Estábamos
finalizando el primer año de la pandemia del Covid, encerrados haciendo
cuarentena los "privilegiados", sin vacuna todavía, cuando se estrenó
la primera temporada de la serie de televisión de horror de Alex de la Iglesia,
30 Monedas. Solo ocho episodios de una historia de miedo
sobrenatural, que le debía bastante por su atmósfera a la literatura
lovecrafniana y a los Mitos de Cthulhu.
La producción española nada tenía que envidiarle a la de los gringos,
bastante gore, con magníficos monstruos y una gama variopinta de personajes.
En pocas palabras, la trama nos cuenta de cómo las 30 monedas de oro que le dieron a Judas Iscariote, por traicionar a Jesús, le sobrevivieron hasta la actualidad y se volvieron objetos de gran poder maligno; por lo tanto, gente inescrupulosa, entre los que se encuentran fuerzas demoniacas, andan detrás de ellas y quienes saben de su existencia, representantes del bien (o gente común y corriente, que tuvo la mala suerte de encontrarse en su camino), la tienen muy difícil para evitar que se produzca una hecatombe. Entre los anteriores encontramos a un sacerdote, con un pasado del que trata de escapar, quien llega a un pueblito precioso entre medio de las montañas, en España, cuyos habitantes se volverán en contra de su voluntad en protagonistas y/o peones de esta lucha por las 30 Monedas.
La primera temporada terminó bastante potente, con la muerte de dos figuras principales de ambos bandos y con todo el pueblo sumido en el caos, a lo que hay que agregarle el "gran escape", de dos parejas también representantes cada una del bien y la otra del mal... ¿Qué pasaría a continuación?
Mucho tuvimos que esperar para que se concretara la continuación y saber cuál sería el paradero de los personajes, de modo que tan solo a finales del año pasado (¡tres años después de la primera temporada!), se estrenó la nueva tanda de episodios, que también fue solo de ocho en total... ¡Aunque se trata de calidad, en vez de cantidad!
Con un claro homenaje/inspiración de Hellraiser de Clive Barker, la segunda temporada parte nada menos que en el infierno, con unos demonios que recuerdan mucho a sus cenobitas. La guerra por el control de las 30 monedas, se ha complicado más que nunca, pues un tercer interesado ha ingresado a la contienda: un multimillonario gringo, que se esconde bajo su imagen de intelectual y humanista, pues tiene su propia agenda al respecto. Entonces sucede algo inesperado y que viene a ser la forzada sociedad entre bien y mal (infernal), para evitar que la locura (humana) provoque un Apocalipsis que ni a uno, ni al otro, le convienen.
En pocas palabras, la trama nos cuenta de cómo las 30 monedas de oro que le dieron a Judas Iscariote, por traicionar a Jesús, le sobrevivieron hasta la actualidad y se volvieron objetos de gran poder maligno; por lo tanto, gente inescrupulosa, entre los que se encuentran fuerzas demoniacas, andan detrás de ellas y quienes saben de su existencia, representantes del bien (o gente común y corriente, que tuvo la mala suerte de encontrarse en su camino), la tienen muy difícil para evitar que se produzca una hecatombe. Entre los anteriores encontramos a un sacerdote, con un pasado del que trata de escapar, quien llega a un pueblito precioso entre medio de las montañas, en España, cuyos habitantes se volverán en contra de su voluntad en protagonistas y/o peones de esta lucha por las 30 Monedas.
La primera temporada terminó bastante potente, con la muerte de dos figuras principales de ambos bandos y con todo el pueblo sumido en el caos, a lo que hay que agregarle el "gran escape", de dos parejas también representantes cada una del bien y la otra del mal... ¿Qué pasaría a continuación?
Mucho tuvimos que esperar para que se concretara la continuación y saber cuál sería el paradero de los personajes, de modo que tan solo a finales del año pasado (¡tres años después de la primera temporada!), se estrenó la nueva tanda de episodios, que también fue solo de ocho en total... ¡Aunque se trata de calidad, en vez de cantidad!
Con un claro homenaje/inspiración de Hellraiser de Clive Barker, la segunda temporada parte nada menos que en el infierno, con unos demonios que recuerdan mucho a sus cenobitas. La guerra por el control de las 30 monedas, se ha complicado más que nunca, pues un tercer interesado ha ingresado a la contienda: un multimillonario gringo, que se esconde bajo su imagen de intelectual y humanista, pues tiene su propia agenda al respecto. Entonces sucede algo inesperado y que viene a ser la forzada sociedad entre bien y mal (infernal), para evitar que la locura (humana) provoque un Apocalipsis que ni a uno, ni al otro, le convienen.
Uno de los "adorables" demonios de la serie. |
Aparte de lo anterior, nos reencontramos con varios viejos conocidos, poniendo de su parte para que las cosas no se desmanden: Paco, el muy guapo ex alcalde del pueblito, donde sucedió lo de la primera temporada, sigue involucrado con la veterinaria que le robó el corazón y lo hizo dejar a su esposa (hace rato esta última en negocios turbios), de modo que juntos ya han asumido su papel como adalides de la luz. Asimismo, el sargento Lagunas, el otrora representante de la Guardia Civil de Pedraza, es uno de los pocos sobrevivientes del desastre que hubo en sus inmediaciones, viviendo ahora con el loco de dicho lugar, también ambos obstinados en derrotar a los villanos; a esta extraña pareja, se les une una muy simpática youtuber, cuya ayuda será esencial para llegar hasta el impactante final de temporada.
Por otro lado, la antigua esposa del fugado edil, Merche, está empecinada en recuperarlo, así como lleva rato maquinando en sacar provecho de las monedas que lleguen a sus manos; por lo mismo, juega con uno y otro de los interesados en usarlas con propósitos nefastos, habiéndose convertido ella misma en una verdadera perra maquiavélica.
Junto al resto, unos cuantos antiguos habitantes de Pedraza regresan, ahora retenidos en un manicomio para experimentar con ellos. Pero estos hombres comunes y corrientes no han perdido su deseo de libertad, por lo que también se unirán a la acción.
Como en la primera temporada, los escenarios incluyen varios países (ignoro cuáles solamente bien simulados), además de que esta vez nos entregan su particular visión del Inframundo. Hay mucha sangre y hasta naves extraterrestres aparecen, incluyendo su cuota de humor, aunque este no llegando a sobrepasar la intriga y el sentido de la aventura, que marcan mayormente esta historia de horror sobrenatural. A su vez, Roque Baños nos sigue concediendo grandes composiciones musicales para este genial programa.
Dos excelentes histriones se unen al elenco, tomando el cargo de personajes principales: En primer lugar, la españolísima Najwa Nimri, a quien la recuerdo de su estupendo papel de obsesiva policía embarazada en La Casa de Papel (quien se ve irreconocible en esta producción, que su caracterización vuelve a ser impresionante) y en segundo, el gringo Paul Giamati, como el líder del otro bando "maligno", Cristian Barbrow.
Alex de la Iglesia sigue tras las cámaras y también continúa con su guión junto a su socio de siempre, Jorge Guerricaechevarría.
Ahora solo queda pedir que no venga otra pandemia y no tengamos que esperar hasta más o menos el 2026, para ver lo que se supone será la conclusión.
Stephen King tiene su propio homenaje en esta segunda temporada |