martes, 26 de abril de 2022

Intrigas detrás de las intrigas.


 
    Dios Emperador de Dune termina al igual que los libros que le precedieron, de forma impactante: en esta ocasión Leto II se "sacrifica" y ello significa un importante cambio en el statu quo de toda la sociedad humana, en especial en Rakis, antiguamente llamado Dune.  Miles de años han pasado desde los eventos del mencionado cuarto volumen de la saga, una cantidad de tiempo lejos más grande que todas las que hemos presenciado entre una novela y otra, de modo que la llamada Senda de Oro (el plan del vástago de Paul Atreides) se ha realizado y se explica por fin (supuestamente): La humanidad se ha expandido a través del espacio y se han desarrollado nuevas culturas, que ahora- por fin- regresan al centro del otrora imperio para reencontrarse con sus raíces.  Es en medio de este escenario futurista y divergente, que Herejes de Dune se desarrolla como una obra fabulosa (lejos más divertida que su densa predecesora) y que hasta cierto punto nos puede hacer pensar que esta entrega es- tal vez- la mejor hasta el momento de toda la serie.
     La novela transcurre en varios planetas y solo una parte de ella en lo que fuera el único lugar de donde provenía la valiosa Melange.  El tema de la obtención del poder, religioso, económico, político, tecnológico lo veremos quizás con una intensidad más frenética que antes y es que sus numerosos personajes se encuentran en una competencia feroz por obtener el objeto de sus deseos (que sus intereses no son particulares, sino que responden a la organización que ellos representan y a la que sirven de forma ciega).   No obstante, el nombre de esta entrega no es gratuito y en muchos sentidos varios de estos individuos, que más de uno de ellos nos despierta simpatía, pese a tratarse de sujetos duros que para nada cumplen con el perfil de alguien, por quien nos gustaría en este mundo real ser amigos o pareja (puesto que son demasiados fríos y calculadores, que no cejan en matar de forma maquiavélica para conseguir sus fines), en verdad son una especie de parias entre sus semejantes.
     Si en la entrega anterior conocimos a las Habladoras Pez, excelente agrupación femenina que por entonces estaba sobre las conocidas Bene Gesserit (por entonces caídas en desgracia debido al poder que estaba sobre ellas, Leto Atreides II, Dios Emperador de Dune, ahora llamado tras su "muerte" El Tirano), ahora se nos introduce a una nueva sociedad secreta femenil más atroz que cualquiera otra vista en esta serie literaria: Las Honoradas Matres.  El papel antagonista de estas complejas villanas, hará que cada una de sus intervenciones sea un enorme placer para el lector y que tras el potente desenlace que queda abierto, nos abra la posibilidad a un cierre de la saga, en el siguiente libro, que se espera estará por sobre lo ya gozado y lo esperado.  Especial atención al mecanismo del uso del sexo para controlar de estas aterradoras mujeres.



     Tanto relacionado con las Honoradas Matres, como con sus rivales naturales de las Bene Gesserit, el libro aborda con mayor fuerza que nunca el dominio a través del sexo, incorporando por fin escenas eróticas explícitas, cuando antes solo fue apenas insinuado.  Al respecto, mucho de lo que acá descubrimos no es solo invención del autor, que por mucho que nos parezcan fantasiosas las habilidades de quienes ostentan tales conocimientos, el sexo tántrico y otras disciplinas relacionadas a ello, sin dejar de lado el arte de la seducción, son peligrosas armas que han creado y desmoronado imperios y a figuras de autoridad que caen bajo sus influjos.
     Cabe mencionar que la novela introduce el concepto de Casa Capitular, que tendrá un valor destacado en el último libro de la saga original (las "continuaciones" mercenarias del hijo de Herbert junto a Kevin J. Anderson prefiero no tocarlas, que lejos prefiero dedicarles mi tiempo a autores de renombre y/u obras de probada calidad literaria).  Por otro lado, en esta obra toman papeles significativos los valores de la familia y de la amistad, los que se abordaron en Dune, pero que en esta ocasión consiguen humanizar a la mayoría de esos "herejes" que acapararán toda nuestra atención.
     Más que nunca, este título posee varios protagonistas, de modo que los capítulos nos van retratando de manera paralela y alternada sus devenires entre un sitio y otro.  Así que se trata de una obra compleja, en la cual la vida de sus personajes están intrínsecamente relacionadas y en el presente listado no mencionaré a todos, ya que tantos de ellos al menos a mí me confunden y, por otro lado, mejor descubrir por cuenta de uno mismo este maravilloso dramatis personae que se nos depara.
    Sheeana: Una niña Fremen que es la que origina buena parte de los eventos de este libro.  Posee la capacidad única de controlar a los Gusanos de Arena.  El episodio en el que la chica descubre sus poderes es, sin dudas, uno de los mejores segmentos de todo Dune.
    Duncan Idaho: Ya sea en su "versión original", como en sus distintos Gholas (clones), es el único personaje que ha estado presente en toda esta serie literaria (si bien cada Duncan es un sujeto único a su manera).  En este caso, lo conocemos como a un pequeño que llega hasta las Bene Gesserit para ser adiestrado, desde chico, antes de cumplir su papel y de ese modo lo vemos crecer con el paso de los años hasta llegar a la vida adulta y recuperar todos los recuerdos de su vida pasada.  Independiente e impredecible como el resto de sus antepasados, se vuelve una de las fuerzas más potentes de esta historia
    Lucilla: Joven Bene Gesserit que, por un lado, es una de las tantas "brujas" de importancia en la presente obra y que en su caso tiene como destino manejar al Ghola de Idaho; sin embargo, las cosas no son fáciles, ni siquiera para su poderosa orden.  A través de ella y de sus congéneres que aparecen en Hijos de Dune, las Bene Gesserit tendrán una caracterización como nunca antes vista dentro de esta saga.
    Miles Teg: Maduro agente militar, estratega y de inteligencia al servicio de las Bene Gesserit, que tiene como fin proteger a Duncan.  Es un hombre correcto que a diferencia de la mayoría de los coprotagonistas, sí conoció el amor de una familia y eso, sin dudas, es una clara ventaja.
    Tylwyth Waff: Un maestro Tleilaxu de rara apariencia, que representa los intereses de su gente y por eso perpetra varias maquinaciones en las que participa directamente.  Su fe ciega en la religión que abraza es el arma perfecta para dominarlo.  Por medio de él por fin conoceremos a su pueblo como bien estaba pendiente.
    En suma, Herejes de Dune se lee con el mismo placer de la primera trilogía, otorgándonos pasajes y diálogos que demuestran, con creces, por qué razón la saga está entre los puntos más altos de la ciencia ficción literaria.  Habrá que ver cómo acaba todo, luego del cliffhanger de sus últimas páginas.
     Y para terminar, por fin, le tengo un cariño tremendo a la vieja edición que poseo de esta novela, perteneciente a Plaza & Janes ¿Por qué es así? Pues siendo el quinto libro de la colección, fue el segundo que conseguí y ello fue en plenos años noventa, cuando estudiaba Pedagogía en Castellano y comprarme un libro o recibir uno era un logro mucho más que ahora (por el tema económico, digo).  Mi edición es de 1995 y se lo compré ese mismo año o al menos dos después a un amigo que tuve, Miguel (no recuerdo su apellido) y con el cual nos prestábamos libros por medio de su madre (profesora en el colegio donde estudié) y hablábamos por teléfono.  Dicho ejemplar se lo trajeron de España unos parientes y como lo tenía repetido me lo vendió a bajo precio, que yo estaba feliz.  Solo una vez estuve en persona con este especial compañero de ñoñería, que su madre me invitó a “tomar once” en su preciosa casa y yo llevé en VHS Army of Darkness de Sam Raimi.  Fue una linda velada y quedé prendado de la belleza del anfitrión, que era de mi edad (un veinteañero estudiante de Ingeniería).  Nunca más lo volví a ver y nuestra amistad se diluyó sin poder madurar, pero hasta ahora lo recuerdo, porque me habría gustado mucho compartir más con él.  Y es así que solo ahora, casi 25 años después de esos momentos que cuento, lo único que mantengo de Miguel me ha dado enormes satisfacciones, que se lo agradezco.

2 comentarios:

  1. La portada del primer libro que colocaste realmente no va nada con la historia. No se que hace allí el Barón Harkonen (de la peli de 1984) si ya la trama no va por allí. Respecto a este libro y al que sigue (Casa Capitular) he leído críticas muy buenas, pero nunca los he leído. Es que de DUNE, por descuido o por lo que sea, no he pasado del primer libro. Pero es una cuenta pendiente que tengo que saldar en algún momento.

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    1. ¡Vas a disfrutar tanto el resto de la saga, que quedarás muy feliz del tiempo dedicado a ella! Yo ahora comenzaré el último tomo

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