sábado, 24 de agosto de 2013

Star Trek para el siglo XXI.


 
      El año 2009 se estrenó en cines de todo el mundo la esperada película que llevaba al formato de hoy en día de hacer películas, la famosa serie de televisión de Star Trek, consiguiendo gran éxito de crítica y público.  Creada en plenos años sesenta por el guionista Gene Rodenberry, cuando el mundo se encontraba viviendo la llamada Guerra Fría (un tácito conflicto ideológico entre los países “democráticos” liderados por Estados Unidos y los comunistas bajo la hegemonía de la entonces Unión Soviética y China), Star Trek se convirtió rápidamente en una serie de ciencia ficción televisiva de culto; este estatus conseguido por el programa se debió tanto a sus sólidas historias contestarias, gracias a la inclusión entre sus guionistas de grandes escritores del género (como Theodore Sturgeon, Harlan Ellison, Fredick Brown, Robert Bloch y muchos más), como a la incorporación de un buen número de atractivos protagonistas, los que a su vez correspondían a una tripulación multiracial como nunca antes se había visto en la pantalla chica, ni grande; por otro lado, también destacó por su mensaje positivo con respecto a la idea de un futuro donde la humanidad vive plena y feliz (de ahí el hecho de la heterogeneidad de los miembros de la famosa nave Enterprise).  Posteriormente la semilla plantada por Gene Rodenberry tras tres memorables temporadas de su programa, permitió la aparición un grupo de fanáticos que se hicieron llamar trekkies y/o trekkers, quienes tuvieron gran influencia para que en los setenta se desarrollara una serie animada con los actores originales y varios de los guionistas del programa original; luego a finales de esa misma década, se pudo realizar su primera película para cine, la cual además de contar con el casting de la serie, fue una continuación directa de ésta.   Tras el éxito de las primeras cuatro películas para teatros, en el año 1987 se estrenó una nueva serie de televisión dentro del universo de Star Trek, pero esta vez ambientada en el siglo XXIV, a diferencia de la serie clásica y sus filmes, que transcurrían en el siglo XXIII; este nuevo programa se llamó Star Trek: The Next Generation y fue todo un éxito, logrando 7 temporadas, con más de 170 episodios; a su vez una vez terminada, estrenó su primera película para la pantalla grande, haciéndose tres filmes más con este elenco.  No obstante la popularidad de Star Trek, no bastó con una nueva generación, si no que se crearon luego otras tres series, siendo la última Star Trek: Enterprise, una precuela sobre los primeros años de la llamada Federación de Planetas, tan importante dentro de la ficción de estas series, de modo que sus 4 temporadas ocurrían en el “pasado” siglo XXII.
     
La "vieja" y querida tripulación en los tiempos de Rodenberry.
Ante el atractivo del particular universo creado por Rodenberry y que fue tan bien explotado por los productores, guionistas e incluso escritores (a través de un montón de novelas y cómics, las cuales en todo caso no pertenecen al canon, o sea, a la continuidad de las series, si bien usan a sus personajes y tienen relación con los eventos claves de las series), la exitosa franquicia de Star Trek pasó a otro equipo de creadores.  Fue así como se optó por “modernizar” este universo, pese a lo sofisticado de sus últimas series, las que en todo caso pese a su gran calidad de producción, tenían cierto elitismo al estar dirigidas más a un público adulto y/o seguidor acérrimo de la ciencia ficción de corte más dura (científica), pese a su elemento de aventura.  Por lo tanto, se quiso volver a los orígenes de la serie, es decir, desarrollarla en pleno siglo XXIII, con sus protagonistas más populares y más tradicionales, pero esta vez acercándolos a los intereses de las nuevas generaciones; de este modo, al estrenar una nueva película de Star Trek, sin caer eso sí en el boom de los filmes teenegers tipo sagas Crepúsculo y Percy Jackson (algo más ligeras argumentalmente que las películas dirigidas a públicos adultos), con la cinta del año 2009 se buscó lograr el equilibrio perfecto para conseguir tanto la atención de las nuevas generaciones, como la de aquellos que ya llevaban sus buenos años siguiendo este tipo de historias.  Por lo tanto, lo primero que se hizo, fue rejuvenecer a los personajes de la primera serie, aunque no a extremos de convertirlos en adolescentes, pero sí mostrándolos en su mayoría como principiantes y/o en inicios de sus carreras militares; a su vez se optó por contratar actores que si bien en su momento no todos ellos eran taquilleros (o sea, actores ya consagrados o conocidos por el público en general), sí tenían el suficiente atractivo (en especial físico), como para atraer tanto a los jóvenes, como a los espectadores mayores y/o devotos de las películas del género, sin olvidarse también de los ya mencionados trekkers.  Por ende, se veló por conseguir una cinta que cumpliera con todos los requisitos para lograr el éxito en la taquilla, como además conseguir el beneplácito de quienes piden un producto de la mayor calidad posible; así es cómo los responsables procuraron hacer un largometraje que fuese fiel al material original de la serie creada por Gene Rodenberry, pero aún así con una trama que no requiriera de los nuevos espectadores que conocieran y/o siguieran las series y películas que componían el universo Star Trek con anterioridad; por esta razón es que el guión se elaboró a manera de precuela, años antes del primer episodio del programa original, de modo de darnos a conocer por primera vez cómo es que el singular grupo de miembros de la nave Enterprise se conoció y terminó trabajando juntos.
La tripulación clásica remozada, junto a su director.
      La primera película de esta nueva saga cinematográfica de Viaje a las Estrellas (tal y como es conocida en español), al igual que su secuela estrenada tan solo hace un par   de meses en Gringolandia y otros países, mientras que en Chile recién la semana pasada, fue dirigida por el consagrado director y guionista J. J. Abrahams (creador de series ya de culto como Alias, Lost y Fringe, habiendo dirigido además con gran éxito los filmes Misión Imposible III y Super 8), quien trabajó junto a Roberto Orci y Alex Kurtzman, habituales colaboradores suyos en los proyectos recién mencionados.  Fue así como desde la primera película de Star Trek de la mano de este trío, se demostró que lo hecho iba más allá de un trabajo por encargo, puesto que la historia que lograron armar no dejaba con duda a los trekkers más acérrimos, que los tres tenían un cabal conocimiento de la serie, de sus personajes y de su cronología; no obstante también reflejaron su amor incondicional por el programa, lo que fue evidente al devolver a las pantallas de cine al memorable Sr. Sopck, interpretado por el actor que lo desempeñó en el programa y las películas de antaño: Leonard Nimoy.   El filme a su vez estuvo lleno de referencias directas e indirectas a la serie y a las películas de la tripulación original, incluso representando escenas propias de hasta la serie animada (esto durante los momentos de la cinta en los que se muestra la infancia de Spock).  Por lo tanto, la película fue capaz de poseer en su conjunto el espíritu de aventura y heroísmo que caracterizaba a la primera versión de estos populares personajes, sin dejar de lado un humor inteligente y las caracterizaciones propias de los miembros del Enterprise (lo que se hace evidente en el especial triunvirato Kirk, Sopck, y McCoy, destacando además Scotty y sensualizando más que nunca a la bella Uhura).  Por otro lado, el largometraje recuperó a otro personaje mítico dentro de la serie: el capitán Cristopher Pike, el primero a cargo del Enterprise, apoyado además por otro clásico trekker, el Vulcano Sarek, padre de Spock.  No obstante ante la oportunidad de relanzar Star Trek para los nuevos tiempos y hacerlo más apto al público no conocedor de éste, aprovechando también toda la espectacularidad del cine actual, se optó por una decisión algo polémica entre algunos de los fanáticos de este universo y cada una de sus seriales: llegar a un punto en la trama de la película, en el cual se jugó con su habitual continuidad, cambiándola radicalmente a través de un golpe decisivo en los acontecimientos mostrados; de este modo, este nuevo Star Trek, si bien está basado en la creación de Gene Rodenberry y los que le siguieron en los guiones, a partir de aquí cobra su propia independencia (aun cuando se sirva de la serie clásica como fuente de inspiración) y por lo tanto al seguidor incondicional no le queda otra que adaptarse a la nueva continuidad o darse el lujo de obviar de su vida algunos de los filmes de ciencia ficción más inteligentes de lo que va el siglo.
     Una vez reorganizado el universo de Star Trek a partir del primer filme de Abrahams, y a su vez saboreado el éxito ante la propuesta hecha por éste y sus compañeros de producción, era evidente que vendría una secuela.  3 años debieron pasar para ver por fin tan ansiada cinta, la que volvió a contar con el mismo equipo en la producción, así como con los actores que gracias a su filme predecesor lograron fama (en especial el rubio Chris Pine, quien interpreta al joven capitán James Tiberius Kirk, puesto que igual actores como Zachary Quinto, Karl Urban y Simmon Peg ya habían hecho con anterioridad producciones de considerable logro).   Si el primer largometraje de esta nueva visión de Star Trek fue toda una maravilla, en esta ocasión los responsables no escatimaron en superar a su predecesora a través de una historia llena de giros argumentales y sorpresas, aprovechando de usar a otro personaje bastante emblemático para los antiguos seguidores de la serie; no obstante como se trata de una nueva continuidad del universo de Star Trek, esta reinterpretación si bien resulta ser bastante fiel a la fuente de la que saca su inspiración, logra ser tan intrigante y retorcida como hoy en día llegan a ser varias de las ficciones de las que gusta el público.  Cuando Gene Rodenberry creó en su momento su serie cumbre, al diseñar apoyado por tanto guionista de prestigio a la llamada Federación de Planetas Unidos, lo hizo como una proyección de su ideal de una ONU capaz de superar cualquier  diferencia ideológica entre los distintos pueblos del mundo, en pro del beneficio mutuo para todas las personas.  Durante décadas la serie en cada una de sus manifestaciones trabajó con este concepto benigno de la Federación, de modo que sus integrantes, humanos y extraterrestres, siempre se representaron como seres avanzados en su mayoría, quienes habían alcanzado la plenitud y se constituían en ejemplos de virtud para el resto (destacando en ello cada uno de los miembros del Enterprise).  Tuvo que aparecer en plenos años noventa la tercera serie de televisión ambientada en el universo de Star Trek, titulada Star Trek: Deep Space Nine (en Latinoamérica Viaje a las Estrellas: Abismo Espacial Nueve), para que se revelara por fin que no todo lo que brilla es oro y que en medio de la Federación también hay individuos poderosos que todavía poseen oscuros propósitos para su beneficio propio o que bien no escatimarían en acceder a planes maquiavélicos para proteger los intereses de su comunidad.  De este modo la segunda película de la nueva saga, se nutre de tales características para enseñarnos que la oscuridad bien forma parte de nuestra propia herencia cultural y que debemos aprender a reconocerla, a menos que deseemos que ésta se apodere de nosotros (de ahí su título: Star Trek: Into Darkness).
     En la primera entrega de la más reciente versión de Star Trek, se omitieron un montón de escenas impresionantes para el montaje final y que solo se pueden ver (y disfrutar) en el DVD o blu-ray de material adicional.  Estas escenas en verdad llegan a ser lo suficientemente buenas como para desear salga al mercado una versión extendida o tipo corte del director que las incorpore, de modo que puedan ser apreciadas en toda su grandeza.  Entre éstas hay una o dos que transcurren en nada menos que territorio Klingon, la raza alienígena más memorable de este universo ficcional, luego de los famosos vulcanos (a los que pertenece Spock); a su vez se les puede ver tal y como son representados bajo una estética que si bien respeta su apariencia clásica a partir de la primera película para el cine en los setenta, posee unos cuantos aportes a su imagen (tal y como en el resto de la cinta sucedió con otra especie destacada de Star Trek, los romulanos, así como con los trajes, armas y naves de la Federación).  Como era de esperar, en la secuela por fin todo el mundo asistente a las salas de cine, puede contemplar a los klingos remozados, y esta vez sin casco (puesto que en lo filmado en la película anterior siempre se les muestra con el rostro oculto), resultando todo ello un guiño más para los trekkers, a la espera de consideraciones por su fanatismo de años.
     Por último, un elemento esencial dentro de las series y películas de Star Trek, viene a ser la música, todo a partir del ya célebre tema coral de los títulos de entrada de la serie sesentera, compuesta por Alexander Courage; luego cada programa (salvo en la hasta cierto punto polémica Star Trek: Enterpise, que usó una canción en los créditos y que además era un cover de un viejo tema popular), así como las películas, tuvieron su tema característico respectivo, usando a destacados compositores para ello (siendo nada menos que el desaparecido Jerry Goldsmith el músico que más aportes le hizo con sus bellas melodías).  Pues bien, para estos dos primeros filmes, el director llamó a su colaborador habitual, Michael Giacchino, quien es capaz de crear verdaderos temas inspiradores, pero que aún así cae en el mal de John Williams, de repetirse a sí mismo y componer temas flojos, como absolutamente dependientes de la imagen; no obstante de vez en cuando el artista logra inspirarse, además de haberse encargado de crear un tema propio para este nuevo Star Trek (bastante épico por cierto) y uno que otro más agradable al oído; sin embargo el músico en las dos cintas no logra sacarle provecho a su talento.  Sí se le agradece también su tema con el coro en idioma klingon para esta nueva película (lengua desarrollada a pedido para la sexta cinta de la anterior saga, hecha por un lingüista, quien le creó su propia gramática y fonética, teniendo hoy en día un diccionario y unas cuantas obras literarias de importancia, como Macbeth de Shakespeare, traducidas) y un nostálgico tema en piano, así como sus homenajes usando las clásicas melodías de los maestros Courage y Goldsmith (no obstante lo hecho por Cliff Eidelmann en Star Trek VI: The Undiscovered Country, lejos supera con su tema  de coros klingon, al trabajo de Giaccino). 


17 comentarios:

  1. Raro es el día que no aprendo algo con tus artículos Elwin. Me acabo de quedar asombrado con el plantel de guionistas de la serie original, con lo más granado de la Ciencia-Ficción. Un día debo aparcar un poco los libros, hacer un hueco para el cine y verme un montón de los filmes que recomiendas, porque siempre consigues que suenen interesantes.
    Saludos desde Galicia amigo Elwin.

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  2. Me alegra ser de utilidad o como quiera que se le llame, con mi blog. Te cuento que yo soy lo que se llama "trekker" (incluso pertenecí a un fan club, con traje, dando charlas y saliendo hasta en los periódicos). Sé que en España el amor por esta serie es muy grande ¿Has visto las series y películas, amigo gallego?

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    1. La serie original la veía de niño en la Televisión de Galicia, doblada al gallego, pero de aquello hace muchos años y apenas recuerdo nada. Ví también "La nueva generación" pero capítulos sueltos, y de "Espacio Profundo 9" apenas llegué a ver uno o dos episodios. En cuanto a las películas, creo que sólo ví una, en la que viajan al pasado para llevar ballenas a su futuro, en el que se habían extinguido. Así que puedo decir que Star Trek es otra de mis grandes asignaturas pendientes.

      Ciertamente Star Trek tiene gran número de seguidores aquí, y hay clubes en diferentes provincias, con uniformes y convenciones. Pero yo ni siquiera puedo hacer el saludo, me temo que no tengo el gen que permite separar los dedos.

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    2. Pues nunca es tarde para comenzar a disfrutar algo de buena calidad; ya has visto algo sobre el fabuloso mundo de "Star Trek", así que bien me entientes. Yo empecé viendo la serie sesentera con el increíble doblaje en español neutro (español latino le llaman erróneamente) antes de los 10 años y luego me vi la serie animada que daban de vez en cuando en un programa infanil y luego de ahí no paré.

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  3. Excelente.
    La película es fiel reflejo del " contexto de recepción", señalando una visión contemporánea de un mundo acechado por el terrorismo individual, colectivo; ejercido por sectas, potencias mundiales o simples enajenados criminales nacidos en el seno de sociedades injustas.
    En pocas palabras, cumple a cabalidad con una de las características de todo Arte de buen nivel.

    Marcelo López

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  4. Pero qué honor, amigo, de que vuelvas a darte un tiempecito y visitar mi blog...y más encima dejar comentario. Por otro lado, como siempre, tus observaciones no pueden dejar de maravillarme, al descubrir en el filme, libro, cómic o serie comentada detalles que por lo general se me escapan. Ojalá pronto vuelva a saber de ti en este blog.

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  5. Hola Elwin. Como veo que te has quedado "mudo" tras mi comentario en mi blog, y como prometí, he venido al tuyo. :-)
    Y es una lástima no haberlo hecho antes, ya que me hubiera ahorrado gran parte de dicho comentario, además de leer una vez más, un estupendo artículo.
    Y la verdad es que estoy de acuerdo en casi todo. Incido en la siguiente frase o fragmento:
    "Star Trek se convirtió rápidamente en una serie de ciencia ficción televisiva de culto; este estatus conseguido por el programa se debió tanto a sus sólidas historias contestarias, gracias a la inclusión entre sus guionistas de grandes escritores del género (como Theodore Sturgeon, Harlan Ellison, Fredick Brown, Robert Bloch y muchos más), como a la incorporación de un buen número de atractivos protagonistas, los que a su vez correspondían a una tripulación multiracial como nunca antes se había visto en la pantalla chica, ni grande"
    Eso es justamente lo que le falta a la Nueva Generación y en general, a la franquicia basada en la serie original: buenas historias. En segundo lugar, también personajes "atractivos", no sólo por el físico, sino también por su carácter definido y complementario.
    Los análisis del reboot de Abrams son buenos. Aunque demasiado complaciente con los guiones. La de la "Oscuridad", te lo pasas bien la primera vez, pero cuando sales y lo piensas te dices, ¿pero que tonterías han hecho? Por ejemplo: ¿para que demonios salen corriendo desesperados cuando lo único que tenían que hacer es dejar algo que no saben bien porque han cogido? ¡es absurdo! Vamos, salvo que me haya perdido algún detalle. Hay más, pero no quiero soltar spoilers.
    ¡Saludos, trekkie!

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  6. Lino, no sabes cuánto me honras con tus palabras, que siempre me es grato que la gente la que admiro, vea con buenos ojos lo que yo hago (en este caso preciso, mis escritos para el blog). Siguiendo con nuestro amable intercambio de impresiones sobre "Star Trek", te puedo decir que a diferencia tuya, para mí los guiones de "La Nueva Generación" y las series que le siguieron, sí son de gran calidad, pero me queda bien claro que a la larga todo esto se trata de una apreciación personal y subjetiva; por esta misma razón, me parecen que sus personajes son igualmente atractivos (incluso, mis favoritos de todo Star Trek son Data, Worf, Odo, Quark y Garak). En un rato más me pasaré por tu blog.

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    1. Oscar Wilde decía que la belleza había que saber apreciarla. Si tu aprecias los guiones de TNG y disfrutas ¡enhorabuena! No te voy a criticar por ello. A mi tampoco me molestan ver sus capítulos y películas, es sólo que esperaba más. Mucho más. Y a veces, siento algo de rabia y frustración por sentir que en una parte importante, se está desperdiciando.
      Hay detalles como el personaje Data. ¿tan avanzados y no han encontrado un tono de piel adecuado? ¿era necesario ponerle esos ojos? bueno, entiendo que quieran diferenciarlos de los humanos, pero no era necesario hacerlo así. Recuerdo un capítulo en el que Picard le ordena que se ponga un "modulo emocional", por encontrarlo necesario para superar una misión. En fin, creo que no es más que un refrito de la frialdad vulcana versus el temperamento terrestre. Aporta poco, si lo comparamos con lo que podría aportar la presencia de un androide en una tripulación. Muy acertada la idea, eso sí.
      Todo esto es subjetivo, es cierto. Por eso señalo el detalle de los escritores. No, no es lo mismo si hubieran tenido a Frederik Pohl, Larry Niven o Neal Stevenson (vendrían a ser los equivalentes en la época de TNG), que a una guionista de "Falcon crest". En fin, creo que se capta la idea. No te cuento más que no quiero parecer plomizo.

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    2. Estimado Lino, creo que eres demasiado severo a la hora de menospreciar a los guionistas de TNG por sus anteriores trabajos, puesto que si como en el caso que mencionas, pasó de una "soap opera" a algo más sofisticado como "Star Trek", es por algo y ello bien demuestra la versatilidad del artista. Con Data también eres muy duro y en primer lugar su creador nunca lo quiso hacer con apariencia por completo humana (para eso hizo a su "madre"); en cuanto a la llamada "tipologia spockiana", ésta luego se transformó en un tópico recurrente en las series de la franquicia, no obstante cada uno de sus representantes (Spock, Data. Odo, el Doctor, Siete de Nueve y T´Pol) estaban caracterizados de manera muy distinta a la hora de mostrar el contraste entre la racionalidad y la emocionalidad (bien recuerda que Spock como mestizo optó por la lógica y su conflicto se traduce en que una tripulación mayoritariamente emocional no comprende su naturaleza; en cambio Data al ser originalmente una máquina, busca acercarse a su idea de perfección que es la humanidad misma; de este modo Data para nada es una copia de Spock, quien ve en la filosofía vulcana lo que sí lo identifica).

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    3. "Dureza", "severidad", "menosprecio", buf, puede que no haya escogido bien las palabras y tal vez haya dado una impresión algo equivocada. No, la verdad es que mi intención no es menospreciar el trabajo de nadie, sino el de apreciar el trabajo de escritores consagrados que han demostrado en novelas y premios que les conceden, su calidad y porque están donde están. Los guionistas pueden ser unos estupendos profesionales para dotar a un serial "del montón" de contenido, pero la Star Trek original aunque estaba concebida como un serial, su éxito se logró gracias a que trascendió su propia concepción. "Perdidos en el espacio" también era otra "sopa opera" pero ha sido prácticamente olvidada. La diferencia fueron los guiones que no eran realizados por estupendos profesionales "mercenarios" guionistas, sino por artistas. Es decir, por escritores.

      El resto de series de Star Trek están hechas para contentar al público fiel, a los seguidores incondicionales. Pero una obra de calidad, ha de gustar a todo tipo de gustos, independientemente del género. En TNG se nota demasiado que su intención ha sido aprovechar el "filón" y estimarlo todo lo que han podido. Para ello, han utilizado la misma estética "kitsch", que podría tener sentido en los 60-70, pero no en los 90. Lo que comentas como "tipología spockiana" (gracias por el término, que desconocía) viene a ser una prueba de que no se ha hecho nada nuevo después de la serie original. Pero una cosa es rendir homenaje a un clásico, y otra repetir un mismo esquema cambiado dos o tres cosas, "para disimular". En su contexto, la Star Trek original contaba historias que no se podían contar en la TV, como criticas a la Guerra del Vietnam o a la discriminación racial. Aunque Shatner se empeñaba en decírselo a los aficionados, no era "una simple serie de TV". TNG no ha continuado con esa crítica social o con ese mismo carácter humanista y filosófico.

      En fin, puedo parecer duro, pero realmente no soy yo el que lo es. Dura si que es el resto de crítica ajena a la ciencia-ficción que se burla de forma inmisericorde de esa estética chillona anacrónica vacía de contenido, y que etiqueta al género al completo como esos "frikis chiflados". En cierto sentido, TNG ha hecho daño a cómo el género es visto por el resto de la sociedad. Lo mismo se aplica al resto de la Space Opera como Star Wars. No se como lo llevareis en Chile, pero en España los prejuicios son enormes, lamentablemente.

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    4. Estimado Lino: Esto se ha transformado en un muy interesante debate trekkie. Cuando leo tus palabras, me pregunto qué tanto has visto de TNG, puesto que en ella abundan los temas de denuncia y crítica que ya fueron caros a la serie original (discriminación, corrupción, belicismo, entre otros), Ahora bien, al citar al principio de tu respuesta los adjetivos que utilicé, me haces verme como un verdadero obseso de "Star Trek", quien se limita a ofender a quienes piensan diferente ;-( El tema de los guiones entre una serie y otra tiene mucha relación con la época en la cual estas fueron hechas; de este modo en los sesenta era mucho más fácil (y barato) contar con talentos tales como Sturgeon, Bloch y compañía; de este modo, luego para la televisión resultaba prácticamente insostenible contar con escritores consagrados como los ya mencionados (o sus respectivos pares acordes al tiempo en que se hizo cada serie). Creo que a la fecha sólo "Babilonia 5" es la excepción, al contar con Harlan Ellison como consultor especializado. Por otro lado, TOS tuvo ese fuerte sentido de crítica social, porque fue hecho en una época particular en la que bien USA requería un remezón de ese tipo (problemas raciales, Vietnam, hippismo, etc.) y luego ya a finales de los ochenta resultaba imposible pedir que TNG fuese en la misma onda. Además, no puedes olvidar que por años la ciencia ficción había perdido su espacio en la TV, de modo tal que ya no se hacían programas del género, y si no hubiese sido por el relanzamiento de la franquicia de Star Trek, hoy en día la historia sería otra. Por último, TNG es otro tipo de ciencia ficción: no de denuncia social, si no que más bien versa, entre otras cosas, acerca de temas más de tipo moral, aparte de centrarse en muchas temáticas propias del género (androides, evolución de las especies, viajes en el tiempo, otras dimensiones y más), sin dejar de lado la aventura y la acción. De este modo, mirar TNG a la luz de su predecesora de forma tan critica resulta injusto, puesto que a la larga toda obra de arte atiende a la circunstancia en que fue realizada. A ver si en otra ocasión te puedo recomendar una serie de episodios de TNG, para que captes mejor mi idea.

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    5. Te respondo rápidamente: no he podido ver toda la serie, claro, pero he visto lo suficiente (creo) como para poder atisbar esa crítica de la que hablas, pero como luego tu mismo explicas, no tenía el mismo carácter porque el contexto de la época era completamente distinto. Es decir, en TNG iban a "lo fácil", a ser "políticamente correctos", incidiendo en temas sociales ya superados. Es decir, algo así como un programa educativo juvenil.
      No me puedo creer que en la época de TNG no hubieran temas candentes con los que lidiar. Lo que pienso es que la productora iba a lo seguro, y que la apuesta que en su día estuvieron a punto de cancelar en la primera temporada (TOS) y que alargado una segunda de milagro, solo continuaría en su forma de TNG si cambiaba de tono.
      Me está resultando muy fructífera esta discusión, tanto que creo voy a retocar y a desdoblar en dos seguramente mi artículo. ¡Gracias!

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  7. Por supuesto, amigo, que en la época de TNG existían motivos más que suficientes como para denunciar los males sociales que en aquellos momentos imperaban. No obstante si con TOS fueron lo suficientemente osados como para abordarlos, fue a través de la gracia de la ciencia ficción extrapolativa (tal y como sucedió con los rusos y sus obras del genero que encubiertamente se referían a los males de la URSS) y en los años de "La Nueva Generación" la televisión ya no contaba con la misma libertad de los sesenta (para eso estaban los cómics, el cine independiente y la literatura que al ser menos "masivos" contaban con menos limitantes, de modo de así atacar las falencias respectivas). Esperaré con ansias la reformulación de tu texto trekkie.

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    1. Aquí estoy de nuevo. Como este tema ha surgido de nuevo, permíteme que deje aquí el enlace al articulo donde hablo de las nuevas ediciones de Star Trek tras la serie original. Pero como has visto en la respuesta, casi que tendré que escribir un tercer artículo :-D

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    2. Bueno, amigo Lino, "Star Trek" da para hablar harto. Esperaré con ansias tu próximo texto. Por cierto, te faltó poner el enlace.

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    3. Hola Elwin. Si que puse el enlace, está como HTML hay que pasar el ratón por encima ;-)

      Aquí está de nuevo: http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2014/09/la-nueva-star-trek.html

      O tal vez te referías al que menciono como "el de la respuesta", que ese si que no lo puse. Aquí está:

      http://elfindelaeternidad.blogspot.com/2011/11/el-blaster.html#comment-4132907293947119957

      :-D


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