viernes, 31 de enero de 2020

Volver a Westworld.



1. Primeras palabras.

     Hace tiempo ya que me vi la primera temporada de Westworld, el show de ciencia ficción de HBO basado en la película homónima que escribió y dirigió Michael Crichton en los setenta y como ello fue en 2016, que mi memoria es bastante frágil para lo que se trata de historias, ya muy poco me acordaba de ella; solo tenía claro que se trataba de una estupenda serie, que me gustó mucho y de sus elementos centrales que me hicieron considerarla entre lo mejor de su tipo. Como sus creadores tardaron dos años en estrenar la segunda temporada, según ellos para asegurar un producto de calidad (yo creo que más bien debido a los altos costos, que incluían actores de la talla de Anthony Hopkins y Ed Harris), pasó el tiempo y al final ya era finales del 2019 cuando me propuse verla de una vez.  Pero era necesario repasarla, lo que fue un gusto, de modo que solo cuando ya tenía fresco de nuevo los acontecimientos y varios personajes de este programa, me dispuse a ver su segundo año (aunque admito que dejé pasar un par de semanas con otra serie, para madurar mis impresiones).  Por otro lado, este 2020 se nos viene por fin la tercera temporada, que nuevamente hicieron lo mismo sus realizadores (y tal vez los de HBO) de dejar pasar un año más de lo acostumbrado entre una temporada y otras; así que fue mejor apurarme de una vez, para sin falta vérmela esta temporada, que parece se viene muy buena.

2. La rebelión ha comenzado.

     Tras el impactante final de la primera temporada, que duró nada menos que una hora y media (lo que dura una película promedio y con escena de postcréditos incluida), era obvio que en el inmenso parque temático donde transcurre todo (una inmensa isla que no sabemos dónde se encuentra), la gente que trabaja y administra el lugar, o sea los humanos, no la tuvieran fácil con los androides y/o inteligencias artificiales que “despertaron” y tomaron conciencia de estar vivos.  De este modo, si tuviera que resumir en pocas palabras de qué trata la segunda temporada, puedo decir que aborda los inicios del enfrentamiento entre los creadores y sus creaciones, todo de una manera bastante violenta, por cierto; que por un lado las IA son lideradas por unos 3 ó 4 caudillos que ya conocíamos, más uno nuevo que termina por robarse nuestro corazón (con un solo capítulo, el 8 para ser exacto, donde es presentado y es el protagonista absoluto o uno de sus personajes principales).  Asimismo, los humanos cumplen distintos grados de protagonismo y cada uno con sus propias intenciones, que encontramos entre ellos razones varias para hallarse en tal sitio.
     En verdad mucho pasa a lo largo de esta temporada, que posee 10 episodios como la anterior y la mayoría rondando la hora cronológica de duración; más encima uno llega a la hora y cuarto de metraje, mientras que el último también posee una duración de una hora y media, como sucedió con el recordado final de la primera temporada.  Entre todo lo que llegamos a ver, saber y disfrutar en esta ocasión, puedo mencionarles sin caer mayormente en el spoiler que:

* Uno de los personajes principales, y sin dudas entre los más carismáticos de todo el montón que aquí aparece, tiene un cambio de 100% en su personalidad; la verdad es que ello no dejará indiferente a la mayoría de sus admiradores (entre ellos este servidor) y puede que a muchos (como adivinen quién) no les guste lo que han hecho al respecto; no obstante, para ser justos, dicha evolución va muy acorde con el desarrollo que toma en general la trama para todos los personajes, así que tiene su lógica.

* Por fin nos presentan al padre del decadente y desagradable Logan Delos, de quien algo se habló en la temporada anterior y que luego llegamos a saber que se trata del dueño del complejo vacacional en el que transcurre mayormente la serie.  Es así que conocemos a este, gracias a los flashbacks que transcurren décadas antes de lo que es el presente, en el que ahora está sucediendo la revolución.  La presencia de este personaje nuevo, sirve además para la revelación de uno de los grandes secretos del parque Delos: la verdadera razón detrás de la creación de la tecnología, que ha hecho que los llamados “anfitriones”, las IAs y/o androides, sean tan importantes para los mandamases del lugar.

Precioso afiche que homenajea el de la película que inspiró este show.

* Otro tremendo protagonista que ya conocemos muy bien y por el cual resulta sencillo sentir aprecio, Bernard/Arnold, pasa por un montón de vicisitudes al punto que ahora viene a ser, quizás, el personaje más desgraciado de todo el show. Hay algo de existencialista en este sujeto, que se encuentra a medias entre dos mundos, alguien que pese al fatalismo por aquellas fuerzas que tratan de dominarlo, intenta hacer lo mejor para todos.  Jeffrey Wright, quien lo interpreta, en general está acompañado de los mejores actores posibles y aun así no nos deja de sorprender con su talento.

* Dos personajes que pensábamos estaba muertos regresan, uno al mundo tal y como lo conocemos y el otro…demostrándonos que la realidad va más allá de lo que los simples mortales, si bien no se trata de algo de carácter sobrenatural, sino que fruto del ingenio humano y su tecnología (que no olvidemos ya se le está yendo de las manos, puesto que el control total de todo nunca está a disposición del ser humano imperfecto).  En todo caso, el primero de estos personajes es un secundario y aunque da gusto reencontrarse con su persona, no alcanza la relevancia y el carisma del otro que sí nos dará grandes sorpresas.

* William también vuelve en sus dos versiones, la del pasado (más o menos durante su juventud) y ya como el duro anciano vaquero conocido solo como el Hombre de Negro en el presente (en esta otra versión, interpretado por ese maestro de la actuación que es Ed Harris).  En su versión más joven, gracias a los flashbacks dedicados a esa etapa de su vida, nos es posible conocer ahora su relación con la familia Delos y en especial con su esposa, que ya sabíamos su relación terminó muy mal.  Su yo más viejo, pasa nuevamente por un montón de acontecimientos y entre ellos se reencuentra con su hija, personaje nuevo para el público (por cierto, considerando todos los enfrentamientos violentos a los que se enfrenta un hombre de su edad, es admirable e impresionante que alguien a su edad pueda ser capaz de resistir tanto esfuerzo físico).

* La carismática Maeve comienza su largo viaje hacia la emancipación, adquiriendo nuevas habilidades que la convierten en una Anfitriona única, además de ser una de las caudillas de la emancipación de su gente.  Su viaje a lo largo de Delos es increíble, el que implica un emotivo periplo para conocerse a sí misma y que contrasta bastante con el quien ahora se hace llamar Wyatt, puesto que al menos con Maeve es posible llegar al diálogo.  Muchos de los mejores momentos de la segunda temporada tienen que ver con esta valiente  y en muchos sentidos admirable “mujer”.

* En la primera temporada habíamos visto varios indios (nativos americanos) a lo largo de su transcurso e incluso se había hablado de un grupo de ellos o más bien una tribu, llamada Nación Fantasma; por otro lado, bien sabíamos que unos cuantos de estos formaban parte de la vida pasada de Maeve, antes de que la destinaran a ser la madama del salón Mariposa…Pues ahora por fin logramos tener claro ese triste recuerdo de la morena anfitriona, ya que le dieron nombre, personalidad e historia a ese indio que por tanto tiempo asoló sus pesadillas.  Kisuya es este sujeto, una IA como ella, que por sí mismo ha “despertado” y se da cuenta de que su camino está ligado a Maeve, así como a su hija.  El capítulo 8 de la temporada, que lo tiene como protagonista absoluto y donde se nos cuenta su historia, no solo está cargado de gran emotividad, sino que si es que no se trata del mejor de toda la serie, sin dudas que es lejos uno de los más logrados de este show, que en solo un par de temporadas ha dejado la vara muy alta.  Por cierto, buena parte de este capítulo está hablado en el hermoso idioma Lakota, uno de los otros dos idiomas que podemos disfrutar escuchar en esta temporada, aparte del invasivo inglés.

* Al final de la primera temporada se nos mostró que Westworld era solo una parte del parque Delos y que existía al menos otra atracción de ambientación diferente; luego nos enteramos de que esta zona era Shogunworld, dedicado al Japón feudal, si bien en esta segunda temporada también se muestra una zona que recrea la India colonizada por los ingleses.  Es así que buena parte de esta segunda tanda de episodios, transcurre en Shoguworld, ellos tan impactantes, sangrientos y hermosos como muchos de los que suceden en el más conocido Westworld.  Cabe mencionar que por lo mismo, hayamos acá un montón de diálogos en la lengua del Sol Naciente; además se nos presenta un grupo de personajes muy interesantes y que nos traen recuerdos de otros ya conocidos.

 

3. Impresiones finales.

     Luego de verme las dos temporadas que hay hasta el momento del show, que hoy nos reúne, no puedo dejar de asombrarme de la calidad de este, deteniéndome en detalles de su guión tan elaborado y que salta de una época a otra, pasando de un protagonista a otro y distintos lugares más encima, todo tan bien armado y ello pese a su complejidad.  Igual debo admitir que a veces cuesta seguir tal entramado, que uno se enreda y bien puede no comprenderlo todo; pero no importa, un espectáculo como este tan bellamente realizado, es digno de los mejores elogios.
      La primera vez que me vi Westworld, en el ya “lejano” 2016, apenas sabía quién era Tessa Thompson y a quien luego llegué a adorar por su simpático papel, de una algo inverosímil Valkiria morena en las muy entretenidas pelis de Thor: Ragnarok y Avengers: Endgame...Pues su papel en la producción televisiva es tan diferente, como una mujer en verdad odiosa, que uno con facilidad llega a aplaudirle su versatilidad.
    Por cierto, una vez más el personaje interpretado por el guapo Luke Hemsworth (el hermano del aún más guapo y talentoso Chris Hemsworth, Thor, también compañero de actuación de la Thompson en las cintas de UCM) estuvo desperdiciado e igual como pasaron cerca de dos años entre una temporada y otra, puede llamar la atención lo gordo que está en esta ocasión (ello simulado por la ropa oscura y porque esta vez nunca lo ves con atuendos ceñidos).
    Como buena ciencia ficción, Westworld no solo es la creación de un mundo fabuloso bajo la mirada propia de la fantasía científica, sino que además es la recreación de nuestra propia realidad y que nos otorga no solo diversión, también una invitación a la reflexión: En este caso, hacia las consecuencias que puede traernos nuestro apego a la tecnología y la interrogante por los límites que les podemos dar a las disciplinas científicas, cuando jugamos a ser dioses; por otro lado, no deja de estar presente el misterio del verdadero sentido de la vida, sobre qué es la conciencia de estar vivos realmente, todo ello expuesto acá bajo la figura de los llamados Anfitriones.  Con lo que se ha adelantado sobre la tercera temporada, parece que el panorama se acompleja más, así que la ciencia ficción con todo su poder extrapolativo e imaginería, aún tiene para rato con esta serie que ojalá no pierda su horizonte.


                                                                       Tráiler. 


                                         Los hermosos créditos de la segunda temporada
                 (algo que bien deberían aprenderle series que no la tienen como Mr. Mercedes).

miércoles, 29 de enero de 2020

Reencuentros con el Paco Rivano (III).


     Con este texto doy por terminada mi revisión del libro Narrativa Reunida de Luis Rivano, que disfruté mucho.  Ojalá les guste esta revisión personal escrita con mucho cariño y aprecio hacia la obra de este tremendo autor, que espero ayudar a hacer conocido entre más gente.

8- El Rucio de los Cuchillos y otros cuentos (1973).

     Corresponde esta a la única colección de relatos del autor. La presente edición posee un valioso prólogo del Paco Rivano, donde cuenta de sus primeros pasos como narrador y las vicisitudes por las que pasó a la hora de que le publicaran sus textos. Por otro lado, se agrega un par de textos más que complementan el conjunto y se agradece poder leerlos por lo gratos que resultan ser al lector.
     En general, salvo el más famoso de ellos y que le da el nombre a la recopilación, son historias con mucho humor, de hombres en líos amorosos y donde queda de manifiesto su machismo a la hora de relacionarse con las féminas. Lo anterior, deja presente además un tono de erotismo picaresco, que le da un carácter más ligero a estas piezas, en comparación con los textos que le preceden en el tomo que contiene todas estas narraciones, entre novelas, novelettes y cuentos.
     También queda de manifiesto la radiografía social, al mostrarnos el tipo de convivencia de parte de los protagonistas, de "clase baja" todos ellos, con individuos de mayor "pelaje"; provocando esto situaciones muy interesantes, que no dejan de ser verdaderas.

I- La Mujer del Auto Celeste.

     Por lo que parece, esta historia fue escrita antes de realizar su creador la ópera prima que ya conocemos y su continuación (Esto no es el Paraíso y Bajo el Signo de Espartaco), puesto que su protagonista es uno de los personajes centrales de dichas novelas, Reginaldo Flores, bastante joven y ya carabinero. Pues este realiza un viaje junto a una atractiva mujer que se ofrece a llevarlo gratis en su auto. La chica, claramente mejor "posesionada" que él, acapara su atención, quien no deja de mostrarse seductor a su manera y de ese modo nace algo entre los dos, que solo se concretará una vez de vuelta a Santiago.
     Teniendo en cuenta todo lo que le pasa al protagonista, todo de carácter anecdótico y sin ningún drama, mucho hay de las típicas fantasías sexuales masculinas en este divertido relato.

II- El Informe.

     Otro hombre, obrero como muchos de los que pululan entre estos cuentos, rememora sus días de amante de una guapa y acomodada mujer algo mayor que él. La relación entre ambos mejora a tal punto la vida del protagonista, que gracias al barniz cultural que de la fémina, va descubriendo un nuevo mundo con el arte que esta le enseña a valorar.
     El final es rápido y sorpresivo, con un particular humor negro que esconde cierto fatalismo. Su mensaje final, nos podría estar diciendo que por mucho que se esfuerce alguien humilde, por subir en la escala social, será casi imposible que lo logre y además nunca será mirado como un verdadero igual, por la gente de mejor condición social.

 

 III- El Menú de Orestes.

     Otro de esos vivarachos (por decirlo de una forma simpática, considerando que tampoco se trata de gente muy virtuosa que digamos) obreros, que se enreda con una mujer de mayor rango social y en este caso mucho más joven que él (y soltera, además, cosa que no es su caso).
     El cuento permite abordar el tema de la diversidad étnica en Chile, al aparecer unos cuantos turcos (tal como se llama acá de forma genérica y errada, a los árabes).
     Por otro lado, el curioso nombre de este relato (culto y que corresponde a un personaje de la mitología griega y de las tragedias), solo se viene a explicar en los últimos párrafos, propio de los finales sorpresivos tan característicos de las narraciones breves.
    Y en cuanto al protagonista, no puede ser más machista y llama la atención su falta de conciencia y/o culpa, para engañar en beneficio de su propio placer; por no decir, además, que es alguien irresponsable y egoísta.

IV- En la Trampa.

Una vez más un sujeto de la clase obrera, se involucra con una mujer de mejor pasar, aunque tampoco se trata esta vez de alguien muy opulenta. La primera instancia que los une a ambos, es el amor a los libros; así que su primer encuentro, carece de la picardía propia de las historias cortas que le anteceden. Las cosas se complican más de la cuenta y la trama termina en una tragedia, digna de los dramones (culebrones) televisivos tan populares en Chile y el resto de Latinoamérica.

V- El Rucio de los Cuchillos.

     El mejor cuento de la colección, que luego fue adaptado al teatro con gran éxito, corresponde nada menos que al regreso de un personaje ya clásico del autor: el "mostacero" y ladronzuelo Vinizio, de su novela corta El Apuntamiento. En esta ocasión seguimos al muchacho ahora en la cárcel, tras el crimen que cometió al final del texto que lo introdujo (en todo caso, como otras obras que comprenden este volumen, se puede leer y comprender sin problemas, independientemente del texto que le precedió). Allí la vida es mucho más difícil que en la calle y solo sobreviven los más fuertes; es así que ya no recibe el apodo de El Italiano, si no que sus compañeros le han otorgado el mote de El Rucio de los Cuchillos, debido a una especial afición que ha cobrado.
     Esta impactante historia, que en muy pocas páginas logra atraparnos desde el principio, relata el enfrentamiento del reo con otro más popular que él. Es así que a través de un lenguaje, propio de la jerga criminal de los bajos fondos, el autor nos sumerge en la vida de esta gente, para quienes la violencia es pan de cada día, incluso entre rejas.
     Un duro cuento que debe estar, sin dudas, entre lo mejor de la cuentística nacional y que para nada pretende hacer moraleja de su contenido (aunque sí nos lleva a reflexionar bastante ¿No?).

VI- La Provocación.

    Un grupo de reos conversa en plena cárcel, de la posibilidad de que uno de ellos, aquel que tiene talento para las historias, participe en un concurso literario y gane, dando tremenda sorpresa a todo el mundo. Todo va bien hasta ahí, que el argumento se ve llamativo, pero luego se pone confuso y se nos describe una escaramuza con la policía, en la que está involucrado el mismo grupo de la primera parte de este relato.
     Resulta extraño saber que este texto, ganó un certamen organizado por la Vicaría de la Solidaridad, organismo católico que ayudó a los perseguidos por la dictadura de Pinochet en el país, el que se llamaba Todo hombre tiene derecho a ser persona...Pues considerando la nulas virtudes de sus personajes, cuesta entender haya salido victorioso e independientemente ello de la calidad literaria de esta pieza, que a estas alturas creo no entendí su sentido.

VII- Con todo respeto, patrón.

    El único cuento que transcurre en el campo y el segundo texto de todos los que aparecen en este compilado sobre la Narrativa Reunida de Luis Rivano, luego de El Signo de Espartaco, que transcurre en ambiente rural (y por lo tanto, que posee entre sus personajes a huasos e incluyendo su particular lenguaje).
    Uno de estos trabajadores de la tierra conversa con su patrón, animándolo a que asuma su responsabilidad con la hacienda que ha heredado; de igual manera, lo invita a acabar con los chismes que hay por los alrededores, sobre la fidelidad de su esposa.
     Una vez más nos sorprende el autor con el giro final, que algo de humor tiene, pese al golpe que ello significa para el interlocutor del narrador y los lectores.
    Machismo y las diferentes conductas sociales que se espera entre personas de distinta "casta", vuelven a estar presentes en este cuento, que cierra con broche de oro un libro que recomiendo de corazón y disfruté mucho.

viernes, 24 de enero de 2020

Coqueteando con otros géneros literarios.


1. Mucho más que terror solamente.

     Indiscutiblemente hace rato que Stephen King es considerado como el Rey del Terror, gracias a sus numerosos relatos y novelas de miedo, que desde la década de los setenta viene publicando.  No obstante, el querido “Tío Steve” como artista viene a ser mucho más que eso, puesto que es uno de esos narradores que ama la literatura y lo que hace (que recordemos antes de volverse un escritor profesional, era profesor de literatura); de modo que no solo las historias de miedo son las que le interesan y aprecian, sino que el arte de la palabras en general.  
      Lo anterior se puede ver a lo largo de toda su producción, a través de sus constantes homenajes a numerosos autores que le precedieron e incluso entre sus pares contemporáneos, ya sea mencionándolos a ellos de forma indirecta o sus obras (Lovecraft, J. K Rowling y su saga de Harry Potter, Charles Dickens, William Peter Blatty y El Exorcista, por mencionar unas pocas entre todo un montón); pero también de una manera más sofisticada, llegando a escribir textos que se inspiran en obras concretas y que él mismo particularmente aprecia, ya sea imitando el estilo e incluso el subgénero literario (como su cuento de horror cósmico Crouch End, basado en los llamados Mitos de Cthulhu, el guión para la miniserie Rose Red inspirado en Richard Matheson y Shirley Jackson, otros dos de sus maestros y su relato El Caso del Doctor, que toma a los famosos personajes creados Arthur Conan Doyle, entre otros).
     Asimismo, ha incursionado en la poesía y de paso por varios subgéneros y temáticas tales como la ciencia ficción (La Cúpula y Los Tommyknockers), la antiutopía (La Larga Marcha y El Fugitivo), la novela rosa (los segmentos incorporados en Misery, que escribe Paul Sheldon para su captora), el drama carcelario (La Milla Verde y La Redención de Shawshank), el western (buena parte de la narración de La Torre Oscura), etc.
     Y si bien ha escrito unas cuantas historias de corte policial, como la mencionada El Caso del Doctor, nunca antes había firmado una novela de ese tipo por completo realista (que igual sus obras The Colorado Kid y Joyland se acercan a este estilo, aunque no se alejan del horror sobrenatural que tanto le gusta) , todo hasta que lo hizo con Mr. Mercedes y que corresponde al libro suyo que hoy nos reúne.  Cabe mencionar que este título ganó nada menos que el prestigioso Premio Edgar (en honor al Edgar Allan Poe, el creador del género policial y uno de los primeros escritores gringos destacados del género de terror) a la mejor novela de misterio en 2015, otorgado por la Asociación de Escritores de Misterio de Estados Unidos, habiendo competido con varios importantes autores y obras ese mismo año.

 

2. Y este es solo el comienzo.


     Publicada a mediados del 2014, Mr. Mercedes viene a ser no solo una obra “solitaria”, sino que la primera parte de la llamada trilogía de Bill Hodges, nombre que recibe debido a que así se llama su protagonista.
     Bill Hodges es un ex policía recién retirado y que tuvo una carrera bastante exitosa, de  62 años con problemas de sobrepeso; pero ese es el menor de sus problemas, que lo peor es la soledad y el sentimiento de inutilidad, sumado al aburrimiento que lo han llevado a tener pensamientos suicidas.  Su monótona existencia cambia de un momento a otro, cuando le llega una carta que resulta ser nada menos que del supuesto responsable de una horrible matanza cometida el año anterior y en la cual él estuvo involucrado en la investigación, si bien junto a su compañero no logró dar con el asesino.  De este modo, decide comenzar a investigar por su cuenta y en el camino conoce a una estupenda mujer que le cambia aún más la vida, así como a otra relacionada con la anterior, que resulta ser vital para encontrar al culpable.  Asimismo, se vale de un chico prodigioso para seguirle la pista a quien luego le llamará Mr. Mercedes.
     Paralelo a la historia de Hodges y a sus particulares colegas de investigación (ninguno de ellos trabajando para alguna agencia, si no que salvo el propio protagonista, las personas más inverosímiles en primera instancia para realizar esta labor), la narración se detiene en el propio asesino, metiéndonos en su intimidad propia de un sujeto que pese a su inteligencia superior a mucha gente, resulta ser alguien por completo nocivo y desagradable.  La enfermiza relación con su madre y su pasado, más su actuar con el resto de quienes lo rodean, se convierte en otro de los tantos atractivos elementos de esta novela que no da respiro al lector.

Este humilde servidor contento con el libro en cuestión, la primera novela leída de este 2020.
3. Aspectos a apreciar del libro.

   Su autor no solo sabe mantener atento al lector, sino que logra atraparlo desde un principio y ello con un primer capítulo, breve, aunque potente, en el cual nos presenta a un par de personajes que de inmediato nos agradan y que estamos seguros que serán parte esencial de la historia…Pues lo serán, aunque no como lo esperamos y he ahí la mejor manera de conseguir nuestra devoción.
     Una vez que nos presenta al protagonista, a sus llamados “Lectores Constantes” nos hace un regalo al mencionar de manera indirecta a dos de sus novelas de terror clásicas (si bien la segunda lo hace a través de su película, o más bien de su primera adaptación audiovisual: la miniserie para la televisión)…Me estoy refiriendo a Christine y a It.
    Continuando con el libro sobre el automóvil poseído mencionado recién, tal como dice el nombre de la obra que revisamos ahora, esta también  tiene que ver con uno de esos vehículos.  El amor e interés por el autor para con estos objetos una vez más queda patentado, presentándolos como extensiones de sus dueños y/o herramientas tan presentes en nuestra cotidianeidad, puesto que no es la primera vez que ellos toman relevancia en su bibliografía (como bien podemos atestiguarlo a través de su libro Buick 8 y su novela corta Área 81). Pues esta vez es un auto Mercedes el que cobra vital importancia en el argumento, si bien no toma un cariz sobrenatural, aunque sí bastante presente a lo largo de sus páginas.
     Por supuesto que esta historia, en la cual los héroes andan detrás del villano, aborda un viejo tema caro a la narrativa clásica de Stephen King: la lucha entre el bien y el mal, aunque ello alejándose de los elementos fantásticos; no obstante, también trata una idea muy atractiva para los lectores que ya tenemos “nuestros añitos” (y que recordemos el propio Tío Steve, va actualmente por 72 años): solo se es viejo e inútil cuando se ha perdido la esperanza y por eso mismo solo depende de uno darle sentido a nuestra existencia.  Sin embargo, no solo el veterano Bill permite tratar lo anterior, que cerca de la mitad del libro va a aparecer un personaje que en verdad se robará el corazón de much@s, siendo otro ejemplo de resiliencia y demostrándonos que si nos lo proponemos podemos ser nuestros propios héroes.
    Como en muchas producciones de su realizador, queda de manifiesto la preocupación a la hora de darle credibilidad a lo que escribe, investigando previamente para darle el corpus respectivo a su texto; es así que en esta ocasión aparecen datos muy interesantes sobre el uso de internet y computadores, algo tan vez nunca abordado con tanta detención en otras obras suyas.  El mundo actual está sometido a estas tecnologías y ello va en beneficio nuestro, como también puede ser una maldición, algo que queda de manifiesto en su desarrollo.
      Esta novela, que queda ya claro que su servidor la recomienda bastante, está llena de esos momentos que uno adora de su autor favorito: personajes entrañables, un villano que pese a lo detestable que resulta ser muy atractivo, humor, intriga y esas descripciones horrorosas que solo un maestros del terror como Stephen King sabe escribir.
     Y a todo esto, el final de la novela podría ser uno de los mejores que haya realizado el artista, puesto que en contra de lo que esperaría cualquiera, la solución al gran conflicto de la historia no se resuelve de la manera más tradicional…Lo que no pienso contarles, para aguarles la fiesta si es que aún no han leído esta estupenda obra.

 

4. Personajes principales.

* Bill Hodges: El protagonista o quizás mejor dicho el más relevante de los cuatro personajes principales, es un buen hombre mayor separado y con una hija ya adulta a la que no ve hace un par de años.   La destreza que consiguió durante su trabajo como agente de la ley, le será fundamental para atrapar al asesino, si bien debido a ciertas incompetencias suyas queda claro que no somos infalibles, aunque nunca es tarde para aprender cosas nuevas.  Más encima, entre medio de su investigación redescubre el amor y hace dos  amigos valiosos, en circunstancias en la que creía que no podían llegar nuevas cosas buenas a su alrededor.

*  Brady Hartsfield: El “malo” de la historia es un tipo cercano a la treintena, muy inteligente y guapo, prodigio además con la tecnología, la que usa para beneficio propio de manera maquiavélica.  Vive con su madre viuda y alcohólica, con quien mantiene una relación insana; a ambos los une un recuerdo espantoso del que no hablan y ello será uno de los pasajes más impactantes del libro, una vez que se revele al lector.  Pese a la tragedia que es su pasado, resulta imposible sentir lástima por él y justificarlo; tal y como queda de manifiesto en la novela, es todo un alienígena entre los demás, puesto que ni su propia madre es su par.

*  Olivia Trelawney: Una mujer viuda cincuentona adinerada, que tal como el protagonista vive sola y comparte con al menos 4 personajes más ese sensación de no tener quién la necesite; es poco agraciada y posee una personalidad obsesiva que despierta rechazo en los demás, lo que pasó incluso con Bill cuando la conoció (un contraste interesante, viene a ser su aspecto y actitud anómalas, si la comparamos con Hartsfield, quien se esconde bajo su apariencia amable y sonrisa falsa, para acechar).  Es una de las víctimas del psicópata y ello de una manera muy interesante, con lo que queda de manifiesto las distintas manifestaciones del mal y el poder que tienen la culpa y la depresión en las personas.  Tristemente estuvo involucrada en los asesinatos del comienzo de la obra y ello viene a convertirse en su perdición.

* Janelle Patterson: Hermana menor de la Trelawney, está en los cuarenta y se ve bastante bien a su edad.  Tuvo un matrimonio desastroso, habiéndose separado y pese a ello es una persona cálida.  Su camino se cruza con Bill y ello resulta reconfortante para ambos.  Por sobre las diferencias personales con su hermana, la ama de corazón y ello corresponde a otro ejemplo de cómo el amor por la familia, se constituye en uno de los pilares de esta obra, que no solo aborda lo propio del género policial, puesto que tanto en ella como en Bill e incluso el asesino y otros personajes, vienen a ser relevantes sus relaciones familiares para definirlos.

* Jerome Robinson: El joven vecino de unos 17 años de Bill, es un simpático y guapo muchacho negro muy inteligente, por cierto, quien le poda el césped al protagonista; proveniente de una familia acomodada, tiene buena relación con su “empleador”, hasta que los eventos los acercan más y terminan por hacerse amigos de verdad.  A través de él y su gente queda patentado el tema del racismo y los prejuicios, a estas alturas del partido aún presente en USA.  Gracias a sus conocimientos computacionales y buena voluntad, se transforma en uno de los dos nuevos compañeros de Bill en sus pesquisas.

* Holly Gibney: Por fin llegamos a mi personaje favorito y por lo que supe también es uno de los predilectos de su creador, ya que no solo vuelve a aparecer en las siguientes entregas de esta trilogía, sino que además en su novela El Visitante y una novela corta que saldrá este año publicada en su próxima colección de novelettes.  Prima de Olivia y Janelle, es cuarentona también, aunque no guapa como la segunda y su relación con ambas nunca fue muy estrecha, hasta que las acciones de Brady la llevan a reunirse con los otros personajes.  Posee serios problemas psiquiátricos, razón por la cual está medicada, por lo que vive con su madre posesiva y que tal como sucede en la novela viene a ser su peor problema.  Conocer a Bill la marca lo suficiente, como para motivarla a comenzar su proceso de emancipación, llegando a convertirse en alguien decisivo para atrapar al sociópata.  El tema de la resiliencia es mayor en ella, puesto que aparece en el libro como alguien insignificante y luego poco a poco comienza a maravillarnos, demostrándonos además que no hay que dejarse llevar por las apariencias.  También entabla una relación estrecha con Jerome, conformándose con ello un trío en verdad encantador.

5. La trilogía en la televisión.

    El atractivo de esta novela y de la trilogía en general, hizo que se interesaran por hacer una serie de televisión basada en ella; que más encima hoy en día y más que nunca, todo lo que salga de la pluma de Stephen King es disputado por los medios, para sacar provecho de ello. Gran éxito entre público y crítica ha ganado este programa, que ya acabó su tercera temporada, cada una adaptando los libros en cuestión.  No hablaré más de ello, pues aún no la veo y pretendo comenzar dentro de poco la primera temporada, así como de una vez el segundo libro de la saga…Así que se vienen mis impresiones al respecto, que Bill Hodges hay para rato.

 


lunes, 20 de enero de 2020

Volver al estilo clásico. PRIMERA PARTE


I. Antecedentes para una nueva serie de culto.

    En 1982 dos genios del terror unieron sus talentos para darnos a sus seguidores y amantes del género lo que pronto se transformaría en una película de culto: Creepshow.  Me estoy refiriendo a una película dirigida por toda una dupla de oro: George Romero, el mismo “padre de los zombies” que nos había regalado ya hace rato su genial debut con La Noche de los Muertos Vivientes y su secuela El Amanecer de los Muertos; y su compañero a cargo del guión, Stephen King, por entonces también escritor consagrado gracias a varias novelas suyas y de las cuales solo nombraré por ahora Salem´s Lot.
    Lo que hicieron a través de este trabajo sus creadores, fue nada menos que realizar un cariñoso homenaje a los cómics de terror, sangrientos y con algo de humor negro, de la desaparecida editorial EC, de la cual ambos mamaron de niños y/o jóvenes por allá en la década de los 50.  De este modo, armaron su obra como si se tratara de diversas historias a manera de antología, tal como sucedía con esas viejas publicaciones, utilizando además un personaje macabro a manera de anfitrión y recreando el estilo de las viñetas en las que están divididas las historietas.  
    5 fueron las historias que contaron en esta ocasión Romero y King y para ello se valieron de numerosos actores, entre ellos unos cuantos ya veteranos como Leslie Nielsen y E. G. Marshall, más varias jóvenes promesas que con los años cobrarían incluso más renombre que los anteriores, tales como Adrienne Barbeau, Ted Danson y en especial Ed Harris.  Cabe mencionar que el propio Stephen King actuó como protagonista del primer segmento.
    Debido al éxito de esta producción, en 1987 se realizó una secuela, para nada mala, aunque de ella aparte de la historia que une los tres segmentos que la componen, solo la segunda parte es en verdad memorable; y es que esta, basada en el cuento La Balsa del “Tío Steve”, por razones presupuestarias no pudo salir en su predecesora como se tenía pensado originalmente, siendo lejos lo más inquietante de este filme.  No obstante, esta vez Romero no estuvo detrás de las cámaras y le pasó el mando a su amigo colaborador Michael Gornick, mientras que él ofició de guionista junto al mismo King.
     Cabe mencionar que en ambas películas también participó otro grande del terror: el dibujante Berni Wrightson, otro querido amigo de Romero y de King, realizando los diseños para las viñetas y animaciones de estas, todo al muy viejo estilo de la adorada EC y las empresas que siguieron su legado.
     Por cierto, hay una Creepshow III de 2006, pero este servidor no la ha visto y al parecer es olvidable.  Está compuesta por 5 historias, si bien en ellas no participaron de ninguna manera Romero, ni King.


                                                       Tráiler de Creepshow (1982).

II. Un feliz regreso…A la tele.

    El maestro de los efectos especiales y maquillajes monstruosos, Greg Nicotero, hace rato ya director de cine y productor detrás de cientos de títulos para el cine y la televisión se interesó en este proyecto…Y es que este trabajó en su juventud para el propio Romero y luego ya un veterano realizó los trucos para varias adaptaciones de la narrativa de S.K (entre ellas de La Niebla).
    Fue así que la serie imita o más bien sigue los lineamientos de las películas en la que se inspira, contando dos historias por episodio, de media hora cada segmento.  Varios autores fueron adaptados en esta ocasión, partiendo por el propio Stephen King y terminando por Joe Hill, su igualmente famoso hijo mayor, también autor multipremiado; por otro lado, también encontramos acá guiones originales, algunos de la mano del propio Nicotero y otra de Paul Dini, prestigioso escritor de cómics y cartoons, sin dejar de mencionar al veterano escritor de cómics de terror Bruce Jones.  De igual manera grandes actores participaron en esta primera temporada, de solo 6 episodios, algunos de ellos muy ligados al género y a los propios artífices de ambas películas clásicas.
    Para completar el tributo a las mencionadas cintas y de las cuales recibe su nombre el show, crearon un nuevo anfitrión y que en todo caso se parece bastante al de la primera película…Sin embargo, este no resulta muy simpático que digamos e incluso se podría decir que se ve intimidatorio, a diferencia de lo que dicta la tradición de los viejos cómics en los que se inspira esta producción (si bien comparte su gusto por el humor negro) y que pese a su monstruosidad son amables con su público.  Además, se usaron efectos especiales “retro” en muchos casos, optando por la animatrónica y los disfraces aparatosos en vez del hoy abusado GGI, lo que para los nostálgicos de las obras del pasado resulta memorable.
    Por cierto, también se agradece que tenga créditos de apertura, estos bastante efectivos y donde en ellos ahora sí dio gusto el uso de la tecnología computacional.  De igual manera, al comienzo de las historias, entre medio y al final del capítulo podemos ver páginas de la revista de la que se suponen vienen estos relatos, sin dudas otro precioso detalle que honra los cómics que originaron luego tales obras.


                                           Créditos de apertura de la serie Creepshow.

III. Los episodios.

1. Materia Gris/La Casa de la Cabeza.

     Un programa como este y considerando sus antecedentes, no podía dejar de adaptar al llamado Rey del Terror y qué no mejor partiendo con una de sus historias clásicas.  Es así que Materia Gris corresponde a uno de sus primeros cuentos, de esos de “terror puro y duro” que publicaba en su juventud en revistas antes de cobrar fama y fortuna.  Este relato estaba pendiente desde hace décadas, considerando que varios de los textos que lo acompañaron en El Umbral de la Noche (por cierto, la vieja edición de bolsillo que tengo regalada por mi madre cuando era adolescente, de la editorial Plaza y Janez, lleva de portada una imagen de la peli original de Creepshow), su primera colección de cuentos, ya habían tenido sus adaptaciones e incluso algunos más de una y hasta fueron fuente de franquicias como Los Niños del Maíz o Camiones (cuya primera versión la dirigió el propio King en los ochenta).
      Esta pieza que recuerdo con cariño e incluso se las di a leer a unos alumnos que me pidieron recomendaciones, trata acerca de un hombre que para mitigar sus penas se dedica a tomar cerveza como condenado.  Su hijo adolescente está sometido al vicio de su papá y un día le cuenta cómo llegó a todo esto a una mujer, luego de que llega hasta ella y a sus compañeros para pedirle ayuda.  El título de la joyita tiene que ver con lo que le pasa al alcohólico y cómo ello afecta a quienes lo rodean, de una forma mucho más espantosa que en los dramas relacionados con las familias disfuncionales típicas.
     Detrás del guión en el cual nos encontramos con atrocidades e imágenes en verdad espantosas y al final con un verdadero monstruo memorable, bien podemos hallar una metáfora y una moraleja relacionada con los efectos nocivos de las dependencias (que King muy bien lo sabe, tal como él mismo nos lo ha contado sin tapujos en su hermoso libro Mientras Escribo): a la larga, si no llegamos a controlar nuestro dolor y no paramos el vicio que nos consume, ellos nos terminan por destruir.
    Debo destacar la dirección de arte de esta sección del capítulo, que en verdad nos hace creer que estamos en medio de una tormenta (¿Se han dado cuenta de que al Tío Steve le encanta ambientar sus narraciones en medio de tempestades de lluvia y nieve, en especial cuando se llega al clímax, como una manera de representar a través de la madre naturaleza el choque de las fuerzas en pugna?) y el hecho de que una de las protagonistas es nada menos que Adrienne Barbeau, ahora una anciana y aun así activa y tan carismática como siempre es un detalle a la primera película para el cine de esta franquicia, puesto que  en sus años mozos participó en ella (si bien da penita verla tan viejita…¡Con lo sexy que era!).  Asimismo, actúa otro tremendo artista, Tobin Bell, quien hizo del villano Jigsaw en esas perlas gores que son los filmes de la saga Saw (y ahora no del malo de la historia) y el moreno Giancarlo Esposito (al que en una semana he visto en tres papeles diferentes y en verdad que actúa bien el veterano).
    La segunda historia corresponde a La Casa de la Cabeza, que en inglés viene a ser un juego de cabeza por el típico nombre de relatos de horror: House of the Dead (muerte) por House of the Head (cabeza).  ¿Y por qué ese nombre tan raro? Pues porque la trama gira en torno a una casa de muñecas y a una cabeza que aparece de un momento a otro de manera inexplicable.
    La protagonista es una niña de unos ¿7 años?, inteligente, sensible e independiente que le ha tomado el gusto a este tipo de juguetes.  Ha logrado tener una familia “ideal”, con su perro guardián en uno de estos objetos muy elaborado.  Cuando todo parece que va bien, un día descubre que a los “habitantes” de la casita se ha sumado una horrorosa cabeza tipo zombie y la cual, por increíble que nos parezca, se ve que aterroriza a los muñequitos.  El tiempo pasa y la chica ve cómo el intruso invade la tranquilidad, al punto que ella por sí misma y sin contarle a sus padres, hará lo posible por salvar la situación desde su ingenuidad infantil o más bien utilizando su “razonamiento mágico”, al ser capaz de aceptar lo extraordinario sin problemas (a diferencia de un adulto).
    Entre lo maravilloso de esta segunda historia, se encuentra la actuación de la pequeña actriz a cargo de la protagonista, quien no solo realiza con increíble convicción su rol, sino que además carga con el papel de una chica que nos deja con la boca abierta, por la manera de cómo enfrenta ella sola un horror que muchos adultos maduros apenas podrían superar.  La ingeniosa manera para abordar la contaminación del mal en lo cotidiano, todo sin violencia explícita y a través de los ojos de una menor de edad, nos pone tensos y esperando cualquier cosa del destino de la pequeña heroína.  
    La idea original de esta sección (quizás lo más sobresaliente de toda la primera temporada), viene de un cuento de Josh Malerman, un emergente escritor gringo que aparte de dedicarse a este noble arte, es músico y con una carrera bastante exitosa en ello, por cierto.  Ganador de varios premios gracias a su pluma, su debut fue nada menos que con Bird Box (2014 y publicada en nuestra lengua con el nombre A Ciegas); esta obra fue llevada al cine gracias a Netflix y a la talentosa Sandra Bullock, que la produjo y se reservó el papel principal para ello.  Malerman ha escrito a la fecha 6 novelas, como también ha incursionado en el formato de la novela corta y de los cuentos, llegando a escribir un montón de estos últimos en pocos años.  Para Creepshow él mismo se dio el gusto de adaptar su relato a la pantalla chica.


                                                                    Tráiler oficial.
2. Bad Wolf Down/The Finger.

     Supongo que una traducción correcta para la primera historia sería algo así como El Lobo Malo Debajo (¿O escondido?) y es que se trata de un pieza acerca de hombres lobos.  Ambientada en plena Segunda Guerra Mundial y cuando un pequeño grupo de soldados gringos apenas ha logrado escapar con vida, de su enfrentamiento a los nazis, nos muestra a este grupo que se encuentra con una mujer con esta maldición y la particular manera que tienen de enfrentar dicho peligro.  Pero una cosa es la amenaza sobrenatural a la que están expuestas, donde vemos que quienes sufren tal condición no han escogido convertirse en estos monstruos y otra el mal que representa el enemigo, que si ha optado como elección propia por este tipo de bestialidad.
    Aparte de ser una historia típica de miedo y monstruos, podemos hallar una honda reflexión acerca de la verdadera naturaleza del ser humano, quien usa caretas y su supuesta urbanidad, para  esconder sus conductas salvajes y toda la oscuridad que puede llegar a albergar (que no solo vemos aquí bajo la imagen de los nazis).
    El papel del villano principal lo realiza un actor de culto, gran veterano de filmes de terror y series de televisión del género y de la ciencia ficción: uno de mis ídolos personales, Jeffrey Combs (Reanimator y varios otros filmes de Stuart Gordon, por no mencionar sus papeles recurrentes en Star Trek: Deep Space Nine y Star Trek: Enterprise).
     The Finger (El Dedo) es la historia de un hombre de vida más o menos miserable, que un día se encuentra en la calle con un raro dedo y se lo lleva a su casa, para agregarlo a su colección de cosas pilladas por cualquier parte.  El órgano comienza a crecer y termina por dar forma a un monstruito que demuestra que le tiene aprecio.  La trama se pone en verdad truculenta, cuando la criatura encuentra una manera muy especial de hacer feliz a su amo.
    He aquí otra manera de abordar la inclinación natural humana hacia el mal, en especial en lo que concierne al egoísmo… ¡Y por supuesto que este monstruito (animado con animatrónica en la más onda vintage) resulta ser una proyección de los defectos del protagonista! 
     Esta segunda sección está protagonizada por el simpático DJ Qualls, artista a quien no hace mucho este servidor vio brillar en El Hombre en el Castillo.
     El guión estuvo a cargo de otro verdadero maestro del terror, David J. Schow, destacado guionista y escritor que estuvo detrás de la recordada primera adaptación cinematográfica del cómic del superhéroe El Cuervo y su trabajo para el guión de la muy entretenida historia sobre psicópatas Pick me up de Larry Cohen para Maestros del Horror; cabe destacar los formidables monólogos que escribió para el protagonista, interpretados con mucha simpatía por Qualls, frente a la cámara como hablándole al público. Asimismo, el propio Greg Nicotero ofició en esta ocasión de director.  

   
                                                                     Tráiler N° 2.

3. All Hallows Eve/The Man in the Suitcase.

     Víspera de Todos los Santos corresponde al nombre en español de la primera parte de este capítulo, lo que entre los gringos (y otras partes del mundo como incluso Chile, debido a la publicidad y al impacto de la cultura popular, claro) también es conocido como… ¡Halloween!
     Esta historia es protagonizada por un grupo de niños que sale a realizar el tradicional “dulce o travesura” y el verdadero sentido que le dan estos amigos a su viaje por el vecindario en el que nacieron.  La situación es rara, porque en general se ven como un grupo amable entre gente que se quiere, pero luego vemos que su presencia entre los vecinos es temida y la razón de ello solo viene a revelarse con el impactante final.  Hay una atmósfera insana detrás de todo esto y ello en verdad nos mantiene atentos en lo que vendría a ser, sin dudas, el segmento más emotivo de toda esta breve y aun así inolvidable temporada debut.
     El tema del dolor y el sentido que le damos a este, juega un papel fundamental en esta ocasión, como algo que nos puede destruir y también unir a otros.  Pero también volvemos a encontrarnos con las ideas de la justicia, el castigo y la venganza, viejos temas que tantas narraciones clásicas de terror han originado.
    Otra vez estamos hablando de un guión original, aunque esta vez quién está detrás de ello, viene a ser un escritor por quien no puedo dejar de sentir enorme respeto: Bruce Jones ¿Y quién es este señor? Pues estamos hablando de un veterano de los cómics y al que le debemos una enorme cantidad de historias de terror hoy ya clásicas; todas hechas para revistas tales como Eerie y Creepie, de la que salieran reales obras maestras tales como esa joyita que es Jennifer, dibujada bellamente por Berni Wrigtson y que gracias a la ya mencionada Maestros del Horror y a Dario Argento, pudimos ver adaptada a la pantalla chica que llega a dar gusto.
      Traducido literalmente en nuestra lengua como El Hombre en el Maletero, la segunda parte es otra historia de terror sobrenatural con mucho humor negro, tal como el caso de El Dedo que ya revisamos más arriba.  Esta vez se trata de un hombre joven, al que supuestamente por error le llega una maleta que no es la suya, la que trae un cargamento muy especial: un hombre que por increíble que parezca, logra estar vivo dentro de ella, pese a lo retorcido que está; el sujeto pide ayuda para salir de su confinamiento y cuando el protagonista está a punto de ayudarlo, se da cuenta de que le conviene mantenerlo ahí, pues gracias al dolor del hombre del maletero puede conseguir todo el dinero que desea.  Dos personas más se involucran en esto, trayendo consecuencias nocivas para todos ellos.
    Detrás de esta historia aparentemente absurda y con momentos tanto graciosos, como con su cuota de violencia, estamos frente a una de esas obras del género de gran carga moral.  El exacerbado deseo humano por el dinero, aún a costa de nuestra propia alma y del bienestar de otros, se encuentra presente en este pequeño drama que, además, reinterpreta de manera muy original a uno de los personajes habituales de la más rancia tradición sobrenatural y del género de horror.
     


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