jueves, 31 de marzo de 2022

¡Cobra Kai golpea primero!


 
    Tras un final de temporada tan impactante, en el cual varios de los coprotagonistas juveniles comenzaron de la peor manera su nuevo año escolar, el retorno de la serie era seguro que iba a estar cargado de emoción y adrenalina pura.
    Las cosas no están fáciles ni para los menores, ni para los adultos, quedando demostrado que la edad no es sinónimo de equilibrio, ni de control absoluto de nuestras vidas.  Hay mucho que se podría contar sobre lo que se viene este año, pero mejor descubrirlo por uno mismo y solo referirse a uno que otro detalle (que el arte de todo esto, se encuentra en no caer dentro de los malditos spoilers).   Solo diré que los muchachos no las tienen fácil, quién con un dilema más difícil que el otro y, por lo mismo, están pagando el costo de sus apresuradas decisiones en sus cortas vidas; no obstante, está en la flexibilidad para aprender de manera rápida, que estos adolescentes senseis nos dan lecciones a los más "viejitos".
    La tercera temporada llega con momentos muy emotivos, lágrimas, risas y suspiros, todo gracias al retorno de un trío de viejos personajes de las películas que inspiraron este show.  Los años no han pasado en vano y con ello llega la sabiduría- en el mejor de los casos- haciendo que los reencuentros resulten más emotivos que nunca y los "veteranos", como quien aquí escribe, amemos esos fanservice que nos otorga la serie más que nunca.
    Cabe destacar el arco argumental dedicado al gran villano de la serie, centrándose en su pasado y que nos muestra su juventud para hacernos testigos de su descenso al "lado oscuro"; sin embargo, no es por completo alguien malvado y es en su humanidad retorcida que radica su atractivo.
    La tercera temporada supera las emociones del término de años anteriores, con la promesa de un giro en los acontecimientos en verdad sorprendente.  Luego, lo que vendrá, recalca la idea de que Johnny y Daniel son distintas caras de la misma moneda, de que sus vidas se encuentran enlazadas y no porque son los rivales perfectos entre sí, sino debido a que hay gente opuesta a nuestro alrededor, porque el destino desea que crezcamos y tengamos a verdaderos pares a nuestro lado (no iguales a nosotros, pero sí con muchos puntos en común, para que aprendamos de tales semejanzas y diferencias).
    La cuarta temporada significa el regreso de otro recordado villano del pasado, quien hace su entrada de la manera más increíble y dejando su impronta a lo largo de sus episodios, hasta el sorpresivo clímax.  Lo que nos espera es, sin duda, magnífico.   Por otro lado, tenemos a un nuevo personaje, tan interesante como el resto de los que aquí aparecen, un buen chico que nos enseña lo fácil que las malas decisiones nos pueden marcar, algo que hace rato ya debíamos haber tenido claro, quienes hemos llegado a considerar este programa como uno de nuestros títulos favoritos.
    Tras 4 años emitiéndose, Cobra Kai nunca pierde fuerza y es que con tan buenos guiones, tremendas actuaciones y preocupación por poseer la mejor de las producciones (equipo técnico y artístico incluidos), acapara la atención, tanto de quiénes crecimos adorando los viejos filmes, como de las nuevas generaciones.  Por el momento, a esperar con muchas ganas la quinta temporada.



viernes, 25 de marzo de 2022

Despidiéndome de William.


 

     Hace casi dos semanas atrás, el 13 de marzo del presente mes, nos dejó William Hurt.  Les estoy hablando de uno de esos actores que, a millones como este servidor, nos acompañó casi toda la vida, por medio de en un montón de películas que atesoramos y que forman parte de nuestros recuerdos del cine, como expresión artística relevante para nosotros; asimismo, más de alguna de las cintas en las que participó, un montón la verdad, se encuentran entre nuestras favoritas.
    De apariencia imponente y muy masculino, encarnó tantos roles diferentes, que era un verdadero camaleón, al punto de hacer tanto de héroe como de villano; su versatilidad le dio hasta para hacer de un homosexual afeminado de manera muy convincente, en una época en la cual el cine gringo aún no se habría con soltura a la comunidad LGTB (1985, El Beso de la Mujer Araña), así como para hacer un papel de mercenario, que en todo el metraje de la producción no emite palabra alguna y solo se comunica con el lenguaje gestual (2006, episodio Campo de Batalla, de la serie de televisión Pesadillas y Alucinaciones).
     Ganador de varios premios debido a su trayectoria y en especial gracias al mentado filme sobre la novela homónima de Manuel Puig, llegó a mi vida cuando yo era apenas un niño y prácticamente todo lo que me veía era en la tele, bastante censurado.  Fue entonces que cuando recién estaba en la primera década de mi existencia, que por la tele y en función nocturna emitieron Estados Alterados (1982), una rara cinta de horror y ciencia ficción que lo más probable en aquella época apenas comprendí y que hace rato tengo pendiente revisitar.  Corresponde esta a la típica historia moralista sobre un científico osado, quien cruza la línea de lo que nos corresponde conocer como simples mortales, teniéndolo de protagonista.  Cabe mencionar que solo estas pasadas vacaciones de verano, gracias a In the Search of the Darkness 2 (2021), documental fabuloso de más de 4 horas de duración sobre las películas de horror ochenteras, tal como su primera parte, pude recordar algo de lo maravillosa que era dicha cinta.


                                                            Tráiler de Estados Alterados

     Eran los tiempos del VHS y de los arriendos en videoclubes de tales cintas, y cuando, además, compraba dos revistas de cine por medio de las cuales acrecentaba mis conocimientos al respecto, que supe de la existencia del filme que le concedió el reconocimiento mundial.  El Beso de la Mujer Araña llegó con retraso a las estanterías a mi país y yo era en aquel entonces un adolescente cinéfilo que veía mucho “cine arte”, aparte de mis amados clase B y “pelis de género”, que estas últimas siempre serán mis predilectas.  Tengo pocos recuerdos de esa celebrada obra, pero sí tengo muy claro que me impactó ver a William Hurt, como esa adorable “loca” que contrastaba tanto con el viril personaje interpretado por Raúl Juliá; ambos reos en una prisión de una dictadura latinoamericana.  Obviamente es el momento de echarle un ojo como adulto.
     Por esa dorada época de temprana juventud, cuando tenía un hambre tremendo por el séptimo arte “de autor”, me interesé por Win Wenders, un cineasta alemán de renombre que hoy en día no acapara mucho mi atención, que digamos. Es así como ambos, cineasta e histrión trabajaron juntos en un raro largometraje de ciencia ficción llamado Hasta el Fin del Mundo (1991).  Solo puedo decir que es sobre un viaje y tecnología avanzada ¿Relacionada con los sueños? Esta sí que no la volvería a ver, ya que hoy en día no me llama la atención el cine muy intelectual.
    Su participación en la versión cinematográfica de La Peste (1992), novela de Albert Camus que me impactó mucho tras leerla para el colegio, fue algo que me dejó con sentimientos encontrados y es que no podía negar el valor de su actuación; sin embargo, la adaptación en sí no logró convencerme, cuando aún siendo demasiado inexperto esperaba que las películas sobre lecturas que tanto disfruté, fuesen iguales a la imagen mental que me hice de tales títulos al tenerlos en mis manos.
    Mejores recuerdos tengo de Dark City (1997), cinta de ciencia ficción de culto y que fui a verla al cine con muy poco conocimiento de ella, salvo que se trataba de una obra maestra.  Acá le tocó hacer de un detective que investiga un caso muy raro y que resulta ser nada menos que la intromisión de una poderosa raza extraterrestre, en la vida de toda una comunidad de humanos.  La verdad es que no recordaba que aparecía en este largometraje que tanto adoro y solo cuando revisé su filmografía, tras enterarme de su fallecimiento, se me vino a la cabeza su imagen dentro de esta historia que se adelantó a Matrix.
     En 1998 acudí al cine muy entusiasmado, a ver la adaptación al cine de un programa televisivo bastante antiguo que seguía de niño, aunque a medida que fui creciendo dejó de interesarme: Perdidos en el Espacio.  La verdad es que se trata de una cinta olvidable, pese a tener a grandes actores aparte del propio William Hurt, entre ellos a Gary Oldman, haciendo este una vez más de sus fascinantes villanos.  Hurt aparecía con barba muy cuidada y se veía estupendo con su traje de cosmonauta, patriarca de la familia protagonista de este revival noventero, que debido a sus malas críticas y fracaso comercial no consiguió convertirse en franquicia.  Un par de años después, para mi Memoria como Profesor de Catellano, confeccioné una edición en VHS sobre imágenes de robots en series y películas; fue así que usé una escena del robot de este filme, como uno de los ejemplos que quise mostrar a mis profesores y es que mi trabajo era sobre los robots en la literatura de Isaac Asimov, cuyas influencias quise presentar en versiones audiovisuales.


                                                      Tráiler de El Beso de la Mujer Araña

     ¿Cómo no iba a formar parte de mi propia historia personal William Hurt, si estuvo tan ligado al cine de ciencia ficción que tanto adoro? Era 2001, cuando estrenaron Inteligencia Artificial, emotiva película del género dirigida por Steven Spielberg, basada en un cuento de Brian Aldiss.  Les hablo de una historia que vez que la veo me hace llorar como una quinceañera y donde nuevamente nuestro desaparecido actor hacía de científico; no es mucho lo que aparece acá, pero resulta sobrecogedora su imagen paternal y a la vez tan solitaria. En verdad ya es hora de volver a disfrutar de tan hermosa obra.
     M. Night Shyamalan es uno de mis directores/guionistas favoritos y La Aldea (2004) es una tremenda producción suya, que hace más de una década tengo pendiente de revisitar por parte mía; fue así que debido a la incipiente reputación de este artista de origen indio, logró reunir en la citada película a un tremendo grupo de actores de renombre: Sigourney Weaver, Adrien Brody, Joaquín Phoenix y la entonces casi principiante Bryce Dallas Howard, quienes acompañaron a William en esta pieza llena de metáforas y moraleja, con otro de esos finales de Shyamalan que nos dejan con la boca abierta. No era una película “cara” y creo que Hurt, como el resto de sus compañeros de reparto, en realidad de puro gusto trabajaron bajo las órdenes de tan grande cineasta; pues teniendo en cuenta la enorme trayectoria del actor, queda claro que no todo lo hizo por simple dinero, ya que laburó en todo tipo de producciones, comerciales e independientes, gringas y de otros países.
     David Cronenberg es otro director que me fascina, aunque sus últimas cintas no las he visto y es que echo de menos su primera etapa como creador de filmes de horror gore y muy sexuales… Pues en Una Historia de Violencia (2004), tremendo título basado en un cómic “para adultos”, posee un pequeño papel como gánster; sin embargo, “se robó la película” y su labor en tan recomendable cinta fue muy alabada.  No recuerdo si la primera vez que aprecié esta joyita fue en el cine o lo hice en DVD; mucho tiempo después tuve la suerte de comprármela en blu-ray, junto a un par más de estupendos largometrajes de suspenso.
     Las últimas cintas para Hollywood que me vi de William Hurt, pertenecen al UCM, así que corresponden a adaptaciones de cómics Marvel, que tantas satisfacciones me han dado.  En ellas llegó a interpretar nada menos que al General Ross, un complejo personaje que es uno de los mayores rivales de Hulk/Bruce Banner y quien, sin ser un verdadero villano, se volvió rápidamente uno de sus mayores motivos de pesar.  Empezando por El Increíble Hulk (2008) y continuando con la estupenda Capitán América: Civil War (2016), también estuvo en las dos últimas cintas de los Vengadores, Infinity War (2018) y Endgame (2019).  El año pasado, para nuestra sorpresa, se repitió el papel con Black Widow, su despedida.  Habría ido genial verlo haciendo de Hulk Rojo, la versión gamma del mismo militar, que tanto odio alberga en su corazón para el buen Goliat Esmeralda y por lo mismo se convirtió en su versión fascista, para pelear puño a puño contra este.
    Cabe mencionar que William Hurt también trabajó para la pantalla chica y de ese modo en 2000, hizo de nada menos que de Leto Atreides, para la adaptación del libro homónimo que hizo la cadena Syfy.  Siendo el actor más famoso de esta producción de bajo presupuesto, su nombre estaba por sobre el resto de los actores principales, siendo que este apenas salía en el primer episodio de los tres que conforman la miniserie.  Para ser sinceros, no fue muy inspirada su participación y dicen que mayormente consiguieron que estuviera en dicho título, porque era un fanático de la saga.
    Si bien hizo varios trabajos más para la pantalla chica, no he contemplado nada más de esta faceta suya y por sobre lo anteriormente mencionado, lejos me quedo con su desempeño en Campo de Batalla, el primer episodio de Pesadillas y Alucinaciones.  Corresponde el mencionado show, a una serie que solo tuvo una temporada y, no obstante, maravillosa, basada en cuentos de Stephen King.  En el caso de este capítulo, que en total se hicieron 8 para el show, Hurt hacía de un despiadado asesino a sueldo y que se enfrentaba a una espantosa venganza de tipo sobrenatural.
   Como se habrán dado cuenta, mucho nos dejó William Hurt y yo no les he hablado ni siquiera de la mitad de su enorme legado… ¡Definitivamente tengo deudas con él!


                                       De regalito para ustedes: Campo de Batalla completito.

sábado, 12 de marzo de 2022

¡No me vengan con engaños!


    Un personaje como Batman no podía de dejar estar fuera de la pantalla grande o chica por mucho tiempo, luego del actual boom de producciones sobre cómics de superhéroes, ya sea en imagen real o animadas.  Es así que tras 3 películas interpretándolo en las últimas producciones al respecto, que hizo Hollywood teniendo al Murciélago como coprotagonista (Batman versus Superman y Liga de la Justicia) y apareciendo en un cameo (Escuadrón Suicida), al abandonar el papel Ben Afleck, era de esperar que otro actor tomara pronto el manto.  Y entonces se anunció The Batman, incluso antes del  estreno del Snyder Cut, sobre el equipo de superhéroes más famoso de DC y que arreglaba considerablemente el pésimo trabajo de Josh Whedon, para su versión cinematográfica de dicho grupo (permitiendo que el guapo actor se luciera más que nunca, detrás del rol de su soberbio Batman "madurón").  Sin embargo, se trataba de otra versión del famoso vigilante, fuera de la continuidad del llamado Universo Extendido DC; así que había que ver, cómo nos presentarían en esta ocasión al justiciero.
     Con un director como Matt Reeves , quien ya tenía a cuestas una muy buena reputación en los géneros de ciencia ficción, con títulos tales como Cloverfield y las dos últimas entregas de la trilogía del reboot de El Planeta de los Simios, era de suponer que su nuevo trabajo iba a ser de una calidad maravillosa, con mucho respeto a la figura del personaje y a su rica mitología.  Y entonces se supo que Robert Pattison haría de Bruce Wayne y de su alter ego, lo que provocó la primera polémica: ¿El actor que hizo de vampirito-que-brilla-para-jovencitas, en la saga de CrepusCULO, haciendo de nada menos que del Señor de la Noche? A muchos les pareció una falta de respeto; no obstante, quien aquí escribe en más de una acción defendió tal decisión, a sabiendas de que se trataba de un buen histrión y al que había que darle su oportunidad, para demostrarnos su talento delante de las cámaras.
    Cabe mencionar que la finalización de la cinta y su estreno se retrasaron varias veces, en parte no solo por la actual pandemia, sino porque su mismo actor principal se enfermó de Covid.  Habían razones de sobra para esperar una obra como esta, más pensando que teníamos a varios personajes clásicos en nuevas versiones, incluyendo a dos de sus grandes villanos y a la querida  de Gatúbela en una remozada variación.  Respecto a esta última, otra vez personificada por una actriz negra, que ya tenía antecedentes de hacerla de color y eso que en los cómics es blanca; todo gracias a la mítica serie de los sesenta y a la pésima cinta de principios de siglo, con la oscarizada Halle Berry haciendo de Selyna Kyle; así que no era para rasgar vestiduras, con esta otra "inclusión forzada". En suma, teníamos motivos de sobra para tenerle ganas a lo que se venía.
     Entonces me vi el fin de semana pasado The Batman, asistiendo lleno de altas expectativas, orgulloso llevando puesto una polera (sudadera o remera, creo que le llaman en otros países) con el escudo de mi superhéroe favorito.  En algún momento, antes o después de ver este supuesto espectáculo deceísta, me iba a sacar todo feliz una foto delante del afiche u otra posibilidad más sofisticada que hubiera en el cine.  De igual manera, estuve a punto de llevarme un vaso de colección de la película, que me iba a comprar de regalo el amigo con el que fuí; pero estos se encontraban agotados... ¡Quizás esto último fue para mejor!
    Sin ser una historia sobre "orígenes", aunque con un Batman en sus primeros años como tal, la película parte muy bien: con el propio Señor Oscuro narrándonos con voz en off, el papel que cumple en Gotham.  Luego debe lidiar con un psicópata, que está provocando el desastre en la ciudad, quien viene a ser nada menos que el Acertijo y cuya amenaza implicará usar todos sus medios para capturarlo, antes de que la ciudad se venga abajo.  Por otro lado, la misma cruzada personal y su seguridad peligran, puesto que este no se ve muy claro con el rol que ha decidido tomar y es que su enemigo parece conocerlo, de modo que intencionalmente está minando su mente y espíritu.
    A lo anterior, se agregan personajes tan caros a la cronología del Cruzado Enmascarado, como lo son la presencia de James Gordon y con cuyo cuerpo de policías trabaja activamente el "mayor detective del mundo" (luego de Sherlock Holmes, OBVIO), pese a la resistencia de algunos de sus miembros y siendo este detalle uno de los mejores elementos de la película; asimismo, aparece la mentada Gatúbela, con una relación menos compleja con este y a diferencia de lo visto en otras cintas, con ambos personajes en pantalla.



    Cabe rescatar la ambientación de un lugar ficticio tan famoso, como lo es la misma ciudad de Gotham, hace rato insertada en el colectivo mundial e incluido quienes no leen cómics; y es que el filme consigue retratar fielmente esta decadente polis, con sus sombras y miserias, gracias a los paisajes decrépitos que nos muestra; alejados del urbanismo moderno, que erradamente nos mostró Nolan en su recordada trilogía sobre Batman (y que más la hacía parecer Metrópolis, la ciudad de Superman).
    La producción pretende ser una versión "realista" del superhéroe, oscura y con una violencia más sugerida que explícita (esto último para tener más público en las salas, claramente) y como ha sido tendencia en el DC fílmico, desde los tiempos de Snyder.  No obstante, es debido a estas pretensiones "artísticas" que el resultado no fue de mi gusto, ya que ante tanta seriedad y anhelo de alejarse de la espectacularidad propia de los cómics, que me parece que esta pieza no le hace honor al material del que se inspira y, por lo mismo, llega a decepcionar a alguien como este servidor.
    Me atrevo a afirmar lo anterior, puesto que la manera de cómo retrata a Batman y compañía, carece del heroísmo y el sentido épico que se espera en una obra como esta.  En primer lugar, tenemos a un Batman/Bruce Wayne aquejado por sus miedos internos, para nada similar al hombre seguro de sí mismo que conocemos y amamos sus seguidores; es así que este "sucedáneo" no inspira y es un existencialista que, más encima con su peinado de chasquilla y cuerpo escuálido, para nada se acerca al macho alfa de otras producciones y viñetas donde aparece (según supe por ahí, su peinado está sacado de una novela gráfica en concreto, pero dicha estética puede funcionar en el dibujo y en vivo se ve ridícula y con mayor razón nos cuesta sacarnos la imagen del actor de "vampiro vegetariano", que también sale paliducho en esta ocasión).
     Los personajes de esta adaptación, no se parecen a los que deben ser: Bruce no aparenta ser el frívolo multimillonario playboy, para despistar y, en cambio, en cambio es tan taciturno como su personalidad secreta (todo el rato anda con el ceño fruncido, sin asomo de sonrisa alguno); esto es todo un error, ya que un elemento fundamental a la hora de caracterizar al Murciélago es la dicotomía entre su faceta diurna y la verdadera, que es cuando se encuentra en ambiente predilecto que es la noche y actúa como en verdad se siente ser. En todo caso, las 24 horas del día es un hombre aguerrido, un depredador humano y un protector que impone respeto con su sola presencia; sin embargo, Pattison no consigue dar esta imagen y es demasiado "niño bonito", que su actuación al menos a mí no me convence, menos el guión que lo minimiza tanto.
     Gatúbela, quien NUNCA se hace llamar así en la presente adaptación, no es la adorable descarada que debería ser y eso que pretendieron darle algo de su historia personal de El Largo Halloween (una de las mejores historias de Batman y esta misma).  Y en cuanto a su indumentaria, verla con un pasamontaña (aunque parece que no le complica sepan su identidad, puesto que se pasa casi todo el rato con la cara descubierta), en vez de con una máscara (o al menos con unas "orejitas"), me parece risible y hasta un insulto; por otro lado, de qué sirve otorgarle su famoso látigo, si en ningún momento lo usa en pantalla.
    En cuanto al gran villano del guión, parece cualquier desquiciado de un thriller, en vez del Acertijo. Su traje improvisado es propio para un sadomasoquista, que nada tiene del genio criminal comiquero y tampoco resulta ser alguien por quién podemos llegar a sentir simpatía, otro detalle valioso de la destacada galería de contrincantes del justiciero.  Podrían haberle puesto cualquier nombre y habría funcionado mucho mejor, que, más encima, hasta le cambiaron su  nombre civil y eso acaba con el importante juego de palabras que lo determina.
    Como plus, tenemos a otro villano célebre de Gotham para esta película: El Pingüino, a quien al menos sí le dan su carácter mafioso que lo ha hecho brillar en las revistas y adaptaciones varias que posee.  Encarnado por el guapo Colin Farell, quien se ve irreconocible con tanto maquillaje, algo logra mejorar esta propuesta, aunque... ¿Dónde están sus paraguas? ¿Acaso sienten vergüenza de usar este tipo de gadgets, tan caros al género? ¡En verdad, aunque me tilden de "ñoño jihadista", no les perdono ausencias como esta! Bueno, al menos jugaron algo con su estrecha relación con el Acertijo.
    El Alfred que tenemos, mucho mayor que Bruce por razones obvias, pese a ser cojo acá, tiene más masa muscular que su "amo" y carece de la personalidad irónica que lo hace tan único; y es que, luego de ser interpretado con tanto glamour por dos grandes de la actuación,  como lo son Michael Caine y Jeremy Irons (ingleses como el propio mayordomo), la versión del igualmente británico Andy Serkis, no se parece al Pennyworth que al menos yo esperaba (aquí demasiado serio, demasiado aburrido).
    Por último, como ya dije al comienzo de esta crítica, no me molesta que Selyna Kyle sea morena y declaro que en más de una ocasión el cambio de la raza de un personaje clásico (por la llamada inclusión), consiguió mi beneplácito y todo debido a la caracterización que se les otorgó; pero ya hacer que James Gordon sea negro, siendo que a la misma Gatúbela la "oscurecieron", me pareció demasiado forzado y al nivel de ridiculez del Perry White (que recordemos en inglés su apellido significa blanco), afro del Snyderverse.
     Otras cosas, que no son insignificantes: Acá no existe siquiera el más mínimo humor y con suerte el Batimóvil sale un par de minutos. Creo que no hay Batirangs, ni batinaves, ni nada que podamos llamar fanservice.
     Creo desde muy dentro mío, que un solo episodio de Gotham es mucho más fiel al canon batmaniaco, sin salir el mismísimo vigilante.  No digo que esta obra sea mala, aunque no es lo mío y mil veces prefiero el orgullo ñoño del UCM, que un producto como este, que se suponer ser serio; y si nos queremos poner "maduros", Logan, sin usar trajes, ni nada de eso, lejos supera a esta supuesta cinta basada en un cómic y que quiere vendernos la pomada de "profunda".
    Por último y aunque sea un pequeño spoiler... ¿Otra vez con el Guasón? ¡Váyanse a la mierda!

                                         
                                                Uno de los tantos tráilers: ¡Puro humo y espejos!

domingo, 6 de marzo de 2022

¡James Gunn la lleva!



1. El nombre/hombre detrás de todo.
 
     En 2014 se estrenó en cines en buena parte del mundo Guardianes de la Galaxia, una cinta de antihéroes de Marvel bastante desconocidos para la mayoría, la cual batió récords de taquilla e hizo que sus entrañables personajes se ganaran el corazón de buena parte del público; unos años después, en 2017, llegó la secuela y esta también con todos sus actores principales en pantalla… Cabe mencionar el importante detalle de que el director y guionista de ambas películas, era un tal James Gunn
     ¿Y quién era este sujeto que consiguió tales éxitos, al hacer que personajes de segunda línea hasta entonces, lograran el estatus de estrellas a la par de los archipopulares Capitán América, Spider-Man y Thor? Pues se trataba de un artista que ya llevaba un buen tiempo haciendo carrera en el cine, primero en producciones de la Troma (empresa de películas “Serie Z”, de muy bajo presupuesto y pertenecientes a géneros de terror, ciencia ficción, artes marciales u otros), quien luego fue escalando a grandes producciones hollywoodenses, hasta conseguir que Disney/Marvel se interesara en él. 
     La relación entre el cineasta (también actor) y el poderoso imperio mediático iba muy bien, hasta que unos viejos comentarios de Gunn en las redes sociales, de carácter misógino y en general poco políticamente correctos, salieron a la luz (obviamente con malas intenciones); de modo que los censores de la moral del poderoso imperio mediático, decidieron despedirlo de sus futuros proyectos juntos, para no ser involucrados en su supuesto descenso en el intento de cancelarlo. 
     Fue cuando entonces, nada de tontos, los DC aprovecharon que estaba disponible y lo llevaron a sus cuarteles, para que este se encargara de revitalizar al Escuadrón Suicida, luego del desastre que fue su inicial incursión en la pantalla grande; así que le encargaron hiciera una secuela, que les permitiera conseguir un triunfo, como el que desde hace tiempo andaban buscando con sus personajes de cómics (y que solo habían logrado de manera irregular). Debido a la actual pandemia, recién se pudo estrenar a mediados del año pasado El Escuadrón Suicida (la segunda parte, que tontamente posee ese nombre engañoso y donde solo le agregaron el artículo que antecede al nombre del equipo, para diferenciarlo de la primera parte).  No recaudó los millones que se esperaba en las salas, puesto que igual en aquellos tiempos aún no era tanta la audiencia que iba a los teatros, debido al miedo y a las restricciones por el Covid-19; no obstante, la crítica y el público ovacionaron la labor de Gunn y del resto de sus responsables, convirtiéndose en todo un éxito en streaming.
     Con tan buen material a manos de los productores y del propio realizador, quien rescató esta vez para la Distinguida Competencia a varios de los personajes más estrafalarios y desconocidos de sus revistas, dándoles inolvidables reinterpretaciónes, se decidió darle a uno de estos su propio show televisivo y así continuar insuflándole vida al decaído Universo Extendido DC; el elegido, nada menos que Pacificador (Peacemaker), un asesino de lo más curioso, que pese a su errática personalidad logró hacerse simpático para la gente, siendo que fue interpretado con carisma por el masculino (y guapo) John Cena.  Así que Peacemaker, junto a un par de caras también conocidas, más varios nuevos personajes muy interesantes, llegaron a nuestras casas gracias a HBO Max, siempre de la mano del mentado James Gunn.
 
2. ¿Quién es Peacemaker?
 
     No solo Marvel y DC han creado superhéroes en Gringolandia, que debemos recordar que ese tremendo personaje que es Shazam era originalmente de Fawcett y que solo en los setenta comenzó a ser publicado por DC.  Teniendo en cuenta la existencia de otras editoriales, muchas de ellas hoy ya desaparecidas lamentablemente, un lugar especial en la historia de esas empresas viene a tener Charlton, en la cual trabajaron genios de la industria como el mismo Steve Ditko, quien creó para sus revistas a un personaje tan maravilloso como lo es Question (hace rato también de DC, que compró los derechos del personaje, junto con otros de la extinguida marca).  Es así como, entre sus justicieros, todos ellos luego pasados a la Distinguida Competencia, también se encuentran algunos otros muy queridos por los más ñoños de la casa, como el Capitán Atom y Blue Beetle (este otro también de creación de Ditko).
    Teniendo en cuenta lo anterior, es cuando nos encontramos con Peacemaker, un paladín empecinado en conseguir la paz a cualquier costo, incluso matando a sus enemigos (representantes del mal que debía acabar) sin dudarlo.  En su primera encarnación solo tuvo 5 números su revista en 1967, si bien fue presentado en otra a finales del año anterior.  Tras el reinicio de DC luego de la llamada Crisis en las Tierras Infinitas (1985-1986), se incorporó por fin a la continuidad oficial de su nuevo “hogar” y se le actualizó su origen con una miniserie de solo 4 números; lamentablemente su presencia en DC fue bastante esporádica o casi nula y solo ahora gracias al éxito de la película y la serie que lo tienen en pantalla, ha logrado la presencia que necesitaba para destacar.
    Interesante es el detalle de que cuando Alan Moore y Dave Gibbons hicieron su obra maestra Watchmen (1986-1987), originalmente deseaban usar personajes de Charlton Comics, ya entonces pertenecientes a DC; pero al prohibírselo, tuvieron que hacer sus versiones de estos y de ese modo el Comediante fue su reinterpretación de Peacemaker.
    Por último, ha habido otros dos Peacemaker en DC, aunque no con la misma relevancia que hoy posee el original Cristopher Smith.


 
3. La serie.
 
3.1 Trama.
 
    Luego de los eventos de El Escuadrón Suicida, que no terminaron muy bien para Cristopher Smith/Pacemaker, este es recontactado por la misma agencia que lo mandó en misión para Santa Prisca, aunque ahora es supuestamente el único en su “tipo” (metahumano o no) que trabaja en secreto para el gobierno dentro del nuevo grupo con el cual le toca trabajar; ayudado por un par de viejos personajes, que ya conocimos en la mentada cinta, más dos nuevos que debutan en el programa, se ve involucrado en un caso que trata sobre ciertas “mariposas” y el cual requiere con urgencia sus habilidades extremas, ya que los superhéroes “políticamente correctos” no se pueden involucrar en algo así ¿Y entonces quién se ensucia las manos por el bien común, sin sentimiento de culpa alguno? Así que ahora, por fin, el protagonista tiene un equipo en el que, en verdad, poco a poco, va consiguiendo lo que le faltaba: el sentimiento de pertenencia y el conocimiento de la lealtad y hasta de la fraternidad.  Mucho le espera a nuestro ahora en formación antihéroe, con muchas sorpresas divertidas, graciosas y hasta emotivas, de modo que estos solo primeros 8 episodios que comprenden la primera temporada (todos escritos por James Gunn y la mayoría dirigidos por este), bien que valen la pena… ¿Y para qué contar más detalles de qué va, si es mejor descubrirlo por uno mismo?
 
3.2 Valores.
 
    Una de las primeras cosas que podemos destacar de este show, es cómo consigue humanizarnos a los personajes, partiendo por su singular personaje principal y quien gana un montón de matices gracias a la profundización en su historia personal (su pasado), motivaciones y conflictos personales.  Asimismo, el trabajo con el resto de los coprotagonistas, que rápidamente consiguen hacérsenos simpáticos e interesantes (atención especial por Adebayo, sin dudas mi favorita y de seguro de un montón de gente más), nos entregan un dramatis personae que incluye hasta unos villanos dignos de una obra del realizador, que son el mejor complemento para hacer de Peacemaker, la opción ideal para pasarla bien desde principio a fin.
     Hay varios guiños al mundillo deceísta, tanto en lo que concierne a los personajes más populares de sus publicaciones (conocidos por los menos ñoños, gracias a sus adaptaciones audiovisuales), como algunos de los más bizarros y que nos alegran la vida al ser recordados por Gunn y compañía (como Bat-Mito y el Hombre Cometa).  Respecto a todo esto, los chistes “blancos” y los de más grueso calibre, sobre algunos de los íconos más destacados, tal cual Superman y Aquaman, también vienen a ser muy bien recibidos por el público.  Queda de manifiesto el saber enciclopédico sobre DC, que tiene su realizador (bueno, tal vez apoyado por unos cuantos otros expertos en la materia), al incluir dentro de la historia a nombres clásicos, aunque ya hace rato fuera de continuidad como Vigilante, Dragón Blanco y Judomaster. Por cierto: atención especial al regalito que nos hacen en el último capítulo, con dos cameos muy graciosos.
     No está de más destacar el hecho de que, a diferencia de otros shows basados en las franquicias DC, este es un programa absolutamente para adultos, donde la violencia y la sexualidad están bastante presentes (aunque la sangre nunca llega al nivel de títulos como Daredevil o el Castigador).  Hay desnudos femeninos y cuasi masculinos (y otra vez vemos a John Cena con su ajustado calzoncillo, que hasta parte del culito muestra).  No es una serie “políticamente correcta” y eso se agradece, que de ese modo no caen en los populismos y podemos optar por una producción distinta, en lo que concierne a este tipo de personajes; abordando temáticas más adultas y utilizando justamente un humor irreverente, que es imposible encontrar en algo de carácter más familiar.  Respecto a todo esto, los diálogos inteligentes y chispeantes, con hartas alusiones a la cultura popular, explotan que da gusto la ficción y la realidad, con alusiones directas al cine (por ejemplo, It), programas de televisión (como Cobra Kai), la música, entre otros.
 
3.3 Personajes.
 
Christopher Smith / Peacemaker: Quien le da nombre a este título y es el principal motor, ahora consigue simpatizarnos, porque descubrimos el corazoncito que hay detrás del asesino frío que pensábamos era; un sujeto con un “origen secreto” digno de Shakespeare, cuyo único amigo era nada menos que un águila y luego lo más cercano a una relación con otro humano, es con un tipo mucho más raro que él mismo.  Puede parecernos a veces alguien de pocas luces, pero en más de una ocasión nos sorprende por su elocuencia y capacidad para adaptarse a la eventualidad.  Detrás de sus capas de hombre duro, falto de empatía y casi sexópata, sí existe una persona con una sensibilidad por la cual podamos tener aprecio.  Hay que destacar la labor de Cena, que nos demuestra que sí sabe actuar bien, mostrándonos varios cambios de humor de manera verosímil en pantalla.
 
Leota Adebayo:  El personaje “dulce” de la serie, quien representa a la persona común y corriente que se ve trasplantada de pronto en el mundo de lo extraordinario, es una mujer afrodescendiente que consigue sintonizar más que nadie con el singular protagonista.  Casada con otra mujer, es uno de los mejores personajes LGTB que he tenido el gusto de ver en un programa, puesto que presentan su condición con tal naturalidad, que así debiera ser en la ficción y en el mundo real, sin discursos proselitistas, ni eufemismos.  Si bien no es la única en el grupo que guarda un secreto, destacable es su cercanía muy estrecha con un personaje de primer nivel, dentro de Universo Extendido DC.
 
Emilia Harcourt:  Uno de los dos personajes, aparte del propio Peacemaker, salidos de la cinta del año pasado sobre el Escuadrón Suicida, incorporados a la serie que hoy nos ocupa.  Se trata de una recia mujer experta en uso de armas, defensa personal y lucha cuerpo a cuerpo.  Le toca acompañar a Smith en sus misiones y apoyarlo.  Aparentemente de indiferente y calculadora, como es de esperar, también en ella encontramos nobleza y por algo le tocó encargarse del antiguo recluso criminal que nada con sus extraños cascos.
 
John Economos: El otro especialista “castigado” por Waller, tras haberse revelado contra ella, en la cinta que precede a este programa, es un experto en computación que se pasa buena parte de la temporada como alguien poco amistoso, aunque luego igualmente descubrimos que tiene mucho en común con el equipo nuevo en el que trabaja.  Se ve algo mayor que los demás y pese a no ser tan atlético, nos demuestra en más de una ocasión ser alguien de temer, ante las distintas eventualidades a las que se enfrenta.
 
Clemson Murn: El líder del equipo es otro afroamericano, quien se sabe posee un historial muy oscuro de violencia, trabajando en secreto por la seguridad del estado.  Como otros, se muestra en un principio muy hermético, aunque luego descubrimos su faceta más amable y un tremendo secreto que guarda por razones muy de fuerza mayor.
 
Auggie Smith: El padre de Cristopher es un supremacista blanco, que desprecia a su hijo con todo su ser, pese a que le ha cedido su equipamiento sofisticado que usa y que es por completo de creación suya.  Interpretado por un actor de la talla de Robert Patrick, quien increíblemente se ve bastante “acabado” a sus 63 años (imposible no recordar al regio madurón agente del FBI John Dogget, que interpretada en Los Expedientes-X), ignoro si su decadente apariencia es producto de la estupenda caracterización que realiza aquí o es propio de un envejecimiento prematuro.  Pese a que en más de una ocasión nos hace reír con sus ácidos comentarios, es lejos el personaje más odioso de la serie.
 
Adrian Chase / Vigilante: Otro gran acierto dentro del programa, es haber rescatado a este olvidado personaje de DC y usar su apariencia clásica para adaptarla con ingenio a la actual estética de los trajes de este tipo de personajes.  Asesino nato y con una personalidad mucho más errática que la de Smith, asegura ser su mejor amigo; aunque por los comentarios que acostumbra a hacer sobre este, lo más probable es que esté enamorado de él.  En los primeros episodios siempre lo vemos con máscara, hasta que aparece mostrando su angelical rostro de cabellos ensortijados y que contrasta con su naturaleza bizarra.


                                                Gracias por esta maravillosa intro de la serie.

martes, 1 de marzo de 2022

Películas olvidadas sobre obras de Stephen King y que merecen ser redescubiertas 8: “Graveyard Shift”.


1. El cuento.
 
    Dentro de las "joyitas tempranas" que encontramos en la primera colección de cuentos de Stephen King, El Umbral de la Noche (Night Shift en su lengua original), está El Último Turno (Graveyard Shift).  Se trata de una historia de horror, que juega con uno de los temores (y ascos) más ancestrales de la humanidad: Las ratas.  Criaturas que siendo tan "pequeñas" y mamíferas como nosotros, provocan un rechazo increíble, a veces superando al de los parásitos, arácnidos y reptiles (todos estos de sangre fría, a diferencia de esos pequeños roedores); y es que a estas criaturas no dejamos de relacionarlas con la suciedad, pobreza enfermedades y muerte, conjunto de ideas que no dejan nuestras pesadillas y fobias.
     El cuento que no alcanza a las 20 páginas, como la mayoría de los relatos que comprenden el mentado volumen, se encuentra ambientado en uno de esos pueblitos de mala muerte, que tanto le gusta inventar al autor (porque como dice el dicho "Pueblo chico, infierno grande" y así queda detallado otra vez en su literatura).  Allí una textil apenas se mantiene y es al parecer la empresa más importante del lugar... ¿Les recuerda en algo a la lavandería de La Trituradora? (también contenida en la misma antología).  Pues el lugar tiene un serio problema de infestación de ratas, así que el desagradable capataz del lugar ofrece a algunos de sus empleados, el doble de su sueldo por limpiar durante una semana sus dependencias; es entonces que mandamás y subalternos, se enfrentarán a lo que allí yace y que es lejos mucho más que unas simples ratitas.
    Una historia escatológica que trata sobre la miseria humana, donde encontrarnos personajes que encarnan en algunos casos lo peor de nuestra naturaleza; de modo que las ratas y el resto de las alimañas que anidan en la textilería representan lo que subyace bajo nuestra civilización (los secretos vergonzosos que guardamos, para que el resto no los vea y conozca).  A lo anterior se le suma el calor que agobia a los personajes, ayudando a crear un clima asfixiante en todo sentido.
     En el cuento volvemos a encontrarnos con una reflexión de tipo moral, una advertencia tan propia de estas historias desde los tiempos pretéritos: Existe el castigo para quienes se refocilan en el desprecio a sus semejantes y no estamos hablando de la mera justicia humana.  Sin embargo, incluso, tal como en la vida real y es habitual en los relatos de terror, a la gente buena también le pasan cosas malas.
    Cabe mencionar que la presente narración es, como no, una muestra más del amor del Tío Steve por los clásicos y en especial de la literatura de terror; y es que El Último Turno viene a ser su homenaje a Las Ratas de las Paredes de Lovecraft, cuento y autor que están entre sus preferidos.


2. La película.
 
    De 1990 data esta respetable cinta de clase B, conocida en Latinoamérica como Las Tumbas Malditas y en España bajo el nombre de La Fosa Común y distribuida en su momento nada menos que por Columbia Pictures.  Dirigida por Raph S. Singleton, en lo que parece ser su único filme detrás de las cámaras, si bien este posee una larga carrera como actor, productor y director de segunda unidad en varios títulos, incluso de renombre (como Taxi Driver, Cementerio de Animales y 48 horas, por solo mencionar algunas), logra extender con inteligencia la historia original, para alcanzar casi la hora y media de duración; es así, que en ningún momento nos aburrimos con esta pieza que ahora les descubro, puesto que se permite profundizar en los personajes (algunos propios del cuento y otros inventados para esta adaptación), varios de ellos interesantes y bien caracterizados, como sujetos comunes con problemas reales y luego enfrentados a lo extraordinario y fantástico.
    Hay varias escenas bellamente filmadas, donde la confrontación entre protagonista y antagonista, más las líneas argumentales secundarias (que se crearon para reforzar la trama), nos mantiene atentos a lo que pasará.  Cabe destacar que tanto en el texto de King, como en la adaptación, queda de manifiesto que el mal se presenta de más de una forma: habitando dentro de los seres humanos que lo normalizan, como en los monstruos inhumanos que podemos encontrar por ahí.
    En general no tenemos estrellas en esta producción e incluso llama la atención el aspecto "corriente" de muchos de sus actores y entre ellos la fémina principal del largometraje, quien nunca ganaría un concurso de belleza, aunque sí consigue simpatizarnos bastante.  Sin embargo, sí hay que destacar la actuación de un artista camaleónico como Brad Dourif, bajo el papel de un sujeto llamativo e inventado por completo para esta versión cinematográfica y quien es uno de los elementos principales de una curiosa subtrama.
    Esta cinta tiene un protagonista más o menos heroico, quien tiene su antagonista y el que viene a ser su opuesto moral; si bien lo anterior se encuentra en el cuento de King, la adaptación aborda esta confrontación de manera más profunda... Y es que, entre ambos hombres, vemos una fuerte confrontación entre machos alfa, uno que lleva tiempo en el lugar y el otro un recién llegado, quien viene a usurpar su lugar en cierto sentido. Pero no son los únicos hombres que aparecen en este filme, pues hay otros patanes menores por ahí y hasta un sencillo tipo que llega a la empresa a pedir trabajo; por lo tanto, nos encontramos con una especie de disputa masculina general, en la cual estos sujetos se juegan su hombría.  No obstante, apenas hay ganadores, puesto que en la cadena alimenticia no somos quienes están encima de la pirámide.
    La criatura de la cinta está magnífica, aunque nunca la logramos ver por completo.  A la presencia de un ser pesadillesco, no podemos dejar de lado la ambientación tan bien lograda, donde el aspecto ruinoso de la textilería y las catacumbas que luego aparecen cercano al clímax, resultan magistralmente acompañadas por el trabajo de fotografía (con sombras en verdad pavorosas) y unas preciosas pinturas mate.
    No hay mayores pretensiones artísticas en esta película, ni una ideología de por medio, puesto que mucho de lo de arriba es solo parte de mi interpretación personal. Sin embargo, sí queda de manifiesto el aprecio de los responsables de esta producción menor (aunque respetable), hacia el propio Stephen King, partiendo por la llegada del villano en su auto que nos recuerda a Christine, el nombre de la propia textil que es Bachman (recordemos que es el apellido del pseudónimo de Stephen King) y el hecho de que la coprotagonista femenina venga de nada menos que... ¡Castle Rock!
    En suma, una excelente película para redescubrir (en el caso de que si la vieron hace mucho tiempo), o para conocer una perlita perdida, de hace más de treinta años; todo ojalá con la calidad del HD de ahora.  No se arrepentirán.


                              Un regalito para los regalones: La peli en 720p y español latino.
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