jueves, 15 de diciembre de 2022

Un sueño concretado.


     Neil Gaiman logró fama, fortuna y gloria por siempre gracias al cómic que lo posesionó como uno de los narradores más talentosos de la actualidad, The Sandman.  La serie regular de su particular visión de un personaje, ligeramente inspirado en otro del mismo nombre de la Edad de Oro de las historietas, perteneciente a DC, no solo ganó millones de admiradores y premios, sino que se volvió un referente que sobrepasó el medio de las historietas, al crear historias tan impactantes, sofisticadas y hermosas.  Es así como, a lo largo de sus 75 números regulares y especiales, nos entregó a un montón de personajes entrañables.  Asimismo, el fuerte contenido literario, mítico, histórico y multireferencial de esta obra, que se conectaba de manera muy inteligente a buena parte del resto del universo DC, pese a tener un tono más adulto (ya que originalmente pertenecía al sello Vertigo, fuera de las colecciones más “accesibles” al público general de la empresa), hace rato que exigía una versión audiovisual de tan magna obra.  Pero no era cosa de destruir la magia de esta joyita del noveno arte, entregándosela a cualquier cineasta o producto mercenario, para no caer en el error de muchos títulos que intentaron hacer justicia a algún cómic popular y al final solo lograron bodrios; por lo tanto, pasaron décadas para que alguien se atreviera a hacer una versión a las alturas de The Sandman, que lograra contentar tanto a sus seguidores (y conocedores de las viñetas), como enganchar al público que apenas sabía de estas historietas… ¡Y entonces Netflix se la jugó para darle rostros “reales” a Morfeo y a buena parte de su compañía! Hasta que agosto de este año se estrenó la primera temporada, de solo 11 episodios, todos basados en los guiones originales hechos por Gaiman.
    Antes de ir de lleno a analizar y/o comentar lo visto hasta el momento, sobre el show que hoy nos reúne, corresponde contar de qué va su argumento, que tal como ya dije adapta una parte significativa de los cómics.
    Morfeo es The Sandman (el Hombre de Arena o el Arenero, si lo traducimos literalmente a nuestra lengua), una entidad antropomorfa inmortal poderosísima, que forma parte de los Eternos (no confundir con los semidioses de Marvel, que son otra cosa), todos hermanos y que representan distintas fuerzas de la naturaleza.  Su reino es el mundo de los sueños y las pesadillas.  Sus poderes también tienen relación con la realidad, de modo que puede intervenir en la vida de los seres humanos, incluso durante la vigilia; de igual manera mantiene sus habilidades en otras esferas y con todo tipo de criaturas inteligentes.   También puede crear vida consciente e inconsciente, a la que les da un papel dentro de su reino y por lo mismo para que se aparezcan durante el sueño de la gente.


    En los cómics, como en la serie misma, Morfeo interviene directamente en la vida de los seres humanos, ya sea debido a su propio rol, como obligado por las acciones de estos mismos.  Pese a tratarse de un ser de un poder tan inmenso, a quien a veces le cuesta comprender por completo a los mortales, actúa siempre con gran sabiduría y su especial trato hacia hombres y mujeres, como su compasión, no dejan de conmovernos.   Por igual, en muchas ocasiones lo vemos interactuando con sus pares u otras entidades sobrenaturales.  En un caso u otro le toca resolver entuertos, algunos mundanos y otros de carácter cósmico.
    El programa, tal como las historietas que lo inspiran, comienza con Sandman atrapado por un hombre “normal”, quien como muchos de su calaña solo desea poder; es así que en el primer episodio, asistimos a su retención que dura más de un siglo, lo que provoca devastadoras consecuencias en nuestro mundo.  Una vez que consigue escapar Morfeo, le toca recuperar 3 objetos mágicos que le pertenecen, pues a manos de gente inescrupulosa provocan gran daño; entre medio le toca viajar nada menos que al Infierno, donde se lleva a cabo un inolvidable enfrentamiento con Lucifer, bellamente adaptado del material original.  Asimismo, la última de estas herramientas suyas, nos da otro de los mejores episodios cuando por fin logra quitárselo a su ladrón.  Entre medio, conocemos a Muerte, su hermana mayor, quizás el mejor personaje (incluso más que el propio protagonista) y quien responde a una de las concepciones más positivas de la Parca.  Cabe mencionar que en el capítulo que nos presenta a la dulce Muerte, también se nos cuenta de una singular amistad entre Morfeo y un ser humano.  La segunda mitad de la temporada, abarca la preocupación por evitar un nuevo desastre relacionado con los sueños, centrado en una mujer que es una anomalía y quien podría desajustar la realidad por completo.  Los 10 episodios que muestran todo esto (y más) fueron estrenados el 5 de agosto, mientras que uno nuevo (a manera de regalo) se exhibió por primera vez el 19 del mismo mes, con dos historias autoconclusivas, siendo la primera de ellas una preciosa animación acerca de los gatos y la otra, aún más emotiva, centrada en un personaje de la mitología ligado al propio Sandman.  Queda claro que aquí tenemos nada de relleno y puro filete desde principio a fin.
     Para quien haya leído y gozado de las historietas escritas por Neil Gaiman, las que contaron con numerosos dibujantes de distinto talante (personalmente, algunas novelas gráficas me parecen que pudieron tener mejores ilustraciones), ver al actor que escogieron para hacer de Morfeo, en una primera instancia parece ser poco acertado ¿Por qué digo esto? Pues resulta que el Sandman comiquero tiene una apariencia desgarbada y no es alguien que, sin ser feo, podamos llamarlo hermoso; en cambio, para esta versión televisiva escogieron a un actor joven muy del tipo CrepusCULO y, por lo mismo, resulta fácil prejuiciarse de que harán un producto poco fiel a las historietas; no obstante, todo empieza tan bien y se va poniendo cada vez mejor, al punto de que nos convence rápido su intérprete Tom Sturridge y logra nuestro reconocimiento como la encarnación del Eterno del Sueño.  Buenos guiones y una preocupación por una dirección de arte y de más complementos artísticos y técnicos de calidad cinematográfica, consiguen lo anterior y más todavía, haciendo que podamos presenciar un espectáculo de lujo.  Cabe mencionar que algunos de los momentos más escabrosos del cómic, los que incluyen su violencia bastante gráfica en varios momentos, no fueron obviados y, por lo mismo, esta propuesta de Netflix se merece los respetos de quienes amamos sus novelas gráficas.
     Solo dos “peros” me atrevo a tener con la producción.  Primero: Puedo aceptar, sin problemas, que acá Muerte esté bajo los hombros de una actriz afrodescendiente (en las viñetas es bastante pálida), ya que lo hizo estupendamente y creo que un ser sobrenatural como ella puede poseer la apariencia que desee; de igual manera, la elección por darle una apariencia femenina y/o andrógina a Lucifer, bajo el trabajo de una actriz a la que adoro (Gwendoline Christie), resultó todo un acierto; incluso hacer que Lucien fuera por igual de sexo femenino (¿O, tal vez, no binaria?) y morena, se ve como algo verosímil… Sin embargo, una vez más cayeron en la INCLUSIÓN FORZADA, al hacer que muchos otros personajes fuesen negros, ya resultó demasiado y el extremo fue mostrarnos a una familia inglesa adinerada, de principios de siglo pasado, de origen afrodescendiente ¿Acaso no les bastaba con los otros ejemplos mencionados? Lo último no tiene lógica y se ve ridículo, empañando una joya como esta.  De igual manera, imperdonable que un programa tan bello como este no posea créditos de apertura (claro, los créditos finales son distintos para cada episodio y se inspiran en la inconfundible estética de David McKean, quien hizo la mayoría de las portadas de la serie regular de los cómics), algo que habría sido maravilloso apreciar en pantalla.
   Ya está confirmada la segunda temporada y tal vez nos regalen uno o un par de capítulos del último coletazo de este primer año… ¡Solo pido que adapten la historia dedicada a William Shakespeare y que fue el primer cómic en ganar el prestigioso Premio Mundial de Fantasía!

    


4 comentarios:

  1. Definitivamente no es mi estilo, aunque reconozco que Gaiman escribe muy bien. Si la mal llamada inclusión te resultó forzada, estoy seguro que a mí mucho más, pues estoy harto de toda esa movida y me queda muy poca paciencia para eso.

    ResponderEliminar
  2. Maravillosa serie y buen análisis, concuerdo contigo que la inclusión está bien pero en ocasiones toca lo absurdo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué bueno la hayas disfrutado también y también te dieses tiempo para pasarte por acá! Gracias.

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...