La historia de Hollywood está llena de
jóvenes astros que desde muy temprano en sus vidas han acaparado la atención
del público. Mujeres y hombres que aun
siendo niños lograron convertirse en el objeto de la admiración e incluso el
deseo de millones de personas, tras verlos en papeles con los cuales lograron
la consagración y la inmortalidad. Muchos
de estos casos consiguieron superar el frenesí de sus años mozos y luego, ya
como adultos, demostraron su madurez como para obtener una carrera
definitivamente superior a la de sus primeros trabajos; otros apenas pudieron
superar a su éxito demasiado temprano, quedándose atrás y llegando a ser solo
una sombra de lo que una vez fueron, puesto que sus llamas se apagaron
demasiado pronto con tanto glamour y emociones extremas (la lista de todos
estos casos resulta ser demasiado grande como para dedicarle tiempo en este
post)…
…Pero hay unos cuantos nombres que
quisiera recordar, en especial a la hora de tener en cuenta a quien hoy me lleva
a escribirles. Bien sabido es que
podemos hallar unos cuantos artistas que se quedaron en el corazón y la memoria
de la gente, porque murieron en la flor de la vida, dejándonos huérfanos de su
talento. James Dean (1931-1955) sin dudas que viene a ser el ícono dentro de
este especial grupo de malogrados actores, pues apenas tenía veinticuatro años
cuando un accidente automovilístico lo arrancó de nuestras manos y no nos
volvió a dar más de sus actuaciones, tal como podemos reconocerlo en verdaderos
clásicos tal cual son Al Este del Edén y Rebelde
sin Causa (ambas de 1954), sin olvidar tampoco su última cinta: Gigante
(1955). Otro ejemplo de estos,
viene a ser River Phoenix (1970-1993), quien solo llegó hasta los veintitrés
años de edad, cuando como muchos otros como él la droga y el alcohol propios de
un alma sensible, pero inestable, provocaron que su joven promesa quedara solo
en eso, en lo que pudo ser; sin embargo nos quedamos con sus incursiones en
cintas memorables que consiguió realizar tanto como niño, adolescente y adulto,
tales como Exploradores (1985), Indiana Jones y la Última Cruzada (1989)
y Mi
Mundo Privado (1991). De igual
promisoria carrera cinematográfica y azaroso pasar, fue la breve existencia de
Brad Renfo (1982-2008), quien solo estuvo veinticinco años por acá y bien lo
podemos recordar por sus roles en El Cliente (1994) y Sleepers
(1996, conocida en Chile como Hijos de la Calle), más un montón de
títulos que llegó a rodar. Quizás con
mucho más dolor, quizás por la cercanía en el tiempo, puede llegar a ser el
caso de Heath Ledger (1979-2008), cuyas intervenciones en obras como Los
Hermanos Grimm (2005), Brokeback Mountain (2005, la famosa Secreto
en la Montaña tal como fue titulada acá) y más encima su papel como
nada menos que el Guasón en El Caballero de la Noche (2008), que
le concedió un innecesario Premio Oscar póstumo (después de todo de qué sirve
dárselo a alguien que no lo disfrutará en vida) lo han convertido en toda una
leyenda al nivel de James Dean.
En una de las escenas más emotivas de Corazones en la Atlántida. |
Los mencionados Phoenix y Renfo tienen
otro tema en común con quien hoy me lleva a escribir, el recientemente
fallecido Anton Yelchin (1989-2016).
Pues estos tres participaron en su niñez en una adaptación fílmica de
alguno de los escritos de Stephen King.
El primero fue uno de los protagonistas de la que es considerada como
una de las mejores versiones audiovisuales del llamado Rey del Terror, Cuenta
Conmigo (1986, cuyo nombre original en formato escrito corresponde a El
Cuerpo), mientras que el segundo fue el coprotagonista de Apt
Pupil (1998, llamada acá como El Aprendiz o en su versión en papel
como El
Alumno Aventajado). Por otro
lado, bien debe saberse que estas dos historias forman parte de las cuatro
novelas cortas que comprenden el libro Different Seasons, que en nuestra
lengua fue dividido primero en dos tomos bajo el nombre de El Cuerpo y Verano
de Corrupción en un principio y luego retitulado en su formato original
como Las
Cuatro Estaciones. Pues a
Yelchin tuve el gusto de conocerlo cuando éste era aún un niño, en esa otra
emotiva película que es Corazones en la Atlántida (2001, la
cual llegó acá con el lacrimógeno título de Nostalgia del Pasado… ¿Acaso
es posible tener nostalgia del futuro?), que toma dos de las narraciones que
comprenden la colección Corazones en la Atlántida (Hampones
con Chaquetas Amarillas y Se Ciernen ya las Sombras).
Pues mi primer recuerdo de a quien siempre
consideré un muy simpático actor (y al parecer mucho más equilibrada persona
que los arriba mencionados), fue justamente como el niño con poderes psiónicos
de esta emotiva cinta. Si bien por
razones más que justificadas el guión dejó de lado todo nexo con la extensa saga
de La
Torre Oscura, simplificando hasta cierto punto su argumento, el filme
para nada dejó su elemento más emotivo y ello bien fue posible identificar a lo
largo de su metraje. La maravillosa
actuación de Yeltchin aún a temprana edad, a la que se suma su química con sus
coprotagonistas en especial junto al gran sir Anthony Hopkins, cuesta sacarla
de la cabeza por la manera de cómo retrata la pérdida de la inocencia y el
comienzo de los años del camino hacia la adultez (de una persona extraordinaria
más encima).
Luego de retenerlo en la memoria gracias a
su papel en Corazones en la Atlántida, esperé más de él, pues le auguraba un
futuro esplendoroso. Y no me equivoqué, ya
que un año después volvió a despuntar en una producción televisiva bastante
elogiada en su momento: Taken, miniserie de ciencia ficción
de corte épico, que abarca a los descendientes de tres familias, unidas por
nada menos que el famoso suceso de Roswell.
En esta galardonada pieza Yeltchin salió en solo dos de sus diez
episodios, otra vez haciendo de un chico excepcional, marcado por el drama de
los acontecimientos que le toca vivir.
Casi cincuenta producciones a cuestas,
tanto en la pantalla grande como en la chica, consiguió nuestro más reciente
fallecido joven actor. Por supuesto que
no todas las he visto aún (y dudo que las llegue a apreciar en su totalidad,
más porque no me interesan todas ellas).
En todo caso debo destacar que siempre lo que más me motivó de su
filmografía, fue su acercamiento a los géneros de la ciencia ficción, la
fantasía y el terror, que logró hacer varios títulos de estos. Además que tales trabajos suyos fueron
claramente en algunas cintas que sin duda son verdaderas joyitas o que al menos
merecen más de una revisión.
Como Kyle Reese en Terminator Salvation. |
Es entonces cuando deseo destacar su labor
haciendo de nada menos que de Pavel Chekov, uno de los célebres tripulantes de
la nave espacial Enterprise, sobre la serie clásica de los sesenta, ahora en el
reboot hollywoodense que en 2009 se hizo
con bombos y platillos, actualizando este clásico para las nuevas
generaciones. Pues que considerando que
el propio actor en la vida real era de origen ruso, su personaje era más Chekov
que el original (¡Y que no me vayan a colgar los trekkies más acérrimos por
esta declaración, que yo también soy uno de pura cepa!), de modo que la primera
vez en que se le escuchó hablar como tal…más de uno se rió en las butacas. A meses del estreno de la tercera película de
esta nueva saga, que menos mal alcanzó a filmar Yeltchin, soy uno de los tantos
con una razón de más para esperar ansioso esta película.
Ese mismo año le tocó encarnar a otro
personaje legendario dentro de la historia de la ciencia ficción mediática, al
guerrero y “futuro” viajero del tiempo Kyle Reese, en Terminator Salvation. Siendo que la primera vez que se vio a este
soldado de un futuro postapocalíptico fue en la entrega debut de esta saga,
como un hombre ya hecho y derecho, su aparición como tal causó tanta admiración
como emoción, para gran parte de los viejos fanáticos de estas películas. Asimismo, cabe mencionar que el Reese que
llevó a cabo sobre sus hombros, correspondía a uno por completo diferente al
conocido por el público, debido justamente a su corta edad, lo que enaltecía
más que nunca lo hecho por este actor.
Un
año después fue posible reencontrarse con él en el remake de una verdadera
cinta de culto ochentera, Fright Night (La Hora del Espanto para
los latinoamericanos y Noche de Miedo en la Madre Patria),
producción que sin dudas honró a la que la inspiró, pese a la mala decisión de
abusar de unos demasiados evidentes efectos especiales computacionales; no
obstante su versión del adolescente que descubre que su guapo vecino adulto es
un despiadado vampiro, resulta satisfactoria (y más si se le considera que acá
tuvo que codearse con reales pesos pesados de la actuación, como el siempre
guapo y sexy Colin Farrel, Toni Collette y uno de los mejores “Doctor Who”
modernos, David Tennant).
Dean
Koontz es un prolífico escritor de terror y policiales, muchas veces comparado
para bien o para mal con Stephen King y quien ha tenido mejor suerte que
algunos de sus colegas, por cuanto posee mayor cantidad de adaptaciones de su
obra (si bien tampoco muchas). Pues en Odd
Thomas: Cazador de Fantasmas, filme y libro de los cuales no sabía de
su existencia, hasta que me enteré de su triste deceso la semana pasada,
interpretó a su protagonista.
Así que al menos me quedan la de Star
Trek y la de Koontz para ver y disfrutar, que en una de esas me repito
pronto (a manera de homenaje) sus otras películas y me veo algunas más de la
larga lista que posee.
El 19 de junio recién pasado Anton
Yeltchin dejó este mundo, muriendo solo en su casa y en un hecho de
connotaciones tan raras como muchas de las historias ficticias en las que
participó: aplastado por su propio automóvil.
Frente a este acontecimiento, ese antiguo dicho que dice La
realidad supera la ficción, se manifiesta como algo que no se
puede cuestionar. Mientras tanto nos
quedamos lamentando una vez más esta certeza.
Pues si, se fue un joven de gran talento. Lo que comentas de que "la realidad supera a la ficción" era el slogan del canal infinito, donde transmitían un programa llamado 1000 Maneras de Morir, donde hablaban de muertes extrañas en circunstancias muy raras, como la que le tocó a Anton Yelchin. ¡Lamentable suceso! Según leí, creo que la policía lo determinó como muerte accidental. Habrá que esperar a ver si salen con algo más adelante.
ResponderEliminarSí, leí que ante un deceso tan raro como este, muchos sospecharon de un asesinato. Habrá que esperar a que el tiempo pase para saber si en realidad una mano negra estuvo detrás de todo esto.
EliminarEs una lástima. No era santo de mi devoción, pero sin duda estaba logrando hacerse un espacio en la industria. Su cara ya era conocida en el mundo cinematográfico, especialmente en los géneros fantásticos (como lo anotaste). Siempre es lamentable que alguien muera tan joven, especialmente cuando tiene una proyección.
ResponderEliminar-Mauro Vargas.
Me alegra mucho volver a saber de ti, mi colombiano amigo colega bloguero y "hermano" en el terror. Bueno, respecto al fallecimiento de Yelchin, pues nos quedan sus películas al menos.
EliminarNo he podido cazar "Odd Thomas" en televisión, y mira que la dirige nuestro estimado Stephen Sommers. Sé que la primera novela está en español, pero creo que no volvieron a traducir a Koontz a partir de allí.
EliminarPues mucho deseo verla también, que si bien hace años que no leo a ese señor, muy buenos recuerdos tengo de él (en especial de esa maravilla que es "El Lugar Maldito"). Puedes descargar la peli de esta excelente páginas de torrents, que te envío el link: https://kat.cr/usearch/Odd%20Thomas/
EliminarNo lo conocia para nada este actor su nombre nunca lo habia escuchado , igual una lastima que muriera tan joven aun le quedaba arta carrera por delante pero asi es la vida , tendria que ver un de esos titulos para ver que tal su actuación que terminator la vi pero no me acuerdo de el .
ResponderEliminarSaludos
Bueno, pues te recomiendo mucho las cintas que aquí menciono, incluyendo esa gran serie que es "Taken".
EliminarVaya, este año ha sido implacable con las figuras públicas,recién acababa de pasar el deceso de Alí, pero este además fue trágico, nadie puede dar por hecho nada en nuestra vida.
ResponderEliminarBueno, Ali precisamente no fue significativamente para mí (si bien deseo leer el cómic en el que se enfrenta a Superman).
EliminarHace poco volvía a verle en "La hora de la araña" (2001) junto a Samuel L. Jackson y se me hizo rarísimo verle tan joven y sabiendo que acababa de fallecer. Como se suele decir, no somos nada. DEP.
ResponderEliminarNo conozco el filme que mencionas, pero como además me gusta mucho Samuel L. Jackson...Me la bajaré.
EliminarLa noticia de la muerte de Yelchin me pareció lamentable a nivel humano, porque no se me ocurre otro calificativo para que una persona tan joven y promisoria, se vaya por un accidente tan absurdo. Pero en fin, life is life...
ResponderEliminarA nivel actoral, yo lo reconozco principalmente por su rol de Chekhov en el reboot de Star Trek, y se me va hacer un poquito triste verlo por última vez en la entrega que viene este año, porque el suyo me pareció el mejor o al menos uno de los mejores castings del reboot. Porque no puedo decir que todos los actores de las nuevas películas de Star Trek me hayan convencido, pero Yelchin como Chekhov sí.
Bueno, ya debe quedarte clara mi pena sobre la muerte de esta joven promesa. Me bajé su filme basado en la novela de Koontz que creo que es muy buena, pero aún no la veo...¿Así que no te gustaron todos los actores de la nueva de Star Trek? A mí me encantaron todos, en especial los que hacen de Kirk y Spock.
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