La
semana pasada terminó con el fallecimiento de un tremendo y querido actor, el
sueco Max von Sydow, a la longeva edad de 90 años. Este estuvo hasta poco antes de su muerte
activo, realizando papeles para el cine y la televisión, engrosando con ello la
larga lista de su filmografía. Debido a
lo anterior, millones de cinéfilos y seguidores suyos en el mundo le lloramos,
ya que crecimos (y hemos envejecido) disfrutando de sus múltiples papeles en
muchos clásicos.
Solo una pequeña parte de su carrera he
logrado apreciar y nada de su etapa famosa con el director Ingmar Bergman, donde estuvo en
sus inicios y se labró fama a nivel internacional, una de las tantas deudas que
tengo y espero resarcir algún día (que de seguro ahora es la oportunidad de
ello ¿No?); no obstante, como filmó tanto, al final la lista de títulos que he
visto suyos igual es considerable y entre ellas están varias producciones que
se encuentran entre mis favoritas…A ver, echémosle un vistazo.
Supongo que de niño lo primero que vi de
él fue su interpretación como Jesús en La Historia más Grande Jamás Contada (1965),
cuando en especial en Semana Santa contemplaba junto a mis papás todos los años
las películas religiosas que daban en la tele.
Pero la verdad es que nada recuerdo al respecto, puesto que hasta mi
adolescencia fue Jesús de Nazaret la versión de los Evangelios, la que logró
conmoverme lo suficiente, hasta que me vi ya de adulto La Pasión de Cristo y esta
se convirtió en mi versión favorita de los textos sagrados…Igual cuando filmó
esta cinta, von Sydow era bastante joven y como no he vuelto a ver esta cinta, siempre
para mí ha tenido “cara de viejo”, puesto que luego solo vi a conciencia
trabajos suyos cuando este era un hombre bastante maduro.
Seguía siendo los ochenta, cuando dieron en
la franja nocturna un domingo, tiempo en el que supuestamente daban por acá lo “último
en cine”, en Grandes Eventos o Best Sellers, El Exorcista (1973), un
filme que creo solo ya grandecito gocé y solo antes tenía en mi memoria la
famosa escena del vómito verde, cuando lo mostraban en los comerciales de la tele…y
es que no me dejaron verla o tal vez yo, dentro de mis propios miedos
infantiles, no me atreví a verla. Pues
debe saberse que este clásico del séptimo arte, que no solo del terror
cinematográfico, contó con lo que sería uno de sus roles más celebrados: el del
padre Lankester Merrin. La verdad es que me habré visto solo unas tres veces
esta película, incluyendo cuando la reestrenaron en el cine en los noventa,
remasterizada y con 10 minutos más de escenas.
Cabe mencionar que su cura, un hombre que aparentaba muchos más años de
los que en aquel entonces tenía este artista y que a su manera resultó ser uno
de esos personajes que con unos pocos minutos en pantalla, logró quedarse en la
mente del espectador.
Como el despiadado Ming en Flash Gordon. |
Todavía era un impúber cuando conocí,
también gracias a la pantalla chica, una película basada en un personaje de los
cómics que me encantaba: Flash Gordon (1980). Yo veía la serie animada de la hoy extinta empresa
Filmation, que me hacía alucinar; así que disfruté mucho ver en carne y hueso a
uno de los mejores villanos de la historieta, al despiadado Ming, que estuvo
encarnado por el ya veterano Max von Sydow (si bien solo ya convertido en todo
un cinéfilo, a la década siguiente, supe quién era el actor que hizo de este).
Mi
amor por Conan el Bárbaro viene de mi más tierna infancia, de cuando veía junto
a mis papás (en especial mi padre, el otro que más disfrutaba en casa del
séptimo arte, aparte de quien aquí escribe) en la tele que teníamos en el
negocio, que había en mi casa en aquel entonces, esta producción sobre el
personaje de Robert Howard. Pues allí
también estaba el sueco, haciendo de un pequeño papel, el del Rey Osric,
siempre tan bien caracterizado. Su lugar
más bien benigno en la trama, era lejos la antítesis del malvado Thulsa Doom, a
cargo del igualmente talentoso James Earl Jones.
El VHS estaba en su apogeo y yo estaba
pendiente de los Premios Oscar cuando supe de un filme danés, que ganó el
premio de la Academia a la Mejor Película Extranjera en 1988, Pelle
el Conquistador (en todo caso, creo que solo pude apreciarla en 1990). Dirigida por el danés Bille August, creo
haber visto solo dos veces esta emotiva cinta, que tantos elogios dio al
veterano, cuando estaba terminando mi
infancia y aun así una historia como esta no dejó de conmoverme a tan temprana
edad; luego en los noventa, me la repetí gracias al cable. Ahora tengo una copia digital hace casi un
año y es momento de volver a disfrutarla.
Cabe mencionar, que fueron filmes bellamente realizados como este, de
hondo realismo, los que aparte de las historias de ciencia ficción, terror y fantasía
que tanto me gustan, los que lograron rendirme a sus maravillas. Tiempo después, tuve el gusto de verme otra
cinta que filmaron juntos director y actor, Con las Mejores Intenciones (1992),
producción que llegó con un par de años atrasada a nuestras salas de cine y que
pude disfrutar en las salas del Cine Arte Normandie (un querido lugar que
visitaba seguido, solo o con amigos cuando hacía el pregrado); debo decir que
lejos esta otra película me conmovió más, la cual también debo revisarla, pues nada
recuerdo de lo que hizo nuestro querido histrión en dicha obra.
Fueron los noventa, cuando ya era un
adolescente, que en realidad vine a “descubrir” a Max von Sydow y ello gracias
a las revistas de cine que compraba siendo un adolescente (Cinegrama y Video
para Usted). Por esas fechas, en
los primeros años de esa década y lejos la más feliz de mi vida, dieron en la
tele la que se volvería uno de mis largometrajes favoritos: Duna (1984). La primera adaptación de la famosa novela de
Frank Herbert, tenía entre sus filas al histrión al cual hoy homenajeamos,
realizando un pequeño, aunque potente papel: el del doctor Liet Kynes. De seguro en la edición extendida armada para
la TV, de la cual renegó su director David Lynch, tiene más escenas, pero la
verdad solo la tuve frente a mis ojos una vez y no tengo mayor memoria de ella.
No más a partir de la primera vez que me repetí esta cinta, gocé a conciencia
del desempeño actoral de von Sydow.
Max en Dune. |
Hay varias otras obras que me vi de él como
Despertares
(1990), Hasta el Fin del Mundo (1991) e incluso la megaproducción
hollywoodense de Steven Spielberg Minority Report (2002), que tanto me
gusta, aunque nada recuerdo del papel que realizó en dichas películas;
lamentablemente tampoco recuerdo su otra incursión en la narrativa de Robert
Howard, con Solomon Kane (2009) y su trabajo con otro de los grandes
cineastas que lo llamó para trabajar con él, Martin Scorcese, esta vez para La
Isla Siniestra (2010); para qué hablarles de su paso en el Episodio
VII (2015) de Star Wars, que si no fuera por
Wikipedia no la habría puesto en mi listado, puesto que como la encontré tan
decepcionante, hasta había borrado de mi memoria su intervención en ella. En cambio de esa época, cuando yo era
universitario, sí tengo muy presente su paso por La Tienda de los Deseos Malignos (1993),
basada en la novela homónima de Stephen King y donde interpreta con una
genialidad como para aplaudir nada menos que a un demonio (amo esa peli y me la
he repasado un montón de veces); lo mismo sucede con Juez Dredd (1995), sobre
el famoso personaje de los cómics británicos, donde interpreta a un heroico
servidor de la ley; por igual su hermoso rol en Más Allá de los Sueños (1998),
basada en la novela de Richard Matheson, también lo tengo presente, que a este
caballero de las artes escénicas le salían formidables tanto los papeles de
villano, como los de héroes y de hombres comunes, con la misma soltura y enorme
calidad.
La última vez que vi a este señor concedernos
su arte y la que vendría a ser una de sus últimas actuaciones, fue nada menos
que en la sexta temporada de Juego de Tronos y donde hizo de uno
de los “Niños del Bosque” (¿O era “Hijos del Bosque”?), como el viejo Cuervo de
3 Ojos que instruye a uno de los protagonistas para ser su sucesor…La verdad es
que cuando lo reconocí en escena, me alegró sobremanera su incorporación al
elenco, al menos durante esa temporada.
Me queda claro que debo revisitar su
enorme filmografía y ponerme al día con varios de sus clásicos, en especial con
los de Bergman. También sé muy bien que
con su partida, otro pedacito del siglo XX se nos fue, razón por cual nos queda
honrar a gente como él y agradecer su huella que nos dejó para la posteridad.
Un precioso homenaje a Max von Sydow.
Elwin: Poco más para agregar. El otro día le hice un breve homenaje en la radio, justo mencionando sus título relacionados con el fantástico, y estuvieron todos los que mencionas. No quiero dejar de destacar El Séptimo Sello, la película que le dio fama mundial, y una obra maestra.
ResponderEliminarSaludos
RICARDO
Para gente como nosotros, que amamos el cine fantástico, la pérdida de Max von Sydow es doble, que tantas películas maravillosas del género y simolares hizo y más porque su villano para "La Tienda de los Deseos Malignos" es, sin dudas, unas de las mejores caracterizaciones salidas de la narrativa de nuestro autor favorito.
EliminarSaludos Elwin, aquí murinus2009.
ResponderEliminarHas hecho un muy buen recuento del Trabajo de, Max Von Sydow, Elwin, muy bien.
La verdad es que aunque lo recuerdo en algunos de los papeles que mencionas:
-El Padre Merrin de El Exorcista.
-Ming El Despiadado en Flash Gordon.
No sabía que era El y tampoco me dejó muy honda huella su actuación.
Me llama mucho la atención una de sus películas:
La Tienda De Los Deseos Malignos y la buena opinión que tienes de ella.
Es la primera vez que la escucho mencionar.
Le has hecho un buen y completo homenaje a Max Von Sydow incluyendo su filmografía.
Este Trabajo tuyo Elwin, es muy bueno para acercarse a la Obra de este actor.
Gracias y hasta la próxima.
Pues ahora ya sabes qué otra buena película de terror puedes ver, que tiene además una interesante reflexión sobre el consumismo...Y gracias, como siempre, por pasarte por acá y dejar tus palabras.
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