I. Recuerdos y
nostalgias propias.
A mi
queridísimo amigo Miguel Acevedo lo conocí hace más de 20 años, cuando estaba
cursando el primer año de la carrera de Castellano en la UMCE (ex Pedagógico o
Pedagógico para los más tradicionalistas y/o “izquierdosos”, con respeto y
cariño de mi parte por ellos) y desde entonces se convirtió en uno de loss
afectos más importantes de mi vida, compartiendo bellos momentos entre muchas alegrías
y unos cuantas penas. Puedo decir sin
vacilaciones que Miguel es una demostración empírica de que la fraternidad es
uno de los dones más valiosos que Dios nos ha dado y que por ello hay que atesorarla
de corazón. Ese día en que nuestros
caminos se cruzaron, entramos juntos al curso electivo de Ciencia Ficción y
Física (¿O era Ciencia Ficción y Astronomía?), siendo que quizás era la primera
vez en Chile en que se impartía de forma seria y en un campus de Enseñanza
Superior, un ramo sobre este tipo de literatura. Fue un bello semestre y lo aprobamos, por
supuesto, con excelentes notas (luego yo me quedé como alumno ayudante del
profesor durante unos semestres más).
Pero lo más importante, que además me quedé ganando tan entrañable
amigo; hubo otras personas con las que nuestros destinos se unieron durante
esta etapa, algunas de ellas fueron tanto o más valiosas para mí (sin desmedro
del lugar que cumple en mi existencia Miguelito y al respecto es que no puedo
dejar de olvidar a César, primera vez en este tiempo desde que mantengo mi blog
en que lo nombro), pero hoy en día me sobran dedos de una mano respecto a esos
compañeros y compañeras a los que orgulloso mantengo a mi lado…y como ya se
habrán dado cuenta, Miguel es una de esas personas.
Con
Miguel comparto el amor por las buenas historias, en especial esas de carácter
heroico que a uno insuflan de las ganas de ser alguien mejor, que no solo te
entretienen, sino que te hacen pensar y reflexionar. Por ende, es que tenemos un sinnúmero de
personajes de ficción y reales a los que admiramos, entre héroes y villanos, y en
especial a aquellas mujeres y hombres que nos han regalado tantas preciosas
obras.
Ya lo
he comentado por acá más de una vez, Miguel fue una de las 3 personas que con
su blog me inspiró a crear el mío. De
este modo su Le dicen Poesía se constituyó en uno de mis primeros referentes,
a la hora de querer comunicarme de esta, entonces para mí, nueva forma. Lo más increíble al descubrir su página, me
fue el nombre que escogió Miguel para ella, pues en tantos años compartiendo
nunca me había dado cuenta que a tal persona le gustara tanto la lírica (¡Y
harto por cómo he llegado a saber!), género que bien poco me toca la verdad,
salvo contadas excepciones. Por ende,
uno nunca termina de conocer a su gente.
La
primera etapa del blog de Miguel está marcada por una producción rica de
crónicas personales, que desde un principio me fascinaron y era obvio que fuese
así, porque muchas de ellas tocan las telas de mis propios recuerdos y
pasiones. Son textos cargados en la
remembranza suya y la de una comunidad en la que nuestra propia historia como
pueblo, a partir de la década de los setenta, se puede reflejar (unas
veces con orgullo y otras con vergüenza) y al mirar hoy en día ille tempore, descubrir una parte muy
especial de nuestra identidad y/o chilenidad.
II. Recuerdos y
nostalgias de mi amigo: El cine de antaño.
Hace
unos pocos meses atrás a Miguel unos amigos le compartieron un magnífico
proyecto suyo: la creación de una editorial independiente y artesanal, a través
de la cual publicar de forma popular y a muy bajo precio a autores consagrados
(entre chilenos y extranjeros actuales y clásicos), como a artistas nacionales
inéditos, aunque ya con cierta experiencia literaria a cuestas. La editorial en cuestión lleva el poético
nombre de Ediciones GatoJurel y posee como logotipo una preciosa imagen que
simula una estética algo retro, de los grabados de antes y donde, por supuesto,
se ve a estos dos animales en muy cariñoso gesto.
El
libro, junto a otros del interesante catálogo de esta editorial, se lanzó el
domingo 3 de mayo en el bello e histórico barrio de Concha y Toro, en la Plaza
de la Liberad de la Prensa, en pleno Santiago Centro. Aquella ocasión se celebró el Día de la
Libertad de Prensa, para lo cual se hicieron varias actividades culturales,
entre la exposición y venta de libros y otros, además de lecturas públicas de
varios de los que allí llevaban su arte al conocimiento de los presentes. Fue algo muy sublime esto, con gente alegre y
amante de la cultura, que se veía ávida de descubrir este mundo que se abría
para todos. Y así fue como Micky estuvo
entre los artistas que presentaron en acto oficial su trabajo, dando lectura a
una de las crónicas contenidas en su volumen (lamentablemente mientras mi amigo
era la estrella del escenario, yo no llegaba aún al lugar, así que me perdí
tamaño espectáculo).
El
tomo que no alcanza a poseer una cincuenta páginas (aunque sin embargo lejos
más potente que esa “pornografía para mujeres casadas” que es Cincuenta
Sombras de Gray) corresponde a una selección de las primeras crónicas
del blog de Miguel y a las cuales en parte ya hice referencia más arriba. No obstante para tan magna ocasión, su autor
les dio en algunos casos un pequeño barniz de modo de mejorarlas y además
regaló a sus lectores con un inolvidable escrito inédito hasta el momento de
publicar su selección. El nombre genérico
para el tomo corresponde nada menos que a Cartelera de Cine y lleva en la
portada una imagen para el recuerdo, de la publicidad de los viejos diarios
capitalinos para los cines en los años setenta.
Tal como reza el título y deja bien clara la portada ya mencionada, en
pocas palabras el libro de Miguel trata acerca de algunos de los años de
esplendor de esas viejas salas cinematográficas santiaguinas y
colindantes. En estos escritos hechos
desde la memoria y con el corazón a flor de piel, Miguel comparte con nosotros
sus recuerdos de una época querida y donde el mundo era otro, cuando por unos
pocos pesos reunidos con esfuerzo entre él, su hermano menor y amigos, todavía todos
ellos unos muchachos, se pasaban horas y horas en esos rotativos que yo también
tuve el gusto de conocer (aunque no en profundidad como nuestro artista). Por supuesto que existen otros personajes
reales y de ficción en estas crónicas, no obstante el lector debe descubrirlos
para encontrar en sus páginas los momentos en común que nos unen a los
cinéfilos de aquella época y que ahora miramos el espectáculo del séptimo arte
con los ojos en el mañana, aunque nunca perdiendo la memoria de estas primeras
visitas a esas salas oscuras iluminadas por el proyector.
III. Breve repaso a “Cartelera
de Cine”.
Son
9 las crónicas que se pueden encontrar a lo largo de su extensión y estas
corresponden a las siguientes:
1. King Kong en Cartagena: Miguel recuerda el impacto que tuvo en Chile las “megaproducción”
hollywoodense de King Kong de los años setenta y que increíblemente tal como nos
revela, en realidad fue estrenada poco tiempo después de la premiere de un
filme algo más antiguo y nipón, que con ingenio “disfrazaron” los que la
trajeron a nuestras criollas salas, para aprovecharse de lo que se nos venía
desde las tierras del Tío Sam. Ahora
comprendo más que nunca el amor de mi amigo por este personaje y en realidad
resulta impagable el recuerdo suyo que nos comparte.
2. El cine de terror en los años sesenta: Un genial repaso acerca de la producción gringa
e inglesa de este género para el celuloide de aquella década. Sin duda el listado y los comentarios que
hace su autor sobre todas estas joyitas, hacen que todo amante de este tipo de
historias las ponga en su propio catálogo de pendientes.
3. La muerte de los cines de Santiago Centro: Miguel esta vez hace un recorrido por todas
aquellas salas de cine de esta parte de la ciudad, que poco a poco fueron
desapareciendo debido a la llegada de las nuevas empresas del rubro, dejándonos
la huella de su paso por nuestro pasado más querido.
4. El antiguo cine Diana: Como muchos de nosotros, el autor fue (o es) un asiduo visitante
veraniego del populoso balneario de Cartagena. Es así como en esta ocasión, rememora otra de
sus salas que hoy en día es recordada solo por unos cuantos y que gracias a
esta crónica la trae hasta nuestro ideario nacional.
5. Comentarios de algunas películas: Una carta real (supongo digital) escrita con
mucho cariño por Miguel para uno de sus amigos y en la cual le cuenta y
recomienda algunos de los últimos filmes que en aquella época vio y
disfrutó. Esto de comentar entre
nuestros pares aquellas obras que nos han logrado sobrecoger, es tan habitual
entre gente como nosotros, que este documento bien puede a más de uno (e
incluso a los miembros de las generaciones más recientes) identificar en
nuestra faceta ñoña por excelencia.
6. Un adiós para Ray Harryhausen: Tras su partida de este plano terrenal, Miguel
no podía dejar de homenajear a tan gran genio de los efectos especiales y que
tantas maravillas nos regaló desde pequeños (¡Y yo tuve la suerte de ir a ver
de pequeño Furia de Titanes al también extinto Cinerama de Santa Lucía…y
me tapé los ojos de terror más de una vez!).
7. A propósito de la muerte de Glen A. Larson:
En esta ocasión el escritor hace su despedida al creador de la serie
icónica de Battlestar Galactica y otras más; siendo que aquellos años a
los que remiten muchas de estas crónicas, en países como el nuestro se estrenaban
en los cines, con bombas y platillos, producciones para la televisión como la
ya mencionada.
8. Phillip K. Dick en el cine Capri (un recuerdo de mi padre): El esperado texto inédito de esta
selección y donde Miguel comparte con sus lectores una emotiva historia real que
le contó su padre y donde este fue testigo de un bello gesto espontáneo en
honor a dicho autor tras su muerte y en uno de nuestros humildes cines de
antaño.
9. Adiós, Leonard Nimoy: El texto más reciente de toda Cartelera de Cine, corresponde al homenaje personal de
Miguel para este fabuloso artista, que como pocos tocó con su trabajo y
humanidad a tantos. A su vez fue el
escrito suyo que inspiró al mío, para no dejar de tener presente en nuestra
memoria a alguien tan querido como nuestro “Señor Spock”.
IV. Palabras finales.
Miguel tiene pensado sacar una versión aumentada de su libro, pues en
realidad la planificación de esta obra suya fue algo apurada y aún así lo llena
de orgullo, como también a nosotros quienes lo queremos. Para todo aquel que desee adquirir esta
recomendable recopilación de crónicas, lo puede hacer por la módica suma de $ 2.000
(¡solo dos lukitas!) y para ello soy “distribuidor autorizado” o comunicándose
directamente con él por medio de su propio blog.
Hasta
una próxima ocasión.
V. Actualización de la
crítica a Cartelera de Cine.
Terminé este escrito haciendo referencia al deseo de mi amigo Miguel de
sacar prontamente una nueva edición de su libro, más estilizada ahora gracias a
que el apuro ya no impediría realizar un mejor trabajo (para alegría suya y la
de muchos) y con otros textos de su autoría.
Pues bien, no se cumple aún el mes desde que redacté estas palabras y
las subí aquí a mi blog… ¡Y Miguel ha cumplido su promesa con premura!
La
segunda edición aumentada y corregida mejora la calidad de la tapa y agrega
colores, en especial porque la foto que se ve en su interior de un viejo cine
de Cartagena, ahora se aprecia en toda su maravilla al dejar el blanco y negro. Asimismo los editores cambiaron el logotipo de
su proyecto por uno por completo de su autoría, ya que el anterior (que igual
me agradaba bastante) era sacado de Internet y ello les podría acarrear
problemas legales; no obstante el nuevo aunque más sencillo, demuestra su buen
gusto y en especial en el arte que acompaña al nombre de la Editorial.
Tres son los agregados a esta nueva edición y que no dejan de ir en la
misma sintonía del resto de las crónicas aquí reunidas; de este modo la
nostalgia y el amor por aquellos gloriosos años del cine de antaño, como por
todo lo relacionado con el séptimo arte, no dejan de hacerse sentir para el
lector que se deleita con este libro en sus manos.
A
continuación un breve comentario para cada uno de estos textos:
1. Sobre Ray Bradbury: Escritor amado y respetado por tantos, era de suponer que para alguien
como Miguel también estuviese entre sus predilectos. Este trabajo suyo comienza con una cita al
bello poema que inspiró uno de sus cuentos más famosos, Vendrán lluvias suaves y que
forma parte de su colección de relatos más importante: Crónicas Marcianas (de
hecho el propio Bradbury lo consideraba su mejor cuento). En esta ocasión Miguel nos regala una vez más
con sus recuerdos, los que atienden en esta ocasión a sus primeros pasos junto
a tan soberbio artista, para luego hacer referencia a las adaptaciones
cinematográficas de su obra, unas mejores que otras.
2. Sobre Richard Matheson: Quien adora a Bradbury, si también ha conocido a Matheson, no puede
dejar de ponerlo también en su panteón personal de dioses de la
literatura. Es así que tras su
fallecimiento, Miguel no ceja en dedicarle su sentido homenaje, al cual agrega
acá su opinión sobre una pequeña referencia que salió en un conocido diario
chileno cuando pasó esto y además incluye una grata sorpresa que le trajo su
propio escrito de parte de otro destacado escritor. Un humilde servidor como yo, no puede sentirse
más halagado por haber incluido en este texto un fragmento al respecto, sacado
de su (mi) propio blog.
3. Una
tarde de verano en Cartagena: La actual edición en que aquí nos detenemos,
cierra con otro significativo ejercicio de la memoria y que cuenta cómo el
autor de algún modo estaba destinado a conocer a Ximena, su compañera de toda
la vida. Al respecto no podía faltar el
séptimo arte, que los unió en aquella ocasión que da título a esta crónica y
que más bien fue la semilla de todo lo que más adelante vendría entre ellos
dos.
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Una foto para el recuerdo: Miguel, yo y Ximena, la adorable señora de mi amigo, en mi cumple n° 36 (algo "viejita" la foto, pero uno se mantiene con más que con dignidad). |
Lindo el post! Se te extrañaban textos más íntimos y personales!! Me alegro mucho por Miguel! ! Ojalá este sea el inicio de una bella carrera literaria!
ResponderEliminarGracias, Niña Mery, por ser la primera en pasarte por acá y compartir conmigo estos recuerdos, así como interesarte en lo que hace Miguel. Bien sabes que dentro de estos sentimientos cumples un papel destacado. Te llevo el libro de Miguel esta semana misma semana para que luego lo comentemos. ¿Ok? Besos y abrazos.
EliminarLo cierto es que para aquellos que conocemos a Miguel, sabemos que estamos frente a un personaje perverso y oscuro que… No, no, ahora en serio, Miguel es un personaje digno de “Cuenta Conmigo” o “Los Goonies” y sin duda, que si tengo que ir a las alcantarillas a enfrentarme a “IT”, dentro del equipo de antihéroes no puede faltar este noble individuo y su entrañable esposa. Comparto con él el buen gusto por el cine en blanco y negro (que Elwin insiste en que se ven así porque “están falladas”), la reverencia por el Doctor Mortis, la servidumbre al poderoso Infinata, y un gusto irresistible por lo humano, por más distintos que puedan ser los “humanismos” que nos sustentan.
ResponderEliminarPocas cosas pueden ser más alegres que la edición de nuestros escritos, sobre todo si se trata de aquellas pasiones insistentes y prístinas, que comienzan como experiencias, se conservan como recuerdos y luego estructuran nuestras personalidades quedándose para siempre en nuestro espíritu que rejuvenece cuando las rememoramos. Y Miguel habla de aquello en estas crónicas, género exigente y hoy poco difundido, pues nos estrecha la fascinación de su encuentro con los maestros inmortales del séptimo arte, y la impronta que semejante huella dejó en su alma; y, también, deja entrever la tristeza, nostálgicamente comprensiva, por el paso inexorable del tiempo que parece echar polvo sobre las glorias de verdaderos héroes del paso, para rendir culto a, como decimos en cristiano, ídolos con pies de barro.
Ánimo a todos a visitar el blog de Miguel, en especial a aquellos que no están físicamente posibilitados de adquirir su libro, y esperamos encontrarnos con nuevas publicaciones de este enriquecedor amigo. Felicitamos también a GatoJurel por la inteligencia de poner en papel (y a bajo precio) estas líneas que hablan del pasado, pero alumbran el presente con fuerza de futuro.
Felicitaciones
Mauricio Tapia.
Has escrito algo muy hermoso, amigo Mauricio, respecto a nuestro entrañable Miguel y su libro. Me honra una vez más tenerte por acá y más porque al igual que nuestra amada Niña Mery y a quien ahora rendimos tributo, estás entre esa gente linda de mi vida, de esta particular época.
EliminarPucha qué escribes lindo, Mauri!! También deberías tener un blog!! :)
EliminarCompletamente de acuerdo, Mery, si bien tiene uno, pero de "servicio público" (¡Y vaya qué servicio!).
EliminarEstimado amigo Mauricio, que bellas palabras, pero eso no me asombra viniendo de un admirador del gran Infinata, que recorrerá el cosmos por siempre. Que buena la alusión a nuestras entrañables viejas películas en blanco y negro "falladas" jajaja! Y como tú, yo te prometo que nunca adoraré a los ídolos de pies de barro de esta época de lo inmediato, los valores desechables y la desmemoria.
EliminarUn gran abrazo!!!!!
Tengo pendiente lo de Infinata, que me encantaría tener esa serie de Spiderman completa. Por cierto, recuerden ambos, que también existen los clásicos contemporáneos, que no solo lo viejo (como ustedes) posee valor.
EliminarMuy buena recomendación Elwin, buena entrada, por cierto, hay noticias nuevas de las que querías recibir si recuerdas un poco tu paso por el cuchitril
ResponderEliminarsaludos.
Muchas gracias, Cidroq, por compartir desde la bella tierra azteca (a la que los chilenos adoramos) este entrada tan especial para mí...y me paso de inmediato a tu propio blog.
EliminarEstimado amigo Elwin, muchas gracias por tu emotiva reseña de mi breve libro, es una alegría saber que te gustó mucho. Te comento que algunas notas salieron de un arduo ejercicio de memoria y recopilación, como la dirección del cine Diana (hoy sólo ruinas) en Cartagena, la que publicó mi hermano René en su blog (poetalandia.blogspot.com), en una nota que por supuesto incluí en mi libro. Muchos datos exactos de ubicación de cines en el centro o de cuando se estrenó King Kong por ejemplo los saqué de la revisión de diarios en la Biblioteca nacional (mientras trabajaba en mi memoria de título, dirigida por mi querido profesor Gonzalo Piwonka, muerto hace unos años atrás), para reforzar así el ejercicio de la memoria personal y los recuerdos. Y te cuento que gracias a a este libro, hace poco conocí en persona a Alberto Angerstein, autor del artículo "Cines de Santiago Centro", publicado en la desaparecida revista Cinema Paraíso, el año 2005, artículo que es una de las reseñas más destacadas sobre las salas de cine que existieron en el centro de Santiago. La memoria se resiste al olvido. Te cuento que ahora los libros salieron con una tapa de mucha mejor calidad, y pronto sacaremos más copias con 3 crónicas más, una de ellas inédita.
ResponderEliminarY para terminar, mi estimado, sólo unas precisiones:
- Mi compañera amada se llama Ximena, no con jota ;)
- René, mi hermano, es menor que yo
- la foto de la cartelera es de un diario de 1978
-y yo soy uno de los izquierdistas que le sigue diciendo Pedagógico al Pedagógico ;)
Un abrazo, y por supuesto que eres un distribuidor autorizado de mi libro, que salió gracias al apoyo de mis queridos amigos de Gato Jurel.
Esperaba con ansias tus palabras respecto a este texto dedicado a ti y me dispongo a realizar los arreglos de rigor de los que me hablas. Como siempre, estaré atento a la nueva edición de tu libro (de ese modo luego venderé a precio exorbitante mi "primera edición" y otras más que vengan, que con el paso de los años vayan tomando más valor para los coleccionistas, je). Por cierto, me debes la dedicatoria al tomo que me regalaste y también aprovecho de agradecerte los datos extras que aquí cuentas, sobre la génesis de algunas de tus crónicas. Como siempre, fuertes abrazos.
EliminarEstimado, buena alusión al curso electivo de Ciencia Ficción, la única pena es que para ese curso yo escribí dos breves cuentos de los que no me dejé copias y nunca encontré los borradores snif... descuido mío en todo caso. Y si la memoria no me falla, tú tambien escribiste y leíste un cuento en ese curso... qué pasó con él???
EliminarLa amistad del profe era como para mantenerla ¿Verdad? Tampoco tengo copia de mis cuentos de aquella época y ahora solo conservo en digital una serie de cuentos "cochinos" aún sin desclasificar para muchos (incluso tengo un fanfiction de "Los Thundercats", je).
EliminarEstimado bloguero, crítico y distribuidor autorizado de mi libro... je,je, en la crónica "Comentarios de algunas películas" se me pasó la media errata, más bien lapsus. Hablando de la bella fotografía de la cinta "Héroe" con Jet Li, nombró "La última tentación de Cristo" de... Mel Gibson ??????? Me refería a La Pasión de Cristo, y se me pasó el "detalle"... y a ti también en tu lectura ;) así con el crítico este jajaja católico más encima... jeje Al que no se le va ni una es a Alberto Angerstein, quien me señaló el error... desgraciadamente ya tarde para mi y las copias que ya saqué... pero bueno, en otra tirada del libro se arreglará, y espero mucho que haya otra (u otras) tiradas de más ejemplares ;) Hubo otros errores, los típicos, malas pasadas de los programas cuando pasas de un formato a otro para imprimir después, y se juntan palabras, que se yo, y queda RayBradbury o Themotionpicture, pero eso también fue condorazo mío, ya que mis amigos de GatoJurel me enviaron el texto listo antes de ser impreso y se me pasó... será para la próxima, eso es todo por ahora, mi amigo.
ResponderEliminarAmigo Miguel, errar es humano tal como dice el viejo adagio. Considerando las erratas mencionadas y que corresponden a la primera edición de tu libro, piensa que luego estas mismas aumentarán el valor agregado de esta versión original (tal como sucede con las monedas que vienen con fallo, son sacadas de circulación y luego los coleccionistas buscan con afán). Estaré atento a la segunda, extendida y mejorada edición. Y por cierto...¿Qué pasó con tus amigos que ni se han pronunciado por acá?
EliminarEstimado, cada uno es responsable de los blogs que visita, de lo que lee o no lee, y de lo que comenta ;)
EliminarSupongo esos dices, Miguel, por "esas dos personas" que son pura buena voluntad y nada de acción, je-
EliminarSobre esta actualización: Mi estimado, muchas gracias por tus palabras sobre mi libro. Sólo quería señalar que desgraciadamente igual se pasaron algunos errores como un RayBradbury o una StarWars... pero, bueno. Y como las hojas ya estaban listas, impresas quiero decir, se repite el lapsus de "La última tentación de Cristo" de... Mel Gibson!!! jajaja... lo mas divertido de todo es que Gibson hablaba pestes de la peli de Scorsese, señalando que no podía creer en una película donde los apóstoles salen hablando con acento neoyorquino... :) pero estos errores son enteramente míos, no de mis queridos amigos de GatoJurel. Confío en que habrá una nueva tirada, ya sin los errores señalados.
ResponderEliminarAbrazos, mi estimado amigo!!
Bueno, como dice el dicho..."Echando a perder se aprende" y ya esta segunda edición mejora bastante respecto a la anterior...¡Si hasta en las grandes editoriales he visto fallas de impresión!
EliminarQuiero opinar ahora desde no sólo como amigo sino como lector que ya ha tenido el gusto de revisar, junto a mi flaquita, un texto tan entretenido como el de nuestro mutuo amigo.
ResponderEliminarA decir verdad, no es que me sorprenda o impacte tanto, es que me da la impresión de estar en una de tantas de nuestras juntas hablando de lo humano y... ( sí, también lo divino) desde ese mundo que tanto nos une como es el cine (incluso el malo y "capitalista"). Me han encantado mucho tus referencias a los viejos cines y quiero recordar algunos que por ahí se te fueron y me imagino que fue porque no vivías por esos lado. Me acuerdo del Libertad que se ubicaba en Vivaceta, donde había en la galucha verdaderas batallas campales que en realidad no te dejaba ver la peli. También recuerdo "teatro Chile" en Recoleta donde tuve la ocasión de ver un montón ingente de pelis incluida esa joyita que ya hemos comentado como es "Sangre de Bestia". Y también, aquel aún más nostálgico, porque allí mis padres vieron "la Patrulla Salvaje ", y desde pequeñito me llevaron, el "Palmilla" ubicado, curiosamente en la calle Pedro Fontova al llegar a la plaza la Palmilla. Su sitio todavía está vacío. Quiero hacer alusión a esa bella y última crónica cuando cuentas tu pre-encuentro con Ximena en aquel cine de Cartagena en compañía de Darth Vader y Chubaka.
Esperamos nuevos textos y felicidades.
Mauricio Tapia
Mi estimado Mauricio, gracias por tu comentario... nuca fui al Chile ni al cine Libertad (bello nombre), pero los ubicaba, el último que nombras es un descubrimiento para mi (Palmilla), todo un descubrimiento de los cines de barrio, en realidad el tema da para mucho. Y esa joya nunca bien ponderada de "Sangre de Bestia", tuve la suerte de verla en el Capri. Abrazos para ti y tu flaquita linda.
Eliminar"Me acuerdo del Libertad que se ubicaba en Vivaceta, donde había en la galucha verdaderas batallas campales que en realidad no te dejaba ver la peli" jajajaja! que buen recuerdo ;)
EliminarMauricio, qué genial que hayas podido leer junto a María José este genial libro, que además Miguel escribe de manera muy amena. Respecto a "Sangre de Bestia", como ya les he comentado a ambos...¡No puedo creer que esa joyita esté tan olvidada! Yo la encontré muy adulta y aterradora!
EliminarBueno, no sé si te haya gustado tanto, porque cuando de verdad te impresiona no dejas de hablar de aquello por días con Miguel tuvimos que sacarte a palos algunos comentarios. Pero en fin, sólo quiero decir que en mi vida he cerrado los ojos sólo con 3 películas: El hombre Lobo de la Hammer (claro que tenía 4 años); el exorcista y esa joya que es Sangre de Bestia, basada el el libro "La Bestia Interior" de un autor que no recuerdo. A ver si la comentas por ahí.
EliminarSobre el cine Palmilla los triples eran típicos: erótica, de horror y de artes marciales; o erótica, acción y cómica; o erótica, horror y acción. A veces eran 4: erótica, acción, horror y cómica.
La tendencia estaba clara. Chauuuu
Mauricio Tapia
Así con el Elwin... subiéndose al carro de los admiradores (de hace décadas!!) de "Sangre de Bestia"... ;)
EliminarElwin
ResponderEliminarVeo que no pierdes ese candor para escribir y ensalzar hasta el bizarrismo un texto que es de tu gusto, pero bueno esa es tu naturaleza recargada y de falsa modestia.
Pero esto que escribo en realidad es para felicitar el texto de Miguel, una obra de remembranzas o "historia de la memoria", que esta muy bien escrito tanto que es capaz de trasportar al lector a lugares y tiempos que no vivió y eso es tener una prosa de buen escritor. Pero a diferencias de sus recargados elogios el libro, el cual leí, tiene fallas que el autor debe reparar en nuevas ediciones, no solo los errores propios de una impresión a la rápida, sino que también en ideas que vierte en los diferentes relatos, como por ejemplo exponer majaderamente los rasgos represores propios de la dictadura de Pinochet que en honor al relato no venían a colación y con una sola exposición al tema, suficiente.
En segundo lugar, existe una crítica constante al sistema neo - liberal en el texto, pero entonces como el autor solo hace referencias a películas del "capitalismo", tanto Yanqui como de sus aliados europeos (me parece un poco contradictorio). En ese caso se hecha de menos comparaciones con otras realidades de cines (países del bloque socialista) o alternativo de Estados Unidos, sería prudente. Estoy pensando en su replica y me adelanto a ella, el texto es una crónica de cines y carteleras en una época en donde las películas del "imperialismo" eran muy importantes, bien, entonces no se critica la actualidad.
Con esto, deseo ser un crítico serio, como dijo una vez Aristóteles: "Quiero a mi maestro (Platón), pero más quiero a la verdad", por Miguel siento una sincera amistad y aplaudo su gran esfuerzo y por eso leí en una hora todos sus relatos, pero si ustedes son sus amigos, sean buenos amigos y dejen de aplaudir y sean serios en su visión del libro.
Saedaukar, qué gusto encontrarse con un nuevo lector y más cuando se trata de alguien capaz de retroalimentar lo que haces, con comentarios tan inteligentes como este; claro, que no tienes por qué estar de acuerdo con todo lo que te dicen...Por cierto, eso del "bizarrismo" al que te refieres, supongo a ti también debe pasarte algo parecido cuando te gusta y/o entusiasma tanto algo en concreto ¿No? En cuanto al texto de Miguel y tus opiniones, considero que respecto al tema político en sus escritos, ello es inevitable, ya que debes saber que el subgénero de la crónica es profundamente subjetivo y en este caso no le puedes pedir al autor que deje de lado sus propias experiencias, cuando se trata de algo que le es tan importante (el cine y su historia). Espero pillarte seguido acá y me honrarías si te haces seguidor. Y lo último...je, puedo bien leer entre líneas y reconocer a la gente.
EliminarElwin
ResponderEliminarCon respecto al genero crónica tienes razón al decir que es completamente subjetivo desde el punto de vista literario, pero el propio autor hace referencia a un historiador (el cual admira) llamado Gonzalo Piwonka, el cual trabaja una escuela de historia denomina "historia de la memoria", la cual debe basarse en cuestiones objetivas de historia y es en este punto donde se afina mi crítica, hacia su relato.
Con relación a mi seudónimo, es claro que soy seguidor de DUNA, me refiero al libro (bueno también a la película), pero creo que existen una gran cantidad de seguidores del texto.
"El agua de la vida"
Que hable de ese autor no significa que su texto se adscriba a eso, puesto que su intención no es escribir historia, sí una crónica. Bueno, eso no más por ahora.
EliminarAmigo Elwin
ResponderEliminarCreó que te equivocas al decir que si hace relación a un historiador en particular, es solo por citarlo y nada más, pienso que si lees la entrevista y los relatos podrás ver más que simple remembranza, una relación intelectual con dicho historiador (el cual he leído y conocí hace algunos años atrás y por quien tengo un hondo respeto, aun que no sigo su tendencia histórica). Miguel no solo trata de construir un mero relato, sino que ahonda en temas político, económicos y sociales desde la óptica de un protagonista de la historia (más que mal, es profesor de historia), su relato es subjetivo a sus vivencias, pero objetivo a la valoración del hecho y es por este motivo que resulta majadero su constante alusión a los desmanes y violencia propia de la dictadura de Pinochet (Miguel es un revolucionario de extrema izquierda, eso es claro, pero no es un fanático retorico al estilo de los serviles defensores de las dictaduras de izquierda) por eso amigo Elwin tu no has captado su intención de historia de lo vivencial o memoria que guarda el escritor. Pasando a otro tema he visto una gran cantidad de escritos tuyo de variada índole y creo que voy a leer algunos como: Chesterton, Dante, María Luisa Bombal y las anti utopías, son temas muy interesantes.
Nos vemos en otra ocasión y por cierto lea teoría de la historia.
Bueno, tal como queda de manifiesto en tu último comentario, tú sabes más que yo de teoría de la historia y bien por ti, que si bien me atrae el tema histórico, leer teoría me interesa tanto como aprender ontología o macramé. Para ser justos con nuestros intercambios de ideas, respecto a lo que ha escrito Miguel con tanta pasión, creo que lo mejor es preguntarle directamente a él para que deje claro qué piensa de todo esto y si su intención era ser objetivo o subjetivo con lo que hizo (yo ya tengo muy clara mi opinión al respecto). Espero que sean de tu agrado mis otros textos y me expreses tu apreciación, tal como con tanta generosidad lo has hecho hasta el momento.
EliminarEstimado Sardaukar, he leído con atención tus comentarios y me permitiré usar el blog de Elwin como tribuna para contestarte, brevemente. En primer lugar son bien recibidas las críticas, siempre necesarias aunque a veces se resienta el ego. Te aclaro que no era mi intención escribir historia cuando escribí las crónicas sueltas para mi blog, que hace poco agrupé en un librito que edité gracias al apoyo inestimable de Gatojurel ediciones. Yo las veo como crónicas subjetivas, no como un librito de historia, tratando de narrar vivencias y recuerdos que creo pueden tener relevancia, y tratar de documentarlos con, por ejemplo, fechas precisas del estreno de tal film en Chile, cuando el texto lo ameritaba. Por eso no hay una elección más profunda, quizá, de otras cinematografías, más underground o de los llamados países socialistas, más allá del interés que para mí revisten esos temas. Si te fijaste bien , hay alusiones a filmografás europeas y japonesas, esencialmente de países capitalistas eso si. Y a veces, por la naturaleza de algunos de los textos, una carta a un amigo por supuesto, hay un relajo mayor que me llevó a la errata (adjudicarle la última Tentación de Cristo a Gibson, por ejemplo, cuando me estaba refiriendo en verdad a La Pasión de Cristo, errata que enmendaré en una nueva tirada de libro, como espero). Eso te quería aclarar. Ah, y muchas gracias por definirme como "Miguel es un revolucionario de extrema izquierda, eso es claro, pero no es un fanático retorico al estilo de los serviles defensores de las dictaduras de izquierda". Me siento muy halagado por esas palabras, y si me conoces bien, sabes que lo digo sin una gota de ironía. Saludos!!
ResponderEliminarElwin, amigo, me acabo de dar cuenta de que en las etiquetas de esta entrada, me dajaste al lado de Philip K. Dick... Emocionado hasta las lágrimas!
ResponderEliminarEsperaba con ansias que Miguel se manifestara con sus palabras, luego de este interesante intercambio de ideas entre Sardaukar y un servidor. Luego al leer su comentario, me he dado cuenta que mi visión sobre su obra no estaba lejana. En cuanto a tu alegría, Miguel, debo contarte que blogger, pone automáticamente las etiquetas por orden alfabético ;-(
EliminarTienes razón Miguel, esto debemos conversarlo en tu blog y no en el de Elwin, pero requería replicar a Elwin. Nos vemos en tu Blog
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