jueves, 30 de septiembre de 2021

Así era en mis tiempos XII: Las Bibliotecas y los trabajos escolares y universitarios de antaño.

 

    Antes de Internet, del "Oráculo Digital" de Google y de la inmensa cantidad de material que podemos hallar, consultar y descargar de la Red, estaban (y aún se encuentran entre nosotros) las bibliotecas "físicas".
    Nos hemos acostumbrado a la inmediatez, no solo en las relaciones interpersonales gracias a la masificación de las redes sociales, sino que también a la hora de conseguir muchas cosas que en la presencialidad implican viajes y tiempo para obtener lo que queremos; la comodidad y la eficacia de estas herramientas se agradecen, pero implican también la pérdida de experiencias que, al menos los más "viejos" como uno, recordamos con cariño y nostalgia.
    Hoy en día si uno quiere saber de un tema determinado y/o requiere algún libro en especial, puede indagar en el ciberespacio y llenarse de datos al respecto, en el primer de los casos, como por igual conseguir sin mayores gastos económicos publicaciones, que de otra manera pueden ser muy caras o que son en la práctica inencontrables (como pasa con los títulos descatalogados y ciertos textos técnicos).
    En mi época de estudiante, de colegio y luego universitario (esto durante el siglo pasado), cuando debía realizar una investigación para un trabajo determinado ("hacer una carpeta" se le llamaba), tenía dos opciones si es que no contaba con la bibliografía a mano: La primera era ir a una biblioteca y pedir/buscar ahí el documento que me fuera más beneficioso para mi labor; ello implicaba quedarme en dicho lugar (a menos que me prestaran el tomo en cuestión) y si no tenía la opción de fotocopiar lo que me servía, copiar a la manera "amanuense" en un cuaderno la información que me servía.  Para encontrar los libros adecuados a las necesidades de cada uno, se accedía a unos archivadores llenos de tarjetas, ordenadas alfabéticamente o según asunto a tratar; luego uno daba el código respectivo a los bibliotecarios y ellos buscaban entre las corridas de libros en existencia; habían (y todavía existen, supongo) bibliotecas donde uno mismo accedía a los estantes en los cuales estaban los textos, cuidadosamente ordenados y etiquetados.
     El segundo caso, que fue muy utilizado por este servidor durante su etapa previa al pregrado (cuando era una blanca palomita), merece un párrafo aparte, puesto que es el que mejores remembranzas me trae.

La última carpeta que hice,  en cuarto medio y para la que ocupé más bibliografía que nunca.


     Todos los miércoles con el diario La Tercera salía una revista de carácter infantil/juvenil llamada Icarito; esta tenía una intencionalidad pedagógica y en tiempos en los cuales uno no tenía acceso a bibliografía específica, era el medio adecuado para contar con información variada (y de manera económica, puesto que venía gratuita con el periódico), que podía servir ante una eventual tarea del colegio.  En un principio esta publicación en cada número abordaba tópicos diversos y creo que hasta juegos traía; sin embargo, no tengo mayor memoria al respecto, de esta primera etapa suya que duró años, puesto que no la coleccionaba.  Fue en el transcurso de los ochenta, me parece que a mediados de esa década prodigiosa, que la revista comenzó a tener una modalidad monotemática, comenzando por una larga serie de ejemplares dedicados a la computación, cuando para mí el tema era algo muy alejado a mi cotidianeidad y me parecía algo más bien algo propio de la ciencia ficción; la informática de ille tempore distaba bastante de lo que es ahora, pero el pequeño que era en ese entonces, alucinaba con esas líneas y apenas vislumbraba que tendría tan estrecha relación durante mi adultez.  Nunca olvidaré el comercial para la tele, que anunciaba la nueva etapa de Icarito y que con una voz robótica presagiaba:
 
"¡Computación, tecnología del futuro!"
 
     Aprendí mucho gracias a esas monografías.   Un lugar aparte en mis recuerdos y corazoncito, tienen los especiales sobre pintura internacional y nacional, cine y grandes mujeres de la historia.
    Cuando estaba en enseñanza media, mis profesores nos tenían prohibido utilizar el Icarito para realizar nuestras carpetas; no obstante, yo los engañaba y cuando debía mencionar la bibliografía que ocupaba, me inventaba el nombre de los libros y de las editoriales; el de los autores los sacaba de los afiches de cine, que tenía pegados alrededor de mi cuarto.   Obviamente también usaba enciclopedias cuando podía conseguirme.
     También salían otras colecciones educativas en los diarios, estos tipo libritos de grapa, entre los que recuerdo aquellos sobre los próceres de Chile y, especialmente, uno dedicado a nuestra rica mitología (uno de mis temas favoritos).
     Un lugar destacado en mi biografía, tienen las llamadas láminas Mundicrom, hermosas ilustraciones a todo color que se compraban en paqueterías; estas abarcaban numerosas temáticas y se adquirían para ilustrar actividades escolares varias, incluyendo "diarios murales".   La empresa nacional que sacaba esta serie, también editó un montón de álbumes de coleccionables, muchos de ellos de tipo educativo (como uno muy hermoso del cuerpo humano que recuerdo estuvo a la venta en dos ocasiones diferentes y me gustaba harto).
     Los chicos de ahora ignoran todo este mundo y actividades, por lo mismo cuando puedo en mi labor de profesor les cuento de cómo era la vida en mis tiempos; lo mismo hago con mi sobrinito Amilcar de 12 años en la actualidad y es emotivo recordar junto a él esos pasajes de mi existencia que comparto con mis contemporáneos.

lunes, 27 de septiembre de 2021

Pecados de Omisión XIII

 


1. Crónicas Necrománticas.
 
    Desde (la noche) de los tiempos en que compraba feliz la revista Fangoria (de donde saqué el nombre de este blog), o sea a principios de los noventa, viene a mí el nombre de Brian Lumley.  Les estoy hablando de un escritor que comenzó como muchos otros imitando/homenajeando el estilo de Lovecraft, al crear nuevos textos ambientados en los llamados Mitos de Cthulhu.  La primera vez que supe de la existencia de su saga, que tenía a un vampiro de protagonista, fue en el número 1 de su primera época en español, cuando en una breve reseña hacían mención a la adaptación al cómic; una imagen se me quedó muy marcada al respecto y donde salía su personaje principal, un tipo apuesto y musculoso semidesnudo con una apariencia bestial, sobre un cuerpo al que le había sacado el corazón para comérselo o algo así.  Poco después en otro número de la revista, en la sección de crítica literaria sobre libros recién editados, La Biblioteca de las Pesadillas, que en la edición española era hecha por un ibérico, pues comentaban solo títulos publicados en la Madre Patria, le dedicaron espacio a un libro recién editado a nuestra lengua de Lumley y creo que era de las mismas Crónicas Necrománticas (debería revisar mi vieja colección para corroborarlo ¿No?); el tema es que no hablaban muy bien del tomo y menos del autor... Fue así cómo me prejuicié en contra de este escritor, que luego me parece volvieron a ningunearlo en tales páginas.
    Me parece que nunca he leído cuentos suyos, que al parecer es bien dado a ello y varias antologías cuentan con sus aportes.  Por otro lado, solo dos veces he tenido en mis manos algo de su autoría y hoy les contaré solo sobre una de ellas. Hace tiempo ya, a principios del presente siglo, llegó a la Librería Chilena (donde compro desde que era un escolar y estaba en Enseñanza Media) una enorme cantidad de títulos de Timunmas (la editorial que sacaba en nuestro idioma esta serie y varias más hoy en día descatalogadas), muchos en tapa dura con sobrecubierta. Fue el segundo montón que les llegó con gran variedad de tal empresa (¿Sigue existiendo?) y de ahí nunca más vi nada al respecto, de su catálogo en cualquiera de sus dos locales.  Fue así que vendían como 5 entregas del mentado ciclo literario, con una preciosa presentación de bordes plateados y portadas hermosas, aunque aterradoras.  Según mi amigo Miguel Acevedo, quien en repetidas ocasiones me ha recomendado a Lumley, solo las vendían juntas y no por separado; todo a un precio igual muy económico, si se tomaba en cuenta la inversión que se hacía.  Una vez entré a la sucursal de Huérfanos, la más grande de las dos, junto a mi mamá (y quien me di cuenta quedó sorprendida con tanto libro expuesto, pues ella no es lectora como su retoño) y estuve tentado de adquirir tales títulos; pero no lo hice y estos se acabaron poco después.
    Este verano, cerca de enero, el mismo amigo que ya mencioné, le compró a un casero del que le di el dato, la colección completa de Las Crónicas Necrománticas y todo por un monto maravilloso... Esa vez sentí "sana envidia" por él.

 
2. Añoranzas y Pesares de Tad Williams.
 
    Originalmente una trilogía, aunque en al menos la edición en español abarca 4 libros, ya que los españoles (como acostumbran hacerlo) dividieron el último tomo en dos, la cual está considerada entre lo mejorcito de la fantasía épica.
    También fue cerca de principios de siglo, cuando salió en los kioscos de Chilito, una colección del género en tapa dura y de algunos de los libros más destacados al respecto.  No eran caros y la calidad de la edición era un valor agregado, sin embargo, nunca me hice con seriedad la idea de adquirirlos; salvo en el caso de esta obra de Williams, que el propio Miguel por igual me había dicho que era increíble (confío mucho en su criterio, que vez que me recomienda algo, en efecto cuando le dedico su tiempo me gusta mucho).  Los títulos se vendieron como pan caliente entre los más ñoños de la casa y no volvi a verlos por estos lares.
    En el transcurso de la década pasada, a la susodicha librería de saldos llegó una nueva edición de Añoranzas y Pesares; la vendían solo como saga completa, pues los volúmenes venían empaquetados y estaba entre sus ofertas.  El precio era considerable, si alguien como este humilde servidor, iba dispuesto solo a gastar la mitad de lo que costaban dichos títulos (hoy en día no dudo en hacer compras como esa, je); así fue cómo por segunda vez, me negué la posibilidad de conseguir tal obra maestra y quién sabe si alguna vez la tendré/leeré.



3. Nuestra Señora de las Tinieblas de Fritz Leiber.
 
    Numerosos títulos de Martínez Roca llegaban por acá y "La Chilena" las tuvo entre sus promociones que daba gusto.  Pero también habían otras librerías donde valía la pena comprar, como la , donde de vez en cuando voy.  En mi país también contamos con varias ferias del libro, que se llevan a cabo de vez en cuando, en las cuales las editoriales y librerías se instalan con hermosos puestos, donde ofrecen numerosas obras a precios tentadores (más las valiosas actividades culturales, como invitados especiales, funciones de teatro y talleres).  La más importante de estas "ferias" en Santiago es la Filsa (Feria Internacional del Libro de Santiago), la que no se lleva a cabo desde hace 3 años ya y la primera vez fue por el llamado Estallido Social (revolución en todo Chile, debido a las injusticias sociales del gobierno y de los poderosos, que se tradujo en marchas y desmanes; que tuvo paralizada la nación en buena parte de sus actividades, aunque se tradujo en beneficios tales como el cambio- por fin- de la Constitución legada por la dictadura de Pinochet); ojalá este año volviese a llevarse a cabo.
    Eran los años noventa y de adolescente conocí a Fritz Leiber, por gracia del Instituto Chileno-Alemán, al cual asistía junto a mi amiga Marta González para pedir prestados libros y por el simple gusto de leer.  Fue así que una vez me encontré en una de sus estanterías, con el primer tomo de las aventuras de Fafhrd y el Ratonero Gris, sus dos más grandes personajes, a los cuales adoré apenas comencé a devorar sus historias (luego pude adquirir como 5 libritos de sus narraciones).  Unos años después, estaba en la universidad y era alumno ayudante del curso facultativo de Ciencia Ficción (un electivo que tomé al comienzo del segundo año de mi carrera, entre varias posibilidades que tenía y que fue el primero en su tipo de carácter "serio" y académico, creo, en Chile).  Hice muy buenas migas con el profe que lo daba, Juan Espinoza (un hombre muy sencillo, pese a su nivel y que tenía una colección en casa que me inspiró a hacerme la mía), quien me invitó a la Filsa y me dio la oportunidad de regalarme el libro que yo quisiera; la tentación era muy grande y tenía en vista el libro que ahora me inspira a escribir y La Fuerza de su Mirada de Tim Powers (de quien nada había leído aún, pero cuya portada preciosa me atraía mucho, más el nombre de su novela que me provocaba gran curiosidad).  Yo ya sabía que se trataba de un escritor de renombre, sin desmerecer a Leiber que es otro destacado; empero tenía que elegir y me decidí por el segundo.  Más adelante me volví a encontrar con este libro; no obstante, fuí relegando su adquisición, hasta que desapareció de las librerías, así como otros títulos de su autor.
    No tengo idea de qué va su historia, pero sí recuerdo que esta pieza se encuentra en el respetable listado de Las 100 Mejores Novelas de Fantasía de David Pringle, recomendable libro que sirve de guía para escoger qué leer de bueno al respecto.
 
4.  Lágrimas de Dragón de Dean Koontz.
 
    Más o menos por la misma época en la que me encontré en la Filsa con Nuestra Señora de las Tinieblas (posiblemente en 1995 ó 1996), tuve en mis manos un libro recién salido en español de Dean Koontz, un autor al que pese a las malintencionadas críticas de la Fangoria, le tomé interés; ya me había leído unas cuantas cosas suyas, entre cuentos y novelas, que me gustaron mucho y en especial su libro El Lugar Maldito (que me regaló para una Navidad mi referida amiga Marta González).  Lágrimas de Dragón era otro volumen que me llamaba poderosamente la atención, con su título tan sugerente y lo mismo la hermosa ilustración de su portada.  Recuerdo que estaba baratísimo y yo tenía la plata para hacer la transacción; no obstante, nunca me lo llevé conmigo y por esa razón hoy está entre mis pendientes, que hace rato que no lo veo en parte alguna.
     Como me pasa siempre con la mayoría del listado de estos Pecados de Omisión, ignoro su argumento, pues me gusta llegar a una historia, en lo posible, sin ideas preconcebidas para sorprenderme gratamente con lo que me deparan sus páginas.

martes, 21 de septiembre de 2021

Películas olvidadas sobre obras de Stephen King y que merecen ser redescubiertas (IV): Apt Pupil


1. La novelette.
 
    De 1982 data la colección de novelas cortas Different Seasons (conocida en español como Las Cuatro Estaciones) y la primera en su tipo dentro de los libros que acostumbra sacar de vez en cuando Stephen King (para gusto de sus llamados Lectores Constantes, que aparte de escribir y publicar mínimo un par de novelas por año, también contribuye con varios relatos a diversas revistas y antologías, la mayoría de las cuales junta cada cierto tiempo en recopilatorios de narraciones breves y una que otra novelette, como la que hoy nos reúne).  Ahora bien, el tomo del que les hablo no posee cuentos, pero sí cuatro historias de una extensión considerable que otros autores los publicarían por separado (que el Tío Steve no solo nos da estos "regalitos" muy amable, sino que en verdad ama lo que hace y no rehúye la escritura incluso en formatos más "humildes", que otros desprecian por ser poco rentables).
   Uno de los títulos que comprenden el mentado volumen es El Alumno Aventajado, al que su autor destina la estación del verano y que en su edición a nuestra lengua titularon adecuadamente como Verano de Corrupción (puesto que como es tendencia en las editoriales españolas, dividieron el libro en dos tomos y en este pusieron, junto a la obra de las que les estoy hablando, nada menos que Rita Hayworth y la Redención de Shawshank; uno de los textos más hermosos del llamado Rey del Terror, que no pertenecen a este género y del cual se hizo una película considerada entre los mejores filmes de la historia).  La trama: Un adolescente bastante perspicaz e interesado en los crímenes nazis en los campos de concentración, descubre que un vecino anciano que tiene es un viejo oficial de la S.S., que se hace pasar por judío; es así que lo contacta y le hace ver que sabe su secreto, chantajeándalo para que este le cuente de las atrocidades que cometía, a menos de que quiera que le informe a la policía de su verdadera identidad.  Es así como nace entre ambos una dependencia rayana en lo enfermizo, la que traerá serias consecuencias para ambos.
     La trama trata como muchas otras historias del autor, aunque en un terreno psicologista y no sobrenatural, el tema de la naturaleza del mal.  Dime con quién andas y te diré quién eres, afirma un viejo dicho; y es que en la presente obra, vemos cómo la influencia de una persona en otra puede ser nociva y corromperla. Es así que, a lo largo de este interesante y divertido texto, seremos testigo de la caída moral del muchacho y del despertar de los viejos hábitos del anciano.
 


2. La película.
 
    En 1987 hubo un primer intento de realizar una adaptación cinematográfica de El Alumno Aventajado, de la cual llegó a filmarse bastante metraje, aunque por motivos presupuestarios no se pudo terminar.  Stephen King logró ver lo realizado y le gustó (bueno, para ser sinceros, este a veces no es muy objetivo en materia de versiones sobre su obra y es que a menos que me equivoque, le gustó esa mugre de La Torre Oscura).
    De 1998 data un gran filme dirigido por nada menos que Bryan Singer, el artífice de la floreciente tendencia (que no moda) moderna de hacer películas caras basadas en cómics de superhéroes, gracias a su primera cinta de los X-Men (y a quien le debemos también haber conocido al encantador Hugh Jackman... ¡Suspiros y más suspiros!), aunque esta cinta suya es anterior a las que hizo sobre los "Hijos del Átomo".  
     Cabe mencionar, que El Alumno Aventajado viene a ser una de las mejores adaptaciones de la narrativa de King, la que lamentablemente pasó desapercibida en su momento, pese a contar con actuaciones sobresalientes (entre otros favorables detalles) y destacar un artista de la talla de Sir Ian McKellen, en el papel del viejo nazi (siendo esta, además, la primera colaboración entre director e histrión).
     Ambientada de manera muy realista en los ochenta, tal como sucede con el escrito en el que se basa (bueno, no pasó tanto tiempo entre libro y largometraje), cuenta en el coprotagónico con el desaparecido Brad Renfro (otro excelente artista que murió joven producto de una sobredosis, tal como pasó con River Phoenix, una de las estrellas adolescentes de Cuenta Conmigo, sobre la novelette El Cuerpo, otro de los agregados de Las Cuatro Estaciones y que también está entre lo más graneado en materia de adaptaciones kingnianas).  Por igual, en papeles secundarios, están Bruce Davidson (quién luego sería otro de los actores en repetirse en títulos sobre escritos del Tío Steve, al ser uno de los actores principales en Kingdom Hospital, la segunda serie de televisión original creada por King y que tuvo corta vida, tal como The Golden Years... ¡Ambas olvidables para este humilde servidor!), David Schwimmer (en pleno éxito de su sitcom Friends), Elias Koteas (como otro personaje atroz, que ayuda a abordar la miseria humana) y un muy jovencito Joshua Jackson (en un brevísimo rol, antes de ganarse nuestro corazón como uno de los protagonistas de Fringe).
     La verdad es que leí hace rato la narración en la que se basa esta gran cinta, cuando yo mismo era un adolescente en 1992 (me regalaron el libro mis papás para mi cumpleaños número 17 y me lo devoré en plenas vacaciones de invierno, ambas fechas en julio y cuando daba gusto cómo llovía en aquella época del año, antes del cambio climático), así que no recuerdo qué tantas diferencias hay entre el texto original y su adaptación; no obstante, si puedo decir que la novelette ahonda en detalles escabrosos sobre las costumbres nazis con sus víctimas (algo real y no salido solo de la imaginación febril del escritor), así como que el final en la obra primigenia posee un final abierto y que se detiene en la locura que ha terminado por dominar al muchacho (mientras que el desenlace de la cinta es diferente y aun así potente, donde sobresalen la actuación del veterano inglés).  Sin embargo, en lo que de seguro estriban más los propios aportes de esta versión, sería en su fuerte elemento homoerótico, partiendo por una escena de desnudos de "adolescentes" en las duchas y la insinuación a la prostitución entre el personaje de Koteas y el ya bastante maduro nazi.
    Cabe mencionar que aunque estuvo anunciada en cines esta película, con afiches incluidos y bajo el nombre de El Aprendiz, esta joyita, que debe ser redescubierta, al final salió directa al VHS por estos lares (que ya ni recuerdo si la vi primero gracias al cable o, tal vez, hasta en DVD).


                                                                              Tráiler.

domingo, 19 de septiembre de 2021

Ascenso y caída de Mariana Callejas.


 1. Persona non grata.
 
    Uno de los personajes reales más infames de la "reciente" historia nacional chilena, viene a ser la talentosa escritora Mariana Callejas (1932-2016), quien ganó unos cuantos premios, se codeó con la intelectualidad y los poderosos del país entre los setenta y ochenta del siglo pasado y tuvo un selectivo taller literario en su casa, ubicada en un lujoso sector de la capital del país. Cuando leemos esta presentación sin saber nada de ella, es fácil preguntarse por qué razón tildarla de infame y la respuesta es la siguiente: Fue junto a su esposo agente de la DINA, la Inteligencia Secreta del régimen dictatorial militar de Augusto Pinochet, participando en atentados terroristas, matando gente inocente (enemigos politicos) e incluso torturando en la misma casa; donde amigos escritores asistían a sus reuniones sociales y artísticas, ignorando lo que pasaba en aquellas dependencias (incluso el gran Nicanor Parra participó de estas juntas, sin saber de las atrocidades de sus anfitriones).
      La justicia llega unas veces con celeridad y otras con atraso, en ocasiones con todo el peso de la ley y, también, de manera muy habitual enturbiada por la mano de la corrupción. Es asi que esta mujer, que si hubiese orientado sus virtudes hacia terrenos más favorables, habría conseguido el reconocimiento que deseaba -y, en cambio, al final se le negó debido a sus crímenes-, fue enjuiciada y sentenciada a la cárcel una vez regresó la democracia a su patria (a la que supuestamente sirvió como heroína); dicho proceso acaeció recién a finales de la primera década del presente siglo y eso que la dictadura de Pinochet acabó a principios de 1990.  Pero apenas pagó con la prisión y vivió retenida en su hogar de entonces hasta su muerte, relegada por olvido cultural al menos.
    Callejas y su marido Michael Townley, son solo algunos de los siniestros nombres que nos dejó el gobierno autoritario que duró 17 años y su paso por nuestra cronología, aunque desconocido por muchos, no ha quedado indemne en la memoria literaria chilena.  Pedro Lemebel habla de ella en una de sus crónicas para De Perlas y Cicatrices, obviamente atacando su faceta más atroz y el otro autor nacional de gran proyección internacional, Roberto Bolaño, le "dedica" un pasaje en su novela Nocturno de Chile, en referencia a la doble funcionalidad de su casa como centro cultural privado... y de tortura.  Por otra parte, el escritor de ciencia ficción criollo Jorge Baradit, usa como personaje secundario a su pareja, Michael Townley, en la ucronía Synco y donde aparece nada menos que como héroe.
    Por otra parte, si bien la narrativa de la Callejas ha sido justa o injustamente borrada de las nuevas ediciones literarias (tanto nacionales, como extranjeras), en este blog, y hace un par de años atrás, podemos encontrar la revisión de su humilde servidor a sus dos narraciones cortas de terror, para una valiosa colección de relatos del género (El Cuento Chileno de Terror); aportes suyos que están entre lo mejor de dicha antología (otro libro que lamentablemente no ha conocido reediciones, desde que salió al mercado en los ochenta y en una sencilla y barata edición que hoy en día es difícil pillar).


2. La miniserie.
 
     En 2018 se estrenó una producción chilena para la televisión de 6 episodios, que retrata la vida de Mariana Callejas y de su marido, titulada como Mary and Mike.  Con una factoría que no debe envidiar a las de Gringolandia y que bien merecido le otorgó unos cuantos premios, aunque no ha tenido la repercusión que le corresponde (al menos en Chile, donde pasó sin pena ni gloria y por eso ahora feliz la rescato para ustedes), se ambienta de manera maravillosa en los setenta, durante los primeros años del gobierno militar (1974 en adelante).  Es así que usando de manera inteligente la biografía de esta mujer, la vemos teniendo una lujosa vida junto a su familia (acá solo tiene dos hijos, una chica adolescente y un pequeño de poco más de 10 años), gracias a los "servicios" secretos que realiza junto a su esposo.  Solo el parco hombre que trabaja para ellos como mayordomo, sabe de la verdad de este aparentemente respetable matrimonio (quien los ayuda en sus fechorías), aunque poco a poco su despierta hija va notando la verdad de todo.  Les secunda una hermosa mujer de naturaleza más psicopática que la protagonista, junto a un par de militares poderosos a cargo del servicio de inteligencia y varios individuos más de personalidad brutal, que iremos descubriendo en cada episodio (ninguno de ellos con la nobleza que esperaríamos, puesto que imposible que alguien virtuoso se preste para estas fechorías ¿No?).
    Se recrean con impacto los raptos perpetrados por los protagonistas y sus secuaces, las torturas y muertes, destacando eventos famosos como los atentados al ex General Prats en Argentina (alto oficial del gobierno de Allende, que fue exiliado por considerársele un traidor al negarse a apoyar la dictadura y al que Callejas, junto a Townley, asesinaron junto a su esposa al ponerle una bomba en su automóvil), el intento de homicidio al otrora ministro del presidente chileno Frei Montalba, Eduardo Leighton, en Roma (quien lideraba la opinión pública internacional y de refugiados chilenos en Europa, que criticaban a Pinochet y a los suyos) y el asesinato a Orlando Letelier (antiguo diplomático de la Unidad Popular de Allende, muerto usando el mismo modus operandi de Pratts) en USA (que solo debido a este último acto, por la presión de los yanquis, se consiguió apresar a los culpables de estos crímenes y otros).   También presenciamos la recreación de la visita ilustre de Jorge Luis Borges, invitado por Pinochet, a dar conferencias en plena dictadura- por lo cual se le concedió un galardón por parte de este- acto que le negó el codiciado Premio Nobel al argentino.
    La miniserie ilustra muy bien todo lo anterior, realizando un genial contraste entre la personalidad más sociable de Mariana (que acá vemos cómo pasa de ser alguien encantadora, para quienes la conocen en el ambiente cultural, a ser una verdadera "perra" maquiavélica como agente secreto, sin conflictos para ella), sin olvidar sus pretensiones como artista y al parco Michael, encarnado como un sujeto que nos pareciera tener cierto autismo y para nada amistoso y poco dado a la alegría, como a las demostraciones de afecto hasta con su único retoño.  Todo lo anterior ilustra a la perfección la idiosincrasia nacional, donde apariencia e hipocresía forman parte de lo que somos como pueblo (cara vemos, corazones desconocemos dice un dicho popular de acá).
    Para servir de luz entre medio de toda la miseria humana que aquí apreciamos, tenemos a un interesante personaje secundario (ignoro si es completamente ficticio o está inspirado en alguien real, dentro de la vida de la villana protagonista), un escritor maduro que hace de mejor amigo de la Callejas y de su mentor.  Idealista, sensible y apasionado a su manera, este buen hombre (que no perfecto), tiene uno de los momentos más emotivos de la producción en el desenlace de todo. 
    Potentes actuaciones, grandes diálogos y una cuidada puesta en escena, donde la violencia posee una dosis adecuada, realista y atroz. Por otro lado, efectivas escenas de sexo que sirven para representar el errático proceder de los personajes (acá no encontramos verdadero amor) y donde incluso presenciamos relaciones entre adolescentes y hasta una espantosa escena de abuso sexual.  Sobresalen también unos atractivos créditos de apertura y su música.
    Cada capítulo es un placer apreciarlo y mención especial para el memorable ultimo episodio, que nos deja con las ganas de que hubiesen extendido más las andanzas de estos nefastos personajes hasta los mismos ochenta.


Tráiler.

sábado, 18 de septiembre de 2021

El otro UCM.


     Viuda Negra, la esperada precuela sobre las aventuras en solitario de nuestra Vengadora favorita (al menos para este servidor), llegó con bastante atraso este año y con ello cerró en grande la llamada Fase 3 del Universo Cinemático Marvel.  En cambio, su inmediata sucesora en materia de estrenos cinematográficos y la primera de la Fase 4, no demoró en estar con nosotros, de tal modo que los cines del mundo pudieron exhibir Shang-Chi sin mayores problemas.  La pandemia ha ido replegándose, menos mal, y de ese modo ya con cierta normalidad (aunque todavía usando mascarilla) en Chilito las salas reabrieron y de ese modo este humilde servidor pudo ir al cine a ver la mentada película, placer que no me daba desde febrero del año pasado (y que me di junto a mi regalón, como regalo por su cumpleaños número 12).
    Pero... ¿Quién es Shang-Chi? Aparecido en plena fiebre de las artes marciales, durante principios de la década de los setenta del siglo pasado y creado por artistas de la talla de Steve Englehart (guión) y Jim Starlin (dibujo), es para buena parte del público el más desconocido de todos los superhéroes de la Casa de las Ideas, que han ido apareciendo de manera consecutiva en esta serie de largometrajes e incluso series animadas y e incluso entre las más clásicas de ellas (de hecho, de todos los cómics que tengo y que son hartos, en ninguno aparece el susodicho).  Cabe mencionar que a diferencia de este, Puño de Hierro y aparecido en la misma época, tiene mucha más presencia que el denominado Maestro del Kung-Fu, en las adaptaciones audiovisuales; sin embargo, luego de un filme como el que nos reúne hoy, este "nuevo" Vengador consigue con creces quedar en la retina y los buenos recuerdos de los espectadores.
    ¿Y de qué trata esta obra? Pues resulta que su protagonista, quien comparte similar nivel de relevancia dramática junto a otros dos personajes, es un chico de ascendencia china en Estados Unidos que lleva una vida común y sin mayores complicaciones; comparte su día a día con su mejor amiga, también china-norteamericana, quien por igual no posee mayores aspiraciones.  Un día ambos enfrentan a un grupo de maleantes con habilidades fabulosas en artes marciales y debido a ello deben viajar a la "Madre Patria", a partir de lo cual su vida nunca más será lo mismo.



    Ya se ha mencionado antes a la compinche de Shang-Chi, pues cabe mencionar que bien resulta ser el mejor personaje de la cinta y tanto por su simpatía, como por su dilema que lo conecta tanto a su compañero; todo lo anterior, aborda de manera muy significativa el tema de la fraternidad mujer-hombre, dejando de lado el terreno sexual y que es primera vez en el UCM que se trata de manera tan relevante (ni siquiera entre Hawkeye y la mentada superespía), puesto que estamos hablando de "vidas compartidas" y de la elección que hacemos sobre con quiénes elegimos compartir nuestra existencia (algo que luego contrastará con la otra co-protagonista y el antagonista).  Por otro lado, resulta imposible no reírnos varias veces con esta fémina, quien sin problemas consigue "robarse la película".
    Luego está la hermana de Shang-Chi, otro personaje femenino que pese a ser tan distinta a la anterior, ayuda a determinar un nuevo tema interesante para esta producción llena de aventuras, emoción y espectacularidad: el desarrollo personal y lo que nos lleva a conseguir la plenitud.  Y es que todos los personajes mencionados y el que aún no les presento, se encuentran en una encrucijada que nos demuestra que no somos sujetos estáticos, sino que evolucionamos, puesto que nuestro destino lo forjamos nosotros (y nadie determina quiénes somos si no se los permitimos).
    Luego, por fin tenemos al villano de la obra: un clásico oponente, entre los mejores de Marvel, que solo ahora podemos apreciar en su real magnitud y que el guión reinterpreta de una manera inteligente, contentando tanto a los marvelitas más acérrimos, como al público en general.
     La presente película que hoy nos reúne está tan bien hecha y acapara tanto nuestra atención, que en ningún momento echamos de menos guiños a sus predecesoras.  De hecho, prácticamente se sostiene en mostrarnos al resto de la población mundial, algo que solo habíamos divisado en Doctor Strange: la comunidad oriental, específicamente china (por razones obvias).  Es así que nos encontramos con un montón de diálogos en chino, incluyendo el extenso prólogo, además del papel destacado que se le da a la misma cultura de dicha comunidad y sus tradiciones, siendo la primera vez que se dedica Disney/Marvel a profundizar en aspectos de este tipo sobre tradiciones reales y no ficciones “idealizadas” como la de Wakanda que podemos en Pantera Negra.  Por otro lado, es por esta misma razón de resaltar los valores orientales, que uno de los 'invitados" de importancia dentro de la trama, viene a ser nada menos que el simpático compañero del Señor de las Artes Místicas (también de origen oriental).  Pero acompaña al anterior, en una graciosa secuencia, otro viejo conocido y este del UCM en su primera etapa, al que no veíamos desde largo tiempo.  Sin embargo, pese a la presencia del buen Wong (que no es el mismo de los cómics, como bien sucede con muchos personajes de estas adaptaciones; que son "revisados" para hacerlos más atractivos a la mayor parte de la audiencia, que no sabe de ellos, a diferencia de los más ñoños de la casa), es con la incorporación inesperada de otro secundario de peso, que tenemos presente la habilidad del UCM, para jugar inteligentemente con la materia de sus éxitos pasados (algo que la competencia solo ha logrado conseguir de manera muy superficial); no diré quién es, para no matarle la sorpresa a quien no ha visto aún esta joyita; aunque sí mencionaré que el actor que está detrás de este, es uno de los mayores artistas que han enaltecido con su trabajo esta seguidilla de producciones.
     Para terminar, dos buenísimas escenas de postcréditos nos regala esta obra, siendo la primera de ellas la más relevante, ya que tiene que ver con eventos que veremos en próximas entregas de estas películas; además, volvemos a ver gracias a esta a dos queridos justicieros marvelitas.

                         
                                                               Tráiler N° 2 en español.

miércoles, 15 de septiembre de 2021

Lo que pasó antes.


     La bizarra, rupturista y popular serie de televisión de Twin Peaks, había sido cancelada antes de cerrar el resto de los arcos argumentales, que desarrolló tras resolverse el misterio de la muerte de Laura Palmer; fue entonces que su co-creador, David Lynch, nos sorprendió al año después de su término con una maravillosa película y a manera de precuela de los eventos de su programa.  Es así que Twin Peaks: Fire walk with me (1992, Picos Gemelos: El Fuego camina conmigo), nos cuenta los eventos previos a la muerte de la malograda muchachita, de modo que vamos siendo testigos de cómo esta va cayendo en el vórtice que la lleva a ser víctima de una fuerza maligna superior y cómo se van disponiendo las fichas para ello; por lo mismo, el buen cineasta comienza incluso con el caso previo al de Laura, el de Teresa Banks, de quien oímos hablar los que disfrutamos del show y que ahora nos enteramos que está mucho más ligado a la posterior mártir.
    El ingenio de Lynch se volvió a adelantar bastante una vez más a su época, puesto que cuando realizó esta producción aún faltaba un resto de años, para que nos acostumbráramos al concepto de precuela, el que todavía no se introducía de en ideario popular y en el lenguaje cinematográfico (en todo caso este ya tenía unos cuantos antecedentes fílmicos aislados y bien provenía más del campo de la literatura ñoña, pues el término se acuñó a raíz de una novela de ciencia ficción de James Blish) y ya luego con el estreno del Episodio I de Star Wars, La Amenaza Fantasma (1992), vendrían a aparecer otras historias de este tipo… Aunque antes de todas ellas (unas muy buenas y otras decepcionantes), estuvo esta película que hoy nos reúne y que es todo un placer, no solo para los huérfanos de la citada serie, sino que para los seguidores de su realizador y los amantes del buen cine en general (y más si gustan de mezclas tan extravagantes donde el terror, el policial, la comedia absurda y el surrealismo se unen, para entregarnos a personajes de lo más curioso, algo que a Lynch le resulta tan bien).
    Uno de los puntos destacados de este título, viene a ser que nos encontramos con la mayoría de los personajes que se robaron nuestro corazón, comenzando por el buen agente Cooper (un tipo noble como los que nos gustaría encontrar en la vida real) y a ellos se suman la de talentos que se unen al equipo de actores que ya conocemos.  Aquí hayamos a estrellas de la talla de Kiefer Sutherland (¡Guapisimo!), David Bowie (¡Ídolo!), acompañados de Chris Isaak y de veteranos ya con renombre como Harry Dean Stanton y Jürgen Prochnow; cabe mencionar que los dos últimos en pequeños papeles y más como favor/amistad a Lynch, puesto que habían tenido incursiones para su cine en piezas anteriores.
    Todos los otros actores que aparecen aquí repiten sus papeles, si bien una de ellas y que tiene un rol bastante relevante, Lara Flynn Boyle, quien hacía de la mejor amiga de Laura Palmer, no quiso participar ¿La razón de ello? Las atrevidas escenas de sexo que aquí vemos, que más encima son realizadas por sujetos que se suponen son menores de edad y que sirven para mostrarnos en toda su crudeza la doble vida de la protagonista.  Y en cuanto a esta última, la preciosa Shery Lee, logra darle unos matices increíbles a su conflictuado personaje, acompañada por un guión solvente y que la convierte en toda una víctima propia de tragedia griega.
     Hay muchos momentos inolvidables en este filme que, sin dudas, se encuentra entre lo más granado de la década. Cabe mencionar que la música, una vez más, estuvo realizada con mucha emotividad por Angelo Badalamenti, quien recreó su hermoso tema principal y volvió a trabajar con Julie Cruise, quienes nos vuelven a dar una nueva canción hermosa y que disfrutamos durante uno de los momentos más visualmente mágicos de esta obra.  La verdad es que tal como se dijo, tenemos mucho para deleitar nuestros sentidos con la presente producción, considerada como uno de los aportes más significativos de su responsable al séptimo arte. No es un largometraje para el público masivo, pero su calidad es innegable y por ello tanto los amantes de Twin Peaks como los espectadores más exigentes y sensibles la adoran.
    Para terminar, por motivos ajenos a David Lynch, este tuvo que cortar más de una hora de metraje a su cinta; varias de estas escenas bastante significativas, divertidas y que contaban con la labor de muchos de los actores que salieron en la tele, aunque en la versión para el cine nunca pudimos ver.  Fue así que, respondiendo a la solicitud de sus seguidores, el director las “rescató” e hizo un cuidado trabajo de montaje y remasterización, lo que luego fue lanzado bajo el nombre de Twin Peaks: Fire walk with me, the missing pieces (2014).  Se trata de una hora y media que nos devuelve una vez más a todos esos personajes que tanto queremos, dándonos datos de relevancia para comprender mejor el drama de Laura Palmer y los suyos, así como para hacernos sonreír en más de una ocasión.

                                 
                                                                           Tráiler.

domingo, 12 de septiembre de 2021

Star Wars llevado a los más altos terrenos de la ciencia ficción literaria.


I. Para comenzar.
 
   Grandes escritores de la llamada ficción especulativa han incursionado en el popular universo de Star Wars, de seguro la mayoría (o todos) por encargo;  aunque de seguro disfrutaron al poner su propio granito de arena, al darle mayor realce artístico a estas narraciones de tipo masivo, que otros ejemplos más complejos del género.  Es así que, entre lo más granado de estos ejemplos, podemos hallar textos de gente como Vonda McIntyre, Terry Brooks y Ken Liu... Pero antes de todos estos se encuentra Alan Dean Foster, toda una leyenda, quien aparte de su prolífica carrera con sus propios títulos, se dedicó a novelizar un montón de filmes, formato al cual le dio la calidad suficiente como para convertir en todo un gozo la lectura de tales piezas (y no solo para los fanáticos de dichas producciones).
     Aparecida en 1977, el mismo año del estreno del Episodio IV, posteriormente llamado Una Nueva Esperanza, da la impresión de que fue escrita tomando un guión básico o la primera versión de este, antes de que llegara a las pantallas el filme en el que se basó ¿Por qué razón me atrevo a decir lo anterior? Puesto que hay numerosos detalles de la cinta en cuestión, que no aparecen en el libro, como la presencia de más alienígenas en la historia, en especial en lo que se refiere a los miembros de la resistencia en contra del imperio; pero tales aspectos son poca cosa, si se considera el talento con el que su autor dota a las líneas, párrafos, capítulos y páginas, a través de los cuales nos introduce en el maravilloso mundo de Star Wars.
 
2. La trama.
 
    A estas alturas suponemos que "todo el mundo" sabe de qué va el argumento o que al menos ubica a sus personajes principales; sin embargo, no es así y por mi parte conozco harta gente inteligente y con buen gusto que nunca le ha dedicado su tiempo a esta serie.  Igual para referirme a los aportes de nuestro autor a esta novelización, es menester al menos contar unas cuantas cosas sobre “las aventuras de Luke Skywalker", que aquí uso el subtítulo que se usó para la edición en su lengua original, luego del nombre genérico de Star Wars.
    Un muchacho "campesino" en la veintena de su vida, se encuentra con dos androides que compra su tío para servir en la cosecha que se avecina; este evento cambiará su vida para siempre, puesto que uno de ellos lleva consigo una valiosa información, que puede ayudar a desestabilizar al imperio galáctico, el cual controla con mano de hierro a la región.  Es así que acompañado por los dos robots, conoce a unos cuantos más personajes carismáticos, con los cuales se embarca en el comienzo de una vida de aventuras, que esperó por años tener y enfrentándose heroicamente a los peligros que significa oponerse a los villanos.



 
III. El libro.
 
    Cuando uno lee la novelización, luego de haberse visto la película una y otra vez (así como revisado todos los homenajes y parodias al respecto..., que son muchos), resulta imposible no darle a los personajes el rostro de sus actores y darle a la ambientación el aspecto fabuloso de su puesta en escena.  No obstante, quién aquí escribe no ha vuelto a contemplarla desde al menos un par de décadas, así que muchos de los acontecimientos que en sus páginas se describen o bien resultan nuevos o se aprecian ahora con una dimensión que les da otros beneficios adquiridos.
    En la práctica, Alan Dean Foster sigue el desarrollo de las escenas del largometraje, si bien lo magnífico de su trabajo, radica en cómo describe a los héroes y villanos que hoy en día forman parte del ideario colectivo.  Para lo anterior usa un lenguaje muy expresivo y donde la profundización en su psiquis y pensamientos, los humaniza más aún, en especial cuando se trata de caracterizarlos y hacer que evolucionen (esto es en Luke y Han Solo).  Los protagonistas y antagonistas son tal cual los conocemos, si bien es plausible cómo el escritor consigue hacer que su personalidad sobresalga, ya no por la actuación de los histriones que los encarnaron, sino que por cómo los fue dotando de vida; al respecto, obvio que Darth Vader sobresale, si bien la misma princesa destaca como alguien que sale del estereotipo de damisela en apuros y tampoco podemos olvidar al mítico Obi-Wan Kenobi (que igual no sale tanto y eso nos deja con gusto a poco).
     Muchos diálogos están tomados del libreto cinematográfico, aunque más de uno debe haber nacido de la mente del novelista, quien los introduce con soltura y en especial nos hace sonreír con las intervenciones de C-3PO de la manera en que no los cuenta y hasta le otorga chispeza a los dimes y diretes entre Leia Organa y Han Solo (quien no es tan galán acá, como lo es en los hombros del guapo Harrison Ford).
     Diferencias respecto a la cinta de George Lucas (quien supuestamente es el autor del libro, tal como sale en las primeras ediciones, ya que Alan Dean Foster ofició como "escritor fantasma", aunque luego se supo la verdad sobre su verdadero rol al respecto), radican en la presencia de un amigo de infancia de Luke, quien toma un papel fundamental en la historia como personaje secundario y que la infame Estrella de la Muerte, acá sigue siendo una espantosa arma genocida, aunque no posee un nombre propio y se le tilda no más como una gigantesca estación espacial.  Por otro lado, la famosa escena que se agregó en la Edición Especial de los noventa, donde aparece el malhechor Jabba (quien solo tuvo su debut en la tercera entrega, ya en los ochenta, por temas de presupuesto), aquí sí está y con ello queda expresado que Lucas lo tenía considerado, desde antes que pudiera concretarlo en pantalla con espectacularidad.
     El libro en español cuenta con unas 270 páginas aproximadamente, se lee rápido, aunque se toma su tiempo para que vayan apareciendo cada uno de los personajes famosos, que un lector conocedor de la saga espera con ansias. Ignoro si será así en el texto en su lengua original, pero llama la atención de que cuando se habla de La Fuerza, se le mencione con minúsculas y no como el nombre propio de la energía que es tan valiosa en esta saga.

La espantosa portada de la primera edición en español... ¡Que es la que posee su humilde servidor!

 

martes, 7 de septiembre de 2021

¿La mejor película del DCU en años?


I. Los intentos por conseguir un verdadero bombazo.
 
     Bien es de conocimiento público y en especial de los más ñoños de la casa, que desde que se inició el llamado DCU, o sea, las películas de DC Universe para el cine y de imagen real, con la intención de competir con el UCM (es decir, las películas de Marvel para el cine amparadas por Disney… ¡Que compró los estudios!), el resultado ha sido de lo más irregular, no con tantos aciertos como se quisiera y con hartas decepciones o filmes mediocres (que al menos no encuentro ninguna francamente mala, que obviamos la versión de Liga de la Justicia para el cine, ya corregida con creces gracias al Corte de Zack Snyder).  Y es que por apurarse ante el deseo de conseguir su propio trozo de la torta, tras los éxitos marvelitas, que se iban sumando año a año luego del estreno de Iron Man, se notó que le faltaba la cohesión que tantas divisas le dio al otro bando.  Más encima, liderados por el buen Zack Snyder, se optó por darles un tono oscuro (adulto, violento y serio) que en muchos sentidos no solo contrastaba con sus rivales, sino que terminó por agotar demasiado rápido su propuesta.  Debido a lo anterior, películas como Batman versus Superman, por igual la mencionada versión para el cine del equipo más famoso deceísta e incluso la primera película sobre el Escuadrón Suicida, tuvieran un montón de críticas, lo que se arregló en parte cuando salieron las versiones extendidas de estas (aunque no fueron tan vistas por el público, salvo quienes las compramos en su edición en blu-ray, que ignoro si se encuentran en algún sistema de streaming).  Pero hay que ser justos y las películas en solitario de Wonder Woman, Aquaman y ¡Shazam! mejoraron el panorama, más positivas y al estilo de lo que el UCM nos ha ido acostumbrando, pero aún estaban lejos de llegar al nivel de los grandes crossovers fílmicos de Marvel; solo se pudo conseguir tan anhelado deseo, en parte, cuando este año  vio la luz la consabida versión de Snyder de su película más ostentosa.
    He mencionado de manera somera Escuadrón Suicida, un largometraje al que le tengo cariño y que en su momento me hizo escribir nada menos que dos post inspirados en su metraje; todavía me gusta, aunque con suerte me llega a entusiasmar al nivel de las producciones del UCM, incluso de aquellas sobre cómics de la Casa de las Ideas que no son de esta seguidilla, en especial las anteriores (como la trilogía de Spider-Man por Sam Raimi o la injustamente vapuleada por muchos Daredevil…) ¡Y para qué hablarles de la seguidilla mutante que tanto amo! (en especial las de mi adorado Wolverine y las muy graciosas de Daedpool).  Pues a mucha gente no le gustó dicha obra, considerada entre lo peor del DCU (lo que no me parece y es que nadie puede negar que lejos, LEJOS, lo más deficiente de sus ofertas es la aburridísima Aves de Presa), quizás porque solo dos de sus personajes eran populares para el público masivo (Guasón y Harley Quinn) y el resto, si bien entre los amantes de las historietas son bastante relevantes y habían aparecido en numerosas adaptaciones animadas y de imagen real, no eran lo que bien podríamos tildar de populares.  El tema, es que lo mejor que le pudo salir a esta apuesta fue el debut de la villana/antiheroína, estupendamente encarnada por la preciosa Margott Robbie.  Por otro lado, igual no fue resultaron tan estrepitosas las recaudaciones de esta cinta y pese a que no fue lo que se quiso de ella, se continuó con la idea de hacer una secuela, la que en un principio haría el mismo director que realizó la primera, David Ayer… Entonces fue cuando los planes cambiaron, cuando Disney/Marvel mismo y sin desearlo, le concedió la oportunidad a DC para conseguir a uno de sus mayores artífices de éxitos.
 


II. En el amor y en la guerra todo se vale.
 
    Pese al pasar de los años y a que Disney se supone ha ido mejorando su política oficial por terrenos que “celebran” la diversidad (étnica, cultural y sexual), la multinacional del Ratón Mickey en muchos aspectos continúa siendo tan conservadora y preocupada por el “qué dirán”, como en sus años más dogmáticos.  Fue que debido a unos viejos comentarios en redes sociales (ignoro con qué grado de responsabilidad y/o irresponsabilidad) de parte de Sean Gunn, el director y guionista de esas dos joyas que son las películas sobre los Guardianes de la Galaxia y que los incomodaron cuando salieron a la luz, optaron por no querer verse más relacionados con su persona; de ese modo, cayeron en el juego de la espantosa “cultura de la cancelación”, despidiéndolo cuando ya estaba preparando la tercera película, sobre el “desconocido” grupo que él había conseguido llevar a la fama.  Así que como Gunn estaba disponible y como había demostrado su capacidad para hacer verdaderamente entrañables, para el público masivo, a los personajes más raros de los cómics, amén de lograr una cinta que dieran grandes divisas a los productores, no dudaron en olvidarse de Ayer y firmar un buen contrato con el ex empleado de la competencia (tema viejo ya entre ambas empresas, en los cómics me refiero, donde solo unos pocos guionistas y dibujantes se han quedado en un puro lugar y es que hasta Stan Lee flirteó con DC…  Y para qué hablar del paso de los actores de un “universo” a otro como Zachary Levy y Ben Afleck, que de Marvel se pasaron a DC y ahora se habla de que Henry Cavill se va a ir a Marvel para hacer de nada menos que de Hércules)
   Estrenada a mediados de este año, se trata de una película que ha causado sensación en muchos sentidos, aunque en general con respuestas positivas por parte del público y la crítica Antes de ir a la trama, debemos recordar qué es el Escuadrón Suicida en sí: Pues este corresponde a un equipo de individuos con habilidades extraordinarias, los que se llaman metahumanos en DC, que por lo general son criminales a los que se les ofrece reducir su condena y a cambio de trabajos de carácter “suicida” para el gobierno.  Sus integrantes, por lo general de carácter rotativo por razones obvias, realizan su labor manejados por la mano dura de Amanda Waller, quien lleva a cabo los reclutamientos y el seguimiento de las misiones en el más estricto de los secretos.
    Luego de tener claro qué es este super equipo, podemos saber de lo que va en pocas palabras el filme que hoy nos reúne.  Una “república bananera” latinoamericana se ha vuelto un peligro para el mundo (y en especial para USA), de modo que deciden al más puro estilo “nosotros somos los héroes y quienes mandamos”, mandar más de un pelotón a eliminar al nuevo dictador y a los suyos.  Sin embargo, lo que parece que va a ser algo simple no lo es tanto, puesto que el arma que tienen sus adversarios es algo nunca visto antes.  Luego, ante un conflicto de tales dimensiones, el trabajo entre sujetos tan dispares y en la práctica parias dentro de la sociedad, no solo se complica y hace más difícil, sino que hace surgir lo mejor que había escondido dentro de ellos (la mayoría) y lo peor de lo que ya era la escoria del mundo libre gringo.
 
III. El aporte de Sean Gunn.
 
   Es obvio que el realizador sabe escribir una muy buena historia, usando personajes de toda índole y sacando algunos de los más raros de entre las viñetas, como incluso rescatando varios nombres olvidados de esta.  Luego consigue darles una increíble caracterización, que no tenían en sus versiones más ridículas, así como hacer que sus individualidades funcionan tan bien en equipo, entre inesperadas amistades y graciosas enemistades entre sí.  Además, consigue usar de la manera más ingeniosa y divertida, elementos varios de estos cómics, entre lugares y verdaderos íconos de tales historias.  Respecto a la última virtud suya mencionada, es que destaca por sobre todo el nombre de Starro, una entidad clásica dentro del universo deceísta, que solo los ñoños de más “rancia alcurnia” ubicamos y que en este caso llega a provocar ovaciones orgiásticas en el público de este tipo.  Por último, la suma de toda esta mezcla conseguida con tanta genialidad, no deja de provocar interés en el resto de la audiencia, la que se encuentra ante ideas tan “locas” y entretenidas, que son recursos habituales en el noveno arte, pero que Gunn logra llevarlas con tanta espectacularidad a la pantalla grande. 
    Por otro lado, el director también hace un estupendo trabajo detrás de la cámara, sacando lo mejor de los actores, donde tenemos verdaderos talentos ya consagrados, como el siempre solvente Idris Elba (a estas alturas uno de los histriones afroamericanos a los que más estimo), la también morenaza Viola Davis (¡La adoro hace rato!) y un en ascenso John Cena (quien nos regala a los interesad@s en él, una escena que con gusto no olvidaremos, je).  Asimismo, la preciosa Margot Robbie se redime tras la porquería que la tuvo como protagonista (no la menciono no más, porque no vale la pena… ¡A la infame película me refiero!) y el veterano Peter Capaldi está irreconocible como uno de los villanos, tan gracioso igual, que resulta todo un placer ver cada una de sus intervenciones.
     No podemos olvidar cómo nos engaña, con tanta inteligencia, Gunn casi a principio de su nueva cinta, haciendo que la trama tome un giro inesperado, otro detalle valioso.  De igual manera, cabe destacar su lealtad a dos actores por los que se nota siente aprecio y que ya estuvieron con él durante su carrera junto a la competencia; del par mencionado, es Michael Rooker el que lejos se roba la película, en su breve y potente participación (que el otro es Silvester Stallone, que aquí está “irreconocible”).  Por otro lado, maravilloso el equipo de segundones que hizo acompañar a la “perra” de la Waller, quienes le dieron un sentido mucho más atractivo y cómico, a todo lo relacionado con esta mujer con tantos cojones. Asimismo, el discurso político que está implícito detrás de este espectáculo, que se nutre del juego de poderes entre el imperialismo gringo y las dictaduras de los países pobres, a los que manipula a su antojo, es algo bastante valiente de su parte y que hay que aplaudir.
     Mucho colorido, jocosidad y hasta una que otra escena emotiva, en esta pieza que celebra lo más entretenido que puede ser (en el sentido más ligero de la palabra) un cómic de “superhéroes”, sin estos paladines y dosificado con violencia para el público adulto, que quiere algo distinto al típico producto familiar del UCM, aunque sin perder la luz de la que adolecieron los productos más serios de DC (incluyendo la sacrosanta Trilogía de Batman).


                                                                             Tráiler.

viernes, 3 de septiembre de 2021

Gracias por las historias.


 I. Otra buena historia para disfrutar.
 
     De 2006 data la que es considerada por muchos, entre críticos especializados y sus llamados “Lectores Constantes”, una de las mejores novelas de Stephen King: La Historia de Lisey. Esta, como muchas de sus narraciones, corresponde a una obra donde mezcla a la perfección los elementos sobrenaturales, entre maravillosos y terroríficos, con el drama de personajes estupendamente delineados.  Es así que la mencionada obra, se constituye en una alegoría macabra, aunque llena de humanidad, sobre el arte de contar historias, el mundo personal (y privado) de sus artífices y la política del matrimonio, todos ellos temas que conoce muy bien el autor desde su propia experiencia y que en más de una ocasión ha abordado con ingenio y realismo, pese a los elementos fantásticos que por lo general acostumbra a usar; asimismo. una vez más nos regala un gran personaje femenino, en el cual deposita la parte principal de la trama, demostrándonos su capacidad para sintonizar tan bien con el otro género, aún siendo hombre.  Y es que King no solo ama a los monstruos, a los niños, a sus colegas y al rock, también adora la capacidad de las féminas para ser tan fuertes e inspirarnos a la hora de enfrentar los dilemas más grandes de la vida.
    Tal como dice su nombre, el argumento gira en torno a Lisey, la esposa de un connotado escritor y quien, tras la muerte de este, comienza a redescubrir facetas de su propia vida por años borrados de su memoria y por ella misma; pues, tanto la misma Lisey como su fallecido esposo, están ligados a un raro sitio de características mágicas, a medias entre el mundo de ensueño y las pesadillas, el cual poco a poco comienza a regresar a su vida para ya no irse nunca más.  Por otro lado, la heroína debe lidiar nada menos que un psicópata, un fanático del trabajo de su marido, que en contra de su voluntad desea hacerse con los manuscritos y trabajos inéditos de este. 

 
II. La miniserie.
 
    Pese al éxito indiscutido de la obra que hoy nos reúne (que la verdad no me lleva a hablarles hoy dicho libro en sí), se tardó un buen tiempo en concretar la existencia de una adaptación audiovisual de esta y eso que cuando King la escribió, ya hace rato que era un escritor consagrado.  Es así, que solo este año pudimos ver realizado tal anhelo de muchos, en pleno segundo año de la pandemia, pero bien valió la pena.  Dirigida por mi compatriota Pablo Larraín, quien ya había realizado un filme para Hollywood (Jackie, 2016, sobre la vida de la mítica esposa de John Kennedy y con nada menos que Natalie Portman en el protagónico) y una serie para HBO, igualmente elogiada (Prófugos, 2011-2013), una vez más su talento estuvo al servicio de productores extranjeros que le dejaron a cargo de los 8 episodios que comprende esta adaptación.
    Con guión de nada menos que de Stephen King, quien oficia una vez más de productor y nuevamente acompañado por su amigo J. J. Abrams (gran admirador de la obra del Tío Steve y con el que ya hizo la tristemente cancelada Castle Rock y la igualmente estupenda miniserie 22/11/63), es una muy cuidada versión de libro, que lejos resulta mucho mejor armada que esa decepción que es la nueva adaptación de The Stand.  Cabe mencionar que la gran estrella femenina de esta producción, corresponde a Julianne Moore, versátil actriz con un buen número de incursiones en los géneros fantásticos; quien, como es habitual entre muchos de los histriones que han participado en adaptaciones de la narrativa de King, se repitió el plato en tales obras, luego de su recordada interpretación de la inestable madre de Carrie White, en la versión de 2013 sobre la novela acerca de la malograda adolescente telequinética. Acompañando a esta, encontramos a Clive Owen, otro actor de renombre (No sé si será el maquillaje o qué, pero en comparación con la Moore, se ve bastante envejecido en esta ocasión).  Por otro lado, recordando lo dicho sobre la actriz principal y otros que como ella han hecho más de un trabajo sobre obras del llamado Rey del Terror, también logramos reencontrarnos con Jennifer Jason Leigh, a quien vimos en el esplendor de su carrera en los noventa, haciendo de la hija de Kathy Bates en Dolores Claiborne (una de las mejores cintas basadas en un libro de King).  Por igual, sobresalen la veterana Joan Allen, como la otra hermana de la protagonista, junto al rol realizado por la Leigh y Dane DeHaan, este como el psicópata que acosa a la heroína (y en verdad que está estupendo, recordando, luego, que hizo de un maravilloso Duende Verde en El Sorprendente Hombre-Araña 2).
     Cuando comenzamos a ver La Historia de Lisey lo primero que nos llama la atención (en el sentido más positivo de la palabra), corresponde a sus hermosos créditos de apertura, algo no esperado para una miniserie y que bien se echa de menos en la mayoría de las series de televisión actuales; bien artística y simbólica, es acompañada por el primer hermoso tema incidental que escuchamos, compuesto por Clark, un artista al cual tendremos que ponerle atención en sus próximos proyectos.  Luego tenemos la dirección de arte, partiendo por la casa de la protagonista y en especial por la piscina temperada que posee a las afueras de esta, rodeada de una increíble vegetación que es la antesala del misterioso mundo de  Boo'ya Moon, la tierra ubicada en una zona desconocida y fuera de este plano, donde solo unos pocos pueden viajar gracias a sus extraordinarias habilidades; allí habita una criatura monstruosa, a la que ridículamente llaman el Chaval Largirucho (de seguro el marido de Lisey y su hermano mayor, le pusieron así cuando iban a este lugar de pequeños), un ser al que vislumbramos apenas y solo en el último episodio llegamos a ver en su totalidad (genial diseño para este ser).  Cabe destacar los numerosos flashbacks, presentados de manera en verdad hermosa, en especial los relacionados con la infancia del escritor (los niños le salen tan estupendos al Tío Steve, quienes nunca pierden su naturaleza infantil pese a todo, a diferencia de los “niños adultos” de Orson Scott Card, tan inteligentes y maduros, que aunque sean carismáticos, pierden credibilidad).
      Reconozco la calidad de esta historia y, como no, de su adaptación hecha con tanto cuidado, que en ningún momento esta producción pierde consistencia y eso que pareciera que extendieron un poco más de la cuenta su desenlace (bien debió terminar todo en el episodio 7 y/o hacerlo de larga duración, en vez de acabar todo en el 8, con un epílogo tan largo).  La verdad es que pese a toda la buena llegada que tiene la novela original, esta es una de las pocas de su autor con las que no logré enganchar (las otras son The Colorado Kid, Dumma Key y Blaze… ¡Todas ellas editadas en español sin traducir su nombre!) ¿La razón? Me pareció poco creíble todo eso de Boo'ya Moon y raro eso, pues el Tío Steve en más de una ocasión ha tratado el tema de los viajes a mundos fantásticos (el mejor ejemplo la saga de La Torre Oscura, si bien recuerdo con mucho cariño su novela corta El Método de Respiración, con su impactante final donde el narrador llega a vislumbrar un paisaje de este tipo).  Por algo había olvidado casi por completo este título y solo me acordaba de unos cuantos detalles, incluyendo lo de la viuda de un escritor y algo de los susodichos Boo'ya Moon y el Chaval Largirucho; sin embargo, al ver esta miniserie que no dejó de divertirme y ponerme orgulloso por mi compatriota (al que de años antes ya que admiro), lejos lo que más me conmovió corresponde a cómo retrata el amor filial, primero desde el punto de vista de Lisey y sus dos hermanas y luego entre su esposo y el hermano de este; en verdad King logra darle tremenda humanidad a sus personajes, siendo que él mismo varias veces nos ha declarado su amor incondicional hacia su hermano y nos ha contado acerca de este compañerismo en obras más famosas suyas como It… Pero mejor que cada uno se haga una idea de esta singular obra, que su servidor no tiene la verdad absoluta detrás de sus impresiones subjetivas.


Créditos de apertura.

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