Tim Powers (nacido en 1952) es un importante y
multipremiado escritor de ciencia ficción y fantasía, quien desde la década de
los setenta, le ha dado a estos géneros algunas de sus mejores obras de las
últimas décadas. Ligado desde sus
inicios con nada menos que Phillip K. Dick[1], con el cual mantuvo
amistad y fue claramente influenciado, aunque no en su visión paranoica de la
realidad como es habitual en su obra, ha escrito y publicado a la fecha no
tantos textos, como bien se quisiera de un artista como él.
Bien
se puede considerar su producción como una literatura culta, ya que muchas de
sus obras hacen uso de personajes reales e históricos, a los que convierte en
protagonistas de estas y mezclando datos fidedignos sobre su biografía, con las
ficciones salidas de su fervorosa imaginación.
Este juego suyo con la realidad, ambientando por supuesto dichos textos
en el pasado perteneciente a las figuras icónicas que emplea, implica sin duda
una seria investigación para documentarse y hacer verosímil sus reinterpretaciones
de la historia. De este modo su
literatura ha sido considerada como perteneciente al llamado subgénero de la Fantasía
Histórica, el cual supuestamente fue creado y/o acuñado por el propio
Powers. A su vez este artista ha sido
uno de los precursores de otro tipo de literatura, el llamado Steam
Punk, ya que en sus narraciones es habitual la aparición de artefactos
mecánicos avanzados, pero claramente en la variante “retro”, elementos propios
de estas historias que tanto le gustan al autor. También cabe destacar en su producción, que
en más de una de sus obras han reaparecido los mismos personajes en más de un
título, como bien sucede con el escritor que hizo su debut en La
Fuerza de su mirada y que ha protagonizado otras narraciones suyas. Por otro lado, no se le puede negar cierto
lirismo en su prosa, el cual no deja otorgarle a la lectura una dimensión más
para apreciar la belleza de tales escritos, además de llevar a la reflexión a
quien tiene en sus manos alguna de sus obras:
“—Pero me temo —añadió Rivas,
tocando el bulto que tenía bajo el cuello para darse confianza—, que tendré—
que rechazar ese placer.
Jaybush detuvo a medio camino hacia su
boca un tenedor cargado con algo brillante, y le dirigió una sonrisa tolerante.
— ¿Está seguro, muchacho? Dígale a papá
por qué.
Rivas se bebió lo que le quedaba de
tequila y volvió a llenarse el vaso.
—Bueno —dijo casi con tranquilidad, seguro
ahora de que no saldría vivo del Palacio de la Discordia, y de que nada de lo
que pudiera decir cambiaria eso—, es por..., por un chico calvo que murió sobre
un montón de basura. Y por unos trozos de estufa que murieron en una explanada
de cristal. Y por un chulo asesino que recordaba y murió por lealtad. Y por una
prostituta que sabe lo que es la justicia. ¿Le aburro? Y por la hermana
Windchime, que siente compasión aunque usted haya intentado arrancársela por
todos los medios. Y porque la parte dura, egoísta, de Greg Rivas, está nadando
por algún lugar de estos canales”.
Tim Powers. |
Como
ya se dijo más arriba, Tim Powers no es un escritor que pueda considerarse como
fecundo, razón por la cual a la fecha posee poco más de 10 novelas publicadas y
unas 4 compilaciones de sus cuentos.
Bien se podría decir sin tapujos que su novela más celebrada es Las
Puertas de Anubis (1983), obra suya acerca de un muy particular viaje
en el tiempo…por supuesto al pasado. Luego le han seguido otras novelas de
renombre, entre las que destacan En Costas Extrañas (1987) sobre
piratas en pleno siglo XVIII, libro suyo que inspiró parte del argumento de la
cuarta entrega de la saga cinematográfica de Piratas del Caribe y la
ya mencionada La Fuerza de su mirada (1989), una preciosa obra que explica en
tono fantástico el origen de nada menos que de la creación literaria de Frankenstein. Gracias a la editorial española Gilgamesh, ha
sido posible encontrarse en nuestra lengua con nuevas ediciones de estos libros
suyos ochenteros (ya que originalmente Martinez Roca se encargó de
publicarlos), así como ha sacado obras más recientes suyas tales como Declara
(2000) y Ocúltame entre las tumbas (2013); asimismo bajo su sello ha
aparecido uno de sus primeros títulos, Esencia Oscura (1979), además de una
recopilación de algunos de sus cuentos Tiempo de sembrar piedras (2014),
que en realidad corresponde a una selección de dos de sus antologías…Lamentablemente
a tierras lejanas como este país, Chile, no nos llegan libros de esta editorial
y algunos deben “conformarse” con leer en digital o quedarse sin el gusto de
disfrutar a este gran autor.
Cena
en el Palacio de la Discordia (1985) corresponde a una novela
medianamente breve suya de ciencia ficción, pues posee poco más de 200 páginas
en su versión en la lengua de Cervantes. Ambientada en un futuro postapocalíptico, tras
una guerra nuclear que devastó el planeta a tal punto de modificar por completo
el ecosistema y a la sociedad, posee como protagonista al carismático personaje
de Gregorio Rivas, un músico que además oficia de mercenario. Rivas
es todo un talento en el manejo del instrumento llamado como pelícano, siendo
tanto intérprete como compositor. Su
juventud la vivió en medio de las aventuras, el hedonismo y el peligro
absoluto, lo que luego lo llevó a ser el más grande de los “redentores”. Estos corresponden a sujetos especializados
en encontrar y rescatar a personas que han caído en las garras de un oscuro
culto religioso, famoso por sus métodos extremos para conseguir el control
absoluto de sus adeptos, a tal punto de quitarles por completo toda señal de
independencia y de raciocinio. Ya han
pasado años desde la última vez en que esta especie de antihéroe ofició de
redentor, pues ya más viejo (en los treinta años), ha conseguido cierta
estabilidad económica y personal que le ha permitido dedicarse a lo que más ama:
la música. No obstante un día llega
hasta él una oferta que no puede rechazar, puesto que no solo se trata de una
inmensa suma de dinero, sino que se trata de devolver por el “buen camino”, a la
única mujer a la que ha amado y por la cual perdió la cabeza durante su
juventud. Es así como sin vacilaciones se
decide a emprender una vez más el viaje que lo adentrará en los vericuetos
mortales de tan espantosa secta, encontrándose en su camino con una serie de
personajes singulares, entre los que habrán inesperados aliados y uno que otro
rivales de oscuros intereses. No
obstante lo más importante de su odisea serán dos cosas: primero que sin
proponérselo, descubrirá el origen secreto del culto que tantos sinsabores le
ha dado al mundo (lo cual sin duda resulta toda una revelación, tanto para
Gregorio como para el lector, una vez que se sabe la verdad de todo ello) y del
cual él mismo es su seguro enemigo. Y,
segundo, lo más importante desde el punto de vista de la evolución emocional
del personaje, que sus nuevas experiencias lo cambiarán a tal punto, que una
vez que vuelve al hogar, ya no será la misma persona de antes, puesto que de
ahora en adelante verá el mundo con otros ojos; ya que a partir de lo vivido,
sin duda ha llegado a convertirse en alguien menos cínico y, por ende, se ha
transformado en una mejor persona.
El
futuro creado por Tim Powers resulta por completo espantoso, puesto que sus
habitantes viven en medio de las ruinas de lo que alguna vez fue la orgullosa
raza humana y con lo poco que han logrado rescatar de su antigua tecnología y
construcciones, malviven o sobreviven de tal modo que la ciencia es solo
manejada por algunos pocos, quienes la han llevado incluso a convertir en un conocimiento
de tipo esotérico:
“Un
parche de luz matinal se había ido deslizando milímetro a milímetro por la
pared, y cuando Rivas miró otra vez a la anciana del rincón, vio que la luz
había alcanzado su rostro, y que en su boca abierta brillaban todos los trozos
de metal pegados a sus dientes. «Bueno, Barrows no puede decir que no le estén
ofreciendo un buen espectáculo. Debe de llevar un cuarto de kilo de metal ahí
dentro.» Rivas sabia —y evidentemente, Barrows ignoraba— que aquello no era más
que una muleta llamativa, que se suponía que los auténticos dientes parlantes
eran consecuencia de unos pequeños rellenos metálicos. En el pasado, algunas
personas con tales rellenos habían asegurado oír voces lejanas dentro de sus
bocas; pero también decían que sucedía muy raramente, y solo en la cima de las
montañas, y Rivas no había oído hablar de ningún caso verificado en los últimos
diez años.
Pero, para los adivinos, era un
valiosísimo fragmento de la superstición popular.
Rivas bostezó ostentosamente —de manera
que por un instante la anciana y él parecieron bostezar al unísono—, pero cerró
la boca de golpe cuando Barrows le dirigió una mirada furiosa, y tuvo que
conformarse con sentarse más cómodamente en la silla. La noche anterior, había
desistido de intentar dormir cuando un sueño sobre Urania le hizo levantarse de
golpe justo cuando sonaba la campana que señalaba la una. Se había pasado el
resto de la noche en el tejado de su edificio, con el pelicano, tocando
improvisaciones cada vez más fantásticas sobre la melodía de Pedro y el lobo.
Quizá porque Rivas no parecía impresionado
con su espectáculo hasta el momento, la vieja Dientes Parlantes relajo la
mandíbula y corrió hacia un armario del que sacó, tras apartar unas cuantas
cosas, un teléfono de plástico amarillo con un receptor que empezó a zumbar y a
hacer ruidos metálicos en cuando lo sacudió un par de veces. Mirando a Rivas
con un reprobador ceño fruncido, comenzó a susurrar algo al receptor”.
De entre la “nueva” zoología surgida tras la
Tercera Guerra Mundial y sus nocivos efectos, se encuentra la aparición de unos
seres inteligentes llamados como hemoglobins. Su origen algo incierto, se encuentra relacionado
con heridas de las personas que “evolucionan” y cobran independencia a tal
punto de convertirse en seres vivos que se alimentan de sangre. A su vez cobran rasgos parecidos a aquellos de los que se originaron, además
de algunos de sus recuerdos. Son seres
transparentes, con capacidad para flotar y regenerarse, además de que pueden
volver a unirse a los seres humanos de los que nacieron, en una especie de
fusión que al parecer les puede ser beneficioso a ambos. Pues bien, uno de estos seres sigue a
Gregorio, pues lo único que desea es unirse a él, apareciendo en varias
ocasiones a lo largo de las páginas del libro y manteniendo una que otra
conversación con el protagonista, quien se niega a concertar pacto con él.
No obstante el hemoglobin,
quien se convierte en uno de los personajes más intrigantes de la novela, llega
a tener un papel destacado para el desarrollo de los acontecimientos finales de
tan recomendable obra. No obstante el
autor juega con nosotros y le otorga a esta línea argumental un destino que
escapa a todo lo previsto y a las supuestas promesas de una “feliz” reunión
entre criatura y humano.
En
la existencia de la secta a la que Rivas debe enfrentarse, la cual hace uso de
drogas, del rapto y de la prostitución de sus adeptos para conseguir sus fines,
bien se observa una crítica sin tapujos a la manipulación que hacen algunas
religiones y otros grupos entre sus ingenuos seguidores. Desde un principio en el argumento se dejan
claro los bestiales procedimientos de este culto, siendo además una ideología
violenta y ocultista; en ella no existe en realidad el amor y muchos de los que
la abrazan obviamente lo hacen escapando a sus problemas, olvidándose en las
vanas ofertas de sus orgías farmacológicas y entregando su completa sumisión
hasta convertirlos en meros guiñapos sin mente, ni voluntad. Es en todo esto que se muestro lo peor de la
fe, propio de una teocracia fundamentalista que niega la individualidad y el
libre albedrío de su gente; por todo esto es que luego las acciones de Gregorio
y de sus aliados, demostrarán el verdadero poder y la trascendencia del espíritu
humano, gracias a su posibilidad para elegir entre una cosa u otra.
“El alcohol y la sífilis solían
tardar décadas en destrozar la mente de una persona, pero la droga podía ser la
causa —sobre todo la Sangre veneciana—, así como el sacramento jaybird. Pero
los jaybird nunca dejaban que los desconocidos vieran a sus comulgantes más
deteriorados.
También se tambaleaba por allí una chica
ebria, que al principio parecía acompañar al inexperto pelicanista, pero luego
se la llevó un sonriente mutante calvo que, Rivas lo sabía, era un traficante
de Sangre. « ¿Qué pasa? —pensó Rivas con amargura—. ¿La droga da poco y tienes
que pacer de chulo en lo tiempo libre? La rescataría si no supiera que volvería
con vosotros en cuando pudiera.
Sencillamente, algunas personas no tienen
voluntad de sobrevivir; son entremeses andantes, esperando que alguien tenga un
rato para devorarlos. Y aunque lo más probable es que haya sido alguna cualidad
tan poco atractiva como el egocentrismo, o la
vanidad, lo que me ha salvado de
esa... relajación catastrófica, gracias a eso sigo vivo y puedo pensar, e
intentare que las cosas no cambien.
Rivas sonrió, recordando su reacción tras
tomar por primera vez el Sacramento jaybird... Mientras el resto de los
comulgantes se recuperaban, alababan al Señor Jaybush y se aseguraban de cuando
volvería a administrarse el sacramento para no perdérselo, el joven Gregorio
Rivas, aunque agotado, conmocionado y encantado de haber encontrado refugio y
compañía, valoraba fríamente la situación. No dudaba que el misterioso Norton
Jaybush fuera algo más que un hombre, probablemente un dios, pero la
perspectiva de abandonar su individualidad para «fundirse con el Señor» le
repugnaba”.
Dentro de la tradición literaria un rol destacado ha tenido la figura de
la prostituta de buen corazón. Pues
bien, en esta novela uno de estos personajes hace su inesperada aparición y se
convierte en una aliada entrañable para Rivas, siendo con su conducta una
agradable señal de que aun en medio de este futuro poco prometedor, es posible
que exista la esperanza, ya que todavía quedan sujetos en los que se puede
confiar (y que además no han renunciado a su propia humanidad, pese a lo
difícil que les resulta la existencia).
Por
otro lado, en la presencia de alguien como Gregorio Rivas de protagonista, una
vez más brilla la figura del artista como individuo que gracias a su especial
sensibilidad, logra encumbrarse por sobre los demás. De este modo la música es la herramienta que
en más de una ocasión logra salvarle la vida, así como a unos cuantos que
tienen la fortuna de encontrarse con él.
Si bien en un principio Rivas demuestra la misma personalidad algo
errática de muchos de sus congéneres, como cierta falta de empatía y de
compromiso con los demás, aparte de un comportamiento algo autodestructivo, a
lo largo de su último trabajo como “redentor”, va despertando en él la faceta
más sublime de aquellos que poseen del don de crear belleza: la capacidad para
llegar hasta quienes los rodean y alcanzar su verdadera esencia, al punto de convertirlos
en mejores personas.
El
clímax del libro sucede mucho antes de lo esperado, cuando por fin Gregorio se
encuentra frente a frente con su contrincante supremo. Luego le sigue un largo epílogo, no exento de
entretención, pues las aventuras continúan y todavía el protagonista debe
cumplir con su último deber. Pues bien,
el final de todo se convierte en una suerte de desenlace abierto, puesto que
Gregorio y su nueva compañera se alejan de la escena justo cuando está por
comenzar otra gran confrontación, ambos dirigidos hacia lo inesperado. Por lo tanto bien puede ser que en algún
momento los lectores podamos volver a encontrarnos con estos dos, si es que ya
no ha escrito su autor posteriores aventuras sobre Gregorio Rivas.
[1] Siendo Dick el autor “maldito” de
ciencia ficción más popular y adaptado al cine, el cual como algunos de sus pares solo alcanzó la
consagración después de morir. Por lo
que entre la larga lista de los filmes basados en su obra basta con mencionar
las ya clásicas Blade Runner y ambas versiones de El Vengador del Futuro,
como también Next, El Pago, Impostor y Sentencia
Previa.
Ediciones recientes de la obra de Powers gracias a Gilgamesh. |
Uno de mis autores imprescindibles, junto a Isaac Asimov y Roger Zelazny, al que le he dedicado varios artículos y reseñas a lo largo de los últimos años. Curiosamente, "Cena en el palacio de la discordia" es una de sus novelas más atípicas, ya que se inclina más hacia la ciencia-ficción, mientras que en general su producción se decanta por los parámetros del fantasy y el Steam-punk. A título anecdótico, Powers vuelve a estar presente en nuestras librerías gracias a Ediciones Gigamesh, que ha publicado una antología y una nueva novela suya, además de reeditar algunos de sus títulos clásicos. ¡Saludos!
ResponderEliminarTe envidio, porque acá en Chile no nos llegan nuevas ediciones de su obra, menos de Gilgamesh. Pasaron muchos años para que leyera esta, mi segunda novela de Powers (la otra la leí cuando era universitario y años después la releí para un trabajo de Frankenstein que hice en un diplomado y que publiqué acá)..
EliminarImpresionante resumen de Power y su obra. Yo lo he conocido como sabes por ser la inspiración de la serie 'El Ministerio del Tiempo" pero no conozco más de él. No parece que sea mi estilo preferido y Dick no es tampoco una influencia que me entusiasme. Así mismo, las distopías me cargan un poco. Pero en cuanto pueda, probaré con algún producto literario suyo. ¡Un saludo!
ResponderEliminarMe alegra que a otro amante de la ciencia ficción (y de la buena) como tú le haya gustado este texto. Debes saber en todo caso que al parecer esta es la única incursión del escritor en el género, pues más bien se dedica a la fantasía, de modo que creo que el resto de su obra sí que te puede ser agradable (por lo menos te puedo decir con convicción que "La Fuerza de su Mirada es una maravilla").
Eliminar
ResponderEliminarThanks for sharing, nice post!
Phục vụ cho nhu cầu vận chuyển hàng hóa bắc nam bằng đường sắt ngày càng lớn, dịch vụ vận chuyển ô tô bằng đường sắt và vận tải, gửi hàng hóa gửi xe máy bắc nam bằng tàu hỏa bằng đường sắt cũng đã xây dựng nên những qui trình, dịch vụ vận chuyển container lạnh bắc nam chuyên nghiệp và có hệ thống. Đảm bảo mang đến chất lượng tốt nhất cho khách hàng sử dụng dịch vụ.