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miércoles, 14 de agosto de 2024

Si no fuera por ustedes...


     Estuvimos, a menos que me equivoque, poco más de una década y media sin tener alguna nueva serie para la televisión de Star Trek.  Solo gracias al éxito del reboot cinematográfico de J.J. Abrams de 2009, fue posible crear el interés suficiente de resucitar la franquicia para la tele y esta vez tomaron el relevo de los anteriores productores y guionistas de la recordada (y querida) "Era Berkman", otros genios del medio, muchos de ellos nombres importantes hace rato como Alex Kurtzman y Bryan Fuller, por mencionar el primero que se me viene a la cabeza.
   Así fue cómo nació Star Trek: Discovery, la segunda precuela a la Serie Original de esta longeva saga, luego de la llorada Star Trek: Enterprise.  En este caso la historia transcurre más o menos una década antes de que Kirk y compañía comenzaran sus viajes juntos.
   No faltaron quienes pusieron sus gritos en el cielo con este nuevo show, que igual daba para las polémicas el programa (para qué voy a mentirles), con el nuevo y tan alienígena aspecto que le dieron a los klingons y su juego con la llamada retrocontinuidad, que nos trajeron nuevas versiones de Sarek y Spock (a este último con barba más encima, si bien ya lo habíamos visto con una, en el maravilloso episodio clásico Mirror, Mirror, que introdujo el fascinante concepto del Universo Espejo), dos de los personajes más emblemáticos trekkers.
   Pese a todo este título fue un éxito y logró contentar a los viejos seguidores de Star Trek, así como interesar a las más jóvenes generaciones, al punto de que nos concedió la oportunidad de crear cuatro series más, siendo Picard la más emotiva de todas, al ser continuación directa del último programa creado por Gene Rodenberry; devolviéndonos a Jean-Luc y al resto de la tripulación del Enterprise-D (y E), interpretados por sus mismos actores originales, muchos de quienes no sabíamos desde al menos un par de décadas como mínimo.
   Pero volviendo al espectáculo que hoy nos reúne y despedimos, también, Discovery siguió sus propios pasos y sembró bastante, en especial cuando en la tercera temporada transportó a sus protagonistas al futuro, hasta nada menos que al siglo XXXII y allí los hizo quedarse para siempre.
    El intermedio entre una temporada y otra fue irregular y pasaron más de siete años entre el debut de esta serie y su finalización (epidemia de Covid entre medio); más encima, a partir de Discovery la cantidad de capítulos por tanda se redujo considerablemente, argumentando lo mismo que hoy en día enarbolan muchos productores: El actual alto costo de estos, que ya no hay "relleno" como antes (pues ahora está la tendencia de contarnos una sola historia por temporada y casi no hay tramas autoconclusivas), entre otras razones que nunca me han convencido; así fue cómo la quinta y última temporada de Discovery, solo llegó a tener diez episodios, lo que a más de alguno nos dejó con gusto a poco y con la sensación de que todo fue demasiado rápido (solo en total 65 capítulos y eso que Enterprise, que duró apenas contó con cuatro temporadas, tuvo casi el centenar de ellos).
   ¿Y de qué fue esta última temporada? Bueno, a la capitana Michael Burnham y a su tripulación les dan una misión tan secreta e importante, que se supone todo lo anterior que hicieron no es nada comparado con esto: La Federación, más bien sus altos mandos, se ha enterado de que un antiquísimo objeto se ha descubierto, el cual pertenece a una avanzadísima civilización hace eras extinguida, la cual creó a buena parte de las razas que hay en la galaxia.  Pero no solo los "buenos" de la historia están interesados en obtener esta primicia, sino que también andan detrás de ella una pareja de mercenarios y un imperio xenófobo atroz; así que la mayor preocupación de parte de los federacionistas, es que un poder tan inconmensurable caiga en manos de inescrupulosos.
   Esta última temporada tendrá de todo, desde un muy divertido capítulo de viajes en el tiempo (en el cual nos reencontraremos con un personaje al que no veíamos desde hace rato), hasta el peor y/o más aburrido de todo el programa (el encuentro con la típica especie alienígena idéntica a la humana, un recurso propio del Star Trek más clásico).  No hay episodios autoconclusivos, pero se van desarrollando varias líneas argumentales secundarias paralelas, entre las que destaca la madurez de la relación amorosa interracial de Saru y su pareja vulcana (una de las mujeres de esta raza más simpáticas que hayamos conocido hasta ahora).  También destaca que por fin profundizan en la cultura de los Brin, villanos a los que solo se les había abordado en la llamada Guerra del Dominio, durante las últimas temporadas de Star Trek: Deep Space Nine, aunque solo recién ahora pudimos conocer su verdadero aspecto, así como su cultura.
   De igual manera, se unió a la tripulación de la Discovery un nuevo Número Uno, tras la partida de Saru, un interesante personaje que, lamentablemente al ser tan corta la temporada (y la última más encima), no tuvo la oportunidad de ser desarrollado como se merecía.
   Hay bastante aventura, acción, intriga y hasta romance en esta despedida; asimismo, la relación de la trama central con un recordado capítulo de Star Trek: The Next Generation es significativa, así como cuando nos enteramos de la verdadera identidad de uno de los personajes recurrentes, en atención a Star Trek: Enterprise (gran serie que apenas ha sido tomada en cuenta en los títulos que le sucedieron).
    Por último, como fue inesperada la noticia de que esta iba a ser la última temporada de Discovery y no pudieron desarrollar de manera más completa la idea que tenían pensada originalmente, para preparar los hechos que propiciarían fuese posible el bello cortometraje Calypso, tuvieron que ingeniárselas como pudieron para hacerlo todo a la rápida.  Por todo esto, el último capítulo posee un extenso y emotivo epílogo, dentro de lo mejor de esta despedida, así que atención a ello.
     En resumen, no me parece que esta fuese la mejor temporada, pero cumplió.  Voy a echar de menos esta serie, aunque creo que se fue diluyendo en parte, por eso perdió tantos seguidores.  No obstante, la recordaré con cariño y le estoy agradecido por permitirnos que Star Trek volviera en gloria y majestad a la pantalla chica.  Para mí su mejor temporada fue la tercera y si la comparo con otros shows trekkers, es el menos logrado de todos (por decirlo de una manera bonita).


                                         Créditos de apertura quinta temporada

lunes, 12 de junio de 2023

Y al final me conquistó.

      La tercera temporada de Star Trek: Discovery nos deparó muchas sorpresas y entre ellas ver a nuestros héroes catapultados al "lejano" futuro del siglo XXX, en el cual tuvieron que revitalizar a una Federación desprestigiada, enfrentarse a una poderosa mafia y de paso hacer nuevos amigos, que implicaron los dos primeros personajes no-binarios trekkers y a otro interpretado, nada menos que, por la leyenda viviente de David Cronenberg.
   Las expectativas eran altas para la cuarta temporada, luego de todo lo que había pasado hasta el momento y de ese modo sus seguidores esperamos con ansias el regreso de la serie ¿Qué sucedería a continuación? Me dispuse a ver de una vez por todas el show, pero cuando terminé su primer episodio (de 13 en total) me sentí tan decepcionado, que hasta pensé en "botar" el programa.  Y es que no pasa mucho en este capítulo, algo indebido para conseguir engancharme; no obstante, mi amor a la franquicia era mayor y de ese modo decidí darle una oportunidad.  Recién a partir del segundo capítulo, la trama general de la temporada cobra interés y a partir de entonces ya no para, que habrán sorpresas y emociones a granel.
     La historia gira en torno a un desastre ecológico de proporciones cósmicas, por medio del cual nos encontramos con el carácter extrapolativo tan caro a la ciencia ficción y al mismo universo de Star Trek, con su mensaje tan humanista; y es que todo lo que pasará a lo largo de su argumento, girará en torno a la responsabilidad y la lealtad, con más de un gran ejemplo sobre ello. Asimismo, los grandes temas de la ciencia ficción no dejarán de estar presentes, en especial en lo que concierne a la exploración de lo desconocido (el viaje, importantísimo en la saga) y el contacto con nuevas y extrañas especies.
    Dentro de todo lo especial que sucede en esta ocasión, encontramos un romance inesperado, un suceso extraordinario que conecta con un bello cortometraje de finales de la primera temporada (¡Que vuelvan los Short Treks!), sendos episodios con el coprotagonismo de personajes secundarios de la tripulación (muy buenas sus intervenciones), una nueva vida para nuestro trill no-binario favorito, emotivos y divertidos reencuentros con viejos amigos, la despedida de una muy querida compañera y la introducción de un interesante personaje: la presidenta de la Federación, una mujer con una personalidad muy especial y ligada a la Tierra, pero no humana (¿Es mestiza con antepasados cardassianos?).  Pero aún mucho más potente que la recién mencionada, viene a ser un científico muy especial, un tipo de una inteligencia superior (incluso por sobre el resto de los genios recurrentes en estos programas), con una historia secreta que nos deparará varios momentos inolvidables.
    Por cierto, a muchos amigos trekkers no les simpatiza Michael Burnham, pues- entre otras cosas- dicen que pese a haber sido criada por vulcanos es demasiado emocional y se la pasa llorando (en todo caso, difícilmente vimos romper en llanto a los capitanes de otros shows de estos títulos, que a Picard solo lo recuerdo una vez hacerlo y vaya que se entendía su dolor, lo mismo que con Cisco en cierta situación, que de la Jenaway no tengo memoria al respecto y para qué hablarles del supermacho de Kirk, que creo ni siquiera cuando Spock falleció frente a él sollozó)... Pues atento a eso, no le quité el ojo en toda la temporada y bien puedo decir que solo en el final rompió en llanto y había razones de peso... ¡Y hasta yo lloré po'!
    Tras repasar este cuarto año de producción, tan solo el fin de semana pasado acabado por su servidor, lo recomiendo fervorosamente.  Tal como me dio muchas satisfacciones, espero que a ustedes también.


                                                                            Créditos

martes, 27 de abril de 2021

¡No me la ninguneen!


    Este post es sobre la tercera temporada de Star Trek: Discovery y las impresiones que me provocó verla, aunque me demoré un resto considerando que terminó de emitirse hace un rato ya (en enero de este año).  La experiencia fue más que grata, que quedé gratamente sorprendido y creo que lejos ha sido la temporada de esta serie que más me ha emocionado (sí, me la lloré un montón como toda una quinceañera).  Lo que me extraña, es que un grupo de “viejos trekkers” con los que mantenía contacto, hablaron pestes de ella y yo siempre les decía “para ustedes todo tiempo pasado fue mejor ¿No?”; un amigo también la encuentra espantosa, a la serie en general… Por mi parte sé muy bien que los ñoños pueden ser tan dogmáticos y cerrados como los fanáticos religiosos y/o los hinchas del fútbol y más cuando son trekkers o seguidores incondicionales de Star Wars; no les gustan que cambien las reglas del juego, que los viejos formatos cambien para adaptarse a los tiempos venideros y se les olvida que la idea es ganar plata y por ello deben atraer a los nuevos públicos, procurando adaptarse a sus gustos; esa es la única manera de sobrevivir, adaptándose, parafraseando las palabras de mi querida Siete de Nueve de Voyager y Picard.
    Bueno, vamos al grano de una vez.  Emitida entre finales del año pasado y principios de este, “solo” contó con 13 episodios (¡Adiós temporadas de 26 capítulos como era antes!), sin embargo, esto se debe claramente a lo caro que salen y es que la espectacularidad es digna de cualquier filme hollywoodense.  Como ya pasó en las temporadas anteriores, tenemos otro arco argumental para esta ocasión: La nueva vida de los tripulantes en el futuro lejano, puesto que tras los eventos previos a lo que ahora contemplamos, fueron transportados nada menos que al siglo XXXII.  En esta época, poco queda de la Federación y como representantes de esta en un sitio donde no existe tal organización, su misión es la de traer la paz y rescatar los valores de fraternidad y solidaridad que se han perdido; mucho les toca pasar para conseguirlo, pero donde hay voluntad y los principios están claros, prevalece lo mejor de uno pese a las adversidades.  Pese a lo complicado de la misión, mucho antes de lo que pensáramos, nuestros héroes se dan cuenta que no están tan solos como pensaban.
     Mucho, demasiado pasa a lo largo de esta temporada, que estamos en la práctica en “terra ignota” y pese a que se trata de buena parte de los sectores, en los que se movían antes de su más reciente viaje.  Nuevos aliados aparecen y con ello llega una tecnología tan avanzada, que todo lo visto anteriormente resulta casi una antigualla (¿No les dije que la espectacularidad prima bastante?).  Asimismo, nos reencontramos con queridas razas en su actual acontecer, específicamente con vulcanos, romulanos y trills, siendo sus intervenciones algunos de los mejores momentos de la serie.  De igual manera, el Universo Espejo regresa para un par de episodios que, sin dudas, están entre lo más graneado de la temporada. No se pueden dejar de lado los villanos y entre ellos la líder de los grandes criminales que antes de la llegada de la Discovery, hacían y deshacían a gusto, una perra que deja a la recordada Seska de Voyager como a una niña, tratándose de una orión más encima (otra especie humanoide destacada en Star Trek) y es que su gente también brilla harto en esta temporada.



     Dos nuevos personajes hay que mencionar: en primer lugar la primera persona que conoce Michael Burnham, apenas llega al siglo XXXII, un guapo morenazo que en un principio parece un tipo egoísta, pero que en realidad es un hombre de gran nobleza que la ayuda bastante y termina por convertirse en alguien muy valioso para ella y hasta para toda la Discovery (su nombre: Cleveland "Book" Booker); y luego una adolescente humana, quien guarda dentro de sí algo muy especial, llegando a la Discovery con engaños, aunque sin malas intenciones, hasta que se vuelve parte de su tripulación (Adira Tal, de quien no diré más, porque creo es mejor descubrir por cuenta propia todas las maravillas de este gran personaje).
    Nuestros viejos amigos tienen más de un momento para destacar, entre principales y secundarios.  Michael sigue siendo la misma mujer voluntariosa de siempre y aunque muchas veces se sale del protocolo, las circunstancias lo ameritan y bien valen la pena los riesgos (no falta quien piensa que es demasiado rebelde, que ninguno de los otros personajes de la franquicia habría actuado como ella y la habrían considerado como insubordinada… ¡Y vaya que tuvieron motivos para salirse de las reglas!).  Saru, mi favorito, sigue demostrando ser el mejor personaje de la serie (y ello en parte se lo debemos al gran Doug Jones, que lo interpreta de manera tan increíble y a la vez tan conmovedora), dejándonos claro sus dotes de líder y aun así tan humano pese a su naturaleza demasiado alienígena (más encima tenemos el gusto de ver a Jones sin maquillaje, cosa rara en su carrera y donde se ha vuelto famoso por actuar siempre completamente disfrazado).  Por otro lado, la dulce Sylvia Tilly nos muestra con mayores motivos todo el potencial que esconde bajo su timidez, mientras que Paul Stamets, por fin comienza a bajar la guardia para ser alguien por quien podemos sentir simpatía (es un buen personaje, aunque desde un principio su soberbia hizo que no me simpatizara, a diferencia de lo que me pasa con los protagonistas de estas series); sin embargo, es el marido del anterior, el doctor Hugh Culber, quien consigue resaltar ahora y convertirse por fin en el médico que cada serie trekker se merece (la humanidad que ha conseguido, lo hace querible sin dudas).  Y en cuanto a la Emperador Giorgio, la verdad es que está a la altura del buen Saru, también debido al virtuosismo de la carismática Michelle Yeoh, haciendo que cada intervención suya sea una delicia para los sentidos y consiguiendo que sea, al menos en mi caso, la única perra por la cual podamos sentir afecto (igual tras un buen tiempo con los de la Federación, imposible no quedar marcado por sus pensamientos y acciones y esta vez logramos apreciar cómo alguien que fue tan desgraciada como ella en el pasado, ha comenzado a ver el mundo con otros ojos, tal como la misma Discovery consigue dejar su huella en el casi caótico siglo XXXII).  Y en cuanto a los secundarios, si no me equivoco, de una vez el resto de los tripulantes del puente consiguen dejar de ser unidimensionales, destacando la rubia a cargo de los controles de la nave y la bella morenaza de pelo rizado (sorry, no me sé sus nombres).  Me estaba olvidando de la Jefe de Ingeniería, el otro personaje LGTB del programa (bueno, además incorporan este tercer año a alguien supuestamente “no binario”), una sarcástica mujer cuya relación con el estirado Stamets, nos da momentos muy graciosos (y es que en realidad me simpatiza)
      Pese a que la trama responde al estilo que está en boga hoy en día, de desarrollar una historia a lo largo de toda la temporada, la mayoría de los episodios mantienen cierto tono independiente, con una historia propia que abordar en cada ocasión, que hace todavía más amena la serie (y en especial para quienes echamos de menos los viejos tiempos de Star Trek, aunque sin ponernos graves como los fanáticos de los cuales ya les hablé arriba).  Asimismo, tenemos unos créditos de apertura nuevamente cambiados en parte, para este tercer año y donde destacan los robotitos de mantención que esta vez hacen su debut y que en el emotivo final tienen un papel relevante. 
      Cabe señalar que Jonathan Frakes (el recordado Riker de Star Trek: The Next Generation) vuelve a dirigir más de un episodio y que para placer de los amantes del cine gore de antaño, se une al elenco como un simpático secundario nada menos que David Cronenberg, quien ya está confirmado para su regreso en la cuarta temporada y que en estos momentos está en producción.
      Para terminar, los trekkers más conocedores de la continuidad de la franquicia, volvemos a tener otro emotivo guiño a la Serie Original y que nos demuestra el amor de los actuales responsables de este universo ficcional, gracias a una muy inteligente incorporación de uno de sus más célebres conceptos.


                                                                       Créditos de apertura.

sábado, 10 de abril de 2021

Otra partida de aperitivos.


Tras el éxito de la primera temporada de Star Trek: Discovery, sus responsables decidieron regalarnos nada menos que 4 cortometrajes ambientados en ese universo, 3 de ellos teniendo de protagonistas a sus personajes y uno transcurriendo nada menos que en el futuro de esa visión futurista que partió en los sesenta gracias a Gene Rodenberry. 
      Bajo el nombre de Star Trek: Short Treks, fueron estrenados en 2018 antes de la emisión de la segunda temporada de Discovery.  Luego, ya confirmada un tercer año de este programa y la creación de 3 nuevos programas trekkies, se dio paso a producir 6 cortos más, los que fueron exhibidos entre diciembre de 2019 y enero de 2020.
     Cabe mencionar que esta vez intentaron innovar más, al producir dos en formato animado (GGI, que parece a los gringos ya no les gusta el tipo tradicional, salvo para ciertos cartoons televisivos... Algo que bien deberían aprenderle a los japoneses) y solo uno de ellos tiene relación directa con Discovery; mientras que 3 (los mejores...salvo el último) son todo un anticipo a lo que se nos viene con Star Trek: Strange New Worlds, el spin-off dedicado al Capitán Pike y al joven Spock, que realmente promete mucho. En cuanto al mentado corto final, es un magnífico anticipo de los eventos que veremos en Star Trek: Picard en su ya vista (y gozada) primera temporada.

 
1. Preguntas y Respuestas: El cadete Spock (ahora sin su tupida barba que lo hacía verse tan salvaje y varonil) llega al Enterprise para realizar sus servicios.  Allí es recibido por la estupenda Número Uno (Rebecca Romjin Stamos... ¡La adoro!). Es entonces que ambos quedan atrapados en un ascensor y ambos que apenas se conocen, deben lidiar con el aburrimiento.   Muy divertido, fue una estupenda manera de comenzar con estos cortos y dejarnos ganosos de las aventuras dedicadas a Pike y compañeros.  Por cierto, el guión corre a cargo de Michael Chabon, destacado escritor que está detrás de Picard.

2. El Problema con Edward: Aún mucho más divertido que el anterior y lleno de humor, nos revela uno de los grandes misterios del universo trekker: el origen de la plaga de los tribbles.  Todo sucede cuando una simpática oficial, amiga de Cristopher Pike (que aquí por fin volvemos a ver al estupendo capitán) es ascendida a cargo de una nave; allí un acomplejado científico, cree encontrar la respuesta a la hambruna que ocurre en un planeta que deben socorrer.  En determinado punto, los momentos más graciosos llegan a ser catastróficos y en verdad da gusto cómo todo está llevado a cabo.


3. No preguntes: El Enterprise está dotándose de su tripulación y entre sus integrantes viene una joven cadete, quien en su primer día en la Nave Insignia de la Federación se encuentra con una prueba muy difícil... ¡Un motín y más encima debe cuidar a un reheo muy especial! Una gran sorpresa para el final y un nuevo personaje que ojalá veamos entre los protagonistas de Star Trek: Strange New Worlds.

 
4. La Chica que hizo las Estrellas: A mi humilde parecer el corto "malo" de esta tanda, pues peca de cursi y parece cualquier cosa, menos algo de la continuidad trekker. Consiste este en el primero del par de cortos animados mencionados más arriba y que nos retrata algo así como una historia infantil tradicional africana, que le cuenta a una pequeña Michael su padre, antes de que el destino los separe y esta sea adoptada por vulcanos.  El típico relato de autosuperación (o de seguir nuestros sueños) que tiene al menos una moraleja, se hizo demasiado estereotipado para su servidor.



5. Efrain y Punto. Con una estética diferente en su animación, resulta toda una curiosidad tanto por la trama que muestra (donde casi no hay diálogos), como por el hecho de que sus protagonistas fueron creados en exclusiva para esta pieza: una tardígrado (ese animal gigantesco que conocimos en la primera temporada de Discovery) y uno de esos robotitos de mantención que serán incorporados tan bien en la tercera temporada de la señalada serie.  A esto se le suma la inclusión de al menos un par de momentos icónicos en la cronología trekker. Por cierto, el guión fue escrito por Michael Guiachino, destacado compositor y en lo que tal vez sea su primera incursión en este arte (cabe mencionar que Guiachino hizo la banda sonora de las pelis de Star Trek de Abrams).

 
6. Niños de Marte: A mi humilde parecer, si es que no el mejor corto de esta segunda temporada, sí lejos el más hermoso y emotivo. Dos niñas, una humana y la otra alienígena, estudian en el mismo instituto y tienen a sus padres trabajando en los astilleros de Marte; pero no son amigas... Por muy divertidos que vienen a ser los 3 primeros cortos, este es el único que conserva el lado más trascendente de Star Trek y que consiste en la idea de que no importa cuán diferentes seamos, en el fondo somos iguales, porque compartimos la capacidad de amar y por ello podemos dejar de lado las divergencias en pro de una vida mejor juntos.

martes, 11 de agosto de 2020

Nuevas oportunidades para todos (II).


Nota: Segunda parte y final de mi revisión personal de la primera temporada de Star Trek: Picard.

4. Valores.

    Importante resulta ser que es la primera vez en toda la historia de las series trekkers, en la cual un programa gira en torno a civiles, si bien cabe mencionar que muchos de sus protagonistas antes fueron miembros de la Flota Estelar (partiendo por el propio Picard) y tras desafortunados incidentes ya no forman parte de ella…Así que se han unido trabajando al alero de dicha institución y de la misma Federación, quienes les han dado la espalda y en determinado momento hasta los consideran fugitivos por ir en contra de sus designios.  Por lo tanto la visión que tenemos de este futuro, donde siempre esta especie de Naciones Unidas interplanetarias fue mostrada como algo ideal para sus conciudadanos, ya no es lo que era antes y solo a unas décadas después de la película Star Trek: Némesis, la última producción ambientada en el siglo XXIV; solo bien avanzada la primera y breve temporada, nos enteramos por qué razón han llegado la intolerancia y el miedo a una sociedad antes tan “perfecta”. 
     Teniendo en cuenta lo anterior, es importante detenerse  a observar a la mayoría de los tripulantes de La Sirena, cada uno de ellos incompleto y con culpas que cargar y en ese sentido solo el romulano Elnor se aprecia como alguien por completo centrado y si bien la preciosa Siete de Nueve no vacila en su camino, su vendetta personal es un importante detalle que antes no habríamos apreciado en algún héroe de la franquicia (incluyendo algunas de sus acciones más “emocionales”.
     En todo caso, el compañerismo, la confianza y la lealtad siguen siendo baluartes dentro de este show, puesto que si bien son circunstancias muy especiales las que unen a los personajes, al final las peripecias juntos los integrarán mejor entre sí y hasta que en el emotivo capítulo final no nos quede duda de que ahora ya son una familia  (algo antes solo visto, en parte, con la tripulación del Voyager cuando se tuvieron que unir Federacionistas y Maquis, debido a su salto accidental al desconocido Cuadrante Delta); por otro lado, también es posible darse cuenta con el tiempo, de que cada uno estos viajeros por fin han conseguido recuperar el centro que habían perdido.
     Cabe mencionar que en esta temporada debut. el viaje a lo desconocido y el contacto con nuevas civilizaciones no es un tema primordial; en cambio, ahora, tenemos una gran trama que abarca todos los capítulos y como ya es habitual en la mayoría de las series (¡Pucha que echo de menos el antiguo formato y donde los mismos shows de Star Trek brillaban!), que en esta ocasión por mucho que los protagonistas vayan de un lado para otro a escenarios increíbles, lo más importante resulta ser el viaje interior que les permitirá madurar. Ahora bien, hay gran espectacularidad en lo que encontramos en medio de esto, gracias al presupuesto, los guiones y los avances de hoy en día, pero esta vez el propósito en completamente distinto: desentrañar el misterio detrás de la prohibición de los “sintéticos” y todo lo que concierne a ello, que poco a poco se nos van rebelando inquietantes detalles al respecto.


5. Regalos para los trekkers de corazón.

     Tener de regreso al buen y amado Jean-Luc, más encima interpretado por Patrick Stewart, por supuesto que es una manera de enganchar al trekker de años ya, de modo que la nostalgia viene a ser uno de los principales plus a la hora de ver este título (si bien igual lo pueden apreciar los televidentes que nunca se vieron TNG y/o Voyager).  Es así que a lo largo de toda la temporada y es de esperar en aquellas que le sigan, podemos encontrar numerosas referencias directas e indirectas a estas series.  A ver, vamos por parte dentro de lo que puedo recordar y pude identificar durante mi (re) encuentro con Picard.
     En primer lugar ver a uno de nuestros héroes favoritos, el almirante y ya anciano Picard, resulta impactante para uno.  Su vida no es lo que habríamos querido para él, aunque he ahí parte de las sorpresas que contiene esta propuesta para los seguidores de toda la vida de Star Trek; es cierto que el antiguo capitán del Enterprise no se haya en su mejor momento, pero poco a poco nos demostrará que siempre hay razones para querer estar vivos y volver a la acción (ahora bien, ojalá pudiésemos envejecer como él, que conozco otros  cuarentones  cuyo mayor ejercicio es solo usar el control remoto, je).
     Sabemos ya que el otro gran personaje conocido, que tendrá una vital importancia dentro de la trama, corresponde a la “Borg” Siete de Nueve.  Su vida durante los últimos años no ha estado exenta de emociones y de peligro, que ahora madura (¡Y vaya que se ve estupenda la actriz, a sus más de 50 años de edad!) y si bien no sabemos qué pasó con su relación amorosa con Chakotay, la última vez que la vimos tras el final de Voyager, nos enteramos de que en un momento del pasado su camino se cruzó con el de Jean-Luc y por eso mismo no duda en unírsele. 
     Si la fémina de armas de tomar, es uno de los principales motivos para ver la serie que estamos revisando hoy, es claro que los Borg (una de las razas enemigas más atractivas de Star Trek) van a tener un papel bastante especial dentro de al menos esta primera temporada.  En todo caso Siete no es la primera de su gente o de los “recuperados” humanoides, anteriormente asimilados por los Borg, en salir en pantalla.  Y es que un rol destacado en el argumento posee nada menos que un Cubo Borg, es decir, una de esas gigantescas naves con forma de cubo que ya antes habíamos visto varias veces, el cual se convierte en el escenario de varios momentos de la temporada; allí vemos a un montón de anteriores víctimas de estos seres, en proceso de encontrar su humanidad y es en ese lugar donde nos reencontramos con otro querido personaje relacionado con esta raza: Hugh, el primer borg en ser recuperado y que apareció por primera vez en uno de los episodios más hermosos de TNG.  Nuevamente interpretado por Jonathan del Arco, es ahora un hombre maduro al que le han sacado casi todos los implantes cibernéticos externos y en este cubo cumple con un cargo destacado como representante de la Federación, que por supuesto él sabe mejor que nadie (aparte de la mencionada Siete de Nueve) cómo conseguir la humanidad perdida.   Volver a tener a este igualmente entrañable personaje, al que solo vimos en 3 viejos capítulos, resulta ser otra caricia para uno, quien esta vez participa bastante y entre todo lo que vemos de él, placentero nos resulta su reunión con Picard.
     De la preciosa nave Voyager también aparece, aunque por un par de minutos, otro ex Borg: Icheb. Querido por Siete como si este fuese su hijo, tuvo bastante participación en la serie donde los introdujeron a ambos y si bien su desempeño en Picard fue bastante breve, sin dudas que volver a verlo fue para muchos trekkers un regalo más (por mi parte, no me acordaba del personaje, je).
     En el primer episodio del show, salió Data, claramente uno de los roles más populares de Star Trek; como no, volvió a ser caracterizado por Brent Spinner, un actor tan fantástico que uno se pregunta por qué no hemos vuelto a verlo en otros papeles.  Ahora bien, el actor en TNG y en Némesis hizo más de un rol, dándonos clases de versatilidad en su arte y por eso mismo durante la primera temporada de Picard también hace de otro personaje, cuya identidad es mejor que los trekkers que aún no la han visto, descubran por su cuenta…Y en cuanto a Data, un personaje como él por supuesto que sería revisitado lo más posible; que solo diré al respecto, para quienes han aprendido a amarlo, que tendrán que hacerse la idea de derramar nuevas lágrimas por él.
     También del pasado, vuelve Bruce Madoxx, un experto en inteligencia artificial que fue introducido en uno de los mejores capítulos de no solo TNG, sino que de toda la franquicia: The Measure of a Man (La Medida de un Hombre) de la segunda temporada.  Este solo fue mencionado en Data´s Day (El Día de Data) de la cuarta temporada y para regocijo nuestro fue rescatado del olvido, teniendo en esta ocasión una tremenda importancia dentro de los sucesos que podemos apreciar en la temporada inicial.
      Tanto o más emotivo como otros reencuentros de los que seremos testigos, corresponde la reunión con otros dos ex miembros del Enterprise: el matrimonio conformado por Deanna Troi y William Riker.  Confesaré sin tapujos, que mis lágrimas me salieron cuando volvió a salir la bella Marina Sirtis, como la dulce fémina que le otorgó la fama (la que obviamente ella ayudó a caracterizar tan bien) y el capítulo en sí donde Picard vuelve a estar junto a sus viejos amigos, me gustó bastante (en contra de las opiniones de amigos míos trekkers, que difieren bastante de mí en sus apreciaciones de estas nuevas producciones).  Más encima, acá llegamos a conocer a la adorable hija adolescente de ambos y nos enteramos acerca de la triste historia de su primer hijo.  En cuanto a Riker mismo, vuelve a salir en un momento que dan puras ganas de aplaudirlo y donde nos enseña que la lealtad es algo que nunca debemos dejar de lado.
     Por cierto, en un diálogo se menciona nada menos que al Señor…Quark ¡Ojalá salga más adelante y lo mismo que otros extrañados personajes de las series que antecedieron a Picard!


6. Otras apreciaciones personales.

    Hay varios detalles que cabe destacar en la primera temporada de Picard, por lo general ñoñerías en los que un trekker como uno se fijaría. En primer lugar, nos encontramos con la avanzadísima tecnología que usa la Federación, que solo se vio en Discovery y que corresponde al uso de hologramas en las consolas, videoconferencias y todo eso; pues ello nunca apareció en las otras series ambientadas en el siglo XXIV y que era obvio, porque no existían en aquellos tiempos los medios y el presupuesto para llevarlo a cabo en un programa para la televisión.  Mucha gente alegó, los fanáticos más “dogmáticos, que cómo era posible solo en el siglo XXIII la usaran, tal como era visto en la mencionada Discovery y luego ya no; pues a menos que me equivoque, al final de la segunda temporada de dicho programa, dan una explicación sobre por qué nunca más se volvió a usar dicha tecnología.  Motivo de discusión entre frikis tales discrepancias en la continuidad, empero queda claro que el aspecto visual del programa es increíble, rivalizando con cualquier superproducción para el cine hollywoodense del género.
     Por otro lado, los klingons desde la incorporación del igualmente adorable Worf a TNG, se han convertido en una raza tanto o más popular que la de los vulcanos y cuando cambiaron su fisonomía en Discovery, haciéndolos más alienígenas que nunca, al punto de modificar también buena parte de su cultura, los viejos trekkers nos encontramos con todo un dilema y un nuevo punto de discusión acerca de la fidelidad de esta precuela al resto de la cronología de la franquicia…Pues teniendo en cuenta que el recién mencionado show, transcurre en el siglo XXIII y TNG, como Deep Space Nine y Voyager transcurren en el XIX, uno se pregunta cómo saldrían los Klingon en Picard; sin embargo, nos dejaron con la duda, que en ningún momento los pudimos ver, ni siquiera de pasada.
    Y si de viejas razas vamos a hablar, pero que sí aparecen en la serie que ahora acapara nuestra atención, aparte de los ya nombrados Borg, encontramos a los Romulanos, quienes están a la par de los ex enemigos de la Federación, los Klingon y siempre han sido unos rivales artificiosos y elegantes.  Pues acá tienen gran relevancia, apareciendo al menos tres de ellos como personajes principales y otros dos más, en al menos los dos primeros episodios (a menos que se consideren a sus dos villanos principales solo “recurrentes”).  Interesante respecto a esta cultura, tal como sale en Picard, es que por primera vez en todo Star Trek se profundiza en el punto de vista de los civiles y no de los militares y políticos; asimismo, llegamos a conocer bastante sobre su religión y mitología.  Cabe mencionar que, además, explicaron por qué razón los Romulanos de la primera película, del reinicio para el cine de la saga, se ven algo distinto, (sin dudas, una ingeniosa referencia a esa película tan divertida y que supo rendir honores a la gran creación de Gene Rodenberry).
     Por cierto, llama la atención los tan distintos créditos de apertura del show, bastante artísticos, si bien muy alejados del carácter épico de lo que vimos en otras entregas de la franquicia.  Y no hay que olvidar que la música está compuesta por Jeff Russo, el mismo artista detrás de la banda sonora de Discovery y quien creó como tema principal, algo aún más diferente a lo que habríamos esperado para un título como este y que para nada usaríamos de rington en nuestro celular, debido a su poco wagnerianos acordes (que no es horrible, aunque no es lo que me gusta para una historia de estas características).
   
7. Palabras finales.

    La primera temporada de Picard no contentó a todos los trekkers, quienes la encuentran llena de imperfecciones en tales casos, puesto que entre otras cosas la consideran demasiado condescendiente, muy fan service y por lo mismo con abuso de escenas y diálogos hechos a propósito para apelar a la nostalgia.  De igual manera, hay gente que considera que perdió la llamada “tecnojerga”, al poner demasiada tecnología extraordinaria sin explicarla, muchas veces cumpliendo un rol de deus ex machina.  Puede que tengan razón, pero en mi caso no me molesta (me gusta la “cebollita picada” y no necesito que me expliquen todo, que la llamada ciencia ficción dura tiende a aburrirme). Y otra cosa, un detalle que de seguro a muchos televidentes se les escapó, en la última escena de la temporada, les pareció a algunos demasiado forzado, sin trabajo dramático y/o argumental previo, respecto a la relación entre dos de los protagonistas; no entraré en mayores detalles al respecto, que es mejor quien no ha visto aún la serie se lleve la sorpresa por su cuenta y haga sus impresiones sin contaminación alguna; por mi parte a mí me gustó y ansío ver cómo se desarrolla el tema más adelante.
    Cuando escribo estas líneas, a casi una semana de que me terminé de ver estos episodios y a razón de uno por día durante las vacaciones de invierno, es noticia que tal vez Patrick Stewart no vuelva en la segunda temporada…¿Y si es así, de qué sirve continuar la serie si no se encuentra en ella su actor y personaje principal, quien más encima le da su nombre? Pues considero que hay una manera de continuar el programa, una que igual ya se había esbozado en el último episodio, con su propia lógica y sin perder al personaje, aunque sí a la estrella que por tantos años lo interpretó.  Y es que esta posibilidad de que no regrese Stewart, no se debe a problemas de salud del histrión, sino que según especulan por ahí, este no quedó a gusto con los resultados.  Habrá que esperar no más, respecto a qué nos depara el futuro y ojalá cercano, que con esto de la pandemia el tema también se complica.  


                                                                     Créditos de apertura.

domingo, 2 de agosto de 2020

Nuevas oportunidades para todos (I).


1. Antecedentes.

      Años habían pasado ya desde la última vez en la que vimos a Jean-Luc Picard y compañía en pantalla, puesto que la última aventura del Enterprise-E data de 2002 (Star Trek: Némesis) y sus actores y personajes, ya bastante amados y queridos por sus seguidores, solo habían vuelto a escena en producciones de la franquicia encarnando otros papeles (como Brent Spinner, Data, en Star Trek: Enterprise) o dirigiendo para sus otras series (Levar Burton, Geordi LaForge, en Star Trek: Enterprise y Jonnathan Frakes, William Riker, en Star Trek: Discovery).  Pese a los deseos de los fanáticos, se veía difícil volver a ver la tripulación reunida, al menos a unos cuantos de ellos en nuevas aventuras y en el caso del más consagrado de todos, Patrick Stewart, el buen capitán Picard, ya el actor había asegurado que nunca más interpretaría al personaje que lo hizo famoso…Pero como dice el dicho “Nunca digas nunca jamás”.
     En el transcurso del año pasado (¿o fue el anterior?) llegó la sorpresa de que se haría un nuevo spin-off de Star Trek  y que ello significaría justamente el retorno de Stewart, a los 80 años, como el ¿mejor? capitán de estas historias, ahora convertido en almirante; más encima, él sería el protagonista principal, llamándose este show nada menos que Star Trek: Picard.
     Como creadores del título que hoy nos reúne, encontramos a nombres ya conocidos y respetados, gente como Alex Kutzman y Akiva Goldsman, quienes son también responsables de la vuelta de la franquicia a la televisión, cuando nos trajeron la mencionada Star Trek: Discovery; sin embargo, una de las mayores maravillas detrás del origen de este más reciente programa, corresponde a Michael Chabon, escritor ganador del Premio Pulitzer en lo que vendría a ser su debut como guionista (y es que se encargó del libreto en co-autoría o él solo de 8 de los 10 capítulos que conforman la primera temporada).
    Cabe mencionar que luego de casi 20 años de Star Trek en la TV, esta es la primera vez en que una serie o película nos muestra qué pasó luego de los eventos de la última cinta ambientada en el siglo XXIV, que los dos pasados programas corresponden a precuelas…Así que razones de más había para esperar con ansias su estreno y ver qué había pasado con la Federación a partir de entonces.


2. La historia.

    Picard está retirado desde hace más de una década y vive en las tierras de su familia que por siglos han pertenecido a ella (la que conocimos en el precioso episodio Family, de principios de la cuarta temporada de TNG).  Su alejamiento de la vida pública y de su importante rol para la Federación y la Flota Estelar, se debe a la última misión en la que se involucró como tal, que no solo terminó pésimo para él, sino que para millones de personas: Una nova se produjo en el sol madre del Imperio Romulano y él, como todo un humanista, impulsó la evacuación y refugio de los antiguos enemigos de la Federación, cruzada en la que no contó con la ayuda de quienes esperaba y por eso optó por el ostracismo; más encima por aquella época, lo que supuestamente justificaría el poco interés de los federacionistas en ayudar a los romulanos, hubo un espantoso atentado terrorista perpetrado nada menos que por los ahora llamados “sintéticos”, androides creados tratando de seguir los estudios del doctor Noonien Soong (el creador de Data), lo que los llevó a tomar la, en verdad, increíble decisión de prohibir su existencia dentro de los límites de la Federación y/o desactivarlos.  Es así que dentro de este marco tan poco halagüeño, en el cual la institución que conocimos como todo un monumento a la co fraternidad y a todo lo mejor que puede haber en las personas, Picard y su gente no se encuentran en el mejor momento de sus vidas.
     Jean-Luc comienza a tener sueños en los que justamente aparece Data y un día llega hasta su casa una joven a la que no conoce; es así que cuando decide ayudarla, se da cuenta de que es víctima de un complot en el que están involucrados los mismos romulanos y hasta la Federación (¡aunque cueste creerlo!), donde más encima los ya desaparecidos “sintéticos” tienen mucho que ver.  Intrigado con lo que en verdad está pasando, decide regresar al espacio para ver qué se puede hacer, si bien no cuenta con el apoyo de los mandamases federacionistas, de modo que recurre a una vieja amiga también olvidada por los militares.  Considerando todo lo anterior, por primera vez en la historia de estas ficciones, nos encontramos con la primera nave y tripulación de protagonistas de un show trekker, compuestos por civiles independientes de la Flota Estelar.

3. Los personajes.

* Jean-Luc Picard: ¿Quién no lo conoce a estas alturas? Casi tan famoso como los personajes de la Serie Original, es uno de los mayores héroes de la Federación y siendo que este mismo fue creado por el propio Gene Rodenberry, cuando en 1987 se estrenó lo que sería el primer spin-off de su más famoso show televisivo. Mucho ya se ha escrito sobre este y yo mismo lo he hecho; solo me referiré a cómo lo vemos llegados a este punto, que cuando nos reencontramos con él no lo encontramos como bien quisiéramos, feliz y satisfecho de su carrera y es que la derrota pesa sobre sus hombros; solo cuando se da cuenta de que algo malo se está cocinando (y desde hace rato), recupera la vitalidad latente aún a su edad…¡Que las aventuras solo acaban cuando hemos perdido la fe sobre nuestro papel en el universo!

* Soji Asha: Una ingeniera que trabaja en un cubo Borg que se ha desconectado de la Colectividad y está bajo el control de los romulanos.  Es hermana gemela de la chica que fue a casa de Picard a pedirle ayuda.  Comienza a tener dudas de su verdadera identidad y solo Picard junto a su improvisada nueva tripulación puede ayudarla a encontrar las respuestas sobre quién es realmente y cuál es su lugar en la vida misma.


* Cristóbal Ríos: El capitán de la nave que contrata Picard, La Sirena, un solitario hombre que dejó la Flota Estelar tras un triste incidente que lo hizo perderle la fe y comenzar a cuestionarse un montón de cosas, llevándolo a leer textos existenciales (en papel más encima, que posee una buena biblioteca de libros en “formato antiguo”).  Hasta la llegada de Jean-Luc a su vida y quienes más se le unen, solo es asistido en su nave por una serie de hologramas inteligentes que tienen su aspecto.  Este es interpretado por el chileno Santiago Cabrera, de modo que los chilenos podemos decir con orgullo que tenemos a compatriotas en los actuales shows televisivos de las dos mayores franquicias de ciencia ficción, luego de Pedro Pascal, el protagonista de The Mandalorian del universo de Star Trek.  Al parecer su personaje es chileno, pues recordada es la escena por mis compatriotas cuando dice el popular garabato chesumadre.


*  Raffaella "Raffi" Musiker: Vieja amiga de Picard que cayó en desgracia junto a este, cuando lo ayudó a promover la asistencia de los romulanos tras el desastre con su sol, razón por la cual fue dado de baja por los militares.  Es a quien recurre Jean-Luc para conseguir una nave, luego de que la Flota Estelar se la negó y al final decide unirse a su viaje, pese a que no se veían desde la época en la que ambos fueron ignorados por su gente; por esto mismo tiene rencillas con su compañero, a quien llama JL, hasta que vuelve a nacer la confianza entre ambos.  Cuando comienza esta nueva aventura juntos, la pobre Raffi se ha convertido en una alcohólica y drogadicta, otro tema que debe ir solucionando a medida que transcurre la serie.

* Elnor: De niño debido a su condición de huérfano fue criado por una orden religiosa-guerrera romulana de puras mujeres, en un planeta de refugiados de su raza tras el desastre de la supernova que arrasó con el imperio; allí conoció a Picard a quien le tomó un cariño cercano al filial, hasta que no lo volvió a ver durante más de una década, cuando este lo va a buscar ahora que es un adulto y para solicitarle que forme parte de su búsqueda de la verdad, detrás del complot que ha descubierto.  Sus orejas puntiagudas, pelo largo, vestimenta y manejo con la espada, agregado a su mismo nombre, lo hacen parecer un elfo y no hay que olvidar su personalidad honorable y heroica que, al menos para mí. lo convierte en mi segundo personaje nuevo favorito de la serie (luego de mi compatriota, je).

* Doctora Agnes Jurati: Una algo tímida especialista en humanoides sintéticos, que en un principio se une al grupo de Picard cuando se da cuenta de que por fin podrá conocer aquello que solo ubicaba de forma teórica; sin embargo, detrás de su primer propósito se encuentra un secreto terrible que la atormenta y que luego la llevará a tomar más de una difícil decisión.

* Siete de Nueve: Junto con el mismo Picard, el otro personaje antiguo, conocido y amado por los trekkers gracias a su participación en una serie previa de la franquicia (en su caso: Voyager).  Es una hermosa (y sensual) mujer de grandes dotes de todo tipo (¿parece que se nota que la adoro, no?) que fue abducida por los Borg de niña y luego fue rescatada por la tripulación de la capitana Jenaway.  Habiendo conocido al buen Jean-Luc en circunstancias que aún no se nos han aclarado, llega a La Sirena primero para realizar una labor de venganza y luego regresa con este y el resto para quedarse como personaje estable.  Cabe mencionar que su retorno a Star Trek fue tanto o más celebrado que el de Patrick Stewart.

* Narek: Un espía romulano que hace contacto con la hasta entonces inocente Soji, con la cual entabla una relación muy estrecha.  Los hechos no son tan sencillos si nos detenemos a evaluar su conducta de inmediato, puesto que detrás de sus planes no solo hay intereses egoístas que lo lleven a actuar de manera traicionera y manipuladora; puede ser que aquello que creemos es “malo” o “bueno” no sea tan cierto y haya matices de gris a los que tener en cuenta para sobrevivir.  Este personaje que se hace despreciable con facilidad, es interpretado por Harry Treadaway, quien pareciera orientar su carrera a papeles de sujetos llenos de oscuridad y ciertamente acá se ve bastante irreconocible, puesto que por mi parte lo conocí haciendo del joven Victor Frankenstein en Penny Dreadfull y luego del despreciable psicópata Brady Hartsfield en Mr. Mercedes.

* Narissa/teniente Rizzo: Oficial de la Federación que está involucrada en el complot que Picard se ha decidido en desenmascarar, razón por la cual se convierte en una muy especial enemiga de este y los demás, puesto que es una fémina peligrosa que está dispuesta a hacer cualquier cosa para cumplir su cometido.  Dentro de los secretos que guarda, se encuentra su verdadero parentezco con Narek.

* Comodoro Oh: Una vulcana que está a cargo de la seguridad de la Flota Estelar y que es una de las principales oponentes en la Federación a los planes de Picard.  Poco amistosa, posee una agenda oculta para estar en desacuerdo con el almirante y por eso mismo será otra piedra en su zapato (y bastante grande) para que este pueda conseguir sus objetivos.


                                     Los "güenos" chilenismos del capitán Ríos en Star Trek: Picard
                                        

miércoles, 12 de junio de 2019

TOS reactualizada por segunda vez.


1. Nuevas historias para contar.

      Tras una primera temporada tan potente y cuatro cortometrajes que sirvieron para adelantar la siguiente temporada de Star Trek: Discovery (pequeñas piezas que, sin dudas, dejaron con más ganas aún a los seguidores del show), en el transcurso de enero de este año se estrenó la nueva tanda de episodios, de esta otra precuela al universo trekker (recordemos que la primera de ellas corresponde Star Trek: Enterprise), consistente en “solo” catorce de ellos.
       Esta segunda temporada comienza justamente donde terminó el año pasado: Nada menos que con la llegada de la mítica Enterprise de la Serie Original, de modo que así se anticipaba que ambos navíos y sus tripulaciones vivirían aventuras compartidas.  Para lograr esto, se quiso respetar lo mejor posible la continuidad de la franquicia (cabe recordar que los fanáticos más puristas han criticado de forma negativa las inconsistencias de las dos precuelas con lo visto en sus programas precedentes), de modo que a cargo de la llamada “nave insignia” de la Federación no podía estar al mando el capitán Kirk, pero sí Cristopher Pike, aquel que pudimos conocer a través de ese hermoso único episodio doble de los sesenta que es The Menagerie y que en realidad había sido el primer capitán que consideró su creador Gene Rodenberry para la serie, cuando hizo el piloto original The  Cage.  Por otro lado, ateniéndose a todo esto, era de esperarse que también apareciera Spock, quien para esa época servía junto a Pike en dicho crucero…Así que la segunda temporada debía venirse potente.
      Luego del conflicto con los klingons y con el llamado Universo Espejo, la historia debía ser otra y así fue, que cabe recordar que este actual título sigue la tendencia de hoy en día: abordar una larga trama para toda la temporada, dejando de lado los argumentos antológicos y/o de carácter unitario (salvo el par de excepciones, que tuvo en su primer año).  Es así que esta vez el argumento central se centró en la amenaza de una inteligencia artificial, que en el futuro provocaría la extinción de toda vida orgánica inteligente en buena parte de la galaxia; de modo que habría que frenarla, antes de que en el presente llegara a alcanzar todo su potencial.
      Ligado a esta trama, se encuentra el misterio del llamado “Ángel Rojo”, tras aparecerse a varios sujetos desde hace décadas e incluso siglos, como además interviniendo en un montón de momentos significativos; con posterioridad, se descubre que todo esto se encuentra relacionado con nada menos que Michael Burnham.  Cuando se revela la identidad de esta criatura, no se puede negar que estamos frente a uno de los puntos más álgidos de la temporada.


2. Los personajes.

      Pero mucho más sucede durante estos capítulos, que puede que a varios dejen con gusto a poco, pues como con Pike venía Spock (que, en todo caso, solo aparece bien entrada la temporada), era de suponer que por fin se abordara la difícil relación con su hermana adoptiva y de lo que algo se mencionó en el pasado.  Este Spock, en cierto sentido, es bastante distinto a aquel que conocimos y amamos, gracias al interpretado por Leonard Nimoy e incluso por Zachary en la trilogía del reboot; y es que acá lo vemos como un ser más o menos atormentado por su doble herencia, que no solo se trata de su barba que lo hace verse tan varonil y sexy (recuerden que es mestizo de humana con vulcano, dos especies muy diferentes en varios sentidos).  En todo caso, como la serie transcurre años antes de los eventos de TOS, se entiende que para cuando sucede lo de Discovery, el personaje aún no ha encontrado su equilibrio, de modo que aún debe crecer bastante como sujeto y parte del proceso para llegar a dicha paz, es posible apreciarla a lo largo de esta temporada.  
     Volviendo a Pike, cuando este asume el cargo de capitán de la Discovery… ¡Por fin tenemos a alguien de su jerarquía al mando de la nave, encarnando lo mejor de la Federación y de la Flota Estelar, tal como nos tenían acostumbrados en las otras series de la franquicia! Pues cabe recordar que Lorca, el anterior capitán de esta avanzada nave, no era el derroche de virtudes que esperábamos; y, en cambio, el buen Cristopher es un hombre con el cual de inmediato nos encariñamos: amable, valiente, capaz de inspirar respeto y confianza y con una enorme capacidad de autosacrificio.   Dentro de todo lo destacable que podemos llegar a apreciar de este personaje clásico, que ya había sido revisitado por estos años en la mencionada trilogía cinematográfica, se encuentra un nostálgico episodio y que retoma su historia en Talos IV, el planeta de los telépatas que solo aparecieron en los igualmente mencionados piloto original, The Cage y el capítulo doble de TOS, The Menagerie; grata sorpresa viene a ser este para los fanáticos más acérrimos (puesto que ni siquiera en Enterprise, la primera precuela a la Serie Original, se hizo relación a esta raza y a su mundo); posteriormente, cuando viaja  hasta un planeta solo habitado por klingons, se nos hace otra genial alusión directa al triste destino, que ya muchos sabemos tendrá en un futuro no muy lejano.
      Como era de esperarse, cada uno de los protagonistas de la serie posee sus propios arcos argumentales.  Así es como Tyllie primero se ve en apuros con una entidad extraterrestre no humanoide y, luego, al final de la temporada, se reencuentra con esa singular amiga que hizo en el corto que tuvo previamente.
      La historia de Stamets gira en torno al pesar que siente tras la muerte de su esposo; pero una luz de esperanza pareciera que llegara a su vida, aunque como bien queda demostrado a través de su persona, una cosa son las pretensiones personales y otra muy distinta las decisiones de quienes nos rodean, que lamentablemente no siempre concuerdan con nosotros mismos.
      El formidable señor Saru (lejos mi personaje favorito), como no, es uno de los tripulantes que más sobresale.  Tras el hermoso y emotivo corto que tuvo, donde se nos cuenta su origen, se reencuentra nada menos que con su gente: todo esto con muy interesantes repercusiones para el pueblo al que pertenece y, por supuesto, para él mismo.  Por cierto, muchas de las dudas que teníamos sobre los kelpianos, se nos aclaran por fin.  Y no puedo cerrar este pequeño apartado de mi revisión, sin decir que no puede dejar de conmovernos, tanto gracias a los estupendos guiones centrados en su figura, como debido al tremendo talento que posee Doug Jones: todo un maestro de la actuación, capaz de personificar con tanta soltura a criaturas extraordinarias, a veces tan humanas,  como este comandante y pese a su naturaleza alienígena.
    Otro tremendo personaje que regresa para gozo de sus seguidores, como para los fanáticos de la estupenda actriz que la personifica, es Phillippa Georgiou; si bien no como la noble capitana federacionista, si no que como su doble terrana la ex Emperador.  Tremendas sorpresas nos da esta mujer, tan bien caracterizada, quien tal como ya sabíamos muchos trekkers de corazón, esta vez viene como miembro de nada menos que de la oscura Sección 31 y en la que de manera rápida ha ido ascendiendo.  Cabe recordar, que este grupo está conformado por una división secreta de la Federación y encargada de hacer el “trabajo sucio”, cuando se trata de velar por los intereses de esta, que fue introducida en DS9 y luego retomada en sus inicios a través de Enterprise.  Tras este potente secundario y su destacado papel durante la segunda temporada, es de esperar que se concrete pronto el spin-off dedicado a las andanzas de esta fémina de carácter tan fuerte.  Por cierto, no se puede olvidar el proceso de humanización que va teniendo a lo largo de la temporada, tras ser alguien tan despiadada y supuestamente negada a sentir amor por alguien: y es que su relación con Michael nos va revelando una faceta maternal y amigable suya, inesperada hasta ese momento (pese a que sigue igual siendo una “perra”, claro).
    Ash Tyler, el antiguo Jefe de Seguridad de la Discovery, vuelve también dentro de las filas de la Sección 31.  A su vez su destino está ligado de manera muy profunda al Imperio Klingon, el cual se supone ya no tiene rencillas con la Federación; de igual manera, la relación que tiene con  L'Rell, su ex amante y ahora nada menos que Canciller del Imperio, viene a ser un atractivo arco argumental que implica, además, la aparición de un tercer personaje klingon muy ligado a ambos; lo que agrega otra interesante arista, para tener en cuenta dentro del desarrollo del programa.


3. Otras sorpresas.

     Los tres personajes femeninos que siempre veíamos en el puente de mando de la nave, durante la temporada anterior, la morenaza, la rubia y la chica ciborg, esta vez toman mayor relevancia en los capítulos; no obstante, es esta última la que destaca por sobre las otras, haciendo que nos llegue a simpatizarnos…Hasta que un giro dramático de los acontecimientos, nos deja con el alma en el hilo, respecto a lo que podamos llegar a sentir por ella.
     Asimismo, la guapa almirante Katrina Cornwell tampoco ha sido olvidada dentro de estos episodios, quien por igual demuestra tener encarnado en ella los ideales de la Federación, en especial como líder de la Flota Estelar.  
     Tres nuevos personajes recurrentes llegan: primero una eficiente técnica rescatada de un planeta, donde había caído la nave en la que trabajaba, quien llega a tener un interesante vis a vis con Stamets; cabe mencionar su orientación lésbica (de personalidad masculina y muy irónica), siendo el tercer personaje LGTB introducido en la serie.  Luego viene la nueva Jefa de Seguridad de la Discovery, la cual llega junto a Pike; perteneciente a una raza que solo pudimos ver en el clásico episodio El Precio, de la tercera temporada de TNG. Y luego está el capitán de la sección 31, con quien viene Phillippa, un viejo conocido de Pike y con varios esqueletos en el armario (incluyendo algunos relacionados con el pasado de Burnham).
      Para rematar la nostalgia que nos trae el Enterprise de la época de Cristopher Pike, viene con él además Número 1, la mano derecha de este durante los eventos de The Cage y The Menagerie…Me estoy refiriendo a una independiente mujer con un alto cargo militar, por sobre muchos hombres en la cadena de mando, algo normal hoy en día para nosotros y que Star Trek lo ha trabajado bastante; pero que en tiempos de TOS fue tanto una novedad, como un adelanto social para la televisión sesentera.  Bastante guapa esta fémina, por cierto, que en una primera instancia fue interpretada por una joven Majel Barret, ya entonces esposa de Gene Rodenberry y la que luego interpretó en la Serie Original a la enfermera Chapel y posteriormente a Lwaxana Troi en TNG.
      En contra de lo esperado, si se toman en cuenta los otros dos cortos previos a esta segunda temporada, no llegamos a ver a Harry Mudd, el famoso delincuente revisionado en esta serie.  Es de esperar que este vuelva a aparecer en la tercera temporada, que desde hace rato está confirmada (y que espero sea más larga que aquellas que le han precedido). De igual manera, tampoco sale el protagonista de Calypso, el otro bello corto con que nos regalaron los productores antes del estreno de este segundo año…y cabe recordar que esa historia transcurre en un futuro dentro de muchos siglos más adelante, uno en el que supuestamente no hay seres vivos orgánicos…De este modo, si nos detenemos a recordar la amenaza de la IA, a la que se enfrentan en esta ocasión, he aquí el nexo entre ambos acontecimientos; ya que en algún momento de la temporada, se deja claro que dicho futuro es decisivo para el desarrollo de la serie y de la continuidad del universo Trek.



4. Evaluación final.

      A diferencia del primer año de Discovery, la temporada queda más o menos abierta, con los protagonistas lanzados hacia una red de posibilidades sobre su devenir y lo que podría significar un cambio radical en la manera de abordar el show hasta el momento.  Muchas sorpresas pueden venir de ahora en adelante y tal vez por fin volvamos al antiguo estilo de los capítulos unitarios.  Por otro lado, tras el cierre de esta segunda etapa, se logra resolver, supuestamente, aquel detalle que tanto dilema provocó entre los trekkers más preocupados por la continuidad: la superioridad tecnológica de la Discovery y en general de esta Federación de antaño, que transcurre en el siglo XXIII, con respecto a los otros títulos ambientados en el siglo XXIV.
      Da gusto que Jonathan Frakes, Will Ryker de TNG haya vuelto a dirigir para este programa y esta vez no solo un episodio, sino que un par; lo mismo podrían hacer más adelante otros actores de la franquicia, que se dedicaron con éxito a trabajar tras las cámaras como LeVar Burton (Geordi La Forge) y Roxann Dawson (B'Elanna Torres en Voyager); soñar no cuesta nada y hasta el mismísimo Patrick Stewart (el Capitán Picard) podría encontrarse algún un día en el set, que muchos de los mejores episodios de TNG corrieron por su cuenta.
      Para este servidor, lejos la primera temporada es mucho mejor que esta otra, que los temas del Imperio Klingon y el Universo Espejo están entre mis favoritos.  Igual que hayan “rescatado”, para insertar a la trama central, a personajes tan emblemáticos como Pike y, en especial, Spock me parece de lo más sobresaliente e ingenioso; igual me alegro de que hayan seguido utilizando a Sarek y a su esposa Amanda, para redondear los argumentos sobre la familiaridad entre el mestizo y su hermana adoptiva Michael.  Por igual, el trabajo con la “infame” Sección 31 y el papel que desempeña la terrana Philippa Georgiou, me parece destacable, así como todo lo concerniente al pueblo de Saru.  De las dos grandes tramas relacionadas entre sí, la del Ángel Rojo y Control, creo que la primera está mejor abordada y que al menos en mi caso fue mucho más satisfactoria, debido a las sorpresas que dio una vez que se supo la naturaleza de su origen. Pero el final de temporada, pese a todo el dinero que se gastó en ello, hasta me aburrió un poco; que no pudo conquistarme.  Es de esperar que la tercera temporada recupere fuerza y mantenga el nivel alto, al que nos tiene acostumbrados Star Trek en televisión. 


                           Primera secuencia de apertura de la temporada (en total tuvo dos).
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