Tras verme, por fin, el final de Sense8
se me ocurrieron varios títulos para cuando escribiera mis impresiones al
respecto; uno fue Un canto a la vida, pero considerando todos los muertos que
dejaron los protagonistas en su camino a la victoria, bien me pareció inadecuado y por eso opté por
este otro…Que a la larga eso hicieron los sensetes:
luchar hasta las últimas consecuencias para poder ser libres y no hay que
olvidar que su particular especie (una paralela a la de los homo sapiens, tal
como pasa con los X-Men en los cómics marvelitas), no era otra cosa que una
metáfora sobre el derecho a ser distintos y la belleza de la diversidad.
El programa creado por las ahora “dos
hermanas” Wachowski, Lana y Lili (¡Quién se lo iba a imaginar!) y J. Michael
Straczynski, estaba condenado al limbo de los shows acabados antes de tiempo y
sin darle un final a sus acontecimientos y personajes (todo por la culpa del
maldito raiting). Pero tal como otros títulos del género que
consiguieron un grupo importante de seguidores incondicionales (tal como
sucedió con la serie original de Star Trek, Farscape y Firefly),
estos hicieron tal presión a sus productores a través de diversas campañas, que
Netflix en su caso se decidió por darle un último episodio como bien se merecía. Es así que a
poco más de un año después de haberse estrenado su segunda temporada y
ser cancelada, el 6 de junio de este año fue estrenado un especial de nada
menos que dos horas y media de duración, por medio del cual se ataron los cabos
sueltos pendientes.
Este último capítulo no da respiro a sus
público, que estaba deseoso de reencontrarse con sus seductores protagonistas,
entre principales y secundarios (bueno, cabe recordar al villano, Whispers, que
de tan retorcido que es no puede ser más desagradable), puesto que se encuentra
lleno de acción e intriga de principio a fin.
Es así que este comienza justo donde nos dejaron al término de la
segunda temporada, con Wolfgang en las garras de la siniestra organización
científica que lleva tiempo sometiendo a su especie para sus egoístas fines,
mientras que sus amigos y “familia” intenta rescatarlo, como de paso deshacerse
de la amenaza que significa para ellos esta gente. Por lo tanto, la trama del especial gira en
torno a la liberación del alemán y la lucha contra los villanos que tendrá su
culminación con verdadera espectacularidad.
Bien podría decirse que todos los
personajes o al menos la mayoría de los que conocimos durante el desarrollo de Sense8,
aparecen en este ocasión, sino durante el transcurso del especial, sí en su
emotivo desenlace tras el hollywoodense clímax, en el que sensetes y toda su gente festejan lo que han conseguido: la
libertad que en algún momento llegaron a perder (incluso salen los intolerantes
padres de Nomi, en un momento que aunque cursi con su intervención, ante la
idea de darle un final dulzón a los protagonistas, uno puede llegar a aceptar
este tipo este tipo de indulgencias). La celebración ocurre en plena Torre Eiffel,
símbolo de la emancipación, que más encima se encuentra en medio de una ciudad
renombrada por su cosmopolitismo, no podía ser más significativo. Supongo que en efecto esta escena fue filmada
en ese lugar, pues un festejo como el que aquí se dio justificaba todo ello…No
obstante igual hoy día los efectos especiales pueden engañarnos con
credibilidad.
Entre medio murieron criminales por
montones, que pareciera que para los guionistas (entre ellos Lana y J. Michael)
nos estuvieran justificando que todo vale a la hora de luchar por lo que uno
quiere, incluso matar sin culpa a los malvados y a sus secuaces (que si fuésemos
justos o hiláramos fino, los simples peones que trabajan para los villanos no
tendrían por qué razón ser igual de desalmados que sus empleadores). Si recordamos bien, uno de los mismos
protagonistas fue policía y en esta ocasión se une a su confrontación final su
antiguo compañero de filas, quien aún seguía sirviendo a la ley cuando sucede
esto; lo mismo sucede con el agente coreano enamorado de la sensate Sun; es así que 2 (o más bien 3)
personas que habían hecho juramento de respetar las justicia, participan de la
masacre final sin ningún tipo de duda…¡Y para qué hablar del asesino y ex
mafioso más seductor de las últimas series
que podamos rememorar! Me estoy refiriendo al sexy Wolfgang, cuyos
métodos violentos parecieran no importar, cuando se trata de alguien tan
encantador como esta. En suma, esta
matanza indiscriminada solo se puede entender ante una visión maniquea de la
vida, que tal como aparecen los rivales de nuestros héroes, todos ellos son tan
faltos de empatía y por completo manipuladores, que exterminarlos viene a ser
en la práctica un favor a la humanidad.
De igual manera el humor no faltó y las
habituales (como esperadas) escenas de sexo (¿poliamor?), solo pudieron ser
apreciadas en los últimos minutos de este especial. Sin dudas los más “impactante” de todo, esto
fue algo a lo que mucha gente estaba expectante: La consolidación o no del
segundo ménage à trois entre los
personajes: el de los sensates Kala y
Wolfgang (este otra vez en el foco de la atención), con el esposo de la
primera, un hombre “normal” que recién en este episodio de larga duración (en
la práctica una película) se entera de los secretos de su mujer ¿Aceptará Rajan
compartir a la mujer que ama y más ahora en que por fin ambos amantes están
juntos físicamente en el mismo lugar? La respuesta a esa interrogante es mejor
que la descubra el propio espectador, que puede le dé más de una sorpresa.
El aprecio y agradecimiento hacia los
incondicionales de la serie, por parte de sus responsables, se refleja en las
propias palabras de estos, pues les dedican esta obra. Por otro lado, no deja de ser gratificante
ver en los créditos a Lana (que no reconocí a nadie más), los actores y a todos
los que trabajaron a lo largo del periodo en el que se realizó Sense8,
disfrutando de ello. Es así que se nota
el amor con el que está hecho algo como este programa, donde hay un compromiso
por hacer algo que no solo sea entretención y ganar dinero, sino que sus
creadores crean firmemente en los principios expuestos en su argumento: Que
todos tenemos derecho a ser plenos y felices, pues no importan las diferencias,
el amor es un sentimiento que nos puede unir a todos, si en verdad nos
compenetramos con quienes nos rodean.
Por mi parte recordaré con mucho cariño
este título y a sus personajes (bueno, a unos más que otros, je), que gracias a
la recomendación de mi querido amigo Luciano, la vi en una época muy
significativa para mi vida y por ello mismo tengo otro motivo más para tenerle
tanto aprecio.
Tráiler en español latino.
Elwincillo: No terminé de ver la serie, pues me cansó un poco que no se avanzara en la trama. A pesar de dar vueltas en el mismo argumento,me gustó mucho la interacción del grupo :cómo presentan al sexo como esencialmente goce, independiente del género y la pareja que tengan.No es que me sienta identificada, jjajaj, es que creo que el sexo era una de las cosas que unía al grupo.Bueno voy a terminarla en algún momento.Besos
ResponderEliminarVale
Como siempre, Che Vale, me alegra pillarte por acá y más todavía que seas mi más leal lectora entre mis amigos (al resto que así los pille Nyarlathothep). Fíjate que a mí nunca me aburrió esta serie y por eso despedirla fue algo agridulce para mí.
EliminarCreo que esta serie merecío mejor suerte, su concepto no terminó de cuajar entre el público, al menos tuvo la suerte de tener un final, y no quedar inconclusa como muchas otras series vanguardistas que quedan tiradas por no convencer , no forzosamente por mala calidad.
ResponderEliminarSaludos Elwin, gracias por tu reseña.
Bueno, qué se le va a hacer en el mundo de la TV gringa, que no le importa la calidad de sus productos (puesto que es un negocio), si no la "cochina plata".
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