jueves, 6 de agosto de 2020

Parece que a Stephen King le quedó gustando el policial ¿No? (I)


    Luego de su trilogía de Bill Hodges, bien podría decirse que nuestro autor se entusiasmó con el género, si bien en la tercera y última entrega no se aguantó las ganas e incorporó elementos lejanos al realismo que antes había usado y que bien tienen relación con aquellos temas que lo han hecho famoso (y en los que se maneja muy bien, por cierto): lo sobrenatural y la ciencia ficción.  Es así que en 2018 volvió a juguetear con todo ello y más encima lo hizo “rescatando” a uno de sus mejores personajes y alguien bastante querida por los lectores: La sin par Holly Gibney.  El libro en cuestión se llama The Outsider (traducido en español como El Visitante) y en este caso el policial se mezcla con el horror sobrenatural, en una obra donde hace una muy interesante variación de la tradición oral de miedo y uno de sus monstruos más populares: el hombre del saco o cuco.

* La Trama en pocas palabras.

    Se comete un espantoso asesinato en el que la víctima es un pequeño de 11 años, más encima el pobre fue abusado sexualmente de manera aún más atroz y cuando los agentes de la ley comienzan a investigar sobre el culpable, descubren con impacto la identidad del culpable: un profesor, esposo y padre de dos hijas, muy amado por la comunidad debido a su trabajo en numerosas actividades sociales.  Debido a las pruebas con las que cuentan, no dudan en ajusticiar al culpable y por tomar una serie de decisiones apresuradas, todo termina aún peor de lo esperado, en lo que la responsabilidad, la culpa y el deseo de hacer justicia por sobre todo se juntan para darnos una novela en verdad memorable.  El libro nos mostrará el resultado de una ardua investigación, que revela detalles asombrosos, razón por la cual los protagonistas tendrán que hacer mucho más que interrogar, acusar y defender a diferencia de lo que pasaría en un caso “normal”.   

* Temas.

1. La naturaleza del mal: La literatura de terror no es solo sustos y criaturas espantosas, que eso igual abunda en la obra que hoy acapara nuestra atención, sino que por igual ahonda en desnudar el alma humana en cuanto a aquello que nos hace ser lo que somos, ya sea como especie o como individuos particulares. 
      Al respecto y considerando de qué va la trama de este título, queda claro que por un lado trata la incertidumbre acerca de dónde proviene nuestra tendencia al mal, si este es fruto de una mente desquiciada o enferma, incapaz de sintonizar con los demás o nace del deseo racionalizado por cometer atrocidades y teniendo claro todos sus efectos desde un principio; lo anterior se encuentra en toda narración del género policial, cuando trata sobre asesinatos y otros actos que atenten contra las demás personas…¿Pero qué pasa cuando le agregamos a todo esto la presencia de entidades malignas? Pues frente a ello, obviamente hay un componente religioso o ideológico que considera la posibilidad de la existencia de un mundo oculto a los ojos de la mayoría, donde así como existe el bien a un nivel superior a nuestra humanidad, también encontramos fuerzas malignas que buscarán dañarnos y/o corrompernos (algo de lo que Stephen King, sus predecesores y colegas saben muy bien cómo abordarlo). 
      Teniendo en cuenta estas palabras, The Ousider es una gran ejemplo acerca de estos planteamientos que se alejan de la mirada racional, para poner a prueba nuestra fe y visión de mundo, ante la idea de que no estamos solos y esos vecinos justamente no son la compañía que quisiéramos tener a nuestro lado.

2. La justicia:  En la novela encontramos policías, detectives uniformados y civiles, como también abogados involucrados en la historia, cada uno con su propio papel que cumplir, algunos rivales entre sí pese a que se conocían de hace tiempo y eran incluso amigos, cuando los eventos los hacen estar en bandos opuestos…Pero luego la búsqueda de la verdad que se alza sobre cualquier rencilla los une otra vez.  Asimismo, tenemos a un supuesto criminal, bueno, más bien a más de uno, quien es acusado de actos propios de un monstruo. 
      Todo esto tiene que ver con los engranajes de la justicia humana, la que por mucho que tenga un propósito de servir a la comunidad posee debilidades y estas corresponden a los mismos seres humanos que trabajan dentro de sus filas (tal como queda demostrado en este libro y en otros, así como en la vida real).  La justicia se ve en esta novela como una acción o sistema de normas que permiten tanto proteger a los demás, de que ocurran otros atropellos en contra de los inocentes, como una manera de restablecer el orden perdido al ejercer poder sobre los infractores a la ley. 
      Interesante viene a ser que la primera vez en que se intenta llevar a cabo todo esto de la manera convencional, no se consigue; puesto que no debemos olvidar que estamos frente a una obra, que también es una novela de terror sobrenatural, razón por la cual la ley humana tal como la entendemos no es la adecuada para subyugar al verdadero culpable.  Debido a lo anterior, esta cruzada para cazar al monstruo detrás de tantas acciones tan violentas, viene a tomar ribetes cercanos a una justicia que no atiende a las normativas “civilizadas”, sino que remiten a otras estructuras sociales más antiguas y donde el castigo absoluto se sobrepone a la misericordia y/o a la reforma de los criminales: en otras palabras, la muerte sin escrúpulos del infractor y que muchas veces relacionamos con la venganza.

3. La culpa y la responsabilidad: Tal como hice referencia en la breve síntesis del libro, sin dar mayores detalles para no caer en el spoiler, apenas se descubre el homicidio que da paso a todo el resto del argumento, los sabuesos de la ley actúan de inmediato; sin embargo las cosas no son como parece y la verdad resulta ser mucho más macabra de lo esperado. 
      Es así que tenemos a unos cuantos personajes, buenos hombres sin dudarlo, que se dejan llevar por sus impulsos y ante ello los acontecimientos se complican más debido a sus acciones demasiado apresuradas; de este modo la tragedia se va agrandando más a cada paso, hasta que el autor nos llega a regalar una de las escenas más impactantes de su dilatada carrera en lo que podríamos llamar la primera parte del libro. 
      Cuando por fin la duda se hace presente en quienes deberían haber tenido un accionar más cuerdo, sin dejarse llevar tanto por sus emociones, en su calidad de sujetos nobles nos les queda otra que enmendar sus errores; puesto que la culpa en sujetos nobles como estos es inherente y al estar hablando de personas maduras, es evidente la noción de responsabilidad que luego dará paso a la segunda parte de este libro: la búsqueda del verdadero culpable detrás de todo esto.

4. Fe y mente abierta: Los personajes que conocemos al principio de esta historia, digamos que en más del 50 % de ella, y que representan las instituciones de la ley y el orden mencionadas, salvo uno de ellos son hombres racionales y aun así cuando no correspondía actuaron motivados más por sus emociones que por su cerebro; y, no obstante, este mismo desliz visceral fue resultado de su mentalidad propia de personas que obedecen a lo que sus sentidos les indica, puesto que fueron las mismas pruebas empíricas que manejaban, las que los llevaron a actuar tan equivocadamente.  Me estoy refiriendo a hombres y mujeres que creen con firmeza en la verdad absoluta de la ciencia y se niegan a otras posibilidades que respondan a un mundo invisible.
    Por otro lado, nos encontramos con el importante detalle de que la investigación policial toma un inesperado giro, cuando entra lo realmente extraordinario a remecer el status quo de los personajes y estos poco a poco debe comenzar a asumir que el mundo es mucho más vasto, raro e inesperado de lo que ellos creen.  Es cuando debemos hacer un acto de fe y aceptar la idea de que nuestros rigurosos esquemas no son los adecuados para explicar lo que va más allá de la ciencia y la razón. 
    La literatura de terror desde su más rancia tradición, partiendo con clásicos de innegable calidad literaria como Drácula de Bram Stoker, posee un elemento bastante religioso y ello es algo evidente en la narrativa de Stephen King.  Ahora bien, pese a que en el caso concreto de The Outsider la religión como institución y sus dogmas no estén presentes de manera directa, a diferencia de otros libros suyos como Salem´s Lot Revival, el hecho de hacer que los personajes incrédulos reconozcan la existencia de lo sobrenatural y tengan una mente abierta, viene a ser otra manera de abrazar la fe hacia lo invisible. Más encima, nos encontramos con que uno de los protagonistas principales (que podríamos decir que son tres aquellos en los que está mayormente recae el peso del drama), pasa por una verdadera crisis de fe cuando comienza a darse cuenta de que no solo cometió un gran error de juicio, sino que a ello se le suma su lucha por aceptar o no la nueva evidencia, que le dice que hay cosas que están más allá de lo evidente. 

6 comentarios:

  1. Buen análisis de la novela, Elwin, sobre todo en la exacta identificación de los temas que trata. Lo de "fe y mente abierta" es esencial en la obra de King, pero tal vez sea esta obra donde mas se cuestiona esta disyuntiva, este aceptar o no lo sobrenatural. El gran tema de muchas de la obras de King no es el terror per se, sino "la irrupción de lo sobrenatual en la vida cotidiana". Podemos decir que El Visitante es un gran ejemplo de ello. Muy buena novela.

    Saludos
    RICARDO

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    1. Me alegra mucho saber que haya sido de tu agrado este post, que lo tuve que dividir en dos partes porque me salió algo "extenso", je.
      Creo que una de las razones de por qué me gustó tanto este libro, aparte del regreso majestuoso de Holly, se debe a su excelente dosis de terror sobrenatural, algo que echo de menos en el King de los últimos años.
      Semana que viene publico la segunda parte, que le voy a agregar una parte más que anoche viendo por enésima vez "The Stand" se me ocurrió.

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  2. Como te dije por Gmail, estoy interesado en leer este libro, pero no a corto plazo. Pienso que deberías dejar el post así, pues me parece que está lo suficientemente condensado y concreto como para no destripar por completo el libro y es bastante para lograr interesar en leerlo a alguna persona que lea tu artículo. Buen trabajo, Elwin

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    1. ¡Qué bueno te haya entusiasmado este libro! (esperaré con ansias tus opiniones para cuando lo leas, que es una maravilla). Y gracias por tus palabras.

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  3. Hola, Elwin, ¿qué tal va todo?
    Casi dejo este comentario más para saludar y hablar un poco que para comentar la novela, que por otra parte me gustó bastante. Desde las incursiones en Hard Case Crime, "Colorado Kid" y "Joyland", King demostró buena mano para la novela negra-policíaca.
    Siempre que alguien me comenta que va a leer esta novela, le avisó de que lo haga después de leer la trilogía de Mr. Mercedes, porque aquí se citan acontecimientos de la misma, y pueden fastidiar la sorpresa después.

    Espero que estés bien. Yo estuve cuatro meses sin poder trabajar por culpa de la pandemia. Y esta semana,cuando ya llevábamos quince días de cierta normalidad, se declaró en la comarca de A Coruña uno de los mayores rebrotes de España, así que estoy en casa otra vez. Como parte positiva, tengo tiempo para visitar blogs como el tuyo y saludar, que los tengo muy abandonados.
    Yo cerrara KindleGarten en febrero, pero lo reabrí la semana pasada y estoy repasando los flecos sueltos para que todo el contenido vuelva a estar en línea.

    Un abrazo, Elwin.

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    1. No sabes cuánto me ha alegrado volver a saber de ti, luego de tanto tiempo, que me tenías preocupado. Lamenté mucho que hayas cerrado tu gran blog, para mí uno de los mejores que he conocido y no te voy a negar que tras ver la desaparición de tantas buenas páginas como la tuya, no dejo de pensar que mil veces prefiero que sus autores lo dejen así como quedaron en la blogósfera a manera de legado suyo. La semana pasada no más hablaba con amigos y colegas blogueros y lectores a raíz de otro gran blog que desapareció hace poco, la Guillermocracia, de un compatriota mío y nos acordábamos del caso de Kindlegarten...El año pasado quise dejarte un comentario y no tenias puesta ya la opción para escribirte, otra cosa que lamenté. Espero que estés mejor y me avises cuando se encuentre de vuelta Kindlegarten, para volver a ponerlo entre mis enlaces recomendados.
      Respecto a la cuarentena, yo desde la tercera semana de marzo que estoy con teletrabajo y casi no salgo. Acá las cosas tampoco se encuentran bien y de ello tiene la culpa tanto nuestro espantoso gobierno, como el chileno medio que es ignorante y porfiada (bien sabido es que el gobierno de turno es un fiel reflejo de su gente). Es de esperar pronto haya vacuna.
      Sobre el libro de King, me fascinó y esta semana subo la segunda parte y final de mi análisis; asimismo, comenzaré a verme la serie.
      Bueno, amigo, un abrazo y nuevamente te declaro mi alegría por volver a saber de ti.

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