativos en el transcurso de la segunda temporada y los propios periplos entre dimensiones del mismísimo Spidey, en Ultimate Spider-Man durante su tercera temporada.  Entre estos viajes, es considerable mencionar el cambio por el que pasa un personaje tan alegre como Falcon, al menos en lo que concierne a su caracterización dentro del programa; pues cuando reaparece lleva años en un futuro postapocalíptico (¿Unos 10 por lo menos?) y ahora se ha vuelto alguien más introvertido e incluso su aspecto físico y armadura han cambiado; es así que el Falcon que regresa a nuestra realidad, no es por completo el mismo de antes…Un giro argumental inesperado y maduro, para un show que se supone es de carácter infantil.
     Esta temporada recibe el nombre genérico de Secret Wars (Guerra Secreta), claramente en atención a una famosa saga de la Casa de las Ideas, publicada entre 1984 y 1985, la cual a  su vez tuvo su secuela, Secret Wars II en 1986 (la que luego fue revisitada en años posteriores y no hace mucho tuvo una especie de reinterpretación, llamándose de igual manera Secret Wars en las historietas).  Quien aquí escribe, tuvo el gusto de comprarse y leerse las novelas gráficas este año (y tengo pendiente dedicarles al menos un post, que me gustaron mucho); así que bien es posible darse cuenta que lo que se hizo en el show televisivo, fue una adaptación hasta cierto punto bastante libre de sus acontecimientos (tal como ya se hizo en los noventa, con ese recordado programa del Trepamuros, Spider-Man: The Animated Series).  Tanto en el cómic original, como en esta segunda versión para la pantalla chica, nuestros superhéroes son engañosamente transportados a un planeta hecho con trozos de varios lugares del universo, para responder a las inquietudes de un ser de poder inconmensurable llamado Beyonder (Todopoderoso en los cómics que yo leí editados por Panini-España).  Ahora bien, en la historia de los ochenta la entidad no es malvada, pero en este título de los Vengadores sí se trata de alguien maligno, quien al igual que en las novelas gráficas, ha traído a unos cuantos villanos a lo que llaman Mundobatalla, de modo que el conflicto entre ambos bandos es inevitable.  La saga en la televisión comienza recién en el episodio 17 y dura hasta el número 24.  Mientras sucede todo esto, se les une nada menos que Loki a nuestros justicieros y además hace su segunda aparición en una caricatura un oscuro superhéroe de naturaleza sobrenatural, el Caballero Luna y al que lo pudimos ver en un capítulo de Ultimate Spider-Man.  Por cierto, la apariencia humanoide de Beyonder es distinta a la de las viñetas; no obstante, en un momento se le muestra con un traje de guerra igualito a tal como sale durante Secret Wars II.
     Dentro de todo lo que pasa durante la saga arriba mencionada, memorable resulta ser el hecho de que Beyonder separe a Hulk en dos, con Bruce Banner por un lado y el Gigante Esmeralda por otro, mandándolos a ambos lejos del resto de sus compañeros.  Cuando algunos de sus amigos se van a buscarlos, el capítulo en el que transcurre esto sin dudas que viene a ser uno de los más emotivos de toda la serie: puesto que va lejos de la mera entretención facilista, al abordar el conflicto entre las dos personalidades del justiciero y cómo estas, pese a sus conflictos entre sí, se necesitan (tema recurrente en algunos de sus mejores cómics).  Por otro lado, aquí aparece como villana por primera vez en un cartoon marvelita, la versión de la Casa de las Ideas de Morgan le Fay, personaje sacado de la leyenda artúrica y que también DC usa como enemiga de la Liga de la Justicia.
    La Secrets Wars acaba 2 capítulos antes de finalizar la temporada.  El capítulo 25 resuelve de manera bastante interesante la inesperada alianza con Loki, mientras que el 26 más bien parece de relleno, centrándose en Miss Marvel y en el resto de los nuevos Vengadores.  Es de esperar que haya una quinta temporada (que no he sabido hasta el momento de su renovación), que al sobrepasar los 100 episodios ha sido el programa más longevo dedicado a este equipo, pero la sombra de la mala decisión de cancelar Ultimate Spider-Man, cuando llegó a la misma extensión, al menos a mí me hace dudar de su regreso.  Ojalá sea segura una quinta temporada, que buenas historias nunca faltarán para los llamados Héroes más poderosos del Planeta.

El nuevo equipo en su totalidad.

domingo, 19 de agosto de 2018

Adiós a Cidroq.


      Desde que comencé este blog hace más de 7 años, me ha tocado despedir a un montón de gente a la que sin conocerla, llegué a admirar y apreciarla gracias a su trabajo, la huella que dejaron en el mundo y lo significativos que me llegaron a ser.  Hoy es la primera vez en que me toca hacer un post en homenaje a un amigo, al que si bien no conocí en persona, sí llegué a tenerle mucho aprecio y se convirtió rápidamente en alguien valioso para mí: Eduardo Romero, Cidroq para los blogueros y sus conocidos, como amistades en la Red.
      Me encontraba esta mañana en el gimnasio cuando otro colega de la blogósfera, Wladimir Vásquez, Lobo7922, me contó por el chat de Facebook la triste noticia… ¡En realidad no supe cómo reaccionar! Haberme paralizado o puesto a llorar me habría parecido más acorde a todo esto, pero uno nunca sabe cómo le va a llegar un balde de agua fría de este tipo.  Ahora solo puedo pensar en él y en su familia, que siempre me contaba de sus dos hijas, su señora y de sus padres.  Harto llegamos a hablar gracias a las maravillas de la tecnología, que permite mantener contacto en tiempo real sin importar las distancias.  Así que una partida como esta no puede dejar de pesarme.  Se me vienen a la cabeza sus dos hijas pequeñas, más o menos de las misma edades de mis sobrinitos regalones (Amilcar de 8 años y Brunito de 4) y más me duele que se haya ido tan pronto.
      Mexicano de corazón, supimos el uno del otro por medio de un blog en común que seguíamos, La Guillermocracia y rápidamente comenzamos a dejarnos comentarios en nuestras respectivas páginas.  Eso fue más o menos hace unos 4 ó 5 años.   Tiempo después yo enfermé gravemente, casi me morí y estuve unas dos semanas internado en una clínica.  Por aquel entonces Eduardo no tenía mayor idea de mi vida personal y por algo que me parece más que una coincidencia, cuando volví a casa me llegó una invitación suya por Gmail para poder chatear por ese medio (en tal época aún pensaba que NUNCA me haría un Feis).  Las conversaciones que tuvimos durante mi periodo de convalecencia me alegraron mucho, que aquellos días no podía salir mucho de casa o más bien hacer vida social.  Y así fue cómo se forjó un diálogo entre los dos que podía abarcar valiosos minutos, ya sea estando yo en casa, en el trabajo o en el gimnasio, entre otras partes y/o circunstancias, mientras él estaba laburando.  Era un gusto conversar de esa manera, que teníamos tanto en común y por eso mismo rápidamente lo consideré mi amigo (algo así como esas amistades epistolares de antaño, como las que tenía Lovecraft con su Círculo de Cthulhu).  A veces le mandaba fotos de mí junto a los niños, que también compartíamos el amor por nuestros angelitos; otras le enviaba imágenes de lo último que me compraba.
     Hace tiempo ya, antes de nuestras charlas, Eduardo compartió en su blog la tremenda pena de que su bebé nonato había fallecido en el vientre materno.  El dolor era tan grande, que aquella vez Cidroq pensó en despedirse de sus lectores, pues no tenía fuerzas para dedicarse a la página, al menos por un tiempo determinado.  Las palabras de aliento no faltaron, incluyendo la mía y al final Eduardo se mantuvo firme.  Un año después nos dio la noticia de que su señora estaba de nuevo embarazada y de ese modo nació su segunda hija, Heidi.  Las niñas siempre estuvieron presentes en su Cuchitril, dedicándoles más de una entrada a su vida con ellas y a sus pequeños logros.
     Cidroq era un padre y esposo abnegado, quien por años trabajaba hasta los sábados para darle la mejor vida a su gente.  Era un ñoño querendón, fanático de los videojuegos y que también se daba el gusto de leer harto, ver pelis y seriales, así como un amante de su familia, que además me contaba de sus padres, a los que por igual adoraba.  Recuerdo que me llamaba la atención que mientras yo flojeaba los sábados, él ejercía su profesión con esmero.  El año pasado no más pudo cambiarse a una mejor empresa, que le diera mayores divisas económicas y con ello pudiese tener, luego de años “esclavizado”, libre por completo los fines de semana.
      Se me viene a la memoria la vez en que me dijo que su blog y el mío comparten las mismas siglas, ECC, El Cuchitril de Cidroq y El Cubil del Cíclope respectivamente.  En una era en la que muchos han abandonado por una u otra razón sus blogs, Eduardo siguió al pie del cañón durante casi una década dedicado a ello.  Una vez me confesó que su página era uno de los legados que les quería dejar a sus pequeñas y a ver si cuando grandes ellas continuaban con la misma tarea, a través de ese medio de comunicar y compartir las queridas ñoñerías de uno.  No obstante ni su esposa sabía de su Cuchitril, ni de la otra página suya dedicada a los videojuegos.  Por el momento eran sus secretos y sus seguidores, veníamos a ser sus cómplices.
    El año pasado se me ocurrió “entrevistar” a los pocos blogueros que sigo y que mantienen al día su página, según su propio ritmo, con nuevas actualizaciones.  Eduardo fue la primera persona en la que pensé y accedió de inmediato, publicándose este texto el 9 de mayo de 2017 y que pueden leer pinchando aquí.  Como respuesta a lo que escribí sobre él a manera de presentación antes del set de preguntas y su contestación, mi amigo no tuvo dudas en decir que se había emocionado hasta las lágrimas…Así era él, un tipo sencillo con alma de niño y que actuaba como un hombre responsable, apasionado y gentil.
     Creo que habrán pasado al menos 2 semanas en que no tuve noticias suyas y tan solo el jueves recién pasado de la semana que termina, me dejó dos nuevos comentarios en mis últimas entradas (era además uno de los pocos lectores constantes que me quedan o al menos de los que acostumbran dejar unas palabras para sus colegas, detalle que siempre le agradecí).  Ese día por la mañana me dirigía con varios alumnos y unos cuantos compañeros de trabajo a una visita pedagógica, cuando Cidroq me saludó por el chat de Gmail y pudimos conversar bastante, ñoñear de lo lindo.  Me contó que había subido un nuevo post, a lo que le di mi palabra de leerlo más tarde. La entrada era algo más larga de lo acostumbrado, pues se notaba que la hizo con mucha dedicación, ya que se trataba de una serie de novelas de fantasía que había disfrutado y que ya antes me la había recomendado en uno de nuestros diálogos; terminé al otro día temprano mi lectura y ese mismo viernes contestó mi comentario.  Fue la última vez en que pude disfrutar de su compañía “virtual” y en la práctica lo veo como una bendición, pues disfruté mucho de esa charla; además así supe que estaba bien, con harto trabajo y que las niñas se encontraban en óptimas condiciones.  
     Eduardo falleció debido a un infarto fulminante que se lo llevó durante el sueño y tenía solo 38 años de edad, demasiado joven para morir.  Quiero creer que se fue sin sufrimiento, en paz, que de seguro estaba acompañado por sus bellas mujeres cuando sucedió esto. He estado todo el día pensando en él y no podía acostarme sin terminar estas palabras en su honor.  QUERIDO EDUARDO, TENGO FE EN QUE EN ALGÚN MOMENTO PODREMOS RETOMAR NUESTRA AMISTAD, NO EN ESTE MUNDO, SINO EN UNO MEJOR.  GRACIAS POR HABER COMPARTIDO UN PEDACITO DE TU VIDA CONMIGO.  HASTA PRONTO, COMPADRE.

Su señora, María y sus dos hijas, Xóchitl  (la mayor) y Heidi (la menor).

miércoles, 15 de agosto de 2018

Una segunda temporada al nivel de la primera.



     Las palabras de arriba sintetizan lo que puedo afirmar acerca del segundo año en la pantalla, del cartoon sobre los Guardianes de la Galaxia, el disparejo y aún adorable grupo de justicieros cósmicos; y es que los 26 episodios que comprenden esta temporada se encuentran llenos de emociones, personajes de lo más variopinto del universo Marvel y muy, pero muy buenos guiones que hacen de su contemplación una verdadera delicia.  Ahora bien, hay que ser sincero, no llega a los niveles de sublimidad de otros shows animados sobre equipos de superhéroes como Liga de la Justicia o Los Vengadores: Los héroes más poderosos del planeta (aún tengo pendiente escribir sobre estos dos), pero no todo se trata de tomarse tan serio ¿Cierto?
      De entre todo lo que se debe destacar, se encuentra el hecho de que si bien esta serie se originó a partir del éxito de la primera cinta de dicho grupo, luego tuvo su propia cronología o más bien desarrollo argumental de varios personajes y que luego vimos en Guardianes de la Galaxia Volumen 2.  Es así como un posterior miembro del equipo que se les une en la secuela, la adorable e ingenua Mantis, acá aparece como una rival fanática religiosa, que hartos problemas les trae.  Asimismo, el padre de Star-Lord posee otro origen a diferencia del presentado en el largometraje hollywoodense, aunque tanto en una versión como otra es un villano de temer e incluso se podría decir que tal como se ve en la pantalla chica resulta más desagradable (y por ello mismo, ser un mejor antagonista).  Tanto a Mantis como a J´son los conocimos la temporada anterior, no obstante al aparecer varias veces más en el programa, quedan para el público consignados como algunos de los  personajes cósmicos destacados de estas historias marvelitas.   De igual manera no se puede olvidar a Yondu, el líder de los Devastadores que raptó a Peter de niño y que en muchos sentidos en el show tampoco es tan amigable aquí, tal como sucede con la mencionada Mantis.  Queda claro entonces que aunque estamos hablando de un dibujo animado para la familia, estos Guardianes de la Galaxia de la TV poseen su grado de complejidad, que en el caso de los largometrajes se obvia para responder a estereotipos más digeribles a la audiencia, que va a las salas de cine.
     Luego de los 6 cortometrajes en los que nuestros (super) héroes llegan a la Tierra y deben separarse por un breve periodo, teniendo cada uno su propia divertida aventura, comienzan los episodios propiamente tal del show (siendo el más logrado de ellos, en opinión de un servidor, el del encuentro de Rocket y Groot con el entrañable Hombre-Cosa).  Estos mínimos relatos luego fueron unidos a manera de primer capítulo de la segunda temporada, como un preludio para su siguiente aventura en nuestro planeta y más lleno de emoción aún: su primer encuentro dentro de esta continuidad con nada menos que los Vengadores.  La conformación de estos es la misma que sale en Los Vengadores Unidos  hasta su tercera temporada, pero debe recordarse que cada título de estas actuales series Marvel, no mantienen continuidad entre sí y por esa misma razón este cruce resulta tan estrepitoso.  Sin dudas que vale la pena ver cómo cada uno encuentra en el otro equipo a su propio contrincante y/o par.


     Dentro de los arcos argumentales que encontramos en esta temporada, cabe destacar «La guerra de los simbiontes», el cual abarca 3 episodios en total.  Ahora bien, la especie a la que pertenece Venom ya había salido en la temporada anterior, como toda una revelación para este servidor, sobre que el «antiguo traje» de Peter Parker no era el único de su género (bueno, hasta antes de la aparición de Carnage y otros). No obstante esta vez la información que nos dan sobre estos alienígenas no puede ser más fabulosa, puesto que llegamos a conocer su origen.  Dentro de esta saga, cabe destacar cuando las criaturas invaden nada menos que Asgard y, por supuesto, los Guardianes de la Galaxia deben socorrerlos... ¡Ellos, unos «simples mortales» salvando a los dioses!
    Algunos llaman a esta agrupación de los Guardianes de la Galaxia como inadaptados (o algo así), que debemos recordar los originales son otros (quienes aparecen como guiño a los ñoños marvelitas acérrimos, en una de las escenas post créditos del segundo filme sobre nuestros justicieros).  Es así que ante la idea de que gente como Star-Lord, Gamora o Drax no cumplen con el perfil de modelo de virtud, hasta cierto punto, como para inspirar positivamente a otros, tal juicio errado queda en el suelo, al hacer que estos Guardianes se conviertan en «maestros» y más encima no de otro vigoroso sujeto, si no que de dos:
      En Ultimate Spider-Man se vio que Nova fue educado por los Guardianes de la Galaxia y es así que en esta temporada se reinterpreta el asunto, el cual es abordado desde el primer encuentro entre estos y su posterior joven pupilo.  Varios episodios son los dedicados a ello, dándonos a una versión de Sam Alexander, el chico que porta el casco cósmico (o lo que sea), mucho más simpática que en el caso de lo visto en la serie de Spidey.  Por cierto, nada sé de este guerrero del bien, salvo lo visto gracias a las dos series correspondientes; pero lo que nos muestran de los Nova Corps, sin dudas que viene a ser la (feliz) copia de la Casa de las Ideas de los Green Lantern Corps deceístas; puesto que estos también son un grupo policial que protege la galaxia y cuyos miembros son de distintas razas (no obstante en la primera peli de los Guardianes, los Nova Corps están simplificados y son todos de la misma raza).
     Luego tenemos el arco argumental más complejo dedicado a uno de los ¿Mortales? cósmicos más poderosos de Marvel: Warlorck, quien sin dudas puede rivalizar fácilmente con Thanos.  Pues este posee un desarrollo aún mucho más interesante a lo largo del programa, puesto que llegamos a ser testigos de su renacimiento, desde que es un bebé, hasta que se hace adulto.  Este interviene en varios momentos decisivos del show y en su camino se cruza un villano ya conocido y quien complica más todo, para nuestros queridos Guardianes de la Galaxia.
    Así que como pueden darse cuenta, esta segunda temporada no puede ser más «güena» y ello se agradece.  Ojalá tengamos a este grupo en la pantalla chica por largo tiempo y siempre con la misma calidad o incluso mejor.  Ahora solo cabe esperar pronto esté la tercera tanda de capítulos completa y la pongan en Netflix para disfrutarla junto a mi regalón Amilcar, que por lo que supe aparece nada menos que el Arácnido.


                                                Tráiler oficial de la segunda temporada.

domingo, 12 de agosto de 2018

La saga en su mejor momento.


      Luego de un libro algo más pausado que los anteriores, Las naves de la Tierra, la Saga del Retorno de Orson Scott Card en su cuarta entrega, llega a un punto que pareciera nos otorga el libro más logrado de ella…Y es que  Retorno a la Tierra se encuentra tan llena de emociones, que el lector sin dudas se sentirá por completo a gusto, con todas las sorpresas que esta obra le deparará.
     La vez pasada en la que estuvimos pendientes de lo que pasaba con sus protagonistas, mejor dicho de sus héroes, que más encima tienen entre sus enemigos a algunos de sus mismos familiares, nos quedamos en la antesala del gran viaje por el espacio, para llegar por fin a planeta que por millones de años la humanidad abandonó.  
     El libro está dividido en 2 partes, la primera Si despierto antes de morir, la cual trata acerca de los preparativos finales para cruzar el espacio y lo que sucede en el intertanto en que llegan a la Tierra (esto último, uno de los episodios más emocionantes de la obra y tal vez de la saga) y la segunda bajo el nombre de Descenso, que transcurre luego de un tiempo indeterminado desde que los personajes se han asentado en su nuevo hogar, formando en la práctica sino una ciudad, sí una aldea o un pueblo.  Pero esta última mitad de la narración, más encima, aborda además su contacto con otras dos especies inteligentes, autóctonas del lugar, ya que tras eras desde que los hombres dejaron su cuna, evolucionaron y desarrollaron su propia cultura.
     Desde la segunda parte de esta pentalogía, La llamada de la Tierra, los protagonistas comenzaron a tener extraños sueños con unas criaturas más o  menos monstruosas: unas parecidas a grandes ratas y a las que llamaron cavadores y otras aladas que recibieron el nombre de ángeles. Su naturaleza benigna o maligna estaba incierta hasta el momento, lo que ya en este volumen se aclara, puesto que la trama le dedica unos cuantos pasajes a sujetos claves de esta especie y quienes serán fundamentales para que se logre la comunicación entre sus comunidades y la de los Antiguos, como bien llamaban a los humanos desde antes que estos volvieran a la Tierra ¿Y cómo es posible este conocimiento previo? Mejor descubrirlo por propia cuenta de uno.
      La primera parte de la novela ya nos muestra la importancia que tendrán dentro de esta y la que viene, las nuevas generaciones, es decir, los hijos del grupo original salido de Basílica para cumplir con los propósitos del Alma Suprema. Es así que personajes ya conocidos como Oykib y Chveya, quienes más encima acá se hacen pareja y tienen su propia descendencia, consiguen convertirse en personajes entrañables y vitales para los acontecimientos.  En un principio vemos cómo las divisiones entre los mayores, que más bien responden a los egoísmos de algunos pocos (como bien sabemos), no ha trastornado a que los por entonces pequeños puedan establecer relaciones fraternales entre sí  (si bien igual se describe el juego de poder entre los menores de edad); sin embargo, luego queda consignado que algunos vástagos han sido “contaminados” por sus padres, tal como sucede con el primogénito de Elemak (cómo no), quien hereda lo peor de este. 
      Luego de tantas veces en que han sido perdonados villanos, como el recién mencionado Elemak y Mebbekew, más como un acto de amor que de piedad por parte Nafai y el resto, estos dos no pueden parecernos más desgraciados llegados a este punto de la saga.  El primero ha llegado al punto de humillar a su propio padre de manera espantosa, orquestando además los peores complots contra su gente; mientras que el segundo, incluso nos parece mucho más maldito que el anterior, pues por pura cobardía sigue a su hermano mayor y ante su incapacidad para ser autónomo (salvo para acostarse con todas las mujeres que pueda), se permite justificar muchos actos deleznables de su parte, tal como el intento de asesinato (una vez más) de gente de su propia sangre. La violencia orquestada por estos dos, tiene su peor momento en un crimen pasional que sucede una vez asentados en la Tierra, en uno de los episodios más sangrientos de esta serie de libros.
    Si continuamos con la impronta negativa que poseen en la historia los 2 hijos mayores de Volemak, nos volvemos a encontrar con el tema del sexo, como una pasión desbordante que entre los individuos más deplorables expresa justamente su naturaleza más bestial.  Si un homosexual reprimido como Zdorab, ha aprendido a inhibir sus impulsos, con lo que queda de manifiesto su personalidad heroica, gente como Elemak, Mebbekew, Kokor y Sevet (recordemos a estos otros personajes), las igual conflictivas hijas de Rasa con el ya fallecido villano Gaballufix, ostentan lo peor de sí a través de su erotismo desbordante.   Entonces, casi como si se tratara de una visión moralista, Card nos muestra el sexo en poder de personas como ellos, a manera de arma para manipular a los demás, así como de una demostración de posesión de sus parejas (ya que nunca los ven como a sus iguales); en cambio, nuestros héroes mantienen su sexualidad en privado, como una verdadera manifestación de su ternura y amor por quienes les acompañan.  Luego podemos seguir hilando fino, que nos pareciera que Card censura el adulterio y pese a ser mormón, no está de acuerdo con los matrimonios en los que los hombres, tenían bastantes esposas en su religión antiguamente; cabe recordar que de las costumbres de Basílica (en la que los enlaces duraban hasta que las mujeres anulaban sus contratos conyugales), se pasó a la idea de familias más nucleares y que es bien sabido en sus obras, este aspecto es fundamental en su obra. 
    También con respecto al tema central, destaca el empoderamiento que toma la figura de la mujer a lo largo de estas novelas y en especial en la que ahora mismo nos reúne.  Es así como en esta ocasión cabe mencionar la evolución por la que han pasado personajes tales como Eiadh, la esposa de Elemak: pues quien antes fuese visto como una fémina superficial, ahora ya convertida en una madre responsable, exhibe grandes dotes de heroísmo, al enfrentar a su manera al cada vez más odioso de su esposo.  De igual manera, la ocasión en la que esta sacrifica sus propios deseos para beneficio mayor de la comunidad, cuando recibe los agradecimientos de las otras de su género, representa sin dudas la nobleza anónima de todas aquellas que en la vida cotidiana, deben enfrentar atrocidades como las de su marido y aun así manteniéndose con la frente en alto.
     Continuando con el lugar de las mujeres dentro de esta entrega, viene a ser la científica genetista Shedemey, quien nos brinda por igual uno de sus mejores pasajes: cuando se enfrenta ella sola, a las huestes liderados por el gran villano de las últimas dos novelas de la saga, Elemak (¿Quién otro más?).  Distinta en muchos sentidos al resto de héroes que ya conocemos, la vemos optar por su propio camino, ahora que sus hijos han crecido.  Resulta por un lado triste y, por otro, admirable su nueva opción de vida, la que la convierte sin dudas en otros de esos poderosos personajes creados por Orson Scott Card.  Junto a ella no podía dejar de estar Zdorab, su esposo con el cual posee tan especial relación, quien también obtiene en estas páginas sus propios actos heroicos.

     En lo que concierne a las dos razas y culturas con las que se encuentran los viajeros y posteriores colonos de Armonía en la Tierra, llama la atención el contraste que encontramos entre ángeles y cavadores.  Es así que los primeros se muestran, tal como dice su nombre, como una especie pacífica y de carácter más o menos matriarcal; a estos mismos los cavadores los llaman reses del cielo, ya que se los comen.  En cuanto a los otros, denominados como demonios por sus víctimas, resultan ser más bien belicosos y con un sistema patriarcal.  No obstante a lo largo de esta obra, nos vamos dando cuenta de que ambas sociedades están emparentadas más allá de ser roedores evolucionados, lo que tiene que ver con su origen y costumbres que otorgan varias sorpresas más a los lectores.  Ninguna de ambas especies sabe o considera a la otra como sujetos pensantes y sintientes, hasta que entran en contacto con los humanos y con quienes los lazos luego se estrechan bastante, hasta convertirse ello en uno de los pilares argumentales de esta novela.  Luego, la intervención de los seres humanos, quienes son considerados como dioses entre estos, nos lleva al tema del impacto negativo o no, que pueden tener civilizaciones más avanzadas en otras, una vez que estas llegan a un lugar con estas características e intervienen en el curso normal de sus vidas; por lo tanto el impacto de este encuentro es abordado en la novela, aunque siempre bajo la mirada más optimista hacia nuestra naturaleza.  Tampoco se puede olvidar el papel que cumple la religión dentro de todo esto, puesto que el detalle de que los humanos sean dioses para los autóctonos y cómo se usa este conocimiento para controlarlo, viene a ser otro ejemplo de cómo un cruce de este tipo, deja su huella en los pueblos que están en estas condiciones.
     Entre los mencionados “autóctonos” cabe mencionar a 3 (o más bien 4) individuos:
     Desde las filas de los cavadores se encuentra otro personaje femenino destacable, la igualmente heroica Emezeem, quien significativamente entre los suyos posee una apariencia diferente y que por ello ha sido despreciada; es así que quien era considerada una paria, luego se vuelve líder entre su gente, con lo que a través de ella podemos darnos cuenta que ser distinto no significa ser menos que otros y que, al contrario, cualquiera nos puede sorprender con todo lo bello que puede haber dentro de sí.  

     “La madre de Emeez la llevó a la caverna sagrada cuando tenía seis años. Era un lugar milagroso porque era subterráneo pero no lo había cavado la gente. Así era su forma, un regalo de los dioses; ellos lo habían creado, así que ahí llevaban a los dioses para adorarlos. 
      La caverna era extraña, áspera y húmeda, no seca y lisa como los túneles de la ciudad. Un agua lodosa goteaba por doquier. Su madre le explicó que el agua dejaba una diminuta cantidad de limo con cada gota, y que con el tiempo formaba las macizas columnas. Pero ¿cómo era posible? ¿Acaso las columnas no sostenían el techo de la caverna? Si las columnas se formaban con el goteo del agua durante tantos años, ¿cómo se había sostenido el techo en un principio? Pero su madre le explicó que esta caverna estaba hecha de piedra.
       —Los dioses abren agujeros en las montañas así como nosotros arrancamos trozos de piedra para nuestras espadas. Pueden sostener un techo de piedra tan ancho que no llegas a ver el otro lado, ni siquiera con la antorcha más brillante. Y ningún viento, por fuerte que sea, puede arrancar el techo del túnel de los dioses. 
      Por eso son dioses, supongo, pensó Emeez. Había visto los efectos de una tormenta en la parte alta de la ciudad, donde había derribado tres árboles-techo de modo que la lluvia y el sol entraban en lo que antes eran cuartos de juegos y salas de reunión. Tardaron días en sellar los pasajes y crear nuevos túneles para reemplazar el espacio perdido, y durante ese tiempo dos primos y tres primas se habían quedado con ellos. Su madre se había vuelto loca, y a Emeez poco le había faltado. Eran gente reservada y tranquila, y no sabían vérselas con esos fisgones entrometidos. ¿Qué es esto, aprendemos a tejer a tan corta edad? Oh, sin duda ya te has fijado en algún joven apuesto que acaba de salir en su primera cacería, cosa pequeña y bonita. Una mentira. Porque Emeez no era una cosa pequeña y bonita. No era bonita. 
     No era pequeña. Y por cierto no era una cosa, aunque mucha gente la tratara como tal. Por lo pronto, era demasiado velluda. A los hombres les gustaban las mujeres de vello sedoso, no oscuro y tosco como el de ella. Y su voz no era atractiva. Trataba de hablar como su madre, pero Emeez no tenía esa musicalidad.”


      Luego destacan como ángeles pTo y Poto, ambos hermanos gemelos (que en realidad dentro de su especie son mucho más que ello, ya que están ligados de una manera más estrecha de lo que podamos imaginar), quienes son los primeros de entre los suyos en acercarse a los humanos, superando con ello su temor y respeto a quienes consideran deidades.  Su encuentro con los también llamados “antiguos”, resulta ser mucho más conmovedor que en el caso de la cavadora, como una muestra increíble de amor filial y nobleza; luego, cuando se conocen con la familia de nuestro querido Nafai, bien se puede decir que se trata de uno los pasajes más bellos de la saga.   En todo caso, je, no puede dejar de ser gracioso el nombre de estos personajes para los lectores chilenos, ya que acá al trasero (o culo como le dicen en España) le llamamos poto.

      “Un hombre joven tenía muchas cosas que hacer, había muchas tareas que la comunidad le exigía, aunque ya estuviera casado, y con una mujer notable como Iguo. Dado el extraordinario progreso de pTo, los demás querían emularlo, esperaban de él que fuese un modelo para los jóvenes. 
      Pero no todos. Muchos sólo lo consideraban un chasco, un escándalo en el peor de los casos. Era demasiado joven. Iguo sólo se había casado con aquel chiquillo porque su bisabuela Upua había hecho lo mismo con Kiti. Casarse con un hombre joven se había convertido en tradición familiar para las mujeres de ese linaje, y pTo no era Kiti, como muchos se apresuraban a señalar. 
      —Tú no eres Kiti —dijo Poto, el otro-yo de pTo. 
      —Mejor para ti que no lo sea —comentó pTo—. Su otro-yo murió el año en que él hizo su escultura y fue escogido por Upua. 
      —No puedes ir por ahí haciendo locuras. No van a perdonarte nada. Si eres brillante, dirán que eres altanero. Si titubeas, dirán que te habías excedido en tus ambiciones. Si eres cordial dirán que eres condescendiente. Si eres orgulloso dirán que eres soberbio. 
      —Entonces da lo mismo que haga lo que quiera. 
      —Sólo recuerda que también arrastrarás mi nombre por el lodo. Si tú eres un lunático, ¿qué soy yo? 
      —Una pobre víctima de mi locura —respondió pTo—. Quiero ir a la torre. 
      Descansando en la gruesa rama de un árbol, vigilaban un rebaño de gordos pavos. Los pavos eran bastante dóciles, demasiado tontos para saber qué les deparaba el destino. El peligro eran los diablos, pues les gustaba robar los rebaños de la gente. Los diablos eran criaturas haraganas que nunca hacían su propio trabajo, salvo cavar horribles agujeros en el suelo y tallar el corazón de los árboles. Durante la temporada de partos, acudían en gran número, y a veces robaban hasta un tercio de los neonatos de ese año. Por eso tanta gente había perdido a su otro-yo. Durante el resto del año, en cambio, perseguían bandadas y rebaños. 
      —Estamos de guardia —dijo Poto. —Estamos vigilando lo que no debemos —insistió pTo—. Los Antiguos de la torre son las criaturas más importantes del mundo.”

      Asimismo, un nuevo villano entra en escena, el cavador Fusum y quien pretende quitarle su poder a Emezeem, valiéndose para ello de sus engaños.  En cierto sentido este viene a ser la contrapartida entre los suyos del por igual hambriento de poder Elemak, con quien se asocia para cada uno sacar provecho de esta complicidad; no obstante, la asociación entre los dos se sostiene más en la necesidad, que en el aprecio mutuo (y habrá que ver luego cuál de los dos es más astuto y logra superar al otro).
     En cuanto al desenlace de esta novela, no puede dejar de recordarnos al episodio bíblico de la salida de los judíos de Egipto, liderados por Moisés; claro que en esta obra la huida, o más bien el periplo de los personajes, se realiza de una manera menos dolorosa que en el texto bíblico y que implica la muerte de los inocentes primogénitos.  Como siempre la pluma magistral de Card logra cautivarnos, con instantes inolvidables, que incluso le dan la oportunidad a varios de los protagonistas para brillar frente a nuestros ojos.


miércoles, 1 de agosto de 2018

Lo único que queda es luchar por nuestros sueños.



     Tras verme, por fin, el final de Sense8 se me ocurrieron varios títulos para cuando escribiera mis impresiones al respecto; uno fue Un canto a la vida, pero considerando todos los muertos que dejaron los protagonistas en su camino a la victoria,  bien me pareció inadecuado y por eso opté por este otro…Que a la larga eso hicieron los sensetes: luchar hasta las últimas consecuencias para poder ser libres y no hay que olvidar que su particular especie (una paralela a la de los homo sapiens, tal como pasa con los X-Men en los cómics marvelitas), no era otra cosa que una metáfora sobre el derecho a ser distintos y la belleza de la diversidad.
     El programa creado por las ahora “dos hermanas” Wachowski, Lana y Lili (¡Quién se lo iba a imaginar!) y J. Michael Straczynski, estaba condenado al limbo de los shows acabados antes de tiempo y sin darle un final a sus acontecimientos y personajes (todo por la culpa del maldito raiting).  Pero tal como otros títulos del género que consiguieron un grupo importante de seguidores incondicionales (tal como sucedió con la serie original de Star Trek, Farscape y Firefly), estos hicieron tal presión a sus productores a través de diversas campañas, que Netflix en su caso se decidió por darle un último episodio como bien se merecía.  Es así que a  poco más de un año después de haberse estrenado su segunda temporada y ser cancelada, el 6 de junio de este año fue estrenado un especial de nada menos que dos horas y media de duración, por medio del cual se ataron los cabos sueltos pendientes.
     Este último capítulo no da respiro a sus público, que estaba deseoso de reencontrarse con sus seductores protagonistas, entre principales y secundarios (bueno, cabe recordar al villano, Whispers, que de tan retorcido que es no puede ser más desagradable), puesto que se encuentra lleno de acción e intriga de principio a fin.  Es así que este comienza justo donde nos dejaron al término de la segunda temporada, con Wolfgang en las garras de la siniestra organización científica que lleva tiempo sometiendo a su especie para sus egoístas fines, mientras que sus amigos y “familia” intenta rescatarlo, como de paso deshacerse de la amenaza que significa para ellos esta gente.  Por lo tanto, la trama del especial gira en torno a la liberación del alemán y la lucha contra los villanos que tendrá su culminación con verdadera espectacularidad.
     Bien podría decirse que todos los personajes o al menos la mayoría de los que conocimos durante el desarrollo de Sense8, aparecen en este ocasión, sino durante el transcurso del especial, sí en su emotivo desenlace tras el hollywoodense clímax, en el que sensetes y toda su gente festejan lo que han conseguido: la libertad que en algún momento llegaron a perder (incluso salen los intolerantes padres de Nomi, en un momento que aunque cursi con su intervención, ante la idea de darle un final dulzón a los protagonistas, uno puede llegar a aceptar este tipo este tipo de indulgencias).    La celebración ocurre en plena Torre Eiffel, símbolo de la emancipación, que más encima se encuentra en medio de una ciudad renombrada por su cosmopolitismo, no podía ser más significativo.  Supongo que en efecto esta escena fue filmada en ese lugar, pues un festejo como el que aquí se dio justificaba todo ello…No obstante igual hoy día los efectos especiales pueden engañarnos con credibilidad.



     Entre medio murieron criminales por montones, que pareciera que para los guionistas (entre ellos Lana y J. Michael) nos estuvieran justificando que todo vale a la hora de luchar por lo que uno quiere, incluso matar sin culpa a los malvados y a sus secuaces (que si fuésemos justos o hiláramos fino, los simples peones que trabajan para los villanos no tendrían por qué razón ser igual de desalmados que sus empleadores).  Si recordamos bien, uno de los mismos protagonistas fue policía y en esta ocasión se une a su confrontación final su antiguo compañero de filas, quien aún seguía sirviendo a la ley cuando sucede esto; lo mismo sucede con el agente coreano enamorado de la sensate Sun; es así que 2 (o más bien 3) personas que habían hecho juramento de respetar las justicia, participan de la masacre final sin ningún tipo de duda…¡Y para qué hablar del asesino y ex mafioso más seductor de las últimas series  que podamos rememorar! Me estoy refiriendo al sexy Wolfgang, cuyos métodos violentos parecieran no importar, cuando se trata de alguien tan encantador como esta.  En suma, esta matanza indiscriminada solo se puede entender ante una visión maniquea de la vida, que tal como aparecen los rivales de nuestros héroes, todos ellos son tan faltos de empatía y por completo manipuladores, que exterminarlos viene a ser en la práctica un favor a la humanidad.
     De igual manera el humor no faltó y las habituales (como esperadas) escenas de sexo (¿poliamor?), solo pudieron ser apreciadas en los últimos minutos de este especial.  Sin dudas los más “impactante” de todo, esto fue algo a lo que mucha gente estaba expectante: La consolidación o no del segundo ménage à trois entre los personajes: el de los sensates Kala y Wolfgang (este otra vez en el foco de la atención), con el esposo de la primera, un hombre “normal” que recién en este episodio de larga duración (en la práctica una película) se entera de los secretos de su mujer ¿Aceptará Rajan compartir a la mujer que ama y más ahora en que por fin ambos amantes están juntos físicamente en el mismo lugar? La respuesta a esa interrogante es mejor que la descubra el propio espectador, que puede le dé más de una sorpresa.
     El aprecio y agradecimiento hacia los incondicionales de la serie, por parte de sus responsables, se refleja en las propias palabras de estos, pues les dedican esta obra.  Por otro lado, no deja de ser gratificante ver en los créditos a Lana (que no reconocí a nadie más), los actores y a todos los que trabajaron a lo largo del periodo en el que se realizó Sense8, disfrutando de ello.  Es así que se nota el amor con el que está hecho algo como este programa, donde hay un compromiso por hacer algo que no solo sea entretención y ganar dinero, sino que sus creadores crean firmemente en los principios expuestos en su argumento: Que todos tenemos derecho a ser plenos y felices, pues no importan las diferencias, el amor es un sentimiento que nos puede unir a todos, si en verdad nos compenetramos con quienes nos rodean.
    Por mi parte recordaré con mucho cariño este título y a sus personajes (bueno, a unos más que otros, je), que gracias a la recomendación de mi querido amigo Luciano, la vi en una época muy significativa para mi vida y por ello mismo tengo otro motivo más para tenerle tanto aprecio.  


                                                             Tráiler en español latino.
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