miércoles, 29 de junio de 2022

Así era en mis tiempos XIII.


 
Algunos otros medios de comunicación a distancia.
 
1. El telégrafo.
 
    Su utilidad y popularidad habrá durado unos... ¿150 años más o menos? Apareciendo retratado en numerosas películas y en especial en los westerns.
    Corresponde a una serie de señales que- a menos que me equivoque- usaban el famoso Código Morse (ese mismo de PUNTO y RAYA que tanto sale en la películas), para por medio de una serie de cables mandar información a distancia, que desde el otro lado eran transformados por un intérprete (persona) en lengua escrita. Es así que, con una maquinita bastante pequeña, el emisor (generalmente el representante del servicio de mensajería contratado), daba una serie de golpecitos y estos mismos eran recibidos y traducidos en su destino.  Luego, en un papel el mensaje, bastante breve y conciso, que se evitaban oraciones largas, signos de puntuación varios y lenguaje informal, como poético, era mandado junto a un emisario al destinatario real (quien, por lo general, no tenía idea de la noticia que le iba a llegar, ya que en ese tiempo los teléfonos no estaban masificados y usar el correo normal era demasiado lento, como para haber enviado una epístola, puesto que la premura exigía este otro recurso más dramático).
    Se cobraba por palabra, así que artículos, conectores y otros términos eran obviados en el mensaje final, primando sustantivos y verbos (estos últimos sin conjugaciones).
    Tengo el difuso recuerdo, en los ochenta, de ver que a un vecino le llegó un telegrama (que así se llamaba el documento que le enviaban a uno), traído por un motorista... Y al respecto, sí tengo claro que al presenciar esto, pensé "Cuando sea grande voy a ser importante y recibiré alguno"... Sin embargo, como ya saben, no se hizo realidad mi sueño y no porque no me volviera alguien importante (para algunos), sino porque esta tecnología quedó superada hace rato.



    De cuando era niño (o más bien adolescente) tengo presente en mi memoria el siguiente chiste:
 
     Un matrimonio pasa penurias económicas y el marido se ve obligado a irse a trabajar a otra ciudad.  Como las cosas no han mejorado, la esposa debe mandarle un telegrama a su cónyuge, aunque como apenas tiene para pagar el documento, solo envía de mensaje seis letras P seguidas.  Cuando le llega al hombre su mensaje, de inmediato lo entiende... Poca Plata Peligra Poto Posible Puta.  Entonces envía su respuesta, con la misma economía de letras de su señora: CCCCCC.  La mujer le entiende sin problemas: Cobra Caro Cuida Culo Cariños Carlos.
 
    Por último, en la película homenaje al espagueti western, de Alex de la Iglesia, 800 Balas, hay una escena muy graciosa y en la que uno de los personajes encarga un telegrama, justamente a su pareja; la verdad mejor ver ese momento, que leerlo por acá.


2. El beeper.
 
    Era un aparatito más o menos rectangular, con una pantalla en el cual llegaban mensajes breves, enviados por una operadora y que se podía guardar en un bolsillo o sujetar en el cinturón (bueno, una cartera supongo que también era un lugar ideal para guardarlos ¿No?).
     Por lo general, era de uso de las empresas y que por medio de dicho instrumento se comunicaban con sus empleados, que trabajaban en horarios flexibles y a los que debían citar para cumplir con sus funciones, hallándose en sus hogares u otros lugares.  Su usuario se enteraba por medio de un pitido, que tenía algún mensaje.
     En los noventa, me tocó ver mucho la funcionalidad de este aparatito, debido a que un cuñado mío andaba a todo rato con él, debido a su propia condición laboral.
     Supongo que, fue el mejor recurso para comunicarse en circunstancias como las ya mencionadas, cuando los celulares eran gigantescos, poco accesibles y carísimos. Claro que no permitían escribir una respuesta en ellos, o sea, solo recibían el mensaje en cuestión.
     Durante un tiempo, un amigo se obsesionó con la idea de que cada miembro del grupo tuviera uno... Hecho que nunca se cumplió.

 
3. El fax.
 
    Antes de los correos electrónicos y el whatsapp (con la aplicación de sacar fotos incluidas, para enviar no solo textos, sino imágenes), la única manera de mandar un documento más o menos extenso (la verdad, unas cuantas páginas), era una máquina parecida a una impresora.  Es así que, conectada esta a la línea telefónica, haciendo pasar una hoja con el texto y/o imagen que se deseaba compartir, por una rendija que leía/copiaba el original, permitïa que al otro lado de la línea llegaran los datos y que luego se reproducían exactamente en una nueva hoja de papel.
    Para lograr lo anterior, el remitente debía llamar al fono del destinatario y pedir "línea para fax", de modo que quedara disponible la vía de comunicación y entonces cuando estaba listo sonaba un pitido.  La verdad es que de todos los faxes que vi, la calidad de la impresión no era buena, todo en tonos deslavados y siempre en escala de grises, que nunca pude apreciar (ni en las películas), nada a color.  Queda claro, que para que funcionara todo esto, ambos destinos debían contar con su línea telefónica funcionando, papel y tinta.  Por cierto, los mensajes podían ser tanto impresos, como hechos a mano.
    En mi caso, solo ocupé este recurso para mandar curriculums, durante alguna búsqueda de trabajo y era todo un engorro, pues comencé a usarlo cuando ya estaban disponibles los correos electrónicos, lo que en este último caso podía ocupar "gratis" y desde la comodidad de mi casa; así que debía buscar un lugar donde prestaban ese servicio.  A menos que me equivoque, se dejó de usar esta tecnología recién a finales de la década pasada.
     Cabe mencionar que este aparato fue tan importante en su época, que al menos en el español propició el neologismo (ya caído en desuso por razones obvias) faxear (de mandar fax).



lunes, 27 de junio de 2022

Mi propio camino junto al Caballero Luna.


1. ¿Quién es este tipo?
 
     Tanto revuelo con la miniserie/serie de Disney+ sobre el poco conocido- en estos lares- superhéroe marvelita Moon Knight (Caballero Luna para los hispanoparlantes), que además en la tv ha sido interpretado por el guapísimo (y sexy) Oscar Isaac, de modo que ya era hora que me leyera de una vez por todas mis cómics del personaje, empezando por el integral de más de 600 páginas sobre sus primeras aventuras y que poseo más o menos desde 2017; puesto que de tantas historias de la Casa de las Ideas conozco a lo largo de mis 46 añitos, tan solo lo recuerdo en un solo episodio de la última temporada de Ultimate Spider-Man, de modo que incluso para mí era todo un misterio su identidad (y, teniendo en cuenta mi frágil memoria, apenas recuerdo el susodicho capítulo).
     Caballero Luna es un personaje cocreado por un guionista de la talla de Doug Moench, en plena efervescencia de los cómics de horror de los setenta, para las páginas de un olvidado antihéroe licántropo de Marvel; esto fue en 1975 (¡El mismo año en que nació su servidor, en agosto y un mes después de que llegó este angelito al mundo!).  Dicho sujeto de interesante apariencia y complejo pasado salió primero como un rival del peludo protagonista, que se suponía se convertiría en un rival recurrente y/o secundario dentro de las revistas de Werewolf by night; sin embargo, al poco tiempo fue cancelada la colección y solo el mercenario nocturno de blanca apariencia consiguió sobrevivir, apareciendo en unas cuantas narraciones dentro de revistas antológicas, como protagonista de sus propios títulos.
    Entonces llegó la oportunidad de rescatar al Caballero Luna, como título de complemento en The Hulk, una nueva serie dedicada al Gigante Esmeralda, de formato más lujoso y orientada a un público más adulto, que no se atenía a la censura espantosa del Comic Code.  El mismo Moench siguió escribiendo sus hazañas, aunque esta vez contó con el apoyo gráfico de un artista lejos mejor que el de su otro "papi", pues les estoy hablando de Bill Sienkiewicz y quien solo en la tercera aparición de este en la publicación de Hulk, "adoptó" al superhéroe, ayudando a acentuar su faceta más oscura; fue así que esta dupla consiguió ahondar en las vicisitudes y glorias del enmascarado con personalidad múltiple, hasta que ambos colegas tuvieron a su haber la primera serie en solitario de este a partir de 1980, la que duró varios años.
 
2. Profundizando en los recovecos de un alma en conflicto.


 
   El Caballero Luna es la "primera" identidad enmascarada de Steven Grant, un multimillonario que usa su poder adquisitivo para contar con una serie de artilugios únicos (entre ellos su propio avión "personalizado", al más puro estilo del Batiplano del Caballero Oscuro y del cual hasta donde leí de su etapa clásica, ha tenido dos modelos), que le ayudan a enfrentar a los villanos y a defender a los inocentes.  A diferencia de otros justicieros como Bruce Wayne (Batman) y Tony Stark (Ironman), su dinero no es heredado y es que en el pasado se hizo llamar Marc Spector, trabajando como mercenario, gracias a lo cual consiguió su fortuna; por otro lado, de vez en cuando vuelve a usar esa identidad cuando es necesario.  De igual manera, también se hace llamar como Jake Lockley, un taxista, alias con el cual puede inmiscuirse en los bajos fondos para investigar sus casos.  Es así que cada una de estas caras suyas, revela mucho más que un gusto por el histrionismo del hombre y quien, la verdad, esconde una mentalidad fracturada propia de alguien esquizofrénico.
    El verdadero origen del "vengador de los viajeros de la noche", debe su origen al dios egipcio Khonshu, quien en una de sus viejas andanzas como Spector lo resucitó, iniciando con ello un destino lleno de aventuras y desventuras extraordinarias, de la cual su servidor ha leído una parte insignificante (y, para ser sinceros, el primer integral que poseo y ya me detuve en él, en general no es muy sobresaliente que digamos).
    De Doug Moench no he leído mucho, pero todo lo que ha hecho de Batman que he tenido en mis manos y en especial sus Elsewords del Murciélago son fabulosos (la mayoría con el arte de Kelly Jones, un dibujante de estilo gótico que me gusta demasiado) y en especial su trilogía del Señor de la Noche vampiro.  También disfruté bastante su reinicio de Mister Miracle, uno de los Nuevos Dioses del Cuarto Mundo de Jack Kirby; no obstante, hace más de dos años que guardo los 4 integrales del Rey Conan firmados por este.  Sin embargo, a mi humilde parecer no se esmeró con los guiones para esta creación suya, que por lo general lo enfrentó a malhechores de pacotilla, poco interesantes, humanos "normales" y dentro de lo mejor que recuerdo de esos años iniciales, son su doble encuentro con el Goliat Gamma (cuando era complemento de su revista) y la tragedia en la que estaba involucrado su propio hermano.  Tan solo en los últimos números del compilatorio de Panini (sé que hay un segundo dedicado a esa etapa vintage, pero no me calienta gastar plata en ella), aparecen rivales más dignos de atención y entre ellos un monstruo que domina las pesadillas, así como también resulta muy divertido su team-up junto a Daredevil.
 
3. Lo mejor son los secundarios.

La rubia es Marlene y el del bigotito, por supuesto, Frenchie.

El de cabellera blanca y larga corresponde a Crawley y la morena, como no, es Gena.

 
   Si bien el dividido Caballero Luna es un personaje que nos cae bien desde el principio e incluso cuando se apiada, en su debut, de la presa hirsuta que ha ido a cazar, lo mejor de su circunstancia corresponde a un cuarteto de secundarios que ayudan a humanizarlo, así como hacen más interesantes la trama cada vez que intervienen.  De este modo, nos encontramos con dos mujeres y un par de hombres de lo más llamativos en sus páginas, quienes son sus confidentes y gran apoyo en lo que a esta parte de su cronología se refiere.
 
Marlene: Personaje clave en la génesis del Caballero Luna, para que Marc Spector deje su labor como mercenario y luego inicie su camino hacia una vida mejor.  Es su primer amor de la que sabemos , una mujer que lo acepta con sus taras de forma incondicional y que es el tipo de persona ideal que cualquiera querría a su lado.  Inteligente, hermosa y valiente, su relación con esta partió de manera bastante dramática.
 
Frenchie: Podríamos decir que es su mejor amigo y a quién también conoció nuestro justiciero, de cuando trabajaba asalariado para otros.  Tal como dice su apodo, es de origen francés.  Experto mecánico e inventor de varios de los artilugios que usa el Caballero Luna, además hace de su piloto.  Asimismo, posee otras habilidades, como la de hábil cocinero. De aspecto delgado, lleva un bigotito que acentúa su imagen gala.
 
Gena: Dueña de una cafetería que funciona hasta altas horas de la noche, es una atenta mujer afroamericana, madre de dos simpáticos chicos adolescentes.  Lleva el típico peinado femenino de su comunidad de aquella época (en forma redondeada) y es alguien independiente; acoge al protagonista cuando acude a su local en calidad de taxista, para conseguir información informal durante sus investigaciones.
 
Crawley: Mi personaje favorito dentro de estos primeros cómics del Caballero Luna (me pregunto qué habrá sido de él, en la cronología posterior del vigilante), es un indigente de aspecto "de artista", gracias a su cabellera larga y gorro.  Gran informante de Marc, a quien por largo tiempo solo conoció en su calidad del taxista Jake y quien siempre le retribuyó sus servicios con buen dinero.  De trato amable, muy lúcido y alegre, tiene un pasado triste.  La adorable Gena siempre le tiene algo gratis para servirle en su local y el resto del equipo, una vez que lo conocen, de inmediato se encariñó con este hombre.  Por otro lado, le otorga cierto grado gracioso a la trama, siendo que, además, lo dibujan con varias moscas volando a su alrededor.
 
4. Un Caballero Luna más moderno.

 

 
   Tal como otros personajes de la historieta, que ya llevan años publicándose, mucho ha pasado en la cronología del Puño de Khonshu, aunque su servidor con suerte se ha leído unas pocas historias de otros autores y que le han dado su propio aporte a este (y, la verdad, lejos superiores a lo realizado por Moench).  Es así, que lo primero que he tenido en mis manos de este Caballero Luna posterior, es ya bien entradito el actual siglo...
     Un escritor en verdad formidable es Brian Michael Bendis, nada menos que el iniciador del Universo Ultimate en Marvel y artífice de algunas de los mejores eventos de la Casa de las Ideas, como Invasión.  Cabe mencionar que junto a Alex Maleev, tremendo ilustrador de origen búlgaro inició en 2011 una etapa del Caballero Luna, donde este debe enfrentarse a alguien como el Conde Nefaria (uno de los villanos humanos más poderosos marvelitas y de los primeros enemigos de los Vengadores), así como a sus aliados (y les estoy hablando de gente de la talla de Madame Mask).  Para cuando suceden estos eventos, Marc, al parecer, hace rato que no cuenta con el apoyo de los secundarios arriba mencionados; aunque sí tiene a su lado a la muy atractiva Eco, personaje de más que interesante carrera y a la que creó como otro amor maldito de Daredevil, durante su celebrada etapa a cargo de la colección del "cuernitos" (y a quien vimos estupendamente personificada en la serie de Hawkeye).
     Otro maestro de los guiones para historietas y que lejos me gusta mucho más que el anterior, Warren Ellis, en 2014 tomó al Caballero Luna para hacer una verdadera obra maestra y apoyado por Declan Shalvey en el apartado gráfico, comenzando con varios potentes relatos autoconclusivos que son toda una delicia leer.  Ellis (adoro lo que hizo para la adaptación televisiva del videojuego Castlevania, que me devoré durante las cuarentenas de la pandemia, entre 2020 y 2021) creó para esta nueva serie una nueva identidad para Marc Spector: Mister Knight.  De apariencia elegante, se trata de un consultor de la policía que resuelve casos raros y que no deja de ser bastante llamativo.  Los primeros 6 números de la colección, me hicieron querer tener más para leer de esta estupenda etapa, que posee un fuerte carácter sobrenatural.
 
5. El Caballero Luna para las masas.



Un precioso afiche para la adaptación televisiva que promete más de la cuenta.
 
     Este año se estrenó la versión televisiva de imagen real en Disney+ del Caballero Luna y que solo posee 7 "míseros" episodios.  Corresponde tal producción, al primer título marvelita live action del sistema de streaming, que no sigue las aventuras de uno de los Vengadores del UCM después de sus incursiones cinematográficas.
    Cabe mencionar, que prescindieron por completo de los orígenes setenteros del personaje, recreándolo de tal manera, que fuese por completo atractivo a las nuevas generaciones y entre su público, quiénes nunca antes habían oído hablar del personaje; por esta misma razón, obviaron todo lo relacionado con su primera aventura con el Hombre Lobo y sacaron de la historia a sus secundarios clásicos.  En cambio, potenciaron el show abordando su relación con el panteón egipcio y, por lo tanto, lo sobrenatural posee una tremenda relevancia dentro de su desarrollo (no obstante, aparece un extraño personaje mudo y que para los más ñoños de la casa, es todo un guiño al simpático Crawley).
    Debido a lo anterior, este Marc Spector es alguien con bastantes diferencias al de los cómics: un perdedor con serios problemas de amor propio y de memoria, quien descubre de manera muy inusual, que es el avatar en la Tierra de una deidad egipcia vengadora y que, por lo mismo, debe evitar que un culto religioso cause la devastación en el planeta.
    A mis ojos, lo mejor de la serie es el villano, interpretado por un avejentado Ethan Hawke (cuando supe que salía en esta adaptación, juraba que su rol era del buen Frenchie... ¡Y qué equivocado estaba!).  Asimismo, para pareja romántica del protagonista, se inventaron a un personaje egipcio, que más encima este Marc Spector es latino (considerando el origen latino del actor que lo interpreta).  En cambio, lo que sí me desagradó, es cómo orientaron la existencia de Mister Knight, por completo una faceta ridícula, producto de la mente fragmentada del personaje principal.
     En cuanto a Oscar Isaac, plausible es su talento para otorgarle comedia física a los guiones, aunque le restaron todo su atractivo al actor, al convertir a su personaje en un sujeto tan inseguro (salvo cuando su personalidad oculta es la dominante, que entonces "por arte de magia" se ve mucho más atractivo).  Cabe mencionar que Isaac, al firmar para este papel, se unió a las filas de otros histriones que han hecho más de un papel diferente, en lo que a adaptaciones de cómics se refiere; ya que hizo de nada menos que de Apocalipsis en X-Men: Apocalipsis, aunque allí salvo una breve escena "sin maquillaje", luego se ve irreconocible.
     También es destacable la presencia del mismo Khonshu en pantalla, quien tiene una relación bastante particular con el protagonista y cuya apariencia fantasmal está magnífica (que en inglés, su voz se la pone un tremendo artista: F. Murray Abraham).  Asimismo, un par de diosas, también egipcias, consiguen acaparar la atención del espectador.
     Este título se vendió como un producto más elaborado, que aquellos que le precedieron, de temática más compleja, adulta y oscura que el resto del UCM televisivo.  Al respecto, le reconozco que es más violenta que las otras series family friend, de esta factoría y que posee un primer episodio que me dejó muy entusiasmado; no obstante, luego hasta me aburrió y creo que hacia su final se desinfló bastante.  Me parece que debieron tomar más elementos de los cómics clásicos, entre ellos a los mentados secundarios (que la esposa que le inventaron, no me convenció) y que lo hecho con Mister Knight es un chiste de mal gusto (¡ojalá, Warren Ellis se haya enojado al respecto!)
    La verdad, es que no espero con muchas ganas la segunda temporada y eso de decir que, por fin salió una serie de Disney+, que le hiciera el peso a la de Daredevil, me parece algo ostentoso y para nada cierto.


                                                                        Créditos finales

martes, 21 de junio de 2022

Películas olvidadas sobre obras de Stephen King y que merecen ser redescubiertas 10: Needful Things (1993).


I. La novela.
 
    En 1991 Stephen King publicó la que se suponía sería “la última historia de Castle Rock”, la más famosa ciudad ficticia del escritor (yo creo que por sobre Derry, donde transcurren los eventos de It y Salem´s Lot, sitio en el cual está ambientada su igualmente célebre novela sobre vampiros del mismo nombre), puesto que según decía este: no volvería a “visitar” tan infame lugar, por razones que sus lectores sabrían tras ahondar en sus páginas; no obstante, como ya ha pasado antes, el escritor volvió a contarnos más de un relato en dicha comunidad para gusto de sus Lectores Constantes- y ello lo podemos comprobar en posteriores títulos como La Caja de Botones de Gwendy (coescrita junto a Richard Chismar).
    Conocida en algunas traducciones a nuestra lengua como La Tienda y en otras bajo el título de La Tienda de los Deseos Malignos (no confundir con el organismo secreto del gobierno de los Estados Unidos, dedicados a experimentos de dudosa moral, que tuvo su debut en el libro Ojos de Fuego), nos cuenta lo que sucede en esta pequeña polis cuando abre una tienda de antigüedades llamada justamente Cosas Necesarias (que es el nombre en español de esta obra) y donde sus clientes, tal como dice su nombre, pueden encontrar por pura “casualidad” el objeto que más anhela su corazón.   Cabe mencionar que quien administra dicho local, un señor mayor que en primera instancia se muestra muy amistoso, en realidad para nada es de fiar y lo que le interesa es mucho más que el dinero de sus clientes y la satisfacción de estos… Luego de tantos eventos sobrenaturales y/o violentos macabros en Castle Rock, el mal en su máxima expresión ha llegado a sus terrenos y esta vez no solo la vida de sus habitantes está en juego, sino que sus propias almas.
    En la historia uno de los personajes principales es nada menos que el sheriff Alan Pangborn, a quien tuvimos el gusto de conocer tras los eventos de The Dark Half; este último es el máximo héroe de la historia, habiendo una verdadera guerra de voluntades entre el hombre común y corriente, no perfecto, pero sí bien intencionado que es, los impulsos más bajos de sus conciudadanos que caen bajo la tentación y la mano negra detrás de los desafortunados acontecimientos.  Por todo esto, se trata de un texto de una intensa carga moral, que aborda la fragilidad de nuestra humanidad, cuando el placer se vuelve contra nosotros, así como lo que sucede al dejarnos dominar por nuestro consumismo; de igual modo, encontramos un hondo sentido religioso, al más puro estilo de los títulos clásicos de horror, de los cuales se nutre el Tío Steve, un hombre de educación cristiana y que nunca ha dejado de expresar en sus trabajos los valores y creencias bajo los que se formó.
    Se trata de un volumen de esos “grandecitos”, que le gusta escribir por lo general, el cual en su edición original casi llega a las ochocientas páginas; lleno de personajes memorables, aparte de esa figura representativa de la cordura que es Alan y su contraparte, el mefistofélico Leland Gaunt.  De igual manera, acá abundan sujetos de los cuales es imposible no encariñarse, por quienes solo deseamos que se salven de caer tan bajo, quienes nos demuestran lo fácil que es errar el camino, incluso entre la gente sencilla; asimismo, hay unos cuantos individuos bizarros, entre ellos de moral más endeble que los anteriores, que complementan este dramatis personae de una novela muy divertida, bastante sangrienta a ratos y que tampoco es muy conocida por el público general, a la hora de tener presente la carrera del llamado Rey del Terror.
    Por mi parte, es un libro al cual le tengo un enorme cariño, que leí solo una vez cuando se lo pedí de regalo a mis papás en 1995 y del cual supe de su existencia gracias a la revista Fangoria (en uno de los tantos reportajes y/o entrevistas a mi autor predilecto).  Cuando escribo estas palabras, sentado frente al escritorio donde me siento frente a mi note, tengo a mi lado una biblioteca de madera sólida, que me mandaron a hacer mis taitas como obsequio sorpresa en un momento indeterminado de esa misma década y si extiendo mi mano izquierda hacia uno de sus compartimientos superiores, puedo tomar sin problemas la vieja edición de la desaparecida editorial Grijalbo que poseo, con solapas, tapa blanda y portada con relieve, más hojas de roneo; dicho ejemplar lo fui a comprar luego de que lo vi en oferta y se lo pedí a papá y mamá por mis 20 años (¡Ahora estoy por cumplir los 47, así de rápido pasa el tiempo!).  Como en otras ocasiones de aquellos años, me dieron el dinero para cumplir mi petición y de ese modo me fui feliz a la Plaza Almagro (ubicada en San Diego, famosa calle de Santiago Centro dedicada a la venta de libros); llegué a casa demasiado contento, pues desde que leí sobre ese título en la mentada revista, le tenía muchas ganas y hasta se los pasé a mis padres para que lo envolvieran en un paquete con papel de regalo, con la intención que me lo entregaran solo en la fecha correcta (así de ceremonioso puedo ser).  Solo ahora, al echarle un ojo a mi edición del texto que hoy nos reúne, me doy cuenta de que posee una dedicatoria cariñosa hecha por mi papá, que no recuerdo si se la pedí yo o él la hizo por su cuenta; ha sido hermoso encontrarme con esas palabras, porque justo hoy es el Día del Padre y hace años que no lo tengo a mi lado (he pensado mucho en él este día).
 

 

2. La película.
 
    Estrenada en 1993, fue dirigida por Fraser C. Heston, hijo del famoso actor Charlton Heston, siendo este su debut en el cine tras trabajar detrás de las cámaras en televisión.  La cinta entre todas sus virtudes posee actores de gran calibre, ya consagrados para la época, siendo los más destacados nada menos que Max von Sydow, haciendo del villano de la obra; en cambio, en el lado del bien encontramos nada menos que a Ed Harris, uno de los actores ligados a la obra de King en más de una producción y en su caso desde que muy joven filmó el primer segmento de Creepshow, sobre los guiones de King y George Romero (un par de años después, de puro “buena onda”, hizo un papel no acreditado en la versión televisiva de The Stand de Mick Garris).  El cuadro de los histriones involucrados en esta producción, que merece ser conocida y revalorada, lo complementan histriones como Bonnie Bedelia, como la encantadora prometida del heroico sheriff Pangborn, Amanda Plummer (hija del desaparecido Cristopher Plummer, otro artista relacionado con el Tío Steve, luego de su estupendo rol en Dolores Claiborne) y que acá hace de una muy singular mujer desequilibrada y el también fallecido J. T. Walsh (quien tuviera un pequeño papel en Misery), como un sujeto corrupto que ejemplifica genialmente los matices del mal.
     Con una estupenda banda sonora bastante grandilocuente y llena de coros a cargo de Patrick Doyle (su trabajo para Mary Shelley´s Frankenstein es uno de mis favoritos entre las bandas sonoras de películas), que acompaña de forma magistral las escenas de la película (hasta una de las versiones del Ave María, se usó de una manera muy inteligente en una de sus mejores escenas), posee momentos inolvidables y entre ellos el ajuste de cuentas de dos “viejas enemigas”, que se logró llevar a la pantalla de manera muy dramática. 


                                      He aquí la música completa de esta recomendable peli
 
    Usando preciosos flashbacks para representar las fantasías de las víctimas y una adecuada dosis de humor negro, hay también acá varios diálogos y monólogos que nos demuestran estar frente a un filme de horror “adulto”, que invita a más de una reflexión.  Si bien el final fue algo simplificado por temas de presupuesto, ya que en la novela tiene un carácter mucho más épico, el de esta adaptación es digno de elogio (bajo esa premisa tan propia de muchos escritos del Tío Steve: a veces ni buenos, ni malos ganan, porque la vida no es sencilla).
    La cinta se exhibió en las salas con un metraje de dos horas y lo mismo fue cuando salió al mercado de arriendo y venta directa; no obstante, tiempo después gracias a la TV en Gringolandia (ignoro si en otros países) se pudo ver una versión extendida de más de 3 horas, que era lo que correspondía, considerando la extensión para dos del libro en el que se basa y todo lo que tuvo que recortar su realizador para el estreno en cines (en RARB la pueden hallar para descargarla por Torrent).

                           
                                                                                  Tráiler.

jueves, 16 de junio de 2022

Sin dudas... ¡Lo mejor de Saint Seiya!



      Muchos años- incluyendo cambio de siglo- pasaron para que por fin se llevara a cabo la realización de la Saga de Hades, en versión animada del manga de Masami Kurumada titulado Saint Seiya (Los Caballeros del Zodiaco en Latinoamérica hispanoparlante y España).  Considerada la mejor etapa de este cómic, en gran parte debido a su complejidad argumental, sucede tiempo después de los eventos de la Guerra Santa en contra de Poseidón.  Y, por cierto, en el doblaje latinoamericano hecho en México y que tanto me encanta, pese a sus errores, "siempre" se refieren a que solo han pasado 13 años desde que Atena reencarnó y uno se pregunta cómo es posible hayan sucedido tantas cosas, desde que comenzó esta serie con el Torneo Galáctico, se enfrentaron a tantos enemigos y, más encima, los protagonistas logren tener esos cuerpos tan bien formados si son tan jóvenes (bueno, salvo el flacuchento de Shon, quien sí posee la anatomía propia de alguien de su edad).
    Cabe mencionar que, poco después de finalizar el animé clásico en 1989, estuvo la intención de seguirlo con la adaptación de esta historia y hasta se realizó (dicen, que no lo puedo comprobar) un primer episodio.  Ahora bien, lo que sí ha llegado hasta nuestros días, previo a la serie de OVAS que se encargó de llevar con maestría a la animación esta saga, es su preciosa banda sonora y que incluye diálogos de lo grabado hasta el momento (compuesta nuevamente por un artista tan épico y sinfónico como corresponde a una obra de esta talla, Seiji Yokohama, quien ya nos diera hermosas melodías para tan queridos personajes).
    Estrenada en 2002 y acabada en 2003, bastante tiempo después de lo último que vimos sobre estos justicieros, la primera parte constó con 13 OVAS (acrónimo de Original Video Animated, o sea, animaciones hechas en exclusiva para la venta directa al consumidor particular y solo mucho después emitidas en televisión).  Como se trataba de una historia esperada largo tiempo, con un público cautivo compuesto por millones y eso solo contando en Japón, se esmeraron bastante en fusionar de la mejor manera los aspectos técnicos con los artísticos, y de ese modo supieron usar de manera perfecta y estilizada los gráficos computacionales.
     Solo un pero le pongo a este regreso de Seiya y compañía, aparte de la banda sonora original hecha hace tiempo ya para esta saga (que había salido a la venta sin haber tenido más que un episodio), repitieron incansablemente los viejos temas de la serie, que aunque hermosos, ya era hora dieran paso a nuevas composiciones.  En cambio, si hicieron un nuevo opening, en verdad maravilloso (no tengo puta idea de lo que dice, pero la voz de la cantante y las imágenes que muestra me fascinan).  Por otro lado, al término de la citada presentación, agregaron de inmediato el primer opening, esta vez con efectos de sonido.  También realizaron un nuevo ending, el cual viene inmediatamente después del clásico del anime.


                                              El precioso opening del Capítulo Santuario

    Tal como dice su nombre, este arco argumental trata sobre la contienda en contra del dios griego del Inframundo, Hades, quien ha resucitado y desea acabar con su enemiga acérrima, Atena; y de paso, pretende destruir por completo el planeta.  Así que no les queda otra a nuestros héroes, que enfrentar nuevamente el mal, aunque puede ser que esta vez pierdan mucho más que la vista u otro sentido.
    La trama se divide en tres actos, cada uno centrado en el lugar físico donde transcurre.  De este modo la primera parte corresponde al Capítulo del Santuario, ya que sucede en el sitio sagrado de Grecia, que ya conocemos bastante bien: Una sombra- o más bien varias- se ciernen sobre el lugar santo y pretenden dar muerte a Saori.  Es entonces, que un montón de personajes del pasado regresan, dándonos varios momentos memorables. De igual manera, serán más bien los Caballeros Dorados los protagonistas y entre ellos destacan nada menos que Mu de Aries... ¡A quien por fin lo vemos pelear con sus poderes increíbles! y Shaka- quien siempre nos simpatizó, pese a su "etapa oscura" durante la Guerra de las Doce Casas- al cual le vamos a deber muchas de las nuevas lágrimas, que nos sacarán esta vez.
    Por cierto, el malvado detrás de los eventos de la Saga de Poseidón, Kanon de Géminis, tendrá un importante papel nuevamente. Asimismo, Dokko, el Anciano Maestro de los 5 Picos (¡No sean mal pensados, mis lectores chilenos!) tendrá otro rol destacado, que le dará a al argumento mayores glorias y para satisfacción de sus seguidores.
    Por otro lado, los secuaces del Más Allá están de miedo y sus armaduras no dejan de ser preciosas.  Dentro de los personajes nuevos destacan dos: Una villana que nos deparará varias sorpresas de valor, la misteriosa Pandora y nada menos que... ¡El "viejo" Patriarca del Santuario de Atena!
    Pasaron sus años, 2005 a 2007, para que se estrenaran los OVAS, dedicados al Capítulo Inferno y donde los protagonistas deben viajar nada menos que al Hades mismo, para salvar a Atena y al mundo, derrotando a los malvados de la historia.  Son 12 episodios en total y para ellos hicieron nuevos opening (esta vez con voz masculina) y ending (en el caso de este último, a medida que se escucha la canción, ahora interpretada por una mujer, en un pequeño recuadro se aprecian escenas del capítulo que acaba de terminar).  Como nuevo personaje, destaca una revisión del héroe mitológico Orfeo, cuyo drama está bellamente adaptado para incorporarlo a la historia.  Asimismo, Kurumada logró usar de manera muy ingeniosa, gran parte de la iconografía salida del Infierno de Dante, un detalle destacable que a los espectadores cultos les dará varias satisfacciones.
    Cabe mencionar que para esta parte y la siguiente, los productores abarataron costos y prescindieron de los efectos computacionales que tanto embellecieron el capítulo anterior.
    A menos que me equivoque, a estas alturas de la saga ya aparecen unos pocos temas musicales nuevos.
   Y en cuanto al desenlace de esta etapa, no puede ser más impactante, tal como ya sucedió con el Capítulo Santuario.
     Tuvo que llegar 2008 para que se estrenara la última parte, ambientada en los Campos Eliseos y que posee solo 6 episodios.  Acá, tal como dice su nombre, los héroes llegan hasta el idílico lugar de la mitología griega, donde por fin lucharán contra Hades; claro que este no se encuentra solo, puesto que un par de dioses infernales lo acompañan.  La contienda es más dura que nunca y entre ello descubrimos la verdad sobre la relación entre Seiya y Marin, así como presenciamos la inesperada intervención de un antiguo rival (de la manera menos pensada).  Y, por cierto, nuevas armaduras aparecen, en verdad bellísimas.  En cuanto a la música utilizada para esta finalización, se repitieron opening y ending, así como se siguieron usando muchos temas clásicos y lo realizado en exclusivo para esta saga; pero, por igual, se agregaron algunas melodías de la quinta película (Obertura del Cielo) y que transcurre tiempo después de los eventos de esta saga (que, en todo caso, ignoro si es canon de la trama oficial).
      En cuanto al esperado final, debemos recordar que estamos frente a una obra japonesa, de modo que la historia no acabará como los gringos nos tienen malacostumbrados y es así que cuando aquí acaba todo, solo nos quedamos con ganas de saber qué pasa después (porque, imposible, sentir que la victoria fue total).  Cabe mencionar que su propio mangaka en la siguiente saga- comenzada a escribir ya en este siglo- , que difiere hasta donde sé de la mencionada cinta y que, creo no me equivoco, todavía no acaba, nos relata los eventos posteriores... ¡Ojalá pronto la termine y podamos saber, ojalá en una nueva serie, qué pasó con el valiente Seiya y sus amigos!


                                       El opening del Capítulo Inferno (ni este, ni el otro pillé en HD)

sábado, 11 de junio de 2022

Un cierre INCREÍBLE.


    La quinta entrega de Dune escrita por su creador, Frank Herbert, Herejes de Dune, termina como el resto de los libros de la saga: Espectacularmente.  La razón para afirmar esto, en el caso concreto del penúltimo volumen de la serie, corresponde a que dicho desenlace implica una espantosa amenaza que se cierne sobre el Dune mismo, las Bene Gesserit (que hace rato dejaron de ser unas villanas) y el universo en general.  De este modo, la última novela original de esta serle literaria tan amada (e imitada), abordará la confrontación mortal y guerra feroz de carácter ideológico, sin dudas, en contra de un mal muy particular: Las Honoratas Matres.  Si en el primer libro de la saga, los Harkonnen fueron el símbolo de todo el mal proveniente del corazón humano, bajo el yugo bestial del hombre como género, la mentada orden femenina deja pequeña a la desaparecida familia noble de Giedi Prime; pues como ahora quedará más claro que nunca, no hay cómo el odio de una mujer, pues su energía centrada en dominar todo a su antojo, es una fuerza de la naturaleza devastadora.
    El libro comienza con una revelación que a más de un lector lo dejará con el aliento cortado: Arrakis, Dune, Rakis, el planeta que se ha convertido en el centro de todas las novelas anteriores y en todo un ícono para la ciencia ficción, ya no existe ¿Qué pasó entonces? Mejor descubrirlo.  Teniendo en cuenta la enorme pérdida que significa lo anterior, solo las Bene Gesserit son capaces de crear un nuevo Dune, implicando la reaparición de los extintos gusanos de arena y la producción de más Melange.  Por lo mismo, se han empecinado en hacer que la sede de su poder, Casa Capitular, se convierta en un desierto con las condiciones requeridas para ello.  Pero no es tan fácil, pues tienen incluso una preocupación mayor, que es la de escapar de su enemigo, las Honoratas Matres, quienes poseen un odio inconmensurable y un apetito por la violencia que hace de los viejos Harkonnen un mínimo peligro.  Por lo tanto, la confrontación es entre ambas órdenes secretas, si bien las ahora benignas Bene Gesserit, cuentan con unos aliados de respeto.
    Viejos rivales de temer, ya no acechan a los héroes y antihéroes de esta última parte de la serie, puesto que ni los ixianos, ni la Bene Tleilaxu, ni mucho menos la Cofradía (que hace rato dejó de complotar, tras perder poder del monopolio de los viajes), tendrán un lugar memorable dentro de los nuevos complots que se cocinan ahora; solo el último de los Maestros Tleilaxu, enriquecerá el dramatis personae de esta obra, dándonos un ejemplo sobre la ley de la entropía y de cómo la rueda del destino gira pese a nuestros esfuerzos más arduos, pues lo que una vez estuvo arriba, ahora se encuentra abajo.
    Hay muchos momentos inolvidables en la novela, en verdad memorables y sus diálogos, sin duda, deben encontrarse entre lo más sublime de la literatura de ciencia ficción... Y es que para este cierre del ciclo, que le dio la gloria a su autor, este se muestra más emocional que nunca (posteriormente en su nota personal, tras terminar nosotros de leer la historia, nos contará de manera muy íntima qué le estaba pasando mientras la escribía). Es así, que esta vez apreciamos en mayor medida, que en el tomo que precedió a este, a personajes capaces de generar verdaderos lazos interpersonales con otros, de demostrar afecto y de maravillarse por lo que tienen frente a lo que los rodea (y de olvidarse, aunque sea por un rato, de tantas tensiones); por lo tanto, encontraremos- por fin- a sujetos cargados de una humanidad tal, que en contraste con el resto de los primeros volúmenes de Dune, sí lograron un grado de identificación con ellos entre nosotros.  En cambio, las mentadas Honoratas Matres, por mucho que cada una de sus intervenciones estén entre los mejores episodios del texto y acaparen nuestra atención total, solo provocarán rechazo entre nosotros; lo anterior, por el hecho de mostrarnos de forma aterradora, qué pasa cuando ocupamos toda nuestra potencialidad en resaltar lo más bajo de nuestras pasiones.  Más encima, son mujeres que a diferencia de su contraparte- que se unen a hombres para manipularlos por un bien mayor, aunque sin opacarlos y potenciándolos- que se muestran misándricas totales, completamente competitivas entre ellas y que han convertido del sexo en un arma peligrosa, con el cual dominan por completo a los hombres que desprecian en su género total.


     Un importante agregado al libro y a lo que ha ido construyendo Herbert con mucha delicadeza y credibilidad, es el importante detalle de que por fin nos muestra una religión real en sus páginas, la que ha conseguido sobrevivir a milenios de revoluciones y control de las mismas Bene Gesserit.  Lo anterior no es algo mínimo, si se tiene en cuenta que toda la saga ha girado en torno al pilar de la religión (aunque, mayormente, esta vista con ojos poco amables, al mostrarla como una institución capaz de crear guerras santas atroces y en las que el fanatismo y la ignorancia, como el uso de la religión misma para dominar a otros, son solo un medio para conseguir poder).  Por lo tanto, esta pieza nos muestra a un grupo de judíos, centrándose en dos de ellos, para encumbrarlos como sujetos nobles como pocos antes vistos en Dune y cuyas intervenciones estarán entre lo más granado del libro (cabe mencionar que, en todo caso, Herbert era católico y de ahí la caracterización dada a las Bene Gesserit, quienes terminaron por convertirse en personajes positivos, a diferencia de sus rasgos villanescos de los dos primeros libros).
     Otro agregado, más que interesante, en el título que hoy nos reúne, es la presencia de los llamados Futars. Se trata de unas bestias humanoides, creadas por la ingeniería genética, semiinteligentes, las que poseen una interesante participación secundaria en la novela.
    El clímax de la obra, tal como ha sucedido en las otras partes de este ciclo literario, es en verdad plausible.  Escenas y diálogos como los que escribe su escritor- tan shakesperianos en su dignidad y belleza- merecen estar entre los episodios más hermosos del género.  Posteriormente, el desenlace y el epílogo del texto, nos deparan nuevas sorpresas y atentos a la intervención de cierta pareja al final del tomo: La promesa de una séptima parte, que lamentablemente nunca llegó de parte de su creador, puesto que falleció poco después de terminar y publicar esta joyita de la ciencia ficción.
    Muchos después, ya entrado el siglo XXI, en 2006 concretamente, uno de los dos hijos de Frank Herbert, Brian, se unió al escritor "mercenario" Kevin J. Anderson (al cual nunca lo he leído, aunque dicen por ahí que escribe bien) para escribir la tan ansiada secuela: Cazadores de Dune.  Según afirmó el vástago de Frank, se basaron en notas que dejó este; sin embargo, ignoro su ello está comprobado.  Ante el éxito de esta primera nueva entrega "oficial" de la saga, la dupla sacó una secuela más, varias novelas anexas y... ¡Un par de precuelas! Por mi parte, la verdad, prefiero no gastar plata en estos títulos, hechos mayormente para explotar un legado literario de tal magnitud; pues me pregunto, cómo es posible que los dueños de la marca no hayan trabajado antes con autores de renombre y de ese modo sacar secuelas de real peso artístico (como pasó con la serie de Fundación, del "Buen Doctor" Isaac Asimov, seguida por escritores reconocidos, ya sea en cuentos, novelas oficiales y hasta en otras sin permiso de sus herederos, je).
 
Personajes.
 
   Un montón pululan por acá, quizás mucho más que en anteriores entregas (salvo en el caso del primer libro).  En su mayoría a los protagonistas ya los conocemos y en cuanto a los secundarios, no dejan de ser llamativos, que el universo duniano se ha ido configurando como un lugar vasto y complejo.  Así que vamos a repasar en qué situación se encuentran varios de estos sujetos, que se han vuelto entrañables para muchos, así como conoceremos a los nuevos que se han integrado a la saga.
 
* Madre Superiora Darwi Odrade: En el libro anterior la conocimos como una joven Bene Gesserit, convertida ahora en la más importante de su orden, al cual lidera en los peores momentos de su historia.  Odrade es distinta a quienes le han precedido, pese a que guarda dentro de ella la memoria y los conocimientos de miles de sus antepasados, puesto que a diferencia de la mayoría entre esta casta de mujeres, sí valora el amor al prójimo y, por lo mismo, es mirada con recelo por muchas de sus compañeras.  Amante de los placeres sencillos y de la compañía (algo que apenas pudimos apreciar en otros personajes de la saga, demasiado endurecidos ante tanta intriga y por la que debían estar a la defensiva en todo momento), pese a su "debilidad" es respetada y es considerada una gran líder.  Imposible no encariñarse con esta mujer y que tuvo todo tan claro desde un principio, tal como podremos comprobar al final del libro.
 
* Miles Teg: En la presente ocasión se trata del ghola (clon) del regio militar que conocimos en el libro anterior, puesto que el anterior falleció en muy singulares circunstancias.  En este último libro, pasa poco más de una década desde que vuelve a nacer y como las Bene Gesserit están desesperadas por evitar su desaparición, derrotar al enemigo y salvar el universo, se ven obligadas a adelantar el proceso de que este recupere sus memorias.  Por cierto, el método para conseguir lo último, sin dudas que nos puede parecer horroroso.
 
* Duncan Idaho:  El mismo ghola que nos fue presentado en Herejes de Dune, es ahora un hombre adulto que vive cautivo en una "no-nave", pues las Bene Gesserit sospechan de que esté siendo controlado por el mal; pese a todo, las "brujas" lo necesitan y en ese sentido la sabia Odrade no está equivocada.
 
* Sheena:  La flacuchenta chica Fremen, que fuera presentada en el libro anterior, nacida con la capacidad de llamar a Shai-Hulud y controlarlo, ahora es una hermosa y sensual mujer convertida en Madre Superiora.  Su presencia sigue siendo necesaria y más si se desea que Casa Capitular se convierta en una nueva Dune, de modo que la Especia vuelva a surgir.
 
* Murbella:  En Herejes de Dune, la conocimos como una joven Honorata Matre, comisionada para "imprimir" a Duncan cuando este era aún un muchacho, o sea, dominarlo a través del sexo (ella debía desvirgarlo y luego convertirlo en su esclavo a través de su deseo por ella... Lo que dichas féminas acostumbran a con los hombres, que se vuelven sus víctimas y meros peones tras el primer coito con ellas). No obstante, el tiro le salió por la culata y quién quedó ligada fue la propia Murbella. Sin embargo, hay real amor entre ambos amantes y eso determina muchos de los eventos de esta novela.  Prisionera de las Bene Gesserit, es una persona esencial para que se cumpla el pla de la Madre Superiora; su papel en el final de todo será increíble.
 
* Reina Araña (el nombre se lo ha puesto la sabía Odrade, puesto que se hace llamar de otra forma, entre quienes pretende tener bajo suyo y por lo mismo tal apodo le queda como anillo al dedo):   La líder de "las putas", como las designan sus rivales despectivamente, es una muy vieja mujer de carácter agrio y que carga con un odio muy grande.  Como pasa con el resto de las Honoratas Matres, sus ojos y pies son una representación de su enorme poder y personalidad peligrosa.  Su hambre de control será su perdición de la manera más espectacular (creo este es el único spoiler que me he permitido, je).  Por último, cada aparición suya en las páginas del volumen merece nuestra especial atención.
 
* Rebecca: Otro de los dos personajes nuevos que deseo destacar.  De origen judío, por circunstancias muy especiales debe volverse una Bene Gesserit.  Cada vez en que la encontremos en alguna de las páginas del libro, será para emocionarse, sin dudas, como un ejemplo de lo estupendo que le salen los personajes femeninos a Herbert; asimismo, una muestra de la belleza que podemos encontrar en esta obra, con la cual hoy despido- con agradecimiento y ya con nostalgia- de esta saga, que se quedará para siempre en mi memoria y corazón.


 

domingo, 5 de junio de 2022

Lo mejor de Star Wars está aquí.


 
    La última trilogía de Star Wars fue un fiasco para muchos y muchas, incluyendo gente entre los seguidores más acérrimos de la saga cinematográfica; todo ello al punto de que no faltaron quienes, como ñoños jihadistas que son, propusieron obviarla de la cronología oficial (hay que reconocer que su primera entrega, El Despertar de la Fuerza, es una descarada copia en muchos aspectos a Una Nueva Esperanza).  Solo Rogue One, una historia anexa dedicada a eventos anteriores al Episodio IV y posteriores a La Venganza de los Sith, consiguió acaparar los aplausos del público general, fanáticos y la crítica, quienes pensaron que con esta oleada de nuevas cintas dedicadas a los personajes secundarios y a arcos argumentales paralelos, se vendría una seguidilla de nuevos filmes de la saga de igual calidad o superior; entonces llegó la película dedicada nada menos que al icónico Han Solo, sobre su juventud, y  el sueño dorado se vino abajo, de tan mala que era (que el actor elegido para hacer del antihéroe no dio la talla- más parecía vampirito de CrespusCULO, que un macho alfa como el que conocimos con Harrison Ford y ni la dirección de Lawrence Kasdan- guionista de El Imperio Contraataca- logró salvarla del repudio e inmediato olvido).
    Frente a casos como los mencionados más arriba, la trilogía precuela llegó a ser revalorada como algo lejos superior a esta última partida, bastante criticada en su momento (aunque, por mi parte, pobre de quién ose hablar mal en mi presencia del Episodio III).
    Tenía que llegar a Disney- que fagocitó por completo Marvel y Fox- alguien como John Favreau (hoy uno de los santos de mi devoción absoluta), para que, con una creatividad impresionante, lograra resucitar (nada menos que para la pantalla chica) lo mejor de la franquicia.  Es así cómo nació The Mandalorian, un show del cual esperamos con ganas su tercera temporada.  Más encima, para disfrute de viejos y nuevos adeptos del universo de Star Wars, Favreau nos trajo de vuelta en la segunda temporada a Boba Fett, el famoso cazarecompensas que inspiró a la figura del buen Mando, dejándonos con la promesa de un título dedicado por completo al viejo guerrero.
    El Libro de Boba Fett se estrenó el año pasado en Disney+, el streaming de la casa de Mickey y sus amigos, dándonos solo 7 episodios, aunque nada de relleno y puro filete al estilo de los mejores blockbusters gringos y las recordadas matinées de género. Con el retorno del varonil Temeura Morrison como el renacido mercenario, no solo cuenta su historia, a partir de la impactante escena de post créditos de la segunda temporada de The Mandalorian; sino que nos revela, qué fue de él luego de que supuestamente lo vimos morir en El Regreso del Jedi.  Es así que somos testigos del emotivo proceso de su viaje interior, junto a una comunidad muy singular que lo acoge y lo marcará para el resto de su vida (el episodio 2, centrado en su vida junto a esta gente, en verdad es uno de los capítulos más hermosos que he visto en una serie live action... ¡Y he visto muchos!); por otro lado, el uso de estos individuos dentro de la trama, que conocimos solo como un "horror" más del desierto de Tatooine, es un ejemplo más de cómo se puede aprovechar de la mejor manera, el bestiario de una magna obra como lo es Star Wars.
     Por otro lado, la trama nos cuenta qué pasó luego de que Boba Fett consiguiera- en circunstancias muy particulares- cierto nivel de autoridad en su planeta de adopción; de ese modo, su proceso de redención se nos va definiendo mucho mejor, más ahora que sabemos qué lo hizo en realidad cambiar y descubrimos que- tal vez- nunca fue un verdadero villano.  Luego, su enfrentamiento con los verdaderos malvados de la historia nos dará un arco argumental que nos deparará un montón de gratas sorpresas.
     A lo anterior debemos agregar la presencia de Fennec Shand, la ex asesina mercenaria que se ha convertida en su compañera (no amante) y quien, tal como Boba Fett, se encuentra en su propio camino a la autorealización y redención.   No está de más decir que esta fémina es, quizás, el mejor personaje femenino de este universo de Star Wars televisivo (de los creados por el buen Favreau, que la jedi Ashoka Tano proviene de relatos mucho más antiguos).
     Nuevos personajes maravillosos nos regala el programa, entre ellos un gracioso burócrata y un hosco asesino Wookie (otra inolvidable recreación de la iconografía propia de este universo) ... Aunque quien lejos conseguirá nuestra atención, va a ser un viejo conocido del protagonista y cuya presencia recalca, más aún, el tono de western espacial del programa.
    Asimismo, completan este delicioso plato ñoño varios nombres del pasado, con numerosos reencuentros que harán de nuestras delicias y, con mayor razón, conseguirán que amemos Star Wars según San John Favreau.
    Si bien el precioso tema de los créditos pertenece a Ludwig Goränson, el mismo de The Mandalorian, el resto del acompañamiento musical corresponde a Joseph Shirley, quien logra hacer más épico todo gracias a sus acordes.  Por otro lado, la mayor parte de los capítulos fueron dirigidos, por un talento ñoño tan versátil como lo es Robert Rodríguez, lo que es para celebrar también... ¡Y no olvidar los preciosos dibujos de los créditos finales!
   Ahora a esperar regrese pronto Boba Fett y compañía, que por el momento Din Djarin y Baby Yoda estarán antes, de nuevo, por estos lares.

Precioso afiche retro con spoilers incluidos.


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