viernes, 1 de julio de 2011

Aprendiendo a Amar.


  

Nota: Otro de mis textos de "juventud" de cuando escribía para El Cometa, la publicación que dirigía en la Capilla San Lucas allá por el año 1994.   Cuando releo estos escritos, a veces no sé cómo sentirme, si sentir vergüenza por verme tan ingenuo o darme cuenta de que el Elwin de aquel entonces es el mismo de ahora y que tan sólo la experiencia nos diferencia a uno del otro.  En todo caso, si realmente no estuviese orgulloso de esta etapa de mi vida, hoy no estaría rescatando estos "documentos" para ustedes, para la Red...y, por cierto, para mí mismo.

    Creo que todas las personas han escuchado al menos alguna vez aquella oración que dice: "El amor mueve al mundo".  Más aún, pienso que es mucho más famosa cierta frase de Jesús en la última cena, cuando quiso dejar para nosotros su bello mandamiento de: "Ámanse los unos los otros, como yo los he amado" .  No sé si han logrado ver la relación que hay entre estos dos enunciados, por lo tanto me permitiré explicársela.
    Tal y como dice textualmente el primero de ellos, EL AMOR MUEVE AL MUNDO; eso es así, porque todos los seres humanos tenemos tendencia a relacionarnos con los otros, especialmente cuando se trata de una atracción que hace que alguien se distinga, para uno, entre las muchas personas con las que interactúa en el diario vivir.  Tanto el hombre como la mujer son seres comunitarios, por lo tanto no pueden privarse en forma voluntaria, de este "acto social" sin sufrir daño mental y espiritual.  Por otro lado, diganme..¿Quién no ha tenido noticia alguna vez de que fulano de tal se mató por amor, o que por un ataque de celos asesinó a zutano, mengano y no sé a quién más? Ahora bien...¿Eso es amor? Yo con mi corta experiencia me atrevo a decirles que SÍ.
    ¡Por favor, no se escandalicen! Cuando quiero decir que esas tragedias son por causa del amor, me refiero a un sentimiento, a un amor, sobre el que no se tiene un buen conocimiento, el cual no se entiende, ni se sabe dar.  Esto es así, ya que la mayoría de la gente entiende al amor como a una simple pasión (pues yo sé de muchas personas que al escuchar la palabra AMOR, inmediatamente se les viene a la mente el mero acto carnal y el amor producto de la pareja).  Aquella gente NO SABE que el amor también se da entre los padres e hijos, los hermanos y los amigos.
    Para los antiguos griegos existía el EROS (amor sexual) y el FILOS (amor filial, de amigos), de esto se saca por conclusión que aunque el amor de pareja (el simple hecho de estar enamorado) es algo único e irrepetible, no es en realidad el verdadero significado de esa palabra.  Para vuestra información yo les digo oficialmente  que amar es en realidad lo que nace cuando una persona descubre que otra es tan importante para uno, que desea estar a su lado y a la cual se le puede confiar la vida misma (pues muchas veces nos quedamos en los superficiales contornos de las palabras y de lo que nos rodea, sin darnos el placer de profundizar en la esencia de las cosas).  Amar es entregarse a tal punto, que se renuncia a la presencia cercana del otro cuando se trata de su propio bien personal, dejando de lado todo egoísmo que pueda ser causante de una pérdida lamentable de aquel lazo afectivo.
    Volviendo a lo que dijo Jesús, hay que amar como Él.  Olvidarse de los defectos de los demás, porque nosotros tampoco somos perfectos, y aceptarlos de esa forma, y no por LO QUE PUEDEN SER, si no por ser tal y cómo son.
    Eso es amar*

    * Y como agregado a esta "transcripción": Y recordemos que Jesús nos ama tal y como somos, con nuestras maravillas y bajezas, pero siempre esperando que seamos lo mejor que podemos dar (y aún más allá de nuestras limitaciones).   

    

Releer a Stephen King.


     
     Releer un libro es como cuando ves por segunda, tercera o cuarta ocasión (o las veces que quieras) tu película favorita: al principio, durante tu mirada inicial, lo más seguro es que quedarás encantado con su argumento, que te enamorarás de sus personajes y te impresionarán las peripecias que estos pasen.
    Pero sólo recién cuando la vuelvas a ver te habrás dado cuenta de ciertos detalles que en un principio se te habían escapado: la forma de cómo la iluminación está trabajada, la bella música de fondo que se te había quedado “pegada” durante esa primera instancia en que viste el filme, la actuación de sus protagonistas y que ahora no puedes dejar de admirar.
    O tal vez alguna escena que antes no tenía la misma relevancia para ti, pero luego que la has vuelto a ver, te has dado cuenta de que es de suma importancia…y que te trae recuerdos de algo importante para ti.
    La mayoría de nosotros, ávidos lectores del maestro de Maine, comenzamos a leer a Stephen King a temprana edad (yo mismo tenía 16 años cuando por primera vez degusté un libro suyo, por aquél entonces, hace más de diez años el mundo era para mí mucho más simple e inocente que ahora; aún no se había movido). A su vez, cuando recuerdo los distintos números de esta revista, me he dado cuenta que gran parte de nosotros empezamos este acercamiento a su mundo literario con obras tan entretenidas y complejas como lo pueden ser IT (en mi caso),Apocalipsis o Cementerio de Animales…títulos que se han repetido en hartos de los lectores principiantes. Cada una de las obras de Stephen King está lo suficientemente llena de múltiples análisis y aristas, de modo que es muy difícil para que un lector juvenil pueda apreciarlo a simple vista, y esto independientemente de su propia capacidad analítica y/o su inteligencia; por esto mismo, no es igual leer a Stephen King a los 15 años, que ya cerca de los treinta, cuando ahora la existencia de uno ha pasado por las suficientes etapas vivenciales y cognoscitivas como para realmente entender y apreciar, por ejemplo, lo que realmente significa el drama de alguien como Dolores Claiborne. Es cierto que uno se entretendrá, asustará y emocionará al máximo cuando lee algo que le gusta, siendo Stephen King, Isabel Allende, Mario Vargas Llosa, Alejandro Dumas o cualquier autor que sea de la preferencia de uno, no importa la edad que tenga; a tan temprana edad recién se está preparado uno empírica e intelectualmente (gracias a la educación que la vida y el estudio mismo dan con el paso de los años) y apenas se logra apreciar mejor el conjunto de una obra literaria.
    Quizás suene rebuscado, pero toda esta reflexión acerca de cómo cambia la perspectiva de un lector cuando se reencuentra con alguna lectura luego del paso de los años y se da se da cuenta/comprende detalles que en el pasado le habían sido negados, me trae a la memoria el siguiente texto bíblico de la Primera Carta a los Corintios:

    “Cuando era niño, hablaba como niño, pensaba y razonaba como niño. Pero cuando me hice hombre, dejé de lado las cosas de niño. Así también en el momento presente vemos las cosas como en un mal espejo y hay que adivinarlas, pero entonces las veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como soy conocido”.

    Si bien San Pablo, el autor de las recién citadas palabras, hace alusión a este proceso de maduración desde un contexto totalmente distinto al que hoy nos interesa, no es difícil notar aquí el hincapié en la evolución del conocimiento y espíritu humano con el paso del tiempo.
    Para ejemplificar mejor lo anterior, quiero remitirme a algo de mi propia experiencia. Cuando cumplí los quince años, les pedí a mis padres que me regalaran Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez y La Casa de los Espíritus de Isabel Allende. Recuerdo que ese temprano encuentro con tan magistrales novelas y narradores fue algo que me marcó para toda la vida; que conocer las aventuras y vicisitudes de sus protagonistas era algo que paladeé durante toda las vacaciones de invierno previas a mi cumpleaños. Sin embargo, hubo una serie de cabos sueltos que quedaron pendientes para mí, en especial respecto a algunas de las técnicas literarias usadas por el Sr. García Márquez que me hicieron entorpecer algo mi comprensión lectora. Dos años pasaron para que en el colegio, en mi asignatura favorita (Castellano) me dieran como lectura mensual la famosa novela sobre Macondo; entonces ya luego de muchas más lecturas personales y de colegio por fin pude entender lo que en el pasado se me había quedado velado frente a mis ojos cuando conocí a Aureliano Buendía y su vasta familia: en verdad estaba muy contento.
    Pasó el tiempo y ya estaba en cuarto año de la carrera de Licenciatura en Educación con mención en Castellano y Pedagogía en Castellano cuando en una clase sobre literatura hispanoamericana contemporánea me dieron a leer la misma obra ya comentada. Aún recordaba con cariño esas dos lecturas juveniles de la que se considera la novela latinoamericana más importante de nuestra historia, pero ahora, ya como un adulto medianamente instruido, con mayores conocimientos teóricos sobre literatura y con una mejor metodología lectora, me encontré con toda una gama de ricas relecturas de lo que en verdad se escondía bajo la primera mirada de una obra (ocupamos por lo menos tres meses en analizar Cien Años de Soledad). Supongo ahora mismo, cuando estoy por cumplir los treinta años, si volviera a leer una vez más esa querida novela, nuevamente me daría cuenta de detalles que antes se me habían escapado a la luz y seguiría disfrutando como ese “niño” que alguna vez fui, de sus páginas.
    Y, bueno, lo mismo ha sucedido cuando he vuelto a leer nuevamente algo luego del paso de los años. Para todos la vida misma no pasa de la misma manera; hay algunos que ya desde pequeños conocen el dolor y la pérdida, por tan sólo nombrar algunas cosas que son importantes en nuestro desarrollo y, maduración personal. Por eso recién cuando se ha tenido algún tipo de experiencia o preparación se pueden entender algunas cosas, como también identificarse respecto a lo que le sucede a un “otro” (sea ya éste alguien que conocemos o un personaje ficticio de alguna novela, cuento o película). A esto se suma la preparación intelectual que uno puede recibir con su educación, una vez que se encuentra con el mundo que está más allá de las aulas escolares, ya sea en la universidad, el instituto o la vida cotidiana de la adultez. He aquí que es gracias a este benigno pasar de los años que una relectura o “reciclaje intelectual” como me gusta llamarle, que una obra de arte realmente se logra apreciar en toda su magnitud.
    Un niño, un adolescente, no ve con los mismos ojos el encuentro de Don Quijote y Sancho Panza con los molinos de viento que un profesor, un escritor o un recién egresado de la universidad (sea de la carrera que sea); para los primeros, esta ya tan conocida situación será algo de gran comicidad (“¡Es un viejo loco!” pensarán el niño y el adolescente), pero el resto podrán darse cuenta de lo que en verdad hay debajo de esa situación (al menos la mayoría de ellos): que bajo la locura del caballero de la Triste Figura hay una especie de sabiduría que lo hacer ver el mundo con los ojos de la imaginación, de la poesía; que el hecho de que Sancho Panza siga a su señor, que vaya detrás de él no es por cobardía o estupidez, pues en ello está su tremenda lealtad y amor a quién tanto admira; y que la pelea contra los molinos de vientos, tal vez, representan el punto más alto del trastrocamiento de la realidad para su protagonista, un cruce del umbral hacia el mundo de la locura (los molinos no son verdaderamente malvados gigantes).
   Lo mismo sucede cuando siendo niño te dan a leer en el colegio la famosa obra de Saint Exupery,El principito. Para un infante será una entretenida odisea fantástica sobre un pequeño principito que vive en un planeta y que viaja a nuestro mundo, en el que se encuentra con gente muy diversa, para sólo encontrar su rosa que se le ha perdido; en cambio un adulto con cierto bagaje intelectual verá que ese viaje que emprende el Principito es el camino que tomamos todos hacia la vida adulta y que las relaciones entre el Principito y el Zorro, el Principito y el Aviador, son manifestaciones acerca de la amistad y el aprendizaje de la madurez. Y en cuanto a una obra como El Retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde en una primera lectura es una gran novela de terror sobre el narcisismo y el orgullo, que en una segunda lectura esconde una alegoría acerca de la homosexualidad.
    Un autor como Stephen King manifiesta en sus escritos no sólo sus vivencias personales, sino que también su propia forma de ver la vida, su ideología y forma de ser. Que Stephen King es un escritor profundamente religioso, alguien comprometido con numerosas causas, de gran sensibilidad y además un intelectual poseedor de gran cultura general es algo que se evidencia con facilidad; por otro lado, se encuentran presente sus numerosas alusiones a la llamada “cultura pop”, las referencias a la vida cotidiana de su entorno, con todos sus matices, de héroes, monstruos reales, personajes populares y figuras del mundo occidental, nuestro sistema de vida y de entretenimiento. Al tomar en cuenta todos estos elementos, nos encontramos frente a tal grado de información el cuál fácilmente puede escapar a la percepción de un lector ingenuo o poco ducho. Por ejemplo, en temas como las connotaciones religiosas de una obra tal como Apocalipsis, el tema de la sexualidad reprimida en Carrie o la estrecha relación que existe en La Tienda de los Deseos Malignos con un posible discurso anticonsumista. En la medida que uno como lector sepa más de su entorno y esté mayor aún en sintonía con los temas y la circunstancia vital que rodea a un escritor, será más fácil poder apreciar la dimensión humana de su obra.
    Así como hay películas aptas para todo espectador, otras para adolescentes y muchas para adultos, los libros también requieren cierto tipo de público; si bien hoy en día no se practica de manera tan abierta como antes la censura a los libros, en efecto hay obras literarias adecuadas sólo para cierto tipo de gente, a menos que estos textos sean adaptados para una mente más infantil como recientemente ocurrió con La Chica Que Amaba a Tom Gordon y su versión para niños. Un chico de 13 años se puede interesar por un sentido morboso hacia los monstruos y las muertes pavorosas de un texto como La Niebla, pero frente al caso de un horror más realista como el de El Juego de Gerald, hasta qué punto le interesarán las tribulaciones de una joven mujer atrapada y encadenada en su casa de campo mientras se ve rodeada de sus recuerdos.
   Toda novela, película o serie de televisión está lleno de lo que se llama en términos literarios la “Intertextualidad”, consistente en sus referencias a la historia universal (la Segunda Guerra Mundial, los nazis y los campos de concentración en Alumno Aventajado), la literatura (las múltiples reseñas a otros autores en los libros de King como a John Grisham en Un Saco de Huesos y Ray Bradbury en IT o las referencias a Las Crónicas de Narnia de C. S. Lewis en Los Tommyknockers), el cine (los clásicos actores de películas de terror de los años treinta de la Universal como Bela Lugosi, Boris Karloff y Lon Chaney Jr. en Salem’s Lot) y un largo etcétera.
    Bueno, toda la obra de King está llena de estas intertextualidades.
    A su vez el propio Stephen King se cita a sí mismo cuando hace referencias a sus propios libros, tramas compartidas y personajes en sus obras, en especial cuando estas tratan sobre su famosa línea argumental de los libros de La Torre Oscura y sus numerosas novelas anexas. Como en mi caso, cuando me enteré que el padre Callahan de Salem's Lot se iba a unir al ka-tet de Roland de Gilead en la quinta novela de esta saga, no vacilé en volver a leerme esa tan aterradora novela sobre vampiros; quería tener fresco en la memoria el conocimiento sobre quién era este personaje, luego de diez años de haberme leído por primera vez la historia acerca de los últimos días de tan desdichado pueblo. Sólo entonces me di cuenta de que Salem's Lot era a su vez un personaje más en la historia, uno bastante importante. Cuando se es joven, y niño especialmente, no se comprende bien el concepto de novela río, técnica tan propia de King; en esta obra como en otras de nuestro querido escritor, se nos va a través del montaje contándonos lo que le ocurre a una serie de personajes al mismo tiempo, pero en lugares distintos, de tal modo que al final las distintas tramas confluyen en un mismo momento. Esta técnica se evidencia mayor aún en obras de un carácter más épico como sucede con Apocalipsis(la que ahora mismo también estoy redescubriendo luego de doce años desde que la gocé por primera vez).
    Y es así como hay una serie de ejemplos en los que sólo una lectura más allá de lo meramente anecdótico y superficial permite esta interpretación y cabal conocimiento de cualquier obra, en especial algún texto salido de la pluma de Stephen King.
    Volviendo al caso de las novelas que giran en torno a La Torre Oscura y las que de algún modo están relacionadas con ellas, luego de tantos años entre un tomo y otro, resulta difícil no resistirse a retomar libros como El Retrato de Rose Madder , El Talismán y Los Ojos del Dragón para empezar a atar los cabos sueltos de las numerosas referencias e intertextualidades que su mismo autor introduce en esta saga tan compleja. Por otro lado, siempre será más que un agrado volver a encontrarse con personajes tan queridos comos los de las primeras novelas que uno leyó de su autor favorito.
   Pienso que cuando uno vuelve a leer un libro (de ficción se entiende), es como cuando estudias una materia. No basta con leerse una sola vez los contenidos para el examen, pues a la larga los contenidos se olvidarán con facilidad. Sólo cuando la mirada se detiene en lo que quedó detrás y se hace una revisión de lo que se leyó, llegan la reflexión y el aprecio de lo que antes sólo era una novedad. Entonces recién se puede entrar en conocimiento del tesoro que se tiene entre las manos; y después, al acostarse, quedarse dormido con las ensoñaciones de ese fantástico mundo que se te ha dado…o disfrutar como yo ahora mismo, escribiendo algo inspirado gracias a ello

Clive Barker.


     

Nota: Este texto lo escribí para Insomnia el 2004, así que lo actualicé un poco, estando los agregados entre paréntesis.

     Una vez alguien dijo sobre este autor las siguientes palabras:

"He visto el futuro del género del terror y su nombre es Clive Barker".
"Lo que escribe Clive Barker crea la impresión de que el resto de sus colegas hemos permanecido estáticos durante los primeros años"
“Clive Barker es el escritor más importante en el campo del terror desde Peter Straub”.

... Y uno se podría preguntar: ¿Quién es el responsable de tantos elogios para un colega escritor, en un mundo dónde hasta los Creadores de la Palabra (léase “escritores”) compiten entre sí?. Supongo también está la inquietud de por qué tanta celebración para una sola persona.
    Bueno, ahora se revelará el misterio: quien dijo todo esto fue nada menos que Stephen King, autor que obviamente no merece presentación en esta revista; sin embargo, quien sí la merece es este autor inglés llamado Clive Barker, quien oriundo de Inglaterra, irrumpió con una colección fabulosa de extraños cuentos el campo de la literatura de terror, allá por los ya míticos años ochenta del siglo recién pasado; estos fueron titulados Libros Sangrientos (en total, 6 tomos) y con ello se ganó un montón de premios y la atención de la crítica especializada, de sus pares y de los lectores ávidos de nuevas formas de sentir pavor.
    Claro, algo debía de tener este para entonces joven autor como para que un artista ya consagrado como era el mismo Stephen King lo apadrinara, a tal punto que incluso llegaron ambos a establecer una relación fraterna (a tal punto que en la película Sleepwalkers, de 1992 y dirigida por Mick Garris, basada en un guión original de Stephen King, Clive Barker hizo un pequeño cameo en una escena donde el mismo Stephen King tenía un pequeño y cómico papel como guardián de un cementerio).
    El autor que ahora nos detiene nació en Liverpool, Inglaterra, el 5 de octubre de 1952. En la Universidad de Liverpool estudió Literatura y Filosofía, pero a los 21 años decidió emigrar a Londres, donde al poco tiempo formó un grupo de teatro experimental con el que representaba sus ya extraños libretos; fue así cómo comenzó a perfilarse una obra llena de erotismo, cargada de elementos gore, con una mezcla de terror y fantasía que poco a poco lo fue convirtiendo en uno de los exponentes más cotizados del género.
    Como dice el dicho: “Nadie es profeta en su tierra”, y esto mismo se puede aplicar al propio Clive Barker, quién a su vez ha ganado la mayoría de los premios de literatura fantástica y terror existentes. Pues tuvieron que editarse sus cuentos en Estados Unidos para que recién su nombre cobrara fama y prestigio, puesto que cuando lo hizo en su país, no le fue en un principio tan bien.
    Clive Barker es a su vez un artista bastante versátil, puesto que además de escribir cuentos, relatos, novelas y textos dramáticos, oficia de pintor, ilustrador y director de cine; ilustrando muchas veces sus propios libros, diseñando sus portadas o dirigiendo y produciendo adaptaciones fílmicas de sus obras. Por otro lado, también ha sido responsable del guión de varios cómics de terror, algunos basados en sus realizaciones anteriores y otros, ideas originales para estas mismas historietas.
    La producción literaria de Barker se caracteriza a su vez por la naturalidad con que el elemento fantástico entra en el argumento de sus ficciones. Esto quiere decir que las situaciones límites que se producen en la mayoría de sus obras son recibidas por sus héroes y heroínas con una tranquilidad tal que los lleva aceptar lo inevitable y a enfrentarlos más que como una irrupción del orden de las cosas, como a un elemento más de la vida. Si estableciéramos una comparación entre lo que produce Stephen King y Clive Barker para aclarar mejor lo anterior, se podría traer a la memoria aquello de que Stephen King tiende a jugar con lo cotidiano; es decir, hace que “de pronto” la realidad se rompa y se produzca el conflicto (lo que para los conocedores de Stephen King es conocido como "Terror-en-el-patio-de-tu-casa", pues el peligro puede venir tanto de un vecino que justo resulta ser un vampiro o de tu propia cama que en realidad es un monstruo que había estado antes en letargo).
    Sin embargo en el caso de Clive Barker, el elemento terrorífico "ya" es parte de la existencia y por eso los protagonistas tienden a "abrazar lo monstruoso" (expresión que el propio Clive Barker acuñó en una de sus primeras entrevistas); de este modo, el protagonista no quiere destruir lo que hace peligrar su existencia, más bien desea entenderlo y convivir con él (bueno, en muchas ocasiones el protagonista del texto barkiano es de por sí, y en el mayor sentido de la palabra, también un monstruo).
    Queriendo ejemplificar mejor esta situación, se puede citar lo que ocurre en una de sus novelas más famosas. Me estoy refiriendo a Cabal, de la que su propio autor hizo una versión cinematográfica. Su argumento trata sobre Boone, un inadaptado que nunca se ha sentido parte del mundo de los humanos y cree firmemente en la existencia de una ciudad subterránea poblada por criaturas de la noche, llamada Midian. En el transcurso de su trama, Boone logra formar parte de su rara sociedad, convirtiéndose incluso en una especie de Mesías para sus habitantes…y lo más interesante es que en esta obra los que realmente se constituyen en seres sádicos e irracionales son los mismos humanos.
    Ahora bien, este "Abrazar lo monstruoso" como si el propio autor quisiera reconocer que debemos aceptar lo extraño y distinto en nuestras vidas, se constituye por cierto en un discurso que apela tanto a la tolerancia como a la comprensión entre la multidiversidad ¿Por qué esto? Bueno, porque Clive Barker allá por el año 1996 reconoció públicamente su condición de homosexual, con lo que en cierto sentido se hace más comprensible esta apelación por la integración de lo distinto y diferente. Incluso ya antes que se supiera públicamente que Clive Barker era gay, en uno de sus mejores cuentos, En Las Colinas, Las Ciudades, los dos protagonistas son una pareja de gays en la cual la narración ni siquiera se da la tarea de explicar los motivos de esta condición y la homosexualidad de estos es incluida con toda la naturalidad del mundo (algo que sinceramente llama la atención al lector no acostumbrado a estas manifestaciones). Posteriormente, sus personajes mantendrán relaciones homo eróticas tanto implícitas o explícitas, lo que culminará con la aparición de la novela Sacramento, una obra de carácter ecológico con un fotógrafo protagonista abiertamente gay.
    En cuanto al tamaño de la dimensión de la obra de Clive Barker, este es grande; lamentablemente pocos son sus libros traducidos al español y además los primeros de estos se encuentran discontinuados, pues no se han reeditados. En el caso de las películas, la mayoría han llegado directo al video, si es que uno mismo ha tenido la suerte de encontrárselas en formato DVD. A continuación, presentaré un listado seleccionado de sus obras con la correspondiente síntesis de su argumento y comentario.

1 - Libros Sangrientos, Tomos 1 al 6 (Books of Blood, 1984): En su edición en español los dos últimos tomos vienen juntos, con el título de Sangre 2, pues el tomo 4 recibe el título de Sangre 1. En la lengua de Cervantes, los editó originalmente editorial Planeta y Martínez Roca  (hoy en día La Factoría de las Ideas tiene unas ediciones preciosas, aunque acá en Chile cuestan un ojo de la cara). Es una increíble colección de cuentos, de lo más ingenioso que hay y con imágenes realmente pavorosas y hasta de lo más gore que he leído; sólo para espíritus y estómagos fuertes. Dentro de estos tomos se encuentran historias tales como Lo Prohibido, acerca de un asesino sobrenatural que es invocado por sus propias víctimas y la que tuvo una gran adaptación para el cine en 1992 por Bernard Rose conocida comoCandyman, posteriormente con dos innecesarias secuelas; La Ultima Ilusión, primera aparición de su personaje recurrente, Harry d´Amour, un investigador privado que se ve involucrado en una lucha por el alma del mejor ilusionista del mundo, quien realmente era un mago poderosísimo que había pertenecido a una secta demoníaca; más tarde en 1995 el mismo Clive Barker dirigió una muy buena adaptación que se llamó El Maestro De Las Ilusiones; La Política del Cuerpo, de lo más increíble que ha escrito, pues aquí dos manos despiertan a la conciencia y comienzan a planear una vida independiente de su usuario; este último relato fue una de las dos historias componentes del telefilme Quicksilver Highway de Mick Garris, siendo nada menos que La Boca Saltarina, de Stephen King, la otra parte de esta película (considerando que este texto lo escribí ille tempore, se han hecho tres adaptaciones más de los cuentos que componen estos volúmenes: el primero, y muy bien logrado, corresponde a la El Tren de la Carne de Medianoche y que es tan sangrienta como se lo merecía el cuento original, si bien le quitaron el elemento más "lovecrafniano"; posteriormente se tomaron dos cuentos para fusionarlos y crear la película Book of Blood (2009), que si bien no es derechamente mala, pudo ser mejor; luego está la a mi parecer decepcionante versión de otro cuento clásico: Terror, cuya versión fílmica recibió el nombre de Dread (2010) y donde se nota lo barato de la producción, siendo además incapaces de "mojarse el potito" con toda la violencia gráfica del cuento original).


2 - El Juego de las Maldiciones (The Damnation Game, 1985): Un criminal preso, Marty Strauss, acepta la oferta de trabajar como guardaespaldas de un millonario. Al salir de su lugar de reclusión, conoce en casa de su empleador a la hija de éste y a un extraño hombre llamado Mamoulain, quien comienza a complicarle la vida.


3 - Sortilegio (Weaveworld, 1988): Publicada por Plaza y Janés. Una novela increíble en la que se nos presenta la historia de Imagin Laschensky, quién ha heredado una extraña alfombra llamada "La fuga" y la que sirve de morada a unos antiquísimos seres que alguna vez habitaron la Tierra. Imagin se ve en medio de una pelea por este artefacto místico, puesto que Immaculata, la misma vidente responsable de la muerte de su propia abuela, quién había sido la guardiana de la alfombra, anda detrás de ella; sin embargo, la asesina no está sola, por lo que el peligro aumenta y la niña debe enfrentarse a estos grandes poderes acompañada por un joven de nombre Cal.


4 - Cabal (Idem, 1989): Editada en español por Plaza y Janés, nos muestra la lucha entre un grupo de criaturas sobrenaturales y sus enemigos los humanos. Esta novela en la que los monstruos no son realmente malvados fue llevada al cine en 1989 por su mismo autor; filme bastante sangriento, que a su vez sufrió un muy interesante cambio en el guión por el propio Clive Barker, especialmente en el tratamiento del personaje del sacerdote alcohólico que sale en la obra.


5 - El Gran Espectáculo Secreto (The Great and Secret Show, 1989): También publicada porPlaza y Janés, trata acerca de Fletcher, una fuerza del bien que siempre ha estado en conflicto con el demoníaco Jaff. Luego de que cuatro jóvenes bañistas quedan milagrosamente embarazadas de estos dos, el combate de ambos seres llega hasta la ciudad de Palomo Grove, en la que cada uno buscará sus propios aliados. Sin embargo, un extraño sortilegio hará que los sueños y las pesadillas de sus habitante comiencen a cobrar vida y con ello la batalla se complicará aún más. Esta novela dio posteriormente origen a dos secuelas, una en 1994 bajo la novela de Everville y la otra en una antología de cuentos en 1992, con el título de On Amen’s Shore y lamentablemente todavía no traducidas a nuestra lengua (se hizo una adaptación al cómic de esta novela, editada en la lengua de Cervantes por Norma Editorial).



6 - The Hellbound Hearth (1990): Es la versión en novela corta de lo que es tal vez su obra más emblemática, su filme y ópera prima de 1987 Puerta al Infierno (Hellraiser) y la que en estos momentos va en su quinta entrega cinematográfica. La historia es bastante conocida: existe un cubo capaz de fragmentar la separación entre la realidad y el mismísimo infierno, en el cual existen unos espíritus malignos llamados "Cenobitas". Este artefacto es codiciado por los esotéricos, pues supuestamente otorga poderes a quienes logran desentrañar sus misterios. La película fue censurada en algunos países, debido a las fuertes escenas que contiene y no hace poco salió en DVD. A mi parecer las continuaciones son más que interesantes, en especial la segunda, la cuarta y la quinta (La Factoría de Ideas, también publicó hace poco esta novelita en español).


7 - Imajica (1991): También solamente en inglés, posee dos partes de nombre The Fifth Dominion y The Reconciliation, ambas de 1995. La historia trata sobre un artista mujeriego de nombre Gentle (Amable), quien entra en contacto con cuatro mundos hermanos de la Tierra y trata de reconciliarlos entre sí; en la historia aparece inmiscuido nada menos que el mismísimo Dios, que aquí recibe el nombre de Hapexamendios (hoy en día existe una edición en español de La Factoría de Ideas y como bien han tomado la mala costumbre algunos usureros editores peninsulares, la editaron en dos tomos).


8 - La Historia del Ladrón de Días (The Thief of Always, 1994): Editada en español porGrigalbo, es una obra de corte juvenil, aunque sin perder el elemento pavoroso de su autor. Harvey es un niño de diez años, bastante aburrido del colegio. Decide seguir a un hombre llamado Rictus, quien lo lleva hasta un lugar fantástico que supuestamente es donde habita la felicidad eterna, pues en él siempre hay fiestas… sin embargo, el lugar no es lo que parece ser (Editorial Norma editó en español la adaptación al cómic).


















9 - Incarnations (1995): Una recopilación de cuatro de sus obras teatrales, la que contieneColossus (inspirada en su pintor favorito, Goya, quien también plasmó en sus trabajos espeluznantes pesadillas), Frankenstein In Love y The History of the Devil, acerca de un juicio al mismísimo Diablo.


10 - Coldheart Canyon (2001): Como sucede con muchos otros autores del género y sus obras más recientes, es otra de las tantas novelas de Clive Barker que quizás nunca llegará en español hasta nosotros. La trama trata sobre un actor de Holywood llamado Tod Ticket, quien ha visto como su otrora exitosa carrera se ha ido desmoronando; abrumado por su mala suerte. Toma la decisión de hacerse una cirugía plástica, a ver si el cambio de rostro mejora la situación. No obstante la intervención quirúrgica sale mal y Ticket opta por aislarse en un lugar perdido de la ciudad, conocido como Coldheart Canyon; allí poco a poco los hechos extraños comienzan a rondar al actor: fantasmas de viejos actores habitan la misma casa del protagonista, la presencia de una extraña mujer que tiene poder sobre el lugar y los rumores acerca de una zona conocida como "El país del Diablo" no permitirán que Tod Ticket pueda estarse en paz.


    La lista podría ser bastante más grande, pero al menos estas son algunas de sus obras más ubicables o que se encuentran en español. A su vez, su colección de galardones es muy amplia, destacando los numerosos Premios Mundial de Fantasía y Bram Stoker que ha recibido.
    Para terminar, una aclaración: los textos de Clive Barker tienen gran abundancia de descripciones ultraviolentas más que explícitas, quizás más crueles que las del propio Stephen King; no es un autor que se podría catalogar de “políticamente correcto”, si bien como ya afirmé, su obra apela a un entendimiento y sana convivencia de la heterogeneidad, puesto que en especial el desenlace de sus obras es bastante sobrecogedor (por llamarlo de una forma), algo que en el caso de otros autores de literatura de terror difiere, pues en su mayoría la literatura de terror es bastante moralista y religiosa si realmente se sabe leer entre líneas su mensaje y contenidos.
    Espero haber hecho una presentación digna para un maestro como Clive Barker.
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