lunes, 6 de junio de 2011

X-Men: First Class.

                                  

    Ver una nueva película de este grupo de superhéroes ya clásico y querido, y en el cine más encima, es toda una fiesta para el fanático.  Quienes me conocen y comparten mis gustos ñoños, saben que lejos soy más DC que Marvel, pero a este grupo de personajes del cómic de la llamada “Casa de las Ideas” le tengo un especial cariño, como también a su “amistoso vecino Spiderman” (además Marvel ha sido mucho más inteligente que DC a la hora de hacer películas de sus personajes, dándonos buenos filmes cada año).   Luego de haber disfrutado en diferentes momentos de nuestra vida las tres primeras películas del grupo liderado (¿O guiado?) por el Profesor X y gozar más aún una película en solitario de Wolverine, pudiendo conocer por fin sus orígenes, la llegada de esta “primera generación” se iba a esperar con más ansias. 
    La película toma como base un cómic de no hace mucho, tal como sucedió con la historieta en que se basó la película de Wolverine, donde se cuentan los inicios del primer grupo de mutantes marvelianos.  Si bien Stan Lee, el ya famoso y querido creador de gran parte de los personajes de Marvel, había comenzado a narrar las aventuras y desventuras de este grupo de superhéroes a principios de la década del sesenta, esta mirada actualizada a dichos comienzos se torna quizás más psicológica y crítica que las historias de aquel entonces.  No se puede negar el gusto de ver a tus superhéroes favoritos en carne y hueso haciendo de las suyas en pantalla grande y con un presupuesto que haga “realidad” tus fantasías de nerd (puesto que hay que recordar siempre que estamos frente a un producto cuyo principal intención es entretener…y ganar plata), pero no por ello el filme carecerá de profundidad y hasta de un discurso político y moral.
    ¿Y dónde está esta “profundidad” intelectual o artística en la nueva película de los  X-Men? Bueno, desde un principio Stan Lee dio a sus personajes un carácter trágico, de héroe pese a sus deseos originales de vivir sin mayores conflictos, pero que como cualquier personaje mítico, opta por sobreponerse a su debilidad y asumir su destino con dignidad.  Y en el caso de los mutantes marvelianos, un reflejo de cualquiera de las minorías existentes en uno de los países con una mayor historia e inclinación a la intolerancia y discriminación como lo es Estados Unidos.  Todo esto corresponde a la lucha por hacer respetar sus derechos naturales y civiles; los X-Men no sólo defienden los suyos propios, si no que protegen a quienes mismos en su estrechez de mente se oponen a la “otredad” que ellos significan.  ¿Acaso esto no es heroico?   El héroe estudiado por Joseph Campbell forma parte de una comunidad que lo acepta y lo ve como un símbolo de lo mejor de su tradición (léase Héctor, Odiseo, el Cid, el Rey Arturo y muchos más), pero en el caso de los X-Men, estos casi son parias y deben vivir muchas veces en el anonimato, pese a sus virtudes: la comunidad, valores y tradiciones que ellos respetan y defienden no los aceptan y aún así los mutantes les dan ejemplos de tolerancia y valor.   No de forma gratuita tanto los cómics originales de Stan Lee, como la novela gráfica en que está basada la película y la película misma, transcurren en medio de los turbulentos años sesenta, cuando en Estados Unidos la lucha por los derechos de los negros, el hippismo, Vietnam, la Guerra Fría y tantos otros conflictos sociales  marcan su historia para bien o para mal; y todos eventos se ven reflejados en las circunstancias que rodean a los personajes.  Por ende los X-Men son una alegoría para mostrar las vicisitudes del hombre enfrentado a un medio profundamente hostil y que pese a todo lucha por el respeto a su individualidad y por el de los demás: entonces los X. Men son también un reflejo de los idealistas.
   Y en lo que va de mi texto me fui en la volá y aún no cuento de qué trata la película (o lo he hecho parcialmente).  Según mis queridísimos amigos Miguel y Marcelo “Marlo” López, la película debería llamarse en realidad Magneto: Orígenes.  Pues la verdad es que si bien el filme gira en torno a la dupla Profesor X-Magneto y su amistad en los albores de la saga mutante, es en la figura del llamado “Amo del Magnetismo” que la trama toma sus puntos más álgidos cuando éste personaje está presente; de hecho la película empieza y termina con Magneto (el comienzo está sacado de la primera película de la serie, cuando se nos muestra a  Erik Lehnsherr  durante su estadía en un campo de concentración nazi.  Ciertamente a partir de este prólogo se nos explica la razón de la naturaleza violenta, resentida y ambivalente del personaje, dándonos las respuestas ante la interrogante del porqué de su carácter.  En todo caso si la película toma sus mejores momentos cuando aparece Magneto, es también debido a la formidable interpretación del actor Michael Fassbender, quien es capaz de mostrar tanto a un individuo carcomido por el odio, como a un hombre adulto sobrecogido por las lágrimas de una forma más que convincente.
   A su vez, la película trata de estas dos formas de ver el tema mutante y afrontarlo como uno de ellos: la visión pacifista y tolerante de Charles Xavier, y la de Magneto con su posición extremista y reaccionaria.  En un principio pareciera que el Profesor X consigue que la serenidad se albergue en el corazón de su amigo, pero luego se nos muestra lo difícil de la empresa del Profesor X, tanto a la hora de “domesticar” a su amigo, como en enseñar a humanos y a mutantes a convivir civilizadamente.
   Las actuaciones del resto de los actores también son de calidad, destacando a un siempre camaleónico Kevin Bacon en el papel del mutante maquiavélico Sebastian Shaw.  Resulta grato para los fanáticos encontrarse con personajes tan emblemáticos como Bestia, Emma Frost y la Dra. Moira MacTaggert, entre tantos otros y todos ellos caracterizados de forma tan soberbia.  Al Profesor X y a Mística ya se nos había mostrado con creces en las películas anteriores, pero ahora conocemos otras facetas de ambos, como la misma relación entre los dos, mucho antes de que se hagan enemigos.
   En cuanto al trabajo del director Matthew Vaughn, éste demuestra verdadero cariño por el género, no en vano antes había dirigido la ya película de culto Kick- Ass, película homenaje a los superhéroes y que también fue capaz de llevar al séptimo arte una de las novelas del famoso guionista de cómics Neil Gaiman con Stardust.  La película no da respiro desde principio a fin y las escenas de demostración de poderes son de antología.
   En suma: altamente recomendable.

miércoles, 1 de junio de 2011

Angel.

                                     

    Esta serie es lo que se llama un spin-off, es decir, es una serie que nació a partir de otra, en este caso de Buffy, the Vampire Slayer (a la que dediqué mi atención el mes pasado). Su protagonista principal es Angel, un vampiro de más de doscientos años de antigüedad que anda buscando la redención de todos su pecados, al transformarse en un paladín de la justicia.

El origen.

     Angel apareció ya desde el primer capítulo de la serie dedicada a la Cazadora. En un principio era un extraño aliado para ésta, y luego se convirtió en su primer y gran amor; pero al final de la tercera temporada abandona el pueblito de Sunnydayle, con lo que inicia sus propias aventuras en su nuevo hogar: la ciudad de Los Angeles.
     Siguiendo la trama de ambas series, Angel dejó a su amor imposible para dejar de influir en los actos de Buffy, puesto que la relación de ambos sólo podía desembocar en tragedias, como ya había sucedido durante el transcurso de la segunda temporada de Buffy. Angel no deseaba seguir lastimando a su amada, en el caso de que volviera a perder su alma debido a la maldición gitana a la que lo habían sometido como venganza por sus anteriores crímenes cuando era un vampiro malvado llamado Angelus.
    Hay que recordar que en el universo de Buffy y Angel, los vampiros son demonios que se apoderan del cuerpo de los vampirizados y toman sus recuerdos, por lo que los afectados pierden sus almas y libertad para hacer el bien. Cuando Angelus mató a una joven princesa gitana, el pueblo de ésta le devolvió su alma con el fin de mortificarlo por sus delitos, con lo que Angel se convirtió en un paria que no pertenecía a ninguno de los mundos: ni vampiro, ni demonio, ni ser humano. Durante casi un siglo Angel anduvo deambulando sin pertenecer a algún lugar, sin saber qué hacer con su “existencia”, hasta que conoció a Buffy Summers, quién le dio un motivo para “vivir”. El enamoramiento de ambos estuvo marcado por la tragedia, puesto que la idea de la maldición de Angel era privarlo del sentido de pertenencia, de alcanzar y mantener la felicidad plena, ya que cuando ambos enamorados se acostaron por primera y única vez, Angel volvió a perder su humanidad, con lo que Buffy se vio obligado a destruirlo.
    Sin embargo, Angel sólo fue transportado a una dimensión infernal hasta que logró regresar, pero sólo durante un tiempo siguió con la Cazadora. Al terminar la etapa escolar de Buffy, Angel opta por iniciar su propio camino como héroe, esta vez de forma solitaria y comenzando a partir de cero.

Un nuevo comienzo.

     Ya en la ciudad de Los Angeles (interesante la relación entre el nombre de tan cosmopolita lugar con el del protagonista del show, siendo que además esta es una ciudad bastante asoleada, elemento ajeno a la condición vampírica), Angel irá poco a poco creando en torno suyo un círculo de amigos y aliados que harán mucho más fácil su deber como su soledad; por primera vez en su existencia, Angel tendrá verdaderos amigos que se preocuparán de él y que llegarán hasta sacrificarse por este vampiro con alma; este último hecho es importante, si se considera que durante su permanencia en Buffy, Angel siempre contó con el recelo de las amistades de la Cazadora, más todavía luego del incidente de la pérdida de su alma y en la cual todos ellos conocieron de la crueldad de Angelus.
    Es así como en este nuevo hogar, Angel descubrirá su verdadero papel en los sucesos cósmicos y su calidad como Campeón de los llamados Poderes. Poco a poco, se irán revelando una serie de profecías en las que el vampiro con alma está involucrado y que tiene como fin el protagonismo suyo en el verdadero Apocalipsis. Es así como debido a este hecho, los enemigos del bien harán todo lo posible por evitar que Angel cumpla con su cometido.
     Por otro lado, Angel crea una agencia de investigaciones paranormales, la que lleva su nombre y en la que trabajan además como asociados su amigos Cordelia, Charles Gunn, Wesley y otros. Por un lado están sus trabajos particulares (“casos”) como también aquellos que tienen que ver con la trama central de cada temporada como sucede en Buffy.
    Si bien la serie de la Cazadora trata acerca de la madurez y del proceso de convertirse en adultos, como a sí mismo de todo lo que significa el asumirse como personas auténticas (ya sea, en cuanto al destino como Cazadora para Buffy Summers, como el tema del lesbianismo de Willow y la recuperación de la humanidad de la ex demonio Anya), Angel es una serie que aborda como temas centrales otros de corte más oscuro y dramáticos. Esta serie que acapara nuestra atención ahora, más bien trata acerca de la purgación de los pecados, como el reconocimiento y equilibrio entre el pasado de uno mismo y su presente; sobre la reconciliación entre ambos momentos y la búsqueda de la felicidad. De este modo en Angel, gran parte de los personajes son menos políticamente correctos, pues llevan sus propias cruces a cuestas en sus particulares calvarios, compartiendo con él o no sus oscuros secretos y debilidades. A su vez, las escenas de esta serie son mucho más sangrientas y si bien hay presencia de humor en los guiones, no es tanto como en Buffy.
     Algo que diferencia a Angel de Buffy es su faceta oscura, la que responde en parte a su propio pasado, siendo sus únicas debilidades sus fuertes relaciones interpersonales con sus amigos y compañeros; talón de Aquiles que en más de una ocasión trata de aprovechar sus enemigos. El resto, Angel puede ser mucho más duro e implacable que la misma Cazadora.
    Una de las características más atrayentes de esta serie consiste en los constantes flashbacks que muestran el pasado de Angel y en el cual hacen su aparición personajes ya tan emblemáticos como el propio Maestro, Spike, Darla, Drusilla y otros. Estas imágenes del tormentoso pasado de nuestro héroe muestran sus numerosas facetas, ya sea como humano, demonio y posterior paria hasta su nueva vida como Campeón. Demás está decir que la ambientación y todo el resto hacen de estas escenas muchos de los mejores momentos de la serie (véase, por ejemplo, todo lo relacionado con la transformación de un descarriado jovencito Angel en un horroroso vampiro a manos de Darla).
     La serie fue creada por el propio autor de Buffy, Joss Whedon, con la participación de David Greewalt, quien también participó en la elaboración de varios de los mejores capítulos de Buffy. Durante el mes de mayo del presente año, Angel dio término a su quinta temporada, la que hasta el momento es la última pues, para variar, unos muy pocos inteligentes productores decidieron darle término justo cuando la serie iba en su mejor momento, tal como ha sucedido con tantas otras series de culto. En todo caso, se está haciendo lo posible por continuarla el próximo año, ya que el propio Whedon aseguró que tenía material de primera para lo menos hasta dos temporadas más. Por otro lado, los seguidores en USA y otros países están haciendo todo lo que está a su alcance para revertir la decisión de los productores. También se ha postulado continuarla por medio de películas para la televisión o miniseries.

Investigaciones Angel.

     Por lo general, en cada temporada de esta serie se va uniendo un nuevo elemento al grupo que lidera Angel, con lo que el show se va potenciando más. A continuación, una lista de cada uno de los aliados de Angel.

Cordelia Chase (interpretada por Charisma Carpenter): De todos los personajes de esta serie (y quizás de hasta Buffy) es el que se desarrolla y evoluciona más que ningún otro; pues de ser una chica frívola y superficial, pasa a ser una joven comprometida con la causa de su amigo y con una inmensa capacidad de autosacrificio y amor por quienes la rodean. En el transcurso de la temporada, Cordy se enamora de Doyle, un demonio mestizo que la acompaña a ella y a Angel en sus aventuras, hasta la posterior muerte de éste. Antes de morir su amado, Cordelia recibe de su parte el don de las visiones que le permite saber quiénes están en peligro y necesitan ayuda; sin embargo, su propio cuerpo no es capaz de soportar estas visiones, con lo que la salud de Cordy empeora hasta que para salvar su vida debe transformarse en una mestiza de humana con demonio, consiguiendo una especie de ascensión en el plano espiritual y hasta transformarse ella misma en un Poder. A su vez, la relación entre Cordy y Angel llega a madurar hasta convertirse en la nueva amada del vampiro redimido. Cordelia Chase deja la serie al final de la cuarta temporada.

Wesley Windam-Price (Alexander Denisof): Su primera aparición fue durante el transcurso de la tercera temporada de Buffy, como reemplazante de Rupert Giles, el vigilante de Buffy. Éste ex miembro de El Consejo era en principio bastante torpe e ingenuo, pese a sus grandes habilidades y conocimientos en magia y similares. Poco después de la muerte de Doyle, tiene su reencuentro con Angel y Cordy, a los que se les une hasta el final. Durante el transcurso de la serie, Wesley va tomando cada vez mayor importancia y adquiere un carácter más seguro como también complicado. Se le conocen dos amores, el de una chica millonaria (que desaparecerá del show sin pena ni gloria) y el de su propio “amor fatal”, Lilah Morgan, una inescrupulosa abogada y enemiga jurada de Angel y los suyos (de este modo, uno de los grandes dramas personales de Wesley es su propia incapacidad por salvar el alma condenada de la mujer a quién ama). La dura vida de Wesley, sus propios demonios internos, lo convierten luego en un personaje bastante oscuro, sobrio y duro, totalmente distinto al primer Wesley.

Charles Gunn (J. August Richards): Hace su debut en la serie casi al final de la primera temporada y ya en la siguiente se decide por dejar las calles donde vivía marginalmente como cazavampiros para irse al grupo de Angel. Desde su niñez Gunn conoció la crueldad de los vampiros y demonios, por lo que formaba junto a un grupo de amigos y su hermana, un pequeño ejército contra estos. Su vida cambia cuando conoce a Angel, quién le “rompe el esquema” al conocer a este vampiro con alma; por otro lado, la ternura de Cordy, la amistad de Wesley y el posterior amor de Winifred, lo salvarán de una vida violenta y sin mayor sentido que la simple venganza. Al supuesto carácter duro de Gunn, está presente también su enorme lealtad y grandes habilidades pese a su juventud.

Winifred “Fred” Burkle (Amy Acker): Esta joven superdotada era una tímida bibliotecaria que en extrañas circunstancias se vio lanzada a la dimensión infernal de Phylea, lugar de origen de Lorne; allí vivió por años sumida en el espanto y casi en condiciones demenciales. Para su suerte y también dicha de Angel y los suyos, fue rescatada, tomando parte de su grupo. Posteriormente inicia una relación amorosa con Wesley y luego con Charles. A su vez será de especial importancia en el enfrentamiento de un antiguo y oscuro Poder llamado Jasmine. Fred es capaz de diseñar sofisticadas trampas como también es poseedora de múltiples conocimientos en magia negra y blanca (de algún modo es como la Willow para el grupo de Angel). Su carácter es dulce, sensible y tímida, pero decidida frente al peligro.

Connor (Vincent Kartheiser): En cierta forma, Connor es una abominación, puesto que su origen es único en el mundo. Es el hijo que tuvo Angel con Darla, mezcla que le otorgó la súper fuerza de los vampiros, pero no sus debilidades como la sed de sangre y la hipersensibilidad al sol, al agua bendita, etc.; esto también le otorgó un alma. Sin embargo esta extraña mezcla, es a su vez su propia cruz, puesto que debido a ello Connor se siente durante toda su vida un solitario, un paria como alguna vez lo fue su propio padre. Connor es introducido en la serie casi al principio de la tercera temporada, primero como un recién nacido hasta que es raptado por un antiguo enemigo de su padre, Holtz, un caza vampiros a quien Angelus había matado a toda su familia, razón por la cuál Holtz había hecho un pacto con un demonio para que lo preservara hasta que pudiese enfrentarse contra Angel. Holtz escapa con el bebé en sus brazos a un portal que lo lleva hasta la terrible dimensión de Quar-toh, en la que permaneció junto a Connor por más de una década; allí lo crió y lo convirtió en todo un guerrero, alimentándolo con el odio hacia Angel. Cuando regresa Connor, se inicia una serie de conflictos contra su padre, por el que tiene sentimientos encontrados. Con posterioridad, Connor se enamora de Cordelia, otra razón más para competir con su padre. Considerando todos estos puntos, es fácil darse cuenta de la naturaleza desequilibrada y temperamental del único hijo de vampiros; en otras palabras, Connor es un verdadero desgraciado. Bueno, este personaje poco carismático está sólo hasta el final de la cuarta temporada, en un increíble desenlace.

Lorne (Andy Hallet): Es un demonio “bueno”, proveniente de la dimensión infernal de Pilea, de la que escapó pues no deseaba seguir viviendo en la barbarie de su pueblo. Hace su aparición desde la primera temporada, pero recién en la cuarta se convierte en un personaje habitual, pese a que siempre fue un personaje tanto importante como carismático. En un principio tenía un bar llamado Caritas, que hacía de “Santuario”, razón por la cual era visitado por demonios, vampiros y similares pero sin uso de violencia; cuando este lugar fue destruido, Lorne se fue a vivir junto a sus amigos al hotel donde están las oficinas de Investigaciones Angel. Como ser sobrenatural, Lorne es un émpata, pues tiene la capacidad de percibir las emociones y hasta los pensamientos de aquellos a quienes escucha cantar; además su raza tiene la capacidad de regenerar cualquiera de las partes de su cuerpo, incluyendo su cabeza. Además, es un gran cantante y siempre viste como emulando al Rey Elvis Presley. Su carácter es afable y pacífico. Sirve de intermediario del submundo de los demonios para Angel y el resto, pues tiene múltiples contactos.

Bueno, aparte de los ya nombrados, se puede citar a la detective Kate Lockley (Elizabeth Rohm), quién apareció en 16 capítulos durante las dos primeras temporadas y que pese a ser un gran personaje, desapareció de éste sin un final digno (incluso nunca más se la mencionó). Esta joven y bella policía sabía del secreto de Angel y había cierta atracción amorosa entre ambos. Otro personaje que hay que nombrar es, por supuesto, Spike (James Marsters) quien ingresa como parte del grupo en la quinta temporada (había salido como “malo” en el segundo episodio de la serie, antes de que el chip que le pondrán en la cabeza y el amor de Buffy lo rediman). Como este vampiro con alma ya tuvo su presentación en el artículo dedicado a su amor imposible, no le dedico aquí más líneas.

Las temporadas.

Primera temporada: Desde el primer capítulo, se presenta la que tal vez es la gran Némesis de Angel, la que si bien no corresponde a un ser en concreto, mantiene su maléfica presencia durante el resto de la serie. Me estoy refiriendo a la sofisticada firma de abogados de Wolfram y Hart. Esta es una oscura organización que desde los albores de la humanidad ha estado involucrada en todos los actos de perversidad conocidos y desconocidos por el hombre común, con el objetivo de conseguir el dominio del planeta una vez se haya desatado el Apocalipsis. En la actualidad, Wolfram y Hart ejecuta sus acciones a través de la fachada de un poderoso imperio jurídico, teniendo sus llamados Socios Mayoristas a los que responde con miedo y respeto, y que se supone son poderosos demonios. Toda la primera temporada aborda el constante enfrentamiento del protagonista y sus amigos contra esta institución.
Se podría decir que la temporada tiene dos partes; una consistente en los primeros nueve capítulos donde Angel trabaja junto a Doyle y Cordy; y el resto con la llegada de Wesley ya muerto el cuasi novio de Cordelia. En mitad de esta primera temporada, hay un genial crossover con Buffy, el que a su vez es la continuación y final del capítulo doble de esta primera serie donde sale una vengativa Faith; en este capítulo aparecen ambas cazadoras. Por último, el final de temporada es verdaderamente sorprendente, pues durante buena parte de los capítulos previos a éste, Wolfram y Hart estaba preparando la invocación de un supuesto demonio muy poderoso que lograría derrotar a Angel y es entonces, cuando a segundos del final de temporada, de manera fugaz la cámara muestra que quién ha sido traído desde el Infierno es nada menos que la creadora de Angelus: Darla y a la que el propio Angel mató en el transcurso de la primera temporada de la serie de la Cazadora.
     Esta temporada inicial es lejos mucho mejor que la de la propia Buffy, puesto que mantiene un desarrollo mejor de la línea argumental unificadora y no tiene capítulos que flaqueen como en el caso de la ya mencionada. Además al ser más larga, las situaciones se delinean mejor como también los personajes mismos.

Segunda temporada: Luego de tan formidable revelación presentada a finales de la temporada anterior, era más que obvio que ésta comenzaría más que bien. Durante gran parte de este segundo año del show, Angel hará lo posible por salvar el alma de la primera mujer a la que amó, quién no regresó como vampiro desde el Infierno, pero que sí vive mortificada y manipulada por Wolfram y Hart. Es entonces que hace su aparición la mismísima Drusilla, la ex pareja de Spike y quien fue creada por Angelus; esta peligrosa e inestable vampiro complicará más las cosas, cuando vuelva a transformar a la por entonces dulce Darla en la vampiro que era. Es así que Angel se olvida de sus sentimientos por Darla y hace todo lo que esté de su mano para luchar contra ambas vampiras, quienes además cuentan con todo el apoyo de Wolfram y Hart.
    Recordando esta temporada, resulta imposible, por ejemplo, no olvidar de la dura escena en la que un muy encolerizado Angel quema vivas a sus dos enemigas como castigo por las crueldades de estas. A su vez, aquí se produce un quiebre en la sociedad del protagonista con sus amigos, pues debido a discrepancias de los ya demasiado duros métodos de Angel (los que en todo caso respondían a un plan oculto de Angel para confundir a sus contrincantes y como dice el dicho “Si quieres engañar a tus enemigos, primero engaña a tus amigos”), Angel se va por su cuenta, mientras el resto sigue en sus propios asuntos a cargo de Investigaciones Angel.

Tercera temporada: La trama central de ésta es la de Connor, el hijo de Angel y Darla. Primero parte con la gran sorpresa de ver a Darla embarazada de Angel. Posteriormente a medida que se va desenvolviendo la trama, sale a la luz que este vástago tiene que ver en una de las tantas profecías apocalípticas ligadas a Angel. Es así como nuestros héroes van tras los pasos de la vampiro, quién por cierto empieza a sufrir un extraño proceso de sensibilización que le empieza a devolver su humanidad; al final, una maternal Darla se sacrifica por la vida de su propio hijo. Paralelamente a estos incidentes, despierta de su largo reposo Holtz, un antiguo enemigo de Angelus, a quién éste le había masacrado a su familia. Este cazador cegado por su sed de venganza había hecho un pacto con un demonio para que le ayudara a derrotar al vampiro. Poco a poco el argumente se empieza a complicar cuando Holtz se da cuenta de que Angel no es el mismo, que ha creado un lazo afectivo con seres humanos y que está en medio el mismísimo hijo del verdugo de su familia. Es así como Holtz ataca lo más profundo de Angel al escapar con el bebé en sus brazos a través de un portal interdimensional.
    Pasan varios capítulos entre este hecho y el retorno, primero de un adolescente Connor y luego del mismísimo Holtz; el tiempo pasaba de manera distinta en el lugar donde habían estado ambos y durante su estadía allá, Holtz hizo creer a su hijo adoptivo que Angel y Angelus eran la misma persona. Por otro lado, Wolfram y Hart hace todo lo que está a su alcance para llevar la situación a su propio provecho, primero tratando de comprar los servicios de Holtz, luego ofreciéndole su apoyo al díscolo hijo quien asegura que Angel aún es malvado. Este tercer año ofrece, quizás, el mejor final de temporada de toda la serie (evento que no contaré, obvio).
Cuarta temporada: Hasta el momento, a mi parecer, ésta es la temporada más compleja de toda la serie. Me atrevo a afirmar lo anterior al considerar lo elaborado de su guión, el que presenta numerosas “vueltas de tuerca”, que van desarrollando en crescendo una línea argumental unificadora que terminará en un impactante desenlace final. El conflicto de este cuarto año de vida de la serie es lo suficientemente elaborado como para confundir al espectador acerca de qué es lo que realmente está pasando y sobre quién en verdad se encuentra detrás del conflicto en el que se encuentran nuestros héroes. Sólo casi al final de la temporada se revela la identidad de la Némesis de esta temporada, confrontación que si se considera las anteriores de este programa como las de su serie madre (Buffy, the vampire slayer), es única en su particularidad, inolvidable y con un final digno de antología.
    El comienzo de la temporada está profundamente ligado a la conclusión de la anterior. Eventos importantes e increíbles que no deseo mencionar para un posterior disfrute mayor de quien vaya a verlos más adelante; sólo diré que una vez que estos sucesos ligados a la temporada anterior recién comienzan a resolverse, aparece la figura de la Bestia, un aterrador demonio muy parecido a la imagen característica de Satanás que comienza a devastar la ciudad de Los Angeles, trayendo la noche eterna a la metrópolis con lo que el lugar se convierte en el “sitio preferido” de demonios y vampiros. A medida que el tiempo comienza a transcurrir, Angel y sus amigos se enteran de que la Bestia está relacionada de cierta forma con Angelus y que sólo si Angel vuelve a perder nuevamente su alma, para que vuelva Angelus, se podrá salvar el mundo. Por otro lado, también sale a la luz el conocimiento de que la Bestia sirve a un ser mucho más poderoso que él y que toda la masacre que está cometiendo es sólo para preparar la llegada de su señor. Paralelamente a estos eventos, en Cordelia comienza a desarrollarse una extraña actitud que empieza a tener consecuencias negativas para Connor, el hijo de Angel, quién se ha enamorado de ella. Estos dramas confluirán hacia la aparición de Jasmine, un antiguo Poder, que estará a punto de dominar por completo el planeta.
    Resulta tentador contar detalladamente los hechos de esta cuarta temporada, varias tramas paralelas y sucesivas tan interconectadas, pero mi intención no es la de quitarle la gracia a quién más adelante querrá descubrirlo por su cuenta. Sólo diré que al terminar este cuarto año, Angel y compañía abandonan el antiguo hotel donde trabajaban y convierten nada menos que ¡El edificio de Wolfram y Hart en su nuevo cuartel! Claro que con la sospechosa venia de sus antiguos dueños. Sin duda, difícil tarea superar lo logrado hasta aquí.

Quinta temporada: Luego de los sucesos acaecidos en el final de la temporada anterior, Angel y los suyos se encuentran al mando de las oficinas de Wolfram y Hart, situación a la que poco a poco deben ir acostumbrándose, pues están en tierra extraña y maligna a la que por supuesto desean purificar. Cada uno del grupo se encarga de una sección de la empresa, teniendo cientos de empleados a su cargo, unos humanos, otros no. Cuando comienza ya a desarrollarse el conflicto del sentimiento de culpa por haber hecho algo así como un “pacto con el Diablo”, del que sólo Angel sabe la verdad, aparece Spike, quien supuestamente había muerto (por segunda vez, claro) tras haber salvado al mundo durante los últimos sucesos de la pelea de Buffy Summers contra el Primero. Originalmente Angel se niega a tener que recibir a su ex amigo y ex contrincante, pero ahora que éste es otro Campeón, poco a poco tiene que adecuarse a la nueva situación. Además no todo el mundo ve con buenos ojos que Angel y los demás tengan su cuartel en un lugar non sancto como Wolfram y Hart, entre los que se encuentra Spike, por lo que se va a vivir a otro lado.
    A su vez, una vieja profecía, la de la Shanshu (de la que se había hablado al final de la primera temporada) vuelve a tomar importancia acá, pues ahora hay dos vampiros con alma, dos vampiros buenos que están ligados a la salvación o condenación del mundo y ahora ya no se sabe quién es realmente el elegido. Es entonces que una nueva confrontación aparece entre estos dos antiguos compañeros de juergas: no sólo aman o amaron a la misma mujer, sino que además compiten ahora por recuperar su humanidad. Paralelo a esto, se encuentra la figura de Eve, una cínica joven que hace de intermediaria entre Angel y los suyos con los llamados Socios Mayoritarios y quien parece tiene sus propios intereses. Esta quinta (y de seguro última temporada) posee varios capítulos independientes, lo que recuerda a la primera temporada, además de estar ligada en numerosas partes a este primer año. La reaparición de Lindsay, por ejemplo, antiguo enemigo de Angel, el que había escapado de Wolfram y Hart supuestamente con deseos de salvación. El retorno de la tonta y bella vampira, ex amiga de la escuela de Cordy, Harmony, la que ahora es nada menos que la secretaria personal de Angel (y tiene un capítulo dedicado por entero a ella, muy bueno, por cierto). También no se puede dejar de lado el famoso capítulo Nº 100, You Are Welcome, con el retorno de Cordy y un bello homenaje al desaparecido Doyle.
    Hay en general muchos excelentes e inolvidables capítulos unitarios, algunos de ellos relacionados al universo de Buffy y Angel y sus últimos acontecimientos, como los es Damage, en el que aparece una Cazadora esquizofrénica y con la llegada de Andrew que viene tras sus pasos, ahora convertido en un joven Observador, nos enteramos del destino de Buffy y su grupo.
    Bueno, para no haber tanto material, a diferencia de su serie madre, ésta me ha dedicado ya bastante tiempo. Las recomendaciones y halagos están de más, si bien una vez viéndola uno se puede hacer su propia opinión. Si se considera todo lo anterior, luego de haberse terminado Buffy, es lamentable para el seguidor que tan rápido se acabe la única serie que estaba quedando al aire y que diera material sobre un ya tan bien formado (y querido) universo como lo es éste. Habrá que esperar a lo que nos depara el destino; mientras tanto, los que saben inglés ya pueden encargar las novelas y comprar y/o arrendarla en DVD.

¿Es Stephen King un autor feminista?

                                      

      He aquí una famosa cita de uno de los mejores libros de Stephen King; no sólo debido a la originalidad de su trama, sino que también por su enorme calidad literaria como por la profundidad de su temática: "A veces lo único que le queda a una mujer es ser una perra”.
     El título de la novela en cuestión es Dolores Claiborne y más adelante me permitiré analizarlo en profundidad, pues será parte fundamental de este artículo.
    Que un autor de sexo masculino provoque que uno de sus personajes haga tal declaración podría significar, a los ojos de cualquiera, una opinión marcada por un sentimiento misógino y claramente machista… pero no es así. ¿Qué significa esta frase en su contexto? Estas palabras quieren decir que cuando alguien, específicamente una mujer, no tiene a nadie más a quien recurrir para sobrevivir, no le queda nada más que actuar al igual que el animal que cuida de sus cachorros, ponerse duro frente a la adversidad y resistirse hasta las últimas consecuencias: sobrevivir.
    Si tomamos en cuenta lo último y nos vamos a la biografía de nuestro autor favorito, específicamente a su infancia y juventud, podemos encontrarnos con un detalle que marcará toda la vida de Stephen King y que además plasmará su visión respecto a las mujeres (pensamiento que mostrará en el desarrollo de sus personajes femeninos). Stephen King fue hijo de una madre abandonada por su marido, quien también mantenía a otro hijo, aunque adoptado. Su padre en una ocasión salió de casa para comprar cigarrillos y nunca más volvió. Ruth Pillsbury King, la heroica madre, tuvo que salir adelante con dos niños pequeños por si sola, para darles a estos no sólo educación y alimento; sino el amor que nunca les faltó y que le otorgó una formación espiritual que más tarde se distinguiría en las obras del propio King. Posteriormente, durante sus años universitarios, el por entonces aún escritor aficionado, conocería otra mujer, Tabitha, quien se transformaría en su esposa y la madre de sus tres hijos; siendo además la segunda mujer más importante en toda su existencia.
    Fue la madre quien le enseñó el valor del sacrificio frente a la adversidad, con su propio ejemplo, mientras que Tabitha fue la responsable de apoyarlo durante los difíciles primeros años de matrimonio; cuando King apenas lograba juntar dinero suficiente para mantener a su familia. En muchos ejemplos, una esposa no vacilaría en negarle a su marido sus sueños, optando por lo más inmediato, pero al menos King tuvo la suerte de encontrarse con alguien que en vez de opacarlo, siempre lo apoyó. Stephen King, pese a las penurias económicas seguía escribiendo, ocupando tiempo precioso en vez de conseguir un trabajo más estable; sin embargo lo poco que sacaba por las ventas de sus cuentos a revistas, a veces le servía para pagar una que otra cuenta. Tabitha era testigo de esto y no dejaba de alentar a su esposo, y así fue como gracias a ella, King logró vender su primera novela, Carrie, pues como cuenta la anécdota, ella rescató del tarro de la basura el desechado manuscrito del que King había renegado. Luego lo convenció de hacerle unas cuantas mejorías y así fue como todo comenzó a ir de mejor a mejor. Hoy Tabitha es la primera en revisar sus textos, y la más ferviente y objetiva crítica de cada una de sus nuevos proyectos.
    Al considerar estos dos modelos de valiosas mujeres, no es raro encontrar en la literatura de King a personalidades femeninas con similar fuerza de espíritu, aguerridas y constantes en sus ideales. Ya desde ya su primera novela, Carrie, se observan prototipos de mujeres de fuerte carácter y muy bien delineadas en cuanto a la verosímil construcción de sus personalidades. En muchas ocasiones, en King, será un personaje femenino el que tendrá el mayor peso de la trama, el personaje que se convertirá en el héroe anónimo de turno o uno de los principales responsables en que el protagonista masculino puede sobrellevar los difíciles momentos a los que se enfrentará.
     Por lo general, los personajes femeninos de King siempre destacarán por un cierto aire de heroínas trágicas, seres que a veces llegarán a aprovechar los elementos masculinos de su interior pero sin perder su feminidad. Ya con Carrieta White, la adolescente protagonista de su ópera prima se presenta a una niña-mujer que solitaria debe enfrentarse a un mundo hostil y desconocido, para romper con el cerco moralista y opresor que otra mujer le ha impuesto: su enfermiza madre. El proceso de maduración y consolidación de la autenticidad por el que pasa esta joven es tal, que al darse su triste desenlace, el lector quisiera un destino mejor para la desgraciada protagonista. He aquí que no es difícil ignorar la empatía y compasión del autor hacia este tipo de mujeres; vidas difíciles que presenta en sus narraciones para que sepamos valorar a quienes tenemos a nuestro lado.
     Así como la propia madre de King destacó por sus grandes virtudes maternales, en los libros y cuentos suyos se las puede identificar a estas extraordinarias mujeres sin mayores problemas. En su segunda novela, El Resplandor, es una madre quién tiene que vérselas contra la increíble maldad acumulada en un inmenso hotel, la que ha llegado a contaminar a su marido; de este modo, Wendy Torrance, encerrada bajo toneladas de concreto y rodeada por un vasto paisaje invernal, hará todo lo posible para salvar su vida y la de su hijo. He aquí el tópico de la mujer sola contra el mundo que aparecerá en los posteriores trabajos de este escritor en los años venideros.
     Pero será otra madre la que lejos destacará como, quizás, uno de los mejores personajes femeninos de King: Dolores St. George, nombre de casada de Dolores Claiborne, protagonista de la novela homónima. Hasta el nombre resulta simbólico, con lo que King sigue una larga tradición literaria de proyectar en los nombres de los personajes sus virtudes o defectos. Dolores, cómo no olvidar las penurias por las que debe pasar esta mujer para por fin conseguir la felicidad, y lo que es más importante para ella, obtener la de sus hijos. La protagonista de fuerte carácter tendrá que salir airosa a un matrimonio con un degenerado y alcohólico marido. Pero Dolores no estará sola en sus miserias y triunfos, pues la acompañará su amiga Vera Donavan, con quien hasta su triste final compartirá el conocimiento de que a veces a una mujer no le queda más que ser una perra para sobrevivir y serán cómplices de sus más oscuros secretos. En estas dos endurecidas mujeres por tal verdad, el horror de lo cotidiano y la belleza del valor humano, se encuentran símbolos literarios de nuestra frágil pero victoriosa humanidad.
    Durante la misma fecha en que King publicó Dolores Claiborne, a principios de la última década del siglo XX, apareció otra novela con protagonista femenino bajo su pluma. Me estoy refiriendo a la macabra historia de El Juego de Gerald, una novela que guarda estrecha relación con las vicisitudes de Dolores Claiborne. Aquí ya no es una mujer tosca quien se ve obligada a convertirse en una perra, sino la sofisticada y hermosa Jessie Burlingame (otra vez el apellido encierra una especial significancia con la protagonista, por “game”, juego en inglés, en referencia tanto a los juegos eróticos de ésta y su esposo como por los juegos mentales de los que se valdrá Jessie para sobrepasar su extraño cautiverio). Ésta se encuentra sumida en el oscuro viaje interior al que su también marido la ha arrastrado, al esposarle ambas manos en la cama que compartían en su apartada cabaña de veraneo. Durante los sadomasoquistas juegos sexuales de esta pareja, el marido muere frente a los ojos de Jessie, quien no cuenta más que consigo misma para salir de en medio de la situación en la que se encuentra.
    A medida que el tiempo transcurre, y el tormento de Jessie aumenta, una serie de voces femeninas comienza a cobrar vida en su mente; al igual que el antiguo coro de las tragedias griegas, estas voces que responden a personalidades de otras mujeres que en el pasado tuvieron algún tipo de relación con la protagonista, representan el inconsciente colectivo de nuestra humanidad. Las virtudes y miserias de su vida pasarán frente a sus ojos permitiendo que Jessie se reencuentre consigo misma, y además logre perdonarse/redimirse luego de años de cargar con el duro peso de un oscuro incidente de su niñez. Por otro lado, las voces femeninas que le acompañan durante su martirio interior, fácilmente podrían ser identificadas como la humanidad fragmentada en sus múltiples aspectos, de toda mujer. Frente a esto último, podemos recordar lo que King dice en el libro:

“Las mujeres solas en la oscuridad son como puertas abiertas…y si ellas se desgañitan pidiendo auxilio, quién sabe qué turbaciones pueden suscitar”.

    Entre este último libro y el anterior, su autor establecerá en sus páginas un increíble nexo que unirá los destinos de Dolores y Jessie como hermanas frente a la tribulación. Ambas sufren como víctimas de un mundo hecho por los egoísmos masculinos y su brutalidad. Sin embargo, es el lector quién tiene que descubrir esta confraternidad de sangre entre ambas protagonistas.
    En 1995, sale a la venta El Retrato de Rose Madder, la historia de Rose Daniels, quién luego de sufrir por años los martirios inducidos por su psicópata marido, inicia en su caso un viaje físico que la llevará a otra ciudad, a conocer nuevamente la independencia, y a encontrarse con el extraño retrato de una mujer en un prado: Rose Madder. Mientras Rose Daniels reemprende su vida, conoce a un grupo de mujeres que viven en un refugio para féminas maltratadas que se convertirán en su compañía, y hace lo posible por deshacerse de una vez por todas de su ex esposo que no la quiere dejar tranquila. Entra en contacto con el mundo de lo sobrenatural del cual la pintura que ha comprado es uno de sus portales. La figura del cuadro es nada menos que la representación del cúmulo de rabia, odio y frustración de cada una de las mujeres que ha tenido que vivir en carne propia la incomprensión y la violencia de los hombres responsables de todas las tragedias por la que la historia ha pasado. La extraña Rose Madder será entonces el alter ego de la otra Rose, y a través del ajustamiento de los actos criminales de Norman Daniels (actos repudiables que tantas mujeres sufren diariamente de forma continua y anónima, sin siquiera una fuerza vengadora que las salve y repare esos actos cometidos contra ellas) se estarán de una forma equilibrando los principios femeninos y masculinos, así como también purificando del holocausto a todas estas silenciosas víctimas.
     King nunca hace de sus personajes del otro sexo a seres planos, ni unidimensionales; aparte de los ejemplos ya nombrados, es fácil encontrarse con seres complejos, llenos de aristas ricas en múltiples lecturas. Un buen caso es lo que se presenta en la figura de Odetta Susannah Holmes, parte del grupo que acompaña a Roland de Gilead durante su camino hacia la Torre Oscura, en la famosa saga con este mismo nombre. Cuando al final del primer tomo, a Roland se le informa a través de las barajas del tarot que uno de sus compañeros será La Dama de las Sombras, no se le está dando un título gratuito a dicho personaje; puesto que además de ser una mujer de raza negra, en esta persona conviven de forma caótica la personalidad de dos mujeres: una pacífica, dulce y complaciente (Odetta) y la otra peligrosa, violenta y resentida (Detta Walker). Antes que se reestablezca la armonía en el interior de esta mujer dividida y aparezca una Susannah que llevará dentro de sí lo mejor de los anteriores temperamentos, se dará testimonio de la lucha interna que todo individuo lleva dentro de sí. Por medio de este personaje, Stephen King juega con la ambivalencia y las contradicciones del espíritu humano. Sólo el amor y el autosacrificio son capaces de superar esta enfermedad de nuestras almas y por eso por fin logra surgir una Susannah ya lavada de sus pasados tormentos. De este modo, se ha producido la aceptación de uno mismo y se ha dejado de tirar al basurero del inconsciente las vergüenzas personales, tal como la misma Jessie Burlingame aprendió a hacerlo luego de su experiencia en la soledad de su cabaña de veraneo.
    Si bien Susannah fue capaz de conseguir la redención, no resulta así con otro famoso y poderoso personaje (esto último en cuanto a la especial configuración que hace Stephen King al crearla) como resulta ser Annie Wilkes, la psicópata de Misery. He aquí una mente femenina totalmente retorcida, en la que convergen de forma a veces hasta caricaturesca, pero sin perder nunca su tenebroso realismo, lo peor de toda mujer. La Wilkes es para su victimario, el escritor de novelas rosa Paul Sheldon, la madre castradora que lo castigará por sus “pecados”. Resulta imposible olvidarse de los momentos en los que esta ex enfermera demuestra su desequilibrio en pequeños pero significativos detalles, aparte de las numerosas atrocidades que comete, con lo que en esta ocasión los papeles se invierten y la figura de la mujer por esta vez llega a encarnar el monstruo interior que todos llevamos dentro. La pérdida de los valores morales y de una conciencia capaz de frenar los impulsos bestiales, son los responsables de que seres como Annie Wilkes anden entre nosotros, ocultos bajo la máscara tierna de sus semblantes engañosos.
    Aunque no se le puede poner dentro del mismo grupo de abominaciones humanas a Roberta Anderson, la dura mujer que aparece en Los Tommyknockers, de algún modo este personaje nos recuerda a Annie Wilkes y Odetta Walker en su carácter férreo y rudo. Una personalidad que raya en la androgenia, debido a su masculinidad, es lo que la hace uno de los pocos individuos, junto a Jim Gardener, en resistirse aunque sea por un tiempo a los malignos influjos de los alienígenas que asolan al pueblito de Heaven (bueno, aparte de las tapaduras metálicas que lleva en su dentadura, que hacen de barrera contra el dominio mental de estos). He aquí a otra mujer resistiéndose a las vicisitudes de la vida, al mal, tal como muchas otras de ficción y reales, por mucho que no salga bien parada en el final de sus días. Pero la fuerza de voluntad femenina de Roberta no es la única entre sus pares en Heaven, también está la mujer policía Ruth McCausland, con quién comparte muchos aspectos, aún cuando ambos personajes nunca logran cruzarse a lo largo de esta inmensa novela.

    Esta voluntad de vivir y temperamento avasallante, destacará mucho mejor en el caso de la joven soltera embarazada de la novela corta El Método de Respiración, Sandra Stansfield. Aquí el escritor trata los antiguos prejuicios tradicionalistas de la sociedad puritana norteamericana, bajo los cuales una desamparada mujer como ésta debe luchar para sobrevivir y defender su derecho a ser ella misma. Al igual que Dolores Claiborne y Wendy Torrance, Sandra Stansfield dará hasta su propia sangre por su descendencia.
    Aún cuando una novela de corte épico como lo es The Stand (Apocalipsis o La Danza de la Muerte en castellano), está poblado de numerosos personajes, entre ellos al menos unas tres mujeres jóvenes que serán de vital importancia en el desarrollo de los acontecimientos de esta novela-río (por cuanto aquí se nos cuentan varios sucesos aislados de varios individuos que tal como los ríos al final se juntan en un mismo punto: el mar). Será una anciana la que se convertirá en el mayor y más fuerte personaje femenino de esta obra: la centenaria Madre Abigail, una mujer negra que hace de representante de Dios para las huestes del Bien, en un mundo desolado por la devastación, tiempo antes de la lucha final contra la encarnación del Mal puro que es Randall Flagg. Esta vieja sabia y bondadosa es el cúmulo de lo mejor del espíritu humano y de las mujeres mismas; una santa que iluminará a cada uno del resto de los sobrevivientes de la catástrofe mundial abanderados por el bien. Bajo la figura de la Madre Abigail, King deposita su educación religiosa al hacer de este personaje su versión personal de los héroes bíblicos y santos medievales, con lo que el mundo casi maniqueísta de The Stand se completa y también complementa al lado de la malévola figura de Randall Flagg. Pese al carácter inmensamente espiritual de esta mujer, el personaje en cuestión nunca pierde su humanidad. Una vez que se produce el desenlace respectivo para el personaje de la Madre Abigail, resulta difícil no emocionarse frente a la fragilidad y belleza interna de esta maternal heroína; con su despedida, la anciana deja “libres” a sus numerosos hijos para que recuperen el dominio sobre la Tierra y sean lo suficientemente maduros como para emprender solos el viaje que los llevará hasta la Guerra Santa contra el Mal.
    Aún cuando considero que lejos el mejor personaje femenino de King es la mismísima Dolores Claiborne, no puedo dejar de lado a la niña piroquinética de Ojos de Fuego, Charlie McGee, la verdadera heroína de esta novela. Que un autor hombre conozca lo suficiente a las mujeres como para crear con gran verosimilitud tantos personajes femeninos tan llenos de humanidad, resulta plausible a la hora de demostrar su maestría como narrador; sin embargo, esta dote literaria se muestra acrecentada por su capacidad de “darle vida” a una pequeña mujercita bajo cuyos hombros deposita gran peso del conflicto presente en esta novela. Charlie no sólo es creíble como niña que se ve obligada a madurar antes de tiempo, sino que también se constituye en uno de los mejores ejemplos de tantos personajes infantiles de este escritor. Junto con la otra pequeña heroína que resulta ser Trisha McFarland en La Chica Que Amaba a Tom Gordon, Charlie McGee resulta ser un símbolo no sólo de la mujer, sino también de todo representante del género humano que pese a los infortunios y a las pruebas de la vida, es capaz de superar los obstáculos para salir sin mácula, sin corrupción alguna adelante.
    Que un hombre trate a sus personajes sin ánimos de sexismos ni prejuicios, creo, dice mucho acerca de su persona. En uno de los tantos documentales que se han hecho sobre King, se contaba que poco después de la muerte de su madre, a sólo días de que se publicara su primer libro, se enteró que el dinero que ésta le hacía llegar para ayudarlo a él y a su familia durante los días de adversidad, muchas veces correspondía a lo único que ella tenía; por esta misma razón, la madre de Stephen King en más de una ocasión se quedó sin nada para ella. No cuesta imaginarse el dolor de Stephen King al enterarse de esto, quien poco después se transformó en un multimillonario… De este modo, en cada mujer que crea este autor, en cada ejemplo de maternal humanidad que recrea en sus páginas, tal como en Dolores Claiborne, es fácil darse cuenta del homenaje que hace a la memoria de su madre (bueno, esta misma novela se la dedicó a ella).
   No se le puede catalogar como a un autor feminista, puesto que esta ideología también cae en la exageración y un partidismo sexista, aparte de que resulta más que contradictorio ser hombre y feminista a la vez. Pienso que lo que hace King en sus textos es darle simplemente a la mujer el papel que le corresponde, el de compañera, madre, hermana y amiga; el de valuarte de las virtudes que todos llevamos como especie humana y que según sea el sexo, toma su particular forma.

China Miéville y su Estación de la Calle Perdido.

                    

1. Palabras preliminares.

    En lo que va del año he tenido el gusto de leer grandes obras literarias.  Recuerdo especialmente con mucho cariño y admiración Historia del Rey Transparente de Rosa Montero, El Traje del Muerto de Joe Hill, El Plan Infinito de nuestra Isabel Allende, Historia de Mayta de Vargas Llosa y el tan postergado y por fin disfrutado Aventuras de Arthur Gordon Pym de un Poe al que nunca dejaré de considerar como a un verdadero maestro.  Siempre cuento que a finales del año pasado tomé la decisión de leer literatura de lunes a viernes durante mis viajes, y cómics en casa y los fines de semana, de este modo mis lecturas varían y no dejo tampoco de disfrutar del llamado “noveno arte” al que le estoy dedicando una parte interesante de mis inversiones. 
    Con todo lo que he leído durante estos meses, tengo para horas y horas de comentar con mis amigos aquello que me hace feliz, compartir con gente inteligente tantas buenas historias, analizarlas y aprender también de ellos a lo largo de nuestras charlas en esta costumbre de dialogar acerca de la apreciación del arte que nos fascina.
    Pero el último que leí (hoy comienzo por fin Los Niños del Brasil de Ira Levin) es la obra que en estos momentos sigue revoloteando en mi mente, con sus particulares personajes y su paisaje tan maravilloso como también espantoso.  Debo agradecerle especialmente a mi querido amigo Marcelo López por habérmelo recomendado.  También si pudiese viajar en el tiempo al año pasado cuando me lo compré en la módica suma de tres lucas en esa ya de culto Librería Chilena, me habría encantado adquirir algunas copias más para regalar esta novela a algunos de mis amigos; y que pudiesen apreciar mejor la desbordante imaginación de su autor (y como el viaje en el tiempo que yo sepa aún no se “inventa”, estoy obligado a prestarles mi libro),
     Bueno, mientras tanto acá va este texto que espero sirva como introducción en la narrativa de quien es hoy considerado como uno de los autores jóvenes más prometedores en cuanto a ciencia ficción y fantasía.

                             

2. ¿Quién diablos es China Miéville?

    Este señor de nombre tan inusual (no usa pseudónimo) es un autor inglés que tenía alrededor de 26 años cuando irrumpió en la industria editorial con su libro El Rey Rata en 1998 (una variación del cuento clásico de el Flautista de Hamelin).   Miéville nació en el año del Señor de 1972 en Londres.  Su particular nombre no se refiere tanto al país de Mao, si no que más bien corresponde a una palabra que en jerga cockney significa “amigo”.  Miéville desde pequeño demostró interés por las historias de aventuras extraordinarias y con mundos y personajes exóticos, siendo un asiduo lector de revistas literarias de ciencia ficción y fantasía, como también de cómics.
    Los ya avezados lectores del género literario creado por otro inglés[1], muy bien sabemos del compromiso social que posee este tipo de obras a la hora de denunciar problemáticas sociales y descifrar también el corazón humano con todas sus bellezas y horrores.  Por esta razón es que muchos escritores y escritoras del género demuestran una especial inclinación a los temas de esta índole.  Es así como China Miéville aparte de fantasear con tanta criatura alienígena y mujeres en trajes desbordantes, ha dedicado parte de su vida a la política, formando parte del partido de la Alianza Socialista de su país y postulándose en elecciones políticas.  En las votaciones de 2001 le fue bastante mal, sin embargo no deja de participar en manifestaciones políticas, a la par que escribe sus fabulosas obras como la que en este momento dedica mi atención.
    Antes de ir de lleno a la obra que motiva mi trabajo, quiero contar que Miéville ha ganado numerosos premios literarios de la especialidad, como lo son el Premio Arthur C. Clarke y el Augusth Derleth del 2001, el Kurd Lasswitz Award y el Ignotus del 2002. También cabe destacar el Amazon.com Editors' Choice, Fantasy 2001. Asimismo fue finalista del James Tiptree 2001, el BSFA del 2000 y el Hugo 2002.   Todo lo anterior sólo por su segunda novela La Estación de la Calle Perdido.
   Su tercera novela, La Cicatriz (ambientada en el mismo mundo de La Estación de la Calle Perdido), fue condecorada con los premios Locus de Fantasía del 2002, el August Derleth del 2003 y recibió nuevamente el Amazon.com Editors' Choice, Fantasy 2002. También, fue candidata al Philip K. Dick del 2002 (se le concedió la mención especial), al Arthur C. Clarke y el Hugo del 2003.

3. Argumento, análisis y comentarios personales de La Estación de la Calle Perdido.

     Puedo comenzar este apartado contando que en su nombre en inglés, este libro lleva la palabra “Perdido” en castellano, quizás una manera de acentuar el carácter de exótico del libro (¿Quién puede negar lo atractiva que es nuestra amada lengua hispana para los anglosajones y otros, considerando toda su carga semántica sinónimo de estos tierras ya maravillosas que eran para los colonizadores el llamado “Nuevo Mundo”, con toda su flora, fauna y culturas tan impresionantes?).
    El libro abunda en una descripción rica en detalles, ya sea tanto para ambientar los eventos en un mundo heterogéneo tan lejos y tan cercano a la vez al nuestro, como a la hora de referirse en especial a cada una de las razas que pululan por sus páginas.  Miéville posee la capacidad de crear seres tan formidables en su aspecto como en su psicología, basándose en la real zoología, pero dándole una cuota de fantasía tal que verosimilitud y maravilla se conjugan con una poesía que muy bien lo acerca a la de autores como Orson Scott Card, Bradbury y Ursula LeGuin.  Dentro de esta creación de criaturas, la belleza y el horror conviven, pues el autor es capaz de dar vida a los seres más extraordinarios, entre ellos algunos de los monstruos más inolvidables de la narrativa actual.  Además es ducho a la hora de presentar la psicología de sus personajes, otorgándoles una humanidad con la cual resulta imposible no sentirse cercano a sus aventuras y dilemas.   Por ende, esta novela es una obra no sólo que destaca por la creación de un mundo tan genial como lo es Nueva Crobuzon, si no que también es libro de situaciones y de personajes.  Es una obra completa en sí misma y que nada puede envidiar a lo que han logrado autores gracias a sagas enteras como la de Fundación de Asimov, El Señor de los Anillos de Tolkien y otros.
    La novela que posee más de ochocientas páginas está ambientada en el mundo de Bas-Lag, una tierra que en ningún momento se explica si corresponde a nuestro planeta en el futuro o forma parte de otro sistema solar, dimensión o cualquier otra explicación a la que estamos acostumbrados.   Es un lugar vasto, uno de cuyos continentes y/o ciudad gigantesca es Nueva Crobuzon.  Éste es un sitio lleno de razas inteligentes de todo tipo (cada una tan formidable en su forma como en su fondo), entre las cuales la de los humanos es una de muchas (más abajo hay un apartado a las razas más destacadas de la novela).
    Los ciudadanos de Nueva Crobuzon viven dominados por una espantosa dictadura que vela tanto por su seguridad, como por mantener el status quo impidiendo cualquier manifestación de rebeldía política o legal (pese a que en la metrópolis los crímenes organizados o no, la prostitución, la corrupción, la drogadicción y la miseria son parte del pan de cada día).   El control del alcalde Rudgutter con sus fuerzas armadas llega a tal punto, que el castigo por cualquier crimen llega hasta sobrepasar la dignidad del supuesto delincuente, por medio de una técnica científica y punitiva basada en la manipulación genética y cibernética de estos, quienes luego llamados rehechos toman aspectos realmente horrorosos relacionados con su crimen (en el libro se cuenta el caso de una madre que en un arrebato de locura, lanza a su bebé desde varios metros y luego de ser ajusticiada, le injertan los brazos de su hijo muerto en la cara).  Pero esta modificación del cuerpo también la usan mafiosos, mercenarios y militares para sacar provecho de sus “mejorías”.
    Por otro lado, en el escenario del libro conviven la más absoluta miseria en medio de escombros, parásitos y enfermedades, con la más absoluta opulencia de unos pocos, a manera de antiutopía.  Pero no solo una ciencia y tecnología desbordantes abundan en estos dicotómicos parajes, pues también está el dominio de la magia (considerado el Nueva Crobuzon como una importante disciplina de estudio y uso) y que acá recibe el nombre de taumaturgia, habiendo cátedras universitarias de esta disciplina; a su vez en muchas actividades se mezclan loa conocimientos científicos más sofisticados con la llamada taumaturgia (existiendo procedimientos y tecnologías híbridos de estos dos).   El tema de la magia en el libro llega a su máxima expresión, cuando aparece nada menos que el embajador del Infierno en Nueva Crobuzon y se explica detalladamente la escena donde ocurre este particular encuentro.
    Tanta raza entremezclada en la novela, implica también una presencia de un politeísmo abundante, si bien el tema teológico no toma mayor relevancia en el argumento de la obra.   Cada cultura posee su propio credo, el cual muchas veces es compartido por otras especies en el culto.  Esta comunión extrema entre razas y culturas tan diversas llega a puntos insospechados, habiendo incluso sexo y prostitución entre especies.
    El protagonista del libro es Isaac Der Grimnebulin, un científico especialistas en conocimientos aún demasiado poco ortodoxos para el mundo en que vive, quien trabaja como independiente, pese a sus colaboraciones con la Universidad de Nueva Crobuzon.  Isaac es un paria entre los suyos, quien vende su talento al mejor postor y comparte con personajes de dudosa moral.  El científico a su vez mantiene una relación amorosa prohibida con Lin, una artista que resulta ser una khepri, una encantadora hembra de una raza de mujeres insectos; la relación entre ambos que en una primera instancia se muestra como una morbosa atracción entre dos seres originalmente incompatibles desde el punto de vista orgánico, resulta ser un lazo emocional verdadero, donde la mente  lógica de este hombre demuestra ser capaz de adaptarse a la psiquis alienígena y más emocional de la khepri (en otras palabras Der Grimnebulin es un individuo lo suficientemente complejo como para albergar dentro de sí numerosas aristas que lo hacen sobrepasar el gastado prototipo del “científico loco” que un escritor menos virtuoso de ciencia ficción hubiese puesto en su historia).
    Considerando la larga extensión del libro, transcurren más de cien páginas cuando recién se detalla el primer conflicto dentro del libro y mucho más aún para que se aclare el verdadero acontecimiento que tendrá todas las tramas argumentales paralelas entrelazadas.   Isaac lleva su vida profesional y amorosa con la costumbre del que lleva una vida confiada y de la que se siente más que seguro.  Todo muy bien, hasta que a su puerta llega un extraño personaje, Yagharek (uno de los personajes más emblemáticos de un libro cargado de seres memorables), quien contrata sus servicios para que le devuelva la capacidad de volar; éste pertenece  a la raza de hombres pájaro garuda, y ha perdido su naturaleza aérea debido a un secreto crimen que cometió.   Es entonces que intrigado por la curiosa petición de su nuevo cliente, quien llegará a convertirse en su gran amigo, como también seducido por el oro que éste le entrega, que Isaac comienza una carrera contra la naturaleza y lo imposible buscando nuevas fuentes de energía para conseguir su empresa. 
    Entre medio de sus investigaciones se dedica a estudiar todo tipo de animales voladores, pero durante su trabajo ocurre un accidente que provocará no sólo en su vida, si no que también en la de todos los habitantes de la ciudad, una tragedia de horrores cuasi lovecrafnianos.   Como Isaac es el responsable indirecto de las muertes, la locura y el miedo que comienzan a asolar Nueva Crobuzon, toma la heroica decisión de combatir por su propia cuenta la tragedia que llegó a la metrópolis.  En su cruzada se le unen un grupo de personajes variopintos, entre los que está el mismísimo Yagharek.  Pero Isaac y los suyos no son los únicos que andan detrás del horror que está haciendo de las suyas, si no que también existen otros intereses involucrados, de modo que la narración se va repartiendo entre un grupo y otro.
   Mi intención no es la de contar la trama completa de libro y quitarle la sorpresa al posible lector, si no que entusiasmarlo hablándole de lo que a mi parecer es una de las grandes obras del género de los últimos años y que de seguro se convertirá con el paso del tiempo en todo un clásico; por esta razón sólo abordo acá las líneas argumentales generales, de modo que quien quiera saber más por su propia cuenta, se acerque mejor al libro mismo.  Sólo diré respecto al final que me pareció sobresaliente, pese a que la novela no concluyó como a mí me hubiese gustado y eso se lo agradezco mucho a Miéville: que haya terminado su historia lejos de los convencionalismos tal como desde un principio diseñó su libro (dicen que la vida no es justa… ¿Por qué razón entonces la ficción literaria debería serlo si el arte mismo consiste en “imitar la vida”?).  Lo que sí me atrevo a decir es que China es un Hijo de Puta con mayúscula, pues el destino final de algunos de los personajes duele tanto como en el desenlace de sagas literarias tan queridas como La Torre Oscura de King o Harry Potter de la Rowling.
   Y por cierto… ¿Por qué razón el libro se llama La Estación de la Calle Perdido? Pues bien, en Nueva Crobuzon existe una red de ferrocarriles que se disgrega a lo largo de toda la ciudad y entre sus numerosas estaciones se encuentra la de la Calle Perdido.  Esta estación viene a ser el centro común de cada una de las líneas de tránsito y es en este lugar que un hecho culminante del libro tiene su desarrollo.  Por otro lado, para una novela de la extensión épica como lo es esta obra, un solo hecho, la petición del garuda Yagharek, provocará tal efecto de dominó en la vida de quienes lo rodean, que dicha acción será como la Estación de la Calle Perdido: el nexo y punto de encuentro para todas las otras historias y vidas del libro.

    
4. De razas y “mostros”.

    Como ya dije, el mundo de Bas- Lag posee una población heterogénea en cuanto a culturas y razas, donde los humanos son una entre tantas.   En el caso de Nueva Crobuzon el poder total lo ostentan los humanos bajo las manos de una cruel dictadura, pero eso no quita a otras especies que posean su grado de autonomía o que vivan sus costumbres sin perder su propia identidad.   Estas razas son pensantes y poseen sus propias religiones, arte, tecnología y otros, aunque bien se da el caso de transculturación y sincretismo entre una raza y otras.   A continuación me referiré en parte a las más destacadas de La Estación de la Calle Perdido.

  • Khepris: Raza insectoide donde los machos sólo cumplen la labor de fecundar a las hembras, desposeídos completamente de conciencia y con forma de grandes escarabajos.  En cambio las hembras corresponden a las pensantes de su especie y son además las que poseen un atributos más o menos humanos, si bien tienen cabeza de insecto sobre un cuerpo medianamente femenino (¿Cómo cresta es posible que un hombre inteligente y “cuerdo” como Der Grimmebulin  tenga sexo con una criatura así, a la que más encima ni puede besar a la boca, pues sus mandíbulas pueden herirlo? ¡Puaj!).  Las Khepri viven en especie de colonias, dentro de edificios confeccionados por la secreción de ciertos gusanos; a su vez son artistas innatas, ya que con una sustancia que producen con sus cuerpos, crean hermosas esculturas.  Entre sus cultos religiosos poseen uno dedicado a los estúpidos machos que las fecundan y entre ellas es habitual el lesbianismo para disfrutar del sexo sin necesidad de procrear.
  • Vodyanois: Especie anfibia parecida a la de sapos antropomórficos.  Poseen la capacidad de modificar el agua a través de sus manos, dándole forma sólida en base a una especie de campo de fuerza que producen; con esto crean objetos y también debido a ello gran parte de los vodyanois trabajan en los ríos y acueductos.  No pueden sobrevivir sin una mínima cantidad de agua que mantenga húmedos sus cuerpos, por lo que los lugares desérticos están vetados para la mayoría de ellos.  A su vez su carácter en general es bien parco.
  • Garudas: Hombres pájaros provenientes del desértico lugar llamado Cymek.  Poseen  rostro de pájaro y unas enormes alas que al extenderlas los hacen verse amenazantes.  Aparte de las alas, también tienen manos, terminando los dedos de éstas y patas en garras.  Son expertos combatientes tanto en tierra como en aire.  No mantienen contacto con otras razas, salvo contadas excepciones.  Hablan un lenguaje poético.
  • Manecros: Raza parasitaria de otras especies inteligentes que se dividen en manecros derechos y manecros izquierdos, poseyendo los primeros la autoridad frente a los otros.  Son similares a manos con cola y acostumbran parasitar a sus huéspedes, dominando por completo su conciencia.  Tienen habilidades psíquicas y además poseen la facultad de producir una especie de fuego líquido con el que atacan, disparándolo desde la boca de sus huéspedes; también pueden volar, lo que hacen al estar unidos a estos.  En Nueva Crobuzon mantienen una escasa población, siendo considerados por las otras especies una oscura leyenda de temer.
  • Cactos: Especie de cactus evolucionados, bastante belicosos y xenófobos.  Mantienen una comunidad aislada llamada “El Invernadero” en plena Nueva Crobuzon, protegidos por una enorme cúpula y manteniendo cierta independencia del gobierno de la ciudad.  Cuentan con enormes espinas en sus cuerpos y en el caso de los cactos que viven fuera del Invernadero, se las pulen, pero dentro de este lugar las mantienen con orgullo.  Sus duros cuerpos son difíciles de herir de gravedad.   Su tecnología es sofisticada.
  • Tejedoras: Gigantescas arañas transdimensionales.  Hablan un lenguaje lleno de metáforas y sus intenciones resultan más que incomprensibles para las otras especies.  Debido a su facultad de pasar de una dimensión a otra, pueden aparecerse de improviso, provocando terror por su propia presencia.   Mantienen a una de su especie a manera de emisaria con el gobierno de Nueva Crobuzon.  Las Tejedoras mantienen un gusto por la estética que responde a patrones que sólo ellas aprecian, lo que las lleva a preocuparse por el “tejido de la realidad”, de modo que si es necesario intervienen en los eventos de Nueva Crobuzon.  Por cierto, en su tronco poseen manos humanas que terminan en largos dedos. Al parecer sólo hay hembras entre ellas.
  • Consejo de los constructos: Inteligencia artificial que surgió por accidente y que se transformó en el Mecadios para miembros de otras especies, quienes mantienen su culto en secreto.  El Consejo habita un enorme basurero, que fue el lugar que le vio nacer.  Sólo le interesa procesar información.  Es capaz de crear impresionantes mecanismos con material de desecho y provocar en otros constructos (máquinas usadas por los ciudadanos de Nueva Crobuzon para cumplir tareas domésticas) la chispa para que surja inteligencia en ellos.  Como el Consejo de constructos es incapaz de articular palabra alguna, usa el cadáver desnudo de un hombre a manera de avatar, hablando por medio de él.
                                                        
5. Dramatis Personae:

    Una novela tan extensa como esta posee numerosos personajes que en mayor o menor medida son desarrollados hasta otorgarles vida propia. Ya he nombrado algunos cuantos, pero aquí va un listado de los más destacados dentro de la novela y que poseen mayor relevancia en el desarrollo de los eventos:

  • Isaac Der Grimmebulin: Comparte el protagonismo del libro con Yagharek.  Es un hombre gordo, con una inteligencia sobredotada, sociable y que se mueve entre el mundo elitista de los académicos y las zonas marginales sin mayor problema (aunque bien se siente mejor entre los habitantes del segundo sector).  Pese a lo que en apariencias se percibe en él, un sujeto hedonista y sin escrúpulos, Isaac es un hombre dulce y con fieles principios como la lealtad y la responsabilidad.
  • Yagharek: A mi parecer, este personaje “se roba la película” en el libro.  Es lejos el personaje más heroico de toda la novela, siendo además uno de los dos narradores de la obra, abriendo y cerrando la novela.  Sobre él pesa una gran vergüenza, lo que le otorga un carácter sublime propio de un personaje de la tragedia griega.  Al principio es reticente a mantener contacto con otros que no sean de los suyos (incluso con el propio Isaac, pese a que contrata sus servicios, apenas habla con él), pero cuando se ve sumido en los trágicos eventos que significan la vida o la muerte para todo el mundo, asume su papel de  la forma más honrosa.
  • Lin: La pareja de Der Grimmebulin.  Lin no es sólo una paria por ser una khepri que se viste de humana y vive entre estos, también lo es entre sus hermanas de raza, pues optó por la independencia intelectual y artística dejando la comunidad a la que están acostumbradas otras khepris. 
  • Derkhan: Esta periodista dedicada a la crítica de arte, en apariencia una mujer frívola, es la mejor amiga de Lin y resulta ser nada menos que una de las responsables del diario clandestino opositor a la dictadura del alcalde Rudgutter.  Es una mujer valiente que se une a la cruzada de Isaac y participa hasta sus últimas consecuencias en ella.
  • Rudgutter: El dictador de Nueva Crobuzon, humano y poderoso.  Controla toda la ciudad con mano de hierro y no vacila en castigar a los que se oponen a sus designios.  Es despiadado y posee facilidad de palabras como para tener acuerdos con seres tan extraños y peligrosos como lo pueden ser los mismos demonios del Infierno y la Tejedora. Luego de Isaac y sus compañeros, es la segunda fuerza que trata de controlar los eventos que asolan la ciudad (pero no tanto por preocupación de sus ciudadanos, si no que para sacar provecho de ello).
  • Motley: Mafioso, líder de la distribución de drogas en Nueva Crobuzon.  Su apariencia es un misterio que muy pocos conocen realmente.  Contrata a Lin para que haga una estatua suya.  La identidad de Motley es lejos uno de los puntos más sobresalientes del libro y las veces en que aparece en la narración (no muchas) es una verdadera delicia para el lector.  Motley es tanto o más cruel que el alcalde, siendo ambos caras de una misma moneda por cuanto cada uno corresponde a la figura de un poder maligno que opera en este caso en el bajo mundo, mientras que el otro a la luz de la política.  Es a su vez la tercera fuerza que trata de sacar provecho de las circunstancias que se convierten en el eje dramático del libro.
  • Lemuel: Contacto de Isaac con los seres más marginales de Nueva Crobuzon y quien le consigue en el mercado negro lo que de otra forma sería imposible.  A Lemuel sólo le interesa sí mismo, pero sin desearlo se ve involucrado en el grupo de Isaac, quien le pide ayuda y le ofrece hasta sus servicios científicos a cambio de apoyo logístico.
  • Pengefinchess: Otra genial creación de la pluma y la imaginación de su autor, que sobresale en el libro, pese a que aparece bien pasada la mitad de las páginas.  De raza vodyanoi, es una mercenaria a la que contrata Lemuel para ayudar a acabar con la desgracia que asola Nueva Crobuzon.  Pengenfinchess trabaja junto con dos compañeros de andanzas, pero del trío que se une a las filas de Isaac, es la única poseedora de luz propia (supongo que lo hizo a propósito su autor).   Posee un acuerdo con una ondina (elemental del agua), que vive en su cuerpo humectándolo y con lo que la mercenaria puede sobrevivir sin problemas en ambientes secos. 



[1] Más bien una inglesa, la señora Mary Shelley en un ya lejano 1817 con su tan inspirado Frankenstein y que más de un siglo después el norteamericano Hugo Gernsback inteligentemente llamaría Ciencia Ficción.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...