domingo, 30 de diciembre de 2012

Crítica a Segunda Temporada de Los Expedientes-X

Portada de la edición en DVD
de la memorable segunda temporada.

    Originalmente emitida entre el 16 de septiembre de 1994 y el 19 de mayo de 1996.  Contó con 25 episodios (2 más que la temporada anterior).  En esta temporada se puede evidenciar el éxito de la que le precedió, puesto que en los capítulos se observa el aumento de presupuesto, ya sea en el uso de exteriores, como en el uso de los efectos especiales y otros aspectos técnicos. 
    Fue durante esta segunda temporada que se emitieron muchos de los capítulos considerados hoy clásicos de la televisión, teniendo por fin episodios de la mitología dobles (dos tandas de estos en la temporada) e incorporando a dos nuevos personajes en la serie que darían de hablar y obteniendo bastante popularidad: Alex Kryceck y X.
    A su vez la confección misma de los capítulos, demostró ya que lo hecho con anterioridad gracias a guiones inteligentes y personajes de gran fuerza dramática, era posible seguir creando historias de calidad, ligando además las distintas tramas de la llamada “mitología” con los nuevos episodios relacionados a la confabulación con el tema extraterrestre.  Además el elemento gore subió mucho más a partir de este nuevo año de producción, con escenas sangrientas y truculentas como nunca antes se había visto en la televisión de este tipo (salvo Cuentos de la Cripta de HBO, la cual en todo caso era propia de un canal del cable y no de uno de “televisión abierta”).  A su vez de forma muy inteligente se aprovecharon del embarazo de la actriz Gillian Anderson para darle un giro impresionante a los eventos desarrollados en la serie, lo que tuvo una importante repercusión hasta el final de la misma.  Por otro lado se incorporó el elemento humorístico, con lo que se permitió mostrar de los actores protagonistas, su talento histriónico en una nueva faceta.  
    Otro aspecto a destacar en esta segunda temporada fue que ante el atractivo de sus personajes secundarios, los productores y guionistas de la serie de optaron por potenciarlos, dándoles mayor protagonismo, lo que sucedió con el Director Adjunto Skinner, los Pistoleros Solitarios y el Hombre Cáncer.  
    A la temporada le fue tan bien, que fue nominada a varios premios, ganando varios de ellos, entre ellos Globos de Oro y Emmy.
    Little Green Men fue el episodio con el que comenzó la serie, siendo de la autoría de Glen Morgan y James Wong, quienes estuvieron en la serie hasta mediados de la cuarta temporada, teniendo a su haber muchos de los mejores y más recordados capítulos del programa.  Acá se ven las consecuencias del final de la temporada anterior, cuando los Expedientes X han sido cerrados y Mulder con Scully han sido separados para trabajar cada uno en una oficina diferente.  El nombre del capítulo, en español Pequeños Hombrecitos Verdes, hace referencia a la típica imagen de los extraterrestres y que en esta historia se vislumbran en un aterrador encuentro que tiene Mulder con ellos.
    The Host es lejos uno de los capítulos más memorables de la serie, en parte por ser el primero de Los Expedientes X en abordar la existencia de monstruos, como en la criatura misma que acá diseñaron para el programa (sin olvidar tampoco las escenas escabrosas que fueron las que inauguraron las de este tipo en el programa).  El nombre en español, El Huésped, corresponde al de un ser tipo larva humana, con claras reminiscencias del Nosferatu de Murnau y que posee una naturaleza parasitaria al incubar sus crías.  El monstruo fue interpretado nada menos que por Darin Morgan, hermano de Glen, quien luego trabajaría como guionista para el mismo programa (como para su spin-off Millenium) y al igual que su pariente, siendo responsable de algunos de los mejores capítulos de la serie.  Otro dato anecdótico es que el título de esta historia corresponde quizás a uno de los más usados en series y películas (un capítulo de Viaje a las Estrellas: La Nueva Generación, una película coreana, un libro de Stephanie Meyer del cual ya se hizo una película, por no mencionar otros casos).
     Blood (Sangre), es un capítulo que ejemplifica muy bien la mentalidad paranoica estadounidense ante la idea de un ataque terrorista, como con el tema del aumento de la violencia urbana; la locura también cumple un papel fundamental en este episodio y todo debido al uso de mensajes subliminales (en la más pura onda de The Alive de John Carpenter), con lo que queda presente el tema de la manipulación de las masas y un nivel más de confabulación (aparte de la ligada al asunto extraterrestre).
X (también conocido como Mr. X).
     Sleeples es uno de los episodios más famosos de la serie, no sólo por su increíble guión y factura, si no que también por su actor invitado, el versátil actor afroamericano Tony Tood, como además por corresponder a la primera aparición de los personajes de X y Kryceck.  Este capítulo versa sobre unos veteranos de Vietnam que se sometieron durante su estadía en el ejército a un experimento secreto para eliminar el sueño; años después estos comienzan a morir espantosamente.  Como dato curioso se puede contar que las escenas para X fueron en un principio filmadas por una mujer, pero los productores luego optaron por un actor negro para darle más carácter al personaje.
    Duane Barry corresponde al primer episodio de una historia en dos partes, siendo como el caso anterior, una de las historias de mayor popularidad, siendo que el final de este capítulo lo aprovecharon para que la actriz Gillian Anderson dejara el programa por un breve periodo (sólo dos capítulos) para poder tener su bebé.   La trama trata sobre un hombre, el que le da nombre al capítulo, quien desde hace años supuestamente ha sufrido de raptos extraterrestres; el hombre no tiene su cordura sana y provoca una serie de conflictos en los que se ven involucrados Mulder y Scully.  La escena del sometimiento alienígena al que se ve obligado Barry y el grito de terror que emite éste durante el hecho, resulta ser uno de los momentos de culto de la serie.
    Ascension la esperada culminación del primer díptico de la segunda temporada (se podría considerar que no es el primero de la serie, considerando los dos dedicados al mutante comedor de hígados en la temporada anterior con Squeeze y Tooms, si bien fue el primer capítulo doble de la serie ligado a la “mitología”).  Scully está desaparecida y además se descubre la verdad sobre Alex Kryceck.   El final del episodio es de gran impacto dramático, como para influenciar los eventos a posterior en el show.
    3 es el primer capítulo del programa dedicado a los vampiros, aparecido en una época cuando estos aún eran criaturas aterradoras y monstruosas.  El nombre del episodio hace referencia a una particular trinidad demoníaca de vampiros que está causando estragos.  Mulder completamente solo debe desentrañar el misterio y se ve inmerso en un submundo de tintes góticos, muy propio del estilo audiovisual imperante en aquella época. El episodio está cargado de cierto misticismo y los personajes desarrollados en él son lo suficientemente atractivos como para acaparar la atención y desear volver a verlos (durante un tiempo, se pensó hacer un spin-off al respecto).   Este fue además el capítulo en el cual no estuvo por completo Gillian Anderson, pues mientras se produjo la actriz se encontraba con licencia debido a su parto.
    One Breath es el esperado regreso de Scully, quien de improvisto aparece internada en un hospital, no obstante su salud peligra.  El episodio posee escenas realizadas con gran belleza, ya sea en su cuidada fotografía, como en el uso de sencillos, pero estilizados efectos visuales y además resulta ser bastante emotivo.   A su vez corresponde a la segunda aparición del padre de Dana Scully.
    Firewalker trata sobre un grupo de científicos que se encuentra haciendo unas investigaciones en las profundidades de unas cavernas de origen volcánico y cuyos integrantes desparecen en extrañas circunstancias; es así como envían a nuestros agentes del FBI favoritos a investigar qué pasó realmente y se enteran de que una desconocida forma de de vida autóctona es la responsable de estos hechos.  Memorable es la escena en la cual Scully debe evitar ser víctima más de la especie descubierta.  El ambiente de tensión y desconfianza del capítulo recuerda mucho al de otro de corte clásico dentro del programa: Ice.
    Red Museum aborda la historia de unos adolescentes del típico pueblito estadounidense, que tras desaparecer son encontrados en ropa interior, con problemas de memoria y la ominosa frase He is one (él es uno de ellos) escrita en su espalda.  Todo hace sospechar de un pequeño culto religioso de tipo new age de la zona, pero la verdad resulta más espantosa y ésta tiene relación con parte de la confabulación que llevan descubriendo Mulder y Scully.
    Excelsius Dei versa sobre un asilo de ancianos donde una trabajadora del lugar ha sufrido un violento ataque sexual de origen sobrenatural, echándosele la culpa a un residente  de 90 años.  La investigación hecha por los agentes del FBI los lleva a entrar en conocimiento de que lo que parece un caso de desdoblamiento o fantasmas, resulta ser una verdad completamente diferente.  Considerando la alta calidad de los guiones de la temporada y aún cuando el capítulo no resulta ser malo, es quizás el de menor impacto de esta segunda tanda de episodios.
    Aubrey es tras el capítulo anterior que no fue gran cosa, una demostración de lo increíble que llegaba a ser el programa en general, regalándole al espectador ocasional y al seguidor constante de la serie una muy original historia de terror sobre un psicópata que no resulta ser quien se esperaba.  Es así como el clímax  de esta historia resulta ser más que inesperado, poseyendo momentos inolvidables y una gran actuación de parte de las actrices invitadas.  A su vez contó con la primera colaboración del gran actor Terry O´Quinn con Chris Carter, quien luego tendría un papel destacado en el spin-off Millenium e interpretaría además otro papel en la primera película de X-Files (luego se hizo famoso por su papel protagónico en la serie Lost).
     Irresistible es quizás uno de los episodios más aterradores de todo el programa, mostrando además a Scully en una particular figura de víctima frente al psicópata de turno; no obstante el criminal de la semana resulta ser más de lo que aparenta y demuestra poseer ciertas cualidades fuera de lo normal.  Este capítulo, que tuvo una segunda parte muchas posteriores temporadas, tiene además algunas de las imágenes más duras de la serie.
    Die Hand Die Verletzt fue el último guión que hicieron Glen Morgan y James Wong para esta temporada (después de 4 anteriores), terminando con una interesante despedida en formato clave de la pareja de escritores: Ha sido un gusto trabajar con ustedes, se ve escrito poco antes de acabar el capítulo.   El capítulo muestra lo que ocurre en un colegio privado en el cual (para variar) un grupo de jóvenes están muriendo en extraños rituales que parecen tener relación con un culto satánico.  Hay un oscuro secreto que tiene relación con el centro educacional y donde se demuestra que todo debe pagarse.  El episodio contiene varias escenas gráficas de horror y a su vez posee cierto humor muy negro.
    Fresh Bones es otro episodio que se refiere a la brujería, pero esta vez ligada al tema del vudú y por relación con los zombies.  Tal como se supone se usa en estas prácticas de magia negra haitiana, el uso de Huesos Frescos (la traducción al español del título) muestra cómo soldados norteamericanos están muriendo aparentemente por estas actividades; pero la investigación demostrará que puede ser que el sospechoso no sea quien se cree.
    Colony corresponde a la primera parte de uno de los capítulos dobles más afamados de la serie, por cuanto es quizás hasta el momento el episodio de la “mitología” donde los eventos ocurridos en él y el siguiente tengan mayor repercusión para la serie.  Acá se ve cómo Fox por fin cree saber el paradero de su desaparecida hermana y se encuentra con el aterrador conocimiento de la colonización extraterrestre en nuestro planeta (de ahí el título en inglés); a su vez se introduce a los padres de Mulder, siendo su padre de gran importancia para los Expedientes X y el programa.
    End Game debe ser de seguro uno de los títulos más usados en las series de televisión (el final de la serie Star Trek: Voyager lleva ese nombre).  Acá Mulder entra en conocimiento de un complot sobre clonación, ligado al mismo tema de la colonización extraterrestre y uso de material genético alienígena.  Lo que parece un feliz reencuentro para Fox, resulta ser una decepción más.
    Fearful Symmetry es tal como sucedió en la primera temporada, un episodio sobre extraterrestres, pero fuera de la llamada “mitología”.  La historia muestra cómo animales en cautiverio comienzan a desaparecer y luego reaparecen todo en muy sospechosas circunstancias.  Es así como una inteligencia alienígena se encuentra involucrada.  El capítulo usó la idea de un orangután superdotado, tema muy en boga durante la época en que fue hecho y emitido, en parte gracias a la película Congo, basada en la novela de Michael Crichton.
    Død Kalm con seguridad es uno de los mejores episodios de la temporada, como también de la serie completa, con una premisa original y aterradora, si bien recuerda en algo a la popular leyenda del Triángulo de las Bermudas.  En una zona del océano una fuerza desconocida provoca en los marineros un envejecimiento prematuro y la muerte en poco tiempo; es así como Mulder y Scully van a este lugar para saber qué está pasando realmente y tal como ya pasó en el clásico Darkness Fall de la temporada anterior, su vida va a estar en peligro como nunca antes.
    Humbug puede ser considerado lejos como uno de los capítulos más recordados de la serie, así como uno de los de mayor calidad, considerando además que fue el primero de todo el programa en ser casi por completo una historia de humor negro, como además en ser escrito por Darin Morgan, quien hasta la tercera temporada escribió muchos de los mejores episodios (como también en las dos primeras temporadas del spin-off Millenium).  El episodio en sí es un homenaje a la clásica película de horror de los años treinta Freaks de Tod Browning (director del primer filme de Drácula con Bela Lugosi).  La historia cuenta sobre una particular comunidad de rarezas de circo en la cual algunos de sus integrantes están muriendo en lo que parece ser ataques premeditados.  La producción se encuentra llena de escenas inolvidables, con la creación de personajes estrambóticos y circunstancias bizarras que hasta hoy en día otorgan al capítulo su popularidad.
El ambivalente Alex Kryceck.
    The Calusari es otro tributo más del programa a un clásico cinematográfico, en este caso a la recordada película El Exorcista.  Todo comienza cuando un niño pequeño fallece en un espantoso accidente, por lo que Scully y Mulder deben descubrir qué pasó realmente, viéndose envueltos en verdaderos hechos de carácter sobrenatural, ligados al terreno de lo demoniaco.  El capítulo posee escenas aterradoras propias del género (exorcismo incluido) y muestra cómo resulta difícil olvidarse de las tradiciones que por siglos permanecen en el inconciente colectivo de los pueblos.
    F. Emasculata es considerado otro de los grandes episodios de la temporada y del programa completo, siendo que a partir de este capítulo la temporada no parará de entregar historias de gran intensidad dramática y técnica, con actuaciones de primer nivel hasta finalizar con un capítulo en verdad memorable y que dejaría al público en ascuas hasta su conclusión en la temporada siguiente.  El título de capítulo corresponde al nombre científico de un insecto sudamericano hasta poco desconocido, cuya picadura provoca una enfermedad fatal y de muy rápida propagación; un hombre es infectado, por lo que los protagonistas andarán detrás de sus pasos para evitar que el mal se disperse en el mundo.  Es un capítulo con bastantes momentos truculentos y mucho suspenso, mostrando además otra conspiración de las que caracterizaron a la serie.
    Soft Ligth puede ser tenido en cuenta como un capítulo de ciencia ficción con elementos de terror, tratando el tema de las consecuencias desastrosas que pueden provocar los avances científicos, en especial en manos de gente irresponsable e inescrupulosa; por otro lado también aborda la idea de la justicia en la figura de un científico que se convierte en la víctima/victimario debido a sus propias investigaciones.  El guión recoge la idea de la llamada materia oscura, concepto muy en boga durante la emisión de este episodio.  Aquí trabajó como actor invitado Tony Shalhoub, quien haría luego un montón de famosas películas como el remake de 13 Fantasmas y Contra el Enemigo, para luego obtener la consagración en la televisión gracias a la serie Monk de la que era el actor protagonista.
   Our Town aborda desde un especial punto de vista, la temática del canibalismo dentro de una reducida comunidad (de ahí el nombre, Nuestro Pueblo, en español).  En el lugar donde se desarrollan los hechos mueren en extrañas circunstancias algunos de sus habitantes, lo que hace que salgan a la luz las prácticas secretas de estos; es entonces que al llegar Mulder y Scully se deben enfrentar a una costumbre demasiado arraigada dentro de la comunidad, siendo en este caso ellos los extraños frente a lo que para el resto es considerado normal.  Resulta más que interesante cómo en el episodio se justifica el canibalismo, siguiendo algunas creencias existentes entre diversas culturas a lo largo de la historia y el mundo.
    Anasazi.  Durante la Segunda Guerra Mundial los gringos encontraron la forma ideal para cifrar sus documentos secretos de modo que sus enemigos no entrasen en conocimiento de ello; esto gracias a indios navajos, quienes transcribían y luego descifraban de su singular idioma los documentos oficiales.  Respecto a este hecho es que Mulder y Scully se enteran de que uno de estos textos guarda información gubernamental sobre la existencia de vida extraterrestre, con lo que se ven envueltos una vez más en otra faceta de la conspiración al respecto.  Para el desarrollo de este episodio lo productores lograron hacer creer con gran verosimilitud que la historia había sido filmada en los parajes naturales de USA, cuando en realidad todo era hecho en Canadá.  Este final de temporada fue aún mucho más impactante que el de la temporada anterior, al engañar a los seguidores con que uno de los protagonistas efectivamente ya no iba a volver a la serie.     

El famoso hombre gusano del episodio The Host.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Crítica a El Temor de un Hombre Sabio de Patrick Rothfuss.



    La esperada continuación de El Nombre del Viento llegó por fin a las librerías en el transcurso del 2011, consiguiendo el éxito de inmediato.   El libro logró contentar a su público al ser considerablemente mucho más extenso que la entrega anterior, llegando casi a las 1.200 páginas en su edición traducida al español y por qué no, siendo también una obra superior a la novela ya citada.
    Tal como hacía referencia el primer tomo al finalizar, esta novela corresponde al segundo día en el cual Kvothe le cuenta a su pequeño público (compuesto sólo por dos personas, Bast, su discípulo, y Cronista, el historiador viajero de ascendencia noble) su vida hasta antes de retirarse al anonimato como posadero.   En las horas que abarca entre el comienzo de la narración en primera persona (no olvidemos que también existe un narrador omnisciente que abre y cierra cada libro), Kvothe cuenta una gran cantidad de acontecimientos entre aventuras y desventuras, llamando la atención la suma abundante de hechos que en tan breve tiempo logra contar y que además todo lo que le sucede ocurra en periodos tan cortos (lo que parecen meses, tan sólo son semanas en muchos casos, lo cual puede ser un error en la continuidad misma, como también en la verosimilitud otorgada por el autor; no obstante al estar frente a una obra de fantasía, igual se requiere de parte del lector que haga caso omiso de ciertas leyes de la naturaleza).
    El poético nombre del texto hace referencia a un dicho popular presentado en el volumen que le precede y que dice así: “Todo hombre sabio teme tres cosas: la tormenta en el mar, la noche sin luna y la ira de un hombre amable”.  Ahora bien, este “ficticio” refrán tan poético, pero a la vez tan críptico, apenas logra explicarse en El Nombre del Viento, si bien la parte de “la ira de un hombre amable” queda en parte aclarada ante uno de los primeros conflictos que pasa Kvothe con uno de los profesores de la Universidad, tema que no se resolverá hasta la secuela de la saga.  No obstante es que en esta segunda parte, que el dicho y título del libro quedan mejor esclarecidos ante los sucesos que acá ocurren: La tormenta en el mar se observa en una parte del viaje que hace Kvothe y donde le toca vivir un naufragio (aventura llena de sucesos que el mismo narrador-protagonista resume en unas pocas líneas, dejándonos con la curiosidad ante no saber con lujo de detalles lo que pasó); la noche sin luna se presenta más bien de forma ambigua, durante la estadía del protagonista en el reino Fata; y por último lo de la ira de un hombre amable queda mejor esclarecida cuando Kvothe conocer al maer Alveron, hombre de gran poder económico y político, bajo cuyo techo se va a vivir y donde en más de una ocasión le toca conocer su lado más conflictivo.
    Gran parte de la novela, por lo menos unas 400 páginas, transcurren en la Universidad, lo que en parte hace creer que el libro será “más de lo mismo”.  Si bien durante este primer tramo del volumen transcurren varios hechos extraordinarios, a ratos pareciera cansar la lectura, no obstante todo es el preludio para lo que está por venir y que en verdad será un relato inolvidable.  Es en esta primera parte del libro, que algunos de los mejores momentos corresponden a una muy ingeniosa (y malvada) treta de Ambrose, el archienemigo del protagonista.  Aparte de lo recién contado, en la vida de Kvothe comienzan a sumarse las desgracias consecutivas, hasta un punto en el que pareciera que éste no podrá más con tantas tribulaciones y que verdaderamente llegará a derrumbarse ante ellas; no obstante el nudo de tensiones consigue desenredarse y nuestro héroe logra salir victorioso de estas pruebas (pero por increíble que sea, no debido a su propia persona, si no a la intervención de otra).
    Entre las virtudes de esta novela y/o características, se encuentra el hecho de que tras haber creado Rothfuss a un personaje tan “perfecto” como Kvothe, quien destaca en cualquiera de las disciplinas de las que aprende (magia, artes marciales, música, idiomas, etc.), al menos en el primer libro el resto de los personajes apenas llegan a hacerle sombra, lo que en parte podría ser una falla de un escritor novato, al ser incapaz de diseñar otros personajes lo suficientemente complejos como para no verse como comparsas del protagonista (si bien existen unos cuantos en el primer tomo que logran sobrepasar la unidimensionalidad, pero aún así no llegan a poseer atractivo por sí mismos).  En cambio ya en El Temor de un Hombre Sabio aparecen personajes que consiguen obtener vida propia, siendo lo suficientemente carismáticos como para acaparar la acción y la atención del lector.  Es así como los tres mejores personajes de El Nombre del Viento, luego del propio Kvothe por supuesto, Devi, Auri y el maestro Elodin, logran desarrollarse al punto de conseguir su independencia dramática; en cuanto a Denna, el amor (aún platónico) de Kvothe, Rothfuss por fin le otorga la vitalidad que le permite dejar de ser el personaje que hasta pudo llegar a ser odioso en el primer texto.
    Dentro del uso de personajes del texto anterior, en el caso de la mismísima Denna, a ésta se le da un matiz mucho más trágico, el de una mujer cuya ambivalencia corresponde al de un espíritu atormentado, muy propio de una obra romántica; la promesa que implica descubrir el secreto de esta muchacha, le entrega mayor interés ahora al personaje, volviéndola también con las acciones que se le hace hacer, alguien que puede despertar por fin simpatía y admiración.  Con respecto a Devi, por fin conocemos parte de su pasado, con lo que se explica mucho de su personalidad, participando este personaje en uno de los momentos más álgidos de la primera parte de esta entrega.  De Auri todavía no se descubre su vida anterior a antes de que conociera a Kvothe, no obstante acá sus intervenciones son memorables y no sólo por el lirismo de sus palabras, si no por su singular personalidad que augura que de ella está por venir aún lo mejor.  Sobre el maestro Elodin, cada vez que aparece, otorga un elemento humorístico que se agradece en el tono ya sublime de este tomo, siendo ahora ya uno de los personajes más interesantes del libro y convirtiéndose también en uno de los principales albaceas de la madurez personal de Kvothe.   En cuanto a Bast, aún no se descubre acá cómo su destino se cruzó con el de Kvothe, ni mucho menos se narra acerca de su vida anterior al encuentro con su maestro; no obstante su faceta más oscura  en el primer libro ya se había insinuado y acá se vislumbra mucho mejor al mostrarlo ya casi al final del grueso tomo, como a alguien que en muchos aspectos bien se aleja del espíritu más noble de Kvothe.  Respecto a Cronista, no se entregan nuevos datos sobre su pasado, si bien queda claro que es un hombre de recios principios morales.
    Otro punto a destacar de esta novela, es su tono mucho más adulto respecto a la primera parte de la saga.  El Nombre del Viento se puede ver como una obra de fantasía juvenil, si bien no por ello dejar de ser profunda y con varios ribetes que le otorguen múltiples planos de lectura a la hora de analizarla; no obstante si se le compara tan sólo con el primer tomo de Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martin u otra fantasía más sofisticada, el uso de un protagonista infantil y adolescente evidencia su carácter juvenil, por cuanto además en él se destaca más la aventura por sobre el drama, teniendo por otro lado una dosis de violencia moderada propia de la literatura dirigida a este tipo de público en primera instancia.  En cambio como en El Temor de un Hombre Sabio asistimos a la continuación de la educación intelectual, espiritual y especialmente sentimental de Kvothe, era de suponer que el autor atendiera ahora aspectos más propios del último tema, puesto que con el crecimiento del protagonista, también debía de aparecer el elemento erótico.  Es así como mucho antes de que Kvothe despierte a la sexualidad (y la que es consumada de la forma más increíble posible), ya Rothfuss hace referencia a diversas prácticas eróticas: bisexualidad, homosexualidad, sexo grupal, sexo libre y otros.  Todo esto lo hace de la forma más espontánea, sin entrar en mayores detalles e incluso ya cuando Kvothe comienza a practicar el sexo (a la temprana edad de 16 años, lo que puede resultar “escandaloso” para algunas mentes estrechas) la sexualidad es descrita de una forma somera, si bien se insinúan varias cosas que hacen volar la imaginación.  Por otro lado, la violencia acá se hace mucho más explícita, aunque no llega tampoco a los niveles de otros escritores más expertos en la truculencia.  Sin embargo lo que sí aumenta en el libro que le otorga esta dimensión más adulta, es su cargada atmósfera de tensión en varios momentos de la obra, donde tanto Kvothe como la misma Denna, se ven sometidos a eventos de hondo dramatismo, dando paso a que la propia psicología de ambos se despliegue de una forma más compleja: es entonces que la toma de decisiones de estos dos personajes, con su respectiva repercusión moral, es más propia de una literatura que no sólo busca entretener, y menos desea moralizar, si no que desea invitar a la reflexión y desnudar el alma humana en todos los recovecos posibles.
    Tal como en El Nombre del Viento, esta segunda parte rinde tributo al arte de la narración, de modo que siguen dándose en ella los dos niveles del relato que atienden al narrador omnisciente (con el que empieza y termina la obra) y al uso del narrador protagonista que corresponde a la mayor parte, y también central del libro.  El autor vuelve a hacer uso del relato enmarcado en El Temor de un Hombre Sabio, con al menos tres narraciones auxiliares de carácter fabulesco y/o mítico.
    El libro posee momentos bastante emotivos, todo en el plano de las relaciones interpersonales entre Kvothe y quienes lo rodean, puesto que además no hay que olvidar que la saga misma de Crónica del Asesino de Reyes a la que corresponde este libro y el anterior, tienen relación con la llamada “literatura de iniciación”; este tipo de obras entre las que se enmarcan clásicos como las obras de Herman Hesse tales como Demian, Siddartha y Narciso y Goldmundo, mientras que en el mismo terreno de la fantasía se encuentran las sagas de Las Crónicas de Narnia de C. S. Lewis, Harry Potter de J. K. Rowling y  Alvin Macker de Orson Scott Card, como en la ciencia ficción destaca la saga del mismo Card de Ender, abordan la vida de un joven, mucha veces un niño, a quien como lectores vemos crecer no sólo en lo físico, si no que en el terreno espiritual; así conjuntamente con el viaje exterior que deben emprender para encontrarse así mismos, se conjuga el periplo interior gracias al cual cada prueba que debe pasar es un paso más hacia la madurez.  De este modo frente a las vivencias del protagonista, hay reales instancias en las cuales resulta no difícil sobrecogerse ante lo que le pasa a Kvothe; hay momentos de gran poesía, cuya sola descripción hace que uno se maraville ante la pluma del autor, como en cierto encuentro en los techos entre Kvothe, Auri y nada menos que el maestro Elodin; pero también resulta memorable la narración de la soledad de Kvothe durante parte de su estadía en Ademre y donde una mujer logra consolarlo y demostrarle que nunca estamos solos.  En poco más de dos libros, Rothfuss ha logrado lo que ya veteranos como Card y King consiguen al tocar en el lector las fibras más sensibles del corazón.
    El final de El Temor de un Hombre Sabio demuestra la concepción del autor de un tiempo cíclico, si bien también corresponde a la contrapartida del mismo final de El Nombre del Viento.  El primer libro de la saga casi en su desenlace, muestra una especial visita que hace el fata Bast a Cronista en su habitación y la que resulta un episodio increíble e inesperado del libro, por cuanto es la primera vez en la que el lector se entera de que Bast es mucho más de lo que aparenta.  En cuanto a lo que sucede con el segundo tomo de la saga, esta vez es Cronista quien hace una visita fortuita a la habitación de Bast y en esta ocasión es este hombre de supuesto aspecto taciturno quien sorprende tanto al fata, como al lector mismo.  Ambos momentos a pocas páginas de terminar la obra, son efectos de golpe en la narración, que poseen una repercusión significativa en los hechos que más adelante ocurrirán, así como resultan ser la oportunidad ideal para conocer mejor a estos dos personajes.
    En esta segunda parte, aún no se explica el por qué del título de la saga: Crónica del Asesino de Reyes.  Puede ser que esto tenga relación con personajes que ya hayan salido en lo que va de la trilogía (si bien creo que Patrick Rothfuss no aguantará la tentación y al final la trilogía se transformará en tetralogía, pentalogía o se extenderá aún más) o lo más probable es que aún están por aparecer los personajes correspondientes que le otorguen al ciclo su particular nombre.  Por otro lado, esta entrega todavía nos mantiene en suspenso con respecto a la venganza que planea desde muy pequeño Kvothe con los misteriosos Chandrian (los asesinos de sus padres y su compañía de artistas callejeros), como también con el esperado encuentro del protagonista con los Amyr y quienes se supone pueden ayudarlo a consumar su revancha; por lo tanto, es seguro que el autor se está guardando lo mejor para más adelante.
    Tal como El Nombre del Viento, esta obra se encuentra configurada en base a numerosos capítulos, cada uno con su nombre, si bien la mayoría de ellos son bastante breves en cuanto a las páginas que cubren.  Cada capítulo desarrolla un nuevo evento en la crónica del Asesino de Reyes o está dedicado a un nuevo relato enmarcado.
    En cierto sentido, el libro se estructura argumentalmente en las siguientes partes:

Kvothe según un artista,
si bien un poco afeminado para mi gusto.
  • La larga estadía de Kvothe en la Universidad, donde continúa con su preparación profesional en las artes que le interesan.  En este largo (más de 400 páginas) preludio a la verdadera parte más importante del libro, Kvothe  obtiene una gran revelación gracias a la niña a la que salvó en el tomo anterior, como también recalca su peligrosa enemistad con Ambrose y se convierte de lleno en el ahijado del maestro Elodin.  Muchas cosas más pasan durante esta primera parte del libro, no obstante pareciera que se extendiera más de la cuenta y engañosamente hace creer que todo el gran volumen transcurrirá en la universidad, hasta que las circunstancias hacen que Kvothe se vea obligado a tomarse unas vacaciones.
  • La larga segunda parte del libro corresponde al viaje que realiza Kvothe, el que será esencial en su educación personal, siendo además la sección más interesante y entretenida de la novela, donde pasará un montón de aventuras de todo tipo y conocerá a un buen número de personajes entrañables.  La primera “parada” de esta odisea corresponde a su llegada a Vintas, donde por fin se supone le espera alguien que puede estar interesado en ser su mecenas;  el posible mecenas es el maer Alveron, quizás el hombre más poderoso y adinerado en los Cuatro Rincones de la Civilización.  Kvothe llega a este lugar recomendado por un noble amigo suyo.  Antes de llegar directamente a su destino Kvothe, hace un viaje en barco del cual apenas se sabe lo que pasó.  En Vintas Kvothe no sólo llega a hacerle más de un útil servicio al maer, si no que también se reencuentra con Denna, como además se ve involucrado en una serie de intrigas cortesanas y palaciegas, que le demuestran que la nobleza se encuentra rodeada de rigurosos protocolos, mentiras y traiciones; pese a todo nunca faltará una mano amiga en la que sostenerse.  La narración en esta parte resulta más que amena, con grandes momentos de suspenso y con la creación de un cuarteto de personajes memorables.
  • Búsqueda y encuentro con los bandidos que asolan los caminos.  Enviado por el maer, Kvothe debe liderar a un grupo de cuatro mercenarios para capturar y/o eliminar a estos ladrones que están causando estragos.  El protagonista causa malestar a más de alguien de su compañía por la juventud de quien dirige a estos expertos mercenarios adultos, no obstante las hazañas compartidas harán que entre todos crezca el verdadero aprecio, no sin antes tener unos cuantos enfrentamientos entre ellos.  Cuando Kvothe y los suyos por fin logran dar con los maleantes, éste se encuentra sin quererlo con una tenebrosa figura de su pasado.
  • Según el estudioso de la literatura Joseph Campbell, en su libro donde se dedicó a estudiar varios mitos y textos épicos, El Héroe de las Mil Caras, en un determinado momento de su viaje el héroe ancestral tiene un encuentro con una diosa; esta reunión implica para el héroe dos cosas: por un lado un conocimiento valioso que lo puede convertir en un individuo superior y entregarle las herramientas necesarias para lograr gran parte de sus objetivos; por otro lado, bien puede resultar en una tentación muy grande como para no querer volver al camino de las tribulaciones y quedarse así al amparo de ella, con quien puede vivir en paz y dicha.  Lo anterior le pasó, por ejemplo, a Odiseo al llegar a la isla de Calipso, quien le ofrece ser inmortal como ella, y le pasa acá a Kvothe cuando conoce a Felurian, personaje mítico y/o legendario al cual se le habían atribuido un montón de historias donde los hombres eran seducidos por su belleza y luego de volver de su viaje junto a ella, regresaban en estado de locura.  Pues bien, Kvothe estando aún con su grupo de mercenarios y luego de derrotar a los ladrones a los que perseguían, se encuentra con este ser, quien se lo lleva al reino maravilloso de Fata.  Allí Kvothe despierta a los placeres del sexo, siendo Felurian quien lo inicia, no sin antes conseguir éste que la criatura acepte regresarlo salvo y sano a su mundo.  Ambos pasan un tiempo bastante extenso juntos y es durante esta estadía que Felurian le hace la famosa capa que le permite hacerse invisible y de la cual las diversas narraciones sobre él hacían mención; a su vez es acá donde Kvothe conoce a un oráculo que le cuenta unas cuantas cosas que supuestamente su conocimiento bien puede causar su perdición (lejos la conversación que tiene Kvothe con el ser, es la mejor parte de esta estadía en Fata).
  • Entre los mercenarios que acompañan a Kvothe, a cumplir el deseo del maer de liberar sus tierras de criminales, iba un mercenario adem, de quien Kvothe logra hacerse amigo y aprender de éste sus legendarias técnicas de combate, como además su especial lenguaje secreto.  No obstante cuando la gente del adem se entera de que ha compartido con un extranjero el misterio de su pueblo, Kvothe opta por acompañarlo a sus tierras para hablar en nombre de él y evitar que lo condenen por su culpa.  Es este lugar, una cultura distinta claramente desarrollada por el autor para mostrar por primera vez a Kvothe en un medio que le es por completo foráneo y muchas veces hostil; sin embargo es allí como nunca que el protagonista aprende la humildad y se descubre como alguien que para nada es el más notable entre los que lo rodean, si no que sólo es un aprendiz más.  Todo gracias a que Kvothe logra causarle una buena impresión a la maestra de su amigo Tempi, por lo que acceden a enseñarle sus conocimientos marciales, lo que en todo caso será a costa de sudor y lágrimas como nunca antes en su corta, pero intensa existencia había experimentado (bueno, salvo su temporada como niño de la calle).  Esta parte del libro es quizás la más atractiva de la novela, tanto por la genialidad de Rothfuss para crear una raza tan llamativa como los adem, como también por la creación de personajes tan atractivos entre esta noble cultura, (quienes hacen uso de un sofisticado lenguaje gestual para comunicarse y practican algo así como el sexo libre).  Otro aspecto llamativo dentro de los adem, es su concepción de lo que es la civilización y la barbarie, pues ellos en su especial forma de ser se consideran civilizados y al resto no; con ello Rothfuss nos muestra cómo la normalidad es algo tan subjetivo y que cada cultura posee su propia manera de ver el mundo, así como cada uno de nosotros posee su particular cosmovisión; de este modo Rothfuss nos enseña más que nunca a despertar a la tolerancia, a apreciar la diversidad, diciéndonos que bien podemos aprender del otro, puesto que la verdad no siempre está con uno. Es en esta etapa de su viaje que Kvothe consigue su célebre espada.
  • Tras la partida de Ademre, Kvothe se dirige hacia Vintas otra vez, puesto que tiene pendiente su reencuentro con el maer para entregarle el tesoro que con celo le ha rescatado de entre los bandidos, además de afinar los detalles de obtener por fin su mecenazgo.  No obstante antes de llegar a Vintas, Kvothe se cruza en el camino con una tropa de Edena Ruh, lo que debería ser una agradable reunión con gente de su propia tribu; sin embargo una vez en su campamento, Kvothe descubre un espantoso secreto de estos y le corresponde a él dejar bien puesto el nombre de su gente, aún a costa de duras decisiones que le pueden costar su libertad y/o su vida.  Para ocurrir todo esto en no tantas páginas, los capítulos dedicados a este encuentro y sus posteriores consecuencias, resultan ser intensos e inesperados, mostrando una nueva faceta del héroe que resulta más dura que nunca.  Es en este apartado que el tema de la justicia v/s la ley cobra gran importancia, donde Rothfuss nos hace reflexionar acerca qué es lo verdaderamente justo cuando nos enfrentamos al dolor de las víctimas y el exceso de crueldad de los victimarios.
  • De vuelta en Vintas, Kvothe entra en conocimiento de un misterio ligado a la familia de la mujer a la que ayudó a unir con el maer, así como descubre que no todas las buenas acciones siempre obtienen su justa recompensa, al igual que la ingratitud de la gente tiene su peso sobre los hombros de uno; empero Kvothe logra sacar provecho de la mala situación.  Se augura que a futuro el joven protagonista volverá a verse con la gente de Vintas.
  • De regreso a la Universidad, Kvothe vuelve a tomar sus estudios y se reúne con sus amigos, esta vez más sabio y en parte mucho más adinerado. Poco antes del fin de este extenso, pero genial libro, Kvothe se da el gusto de invitar a una inolvidable cena a sus amigos, en un casi cierre positivo del volumen, no sin antes adelantar que la tormenta aún está por llegar.

    Tal y como se afirmó anteriormente, El Temor de un Hombre Sabio cuenta con personajes secundarios mucho mejor desarrollados que El Nombre del Viento, pudiendo sobresalir por fin gran parte de los ya aparecidos en la primera parte de la saga, como Denna y el maestro Elodin, si bien en el caso de los compañeros de universidad de Kvothe, todavía no hay mayor esfuerzo por darles vida propia.  A continuación y como finalización de este texto que ya ha salido más largo de lo esperado, la lista de rigor de los nuevos personajes que se agregan a la Crónica del Asesino de Reyes y que bien merecen ser tomados en cuenta:

Ilustración de uno de los momentos
 de mayor acción del libro.
  • Títere: Curioso personaje que vive prácticamente escondido en los recovecos de la Universidad.  Sólo unos pocos saben de su existencia, si bien es un alumno de la casa de estudios, aunque su situación en ella resulta algo irregular.  Es un tipo de gran tamaño que debe su nombre  a su afición a crear sofisticadas marionetas, a las cuales acostumbra usar cuando habla con otros.  Su personalidad bizarra y sus grandes conocimientos bibliográficos denotan quizás en él Síndrome de Asperguer.
  • Maershon Lerand Alveron: Hombre que a los poco más de cuarenta años que posee, se ve avejentado por una extraña dolencia que sufre, por lo que Kvothe hace lo posible por ayudarlo, además de prestarle sus servicios para que éste logre conseguir el corazón de la mujer a la que ama.  Es un hombre de mucho dinero, temido y respetado en sus tierras por su carácter indomable, si bien no es alguien malvado.   Puede llegar a ser una persona amable, pero su ira es mayor que sus virtudes, poseyendo una mente estrecha a la hora de evaluar ciertas situaciones.
  • Meluan Lackless: Bella y joven mujer a la que el maer Alveron ama en secreto, por lo que le pide a Kvothe que le ayude a conquistarla.  De apariencia gentil, es una dama regida por los prejuicios sociales, en parte hacia los Edena Ruh, ya que su hermana se escapó con uno de ellos.  Pertenece a una antiquísima familia de nobles que guarda un misterioso secreto.  Al parecer entre ella y Kvothe existe un fuerte lazo familiar.
  • Bredon: Anciano, pero jovial noble que se convierte en el mejor amigo de Kvothe durante su estadía en Vintas, quien le enseña a jugar un atractivo juego de ingenio en base a fichas y le mantiene al tanto de los chismes del lugar.  Resulta ser para Kvothe la única persona de fiar en Vintas, gracias a su lealtad y carácter virtuoso.  De gran inteligencia y personalidad irónica.
  • Stapes: Es el hombre de confianza del maer, si bien en una primera instancia pareciera ser su subordinado, aunque la verdad es que es su mejor amigo desde la infancia.  De apariencia insignificante debido a su aspecto externo, es una persona muy adinerada. En un principio recela de Kvorhe, pero cuando descubre las verdaderas intenciones de éste, le entrega su amistad incondicional, otorgándole el beneficio de sentirse en deuda de honor con él.
  • Tempi: Uno de los cuatro mercenarios que acompañan a Kvothe en su búsqueda de los asaltantes que asolan las tierras del maer.  Pertenece a la raza de los adem, de la cual apenas se sabe, pese a ser reconocidos como grandes profesionales en las artes de la pelea ofensiva y defensiva.  Como se supone lo es su pueblo, es un hombre que apenas habla.  Poco a poco Kvothe se gana su confianza, consiguiendo de éste que le inicie en los misteriosos conocimientos de su arte.  Aparentemente poca cosa, es un luchador impresionante, sin embargo entre los suyos apenas está en la más baja jerarquía.
  • Shehyn: Anciana maestra de Tempi que lidera una de las tantas casas de estudio marcial de los adem.  Es una mujer sabia de aspecto frágil, pero que es una asesina nata (por lo que se puede observar en este personaje y muchos otros más, es recurrente en el libro los personajes que bajo su engañoso aspecto externo, esconden su verdadera identidad, tal y como sucede con los personajes de la saga de George R. R. Martin Canción de Hielo y Fuego).  Es la primera en ver en Ademre las potencialidades de Kvothe, por lo que le da una oportunidad tanto a él como a Tempi de salir bien del problema en el que se ven envueltos.
  • Vashet: Es la maestra a la que ponen en Ademre a Kvothe para que lo instruya.  Le supera en unos diez años a Kvothe, y como luchadora, en todo.  Pese a su dureza, es una buena persona y le tiene fe a su discípulo.  Mantiene con Kvothe una particular relación muy propia de los adem.
  • Penthe: Otra gran guerrera entre los adem (entre estos son las mujeres las que más destacan en las artes marciales), de pocos años más que Kvothe y mucho más baja que él, si bien lo supera en la lucha.  Se hace amiga de Kvothe y luego se convierte en su compañera de cama.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Maestros del Horror 8: Cigarrete Burns (Conocida en Latinoamérica como Imágenes del Horror y en España como El Fin del Mundo en 35 mm) de John Carpenter.



8.1- El Director.

    Referirse a la obra de John Carpenter, es hablar de uno de los “grandes” autores del cine de terror vivos, quien desde la década de los setenta hasta el presente nos ha otorgado algunos de los mejores filmes del género, sentando más de un precedente y creando una verdadera escuela de cómo hacer buen cine de terror.  Sus numerosos filmes (si bien no tantos como se quisiera) no sólo se mueven en el campo de horror, si no que también dentro de la ciencia ficción, poseyendo además un comprometido discurso político de izquierda que hace que sus obras vayan más allá de la espectacularidad de sus escenas que muchas veces llegan a ser perturbadoras, si no que además invitan a la reflexión ante las temáticas abordadas por su trabajo.   En pocas palabras, el cine de John Carpenter se mueve entre lo comercial y lo claramente de autor, pudiendo hacer obras brillantes tanto con alto como con bajo presupuesto, estando la mayoría de estas dentro del último grupo mencionado e incluso siendo estas algunas de sus mejores obras; son películas gráficas en su violencia, duras y sangrientas, y pese a todo poseen una poesía visual propia de un verdadero artista que vela por crear imágenes y escenas que no sólo sean perfectas técnicamente hablando, si no que además lleguen hasta a ser hermosas (mezcla sólo lograda por gente como su colega Dario Argento, de quien ya se ha hablado en esta serie de críticas).
   Carpenter ha incursionado tanto en el terror como en la ciencia ficción, mezclando muchas veces ambos géneros, dentro de lo cual se encuentran su obra más célebre, La Cosa (The Thing) y Fantasmas de Marte (Ghosts of Mars).  También es famoso por sus obras de corte más aventurero y con mucha acción, tal como en Rescate en el Barrio Chino (Big Trouble in Little China) y el díptico de Escape de New York (Scape from New York) y Escape de Los Ángeles (Scape from L.A.). El western es otro de sus géneros predilectos y si bien hasta el momento no ha hecho cintas de este tipo, en Asalto a la Comisaría del Distrito 13 (Assault on Precinct 13) y Vampiros (John Carpenter´s Vampires) le hace su propio tributo.
   A su vez es un director bastante cercano al mundo de la literatura, por cuanto más de una de sus obras están basadas en libros, tal y como sucede con el ya mencionado The Thing de un relato de John W. Campbell, Cristine, de un libro de Stephen King, El Pueblo de los Malditos (John Carpenter´s Village of de Damned), de una novela de John Wyndham y Vampiros, de una obra de John Steakley.  No obstante aparte de oficiar de adaptador de estas obras, también resulta memorable su labor como guionista de sus propias ideas originales, tal como sucede con su ya clásico (y tantas veces copiado) Halloween, Príncipe de las Tinieblas (Prince of the Darkness, sin duda uno de los filmes más aterradores jamás hechos) y La Niebla.
   El éxito de sus historias ha hecho que se hayan realizado no sólo secuelas de sus trabajos, como en el caso de Halloween y su montón de continuaciones (unas olvidables y otras que en realidad logran hacerle honor, tal como Halloween II, escrita por el propio Carpenter, como también con Halloween H20), si no que además se han hecho unos cuantos remakes de su trabajo: Asalto a la Comisaría del Distrito 13, Halloween y La Niebla.
   Otra importante faceta suya es su trabajo como compositor de música electrónica para la banda sonora de sus propios filmes, creando temas minimalistas capaces de darle una mayor atmósfera aterradora a sus películas y en muchos casos componiendo temas que hoy en día son todos unos clásicos como los que hizo para Halloween, La Niebla (The Fog) y Cristine, entre otros.
   Su labor cinematográfica comenzó con una pequeña obra de ciencia ficción humorística llamada Dark Star (1974), la cual tuvo como coguionista suyo a Dan O´Bannon, uno de los creadores de Alien y la primera versión cinematográfica de Total Recall del cuento de Phillip K. Dick.  Años después hizo dos telefilmes, Alguien me observa en 1978 (Someone´s Watching Me!, su primera colaboración con Adrianne Barbeau, con quien luego haría La Niebla y Escape de Nueva York) y Elvis en 1978 (su primer trabajo con el actor con el cual luego haría varios filmes más, Kurt Russell). Su acercamiento a la televisión hizo que décadas después volviera con mayor éxito en las dos temporadas de Maestros del Horror.  Entre medio de sus dos primeros trabajos para la pantalla chica, hizo Asalto a la Comisaría del Distrito 13 (1976) y el filme que le daría la fama: Halloween (1978).
    A continuación una lista de sus obras, con la sinopsis y comentarios de rigor, obviando algunos a los cuales en todo caso ya se hizo referencia acá:

  • Halloween (1978): Un thriller sobre un psicópata sobrenatural, Michael Myers (hoy en día uno de los “malos” del cine más populares de la historia), quien tras haber matado a muy temprana edad a su hermana mayor, se fuga del manicomio donde estuvo 15 años recluido para asesinar ahora a su hermana menor.  Los hechos ocurren durante los momentos previos a la Noche de Halloween y ya cuando ésta se encuentra en su desarrollo.   El filme hoy en día sigue asustando y llevó a la fama no sólo a su director, si no que también a una entonces muy joven Jamie Lee Curtis, con quien poco después Carpenter filmaría La Niebla.  Según cuenta la anécdota, la fantasmagórica máscara blanca que usa el asesino, fue hecha nada menos que con una máscara del Capitán Kirk de Star Trek, la cual pintaron de blanco ante la falta de mayores recursos para caracterizar al psicópata.  En el año 2007 el músico y director Rob Zombie hizo un muy buen remake de este filme, donde además contó lo eventos previos a lo mostrado por Carpenter en el filme original.
  • La Niebla (1980): Otro de sus filmes de culto, si bien en su época no tuvo el éxito correspondiente (como en muchos otros casos).  No sólo trabajó acá con su esposa de aquel entonces, la Barbeau, como con Jamie Lee Curtis, si no que además actuó para el director una actriz de culto ya en esos años, como la propia madre de Jamie, Janet Leigh, la protagonista del clásico de Hitchcock Psicosis.  Ésta fue la primera obra del artista donde lo sobrenatural estuvo más acentuado, al tratarse de la venganza centenaria de los espíritus de los tripulantes de un barco a quienes se les quitó su tesoro y ahora deciden cobrarse con los descendientes de la isla de un pequeño pueblecito pesquero.  El nombre del filme se debe a la ominosa niebla en la que se esconden los fantasmas y cuya aparición es el preludio de su venganza.
  • Escape de Nueva York (1981): Filme de ciencia ficción y acción que muestra un futuro apocalíptico en el cual en 1997, la ciudad de Nueva York es una enorme prisión donde el gobierno de los Estados Unidos mantiene recluidos a todos los criminales; es así como estos tienen en ella su propia sociedad fundada en la barbarie.  Uno de estos hombres logra hacerse con el control del avión presidencial, el cual cae en plena Nueva York devastada, quedando vivo el presidente de los Estados Unidos.  Sólo un hombre puede rescatarlo y su nombre es Snake, soberbiamente interpretado por el actor fetiche del director: Kurt Russell.  Hasta la fecha de este estreno, éste fue el filme más político de Carpenter, al mostrarnos su molestia ante la idea de gobiernos opresivos y patriarcales, donde el control de las masas se hace evidente en una obra como esta, así como la clara división social.  En este filme otra vez Carpenter se dio el gusto de trabajar con actores de confianza, aparte del propio Russel y de Adrianne Barbeau, pues Donald Pleasence, quien hizo del psiquiatra de Michael Myers en Halloween (papel que volvería a interpretar en su lograda secuela), trabajó de nuevo bajo sus órdenes.  Otro detalle a destacar de esta película, relacionado con sus actores, es la calidad en general de estos, aparte de los ya mencionados, puesto que quizás como en ningún otro de sus filmes, Carpenter logró reunir a un casting de tal calibre: Lee Van Cleef y Ernest Borgnigne. La película no sólo fue un éxito de crítica y público, si no que además logró ser homenajeada a través de videojuegos como Metal Gear  (en el nombre del protagonista y su aspecto), como también en cómics japoneses tales como Appleseed de Masamune Shirow y la película Cloverfield (con la icónica imagen de la Estatua de la Libertad descabezada). En el año 1996, el mismo Carpenter hizo una secuela nuevamente con Russell haciendo de Snake, llamada Escape de Los Ángeles
  • The Thing (1982): Como en gran parte de la filmografía de John Carpenter, este es uno de esos filmes suyos de los que se ha escrito, comentado y alabado ya bastante y nunca se dejan de apreciar en él sus virtudes, como de descubrir otras facetas suyas de interés.  La historia trata sobre una criatura extraterrestre que cayó en la Antártida en un tiempo pretérito, donde estuvo en animación suspendida hasta que un grupo de científicos la halló y con ello trajo una de las máximas expresiones del horror.  El ser posee la capacidad de tomar la forma de toda criatura a la que consume primero. La película es perfecta por donde se mire, ya sea por su cuidada puesta en escena, sus actuaciones, cada uno de las distintas aspectos que toma el monstruo para manifestarse (siempre se le ve de forma diferente) y la música del maestro Morricone que la hace aún más espantosa.  Tan sólo el año pasado se hizo su esperada precuela, la que conecta muy bien con este filme ya de antología.
  • Cristine(1983): Basada en la novela de Stephen King, una de sus más populares, trata sobre la enfermiza relación entre un adolescente y su automóvil.  El vehículo se encuentra contaminado por el espíritu de su antiguo dueño, un individuo que fue lo suficientemente malvado como para dejar su impronta después de morir.  La historia sirve como recurso para ejemplificar cómo las posesiones materiales llegan a dominar a sus dueños y lo que sucede cuando las obsesiones llegan a controlar la vida misma de las personas.  El nombre femenino del vehículo, Cristine, ejemplifica la personificación que se hace hoy en día de los objetos, en especial entre aquellos que son incapaces de crear verdaderos lazos afectivos con otras personas y buscan fetiches para llenar su soledad.  Si bien la narración del libro original se encuentra en este caso bastante simplificada, Carpenter logra salir más que bien de este ejercicio cinematográfico.  Los efectos creados para mostrar la autoreparación del automóvil, fueron en su momento toda una proeza.  Otro aspecto a destacar de este filme es su gran banda sonora compuesta por el propio director.
  • Starman (1984): Filme de ciencia ficción, con una gran cuota de romance.  Trata sobre un ser extraterrestre que cae a la Tierra y para poder subsistir, se hace un cuerpo humano a partir de las células del marido muerto de una mujer.  Es así como la criatura se descubre ante la viuda y ambos inician un viaje de aprendizaje, donde cada uno a su manera descubrirá el sentido de la vida misma, de lo que nos hace ser humanos y del amor.  El alienígena es supuestamente una entidad superior, con increíbles poderes y gran inteligencia.  La película se aleja de los intereses propios de su creador, notándose quizás el hecho de que haya sido un filme por encargo, al tornarse la trama demasiado lenta; no obstante debido a su éxito, originó una serie de televisión a la cual no le fue muy bien y sólo duró una temporada.
  • Rescate en el Barrio Chino (1986): Sin duda una de las obras más entretenidas de su director, aún cuando en taquilla fue un completo fracaso.   Esta cinta fue quizás la primera hecha en Hollywood influenciada por el cine fantástico oriental de artes marciales; de este modo la película cuenta con un montón de actores orientales, contando con especialistas en las abundantes coreografías marciales presentes en ella.  La historia trata sobre un hombre común (una vez más Kurt Russell bajo las órdenes de Carpenter), quien debe ir en rescate de dos bellas mujeres raptadas por la mafia china.  Es así como éste y sus compañeros se ven involucrados en medio de una serie de eventos donde lo mágico y lo místico se hacen presente.  Esta película posee además abundante humor.
  • Príncipe de las Tinieblas (1987): Otra de las obras maestras del director, siendo a su vez uno de sus filmes más apocalípticos y pesimistas; por otro lado, pese a su transfondo de ciencia ficción, el elemento sobrenatural se percibe en la cinta de una manera verdaderamente funesta, casi al nivel lovecrafniano.  En la historia los protagonistas son un grupo de físicos, apoyados por un sacerdote católico, que descubren la existencia de una especie de esencia del mal, la cual trata de llegar a nuestra realidad desde otra dimensión.  En el largometraje hace un papel secundario el famoso cantante Alice Cooper, interpretando a uno de los acólitos de la entidad maligna. Esta película posee además varias escenas lo suficientemente perturbadoras como para no olvidarlas.
  • Están Vivos (They Alive, en Latinoamérica conocida como Sobreviven, 1988): Lejos de lo mejor de su director y a su vez una de sus obras más políticas, por cuanto su discurso contra el sistema gringo imperante (todo dentro de una aterradora historia de ciencia ficción) de manipulación de masas y abuso de los medios masivos de comunicación para lavar el cerebro de las masas sociales, se presenta a través de una raza alienígena que vive en secreto entre nosotros; estos seres de aspecto cadavérico hacen uso de la publicidad y mensajes subliminales para controlar a la gente, con lo que se observa acá cómo la influencia del consumismo se transforma en un medio para dominar a la sociedad.  Es entonces que tal como en Rescate en el Barrio Chino, que un hombre sencillo y sin mayor preparación descubre esta conspiración que quizás cuántos años lleva sobre la raza humana y se une a un grupo de resistencia para terminar con el poderío de los invasores.  Tal como es del gusto de Carpenter de volver a trabajar con actores de confianza, esta vez volvió bajo su dirección el gran actor afroamericano Keith David (coprotagonista de The Thing).
  • Memorias de un Hombre Invisible (Memoirs of an Invisible Man, 1992): Filme de ciencia ficción humorística con el comediante Chave Cheese y Daryl Hanna en los protagónicos que es una clara referencia a la novela clásica de H.G. Wells con el mismo personaje.  Considerada una obra menor de su creador, cuenta con innovadores efectos especiales hechos por ILM (de hecho, esta es una de las películas más caras de Carpenter).  El pobre resultado en la taquilla de este filme y de Rescate en el Barrio Chino hacen pensar que el verdadero fuerte de John Carpenter es el terror, por sobre la comedia y otros géneros (lo que es seguro en todo caso).
  • Body Bags (1993): Hecha para la televisión y codirigida junto a su amigo y colega Tobe Hooper, se trata de tres historias de terror que nada tienen que ver entre sí, salvo la criatura tipo zombie interpretada por el propio Carpenter que las presenta tal cual Guardián de la Cripta de Tales from the Crypt y cómics antológicos de horror como Creepy.  La idea era que esta producción sirviese de piloto para una nueva serie de TV, no obstante no fructiferó.  La primera parte trata sobre una joven mujer, que en su primer día de trabajo en una estación gasolinera, debe vérselas con un psicópata;la segunda acerca de la obsesión de un tipo con su pelo, que está cayéndosele y la última acerca de un deportista que en un accidente pierde un ojo y le transplantan uno nuevo, pero ello trae serias consecuencias.  Entre otros artistas del medio, acá hace un papel nada menos que el famoso director y productor Roger Corman, famoso por sus adaptaciones de la obra de Poe con Vincent Price de protagonista y por ser la mente maestra de un montón de obras de bajo presupuesto, siendo la mayoría desechables (aparte de ser quien le dio su primera oportunidad a gente como James Cameron y Joe Dante).
  • La Villa de los Condenados (1995): Nueva versión de un clásico de la ciencia ficción literaria inglesa, que en la década de los sesenta originó tres películas de éxito.  Todo transcurre en una pequeña comunidad, en la cual en un determinado día todos los presentes pierden la conciencia y al despertar, descubren que unas cuantas mujeres del grupo han quedado embarazadas.  Años después del extraño suceso, los niños frutos de este acontecimiento se diferencian del resto de la población infantil por su cabellera blanca, su personalidad retraída y su inteligencia mayor que la del resto.  Un hombre descubre la naturaleza perversa de estas criaturas y hará lo posible por detener sus oscuras intenciones. El filme fue “famoso” por ser la última cinta hecha por el reconocido actor Cristopher Reeve antes de sufrir el desgraciado accidente que lo dejó inválido.  A su vez en el largometraje trabaja Mark Hamill (el recordado Luke Skywallker de la trilogía original de Star Wars) haciendo nada menos que de sacerdote, con quien luego Carpenter filmaría Body Bags para la televisión.
  • En las Fauces de la Locura (In the Mouth of Madness,1995): El esperado homenaje de Carpenter a Lovecraft (y en parte a Stephen King), el cual no sólo corresponde al nombre de este filme que es una clara alusión a su célebre relato En las Montañas de la Locura, que a su vez es una de las narraciones pilares de los llamados Mitos de Cthulhu y que hacen alusión a la existencia de antiquísimas razas monstruosas que tras ser exiliadas a otra realidad, tratan de regresar a la nuestra para recuperar el dominio que otrora tuvieron.  El largometraje es de algún modo una reflexión sobre el poder de la imaginación y el breve límite entre genialidad y locura, claramente presentes en la figura de un escritor “ficticio” de historias de terror; por otro lado, se puede identificar en la cinta la concepción de lo fácil que resulta para la sociedad contemporánea perder su control frente a cualquier elemento que pueda irrumpir en su precario equilibrio (con la consiguiente aparición de la barbarie, tal como también se puede ver en otras obras del director, tal como Escape de New York y su secuela).  En breves palabras, trata sobre un individuo que es contratado por una editorial de libros, para encontrar a un famoso escritor de literatura de terror, quien ha desaparecido poco antes de publicar su nueva novela; durante su viaje, el protagonista descubre la horrorosa verdad detrás del destino del escritor, la cual implica la misma permanencia de la estructura del universo.  La cinta llega a provocar verdadero pavor en más de una escena, con abundantes momentos de violencia gráfica e implícita, criaturas bestiales y algunos de los mejores efectos especiales de los filmes del propio Carpenter (luego de The Thing).   La dupla de los actores protagónicos, Sam Neill y Jurgen Prochnow realza la calidad artística de esta verdadera joyita del séptimo arte.
  • Vampiros (1998): El líder de los vampiros anda buscando la cura contra la debilidad a la luz del sol de su especie, de modo que un grupo de cazadores de estas criatura,s auspiciado nada menos que por el Vaticano, debe ir en su busca y de la de sus seguidores para evitarlo.  Aparte de su carismático (e irónico) protagonista interpretado por el talentoso actor James Woods, se puede destacar en otras cosas de este entretenidísimo filme que es uno de los más gore de la factoría de su autor. 
  • Fantasmas de Marte (2001): Como era costumbre en Hollywood, de vez en cuando más de un estudio hacía películas sobre un mismo tema el mismo año (dos filmes sobre un volcán que entraba en erupción, dos acerca de un enorme meteorito que estaba por devastar el planeta, etc.) y así fue como el año en que se hizo esta cinta, fue el año de los estrenos cinematográficos ambientados en Marte.  En el caso del aporte de Carpenter, fue la tercera y la de menor presupuesto (de hecho, ni siquiera se estrenó en los cines chilenos).  Como nos tiene acostumbrados el maestro canadiense, contó en este caso con un buen grupo de actores en pantalla, como lo pueden ser Jason Statham, Pam Grier, Natasha Henstridge, Robert Carradine, Clea Duvall y otros.   La historia versa sobre unos mineros que llegan al llamado Planeta Rojo, donde encuentran unas antiquísimas ruinas correspondiente a una civilización autóctona, supuestamente desaparecida, no obstante los últimos “sobrevivientes” de ésta (belicosos y para nada atractivos) se opondrán a los humanos en una guerra sin cuartel. 
  • The Ward (2012): A diferencia del caso anterior, esta película sí llegó a las salas nacionales, si bien “pasó sin pena, ni gloria”, pues apenas se le hizo publicidad por acá (pese a la popularidad de su autor y a que en nuestro país se han estrenado todas sus películas, menos la ya mencionada).  La cinta trata sobre una muchacha que llega forzada a pasar una temporada en un asilo mental, donde están ocurriendo una serie de hechos siniestros, que implican la espantosa muerte del resto de las internadas.  El final del filme resulta ser sorprendente, lo que pese a las virtudes de la filmografía de Carpenter, no es propio de sus características.

8.2 La Película.

     Con claras semejanzas a En las Fauces de la Locura, este telefilme que sin duda es uno de los momentos mejores logrados de las dos temporadas, es una verdadera obra de arte que demuestra que en la televisión se pueden hacer no sólo producciones entretenidas, si no que también obras de gran calidad artística para convertirse en verdaderos clásicos.
    La historia versa sobre un hombre que es contratado por un coleccionista de filmes de horror, quien desea que éste le consiga la supuestamente única copia de una cinta europea que apenas logró ser exhibida completa en su estreno; el filme de todo un “director maldito” posee su propia leyenda negra y según se cuenta el día en que fue presentada a su escaso público, las imágenes mostradas provocaron locura en los asistentes.  Es entonces que el protagonista, tal cual el personaje de Sam Neill de En las Fauces de la Locura, inicia un periplo que será en la práctica todo un descenso al Infierno, no sólo desde el punto de vista sobrenatural, si no que llegará a descubrir los tortuosos caminos de la maldad humana.
    Tal como en Príncipe de las Tinieblas, esta obra se encuentra impregnada de una atmósfera ominosa como pocos filmes, no sólo por sus escenas de gráfico gore, si no por el poder de las imágenes creadas por su director para mostrarnos un horror que en sólo la sugerencia demuestra la oscuridad que yace latente en el corazón humano.  En un determinado momento, el protagonista se entera de que el director de la cinta que anda buscando llegó a tal extremo de vileza en la filmación de su obra, que incluso fue capaz de torturar nada menos que a un ángel; la sola escena en la cual se ve a esta criatura hacerle la confesión al personaje sobre su forzado papel en la película maldita, es quizás uno de los logros mayores de Carpenter al mostrar con tanta poesía aún en el horror, lo que se esconde bajo la naturaleza humana.
    El extraño nombre en inglés de este trabajo de John Carpenter, se debe al hecho de que las películas antiguas en los carretes que se usaban en los cines, cuando estaban demasiado gastadas sufrían un desperfecto consistente en ralladuras y manchas oscuras, llamándose estas coloquialmente quemaduras de cigarrillo.  Pues bien, en esta primera contribución de Carpenter a Maestros del Horror, se muestra cómo aquellos que ven la infame película de la que aquí se habla, llegan a ser contaminados por ésta y comienzan a ver estas quemaduras de cigarrillo en lo que los rodea; cuando les pasa esto, es que su percepción de la realidad se abre y logran experimentar sucesos espantosos.  La misma película que busca con afán el coleccionista y su empleado, es una especie de puerta al caos y el Apocalipsis; pese a todo, este “capítulo” de Maestros del Horror no necesita de monstruos para dejar de ser un gran ejemplo de lo lovecrafniano en la televisión.
   Tal como En las Fauces de la Locura, Carpenter nos muestra cómo la sensibilidad del artista se encuentra entre la genialidad y la locura, demostrándonos además en una especie de oscura moraleja el impacto nocivo que pueden llegar a tener los medios de comunicación masivos (el cine, que también es expresión artística) en la población (y he aquí un nexo con su obra más política: Están Vivos).
   Esta obra cuenta además con la genial participación del actor alemán de culto Udo Kier, como el coleccionista de películas de horror.
   Como dato anecdótico, Carpenter le hace un pequeño homenaje a su colega y amigo Dario Argento, al hacer que en los muros de un cine se vea el afiche del clásico de éste Profondo Rosso.
   Fue estrenada el 16 de diciembre de 2005.




sábado, 8 de diciembre de 2012

Caballeros del Zodiaco: El Lienzo Perdido.



I- El origen de todo.

    Entre enero de 1986 y diciembre de 1990 apareció en Japón publicado en una de sus numerosas revistas dedicadas al manga (cómic japonés), la historieta Sainto Seiya (Saint Seiya en inglés, conocida en español como Los Caballeros del Zodiaco), siendo su autor Masami Kurumada.  En un total de 28 volúmenes compilatorios, el autor contó una inolvidable historia donde la mitología clásica griega una vez más sirvió de inspiración para una trama con connotaciones épicas y místicas, que logró marcar a toda una generación y hoy en día sigue siendo considerada una de las mejores producciones del manga; su fama también fue gracias a su versión animada, por medio de la cual millones de personas en todo el mundo supieron de esta obra (animé como se le llama a estas series japonesas).
    El 11 de de octubre de 1986 se emitió en Nipón el primer episodio de un total de 114, siendo el último exhibido por primera vez el 1 de abril de 1989.  Entre medio se hicieron cuatro películas para el cine, las que en todo caso no correspondían a la cronología del manga, ni del animé, realizándose en 2004 una quinta película.   Tanto en la versión en historieta, como en la para la televisión, se contaron varias sagas en las cuales los protagonistas cada vez se enfrentaban a seres más poderosos que ellos, de modo que tal como sucede por lo general en este tipo de producciones japonesas, debían hacerse aún más fuertes si deseaban salir bien de los combates y que el bien ganara por sobre el mal.
    El manga y el animé deben su nombre al protagonista, Seiya, apenas un adolescente (¿O un niño? Pues nunca queda bien clara la edad exacta de los personajes).   Éste junto a sus amigos, también Caballeros de Bronce como él, deben luchar contra las fuerzas del mal, siendo liderados Seiya y sus compañeros por la diosa Atena, a quien a su vez protegen.  
    Si bien el dibujo del manga no era lo mejor de éste, sí en cambio lo son las mismas armaduras creadas por Kurumada, siendo cada una de ella diferente por cada caballero (estas a su vez forman una bella figura al no cubrir los cuerpos de sus dueños, que emula a la de la constelación o totem con que se identifica el caballero).  Demás está decir que el otro gran fuerte del manga, aparte de su trama misma, de la cual ya se ha hecho referencia a su gran calidad y capacidad para amalgamar increíblemente los viejos mitos en una fantasía postmoderna, son sus abundantes personajes, cual de ellos más atractivo (y no sólo los “buenos” de la historia).
    En cuanto al animé, memorable es su banda sonora de carácter sinfónico y con unos coros increíbles, así como en los temas donde se oye una voz femenina verdaderamente angelical.  Esta música que llega a ser sublime, fue compuesta en su totalidad por Seiji Yokoyama, y cuya labor bien logra superar con creces a los sobrevalorados trabajos de John Williams o puede rivalizar con lo hecho por maestros de verdad como Morricone, Hans Zimmer y Jerry Goldsmith.   En cuanto a sus temas rock o baladas pops incluidas dentro de la banda sonora, también resultan ser de bastante calidad.
    Entre la saga de La Guerra de las Doce Casas y la de Poseidón, se hizo una historia exclusiva y la cual mantuvo el dramatismo y el espíritu del cómic y la serie original; ésta fue ambientada en el hipotético reino nórdico de Asgard, si bien esta saga se encuentra inspirada en un cómic del mismo Kurumada llamado Hyoga en el País de los Hielos, donde el Caballero de Cisne es el protagonista.   En todo caso la saga de Asgard para muchos llega incluso a ser aún mejor que la de Poseidón, ya sea por su ambientación, como por sus personajes y particular trama.
    La serie de televisión adaptó sólo hasta la saga de Poseidón, dejando por años inconcluso el término de la realización de la que para quienes leyeron el manga era considerada la mejor saga del manga y donde los Caballeros del Zodiaco se enfrentaban nada menos que a Hades, el dios griego del Inframundo (el Infierno griego).  Según se dice por ahí, hubo intención de hacer para la televisión inmediatamente la saga de Hades, habiéndose hecho un primer capítulo nunca antes emitido, si bien existe su bella banda sonora nuevamente a cargo de Yokoyama.  Recién en el 2002 en formato de OVA (Siglas de Original Video Animated, o sea, que corresponde a una animación para la venta directa a DVD y/o Blu-ray, siendo tiempo después de su aparición en el mercado emitida en canales de televisión)  los seguidores de Saint Seiya tuvimos el gusto de que se animara esta parte del manga, con 13 episodios en lo que se llama Saga del Santuario.  Luego recién entre fines del 2005 y principios del 2006 se continuó con esta historia a través de 12 OVAS más bajo el título de Inferno.  En el 2007 Los Campos Eliseos gracias a 6 OVAS más terminan por fin la historia original de Saint Seiya.
   La película del 2004, Inicio de la Saga del Cielo, cuenta lo ocurrido poco después de los trágicos eventos de terminar la saga de Hades.
   

II- La serie misma.

     El Lienzo Perdido se trata de un spin-off creado por Shiori Teshirogi y supervisado por Masami Kurumada, el cual se encuentra ambientado en Europa durante el siglo XVIII, específicamente en Grecia (el Santuario) e Italia. El manga consta de 25 volúmenes y comenzó a editarse en 2006, para terminar en el año 2011.
     En el año 2009 partió el animé, en formato OVA. Este animé constó de dos temporadas, de trece episodios cada una.  Lamentablemente debido a los “escasos” logros comerciales de la serie, la historia quedó inconclusa, por lo que está en veremos si se llegan a adaptar los últimos capítulos de la historia.
   Por ser una serie pensada para la venta directa al público, y considerando los parámetros actuales técnicos, la calidad de la animación es esmerada, contando con unos maravillosos diseños de personajes, colores vivos y una banda sonora hecha por Kaoru Wada, que casi llega a rivalizar con la de la serie clásica, tan recordada y apreciada.
   La historia brilla por sí misma, llegando incluso a superar a la del mangánime que le precede, por cuanto en ella no sólo el autor fue inteligente a la hora de crear esta precuela, donde supo tomar las ideas de Kurumada y hacerle honor al proyectar gran parte de sus personajes y escenarios al pasado; de este modo en todo momento no se pierde la conexión con los eventos ya conocidos, si no que también logró hacer sus propios aportes,  que en cierto sentido mejoraron el guión.  Dentro de esto último se puede decir que el gran aporte de a la mitología revisada de Los Caballeros del Zodiaco consiste en los siguientes elementos:
  • Aparte de las encarnaciones de este siglo de Atena y Hades (que acá demuestran gran preponderancia para los hechos, así como unas carismáticas personalidades que para nada caen dentro de la unidimensionalidad que en parte tuvo Atena en el manga y el animé originales), como también la inclusión del Pegazo, Tenma, de esta época, le da su particular protagonismo a la encarnación del Caballero de Bronce de Unicornio de este siglo, de nombre Yato, quien es acá el mejor amigo de Tenma; en cambio en la obra de Kurumada, este caballero apenas llegaba a ser un personaje secundario.  La inclusión dentro de los protagónicos de Unicornio acá, reemplaza en parte al resto de los Caballeros de Bronce que en El Lienzo Perdido no están (Cisne, Dragón, Andrómeda y Fénix), de modo que tal como los ya nombrados compañeros y amigos del Seiya de la serie clásica, Yato cumple la labor de ayudar a Tenma a derrotar a sus enemigos, luchar junto a él por lo ideales del santuario en nombre de Atena y ser ante todo su comparsa leal en el viaje que significa la lucha heroica.  Unicornio a su vez tiene sus propia historia, su personalidad claramente definida, si bien muestra poseer el típico grado de rivalidad amistosa con Pegazo (nótese, ambos son “caballos”, representando sus armaduras a nobles bestias que pueden ser tanto domésticas como salvajes).
  • Teniendo en cuenta el éxito de los personajes de Shion de Aries y Dokko de Libra en las series pasadas, en El Lienzo Perdido no pierden vigencia, destacando siempre entre el resto de los Caballeros Dorados, aún cuando estos en la historia cobran más importancia que nunca.  Shion y Dokko una vez más se ven acá como personajes sabios y valientes, virtudes que se supone poseen el resto de los Caballeros, no obstante es que a partir de los eventos de esta Guerra Santa que más adelante ambos optarán por las duras decisiones que ya les vimos tomar.  A su vez acá ambos son lo suficientemente jóvenes para mantener aún cierta ingenuidad y no mostrarse todavía con esa aura de superioridad espiritual que se les había visto (en otras palabras, acá se les observa más humanos que nunca).
  • Si bien en la obra de Kurumada, como en su adaptación animada, salieron un montón de personajes, sobresaliendo muchas veces los mismos Caballeros Dorados y en la saga de Asgard algunos de los Dioses Guerreros (la que en todo caso era original de la serie, ya que no correspondía al manga), en esta obra el peso de la trama recae sobre muchos más personajes, lo que le otorga un carácter coral a la trama; incluso muchos de los episodios giran en torno a uno que otro personaje, de modo que ni los caballeros de Pegazo, ni Unicornio, ni  menos Atena y Hades, aparecen o a lo más se les ve un pequeño momento.  Así es como estos episodios se encuentran dedicados a uno que otro Caballero Dorado, como Virgo, Cáncer, Tauro y Capricornio, dándole además gran relevancia a alguien como el mismísimo Patriarca (lo que en las series de Kurumada era impensable), lo mismo que a otros personajes.  De este modo en los capítulos dedicados a los ya mencionados, conocemos su pasado, sus vivencias personales con detalles sabrosos como nos tiene acostumbrado el universo de Los Caballeros, historias cargadas de hondo dramatismo y actos heroicos.  A su vez en las series clásicas nunca antes se había mostrado el pasado de los Caballeros Dorados, salvo uno que otro breve vistazo, sin embargo acá el autor les otorga una humanidad no vista antes, dándoles además sus propios discípulos en muchos casos, con los que cada Caballero completa su propia historia personal.
  • Aunque en el manganime clásico estaban los personajes de Shaina, Marín y Pandora (que acá nuevamente se repite el plato), las cuales poseían bastante importancia, la trama misma no le otorgaba mayor protagonismo a otros personajes femeninos (bueno, hasta cierto punto Hilda de Polaris y su hermana tuvieron su relevancia en la saga de Asgard).  No obstante en el caso de El Lienzo Perdido los personajes femeninos se encuentran desarrollados con una profundidad tal que ya dejan de ser la comparsa típica, como la dama en peligro a la que hay que proteger o la enamorada/protectora del protagonista; así mismo es que acá Atena, cuyo nombre mortal es en esta época el de Sasha, no sólo forma parte del particular trío en el que pende gran parte de la trama (junto con Hades y Poseidón), si no que posee el carisma del cual la Saori del manga y animé originales carecía; por otro lado Yusuhira, quien es el Caballero de Plata de Grulla, casi desde el principio de la historia logra acaparar la atención con su personalidad bien desarrollada y el gran apoyo en que consiste su presencia para el resto de los protagonistas a los que acompaña (Tenma y Yato especialmente).

    ¿Y de qué se trata la serie? Bueno, tal como en el clásico de Kurumada, ésta gira en torno a tres huérfanos en un principio: Tenma, Sasha y Alone, quienes desde su más temprana infancia viven en armonía juntos en un orfanato, queriéndose como hermanos y protegiéndose mutuamente.  De los dos varones, Tenma es el aguerrido y voluntarioso que hace de hermano mayor, mientras que Alone en su dulzura posee una gran sensibilidad artística, lo que lo hace ser frente de los abusos de algunos, por lo que Tenma lo cuida con esmero; Sasha aporta al pequeño grupo su delicadeza.   Toda va bien entre los tres, hasta que la niña es adoptada en extrañas circunstancias, dejando desamparados a sus hermanos; al tiempo después Tenma se va hacia Grecia, pues decide hacerse caballero.  En su antiguo hogar se queda Alone, quien desea ser pintor, pero nadie tiene idea de qué le depara a este último, siendo su destino el más increíble y cruel de entre los tres.
    Tenma se convierte en el Caballero de Pegazo y para su sorpresa en Grecia se reencuentra con su querida hermana menor Sasha, quien es nada menos que la encarnación de Atena.  No obstante durante la ausencia de ambos en Italia, su país natal, el otrora inocente Alone descubre su verdadera identidad, consistente en la de ser el poseedor del espíritu de Hades, enemigo jurado de Atena y todo el bien en el planeta.
    Así es como comienza una nueva Guerra Santa entre las fuerzas del bien y del mal.  El cambio sufrido por Alone es impresionante y su locura destructora llega a tal punto que no sólo devasta a su antojo la bella ciudad que le vio nacer y donde se crió, si no que llega a matar a Tenma (quien por supuesto ayudado por sus amigos regresa de la muerte gracias a un fantástico viaje al Inframundo).  Pero esto no es todo, Alone-Hades decide pintar en el cielo del planeta un hermoso lienzo (he ahí el nombre de esta serie) lleno de ángeles, el cual al ser terminado provocará la destrucción de toda la vida en la Tierra.  De este modo Atena y sus caballeros deben evitar a toda costa que su propósito se cumpla, enfrentándose a los numerosos esbirros que posee el dios.
    Como acá la encarnación actual de Hades es aún un adolescente y todavía conserva vestigios de su vida como humano, incluyendo sus sentimientos por Sasha y Tenma, los oscuros dioses hermanos gemelos de Hypnos y Thánatos mantienen cierto control sobre Hades.  Estos a su vez son responsables de gran parte de los siniestros eventos de la guerra santa anterior y para nada desean perder su poderío.
   Un gran desfile de personajes atractivos aparece durante estos 26 OVAS, destacando muchas veces los Caballeros Dorados que, salvo en el caso de los mencionados Tenma, Yato y Yusuhira, cobran gran relevancia a falta de Caballeros de Bronce y de Plata que acá tengan protagonismo (salvo los dos discípulos de Tauro que poseen cierta vitalidad).
   Es una lástima que a la fecha no hayan continuado haciendo más capítulos, pues lo que estaba por venir era aún mucho más espectacular. 



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...