viernes, 31 de julio de 2020

El “papá” de los Expedientes-X. SEGUNDA PARTE.



4. Particularidades del show.

    Los títulos de apertura de la serie merecen estar en una antología en lo que se refiere a este “arte” para darle su identificación propia a un programa (y más en una época en la cual mucho se ha perdido de ello, cuando varios títulos actuales han prescindido al respecto).  Es así que la misma música que acompaña a su presentación, partiendo con el silbido supuestamente emitido por su propio protagonista, da píe a que conozcamos ya el tono de la serie que mezcla tan bien el humor con la atmósfera enrarecida en la que se mete este; cabe mencionar que varias de las melodías que acompañan los capítulos, resultan ser bastante interesantes y por mi parte creo que daría gusto escucharlas por separado en el recopilatorio de su soundtrack.  Cuando vemos a Kolchak ingresar a la oficina donde trabaja, a solas y en medio de un ambiente a oscuras, demostrándonos de inmediato su personalidad voluntariosa, imposible resulta que no nos demos cuenta de que pese a la presencia de unos cuantos secundarios bastante simpáticos en la serie (aparte de los personajes invitados de cada episodio), este es lejos la estrella del programa; por otro lado, graciosa viene a ser la icónica imagen en la que el personaje, todo despreocupado, lanza su característico gorro de paja al perchero y gorro en vez de quedar en su sitio correspondiente cae a la basura.  Luego, tras terminar la historia de la semana, vemos al periodista irse de la oficina como si nada, mientras aparecen los créditos finales, una manera muy distintiva de despedirse de su público.
    Por cierto, en la serie podemos encontrarnos con unos jóvenes Tom Skerrit y Erik Estrada, al principio de sus carreras y antes de convertirse en estrellas (el primero de ellos el capitán de la Nostromo de Alien y que acá aparece en el capítulo La Plataforma del Diablo y el segundo, el galán latino que luego protagonizaría durante años el programa Chip Patrulla Motorizada).  Por igual, el muy entretenido episodio El Jinete Decapitado fue escrito por unos entonces principiantes Robert Zemeckis y Bob Gale, la dupla ganadora detrás de la dirección y el guión de la trilogía cinematográfica de Volver al Futuro.
    La verdad es que no hay un desarrollo psicológico del protagonista y mucho menos de los secundarios, que las historias tal como están articuladas no permiten que estos evolucionen, ya que ni siquiera sabemos acerca de su pasado y qué hacen más allá de sus vidas en el diario donde trabajan.  En cierto sentido son personajes arquetípicos y aun así todos ellos poseen personalidades bastante definidas, que ayudan bastante a desarrollar un ambiente adecuado al programa, donde igual se complementan entre sí y cada uno dando su aporte para que nos sintamos “en casa”, cada vez que nos ponemos a ver este programa.


                                                         ¡Me encantan los créditos de esta serie!

     Por último, se supone que para la época en la que se realizaron los telefilmes y la serie, la comunidad afroamericana hace rato que tenía un papel destacado en televisión, habiendo varios personajes importantes de tal etnia en los shows televisivos; no obstante, en todo Kolchak no apareció un personaje negro con un papel relevante, por lo menos como alguien que encarnara la idea de los derechos civiles y el país que promoviera la oportunidad para todos, como siempre se jactan los gringos; solo por razones obvias en el episodio El Zombie, vemos a un personaje de color con más de una escena y diálogos, quien resulta ser una villana y a su vez la acompañan varios gánsteres afroamericanos (y no hay que olvidar que el mismo muerto viviente es negro); luego en La Asesina de Jóvenes (si no me equivoco), el penúltimo episodio, aparece algo así como un agente de policía que tiene un poco más de presencia en pantalla, sin embargo, por poco resulta ser tan incidental como los periodistas, modelos y otros de tal raza que salen “de fondo” en la serie.  En cambio, sí al menos vemos a un indígena americano profesional y con dotes más o menos heroicas (El Devorador de Energía), la presencia de los inmigrantes indios en E.E.U.U. y, como no, la comunidad judía en Terror en el Vecindario.  Igual cabe destacar el papel destacado de los latinos, por medio del mencionado Estrada, aun cuando su nombre solo aparece en los créditos finales y eso que era uno de los secundarios de importancia del capítulo en el que aparece (Legado de Terror).

4. Los personajes.

* Carl Kolchak: Un tipo de una edad cercana a los cincuenta y que se mantiene bastante en forma, tal como lo podemos ver en sus numerosas aventuras que implican harto despliegue físico (que no se refiere a luchar mano a mano con los monstruos, sino que más bien a escapar de estos y con una agilidad que da envidia)…Aunque todo esto es por su culpa, pues es todo un experto para meterse en cualquier lugar, para conseguir la información que busca o con la intención de destruir a la criatura de turno, sobrepasando su propio miedo(lo que lo convierte en un héroe muy especial).  Por igual, característico suyo es su vestimenta compuesta por un arrugado traje blanco que podría ser de lino, camisa, corbata oscura, zapatillas blancas y su sombrero de fibra vegetal con una cinta roja.  Es un hombre apuesto, coqueto y varonil, si bien solo en la primera película explotó su faceta galante, donde tenía una espectacular novia más joven que él y donde apareció dos veces a torso desnudo.  A veces infantil, cuenta con una gran elocuencia, que muchas veces ocupa para conseguir el apoyo de todo tipo de gente, si bien lo hace involucrarrse en nuevos enredos o tener que pagar materialmente el favor de sus informantes. Por igual podemos decir de él que es un hombre culto, que ama lo que hace y que viene a ser justamente su posición como comunicador público, por lo cual le toca vivir tantas aventuras y desventuras originadas a partir de sus investigaciones.

* Tony Vicenzo: El mejor amigo (y al parecer único) del protagonista, es también su editor jefe en el periódico en el que trabajan en Chicago, si bien su relación fraternal y profesional data de mucho tiempo atrás, tal como lo pudimos ver en las películas donde ambos aparecieron por primera vez.  Es un hombre con sobrepeso, que de vez en cuando tiene problemas de salud debido a su gula.  Pasa discutiendo con Kolchak por las locuras de este último, pero le es leal que da gusto y en más de una ocasión lo ha sacado de la cárcel yendo él mismo, cuando a Karl lo han metido debido a sus intromisiones.  Detrás de su imagen algo tosca y su aparente carácter de cascarrabias, se esconde un corazón noble que lo convierte en el otro personaje querible de este programa.

* Ron Updyke: El espigado y cobarde compañero de trabajo de Kolchak es además su rival, puesto que sus personalidades y métodos en mucho sentidos resultan ser bastante diferentes entre sí; mucho más pretencioso a la hora de vestirse, posee ciertos rasgos afeminados que dan la impresión de que originalmente fuese un personaje gay, respondiendo al estereotipo que se daba otrora a los hombres pertenecientes a la comunidad LGTB.  En sí es un personaje bastante cómico.  

* Monique Marmelstein: Una muchacha “entradita en carnes” y poco agraciada que llega al diario en el que trabajan Kolchak y Vicenzo como becaria, o sea, a realizar una pasantía o práctica; su presencia allí se debe a un favor para alguien con cierta preeminencia (en un momento pensé que era hija de Vicenzo, pero luego dicha idea se diluyó al no mostrar tanta relación entre esta y el jefe).  De pocas habilidades y aun así con un ímpetu personal por hacer las cosas a su gusto, lo que recuerda bastante al propio Kolchak, saca de sus casillas unas cuantas veces a este al involucrarse en sus labores.  Otro personaje cómico, que lamentablemente fue discontinuado y antes de la primera mitad de la única temporada ni siquiera fue mencionada. Como dato anecdótico sobre la actriz que la interpretó, debe saberse sobre ella, Carol Ann Susi, que fue quien años más tarde puso la voz a la madre de Howard Wolowicz en The Big-Bang Theory; personaje recurrente que aunque nunca salió en pantalla, sí se le escuchaba hablar desde su cuarto hasta que la muerte de la actriz.

* Señorita Emily Cowles: Una dulce ancianita que fue introducida en el capítulo 5, al parecer para reemplazar a Monique, ya que nunca estuvieron juntas en un mismo episodio (y es que la becaria solo apareció en 3 episodios).  Trabaja junto al resto de los personajes y hace su debut cuando se supone venía de un viaje, trayéndoles regalos a todo el mundo.  Se lleva muy bien con todos y se encarga de hacer los crucigramas y responder la sección de cartas sentimentales (el cual una vez para “castigar” al Kolchak, Vicenzo se la dio a cargo cuando aún no estaba presente Emily).  

5. Kolchak y los Expedientes-X.

     Como ya se ha dicho, el programa que ahora nos reúne sirvió de inspiración a Chris Carter para crear su serie más célebre.  Fue así que tras años deseando tener a su estrella, Darrin McGavin, en al menos uno de sus episodios, en 1998 consiguió hacer posible su sueño al poder trabajar con el veterano durante la quinta temporada (aunque lo más probable, es que este capítulo haya sido grabado el año anterior).  Titulado como Travelers (Viajeros), introduce al ex agente del FBI Arthur Dales y quien en su juventud se encontró con los Expedientes-X, tras verse en medio de uno de los tantos complots para controlar la verdad, en los que estaban metidos el gobierno y las fuerzas detrás de los poderes fácticos.  El primer encuentro entre Fox Mulder y el personaje interpretado por McGavin, sucede en 1990, antes que Fox conozca a Dana Scully y de ese modo tenemos un segundo viaje al pasado, a través de los flashbacks que retratan la historia que le cuenta el agente retirado. Cabe mencionar que el actor que interpreta a Dales joven, se parece bastante a McGavin en sus años mozos.

Darren McGavin en "Travelers".

Darren McGavin en "Travelers".
    Con posterioridad en la sexta temporada, en un capítulo mucho más divertido y lleno de humor, en la temática del “monstruo de la semana”, en Agua Mala (en español en el original), Mulder y Scully viajan a Florida durante una tormenta tropical a petición de Dales, de modo de que por fin se conocen este y Dana.  Es así que nuestros queridos investigadores se enfrentan a una forma de vida acuática desconocida, que está haciendo de las suyas en la zona donde vive ahora el ex agente.  Esta historia permitió, además, recuperar el talento para la comedia del actor invitado.
     Por último, en la décima temporada correspondiente al deseado (e inesperado) regreso de Los Expedientes-X, se realizó un hermoso y simpático homenaje a Kolchak, al aparecer un personaje casi idéntico a este en su vestimenta, rostro y gestualidad.  Me estoy refiriendo a Mulder and Scully Meet the Were-Monster, un capítulo cómico considerado el mejor de esta brevísima temporada de solo 6 episodios; no está demás decir que en una escena ambientada en un cementerio, aparece detrás del símil de Kolchak una lápida con el nombre de Kim Manners, el director y guionista que co-creó al personaje de Arthur Dales, interpretado en su momento por el ahora fallecido Darrin McGavin, puesto que también Manners ya había muerto cuando se realizó este capítulo.


El bello y gracioso homenaje a Kolchak en Mulder and Scully Meet the Were-Monster.

 6. El clásico se niega a morir.          

     En 2005 intentaron revivir a Kolchak por medio de un remake para la televisión, proyecto que lamentablemente no fructiferó y de los 10 episodios que se filmaron solo 6 se llegaron a estrenar.  Según he podido investigar no fue fiel al espíritu de la serie y a su renovado Carl Kolchak lo mostraron esta vez como al “metrosexual” Stuart Townsend, a quien más encima le pusieron una bella compañera morena, alejándose de las características del personaje original (igual todo esto una lástima, si se considera que generaciones no conocían el show original y que en esta versión remozada el protagonista seguía siendo periodista y contaba con un jefe llamado Tony Vicenzo).
    Sin embargo nuestro amado Carl Kolchak sigue “vivo” y participa en un montón de nuevas aventuras, gracias a varias novelas y cómics que se han hecho sobre él, si bien tendré que ver si están traducidos a nuestra lengua (y hay unos cuantos artistas de renombre involucrados, como el escritor Peter David y hasta el mismo Richard Matheson realizó nuevas historias para el personaje).


¡Por favooooor que lo saquen en español!

martes, 28 de julio de 2020

Reencuentro con Zafiro. PRIMERA PARTE.


1. Mi más tierna infancia.

    Desde pequeño me fascinaron las grandes historias y los personajes con características admirables, heroicos, aquellos que desde que tengo conocimiento me han inspirado a ser mejor persona, dentro de lo que mis pobres posibilidades me lo permiten.  En este sentido, la animación japonesa tuvo un papel primordial en mi educación ñoña, de modo que en esos primeros años me vi un montón de series, ya que en televisión daban bastante y solo durante mi adolescencia hubo una especie de sequía de anime por estos lares, cuando unas cuantas personas prejuiciosas pusieron el grito en el cielo al tildarlas de violencia sin sentido.  Uno de esos casos y que nunca más tuve la dicha de ver, salvo cuando creo que ni siquiera tenía 10 años de edad, fue La Princesa Caballero; sin embargo, su imagen se me quedó grabada para siempre y cobró mayor relevancia dentro de mis recuerdos (y mi corazón), cuando al hacerme menos ignorante descubrí quién estaba detrás de tal perla de la televisión y supe de su "hermandad" con otros animés que me habían cautivado en esa bella época, tales como Kimba, La Nueva Isla del Tesoro y en especial Jet Marte.  Cuando comencé a leer cómics y, mejor aún, empecé a hacerme mi propia colección me prometí adquirir algún día dicha obra...Este año se me concedió mi deseo y he aquí el fruto de mi lectura.

2. Otra gran obra del Dios del Manga.

    Entre enero de 1953 y enero de 1956, el prolífico autor de cómics japoneses (llamados manga), Osamu Tesuka, publicó una historia que como muchas de las que realizó no solo se volvió todo un clásico, sino que se convertiría en uno de los pilares fundamentales de lo que en poco tiempo sería ese bello y complejo arte  que es la historieta nipona.

  Titulada en su idioma original como Ribon no Kishi, posee 27 capítulos, todos de carácter secuenciado y abarcando la historia de su protagonista, incluso desde antes de su nacimiento (o sea, ambientada nada menos que en el Cielo), hasta el desenlace en el que está particular heroína logra conseguir buena parte de sus objetivos (derrotar a los villanos y quedarse con el hombre que ama...).

    Considerando que el protagonismo de la obra gira en torno a una muchacha y se le da importancia al tema del romance o más bien a las situaciones ligadas a ello, esta pieza del octavo arte es considerada la base del llamado shojo, el cómic japonés dirigido en un principio al público femenino infantil y juvenil (pero que a la larga llega a ser tan entretenido, que lo lee "todo el mundo"). Y es que el proclamado Dios del Manga, fue el primero de su disciplina en realizar un trabajo con las características mencionadas, si bien luego el mismo shojo evolucionó por su cuenta hasta llegar a aparecer subgéneros dentro de este, así como sobresaliendo artistas dedicado a este (por lo general mujeres) y un montón de títulos a lo largo de los años.

    Asimismo, tal como con otros mangas de Tesuka, La Princesa Caballero tuvo su versión animada que constó de 52 episodios y que contó con argumentos autoconclusivos, alejándose bastante del material original.  La adaptación se emitió entre 1967 y 1968, siendo uno de los primeros animes animados.

    La trama gira en torno a la princesa Zafiro, única hija de los reyes de un país tipo europeo en un mundo de características medievales.  Debido a un curioso incidente sucedido antes de su nacimiento, la chica ha nacido con dos corazones: uno de niña y otro de niño; ese detalle marcará su vida de manera considerable, siendo que además debe hacerse por varón debido a las rígidas leyes de su nación, que no permiten que una mujer lo gobierne.  Es así que la muchacha debe enfrentar a un par de nobles corruptos, que desean hacerse con el poder, además de luchar contra amenazas de tipo sobrenatural entre las que se encuentra una bruja, el rey de los demonios y por último una diosa; de igual manera, le toca lidiar con sus sentimientos amorosos hacia el príncipe del país vecino, elemento clave en su periplo hacia la realización personal.


                                                           Opening y ending del animé.

3. Una mirada adulta al clásico infantil.

   Un lector capaz de leer de manera analítica el manga que hoy nos reúne, apenas se adentra en sus viñetas, puede reconocer la relevancia que se le da en el argumento al tema de los roles de género.  Y es que la misma naturaleza extraordinaria de Zafiro y su identidad que debe esconder por una u otra razón, nos permite maravillarnos ante un discurso que nos pareciera adelantado a su época y muy valiente al abogar a la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, sin discriminación.  Pero también se observa un pro feminismo de su parte, cuando vemos a varios personajes como Zafiro que se muestran emancipadas y están dispuestas a revelarse contra lo establecido en una sociedad patriarcal.

      Siguiendo con el plano sexual y la identidad de uno como tal, obviamente estamos frente a un trabajo que también sería el precursor en otros de los tópicos caros al manga y el animé: la ambigüedad sexual o androgenia de sus personajes, el transformismo y, si bien acá solo de manera sutil, la homosexualidad, el lesbianismo y la bisexualidad.  Por lo tanto, considerando la necesidad de Zafiro para hacerse pasar por hombre, estamos frente a un personaje que luego inspiraría obras más elaboradas de este tipo de arte, tales como la igualmente valorada La Rosa de Versalles (Lady Oscar en Latinoamérica) de Riyoko Ikeda.

     Por otro lado, el manga y el animé aún en sus expresiones infantiles, posee un hondo dramatismo y tal como en los clásicos cuentos de hada europeos, aparece sin tapujo el dilema de la muerte de los seres queridos, muchas veces de manera violenta y todo mostrado gráficamente en las viñetas y/o pantalla.  Teniendo en cuenta lo anterior, La Princesa Caballero no está exento de ello y en ese sentido uno de los momentos más impactantes (si bien acá todo pasa en una pura viñeta), corresponde a cuando uno de los personajes se suicida (bueno, cabe mencionar que dentro de la cultura japonesa el suicidio es un acto honorable dentro de ciertas circunstancias, así que por lo tanto es habitual tal acto en estas expresiones artísticas). De igual manera, llama la atención cuando algunos personajes se refieren al probable destino final del más rastrero de los villanos de esta obra gráfica y entonces uno de ellos dice "Ojalá muera en una zanja"...¡Algo impensable en una historieta infantil occidental o al menos yanqui!

    Un aspecto propio del Japón moderno, que ya podemos reconocer en un manga como este y que recordemos fue realizado en los cincuenta del siglo pasado, viene a ser su sincretismo; entiéndase por este concepto, a la mezcla de elementos de diferentes culturas, por lo general al apropiarse de la estética, modelos y conductas de Occidente.  Esto se puede apreciar no solo en que la trama transcurra en un país imaginario en la Europa medieval fantástica, sino que comienza en el Cielo judeocristiano con ángeles tipo niños desnudos y gorditos (muy renacentistas y propios de esquelas de bautizo y demases), donde Dios es representado como un señor anciano de larga barba, los demonios son espantados con cruces y más encima hayamos dioses grecorromanos que conviven con la primera teología mencionada (si bien subyugados al Cielo).

    Por otro lado, conocida es la admiración de Osamu Tesuka por Walt Disney, de quien sacó la estética de los ojos grandes de sus personajes (a diferencia de la errada creencia, de que dicha estética proviene de Japón e incluso nacida de un complejo por poseer ojos rasgados y querer parecerse a los occidentales)...La verdad es que por mi parte ignoro qué caso fue el primero, si la representación de un rey bonachón, anciano y gordo tal como vemos representado al padre de Zafiro, o los típicos mandatarios con estas características en las producciones Disney (tal como el sultán padre de Jasmine en Aladdin).

    Igual llama la atención la manera de cómo Tesuka terminó este trabajo, bastante alejado de las convenciones para una historieta, que se suponía debía dar en el gusto a los románticos corazones de las niñas, para quienes lo realizó originalmente; y es que las aventuras de Zafiro aun cuando acaban con esta junto a su amado, nos los muestra a ambos más bien ad portas a ese final realmente glorioso que se habría esperado...¿Se habrá cansado de su Princesa Caballero y por eso no quiso revisarla en el resto de su carrera?

    Por último, cabe destacar el humor de la obra, que a veces resulta ser autoparódico, como cuando un personaje se refiere a que en los tiempos en que ellos viven, aún no se han inventado las cámaras fotográficas (así que por eso no podrán sacar la foto, que en un principio pensaban obtener) o cuando otro se queja de que hubieran dibujado la escena tan estrecha, puesto que él mismo aparece sin mucho espacio para moverse.



Feliz junto a este bien tan preciado.

jueves, 23 de julio de 2020

Disfrutando otra vez de los cuentos de Neil Gaiman (II).


12. Jerusalén.

   Un matrimonio realiza un viaje a la llamada Ciudad Sagrada, allí su guía les cuenta de un extraño fenómeno que pasa con algunos turistas cuando llegan a dicho lugar; y en contra de lo esperado, la ciudad consigue despertar en ellos más que simple curiosidad.
    Otro breve cuento abordado con mucha creatividad de parte de su autor, a través del cual no deja de percibirse su enorme bagaje cultural y la sensibilidad que tiene para abordar los grandes temas y preocupaciones de la humanidad, como los problemas matrimoniales, las disputas ideológicas y la búsqueda de sentido de la vida.

13. Clic-Clac, el sonajero.

    Un nuevo relato breve y esta vez de miedo; de hecho, se trata de un texto que juega con la noción del miedo mismo, aquello que nos aterra desde pequeños y que aún adultos nos provoca rechazo y temor.  El repentino final, en unas pocas líneas, corresponde a un recurso habitual de estas narraciones cortas y donde el remate del argumento, que debe ser sorprendente, algo que se nota maneja a la perfección el maestro Neil Gaiman, quien sabe acaparar nuestra atención en pocas páginas o cientas; cabe mencionar, en todo caso, que esta vez optó por un final algo más convencional, reelaborando recursos temáticos caros al género: Las víctimas son los que pecan de inocentes, el engaño lo es todo para los depredadores de la noche y los niños son la mejor herramienta para contar una buena historia de espanto.

14. Un conjuro contra la oscuridad.

    De todos los cuentos que he leído en lo que va mi repaso de Material Sensible, este es uno de los que más me ha gustado, una narración que es tanto un homenaje a otro de esos escritores que menciona Gaiman en la introducción, como un texto que solo pretende divertir y encantar con una historia maravillosa (esto último, no poca cosa).
     Un hombre que acostumbra visitar lo que en la traducción llaman mercadillos y que en Chile pueden corresponder a nuestras ferias libres o persas, conoce a un extraño comerciante y lo invita a comer para charlar, intrigado por su rara apariencia y los objetos que vende.  Asimismo, se nos cuenta de las aventuras de un padre y su hijo, quienes provienen de un mundo en decadencia, pero en el cual existe magia poderosa y de ese modo ambos pueden tener otra oportunidad en un lugar supuestamente mucho mejor.
     Solo al final de este relato lleno de maravillas, en las que se conjugan lo sobrenatural y la ciencia ficción tipo pulp, nos enteramos cómo ambas tramas se unen.
     Un texto que recupera la saga de La Tierra Moribunda de Jack Vance, ciclo literario que por mi parte desde mi ya lejana adolescencia he querido leer y ahora con este primer encuentro real, deseo disfrutar más que nunca.

15. "Y llora, como Alejandro".

    Un nuevo relato corto y esta vez al correspondiente género de la ciencia ficción, con una mezcla perfecta entre la crítica social propia de este tipo de obras, el humor, la referencia a los tópicos tradicionales y más "ñoños" de la fantasía científica y la invitación a la reflexión propia de una literatura como esta.
     El argumento gira en torno a un desconocido que llega al típico pub inglés y allí se pone a hablar a su audiencia de a lo que se dedica, una labor única y en la que la humanidad completa está involucrada.  Lo mejor de todo, el final, con una mirada irónica a cómo están dándose nuestras relaciones interpersonales y la manera en la que la tecnología y su dependencia a ella nos está consumiendo.
    Aprovecho de contarles que les leí este cuento a mis alumnos, por medio de las clases de videollamada que en las actuales circunstancias me veo obligado a realizar; se supone les gustó y lo analizamos juntos.  Fue un gusto para mí presentarles a Neil Gaiman.

Preciosa edición rusa.
 16. Las nada en punto.

   Desde pequeño Neil Gaiman estimuló su imaginación con historias maravillosas de todo tipo, entre cuentos, novelas, historietas, películas...y series de televisión; dentro de estas últimas se encuentra la longeva y mítica serie de Doctor Who, programa británico que mezcla la ciencia ficción y la fantasía de forma sorprendente y que desde que fue creado en los ya lejanos cincuenta, aún sigue emitiéndose con nuevas temporadas y capítulos, desde que en el año 2004 fue actualizado para las nuevas generaciones y sus viejos seguidores.
    Su protagonista, de quien nunca sabemos su verdadero nombre, es el último de su raza, los llamados Señores del Tiempo (bueno, hace unos años atrás logró salvar a su especie, pero para eso tuvo que pasar mucho entre medio) y viaja en su nave Tardis, que por fuera parece una cabina telefónica y por dentro es inmensa, llena de artilugios increíbles; gracias a esta máquina y a sus habilidades puede viajar por el tiempo y el espacio, lo que por lo general lo hace con un humano al menos, quien se convierte en su compañero durante un periodo de por lo menos un año; por otro lado, cada cierto tiempo el Doctor se regenera y eso implica cambiar de cuerpo y en parte de personalidad, no obstante siempre es un héroe y por ello mismo ha salvado nuestro mundo, así como otros y hasta el mismo universo un montón de veces.
    Hace un tiempo atrás Gaiman cumplió uno de sus sueños, escribir un episodio de su show televisivo favorito y supuestamente esta historia fue tan buena, que ganó el famoso Premio Hugo (que por mi parte, no lo encontré tan bueno que digamos...No obstante en gustos no hay nada escrito) y al año siguiente hizo otro (que este sí me gustó). En otra ocasión lo invitaron para realizar un cuento sobre el Doctor, para agregarlo a una antología que celebraba su aniversario número 50 y de ese modo salió la narración que ahora revisamos (y de paso, por fin pude escribir sobre este gran personaje y su serie que tanto me atrae, lo que tenía pendiente desde hace años, si bien hace rato ya que no veo sus nuevas temporadas).
    Esta obra transcurre al principio de la quinta temporada, cuando el Doctor era interpretado por Matt Smith (el Doctor que menos me gusta, por cierto), de modo que su compañera es la colorina Amy Pond.  Un día logra escapar de su prisión donde ha estado por eras un ser increíble, también el único de su gente (bueno, a su manera, que luego nos enteramos que las leyes físicas no funcionan para él como para nosotros) y como el Doctor es el único que queda de quienes lo encarcelaron, lo busca para usarlo en lo que sería el control de la realidad.
      Tal como sucede con la serie de la que se nutre esta joyita literaria, que puede ser leída y disfrutada sin problemas por quienes nunca han visto Doctor Who, nos encontramos con situaciones que rayan en el surrealismo, personajes bizarros, humor y mucha aventura.  En este caso no hay moralejas, ni dobles lecturas, solo el placer de entretener con una buena historia y que se los "juro con mi sello" logra entretener de principio a fin.
    Nota: ¡Me encantaría ver filmada esta historia! (claro que ahora el Doctor ya no es el flacuchento Matt Smith, Amy Pond dejó de lado sus viajes extraordinarios y el Señor del Tiempo es en la actualidad una mujer, así que a menos que lo adaptaran al cómic, tendrían que hacer sus buenos cambios al argumento).


17. Diamantes y perlas: Un cuento de hadas.

   Una historia breve de nuevo, que tal como dice su subtítulo corresponde a un cuento de hadas, aunque este llevado a un terreno más adulto y eso que desde hace tiempo ya que estas historias poseían una crueldad capaz de aterrorizarnos.
     Neil Gaiman juega con los arquetipos de esta tradición literaria, la chica de buen corazón cuyo padre se casó con una mala mujer, que a la muerte de su progenitor abusa de ella. No hay Príncipe Azul, ni Hadas Madrinas, pero sí al menos un animal que habla y se cumple la noción de una justicia superior, que premia los actos nobles y castiga la vileza...Eso sí, no les voy a negar, el raro final de todo creo no haberlo comprendido en su plenitud ¿Alguien me lo explica?

18. El retorno del pequeño duque blanco.

    Una historia a medias entre el cuento de hadas y la ciencia ficción, donde además podemos apreciar al Neil Gaiman más lírico en su prosa y que descubrí con sus fantasías oníricas de Sandman (esperaba encontrarme en cualquier momento con su sabio protagonista).
     Un poderoso hombre soberano de un montón de mundos y de millares de súbditos comienza a darse cuenta de que pese a todo el poder que posee, no es alguien feliz.  Es entonces que emprenden un viaje hacia lo desconocido y solo cuando llega a su destino consigue la paz que le faltaba, aunque de una manera por completo distinta a lo que esperaba él y nosotros mismos que como lectores nos encontramos con el desenlace más desconcertante de todos los que nos ha dado, en lo que va del libro.
     Un cuento que nos demuestra que la plenitud no está en lo material, sino que en ser fieles a las necesidades de nuestro corazón.

19. Terminaciones femeninas.

    Usando el estilo epistolar, o sea a través de una carta, nos encontramos en esta ocasión con una muy particular declaración de amor de un "admirador secreto".
    La historia recoge la rancia tradición de la relación amorosa entre dos seres de distintos mundos, un simple mortal y una criatura sobrenatural, con las variaciones esperadas por un artista como Neil Gaiman que mezcla lo clásico y lo moderno.
    Por otro lado, las obsesiones propias del deseo y la obsesión, que no debemos confundir con el verdadero amor, le otorgan a esta pieza cierto clima terrorífico a su final.

20. Ceñirse a las formalidades.

    Otro poema "de regalo" y cuando pensé que sobre este escribiría solamente "sin comentarios", me encuentro de que se trata de un texto lírico narrativo que si no fuera por su estructura en versos y estrofas, bien podría considerarse como cuento...Y es que en él su hablante lírico (el o la narrador/a del poema), viene a ser nada menos que un famoso personaje de los cuentos de hadas, quien se expresa sobre su posición personal respecto a un importante evento social al cual no fue invitado/a.
     Una vez más tenemos a Gaiman interviniendo los grandes clásicos infantiles, para otorgarnos su valiosa reinterpretación moderna.

21. La joven durmiente y el huso.

     He aquí el cuento que más me ha gustado en lo que va del libro y que ya estoy (casi) a punto de terminar, puesto que conjuga lo mejor de Neil Gaiman y que me hizo amarlo desde aquellos años noventa, cuando lo conocí gracias a los cómics de Sandman que me prestaba mi amigo Marcelo López: alguien capaz de crear emotivas historias donde la magia de las viejas historias, eran re interpretadas a través de personajes reales y de fantasía, a los que dotaba de una enorme humanidad.
    Una reina está por casarse, hasta que le llega la noticia de que en el reino vecino una maldición tiene a todo el mundo durmiendo desde hace décadas y que a menos que alguien intervenga, dicho mal se extenderá hasta sus tierras.  Es así que parte junto a un trío de compañeros muy especiales, con el propósito de solucionar el entuerto.
     Es fácil saber en qué clásico de los cuentos de hadas se inspiró Gaiman para referirse al hechizo que se está propagando, sin  a ello el autor suma otra gran narración de este estilo, uniéndolas ambas con maestría (unas cuantas pistas nos da sobre este otro relato clásico, mas en mi caso solo luego del espectacular clímax me di cuenta de la identidad de la heroína...¡Torpe yo!
    Al ser justamente una actualización de los rancios temas "para niños", pensado también para lectores adultos que crecimos con estas obras, el escritor introduce temas tales como la emancipación femenina y la soledad, haciendo además una reflexión acerca de la verdadera naturaleza del mal y sus consecuencias.
    En pocas palabras este cuento es... ¡Maravilloso!

Edición serbia.
22. Oficio de bruja.

    Otro poema narrativo y que solo encuentro atractivo si lo considero como un posible cuento que su creador podría escribir, usándolo como materia prima para algo mejor.  Como dice su título, trata sobre una bruja y lo que hace esta en su labor como tal...Nada más que decir.

23. En Relig Odhráin.

    Un último poema narrativo, está vez basado en una leyenda irlandesa sobre dos santos católicos y una horrible costumbre que se realizaba para hacer los cimientos de las iglesias.
   Según cuenta el autor al principio del libro, cuando se refiere a la génesis de cada uno de los textos que en Material Sensible se incluyen, no pensaba escribir esta historia como un poema, pero la métrica le salió de manera espontánea...Una lástima para sus lectores de otras lenguas y que leemos esta obra traducida, puesto que otra vez pierde todo atractivo el poema, que casi da lata leerlo.

24. Black Dog.

    Un relato inédito para este tomo que ya termina (¡Nostalgia me da de pensar en los ratos en que me acompañó!) y se trata nada menos que de una nueva aventura de Sombra, el protagonista de Dioses Americanos.  Es así que tal como en Objetos Frágiles, su segunda antología, Neil Gaiman acaba este recorrido por sus historias más recientes (y poemas, para pesar mío) con un genial texto dedicado a tan entrañable personaje...Pues el mundo es vasto y las maravillas, sorpresas y pesadillas nunca dejan de aparecerse en nuestras vidas
    Sombra ahora está en Inglaterra (su anterior relato transcurría en Noruega) y en el campo conoce a unas personas muy amables, entre ellas un matrimonio que lo invita a quedarse con ellos para campear la lluvia nocturna.  Todo va bien hasta que se aparece el animal que da nombre al cuento (¿Por qué diablos no tradujeron su título al español, que Perro Negro queda muy bien?) y las cosas se complican cuando vuelve una antigua amante (no de Sombra) y el anfitrión tiene una crisis; es así que nuestro antihéroe se ve involucrado una vez más en un drama de ribetes sobrenaturales, si bien una vez queda de manifiesto que es a los vivos, a los humanos, a los que debemos temerles.
    La recreación del bucólico mundo en el que transcurre esta obra, nos transporta de nuevo de la mano del autor a bellos parajes, donde la gente es por lo general grata para conocer y donde el elemento mágico entra tan bien a ese mundo rural (y a veces citadino), como el maestro sabe conjugar.
    Amor, celos, muerte y justicia son palabras que en una obra como esta so mucho más que eso: son parte de nosotros mismos, que una fantasía como esta, con la que despedimos por ahora a Neil Gaiman, nos dejan claro que estas fantasías superan la simple evasión, sino que corresponden a un retrato embellecido (y a veces aterrador) de quiénes somos realmente.

* Palabras finales.

    Recomendable es leer cualquier obra escrita por Neil Gaiman, tanto sea de su narrativa correspondiente a novelas y cuentos, como a sus historietas; en el caso de sus relatos, una joya es encontrarse con alguno de ellos en las numerosas antologías en las que ha participado, siendo que una colección como la que hemos terminado de revisar, resulta ser una excelente oportunidad no solo para disfrutar de su pluma e ingenio, sino que la instancia perfecta para conocer a través de varios ejemplos las características de su ficción: una obra donde los temas de la literatura clásica, oral y escrita, son revisados por un autor culto, que se nota ama esta historias que le precedieron y ama escribirlas; textos donde muchas veces el humor acompaña a momentos de mucha emoción y donde la trama entretiene tanto como nos lleva a la reflexión.
     Cuando leemos el Prólogo dividido en varias partes, conocemos no solo la interesante génesis de los textos que componen Material Sensible, sino que por igual el autor nos abre su corazón y su manera de ver el mundo y, en especial, el valor que tiene para él el arte de las fabulaciones...Pero, quizás, lo más destacado de este apartado corresponda a todos los autores que menciona en sus páginas, honrándolos con sus palabras y luego con los escritos que posteriormente disfrutaremos, inspirados en esas obras suyas leídas tiempo atrás.  Con respecto a todo esto, al aprecio de Gaiman hacia los clásicos de la narrativa, no deja de ser cierto que su escritura llega a ser muy apreciada por el público conocedor de los autores y libros que tributa; ahora bien, cuando dichos nombres y casos tienen relación con el llamado "mundo ñoño", relativo a la ciencia ficción, fantasía y el terror, el placer es mayor para uno cuando reconoce esas atenciones suyas (siendo en esta caso, su cuento sobre el Doctor Who, sin dudas, el mayor caso de "ñoñeria" en los más de 20 cuentos y poemas que comprenden el volumen).
    Si van a comenzar en la narrativa de este tremendo artista (dejando de lado sus novelas gráficas), este no es el libro adecuado para ustedes y lo digo sin dudarlo, pese a todo lo que lo disfruté.  Creo que si se trata de ahondar en la narrativa de un autor por primera vez, aprovechando de que este (o esta) también le haya dedicado tiempo al relato breve, lo ideal es hacerlo por medio de este formato, ya que en muy poco tiempo uno puede hacerse una idea de su talento y versatilidad (que así lo hice yo con gente como Robert McCammon, Clive Barker, George R. R. Martín y Ramsey Campbell...Todos artistas por quienes "me saco el sombrero").  Pues resulta que en el caso del volumen que nos ha reunido, hay unos cuantos títulos que no están entre lo mejor de su mano, son demasiado "raros" o podrían alejar al nuevo lector de su ficción más rica; no son cuentos malos, aunque tampoco me parecen lo adecuado como para entusiasmar a estos posibles nuevos lectores.  En ese caso, más "redondito" encuentro Objetos Frágiles como embajador del talento de este inglés y supongo que su primera antología, Humo y Espejos, que aún no tengo ni leo, también sería una excelente opción para descubrir a Neil Gaiman.
    Por cierto, le leí a otro grupo de estudiantes desde la comodidad de mi casa, el comienzo de la Introducción y en ese caso los entusiasmó más el libro (si al menos uno de ellos se lo consigue y lo disfruta, me sentiré muy dichoso).  A uno de esos cursos también a manera de “regalo lector” le leí uno de los relatos que comprenden Un calendario de cuentos y tengo pendiente hacerlo con los otros dos que ya oyeron el principio de la Introducción…¡Me encanta compartir con la gente aquello que me hace feliz y ojalá transmitirles tales emociones!
    Bueno, hasta acá llegamos por ahora en la narrativa de este maestro; será hasta la próxima y, probablemente, en el transcurso de este mismo año.

Neil Gaiman hoy en día.

lunes, 20 de julio de 2020

El “papá” de los Expedientes-X. PRIMERA PARTE.



1. Hace mucho tiempo en una pantalla muy lejana.

     Allá por los “lejanos” setenta las producciones televisivas no eran como las que hoy tenemos, productos sofisticados en los que se mueve mucho dinero, para realizar shows que rivalicen con los estrenos cinematográficos, poseedores de efectos especiales de primer nivel y con una calidad técnica impecable, aparte de conseguir una que otra estrella para tener entre sus personajes…No, que en aquel entonces la TV era sin dudas la “hermana menor” de la pantalla grande y si se trataba de realizar un título original para ello, sea película, miniserie y serie lo primordial era más bien conseguir primero un buen guión, a veces no necesariamente algo muy “artístico”, pero al menos lo suficiente como para enganchar al público y de ese modo conseguir la audiencia suficiente que permitiera hacer rentable su propuesta.  Fue así cómo durante estos años salieron programas hoy de culto, que demostraron que el talento es mucho más que presupuestos multimillonarios, gracias a su valor artístico y la propuesta novedosa que entregaron en su momento, manteniendo aún su vigencia; entre estos verdaderas joyitas de antaño encontramos títulos como La Dimensión Desconocida de Rod Serling y Star Trek de Gene Rodenberry…y entre ellos corresponde mencionar, aunque no tan popular como las recién mencionadas, que hasta tenido remakes, spin-offs y versiones para el cine han tenido, Kolchak: The Night Stalker.

2. Un héroe muy particular.

    En el transcurso de 1972 se estrenó en la televisión gringa una telefilme que de manera inesperada consiguió bastante éxito: Kolchak: The Night Stalker, una mezcla a medias entre el policial y el terror, donde su protagonista no era un agente de la ley, sino que un desfachatado periodista que en medio de su investigación se encontraba con que los asesinatos seriales que se estaban cometiendo en Las Vegas, los cometía nada menos que un vampiro.  Basada en una novela que aún no se publicaba, The Kolchak Papers de Jeff Rice, fue producida por todo un especialista en las producciones televisivas de terror, Dan Curtis, quien no hace mucho había alcanzado la fama al crear otro título de terror catódico legendario, Sombras Tenebrosas.  Fue así que para llevar a la audiencia el libro recién mencionado, se llamó a todo un maestro de la narrativa del género, también consagrado guionista, Richard Matheson. El éxito también fue posible gracias al actor contratado para personificar al deslenguado y singular protagonista, Carl Kolchak, el veterano Darren McGavin, quien ya había tenido cierta fama haciendo del detective Mike Hammer en los cincuenta; y es que en verdad no se puede dejar de apreciar un show como este, si no nos detenemos en la caracterización realizada por el histrión, quien nos concedió un personaje querible y que bien está entre los grandes de las ficciones televisivas.

Portadas de las primeras ediciones de las aventuras originales de Kolchak.

     Esta primera película nos muestra a Kolchak enfrentado a la incredulidad de las fuerzas del orden, para aceptar la idea de la existencia del chupasangre, de modo que al final tiene que ser él mismo quien logre derrotar como corresponde a la criatura de la noche.  El desenlace, bastante amargo y rupturista para la época, será en parte determinante para inspirar un par de décadas después a Chris Carter, a la hora de creer su aún más mítica serie de Los Expedientes-X, quien no cejaría en admitir que una de sus principales influencias fue la serie que hoy recordamos.  Por otro lado, podemos encontrarnos con un discurso político que si bien no está profundizado en este título, al menos sí sirve como otro antecedente argumental para el mencionado programa y que se nutrió de esta fuente: la verdad es poder y por eso mismo habrán organizaciones que velarán por controlarla y/o manipularla, por una razón u otra, algo que el propio Kolchak llega a conocer en carne propia, si bien no al nivel de los igualmente queridos Dana Scully y Fox Mulder.
     Debido a los excelentes resultados de la primera cinta de Kolchak, en 1973 se proyectó una segunda, esta titulada Kolchak: The Night Stangler y para la cual se volvió a contar con la dupla Curtis-Matheson en la realización, sin olvidar a McGavin como el profesional de la comunicación enfrentado a las fuerzas siniestras, quien además volvió a ser acompañado por su simpático jefe Tony Vicenzo (cuya relación entre ambos en pantalla, resulta ser bastante graciosa, por medio de escenas memorables y diálogos inteligentes llenos de sarcasmo y aun así demostrando una inquebrantable amistad masculina, tema recurrente en las grandes historias).  En esta ocasión, Kolchak se encuentra con una serie de asesinatos perpetrados por nada menos que un científico que ha descubierto cómo acceder a la inmortalidad, razón por la cual realiza sus horrendos homicidios; la introducción de este tipo de psicópatas extraordinarios, claramente la podemos ver como un tópico que luego los mismos Expedientes-X convertirían en una de sus más célebres fórmulas.  Por cierto, esta vez podemos apreciar que contaron con mayor presupuesto para realizar el largometraje en cuestión, puesto que en el potente clímax retrataron muy bien la existencia de una oculta y deshabitada ciudad subterránea, bajo el Seatle donde transcurre la trama.


                                                        Tráiler de la primera película.

3. El Monstruo de la semana.

    Tras los excelentes resultados de público y crítica de Kolchak y sus dos películas, entre 1974 y 1975 se realizó una temporada de 20 episodios y dedicada a las nuevas andanzas de su protagonista; esta vez en las calles de Chicago donde se van a vivir y trabajar el héroe junto a su amigo, editor del diario en el cual ahora en adelante han sido destinados.  En esta ocasión ni Curtis, ni Matheson se adhirieron al proyecto, si bien se consiguió cierta continuidad gracias a la labor de David Chase detrás de los guiones, pese a que intervinieron un montón de escritores debido a los problemas que tuvo la ejecución de todo; no obstante, sumados todos los esfuerzos por conseguir algo digno (incluyendo al mismo Darren McGavin, quien procuró por apoyar en materias administrativas), se logró un producto que pese a su breve periodo en la pantalla con el tiempo y las sucesivas repeticiones ganó su estatus de culto.
    A la hora de analizar este programa que lamentablemente no logró ir más allá de su primera temporada, debido al mal manejo que tuvo de parte de la cadena que lo emitía originalmente (ABC) y que terminó por cansar a su actor principal, ya que oficiaba de productor sin ser remunerado por ello, podemos darnos cuenta que con facilidad se pueden disfrutar sus capítulos de forma saltada, al no existir una trama mayor entre un episodio y otro (salvo un capítulo en el cual aparece una vampira, que “nació” debido a las acciones del chupasangre de la primera película).  Es así que los guiones parten con Kolchak contándonos en primera persona, ya sea como si se tratara de sus pensamientos, confesión o archivos personales secretos, sobre un caso que no podrá hacer público debido a la censura de la policía y a la falta de fe de su amigo director del diario en el que trabaja, haciendo referencia y/o recordando los eventos del nuevo suceso extraordinario en el que participó; hechos de los que fue testigo y protagonista al ser el único de su entorno en tener la mentalidad lo suficientemente abierta como para aceptar la existencia de monstruos sobrenaturales, aberraciones de la ciencia y otros.  Por lo tanto será habitual en cada argumento la oposición del protagonista a la estrecha de miras de jefes de la policía, quienes por lo general lo desprecian por considerarlo un estorbo o un loco, lo que no le impide a seguir detrás de la pista y derrotar por sus propios medios a la amenaza de turno (en el mejor de los casos) o sobrevivir derrotado siendo la única persona en saber la verdad de todo.
    Hay mucho humor en este título, lo cual agrada bastante a la hora de verlo y más es si lo disfrutamos desde nuestra actual mirada, que la mayoría de los espantos que aquí aparecen ya no nos provocan miedo; no obstante, logra maravillar esta serie y en mi caso cada historia fue un agrado contemplarla, que nunca antes lo había hecho y fue entre junio y julio de este año (en plena cuarentena) que recién pude conseguírmela y verla tras años que me la estuvieron recomendando; más encima le conté de ella a mi sobrinito Amilcar de 10 años, quien se vio conmigo más o menos la mitad de la temporada y le gustó bastante, pese a que se daba cuenta de su factura antigua y escaso presupuesto.
    Al comienzo de la temporada repitieron el recurso de las fuerzas policiales superadas por el villano, donde en una escena varios agentes trataban de controlarlo, quien sin mayor dificultad se los sacaba de encima tirándolos por los alrededores (todo bien efectuado, si bien resulta gracioso comprobar la incompetencia de los supuestos profesionales, al no reconocer que estaban frente a algo muy distinto al típico criminal).  Asimismo, no se mostraba de manera muy directa la apariencia de estos adversarios, por lo general exhibidos en la noche, con poca iluminación o en ángulos extraños para no perder la verosimilitud debido al paupérrimo maquillaje; sin embargo, más o menos a mitad de la temporada pareciera que se insufló algo de dinero extra, puesto que se ganó en espectacularidad incluyendo mejores efectos especiales y maquillaje, ahora con las monstruosidades de frente y a la luz del día.
    A lo largo de sus 20 episodios, Kolchak se enfrentó a nada menos que Jack el Destripador, un zombie y una bruja vudú, extraterrestres, la vampira hace poco mencionada, un hombre lobo, un caso raro de combustión espontánea (este uno de los guiones más ingeniosos de la serie), un satanista (¿y no me van a creer de que se trata de un político?), un chamán, un monstruoso hombre-musgo producto de unos experimentos con el sueño (otro genial guión), un dios de los pueblos originarios de USA, una criatura de la mitología hindú, un robot, un ancestro homínido del ser humano, una bruja, un motorista fantasma (¡Sí, aunque ustedes no lo crean!...y Marvel no hizo ninguna demanda), un súcubo (por si no saben, se trata de un demonio femenino que posee a los hombres que caen en sus redes por medio del sexo…y aquí vemos algo bastante subido de tono en contra de lo esperado en un programa como este), sacrificios aztecas y un dios momia (mi capítulo favorito), una maldición medieval, una ladrona de la juventud y servidora de la demoniaca diosa griega Hécate y un dinosaurio antropoide subterráneo.  Como pueden darse cuenta, estamos frente a toda una galería de horrores, entre verdaderos clásicos de la tradición más rancia y otros que en su momento fueron algo nuevo para la pantalla chica y grande, de modo que se hace evidente el aporte argumental de esta serie de culto.



                                     Un regalito para los "niños de la casa": las dos películas y 
                        la serie completa en español neutro y muy buena calidad para descargar.
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