martes, 11 de agosto de 2020

Nuevas oportunidades para todos (II).


Nota: Segunda parte y final de mi revisión personal de la primera temporada de Star Trek: Picard.

4. Valores.

    Importante resulta ser que es la primera vez en toda la historia de las series trekkers, en la cual un programa gira en torno a civiles, si bien cabe mencionar que muchos de sus protagonistas antes fueron miembros de la Flota Estelar (partiendo por el propio Picard) y tras desafortunados incidentes ya no forman parte de ella…Así que se han unido trabajando al alero de dicha institución y de la misma Federación, quienes les han dado la espalda y en determinado momento hasta los consideran fugitivos por ir en contra de sus designios.  Por lo tanto la visión que tenemos de este futuro, donde siempre esta especie de Naciones Unidas interplanetarias fue mostrada como algo ideal para sus conciudadanos, ya no es lo que era antes y solo a unas décadas después de la película Star Trek: Némesis, la última producción ambientada en el siglo XXIV; solo bien avanzada la primera y breve temporada, nos enteramos por qué razón han llegado la intolerancia y el miedo a una sociedad antes tan “perfecta”. 
     Teniendo en cuenta lo anterior, es importante detenerse  a observar a la mayoría de los tripulantes de La Sirena, cada uno de ellos incompleto y con culpas que cargar y en ese sentido solo el romulano Elnor se aprecia como alguien por completo centrado y si bien la preciosa Siete de Nueve no vacila en su camino, su vendetta personal es un importante detalle que antes no habríamos apreciado en algún héroe de la franquicia (incluyendo algunas de sus acciones más “emocionales”.
     En todo caso, el compañerismo, la confianza y la lealtad siguen siendo baluartes dentro de este show, puesto que si bien son circunstancias muy especiales las que unen a los personajes, al final las peripecias juntos los integrarán mejor entre sí y hasta que en el emotivo capítulo final no nos quede duda de que ahora ya son una familia  (algo antes solo visto, en parte, con la tripulación del Voyager cuando se tuvieron que unir Federacionistas y Maquis, debido a su salto accidental al desconocido Cuadrante Delta); por otro lado, también es posible darse cuenta con el tiempo, de que cada uno estos viajeros por fin han conseguido recuperar el centro que habían perdido.
     Cabe mencionar que en esta temporada debut. el viaje a lo desconocido y el contacto con nuevas civilizaciones no es un tema primordial; en cambio, ahora, tenemos una gran trama que abarca todos los capítulos y como ya es habitual en la mayoría de las series (¡Pucha que echo de menos el antiguo formato y donde los mismos shows de Star Trek brillaban!), que en esta ocasión por mucho que los protagonistas vayan de un lado para otro a escenarios increíbles, lo más importante resulta ser el viaje interior que les permitirá madurar. Ahora bien, hay gran espectacularidad en lo que encontramos en medio de esto, gracias al presupuesto, los guiones y los avances de hoy en día, pero esta vez el propósito en completamente distinto: desentrañar el misterio detrás de la prohibición de los “sintéticos” y todo lo que concierne a ello, que poco a poco se nos van rebelando inquietantes detalles al respecto.


5. Regalos para los trekkers de corazón.

     Tener de regreso al buen y amado Jean-Luc, más encima interpretado por Patrick Stewart, por supuesto que es una manera de enganchar al trekker de años ya, de modo que la nostalgia viene a ser uno de los principales plus a la hora de ver este título (si bien igual lo pueden apreciar los televidentes que nunca se vieron TNG y/o Voyager).  Es así que a lo largo de toda la temporada y es de esperar en aquellas que le sigan, podemos encontrar numerosas referencias directas e indirectas a estas series.  A ver, vamos por parte dentro de lo que puedo recordar y pude identificar durante mi (re) encuentro con Picard.
     En primer lugar ver a uno de nuestros héroes favoritos, el almirante y ya anciano Picard, resulta impactante para uno.  Su vida no es lo que habríamos querido para él, aunque he ahí parte de las sorpresas que contiene esta propuesta para los seguidores de toda la vida de Star Trek; es cierto que el antiguo capitán del Enterprise no se haya en su mejor momento, pero poco a poco nos demostrará que siempre hay razones para querer estar vivos y volver a la acción (ahora bien, ojalá pudiésemos envejecer como él, que conozco otros  cuarentones  cuyo mayor ejercicio es solo usar el control remoto, je).
     Sabemos ya que el otro gran personaje conocido, que tendrá una vital importancia dentro de la trama, corresponde a la “Borg” Siete de Nueve.  Su vida durante los últimos años no ha estado exenta de emociones y de peligro, que ahora madura (¡Y vaya que se ve estupenda la actriz, a sus más de 50 años de edad!) y si bien no sabemos qué pasó con su relación amorosa con Chakotay, la última vez que la vimos tras el final de Voyager, nos enteramos de que en un momento del pasado su camino se cruzó con el de Jean-Luc y por eso mismo no duda en unírsele. 
     Si la fémina de armas de tomar, es uno de los principales motivos para ver la serie que estamos revisando hoy, es claro que los Borg (una de las razas enemigas más atractivas de Star Trek) van a tener un papel bastante especial dentro de al menos esta primera temporada.  En todo caso Siete no es la primera de su gente o de los “recuperados” humanoides, anteriormente asimilados por los Borg, en salir en pantalla.  Y es que un rol destacado en el argumento posee nada menos que un Cubo Borg, es decir, una de esas gigantescas naves con forma de cubo que ya antes habíamos visto varias veces, el cual se convierte en el escenario de varios momentos de la temporada; allí vemos a un montón de anteriores víctimas de estos seres, en proceso de encontrar su humanidad y es en ese lugar donde nos reencontramos con otro querido personaje relacionado con esta raza: Hugh, el primer borg en ser recuperado y que apareció por primera vez en uno de los episodios más hermosos de TNG.  Nuevamente interpretado por Jonathan del Arco, es ahora un hombre maduro al que le han sacado casi todos los implantes cibernéticos externos y en este cubo cumple con un cargo destacado como representante de la Federación, que por supuesto él sabe mejor que nadie (aparte de la mencionada Siete de Nueve) cómo conseguir la humanidad perdida.   Volver a tener a este igualmente entrañable personaje, al que solo vimos en 3 viejos capítulos, resulta ser otra caricia para uno, quien esta vez participa bastante y entre todo lo que vemos de él, placentero nos resulta su reunión con Picard.
     De la preciosa nave Voyager también aparece, aunque por un par de minutos, otro ex Borg: Icheb. Querido por Siete como si este fuese su hijo, tuvo bastante participación en la serie donde los introdujeron a ambos y si bien su desempeño en Picard fue bastante breve, sin dudas que volver a verlo fue para muchos trekkers un regalo más (por mi parte, no me acordaba del personaje, je).
     En el primer episodio del show, salió Data, claramente uno de los roles más populares de Star Trek; como no, volvió a ser caracterizado por Brent Spinner, un actor tan fantástico que uno se pregunta por qué no hemos vuelto a verlo en otros papeles.  Ahora bien, el actor en TNG y en Némesis hizo más de un rol, dándonos clases de versatilidad en su arte y por eso mismo durante la primera temporada de Picard también hace de otro personaje, cuya identidad es mejor que los trekkers que aún no la han visto, descubran por su cuenta…Y en cuanto a Data, un personaje como él por supuesto que sería revisitado lo más posible; que solo diré al respecto, para quienes han aprendido a amarlo, que tendrán que hacerse la idea de derramar nuevas lágrimas por él.
     También del pasado, vuelve Bruce Madoxx, un experto en inteligencia artificial que fue introducido en uno de los mejores capítulos de no solo TNG, sino que de toda la franquicia: The Measure of a Man (La Medida de un Hombre) de la segunda temporada.  Este solo fue mencionado en Data´s Day (El Día de Data) de la cuarta temporada y para regocijo nuestro fue rescatado del olvido, teniendo en esta ocasión una tremenda importancia dentro de los sucesos que podemos apreciar en la temporada inicial.
      Tanto o más emotivo como otros reencuentros de los que seremos testigos, corresponde la reunión con otros dos ex miembros del Enterprise: el matrimonio conformado por Deanna Troi y William Riker.  Confesaré sin tapujos, que mis lágrimas me salieron cuando volvió a salir la bella Marina Sirtis, como la dulce fémina que le otorgó la fama (la que obviamente ella ayudó a caracterizar tan bien) y el capítulo en sí donde Picard vuelve a estar junto a sus viejos amigos, me gustó bastante (en contra de las opiniones de amigos míos trekkers, que difieren bastante de mí en sus apreciaciones de estas nuevas producciones).  Más encima, acá llegamos a conocer a la adorable hija adolescente de ambos y nos enteramos acerca de la triste historia de su primer hijo.  En cuanto a Riker mismo, vuelve a salir en un momento que dan puras ganas de aplaudirlo y donde nos enseña que la lealtad es algo que nunca debemos dejar de lado.
     Por cierto, en un diálogo se menciona nada menos que al Señor…Quark ¡Ojalá salga más adelante y lo mismo que otros extrañados personajes de las series que antecedieron a Picard!


6. Otras apreciaciones personales.

    Hay varios detalles que cabe destacar en la primera temporada de Picard, por lo general ñoñerías en los que un trekker como uno se fijaría. En primer lugar, nos encontramos con la avanzadísima tecnología que usa la Federación, que solo se vio en Discovery y que corresponde al uso de hologramas en las consolas, videoconferencias y todo eso; pues ello nunca apareció en las otras series ambientadas en el siglo XXIV y que era obvio, porque no existían en aquellos tiempos los medios y el presupuesto para llevarlo a cabo en un programa para la televisión.  Mucha gente alegó, los fanáticos más “dogmáticos, que cómo era posible solo en el siglo XXIII la usaran, tal como era visto en la mencionada Discovery y luego ya no; pues a menos que me equivoque, al final de la segunda temporada de dicho programa, dan una explicación sobre por qué nunca más se volvió a usar dicha tecnología.  Motivo de discusión entre frikis tales discrepancias en la continuidad, empero queda claro que el aspecto visual del programa es increíble, rivalizando con cualquier superproducción para el cine hollywoodense del género.
     Por otro lado, los klingons desde la incorporación del igualmente adorable Worf a TNG, se han convertido en una raza tanto o más popular que la de los vulcanos y cuando cambiaron su fisonomía en Discovery, haciéndolos más alienígenas que nunca, al punto de modificar también buena parte de su cultura, los viejos trekkers nos encontramos con todo un dilema y un nuevo punto de discusión acerca de la fidelidad de esta precuela al resto de la cronología de la franquicia…Pues teniendo en cuenta que el recién mencionado show, transcurre en el siglo XXIII y TNG, como Deep Space Nine y Voyager transcurren en el XIX, uno se pregunta cómo saldrían los Klingon en Picard; sin embargo, nos dejaron con la duda, que en ningún momento los pudimos ver, ni siquiera de pasada.
    Y si de viejas razas vamos a hablar, pero que sí aparecen en la serie que ahora acapara nuestra atención, aparte de los ya nombrados Borg, encontramos a los Romulanos, quienes están a la par de los ex enemigos de la Federación, los Klingon y siempre han sido unos rivales artificiosos y elegantes.  Pues acá tienen gran relevancia, apareciendo al menos tres de ellos como personajes principales y otros dos más, en al menos los dos primeros episodios (a menos que se consideren a sus dos villanos principales solo “recurrentes”).  Interesante respecto a esta cultura, tal como sale en Picard, es que por primera vez en todo Star Trek se profundiza en el punto de vista de los civiles y no de los militares y políticos; asimismo, llegamos a conocer bastante sobre su religión y mitología.  Cabe mencionar que, además, explicaron por qué razón los Romulanos de la primera película, del reinicio para el cine de la saga, se ven algo distinto, (sin dudas, una ingeniosa referencia a esa película tan divertida y que supo rendir honores a la gran creación de Gene Rodenberry).
     Por cierto, llama la atención los tan distintos créditos de apertura del show, bastante artísticos, si bien muy alejados del carácter épico de lo que vimos en otras entregas de la franquicia.  Y no hay que olvidar que la música está compuesta por Jeff Russo, el mismo artista detrás de la banda sonora de Discovery y quien creó como tema principal, algo aún más diferente a lo que habríamos esperado para un título como este y que para nada usaríamos de rington en nuestro celular, debido a su poco wagnerianos acordes (que no es horrible, aunque no es lo que me gusta para una historia de estas características).
   
7. Palabras finales.

    La primera temporada de Picard no contentó a todos los trekkers, quienes la encuentran llena de imperfecciones en tales casos, puesto que entre otras cosas la consideran demasiado condescendiente, muy fan service y por lo mismo con abuso de escenas y diálogos hechos a propósito para apelar a la nostalgia.  De igual manera, hay gente que considera que perdió la llamada “tecnojerga”, al poner demasiada tecnología extraordinaria sin explicarla, muchas veces cumpliendo un rol de deus ex machina.  Puede que tengan razón, pero en mi caso no me molesta (me gusta la “cebollita picada” y no necesito que me expliquen todo, que la llamada ciencia ficción dura tiende a aburrirme). Y otra cosa, un detalle que de seguro a muchos televidentes se les escapó, en la última escena de la temporada, les pareció a algunos demasiado forzado, sin trabajo dramático y/o argumental previo, respecto a la relación entre dos de los protagonistas; no entraré en mayores detalles al respecto, que es mejor quien no ha visto aún la serie se lleve la sorpresa por su cuenta y haga sus impresiones sin contaminación alguna; por mi parte a mí me gustó y ansío ver cómo se desarrolla el tema más adelante.
    Cuando escribo estas líneas, a casi una semana de que me terminé de ver estos episodios y a razón de uno por día durante las vacaciones de invierno, es noticia que tal vez Patrick Stewart no vuelva en la segunda temporada…¿Y si es así, de qué sirve continuar la serie si no se encuentra en ella su actor y personaje principal, quien más encima le da su nombre? Pues considero que hay una manera de continuar el programa, una que igual ya se había esbozado en el último episodio, con su propia lógica y sin perder al personaje, aunque sí a la estrella que por tantos años lo interpretó.  Y es que esta posibilidad de que no regrese Stewart, no se debe a problemas de salud del histrión, sino que según especulan por ahí, este no quedó a gusto con los resultados.  Habrá que esperar no más, respecto a qué nos depara el futuro y ojalá cercano, que con esto de la pandemia el tema también se complica.  


                                                                     Créditos de apertura.

5 comentarios:

  1. Interesante. Nunca he sido fanático de Star Trek, no porque no me interese su propuesta, sino porque quizá soy demasiado joven como para haberla visto durante su emisión en primer lugar, y por lo tanto haber crecido con ella; y con esto me refiero a toda la franquicia, incluyendo Voyager. Pero sí que admiro mucho a Stewart por su papel en la franquicia de X-Men, a la que sí que estoy completamente familiarizado, y es a él a quien apelo a la hora de decidir si ver o no ver esta nueva serie. Y... sí, tengo ganas.

    Entiendo por esta entrada que me voy a perder de todas las referencias nostálgicas de la serie, pero sí creo que es precisamente eso lo que podría hacer que la disfrute aún más, ya que al no verme afectado por ellas probablemente me force a apreciarla por lo que es, y no por la fuente de su origen. Eso sí, sería una lástima el que Stewart dejara la serie tan pronto. Ojalá se de otra oportunidad.

    Un saludo :)

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    1. Qué bueno saber te haya entusiasmado este show, tu primer acercamiento a la franquicia; además es una temporada cortita, así que no te ocupará mucho tiempo. Si la llegas a ver me cuentas qué te parece.

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  2. Imaginar el futuro de La Humanidad es una tarea que varios escritores han estado haciendo desde que apareció por primera vez el vocablo "Ciencia ficción". Desde esos lejanos tiempos han llovido obras, cada una perteneciente a distintos medios de entretenimiento, que han descrito con variadas palabras y con su propia visión el futuro de nuestra especie. Las hay de todo tipo, desde obras que brillan por su férreo optimismo, hasta obras que no brillan por su optimismo sino por su pesimismo, y a veces por su misantropía. La Franquicia de Star Trek destaca por lo primero, por su optimismo respecto a nuestro futuro, tanto en la Tierra como en otros mundos, todavía inalcanzables. Claro está que dónde estaría el drama si no hubieran conflictos así que no todo es color de rosa en el universo de la franquicia. Nunca faltan historias en las que aparece el demente de turno con ganas de provocar un desastre de los nunca antes vistos, tampoco faltan historias en las que aparece la especie hostil de turno que quiere dejar a La Federación hecha cenizas, y las ha habido en las que no falta ese miembro de La Federación que primero se muestra como una buena persona para después mostrar su putrefacta fachada. La franquicia se sustenta sobre una premisa tan simple como fértil para historias de todo tipo y la verdad es que, como en cualquier otra franquicia con una premisa similar, ésta a veces es adecuadamente aprovechada y otras veces no es completamente aprovechada.

    En algunas ocasiones llego a la conclusión que Star Trek es una franquicia que, más que orientada hacia el optimismo de tipo "campbelliano-asimoviano", está más orientada hacia cuestionar nuestras certezas más arraigadas sobre el futuro de nuestra especie. Siguiendo con esa conclusión, puedo afirmar sin temor alguno que lo que Star Trek nos ha dicho desde su primer día de existencia no es "¡Qué genial es el futuro de La Humanidad!" sino más bien algo como "Nuestra especie tiene muchos futuros, pero depende de nosotros elegir ese futuro que más queramos". Lo curioso de un mensaje como ese es que no es completamente optimista ni completamente pesimista sino que sólo nos dice eso, y nada más: ¿qué futuro vamos elegir como especie? Ojala nuestra elección sea acertada.

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    1. Por lo que puedo inferir al leerte, conoces bastante bien este universo que tanto amo, una serie de ficciones que me han dado satisfacciones como pocas y al punto de que hasta pertenecí al primer fan club trekker chileno en mi juventud.
      Bellas palabras le dedicas a la función que cumplen estas series y que me dejan claro de todo lo que podemos sacar de la contemplación de sus capítulos. Ojalá tengamos segunda temporada de "Picard" y me cabe esperar qué tanto la serie animada (que a mis viejos compañeros del fan club, unos "puristas" ellos no les gusto, salvo a mi gran amiga de entre ellos) y la nueva temporada de "Discovery" mantengan en alto el sueño de Gene Rodenberry.

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  3. No conozco mucho de la franquicia pero últimamente he estado pensando sobre ver la serie original y esa película en la que derrotan a los borg, y de paso rescatan al amado por todos Capitán Picard. Lo que dije lo dije porque Star Trek tiene sus cosas ridículas y a veces místicas pero gran parte del tiempo es una franquicia que siempre procura sumergirnos en un mundo más o menos creíble y en el que aunque ves gente manejando pistolas láser y naves viajando a velocidades que dan miedo también ves bastante de la política, sociedad, ciencia, economía y moral de la gente que lo habita. Star Trek es lo que pasa cuando a varios de los tópicos de la "space opera" clásica los pasas por el lente de la "Nueva Ola".

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