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lunes, 29 de enero de 2024

¡Ya era hora!


     Estábamos finalizando el primer año de la pandemia del Covid, encerrados haciendo cuarentena los "privilegiados", sin vacuna todavía, cuando se estrenó la primera temporada de la serie de televisión de horror de Alex de la Iglesia, 30 Monedas. Solo ocho episodios de una historia de miedo sobrenatural, que le debía bastante por su atmósfera a la literatura lovecrafniana y a los Mitos de Cthulhu.  La producción española nada tenía que envidiarle a la de los gringos, bastante gore, con magníficos monstruos y una gama variopinta de personajes.
    En pocas palabras, la trama nos cuenta de cómo las 30 monedas de oro que le dieron a Judas Iscariote, por traicionar a Jesús, le sobrevivieron hasta la actualidad y se volvieron objetos de gran poder maligno; por lo tanto, gente inescrupulosa, entre los que se encuentran fuerzas demoniacas, andan detrás de ellas y quienes saben de su existencia, representantes del bien (o gente común y corriente, que tuvo la mala suerte de encontrarse en su camino), la tienen muy difícil para evitar que se produzca una hecatombe.  Entre los anteriores encontramos a un sacerdote, con un pasado del que trata de escapar, quien llega a un pueblito precioso entre medio de las montañas, en España, cuyos habitantes se volverán en contra de su voluntad en protagonistas y/o peones de esta lucha por las 30 Monedas.
    La primera temporada terminó bastante potente, con la muerte de dos figuras principales de ambos bandos y con todo el pueblo sumido en el caos, a lo que hay que agregarle el "gran escape", de dos parejas también representantes cada una del bien y la otra del mal... ¿Qué pasaría a continuación?
    Mucho tuvimos que esperar para que se concretara la continuación y saber cuál sería el paradero de los personajes, de modo que tan solo a finales del año pasado (¡tres años después de la primera temporada!), se estrenó la nueva tanda de episodios, que también fue solo de ocho en total... ¡Aunque se trata de calidad, en vez de cantidad!
    Con un claro homenaje/inspiración de Hellraiser de Clive Barker, la segunda temporada parte nada menos que en el infierno, con unos demonios que recuerdan mucho a sus cenobitas.  La guerra por el control de las 30 monedas, se ha complicado más que nunca, pues un tercer interesado ha ingresado a la contienda: un multimillonario gringo, que se esconde bajo su imagen de intelectual y humanista, pues tiene su propia agenda al respecto.  Entonces sucede algo inesperado y que viene a ser la forzada sociedad entre bien y mal (infernal), para evitar que la locura (humana) provoque un Apocalipsis que ni a uno, ni al otro, le convienen.

Uno de los "adorables" demonios de la serie.

    Aparte de lo anterior, nos reencontramos con varios viejos conocidos, poniendo de su parte para que las cosas no se desmanden: Paco, el muy guapo ex alcalde del pueblito, donde sucedió lo de la primera temporada, sigue involucrado con la veterinaria que le robó el corazón y lo hizo dejar a su esposa (hace rato esta última en negocios turbios), de modo que juntos ya han asumido su papel como adalides de la luz.  Asimismo, el sargento Lagunas, el otrora representante de la Guardia Civil de Pedraza, es uno de los pocos sobrevivientes del desastre que hubo en sus inmediaciones, viviendo ahora con el loco de dicho lugar, también ambos obstinados en derrotar a los villanos; a esta extraña pareja, se les une una muy simpática youtuber, cuya ayuda será esencial para llegar hasta el impactante final de temporada.
    Por otro lado, la antigua esposa del fugado edil, Merche, está empecinada en recuperarlo, así como lleva rato maquinando en sacar provecho de las monedas que lleguen a sus manos; por lo mismo, juega con uno y otro de los interesados en usarlas con propósitos nefastos, habiéndose convertido ella misma en una verdadera perra maquiavélica.
    Junto al resto, unos cuantos antiguos habitantes de Pedraza regresan, ahora retenidos en un manicomio para experimentar con ellos.  Pero estos hombres comunes y corrientes no han perdido su deseo de libertad, por lo que también se unirán a la acción.
    Como en la primera temporada, los escenarios incluyen varios países (ignoro cuáles solamente bien simulados), además de que esta vez nos entregan su particular visión del Inframundo.  Hay mucha sangre y hasta naves extraterrestres aparecen, incluyendo su cuota de humor, aunque este no llegando a sobrepasar la intriga y el sentido de la aventura, que marcan mayormente esta historia de horror sobrenatural.  A su vez, Roque Baños nos sigue concediendo grandes composiciones musicales para este genial programa.
   Dos excelentes histriones se unen al elenco, tomando el cargo de personajes principales: En primer lugar, la españolísima Najwa Nimri, a quien la recuerdo de su estupendo papel de obsesiva policía embarazada en La Casa de Papel (quien se ve irreconocible en esta producción, que su caracterización vuelve a ser impresionante) y en segundo, el gringo Paul Giamati, como el líder del otro bando "maligno", Cristian Barbrow.
    Alex de la Iglesia sigue tras las cámaras y también continúa con su guión junto a su socio de siempre, Jorge Guerricaechevarría.
   Ahora solo queda pedir que no venga otra pandemia y no tengamos que esperar hasta más o menos el 2026, para ver lo que se supone será la conclusión.


Stephen King tiene su propio homenaje en esta segunda temporada

domingo, 9 de mayo de 2021

Razones de sobra para adorar a Alex de la Iglesia.


     A finales del año pasado el famoso director español Alex de la Iglesia, estrenó su segunda serie de televisión, tras su comedia de ciencia ficción Plutón B.R.B. Nero (¡Que aún no tengo el gusto de ver, ni conseguir!), llamada 30 Monedas.  En este caso se trata de un programa de horror sobrenatural con elementos lovecrafnianos, en tono mucho más crudo y serio que lo que nos mostró en sus filmes que lo acercaban al género como El Día de la Bestia y Las Brujas de Zugarramurdi; y es que acá no tenemos humor (o si este se presente, es sin la intención de sacarnos carcajadas), sino que el drama va en crescendo al contarnos una historia sobre una confabulación que lleva más de dos milenios gestándose, para conseguir las 30 monedas de plata que le dieron a Judas por traicionar a Jesús y que conceden a quien las tenga inmenso poder.  Es así que los personajes principales de la historia, configurado por un trío muy especial, deben enfrentarse a los malhechores que dominan la magia negra y se esconden bajo una apariencia respetable, de modo de evitar el mismísimo Apocalipsis.
     En solo 8 potentes episodios, que no hay desperdicio, nos trasladamos a uno de esos bellos y rurales pueblecitos campestres españoles, donde todos se conocen y por lo general nada malo pasa.  Las cosas cambian cuando llega el nuevo cura (la religiosidad católica tan cara al pueblo español, es uno de los puntos determinantes en la trama, algo que solo había abordado el cineasta en su mencionado filme El Día de la Bestia), un buen hombre con un oscuro pasado que se iré revelando poco a poco, a medida que el mal comienza a impregnar el ambiente.  Cuando queda de manifiesto que las fuerzas malignas están haciendo de las suyas en el lugar, no quedará otra que oponerse a ellas, aún cuando en apariencia los héroes no tienen muchas herramientas para ello y gran parte del pueblo estén volviéndose meros peones en esta lucha, donde son sus propias almas las que están en juego.
    Acompañado por su guionista en la mayoría de sus cintas, Jorge Guerricaechevarría, de la Iglesia toma con el talento que lo caracteriza varios tópicos y elementos propios del horror sobrenatural, tal como los monstruos, hechizos, la presencia de las brujas, posesiones demoniacas y los respectivos exorcismos, además de la presencia de sociedades secretas conocedoras de arcanos saberes relacionados con lo satánico.  Las escenas ligadas a los actos de magia negra son impactantes y no aptas para los espíritus más sensibles, que estamos hablando de un show por completo para adultos y si se manejan en estos temas, con mayor razón disfrutarán del espectáculo; nunca antes habíamos visto tal nivel de gore en las obras del director y eso que desde un principio a este le gustaron los detalles al respecto.  De igual manera, el sexo sigue estando presente en su trabajo, donde además la belleza de los cuerpos de dos de sus protagonistas no dejan de recrear la vista de los espectadores de toda tendencia, otra cosa habitual en la cinematografía del artista.
    También hay mucho uso de efectos especiales, más que nunca en la filmografía del maestro y en general están excelentemente trabajados, entre mecánicos y digitales, además del maquillaje que ayuda bastante a transportarnos a estas situaciones de pesadilla… Por todo lo anterior, podemos perdonarle el deplorable GGI final de la gargantuesca criatura que sale en el último episodio y que parece más de un videojuego, que de una producción de tanta calidad como esta.
     Como es habitual en el cine de Alex de la Iglesia, nos volvemos a encontrar con actores de su confianza, destacando en este caso Pepón Nieto como un valeroso guardia civil (el único de la zona) y que viene a ser el secundario más relevante del argumento; por otro lado,  Carmen Machi encarna a una atribulada mujer que no puede tener hijos y Secun de la Rosa, ahora hace de un viejo amigo y colega del cura coprotagonista.  Por otro lado, por fin vuelve a llamar a sus filas a Macarena Gómez, tras su simpático papel de ex esposa despechada en Las Brujas de Zugarramurdi y quien ahora encarna a una esposa, pero en un tono por completo distinto (por cierto, comparada con el guapísimo marido que aquí tiene, se le ve bastante desmejorada y eso que en Dagon de Stuart Gordon estaba preciosísima… ¡Tristemente algunas mujeres no envejecen muy bien que digamos!).
     Para los admiradores de Miguel Ángel Silvestre (y más si tuvimos la dicha de descubrirlo en Sense8, donde tantas “satisfacciones” nos dio), acá es uno de los tres coprotagonistas, haciendo del alcalde del pueblo.  Por otro lado, la tercera coprotagonista está a cargo de la sexy Megan Montaner, una veterinaria que se ve envuelta junto a los otros dos en tantos entuertos que es para sorprenderse.
     La maldad como algo inherente al ser humano, que opta por abrazarla para conseguir poder y la misma existencia de esta como una fuerza de carácter sobrenatural, vienen a ser unos de los tópicos abordados por la serie. En contraposición a lo anterior, tenemos los protagonistas que más que héroes, son antihéroes, puesto que con gran sacrificio por parte de ellos para asumir sus roles como salvadores, terminan por cumplir con sus destinos; antes de todo, deben enfrentar sus propias inseguridades, donde el pasado pesa mucho sobre sus conciencias, encontrando problemas de fe y un romance no concretizado que complican a estos personajes; por lo tanto, a diferencia del héroe arquetípico, no toman su misión como algo que sea de carácter mesiánico y como un honor, sino que es lo que les queda si desean sobrevivir y de paso que todo vuelva a la normalidad.  Por ende, estamos frente a la eterna lucha del bien contra el mal (y lo más impactante, es que supuestamente en esta ocasión el Cielo no se ha manifestado, así que todas las esperanzas están cifradas por el momento en el libre albedrío y el amor al bien de la mayoría de los seres humanos). 
      Por último, que lo mejor es que descubran por ustedes mismos lo magnífico de esta producción, aplausos para la cuidada secuencia de los créditos de apertura, algo que los gringos lamentablemente han descuidado y que nos demuestra una vez más la versatilidad del responsable de joyitas como esta y sus cintas tan apreciadas.



                                                                          ¡Aprendan, gringos!

viernes, 30 de abril de 2021

El Cine de Alex de la Iglesia (III).


     Hace rato ya que me vi la primera temporada de la serie de horror 30 Monedas de Alex de la Iglesia, en febrero de este año, y aún no escribo sobre ella, porque antes de hacerlo me dispuse a escribir sobre la filmografía de este director/guionista/productor; se trata de una labor que me ha ocupado tiempo, puesto que me dispuse a verme de nuevo toda su obra cinematográfica, que es más o menos extensa y por eso mismo he dividido en 3 partes mi revisión personal al respecto.  Una confesión debo hacerles, en todo caso, y es que pese a lo que me encanta este artista, me he negado a ver su documental sobre el futbolista Messi (puesto que para nada paso ese deporte).  Bueno, ya es hora de darle punto final a este paseo que me ha traído muchas satisfacciones, puesto que ha sido más que grato volver a contemplar sus títulos, que me gustan mucho y la mayoría de ellos ya apenas los recordaba.  Espero a quienes no han visto estos filmes, les atraiga la idea de hacerlo ahora y a ver si en algún momento me comparten sus impresiones al respecto.
 
11. La Chispa de la Vida (2011).
 
     Acá estamos frente a la película “dramática” del realizador, pese a sus pequeños agregados de humor absurdo y que muy bien sabe usarlos para justamente acentuar la atmósfera depresiva de esta historia.
     Un publicista que lleva un buen tiempo cesante (“en el paro” le dicen en España), anda desesperado buscando un trabajo, que ya no soporta ser mantenido por su esposa (profesora) y por el apoyo del Gobierno que recibe.  En su juventud fue responsable de un famoso slogan de Coca-Cola, pero luego de ello nunca más consiguió un éxito de tales niveles.  La mala suerte llega a su cenit, cuando sufre un espantoso accidente que lo deja inmovilizado, quedando expuesto a que todo el mundo lo vea, mientras su familia acongojada los acompaña y los especialistas tratan de salvarle la vida.
     La mirada descarnada y ácida que hace del morbo de la gente ante las desgracias ajenas y de toda la cobertura que hacen los medios masivos con el fin de sacar provecho de estas noticias, no nos dejan impávidos y pese a las sonrisas (o risas) que nos saca ante las ridiculeces de algunas reacciones de los personajes (para nada alejadas del mundo real), no impiden dejarnos con un sabor amargo una vez terminada la cinta.
    Por otro lado, pese a que en general de la Iglesia acostumbra mostrarnos relaciones de pareja erráticas y donde sus integrantes demuestran que sus sentimientos mutuos son demasiado frágiles y/o superficiales, en esta ocasión solo el poder  del amor que hay en la familia del desgraciado publicista (esposa, hijo e hija), logra dignificarlos y ponerlos por sobre muchos de los otros fríos personajes interesados solo en ganar dinero con lo que está pasando.  Respecto al núcleo familiar del protagonista, destaca la figura del hijo varón y mayor del matrimonio, un tipo “gótico” y de apariencia andrógina, quien nos demuestra que cuando hay verdadero amor las diferencias de estilo de vida son algo insignificante.
     En el papel de la amorosa esposa está la siempre hermosa Salma Hayek, en su única colaboración con nuestro director, demostrándonos su versatilidad tras tantos grandes papeles en la que la hemos disfrutado.
 

12. Las Brujas de Zugarramurdi (2013).
 
     Mi película favorita de Alex de la Iglesia, viene a ser su segunda comedia de horror… ¡Y vaya que le salió estupenda!
     Unos ladrones de poca monta (más bien inexpertos), se dan a la fuga en circunstancias muy cómicas y llegan hasta un pueblito olvidado donde se encuentran, tal como dice el nombre, con unas brujas.  Una sociedad matriarcal impera en el lugar y allí los hombres solo son recibidos como víctimas, en un culto de orígenes ancestrales.  A los fugados se les une a la fuerza un taxista y también, que no podíamos olvidarlo, el único hijo del líder de los aspirantes a delincuentes. 
     Humor abundante donde los efectos especiales y los personajes más extravagantes, desde el primer periodo del cineasta, hacen de este largometraje un reencuentro con ese de la Iglesia de antaño, que ahora se nota ha aprendido mucho a lo largo de su experiencia tras las cámaras. 
    Cabe mencionar que detrás de todas las carcajadas, que podemos llegar a tener gracias a esta obra, se encuentra una interesante alusión a la guerra entre los sexos, referida a la propia naturaleza de cada género y cómo estos se compartan con sus pares y con los otros; las diferencias entre unos y otros, pero también la necesidad de encontrar un (a) compañero (a) incondicional en otra persona, no deja de estar presente y es que tal como no los muestra el gracioso epílogo, con ello logramos obtener la plenitud que todo el mundo busca.
     Tercera y última (a la fecha) colaboración con la siempre simpática Carmen Maura y la primera con los guapísimos (y muy talentosos) Hugo Silva, Mario Casas y Jaime Ordóñez (quien quiera escoja con quién se queda, je).  Varios otros actores recurrentes a la filmografía del director encontramos acá y entre ellos, su pareja, la preciosa Carolina Bang.
    Destacable viene a ser el detalle que esta es la primera película de Alex de la Iglesia en tener personajes LGTB (bueno, el antecedente podría ser el chico gótico más arriba mencionado), incluyendo una pareja gay (y ambos bien masculinos… Que, por mi parte, ya me molesta se acostumbre solo a poner parejas de tipo masculino/femenino) y un par de travestis (o transgéneros, que no queda claro su verdadera identidad).


Como no me dejan mostrarles el tráiler, les dejo con los bellos créditos de apertura
 y unas escenas como aperitivo.

13. Mi Gran Noche (2015).
 
     Quizás el mejor filme de su responsable, capaz de sacar más risas que cualquiera de sus películas.  En un canal de televisión se está filmando de manera adelantada un especial de Año Nuevo y para ello se ha armado una tremenda producción llena de artistas, espectáculos y extras (“figurines” creo les llaman en la Madre Patria).  A dicho evento acude un artista muy especial, Alphonso, interpretado por el ídolo de Alex de la Iglesia, el mismísimo Raphael en una suerte de autoparodia de sí mismo (no olvidemos que en Balada Triste de Trompeta ya le había hecho su homenaje, empezando por el nombre de esta cinta que viene de una famosa canción del artista); el cantante es un hombre vanidoso, egocéntrico y mañoso, sumándose a su presencia varios conflictos que implican una huelga que se desarrolla fuera del recinto y que amenaza con traer problemas, un asesino infiltrado, las desavenencias entre los conductores y muchas otras locuras, que hacen de este largometraje algo inolvidable e ideal para divertirse de principio a fin.
     El protagonismo al más puro estilo coral como sucede con la cinta que precede a esta y a las que le vendrán, está incluso mucho mejor delineado que en el caso de Las Brujas de Zugarramurdi, bajo el cual se rescata el gusto por los personajes bizarros y con los que comenzó la carrera del cineasta; pero lo interesante al respecto y llegados a esta altura de su carrera, es que ahora no se trata de sujetos de apariencia esperpéntica, como en el recién mencionado título y otros como Acción Mutante, sino que de gente “normal” o supuestamente sofisticada y que actúa de manera errática, como bien podemos apreciar en la vida normal.
    No se puede negar que pese a lo odioso de su rol, “Er Niño” no puede caernos mejor y es que el papel está ideal para él.  El resto de los protagonistas está tan genial, que uno puede llegar a tener más de un favorito entre este abanico y en mi caso, mucha gracia me causan los personajes del cantante de pocas luces y el mismísimo aspirante a homicida… Por cierto, también destaca una pareja de lesbianas, otros personajes LGTB muy bien abordados por de la Iglesia.



14. El Bar (2017).
 
     Desde su debut que nuestro realizador no incursionaba en la ciencia ficción para el cine (tiene una serie del género para la tele, Plutón B.R.B. Nero, que lamentablemente no he podido conseguir) y esta vez lo hace con un tema muy de moda y actual: los virus creados en laboratorios…
     Es un día normal de esos y en un bar se encuentra un grupo variopinto de personas, quienes deben hallar la manera de sobrevivir a una catástrofe de la que apenas saben, salvo el horrible cadáver de un militar, que les hace ver que se trata de un experimento secreto que se ha salido de control.  Los protagonistas están aislados y harán lo que puedan para no infectarse y lograr salir del atolladero en el que se encuentran; sin embargo, como es propio de estas historias, el peor enemigo pueden ser sus propios prójimos y el miedo que los enceguece, saliendo a flote lo peor de ellos mismos, que la amenaza más próxima no es ni el bicho que no pueden ver, ni los tipos con trajes de protección que andan afuera, ocultando la verdad al resto del mundo.
      La maldad humana, nuestras inseguridades, aunque también la nobleza humana, quedan de manifiesto en esta pieza que nos otorga otros momentos gratos, gracias a de la Iglesia y compañía.
      Una pieza claustrofóbica, puesto que transcurre en lugares cerrados, sumados a la histeria de los personajes.  Todos los actores, muchos de ellos habituales del director, vuelven a estar soberbios y tras verlos en papeles tan diferentes, no quepa duda de sus virtudes histriónicas (para mí, el mejor de todos, esta vez es el buen mozo Jaime Ordóñez, quien está irreconocible como un mendigo alcohólico con ínfulas mesiánicas).  Por otro lado, esta fue la última participación de la veterana Terele Pávez, quien llegó a participar en nada menos que  8 producciones de Alex de la Iglesia (si bien a mi modesta opinión, por lo general siempre bajo el mismo papel, con una que otra pequeña variación), la misma cantidad de colaboraciones del actor de culto Santiago Segura junto a este mismo autor; puesto que al poco tiempo falleció.


15. Perfectos Desconocidos (2017).


 
     Un grupo de viejos amigos se reúne una noche, en la que habrá un eclipse de luna, a cenar.  A uno de los comensales se le ocurre jugar a algo muy curioso: poner los celulares de todos sobre la mesa, para que en el caso de que los llamen o reciban mensajes, todos sepan de qué va.  Lo que parece una mera jugarreta se transforma en una verdadera pesadilla, cuando comienzan a salir los secretos más guardados entre ellos, incluso con sus parejas que están presentes; provocando escenas de celo, rencor, violencia y vergüenza, una vez descubran que quienes se suponía les contaban todo, en efecto son “perfectos desconocidos”.
    La más ácida mirada de Alex de la Iglesia a las relaciones de pareja, donde además se involucran las amistades y una vez más la naturaleza del trato entre miembros del mismo género.  Cabe mencionar que cada revelación y la necedad de los personajes para asumir sus responsabilidades, mantienen al espectador por completo atento ante qué nueva mácula se sabrá y qué estupidez harán quienes en apariencia se ven tan sólidos como personas.  Por otro lado, en contraste a la locura de la mayoría de los personajes, el más humilde de todos (y con su propio secreto, que para nada se trata de las conductas reprochables de sus compañeros), es el único que queda como alguien con cierta nobleza.
     Por último, solo Pepón Nieto se repite el plato entre los actores a la hora de ser un habitual  del realizador, mientras que el resto hasta el momento no habían trabajado bajo sus órdenes, ni se ha visto en nuevas producciones suyas (que no ha vuelto a hacer trabajos para el Séptimo Arte).
 
     Para terminar, se nos vienen este año y el próximo sendas películas de terror de Alex de la Iglesia, lo que en especial a este servidor lo tienen muy contento, je.

   

viernes, 5 de marzo de 2021

El Cine de Alex de la Iglesia (I)


1. ¿Por qué escribo este post?
 
    El reciente tiempo que le dediqué a la primera temporada de la serie de televisión española 30 Monedas, estrenada y emitida completa a finales del año pasado, me ha llevado a escribir de una vez por todas sobre uno de mis directores de cine favoritos: Alex de la Iglesia.  Y es que en verdad disfruté mucho de este show, del cual solo supe de su existencia gracias a mi amigo y colega bloguero Roger Senra, quien me habló al respecto y me lo recomendó con creces.  Fue tan maravilloso disfrutar de este título, reencontrándome además con el realizador español más importante en la actualidad junto a Pedro Almodóvar (¿Lo habrá superado acaso?), que me veía solo un episodio por día, de modo de extender el placer frente a esta historia, tan bien armada y escenificada.  Así que en consideración a un artista que desde los años noventa del siglo pasado, me ha dado tantas satisfacciones, he decidido hacer un repaso por su filmografía, que no tiene cintas flojas y todas ellas merecen ser conocidas y apreciadas en su medida; ahora bien, siempre habrá algunas que destacan más que otras, pero igual esto tiene que ver también con los gustos personales y en muchas ocasiones por el valor sentimental que les damos a dichas historias, cuando recordamos con cariño y nostalgia la circunstancia en la que vimos.  Por mi parte, buena parte de estos largometrajes los vislumbré en el cine, la mayor de las veces solo, no obstante, luego no volvieron a dar sus filmes en nuestras salas y solo gracias a “la magia de Internet” me fue posible ponerme al día con el resto de su carrera.  Aprovecho de contarles que me dispuse a volver a revisar sus trabajos, de modo de tenerlos más frescos en la memoria, que muchos de ellos no los visitaba desde hace años ya; así que me dispuse a descargar en HD los que no tenía (la mayoría la verdad) y heme aquí que lo he gozado bastante.
      Del cine de Alex de la Iglesia, les puedo contar de que mayormente se trata de películas que mezclan la comedia de humor negro (y MUY negro) con los géneros del terror psicológico y el melodrama; habiendo incursionado en la ciencia ficción, el horror sobrenatural y hasta el cine histórico (aunque este último siempre ambientado en el siglo XX y en su país), como en el western.  Muchas veces mezcla elementos de todos los géneros mencionados, si bien nunca deja de mantener el tipo de humor corrosivo, al presentarnos situaciones donde la violencia excesiva no solo nos podría incomodar (en el caso de los más sensible al respecto), sino que hacernos reír al otorgar cierto aire exagerado y de tono ridículo, en situaciones que poseen cierto grado de absurdo.  Lo anterior es posible gracias a sus personajes bizarros, que tienen mucho de caricatura, donde más encontramos antihéroes que héroes, o sujetos del mundo cotidiano que se dejan llevar por sus debilidades como la ambición, el materialismo y el egoísmo, acompañados por villanos de pacotilla; todos estos encarnados con tal gracia, que no dejan de caernos simpáticos.  Respecto a los personajes, mucho recuerdan la tradición propia de los esperpentos españoles, de los cuales el pintor Goya y el escritor Ramón del Valle Inclán fueron los maestros, de quienes de seguro se nutre de la Iglesia, al mostrarnos sujetos de apariencia tan retorcida como lo es su propia interioridad.  Los diálogos son chispeantes, ingeniosos y abundan las palabrotas.  Hay sexo a granel, este último también con su elemento cómico, el cual a veces puede resultar muy irreverente y con algunas situaciones complejas que difícilmente un director comercial gringo sería capaz de filmar o le sería permitido exhibir.  Es cierto que nuestro director realiza sus cintas, de las cuales acostumbra ser nada menos que el coguionista, ya que trabaja por lo general con su habitual colaborador Jorge Guerricaechevarría, con un claro amor por este arte y con la intención de entretener “sanamente” a un público adulto y con criterio formado; no obstante, a ello se le debe sumar un discurso político y de crítica social que puede ser que no se aprecie de manera tan evidente, pero que sin duda realza aún mucho más su legado en vida, al entregarnos producciones complejas que logran fusionar con excelencia los elementos comerciales con los artísticos.  Por último, cabe destacar su lealtad y/o amistad con los histriones que laburan con él, siendo que en todos sus largometrajes (salvo en uno en concreto) ha llamado a varios para trabajar en más de un par de sus cintas, lo que en algunos casos con sus colegas se llama tener actores fetiches y que en su filmografía en concreto nos han concedido un estupendo trabajo en colaboración detrás y delante de la cámara.

 

1. Las Mirindas Asesinas (1991).
 
    De poco más de 10 minutos de duración, es el corto que acaparó la atención de gente como Pedro Almodóvar, quien luego apoyaría a Alex de la Iglesia al hacer de productor en su primera película para el cine.
    Filmada en blanco y negro, con una atmósfera a medias entre lo onírico (o más bien pesadillesco) y lo surrealista, debe su nombre a un sujeto que entra a un bar y solo pide Mirinda, la bebida gaseosa que se llama así, comportándose de manera irracional y violenta solo por nimiedades.
    Siendo este humilde debut su primera colaboración con en el guión y con Alex Angulo en el papel principal, encontramos ya dos elementos esenciales de su cine: violencia y humor, ambos sazonados por los personajes bizarros y el absurdo que tan bien le saldrán a nuestro querido director.


                                                 He aquí el corto completito para ustedes.
 
2. Acción Mutante (1993).
 
    Su debut en grande, nada menos que en un género que en su patria poca atención había conseguido en la pantalla grande, la ciencia ficción, es una alocada historia sobre un grupo terrorista de frikis marcados por su deformidades (un jorobado, un hombre sin piernas que usa una navecita para mantenerlo a flote, un tipo con las manos inútiles y dos siameses liderados por un varonil sujeto que podría considerarse guapo salvo por la mitad de su rostro quemado), quienes están empecinados en desestabilizar el status quo que prima el culto a la belleza y al físico.
     Muy divertida, corresponde a un alocado paseo por una sociedad cargada por el materialismo, donde es evidente la dicotomía entre el mundo de colores y despilfarro de los ricos y los grises sucios de los pobres (la fiesta sin sentido del principio de la película y el planeta de puros hombres dedicados a la minería son evidencia de esto), que nos saca carcajadas y se ríe de la publicidad, la manipulación mediática y los estereotipos.
     El bestiario humano de esta cinta captura de inmediato la atención, donde no hay héroes, ni personajes dignos de admiración en este título, tal como sucede en posteriores trabajos del artista.  Entre estos curiosos personajes encontramos a un joven Santiago Segura, lejos el mayor fetiche del director, puesto que ha estado en buena parte de su carrera, si bien el papel más famoso para su amigo corresponde al de su siguiente colaboración juntos.
     Por otro lado, Alex Angulo, protagonista de su cortometraje ya comentado, vuelve ahora con un muy llamativo rol secundario.
     Personalmente le tengo mucho cariño a esta obra, de la cual supe gracias al reportaje que le hizo la revista Fangoria en su edición española, acaparando mi atención y que al tiempo después fue estrenada en el Cine Arte Normandie (oportunidad que no me perdí), que a partir de entonces muchas de las primeras obras del realizador llegaron a las salas criollas.


                                                                               Tráiler.
 
3. El Día de la Bestia (1995).
 
    Si es que no su película más famosa, de seguro la más querida entre los seguidores del español (al menos entre los de gusto ñoño, je).
     Un erudito sacerdote descubre la fecha exacta y parte de la ubicación del nacimiento del Anticristo, datos que concuerdan justo con la Navidad en pleno centro de Madrid; sin embargo, no sabe cuál es el lugar concreto donde ocurrirá el alumbramiento.  Es así que para engañar al Mal y evitar el Apocalipsis, planifica realizar unas cuantas acciones pecaminosas y de ese modo conseguir su atención para que le revele la información que le falta.  En el camino, se le unen una estrella televisiva que supuestamente es un experto en lo sobrenatural y ostenta tener poderes, junto a un joven rockero satánico muy carismático (este último, interpretado por el mentado Santiago Segura, bastante obeso por aquel entonces, en uno de sus roles más emblemáticos, antes de saltar a la calidad de estrella por su saga cinematográfica de Torrente).
     Aparte de todo el divertimento, detrás de esta verdadera joyita del cine ibérico, no se puede dejar de lado su exposición en tono jocoso del lado B de la sociedad de su país, ante un aparente avance socioeconómico luego de años de dictadura militar: la pobreza e indigencia y la violencia oculta en las casas, sumado a la de las calles, que es tan horrorosa como la que adjudicamos a supuestas entidades espirituales siniestras.
     Lejos superior a su opera prima en un montón de aspectos (argumento, diálogos, aspectos técnicos y hasta actuaciones, entre otros), es una comedia de horror que no deja de tener esa marca tan "hispana" que adoramos en su cine y que está llena de escenas de antología.
     Como el cura que descubre todo, tenemos a Alex Angulo, caracterizando tan bien a su personaje, que cuesta creer que sea el mismo esperpento de sus dos anteriores colaboraciones con Alex de la Iglesia.
     Cabe mencionar la intervención en un papel pequeño de Jaime Blanch, quien muchos años después y recién ya en la década pasada, cobró fama internacional como Salvador Martí en El Ministerio del Tiempo, la gran serie de ciencia ficción española.


                                                                                   Tráiler.

3.Perdita Durango (1997).
 
    Filmada mayormente en inglés y en pleno territorio gringo, es la "historia de amor" de dos delincuentes: Perdita Durango, una mujer de origen chicano que no teme dedicarse a cualquier acto delictivo y Romeo Dolorosa, de origen español, santero, traficante, ladrón, asesino y un largo etcétera.  Ambos se conocen y realizan un viaje que implica los más disparatados planes, implicando en contra de su voluntad a dos "típicos" jóvenes estadounidenses blancos de buena familia.
    Pese a todas las atrocidades que comete esta pareja, no pueden dejar de caer bien a más de alguien del público, puesto que pese a todo lo detestable que hacen los protagonistas, encontramos valores en ellos tales como la incondicionalidad por la pareja, el sentido de la familia y la lealtad; lo que contrasta con el supuesto mundo perfecto de los yanquis que aparecen en la historia.
     El filme más violento hasta la fecha del cineasta y tal vez de toda su cinematografía, está hecho de tal manera que esas escenas de bestialidad que posee, llegan a ser graciosas y entre ellas nada menos que una violación y otra que sugiere abuso infantil (¿Qué mente retorcida y/o habilidosa es capaz de conseguir esto?)
      En los protagónicos están Rosie Pérez, una talentosa actriz en la cúspide de su carrera internacional y Javier Bardem, cuando estaba despegando la suya en Hollywood.  Ambos son verdaderas fuerzas de la naturaleza en sus papeles y lo hacen que es una maravilla; sin embargo, no han vuelto a trabajar con de la Iglesia, aunque en cambio nuestro querido Santiago Segura vuelve a tener un rol llamativo para gusto nuestro.
     Por último, cabe destacar los preciosos flashbacks dedicados a recuerdos del propio Romeo, estos representativos de un pasado donde aún existían la inocencia y la belleza.


                                                                             Tráiler.
 
4. Muertos de Risa (1999).
 
    Ambientada en los años setenta, durante el último periodo del gobierno de Franco, es la primera gran señal de la versatilidad de su director para saltar de un género a otro y con total éxito; y es que en esta ocasión se trata de una cinta de carácter histórico, donde brilla la ambientación "retro" y con ello la representación de la sociedad española, que a pesar del paso de tiempo sigue manteniendo muchos de sus rasgos para bien o para mal (lo mismo podemos decir de los chilenitos ¿No?)
     Dos comediantes de éxito que trabajan juntos desde sus humildes inicios en espectáculos nocturnos, se odian entre sí con todo su ser, pese a lo que creen sus admiradores que los ven como grandes amigos.  La cinta aborda su viaje a la destrucción mutua y de sí mismos.
    Inspirado en casos reales de famosas duplas de artistas cómicos que realmente no podían soportarse en la intimidad (dícese de gente como Jerry Lewis y Dean Martin, Laurel y Hardy...), retrata muy bien las complejidades del ser humano y en especial de los artistas, quienes muestran una cara muy diferente de la verdad al público.
     Como uno de los dos protagonistas tenemos nuevamente al querible Santiago Segura y, por otro lado, a el Gran Wyoming, quien tuvo un pequeño rol en El Día de la Bestia.


                                                                             Tráiler.
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