1.
El libro.
Para 1979 Stephen King ya tenía publicadas
una triada de novelas, todas ellas bestsellers (comenzando por su debut en
grande con Carrie, luego su novela de vampiros Salem´s Lot y
lo que sería ya su consagración como el actual “Rey del Terror”, El Resplandor). Asimismo, ya había
visto la luz un libro suyo bajo el pseudónimo de Richard Bachman, Rabia
y numerosos cuentos suyos llegaron para gozo de los lectores por medio de
varias revistas de prestigio, por no dejar de mencionar su primera colección de
narraciones breves: El Umbral de la Noche. Diversas temáticas del género estaban
abordadas en dichas obras, pero salvo un cuento que la verdad no está entre sus
mejores relatos (aunque no es malo), Marejada Nocturna, ninguno
había abordado hasta entonces el fin de la humanidad. Así fue que con The Stand (menciono
el nombre original en inglés, debido a lo difícil que resulta traducirlo de
manera literal a nuestra lengua y siendo lo más cercano algo así como La
Elección) abordó con cercanías a la ciencia ficción, aunque no dejando
de lado los elementos sobrenaturales, la literatura postapocalíptica.
La trama de la obra que hoy nos retiene ya
es casi de conocimiento público, considerando la situación en la que nos
encontramos todo el planeta, debido a la pandemia del Covid-19. Un virus de laboratorio escapa de un complejo
militar estadounidense (a estas alturas chinos y gringos tienen culpas
similares) y ello provoca la muerte de más del 99, 9% de la población
mundial. Los sobrevivientes en suelo
yankee (nada sabemos de lo que pasa en el resto del mundo…Salvo en el epílogo
de la obra) comienzan a tener sueños de carácter mágico: se les aparece una
anciana de aspecto bondadoso, que los invita a visitarla en su granja y, por
otro lado, un hombre joven de aspecto tenebroso; queda claro que la primera
representa el Bien, mientras que el segundo el Mal… Es así que la mayor parte
de las personas de buen corazón que quedan vivas, van donde la llamada Madre
Abigail, mientras que por lo general los amantes de la violencia y de espíritu
malvado acuden con Randall Flagg.
Compleja como muchas de las creaciones del Tío Steve, se trata de una “novela río” donde el protagonismo está compartido por un montón de personajes, entre héroes y villanos, quienes se unen a sus pares para fundar dos comunidades separadas y que lamentablemente tendrán que enfrentarse entre sí, debido a la insistencia del líder de los habitantes de “Nueva Las Vegas”, una criatura que pese a su aspecto de ser humano es una entidad demoniaca que solo quiere el fin del mundo.
Llena de momentos impactantes y de personajes que no dejan de robarse el corazón de los “Lectores Constantes”, con un elemento religioso bastante potente, además, en su momento tuvo que ser reducida en cientos de páginas debido a que los editores no encontraban rentable y atractivo la publicación de un título de más de mil páginas, tal como desde un principio desarrolló la historia su autor. Aparecida en nuestra lengua bajo el nombre de La Danza de la Muerte (¡Qué ingeniosos! ¿No?), en 1990 con su escritor ya vuelto toda una estrella de las letras y reconocido incluso por quienes no leen debido a las numerosas adaptaciones audiovisuales de sus trabajos (unas con más éxito de público y crítica que otras), para tal año fue posible gozar de la versión extendida y mejorada de esta epopeya. Llevando el nombre de Apocalipsis en la lengua de Cervantes (otra demostración de la “inteligencia” de algunos en el rubro), llega casi a las 1300 páginas en la edición de tapa dura y formato grande en castellano (que es la que posee con orgullo su servidor). Toda una verdadera maravilla que da gusto, cuenta más encima con preciosas ilustraciones del amigo y colaborador en numerosas oportunidades del propio King, la por entonces leyenda viviente Berni Wrightson. Está más que claro que entre leer la primera versión del libro (censurada y/o mutilada) y esta última, no hay donde perderse.
2.
La Miniserie original.
Compleja como muchas de las creaciones del Tío Steve, se trata de una “novela río” donde el protagonismo está compartido por un montón de personajes, entre héroes y villanos, quienes se unen a sus pares para fundar dos comunidades separadas y que lamentablemente tendrán que enfrentarse entre sí, debido a la insistencia del líder de los habitantes de “Nueva Las Vegas”, una criatura que pese a su aspecto de ser humano es una entidad demoniaca que solo quiere el fin del mundo.
Llena de momentos impactantes y de personajes que no dejan de robarse el corazón de los “Lectores Constantes”, con un elemento religioso bastante potente, además, en su momento tuvo que ser reducida en cientos de páginas debido a que los editores no encontraban rentable y atractivo la publicación de un título de más de mil páginas, tal como desde un principio desarrolló la historia su autor. Aparecida en nuestra lengua bajo el nombre de La Danza de la Muerte (¡Qué ingeniosos! ¿No?), en 1990 con su escritor ya vuelto toda una estrella de las letras y reconocido incluso por quienes no leen debido a las numerosas adaptaciones audiovisuales de sus trabajos (unas con más éxito de público y crítica que otras), para tal año fue posible gozar de la versión extendida y mejorada de esta epopeya. Llevando el nombre de Apocalipsis en la lengua de Cervantes (otra demostración de la “inteligencia” de algunos en el rubro), llega casi a las 1300 páginas en la edición de tapa dura y formato grande en castellano (que es la que posee con orgullo su servidor). Toda una verdadera maravilla que da gusto, cuenta más encima con preciosas ilustraciones del amigo y colaborador en numerosas oportunidades del propio King, la por entonces leyenda viviente Berni Wrightson. Está más que claro que entre leer la primera versión del libro (censurada y/o mutilada) y esta última, no hay donde perderse.
Se me estaba olvidando, no podemos olvidar las contribuciones sin acreditar de verdaderos maestros de la actuación como Kathy Bates, ya oscarizada cuando realizó su intervención gracias a su trabajo en Misery y a Ed Harris, el cual tuvo un rol con mucho más escenas que la Bates (aunque esta última, en verdad que nos sorprendió gratamente con el monólogo que nos regaló a sus admiradores).
¡Lo veo y no dejo de pensar que "todo pasado fue mejor"!
Con el guión de Roberto Aguirre-Sacasa, un destacado libretista tanto de historietas como de televisión, como teniendo a Miker Perkins y Laura Martin tras el dibujo y el color respectivamente, viene a ser la segunda vez en que esta novela posee una más que digna adaptación. Además, cabe destacar que el formato permite representar situaciones “difíciles” a la hora de retratar en pantalla y más para cuando fue llevado a la televisión en una primera instancia; entre esto último, se puede mencionar la incorporación del Muchacho, un psicópata de carretera que lamentablemente fue obviado en la versión catódica y que acá por fin lo vemos participar de la historia (quien, por cierto, tuvo nada menos que una gran ilustración por parte de Berni Wrightson en la versión extendida de la novela). Eso sí, para pesar de muchos el clímax de tipo “Antiguo Testamento” fue cambiado en esta versión (aun así, sigue siendo un tremendo cómic y una gran traslación a este medio).
Producida por Richard P. Rubinstein, antiguo amigo y colaborador de George Romero y quien fue una de las primeras personas en interesarse de manera seria en adaptar esta obra (con el mismo Romero haciendo de director), fue adaptada por un gran número de guionistas y entre ellos el propio hijo menor de Stephen King: Owen. La verdad es que todo parte bien, siendo el creador de este proyecto Josh Boone, de quien por fin pudimos ver el año pasado Nuevos Mutantes y el cual estipuló una manera muy diferente de contarnos la historia: a través de flashbacks. No obstante, a lo largo de los 9 episodios que comprenden esta adaptación, se nota que hay muchas manos detrás de los guiones y de ese modo pierde cohesión al no tener sus responsables la capacidad de mantener la misma calidad entre un capítulo y otro.
La verdad es que resulta difícil no comparar esta versión con la anterior y vaya que sale perdiendo. Se eliminaron momentos en verdad muy queridos del libro y que la dupla Mick Garris/ Stephen King supo llevar a cabo maravillosamente en aquellos años, como la famosa escena del túnel de Lincoln (y que pese a todo el dinero que tenían en esta actualización, reemplazaron por una idea de lo más “barata”). Por otro lado, le quitaron escenas a varios personajes claves y a otros los eliminaron de la trama, habiéndose desarrollado con muy poco carácter secundarios de peso como Tom Cullen y Trashcan (de hecho, este último con suerte tiene unos 4 momentos entre todo y eso que su actor se esforzó por hacer algo plausible, Ezra Miller, el Flash de DCU). Para qué hablar de Nick Andros, uno de los mejores coprotagonistas del libro, tan bien ejecutado por Rob Lowe en los noventa, quien acá por igual apenas está considerado y se difumina el personaje perdiendo buena parte de su importancia para el devenir de los acontecimientos (¿Y qué les pasó con el emotivo momento, en el que se le aparece a su mejor amigo cuando menos lo esperábamos?) Asimismo, y para molestar de los encariñados con Madre Abigail, en vez de vivir esta sola en medio de su granja… ¡Lo hace en un asilo de ancianos! Pésima decisión, que le quita parte de su independencia al personaje, quien al ser una mujer con más de 100 años, siempre es mostrada como una persona voluntariosa y tan ejemplar que es difícil no quererla.
La primera gran estrella de esta segunda producción, resulta ser James Marsden, pero su desenvolvimiento no destaca a diferencia de otros trabajos suyos. Luego tenemos a la querida Whoopie Golberg y a quien no veíamos desde hace rato, haciendo nada menos que de la Madre Abigail… ¡Otro tremendo personaje al que le eliminaron varias de sus intervenciones! Da gusto verla actuar como siempre, no obstante, tampoco se le aprecia muy inspirada que digamos. Por otro lado, el gran villano de esta epopeya se encuentra bajo los hombros de Alexander Skarsgård, tanto o más guapo que Marsden y si bien sobresale mucho más que su colega de actuación en esta ocasión, lejos mejor labor la llevó su predecesor Jamey Sheridan, quien si lograba dar miedo en sus episodios de locura.
A diferencias de los anteriores, mejor quedan Owen Teague como el desequilibrado Harold Lauder y al cual le otorgan una humanidad tal, que por primera vez nos llega a provocar compasión ante su soledad; cabe mencionar que esta es la tercera vez en la que Teague participa en una adaptación de la narrativa kingniana, luego de sus papeles más pequeños en la tristemente infravalorada Cell y las versiones hollywoodenses de It. De igual manera la ambivalente Nadine Cross, esta vez bajo la piel de la hermosa Amber Head, merece aplausos. No puedo dejar de nombrar la versión de otro “villano”, Lloyd Heinred, esta vez personificado por Nat Wolff, tan diferente a su desarrollo por parte del desaparecido Miguel Ferrer, que hasta nos cae bien.
Personalmente lo que más me gustó fue el clímax, muy bien desarrollado con todo eso de la famosa “Mano de Dios” (aunque igual no tan evidente esta vez) y volver a encontrarme con Greg Kinner, regio como siempre y aún a sus más de cincuenta años.
¿Y lo peor? El episodio 9, escrito por el propio King, en lo que me parece su más desastrosa idea luego de la olvidable The Golden Years, serie original suya de principios de los noventa y que era tan mala que solo tuvo 8 episodios. Pues resulta que luego de resolverse la trama, tal como correspondía en el capítulo 9, a King se le ocurrió aprovechar una idea que tenía en mente desde hace años y centrada en Frannie Goldsmith, la única de los líderes de la llamada Zona Libre en no ser “puesta a prueba”; sin embargo, por mucho que uno ame al Tío King y a sus obras, a mi humilde parecer lo que aquí vemos resulta ser hasta ridículo, usando el recurso del deux ex machina que da lástima o rabia. Si hubiesen cerrado todo como correspondía en el episodio 8, habría tenido el producto final más dignidad, sin embargo nadie es perfecto y ni siquiera mi autor favorito.
Por último, Stephen King y Mick Garris hacen unos curiosos cameos por ahí.
Tráiler de la versión 2020.
Hola, Elwin. Voy prevenido entonces, aunque no tengo tan fresca como tu la adaptación a TV de esta obra. Recuerdo fragmentos de ella, pues sólo la he visto UNA VEZ y eso cuando la dieron por un canal de TV nacional allá en los 90 (año 96 quizás, pues acá la costumbre era que las cosas llegaran a la TV al menos 2 años después de su salida y eso con suerte). Seguramente te iré comentando por gmail a medida que la vaya viendo.
ResponderEliminarYo la volví a ver el año pasado y me gustó mas que nunca. El libro me lo he leído dos veces, como adolescente y ya adulto a comienzos de este siglo.
EliminarA king ya le importa una wea como le adapten sus obras mientras siga recibiendo los cheques
ResponderEliminar¡Más respeto con el Maestro, OIE!
EliminarY lo mas irónico mas que hueveo a Kubrick porque hizo lo que quiso con el resplandor, y en sus charlas siempre se burlaba de él.King es un mal educado
ResponderEliminarNo concuerdo contigo, que bien tenías sus razones, puesto que Kubrick sí que era complicado para tratar. Por otro lado, King es una persona muy amable que no deja de apoyar a artistas nuevos y la plata que recibe también la usa para acciones benéficas (otra cosa es que de vez en cuando salga alguna mala adaptación de su obra o no todo lo suyo sea de calidad, pero eso pasa siempre y no solo con él).
EliminarBuen recorrido por la historia de The Stand. La novela no es de mis favoritas de King, pero tiene sus buenos momentos. La miniserie original es muy buena y el tiempo no le ha pasado ta mal. La adaptación a cómic es excelente. Y la nueva miniserie... bueno, no es un mal producto televisivo, de hecho he leído muy buenas críticas, sobre todo de gente que no conoce la historia. Pero está lejos de la adaptación original, y no es una adaptación que vaya a trascender con el tiempo. Es correcta y punto. Con los actores y el dinero que contaron, podían haber hecho algo más logrado y memorable.
ResponderEliminarEstamos de acuerdo en muchos puntos, je, salvo en que a mí el libro aunque no de mis favoritos del Tío Steve sí me gusta mucho y es uno de los pocos que me he leído dos veces (por eso tan decepcionante me fue la nueva versión tan falta de amor al libro original).
EliminarElwin, me gustó que citases "Marejada nocturna" en cuanto es un precedente de "The Stand", y transcurre en el mismo universo con la misma pandemia de fondo, el capitán Trotamundos. Hay al menos cuatro cortometrajes que adaptan el relato, obra de Dollar Babies, pero no pude ver ninguno. "El umbral de la noche" tiene muchas adaptaciones de ese tipo (estoy deseando ver la de "Soy la puerta"), pero son casi imposibles de encontrar.
ResponderEliminarDe la adaptación de 1990 me quedo sin duda con la representación de Randall Flagg (homenajeada en la adaptación televisiva de "22/11/63", donde el protagonista también dice en determinado momento "soy el capitán Trotamundos") y con el cariño que se le toma a los personajes, aunque después no sea una adaptación redonda. En concreto con el bando "de los buenos" se empatizaba mucho, aunque algún villano era singular, como el interpretado por Miguel Ferrer.
La nueva no la pude ver todavía, aunque espero hacerlo. Esta es una de mis novelas preferidas (tanto como su inspiradora, "La tierra permanece" de George R. Stewart), y uno de mis momentos preferidos de La torre oscura es en "La bola de cristal", cuando Roland y el resto del Ka-Tet van saltando entre dimensiones y pasan por el plano de existencia en el transcurre "Apocalipsis".
Me alegra volver a saber de ti, pues quise escribirte al blog en tu post sobre "Cat Magic" que lo ocupé en unas clases a distancia como (excelente) ejemplo del comentario literario (yo también escribí sobre ese libro hace años). Es una lástima no permitas dejarte unas cuantas palabras a textos "viejos". No sé si te lo he dicho antes, pero siempre me han llamado la atención lo draconianas que han sido tus decisiones para tu página, como cuando eliminaste la opción "seguidores" (y tú que en un par de años conseguiste más de 100, lo que yo en la casi década que tengo de bloguero no he obtenido y para qué hablar de los que son solo "nominales" y nunca más supe de ellos).
EliminarPor otro lado, me alegra saber que también te guste esta novela, la cual yo he leído dos veces (primero de adolescente y luego como adulto). El cuento no lo he repasado, como la mayoría de los relatos de esa antología tan buena.
En cuanto a los Dollar Babies he visto muchos y tengo hartos, gracias a mi amigo Ricardo Ruiz de "Insomnia", quien como colaborador que soy me los ha compartido, pero se supone no los puedo ver.
Ese momento que mencionas de LTO es genial.
Ya quiero saber qué te parece la nueva miniserie.
Elwin, iba a contarte aquí en un comentario mi opinión sobre la serie. Pero finalmente me animé a escribir una entrada completa sobre ella en mi blog, por si te apetece leerla. Para resumir, le veo virtudes y defectos a partes iguales, con una factura formal muy correcta pero con una narración mejorable.
ResponderEliminarMe alegra haberte inspirado a hacer tu propio post sobre esta miniserie, el cual leí con mucho gusto anoche y ya te comenté; en todo caso veo que te gustó mucho más que a mí, que por mi parte no la pienso volver a ver de tan decepcionante que la encontré.
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