miércoles, 7 de junio de 2023

¡Viva el Spiderverso!


    A fines de 2018, muy cerquita de Navidad, se estrenó Spiderman: Into the Spider-Verse.  La cinta animada en CGI fue un éxito de crítica y público, todo gracias a un montón de elementos que componen dicho filme, verdaderas virtudes que para muchos (como este humilde servidor) la convirtieron en el mejor filme de Spidey hasta el momento (por aquel entonces, no sabíamos la sorpresa que nos tenía deparado el futuro con Sin Camino a Casa).  No voy a contar de qué va esta película, que ganó de forma merecida un montón de premios, pero sí les diré que entre sus virtudes se encuentra una historia fabulosa, épica y emotiva que aprovechó inteligentemente el arquetipo del Trepamuros, llevado a varias de sus manifestaciones más populares a través del Multiverso marvelita; a ello se le agregan sus siempre atractivos rivales (nadie puede negar que posee una de las mejores galerías de villanos de las historietas) y entre ellos la elección de una verdadera estrella entre sus genios criminales; sumado a toda la plétora de personajes tan queribles y divertidos, muchos de ellos desconocidos hasta entonces para buena parte de la audiencia (Spider-Ham y Spider-Gwen la llevan, aunque no debemos olvidar a la siempre adorable tía May); por último, la animación de este largometraje fue tan hermoso, con una dirección de arte muy dedicada, que llegó a "crear escuela" y de ese modo con posterioridad otros productos de animación repitieron su estilo (como la más reciente entrega de Gato con Botas).
    Hace poquito no más se estrenó el título que hoy nos reúne.  Titulada como Spider-Man: Across the Spider-Verse, nos devuelve al verdadero protagonista de la primera de estas entregas: el adorable adolescente afroamericano y latino Miles Morales, quien con facilidad se hizo bastante querible gracias a su debut cinematográfico.  En esta ocasión el chico debe enfrentarse a un villano aparentemente insignificante, La Mancha, quien parte como un personaje cómico e insignificante y luego la trama en torno a él se intensifica para llevarnos a un conflicto de proporciones cósmicas.  En determinado momento la crisis ha llegado a tales proporciones, que debe entrar en escena, nada menos, que un equipo "multiversal" de superhéroes mujeres y varones de distintas realidades para evitar la catástrofe; de este modo, tendrá vital importancia "el único Spider-Man sin sentido del humor" y tres muy simpáticos nuevos secundarios: Una Spider-Woman embarazada y motorista, un Spider-Man punk y otro indoamericano.
    Tal como ya sucedió con la película anterior, las dosis de aventura, intriga, acción, humor, romance y emoción están bien integradas.  No obstante, al menos a mí me pareció algo lenta la primera mitad de esta entrega y solo al rebelarse la existencia del grupo "secreto", acaparó mi total atención.  En todo caso, no dejo de recomendar esta joyita y espero con muchas ganas la conclusión del argumento, que todo quedó en un momento bastante atrapante.


                                                                              Tráiler.

sábado, 3 de junio de 2023

Nuestro propio Cien Años de Soledad (II)


 IV. Los personajes.
 
    Para abarcar las dimensiones estéticas de un libro como este y apreciar su rica gama de matices, es necesario detenerse en sus personajes (que son bastantes, la verdad), puesto que son ellos quienes hacen de La Casa de los Espíritus un libro excepcional.  Y es que recordamos con tanto cariño libros como este, gracias a la humanidad que les insuflan sus autores, quienes vienen a ser, incluso, lo más valioso de sus páginas.  No está de más decir que a partir de esta novela, Isabel Allende se volvió una gran hacedora de personajes y a tal punto de que con posterioridad, sus títulos serían valorados en gran parte por protagonistas y secundarios tan entrañables. Así que démosle, de una vez por todas, a este recorrido a través del verdadero pilar de esta obra.
 
1. Clara: El personaje femenino más potente de la novela y cuyo segundo capítulo tiene su nombre.  Es la hija menor de Severo y Nivea del Valle, un matrimonio compuesto por dos aristócratas liberales, quienes contribuyeron siendo los modelos de una personalidad singular; por lo tanto, la autenticidad y excentricidad (en especial por parte de la madre) son elementos primordiales suyos y de sus vástagos.  Con poderes como la capacidad de descifrar los sueños, la telequinesis y otros, es también quien le otorga buena parte de su carácter de Realismo Mágico a esta obra.  Despistada, vive su mundo, aunque siempre fue una mujer amable y de buen trato con los demás.  Resulta difícil no encariñarse con esta mujer, cuya presencia estará a lo largo de todo el texto y quien viene a ser la primera de su estirpe, entre las grandes heroínas que Isabel Allende nos concederá a través de su narrativa.
 
2. Esteban: La contrapartida de la anterior, es el personaje masculino más relevante de esta pieza, quien no solo se encontrará presente a lo largo de su extensión, sino que es uno de los dos narradores del libro.  Único hijo varón de una familia otrora poderosa, caída en desgracia, se empecinó en devolverle la gloria perdida a su apellido, hacerse un hombre rico y poderoso; fruto de su esfuerzo y carácter aguerrido lo consigue, desposando a Clara y con la que tuvo 3 hijos.  Política y moralmente conservador, es un representante de la clase privilegiada de América Latina, descendientes de los hijosdalgo que hicieron fortuna en estas tierras y otros inmigrantes europeos, de costumbres rígidas y elitistas.  Machista, prejuicioso y orgulloso, pese a todos sus defectos posee su propia porción de nobleza, por la cual Clara aceptó casarse con él y que será determinante cuando lleguemos al impactante climax del volumen.
 
3. Férula: La hermana mayor de Esteban, es una mujer que entregó su vida primero al servicio de su madre y luego al de su cuñada. Lo anterior la llevó a renunciar a su propia plenitud, aunque tuvo sus breves instantes de felicidad "encubierta", debido a su incapacidad para abrazar la libertad.  De espíritu atormentado, solo conoce el amor cuando llega a su vida Clara, cuya "pasión prohibida" para la época en la que se desarrolla la historia de ambas, determina su destino.  Dos de los momentos más emotivos y hermosos de la novela, giran en torno a esta mujer, por la cual sin problemas podemos sentir compasión y hasta simpatía ante su soledad y su objeto amoroso.
 
4. Blanca:  La primera hija del matrimonio Trueba del Valle, es una mujer marcada por su único amor nacido en plena infancia.  Frenada por su padre a vivir públicamente su romance, la relación con este se reciente, aunque con su madre en ningún momento pierde la excelente comunicación.  Los acontecimientos políticos del Golpe Militar, la llevarán a decidirse por fin a dejar de lado su mansedumbre de mujer madura; de ese modo, por fin, defiende de una vez su derecho a ser feliz y sin dar explicaciones a nadie.
 
5. Nicolás:  Uno de los dos gemelos que nacen años después de Blanca, resulta ser el hijo más "descarrilado" de los Trueba del Valle.  En su vida adulta nos recuerda al mítico Tío Marcos, con el que comienza esta extensa narración, debido a todas sus "locuras lindas" y un ejemplo más de la idea del tiempo cíclico, uno de los principios de La Casa de los Espíritus.  Sin ser una persona malvada, si nos puede ser fácil enjuiciarlo como a un inepto e irresponsable, al no saber enfrentar uno de los momentos decisivo de su vida.
 
6. Jaime: Quien fuera el inseparable compañero de juegos de su gemelo, durante la infancia, terminó separándose de este, debido a su opción de vida por completo distinta y personalidad más retraída.  Mientras el primero fue un hedonista y luego optó por el misticismo espiritual, este otro se pareció más a su Tía Férula, en cuanto a su preferencia por el desprendimiento de lo material, siempre pensando en los demás.  Puede ser que Nicolás haya sido el más apuesto de los dos, al menos durante su etapa de mujeriego, pero la apariencia "musculosa y peluda" de este otro, lo hace mayormente atractivo como hombre hecho y derecho, asi como sus dotes heroicas.  De pocas palabras, es cariñoso cuando debe serlo y posee una nobleza, que lo hace ser uno de los dos personajes masculinos más interesantes del libro.


 
7. Pedro Tercero: Nació en la hacienda de Las Tres Marías, descendiente de la humilde familia García, que trabajaban para los Trueba del Valle y eran parte de sus numerosos "inquilinos".  Hijo de Pedro Segundo, la mano derecha de Esteban apenas conoció a Blanca en su niñez, quedó prendado de ella y luego con la llegada de la adolescencia el amor se convirtió en pasión, la que definiría sus vidas para siempre.  De principios morales firmes, desde muy joven se interesó por los derechos de los más pobres, promoviendo la justicia social a través del canto. Inspirado en la figura del cantautor popular Víctor Jara, era un enemigo acérrimo para Esteban, aunque sus existencias estaban inexorablemente unidas.
 
8. Alba:  Hija de Blanca y Pedro, mantiene ciertos rasgos estrafalarios de buena parte de su familia, así como la actitud más equilibrada de otros de su estirpe. De toda su familia, pese a las singulares razones de su nacimiento, que le provocó varias rabias a su abuelo, es quien más cercana está a este y por quien se desvive el viejo cascarrabias.  Posee su propia historia de amor.  Asimismo, es protagonista de uno de los momentos más duros de la novela.
 
9. Amanda:  Una mujer con aire inquietante e intelectual, que gusta vestirse de forma muy particular y quien, pese a su delgadez, mantiene una fuerte carga erótica que acaparará la atención de los gemelos.  Detrás de su imagen provocadora hay más de un secreto, que nos darán un par de tristes pasajes.
 
10. Miguel: Al hermano menor de Amanda lo conocimos de niño, cuando era llamado Miguelito.  En la vida adulta lo volvemos a ver, ya convertido en un universitario a punto de titularse y en un militante de extrema izquierda.  Es el objeto amoroso de Alba.
 
11. Jean: Uno de los personajes más curiosos de la novela, es un misterioso europeo que ostenta el cargo nobiliario de conde.  Llega hasta la familia Trueba del Valle con intentos de hacer fortuna y termina ligado a la familia en circunstancias bastantes especiales.  Refinado, culto y de apariencia sofisticada (por decirlo de forma "educada"), se descubren sus gustos más "exóticos" de una manera muy graciosa.
 
12. Nana:  La maternal empleada "puertas adentro" de los Trueba del Valle, vivió sirviendo primero a los padres de Clara.  De ascendencia directa indígena, devota católica y ama de casa experta, se entrega en cuerpo y alma a la familia que la tiene bajo su techo.  Su presencia responde a un arquetipo e institución cara a la vieja sociedad chilena, muy querida entre las familias tradicionales (tal como lo podemos apreciar en la hermosa obra de teatro nacional, Mama Rosa de Fernando Debesa).  Cabe mencionar que encontramos personajes con sus características, en otras novelas de Isabel Allende como Inés del Alma Mía.  La Nana, de quien nunca llegamos a saber su nombre y apellido, nos aporta tanto un conmovedor episodio (gran ejemplo de su valor como persona y para quienes tienen la dicha de contar con ella), como buena parte del elemento humorístico, que también caracteriza a la escritora.
 
13. Esteban García:  Hasta el momento hemos conocido a varios personajes, por los cuales podemos sentir simpatía como mínimo (incluso al mismo Esteban, con todos sus defectos, le podemos reconocer más de una virtud), siendo este el único de carácter totalmente despreciable.  Es nieto de Esteban, producto de una de sus violaciones de juventud entre sus inquilinas y pese a que nunca fue reconocido como descendiente suyo, lleva el nombre de su "patrón", como un símbolo de su relación con este.  Resentido por la pobreza en la que le tocó vivir, ignorado y despreciado por su familiar, cuando logra obtener cierto poder, decide vengarse de manera atroz de Esteban y de su estirpe.  A este villano, pese a ser un sujeto tan rastrero, se le entiende con facilidad el tortuoso camino que ha optado, aunque no por ello se le deben justificar sus espantosos atropellos.  Cabe mencionar que alguien como él, con todo lo que implican sus bajezas y el papel que juega dentro de esta obra, demuestra la ya temprana maestría de Isabel Allende para crear a un sujeto verosímil y que bien encarna características de muchos hombres como él, que cometieron semejantes atropellos.
 
14. Pedro el Viejo:  Bisabuelo del anterior, abuelo de Pedro Tercero y padre de Pedro Segundo, es un hombre de campo que representa al sabio autodidacta del pueblo, poseedor de conocimientos "mágicos".  De inteligencia superior a la del resto de su gente, aunque humilde y servicial, tiene todo el respeto de Esteban, a quien al menos en dos ocasiones le hace dos inolvidables milagros (y éstos últimos, son sendos ejemplos de Realismo Mágico dentro del libro).  Su hija Pancha García fue violada en la adolescencia por el "patrón", lo que desencadenaría la tragedia del odio de Esteban García.
 
15. Tránsito Soto: Esteban la conoció cuando era apenas una adolescente flaca y que trabajaba de prostituta en el único prostíbulo cercano a Las 3 Marías.  De personalidad impetuosa, como el mismo Trueba y de una sexualidad/sensualidad bastante fuerte, sumado a su empecinamiento por salir de la pobreza, consigue caerle bien de inmediato al "patrón"; de ese modo accede a prestarle una pequeña suma, para que ella pueda cumplir su sueño de superarse.  La agradecida y simpática mujer, ya vuelta una verdadera belleza, se vuelve a encontrar con él años después, convertidos en una especie de amigos (Tránsito es la única mujer y persona, luego de Clara y aparte de Alba, con quien Esteban logra bajar sus defensas).  La ya convertida en una importante madama, será de vital importancia para sortear la desgracia de Esteban, llegados al comienzo de la dictadura militar.  Debe saberse que Isabel Allende, rescató a este personaje de una pieza teatral que escribió en los setenta (Yo soy la Tránsito Soto, obra que lamentablemente como mucho de lo que realizó en esa misma época, no ha vuelto a editarse, ni a montarse).
 
16. Rosa:  Hermana mayor de Clara y el primer amor de Esteban.  De una tremenda belleza, poseedora de un sobrenatural pelo verde, aparece solo en el primer capítulo de La Casa de los Espíritus (que lleva su nombre).  Pese a no tener muchos diálogos, durante su intervención, su presencia posee una gran fuerza en esta parte del libro.

 
V. Mi historia personal con el libro.
 
   En algún momento mientras he dedicado mi tiempo al blog, en sus primeros años, seguro que conté esta historia: Era un adolescente de solo 14 años, cuando en el programa de reportajes Contacto (que lo veía sagradamente todos los miércoles o jueves durante años), supe de una autora de origen chileno y radicada en Estados Unidos que se había vuelto una estrella de las letras internacionales.  En mi breve existencia hasta el momento y poco conocimiento de la literatura de mi país, enterarme de esto fue una bomba, que no solo me hizo sentirme orgulloso de mi compatriota, sino que enterarme de qué trataban sus trabajos, me dejó con un tremendo anhelo de conseguirme su bibliografía.  Pocos meses después, al cumplir los 15 años, recibí de regalo de parte de mis padres (solicitados por mí, claro), La Casa de los Espíritus y Cien Años de Soledad; no tenía idea de la relación de ambas obras, pero como también estaba muy impaciente por saber de qué iba el texto de García Márquez, que varias veces leí/escuché breves recomendaciones al respecto, me devoré ambos tomos con mucho placer.  La Casa de los Espíritus fue mi lectura de esas vacaciones de invierno, calentito en casa cobijado de la lluvia, un periodo feliz para mí.
    Más tarde, me encontraba cursando segundo o tercer año de la carrera de Castellano en la universidad, cuando me reencontré con la narración que hoy nos atañe.  Fue para un trabajo de Literatura Chilena o Literatura Latinoamericana, ya no lo recuerdo, cuando decidí hacer un trabajo al respecto y con el propósito de que mi libro seleccionado me otorgara una buena nota.  No tengo más memoria al respecto. En esa era, todo lo hacía en mi máquina de escribir eléctrica y como no guardé los documentos de entonces y mucho menos contaba con la tecnología actual, que te permite conservar archivos en digital casi por siempre, no puedo decir qué impresiones me provocó mi primera relectura del libro.
    Solo una vez había dado leer esta novela a mis estudiantes y eso fue en los inicios de mi carrera como docente; en dicha época cometí muchos errores, carecía de experiencia y todavía me faltaba mucho para hacer una labor cono profesor que valiera la pena, en especial a la hora de preparar mis clases y material pedagógico.  Se la di como lectura para la casa a unos cuartos medios (cursos terminales de enseñanza media, secundaria en otros países) y en vez de hacer un control de lectura, quise "innovar" y les pedí hacer una versión en cómic del libro; en aquellos años la idea de crear una pauta de evaluación o rubrica, no estaba entre mis conocimientos y deberes a la hora de hacer una evaluación a los chicos, así que hoy bien puedo decir que no fue afortunada mi decisión.  Una buena alumna se enojó por no tomarles una prueba, puesto que a diferencia de la mayoría de sus compañeros se había leído la narración completa, pero no estaba dentro de sus habilidades lo que le pedía y con justa razón exigía la típica prueba que se hacía ille tempore (cerca del año 2000).  Pese a todo, recibí unos cuantos trabajos maravillosos.
    El año pasado convencí a mis colegas del Departamento de Lengua y Literatura (hace rato que dejó de llamarse nuestra asignatura Castellano) para que en 2023 los cuartos medios leyeran La Casa de los Espíritus; así también me hacía el tiempo para releer, luego de más de dos décadas, un título tan querido por mí.  Esta vez llevé a cabo, con mucha dedicación, una prueba de la cual me puedo sentir orgulloso, si bien aún no la tomamos.  Cabe mencionar que, reencontrarme luego de tanto tiempo con esta novela, ha sido tanto un viaje a la nostalgia, como todo un placer, que he disfrutado sobremanera la segunda relectura, descubriendo más que nunca las virtudes detrás de sus páginas; y es justamente este texto que escribo ahora y les comparto, la evidencia de mi redescubrimiento.


VI. La película.
 
    En 1993 se estrenó con bombos y platillos la adaptación cinematográfica y hollywoodense de La Casa de los Espíritus.  El realizador danés Bille August fue contratado para llevar a cabo esta superproducción, luego de haber filmado en su país al menos dos bellísimas cintas ganadoras de un montón de premios (Pelle el Conquistador y Con las Mejores Intenciones).  La cinta contó con un reparto de lujo, que hasta entonces pocos filmes habían conseguido, teniendo entre los protagónicos a artistas ya consagrados como Meryl Streep, Jeremy Irons, Glenn Glose, Winona Ryder, Antonio Banderas, Vanessa Redgrave y Armin Mueller-Stahl.  Altas expectativas se hicieron al respecto, ya que se trataba de la adaptación de una obra muy popular y querida, sin olvidar a quiénes estaban detrás de ella.  No obstante, el largometraje fue un fracaso comercial y de crítica en muchos casos, en especial porque obviaron a un montón de personajes importantes, simplificaron la última generación (mezclándola con la anterior) y eliminando casi todo el elemento sobrenatural; por otro lado, por muy buena actriz que fuese la Streep, era demasiado "vieja" para su papel de Clara, al momento de su casamiento con Esteban.  Pese a todo, esta producción consiguió unos cuantos galardones y si bien ha sido olvidada e ignorada por muchos, todavía tiene un público que la aprecia, pese a sus numerosas falencias.
    Dentro de los mejores aspectos de esta película, cabe mencionar sus actuaciones, en la que la mayoría de sus actores se encuentran soberbios (mucho me gusta Banderas, no obstante, creo que para esta cinta no estuvo muy inspirado), así como cuenta con varias escenas conmovedoras y bastante representativas del libro.  Todo un plus son su escenografía y en especial la preciosa banda sonora, de nada menos que Hans Zimmer, por completo épica y evocadora (uno de los primeros cd originales, que me compré fue este soundtrack, que lo encontré en oferta en un mall y que me trae muy bellos recuerdos de mi época universitaria).
     El libro bien se merece una mejor adaptación, ojalá en dos partes o incluso como miniserie; esta vez con más artistas latinos involucrados, pues solo María Conchita Alonso tuvo un papel en la mentada película y el único papel donde debía salir alguien semidesnudo mostrando el rostro, haciendo de Tránsito Soto, una prostituta, es un claro ejemplo del racismo gringo de aquellos años y que mostraba a latinos en papel estereotipados (si no me equivoco, también Antonio Banderas, un español que ya había mostrado la belleza de su cuerpo masculino, para sus trabajos junto a Almodóvar en su país natal, expone en una escena fugaz su culito).
 
VII. Palabras finales.
 
    Años después de publicar La Casa de los Espíritus, ya convertida en una escritora de renombre, Isabel Allende escribió dos precuelas a esta obra: Hija de la Fortuna (1998) y Retrato en Sepia (2000), novelas ambientadas en el siglo XIX y que tratan acerca de dos antepasadas de Clara y el resto de su familia.  De este modo surgió su Trilogía Involuntaria.  Así que tenemos harto para conocer a esta familia tan querible.

         
Tráiler de la película.

martes, 30 de mayo de 2023

Una despedida en lo más alto.


    Cuando en 2014 se estrenó Guardianes de la Galaxia, solo los marvelitas más ñoños sabían de este grupo; por otro lado, ni siquiera se trataba de su agrupación original y más clásica, sino de una muy especial.  Quien escribió y dirigió la película, James Gunn, era nada menos que un verdadero conocedor y amante de los cómics, lo que demostró con creces en su primera incursión en el UCM. Así que la cinta fue un éxito, la mayor parte del público amó (amamos) a sus personajes (y yo en especial a su versión de Starlord, como a su actor Chris Pratt) y de este modo la franquicia se volvió una de las favoritas, de toda esta seguidilla de producciones.
    Ahora, bien, como ha pasado con otras de estas cintas basadas en las historietas de la Casa de las Ideas, los personajes que en el mencionado título vemos, así como en otros que aparecerían en las secuelas siguientes, difieren en muchos aspectos de los originales en el papel (por ejemplo, el mismísimo Starlord no es el gracioso seductor y amante del rock que aparece en pantalla, hasta donde yo he leído en sus historietas setenteras).  No obstante, es gracias a cambios como estos, que las hacen más atractivos para las masas no lectoras de "tebeos", que estas cintas consiguen hacerse tan rentables.
    Tras lo anterior, los Guardianes de la Galaxia volvieron en su primera secuela (Volumen 2) y tuvieron un destacado papel en el díptico dedicado al Guantelete del Infinito (Infinity War y Endgame, en las cuales el mapache Rocket y una redimida Nova, terminaron por ganarse nuestros corazoncitos), aparecieron como invitados en la decepcionante Thor: Love and Thunder y luego tuvieron hasta un nostálgico especial de Navidad el año pasado (como regalo, adelanto y aperitivo de lo que se nos venía pronto).
    Guardianes de la Galaxia Volumen 3 siguió de la mano de James Gunn (quien se despide de Marvel, tras el importantísimo cargo que ha tomado en las películas de la Distinguida Competencia, aunque dejó la posibilidad de volver para algún interesante encargo) y lo hizo en grande.  El villano de turno es nada menos que el Gran Evolucionador, un desquiciado con una mente prodigiosa y una enorme incapacidad para sintonizar con los demás y para amar; asimismo, a través de este, Gunn hace también su homenaje a la figura del científico loco y el que le permite realizar varios guiños al cine de terror, que se sabe/nota también tanto le gusta.
     En cuanto al desarrollo del "malo" de esta historia, su genialidad no radica solo en cómo lo abordó el realizador, sino que buena parte de ello se debe en la solvencia del actor Chukwudi Iwuji, de origen nigeriano, quien supo darnos una interpretación que nos muestra a un sociópata y por el cual por nada del mundo sentiríamos simpatía (como con Loki) o bien entenderíamos las razones de su actuar (Thanos).   De este villano que siempre me atrajo mucho (era el rival principal de Spidey en Spider-Man Unlimited, aunque en esta serie aparecía con una imagen por completo distinta a con la cual se hizo conocido), solo lamento que en ningún momento usara su máscara que tanto me gusta.
     La trama gira en torno, nada menos, que en nuestro mapache mutante favorito y quien es raptado en situaciones muy dramáticas.  De modo que le toca a sus amigos rescatarlo y para eso, primero, deben ir donde otro grupo muy especial, en el que se reencontrarán con una muy querida amiga, así como tendremos más del equipo correspondiente a los originales Guardianes de la Galaxia; segundo, les toca ir a los dominios del megalomaníaco Gran Evolucionador, el viaje más loco de todos los que hayan hecho jamás.
    Si bien es imposible que no disfrutemos con todo lo que les pasa a personajes, ya tan populares como lo son Groot, Mantis, Drax y Starlord (¡Suspiros y suspiros!), es en la actual Nova en quién deseo detenerme; la otrora villana, se ha vuelto tan admirable en su deseo por tener, por fin, la familia que tanto necesitaba, que al menos a mí me sobrecoge el corazón, cuando la aprecio en esta actual versión suya.
    Cuando menos lo esperábamos, el mayor peso dramático de esta entrega recae en el mentado mapache evolucionado, de quien por fin sabemos sus orígenes; es así como los abundantes flashbacks dedicados a su pasado, que van in crescendo hasta su posterior emancipación, se encuentran entre lo mejor de un filme, que de por sí ya merece todos nuestros aplausos.  Cabe mencionar al trío entrañable de amigos "de infancia y juventud" de Rocket, que aquí nos presentan, los "monstruitos" más adorables que hayamos conocido y que se quedarán en los recuerdos de millones, pese a su escasa presencia en pantalla.
     Guardianes de la Galaxia Vol. 3 tiene los mejores efectos especiales del UCM en años (últimamente la franquicia, ha sido criticada por abaratar costos y/o descuidarse al respecto), pero más encima cuenta con un argumento tan potente, gags tan graciosos y escenas memorables, que duele sea el cierre de una saga que desde un principio fue una inesperada sorpresa para todo el mundo.  Por todo esto, al menos en mi caso, tengo sentimientos encontrados con esta pieza y es que agradezco que la larga espera tuviera por fin sus frutos y más de una forma como esta; sin embargo, apena saber que tal vez nunca más los veremos en estas versiones, al menos reunidos, me apena y es que siempre las despedidas son tristes.
    Unos cuantos regalitos más nos hace esta película, entre ellos que por fin tuviera diálogos Cosmo (que aquí es hembra) y Howard el Pato.  Más encima, agrega a un muy importante personaje cósmico dentro de la trama, nada menos que a Warlock; ahora bien, de ser uno de los seres más poderosos de Marvel, acá pierde su trascendencia y lo vuelven un sujeto con una personalidad que difiere bastante de cómo aparece en las viñetas.
     La película no solo entretiene y saca varias risas de forma espontánea, sino que de igual modo es todo un espectáculo visual, con diseños increíbles de mundos maravillosos y todo tipo de criaturas, que más encima a uno que otro espectador lo emocionará profundamente.  Merece verse en pantalla grande y repetírsela varias veces, para reconocer los distintos homenajes que hace Gunn al cine clásico y bizarro, filmes de culto y todos los "huevos de pascua" que posee.
    Atentos a las escenas de postcréditos.


                                                                             Tráiler. 

viernes, 26 de mayo de 2023

Nuestro propio Cien Años de Soledad (I)


I. Orígenes.
 
   El libro más importante y leído de las letras latinoamericanas es, sin dudas, Cien Años de Soledad.  La famosa novela de Gabriel García Márquez, aborda en sus páginas la saga de una destacada familia de su país (Colombia), a lo largo de varias generaciones y durante el transcurso de diez décadas.  Por otro lado, también utiliza la misma cronología de la patria del autor, para contarnos a través de una mirada mágica, el mismo proceso histórico de América Latina, entre fines del siglo XIX y mediados del XX; lo que incluye la huella del imperialismo gringo, el abuso de las transnacionales y las matanzas a cargo de los militares.
     A menos que me equivoque, la novela popularizó también el llamado Realismo Mágico, subgénero que se convirtió en un símbolo de la misma idiosincrasia latinoamericana, al mostrar nuestra convivencia en el mundo actual, con su tecnología y la contingencia actual (guerras, revoluciones, etc.), la aceptación de la existencia de un mundo invisible y sobrenatural (mezcla del cristianismo y lo indígena, aunque esto último siempre en pequeños detalles, como los sueños premonitorios y la aparición de ánimas).
    Por lo tanto, Cien Años de Soledad creó escuela y, como no, era de esperar que una obra de tal magnitud épica y trascendencia literaria influyera en escritores posteriores y en especial de esta misma zona particular del mundo.
    En 1982 apareció publicada la primera novela de la escritora chilena Isabel Allende.  Escrita durante su autoexilio en Venezuela, contó nada menos que con el apoyo de la editora Carmen Balcells, a quien le debemos la internacionalización de la narrativa de este sector, con lo que se llamó el Boom Latinoamericano.  Cabe mencionar que la Allende, desde los setenta ya llevaba desarrollando su prosa a través de títulos infantiles, crónicas periodísticas y teatro, de modo que La Casa de los Espíritus fue su salto a la narrativa adulta y con un libro "grande" de más de 500 páginas, plagado de personajes complejos y lleno de referencias a la propia historia de Chile del siglo XX.


II. Inspiración versus copia.
 
    No faltaron quienes acusaron a Isabel Allende, de ser una "copiona" de García Márquez (en un momento, Roberto Bolaño la trató de ESCRIBIDORA, razón por la cual lo desprecié con todas mis ganas), puesto que hay mucho en común entre ambos textos.
     En primer lugar, debemos considerar el hecho de que ambos libros giran en torno a una dinastía familiar, contándonos de sus descendientes.  Es así que dichas historias nos hablan de su fundación, pasando luego a su época de esplendor, hasta llegar a su decadencia.  Cabe mencionar que ambas familias, poseen una inmensa impronta dentro del medio social que las rodea, ya que sus integrantes se vuelven sujetos significativos, para los hechos "históricos" que marcarán su tierra.
      Luego tenemos todo lo relacionado con el Realismo Mágico, partiendo por la presencia de una mujer tan hermosa y ajena al mundo material, que deja este plano de existencia en particulares circunstancias (En Cien Años de Soledad es Remedios la Bella y en La Casa de los Espíritus le toca dicho papel a Rosa la Bella, cuyo apodo se nota copió/homenajeó la chilena); asimismo, en ambos textos se aborda la idea del tiempo cíclico, o sea, que hay hechos que se repiten a lo largo de los años y/o que todo vuelve a su punto de origen.
     Debemos sumar a todo esto, el hecho de que lenguaje empleado por Isabel Allende, por igual nos recuerda al de García Márquez (quizás más en sus primeras obras, hasta que luego fue consiguiendo su propia voz), en especial en lo que se refiere a las descripciones de tipo poético que hace y cuando se refiere a las cualidades extraordinarias de sus personajes.
 
    “Esa noche, la guardia derribó a Mauricio Babilonia cuando levantaba las tejas para entrar al baño donde Meme lo esperaba, desnuda y temblando de amor entre los alacranes y las mariposas, como lo había hecho casi todas las noches de los últimos meses. Un proyectil incrustado en la columna vertebral lo redujo a cama por el resto de su vida. Murió de viejo en la soledad, sin un quejido, sin una protesta, sin una sola tentativa de infidencia, atormentado por los recuerdos y por las mariposas amarillas (…)”
 
Cien Años de Soledad.
 
     "La habilidad de Clara para mover objetos sin tocarlos no se pasó con la menstruación, como vaticinaba la Nana, sino que se fue acentuando hasta tener tanta práctica, que podía mover las teclas del piano con la tapa cerrada, aunque nunca pudo desplazar el instrumento por la sala, como era su deseo. En esas extravagancias ocupaba la mayor parte de su energía y de su tiempo. Desarrolló la capacidad de adivinar un asombroso porcentaje de las cartas de la baraja e inventó juegos de irrealidad para divertir a sus hermanos. Su padre le prohibió escrutar el futuro en los naipes e invocar fantasmas y espíritus traviesos que molestaban al resto de la familia y aterrorizaban a la servidumbre, pero Nívea comprendió que mientras más limitaciones y sustos tenía que soportar su hija menor, más lunática se ponía, de modo que decidió dejarla en paz con sus trucos de espiritista, sus juegos de pitonisa y su silencio de caverna, tratando de amarla sin condiciones y aceptarla tal cual era. Clara creció como una planta salvaje, a pesar de las recomendaciones del doctor Cuevas, que había traído de Europa la novedad de los baños de agua fría y los golpes de electricidad para curar a los locos."
 
La Casa de los Espíritus.
 
    En más de una ocasión, la escritora ha negado haber querido copiar a priori a Gabo; pero en caso de lo contrario, no podemos olvidar que los clásicos y las grandes obras, dejan tal huella en los artistas posteriores y en la cultura general, que es imposible que no haya emuladores de estos- consciente o inconscientemente- y se generen títulos en los cuales sea posible reconocer estas inspiraciones.  Como ejemplo de lo anterior y entre autores de quienes no podemos negar hoy en día su calidad literaria, tenemos a gente como Hugo Correa, quien escribió grandes obras "tocado" por artistas de la talla de Ray Bradbury; por otro lado, Stephen King siempre ha declarado que sus maestros son Edgar Allan Poe, Lovecraft y Richard Matheson; así como en Neil Gaiman es evidente su adoración por Lord Dunsany.
    No se puede dejar de lado, cierta afirmación que aparece en más de una ocasión dentro de las páginas de La Casa de los Espíritus:
 
    "La repetición de nombres causa confusión en los cuadernos de anotar la vida".
 
      Se trata de una interesante observación, al uso repetido de nombres en la genealogía de los Buendía, la familia de Cien Años de Soledad.  Una valiosa referencia directa de la escritora, a su independencia del libro seminal de García Márquez y es por eso que los descendientes de los Trueba del Valle poseen sus propios nombres, si bien en el caso de las mujeres, significativamente, los suyos mantienen un mismo contenido semántico; en cambio, los García, una familia ligada a los anteriores, repiten en sus siguientes generaciones el título original, como un contraste evidente entre ambas ramas.
    Es habitual el ninguneo de los autores de Best Sellers, cuando se tiene arraigada la idea de que la literatura es solo para la elite y las lecturas deben ser densas y complicadas.  Sin embargo, con el tiempo la Allende ha demostrado su valía y ha ganado numerosos premios, incluyendo menciones honoríficas de varias universidades; a lo anterior, debe incluirse el Premio Nacional de Literatura en 2010, reconocimiento que le llegó tarde en su propio país.  Lo anterior, luego de que muchos en esta tierra, patria suya, la despreciaran y al final tuvieron que rendirse a la certeza, de que por algo es la autora, no solo chilena, latinoamericana más querida y leída en el mundo.


III. La historia de Chile ficcionada.
 
    El texto nos cuenta acerca de la familia Trueba del Valle, formada por un patriarca y una matriarca muy distintos entre sí, abarcando cerca de setenta años en la vida de ambos, de sus retoños y pasando por el mismo periodo en la historia del Chile del pasado siglo.  Adicionalmente, para desarrollar mejor el matrimonio de Clara y Esteban, también conocemos a las mismas familias de las que ambos provienen; puesto que su misma "locura", es la que los determinará a los dos y a los frutos de su unión.
     La narración se divide en dos puntos de vista, primero en el de una narradora "testigo" y cuya identidad solo conoceremos bien avanzado el volumen; y el del mismísimo Esteban Trueba (el patriarca), cuyos recuerdos son lo suficientemente importantes, como para entregarnos el punto de vista de un hombre "común" y materialista, así como permitirnos conocer mejor la evolución política-social del país (de la cual participa de forma directa).  En todo caso, pese a la diferencia que hay entre el anterior, un hombre práctico, ante todo, su pasión lo une a Clara y toda esa espiritualidad propia de los del Valle, esa alegría de vivir de estos últimos se mezcla con el fatalismo de los Trueba, para concedernos una de las familias más entrañables de la literatura de estos lares.
    Teniendo en cuenta la dicotomía y fusión entre los dos principios, que alberga el volumen que hoy nos reúne, hallamos un evidente contraste entre el mundo patriarcal y el matriarcal.  La misma alternancia entre campo y ciudad, los dos grandes escenarios del libro, nos muestra cómo estos dos mundos viven, conviven y sobreviven entre sí pese a sus diferencias. Cuando pareciera que la brutalidad- lo peor del patriarcado, como cuando se da el Golpe de Estado de la Derecha y los militares- del mundo de los hombres fagocita por completo el matriarcado, esto nunca sucede por completo; puesto que, al final, vemos que solo gracias al equilibrio entre ambos principios, es posible conseguir lo que todos buscamos en nuestras vidas: la felicidad y la certeza de la plenitud (sin querer caer en el spoiler, solo para ejemplificar estas últimas palabras, diré que es gracias a una matrona, que Esteban consigue la última oportunidad que necesitaba y es con otra fémina con quién termina su historia, ya redimido).
     La lucha entre las dos fuerzas, quedará revelada a lo largo de la historia del país durante el pasado siglo y que se supone no es Chile (aunque claramente la Allende, se basó en la historia de su propio país, para otorgarle tan potente ambientación a esta obra); de modo que los múltiples gobiernos conservadores, el poder de los terratenientes, el surgimiento de los movimientos de Izquierda, incluyendo la victoria de la izquierda, pasando por el breve gobierno "popular “y la reforma agraria, para continuar con la intriga de las familias más poderosas de la nación, lo que luego dio paso a la dictadura con todas sus atrocidades, no son otra cosa que un paseo "mágico" por nuestro devenir durante el periodo mencionado. 
     Incluso algunos secundarios y personajes incidentales, que aquí aparecen (estos últimos solo mencionados y sin diálogo alguno), están inspirados en sendos nombres famosos (e infames en un caso concreto) de la historia real chilena: de este modo el Poeta es Pablo Neruda, el presidente socialista (y antes el Eterno Candidato) viene a ser Salvador Allende y el General Hurtado, corresponde nada menos que a Pinochet, el dictador militar que estuvo en el poder durante 17 años.
     Siguiendo con el mencionado conflicto entre patriarcado y matriarcado, no podía dejar de estar presente la Iglesia católica, institución tan relevante en la historia de Latinoamérica.  De este modo, encontramos a uno y otros representantes suyos, que encarna tales principios; comenzando por el castrador padre Restrepo (y a quien, pese a su personalidad nociva, se le aborda con humor), y luego a otras figuras masculinas más positivas.  Por cierto, hay unas cuantas monjas por ahí, aunque su aporte es más anecdótico, si bien son personas de conducta maternal.


sábado, 20 de mayo de 2023

¡Juntos de nuevo y por fin!


    No tuvimos show propio de nuestro mandaloriano favorito y de su adorable compañero, durante más de un año, pero al menos los pudimos ver como invitados en la propia serie de Boba Fett (donde, como no, terminaron por "robarse la película"). Hasta que este año volvieron para nuestro placer, siempre dejándonos con gusto a poco, porque 8 capítulos es muy poco para sus seguidores acérrimos, aunque peor es nada.
     Más encima, nos trajeron a varios de los viejos conocidos y que también habían conquistado nuestros corazoncitos; no obstante, cierta mujerona grandota, que nos caía bien, ya no volvió, porque para pesar de muchos cancelaron a su actriz solo por pensar distinto (la dictadura de los políticamente correctos, de las minorías y de la bien llamada Generación de Cristal).
     A falta de la anterior, tuvimos a la hermosa Bo-Katan (me alegro de que muestre su bello rostro seguido, porque amo a la actriz desde que nuestros caminos se cruzaron en Battlestar Galactica) y quien, en la práctica, se vuelve para esta ocasión en coprotagonista de la historia.  Gracias a lo anterior, tan buen personaje (¿Acaso hay alguien que desperdicie en estos maravillosos shows live-action de Star Wars?) inicia, ahora más que nunca, su propio proceso de redención y el que implica, nada menos, asumir como corresponde su papel de heredera del otrora reino de Mandalore- caído en desgracia por culpa del Imperio- y reunificar a su pueblo disperso por las estrellas... ¡Así que, para placer nuestro, tendremos a un montón de tipos y tipas con cascos y jetpacks, volando frente a nuestros ojos!
    Alguien que también vuelve para nuestro regocijo, es el ahora honorable Greef Karga, quien nos cae agrada con facilidad y el cual, esta vez, tiene un papel significativo para el futuro de nuestros queridos Din Djarin y Grugu; más encima, el mismo actor que lo interpreta dirige uno de lo episodios y vaya que lo hace bien.
     De igual manera, tenemos de vuelta a nuestra mecánica favorita, aunque no sale en pantalla tanto como quisiéramos.  A la anterior, se le suman unos oscuros personajes, que no pensábamos que estarían otra vez entre nosotros y quienes en la práctica son los protagonistas de un capítulo decisivo, para lo que se está cocinando: el resurgimiento del mal en la galaxia.  Se trata de un potente episodio, lleno de intriga, que más encima nos entrega supuestamente al primer personaje no-binario de la saga.
    Y a todo lo anterior, debemos agregar el también retorno del mayor villano (hasta ahora) de The Mandalorian.  Si han visto las temporadas anteriores, ustedes mismos pueden deducir de a quién me refiero.  Solo diré al respecto, que siempre es un placer ver a su actor frente a la cámara (¡Y pensar que vino el año pasado a Chile para la Comic-Con! Aunque no tuve el placer de verlo en vivo, porque había que pagar para ello); lo mismo, respecto a tener de nuevo entre nosotros a tan tremendo personaje.
    Como actores invitados, otro actorazo como Jack Black aparece de invitado, acompañado por Rizzo, una rapera de la que nada sabía y quien junto al anterior interpretan a un simpático matrimonio. A los dos recién mencionados, debemos agregar a otro ídolo de la actuación, al veterano Cristopher Loyd, quien nos concede un nuevo papel suyo digno de aplausos (¿Serán estos 3, acaso, fanáticos de Star Wars, pues contar con ellos y para el mismo capítulo, igual saldría caro en circunstancias normales?)
    Mención aparte los efectos especiales "retro" para Grogu y otras criaturas, que me traen lindos recuerdos.
    Por último, si bien me divertí mucho con la temporada y una que otra lagrimita derramé en el último episodio, me parece que esta última tanda del show, fue la menos buena o que no llegó a los niveles de encanto de las que le precedieron (pese a su espectacularidad visual) ¿La razón? La trama principal a ratos me pareció algo latera.
     Y antes que se me olvide, para pesar de much@s, Pedrito Pascal en ningún momento se saca el casco.


                     Hace un par de semanas atrás me compré, supuestamente en oferta, este peluche
                     de Grogu, pensando que era un animatrónico.  Al final lo devolví, porque más
                     encima no tenía patas.  La foto me la saqué tristón por la decepción, antes de devolverlo.

domingo, 14 de mayo de 2023

Un año completo de puras emociones.

 

     2020 comenzó con el esperado regreso a la pantalla de uno de los más queridos héroes de la televisión ñoña, Jean-Luc Picard, para muchos el mejor capitán de Star Trek y al cual no lo veíamos desde hace décadas, interpretado nuevamente por el actor que lo dotó de vida y con el cual muchos de sus seguidores no dejamos de relacionarlo: Sir Patrick Stewart.  Todo esto fue gracias al entonces más reciente show, que continuó con la franquicia creada en los sesenta del siglo pasado por Gene Rodenberry, llamado Star Trek: Picard.  Tal como dice su nombre, su personaje principal corresponde nada menos que al ahora almirante en retiro de la Flota Estelar, quien debe unirse a un grupo de nuevos compañeros, otra vez para salvar a la humanidad y a la galaxia de una amenaza formidable.  El programa, más encima, significó ser la primera serie trekker que nos mostró qué fue de la Federación, inmediatamente después de la última vez que vimos a la tripulación del Enterprise-E (nave que era capitaneada, en aquel entonces, por el mismo Picard), pasando ahora del siglo XXIV al XXV.  De igual manera, entre medio de sus capítulos nos devolvieron a varios otros personajes de Star Trek: La Nueva Generación y a unos cuantos más relacionados, con intervenciones bastante significativas suyas; todos vueltos a ser encarnados por los actores y las actrices que en su juventud los llevaron a cabo.
    Si la primera temporada estuvo llena de emociones para los fanáticos de estas historias, la segunda fue aún mucho mejor y dejó la vara todavía más alta, para lo que ya nos habían dicho que sería la última (cabe mencionar que en la actualidad, Stewart tiene nada menos que 82 años y si bien es increíble la vitalidad que posee a su edad, hacer una producción de este tipo es una exigencia a su cuerpo bastante considerable).  Teniendo en cuenta todo lo anterior, las expectativas fueron inmensas, más considerando la promesa de que ahora tendríamos a toda la planta mayor, de la tripulación que acompañó por tantos años al buen capitán (y es que si bien, ya habían salido unos 4 de ellos en años anteriores, todavía estaban en deuda unos cuantos y de los cuales hace rato nada sabíamos).
     También estrenada a principios de año y otra vez con “solo” 10 episodios, Picard se despidió en grande y partió nada menos que devolviéndonos a uno de los coprotagonistas más olvidados y queridos de TNG, quien más encima venía junto a un nuevo personaje, que luego sabríamos tendría una relación muy estrecha con el octogenario almirante.  Cabe mencionar, sin querer caer en el spoiler (aunque un lector inteligente, bien puede atar por si mismo los cabos sueltos), que la revelación del parentesco entre este último y Picard es, sin dudas, una concesión al deseo de décadas, de otorgarle por fin al militar la bendición que tanto esperamos para un sujeto como él.  Más encima, imposible negar lo estupendo que les salió este nuevo personaje, por no mencionar el rol que tuvo el otro ya conocido, que fue potenciado como bien se merecía, ya que en las últimas cintas en que se le vio fue harto desaprovechado. 
    A medida que fue avanzado la temporada, que en ningún momento pierde intensidad, cada reencuentro nos va dando razones de más para amar el programa, una verdadera caja llena de fanservices que nos estremecieron.  Y es que no solo nos dan una tremenda historia (digna de lo mejor de Star Trek y de una despedida como esta), si no que volvemos a ver a varios secundarios, que por mucho que deseábamos saludarlos otra vez, creíamos eran solo sueños imposibles conseguirlo.  Viejos enemigos por igual retornan, aunque remozados, aprovechando las actuales posibilidades de los efectos de ahora y de contar con un presupuesto mayor.  Si a eso se le suman las queridas caras que extrañábamos, implicando inteligentes evoluciones personales, tal como en un trío de ellos (un claro guiño, de que todos podemos cambiar para mejor con el paso del tiempo, incluso los más rígidos entre nosotros), el banquete está servido.
     No podemos olvidar que aparte de Jean-Luc y sus compañeros de antaño, por igual contamos con la presencia de esas dos mujeres que también se volvieron inestimables para este (así como para los espectadores) … Les estoy hablando de mi amada Siete de Nueve y de Raffi, una maravillosa dupla que nos ha dado varias escenas y diálogos de antología.  Ambas son coprotagonistas de esta historia y siendo tan buenos personajes, nos prometen un futuro que nos daría para nuevas tramas, que bien podrían significar un titulo más de la franquicia. 
     Además, imposible dejar de mencionar a otros dos nombres más que interesantes, uno de ellos un muy singular capitán y la otra, nada menos, que la simpática hija menor de un conocido ex tripulante del Enterprise-D. 
     Y otro guiño para los viejos trekkers como su servidor, viene a ser que la tremenda villana que aquí aparece, resulta ser nada menos que Amanda Plummer, cuyo padre es el desaparecido Cristopher Plummer, quien nos regocijara el corazón como uno de los grandes “malos” del Enterprise-A.
     Tampoco puedo dejar en el tintero, la confesión de que cuando salen nada menos que varias de las viejas naves de antiguos programas, en especial dos de ellas, me quebré de pura nostalgia; pues desde que tengo uso de razón Star Trek, ha formado parte de mi vida y eso no es poco para mí.  Por lo mismo, y por otros motivos, es para agradecer que todos los actores que pudimos volver a ver en este más reciente espectáculo, siguieran vivos junto a nosotros y de ese modo pudiésemos recordar ya maduros, en su compañía, algunos de los momentos más queridos de nuestra juventud; así como vivir estas nuevas aventuras, que pocas veces se nos conceden reuniones como esta (y que solo recuerdo pasamos por algo parecido, con las inesperadas y bien recibidas últimas temporadas de Expediente-X; en cambio, con nuestros ídolos de Babilonia 5 imposible sería conseguirlo, puesto que buena parte de sus actores han cruzado ya el umbral).
    Solo un “pero” tengo para esta serie y es que teniendo en cuenta que, desde la mítica producción sesentera, los créditos de apertura de Star Trek han sido su sello característico, incluyendo su tema principal, y resulta que habiendo tenido muy bellas e intimistas presentaciones Picard en las dos anteriores temporadas… ¡Esta no la posee! Solo encontramos acá unos créditos de cierre, que para golpearnos más con la nostalgia, recicla acordes trekkers ya clásicos… Aún no sé si les perdono tal omisión.

                                                                     Créditos finales.

sábado, 6 de mayo de 2023

Sacando buenas ideas de todas partes.


      En 2013 apareció un videojuego de ciencia ficción postapocalípico, que rápidamente consiguió la atención de todo el mundo (me estoy refiriendo a jugadores y la gente relacionada con este tipo de entretenimiento): The Last of UsSu trama transcurre en un futuro cercano y en el cual los protagonistas deben escapar de la devastación provocada por nada menos que un hongo.  La mencionada forma de vida ha infectado a la mayoría de la población mundial, convirtiéndola en una especie de zombies caníbales y muy agresivos.  Pese a que en primera instancia pareciera una historia más de “lo mismo”, su propuesta logró superar a otros títulos de características similares, debido más bien a su trama original, que iba más allá del tema de los muertos vivientes.  Y es que el videojuego prima el dramatismo digno de un buen filme del género y sus propios aspectos técnicos, como artísticos, fueron lo suficientemente sofisticados como para otorgarles un montón de premios, además de seguidores y, como no, ganancias millonarias.  Incluso la gente que no ocupa su tiempo a estos productos, como su humilde servidor, supo de su existencia y en mi caso concreto al informarme de que su banda sonora, compuesta por Gustavo Santaolalla, bien valía la pena ser escuchada, me la descargué hace tiempo ya y de ese modo pude comprobar que era cierto lo que decían de ella (aunque reconozco que hay videojuegos con mejores soundtracks o que al menos a mí me han gustado mucho más).  Sin embargo, no supe de qué iba su trama hasta recién el año pasado…
    HBO anunció que iba a llevar a la pantalla chica el susodicho título, con la alta calidad que acostumbra a su programación original, lo que provocó altas expectativas entre los fanáticos de Last  of Us y su secuela, así como de los amantes de este tipo de historias (en este último grupo, ya saben quién, je).  Más encima, cuando se supo que el protagónico masculino principal estaría a cargo de mi compatriota Pedro Pascal (el chileno vivo más amado en el planeta), los más ñoños tuvimos un motivo mucho más fuerte, para querer apreciar esta adaptación. 
    Cabe mencionar, que llevar a la pantalla chica o grande un videojuego, es algo bastante complicado, puesto que se trata de modalidades muy distintas entre sí y tan solo en el último tiempo se han conseguido resultados dignos de aplaudirse (uno de ellos, la recordada serie animada de Castlevania, la última película live action de Mortal Kombat, así como los dos filmes sobre Sonic y, ahora mismo, el super exitazo que ha sido Super Mario Bross).  No obstante, The Last of Us tenía las de ganar desde el principio, puesto que detrás del material primigenio del videojuego, hay bastantes elementos dramáticos que aprovechar.
    Estrenada a principios de este año (¡Plenas vacaciones de verano para mí!), nos cuenta de una singular pareja de protagonistas, un hombre de unos cincuenta años y una chica de 14, quienes se unen en circunstancias muy curiosas y viajan por un Estados Unidos sumido en la miseria tras la propagación del Cordyceps, el hongo “inteligente” que ha provocado la ruina de la civilización tal como la conocíamos (cabe mencionar que esta criatura sí existe e infecta a varios tipos de insectos a lo largo del mundo, convirtiéndolos en verdaderas monstruosidades manipuladas por el huésped).  Ambos personajes son sobrevivientes y saben cómo enfrentar los peligros que los rodean y que no solo corresponden a los mutados, aunque claramente Joel (el hombre), lleva más tiempo y su experiencia que implica su vida antes de la pandemia, lo ha convertido en toda un “arma mortal”.  La convivencia entre estos dos al principio resulta bastante forzada, puesto que hay desconfianza y sus mismas pérdidas recientes los han vuelto personas difíciles de llevar; no obstante, a lo largo que van avanzando los 9 episodios que comprenden la temporada debut, la relación entre ambos se estrecha, al punto de sobrecogernos con el afecto que ha nacido entre los dos (y la misma química entre los actores, resulta bastante bien conseguida).  Asimismo, Ellie, la chica que se ve obligada a depender de un desconocido, para recorrer el ahora peligroso Estados Unidos, con un propósito de características heroicas, es junto a su protector un personaje potente y quien de inmediato se gana nuestros corazoncitos ¡Y en verdad que sufrimos con lo que le pasa a esta pareja no tan dispareja! También gozamos con esos pequeños momentos de dicha, por los que pasan estos dos.  

Uno de los "mostros" de la serie.


    Ellie es interpretada por la hoy estrella juvenil Bella Ramsey, a quien podemos recordar por su papel en las últimas temporadas de Juego de Tronos ¡Y pensar que el mismo Pedro Pascal, también actuó para el programa sobre la saga aún inconclusa de George R. R. Martin, aunque antes este y su actual colega de reparto, nunca estuvieron juntos en escena! Cabe mencionar que, salvo la Ramsey y Pascal, ningún otro artista comparte el protagonismo, puesto que el argumento gira en torno al viaje entre los dos, quienes sin proponérselo se han convertido en una familia.  Sin embargo, sí aparecen un par de recurrentes, entre ellos una dura mujer interpretada por Anna Torv, a quien aprendimos a adorar gracias a la hace rato cancelada Fringe y quien aparece en los primeros episodios irreconocible, gracias al maquillaje y a su formidable interpretación.  Conoceremos a otros personajes que harán su aporte durante un episodio, contándonos historias más o menos autoconclusivas, las que le darán mayor dramatismo al show; ninguna de estas es mero relleno y todas nos logran tocar las fibras más sensibles, aunque aquella que nos muestran en el tercer episodio, bien puede ser la favorita de muchos, puesto que se encuentra tan bien contada, al punto que los mismos protagonistas apenas salen en ella (no quiero contar más al respecto, para que no me acusen de hacer spoilers, si bien diré que mi sobrinito de 13 años lloró un montón con este capítulo, que yo no lo hice porque sentí “envidia sana”, por no tener una historia de amor personal tan bella como esa).
    La ambientación es increíble, que los exteriores de las ruinas y los paisajes naturales en los cuales se ve el deterioro de la ciudad y los pueblos, fagocitados por la vida silvestre que está tomándose de nuevo el resto del planeta, nos transportan con facilidad a esta realidad de pesadilla.  Por otro lado, por mucho que se trate de un programa “de zombies” (bastante sui generis, por cierto), hay capítulos en los que estos ni siquiera aparecen y la verdad es que ni se les echa de menos ¿La razón? Los guiones priman los conflictos de los personajes, muchas veces relacionados con su pasado (se les dedica bastante metraje a los flashbacks, sobre lo ocurrido antes de que Ellie y Joel se unan), así como los conflictos que van surgiendo al conocer a nuevas personas (todo se ha vuelto más complicado, desde que la gente se vio obligada a “sobrevivir” y no a vivir con los lujos de antaño, de ahí lo difícil de poder contar con otros como aliados, sin arriesgarse a ser traicionado o convertido en víctimas de los más fuertes y/o sin culpa alguna).  No obstante, cuando las criaturas aparecen, son bastante siniestras, que hay unos cuantos subtipos de ellas y sus diseños resultan muy interesantes.   Por cierto, Gustavo Santaolalla vuelve a componer la banda sonora, primando en ella las cuerdas (y en especial la guitarra acústica, tal como en el videjuego) y para sus preciosos créditos iniciales (sencillos, aunque muy simbólicos), repite uno de los temas más famosos del videojuego; no obstante, tampoco se trata de una música que pueda considerar como algo magnífico, que hay shows televisivos con mejores temas (como The X-Files, Buffy, Andor o The Flash), pero al menos se deja escuchar.  A su vez, debo decir que la violencia está muy bien abordada, que, si bien es bastante gráfica, es realista por cuanto se justifica en medio de esa sociedad que ha sacado lo peor y lo mejor de la gente.
     Por cierto, Pedro Pascal no solo se ha vuelto una estrella top del momento (desde hace años la verdad), sino que ha conseguido estar al aire al mismo tiempo, nada menos que en dos exitosos programas televisivos de distintas cadenas.  Solo porque ahora las series tienden a poseer pocos episodios y no retienen tanto a sus actores como antaño, Pascal ha hecho casi en paralelo la tercera temporada de The Mandalorian y esta primera de The Last of Us.  Y el maquillaje que lo hace verse envejecido, más bien marcado por tanto dolor, es asombroso; así como plausible es lo bien que le sale este personaje, tan diferente al heroico Din Djarin del universo de Star Wars, entre otros que le hemos apreciado interpretar.   En todo caso, pese a que se trata de historias muy distintas entre sí, con públicos objetivos diferentes, hay temáticas en común entre ambas producciones y no podemos negar que la odisea emprendida por el endurecido Joel para proteger a Ellie (quien le ayuda a redescubrir su lado más dulce, que por años creyó había muerto), recuerda mucho al propio periplo físico e interno por el que pasa el otrora solitario “Mando”, desde que Grogu fue ganándose su corazoncito.  Y es que ambas producciones tratan acerca de la redención, de la posibilidad de reparar nuestros errores del pasado, del poder que tiene el amor para transformarnos, algo que por mi parte me llega mucho.



Créditos de apertura.
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