sábado, 30 de marzo de 2013

Maestros del Horror 11: Pick me Up (conocida en Latinoamérica como “Carretera Sangrienta”, y por un montón de nombres más en castellano) de Larry Cohen.



11.1- El Director.

     El autor de esta original y entretenidísima historia de la primera temporada, Larry Cohen, es un artista que como muchos de sus colegas comenzó su amor por el cine desde pequeño, viendo todas las películas posibles…pero de gángsters, por entonces sus favoritas; luego dicho romance con el séptimo arte pasó al terreno del cine de terror y fantástico, aún cuando siempre estuvo latente en su obra esa faceta suya interesada por el bajo mundo, los personajes del hampa y el policial.
    Su labor audiovisual se ha movido en el llamado Cine Clase B, filmes de bajo presupuesto, si bien también ha contribuido con sus guiones para películas de producciones millonarias como Phone Boot y Cellular, películas con grandes estrellas como Colin Farrell y Kim Basinger.  
Larry Cohen.
    Los Invasores, así como que haya escrito para todo un clásico policial como Columbo.   En 1966 hizo su primer guión para el cine, con nada menos que El  Regreso de los 7 Magníficos, toda una obra de culto del western. En 1972 dirigió su primera película para el cine, una comedia de nombre Bone.  No obstante su primer éxito fue con un filme del llamado blaxploitation, subgénero cinematográfico de la década de los setenta, consistente en películas comerciales con estrellas afroamericanas de protagonistas, haciendo sus propias versiones de Drácula, Frankenstein y otras obras clásicas (siendo las primeras de este tipo, con la mayor participación de un elenco de color y dirigidas en especial a esta comunidad); la cinta en cuestión fue Black Caesar (1973), sobre un mafioso de color, a la que luego él mismo le hizo una continuación el mismo año.
Este director, guionista y productor comenzó muy joven su carrera, siendo que aún no tenía la mayoría de edad cuando vendió su primer guión televisivo.  Fue así como en su curriculum están un gran número de trabajos y créditos entre los que se destacan, que haya sido el creador de la mítica serie de los setenta
    En su trabajo, gusta de trabajar usando la improvisación, si bien siempre tiene un guión preparado con anticipación, no obstante si se le ocurre una idea nueva durante el rodaje, la aprovecha; lo mismo sucede con sus actores, a quienes les permite salirse del libreto sin problemas.  Otro aspecto de su labor, es el uso del humor negro, lo que se evidencia desde su ópera prima.  Gusta ser tanto director, como guionista y productor de sus trabajos para la pantalla grande.
    A lo largo de su extensa filmografía, ha hecho 5 producciones junto a Michael Moriarty, su actor fetiche y amigo, siendo su contribución para Maestros del Horror la quinta; es más, él mismo solicitó que Moriarty se uniera al elenco, pese a la negativa de unos cuantos por considerarlo un artista de difícil trato.
    A continuación algunas de sus obras más destacadas como director:

  • It´s a Live (1974): Considerada uno de los mejores filmes de horror de la década de los setenta, por su interesante propuesta y discurso, trata sobre un bebé mutante que al nacer comienza a matar gente.  La historia está abordada desde el punto de vista de los padres de la criatura; el padre reniega de su hijo, tras saber sobre su naturaleza anómala, mientras que la madre es incapaz de sentir rechazo hacia su bebé, aceptándolo como es.  El filme es de muy bajo presupuesto, no obstante el talento de Cohen en dirigirlo y la calidad de los actores, logran tomarse con seriedad esta cinta que en manos de otros habría parecida ridícula.  El monstruito fue creado por un joven Rick Backer, hoy en día uno de los más importantes genios en efectos de maquillaje.  Resulta memorable que pese lo horroroso de todo lo concerniente al bebé mutante, Cohen logra darle cierta humanidad al ser, lo que permite que el espectador pueda sentir empatía hacia su soledad (en parte un guiño a lo que sucede con la Criatura de Frankenstein de la novela de Mary Shelley y por la cual resulta imposible no sentir compasión).  En 1978 y 1987 el director filmó dos secuelas con cierto éxito, las que lejos fueron mucho más gore que la primera obra de la saga, la cual en todo caso primó más el drama y el suspenso, por sobre el efectismo.  En el año 2008, gracias a la “fiebre” por los remakes de largometrajes populares de las décadas de los setenta y ochenta, Larry Cohen rehizo su guión clásico para que un colega suyo hiciera una nueva versión de tan famosa obra.  El filme original fue la segunda película que más fondos recaudó en los cines ese año.
  • Q (1982): El nombre y la trama de esta cinta suya, hace referencia a la llamada Serpiente Emplumada, Quetzacoalth, importante dios de la mitología azteca.  Que haya usado a este personaje en uno de sus filmes, demuestra la erudición de Cohen, al conocer de culturas ajenas a la suya.  Sin embargo aun cuando en las creencias indígenas aztecas el dios poseía una dimensión benigna, en este caso es mostrado como un monstruo sediento de sangre.  La trama trata acerca de una serie de desapariciones y muertes misteriosas en pleno New York y en las que obviamente está involucrado el mítico ser; es así como el azar lleva a un agente de policía y a un ladrón de poca monta a verse sumidos en los eventos respectivos.  Los papeles de estos dos estuvieron a cargo nada menos que de David Carradine (el famoso Kung Fu de la recordada serie de TV) y Michael Moriarty.  El personaje del ladronzuelo hecho por Moriarty responde a un interesante estereotipo del criminal que sin ser un tipo cruel en verdad, su mala suerte y personalidad derrotista, lo llevan a querer cambiar su destino y aprovecharse de las circunstancias.  La película cuenta con muy buenas tomas aéreas, a su vez Cohen consiguió para ésta poder filmar en un famoso rascacielos de la ciudad y además tuvo efectos de stop motion para la animación de la criatura bastante interesantes, lo que le otorgó al filme un particular aire retro (propio de las películas de monstruos gigantes de antaño); no obstante su creador no quedó contento con el diseño de la bestia, el cual le pareció más un dinosaurio corriente, que el ser emplumado que debía ser originalmente.
  • The Stuff (1985): Con el trabajo nuevamente de Moriarty en el protagónico, es quizás uno de los trabajos de mayor presupuesto de Cohen, así como uno de sus mejores filmes.  La cinta resulta ser toda una crítica al exacerbado consumismo yanqui, al mostrar cómo una extraña sustancia blanca parecida al yogurt, comienza a monopolizar el mercado alimenticio del país y con ello la mente de sus seguidores.  Es entonces que un niño y un espía industrial descubren la verdadera naturaleza de la golosina, que corresponde a la de un parásito de origen subterráneo que muta a los consumidores en especies de zombies.  Los efectos especiales de esta obra en realidad son soberbios, poseyendo algunos de los mejores momentos del terror ochentero.
  • A Return to Salem´s Lot (1987): Es una secuela de la adaptación televisiva que hizo a finales de los setenta para la televisión Tobe Hooper, de la famosa novela de vampiros de Stephen King, Salem´s Lot.  Originalmente Cohen había hecho un guión del libro para ser el responsable de la versión televisiva de la novela, no obstante éste fue rechazado y al final fue Hooper quien la filmó, usando el libreto de otra persona.  Michael Moriarty otra vez se repitió el plato trabajando con el director.  La película fue considerada en su momento bastante violenta y polémica también por su lenguaje grosero y escenas de desnudo.   Pese a todo, es considerada una obra menor en la filmografía de su autor, así como una de las adaptaciones más olvidables de la pluma del escritor de Carrie y El Resplandor.
  • Wicked Stepmother (1989): Toda una curiosidad en la labor cinematográfica de Larry Cohen es esta comedia negra que contó con la última o penúltima  (si se considera Beetlejuice de Tim Burton) aparición de la cotizada actriz Betty Davis, quien no pudo terminar la filmación debido a sus problemas de salud; fue así como su personaje que siempre en el guión fue una bruja, fue reemplazado por la exuberante actriz Barbara Carrera, quien con los agregados en el libreto podía cambiar su apariencia a gusto y siniestra.  El largometraje fue lanzado directamente a los videoclubes en su momento, alcanzando cierto éxito por contentar tanto a los fanáticos de este tipo de cintas, como a los seguidores de la Davis.
  • The Ambulance (1990): Lejos una de sus películas más divertidas, la cual a su vez tuvo la notable actuación de los talentosos Eric Roberts y James Earl Jones en los protagónicos.  La historia gira en torno a una misteriosa ambulancia que llega a donde se encuentren heridos para ser atendidos, no obstante el vehículo no pertenece a ningún servicio de salud registrado y más bien las intenciones de quienes están detrás de su llegada, es robarles órganos a sus ocasionales pasajeros.  Uno de los datos más curiosos del filme y la cinematografía mundial, aunque más bien de la llamada “publicidad engañosa”, es que en algunos países el afiche de la cinta decía en letras grandes que la película era una adaptación nada menos que de la obra literaria de Stephen King (lo cual por supuesto no es cierto).

11.2- La Película.

     Con guión del escritor David J. Show (el mismo de la película de culto El Cuervo de Alex Proyas donde actuó y falleció Brandon Lee), basado en su cuento corto, es la única historia de la primera temporada de Maestros del Horror del subgénero de psychotriller, o sea, sobre psicópatas y que además no poseyera elemento sobrenatural o de ciencia ficción en su trama.
      Este capítulo cuenta lo que sucede cuando dos psicópatas, el primero un hombre ya en la tercera edad y el otro joven y apuesto, se encuentran en medio de las extensas carreteras entre las montañas de USA; esto provoca una batalla campal entre los dos,  cuando se pelean por la única sobreviviente de la tripulación de un bus del cual ambos quisieron ser los autores exclusivos de su masacre. El asesino serial mayor es alguien que se muestra como un buen samaritano, recogiendo a gente que necesita les hagan un aventón; mientras que el segundo es un seductor que “hace dedo” para encontrar a sus nuevas víctimas.  No obstante pese a la maldad y locura de los psicópatas de turno, estos son mostrados con verdadera simpatía, puesto que en la vida real muchas veces estos hombres y mujeres peligrosos cual atractivas bestias para sus víctimas, hacen uso de su sonrisa y engañosa apariencia para conseguir sus nefastos crímenes. La mujer entre ellos resulta ser una atractiva mujer que a lo más recién comienza la segunda década de su vida y está escapando de su pasado, con una actitud de mujer independiente y rebelde que le servirá para enfrentarse a sus dos acechantes.   La disputa de los dos psicópatas, se traduce además en una confrontación física de sus voluntades, siendo toda una lucha entre titanes como si de un western se tratara y así quienes tienen la mala suerte de hallarse entre medio, tienen que habérselas con estas dos fuerza en las cuales gane el que sea, el inocente siempre saldrá perdiendo (a menos, claro, que la posible víctima haga uso de las mismas artimañas para conseguir mantenerse con vida).
     En Pick me Up se puede identificar el tema de la violencia como algo inherente al ser humano, primero como algo propio de la tendencia de hombres y mujeres al mal y con ello su gusto por el sadismo, para luego ser visto como un medio que permite la  sobrevivencia en medio de la naturaleza que en todos los niveles sostiene la pirámide alimenticia de cazador-presa; no obstante el poder de los más fuertes sobre los más débiles no es algo permanente y tal como muestra el inesperado final de la historia, siempre habrá alguien que esté por sobre los que se creen poderosos.
    Por otro lado, esta historia se constituye en una singular road movie, película de carretera, subgénero tan caro al cine independiente y más artístico hollywoodense, donde se presenta la odisea del protagonista, quien inicia muchas veces un viaje iniciático tanto físico como espiritual en medio de las carreteras estadounidenses en algún transporte o simplemente a pie; a su vez cuando el periplo se realiza sobre ruedas, el vehículo se transforma tanto en un protagonista más, como en una representación de la interioridad del “héroe”, puesto que en la cultura gringa la identificación de conductor con automóvil (u otro medio terrestre) resulta ser algo inherente a la naturaleza fetichista gringa.  En el séptimo arte se pueden nombrar de este modo filmes ya clásicos como Easy Ryder (Busco mi Destino) de Dennis Hooper en los sesenta y Telma & Louise de Ridley Scott en los noventa; no obstante sus antecedentes literarios están en la novela de culto de Jack Kerouack En el Camino, siendo que existe un cuento del afamado escritor Richard Matheson llamado El Diablo Sobre Ruedas, del cual Steven Spielberg hizo un telefilme a finales de los setenta, como el primer relato de terror y de psicópatas del tipo road movie.  De este modo la contribución de Larry Cohen para el programa, resulta ser heredera de toda esta tradición gringa, contándonos la particular odisea de los tres protagonistas de este animadísimo episodio.  
    La obra fue estrenada originalmente el 20 de enero de 2006 en su país de origen.


domingo, 24 de marzo de 2013

Sobre la quinta temporada de Expediente-X



    Emitida entre el 2 de noviembre de 1997 y el 17 de mayo de 1998 originalmente en el país de Roddy McDonald, contó con “sólo” 20 episodios (la temporada más breve de toda la serie, en conjunto con la novena y última).  En parte lo que justifica la cantidad de capítulos de esta temporada a diferencia de las anteriores, fue que durante su producción y emisión, sus creadores se encontraban preparando la primera película para el cine del programa, lo que era entendible acaparara gran parte de su atención y recursos.  No obstante a partir de este año, las temporadas a lo más tendrán 22 capítulos como máximo, lo que se considera ahora normal dentro de una serie de canal público en USA.
    Considerando que esta temporada fue la antesala al esperado primer filme de X-Files, los eventos desarrollados durante su emisión, poco a poco fueron orientados hacia lo que se mostraría en esta cinta, la que recibió el nombre de The X-Files: Fight the Future (Expediente-X: Golpe al Futuro), de modo que en especial el capítulo final de ella, termina justo poco antes de donde comienza el largometraje.
     La temporada también estuvo marcada por un gran cambio en la actitud de Mulder, quien tras los sucesos de su comienzo, pierde su fe en la existencia de vida extraterrestre, mientras que Scully comienza a abrirse un poco más a la posibilidad de que estos sean reales (detalle que será significativo una vez que la serie tenga un gran giro a partir de la octava temporada).
     Como dato extra, fue durante este año que en el también popular programa animado de Los Simpsons que Los Archivos X tuvo su aparición en él, de modo que a Scully y a Mulder les tocó codearse en un capítulo antológico con Homero, Bart y compañía.
     En esta quinta temporada, puede resultar interesante saber que entre sus aciertos y momentos memorables, se encuentran los hechos de que, primero, al inicio de ésta llegó al tan reverenciado capítulo N° 100, el cual pocas series se precian de conseguir en sus muchas veces cortas existencias; a su vez contó con dos capítulos de antología coescritos por afamados y talentosos escritores.  No obstante de todo esto se hablará con detalle en las referencias dedicadas a los episodios respectivos y que a continuación empieza…

     Redux I: Es el adrenalínico comienzo de temporada, quizás el mejor inicio hasta el momento en lo que va de la serie.   El supuesto suicidio de Mulder tiene a todo el mundo tenso, mientras Scully debe enfrentarse sola a una comisión del FBI que pone en duda la cruzada de ambos; a su vez el cáncer de Dana empeora y puede ser que ya no tenga solución.  El capítulo en sí es un autohomenaje, puesto que en los créditos del programa dice en reemplazo de su frase típica Cree en la mentira, lo que se podría considerar el segundo credo de la serie tras La verdad está ahí fuera.  En este episodio y en el siguiente, como a lo largo de todo el show, se puede observar cómo la vida de los personajes giran en torno a tanta conspiración y que la búsqueda de la verdad implica peligro, así como la mentiras y las confabulaciones se convierten en una constante tanto para sobrevivir, como para ocultar a los demás grandes secretos…Y es así como en este inicio de la quinta temporada Mulder y Scully descubren que a veces uno también tiene que mentir si en realidad quiere que la verdad sea develada.
     Redux II: La conclusión del capítulo anterior resulta formidable, de lo que vendría siendo el primer díptico de tres con los que contó este quinto año de emisión.  Muchos momentos inolvidables suceden acá, como el reencuentro que llega a tener por fin Mulder con su verdadera hermana, todo gracias a la intervención del Fumador, quien le hace un oscuro ofrecimiento, además de ayudarlo a obtener la cura contra el cáncer de Scully.  El final de episodio muestra el supuesto asesinato de uno de los personajes más emblemáticos del programa.
     Unusual Suspects (Sospechosos Inusuales): Es el esperado capítulo N° 100 de la serie, el cual significó entre otras cosas, el regreso del recordado X y de James Wong en los guiones, aunque sin la compañía de su habitual compañero Glen Morgan.  Fue así como en esta historia, Wong retomó al popular trío que creó para el programa en su primera temporada junto a Morgan y por fin contó cómo fue que estos tres teóricos de la conspiración conocieron a Mulder.  Como el episodio transcurre en el pasado, no aparece Scully, puesto que para la época en la que se encuentra ambientada, ésta aún no conoce a Fox.  A su vez los verdaderos protagonistas de esta joyita, son los mismos Pistoleros Solitarios.  El nombre del capítulo es una alusión a la famosa película Usual Suspects (conocida en Latinoamérica como Los Sospechosos de Siempre), filme de suspenso con el cual el director y guionista Bryan Synger se hizo famoso.
     Detour (Desvío): De seguro es el capítulo más débil de toda la temporada.  La historia trata de unas misteriosas desapariciones a las que los protagonistas han llegado a entrar en conocimiento, sólo por casualidad; es así cómo cuando empiezan a investigar, se encuentran con que puede ser que una antigua leyenda de la época de la colonización europea de América sea cierta.
    The Post-Modern Prometheus (El Post-Moderno Prometeo, al que irrisoriamente le pusieron el nombre en el doblaje como El Mutante, bastante poco original por cierto): Escrito y dirigido por el propio Chris Carter, fue el primer capítulo “livianito” de una temporada cargada de dramatismo aún más que las anteriores; a su vez fue el homenaje de su creador nada menos que a la novela Frankenstein de Mary Shelley, por cuanto el segundo nombre de esta novela romántica es El Moderno Prometeo, como además tributa al cine mismo y entre ello, a la segunda película para el cine de David Lynch, El Hombre Elefante.  El capítulo está filmado en un bello blanco y negro, con movimientos de cámara que simulan los filmes de la década del treinta y en pocas palabras, trata sobre los raros experimentos del típico científico loco, quien al parecer ha creado una horrible criatura.  Originalmente en este episodio iba a salir nada menos que la cantante y actriz Cher, pero al final se tuvieron que conformar con poder usar con su permiso sus canciones y que en vez de ella saliera una doble.
    Christmas Carol (Canción de Navidad): Es la primera parte de una impactante historia en dos segmentos, estando este capítulo inicial centrado en Scully.  La trama muestra lo que pasa cuando Scully descubre… ¡Qué tiene una hija!   El motivo de que ella misma no tuviera idea de su descendencia, se debe a hechos que le ocurrieron mientras estuvo desaparecida años atrás.  Si este episodio resulta ser triste, no es nada comparado con lo que le depara a la propia Dana al siguiente.  El nombre de este episodio es una referencia a la reconocida novela de Charles Dickens de la cual tantas versiones se han hecho, ya que además el capítulo transcurre durante Navidad y fechas cercanas.
    Emily: Es el nombre de la “encontrada” hija de Scully, quien está afectada de una rara enfermedad que puede ser mortal, así como al parecer no tener un origen de tipo natural.  El desenlace de esta historia bien llega a ser tan dramático, como sólo el ya mencionado The Field Where I Died en la temporada anterior consiguió; por otro lado, ésta es una de las mejores historias dedicadas a Scully en toda la serie (en conjunto con Revelations de la tercera temporada y un capítulo más de la quinta adelante se detallará).
     Kitsunegary: Especie de continuación de un famoso capítulo de la tercera temporada, Pusher, de modo que acá vemos el regreso del despiadado asesino con la extraña habilidad para influir en la mente de sus víctimas; no obstante éste, quien había quedado en coma y se suponía iba a morir de un tumor, vuelve, aunque al parecer sus intenciones ya no son violentas; sin embargo unas horribles muertes que responden a su modus operandi hacen ver que quizás no todo es lo que parece.  El título en japonés significa La Caza del Zorro, significativo tanto para la cultura nipona y la figura mitológica de esta criatura en sus historias, como en la serie, ya que Fox es zorro en inglés.
    Schizogeny: La primera historia real de terror de la temporada, trata sobre unas horribles muertes cuyo origen podrían responder a eventos sobrenaturales.  Uno de los hechos más interesantes de este episodio, resulta ser cuando se descubre la verdadera identidad de quién ha provocado los asesinatos, puesto que aquí la trama permite tratar los temas de la violencia intrafamiliar, los problemas adolescentes, la venganza y la locura en una curiosa mezcla.
Publicidad que salió en su momento para
promocionar el capítulo coescrito por King.
     Chinga: Capítulo de antología que se mueve entre el terror de corte sobrenatural y la comedia del absurdo.  Fue coescrito por Chris Carter y nada menos que el consagrado escritor de novelas y cuentos de terror Stephen King, siendo que éste último ya hace rato que se había declarado admirador de la serie.  Acá Carter aportó los pasajes más hilarantes, dedicados al personaje de Mulder, mientras que King se dedicó a contar las hazañas de Scully, quien debe habérselas con una muñeca maldita responsable de la muerte de unas cuantas personas.  Tal como es costumbre en la obra de King, el tema del objeto poseído, una vez más se vuelve a repetir, siendo que su aporte para X-Files recuerda en parte a su clásico cuento El Mono; a su vez como melómano que es el escritor, en el apartado dedicado a las aventuras de Scully, se escucha un antiguo tema popular vez que la muñeca ejerce su maléfico influjo, algo que también ya se había dado en obras anteriores del artista.
    Kill Switch (Interruptor de la matanza):  En esta ocasión, es un escritor inglés quien hace su contribución para el programa, siendo un autor de relatos de ciencia ficción, específicamente del llamado subgénero Ciberpunk, muy ligado al tema del Internet, ciberespacio, inteligencias artificiales y hackers (entre otros temas), William Gibson.  La historia trata sobre una IA (la segunda en aparecer en la serie después de Ghost in the Machine de la primera temporada) que se mueve en la Red.  En el capítulo se ven unas cuantas graciosas e interesantes imágenes oníricas que le toca “vivir” al pobre Mulder.  Fue una de los episodios más caros de la serie.  Más adelante, en la séptima temporada, Gibson volvería a aportar con su pluma en la serie.
    Bad Blood (Sangre Mala): Un capítulo más de comedia para la serie y una temporada realmente trágica, siendo además la segunda historia de tres en todo el programa, en tratar la temática de los vampiros, poseyendo además un agradable aire autoparódico.  El episodio se convirtió en uno de los favoritos de los seguidores, por su graciosa forma en mostrar desde dos puntos de vistas diferentes los mismos sucesos: primeros vistos desde los ojos de Scully y luego a través de Mulder.  El vampiro obeso y nerd del capítulo resulta ser acá uno de los aciertos de toda la serie, siendo todo un guiño para el espectador promedio de este tipo de programas.
    Patient X (Paciente X): La pareja protagonista conoce a Cassandra Spender, quien asegura haber sido raptada en numerosas ocasiones por alienígenas, siendo además madre del agente del FBI Spender, quien lo que menos desea es que se sepa de su familiaridad con ésta.  El capítulo introduce muy bien la idea de que existe más de una raza extraterrestre y que hay una guerra entre estas, donde la humanidad es sólo un peón para dichas fuerzas.
El agente del FBI Jeffrey Spender...
¿Lo encuentran parecido a alguien?
    The Red and the Black (El Rojo y el Negro): Segundo episodio de la temporada dirigido por su creador, quien además coescribió el guión de éste y el anterior.  El personaje de Jeffrey Spender, quien al principio de su aparición en el programa se vió como alguien dócil, comienza a mostrar su lado más complejo, convirtiéndose en una persona un tanto desagradable (siendo además que de a poco éste irá tomando relevancia en el show).  El actor que interpreta a Spender, Chris Owens, es el mismo que ya antes había hecho del Fumador en su juventud.
    Travelers (Viajeros): Todo un capítulo de selección resulta ser éste, que corresponde a un antiguo caso de los Expedientes-X que en su momento supuestamente no fue resuelto, pero el cual entra de nuevo en la mira del FBI y por ello Mulder debe visitar a un ex agente, quien le contará su historia; de este modo el episodio muestra en un racconto la verdad de los hechos, en los cuales estuvo involucrado nada menos que el propio padre de Fox.  La trama gira en torno a la existencia de vida extraterrestre y a maquiavélicos experimentos del gobierno de USA al respecto.
     Mind´s Eye (El Ojo de la Mente): Si bien hasta el momento toda la temporada ha poseído una gran calidad (salvo el ya mencionado Detour), bien se puede afirmar que éste capítulo y el siguiente, son dos de los mejores de toda ella, estando esta historia centrada en Fox, mientras que la siguiente en Mulder.  Así es como ambos episodios muestran cómo ambos agentes reaccionan ante casos que particularmente mueven sus fibras más emocionales, al estar ligados con sus propios pasados, sentimientos de culpa e intereses.  El guión muestra lo que pasa cuando una mujer invidente es capaz de ver a través de los ojos de un asesino, lo que hace más que desgraciada su vida; cuando la conoce Mulder, de inmediato despierta en él su personalidad más protectora que había estado latente largo tiempo y así la relación entre la mujer y Mulder se convierte en uno de los pilares de esta magnífica historia.  La ciega es interpretada acá por la talentosa actriz Lily Taylor (Mistic Pizza, Sueños de Arizona y Yo Disparé a Andy Warhol, entre otras grandes películas, además de su celebrada participación en la también serie de culto Six Feet Under de HBO), quien le aporta a su personaje una humanidad que llega a sobrecoger.
    All Souls (Todas las Almas): Un sacerdote amigo de Dana, le pide a ésta que ayude a esclarecer un extraño caso en el cual un matrimonio parroquiano suyo, ha pasado por la espantosa muerte de su hija; el hecho trae reminiscencias a Scully de la pérdida que ella misma sufrió durante los eventos de Emily, no obstante poco a poco va descubriendo que fuerzas superiores a sus capacidades están involucradas en los acontecimientos que le toca vivir.  Poética historia que saca a la luz la faceta más heroica de Dana, demostrando con ello como nunca su maternidad no realizada; una vez más acá se vuelve a tomar el tema de la fe religiosa, que por increíble que parezca en una mente disciplinada y científica como Dana, no entra en conflicto con sus convicciones.  La trama en todo caso, es más del espíritu del spin-off Millenium que de X-Files y guarda relación con el recordado capítulo Revelations.
    The Pine Bluff Variant (La Variante Pine Bluff): Intenso y entretenido episodio de mucha acción y suspenso, acerca de violentos atentados terroristas.  Mulder debe trabajar de encubierto entre los responsables de varias muertes harto desagradables, quienes usan una especie de bacteria carnívora para conseguir sus objetivos, lo que en parte hace que las lealtades de éste entren en duda.
     Folie à Deux: Por fin otro capítulo sobre monstruos en la serie.  Esta vez se trata de una criatura que apenas logra percibirse, siendo que es capaz de infectar a sus víctimas, convirtiéndolas en especies de zombies a los cuáles sólo unos pocos pueden identificar.  Para el episodio los responsables del ente tuvieron que ingeniárselas para que su diseño y los efectos comprometidos, fueran lo suficientemente verosímiles para no caer en lo irrisorio.
     The Ende (El Fin): El final de temporada posee un título que responde tanto al triste hecho de que la temporada termina con un evento de gran impacto para la serie, como para sus protagonistas, siendo además el último filmado en Canadá (puesto que luego la serie sería hecha en Estados Unidos); de este modo el prólogo del capítulo es un homenaje a la ciudad de Vancouver que por cinco años acogió a la producción, en una escena de antología, muy propia de los grandes filmes de espionaje.  La trama gira en torno a un niño superdotado, de quien se descubre que su naturaleza corresponde a más de lo que la mayoría cree saber.  Este capítulo sirve de entrada a los eventos que se desarrollarán en la ansiada primera película para el cine de Expediente-X.

Afiche de la primera película para el cine de la serie
y a la que el mes entrante se dedicará un apartado en este blog.

domingo, 17 de marzo de 2013

En el límite de la cordura.



      Mientras se desarrollaba la década de los setenta, un joven (e inexperto) Stephen King intentó escribir una novela de corte épico, en la cual mostraba qué pasaba cuando un gran grupo de personas se encontraba de un momento a otro, privado de su libertad; su idea general era representar las consecuencias de este drama humano, teniendo a varios personajes involucrados, mostrando sus infortunios y distintas reacciones tras sufrir un hecho que en una primera instancia fuese increíble y superior a las capacidades de cualquier hombre y mujer mortal…No obstante este libro al que llamó The Cannibals, así como también Under the Dome, resultó ser un ejercicio literario superior a las fuerzas del futuro escritor profesional y decidió dejarlo como otro proyecto más inconcluso.  No obstante este “hijo no nacido” se quedó rondando entre sus pensamientos por más de treinta años, hasta que por fin el ya afamado narrador se dio a la empresa de darle forma.   Fue así como en el año de 2011, y tras dedicarse a trabajar en su nuevo libro durante casi un año y medio,  King publicó Under the Dome (La Cúpula en español), usando el segundo nombre que le puso a la versión original y utilizando como punto de partida el primer capítulo de esta temprana versión, mientras que el resto, lo recreó gracias a su buena memoria y el talento que con el tiempo logró desarrollar y que lo hizo famoso en todo el mundo.  Este nuevo libro suyo superó las mil páginas (cualidad que sólo comparten de todas sus obras Apocalipsis y Eso) y de inmediato estuvo en las listas entre los libro más vendidos, como recomendados por la crítica y sus seguidores, aparte de ser nominado a varios premios y ganar unos cuantos de ellos.
Caricatura del escritor con algunos de
sus hijos literarios más famosos.
     La novela en cuestión resulta ser tanto un libro de suspenso, como una obra de ciencia ficción, poseyendo además uno que otro elemento sobrenatural, aunque bastante superficial en este último caso; a su vez el texto se constituye en una parábola política, quizás el trabajo que más ahonda en este aspecto de su autor, donde King aprovecha de reflexionar acerca del carácter del poder y la autoridad en medio del país más “poderoso” de mundo y que en poco más de 200 años ha logrado acaparar una que otra mácula dentro de su historia.   
    Todo ocurre en el campestre pueblito de Chester's Mills, el cual pertenece al mismo universo ficcional de Castle Rock y Derry, ciudades ya famosas en la obra anterior de su autor.  Un día cualquiera una barrera transparente, “la Cúpula” (que es invisible), aísla a sus habitantes de modo que nadie puede salir desde dentro de ella, ni pueden entrar desde fuera.   La cúpula permite que pase el aire hasta cierto punto, así como que la gente pueda hablar sin problemas de un lado para el otro, en cambio el agua no puede pasar por ella, así que ya no llueve en el lugar; no obstante es lo suficientemente fuerte como para que nada creado por el hombre pueda si quiera hacerle una mella.  Por otro lado, todo el mundo ignora quién es el responsable de este campo de fuerza, así como cuáles son sus motivaciones detrás de ello, si bien desde su aparición comienzan a salir una que otra teoría y sospechosos.  Demás está decir que cuando la cúpula hace su aparición, una serie de eventos desastrosos es provocada por ésta, todos ellos de bastante espectacularidad y mientras ésta siga alrededor del centro urbano, por mucho que sus integrantes se esfuercen, estos eventos irán en crescendo.  Los habitantes en algunas ocasiones mantendrán la dignidad, mientras que en otras, mostrarán cómo el instinto y la represión se manifiestan a tal punto que las convenciones sociales se olvidan (inolvidable resulta acá el pasaje dedicado a lo que ocurre en el único supermercado del pueblo, escena tantas veces vista en la vida real, como cuando en el caso de mi país, Chile, actuaron las masas populares tras el último terremoto sufrido en el país).
    Al tratarse de un texto de estas características, estamos frente a una historia en la cual los hechos giran en torno a una cantidad de personajes notables, de modo que el libro es lo que se llama una “novela río”.   Tal como en otros trabajos de Stephen King de carácter épico, los bandos se separan entre aquellos que luchan porque la justicia, la cordura y el  bien se mantengan en medio del desastre, mientras que otros se aprovechan de sacar a la luz sus propias intenciones egoístas y naturaleza violenta.

Personajes del libro según un artista.
    De entre todos los protagonistas del libro, destacan aquellos dos que se convierten en los líderes de los grupos en los que la narración se detiene: Dale Barbara, Barbie para los amigos, un ex coronel del Ejército de USA que debido a su pasado ha decidido retirarse aún demasiado joven y vivir en el cuasi anonimato; y Big Jim Rennie, algo así como uno de los patriarcas del lugar, político y comerciante, quien bajo su fachada bonachona esconde a más que a un mafioso.  Demás está decir entre quienes conocen las virtudes literarias de Stephen King, que en esta larga novela el escritor desarrolla no sólo a estos dos personajes dotados de una gran viveza y carisma (incluso al malvado Big Jim Rennie), si no que a lo largo de sus páginas deambulan otros más que bien logran ganar tanto la atención del lector, como muchas veces su corazón.  Todo porque como siempre, el narrador los crea tan realistas, que sus actos heroicos y sus miserias consiguen que uno se sienta identificado como más de uno de ellos, los llegue a admirar o despreciar según sea el caso y, en el caso de estos últimos, incluso casi aplauda cuando les llega su justo castigo (que, ojo, acá por lo general no ocurre a manos de los héroes de turno, si no que se produce como consecuencia de sus propios nefastos actos o de una fuerza superior como un autor religioso tal cual King gusta de presentar en sus escritos).
     Uno de los aspectos más interesantes del libro es cómo se presenta en él la idea del juego de poderes a lo largo de sus numerosas páginas.  Aún cuando los hechos ocurren en un pequeño pueblo, éste pertenece al inmenso país de Estados Unidos, por cuanto King usa el ficticio lugar a manera de reflejo de su propia nación.  Sabido por lo entendidos en la vida y obra del llamado “Rey del Terror” su postura de izquierda y fuerte compromiso social y político, de modo que en este libro no ceja en retratar/criticar el orden de las cosas en EE.UU., así como a algunas de las instituciones más relevantes dentro del país más poderoso del planeta.  De este modo a lo largo de La Cúpula se pueden apreciar a personajes que resumen dentro de su individualidad los principios propios de los poderes fácticos e ideológicos tanto de USA, como de todos los países:
     El primero de ellos es Big Jim Rennie, quien desde las sombras es el poder tras los tres concejales de Chester's Mill, siendo quien representa a los verdaderos gobernantes de un pueblo “democrático” occidental, los políticos.  Pues bien, estos no salen muy bien parados bajo la figura de este individuo y si bien están los otros dos concejales, Andy Sanders y Andrea Grinnell, estos resultan ser meras marionetas (especialmente en el caso del primero) y débiles, como para oponérseles y hacer el trabajo que se supone todo político busca hacer por el bien de su comunidad.  En otras palabras, el poder de la política en el libro se observa como algo sin dudas inclinado hacia la corrupción.
    El poder del ejército, quiénes se supone poseen un rígido código moral que responde a miles de años de tradición, está acá representado por personajes honorables como el ya mencionado Dale Barbara y el coronel James O. Cox.  A estos y otros más de los suyos, King los muestra con cierto afecto, o sea como a individuos que pese a tener sus cuantas fallas, bien con capaces de algunos de los actos más nobles de la novela.  Se podría decir entonces que King le tiene más fe a la Fuerzas Armadas de su país (que defienden su nación e ideales), que a tanto político que  a él como al resto de su gente les ha decepcionado.
     Después se encuentran las instituciones religiosas, aquí bajo las figuras de dos personajes: El reverendo Lester Coggins y la reverenda Piper Libby.  El primero de ellos un hombre de recia apariencia, cuya doctrina se mueve hacia cierto fundamentalismo bastante cercano a la del Dios del Antiguo Testamento, castigador y tenebroso; no obstante pese a sus aires de hombre santo, es un individuo movido por la culpa y sus apetitos carnales, como además un hombre cuyos pecados son demasiados (todo esto lo hace ser un hombre demasiado endeble y el típico líder religioso de los que ciudadanos como Stephen King recelan y desprecian, de modo que en la literatura de éste abundan sujetos como él, puesto que además Estados Unidos es famoso por sus escándalos ligados a tanto pastor corrupto).  En cambio la reverenda Libby es un ejemplo de que pese a tanto hipócrita entre quienes aseguran ser representantes de Dios en la Tierra, no faltan quienes en verdad son dignos de seguir y les interesa más la felicidad de su rebaño, que aumentar las arcas de su tesoro.   La única hija de King, es reverenda de una religión cristiana de tipo vanguardista (por esa razón las mujeres pueden ser “reverendas”), de modo que bajo este personaje tan entrañable, el autor le hace un homenaje a ésta.  Si Coggins representa la estrechez de la concepción del Antiguo Testamento, la Libby ensalza a un Dios amante de sus hijos, bajo la presencia del verdadero Cristo Redentor (y no el de la Iglesia de Lester que osa llevar ese nombre), o sea, su visión corresponde a la del Nuevo Testamento; no obstante a esta heroica mujer, el escritor la crea como a alguien que pese al amor por los suyos, ha perdido la fe en el Creador y aún así es capaz de sobrepasar sus propios miedos y flaquezas (he aquí otro punto que la separa del reverendo, puesto que éste TEME a Dios, en cambio el sufrimiento de Libby es porque no puede AMARLO y aún así opta por no dejar de cumplir su labor para bien de quienes confían en ella).
    Uno de los personajes más emblemáticos de La Cúpula, resulta ser Julia Shumway, quien es la dueña del único periódico del pueblo (el que a su vez simbólicamente se llama El Demócrata).  Por ende, esta mujer de fuertes convicciones ideológicas, representa al llamado “Cuarto Poder”, es decir, el de la prensa; pese a que muchos de sus colegas resultan ser individuos inescrupulosos que sólo buscan la fama, Julia es alguien que dignifica a la profesión, preocupada porque la verdad se sepa y el pueblo acceda a sus derechos constitucionales.  Su rol activo demuestra lo que el poder de la prensa bien puede lograr si se le usa con criterio y veracidad.
    Tampoco falta el guiño a las fuerzas policiales, a quienes el novelista los muestra como a personajes de algún modo mucho más cercanos al común de la gente, que en el caso de los militares; todo esto, puesto que sus integrantes, a diferencia de la mayoría de las fuerzas armadas (salvo Barbie), resultan ser miembros de la comunidad que vive bajo la cúpula (en especial maridos, esposas y madres de familia, además de vecinos).  De este modo en su aspecto más corriente, en el libro pululan tanto policías dignos de respeto, como otros cobardes y pusilánimes. 
     Bajo la figura de Eric "Rusty" Everett, se encuentra la también importante labor de los profesionales de la salud, el cual si bien no es un médico y sólo un ayudante de medicina, enaltece a su rubro, como a personas que viven preocupadas del bienestar público.
     Otro personaje simbólico hasta cierto punto, resulta ser Romeo "Rommie" Burpee, quien es el representante en la narración de los comerciantes y que si bien no es totalmente “de los trigos limpios”, se muestra como a alguien capaz de adaptarse a los tiempos que corren (cual lo hace el comercio para aprovecharse de las modas actuales) y pese a su lado más oscuro, demostrar la hidalguía de su corazón.
     No podían faltar en una obra del señor King, los maestros, o sea, los educadores (siendo originalmente el autor uno de ellos), y estos aparecen en el texto en las personas de la pareja de Thurston Marshall y Carolyn Sturges, quienes no dejan de mostrar el lado más paternal de la profesión, así como su afán por el servicio social.
     Dentro de todos los arquetipos presentes en la novela, falta el del artista, estereotipo al que King acostumbra ilustrar en sus obras.  Este tipo de personajes toma en la literatura kingniana, la figura del individuo de mentalidad abierta, profundamente creativo y lleno de un mundo interior tan vasto, que resulta muchas veces ser el protagonista ideal para enfrentarse a los hechos extraordinarios que son habituales en el trabajo del autor.  No obstante todas sus cualidades se reúnen en el resto de los personajes ya mencionados y en otros que más adelante serán abordados en este texto.
     Llama también la atención el uso del lenguaje coloquial en el libro, en especial entre los diálogos de los personajes de carácter más vulgar (por lo general los “malos” de la historia), puesto que es sabido que si bien King es tanto maestro de lengua inglesa, como también uno de los mejores escritores de su idioma en la actualidad, le gusta usar el registro informal en sus textos; de este modo en los diálogos abundan las groserías y modismos, que en su versión en español, obviamente debieron ser adaptados para los hispanoparlantes.
Más arte para el libro.
     Considerando la trama de esta extensa novela, se puede apreciar en ella cómo su gestor aborda una vez más el tema del Apocalipsis, algo que ya hizo en The Stand y Cell, las cuales por separado mostraron qué sucedería si en un determinado momento se produjera un evento que acabara con el orden natural de las cosas y los sobrevivientes tuvieran que arreglárselas para recuperar algo de la normalidad en nuevas comunidades.  En el caso de The Stand la historia es de estas tres obras la que mayormente cobra una atmósfera épica, con ribetes de fantasía y aires bíblicos que sólo en la también saga de La Torre Oscura del mismo autor, es posible hallar; en cambio bien sabido es que Cell es su homenaje a George Romero y sus películas de zombies que tanto le gustan a King, aunque a su manera por supuesto.  No obstante en el caso de La Cúpula el Apocalipsis es traído a esta “pequeña porción de tierra” que resulta ser Chester's Mills, puesto que el pueblito se transforma en la representación ideal de cómo reaccionan las grandes masas de personas cuando se ven expuestas a las grandes catástrofes y su vida pende de un hilo; por otro lado, como estamos hablando de una trama en la cual hay sobre las cabezas de los personajes una fuerza que al parecer resulta superior a todas sus capacidades, cual tragedia griega, es que la concepción escatológica del libro se hace más evidente.
    Lo anterior adquiere un singular significado cuando se descubre quién es realmente el culpable de todas las desgracias que han pasado los de Chester's Mills, puesto que él o los responsables de la aparición de la Cúpula bien se encuentran más allá de lo que puedan hacer los personajes, al menos dentro de las convenciones que una situación como esta se esperaría.   Poco después de quedar aislado el sitio del resto del mundo, comienzan a anunciarse hecatombes donde el fuego aparece como una promesa final de destrucción y horror; y es así como al llegar el impresionante clímax de la narración, el Apocalipsis llega para que se produzcan algunos de los momentos más emotivos y extraordinarios en la prosa del escritor: justos y pecadores llegan a vérselas con la idea de que sólo su capacidad de resistencia puede salvarlos, así como sus convicciones, mientras que otros descubrirán que no importa lo que hagan, nada se puede hacer si ha llegado la hora de pagar las cuentas (en el peor de los casos) o simplemente morir (como la mayoría).
    Enlazado a estas reflexiones, es que la idea de que los seres humanos somos entidades frágiles, expuestas a las fuerzas de la naturaleza, a la interacción con otros de nuestra especie, y a la noción de que existen estas fuerzas superiores (benignas o malignas según corresponda), es que en el libro esta fragilidad humana se percibe como el elemento que nos define en gran parte.  Por esta razón es que el sentimiento de culpa y vergüenza de algunos personajes por haber participado en uno que otro acto donde se aprovecharon de su poder sobre otros, o que fueron víctimas de tales vejámenes, cobra aquí especial significado cuando se hace evidente que cualquiera puede estar expuesto a los crueles vaivenes de la vida.  Es entonces que la conciencia de que sólo actos como el amor verdadero, la compasión y el autosacrificio, pueden elevar al ser humano de sus desgracias y endeble condición.
    La concepción de la mortalidad humana se evidencia aún más por el simbólico hecho de que todo en la novela transcurre en una semana.  Si bien en el texto bíblico Dios creó al mundo en seis días y al séptimo descansó, basta tan sólo con una semana para que la creación se destruya en la misma cantidad de tiempo.  Esta cantidad de días entre los dos hechos, no podía significar otra cosa que un testimonio de que la vida y la muerte son axiomáticas a nuestra humanidad, relacionadas entre sí, a los que el hombre se encuentra subyugado.
    Por último, otros personajes memorables de esta recomendable novela son:
    Junior Rennie: El único hijo de Big Jim, un muchacho guapo, pero inestable y tan malvado como su padre, pero a diferencia de éste, todo un paria y para nada poseedor de su inteligencia e influencia social.  Es cruel y un verdadero psicópata.
    Joseph "Joe" McClatchey, “el Espantapájaros”: Niño de 13 años que gusta del skate y los computadores, siendo además todo un líder entre sus amigos, alguien bastante maduro para su edad y además superdotado.  Su intervención en la novela, resulta ser de gran importancia para el grupo de los “buenos”.  Está enamorado de su mejor amiga.  Su apodo se debe a su gran altura y delgadez.  Demás está decir que en el arte de King es habitual la aparición de niños talentosos y heroicos como éste.
     Brenda Perkins: Viuda de quien fue el justo jefe de policía de Chester's Mills, puesto que éste fallece poco después de iniciada la novela.  Es una mujer despierta, valiente y muy guapa aún para su edad.  Como su marido, siempre receló de Big Jim Rennie.
     Phil "El Chef" Bushey: Uno de los personajes más bizarros del libro, quien a ratos recuerda a Trashcan de The Stand, puesto que comparte con él su esquizofrenia, aspecto esperpéntico y hasta cierto punto, mal orientada fe en una presencia divina.  Es un drogadicto que trabajaba originalmente para Big Jim, pero que luego en su locura se convierte en el responsable de que al pueblo le lleguen sus últimos días.
    Ollie Dinsmore: Niño granjero, quien apenas interactúa con el resto de los personajes y aún así le toca vivir su propia odisea en medio de un mundo que resulta ser cruel y pese a ello, representar en medio de su inocencia, el valor del espíritu humano frente a la adversidad.
    Peter Randolph: Sucesor del jefe Perkins, el marido de Brenda.  Es un individuo manipulable y para nada inteligente, hasta cierto punto cobarde.
    Sam Verdreaux el Desarrapado: Alcohólico del lugar, quien se muestra en gran parte del libro como a un perdedor nato; no obstante ya en su desenlace, demuestra poseer una cuota de dignidad e intrepidez que lo redime.


Precioso arte de la edición en tapa dura que también salió en español.

domingo, 10 de marzo de 2013

A través de los ojos de los demás.



    Durante el transcurso de 1999, salió al mercado del cómic una miniserie en cuatro tomos dedicada al para muchos más grande de todos los superhéroes (en todo caso, cronológicamente hablando, el primero de ellos), Superman.   La historieta en cuestión, correspondió a una historia algo diferente a lo que se acostumbraba a ver/leer sobre el personaje, ya que su guión no consistía en sus grandes aventuras, donde se le mostrara enfrentándose a poderosos enemigos, si no que más bien se trataba de un guión de carácter intimista donde la épica de los hechos heroicos era cambiada por una trama que permitía ver el impacto que provocan los individuos extraordinarios en la vida de la gente común; a su vez tampoco salían otros superhéroes.  Es así como una vez más este ejercicio artístico permitió humanizar al superhéroe, como tan sólo, quizás, joyas tales como la también galardonada Superman: Paz de Paul Dinni en el dibujo y Alex Ross en el dibujo, en el mismo 1999, habían logrado conseguir.  Ambas historias ganaron sendos premios, siendo consideradas hoy en día entre los mejores cómics de Superman.
    El título de esta otra obra es Superman para las Cuatro Estaciones y fue escrito por Jeph Loeb y Tim Sale, en el guión y dibujos correspondientemente.  Aparte del título nombrado, la dupla ha llegado a realizar numerosas contribuciones en conjunto, muchas de ellas de igual modo aclamadas entre el público y la crítica especializada.  Comenzaron con Investigadores de lo Desconocido: ¡Deben Morir! en 1991 y luego fruto de su colaboración sacaron Batman: El Largo Halloween (una de las mejores historias del Caballero de la Noche), su continuación Batman: Victoria Oscura, como además Catwoman: Cuando vayas a Roma, todas ellas para DC; mientras que para Marvel trabajaron en conjunto en Daredevil: Amarillo, Spiderman: Azul y Huk: Gris. Todo entre muchos otros trabajos más.  Significativo resulta además su desempeño en la desaparecida serie de TV Héroes, en la cual Loeb hizo tanto de productor, como de guionista, mientras que Sale hizo el arte en los cómics que aparecieron en numerosas ocasiones durante sus cuatro temporadas.
Jeph Loeb.
    En cuanto a  Jeph Loeb mismo, a éste lo caracteriza en sus guiones el gusto por los monólogos en los personajes, los que usa a manera de pensamientos de estos,  otorgándole con ello a sus historias un particular carácter teatral.  Dentro de la televisión forman parte de su extenso curriculum, otras dos series que ya son todos unos clásicos: Lost y Smalville.  Respecto a su labor en los cómics sin su compañero, se pueden nombrar sus intervenciones para Capitán América, Iron Man, Los Vengadores y el universo Ultimate en Marvel; mientras que con DC loable resulta ser su desempeño en la serie Superman/Batman (la que recoge las aventuras en conjunto de ambos íconos de DC tal como antaño), Supergirl y Batman: Hush (aquí creando junto al consagrado Jim Lee en el dibujo a uno de los mejores villanos de Batman, Silencio).  No obstante posee sus detractores y algunos han afirmado que acostumbra a usar efectos dramáticos facilistas en sus guiones, como en Batman: Hush y Ultimatum.
   Sobre Tim Sale, resulta interesante saber que un gran artista como él dedicado al dibujo…¡Es nada menos que daltónico!  Su primera labor para el universo DC fue en una memorable miniserie de la desaparecida colección de Batman Leyendas del Caballero de la Noche de tres números, Espadas, con el de igual modo afamado James Robinson en el guión.   A su vez ha trabajado para Image, en la serie Deathblow, reemplazando nada menos que al genial Jim Lee.  Su técnica en el diseño de personajes en ocasiones, como bien se puede notar en la historieta que acá se aborda, muestra una clara influencia del estilo cartoon de Bruce Timm y su trabajo para las series animadas de Batman, Superman y otros cocreadas en conjunto con Paul Dini.
    La historia misma que inspira esta crítica, fue publicada en formato prestige en Estados Unidos y el resto del mundo.  Tal como dice su título, su desarrollo abarca un año completo en la vida del superhéroe y la del resto de los personajes, si bien posee unos cuantos flashbacks en las viñetas que hacen mención del pasado de todos estos.  A su vez cada tomo de la miniserie, se encuentra ambientado en una diferente estación.  La acción comienza con el verano, centrándose en la figura de Jonathan Kent, el padre adoptivo de Superman; le sigue la primavera, dedicada a Loise Lane, la eterna amada del último hijo de Kryptón; luego llega el invierno con Lex Luthor en el centro de la trama; para terminar con el otoño, esta vez bajo la mirada de Lana Lang, el amor de juventud del Hombre de Acero.
Tim Sale.
    Esta miniserie no corresponde a la continuidad oficial de las historietas DC, puesto que de algún modo reinterpreta al personaje, aún cuando tampoco posee agregados rupturistas a su devenir, como en el caso de Legado, Orígenes Secretos y Tierra 1, por lo que hasta cierto punto respeta la cronología Postcrisis (en todo caso se debe recordar que en agosto del año antepasado se reseteó otra vez todo el universo DC, siendo la familia Superman las más afectada de todas las colecciones suyas, a diferencia de la de Batman).  Es así como en Superman para todas las Estaciones se muestra cómo un joven Clark Kent comienza a darle el sentido a su vida, tras ir asumiendo de a poco su especial naturaleza que lo invita a convertirse en un protector para la humanidad; el joven adolescente que ya está por salir del colegio, se dispone también a abandonar su idílico pueblecito de Smalville, donde hasta el momento ha vivido toda su vida, para irse a la cosmopolita Metrópolis.  Así es como la trama, entre otras cosas, aborda el paso de la adolescencia a la adultez, con la consiguiente toma de las decisiones que toda persona madura debe asumir si en realidad desea convertirse en artífice de su existencia y con ello ir en busca de su destino y de la verdadera felicidad que produce realización personal.   Resulta interesante como quizás a la manera de guiño de la recordada serie de televisión de Smalville, Superman acá usa sus poderes de forma más consiente, cuando se desata una tormenta en momentos de una fiesta escolar de fin de año, tal como sucede en el final de la primera temporada de esta serie, en la cual el guionista trabajó (en todo caso, tanto en la historieta como el la serie, Clark Kent lo hace en anonimato, como tampoco usando su famoso traje, ni su nombre de fantasía).
    Tal como se expresa más arriba, esta obra muestra al superhéroe desde el punto de vista de los personajes que lo conocen e interactúan con él, quienes dan testimonio acerca de su paso por el mundo.  Cada uno de estos cuatro testigos posee una visión personal que le otorga a su tomo respectivo, un distinto carácter, todo ello también motivado por el tipo de relación que han logrado tener con Superman/Clark Kent, así como con las propias motivaciones de estos “narradores”.
    Desglosando lo anterior, se puede apreciar en Primavera cómo es el padre terrestre de Superman, Jonathan Kent, quien comienza a mostrarnos quién es en realidad Clark.  Su mirada se encuentra llena de amor protector, con la certeza de que su hijo se encuentra destinado a una vida única, algo más allá de lo que un simple ser humano puede llegar a soñar.  Si bien la vejez, puesto que Jonatan acá hace rato ha pasado la madurez, se relaciona con el otoño, en este caso su testimonio tiene que ver con el verano, puesto que la estación corresponde a la juventud de Superman, cuando aún no llega a tomar dicho nombre.  Existe en este primer tomo cierta atmósfera de melancolía, pues acá es cuando el padre asume que la vida en familia con la que contaba él y su esposa, debe sufrir el natural cambio de ver partir a su prole hacia la independencia.  Teniendo en cuenta que la primavera ha sido a lo largo de los siglos relacionada con la idea del idilio y el comienzo del florecer de la vida, es que esta primera parte de la miniserie no sólo se trata de los últimos años de la inocencia de Superman, si no que están ambientados en el pueblito de Smalville, donde el personaje tiene un pasar en medio de un lugar sacado de las inspiradas pinturas del norteamericano Norman Rockwell, quien dedicó sus telas a mostrar un Estados Unidos de ensueño, costumbrista y feliz; es así como Smalville es retratado en este primer número y en los siguientes con el mismo espíritu idealizado por Tim Sale, quien acompañado por  Bjarne Hansen en el color usando tonos pasteles bastante cálidos, muestra cómo este pueblito campesino fue en parte el responsable de que el corazón de Clark Kent fuese tan cándido.
     El Verano, estación del glamour y la sensualidad propias de la playa y otros lugares para vacacionar, se encuentra dedicado a Loise Lane, quien ahora nos muestra a un Superman ya en la cumbre de su carrera superheroica; pero a la vez es la mirada de una mujer, quien no sólo lo admira, si no que además ve en él al cúmulo de la perfección masculina, no sólo desde el punto de vista de la atracción sexual, si no como a la figura patriarcal y protectora que resulta ser alguien como el superhéroe (como sucede muchas veces con quienes siguen a sus ídolos).  Aquí además hace su aparición por fin Lex, cuya imperfecta figura contrasta a los ojos de la periodista y el público, con la de otro hombre que a diferencia suya no busca la satisfacción personal, si no que la dicha de los demás.   La devoción/atracción representada por Lane se ve además opuesta con la de otra mujer joven que a lo largo de estas páginas tiene un encuentro con el campeón, pero cuya mirada corresponde más a la de alguien que si bien tiene buenas intenciones, se encuentra obsesionada con el personaje y llega a convertirlo en su mente y corazón en un dios, por sobre su lado más humano.
    Al llegar a Invierno, la trama se vuelve mucho más dramática, puesto que es a Lex Luthor a quien le corresponde mostrarnos su punto de vista.  La experiencia de quien fuera el hombre más poderoso de Metrópolis (y tal vez del mundo) hasta la aparición del Hombre de Acero, resulta estar impregnada tanto de la envidia, como del odio, de modo que a lo largo de este tercer fascículo, los lectores entramos en conocimiento tanto de la lucha interna dentro del corazón del millonario, como de la particular confrontación entre los dos personajes.  Luthor en ningún momento deja de apreciarse acá como a alguien cruel, aunque de las formas más sutiles que pueden permitirse los autores, brillando además por su intelecto superior usado sólo para fines egoístas.  Esta tercera parte de la miniserie además se constituye en una demostración de que no importa cuán grande se llegue a ser, a la larga todos estamos expuestos a la derrota y esa es una lección que hasta Superman llega a aprender; otra cosa es cómo cada uno, ya se sea Superman o Luthor por ejemplo, enfrenta y supera su propia fragilidad.  Por cierto, la estética del Luthor de esta novela gráfica se asemeja mucho al de los cómics Precrisis y al presentado por John Byrne en su ya recordada etapa de Superman cuando le tocó relanzar al personaje a mediados de los ochenta: un hombre gordo pelirrojo que se está volviendo calvo.
    Con Otoño, el cual dará el paso a todo un nuevo ciclo, regresa un personaje muy importante en la vida de Superman: Lana Lang, quien, como Jonathan, lo vio crecer, conoce sus secretos y lo mira no como a alguien divino, ni lejano, si no como a un hombre que pese a su extraordinaria naturaleza necesita de la compañía de otros para sentirse feliz.  Con Lana Lang el superhéroe termina humanizándose, gracias a que una vez derrotado Superman por su némesis, busca acá el consuelo que sólo en su pacífica Smalville puede encontrar; es así como Lana Lang sigue siendo su amiga, quien como sus padres, escucha y reconforta al superhéroe para demostrarle que si no aprendemos de nuestros errores, resulta imposible no crecer como individuos.
    Para terminar, esta bella e intensa historia, bien logra compararse con la de otra obra cumbre del noveno arte, me estoy refiriendo a la miniserie de también 4 números llamada Marvels de 1994, con guión de Kurt Busiek y otra vez el sublime talento con las pinturas (ojo, no dibujos) de Alex Ross.  Acá se trata de un periodista, quien es testigo de cómo en el universo Marvel comienzan a aparecer sujetos increíbles, con grandes poderes, para bien o mal de los comunes mortales del planeta.  No obstante el sujeto en esta igualmente premiada novela gráfica apenas interactúa con los hombres y mujeres que acá se llegan a mostrar como dioses, de modo que no logra conocer su verdadera naturaleza que los hace ser sus iguales en cuanto a su propia humanidad; en cambio con Superman para las Cuatro Estaciones, el superhéroe nunca deja de verse como alguien cercano y sensible.
   
Algunas viñetas de esta recomendable novela gráfica.

domingo, 3 de marzo de 2013

Una Historia Diferente sobre Vampiros


Portada del manga de Blood: The Last Vamprire.

     El año 2000 supuso entre otras cosas, la aparición en el mercado de la animación japonesa de un OVA (sigla de Original Video Animated, o sea, animación hecha para la venta directa en DVD y blu-ray, si bien antes se comercializaba en los formatos ya obsoletos como Betamax, VHS, VCD y laserdisc), que tan sólo con 50 minutos de duración mostraba una electrizante historia de vampiros en una base de USA en Japón durante los años sesenta.  Aún cuando la trama misma del OVA titulado Blood: The Last Vampire no llegaba a ser de gran complejidad, su elaborado aspecto técnico, así como la caracterización de la protagonista y las criaturas del mediometraje, acapararon de inmediato la atención.   Blood: The Last Vampire cuenta la historia de Saya, una supuesta adolescente, la que tal como dice el subtítulo de la obra, es la última de los suyos, quien trabajando en conjunto con el gobierno de los Estados Unidos, se dedica a matar con una espada samurai a horribles seres acá llamados quirópteros, especies de degeneraciones de lo que fue su gallarda raza.  La Saya del OVA es alguien que apenas es capaz de expresar emociones y quien en más de un momento expresa su malestar de trabajar junto a humanos; no obstante no recela en destruir a los  monstruos, que tienen la capacidad de hacerse pasar por personas.  Éste trabajo contó con las más sofisticadas técnicas de animación digital del momento.
    Cuando se realizó esta animación, también se hizo un manga (cómic japonés) cuya narración transcurría treinta después de los eventos del OVA, poseyendo además un corte erótico que la película no poseía.
    En el año 2009 se realizó una película para el cine de imagen real, de coproducción asiática y europea, la cual pretendía ser una fiel adaptación de la animación original; lamentablemente el resultado final no fue el esperado y entre sus falencias, estuvo el abuso de los malos efectos especiales computacionales para las criaturas y las escenas de sangre bastante falsas, lo que le quitó verosimilitud al filme.
    Pues lo anterior es el antecedente para una serie de televisión de animación japonesa, animé, que recibió el título de Blood +, la cual está inspirada en el OVA ya mencionado, aún cuando posee varias diferencias respecto a su argumento y la personalidad de su protagonista, que también resultó ser Saya.   Transmitida entre el 8 de octubre de 2005 y el 23 de septiembre del año siguiente, contó con 50 capítulos.  La seria a su vez tuvo 4 openings y la misma cantidad de endings (temas musicales de entrada y salida a manera de videoclips o de las series de occidente, pero que en Japón se acostumbran ir acompañados por una canción).  Respecto al resto de la música del animé, contó con la colaboración de nada menos que un estadounidense, Mark Mancina (Speed y la película animada Tarzán de Disney, entre otras bandas sonoras), quien creó una serie de composiciones memorables y sinfónicas, con unos cuantos temas vocales realmente hermosos; la contratación de un compositor occidental en una producción japonesa resulta casi inaudita, puesto que se acostumbra trabajar con compositores nacionales en este tipo de obras; a su vez otro extranjero, el ya consagrado alemán Hans Zimmer, hizo de productor de la banda sonora.
     La calidad de la animación en sí es soberbia, con una preocupación por los diseños más bien propios de OVAS, ya que por lo general estos últimos por ser hechos para la venta directa del público, tienden a ser mucho más cuidados que los de la series de televisión; no obstante lo hecho en Blood + supera a muchas series de la época.  El uso de los colores fue abundante, con tonos luminosos, que se alejaron de la atmósfera nocturna y tenebrosa de su predecesora.  Por esta razón es que en todo el animé destacan los exteriores naturales y las ciudades, como también pueblos retratados casi de forma costumbrista; debido a ello hay mucho verde en la serie, mar y lugares que llegan a ser idílicos.  A su vez el diseño de los personajes y de los monstruosos quirópteros (los que en todo caso siguieron la estética del OVA), fue bastante memorable, pudiendo reflejar las emociones en los rostros de los protagonistas, con una naturalidad y dramatismo,  que bien algunas producciones de Disney u otras de Gringolandia, querrían lograr.  Otro aspecto a considerar en el trabajo artístico de la serie, fue la labor profesional de los seiyus, actores encargados de poner las voces a los protagonistas; para quien haya visto Blood + en su idioma original, la calidad actoral de estos talentos del animé le otorgó a la historia una teatralidad que cae en lo excelso (resulta difícil no emocionarse con el énfasis y el tono de voz de uno que otro personaje en los momentos más intensos de la trama).
     ¿Y de qué trata esta animación japonesa?  Pues bien, es la historia de Saya, una adolescente japonesa que vive junto a su padre y sus dos hermanos, Kai el mayor y Riku, el menor.  Los tres hermanos son hijos adoptivos de George, un hombre veterano de la Guerra de Vietnam, no obstante pese a que no hayan lazos consanguíneos entre ellos, salvo entre los dos hermanos varones, todos se quieren como una familia muy unida .  La vida de todos ellos cambia cuando un día en la escuela Saya se encuentra en el colegio con un horrible monstruo y entonces un misterioso hombre se aparece, le entrega una espada y la incita a matar a la criatura.  Este incidente hará que poco a poco Saya vaya descubriendo quién es realmente, lo que traerá hasta su memoria un pasado de más de 100 años, en el cual ella es una de las dos últimas descendientes de una milenaria raza de vampiros.  El ser al que le tocó destruir era un quiróptero, una bestia de origen vampírico que antes de convertirse en su actual forma, había sido un humano, pero el cual ahora carecía de razón y sólo buscaba alimentarse.  A lo largo de los 50 capítulos en que se desarrolla la serie, suceden demasiadas cosas y entre ellas está que Saya conoce a un grupo de aliados que ha prometido destruir a los seres y a quienes están detrás de la aparición de estos; a su vez el animé muestra que además de Saya existe Diva, quien viene siendo algo así como la versión maligna de la heroína.  Durante todo Blood + los personajes viajarán por gran parte del mundo, empezando por Vietnam, pasando por Rusia, Francia, Inglaterra y Estados Unidos, detrás de los pasos de Diva y sus secuaces; las aventuras y desventuras durante estos viajes serán más que inolvidables, además conocerán a personajes entrañables algunos y a otros siniestros.
    Tal como acostumbran hacer las producciones japonesas basadas en temas clásicos como en este caso del vampirismo, esta serie no pierde en tener sus propias contribuciones al mito.  Si bien tanto Saya como Diva son vampiros, ambas no tienen debilidad a la luz y siempre mantienen su imagen juvenil, si bien Diva puede cambiar su aspecto al de otras personas; las dos pueden alimentarse de comida normal, aunque igual necesitan sangre para subsistir (Saya a través de transfusiones y Diva mordiendo en el cuello a sus víctimas o voluntarios).  Cada cierto tiempo tanto Saya como Diva caen en un letargo que dura alrededor de 30 años.
     Para hacer su vida más fácil, las dos poseen caballeros, hombres que han bebido de su sangre y como ellas ahora son inmortales, manteniéndose siempre jóvenes, alimentándose de sangre y preocupándose de atender cualquier necesidad para estas; Saya posee sólo a uno, Hagi, mientras que Diva tiene a varios más; a su vez los caballeros pueden cambiar de forma, ya sea con otro cuerpo y rostro humanos o como un monstruoso vampiro.  La luz del día tampoco les afecta, ni los típicos artilugios místicos como las cruces, el agua bendita u otros, lo mismo que para sus creadoras.
Ejemplar de quiróptero.
     La sangre de Saya en los quirópteros, caballeros de Diva y la propia Diva provoca una reacción mortal, consistente en cristalizar su cuerpo, con lo cual estos se fragmentan, llevándolos a la muerte.  Por esta razón la espada que usa la justiciera Saya posee unos canales por medio de los cuales ésta hace correr su sangre luego de herirse a propósito; de este modo cuando corta a sus enemigos, el fluido entra en contacto con la suya y se produce el efecto deseado.
     El equipo de Diva bastante involucrado en experimentos científicos, creó a un grupo de vampiros artificiales llamados Siff.  Estos tras haber cobrado identidad e inteligencia propia, lograron escapar del laboratorio donde estaban confinados y ahora batallan contra Diva y los suyos en busca de una cura que les permita sobrevivir a un mal que les afecta, siendo quizás la sangre de Diva el único remedio contra la aniquilación total.  Es así como los caminos de estos y los de Saya y su gente, se cruzarán más de una vez.
    La serie en sí posee momentos de gran intensidad dramática, de modo que no es difícil que el espectador llegue a emocionarse, más aún por el acompañamiento musical de Mancina, quien bien supo calzar sus melodías con escenas que muchas veces lograban un heroísmo y sublimidad tal, por lo que uno llega a identificarse con los personajes.  Pero también hay mucha acción, aventura, suspenso y como no, sus buenos momentos de terror; a diferencia de otras animaciones japonesas, acá el humor resulta bastante dosificado y bien podría decirse que pueden pasar capítulos y capítulos en los que no se le usa como recurso para aligerar la intensidad de la historia. 
    Una característica que está presente a lo largo de Blood + es su cargada atmósfera de melancolía, la cual embarga no sólo a Saya, si no que a varios más de los personajes, incluso algunos de los del bando contrario al de la protagonista.  Estos es porque muchos de estos viven sus existencias con la carga de que hay algo que deben remediar respecto a sus acciones, puesto que la única manera de ser felices y conseguir la paz, es encontrando ese elemento que de algún modo les falta; por ello su accionar se encuentra motivado ante esta intensa búsqueda, la cual muchas veces consiste en el simple hecho, pero significativo, de luchar por sus seres amados y estar con ellos.  Relacionado con lo anterior, es que además en la trama resulta significativo la idea de que somos responsables de lo que hacemos y por ello la única manera de ser felices es solucionando cualquier entuerto del cual somos culpables.  A su vez el deseo de redención de muchos de estos personajes es intenso y por esta razón a lo largo de la serie se observa cómo estos van evolucionando, transformándose en individuos mucho mejores de lo que alguna vez fueron; de este modo las lecciones de vida no caen en vano.
Preciosas ediciones de coleccionista de la serie editada en
la Madre Patria.
    El final de la serie resulta ser uno de los mejores que se hayan visto jamás en el animé y el manga, consiguiendo de seguro más de una lágrima entre sus seguidores.  Puede que uno desee que los héroes de la historia consigan la victoria y que los malvados obtengan su justo castigo, no obstante como estamos hablando de una historia compleja, propia de la gran capacidad fabuladora de Oriente, es probable que las cosas sucedan como uno menos se lo espera (los japoneses tienden a no caer en los convencionalismos propios de Hollywood, en especial en los desenlaces de sus historias).  En el penúltimo capítulo se produce el ansiado clímax en el cual se resuelven varios de los conflictos, dando eso sí más de una sorpresa; no obstante el último episodio resulta ser un largo y emotivo epílogo, en el cual vemos cómo la vida “normal” vuelve a posesionarse de los personajes y que de algún modo el viaje nunca termina, puesto que cada uno de nosotros somos protagonistas de nuestra propia aventura que no para de escribirse
    Uno de sus mayores fuertes son los personajes, los cuales en ocasiones toman el protagonismo por sobre Saya, habiendo episodios centrados en sus vivencias, por lo que de Saya ni se sabe.  Numerosos son los personajes que pululan a lo largo de las horas y horas en que transcurre la serie, he aquí a los más importantes, obviando eso sí a Saya y a Diva.

  • Hagi: El único caballero de Saya.  Ambos se conocieron cuando eran apenas unos niños  y Hagi fue llevado al hogar de ésta para ser su “prometido” (Saya dejó de crecer cuando tanto ella como Hagi habían pasado a la adolescencia).  En su forma actual lleva el pelo largo tomado en una cola.  Una de sus manos está deformada en una rara garra, por eso la cubre con vendas.  Siempre lleva con él su chelo, el cual guarda en una caja parecida a un pequeño ataúd y que usa a manera de escudo y arma ofensiva; a su vez lo carga a sus espaldas; por otro lado, toca bastante bien este instrumento.  De personalidad retraída, esconde con ello un espíritu noble y valiente.  No sólo sirve con gran lealtad a Saya, si no que además la ama.
  • Kai: El hermano mayor de Saya, quien la adora y en secreto está enamorado de ella, puesto que sabe que ambos no son consanguíneos (lo que en todo caso nunca lo verbaliza).  Es un muchacho voluntarioso, quien logra superar cada una de las tristes pruebas que le toca vivir, convirtiéndose en el mejor aliado de Saya, luego de Hagi, contra Diva y los suyos.  Es protector con su gente, tal como lo es con su hermano menor.  Su valentía es extraordinaria, así como su capacidad de resiliencia, puesto que apenas siendo un adolescente y sin tener ninguna de las habilidades de Hagi o los profesionales que apoyan a Saya, llega a convertirse en alguien imprescindible y querido por mucha gente.
  • Riku: El adorable hermano de Saya y Kai, es un niño que posee una nobleza extraordinaria, acompañada por una dulzura que hace que sus dos hermanos mayores se desesperen en protegerlo.   Pese a su juventud e inocencia, llega a ser mucho más maduro que Kai en varias ocasiones.
  • David: Segundo a bordo en el Escudo Rojo, la organización que trabaja en conjunto con Saya para devastar los planes de Diva, es un “sobreviviente”, pues ha conseguido sortear más de un peligro en el cual muchos han fallecido.  De personalidad seria, es muy hábil en la batalla; si bien no es alguien expresivo, resulta ser una persona con muchas virtudes, las que hacen que todos confíen en su liderazgo.
  • Lewis: Gran amigo de David y su mano derecha.  Lo que le falta en personalidad extrovertida a su compañero, le sobra a este gran hombre obeso de raza negra, quien otrora fue un atlético miembro de la CIA.  Aparte de sus dotes bélicas, es un gran cocinero.  Pese a la ardua lucha, no ha perdido la capacidad de sonreír y otorgar a otros la alegría de su corazón.  Como David, inspira protección en los demás, en especial en los niños.
  • Julia: Hermosa científica que trabaja para el Escudo Rojo y que en secreto está enamorada de David.  Es una experta en la biología de los quirópteros.
  • Lulú: Miembro de los Siff que siente una gran atracción hacia el grupo de Saya, convirtiéndose no sólo en su gran aliada, si no en alguien querido.  No toma importancia en la serie hasta pasada la mitad de su desarrollo. Es la menor de su especie, poseyendo un aspecto de niña dulce y sensible, pese a que no deja de ser alguien letal en el combate.
  • Mao: La enamorada de Kai, desde sus tiempos en Japón, anda detrás de sus pasos viajando por los mismos lugares que las pistas le señalan sobre su paradero, hasta que lo encuentra.  En un principio es una muchacha temperamental, algo odiosa, quien luego sacará a floto su lado más humano, llegando a ser una verdadera amiga para todos.  Es hija de un poderoso yakusa (mafioso japonés), por lo que maneja grandes cantidades de dinero.
  • Akihiro: Joven periodista que revisando unas antiguas fotos de su padre, se encontró con la evidencia de la existencia de los quirópteros; es así como se decide a investigar por su cuenta y en el camino conoce a Mao, quien lo obliga a iniciar el viaje juntos que los llevará a ambos a involucrarse en la lucha entre Saya y Diva.
  • Amshel: Supuestamente es el más importante de los caballeros de Diva, quien lo transformó siendo ya un hombre maduro.  De aspecto imponente y pulcra barba, es un individuo de mentalidad fría y gran inteligencia.  Es una de las caras visibles de la organización que gira en torno a Diva.  Tiene grandes conocimientos científicos.
  • Solomon: De todos los caballeros de Diva, es el único que posee una apariencia angelical, si bien su forma de quiróptero resulta impresionante; no obstante también es alguien amable y al parecer no es malvado.  Cuando conoce a Saya, ésta le provoca tal impresión, que poco a poco comienza a dudar acerca de sus obligaciones para con Diva y los demás.
  • Karl: El único de los caballeros de Diva de origen asiático.  Usa el pelo largo tomado, llevando puesta una tenida tradicional oriental.  Mantiene sentimientos encontrados hacia Saya, los que causarán su perdición.  Es cruel y de temperamento inestable.
  • James: Caballero de Diva de raza negra, quien al parecer fue un militar estadounidense antes de ser transformado, por eso durante la primera parte de la serie viste uniforme, ya que a su vez es el contacto de Diva y su organización con el gobierno de USA.  Es de personalidad amargada y adora por sobre todo a su “madre”.  En su forma de quiróptero, es un monstruo espantoso cuya piel resulta ser dura como ninguna.  Odia con toda su alma a Saya.
  • Nathan: De personalidad afeminada, es el caballero de Diva más poderoso, si bien esconde sus atributos con su actuar ligero y coqueto.  Le gusta hacer rabear a James, quien lo desprecia.  Posee grandes intereses artísticos.  Al final de la serie, lograr dar más de una sorpresa.
  • Van Argiano: De nacionalidad italiana, es quien lidera la organización Cinco Flechas, bajo la cual Diva y sus caballeros buscan obtener el control del mundo.  Es un hombre irónico y maquiavélico, también cobarde, que gusta de comer caramelos.
Saya y su equipo.  De izquierda a derecha: Lewis, Julia, David, Hagi, Saya, Kai, Mao y  Akihiro.

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