martes, 31 de diciembre de 2019

2019: El año de Stephen King. POST NÚMERO 700.


1. El Rey indiscutido del terror.

     A sus más de 70 años (72 para ser exactos), el “Tío Steve” sigue vigente y constante a la hora de producir y mantenerse presente en la cultura popular.  Una nueva novela nos dio a sus “lectores constantes”, como cariñosamente nos gusta llamarnos, The Institute y con la que vuelve al tema que lo hizo famoso luego de su ópera prima Carrie: los niños con superpoderes.  No faltan sus cuentos que sigue escribiendo y publicando, siendo uno de los autores actuales y populares que más demuestra interés por este formato…Pero es, sin duda, en materia de adaptaciones audiovisuales de su obra, que este 2019 que ya termina, que Steven King nos demuestra cómo su labor literaria sigue siendo valorada por los productores. 
       Respecto a lo dicho en las últimas líneas, primero nos encontramos con la nueva versión de una de sus novelas más aterradoras y sangrientas: Cementerio de Animales.  Es así que esta producción la tenía difícil, al compararla con la adaptación ochentera, con guión del propio King, un filme que con el tiempo fue ganando más y más defensores.  Pero la visión de sus realizadores nos demostró que era posible actualizar esta historia, haciendo interesantes cambios a la trama y sin perder el argumento central de la obra.  Todo esto en el transcurso del primer semestre.
       Para el segundo semestre, llegó la esperada segunda parte del díptico dedicada a una de sus otras obras maestras: It.  El llamado Capítulo 1 sobre las atrocidades del payaso diabólico Pennywise y el grupo de amigos que se enfrentan a este, dejó la vara muy alta para la secuela, sin dudas uno de los filmes más esperados del 2019 que ya termina y así fue que en su mayoría quienes vimos cómo se cerró dicha historia, quedamos más que satisfechos con los resultados.  Sin dudas que una obra tan compleja como lo es esta, solo ahora gracias a la visión de los Hermanos Muschietti, logró tener el verdadero clima del libro de más de mil páginas, lo que la minisierie de los 90 aun cuando lograse llegar a ser tan querida, por temas presupuestarios y de censura solo pudo esbozar.
     Por otro lado, Netflix a principios de octubre puso en su parrilla programática En la Hierba Alta, una producción original suya, de esas realizadas con todo esmero para sus clientes y que para nada deben envidiar a las realizaciones hollywoodenses.  Basada en un cuento homónimo de Stephen King y de su hijo Joe Hill, extendió a más de una hora y media un relato que muy bien habría calzado como el capítulo de una serie antológica; no obstante, los resultados fueron dignos y en general recibió buena crítica…Aunque para este servidor, vendría a ser lo menos bueno de las adaptaciones que se realizaron para la pantalla chica y grande sobre mi autor favorito (y ello sin desmerecerla, pero es que el resto realmente me parece sobresaliente, en comparación con esta película que igual tiene sus defectos).
     Continuando con las producciones para la pantalla chica, llegó la primera temporada de una propuesta audiovisual muy especial: Creepshow y es que tomando de base los dos filmes ochenteros compuestos de varias historias breves, basadas en cuentos de King o escritas por George Romero, como sucedió en el caso del segundo filme, quisieron emular su formato y de ese modo volver a contar nuevos relatos en el mismo estilo.  Fue así que la primera de ellas, corresponde a Materia Gris, uno de los textos que quedaba pendiente de su primera antología El Umbral de la Noche.  Genial debut de este show que ojalá llegue pronto su segunda temporada y ojalá más larga que esta otra, pues nos dejaron con ganas de más (ya pronto les daré mi impresión en profundidad al respecto, que ya me la vi y me gustó mucho).
    Y es cuando llegamos a la cinta que es la mayor razón para reunirnos hoy y despedir de esta manera otro año para El Cubil del Cíclope…

2. Doctor Sueño.

     El cierre de El Resplandor, una de las novelas más celebradas de Stephen King, es "redondo" y difícilmente uno habría esperado que su autor retomara de alguna manera lo que pasó después, especialmente con sus personajes...No obstante el Tío Steve lo hizo y primero tanteó entre sus "lectores constantes", preguntándonos en su página oficial si queríamos que escribiera o publicara una novela intermedia de La Torre Oscura (mucho tiempo después de haber acabado la serie) o una nueva historia sobre Danny Torrance, el chico sobreviviente de las atrocidades del Hotel Overlook, ahora ya hace rato convertido en adulto. Casi por razones obvias ganó la primera opción, no obstante nuestro autor (siempre muy agradecido de sus seguidores incondicionales) al poco tiempo publicó Doctor Sueño (2013), la continuación de su obra sobre fantasmas.
     El libro recoge a Danny ahora hecho un hombre mayor, marcado por sus vivencias violentas ese invierno en las montañas, al punto de que no se puede decir que sea alguien feliz y pleno. Solo cuando logra asentar cabeza por fin, una niña se contacta con él usando "el Resplandor", logrando una especial amistad que abarcará años a través de la distancia, pues recién vienen a conocerse en persona cuando un grupo de vampiros que se alimenta de niños con poderes, amenaza la vida de la pequeña ahora adolescente. La confrontación entre los héroes y los villanos es sinceramente increíble.

3. La película.

     Dirigida por Mike Flanagan, el mismo cineasta detrás de esa otra adaptación maravillosa que es El Juego de Gerald, sobre la novela homónima de Stephen King, tiene como artista principal a Ewan McGregor (quien a sus más de cuarenta años da gusto cómo se ve).
     El guión lo hizo el mismo director, que se nota hay aprecio por el trabajo de King. No solo supo condensar muy bien la trama respetando mucho de lo mejor del libro, creando momentos formidables capaces de estremecernos entre las escenas emotivas (que nos pueden sacar lágrimas sin problemas, como a este servidor), asustarnos, impactarnos por la valentía a la hora de mostrar los horrores del llamado Nudo Verdadero e incluso hacernos reír.
    Es cierto que McGregor no nos iba a defraudar, que a través de su filmografía hemos visto cuán camaleónico llega a ser. Pero es en los dos papeles femeninos coprotagónicos, que el espectador atento en verdad llega a deleitarse: en primer lugar nos encontramos con la pequeña, una muchachita que de inmediato se roba nuestro corazón y que aquí es interpretada por dos jóvenes actrices, primero cuando es una irresistible niñita de unos 5 años y luego ya más grande, que Kyliegh Curran, quien la interpreta, esperemos logre a futuro una gran carrera (que talento no le falta). La chica logra despertar simpatía desde el principio, que logra representar con credibilidad la menor a la que queremos proteger y, por otro, ser la chiquilla prodigio inteligente y poderosa de temer...Luego tenemos a la villana, una hermosa y peligrosa mujer como solo Stephen King logra crear y que bajo la interpretación de Rebecca Ferguson, otorga otro de los puntos más altos de la película.
    Tampoco podemos olvidarnos de la caracterización de cómo el mejor amigo de Danny, quien responde al estereotipo del hombre común y noble, aparece con una solvencia que por igual nos provoca simpatía. No es el tipo guaperas que es la estrella masculina del filme y eso lo hace tan creíble, pues es quien vemos a diarios, con quien compartimos y que, como no, resulta ser uno mismo.

 

    Volviendo a la heroína de la trama, cabe mencionar que en esta adaptación es mestiza (madre blanca y padre negro); ahora bien, que yo recuerde en ningún momento del libro Stephen King hace mención a la etnia a la que pertenece, si bien en su narrativa tiene varios grandes personajes que desde un principio sabemos son de color. La elección para ello, en lo que al traslado del texto a la pantalla se refiere, en ocasiones como esta resulta acertado y no forzado como en otros casos (¿Se acuerda del Deadshot de El Escuadrón Suicida, por mucho que Will Smith sea tremendo actor; o el polémico, desde un principio, cambio de raza de Ariel en la aún sin estrenar cinta de imagen real de La Sirenita de Disney? ¡Y para qué hablar del desastroso filme sobre La Torre Oscura, si vamos a recordar malas versiones de los libros de S.K., con un Rolando de Deschain moreno, que en las novelas y sus comentarios el autor siempre dijo que se parecía a Clint Eastwood!...Por mencionar unos pocos títulos. Así que celebro la diversidad y más cuando la muestran de forma tan inteligente.
    A todo esto, si volvemos a mencionar la querida saga de La Torre Oscura, podemos hallar en este largometraje al menos dos alusiones a ella: primero cuando Danny toma un bus de nombre Tet Transit y luego cuando su amigo de infancia le dice "El Ka es una rueda". De seguro hay otros guiños para los acérrimos del Tío Steve, pero salvo lo que mi amigo Ricardo Ruiz me contó (lejos mucho más experto que yo en lo que a King se refiere) sobre que hacía un cameo el actor que hizo de Danny en el filme de Stanley Kubrick, no logré reconocer otros.  Y si bien no tiene que ver con el ciclo mencionado, en un pequeño rol aparece el ya veterano y aún regio Bruce Greenwood, histrión que tuve un papel destacado en El Juego de Gerald, la primera incursión del director en el universo kingniano.
     Interesante puede ser detenerse a analizar la apariencia del resto de los miembros del Nudo Verdadero. Y es que aparte de Rose La Chistera (¡Tremenda personificación!) y de la adolescente, el resto se ve como personas comunes y corrientes, que no destacan mayormente por su aspecto. Quizás los realizadores quisieran mostrarlos así, como individuos que esconden el poder que poseen, para mimetizarse entre "el ganado", pasar desapercibidos y atacar sin problemas cuando corresponde. Más encima visten con atuendos antiguos, que representan tanto su verdadera edad, como la idea de que están anclados a un pasado que los hace estar siempre apartados del resto del mundo. Solo el más anciano de todos ellos, se ve como una verdadera criatura sobrenatural, con su efigie cadavérica. Mención aparte la espantosa manera con la que se dramatizaron sus costumbres alimenticias y su horrible manera de morir (que en verdad dan ganas de aplaudir, cuando uno a uno le va llegando su merecido).
     Sabido es que a Stephen King no le gustó la película que hizo Kubrick sobre su libro, por eso en 1999 se dio el gusto de escribir el guión para una miniserie sobre el mismo título, dirigida por su amigo Mick Garris (y para nada mala, por cierto). Considerando todo lo anterior, tremenda sorpresa fue cuando este accedió a hacer que la adaptación de Doctor Sueño fuese, además, una continuación directa de la película del realizador inglés (que no en vano, está considerada entre las mejores obras basadas en su obra y como una de las mejores películas en la historia del cine). De este modo, la cinta de Flanagan revisita con gran impacto visual y emocional escenas claves del filme predecesor, para conectar de manera muy plausible ambas obras. Los actores elegidos para encarnar a los personajes de la vieja película son o bien idénticos a los originales o muy parecidos, logrando sorprendernos con sus intervenciones (si bien para el papel del loco Jack, hubiese sido genial tuviesen el permiso para hacer que por medio del GGI, saliera en pantalla un joven Nicholson interviniendo con su hijo ahora mayorcito). Teniendo en cuenta todo lo anterior, el final no puede ser más emotivo, todo un festín para los cinéfilos y los amantes de la cinta de Kubrick.

4. Qué nos depara de King este 2020.

    La verdad es que ignoro cuánto más tendremos de nuestro escritor favorito para el año que se avecina, que aún tengo mucho pendiente de él. No obstante, algo que debemos esperar, es que en materia de adaptaciones suyas y nuevas obras salidas de su pluma, lleguen por montones y siempre haciéndonos felices a sus "lectores constante"...Solo me queda decir: ¡Larga vida al Rey!


                                                                         Tráiler. 

miércoles, 25 de diciembre de 2019

Es el tiempo de los universos paralelos… ¿O del Multiverso?


     Hace rato ya que me había visto la segunda temporada de El Hombre en el Castillo, así que cuando comencé a disfrutar por fin de la tercera, muchas sorpresas me dio, que no recordaba mayormente qué había pasado con sus protagonistas y solo tenía el recuerdo de los momentos finales en los que había un atentado contra uno de los dos gobiernos que ocupaban mayormente el otrora orgulloso Estados Unidos (los Nazis y los Japoneses).  Por lo tanto, el reencuentro con sus personajes, entre héroes, antihéroes y villanos (no tan “villanos”) fue aún más gratificante.
     Creo que para contar en parte en qué va esta temporada, es mejor referirse a los propios periplos personales de sus protagonistas, así que vamos por parte:

Juliana Crain: La gran heroína de esta historia (si bien debo confesar que tampoco lleva a sobrecogerme como la de otros shows), se ha encontrado con alguien muy importante en su vida y que no esperaba volver a ver, que luego también se reúne con otras personas de su pasado a las que les perdió la pista.  Empieza esta temporada en la casa de nada menos que del misterioso “Hombre en el Castillo” (mucho más humano de lo que dice su ominoso apodo) y luego pasando por una tremenda cantidad de aventuras en las que se la juega todo, donde nazis y la Kempeitai (la policía japonesa que funciona en los llamados Estados del Pacífico, o sea, el territorio yanqui dominado por los nipones) andan siempre detrás suyo.  Entre medio, conoce a un guapo y aguerrido hombre, que será su nuevo compañero de batallas. Ella es la clave para salvar su mundo.

Frank Frink: Sobre el antihéroe que poco a poco fue volviéndose un verdadero héroe, no sabíamos nada hasta bien entrada la temporada, al punto de pensar que había muerto; pero regresa cambiado literalmente y ahora con sus propósitos claros.  Su destino está lleno de verdaderas sorpresas tanto para él…como para nosotros.

John Smith: El oficial nazi gringo que comenzó de la manera más humilde en el partido, una vez que parte de USA fue conquistada por los alemanes, ha sido ascendido al mayor puesto para alguien de su tierra dentro de esta ideología; aunque junto con ello, está el trauma de la pérdida de alguien muy importante para él y la crisis que dicho evento significa para su familia.  El conocimiento de que existen otros mundos, donde su vida tomó rumbos diferentes, comienza a atormentarlo.  Además, le toca ver cómo su jefe y el resto de quienes le secundan, han llegado a tomar una nueva espantosa decisión, que cambiará para siempre la faz de lo que fue alguna vez Estado Unidos.

Joe Black: En Alemania vivió su peor prueba y una vez devuelta a su patria, continúa sirviendo como agente secreto para los nazis.  Parece que tanto dolor y horror lo ha llevado a sacar lo peor de sí o tal vez siempre fue un mal hombre.

Nobusuke Tagomi: Mi personaje favorito de la serie, sigue ligado a Julia como otros y la ayuda bastante.  Por otro lado, conoce a una guapa mujer madura con la que inicia una relación que nos ayuda a conocer las costumbres de su pueblo.  Asimismo, se convierte más que nunca en un objetivo de los nazis, que lo hará estar en peligro nuevamente.

Takeshi Kido: El Inspector Jefe de la Kempeitai sigue entregado 100% a su labor, como un hombre de mentalidad estrecha, aunque su grado de nobleza posee.  Está empecinado en derrocar a la resistencia gringa y ello lo hará hacer un viaje hacia la llamada Zona Neutral.

Robert Childan: Nuestro experto en antigüedades predilecto, se encuentra también en la Zona Neutral, haciendo negocios, aunque ello signifique pasar por más vicisitudes.  Como otras veces, le toca luchar por el deseo de autoprotección y comodidad, versus un bien mayor que le puede costar la vida.

Ed McCarthy: El mejor amigo de Frank ha encontrado el valor que le faltaba, convirtiéndose en socio de Childan.  Sigue siendo muy interesante el desarrollo de este sujeto, que a lo largo de toda la serie ha ido de menos a más.


    Como siempre, la producción es notable al mostrarnos ese “viejo mundo” que pudo ser o que fue en otra realidad; de ese modo el concepto de ucronía (una realidad en la cual los eventos históricos tomaron un rumbo diferente al nuestro) está aprovechado al máximo y en especial en lo que concierne a la zona dominada por el Reich con sus atrocidades.  En cuanto a la llamado Zona Neutral, aquella franja de lo que fue USA y donde sus ciudadanos son libres, aunque apenas sobreviviendo con lo poco que tienen, no me había dado cuenta de la manera fabulosa con la que caracterizan ese sitio y que en parte recuerda al legendario Far West con sus cantinas y calles polvorosas; vehículos destartalados andan por la vía pública y la gente si no se dedica al comercio o a la granja, es mercenaria, trabaja como contrabandista u en otra actividad peligrosa, si es que no delinque…Por lo tanto, en ningún lugar pareciera que los gringos pueden vivir en paz.
     Otro aspecto valioso, es que esta temporada aborda de manera muy interesante el tema de la diversidad sexual, primero al hacer que uno de sus personajes centrales explore su homosexualidad recién abordada en la serie y más encima lo haga de una forma más o menos romántica; además, valorable es que hayan escapado de cierta manera al recurso estereotipado, de la pareja formada por un hombre masculino y otro femenino.  De igual manera dos personajes femeninos tienen una relación lésbica y luego las vemos visitando un club secreto y elitista para estar con sus pares (que considerando la época y la sociedad en la que se encuentran, no es mirado con buenos ojos en su sociedad; a diferencia de la historia de amor entre los varones antes mencionados y que se encuentran en una zona menos prejuiciosa).  Y por último, uno de los secundarios, bastante recio él, luego demuestra tener gustos de carácter bisexual.
A mitad de temporada muere uno de los protagonistas y a al final otro, lo que en ambos casos resulta impactante ¿Quién sabe si volverán como sus contrapartidas del otro mundo (el nuestro) en la cuarta y última temporada? (apenas termine y suba este post, comenzaré a verme de una vez a ver el desenlace de todo).
    Por otro lado, creo que tampoco me había detenido en tanto en el interesante detalle de que aparecieran personajes históricos, acá cumpliendo muy particulares papeles y para nada alejados de lo que fueron en su momento en el “mundo real”.  Es así que salen en esta temporada, aparte del nuevo Führer (Heinrich Himmler, nefasto sujeto que existió, lamentablemente, y que en su enfermizo fanatismo por la supremacía blanca se hace lejos el individuo más detestable del programa y bien por la caracterización que supieron darle), el otro infame nazi Josef Mengele, conocido por sus atrocidades como “El Ángel de la Muerte” al experimentar con los presos judíos en los campos de concentración; y John Edgar Hoover, el primer director del FBI, que acá también está magistralmente personificado.
    Teniendo en cuenta que en esta temporada la idea de los universos paralelos toma mayor relevancia que nunca, cabe mencionar la manera de cómo los llamados “Viajeros”, aquellas personas que de manera natural pueden pasar de un lado a otro, realizan sus odiseas…Algo hermoso, la verdad, que le da un aspecto místico a esta serie de una ciencia ficción bastante distinta a la de otros shows televisivos (para nada futurista como por lo general encontramos en la oferta actual).  Por otro lado, si bien todo transcurre a mediados del siglo pasado, vemos que en este mundo los nazis consiguieron adelantos tecnológicos superiores a los del resto del mundo, como lo son especies de videoconferencias y la creación una máquina para…¡Mejor descúbranlo por ustedes mismos!


                                            Prometedor tráiler de la tercera temporada.

domingo, 22 de diciembre de 2019

Reencuentros con el Paco Rivano (I).


1- El autor.

     Luis Rivano (1932-2016), conocido como el Paco Rivano (que en Chile "paco" es el nombre despectivo que se le da a los carabineros, siendo que este fue en su juventud policía del Estado), fue un importante escritor nacional que destacó mayormente en teatro, si bien también escribió narrativa, entre cuentos y novelas, como bien atestigua el volumen que a partir de hoy comenzamos a revisar.
Ya había entrado a la treintena (32 años), cuando ganó un concurso literario de la prestigiosa editorial Zig-Zag y el cual debía permitirle publicar su ópera prima; no obstante, cuando el Cuerpo de Carabineros de Chile se enteró de su contenido, le dio la baja y ello le quitó el patrocinio de la empresa; ni corta, ni perezoso, el artista optó por autopublicarse y de ese modo sacó varios de sus primeros libros en ediciones modestas y de papel roneo (en aquellos años y hasta la década pasada, en este país, la alternativa más modesta a la hora de editar todo tipo de textos).  Con el tiempo al ganar prestigio, comenzó a ser publicado por grandes editoriales.
     Independientemente de la calidad literaria de su narrativa, destacó más como dramaturgo, siendo, quizás, uno de los autores de piezas teatrales más sobresalientes del país.
     Su obra en general trata acerca del mundo de la marginalidad o del llamado “lado B” de nuestra sociedad, el que conoció de cerca mientras fue carabinero.  Mendigos, ladrones de poca monta, prostitutas, estafadores, proxenetas, borrachos y las personas de las llamadas “poblaciones”, zonas populares del país, donde encontramos a los de clase baja o media (que estos últimos, no los nombrados como “emergentes” de hoy en día), pululan en sus historias; pero no lo hace demonizándolos, sino que otorgándoles una humanidad tal, que resulta fácil sentir empatía por ellos. A sus personajes los hace hablar de forma realista, usando jerga, que de seguro para los lectores extranjeros puede complicar algo la comprensión; no obstante, tal como en el tomo que hoy nos reúne, publicado en 2010 por la importante Editorial Alfaguara, al final de los textos de ficción se incluye un glosario para aquellos que no conocen dichos conceptos.
     Paralelo a su labor como escritor, también se dedicó a ser “librero”, que apenas fue expulsado de las fuerzas policiales se instaló con un pequeño puestito en el Barrio de San Diego (que aparece en sus obras) a vender libros, por lo general usados, que bastante sabía de ello.
     Su particular pluma y el hecho de convertirse en un maestro de la lengua española sin tener mayores estudios formales, lo pone del lado de otros genios de nuestras letras que llegaron a ser en las mismas condiciones y de orígenes humildes: Manuel Rojas y Hernán Rivera Letelier, todos ellos con múltiples premios y una extensa bibliografía.   

2- Rivano y yo.

    Si mi memoria no me falla, supe de este escritor gracias a un artículo que salió en una revista juvenil muy buena, que sacaba los viernes el diario El Mercurio, llamada Zona de Contacto y de la que tengo muy buenos recuerdos; en uno de sus números hablaba de Rivano y las características de su trabajo; más encima venía de regalo su cuento El Rucio de los Cuchillos, que me gustó mucho.  Luego un profesor de la universidad, en la clase de Literatura Chilena hablaba muy bien de él; lo que no tenía idea, hasta que el Chirola (así le decíamos a nuestro maestro, si bien nunca en presencia suya) nos dio más datos sobre su persona, es que desde que era adolescente pasé por su tienda y fui atendido por el propio Rivano.  Apenas pude, realicé un trabajo sobre una de sus obras, Te llamabas Rosicler, pieza teatral que toma su nombre de un tango (que el Paco era fanático de este tipo de música, lo que se ve muy bien en las dos primeras novelas incluidas en el tomo que ahora nos reúne) y di en la clase mi exposición sobre dicho título y su autor; también llevé la canción en la que se inspiraba para ser escuchada.  Años después en la televisión chilena dieron la adaptación que hicieron sobre la obra, para el programa Cuentos Chilenos, que era bastante bueno. Todo eso fue durante los noventa, la década que recuerdo con más cariño.
     Varias veces me pasé al local de Luis Rivano, ahora que ya sabía quién era y lo apreciaba como artista; pero tontamente nunca me atreví a charlar con él, ni a pedirle un autógrafo (si bien mi amiga María Elena Francovich, compañera de la universidad, me dijo que lo entrevistamos…¡Pero no tengo memoria de ello!).  Solo una vez le compré libros y fue nada menos que una preciosa edición en tapa dura de dos volúmenes de Narraciones Extraordinarias de Poe, de una vieja colección de bolsillo muy elegante que había.  
     El 2011 o el 2012 tuve la dicha de ver en el cole donde trabajaba en aquel entonces, una muy buena adaptación de El Rucio de los Cuchillos al teatro.  A mis estudiantes les gustó mucho y les di como tarea que realizaran un monólogo sobre alguno de sus personajes para presentarlo en clases; la actividad fue un éxito.
     Eran las vacaciones de verano de 2017, a finales del mes de enero, cuando junto a mis amigos Ledda, Marlo y Miguel fuimos a la Feria del Libro Usado de la Universidad Mayor, que acostumbramos a ir todos los años.  Aquella vez la exposición de rigor estaba dedicada a Luis Rivano, que no teníamos idea de que había fallecido.  Solo hablando con una de sus hijas, muy amable, en el puesto de su librería, me enteré de la noticia; aproveché de comprarle nuevecito y sellado Narrativa Reunida, que es el libro que me ha llevado a escribir estas palabras.
      El año pasado andaba de compras en la feria que queda cerca de mi casa, cuando pillé el mismo libro al que hago mención arriba; se veía nuevo y me salía la mitad del precio de cuando lo adquirí en 2017.  Le vendí a un colega amigo el tomo sellado y me quedé con este otro…Grande sería mi sorpresa, al sacarlo de donde lo tenía guardado para disponerme a leerlo de una vez, cuando me di cuenta de que venía con una dedicatoria de su puño y letra, supuestamente a una amiga, la que firmó tan solo 3 años antes de su muerte ¿Sabía lo que estaba vendiendo la persona a la que se lo adquirí? No creo (igual, como dice el dicho “La necesidad tiene cara de hereje”).  Dentro venía también un marcapáginas y el recorte de un diario donde hacían un pequeño reportaje, a manera de homenaje, a Luis Rivano a raíz de su muerte.  Tal vez era mi destino tener ese libro y si es así o no, me siento muy feliz por ello.


3- Esto no es el Paraíso (1965).

    La primera novela de Luis Rivano es claramente autobiográfica, puesto que en ella el autor hace referencia a su vida como carabinero, ya sea en lo referente a sus intimidades, como a sus experiencias dentro de las filas de la institución a la que servía.
     El artista hace un retrato realista de todo ello, sin romanticismos y de forma descarnada, razones demás para que debido a su obra le hayan dado la baja en Carabineros de Chile, tras hacerse conocido el contenido de su ópera prima (pues claramente su contenido incomodaba a las autoridades, que no querían que se revelaran las injusticias y miserias de sus filas).
    Es así que el texto gira en torno a un trío de colegas y amigos oficiales, todos ellos jóvenes en los primeros años de la veintena, dos de ellos casados y el otro soltero.  De origen humilde, apenas poseen estudios, si bien uno de ellos tiene pretensiones de poeta (un claro alter ego de Rivano).  Los muchachos son mujeriegos, que aprovechan su estampa de uniformados para conquistar muchachitas y de ese modo, además, varios de los otros personajes que aparecen en sus páginas, son asiduos visitantes a prostíbulos; justamente aquel que tiene esposa e hijos pequeños, quienes en la práctica viven en la miseria, está involucrado con una de estas mujeres, a quien pretende "salvar" para conseguir una relación amorosa más feliz y estable que la de su familia con la que apenas pasa tiempo; por otro lado, uno de los compañeros se enamora de una joven universitaria de procedencia acomodada, siendo que él es el otro del trío que está desposado.
     Los protagonistas se encuentran en el escalafón más bajo de su oficio y por esta razón están expuestos a las órdenes y caprichos de cualquiera que esté por sobre ellos.  La lealtad con la institución se muestra en casos como los suyos, más como el único recurso para optar a un trabajo estable, si bien tal como dice el título del libro, donde se encuentran no es el Paraíso, pese a lo que quieren aparentar los jefes (y el gobierno) entre los ciudadanos.  De este modo, muchas injusticias pasan los carabineros como ellos, como que se les impide volver a sus hogares por días a manera de castigo, además de que la paga  no es buena, entre otros detalles impactantes.  A su vez, vemos casos de alcoholismo, mucho garabateo, incluso robo y rivalidades entre subalternos y jefes, que humanizan como no pensábamos a estos representantes del orden.
     Si bien hay personajes femeninos, secundarios, se observa un machismo propio de la época, de los uniformados y de la idiosincrasia chilena, que no solo tiene que ver con el lenguaje usado para referirse a los cuerpos de las mujeres y al trato con ellas; sino que también a esa especie de competencia mutua, por demostrar la virilidad acostándose con la mayor cantidad de féminas...Esto llega a lo peor de esta faceta masculina, cuando uno de los protagonistas no asume sus obligaciones con una de sus ex conquistas y su superior lo respalda denigrando el honor de la chiquilla en la misma comisaría.
     Queda claro que los protagonistas no son unos héroes, ni antihéroes y menos villanos; tienen virtudes y defectos, siendo algunos de sus mejores aspectos la fraternidad que son capaces de demostrar y el deseo de superación, acompañado de su nobleza...Por lo tanto, pese a todos los yerros que encontramos entre estos "guardianes del orden", igual podemos hallar bondad entre los suyos, que por algo Luis Rivano dedicó esta novela al mejor líder que tuvo cuando era carabinero, personaje real que haya su símil dentro de esta ficción realista y descarnada.
     La novela se lee con rapidez que da gusto y pese a lo dramático de su argumento, encontramos mucho de humor, incluyendo diálogos chispeantes que amenizan todo.  El final es maravilloso, poético y sublime como muchas partes de la obra, dejándonos un sabor menos amargo al abrir las puertas para la redención personal y lograr una vida mejor.


4- Bajo el Signo de Espartaco (1966).

      Tras acabar las páginas de la primera novela de Luis Rivano, uno no espera reencontrarse con sus personajes: hombre sensibles que a su manera buscan la felicidad, si bien como también nos pasa en el mundo real, ello signifique cometer uno que otro error en el camino, al creer que hemos tomados las mejores decisiones o simplemente nos dejamos llevar por nuestros impulsos y no pensamos bien las cosas. Por lo tanto, esta segunda obra, más corta que la anterior y que correspondería a lo que los gringos llaman novelette, retoma la vida de sus tres protagonistas tiempo después de hasta donde habíamos quedado.
      Ahora les puedo hablar con nombre y apellido de sus personajes principales, puesto que los conozco mejor y he sido "testigo" como lector de su evolución como sujetos.
     Víctor Hidalgo, el artista en ciernes en este triunvirato y un autodidacta como el mismo escritor de la vida real, que se proyecta en su persona, sigue en el cuerpo de carabineros; aún le toca pasar los abusos de sus jefes, pero ha tomado como misión suya educar a sus compañeros, prestándoles sus libros y dialogando con ellos para ejercitar la mente. Solo al final del libro nos enteramos de que ha sentado cabeza.
     Reginaldo Flores pareciera que ha sido el que tuvo mejor suerte de los tres amigos. Fruto de su esfuerzo ha sido ascendido y ello lo ha llevado a hacerse cargo de un pequeño destacamento en Renca, por entonces zona rural. Allí tiene bajo su cargo solo a dos hombres, un chico que apenas tiene unos 20 años y un hombre mucho mayor que ambos, casado y cuya mujer se ha vuelto parte de este mini retén. Flores los trata con afecto a todos y se ha convertido en un verdadero líder, querido por la comunidad, lo que contrasta con lo que sucede con otros carabineros en la ciudad, puesto que tiene consideración incluso con los delincuentes. No quepa duda de que el hombre ha madurado y de ese modo, cuando termina la novela, le es permitido por fin resarcir su peor error de juventud.
      Osvaldo Guerra es quien más ha evolucionado: de ser un sujeto irresponsable que prácticamente tenía botada a su esposa e hijos y ser un carabinero alcoholizado, se ha transformado en un obrero eficiente y con conciencia social, ahora candidato de izquierda a ser presidente de un sindicato de trabajadores. El amor que ahora siente hacia su esposa es claro, quien además ya no lo trata mal como antes, cuando estaba involucrado con una prostituta.
     Atrás han quedado los tiempos de parranda, prostíbulos y desenfreno. En sus protagonistas el autor refleja más que en su obra debut, la preocupación por los temas sociales, al hacer que en especial dos de estos no dejan de expresar sus intereses políticos y de deseo por un mundo mejor para los más oprimidos.
    En paralelo al acercamiento hacia la política y los derechos de los ciudadanos comunes (en un mundo donde ya ostentaban el poder en Chile, desde hace rato, los hijos de familias pudientes), se refleja de manera increíble y tan cercana a la realidad actual del país (con su crisis social y el movimiento popular por protestar ante los abusos de las clases dirigentes), por medio de las futuras elecciones en las que la Democracia Cristiana, liderada por Frei Montalba, pugna contra los partidos Socialista y Comunista que apoyaban a Salvador Allende. Los conflictos en las calles, donde carabineros ya reprimían con violencia gratuita a los manifestantes, son descritos como si se tratara de una fotografía de la actualidad nacional.
     ¿Qué habrá pensado el autor acerca de sus reflexiones acerca del acontecer nacional, cuando años después efectivamente ganó las elecciones el llamado "Doctor Allende" y luego fue traicionado tal como él mismo adelantó en su obra?
     Este libro casi no tiene humor y la miseria que hay alrededor de los personajes se hace más presente (sino, basta con detenerse en el episodio de aquello que es testigo uno de los personajes cuando va al cine). Pero en contraste a todo ello, nos encontramos con la vida en el campo, donde se nota que los personajes son felices en medio de la sencillez y al aire libre, lejos de los problemas de las grandes urbes (el llamado tópico literario de beatus ille- dichoso aquel- por tener acceso a este tipo de existencia plena).
      En esta novela los personajes femeninos no intervienen tanto de forma directa, a diferencia de su predecesora; salvo dos momentos y en ambos es posible reconocer el horrible machismo imperante en la época (¿En verdad pensaba así Rivano o introdujo estos episodios para denunciar el primitivismo de su género?): en el primero de ellos, un par de féminas dan como algo normal la violencia intrafamiliar de los esposos hacia ellas y en el otro uno de los protagonistas, un hombre culto y para nada mala persona piensa "que nunca antes se había sentido más bajo que una mujer", cuando la muchacha a la que despreció hace 7 años atrás le da la oportunidad de su vida. Podría decirse que en esta ocasión todas las mujeres que aparecen en el título, aparecen como verdaderas compañeras de sus hombres, cuya presencia en sus vidas viene a ser por completo benigna.
    Por cierto, llama la atención la feroz crítica que le hace el escritor a una importante institución católica de beneficencia, el Hogar de Cristo, fundada por San Alberto Hurtado.  Se trata de una fundación sin fines de lucro y que desde aquellos años, los sesenta, ha rescatado de la miseria y calle a niños y adultos, como a ancianos.  Pues la imagen que tiene Rivano de esta no es muy buena que digamos, caracterizándola como en la práctica una fachada para ostentar frente a los demás y dar en el gusto a los pederastas que se aprovecharían de sus niños, otro detalle polémico de su obra.
     El nombre del libro hace alusión a la novela histórica Espartaco de Howard Fast, donde se aborda la rebelión de los esclavos de los romanos, liderados por el personaje que le da el nombre al texto; de este modo, uno de los 3 amigos tras leerse dicha narración, compara su devenir y el resto con lo que sucede en dicha obra: a la larga se ha cambiado la esclavitud por otra, pese a la calidad de hombres y mujeres libres de todos ellos.

Mi edición con dedicatoria del propio autor.

martes, 17 de diciembre de 2019

Así era en mis tiempos (cuarta parte).


1- Las diapositivas.

     Corresponde a una tecnología consistente en una fotografía pequeña y a color (al menos tal como yo la conocí en mi infancia, allá en los ochenta del siglo pasado), que iba dentro de un recuadro de plástico o cartón duro.  Sus medidas eran de alrededor de unos 6 centímetros por ambos lados y se insertaban sobre un riel con ranuras circular o rectangular a manera de bandeja, el cual apretando un botón hacía que las imágenes fuesen proyectadas por un lente, hacia una superficie plana (una muralla, una sábana blanca, una pizarra o en los casos más sofisticados, un telón hecho exclusivamente para ello).
     Su uso podía ser meramente hogareño, que bastaba con que uno solicitara en las tiendas de revelado de fotos que pasaran a este formato los recuerdos personales y/o familiares (antes de que la fotografía digital desterrara al uso masivo de las cámaras con rollos de cintas… ¿Las recuerdan, que uno esperaba con ansias se las entregaran en papel de calidad fotográfica, a ver cuántas saldrían buenas y no con manchas o las cabezas y cuerpos cortados? Otro recuerdo de los viejos tiempos).  No obstante, también eran ocupadas en los trabajos y en la educación, que recuerdo a mis profes de antaño proyectando la materia usando este recurso, que se vendían libros educativos que las incluían a manera de anexo; incluso algunas empresas dedicadas al rubro, les agregaban un cassette que con la ayuda de un audio grabado con una voz en off, explicaba la materia que las diapositivas ilustraban.
     Había una versión infantil a manera de juguete, consistente en un pequeño y ligero dispositivo que se tomaba con ambas manos y que se llevaba frente al rostro para ver a través de una pantallita, que se ponía frente a un ojo o a ambos (en el caso de que fuese tipo lente), varias imágenes seguidas que estaban dentro de un disco, que era introducido en una ranura del aparato; luego bajando una especie de manivela, uno hacia girar el disco y de ese modo por la ventanilla veía una especie de historia en progreso a medida que avanzaban las diapositivas.


     Aprovecho de contarles que en el último año de mi enseñanza media, mi profesor de artes visuales (Jorge, que no recuerdo su apellido, pero que sí puedo decir de corazón que fue lejos uno de los mejores maestros que tuve), nos enseñó a crear diapositivas bastante artesanales.   Fue así que junto al grupo de compañeros con el que trabajaba generalmente, hicimos unas muy toscas y que cuando se proyectaban algunas de sus imágenes (dibujos pintados a mano, usando unos lápices especiales) se distorsionaban.  Recuerdo que trataban sobre una especie de historia que escribí acerca de las musas o algo así y de fondo les pusimos música de Jean Michel Jarre (su disco Chronologie, que me gustaba mucho).  El texto que realicé para la exposición de nuestro trabajo, lo leí en la clase misma…Me habría gustado haber guardado al menos esa especie de cuento que hice para tal ocasión.


2- Las transparencias.

     A menos que mi memoria me falle, conocí este recurso o tecnología en los noventa, cuando estaba cursando la enseñanza media; el primer recuerdo que tengo de ello fue cuando al igual que en el caso de las diapositivas, estaba cursando cuarto año y además me encontraba haciendo un preuniversitario, preparándome para la universidad.   Una profesora que me hacía Historia las ocupaba en sus clases, lo que era para mí toda una novedad, si bien el texto que proyectaba para mostrarlas era escrito de su puño y letra (a diferencia de otros, que llevaban tipografía de máquinas de escribir o computador)…
    ¿Y en qué consistían estas llamadas transparencias? Pues, eran unas láminas del porte de hojas de oficio o tamaño carta, que tal como dice su nombre eran transparentes y se imprimía sobre ellas textos escritos o imágenes a color o en blanco y negro.  Cuando uno iba a una fotocopiadora (que así le llamamos a los locales comerciales dedicados a ello), pedía que las impresiones que uno llevara las pasaran a ese formato y te las entregaban sobre una hoja de papel corriente, cubiertas por otro más suave y de color marrón para protegerlas.
     Para proyectarlas, se usaba una pesada máquina consistente en una especie de caja que sobre su superficie llevaba una especie de vidrio, que bajo suyo llevaba unas ampolletas que se prendían y donde se ponía la transparencia.  A un costado iba una pata que terminaba en un espejo pequeño, que se plegaba cuando no estaba en uso y luego se abría al ser necesario ocupar la máquina. 
     Por mi parte, fue en la universidad que usé bastante tal medio y cuando presenté mi examen de grado para titularme de profesor junto a mi querida amiga María Elena (sobre los robots de Isaac Asimov más encima, bien ñoños y en especial yo; que, por cierto, pueden leer dos extractos escritos en exclusiva por este servidor para nuestra Memoria, pinchando aquí y aquí), ocupamos ambos dicha tecnología.

     ¿Qué pasó con las diapositivas y las transparencias que se dejaron de utilizar? Pues que gracias al avance de los programas computacionales, se inventó en el caso de los equipos de Microsoft el PowerPoint, que de manera más fácil, atractiva y económica reemplazó con creces a sus antepasados.


domingo, 15 de diciembre de 2019

Literatura de terror chilena ochentera (primera parte).


I- Añoranzas de otra época.

      Los ochenta en Chile fueron años de sentimientos encontrados. Por mi parte, en aquel tiempo viví mi infancia y si bien sabía muy bien que estábamos en una dictadura militar, gracias a que mis papás al menos me hicieron tomar conciencia de ello; no obstante tuve una niñez feliz e inocente, que no me tocó vivir los verdaderos horrores del gobierno de Pinochet. Solo con el tiempo, vine a tomar real conciencia de cuánto sufrían muchos de mis compatriotas ille tempore.
      Recuerdo con nostalgia esa vida de juegos, de los dibujos animados que veía, los programas de la TV, las películas "cortadas" que daban en la tele y los amigos que tenía; por no dejar de mencionar el amor incondicional de mis papás, una de las mayores bendiciones que Dios me ha concedido.
      En dicho periodo recién vine a leer de manera constante en los últimos años de la década, gracias a una muy buena profe que tenía y que fue la primera en darme lecturas mensuales para la casa. Las aventuras de Papelucho y los cuentos de Hans Christian Anderson, fueron los primeros textos que por iniciativa propia me motivaron a amar los libros.
Yo veía con deseo cuanto título aparecía por ahí y que me fuese atractivo, pero por una u otra razón no tenía acceso a ellos; algunos de estos correspondían a una colección que salía con la Revista del Mundo, una especie de magazine que sacaba semanalmente una colección llamada Biblioteca Universal de Misterio y de Terror, de la que llegaron a sacar más de 20 números, creo. Sus portadas muy llamativas, de colores vivos a la hora de caracterizar a los monstruos que en ellas salían, pintadas usando la técnica de la acuarela, un verdadero detalle valorable para estos libritos pulps. Sus autores eran por lo general españoles contemporáneos y uno que otro clásico de dominio público como Edgar Allan Poe y Bram Stoker.
      Mi amigo el escritor Miguel Acevedo leyó algunos de estos volúmenes y me contó que en su mayoría eran historias muy sangrientas y con harto sexo; o sea, material realizado y publicado a propósito para enganchar a la mayor cantidad de público lector, ávido de emociones fuertes y no tan interesado en el valor estético de estas obritas más actuales.



II- La antología que hoy nos reúne.



     En 1986 apareció en los kioscos un librito que a diferencia de los mencionados más arriba, llevaba colores sobrios y en vez de un colorinche demonio, la reproducción de una foto de la luna. En letras doradas y del tipo gótico llevaba como título

EL CUENTO CHILENO DE TERROR.

       En este libro encontramos 12 relatos de miedo de autores nacionales, hombres y mujeres, unos ya profesionales y otros recién comenzando a publicar. Sus textos aparecen aquí debido a que fueron los ganadores y/o seleccionados de un concurso nacional, llevado a cabo por la Revista del Mundo. Los textos varían entre las 3 y 10 páginas aproximadamente, abarcando distintas temáticas del género; de este modo hay historias sobrenaturales (ellas, por lo general, ligadas con la tradición campesina chilena y/o su folclor) y en su mayoría realistas, relacionadas con crímenes de sangre.
       Al comienzo del tomo y a manera de introducción va un interesante ensayo del periodista chileno Héctor Véliz Meza, donde pretende profundizar en los orígenes de este tipo de relatos, sus autores clásicos consagrados y características. Para placer de quien aquí escribe, el único autor contemporáneo al que menciona y destaca, es nada menos que Stephen King (de quien más encima menciona las películas Carrie y El Resplandor entre los filmes recomendables a los que alude).
       Lamentablemente antes de cada título no hace presentación alguna de sus autores, ni tampoco un breve análisis del escrito en sí. Así que por mi parte, dentro de lo posible dedicaré unas líneas a parte de la biografía de estos escritores, para que no sean meros nombres para quienes leen estas líneas.



III- Los cuentos.

1. Adivinanzas (Primer Lugar).

1.1 El autor: Poli Délano (1936- 2017).

     Fue un prestigioso autor nacional que nació en España y si bien realizó buena parte de su carrera en nuestras tierras, como vivió en el exilio tras el Golpe Militar, también estuvo produciendo en el extranjero y donde al parecer obtuvo mayor atención por parte de intelectuales, editoriales y público (como en México y Cuba), siendo traducido a varios idiomas. Editó un montón de antologías de sus cuentos, así como novelas; que además tuvo una carrera como docente y dirigiendo talleres literarios.  Formó parte de la Sociedad de Escritores de Chile. Tristemente cuando falleció, la noticia al respecto no causó mayor revuelo entre la comunidad y autoridades.
     Definitivamente su cuento no es el mejor de los que podemos leer en el libro que hoy nos reúne, pero tampoco es malo.  Claramente fue seleccionado por ser el escritor más connotado de todos los que aceptaron concursar, que el resto eran en su mayoría aficionados, de modo que poner su nombre en este certamen le daba cierto prestigio; igual extraño, por un lado, queda claro que los jueces sabían de antemano la identidad de los concursantes y, por otro, Délano era comunista y aun así le dieron este privilegio, en una época en la cual los de dicho partido eran sacados del escenario público por parte del gobierno dictatorial.

1.2. El cuento.

      Una historia de venganza, viejo tema recurrente en este tipo de historias, que no de ultratumba, sino que más bien realista y motivada por el odio, por no mencionar sobre un supuesto tipo de justicia superior y más antigua a aquellas de las leyes escritas.
      Un médico y su esposa han muerto en extrañas circunstancias. La historia luego del atractivo primer párrafo, propio de los informes policiales tan abundantes en estas narraciones, nos lleva al pasado para explicarnos las razones de la venganza.
       La maldad humana es descrita en esta obra, breve y potente, con algo de crítica social: los ricos se aprovechan de los pobres a los que someten y estos últimos solo tienen su voluntad para superar los vejámenes a los que son sometidos.
      En pocas páginas la atmósfera es atragante, llevándonos al campo y a la ciudad.
      El final, una vez que conocemos los motivos del asesino, uno puede llegar a comprender sus motivaciones y acciones.

Poli Délano.
2. La Isla de los Muertos (Segundo Lugar).

2.1. El autor: Rodrigo Ferraro.       

     Lamentablemente no pude encontrar información sobre este escritor, siendo que para muchos su historia es lejos la mejor del libro.  Solo en la página especializada La Tercera Fundación, me encontré con el dato de que su texto aquí seleccionado, estuvo también en dos revistas y/o fanzines de la época: Gestalt 8 y Nadir 6.

2.2. El cuento.

       Ambientado en el austral archipiélago de Chiloé, al sur de Chile, aprovecha al máximo toda su rica mitología e iconografía; de ese modo el autor nos transporta, por un lado, a un mundo real donde las supersticiones y creencias son el pan de cada día de los lugareños y, por otro, a una tierra recreada por su imaginación, para aterrarnos con la posibilidad de que en verdad el mal de la brujería y sus monstruos existen.
      Un hombre viudo junto a su único hijo, aún niño, son los únicos "huincas" (blancos, en este caso, no autóctonos del lugar y llegados del continente) que viven en el lugar. Allí el mayor es respetado en su calidad de profesor y este a su vez hace lo posible por derrotar lo que considera pura ignorancia por parte del pueblo. En cambio, su hijo sí cree en estas supuestas supercherías y ello queda claro, porque es quien nos cuenta la historia desde su punto de vista.
     Si el primer relato de esta selección logró atrapar sin dudas a los lectores, este podría considerarse como superior y lejos mucho más entretenido. Cabe mencionar que estamos frente a una joyita de terror sobrenatural, sangrienta y llena de criaturas pavorosas, que además aborda el conflicto entre ciencia y religión.
       Especial detención al impactante final de este texto.

Antiguo grabado que muestra al Caballo Marino transportando a brujos, personajes que aparecen en el cuento de Ferraro.

3. Gente para todo servicio (Tercer Lugar).

3.1. El autor: Gonzalo Contreras (1958).

    Cuando participó de este concurso, aún era un principiante, que la fama le vino en 1991 con su novela ópera prima La Ciudad Anterior en 1991 y con la que ganó el primer premio del concurso de la Revista de Libros; antes de eso se autopublicó el volumen de cuentos La Danza Ejecutada en 1986, luego reeditado por la poderosa Editorial Planeta.  Ha recibido otros galardones por su labor, si bien no se trata de un escritor prolífico. 

3.2. El cuento.

       Volvemos al campo...Una mujer viuda de la ciudad se encuentra realizando los preparativos para vender la casa que le heredó su difunto cónyuge y en la que no se encuentra a gusto. Como se trata de alguien acomodada, allí tiene a una pareja (marido y esposa) que trabajan para ella, aunque apenas habla con ellos por ser estos dos pocos comunicativos. La desaparición del hombre provocará la ira de la mujer supuestamente abandonada.
       Un texto sobre la locura y, tal vez una vez más (si se considera el primer relato) acerca de las divisiones entre las clases sociales, considerando el rencor de los estratos más bajos.
       La atmósfera enrarecida con la que parte todo es intrigante, más sabiendo que se ignora el rumbo que tomará todo; no obstante, el final es decepcionante y el desarrollo para llegar al clímax confuso.


Gonzalo Contreras.

4. La playa del paraíso (Mención Honrosa).

4.1. Rodolfo Gambetti.

      Investigando en Internet encontré datos sobre alguien de Chile con este nombre y apellido, pero la verdad no sé si será la misma persona.  Si es efectivamente el autor del cuento, les puedo decir que trabaja como cronista en el diario Las Últimas Noticias, la Revista Paula y se especializa en gastronomía; al parecer no se volvió a dedicar a la escritura de ficciones.

4.2. El cuento.

     Primer cuento de esta antología que no transcurre en Chile, sino que en las islas contiguas a Tahití.
      Un sujeto acomodado y bastante egoísta como podemos comprobar, ya que él mismo es quien nos relata los sucesos, se ve involucrado en un triángulo amoroso y debido a ello recibe un castigo horrible; el proceso de su agonía es descrito de forma impactante.
      El mejor momento de la historia tiene relación con la aparición de una lugareña y el horrible rito que realiza frente a los ojos del protagonista.
      Por cierto, el compañero de viaje del personaje principal se llama Abel, nombre adecuado referido al primer asesino en la historia de la humanidad, según el Génesis del Antiguo Testamento en la Biblia.


El supuesto autor del cuento arriba mencionado.

5. Todos huíamos, todos (Mención Honrosa).

5.1. El autor: Nicolás Ferraro (1921-2012).

     Nació en Pampa Unión, en el norte de Chile, de modo que por su lugar de nacimiento y época fue testigo y protagonista de una época gloriosa de nuestro país: la fiebre del salitre.  De este modo su obra retrató bastante este mundo. 
     Aparte de escritor, tenía las profesiones de profesor de matemáticas y arquitecto.
      Incursionó en la poesía, la novela y el cuento, como bien demuestra su historia incluida en el volumen que hoy revisamos (a mi humilde parecer, una de las mejores y más originales de este librito).

5.2. El cuento.

      Un hombre despierta en una cueva y cuando sale se encuentra con la gente a la que conoce desde hace años, entre ellos amigos de su infancia. Sus semejantes lo tratan diferente, con temor y él intrigado llega hasta la casa paterna para allí conversando con la familia, por fin recordar qué le pasó en realidad, como para dar respuesta al rechazo del pueblo a su persona.
      Una impactante recreación en plan horror de nada menos que de un pasaje bíblico, algo que extraña haya pasado la censura de la dictadura de aquel entonces, aunque de seguro provocó polémica entre las mentes más estrechas de esos años.


Nicolás Ferraro.

6. Los Dientes del Demonio (Mención Honrosa).

6.1. La autora: Mariana Callejas (1932-2016).

     Tristemente célebre por haber participado en atentados terroristas, como simpatizante de ultraderecha durante la dictadura militar de Pinochet, fue una de las culpables de la muerte del general Pratts y de su esposa en Buenos Aires (militar que estaba en desacuerdo con las acciones de la Junta de Gobierno, que traicionó al presidente electo Salvador Allende al llevar a cabo el llamado Golpe Militar que bombardeó La Moneda, el palacio del gobierno y llevó a cabo sus planes para “purgar” el socialismo en Chile).  Estas acciones las cometió junto a su esposo, el agente de la CIA Michael Townley, uniéndose ella a las filas de la DINA, el organismo de Inteligencia del gobierno de Pinochet; de ese modo, se involucró en varias acciones que atentaban contra los derechos humanos, incluyendo tortura, desapariciones y, como no, más muertes de opositores a la dictadura.
     Como en aquellos años los criminales de su estirpe tenían libertad para hacer vida privada y pública sin represalias, hizo una carrera literaria publicando, ganando premios y organizando talleres literarios.  Obviamente, luego de que por fin fue procesada, su nombre está desprestigiado y no se han vuelto a reeditar sus obras; no obstante, si debo referirme a las dos obras suyas que me leí, es evidente su talento literario.      
     Por cierto, se realizó una miniserie de 6 episodios sobre la vida de la Callejas y su marida, llamada Mary & Mike, que no he visto y me han recomendado. 

6.2. El cuento.

       Un par de chilenos apenas logra sobrevivir en París y ello los ha llevado a tener que delinquir. Justo cuando se han decidido a cometer su primer robo y con violencia, en plena calle, se dan cuenta de que su víctima no es un hombre normal.
       El castigo les llega a ambos y en especial a uno de ellos, que estamos hablando, otra vez, de una justicia superior a la humana, como bien sucede en estas historias de fuerte carga moral. Teniendo en cuenta el historial de su escritora, llama la atención que haya realizado una obra sobrenatural de este tipo... ¿En realidad creía en tales cosas, que a los malvados les llega su merecido tarde o temprano, o solo realizó este trabajo literario como una manera de sobresalir, como bien se dice de ella que le gustaba ostentar sus escritos frente a los demás? (quizás en su mente enferman, en verdad pensaba que ella era la heroína de sus atrocidades).
       Cuando su autora escribió este texto, los haitianos eran un pueblo exótico para los chilenos, que para la mayoría de nosotros era muy difícil entrar en real contacto con dicho pueblo; más encima, la tradición literaria y este tipo de ficciones llevan rato ya relacionándolos con la magia negra...Pero hoy en día es común verlos en nuestras calles y compartir con ellos... ¿Así que tan cierto serán estas historias que se cuentan de ellos?


Los asesinos Mariana Callejas y Michael Townley.

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