La "vieja" y querida tripulación en los tiempos de Rodenberry. |
La tripulación clásica remozada, junto a su director. |
La primera película de esta nueva saga cinematográfica de Viaje
a las Estrellas (tal y como es conocida en español), al igual que su
secuela estrenada tan solo hace un par
de meses en Gringolandia y otros países, mientras que en Chile recién la
semana pasada, fue dirigida por el consagrado director y guionista J. J.
Abrahams (creador de series ya de culto como Alias, Lost y
Fringe,
habiendo dirigido además con gran éxito los filmes Misión Imposible III y Super
8), quien trabajó junto a Roberto Orci y Alex Kurtzman, habituales
colaboradores suyos en los proyectos recién mencionados. Fue así como desde la primera película de Star
Trek de la mano de este trío, se demostró que lo hecho iba más allá de
un trabajo por encargo, puesto que la historia que lograron armar no dejaba con
duda a los trekkers más acérrimos,
que los tres tenían un cabal conocimiento de la serie, de sus personajes y de
su cronología; no obstante también reflejaron su amor incondicional por el
programa, lo que fue evidente al devolver a las pantallas de cine al memorable
Sr. Sopck, interpretado por el actor que lo desempeñó en el programa y las
películas de antaño: Leonard Nimoy. El
filme a su vez estuvo lleno de referencias directas e indirectas a la serie y a
las películas de la tripulación original, incluso representando escenas propias
de hasta la serie animada (esto durante los momentos de la cinta en los que se
muestra la infancia de Spock). Por lo
tanto, la película fue capaz de poseer en su conjunto el espíritu de aventura y
heroísmo que caracterizaba a la primera versión de estos populares personajes,
sin dejar de lado un humor inteligente y las caracterizaciones propias de los
miembros del Enterprise (lo que se hace evidente en el especial triunvirato
Kirk, Sopck, y McCoy, destacando además Scotty y sensualizando más que nunca a
la bella Uhura). Por otro lado, el
largometraje recuperó a otro personaje mítico dentro de la serie: el capitán Cristopher
Pike, el primero a cargo del Enterprise, apoyado además por otro clásico trekker, el Vulcano Sarek, padre de Spock. No obstante ante la oportunidad de relanzar Star
Trek para los nuevos tiempos y hacerlo más apto al público no conocedor
de éste, aprovechando también toda la espectacularidad del cine actual, se optó
por una decisión algo polémica entre algunos de los fanáticos de este universo
y cada una de sus seriales: llegar a un punto en la trama de la película, en el
cual se jugó con su habitual continuidad, cambiándola radicalmente a través de
un golpe decisivo en los acontecimientos mostrados; de este modo, este nuevo Star
Trek, si bien está basado en la creación de Gene Rodenberry y los que
le siguieron en los guiones, a partir de aquí cobra su propia independencia
(aun cuando se sirva de la serie clásica como fuente de inspiración) y por lo
tanto al seguidor incondicional no le queda otra que adaptarse a la nueva
continuidad o darse el lujo de obviar de su vida algunos de los filmes de
ciencia ficción más inteligentes de lo que va el siglo.
Una vez reorganizado el universo de Star Trek a partir del primer filme
de Abrahams, y a su vez saboreado el éxito ante la propuesta hecha por éste y
sus compañeros de producción, era evidente que vendría una secuela. 3 años debieron pasar para ver por fin tan
ansiada cinta, la que volvió a contar con el mismo equipo en la producción, así
como con los actores que gracias a su filme predecesor lograron fama (en
especial el rubio Chris Pine, quien interpreta al joven capitán James Tiberius
Kirk, puesto que igual actores como Zachary Quinto, Karl Urban y Simmon Peg ya
habían hecho con anterioridad producciones de considerable logro). Si el primer largometraje de esta nueva
visión de Star Trek fue toda una maravilla, en esta ocasión los
responsables no escatimaron en superar a su predecesora a través de una historia
llena de giros argumentales y sorpresas, aprovechando de usar a otro personaje
bastante emblemático para los antiguos seguidores de la serie; no obstante como
se trata de una nueva continuidad del universo de Star Trek, esta
reinterpretación si bien resulta ser bastante fiel a la fuente de la que saca
su inspiración, logra ser tan intrigante y retorcida como hoy en día llegan a
ser varias de las ficciones de las que gusta el público. Cuando Gene Rodenberry creó en su momento su
serie cumbre, al diseñar apoyado por tanto guionista de prestigio a la llamada
Federación de Planetas Unidos, lo hizo como una proyección de su ideal de una
ONU capaz de superar cualquier
diferencia ideológica entre los distintos pueblos del mundo, en pro del beneficio
mutuo para todas las personas. Durante
décadas la serie en cada una de sus manifestaciones trabajó con este concepto
benigno de la Federación, de modo que sus integrantes, humanos y extraterrestres,
siempre se representaron como seres avanzados en su mayoría, quienes habían
alcanzado la plenitud y se constituían en ejemplos de virtud para el resto
(destacando en ello cada uno de los miembros del Enterprise). Tuvo que aparecer en plenos años noventa la
tercera serie de televisión ambientada en el universo de Star Trek, titulada Star
Trek: Deep Space Nine (en Latinoamérica Viaje a las Estrellas: Abismo
Espacial Nueve), para que se revelara por fin que no todo lo que brilla
es oro y que en medio de la Federación también hay individuos poderosos que
todavía poseen oscuros propósitos para su beneficio propio o que bien no
escatimarían en acceder a planes maquiavélicos para proteger los intereses de
su comunidad. De este modo la segunda
película de la nueva saga, se nutre de tales características para enseñarnos
que la oscuridad bien forma parte de nuestra propia herencia cultural y que
debemos aprender a reconocerla, a menos que deseemos que ésta se apodere de
nosotros (de ahí su título: Star Trek: Into Darkness).
En la primera entrega de la más reciente versión de Star Trek, se
omitieron un montón de escenas impresionantes para el montaje final y que solo
se pueden ver (y disfrutar) en el DVD o blu-ray de material adicional. Estas escenas en verdad llegan a ser lo
suficientemente buenas como para desear salga al mercado una versión extendida
o tipo corte del director que las incorpore, de modo que puedan ser apreciadas
en toda su grandeza. Entre éstas hay una
o dos que transcurren en nada menos que territorio Klingon, la raza alienígena
más memorable de este universo ficcional, luego de los famosos vulcanos (a los
que pertenece Spock); a su vez se les puede ver tal y como son representados
bajo una estética que si bien respeta su apariencia clásica a partir de la
primera película para el cine en los setenta, posee unos cuantos aportes a su
imagen (tal y como en el resto de la cinta sucedió con otra especie destacada
de Star
Trek, los romulanos, así como con los trajes, armas y naves de la
Federación). Como era de esperar, en la
secuela por fin todo el mundo asistente a las salas de cine, puede contemplar a
los klingos remozados, y esta vez sin casco (puesto que en lo filmado en la
película anterior siempre se les muestra con el rostro oculto), resultando todo
ello un guiño más para los trekkers, a la espera de consideraciones por su
fanatismo de años.
Por último, un elemento esencial dentro de las series y películas de Star
Trek, viene a ser la música, todo a partir del ya célebre tema coral de
los títulos de entrada de la serie sesentera,
compuesta por Alexander Courage; luego cada programa (salvo en la hasta cierto
punto polémica Star Trek: Enterpise, que usó una canción en los créditos y que
además era un cover de un viejo tema
popular), así como las películas, tuvieron su tema característico respectivo,
usando a destacados compositores para ello (siendo nada menos que el
desaparecido Jerry Goldsmith el músico que más aportes le hizo con sus bellas
melodías). Pues bien, para estos dos
primeros filmes, el director llamó a su colaborador habitual, Michael Giacchino,
quien es capaz de crear verdaderos temas inspiradores, pero que aún así cae en
el mal de John Williams, de repetirse a sí mismo y componer temas flojos, como
absolutamente dependientes de la imagen; no obstante de vez en cuando el
artista logra inspirarse, además de haberse encargado de crear un tema propio
para este nuevo Star Trek (bastante épico por cierto) y uno que otro más
agradable al oído; sin embargo el músico en las dos cintas no logra sacarle
provecho a su talento. Sí se le agradece
también su tema con el coro en idioma klingon para esta nueva película (lengua
desarrollada a pedido para la sexta cinta de la anterior saga, hecha por un
lingüista, quien le creó su propia gramática y fonética, teniendo hoy en día un
diccionario y unas cuantas obras literarias de importancia, como Macbeth
de Shakespeare, traducidas) y un nostálgico tema en piano, así como sus
homenajes usando las clásicas melodías de los maestros Courage y Goldsmith (no
obstante lo hecho por Cliff Eidelmann en Star Trek VI: The Undiscovered Country,
lejos supera con su tema de coros
klingon, al trabajo de Giaccino).
Raro es el día que no aprendo algo con tus artículos Elwin. Me acabo de quedar asombrado con el plantel de guionistas de la serie original, con lo más granado de la Ciencia-Ficción. Un día debo aparcar un poco los libros, hacer un hueco para el cine y verme un montón de los filmes que recomiendas, porque siempre consigues que suenen interesantes.
ResponderEliminarSaludos desde Galicia amigo Elwin.
Me alegra ser de utilidad o como quiera que se le llame, con mi blog. Te cuento que yo soy lo que se llama "trekker" (incluso pertenecí a un fan club, con traje, dando charlas y saliendo hasta en los periódicos). Sé que en España el amor por esta serie es muy grande ¿Has visto las series y películas, amigo gallego?
ResponderEliminarLa serie original la veía de niño en la Televisión de Galicia, doblada al gallego, pero de aquello hace muchos años y apenas recuerdo nada. Ví también "La nueva generación" pero capítulos sueltos, y de "Espacio Profundo 9" apenas llegué a ver uno o dos episodios. En cuanto a las películas, creo que sólo ví una, en la que viajan al pasado para llevar ballenas a su futuro, en el que se habían extinguido. Así que puedo decir que Star Trek es otra de mis grandes asignaturas pendientes.
EliminarCiertamente Star Trek tiene gran número de seguidores aquí, y hay clubes en diferentes provincias, con uniformes y convenciones. Pero yo ni siquiera puedo hacer el saludo, me temo que no tengo el gen que permite separar los dedos.
Pues nunca es tarde para comenzar a disfrutar algo de buena calidad; ya has visto algo sobre el fabuloso mundo de "Star Trek", así que bien me entientes. Yo empecé viendo la serie sesentera con el increíble doblaje en español neutro (español latino le llaman erróneamente) antes de los 10 años y luego me vi la serie animada que daban de vez en cuando en un programa infanil y luego de ahí no paré.
EliminarExcelente.
ResponderEliminarLa película es fiel reflejo del " contexto de recepción", señalando una visión contemporánea de un mundo acechado por el terrorismo individual, colectivo; ejercido por sectas, potencias mundiales o simples enajenados criminales nacidos en el seno de sociedades injustas.
En pocas palabras, cumple a cabalidad con una de las características de todo Arte de buen nivel.
Marcelo López
Pero qué honor, amigo, de que vuelvas a darte un tiempecito y visitar mi blog...y más encima dejar comentario. Por otro lado, como siempre, tus observaciones no pueden dejar de maravillarme, al descubrir en el filme, libro, cómic o serie comentada detalles que por lo general se me escapan. Ojalá pronto vuelva a saber de ti en este blog.
ResponderEliminarHola Elwin. Como veo que te has quedado "mudo" tras mi comentario en mi blog, y como prometí, he venido al tuyo. :-)
ResponderEliminarY es una lástima no haberlo hecho antes, ya que me hubiera ahorrado gran parte de dicho comentario, además de leer una vez más, un estupendo artículo.
Y la verdad es que estoy de acuerdo en casi todo. Incido en la siguiente frase o fragmento:
"Star Trek se convirtió rápidamente en una serie de ciencia ficción televisiva de culto; este estatus conseguido por el programa se debió tanto a sus sólidas historias contestarias, gracias a la inclusión entre sus guionistas de grandes escritores del género (como Theodore Sturgeon, Harlan Ellison, Fredick Brown, Robert Bloch y muchos más), como a la incorporación de un buen número de atractivos protagonistas, los que a su vez correspondían a una tripulación multiracial como nunca antes se había visto en la pantalla chica, ni grande"
Eso es justamente lo que le falta a la Nueva Generación y en general, a la franquicia basada en la serie original: buenas historias. En segundo lugar, también personajes "atractivos", no sólo por el físico, sino también por su carácter definido y complementario.
Los análisis del reboot de Abrams son buenos. Aunque demasiado complaciente con los guiones. La de la "Oscuridad", te lo pasas bien la primera vez, pero cuando sales y lo piensas te dices, ¿pero que tonterías han hecho? Por ejemplo: ¿para que demonios salen corriendo desesperados cuando lo único que tenían que hacer es dejar algo que no saben bien porque han cogido? ¡es absurdo! Vamos, salvo que me haya perdido algún detalle. Hay más, pero no quiero soltar spoilers.
¡Saludos, trekkie!
Lino, no sabes cuánto me honras con tus palabras, que siempre me es grato que la gente la que admiro, vea con buenos ojos lo que yo hago (en este caso preciso, mis escritos para el blog). Siguiendo con nuestro amable intercambio de impresiones sobre "Star Trek", te puedo decir que a diferencia tuya, para mí los guiones de "La Nueva Generación" y las series que le siguieron, sí son de gran calidad, pero me queda bien claro que a la larga todo esto se trata de una apreciación personal y subjetiva; por esta misma razón, me parecen que sus personajes son igualmente atractivos (incluso, mis favoritos de todo Star Trek son Data, Worf, Odo, Quark y Garak). En un rato más me pasaré por tu blog.
ResponderEliminarOscar Wilde decía que la belleza había que saber apreciarla. Si tu aprecias los guiones de TNG y disfrutas ¡enhorabuena! No te voy a criticar por ello. A mi tampoco me molestan ver sus capítulos y películas, es sólo que esperaba más. Mucho más. Y a veces, siento algo de rabia y frustración por sentir que en una parte importante, se está desperdiciando.
EliminarHay detalles como el personaje Data. ¿tan avanzados y no han encontrado un tono de piel adecuado? ¿era necesario ponerle esos ojos? bueno, entiendo que quieran diferenciarlos de los humanos, pero no era necesario hacerlo así. Recuerdo un capítulo en el que Picard le ordena que se ponga un "modulo emocional", por encontrarlo necesario para superar una misión. En fin, creo que no es más que un refrito de la frialdad vulcana versus el temperamento terrestre. Aporta poco, si lo comparamos con lo que podría aportar la presencia de un androide en una tripulación. Muy acertada la idea, eso sí.
Todo esto es subjetivo, es cierto. Por eso señalo el detalle de los escritores. No, no es lo mismo si hubieran tenido a Frederik Pohl, Larry Niven o Neal Stevenson (vendrían a ser los equivalentes en la época de TNG), que a una guionista de "Falcon crest". En fin, creo que se capta la idea. No te cuento más que no quiero parecer plomizo.
Estimado Lino, creo que eres demasiado severo a la hora de menospreciar a los guionistas de TNG por sus anteriores trabajos, puesto que si como en el caso que mencionas, pasó de una "soap opera" a algo más sofisticado como "Star Trek", es por algo y ello bien demuestra la versatilidad del artista. Con Data también eres muy duro y en primer lugar su creador nunca lo quiso hacer con apariencia por completo humana (para eso hizo a su "madre"); en cuanto a la llamada "tipologia spockiana", ésta luego se transformó en un tópico recurrente en las series de la franquicia, no obstante cada uno de sus representantes (Spock, Data. Odo, el Doctor, Siete de Nueve y T´Pol) estaban caracterizados de manera muy distinta a la hora de mostrar el contraste entre la racionalidad y la emocionalidad (bien recuerda que Spock como mestizo optó por la lógica y su conflicto se traduce en que una tripulación mayoritariamente emocional no comprende su naturaleza; en cambio Data al ser originalmente una máquina, busca acercarse a su idea de perfección que es la humanidad misma; de este modo Data para nada es una copia de Spock, quien ve en la filosofía vulcana lo que sí lo identifica).
Eliminar"Dureza", "severidad", "menosprecio", buf, puede que no haya escogido bien las palabras y tal vez haya dado una impresión algo equivocada. No, la verdad es que mi intención no es menospreciar el trabajo de nadie, sino el de apreciar el trabajo de escritores consagrados que han demostrado en novelas y premios que les conceden, su calidad y porque están donde están. Los guionistas pueden ser unos estupendos profesionales para dotar a un serial "del montón" de contenido, pero la Star Trek original aunque estaba concebida como un serial, su éxito se logró gracias a que trascendió su propia concepción. "Perdidos en el espacio" también era otra "sopa opera" pero ha sido prácticamente olvidada. La diferencia fueron los guiones que no eran realizados por estupendos profesionales "mercenarios" guionistas, sino por artistas. Es decir, por escritores.
EliminarEl resto de series de Star Trek están hechas para contentar al público fiel, a los seguidores incondicionales. Pero una obra de calidad, ha de gustar a todo tipo de gustos, independientemente del género. En TNG se nota demasiado que su intención ha sido aprovechar el "filón" y estimarlo todo lo que han podido. Para ello, han utilizado la misma estética "kitsch", que podría tener sentido en los 60-70, pero no en los 90. Lo que comentas como "tipología spockiana" (gracias por el término, que desconocía) viene a ser una prueba de que no se ha hecho nada nuevo después de la serie original. Pero una cosa es rendir homenaje a un clásico, y otra repetir un mismo esquema cambiado dos o tres cosas, "para disimular". En su contexto, la Star Trek original contaba historias que no se podían contar en la TV, como criticas a la Guerra del Vietnam o a la discriminación racial. Aunque Shatner se empeñaba en decírselo a los aficionados, no era "una simple serie de TV". TNG no ha continuado con esa crítica social o con ese mismo carácter humanista y filosófico.
En fin, puedo parecer duro, pero realmente no soy yo el que lo es. Dura si que es el resto de crítica ajena a la ciencia-ficción que se burla de forma inmisericorde de esa estética chillona anacrónica vacía de contenido, y que etiqueta al género al completo como esos "frikis chiflados". En cierto sentido, TNG ha hecho daño a cómo el género es visto por el resto de la sociedad. Lo mismo se aplica al resto de la Space Opera como Star Wars. No se como lo llevareis en Chile, pero en España los prejuicios son enormes, lamentablemente.
Estimado Lino: Esto se ha transformado en un muy interesante debate trekkie. Cuando leo tus palabras, me pregunto qué tanto has visto de TNG, puesto que en ella abundan los temas de denuncia y crítica que ya fueron caros a la serie original (discriminación, corrupción, belicismo, entre otros), Ahora bien, al citar al principio de tu respuesta los adjetivos que utilicé, me haces verme como un verdadero obseso de "Star Trek", quien se limita a ofender a quienes piensan diferente ;-( El tema de los guiones entre una serie y otra tiene mucha relación con la época en la cual estas fueron hechas; de este modo en los sesenta era mucho más fácil (y barato) contar con talentos tales como Sturgeon, Bloch y compañía; de este modo, luego para la televisión resultaba prácticamente insostenible contar con escritores consagrados como los ya mencionados (o sus respectivos pares acordes al tiempo en que se hizo cada serie). Creo que a la fecha sólo "Babilonia 5" es la excepción, al contar con Harlan Ellison como consultor especializado. Por otro lado, TOS tuvo ese fuerte sentido de crítica social, porque fue hecho en una época particular en la que bien USA requería un remezón de ese tipo (problemas raciales, Vietnam, hippismo, etc.) y luego ya a finales de los ochenta resultaba imposible pedir que TNG fuese en la misma onda. Además, no puedes olvidar que por años la ciencia ficción había perdido su espacio en la TV, de modo tal que ya no se hacían programas del género, y si no hubiese sido por el relanzamiento de la franquicia de Star Trek, hoy en día la historia sería otra. Por último, TNG es otro tipo de ciencia ficción: no de denuncia social, si no que más bien versa, entre otras cosas, acerca de temas más de tipo moral, aparte de centrarse en muchas temáticas propias del género (androides, evolución de las especies, viajes en el tiempo, otras dimensiones y más), sin dejar de lado la aventura y la acción. De este modo, mirar TNG a la luz de su predecesora de forma tan critica resulta injusto, puesto que a la larga toda obra de arte atiende a la circunstancia en que fue realizada. A ver si en otra ocasión te puedo recomendar una serie de episodios de TNG, para que captes mejor mi idea.
EliminarTe respondo rápidamente: no he podido ver toda la serie, claro, pero he visto lo suficiente (creo) como para poder atisbar esa crítica de la que hablas, pero como luego tu mismo explicas, no tenía el mismo carácter porque el contexto de la época era completamente distinto. Es decir, en TNG iban a "lo fácil", a ser "políticamente correctos", incidiendo en temas sociales ya superados. Es decir, algo así como un programa educativo juvenil.
EliminarNo me puedo creer que en la época de TNG no hubieran temas candentes con los que lidiar. Lo que pienso es que la productora iba a lo seguro, y que la apuesta que en su día estuvieron a punto de cancelar en la primera temporada (TOS) y que alargado una segunda de milagro, solo continuaría en su forma de TNG si cambiaba de tono.
Me está resultando muy fructífera esta discusión, tanto que creo voy a retocar y a desdoblar en dos seguramente mi artículo. ¡Gracias!
Por supuesto, amigo, que en la época de TNG existían motivos más que suficientes como para denunciar los males sociales que en aquellos momentos imperaban. No obstante si con TOS fueron lo suficientemente osados como para abordarlos, fue a través de la gracia de la ciencia ficción extrapolativa (tal y como sucedió con los rusos y sus obras del genero que encubiertamente se referían a los males de la URSS) y en los años de "La Nueva Generación" la televisión ya no contaba con la misma libertad de los sesenta (para eso estaban los cómics, el cine independiente y la literatura que al ser menos "masivos" contaban con menos limitantes, de modo de así atacar las falencias respectivas). Esperaré con ansias la reformulación de tu texto trekkie.
ResponderEliminarAquí estoy de nuevo. Como este tema ha surgido de nuevo, permíteme que deje aquí el enlace al articulo donde hablo de las nuevas ediciones de Star Trek tras la serie original. Pero como has visto en la respuesta, casi que tendré que escribir un tercer artículo :-D
EliminarBueno, amigo Lino, "Star Trek" da para hablar harto. Esperaré con ansias tu próximo texto. Por cierto, te faltó poner el enlace.
EliminarHola Elwin. Si que puse el enlace, está como HTML hay que pasar el ratón por encima ;-)
EliminarAquí está de nuevo: http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2014/09/la-nueva-star-trek.html
O tal vez te referías al que menciono como "el de la respuesta", que ese si que no lo puse. Aquí está:
http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2011/11/el-blaster.html#comment-4132907293947119957
:-D