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domingo, 6 de marzo de 2022

¡James Gunn la lleva!



1. El nombre/hombre detrás de todo.
 
     En 2014 se estrenó en cines en buena parte del mundo Guardianes de la Galaxia, una cinta de antihéroes de Marvel bastante desconocidos para la mayoría, la cual batió récords de taquilla e hizo que sus entrañables personajes se ganaran el corazón de buena parte del público; unos años después, en 2017, llegó la secuela y esta también con todos sus actores principales en pantalla… Cabe mencionar el importante detalle de que el director y guionista de ambas películas, era un tal James Gunn
     ¿Y quién era este sujeto que consiguió tales éxitos, al hacer que personajes de segunda línea hasta entonces, lograran el estatus de estrellas a la par de los archipopulares Capitán América, Spider-Man y Thor? Pues se trataba de un artista que ya llevaba un buen tiempo haciendo carrera en el cine, primero en producciones de la Troma (empresa de películas “Serie Z”, de muy bajo presupuesto y pertenecientes a géneros de terror, ciencia ficción, artes marciales u otros), quien luego fue escalando a grandes producciones hollywoodenses, hasta conseguir que Disney/Marvel se interesara en él. 
     La relación entre el cineasta (también actor) y el poderoso imperio mediático iba muy bien, hasta que unos viejos comentarios de Gunn en las redes sociales, de carácter misógino y en general poco políticamente correctos, salieron a la luz (obviamente con malas intenciones); de modo que los censores de la moral del poderoso imperio mediático, decidieron despedirlo de sus futuros proyectos juntos, para no ser involucrados en su supuesto descenso en el intento de cancelarlo. 
     Fue cuando entonces, nada de tontos, los DC aprovecharon que estaba disponible y lo llevaron a sus cuarteles, para que este se encargara de revitalizar al Escuadrón Suicida, luego del desastre que fue su inicial incursión en la pantalla grande; así que le encargaron hiciera una secuela, que les permitiera conseguir un triunfo, como el que desde hace tiempo andaban buscando con sus personajes de cómics (y que solo habían logrado de manera irregular). Debido a la actual pandemia, recién se pudo estrenar a mediados del año pasado El Escuadrón Suicida (la segunda parte, que tontamente posee ese nombre engañoso y donde solo le agregaron el artículo que antecede al nombre del equipo, para diferenciarlo de la primera parte).  No recaudó los millones que se esperaba en las salas, puesto que igual en aquellos tiempos aún no era tanta la audiencia que iba a los teatros, debido al miedo y a las restricciones por el Covid-19; no obstante, la crítica y el público ovacionaron la labor de Gunn y del resto de sus responsables, convirtiéndose en todo un éxito en streaming.
     Con tan buen material a manos de los productores y del propio realizador, quien rescató esta vez para la Distinguida Competencia a varios de los personajes más estrafalarios y desconocidos de sus revistas, dándoles inolvidables reinterpretaciónes, se decidió darle a uno de estos su propio show televisivo y así continuar insuflándole vida al decaído Universo Extendido DC; el elegido, nada menos que Pacificador (Peacemaker), un asesino de lo más curioso, que pese a su errática personalidad logró hacerse simpático para la gente, siendo que fue interpretado con carisma por el masculino (y guapo) John Cena.  Así que Peacemaker, junto a un par de caras también conocidas, más varios nuevos personajes muy interesantes, llegaron a nuestras casas gracias a HBO Max, siempre de la mano del mentado James Gunn.
 
2. ¿Quién es Peacemaker?
 
     No solo Marvel y DC han creado superhéroes en Gringolandia, que debemos recordar que ese tremendo personaje que es Shazam era originalmente de Fawcett y que solo en los setenta comenzó a ser publicado por DC.  Teniendo en cuenta la existencia de otras editoriales, muchas de ellas hoy ya desaparecidas lamentablemente, un lugar especial en la historia de esas empresas viene a tener Charlton, en la cual trabajaron genios de la industria como el mismo Steve Ditko, quien creó para sus revistas a un personaje tan maravilloso como lo es Question (hace rato también de DC, que compró los derechos del personaje, junto con otros de la extinguida marca).  Es así como, entre sus justicieros, todos ellos luego pasados a la Distinguida Competencia, también se encuentran algunos otros muy queridos por los más ñoños de la casa, como el Capitán Atom y Blue Beetle (este otro también de creación de Ditko).
    Teniendo en cuenta lo anterior, es cuando nos encontramos con Peacemaker, un paladín empecinado en conseguir la paz a cualquier costo, incluso matando a sus enemigos (representantes del mal que debía acabar) sin dudarlo.  En su primera encarnación solo tuvo 5 números su revista en 1967, si bien fue presentado en otra a finales del año anterior.  Tras el reinicio de DC luego de la llamada Crisis en las Tierras Infinitas (1985-1986), se incorporó por fin a la continuidad oficial de su nuevo “hogar” y se le actualizó su origen con una miniserie de solo 4 números; lamentablemente su presencia en DC fue bastante esporádica o casi nula y solo ahora gracias al éxito de la película y la serie que lo tienen en pantalla, ha logrado la presencia que necesitaba para destacar.
    Interesante es el detalle de que cuando Alan Moore y Dave Gibbons hicieron su obra maestra Watchmen (1986-1987), originalmente deseaban usar personajes de Charlton Comics, ya entonces pertenecientes a DC; pero al prohibírselo, tuvieron que hacer sus versiones de estos y de ese modo el Comediante fue su reinterpretación de Peacemaker.
    Por último, ha habido otros dos Peacemaker en DC, aunque no con la misma relevancia que hoy posee el original Cristopher Smith.


 
3. La serie.
 
3.1 Trama.
 
    Luego de los eventos de El Escuadrón Suicida, que no terminaron muy bien para Cristopher Smith/Pacemaker, este es recontactado por la misma agencia que lo mandó en misión para Santa Prisca, aunque ahora es supuestamente el único en su “tipo” (metahumano o no) que trabaja en secreto para el gobierno dentro del nuevo grupo con el cual le toca trabajar; ayudado por un par de viejos personajes, que ya conocimos en la mentada cinta, más dos nuevos que debutan en el programa, se ve involucrado en un caso que trata sobre ciertas “mariposas” y el cual requiere con urgencia sus habilidades extremas, ya que los superhéroes “políticamente correctos” no se pueden involucrar en algo así ¿Y entonces quién se ensucia las manos por el bien común, sin sentimiento de culpa alguno? Así que ahora, por fin, el protagonista tiene un equipo en el que, en verdad, poco a poco, va consiguiendo lo que le faltaba: el sentimiento de pertenencia y el conocimiento de la lealtad y hasta de la fraternidad.  Mucho le espera a nuestro ahora en formación antihéroe, con muchas sorpresas divertidas, graciosas y hasta emotivas, de modo que estos solo primeros 8 episodios que comprenden la primera temporada (todos escritos por James Gunn y la mayoría dirigidos por este), bien que valen la pena… ¿Y para qué contar más detalles de qué va, si es mejor descubrirlo por uno mismo?
 
3.2 Valores.
 
    Una de las primeras cosas que podemos destacar de este show, es cómo consigue humanizarnos a los personajes, partiendo por su singular personaje principal y quien gana un montón de matices gracias a la profundización en su historia personal (su pasado), motivaciones y conflictos personales.  Asimismo, el trabajo con el resto de los coprotagonistas, que rápidamente consiguen hacérsenos simpáticos e interesantes (atención especial por Adebayo, sin dudas mi favorita y de seguro de un montón de gente más), nos entregan un dramatis personae que incluye hasta unos villanos dignos de una obra del realizador, que son el mejor complemento para hacer de Peacemaker, la opción ideal para pasarla bien desde principio a fin.
     Hay varios guiños al mundillo deceísta, tanto en lo que concierne a los personajes más populares de sus publicaciones (conocidos por los menos ñoños, gracias a sus adaptaciones audiovisuales), como algunos de los más bizarros y que nos alegran la vida al ser recordados por Gunn y compañía (como Bat-Mito y el Hombre Cometa).  Respecto a todo esto, los chistes “blancos” y los de más grueso calibre, sobre algunos de los íconos más destacados, tal cual Superman y Aquaman, también vienen a ser muy bien recibidos por el público.  Queda de manifiesto el saber enciclopédico sobre DC, que tiene su realizador (bueno, tal vez apoyado por unos cuantos otros expertos en la materia), al incluir dentro de la historia a nombres clásicos, aunque ya hace rato fuera de continuidad como Vigilante, Dragón Blanco y Judomaster. Por cierto: atención especial al regalito que nos hacen en el último capítulo, con dos cameos muy graciosos.
     No está de más destacar el hecho de que, a diferencia de otros shows basados en las franquicias DC, este es un programa absolutamente para adultos, donde la violencia y la sexualidad están bastante presentes (aunque la sangre nunca llega al nivel de títulos como Daredevil o el Castigador).  Hay desnudos femeninos y cuasi masculinos (y otra vez vemos a John Cena con su ajustado calzoncillo, que hasta parte del culito muestra).  No es una serie “políticamente correcta” y eso se agradece, que de ese modo no caen en los populismos y podemos optar por una producción distinta, en lo que concierne a este tipo de personajes; abordando temáticas más adultas y utilizando justamente un humor irreverente, que es imposible encontrar en algo de carácter más familiar.  Respecto a todo esto, los diálogos inteligentes y chispeantes, con hartas alusiones a la cultura popular, explotan que da gusto la ficción y la realidad, con alusiones directas al cine (por ejemplo, It), programas de televisión (como Cobra Kai), la música, entre otros.
 
3.3 Personajes.
 
Christopher Smith / Peacemaker: Quien le da nombre a este título y es el principal motor, ahora consigue simpatizarnos, porque descubrimos el corazoncito que hay detrás del asesino frío que pensábamos era; un sujeto con un “origen secreto” digno de Shakespeare, cuyo único amigo era nada menos que un águila y luego lo más cercano a una relación con otro humano, es con un tipo mucho más raro que él mismo.  Puede parecernos a veces alguien de pocas luces, pero en más de una ocasión nos sorprende por su elocuencia y capacidad para adaptarse a la eventualidad.  Detrás de sus capas de hombre duro, falto de empatía y casi sexópata, sí existe una persona con una sensibilidad por la cual podamos tener aprecio.  Hay que destacar la labor de Cena, que nos demuestra que sí sabe actuar bien, mostrándonos varios cambios de humor de manera verosímil en pantalla.
 
Leota Adebayo:  El personaje “dulce” de la serie, quien representa a la persona común y corriente que se ve trasplantada de pronto en el mundo de lo extraordinario, es una mujer afrodescendiente que consigue sintonizar más que nadie con el singular protagonista.  Casada con otra mujer, es uno de los mejores personajes LGTB que he tenido el gusto de ver en un programa, puesto que presentan su condición con tal naturalidad, que así debiera ser en la ficción y en el mundo real, sin discursos proselitistas, ni eufemismos.  Si bien no es la única en el grupo que guarda un secreto, destacable es su cercanía muy estrecha con un personaje de primer nivel, dentro de Universo Extendido DC.
 
Emilia Harcourt:  Uno de los dos personajes, aparte del propio Peacemaker, salidos de la cinta del año pasado sobre el Escuadrón Suicida, incorporados a la serie que hoy nos ocupa.  Se trata de una recia mujer experta en uso de armas, defensa personal y lucha cuerpo a cuerpo.  Le toca acompañar a Smith en sus misiones y apoyarlo.  Aparentemente de indiferente y calculadora, como es de esperar, también en ella encontramos nobleza y por algo le tocó encargarse del antiguo recluso criminal que nada con sus extraños cascos.
 
John Economos: El otro especialista “castigado” por Waller, tras haberse revelado contra ella, en la cinta que precede a este programa, es un experto en computación que se pasa buena parte de la temporada como alguien poco amistoso, aunque luego igualmente descubrimos que tiene mucho en común con el equipo nuevo en el que trabaja.  Se ve algo mayor que los demás y pese a no ser tan atlético, nos demuestra en más de una ocasión ser alguien de temer, ante las distintas eventualidades a las que se enfrenta.
 
Clemson Murn: El líder del equipo es otro afroamericano, quien se sabe posee un historial muy oscuro de violencia, trabajando en secreto por la seguridad del estado.  Como otros, se muestra en un principio muy hermético, aunque luego descubrimos su faceta más amable y un tremendo secreto que guarda por razones muy de fuerza mayor.
 
Auggie Smith: El padre de Cristopher es un supremacista blanco, que desprecia a su hijo con todo su ser, pese a que le ha cedido su equipamiento sofisticado que usa y que es por completo de creación suya.  Interpretado por un actor de la talla de Robert Patrick, quien increíblemente se ve bastante “acabado” a sus 63 años (imposible no recordar al regio madurón agente del FBI John Dogget, que interpretada en Los Expedientes-X), ignoro si su decadente apariencia es producto de la estupenda caracterización que realiza aquí o es propio de un envejecimiento prematuro.  Pese a que en más de una ocasión nos hace reír con sus ácidos comentarios, es lejos el personaje más odioso de la serie.
 
Adrian Chase / Vigilante: Otro gran acierto dentro del programa, es haber rescatado a este olvidado personaje de DC y usar su apariencia clásica para adaptarla con ingenio a la actual estética de los trajes de este tipo de personajes.  Asesino nato y con una personalidad mucho más errática que la de Smith, asegura ser su mejor amigo; aunque por los comentarios que acostumbra a hacer sobre este, lo más probable es que esté enamorado de él.  En los primeros episodios siempre lo vemos con máscara, hasta que aparece mostrando su angelical rostro de cabellos ensortijados y que contrasta con su naturaleza bizarra.


                                                Gracias por esta maravillosa intro de la serie.

martes, 7 de septiembre de 2021

¿La mejor película del DCU en años?


I. Los intentos por conseguir un verdadero bombazo.
 
     Bien es de conocimiento público y en especial de los más ñoños de la casa, que desde que se inició el llamado DCU, o sea, las películas de DC Universe para el cine y de imagen real, con la intención de competir con el UCM (es decir, las películas de Marvel para el cine amparadas por Disney… ¡Que compró los estudios!), el resultado ha sido de lo más irregular, no con tantos aciertos como se quisiera y con hartas decepciones o filmes mediocres (que al menos no encuentro ninguna francamente mala, que obviamos la versión de Liga de la Justicia para el cine, ya corregida con creces gracias al Corte de Zack Snyder).  Y es que por apurarse ante el deseo de conseguir su propio trozo de la torta, tras los éxitos marvelitas, que se iban sumando año a año luego del estreno de Iron Man, se notó que le faltaba la cohesión que tantas divisas le dio al otro bando.  Más encima, liderados por el buen Zack Snyder, se optó por darles un tono oscuro (adulto, violento y serio) que en muchos sentidos no solo contrastaba con sus rivales, sino que terminó por agotar demasiado rápido su propuesta.  Debido a lo anterior, películas como Batman versus Superman, por igual la mencionada versión para el cine del equipo más famoso deceísta e incluso la primera película sobre el Escuadrón Suicida, tuvieran un montón de críticas, lo que se arregló en parte cuando salieron las versiones extendidas de estas (aunque no fueron tan vistas por el público, salvo quienes las compramos en su edición en blu-ray, que ignoro si se encuentran en algún sistema de streaming).  Pero hay que ser justos y las películas en solitario de Wonder Woman, Aquaman y ¡Shazam! mejoraron el panorama, más positivas y al estilo de lo que el UCM nos ha ido acostumbrando, pero aún estaban lejos de llegar al nivel de los grandes crossovers fílmicos de Marvel; solo se pudo conseguir tan anhelado deseo, en parte, cuando este año  vio la luz la consabida versión de Snyder de su película más ostentosa.
    He mencionado de manera somera Escuadrón Suicida, un largometraje al que le tengo cariño y que en su momento me hizo escribir nada menos que dos post inspirados en su metraje; todavía me gusta, aunque con suerte me llega a entusiasmar al nivel de las producciones del UCM, incluso de aquellas sobre cómics de la Casa de las Ideas que no son de esta seguidilla, en especial las anteriores (como la trilogía de Spider-Man por Sam Raimi o la injustamente vapuleada por muchos Daredevil…) ¡Y para qué hablarles de la seguidilla mutante que tanto amo! (en especial las de mi adorado Wolverine y las muy graciosas de Daedpool).  Pues a mucha gente no le gustó dicha obra, considerada entre lo peor del DCU (lo que no me parece y es que nadie puede negar que lejos, LEJOS, lo más deficiente de sus ofertas es la aburridísima Aves de Presa), quizás porque solo dos de sus personajes eran populares para el público masivo (Guasón y Harley Quinn) y el resto, si bien entre los amantes de las historietas son bastante relevantes y habían aparecido en numerosas adaptaciones animadas y de imagen real, no eran lo que bien podríamos tildar de populares.  El tema, es que lo mejor que le pudo salir a esta apuesta fue el debut de la villana/antiheroína, estupendamente encarnada por la preciosa Margott Robbie.  Por otro lado, igual no fue resultaron tan estrepitosas las recaudaciones de esta cinta y pese a que no fue lo que se quiso de ella, se continuó con la idea de hacer una secuela, la que en un principio haría el mismo director que realizó la primera, David Ayer… Entonces fue cuando los planes cambiaron, cuando Disney/Marvel mismo y sin desearlo, le concedió la oportunidad a DC para conseguir a uno de sus mayores artífices de éxitos.
 


II. En el amor y en la guerra todo se vale.
 
    Pese al pasar de los años y a que Disney se supone ha ido mejorando su política oficial por terrenos que “celebran” la diversidad (étnica, cultural y sexual), la multinacional del Ratón Mickey en muchos aspectos continúa siendo tan conservadora y preocupada por el “qué dirán”, como en sus años más dogmáticos.  Fue que debido a unos viejos comentarios en redes sociales (ignoro con qué grado de responsabilidad y/o irresponsabilidad) de parte de Sean Gunn, el director y guionista de esas dos joyas que son las películas sobre los Guardianes de la Galaxia y que los incomodaron cuando salieron a la luz, optaron por no querer verse más relacionados con su persona; de ese modo, cayeron en el juego de la espantosa “cultura de la cancelación”, despidiéndolo cuando ya estaba preparando la tercera película, sobre el “desconocido” grupo que él había conseguido llevar a la fama.  Así que como Gunn estaba disponible y como había demostrado su capacidad para hacer verdaderamente entrañables, para el público masivo, a los personajes más raros de los cómics, amén de lograr una cinta que dieran grandes divisas a los productores, no dudaron en olvidarse de Ayer y firmar un buen contrato con el ex empleado de la competencia (tema viejo ya entre ambas empresas, en los cómics me refiero, donde solo unos pocos guionistas y dibujantes se han quedado en un puro lugar y es que hasta Stan Lee flirteó con DC…  Y para qué hablar del paso de los actores de un “universo” a otro como Zachary Levy y Ben Afleck, que de Marvel se pasaron a DC y ahora se habla de que Henry Cavill se va a ir a Marvel para hacer de nada menos que de Hércules)
   Estrenada a mediados de este año, se trata de una película que ha causado sensación en muchos sentidos, aunque en general con respuestas positivas por parte del público y la crítica Antes de ir a la trama, debemos recordar qué es el Escuadrón Suicida en sí: Pues este corresponde a un equipo de individuos con habilidades extraordinarias, los que se llaman metahumanos en DC, que por lo general son criminales a los que se les ofrece reducir su condena y a cambio de trabajos de carácter “suicida” para el gobierno.  Sus integrantes, por lo general de carácter rotativo por razones obvias, realizan su labor manejados por la mano dura de Amanda Waller, quien lleva a cabo los reclutamientos y el seguimiento de las misiones en el más estricto de los secretos.
    Luego de tener claro qué es este super equipo, podemos saber de lo que va en pocas palabras el filme que hoy nos reúne.  Una “república bananera” latinoamericana se ha vuelto un peligro para el mundo (y en especial para USA), de modo que deciden al más puro estilo “nosotros somos los héroes y quienes mandamos”, mandar más de un pelotón a eliminar al nuevo dictador y a los suyos.  Sin embargo, lo que parece que va a ser algo simple no lo es tanto, puesto que el arma que tienen sus adversarios es algo nunca visto antes.  Luego, ante un conflicto de tales dimensiones, el trabajo entre sujetos tan dispares y en la práctica parias dentro de la sociedad, no solo se complica y hace más difícil, sino que hace surgir lo mejor que había escondido dentro de ellos (la mayoría) y lo peor de lo que ya era la escoria del mundo libre gringo.
 
III. El aporte de Sean Gunn.
 
   Es obvio que el realizador sabe escribir una muy buena historia, usando personajes de toda índole y sacando algunos de los más raros de entre las viñetas, como incluso rescatando varios nombres olvidados de esta.  Luego consigue darles una increíble caracterización, que no tenían en sus versiones más ridículas, así como hacer que sus individualidades funcionan tan bien en equipo, entre inesperadas amistades y graciosas enemistades entre sí.  Además, consigue usar de la manera más ingeniosa y divertida, elementos varios de estos cómics, entre lugares y verdaderos íconos de tales historias.  Respecto a la última virtud suya mencionada, es que destaca por sobre todo el nombre de Starro, una entidad clásica dentro del universo deceísta, que solo los ñoños de más “rancia alcurnia” ubicamos y que en este caso llega a provocar ovaciones orgiásticas en el público de este tipo.  Por último, la suma de toda esta mezcla conseguida con tanta genialidad, no deja de provocar interés en el resto de la audiencia, la que se encuentra ante ideas tan “locas” y entretenidas, que son recursos habituales en el noveno arte, pero que Gunn logra llevarlas con tanta espectacularidad a la pantalla grande. 
    Por otro lado, el director también hace un estupendo trabajo detrás de la cámara, sacando lo mejor de los actores, donde tenemos verdaderos talentos ya consagrados, como el siempre solvente Idris Elba (a estas alturas uno de los histriones afroamericanos a los que más estimo), la también morenaza Viola Davis (¡La adoro hace rato!) y un en ascenso John Cena (quien nos regala a los interesad@s en él, una escena que con gusto no olvidaremos, je).  Asimismo, la preciosa Margot Robbie se redime tras la porquería que la tuvo como protagonista (no la menciono no más, porque no vale la pena… ¡A la infame película me refiero!) y el veterano Peter Capaldi está irreconocible como uno de los villanos, tan gracioso igual, que resulta todo un placer ver cada una de sus intervenciones.
     No podemos olvidar cómo nos engaña, con tanta inteligencia, Gunn casi a principio de su nueva cinta, haciendo que la trama tome un giro inesperado, otro detalle valioso.  De igual manera, cabe destacar su lealtad a dos actores por los que se nota siente aprecio y que ya estuvieron con él durante su carrera junto a la competencia; del par mencionado, es Michael Rooker el que lejos se roba la película, en su breve y potente participación (que el otro es Silvester Stallone, que aquí está “irreconocible”).  Por otro lado, maravilloso el equipo de segundones que hizo acompañar a la “perra” de la Waller, quienes le dieron un sentido mucho más atractivo y cómico, a todo lo relacionado con esta mujer con tantos cojones. Asimismo, el discurso político que está implícito detrás de este espectáculo, que se nutre del juego de poderes entre el imperialismo gringo y las dictaduras de los países pobres, a los que manipula a su antojo, es algo bastante valiente de su parte y que hay que aplaudir.
     Mucho colorido, jocosidad y hasta una que otra escena emotiva, en esta pieza que celebra lo más entretenido que puede ser (en el sentido más ligero de la palabra) un cómic de “superhéroes”, sin estos paladines y dosificado con violencia para el público adulto, que quiere algo distinto al típico producto familiar del UCM, aunque sin perder la luz de la que adolecieron los productos más serios de DC (incluyendo la sacrosanta Trilogía de Batman).


                                                                             Tráiler.

domingo, 23 de febrero de 2020

Entretenida, simplona...desechable.


1. ¿Quiénes son las Aves de Presa?

    El universo DC es rico en grandes personajes femeninos, desde que en plena Edad de Oro (años treinta y cuarenta del siglo pasado) comenzó a orquestarse su imaginario. Es así, que de esta época datan féminas ficticias hoy tan famosas, incluso entre quienes no leen cómics y entre las que podemos nombrar a Louise Lane (la eterna enamorada de Superman/Clark Kent), Wonder Woman (la Mujer Maravilla para los hispanohablantes y lejos la más grande de las superheroínas) y Catwoman(Gatúbela, primero villana enamorada de Batman y luego antiheroína y vigilante de Ciudad Gótica). Luego tras engrosar el número de estas damas de la historieta, a principios de los noventa los artistas Chuck Dixon (guión) y Gary Frank (dibujo),  tuvieron la idea de crear al primer equipo femenino de justicieras deceístas y de ese modo nació Aves de Presa.
     Conformado originalmente solo por Oráculo, la ex Batichica Barbara Gordon, luego de quedar lisiada tras los eventos de La Broma Asesina por culpa del Guasón (estamos hablando de una de las mejores novelas gráficas de Batman, escrita por el genio "complicado" de Alan Moore y bellamente ilustrada por Brian Bolland) y ahora convertida en una importante informante para los superhéroes y Canario Negro (la segunda en llevar ese nombre, hija de la justiciera también aparecida en la Edad de Oro), tras ganar adeptas fue aumentando sus filas. De ese modo, se les unieron nombres tales como Cazadora, Batichica, Katana, Big Barda, Power Girl e incluso la villana Hiedra Venenosa, durante un tiempo en el que quiso reformarse.
    Por cierto, en la muy recomendable serie animada de Batman el Valiente, podemos ver una muy divertida versión de este equipo, en su tercera temporada; episodio que incluye canciones y fue escrito por una de las grandes guionistas del cómic gringo, Gail Simone (responsable de una de las mejores etapas de esta agrupación).



2
. El esperado regreso de Harley Queen al cine y la versión descafeinada o para las masas de Aves de Presa.


    Para mucha gente lo mejor del filme de El Escuadrón Suicida es Harley Queen, la alocada, simpática y adorable ladrona que se robó las cámaras en todo momento, al punto de opacar a sus compañeros de la historia. Si bien este personaje creado por Paul Dini y Bruce Tim para Batman: La Serie Animada, como comparsa femenina del Guasón, cobró pronto gran popularidad y ello hizo que años después de su debut fuese el primer personaje salido de un cartoon en formar parte del canon oficial de las historietas de DC, la interpretación de la hermosa Margot Robbie, como Harley Queen en dicha cinta (menor) hizo hablar; de ese modo, poco después se planeó hacerle un filme para ella solita o donde oficiara de protagonista principal. Fue así cómo tuvimos la "suerte" de que se la convirtiera, en el título que hoy revisamos, en la inesperada responsable de la formación de esta agrupación, prescindiendo de la heroica Barbara Gordon/Oráculo, completamente obviada en esta producción.
     ¿Y de qué va esta película, que viene a ser no solo el primer largometraje de este año en materia de cómics del género, sino que también la primera obra en celebrar en 2020 el empoderamiento de la mujer en materia de historietas? (recordemos que aún nos falta Wonder Woman 1984, también de DC y Black Widow, de Marvel). Pues tal como dice su subtítulo, aborda la independencia de la antigua enamorada del Príncipe Payaso del Crimen y quien ahora abandonada por este, hace lo posible por encontrar su lugar en el mundo; claro que como la fémina desequilibrada que es, harto le cuesta y no se le ocurre otra cosa que hacerlo por las vías ilegales. Es entonces cuando se cruza en el camino de un sanguinario mafioso, Máscara Negra, quien está empecinado en conseguir un raro diamante y para ello pone precio a la cabeza de una pequeña ladronzuela, la que se convierte en la protegida de nuestra loca favorita. De paso, la protagonista debe escapar de una empecinada agente de la policía y también se encuentra con otras dos mujeres de temer.


3. Revisión MUY personal de la película.

    Supongo que la directora Cathy Yan hizo lo que pudo al contar con tantos actores a su haber, tres de ellas verdaderas estrellas, un presupuesto decente que le permitió darse sus gustos a la hora de contar con la mayor espectacularidad posible su encargo...y un guión deplorable, hecho para contentar de la mejor manera a una audiencia que no pide mayores esfuerzos intelectuales, en digerir algo como esto. Pues hay humor, acción y se intenta lograr algo de emotividad (¿de conseguir cierta sensibilidad femenina, quizás?), pero la trama aburre y el ñoño más exigente queda con gusto a poco; incluso el seguidor deceista más acérrimo, puede tener la sensación de que lo han estafado, luego de que las últimas producciones para el cine de estos cómics lograron remontar, gracias a los éxitos que son Aquaman, ¡Shazam! y en mayor medida la multipremiada Guasón...Así que ya me imagino, lo que pensará sobre esta cinta el público que no pertenece al "selecto" grupo de frikis.
    En la película no solo contaban con la maravillosa Margot Robbie, para deleitarnos con su talento y belleza, sino que además tenían a nada menos que Ewan McGregor como el principal antagonista; no obstante, desarrollaron su rol (Máscara Negra, uno de los grandes villanos de la galería del Murciélago) como a un "malo" de opereta y que cuando por fin se pone la prenda que le da su nombre, esta no puede ser más fea, al punto de que de seguro un cosplayer tendría un mejor atuendo que el que aquí vemos.
     Por otro lado, el filme significó el regreso a las grandes producciones hollywoodenses de Rosie Pérez, una excelente actriz latina que en su juventud realizó muy buenas cintas y la que al menos por estos lares estuvo por años desaparecida; el tiempo no pasa en vano y reencontrarse con ella no solo es un gusto, sino que se le ve avejentada y aún así realiza un papel que implica bastante despliegue físico. En esta ocasión le tocó hacer nada menos que de René Montoya, mucho más mayor que como sale en las viñetas, un querido personaje del universo batmaniaco y que luego se convirtió en la segunda Question (el entrañable investigador de las teorías conspiratorias, creado por el maestro Steve Ditko). Cabe mencionar que en las historietas Montoya es lesbiana y está faceta suya en la película que hoy nos reúne no fue considerada, lo que tal vez sí lo hubiesen abordado habría dado un tono más serio y/o adulto a la trama; en cambio, sí hicieron un breve guiño a una bisexualidad por parte de la mismísima Harley Queen y jugaron con una relación homosexual ambigua entre Máscara Negra y su mano derecha Víctor Zsasz (así que como diríamos en Chile, fue solo un "saludo a la bandera" la inclusión a la diversidad sexual).
     Pero nuevamente los grandes estudios, cuando se trata de contentar a público masivo gringo, sí se preocuparon de tratar la diversidad étnica y ello lo hicieron como siempre para ser "políticamente correctos", cambiando la raza de un famoso personaje de cómics, de caucásica a negra...¿Y quién fue la “afortunada”? Pues la icónica superheroína Canario Negro, quien más encima aparece con un simulacro de traje que para nada se parece al sexy atuendo con el que sale en las revistas, sino que en verdad es cualquier otra cosa (a diferencia de otras adaptaciones audiovisuales donde sí le han sacado provecho, como Liga de la Justicia Ilimitada y Arrow). Además, con suerte tiene la personalidad atractiva de las dos Canario Negro de los cómics, por no mencionar otros detalles que mejor los descubra quien no ha visto esta obra y desea probar suerte con ella.
     Una película de Aves de Presa no podía existir sin la también muy atractiva Cazadora, otra tremenda vigilante de Gotham, que en un principio apareció como la hija de Batman y Gatúbela, Helena Waynne; no obstante, luego los eventos de la Crisis en las Tierras Infinitas de mediados de los ochenta, que resetearon el Universo DC, nos dio su mejor versión a través de Helena Bertinelli, la hija de una familia ítalo norteamericana mafiosa que resulta ser la única sobreviviente de una masacre, perpetrada por sus rivales, la que luego se venga contra estos ya adulta y por último bajo el alero de Batman se vuelve justiciera por cuenta propia (si bien por diferencias severas entre ambos, su relación resulta bastante complicada).  Pues acá tenemos nuestra versión de la Cazadora, quizás dentro de lo mejor de la cinta y supieron hacer muy bien los flashbacks sobre su pasado tormentoso; empero el personaje está desperdiciado, carece de diálogos inteligentes y de peso y además la hacen llevar un atuendo espantoso… ¿Qué problema tienen para que en las adaptaciones audiovisuales de imagen real donde sale, son incapaces de vestirla como en los cómics? (que posee lejos una de las vestimentas más atractivas para una justiciera DC) Si lo han hecho con Star Girl, Supergirl y otras más, que siempre han salido espectaculares en la pantalla, cuál es la razón de mostrarla tan poco sexy (pues en la espantosa serie de televisión de Aves de Presa- justamente olvidada por razones obvias- y en Arrow apareció con trajes horribles).
    Y, por último, es cuando llegamos a lo que me parece el personaje más desagradable de esta película, la niña o adolescente carterista Cassandra Cain, de la cual tomaron el nombre de otra tremenda heroína, quien fue la tercera Batichica.  Pues este sucedáneo, resulta ser una chica que se la pasa casi toda la película dándosela de la más astuta, la que mete en problemas al resto por sus “maldades” y más encima, trata de hacerse la simpática con sus morisquetas y comentarios sarcásticos.  Sinceramente la odié y me recuerda mucho a esos personajes infantiles odiosos, metiches que salían en producciones antiguas y en especial de la TV.
     Por otro lado, pasando a un tema más serie y/o escabroso, la cinta pareciera tener un discurso misándrico, en el sentido de que presenta al género masculino de forma muy poco halagüeña: y es que los hombres en ella salen como sujetos cobardes, traicioneros y poco inteligentes; de este modo, son las mujeres no solo quienes "llevan la batuta" en la trama, sino que aparecen como las únicas por las cuales uno puede llegar a sentir admiración (¿Seré acaso yo el único que se fijó en este detalle o estaré hilando demasiado fino?). Por ende, una obra que promueve la independencia femenina al extremo de prescindir de la igualdad de sexos y que cae en este tipo de actitudes, me parece por completo antivalórica, por mucho que trate acerca del compañerismo femenino.
     No tengo más que decir de esta cinta, que sinceramente no la pienso volver a ver y creo que es lo peor desde que comenzó la fiebre por hacer películas basadas en historietas.


     El tráiler teaser (con parodia a It, más encima) promete más de lo que da este bodrio.


domingo, 1 de octubre de 2017

Despedirse de Len Wein o Regreso al Mundo de Watchmen. Octava parte: Dollar Bill.


1- Palabras por Len Wein.

     En marzo de este año no más nos tocó enterrar a Berni Wrighson, el famoso dibujante de cómics e ilustrador, cocreador de ese personaje tan emblemático de DC como lo viene a ser la Cosa del Pantano.    Su compañero en tal labor fue otro maestro de las historietas, Len Wein, quien realizó el guión de tal obra.  Al comenzar mi serie de posts dedicados a las novelas gráficas llamadas Antes de Watchmen, ya en la primera entrega mencioné al escritor, dedicándole posteriormente varios párrafos en mi entrada a la novela gráfica sobre Ozymandias…Pues cuando hice mi investigación sobre este último artista, de inmediato me di cuenta de su tremenda impronta en el mundo editorial, recordando además (en especial) cuánto disfruté de su trabajo para la colección de Hulk en los setenta (bueno, al menos de lo que he leído de ella); pues aparte de que en esa misma década nos dio al ya mencionado elemental de la Tierra, también dio origen a nada menos que Wolverine, para Marvel, justamente en la revista sobre el Coloso Esmeralda.  Es así que tengo el gusto de poseer tan histórico número, en uno de los tomos de la Biblioteca Marvel de Panini (no niego que me encantaría ser dueño de una edición mejor, ojalá a color y en tapa dura, pero peor es nada ¿No?).  De igual manera hace años, cuando solo de vez en cuando me compraba historietas y por lo general solo a muy bajo costo, gracias a unos compilatorios con los que comenzó la editorial Unlimited (made in Chile), adquirí una antología de bolsillo sobre los X-Men y entonces creo que fue de ese modo que me leí por primera vez algo de este señor…Pues venía nada menos que el también célebre Giant Sise X- Men, en el que el profesor Xavier reúne a un grupo de mutantes internacionales para rescatar a sus primeros alumnos de las garras de la isla viva de Krakoa…¡Otra verdadera joyita!
      Resultaría injusto dejar en este pequeño homenaje a la memoria de Len Wein, su contribución para la Mujer Maravilla de principios de Post Crisis, si bien fue ideada y dibujada por George Pérez, a finales de la década de los ochenta.  Y es que cuando su compañero empezó a escribir los primeros arcos argumentales, Wein se encargó de los diálogos y con ello logró realzar de ese modo la calidad literaria del cómic.  Una vez que esta nueva Diana de aquel entonces consiguió estabilizarse dentro de este universo DC, recién George Pérez pudo tener la independencia necesaria como para tener pleno control de la colección.
      No he pasado tanto tiempo con Len Wein como yo quisiera y de seguro cuando no sabía aún tanto sobre autores destacados del llamado noveno arte, me habré leído de seguro alguno que otro de sus trabajos sin tener conocimiento de ello.  Debo admitir que de todo lo que hizo, que fue bastante a lo largo de sus 69 años (¡Qué temprano se nos fue!), lejos me encantaría tener y disfrutar su paso por X-Men y Batman, sin dudas considerados entre sus mejores labores (aparte de sus dos grandes creaciones y a las que ya me he referido).  En otras palabras, me queda mucho por leer de este señor, por quien tengo un gran respeto, puesto que justamente de todas las miniseries de Antes de Watchmen, es nada menos que su historia para Ozymandias la que más me agrada.
       La semana pasada no más tuve el gusto de por fin comprarme la miniserie Legendas de DC, correspondiente al primer evento anual de la compañía, tras el reinicio de la mayoría de sus cómics tras la gloriosa Crisis en las Tierras Infinitas.  Importante trama que viene a ser responsable de la actualización que se hizo en aquellos años de varios personajes clásicos deciístas, como el villano Darkseid, el superhéroe Shazam (por aquel entonces conocido como Capitán Marvel) y el grupo de justicieros juveniles de los Teen Titans, yo sabía que contaba con maestros de la talla de John Byrne en el dibujo (el mismo del relanzamiento de Superman en esa misma época, sin dudas de lo mejorcito del Azuloso) y John Ostrander (quien nos concedió su Escuadrón Suicida en esta misma miniserie y luego se encargó de su propia serie, otro verdadero hito en las historietas)…Sin embargo grande fue mi sorpresa cuando me enteré de que los diálogos los había escrito Len Wein y que según el editor de tal evento, Mike Gold y quien luego hizo una muy interesante Introducción para el tomo compilatorio, había sido escogido debido al enorme conocimiento de este acerca de tales personajes.  Por supuesto que llegué a mi casa feliz con mi reciente adquisición, que por años tenía pendiente leerla (y, bueno, aún no lo hago, je).

Junto a mis regalones, Brunito y Amilcar, más mi joyita aquí mencionada.
2- Dollar Bill.  El Dibujate: Steve Rude.

     Nacido el 31 de diciembre de 1956 en USA (¡Qué fome la fecha, justo cuando la gente anda desfinanciada por Navidad y, por otro lado, en plenas vísperas de Año Nuevo!),  corresponde a otro importante artista visual con una larga trayectoria en muchas editoriales, trabajando en las aventuras de un montón de destacados personajes como Batman, Hulk y Spiderman.
      Además de su paso por un montón de títulos como ya ha quedado claro, es reconocido por ser el cocreador de Nexus, junto al guionista Mike Baron, siendo esta una historieta de ciencia ficción y llena de algunas de las razas alienígenas más curiosas del medio.  Aparecida a principios de los ochenta, ha pasado por varias editoriales de las manos de sus creadores y a través de varias miniseries, justamente por tener estos el control absoluto de dicha marca (lo que lamentablemente casi no sucede con sus colegas).
       Su estilo cuidado lo ha convertido en un gran portadista, al usar una técnica propia de la publicidad clásica, a través de imágenes en tonos pasteles y en poses heroicas, como también idealizadas de los personajes, lo que bien se puede apreciar en la preciosa imagen que hizo para su propia versión de la portada de Dollar Bill (que también como otras de Antes de Watchmen, contó con al menos dos alternativas, como una de Jim Lee y otra de Daryn Coocke), que atendiendo al origen del superhéroe rememora los famosos carteles nacionalistas de propaganda del Tío Sam.
       Pese a su ya mencionado estilo, para este one-shot optó por una estética más cercana a la de los cartoon, que ya vimos en la primera miniserie, dedicada a los Minutemen, quizás por el hecho de que su argumento ocurre en la misma época dorada de estos vigilantes y también debido al regreso del humor en el guión hecho por Lein, luego del dramatismo de al menos las dos anteriores entregas (Dr. Manhattan y Rorschach).
        Destacados galardones ha recibido Rude en numerosas ocasiones, entre ellos el Kirby, el Eisner y el Harvey, premios otorgados por su pincel que está considerado entre los grandes del cómic (si bien no es tan prolífico como otros artistas y en mi caso, hasta antes de esta historia no lo ubicaba de nombre).


3- El cómic.

        Narrado en primera persona por parte de su mismo protagonista, William Benjamin Brady, más conocido como Dollar Bill, es la historia de sus “orígenes secretos”, incluyendo su auge y particular caída.  Si bien quienes conocemos de antemano la obra original en la que aparece este sujeto, el final de su carrera como Minutemen es bastante conocido (el que dio lugar a un muy inolvidable homenaje/parodia en Los Increíbles de Pixar), siendo además uno de sus miembros más desconocidos, el enfoque dado por Len Wein lo convierte en este solo número en alguien entrañable...Cabe mencionar antes de referirse de lleno a su historia, la manera de cómo el guionista rompe con la realidad, al hacer que un Dollar Bill “extracorpóreo” sea quien nos cuenta su vida, todo desde un punto de vista ya lejano y con los ojos de cierta sabiduría luego de haber pasado por una existencia que en una primera instancia se podría considerarse como banal; pues este hombre reflexiona frente a lo pasado, tanto acerca de lo que fue su existencia, como sobre quienes lo rodearon (destacable viene a ser cuando emite sus juicios moralistas, debido a los intereses amorosos de su compañera Silueta, propios de la época hasta cierto punto y aun así es capaz de valorar otros aspectos sobre ella, por sobre su estrecha visión de mundo).
         Dollar Bill se nos presenta como el típico jovencito iluso e inexperto de muchas ficciones gringas, que se deja llevar por devenir de los acontecimientos (deportista que tuvo su momento de gloria, como muchos superhéroes arquetípicos) y quien debido justamente al azar llega a convertirse en el representante de una cadena de bancos que simula ser un justiciero.  Luego en un intento de darle a su vida un sentido más trascendente, decide unirse a los Minutemen y con lo que se enriquece esta pequeña (aunque valiosa) novela gráfica, al permitirnos conocer desde sus propios ojos lo que significa ser uno de ellos.  Por otro lado, resulta considerable el cambio espiritual por el que pasa el muchacho, al decidir abrazar el ideal superheroico, en medio de sujetos que en realidad no todos son elogiables y que gracias a lo hecho por los autores él sí aparece como alguien respetable.  Debido a todo esto, el cómic se adentra en la búsqueda de una persona imperfecta (como todos nosotros), haciendo que en poco más de 20 páginas consiga volverse alguien mejor.
        Siendo esta la última de las entregas de Antes de Watchmen sobre sus superhéroes (nos estarían quedando dos más, una de ellas también escrita por Len Wein, aunque con una orientación diferente como ya quedará claro en sus respectivos posts), no dejan de intervenir el resto de los vigilantes creados por Moore y Gibbons, lo que hace de su breve lectura algo aún más grato.

viernes, 16 de junio de 2017

La Mujer Maravilla triunfante.


       Para quienes llevamos años amando (y no en secreto) a Wondy, como cariñosamente llamamos a la más importante superheroína de los cómics (y no solo de DC), que hicieran una película suya de imagen real era un sueño que por largo tiempo albergamos en nuestro corazón y eso que por largo tiempo se vio esta posibilidad como algo difícil de concretar.  Luego de la ya clásica serie de televisión de los setenta (1971-1975) con la espectacular Linda Carter (¡Mijita rica!), solo pudimos darnos en el gusto con sus varias versiones para los cartoons, siendo sin dudas su interpretación en la ya clásica Liga de la Justicia de Paul Dini y Bruce Timm, su mejor adaptación para los medios audiovisuales hasta el momento.  Con posterioridad se le dedicó un filme animado directo para la venta en 2009, para nada de carácter infantil y bastante admirable, por cierto  Luego gracias a otras animaciones de este estilo hechas por DC, se le rindió el espacio suficiente como para que destacara, pero nunca más como la protagonista principal (a diferencia de Batman y Superman, quienes sí han conseguido varios títulos en este estilo).  A su vez, el intento de crear un nuevo programa de imagen real en 2011, que lamentablemente quedó con un piloto que no pasó más allá de un primer montaje sin los efectos especiales, nos dejó con un amargo sabor de boca, al hacernos creer que no había confianza en darle este espacio a una superheroína en los tiempos actuales (aún podíamos recordar el bodrio que significó Birds of Prey, sobre los personajes femeninos de la Batifamilia, la Cazadora y Batichica/Oráculo y aún faltaba un resto para que la TV gringa se atreviera a hacer algo como Jessica Jones).  Y todo siguió así hasta el año pasado…
        Cuando se estaba produciendo Batman versus Superman (2016) se adelantó que saldría nada menos que Wonder Woman como coprotagonista y esto se concretó una vez que dicho filme fue estrenado.  Muchos podrían afirmar sin vacilaciones que la amazona se “robó la película” y es que pese a que su participación estuvo bajo la sombra de sus dos principales compañeros (que además daban el nombre a la cinta), una vez que Diana apareció con su precioso traje (sin dudas que muy bueno el diseño tipo armadura, que emulaba a su típico atuendo de los cómics), muchos de sus fanáticos nos convencimos de que por fin nuestro anhelo se había cumplido.  No importaba que físicamente Gal Gadot, la actriz a cargo del personaje, no calzara por completo con las ideas preconcebidas de una Wondy de carne y hueso: la Gadot había logrado seducirnos y ya éramos de ella.


          Ante el éxito de la participación de la Princesa Guerrera, en el igualmente esperado enfrentamiento cinematográfico entre el Caballero Oscuro y el Hombre de Acero, mientras además se preparaba el campo para la concreción de una película sobre la Liga de la Justicia (hoy en día a meses de debutar en las salas de todo el mundo), se dio el visto bueno para que la superheroína tuviese su filme en solitario.  Es así que este 2017, hace unas semanas no más, se estrenó Wonder Woman y con ello un gran éxito de público y crítica ha conseguido.
            A la hora de evaluar la realización de este largometraje, debe saberse que no es el primero que tiene a un personaje femenino de este tipo como protagonista principal, sino que es la segunda vez en que esto sucede, aunque en términos prácticos sí es la primera superheroína que obtiene su propia película hollywoodense.  Pues en 2005 se hizo un filme centrado en Elektra, aprovechando el éxito de Daredevil (2003), que en todo caso es más bien una antiheroína y  cuyos  resultados fueron un rotundo fracaso.  Sin embargo, como ya se dijo más arriba, el caso del filme que hoy nos reúne es por completo distinto y a ello se debe la preocupación de sus realizadores, quienes optaron por hacer una obra que en todos sus elementos fuese apreciada como un trabajo notable.
           La elección de una mujer en el cargo de directora, la respetada Patty Jenkins (quien demostró su valía con el drama basado en una asesina serial de la vida real, titulado Monster en 2003 y luego se curtió trabajando para la televisión en series como Arrested Developmen y Entourage) sin dudas que le otorga a esta cinta una dimensión que la diferencia de otras del género y que tiene que ver con su misma sensibilidad femenina, a la hora de tomar a un personaje ficticio tan importante como esta.  No estamos frente a un largometraje “feminista” de superhéroes (lo que sería una tontera, en todo caso) y no obstante sí es posible identificar en su metraje lo mejor de las connotaciones épicas de Wondy, sin caer en estereotipos sexistas; asimismo, el matriarcado de la isla de Themyscira (el hogar de las amazonas), no cae en la fantasiosa utopía lésbica, que en otras manos podría haberse representado.  De este modo, el mundo de las mujeres que aquí hayamos se hace verosímil, pese a sus aires míticos y además cuando llegamos a encontrarnos con el mundo de los hombres, se evita caer en satanismos gratuitos, sin mostrarnos el patriarcado como una sociedad corrupta per se y en contraposición con la idílica comunidad de las guerreras. 
No podía resistirme a sacarme una foto
con Wonder Woman en la Comic Con.
            No obstante en destacado desempeño de la Jenkins sería imposible en esta ocasión si no hubiese estado acompañada por una sólida historia, que en todo caso fue realizado gracias a la intervención de 4 artistas (uno de ellos el mismo Zack Snyder, quien comenzó esta serie del universo extendido de DC para el cine con Man of Steel).  Debe saberse que si bien en los créditos finales se agradece a gran parte de los guionistas que trabajaron en el cómic de esta superheroína (como George Pérez, Greg Rucka, Brian Azzarello, J.Michael Straczynski, Gail Simone, Phil Jiménez y William Messner-Loebs), esta versión pareciera tomarse de los elementos propios de la Mujer Maravilla en al menos tres de sus etapas: la más clásica y que corresponde a la de sus primeras historietas, escritas por su creador William Moulton Marston (en lo que concierne a su romance con el capitán Steve Trevor, que se inicia en pleno conflicto bélico mundial); el de su relanzamiento postcrisis perpetrado por George Pérez (gracias a la inclusión de su primer gran villano) y el de los Nuevos 52 gracias al trabajo de Azarello (por medio del verdadero origen secreto de la princesa Diana).
            Si bien el personaje femenino más destacado en esta adaptación viene a ser Wonder Woman, una fémina que engloba la perfección del ser humano en muchos sentidos, en este producto mediático está caracterizada como alguien que pese a todo no puede ser más creíble: pues su verdadero poder no radica en su supuesta inmortalidad, sino que en el valor de su propio coraje, que la hace ir más allá de sus propios límites y que le ototga una dignidad que la eleva por sobre otros aspectos suyos (como sus habilidades extraordinarias, que un ser humano no posee).
            Un detalle no menor para todo el que se jacte de sus conocimientos sobre el cine de superhéroes, viene a ser que al estar ambientada esta película en la primera mitad del siglo pasado y tratarse de los orígenes de esta justiciera, viene a ser la respuesta audiovisual de DC a lo realizado por Marvel con Capitán América: el Primer Vengador (2011).  La propuesta es la misma (pues desde los años cuarenta del siglo XX, que las dos grandes compañías se copian las ideas entre sí, a veces de manera descarada y otras como extraños homenajes y hasta parodias), si bien esta vez DC quiso parecer más original, al trasladar la trama a los años de la Primera Guerra Mundial y no de la Segunda, a diferencia del filme sobre el Capi (debe recordarse en todo caso, que las viñetas primarias de la amazona transcurren en medio de este segundo conflicto armado).  En todo caso, el resultado de este “osado experimento” les salió bien y en materia de recreación de este periodo histórico, en especial una vez exhibida la guerra en el frente de batalla.
         El segundo personaje más relevante dentro de esta historia, viene a ser nada menos que el capitán (y espía en esta versión) estadounidense Steve Trevor e interpretado por un ya famoso Chris Pine (el mismo joven capitán Kirk del reboot cinematográfico de Star Trek).  Tal como en los cómics más clásicos sobre la amazona, este sujeto toma el rol de ser el primer contacto de esta con el mundo patriarcal, ayudándole a adentrarse en una sociedad tan distinta a su hogar, pero a la vez tan parecida a la suya.  Por otro lado, se recoge en esta película el famoso romance entre ambos, que en todo caso aquí es abordado de una manera que se aleja de los convencionalismos más facilistas, para reflejar algo que no deja de conmover por la manera en que se desarrolla la relación entre ambos.  Este Steve Trevor contrasta en su enorme experiencia de hombre de mundo, a la particular inocencia de Diana y ello provoca varias situaciones interesantes, entre las que se encuentran algunas escenas cómicas de corte erótico y que aquí son llevadas a cabo con una inteligente sutileza, que pueden ser vistas sin que los más pequeños se escandalicen de ello (o  se den cuenta de su verdadero sentido).  Pero también esta oposición entre ambos personajes, representa un coraje mucho más humano, en un sujeto que como sucede en la realidad no es perfecto (a diferencia de su compañera) y que pese a sus propias debilidades, es capaz de superarse para lograr enormes cuotas de heroísmo.
          Acompañando a la pareja, se encuentra un trio de sujetos variopintos, extravagantes y entrañables.  Se trata de tres expertos en distintas áreas, un francotirador, un maestro del disfraz y un contrabandista.  Lo más interesante de estos tres individuos, es que corresponden a la idea actual de presentar un reparto multirracial y cultural, tan en boga en las ficciones de hoy en día y que sin embargo en su conformación, resultan verosímiles dentro del periodo histórico en el que transcurre todo.  Pues el primero es un turco, el segundo un escocés y el tercero un nativo norteamericano.  Cada uno representa una cosmovisión diferente, de la nueva sociedad en la que se ve inmersa la protagonista y quien aprende con ello, a darse cuenta de que la diversidad también forma parte de nuestro mundo, algo que no deja de ser valioso (pues en cierto sentido, en Themyscira casi no hay grandes diferencias entre sus habitantes).  Siendo el más espiritual y sabio de este trío el tercero de ellos, por razones de cercanía con el espectro místico, es el único (incluyendo a Trevor) en reconocer de inmediato la verdadera naturaleza de la princesa (hasta que los  hechos dejan claro, con quién en realidad están lidiando y qué fuerzas están involucradas en la guerra).
         Pese a sus más de 2 horas de duración, la película se disfruta de principio a fin, estando llena de emociones; entre ello lo sublime no deja de estar presente y ello corre tanto por parte de Diana, como de sus nuevos camaradas.  El espectáculo se completa con la majestuosa banda sonora a cargo de Rupert Gregson-Williams, quien hizo un trabajo musical que lejos supera a la de las dos cintas predecesoras de esta (Batman versus Superman y El Escuadrón Suicida).


Trailer Nº 1.
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