martes, 30 de marzo de 2021

¡Gracias, San Zack Snyder, por favor concedido!


 
    Millones de fanáticos deceistas esperamos con ganas el estreno del filme live action de la Liga de la Justicia, más sabiendo que su responsable era nada menos que Zack Snyder, el mismo artífice del inicio del llamado DCU (Universo Extendido DC Cinematográfico) con El Hombre de Acero y Batman versus Superman.  Las expectativas eran altas, pero el sueño de millones se derrumbó apenas se pudo ver el resultado de años de espera (en la práctica, desde la infancia de muchos que crecimos con estos cómics y sus personajes), puesto que el producto final dejó mucho que desear.
    Estrenada en 2017, la cinta tuvo varios problemas para ser terminada y entre ellos debido a que el cineasta abandonó el proyecto antes de realizar la postproducción y el montaje final, puesto que su hija Autumn se suicidó y como era de esperar no estaba en condiciones de dedicarse a dichas labores.  Fue así que se contrató a un artista incluso mucho más virtuoso que el propio Snyder: Josh Whedon. 
    Whedon, escritor/guionista, productor y director dio el salto a la fama cuando en los noventa tomó su guión de una pésima película juvenil, Buffy la Cazavampiros y la convirtió en una exitosa serie de televisión del mismo nombre, la que sin dudas hizo historia y hasta tuvo un quizás aún mejor spin-off en Angel.  Luego nos dio la series de ciencia ficción también de culto Firefly y Dollhouse, que lamentablemente no fueron tan longevas, si bien aún así se ganaron el corazón de millones y el aprecio de la crítica.  Entre medio vino su trabajo en una de las más celebradas etapas de los cómics de los X- Men (¡Si hasta el divo de Grant Morrison lo alabó en su libro Supergods por esta labor, considerándolo el único libretista que saltó de la pantalla chica a las viñetas de manera destacable! Sitial que compartía junto a nada menos que Michael Straczynski).  El momento más alto de su carrera estaría al dirigir y escribir la primera aventura hollywoodense de Los Vengadores de Marvel... Pero luego llegó La Era de Ultron, su segunda y última incursión en el universo marvelita, la cual no fue tan rentable como se esperaba y de ese modo se fue a la Distinguida Competencia.
    Con un curriculum como el de arriba (que ni siquiera mencioné todo), varios celebramos la llegada de Whedon, quien además le podía aportar el humor que al universo tan demasiado oscuro de la visión de Znyder le faltaba.  Y claro que hizo esta labor de aligerar el tono del filme, sin embargo se le pasó la mano, como luego pudimos comprobar y al final la cinta resultó ser un verdadero bodrio infumable, que buena parte del público (en especial los más ñoños) y la prensa detestaron. Lo que sucedió es que Whedon, presionado por los productores como el mismísimo Geoff Jhons (importante guionista de DC y hace rato peso pesado al mando de la empresa y de sus productos derivados como películas y series), recortó un montón de material filmado por su predecesor y grabó nuevas escenas, dándole giros argumentales distintos a la trama e incluso a las caracterizaciones de los personajes y las relaciones entre estos.  La película en sí se hizo aburrida y poco heroica, algo que no podíamos creer de la fusión Snyder/Whedon. Más encima, luego nos enteramos del maltrato que tuvo Whedon con las estrellas, conducta que venía desde su época en Buffy, ya que comenzaron a salir las denuncias en contra de él y de ese modo pasó a formar parte de la lista negra de Hollywood (si bien como dice mi amigo Ricardo Ruiz, es raro se hayan demorado tanto en denunciar todo esto y de manera conjunta más encima).
     Pasó el tiempo y algunas heridas sanaron, con ello llegó la posibilidad de que Snyder estrenara su versión de la Liga de la Justicia, de modo que comenzó todo un movimiento en redes sociales por parte de los frikis para que se concretara esta posibilidad.  Así fue como a principios del año pasado, se concretó el proyecto, concediéndosele al director varios millones para pulir su edición y que en una primera instancia, se iba a estrenar como miniserie de 4 episodios de una hora cada uno; ante esta noticia, quedaba más claro que nunca que la versión de Zack Snyder, difería mucho de lo que llegó a los cines en su momento.

El gran cambio de Steppenwolf entre una versión y otra.


     En el transcurso de este mes que ya termina, pudimos apreciar por fin la adaptación de la Liga de la Justicia, tal y como siempre la quiso su primer director.  Más encima, al final fue montada como filme, pese a su larga duración de 4 horas y como desde los inicios se prometió.  En la práctica todos quedaron fascinados, puesto que mejoró tanto la puesta en escena, que se trataba de una película aparte y lejos superior al "monstruo de Frankenstein", perpetrado por el otrora niño favorito de Hollywood.
     Muchas razones tenemos para querer ver y amar lo realizado por Snyder, pero antes de nombrar estos motivos es necesario hacer una aclaración: Sus superhéroes no corresponden a la imagen luminosa que tenemos de estos populares justicieros y solo Flash (en una versión que más nos recuerda al alegre Wally West, que al sobrio Barry Allen) aparece como alguien que mantiene cierta alegría inocente en su proceder; el resto, hasta la misma Wonder Woman y en un acto de dureza que no esperaríamos de ella en el clímax de la película, son demasiado graves y se nota cargan con mucho peso sobre sus hombros (Ciborg es un claro resentido y Aquaman solo gracias a su propio filme, recién se gana nuestros corazoncitos)... Y, sin embargo, no podemos dejar de aplaudir este verdadero espectáculo que se nos ha concedido.
     A ver, repasemos algunos de los aspectos positivos de este "Corte del Director", que en todo caso debo confesarles que me vi solo una vez la versión cinematográfica y me desagradó tanto que en la práctica la olvidé toda (salvo una graciosa escena relacionada con Aquaman y el lazo mágico de Wondy, que sin dudas era uno de los pocos ingeniosos aportes de Whedon).

"Papi" Darkeseid acompañado por Desaad y la Abuelita Buena.

 
1. En primer lugar esta vez el villano de la historia logra atraernos.  Steppenwolf es en la práctica un desconocido para la mayoría y comparado con los rivales de Loki, Ultron y Thanos a los que se enfrentan los Vengadores del cine, no tenía peso dramático dentro del guión en la encarnación anterior del filme. Sin embargo, ahora entendemos mejor sus motivaciones y esta vez su nuevo aspecto, muchos más aterrador y demoniaco es magnífico.  Sus diálogos y monólogos son casi shakespereanos.
 
2. Nos habíamos quedado con las ganas de ver al gran Darkseid por culpa de Whedon y demases, no obstante ahora sale que da gusto y queda constancia de que Steppenwolf es solo un emisario del Nuevo Dios Oscuro.  Para rematar y casi provocarnos más de un orgasmo de felicidad a los frikis, aparece harto Desaad y de paso incluso apreciamos a la mismísima Abuelita Buena (una de mis villanas favoritas).
 
3. El poco atlético (o más bien flacuchento) Flash del DCU me había parecido hasta ahora un verdadero payaso sin mayor atractivo, pero ahora nos lo humanizan tanto que no solo resulta ser un mero principiante cómico, sino que destacan en él sus deseos para hacer mejor la vida de los demás; por lo mismo, no duda en sacrificarse para conseguirlo y el heroísmo en él es conmovedor. Gracias a lo anterior logra sobresalir entre sus compañeros (bueno, difícil consiga ser tan carismático como la propia Diana de Themiscyra, aunque está muy cerca de ella). Así que ahora bien podemos esperar con ansias su largometraje en privado, que se sabe promete mucho.
 
4. Un querido superhéroe, pilar de la Liga de la Justicia, tiene dos memorables escenas.  No diré quién es por si alguien que no se ha llenado de spoilers y aún no ve esta versión, desea descubrirlo por su cuenta. He aquí una poderosa razón para esperar el mejor de los futuros a esta franquicia cinematográfica.
 
5. La verdad es que no sé si sale en el montaje para el cine, pero otro personaje notable vemos en el corte de Zack Snyder, alguien muy ligado a Batman.  Más encima, está interpretado por un tremendo actor, ligado desde hace años a las adaptaciones del género (y lo mejor es que no cometieron la estupidez de cambiar su raza, para dárselas de políticamente correctos).
 
6. Dos secundarios de peso relacionados con Aquaman intervienen, realzando la calidad de esta cinta llena de sorpresas de lo más gratas.
 
7. Superman con su traje oscuro, que bien nos recuerda ese gran cómic de los noventa sobre su resurrección, se ve estupendo.
 
8. Un villano increíble sale también, con un monólogo para sacarse el sombrero y en una escena postapocalíptica que vendría a ser la antesala del gran filme que estamos esperando.  Después de esta intervención, con mayor razón no aceptaré que me ninguneen la versión de dicho criminal, presentada hace unos años atrás en otra de las películas de esta saga.
 
     ¿Se me olvida algo más? Solo me queda decir que me habría encantado ver en pantalla grande esta joyita y acompañado de mi sobrinito Amilcar, como de mis amigos más frikis, para luego celebrar en grande un espectáculo como este.


                                            El potente tráiler subitulado (y este no es puras promesas)

viernes, 26 de marzo de 2021

¿Tan necesaria era otra versión?


1. El libro.
 
    Para 1979 Stephen King ya tenía publicadas una triada de novelas, todas ellas bestsellers (comenzando por su debut en grande con Carrie, luego su novela de vampiros Salem´s Lot y lo que sería ya su consagración como el actual “Rey del Terror”, El Resplandor).  Asimismo, ya había visto la luz un libro suyo bajo el pseudónimo de Richard Bachman, Rabia y numerosos cuentos suyos llegaron para gozo de los lectores por medio de varias revistas de prestigio, por no dejar de mencionar su primera colección de narraciones breves: El Umbral de la Noche.  Diversas temáticas del género estaban abordadas en dichas obras, pero salvo un cuento que la verdad no está entre sus mejores relatos (aunque no es malo), Marejada Nocturna, ninguno había abordado hasta entonces el fin de la humanidad.  Así fue que con The Stand (menciono el nombre original en inglés, debido a lo difícil que resulta traducirlo de manera literal a nuestra lengua y siendo lo más cercano algo así como La Elección) abordó con cercanías a la ciencia ficción, aunque no dejando de lado los elementos sobrenaturales, la literatura postapocalíptica.
    La trama de la obra que hoy nos retiene ya es casi de conocimiento público, considerando la situación en la que nos encontramos todo el planeta, debido a la pandemia del Covid-19.  Un virus de laboratorio escapa de un complejo militar estadounidense (a estas alturas chinos y gringos tienen culpas similares) y ello provoca la muerte de más del 99, 9% de la población mundial.  Los sobrevivientes en suelo yankee (nada sabemos de lo que pasa en el resto del mundo…Salvo en el epílogo de la obra) comienzan a tener sueños de carácter mágico: se les aparece una anciana de aspecto bondadoso, que los invita a visitarla en su granja y, por otro lado, un hombre joven de aspecto tenebroso; queda claro que la primera representa el Bien, mientras que el segundo el Mal… Es así que la mayor parte de las personas de buen corazón que quedan vivas, van donde la llamada Madre Abigail, mientras que por lo general los amantes de la violencia y de espíritu malvado acuden con Randall Flagg.
     Compleja como muchas de las creaciones del Tío Steve, se trata de una “novela río” donde el protagonismo está compartido por un montón de personajes, entre héroes y villanos, quienes se unen a sus pares para fundar dos comunidades separadas y que lamentablemente tendrán que enfrentarse entre sí, debido a la insistencia del líder de los habitantes de “Nueva Las Vegas”, una criatura que pese a su aspecto de ser humano es una entidad demoniaca que solo quiere el fin del mundo. 
     Llena de momentos impactantes y de personajes que no dejan de robarse el corazón de los “Lectores Constantes”, con un elemento religioso bastante potente, además, en su momento tuvo que ser reducida en cientos de páginas debido a que los editores no encontraban rentable y atractivo la publicación de un título de más de mil páginas, tal como desde un principio desarrolló la historia su autor.  Aparecida en nuestra lengua bajo el nombre de La Danza de la Muerte (¡Qué ingeniosos! ¿No?), en 1990 con su escritor ya vuelto toda una estrella de las letras y reconocido incluso por quienes no leen debido a las numerosas adaptaciones audiovisuales de sus trabajos (unas con más éxito de público y crítica que otras), para tal año fue posible gozar de la versión extendida y mejorada de esta epopeya.  Llevando el nombre de Apocalipsis en la lengua de Cervantes (otra demostración de la “inteligencia” de algunos en el rubro), llega casi a las 1300 páginas en la edición de tapa dura y formato grande en castellano (que es la que posee con orgullo su servidor).  Toda una verdadera maravilla que da gusto, cuenta más encima con preciosas ilustraciones del amigo y colaborador en numerosas oportunidades del propio King, la por entonces leyenda viviente Berni Wrightson.   Está más que claro que entre leer la primera versión del libro (censurada y/o mutilada) y esta última, no hay donde perderse.
 
2. La Miniserie original.
 


    En 1994 se estrenó una miniserie de cerca de 6 horas, dividida en 4 episodios, dirigida por Mick Garris y con guión de nada menos que del propio Stephen King.  Cabe mencionar que esta fue la primera colaboración de ambos artistas, volviendo a trabajar en otra miniserie en 1998, siendo esta la versión para la televisión de El Resplandor (ya que a King nunca le gustó la película de Kubrick), si bien el propio Garris haría por su cuenta y bajo la bendición de su amigo varias más adaptaciones sobre su obra.
     Con artistas de la talla de Gary Sinese, Molly Ringwald (quien se ve realmente hermosa en esta producción, además de interpretar su papel con gran carisma como el resto de sus compañeros), Rob Lowe, Miguel Ferrer y Laura San Giacomo, entre otros (que luego muchos de ellos volvieron a laburar en otras adaptaciones de nuestro escritor), esta miniserie marcó precedentes para posteriores adaptaciones televisivas de la obra del Tío Steve, de gran calidad y alto presupuesto (antes solo teníamos lo realizado por Tobe Hooper a fines de los setenta, con la miniserie de Salem´s Lot, bastante buena por cierto, e It, también un clásico, aunque igual ambas realizadas con poco dinero).  No está de más decir que tal pieza de la pantalla chica, en verdad que dio en el gusto, tanto a los incondicionales del Rey del Terror, como al público en general y ello al dramatizar de manera tan espectacular, algunos de los momentos más emblemáticos del texto literario.  Por lo tanto, como diríamos en Chile, la adaptación de Mick Garris “dejó la vara bien alta” y en ese sentido esperar una nueva versión audiovisual era algo que a muchos no nos parecía necesaria… Pero cuando hay plata de por medio, no importa aventurarse y a veces nuevas versiones de obras que ya se consideran clásicos contemporáneos no resultan malas y hasta puede estar a la altura de sus predecesoras (que superarlas resulta difícil ¿No? Como bien ocurre con ambas películas para el cine de Carrie y casi hasta con Cementerio de Animales y la única excepción que recuerdo es con los largometrajes de It, que claramente superaron con creces la adaptación de la tele).
    Se me estaba olvidando, no podemos olvidar las contribuciones sin acreditar de verdaderos maestros de la actuación como Kathy Bates, ya oscarizada cuando realizó su intervención gracias a su trabajo en Misery y a Ed Harris, el cual tuvo un rol con mucho más escenas que la Bates (aunque esta última, en verdad que nos sorprendió gratamente con el monólogo que nos regaló a sus admiradores).


                       Un maravilloso tráiler de la miniserie de 1994 editado por fanáticos... 
                                  ¡Lo veo y no dejo de pensar que "todo pasado fue mejor"! 
 
3. El cómic.
 
    Debido al enorme éxito que significó la adaptación al cómic de la saga de La Torre Oscura, Marvel decidió atreverse a llevar a las viñetas otra obra de Stephen King.  De ese modo una genial opción era The Stand, una obra voluminosa que podía abarcar varios números y unos cuantos años sacándolo para así conseguir mayores divisas.
   Publicado entre 2008 y 2011, se encuentra dividido en 6 miniseries, cada una con su correspondiente subtítulo (El Capitán Trotamundos, Pesadillas Americanas, Almas Supervivientes, Casos Perdidos, Tierra de Nadie y Cae la Noche), de unos 5 números por entrega, salvo la última miniserie que posee 6. 
    Con el guión de Roberto Aguirre-Sacasa, un destacado libretista tanto de historietas como de televisión, como teniendo a Miker Perkins y Laura Martin tras el dibujo y el color respectivamente, viene a ser la segunda vez en que esta novela posee una más que digna adaptación.  Además, cabe destacar que el formato permite representar situaciones “difíciles” a la hora de retratar en pantalla y más para cuando fue llevado a la televisión en una primera instancia; entre esto último, se puede mencionar la incorporación del Muchacho, un psicópata de carretera que lamentablemente fue obviado en la versión catódica y que acá por fin lo vemos participar de la historia (quien, por cierto, tuvo nada menos que una gran ilustración por parte de Berni Wrightson en la versión extendida de la novela).  Eso sí, para pesar de muchos el clímax de tipo “Antiguo Testamento” fue cambiado en esta versión (aun así, sigue siendo un tremendo cómic y una gran traslación a este medio).


 

4. La versión de 2020.
 
    Hace rato que estaba la intención de hacer una nueva versión de la famosa novela del Tío Steve, que tal como sucedió desde los años ochenta, se quiso realizar algo para el cine y al no poder concretarse este hecho, se optó por realizar nuevamente una producción televisiva (que la verdad una obra de esta envergadura, funciona mejor como miniserie, al poder abarcar de ese modo la mayor parte de su material original).  De este modo, una vez que se aprobó el proyecto las redes sociales se llenaron de información al respecto y, en especial, cuando se mencionaron las estrellas que trabajarían en esta ocasión. 
    Cabe mencionar que su estreno se atrasó debido a la actual crisis sanitaria y que al final aprovechando el morbo de lo que estamos pasando hoy en día, terminó por comenzar a ser exhibida a fines del año pasado ¿Raro no y más si se consideran las características del virus que hoy en día nos tiene sometidos y que lo asemejan a la Supergripe del libro de King?
    Producida por Richard P. Rubinstein, antiguo amigo y colaborador de George Romero y quien fue una de las primeras personas en interesarse de manera seria en adaptar esta obra (con el mismo Romero haciendo de director), fue adaptada por un gran número de guionistas y entre ellos el propio hijo menor de Stephen King: Owen.  La verdad es que todo parte bien, siendo el creador de este proyecto Josh Boone, de quien por fin pudimos ver el año pasado Nuevos Mutantes y el cual estipuló una manera muy diferente de contarnos la historia: a través de flashbacks.   No obstante, a lo largo de los 9 episodios que comprenden esta adaptación, se nota que hay muchas manos detrás de los guiones y de ese modo pierde cohesión al no tener sus responsables la capacidad de mantener la misma calidad entre un capítulo y otro.
    La verdad es que resulta difícil no comparar esta versión con la anterior y vaya que sale perdiendo.  Se eliminaron momentos en verdad muy queridos del libro y que la dupla Mick Garris/ Stephen King supo llevar a cabo maravillosamente en aquellos años, como la famosa escena del túnel de Lincoln (y que pese a todo el dinero que tenían en esta actualización, reemplazaron por una idea de lo más “barata”).  Por otro lado, le quitaron escenas a varios personajes claves y a otros los eliminaron de la trama, habiéndose desarrollado con muy poco carácter secundarios de peso como Tom Cullen y Trashcan (de hecho, este último con suerte tiene unos 4 momentos entre todo y eso que su actor se esforzó por hacer algo plausible, Ezra Miller, el Flash de DCU).  Para qué hablar de Nick Andros, uno de los mejores coprotagonistas del libro, tan bien ejecutado por Rob Lowe en los noventa, quien acá por igual apenas está considerado y se difumina el personaje perdiendo buena parte de su importancia para el devenir de los acontecimientos (¿Y qué les pasó con el emotivo momento, en el que se le aparece a su mejor amigo cuando menos lo esperábamos?) Asimismo, y para molestar de los encariñados con Madre Abigail, en vez de vivir esta sola en medio de su granja… ¡Lo hace en un asilo de ancianos! Pésima decisión, que le quita parte de su independencia al personaje, quien al ser una mujer con más de 100 años, siempre es mostrada como una persona voluntariosa y tan ejemplar que es difícil no quererla.



    La primera gran estrella de esta segunda producción, resulta ser James Marsden, pero su desenvolvimiento no destaca a diferencia de otros trabajos suyos.  Luego tenemos a la querida Whoopie Golberg y a quien no veíamos desde hace rato, haciendo nada menos que de la Madre Abigail… ¡Otro tremendo personaje al que le eliminaron varias de sus intervenciones! Da gusto verla actuar como siempre, no obstante, tampoco se le aprecia muy inspirada que digamos.  Por otro lado, el gran villano de esta epopeya se encuentra bajo los hombros de Alexander Skarsgård, tanto o más guapo que Marsden y si bien sobresale mucho más que su colega de actuación en esta ocasión, lejos mejor labor la llevó su predecesor Jamey Sheridan, quien si lograba dar miedo en sus episodios de locura.
    A diferencias de los anteriores, mejor quedan Owen Teague como el desequilibrado Harold Lauder y al cual le otorgan una humanidad tal, que por primera vez nos llega a provocar compasión ante su soledad; cabe mencionar que esta es la tercera vez en la que Teague participa en una adaptación de la narrativa kingniana, luego de sus papeles más pequeños en la tristemente infravalorada Cell y las versiones hollywoodenses de It.  De igual manera la ambivalente Nadine Cross, esta vez bajo la piel de la hermosa Amber Head, merece aplausos.  No puedo dejar de nombrar la versión de otro “villano”, Lloyd Heinred, esta vez personificado por Nat Wolff, tan diferente a su desarrollo por parte del desaparecido Miguel Ferrer, que hasta nos cae bien.
    Personalmente lo que más me gustó fue el clímax, muy bien desarrollado con todo eso de la famosa “Mano de Dios” (aunque igual no tan evidente esta vez) y volver a encontrarme con Greg Kinner, regio como siempre y aún a sus más de cincuenta años.
    ¿Y lo peor? El episodio 9, escrito por el propio King, en lo que me parece su más desastrosa idea luego de la olvidable The Golden Years, serie original suya de principios de los noventa y que era tan mala que solo tuvo 8 episodios.  Pues resulta que luego de resolverse la trama, tal como correspondía en el capítulo 9, a King se le ocurrió aprovechar una idea que tenía en mente desde hace años y centrada en Frannie Goldsmith, la única de los líderes de la llamada Zona Libre en no ser “puesta a prueba”; sin embargo, por mucho que uno ame al Tío King y a sus obras, a mi humilde parecer lo que aquí vemos resulta ser hasta ridículo, usando el recurso del deux ex machina que da lástima o rabia.  Si hubiesen cerrado todo como correspondía en el episodio 8, habría tenido el producto final más dignidad, sin embargo nadie es perfecto y ni siquiera mi autor favorito.
    Por último, Stephen King y Mick Garris hacen unos curiosos cameos por ahí.


                                                             Tráiler de la versión 2020.

sábado, 20 de marzo de 2021

El Cine de Alex de la Iglesia (II)

 


5. La Comunidad (2000).
 
    Una corredora de propiedades se encuentra con un precioso departamento dentro de un decrépito edificio, al que le toca vender, pero que le da una mayor sorpresa: arriba de él se encuentra un millonario tesoro, del cual consigue adueñarse en contra de lo deseado por sus nuevos vecinos, una tanda de personas supuestamente normales, pero que encierran dentro de si una serie de antivalores y que terminan por convertirlos en peligrosos depredadores y carroñeros.
    Con momentos inolvidables que, sin dudas, están entre lo mejor del director, detrás de tanto humor negro encontramos una severa crítica al cinismo de una sociedad supuestamente avanzada y donde el amor por el dinero es mayor que el amor por el prójimo; en todo caso, como un detalle singular en el cine de nuestro cineasta, el final nos invita a darnos cuenta que solo los actos de autosacrificio, el compañerismo y la autenticidad pueden en contra de males como los ya mencionados.
    En el papel principal tenemos a la actriz de culto Carmen Maura, en su primer trabajo de 3 (a la fecha) para Alex de la Iglesia; una mujer madura estupenda, para cuando realizó esta película y que no deja de resultarnos simpática con este papel de antiheroína.


6. 800 Balas (2002).
 
   El amor por el cine por parte del realizador, se evidencia más que nunca en esta cinta y donde hace su gran homenaje al spaguetti western, donde más encima el actor español Sancho Gracia, un veterano de estas viejas producciones, realiza un papel que nos logra enternecer.
     Un espectáculo centrado en las películas europeas sobre el Lejano Oeste gringo, ubicado en plenas tierras españolas, apenas se sostiene con los pocos visitantes que les llega.  Sin embargo, un día una empresa inmobiliaria les ofrece comprarles el terreno para edificar en él y esto provoca el disgusto de sus viejos empleados, quienes deciden tomarse el lugar para que no los desalojen.
     La recreación en tono comedia, de los leiv motivs del subgénero es maravillosa, donde se nos evidencia cómo un artista de la talla de Alex de la Iglesia sabe aprovechar un mayor presupuesto y es que las escenas de acción están realizadas con un cuidado que da gusto.
    Por otro lado, el inventario de personajes que aquí aparecen, entre principales y secundarios, es maravilloso, destacando "El arrastrado" (la escena de cuando manda el telegrama a su ex es de antología) y el rival del protagonista.
    No olvidemos un detalle que ignoro cómo pasó la censura en muchas partes del mundo: un niño en la cama con una prostituta.  Que aunque cómica, con facilidad puede considerarse como abuso de menores.
    Por último, el mensaje positivo de esta obra de no renunciar a nuestros sueños para ser plenos, es una nueva cuota de ternura y que tal como en su filme anterior, no estábamos acostumbrados a apreciar en las producciones de Alex de la Iglesia, si bien ahora logramos apreciar con sorpresa y alegría.


7. Crimen Ferpecto (2004).
 
      Una de mis películas favoritas del español.
     En una multitienda nos encontramos con un mundo aparte, donde la ley del más fuerte impera y los machos alfas se disputan el control de la manada.  Allí  destaca un guapo hombre, uno de los dos aspirantes a controlar absolutamente este singular lugar y quien de la noche a la mañana, ve cómo su controlada vida comienza a enredarse, cuando una mujer a la que siempre había ignorado, entra de forma artificiosa a su círculo de confort.  De ahora en adelante su nuevo objetivo será deshacerse de esta intrusa, que se ha convertido en su peor pesadilla y lo que no le será muy fácil.
    Graciosa como es habitual en la filmografía de Alex de la Iglesia, corresponde a otra ácida mirada al lado B del pueblo español, donde materialismo y oportunismo van de la mano, aprovechando de jugar con el tema de los roles de género y ello de manera muy ingeniosa.

 
8. La Habitación del Niño (2006).
 
   Entre 1966 y 1982 se emitió originalmente en la Madre Patria un show televisivo español que marcó precedentes: Historias para no Dormir.  Creado por Narciso Ibañez Serrador, quien hacía los guiones, dirigía y hacía de presentador, consistió en un programa de carácter antológico de terror, al más puro estilo de La Dimensión Desconocida.  Con 3 temporadas exhibidas en distintas épocas, tuvo en total 29 episodios.
    En 2006 e impulsado por el propio Narciso Ibañez Serrador, se produjeron 6 filmes para la televisión y de calidad cinematográfica, los que homenajeaban al mentado programa. Bajo el nombre de Películas Para no Dormir, el mismo Alex de la Iglesia hizo su contribución al proyecto, con su primera obra de terror carente de humor y en verdad capaz de provocar más de un susto en los espectadores: La Habitación del Niño.
    Teniendo de protagonistas a Javier Gutiérrez, quien tuvo un papel secundario en Crimen Ferpecto y a Leonor Watling, la cual sería coprotagonista de su siguiente largometraje, contó además con varios de sus actores fetiches en pequeños roles, como Terele Pávez.  A medias entre el terror sobrenatural y la ciencia ficción, es la historia de un matrimonio que compra una vieja casa; todo parece bien, hasta que una serie de incidentes les hace creer que hay una presencia maligna. Únicamente el marido, cree que se trata de algo que puede ser aceptado teniendo una mentalidad más abierta.
    El suspenso y la atmósfera enrarecidas, están muy bien trabajadas en esta joyita no tan conocida entre los seguidores de Alex de la Iglesia y que merece ser apreciada, tanto por los fanáticos del director, como por los amantes del terror.

 
9. Los Crímenes de Oxford (2008).
 
    Filmada completamente en inglés y ambientada en Inglaterra, tiene como a estrellas nada menos que a John Hurt y a Elijah Wood, además de contar con la española Leonor Watling (quien aquí hace de británica).  Basada en una novela del mismo nombre, parece más bien una película por encargo, pues salvo uno que otro detalle como los temas de la violencia y el sexo (que ni siquiera llegan a los niveles de sus otras cintas más personales), su ritmo no es el mismo al que estamos acostumbrados del maestro y de ese modo el metraje se hace aburrido y hasta las actuaciones de los dos primeros artistas mencionados se ven poco inspirados.
    Un joven estudiante gringo se va a estudiar a la famosa universidad de Oxford, deseoso de conocer a un eminente matemático; sus planes se complican cuando una serie de asesinatos hacen parecer a los protagonistas como sospechosos y estos deben investigar por su cuenta para saber la verdad.
     Por increíble que parezca, nunca me llamó mucho la atención este título, pese a los artistas involucrados y solo lo vine a ver para realizar mi revisión del cine de Alex de la Iglesia.  Se trata de un episodio casi en la práctica olvidado de su carrera.


 
10. Balada Triste de Trompeta (2010).
 
    Teniendo como nombre nada menos que una famosa canción de la época de juventud de Rafael (a quien adora el propio Alex de la Iglesia), es sin dudas una de sus obras más sobresalientes.
   Con un comienzo potente, ambientado en plena Guerra Civil Española y unos créditos de apertura formidables (música e imágenes de archivo potentes) es la tragicomedia de un triángulo amoroso entre dos payasos y una acróbata; cada uno de estos personajes, posee una faceta oscura que los hace tan llamativos a nuestros ojos, efecto producido también por el destacado desenvolvimiento de los histriones que los encarnaron, entre ellos la preciosa Carolina Bang, pareja del director y siendo esta su primera cinta juntos.
    La mayor parte de la trama transcurre en los setenta, con una ambientación soberbia y demostrándonos una vez más a un llamativo bestiario humano; dentro de esto último, cabe mencionar nada menos que a un anciano General Franco, en una caricatura inolvidable. Asimismo, el querido Santiago Segura vuelve a trabajar bajo las órdenes de su amigo, dándonos de ese modo otro gran personaje producto de la genialidad de ambos.
    Entre todos los grandes momentos de esta perla del cine español, no podemos dejar de detenernos en la escena del cine, mientras se exhibe uno de los filmes protagonizados por el propio "Er Niño".
    Vale decir que Alex de la Iglesia sabe hacer de la violencia y el sexo bizarro algo tan cómico, que merece estar entre los grandes del séptimo arte.

miércoles, 17 de marzo de 2021

Un paseo por los cuentos del Tío Lucho (II)


     Aquí finalizo mi revisión personal de Lentos Animales Interdimensionales, el primer libro de Luis Saavedra. Espero sea de su agrado estas palabras, que fuí sincero en todo momento e hice lo posible por ser objetivo dentro de mis apreciaciones (no es lo mismo referirse a la obra de un artista que uno no conoce- y NUNCA conocerá- que a la de alguien que sí tiene el gusto de conocer y aprecia sobremanera). Ah y ojalá C-O-M-E-N-T-E-N (en especial quienes conozcan al autor para intercambiar impresiones).

9. Desolación.
 
    Un cuento muy creativo y el primero del tomo en tener como  protagonista a una mujer, quien en este caso nos abre sus recuerdos sobre una vida miserable desde la infancia, pasando por innumerables tratamientos psiquiátricos debido a las supuestas alucinaciones que tiene. Es así que internada en un centro donde la tienen amarrada a una camilla, recibe la visita de una de las entidades que desde que tiene memoria andan detrás de ella.
     La obra, tal como dice su título, ahonda en tono fantástico por segunda vez en la psicología de los trastornados, luego del relato Una Máscara para Roberto, aunque con mejores resultados y un impactante desenlace, que posee la claridad de la que carecen la mayoría de los textos ya revisados.
 
10. En el Mar de los Árboles.
 
     En realidad un microcuento, cuyo poético título sugiere tanto y aun así queda claro una vez que acaba (¡Igual tuve que leérmelo dos veces seguido para comprenderlo, pero valió la pena, que me gustó esta obrita!).
     Un hombre ya anciano se ve obligado a despedirse de su última compañera; el resto mejor lo descubra el futuro lector por su cuenta.
     Hay algo muy de animé y manga en este pequeño relato bien armado, debido a su economía de palabras; por otro lado, no deja de ser una meditación más sobre la soledad, sentimiento que he podido vislumbrar en muchas de las piezas que comprenden este libro.
 
11. La creación del perdón.
 
    Otro microcuento, aunque este mucho más corto que el anterior.  Con un interesante comienzo, su sorpresivo final nos deja con ganas de más.
     En cierto sentido, viene a ser la otra cara de la moneda del texto que le precede.
 
12. Todos Nosotros, Zombies.
 
     Para el lector conocedor del género y más si es chileno, se trata de un cuento con al menos un par de intertextualidades para gozar; en primer lugar, su nombre es una clara alusión al famoso relato de Robert Heinlen Todos Ustedes, Zombies (que a menos que me equivoque no lo he leído y mucho menos sé de qué se trata) y, en segundo lugar, está dedicado al más importante escritor de ciencia ficción chilena: Hugo Correa. Es más, respecto a este último, el texto viene a ser una especie de continuación de sus cuentos del tomo Los Títeres, sobre personas que usan avatares cibernéticos humanoides para interactuar en sociedad, mientras sus cansados cuerpos reales los manejan desde casa.
    La trama: un hombre busca nuevas sensaciones ante su incapacidad orgánica para vivir a destajo; tras el impactante evento que comienza la historia, conoce a alguien muy parecido a él, quien también usa un cuerpo artificial a distancia para "vivir" afuera.
     La narración más extensa hasta el momento, atrapa altiro al lector, donde la conclusión puede ser confusa para muchos (como para este humilde servidor, que tuvo que repasarla para comprenderla) y que sin dudas viene a ser lo mejor y más sorprendente que ha conseguido por ahora Luis Saavedra en lo que va del tomo.
    Por cierto, la ilustración que acompaña el cuento es una clara inspiración de una de las portadas más famosas de los cómics de Spider-Man (si bien en este caso concreto, el dibujo de la ilustradora me parece particularmente tosco).


12. Ol' s Faires Bar.
 
    El texto más extenso de la colección, sobrepasando las 30 páginas, de modo que el autor así puede jugar con la narración al separar al menos en 3 partes la historia y que se entregan
de forma paralela: segmentos de libros relacionados con el tema del cuento (nada menos que la existencia de metahumanos, superhéroes y villanos con poderes en el mundo "real"), la transcripción de una entrevista a un ex justiciero y la narración en primera persona de un sujeto ligado a este mundo.
    El relato atrapa desde el principio y más al saltar de un punto a otro, creando expectación sobre cómo terminará todo por relacionarse entre sí... Pero nuevamente como pasa con muchos de los finales de estos relatos, la conclusión es "rara" o ambigua y puede decepcionar tal como le pasó a este humilde servidor.
    Por cierto, en al menos un par de ocasiones encontramos acá dos alusiones nada menos que a... ¡Batman! (no estaba de más).
    Aún no sé por qué razón el cuento lleva ese título.
 
13. El Primer Dia de Verano de Juan Calamares.
 
     Un niño se encuentra un saltamontes y a raíz de ello tiene una muy extraña aventura, que puede ser interpretada tanto como un sueño bastante imaginativo, como con una experiencia cósmica lisérgica.
     El cuento viene a ser la versión de Luis Saavedra de la literatura infantil, aunque sin el acostumbrado mensaje moralizante de este tipo de historias (o al menos no es algo evidente en sus páginas), a medias entre la fantasía urbana y la ciencia ficción.  Mucho hay de nostalgia en este relato, que se aleja de los textos más violentos que le han precedido en el libro que ya está por acabar.
 
14. El Valle donde reina la Luna.
 
   Hay una cruel guerra que ha llegado hasta un pueblucho olvidado, que no pertenece a ninguno de los dos bandos en disputa.  Un pequeño grupo de personas debe sobrevivir entre medio y para eso cuentan solo con su valor y un robot casi en desuso, creado originalmente como máquina de guerra por una de las facciones belicosas que han terminado por amenazarlos.
    Único cuento de la colección en abordar un tema caro a este tipo de historias y que particularmente me gusta mucho: el viaje.  Quizás debido a esto, es que nos encontramos con una obra donde se resaltan valores como el trabajo en equipo, la solidaridad, el compañerismo y el sacrificio, virtudes necesarias cuando se comparte algo tan crítico como la sobrevivencia en situaciones adversas.  Heroísmo y resilencia también destacan acá, en un texto que sin dudas se encuentra entre lo mejor del libro.
 
15. Esferas de Carey.
 
    Un texto narrativo inclasificable dedicado a Michael Ende (supongo en atención a su colección de cuentos surrealistas El Espejo en el Espejo)...
   La verdad es que su secuencia de descripciones, casi de manera caótica, no es lo mío y terminó por agotarme, puesto que la literatura experimental como esta es demasiado para mí.
    De seguro hay una intención para terminar el volumen con algo como esto, pero yo no le veo sentido, como el propio nombre de la obra (y del libro completo).
 
Palabras finales.
 
    Tras haber revisado cuento por cuento el primer libro de Luis Saavedra (que espero vengan más a futuro), queda en evidencia en especial para el lector que sabe de ciencia ficción, que este ama el género y tiene tanto o más conocimientos que uno al respecto ¿Por qué razón puedo afirmar esto? Pues debido a que a lo largo de sus páginas, encontramos una enorme gama de temáticas, las cuales en la práctica no se repiten y el artista no deja de hacer su versión de ellos.
     Al haber repasado todas estas historias, me da la impresión de que Luis Saavedra escribe mayormente por el amor que mencioné más arriba y por el gusto de crear y contar sus propias historias.  Debido a lo anterior y en apoyo a esta misma idea, es que a menos que le "busquemos las cinco patas al gato", estos relatos en general solo pretenden entretener sanamente y a manera de evasión estética, así que no hayaremos en ellos ningún discurso ideologizante, ni moralizante, menos crítica social.
     No hay acá personajes que sobresalgan por sus características y que los hagan entrañables, puesto que donde más hace hincapié Luis es en la ambientación que le da a las obras y al estilo narrativo que lo lleva por lo general al uso de la primera persona y del tiempo presente, con los cuales tendría que conseguir el efecto deseado en sus lectores.  Estas son sus herramientas para abordar, tal como se dijo más arriba, las temáticas de turno: como extraterrestres, viajes en el tiempo y androides.
    En cuanto a otros aspectos formales, referidos a la manera de cómo lleva a cabo sus narraciones, para mi modesto parecer los finales no le quedan bien y debe trabajarlos mejor; puesto que en más de una ocasión, sus desenlaces rompen con la magia que se había creado hasta el momento (increíblemente, los dos microcuentos incluidos, quizás debido a su formato, funcionan por completo ok en toda su extensión).  Igual es cosa de gustos y de seguro a más de un lector le fascinará este último aspecto de su literatura.
     Me pregunto cómo le irá al querido Tío Lucho con el formato de la novela.

domingo, 14 de marzo de 2021

Gozar del cómic de The Boys.



      Apenas comencé a ver la primera temporada de The Boys, la serie de Amazon que adapta de manera increíble el cómic homónimo de Garth Ennis y Darick Robertson, quise tener y leerme el material original; luego para cuando ya revisé y disfruté más que nunca la segunda temporada, las ganas se me hicieron mayores y de ese modo me propuse adquirir de una vez por todas los 3 tomos integrales que sacó Norma en ediciones hermosas de tapa dura, con papel de lujo y hasta cintita roja para marcar la lectura… Era solo esperar que estuvieran algo más baratos en Buscalibre, donde los había encontrado con facilidad, si bien el tomo 1 se agotaba de manera rápida. Al final entre enero y febrero de este año pude conseguirlos, si bien los fui adquiriendo por orden inversa, debido al tema de stock con que contaba este servicio de compras por Internet.  Cada volumen me llegaba desde España, pero cuando vi dónde los habían impreso me di cuenta con gracia que había sido nada menos que… ¡En China!
      El volumen 1 me lo devoré feliz en poco más de una semana y eso que tiene más de 700 páginas, incluyendo valiosos bonus, entre portadas y textos varios.  Es así que comienzo a compartirles mis impresiones de lo leído, que en todo caso aún tengo pendiente los tomos siguientes.
    El Integral N° 1 posee los primeros 30 números de la colección y a medida que uno lo va leyendo, no solo se entretiene que da gusto, sino que se da cuenta con mayor medida de dos cosas en especial:
 
Primero: La serie de televisión es estupenda como adaptación, puesto que no pretende ser un calco exacto de las historietas, sino que tiene varios cambios interesantes para hacer más atractiva la historia al público masivo, aunque siempre manteniendo el espíritu adulto del material original.  Entre los excelentes cambios de la versión televisiva, se encuentra el desarrollo más humano de los personajes, de modo que podamos sentir más simpatía por estos, el diseño de los trajes mejorado (Profundo lejos se ve mucho más atractivo en imagen real que en las viñetas, por ejemplo) y varios cambios de interés en el guión, si bien siempre usando como base el  trabajo de los creadores de las novelas gráficas, que le hacen verdadero honor.
 
Segundo: Garth Ennis se da el gusto de ser todo lo irreverente que no puede serlo en las colecciones típicas de DC y Marvel para las que ha trabajado (ignoro qué tanto fue más allá durante su celebrada etapa de Hellblazer, bajo el sello Vertigo deceísta, que solo me leí una de sus historias y me gustó demasiado, por no dejar de mencionar sus tan divertidas historias para Punisher en la continuidad “normal” marvelita y la del sello adulto Max de la Casa de las Ideas), puesto que hay que saber disfrutar de lo poco políticamente correcto para seguir estas obras.  En todo caso, hay mucho de crítica social en sus libretos, además de graciosas parodias al subgénero superheroico y donde respecto a esto último, no faltan las inteligentes alusiones a íconos de este tipo de historietas.  
 
    En relación a lo anterior, resalta lo que pasa con el grupo de Los Chicos, quienes en su versión original para cumplir su labor de controlar a los metahumanos descarriados, se inyectan el mismo compuesto para adquirir superfuerza y resistencia… ¿Sucederá esto en algún momento durante el show televisivo? De igual manera, cabe destacar la personalidad aún mucho más cándida de Hughie, pese a todo lo que le toca pasar y la personalidad tan rara que tiene Kumiko, quien acá solo es llamada como La Hembra, no habla y solo mantiene algo de sociabilización con Frenchie; por otro lado, Carnicero mantiene una “deplorable” relación con una mujer casada y con hijos, además de que hay un montón de personajes más que aun no conocemos o son muy distintos a sus encarnaciones catódicas, tales como la Reina Maeve, que hasta el momento en el primer tomo es una verdadera perra y la Leyenda, especie de homenaje a Stan Lee y que quién sabe si saldrá a futuro en la serie televisiva (si bien a este último, como que le hicieron su propia reinterpretación, incluyendo cambio de personalidad y de género).
     Cabe mencionar que el cómic está elaborado en base a arcos argumentales de unos pocos números, donde se plantea una historia destacada que cubre buena parte de sus páginas y se resuelve por completo en las entregas que la integran; a medida que se va desarrollando, se ve el protagonismo de nuestros héreoes/antihéroes, los nuevos personajes que se han integrado para completar la trama y el resto de los viejos conocidos, entre ellos los llamados Siete y la gente de la compañía Vought International.  Cada arco tiene un título y a partir de ahora les contaré de qué van cada uno, sin caer en spoilers odiosos.  Nota: Ocuparé los nombres traducidos en la Madre Patria para cada saga, de modo que tengan sentido para los lectores que no saben la lengua de Shakespeare y les da paja usar el traductor de Google, je (aunque muchos de ellos incorporan jerga española y al menos como chileno que soy, por mucho que sea Profesor de Lengua Castellana, algunos significados se me escapan).

Portada paródica al estilo de los Teams-Ups de DC y Marvel.


* Las Reglas del Juego (números 1 y 2): El buen Hughie tiene su traumática experiencia que conocimos al ver primero el programa, si bien este es escocés y no gringo; a raíz de esto es reclutado por el inglés Carnicero (¿En la serie este sí que es escocés?) para reunir otra vez a Los Chicos, su viejo equipo trabajando para el gobierno de USA.  De este modo, acá se nos presentan a los personajes y donde llama la atención la vida algo distinta que tiene el igualmente simpático Leche Materna (inmejorable es el momento cuando Carnicero le da una lección a la ingrata hija del morenazo) y la graciosa introducción de la mascota del líder del grupo, que a la primera obedece a su amo.
 
* Cherry (números 3 al 6): Llega a la base aérea de Los Siete la positiva Luz Estelar y apenas arriba se entera de que nada es tan maravilloso como pensaba, siendo que en el papel el abuso por el que pasa es lejos mucho más fuerte de lo que apreciamos en la televisión.  Por otro lado, Hughie tiene su primer enfrentamiento como miembro de Los Chicos con el enemigo, en esta ocasión una versión distorsionada de Los Jóvenes Titanes; el encuentro es traumático para el muchacho, pero gracias al apoyo de sus nuevos amigos comienza a superarlo. En determinado momento, ambos novatos, chica y chico se conocen y se da el primer paso para la relación que sabemos ambos tendrán.
 
* Moja (números 7 al 10): Un caso de carácter policial que deben resolver nuestros “vigilantes”, sobre la muerte de un muchacho y que los lleva a encontrarse con una muy graciosa versión retorcida de Batman, Robin y Gatúbela. Con mucho humor bien negro, detrás de tanta parodia se preseneta una reflexión sobre la responsabilidad y la consecuencia de nuestros actos, así como la oportunidad de redimirnos de nuestros errores.
 
* Glorioso Plan Quinquenal (números 11 al 14):  Los Chicos hacen un viaje nada menos que a Rusia y allí son ayudados por un muy simpático antiguo héroe local, con el muy llamativo nombre clave Salchicha de Amor.  Allí deben evitar un complot para desestabilizar la política de la Madre Rusia, usando a un montón de villanos con poderes.  Destaca, además, la figura de la fémina detrás de la amenaza, sus lujuriosas costumbres y cómo consiguen derrotarla.
 
* Bueno para el Alma (números 15 al 18): La relación entre Hughie y Annie (Luz Estelar) se consolida, a la par de que se rebela un espantoso secreto relacionado con los super.  Cada miembro de los Chicos y la mencionada Luz Estelar deben enfrentar por su cuenta sus propios demonios internos y solo Carnicero parece tener por completo claras las cosas. 
 
* No le miento, Sargento (números 19 al 22): Hughie visita a solas a la Leyenda, quien le cuenta la verdad sobre el origen de los metahumanos, donde claramente Vought International tiene gran parte de la participación (si bien esta historia, difiere en muchos puntos de lo visto en la segunda temporada de la versión para la pantalla chica).  Mientras tanto, Luz Estelar pasa un tiempo a solas con el desagradable A-Tren, cumpliendo con una obligación de los Siete y donde se expone el triste destino del antiguo miembro Farolero (algo por completo diferente a lo exhibido en la tele); por otro lado, Carnicero tiene una muy interesante reunión con su peor enemigo.
 
* Nos damos el piro (números 23 al 30): La mejor trama del volumen, corresponde a otra investigación con mucha intriga, acción, risas y un montón de emociones… “Petit Hughie” debe entrar de infiltrado a la casa de un grupo de superhéroes jóvenes, donde las cosas son por completo diferentes a lo que se esperaba y su buena voluntad queda aún más de manifiesto.  La compleja trama nos presenta una imagen monstruosa de la tan querida Academia para Jóvenes Talentos del Profesor-X, los X-Men y sus grupos derivados, incluyendo una muy cómica parodia a Wolverine.  El final de todo: sin dudas impactante.  A manera de epílogo, los españoles de Norma separaron la última parte, el número 30 de la colección, y le pusieron el nombre de Fóllatela con Cariño, que nos deja con “ganas de más”, a por el segundo Integral.
 
    Dentro del material adicional, cabe destacar una muy entretenida minihistoria de solo 4 páginas, realizada para una actividad benéfica y donde este grupo que ya se ha ganado nuestro corazón se ríe de veteranos tales como Wonder Woman, Wolverine, Hulk… ¡Y Krypto!

No vayan a confundir este cómic con uno de la Liga de la Justicia o de los Vengadores.
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